Page 3 of 31
1 2 3 4 5 31

De alumnos a estudiantes: UAM

Por: Hugo Aboites*


A lo largo de 100 años, se ha dado una sorda lucha de palabras y significados en torno a qué nombre dar a los/las jóvenes universitarias. Es común que en las leyes orgánicas y reglamentos generados por la institucionalidad se les nombre (y considere) como alumnos (del verbo alere, alimentar, cuidar, educar a alguien), pero cuando las y los jóvenes se organizan y luchan contra alzas de colegiaturas, evaluaciones, pésimas condiciones y programas de estudio, inseguridad, entonces se llaman a sí mismos estudiantes (de studeo, que significa desear y conocer intensamente). Y, en colectivo, movimiento estudiantil.

Como siempre, las palabras nunca son una mera cuestión de tales y la historia de más de un siglo se ha encargado de dar al término estudiante un sentido muy lejano a la pasividad de dócil educando. En 1918, los estudiantes de la conservadora Universidad de Córdoba, gracias al autoritario cierre del hospital universitario, descubrieron a su institución como aliada al clero y el gobierno, burocrática y autoritaria y, por eso, lejana a la ciencia en el trabajo de profesores y estudiantes. Las universidades han sido hasta aquí el refugio secular de los mediocres, la renta de los ignorantes… por eso es que la ciencia frente a estas casas mudas y cerradas, pasa silenciosa o entra mutilada y grotesca al servicio burocrático (y) cuando en un rapto fugaz abre sus puertas a los altos espíritus es para arrepentirse luego y hacerles imposible la vida en su recinto. Y, por eso, “la federación universitaria de Córdoba se alza para luchar y entiende que en ello le va la vida. Reclama un gobierno estrictamente democrático y sostiene que el demos universitario, la soberanía, el derecho a darse un gobierno propio radica principalmente en los estudiantes” (La juventud argentina de Córdoba a los hombres libres de Sudamérica, junio de 1918).

Aunque fueron militarmente reprimidos, la pasión ya estaba sembrada y en México (en la década de los 20), la autonomía se convirtió en demanda y, muy a medias, en realidad: la universidad debía ser no sólo independiente del poder clerical, político y económico, sino sobre todo, gobernada por y desde las necesidades y aspiraciones de los estudiantes.

Por eso en México fueron estudiantes y no alumnos los que lucharon en 1929, 1933, 1968 y, recientemente, en 1999, 2014 y, en la UAM, en 1998 y 2016. Pero las y los estudiantes siguen lejos de estar en el centro del gobierno universitario. Esa vena fresca ya no alimenta a las instituciones y, por eso, hay un deterioro profundo de la inspiración original de una institución estudiosa y solidaria con las necesidades sociales; horizontal, comunitaria y centrada en las y los estudiantes. Prevalecen los bonos a mandos medios y superiores, la aristocracia académica, la ampliación de la burocracia, el apoyo a grandes empresas y la tendencia a decisiones verticales, sin consenso, que afectan directamente la formación de los estudiantes. Así, en la UAM-Xochimilco, la mayoría de profesoras y profesores del trimestre inicial, llamado Tronco Interdivisional, abiertamente nos oponemos a que se imponga el programa que impulsa una comisión del rector y que afectará directamente la formación profesional de los estudiantes. En lugar de actualizar y mejorar el vigente, donde estudiantes y profesores –con base en textos críticos– analizan el contexto nacional y mundial para que la formación profesional se haga de cara a las necesidades y problemas del país, se le desecha y al amparo de la pandemia, se busca imponer la agenda de sustentabilidad (2030) del Banco Mundial-Unesco. Al contrario de nuestro programa que enfatiza la pluralidad de visiones, el del Banco Mundial reduce la problemática social y de las profesiones a la sustentabilidad y aún eso con una visión interesadamente corta, que oculta/niega la responsabilidad de corporaciones y gobiernos en el desastre ecológico mundial. Y así, el trabajo de formación estudiantes-profesores, que siempre ha luchado por ser de avanzada, con la propuesta del BM reduce su visión al nivel de una escuela patito y se impide así una formación de profesionales e investigadores fuertes y socialmente comprometidos. Por momentos, hasta retrocesos, como el texto de metodología del trabajo académico-científico (de escuela privada) está dedicado –a Dios, el supremo investigador”, pues –adiós evolución– ha concedido a la humanidad la capacidad de investigar. El BM impulsa la idea de una sociedad donde hay individuos, grupos de calidad, ONG, pero no existen procesos de colonización, patriarcado, intereses de clase, poderes hegemónicos ni un desarrollo económico que sistemáticamente destruye la naturaleza. Y porque en la visión institucional son sólo alumnos, ni siquiera se piensa en un foro amplio de consulta y discusión para los que serán más afectados, los estudiantes. Ha pasado un siglo y cada vez son menos primordiales en el gobierno universitario.

UAM-Xochimilco

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2020/11/07/opinion/017a2pol

Comparte este contenido:

El Banco Mundial, el FMI y los derechos humanos

La cuestión de los «derechos humanos» nunca formó parte de las prioridades del Banco Mundial. Invariablemente, en las condicionalidades fijadas por el Banco, un derecho era prioritario: el derecho individual de la propiedad privada, que en la práctica favorece a los grandes propietarios, ya sean personas adineradas o bien sociedades nacionales y transnacionales. En las condicionalidades impuestas por el Banco no se encuentra ninguna referencia a los derechos colectivos de los pueblos y de las personas.

Índice:

– El ajuste estructural no respeta los derechos humanos.

– Estados, instituciones financieras internacionales e intereses privados

– Esta pretensión de irresponsabilidad es inaceptable en el derecho internacional

– La Declaración Universal de los Derechos Humanos

– La Declaración del Derecho al Desarrollo

– La Carta de las Naciones Unidas y las instituciones especializadas

– El Banco Mundial, institución especializada de las Naciones Unidas

– Conclusión

Si el Banco Mundial tiene que tomar en consideración los derechos humanos, nunca lo hace con el sentido progresista de los grandes textos de las Naciones Unidas. Las ideologías tienen su lectura particular del derecho. Jean-Philippe Peemans recuerda con razón: «De todas maneras, con la óptica occidental hoy predominante, los derechos humanos se conciben ante todo con relación a la libertad de acción individual, como la no interferencia en el mundo privado de los asuntos económicos, el derecho a disponer libremente de la propiedad, y sobre todo la abstención del Estado de todo acto que viole la libertad individual de invertir el tiempo, el capital y los recursos en la producción y el intercambio… Para los neoliberales, las reivindicaciones sociales y culturales pueden ser aspiraciones legítimas, pero jamás derechos… la visión neoliberal rechaza todo enfoque colectivo del derecho. El individuo es el único sujeto que puede reclamar derechos, y así mismo los únicos violadores del derecho no pueden ser más que individuos que deben asumir la plena responsabilidad. No se puede atribuir violaciones del derecho ni a las organizaciones ni a las estructuras» [1].

El Banco Mundial, así como el FMI, se basa en este postulado para liberarse de toda responsabilidad en cuanto al respeto de los derechos sociales económicos y culturales. Pero estos derechos son indisociables de los derechos sociales y políticos y es imposible respetar los individuales si los colectivos no se tienen en cuenta. En tanto que instituciones multilaterales, el Banco Mundial y el FMI están obligados a aplicar los tratados internacionales y los derechos individuales y colectivos que éstos aseguran. La exigencia de transparencia y de buena gobernanza vale para todo el mundo. Las IFI exigen su aplicación a los gobiernos de los países endeudados mientras ellas mismas se permiten ignorarlas. La exigencia de evaluar y dar cuenta de las actividades realizadas no debe limitarse a los Estados, sino que ha de extenderse también al sector privado y, en particular, a las organizaciones internacionales, puesto que sus acciones, sus políticas y sus programas tienen un impacto muy importante sobre la efectividad de los derechos humanos [2]. Los planes de ajuste estructural tienen unas consecuencias tan nefastas en términos de degradación de los derechos económicos, sociales y culturales (en especial sobre los más vulnerables), y también ambientales, que se debe exigir a estos organismos responsabilidad de sus actos.

El ajuste estructural no respeta los derechos humanos

A pesar de los textos internacionales que constituyen el marco jurídico de protección de los derechos humanos, el FMI y el Banco Mundial «funcionan según la lógica de las sociedades financieras privadas y del capitalismo mundial, sin demasiada consideración de los resultados sociales y políticos de sus actos» [3].

El informe común presentado a la Comisión de Derechos del Hombre de la ONU, por el relator especial y el experto independiente, afirma: «Durante cerca de 20 años, las instituciones financieras internacionales y los gobiernos de los países acreedores han jugado a un juego ambiguo y destructivo consistente en telecomandar las economías del Tercer Mundo y a imponer a unos países impotentes políticas económicas impopulares, pretendiendo que la píldora amarga del ajuste macroeconómico les permitiría encontrar el camino de la prosperidad y el desendeudamiento. Después de dos décadas, en numerosos países, la situación es peor que cuando comenzaron a aplicar los programas de ajuste estructural del FMI y el Banco Mundial. Estos programas de austeridad rigurosa han tenido un coste social y ecológico considerable y en muchos casos el índice de desarrollo humano ha caído drásticamente». O [4].

Recuerda rotundamente que «el ejercicio de los derechos fundamentales de la población de los países deudores a la alimentación, a la vivienda, a la vestimenta, al empleo, a la educación, a los servicios sanitarios y a un ambiente sano no puede estar supeditado a la aplicación de políticas de ajuste estructural y de reformas económicas vinculadas a la deuda...». [5]

Pues bien, las políticas impuestas por las IFI subordinan la obligación del respeto de los derechos humanos, incluida la legitimidad de los gobiernos, a la aplicación dogmática de sus programas [6]. En realidad, los programas de ajuste estructural van más allá «de la mera imposición de un conjunto de medidas macroeconómicas en el nivel interno. [Son] la expresión de un proyecto político, de una estrategia deliberada de transformación social a escala mundial, cuyo objetivo principal es hacer del planeta un campo de acción donde las sociedades transnacionales puedan operar con total seguridad. En resumen, los programas de ajuste estructural (PAE) desempeñan un papel de “correa de transmisión” para facilitar el proceso que pasa por la liberalización, la desreglamentación y la reducción del papel del Estado en el desarrollo nacional» [7].

La Comisión de Derechos Humanos de la ONU ha señalado así mismo que las políticas de ajuste estructural tienen graves repercusiones sobre la capacidad de los PED para aplicar políticas nacionales de desarrollo cuyo objetivo principal es el respeto de los derechos humanos, especialmente los derechos económicos, sociales y culturales, mediante la mejora de las condiciones de vida de la población local [8].

Según el informe de Bernard Muhdo, experto independiente, las políticas de ajuste estructural, fruto de una estrategia conscientemente elaborada y aplicada por los responsables del FMI y del Banco Mundial, han tenido unas consecuencias extremadamente negativas sobre los derechos económicos, sociales y culturales, en particular [9] en lo concerniente a la salud, la educación, el acceso al agua potable, la seguridad alimentaria, etc. [10] El mismo experto observa que las políticas inducidas por las IFI han sido rechazadas por los ciudadanos mediante movimientos de protesta, violentamente reprimidos por los gobiernos y los poderes públicos a fin de garantizar que los planes impuestos por dichas instituciones se lleven a cabo (privatización de la electricidad, del transporte público, de los hospitales; liberalización del precio de los medicamentos, del pan y de otros bienes de primera necesidad; protección de los intereses de las transnacionales en materia de inversiones y apropiación de los recursos naturales comunes, etc.). En consecuencia, existe una relación estrecha entre la violación masiva de los derechos económicos, sociales y culturales y la violación masiva de los derechos civiles y políticos.

Frente a este tipo de violación de las obligaciones internacionales por parte de los poderes públicos de un Estado en cuestión, el FMI y el Banco Mundial tendrían que haber recordado a los gobernantes sus compromisos internacionales en materia de protección de los derechos civiles y políticos y de los derechos humanos en general. En lugar de cortar o suspender los programas, estas instituciones prosiguieron e intensificaron su aplicación. La indiferencia e incluso el cinismo quedan expresados sin disimulo en esta frase pronunciada durante la reunión del experto independiente con los responsables del FMI: «… para el FMI, bloquear un programa a causa de la violación de los derechos humanos no es atinado» [11]. A priori, es un hecho extremadamente grave: estas instituciones actúan como si no les concerniera ninguna obligación internacional, salvo aquellas relacionadas con los acuerdos comerciales o los acuerdos sobre inversiones. Por supuesto, persiguen en esto un fin bien preciso. En 1999, el experto independiente designado por la Comisión de Derechos Humanos identificó, con precisión, el proceso de mundialización y el papel de las instituciones financieras como parte integrante de la «contrarrevolución neoliberal» [12].

Según el derecho internacional, tanto convencional como consuetudinario [13], existen principios y normas jurídicas básicos o fundamentales relacionados con la protección internacional de los derechos humanos, cuyo alcance se extiende a todos los sujetos de derecho internacional.

Estados, instituciones financieras internacionales e intereses privados

El Banco Mundial así como el FMI no son abstracciones, en su seno las decisiones son tomadas por hombres, y también algunas mujeres, que actúan en nombre de los Estados o grupos de Estados. Pues bien, los propios Estados están indiscutiblemente vinculados por los documentos de las Naciones Unidas. Los Estados miembros del Banco Mundial y del FMI están por consiguiente, lo mismo que los otros, en la obligación de tener en cuenta el respeto obligatorio de los derechos humanos en las decisiones que toman en el seno de estas instituciones.

Pero incluso hay que ir más lejos. En el proceso de mundialización, a consecuencia de la acción de las transnacionales, del G7 y de las instituciones financieras internacionales [14], los poderes públicos nacionales y locales han sido despojados deliberadamente de sus poderes en cuestiones económicas y sociales. Los Estados intervienen cada vez más para asegurar la satisfacción de los intereses privados en vez de asegurar el pleno goce de los derechos humanos. Para el Banco Mundial, todo el problema del subdesarrollo y de la pobreza se reduce prácticamente al hecho de que los poderes públicos intervienen demasiado en lo social y en la economía, trabando a menudo la acción y la actividad del sector privado. Así, el presidente del Banco Mundial confirma en un documento titulado «Desarrollo del sector privado» que «un crecimiento producido por el sector privado es esencial para un desarrollo duradero y la reducción de la pobreza» [15].

Las instituciones financieras internacionales culpan a los Estados mientras que en el informe sometido a la Asamblea General de la ONU, el secretario general de las Naciones Unidas afirma: «Actualmente se tiende por lo general a pedir a los gobiernos que asuman demasiadas responsabilidades, olvidando que la antigua concepción del papel del Estado en el desarrollo ha pasado de moda… En tanto que no se dice nada de las responsabilidades internacionales o del papel de la economía mundial y de sus mecanismos e instrumentos, o incluso de su contribución al actual sistema político y al régimen de gobierno del mundo moderno -responsabilidades que incumben a estos sistemas- se imputa a los gobiernos males, dificultades y problemas que esencialmente tienen origen en el escenario internacional. Este tipo de enfoque no es ni objetivo ni justo, en particular con respecto a los países en desarrollo que casi no pueden decir una palabra en las decisiones fundamentales tomadas a escala internacional y que, sin embargo, son acusados de entorpecer el desarrollo, mientras que las causas profundas de la desigualdad en el plano internacional son ignoradas...» [16] (subrayado por el autor).

Es, por lo tanto, un error de fondo considerar que los Estados son los únicos responsables de la violación de los derechos humanos en el curso de la aplicación de las reglas comerciales multilaterales o a consecuencia de la aplicación de medidas impuestas por el FMI y el Banco Mundial [17]. Esta tesis está muy extendida en el seno de estas instituciones: los responsables de las violaciones de los derechos humanos serían, en efecto, los Estados miembros, considerados individualmente, pues son ellos los que deciden en última instancia las políticas que el Fondo y el Banco han de aplicar.

Esta pretensión de irresponsabilización es inaceptable en el derecho internacional

Tanto el FMI y el Banco Mundial como la OMC son ante todo organizaciones internacionales [18] en el sentido estricto del término. Como tales, poseen personalidad jurídica internacional [19], tienen sus propios órganos. [20], están dotadas de competencias para el tratado o acuerdo básico (competencias de atribución) [21]. Y, sobre todo, en tanto que organizaciones internacionales, tienen derechos y obligaciones. Por regla general, es evidente que ninguna organización internacional que pretenda actuar como sujeto de derecho internacional, ninguna de estas organizaciones que quiera ejercer sus competencias y que pretenda tener personalidad jurídica internacional puede argumentar con seriedad que está exenta del respeto de las obligaciones internacionales, especialmente las reglas de protección de los derechos humanos [22]. En tanto que sujeto de derecho internacional, toda organización internacional está sometida a este derecho, incluida la sumisión a las reglas de protección de los derechos humanos [23].

La Declaración Universal de los Derechos Humanos

Incluida en el corpus del derecho consuetudinario, la Declaración Universal de los Derechos Humanos es, como su nombre indica, universal: por lo tanto vincula a los Estados y otros sujetos de derecho internacional en sus acciones específicas y en sus responsabilidades. Ningún organismo internacional puede ampararse en su reglamentación interna para considerarse desvinculado del respeto de los acuerdos internacionales ratificados por sus miembros [24].

Las instituciones internacionales tienen entonces la obligación de crear las condiciones para el pleno goce de todos los derechos humanos, el respeto, la protección y la promoción de estos derechos. Los programas de ajuste estructural, como he señalado antes, se diferencian netamente de esto. Rebautizados ahora como «estrategias de lucha contra la pobreza», confían que el simple crecimiento económico aportará por sí solo el desarrollo, lo que es desmentido, entre otras cosas, por los informes anuales del Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD). Dicho crecimiento económico, tal como lo proponen las instituciones financieras internacionales, beneficia sobre todo a los sectores más privilegiados de la sociedad y aumenta cada vez más la dependencia de los países del Tercer Mundo [25]. Más aún, el crecimiento económico realmente existente es, en esencia, incompatible con la preservación del ambiente.

La Declaración del Derecho al Desarrollo

Esta visión del desarrollo, defendida encarnizadamente por el Banco Mundial a pesar de sus fracasos patentes, no es compatible con un texto tan acabado y eminentemente social como la Declaración del Derecho al Desarrollo de las Naciones Unidas, adoptado en 1986 [26]: «Artículo 1.1. El derecho al desarrollo es un derecho humano inalienable…

Artículo 2. El derecho humano al desarrollo implica también la plena realización del derecho de los pueblos a la libre determinación, que incluye […] el ejercicio de su derecho inalienable a la plena soberanía sobre todas sus riquezas y recursos naturales

Artículo 3.2. La realización del derecho al desarrollo exige el pleno respeto de los principios de derecho internacional […]

Artículo 8.1. Los Estados deben adoptar, en el plano nacional, todas las medidas necesarias para la realización del derecho al desarrollo […]. Deben hacerse reformas económicas y sociales adecuadas con objeto de erradicar todas las injusticias sociales

En marzo de 1981, la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas propuso al Consejo Económico y Social el establecimiento del primer grupo de trabajo sobre el derecho al desarrollo. Este grupo se reunió una docena de veces en el curso de los años 80 [27] y llegó a la adopción de la Resolución 41/128 de la Asamblea General de la ONU, el 4 de diciembre de 1986, conocida con el nombre de Declaración del Derecho al Desarrollo. Sólo votó en contra Estados Unidos, «alegando en su explicación del voto el carácter confuso e impreciso de la declaración, el vínculo que establece entre desarrollo y desarme y la idea de que el desarrollo exige la transferencia de recursos del Norte desarrollado hacia el Sur subdesarrollado, y ocho se abstuvieron (Dinamarca, Finlandia, la RFA, Islandia, Israel, Japón, Suecia y el Reino Unido, quienes insistían en la prioridad de los derechos individuales sobre los derechos de los pueblos y en el rechazo a considerar que la ayuda al desarrollo constituya una obligación de derecho internacional)» [28].

La Carta de las Naciones Unidas y las instituciones especializadas

Aunque la Declaración del Derecho al Desarrollo sea una resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas, carece del carácter vinculante que tiene un tratado internacional para los Estados que lo han ratificado. Pero otros textos pueden desempeñar esta función: la Carta de las Naciones Unidas (Preámbulo, párrafo 3 del artículo 1 y los artículos 55 y 56) es no sólo el documento constituyente de las Naciones Unidas sino también un tratado internacional, que codifica los principios fundamentales de las relaciones internacionales. Dos Pactos Internacionales, uno sobre los Derechos Civiles y Políticos y otro sobre los Derechos Económicos, Sociales y Culturales son también textos normativos estrechamente relacionados con el derecho al desarrollo, pues en ellos figuran también una gran parte de los derechos humanos que forman parte del contenido del derecho al desarrollo [29].

Los textos principales de las Naciones Unidas conciernen tanto los derechos individuales como los derechos colectivos, el derecho al desarrollo y el derecho a la soberanía política y económica de los Estados. Pero en realidad, tanto el Banco Mundial como el FMI, la OMC y las sociedades transnacionales no aceptaron jamás estar sometidos a ellos.

Estas instituciones han podido gozar de una terrorífica impunidad hasta ahora porque, a pesar de algunos avances interesantes, el derecho actual está lejos de ser perfecto. Por supuesto, existe una serie de instrumentos y de jurisdicciones en materia de crímenes contra los derechos humanos individuales y de crímenes contra la humanidad, pero otros crímenes que causan un gran número de víctimas a lo ancho del mundo -crímenes económicos- no son objeto de ninguna jurisdicción internacional, de ninguna convención, de ninguna definición internacional, hasta ahora.

El Banco Mundial, institución especializada de las Naciones Unidas

Por lo demás, el Banco Mundial corresponde a la definición de una de las «instituciones especializadas creadas por acuerdos intergubernamentales y dotadas, en los términos de sus estatutos, de atribuciones internacionales extendidas en los ámbitos económico, social, de la cultura intelectual y de la educación, de la salud pública y otros ámbitos conexos». Así definido, está relacionado con el sistema de las Naciones Unidas por medio del Consejo Económico y Social (conocido con la sigla en inglés ECOSOC, que actúa bajo la autoridad de la Asamblea General), según el artículo 57, párrafo 1 de la Carta de las Naciones Unidas. El sistema onusiano se basa en la cooperación internacional, en especial en la cooperación económica y social internacional. Según el artículo 55, a fin de crear las condiciones de estabilidad y bienestar necesarias para asegurar entre las naciones relaciones pacíficas y amistosas basadas en el respeto del principio de la igualdad de los derechos de los pueblos y de su derecho a disponer de sí mismos, las Naciones Unidas promoverán:
«a. niveles de vida más elevados, trabajo permanente para todos, y condiciones de progreso y desarrollo económico y social;
b. la solución de problemas internacionales de carácter económico, social y sanitario, y de otros problemas conexos; y la cooperación internacional en el orden cultural y educativo; y
c. el respeto universal a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión, y la efectividad de tales derechos y libertades».

Todo el sistema de las Naciones Unidas se rige por los principios siguientes:
«1. La Organización está basada en el principio de la igualdad soberana de todos sus Miembros.
2. Los Miembros de la Organización, a fin de asegurarse los derechos y beneficios inherentes a su condición de tales, cumplirán de buena fe las obligaciones contraídas por ellos de conformidad con esta Carta».

En consecuencia, desde un punto de vista histórico y contrariamente a sus proclamas, el FMI y el Banco Mundial son instituciones especializadas de las Naciones Unidas. En tanto que instituciones especializadas, están vinculadas por la Carta de las Naciones Unidas. Es inevitable, por lo tanto, plantearse la siguiente pregunta: ¿Están obligados el Banco Mundial y el FMI a respetar las obligaciones enunciadas en la Carta de las Naciones Unidas, incluida la obligación de respetar los derechos humanos?

El Tribunal Internacional de Justicia lo recordaba en el caso Barcelone Traction y en el de Timor Oriental [30]. Los estatutos del Banco Mundial están totalmente impregnados de las obligaciones que se desprenden del derecho consuetudinario, en particular las obligaciones erga omnes y las reglas jus cogens. Estas obligaciones, también llamadas derecho imperativo, significan que las reglas de derecho internacional, cualquiera que sea su naturaleza, siempre son jurídicamente obligatorias y su violación acarrea consecuencias jurídicas particulares en relación con las obligaciones y los derechos que derivan de éstas. Es el caso, por ejemplo, del principio de igualdad soberana de los Estados, de la prohibición del empleo de la fuerza, de la prohibición de la tortura, de la prohibición de la desaparición forzosa de personas, presentando todas un carácter imperativo.

Las reglas jus congens son parte integrante del orden público internacional del cual ningún sujeto puede sustraerse, tanto si ha ratificado los tratados o convenciones internacionales como si no lo ha hecho. Las obligaciones erga omnes, muy cercanas del jus cogens, establecen, como ha destacado el Tribunal Internacional de Justicia, la obligación jurídica (mejor dicho, la obligación de prevención y de represión) que tienen todos los sujetos de derecho internacional, vista la importancia de los derechos en juego, de proteger estos derechos, en particular la obligación de respetar y hacer respetar en todo momento y en cualquier circunstancia los derechos humanos.

Aunque sea cierto que el Banco Mundial y el FMI son independientes de la ONU en su funcionamiento, les corresponde, de todos modos, respetar los derechos humanos y el derecho consuetudinario en general. Las IFI deben integrar esta obligación en la elaboración y la aplicación de sus políticas: ningún sujeto de derecho internacional puede sustraerse a esta obligación invocando la falta de un mandato explícito o el argumento de la «no politización», y menos aún una interpretación restrictiva de los derechos económicos, sociales y culturales, como si fueran elementos menos vinculantes que los derechos civiles y políticos. Este último aspecto ha sido claramente señalado por Eric David, quien afirma que en lo concerniente al derecho aplicable a las IFI, «los derechos más específicamente concernidos por una situación de degradación económica y social son los derechos económicos, sociales y culturales. Una situación como ésta amenaza, en efecto, el goce de estos derechos por unas categorías más o menos amplias de la población. Por lo demás, no es exagerado decir que las situaciones de extrema pobreza conducen a la violación de casi todos los derechos económicos, sociales y culturales…» [31]. Dicho autor continúa: «... si los derechos afectados por los PAE son a priori los derechos económicos y sociales, puede ocurrir que, para colmo, la violación de estos derechos ocasione también una violación de los derechos civiles y políticos de las personas afectadas» [32].

Conclusión

Tanto el Banco como el FMI no pueden invocar su «derecho constitucional» para eludir la obligación de proteger los derechos humanos con el pretexto de que sus decisiones deben ser guiadas exclusivamente por consideraciones de orden económico. Es importante señalar que las políticas seguidas por las instituciones de Bretton Woods, cuyas actividades son de un vasto alcance, tienen repercusiones directas sobre la vida y los derechos fundamentales de todos los pueblos [33].

******

Eric Toussaint, presidente del CADTM (Comité para la Abolicion de la Deuda del Tercer Mundo) Bélgica, autor de La Bolsa o la vida. Las finanzas contra los pueblos. CLACSO, Buenos Aires, 2004. Coautor con Damien Millet de 50 Preguntas /50 Respuestas sobre la deuda, el FMI y el Banco Mundial. Icaria- Intermon/Oxfam, Barcelona 2004; coautor con Damien Millet de Los Tsunamis de la deuda, Icaria- Intermon/Oxfam, Barcelona 2006; coautor con Arnaud Zacharie de Salir de la Crisis. Deuda y Ajuste. CADTM – Paz con dignidad, Madrid, 2002.

******

El autor quiere agradecer a Hugo Ruiz Díaz Balbuena, cuyos trabajos constituyen una de las principales fuentes de inspiración para la redacción de este capítulo. Se trata, en particular, del estudio inédito «Les politiques menées par les IFI et leur responsabilité pour les violations massives des droits humains suite a l’imposition des programmes d’ajustement structurel», 3 de octubre de 2004, 15 p.

Traducido por Raúl Quiroz

  1. El ABC del Banco Mundial
  2. El ABC del Fondo Monetario Internacional (FMI)
  3. Acerca de la fundación de las instituciones de Bretton Woods
  4. En un clima de caza de brujas, el Banco Mundial siempre está al servicio de los poderosos
  5. Conflictos entre la ONU y el dúo Banco Mundial/FMI
  6. SUNFED versus Banco Mundial
  7. ¿Por qué un Plan Marshall?
  8. ¿Por qué la anulación de la deuda alemana en 1953 no puede aplicarse actualmente para Grecia y los países en desarrollo?
  9. El liderazgo de Estados Unidos en el Banco Mundial
  10. El apoyo del Banco Mundial y del FMI a las dictaduras
  11. El Banco Mundial y Filipinas
  12. El apoyo del Banco Mundial a la dictadura en Turquía (1980-1983)
  13. El Banco y el FMI en Indonesia: una intervención emblemática
  14. Las falacias teóricas del Banco Mundial
  15. Corea del Sur y el milagro desenmascarado
  16. La trampa del endeudamiento
  17. El Banco Mundial vio venir la crisis
  18. La crisis de la deuda mexicana y el Banco Mundial
  19. Banco Mundial y FMI: al servicio de los acreedores
  20. Los presidentes Barber Conable y Lewis Preston (1986-1995)
  21. La operación de seducción de James Wolfensohn (1995-2005)
  22. La Comisión Meltzer sobre las IFI en el Congreso de Estados Unidos en el año 2000
  23. La cuentas del Banco Mundial
  24. De Paul Wolfowitz (2005-2007) a David Malpass (2019-…): Los hombres del presidente de Estados Unidos siguen estando a la cabeza del Banco Mundial
  25. El FMI y el Banco Mundial en la época del coronavirus: La búsqueda fallida de una nueva imagen
  26. Banco Mundial y FMI:76 años ¡Ya es suficiente! ¡ Abolición !
  27. El Banco Mundial, el FMI y los derechos humanos

Notas

[1] Jean-Philippe Peemans, Le développement des peuples face à la modernisation du monde, Academia Bruylant/L’Harmattan, Louvain-la-Neuve/París, 2002, p. 349.

[2] Jean-Philippe Peemans, Le développement des peuples face à la modernisation du monde, Academia Bruylant/L’Harmattan, Louvain-la-Neuve/París, 2002, p. 349.

3. Nicolás Angulo Sánchez, El Derecho Humano al Desarrollo frente a la mundialización del Mercado, IEPALA Editorial, Buenos Aires, 2005, p. 145.

[3] M. Benchikh, R. Charvin, F. Demichel, Introduction critique au Droit international public, col. Critique du Droit, Presses Universitaires de Lyon, 1986, p. 12.

[4] NU-CDH, «Allègement de la dette et investissement local: coordination entre l’iniciative en faveur des pays pauvres très endettés (PPTE)», Informe común de Reinaldo Figueredo (relator especial) y de Fantu Cheru (experto independiente), 14 de enero de 2000, E/CN.4/2000/51, párrafo 1.

[5] Idem, párrafo 5.

[6] En particular, el empobrecimiento masivo de capas enteras de población de los países del Tercer Mundo. Recordemos que la pobreza se considera «como un estado de negación, incluso de violación de los derechos humanos». Cf. ONU-CDH, «Mise en œuvre du droit au développement dans le contexte mondial actuel», Examen del sexto informe del experto independiente sobre el derecho al desarrollo, E/CN.4/2004.18/4, 17 de febrero de 2004, párrafo 12.

[7] ONU-CDH, «Effets des politiques d’ajustement structurel sur la jouissance effective des droits de l’homme», Informe del experto independiente Fantu Cheru, E/CN.4/1999/50, párrafo 31.

[8«Consecuencias de las políticas de ajuste económico originadas por la deuda externa en el goce efectivo de los derechos humanos y, especialmente, en la aplicación de la Declaración sobre el derecho al desarrollo», Resolución de la Comisión de Derechos Humanos 1992/22.

[9] La violación masiva y constante de los derechos económicos, sociales y culturales es indisociable del conjunto de los derechos humanos porque su violación va acompañada normalmente de violaciones graves de los derechos civiles y políticos. Cf. Jacques Fierens, «La violation des droits civils et politiques comme conséquence de la violation des droits économiques, sociaux et culturels», Institutions financières, l’exception aux droits humains, Centre de droit international de l’Université libre de Bruxelles, diciembre de 1998, Revue belge de droit international, 1991-1.

[10] ONU-CDH, «Effets des politiques d’ajustement structurel et de la dette extérieure sur la jouissance effective de tous les droits humains, en particulier des droits économiques, sociaux et culturels», E/CN.4/2003/10, párrafo 42.

[11] ONU-CDH, «Quatrième rapport de l’expert indépendent Arjun Sengupta», E/CN.4/2002/WG.18/2/Add. 1, 5 de marzo de 2002, párrafo 21.

[12] ONU-CDH, «Effets des politiques d’ajustement structurel sur la jouissance effective des droits de l’homme», Rapport de l’expert indépendant Fantu Cheru, E/CN.4/1999/50, párrafos 28-30.

[13] El derecho convencional es el derecho escrito cuyas reglas se encuentran en las convenciones internacionales, como el Pacto Internacional sobre los Derechos Económicos, sociales y Culturales (PIDESC). El derecho consuetudinario es el derecho no escrito, que es vinculante, tal como la prohibición de los crímenes contra la humanidad, el crimen de agresión, la no intervención, los derechos de los pueblos sobre sus recursos naturales, etc.

[14] Alejandro Teitelbaum las califica de «instrumentos y mandatarias de las grandes potencias y del gran capital», ver A. Teitelbaum, El papel de las sociedades transnacionales en el mundo contemporáneo, AAJ, Producciones gráficas, Buenos Aires, 2003, p. 104.

[15] Nota del presidente del Banco Mundial, 28 de septiembre de 2004. Citado por Hugo Ruiz Díaz Balbuena en «Les politiques menées par les IFI et leur responsabilité pour les violations massives des droits humains suite a l’imposition des programmes d’ajustement structurel», 3 de octubre de 2004, 15 p.

[16] AG/ONU, « Questions relatives aux droits de l’homme: questions relatives aux droits de l’homme, y compris les divers moyens de mieux assurer l’exercice des droits de l’homme et des libertés fondamentales. La mondialisation et son incidence sur le plain exercice des droits de l’homme», Rapport du Secrétaire général, 7.08.2003, párrafos 16-17.

[17] Responsabilizar sólo a los Estados resulta en la práctica «hacer responsables a una entidades de ejecución, mientras que las principales instituciones que presiden la adopción de estas políticas gozan de impunidad…». Cf. ONU-CDH, «La mondialisation et sus effets sur la pleine jouissance des droits de l’homme», E/CN.4/Su.2/2003/14, párrafo 37. Sin cursiva en el documento.

[18] J. A. P. Ridruejo, Cours général de Droit international public, Recueil des Cours de l’Académie de Droit international (RCADI), 1998, tome 274, pp. 193-198.

[19CfRéparation des dommages subis au service des Nations Unies, (Affaire Bernadotte), Recueil, 1949, p. 174.

[20] J. Verhoeven, Droit international public, Précis de la Faculté de Droit de l’UCL, Larcier, Bruselas, 2000, p. 205.

[21] J. Combacau, S. Sur, Droit international public, Montchrestien, París, 1995, segunda edición, pp. 731-732.

[22] E/CN.4/Su.2/2003/14, párrafo 37.

[23] P. M. Dupuy, Droit international public, Dalloz, París, 1995, tercera edición, p. 115.

[24] Gustave Massiah, «La réforme de la ONU et le mouvement altermondialiste», ONU, Droits pour tous ou loi du plus fort? Cetim, Ginebra, 2005, pp. 404-405.

[25] Nicolás Angulo Sánchez, El Derecho Humano al Desarrollo frente a la mundialización del Mercado, IEPALA Editorial, Buenos Aires, 2005, p. 16.

[26] El texto íntegro de la Declaración se encuentra http://www.ohchr.org/spanish/law/desarrollo.htm.

[27] La década de los años 80 es realmente paradójica, pues vio nacer un maravilloso instrumento potencial de derecho en el nivel planetario con la adopción de esta Declaración sobre el Derecho al Desarrollo. Por otra parte, fue también una de las décadas más negativas desde el punto de vista de los derechos humanos y del desarrollo a consecuencia del estallido de la crisis de la deuda, del deterioro de los términos del intercambio comercial, del crecimiento de las desigualdades entre los países del Centro y los de la Periferia, así como en el interior de cada país.

[28] Nicolás Angulo Sánchez, Op. cit, pp. 36-37.

[29] Idem, p. 288.

[30] CIJ, Recueil, 1970 y CIJ, Recueil, 1996.

[31] E. David, «Conclusions de l’atelier juridique: les institutions financières internationales et le droit international», Les institutions financières internationales et le droit international, ULB, Bruylant, Bruselas, 1999, párrafo 2.

[32] Idem, párrafo 4.

[33Cf. ONU-CDH, Effets des politiques d’ajustement structurel et de la dette extérieure sur la jouissance effective de tous les droits humains, en particulier des droits économiques, sociaux et culturels, E/CN,4/2003/10. Análisis del caso de Bolivia.

Fuente: http://cadtm.org/El-Banco-Mundial-y-los-derechos

Comparte este contenido:

I Congreso Mundial de Educación 2020. Ponencia de Rosa Cañadell, Exvocera del sindicato USTEC•STEs. España

Ponencia de Rosa Cañadell

La educación es fundamental para el futuro de la sociedad. En ella, los chicos y chicas se socializan y aprenden conocimientos, valores, actitudes y comportamientos que, con seguridad, marcaran su futuro.

La educación oficial siempre ha tratado de transmitir la cultura dominante, pero los centros educativos son también un espacio de confrontación con otras culturas alternativas al servicio del cambio social. El objetivo de la educación debería ser tanto la emancipación individual como la emancipación social y colectiva.

 En estos momentos de crisis de todo tipo: económica, social, cultural, ecológica…en el que todo apunta que nos espera un mundo peor, es más importante que nunca todos nuestros jóvenes tengan herramientas para comprender el funcionamiento de la sociedad y sean capaces de mejorarla. Para ello es indispensable un acceso igualitario a la educación y al conocimiento, no sólo técnico y científico, sino también filosófico, histórico y artístico. Ya que es el conocimiento el que nos ayuda a entender las causas (de la desigualdad, la injusticia social, el racismo, el machismo, el agotamiento del planeta…) y a poder pensar soluciones.

Desde finales de los años 90 la política educativa a nivel internacional se ha redefinido en virtud de las necesidades del capitalismo, en su versión neoliberal. En muchos países, incluyendo el mio, la política educativa oficial se ha modificado con el objetivo de responder a la sociedad de mercado y a las necesidades del mundo financiero; los valores de la empresa han empezado a suplantar a los antiguos ideales humanistas y una versión   pragmática de la educación, ha cobrado vigor a lo largo y ancho del mundo y en la mayoría de las instituciones educativas.

En Cataluña y el resto del Estado español, estamos en una situación totalmente distinta de la que se dio en las décadas precedentes (después de la dictadura franquista) en las que se construyó una educación pública con la participación activa del profesorado, y con el estímulo y el apoyo de los poderes públicos. Una escuela pública que tuvo como reto la igualdad de oportunidades, la democratización de los centros, las buenas prácticas profesionales y el progresivo mejoramiento de las condiciones laborales del profesorado. Ello dio sus frutos y, por primera vez en mucho tiempo, las clases populares accedieron a la universidad.

Poco a poco fuimos construyendo un modelo de escuela pública basado en la idea que la educación es un derecho universal y un bien público, que la Administración tiene el deber de garantizar en condiciones de calidad y de igualdad. Un modelo que considera que la educación es un factor de desarrollo personal, de emancipación social y una de las herramientas para hacer posible una sociedad cohesionada, inclusiva y justa. Este modelo centra su preocupación en buscar los contenidos, valores y metodologías que mejor pueden ayudar a una educación global y que puedan compensar el desigual capital cultural y social con el que el alumnado llega a la escuela. Por este modelo luchamos durante mucho tiempo y habíamos avanzado bastante.

Pero llegaron los vientos neoliberales que todo lo impregnaron y nuestros gobiernos cambiaron el paradigma e impusieron un nuevo modelo: el que se deriva de la progresiva imposición del  neoliberalismo a escala mundial, y que viene avalado por las directrices de los organismos supra-nacionales, como el Banco Mundial, el FMI, la OMC y la UE. Este modelo parte de la base que la educación es un bien individual y su valor es básicamente económico y, por lo tanto, debe estar sujeto a las leyes del mercado como cualquier otra mercancía.

La educación, así entendida, pasa a estar al servicio de la economía en su doble vertiente: por un lado, debe ser “adaptada” a las necesidades de las empresas y del mundo laboral y, por otro, debe ser “rentable”, o sea gestionada con criterios empresariales y ser susceptible de negocio privado.

Una característica de esta nueva etapa es la creciente intervención de los organismos internacionales en el ámbito educativo. Ya en 1995, Miquel Soler (catalán como yo, afincado en Uruguay y un gran maestro para América Latina) ya nos alertaba de la publicación del Banco Mundial en la que se decía: «La tasa de rentabilidad en educación se expresa como rendimiento anual, similar al cotizado por las cuentas bancarias de ahorro o los bonos de Estado…» y también: «las políticas oficiales deberían alentar el aumento del financiamiento privado a fin de estimular la competencia, la innovación y la sensibilidad al mercado de trabajo.»

Esta nueva estrategia educativa se ha ido imponiendo poco a poco y está ya presente a nivel mundial, Esta nueva concepción neoliberal de la educación tiene tres objetivos: 1) poder hacer negocio con la educación, por lo que es preciso privatizar lo máximo posible; 2) poner los conocimientos al servicio de las necesidades laborales de las empresas; y 3) promocionar valores que hagan posible la consolidación del sistema. Y para hacerlo posible se basan en varios pilares: las leyes educativas, los recortes con la excusa de la crisis, la Nueva Innovación educativa, la penetración de las empresas en las políticas educativas y ahora, aprovechando la tragedia de la pandemia del COVID-19.

Parece, pues, que el neoliberalismo nos ganó la partida, pero esto no significa que no se pueda rescatar el proyecto emancipador .

Como señalan desde el Col·lectiu Pere Quart.  : «Con las materias humanísticas, desde las aulas, se puede hacer frente a las ideas impuestas, desenmascarar las mentiras y el cinismo de los poderes establecidos y, contra la ortodoxia oficial y mediática, oponer resistencia a los discursos simplistas del miedo que provienen de formaciones fascistas o complacientes con las actitudes autoritarias. En las aulas, se puede afilar la capacidad crítica como forma de libertad democrática y como ejercicio de cuestionamiento continuo de la realidad»

No deberíamos permitir que se consolide una educación al servicio de las empresas y mucho menos  que las empresas dicten lo que se tiene que enseñar en las aulas. No debemos permitir que se implanten objetivos y valores tan descaradamente al servicio de la ideología más neoliberal que es, precisamente, la que nos ha llevado a la actual crisis, a la desigualdad, a la pobreza y a la falta de democracia.

La resistencia y la lucha, del profesorado, del alumnado, de las familias y de las fuerzas de la izquierda progresista, son el camino a seguir. Necesitamos una juventud sabia, solidaria, culta, con preparación laboral y sentido de la justicia.

Los y las jóvenes de hoy son los que podrán mejorar la sociedad del mañana y tenemos la obligación de prepararlos para que ello sea posible. Nos estamos jugando el futuro de nuestra sociedad. No olvidemos que

PARA QUE OTRO MUNDO SEA POSIBLE

OTRA EDUCACIÓN ES NECESARIA.

 

26 setiembre 2020
ROSA CAÑADELL
Del Seminario Ítaca de Educación Crítica (SIEC)
Exvocera del sindicato USTEC·STEs
Barcelona. Cataluña. España.

Comparte este contenido:

Vietnam: El Banco Mundial destina $ 422 millones a universidades, clima

Asia/Vietnam/13-07-2020

El Banco Mundial aprobó $ 422 millones para aumentar la capacidad académica en las tres universidades nacionales de Vietnam y mejorar la resiliencia climática del Delta del Mekong.

La Universidad Nacional de Vietnam-Hanoi, su hermana de Ciudad Ho Chi Minh y la Universidad de Da Nang recibirán $ 295 millones para mejorar su capacidad de enseñanza e investigación.

El paquete de crédito permitirá a las universidades actualizar su infraestructura de «superpoblada y obsoleta» a «moderna, integrada, ecológica y digital», declaró el martes el Banco Mundial.

También ayudará en la mejora del equipo y la transferencia de conocimientos.

El financiamiento apunta a ayudar a las universidades a convertirse en «instituciones competitivas a nivel regional con capacidades avanzadas de enseñanza e investigación», se lee en el comunicado.

Vinh Long Town, en la provincia homónima, recibirá los $ 127 millones restantes para mejorar el desarrollo urbano, el control de inundaciones y los sistemas de recolección y tratamiento de aguas residuales, así como los principales enlaces de transporte.

La ciudad, que es vista por la organización como «una ciudad secundaria ubicada estratégicamente a lo largo del corredor económico que conecta la ciudad de Ho Chi Minh con el Delta del Mekong», utilizará el crédito para reducir el riesgo de inundación al 60 por ciento de su población y construir tres caminos estratégicos. para servir como enlaces críticos en la red de transporte de la ciudad.

Ousmane Dione, director de país del Banco Mundial en Vietnam, dijo: «Estos dos proyectos ayudarán a acelerar el progreso real en áreas críticas para el crecimiento sostenible de Vietnam: trabajadores calificados e infraestructura más eficiente y más verde».

La financiación de ambos proyectos proviene de la Asociación Internacional de Fomento.

Esta no es la primera inversión que el Banco Mundial ha realizado en Vietnam con respecto al cambio climático y el desarrollo urbano.

El mes pasado, aprobó un préstamo de $ 84.4 millones para Vietnam para promover un paisaje resistente al clima, incluyendo sistemas de transporte y energía ecológicos que financiarán el programa de respuesta al cambio climático de cinco años (2016-2020) en curso.

Vietnam es una de las seis economías más afectadas por el cambio climático entre 1999 y 2018, según el Índice Global de Riesgo Climático publicado el año pasado por el grupo de expertos ambiental alemán Germanwatch.

Fuente: https://www.universityworldnews.com/post.php?story=20200704154311872

Comparte este contenido:

La escuela cerrada: costos pedagógicos desiguales

Por: Emilio Tenti Fanfani*

La experiencia indica que todas las catástrofes, tanto las naturales, como las sociales (el COVID-19 combina ambos factores) perjudica más a los desposeídos. Eso sucede con los terremotos, las inundaciones, las sequías o las crisis económicas y financieras. Los que más pierden son los que menos tienen. Esto pasa en el caso de la suspensión generalizada del servicio educativo en casi todo el mundo.

Esta experiencia inédita hace evidente realidades que en tiempos normales no se ven a primera vista:

  1. En la escuela las nuevas generaciones aprenden cosas que la familia no puede enseñar, porque no tiene los recursos necesarios para hacerlo, en primer lugar la competencia pedagógico/profesional y en segundo lugar el tiempo y otros recursos didácticos. Ojalá que la emergencia nos recuerde que hay cosas importantes que solo se pueden aprender en esas instituciones especializadas que llamamos escuelas, colegios o universidades.
  2. La emergencia también permite tomar conciencia que la escuela no solo enseña, sino que también cuida de los niños y adolescentes, función que en una etapa anterior del desarrollo de nuestras sociedades correspondía a la familia y en especial a las madres. Cuando la escuela suspende su funcionamiento, la mayoría los niños quedan “abandonados a su suerte”, ya que la mayoría de las madres se han incorporado al mercado de trabajo. Este fenómeno es particularmente relevante en las familias de los sectores populares. Esta constatación debería servir para valorizar el papel multifuncional de la escuela en los procesos de reproducción social.

El reconocimiento social del valor de la escuela debería favorecer, entre otras cosas, un plan de inversión en su estructura física con el fin de garantizar un piso común de calidad e higiene del edificio escolar, objetivo pendiente en el sistema educativo nacional. Al mismo tiempo habrá que aprovechar la ocasión para mejorar los mecanismos de comunicación entre los ministerios, las instituciones escolares y las familias para potenciar el diálogo y la interacción entre estas instancias. Lo que se tuvo que hacer por necesidad deberá potenciarse y mejorarse en tiempos normales.

La situación excepcional que vive el mundo obligó a las instituciones y agentes escolares a desarrollar una oferta de educación a distancia, la mayoría de las veces en forma apresurada y con recursos insuficientes e inadecuados. El Estado argentino, en sus diversas instancias, desde los ministerios de educación a las propias instituciones desplegó una serie de iniciativas tendientes a ofrecer oportunidades de aprendizaje a través del uso de las nuevas tecnologías de enseñanza con el fin de garantizar una cierta continuidad en el trabajo escolar.

La necesidad de actuar en forma rápida obligó a utilizar diversos recursos disponibles (plataformas, medios masivos de comunicación, interacción directa de los docentes con sus alumnos usando distintos dispositivos, etc.). En muchos casos las circunstancias obligaron a improvisar, ya que no había tiempo para programar, desarrollar y luego implementar programas específicos. Más allá de estos esfuerzos dignos de apreciación, las condiciones objetivas conspiran contra los intereses de aprendizaje de los sectores sociales más desfavorecidos.

Es probable que para estos sectores lo más oportuno sea ofrecer materiales (audiovisuales, impresos, etc.) de interés para adultos, niños y adolescentes con el fin de fomentar la lectura recreativa, desarrollar el gusto por la misma, así como la realización de juegos. En relación con esto, sería bueno divulgar las 10 cosas que el pedagogo italiano Francesco Tonucci sugiere hacer a los padres con sus hijos. Cosas simples (como cocinar juntos, explicar cómo funciona el sistema eléctrico de la casa, construir muñecas o pelotas de trapo, reconstruir la historia familiar revisando un álbum de fotografías, leer juntos un periódico o un cuento, etc.) que “educan” más allá del curriculum escolar cuyo cumplimiento tanto desvela a muchos pedagogos formalistas. La emergencia obliga a utilizar la imaginación para darle una dimensión educativa a múltiples objetos, procesos y experiencias que se pueden vivir en el interior del hogar o en el barrio (allí donde en verdad no existe una vivienda digna de ese nombre).

El tiempo que vivimos nos debe inducir a reflexionar porqué las nuevas generaciones se sienten más atraídas por los ambientes virtuales que por los reales. ¿Porqué nos cuesta tanto que nos atiendan en la casa y en las aulas y dejen de lado su celular? La actual obligación de recurrir a la realidad virtual debería convertirse en una oportunidad para aprovechar sus potencialidades en el plano de la realidad, tan propicia para la creación, la modelación, la transformación, capacidad que muchas veces no tiene la realidad escolar preacondicionada, regulada, programada para recorrer un camino con etapas preestablecidas de desarrollo de determinadas competencias evaluables. En este sentido la emergencia puede ser una oportunidad para repensar la realidad escolar con sus tiempos y espacios fragmentados entre aulas, grados, materias, horarios preestablecidos, etc. etc. Estos son momentos en que ciertas transformaciones que en tiempos normales tardan mucho tiempo en concretarse, se pueden precipitar por la fuerza de la necesidad. Pasada la emergencia, habrá que analizar qué pudimos aprender de la improvisación, qué cosas debemos perfeccionar, qué cosas retener, qué cosas rescatar y cómo articular la realidad espacio-temporal de la escuela con las posibilidades que ofrece la realidad virtual.

Más allá de lo que se hace y pueda hacer en estas circunstancias y la creatividad desplegada por padres de familia, maestros y niños, es preciso ser realistas. Una vez más, los más perjudicados son los sectores desposeídos, ya que en su caso se conjugan dos pobrezas, la pobreza de la oferta de educación a distancia y la pobreza de los necesarios recursos familiares, de diverso tipo como el espacio habitacional precario, el hacinamiento, los ambientes insalubres e inseguros, la pobreza o ausencia de equipamientos tecnológicos, la conectividad a internet, el nivel clima educativo del hogar, la presencia de los adultos y su disponibilidad de tiempo para acompañar las actividades escolares de los niños y adolescentes, etc.

El sistema escolar también tiene sus amplias zonas de pobreza. Según un informe reciente del Banco Mundial que usa datos del programa PISA (2018), poco más de la mitad de los sistemas educativos encuestados dijeron que la mayoría de los estudiantes de 15 años están en una escuela sin una plataforma efectiva de apoyo de aprendizaje en línea. Este es el caso en todos los países participantes de América Latina y el Caribe. Por otra parte también existen limitaciones por parte de los docentes, ya que en la Argentina en opinión de los directores sólo el 55% de los docentes tienen “recursos profesionales efectivos para aprender cómo usar dispositivos digitales”.

El mismo informe del Banco Mundial reconoce que existe una fuerte asociación entre los recursos tecnológicos y humanos del sistema escolar y el nivel socioeconómico de los alumnos. Esto implica que quienes más perderán en materia de aprendizaje serán los que ocupan las posiciones más desfavorecidas en las distribuciones de recursos sociales estratégicos tales como la propiedad, el ingreso, el poder y el conocimiento. Desde ya habrá reflexionar sobre el tiempo de post-emergencia y redefinir las políticas educativas tendientes a fortalecer la escuela pública para dejarla en mejores condiciones para contrarrestar la fuerza de las inercias que tienden a reproducir las desigualdades sociales de todo tipo que presenta la sociedad argentina actual.

*Profesor e investigador de la UNIPE, Universidad Pedagógica Nacional

http://ahoraeducacion.com/category/tendencias-educacion/

«La escuela cerrada: costos pedagógicos desiguales»

https://politicayeducacion.com/la-escuela-cerrada-costos-pedagogicos-desiguales/

Fuente: http://www.educacionfutura.org/la-escuela-cerrada-costos-pedagogicos-desiguales/

Imagen: https://pixabay.com/photos/pencil-wood-pencil-education-1486278/

Comparte este contenido:

Coronavirus y la vulnerabilidad del sistema mundo que depone a la educación en compartimientos

Por: Heriberto Rivera

Independientemente que se pueda estar de acuerdo o en oposición, las Enseñanzas y el gran aporte como legado a la humanidad del sociólogo Immanuel Wallerstein que siempre planteo con sobradas razones  la unidisciplinaridad de las ciencias sociales  resuenan en los oídos y hace brillar aun mas la luz cuando se lee y estudia a este gran pensador de los últimos tiempos, aunque ya fallecido, su pensamiento fue capaz de ponernos en su lugar ante la voracidad del mundo globalizado.

Ante la realidad que es imposible ocultarla, la globalización se hizo omnipresente, pues millones de personas en el mundo imaginaron que seria la gran solución a la problemática mundial de los más de siete mil millones de habitantes aunado al resto de los organismos vivos.

No en vano, el mundo se afincaba a la esperanza de  un mundo mejor, mas habitable, mas humanizado, pues hasta mentes de pensamiento esclarecedor  como  Joseph Stiglitz nos decía “creo que la globalización -la supresión de las barreras al libre comercio y la mayor integración de las economías nacionales-puede ser una fuerza benéfica y  su potencial es el enriquecimiento de todos, particularmente los pobres”. (pág., 11).

En la realidad concreta y tangible del ver para creer, la globalización no marcho desde sus orígenes como fue planteada, no funciona y no podrá funcionar si el interés máximo es el capital y su sistema capitalista.

La realidad de la globalización ha sido  desde sus comienzos muy inclemente que hasta políticos conservadores como Jaques Chirac, según Stiglitz “han manifestado su preocupación porque la globalización no está mejorando la vida de quienes mas necesitan de sus prometidas ventajas” (pág., 28); es claro para el mundo que algo ha funcionado terriblemente mal.

Luego de la introducción de la globalización que apertura en el mundo la economía de mercado a gran escala, se ven los resultados y los críticos a la misma acusan con razón a los países occidentales  de hipócritas y con razón,  pues forzaron a los pobres a eliminar las barreras comerciales, pero ellos mantuvieron las suyas e impidieron a los países subdesarrollados exportar su producción.

 Stiglitz después de estar de acuerdo con la globalización advierte que La globalización, tal y como ha sido defendida, a menudo parece sustituir las antiguas dictaduras de las elites nacionales por las nuevas dictaduras de las finanzas internacionales”; tal situación ha venido socavando  las bases de la soberanía de los  países que fueron conminados a que los caprichosos mercados de capitales tomaran por ellos sus decisiones. (Pág.308).

El resultado ha sido que las naciones  más empobrecidas de la tierra empeoraron más su situación. (Stiglitz, 2002). Los beneficios de la globalización han resultado en demasiadas ocasiones inferiores. (pág., 33)

En fin para el economista Joseph Stiglitz, “la globalización actual no funciona. Para muchos de los pobres de la tierra no está funcionado. Para buena parte del medio ambiente no funciona (…..) la pobreza ha crecido y los ingresos se han hundido” (Stiglitz, 2002). (pág., 269).

Si bien, la globalización logró estimular y apalancar la economía de mercado de países inclusive como China y Vietnam, el problema no es la globalización sino el modo en que ha sido gestionada; y esa gestión  es apuntalada por instituciones financieras económica internacionales con nombre y apellido como el FMI, El Banco Mundial, la OMC, cuyos dirigentes y ejecutivos establecen las reglas de juego, dominan el ajedrez mundial, manejando a los gobiernos de los países cual peones de su suerte.

 Esas instituciones que no juegan en nada a la neutralidad establecen las líneas que benefician a los países industrializados mas avanzados e intereses muy particulares  de esos países desfavoreciendo a los mas pobres  a esos que conforman la periferia o lo que llaman peyorativamente sus patios traseros, enfocando la globalización de forma deliberada desde puntos de vista particularmente estrechos, modelados conforme una visión especifica de la economía y la sociedad.

Siguiendo en la onda de Stiglitz, el mundo se encuentra sumergido  además del  malestar por la globalización esta azotado por el terrorismo el cual tiene diversas manifestaciones y mutaciones sociales que inducen  e introducen modificaciones  al ADN de la sociedad.

Sobre el fenómeno de la globalización ya Wallerstein, había referido que  “los medios, así como también los científicos sociales, repiten constantemente que hay dos cosas que dominan al mundo en que vivimos desde los  últimos decenios del siglo XX: la globalización y el terrorismo”.

En ese momento dichos fenómenos eran sustancialmente nuevos, donde la globalización nos la presentaban como un fenómeno rebosante de esperanzas y el terrorismo como la encarnación de peligro temible; y como cosa rara, EEUU se presentaba como el gran adalid para imponernos uno  y luchar contra el  otro mal.

Para ese entonces, todos los poderes políticos, económicos y financieros nos impusieron la globalización bajo el razonamiento de que “no hay ninguna alternativa” a la cual todos los países deben ser sometidos.

El mundo seguía en su camino acatando el dictamen de sus líderes mundiales, pero tal vez lo más negativo era la incomprensión de tales fenómenos por la  fragmentación del conocimiento al cual se halla sometida la humanidad entera, debido al  parcelamientos  y fraccionamiento de la educación.

Según Wallerstein parte del problema es que “hemos estudiado estos fenómenos en compartimientos y estancos a los que le hemos dado nombres  especiales-política, economía, estructura social, cultura -sin advertir que dichos compartimientos eran construcciones de nuestra imaginación mas que de la realidad”.

 Esta situación nos lleva a decir que la educación en todos los niveles, mientras que este deliberadamente parcelada hará siempre más difícil la comprensión integral de los distintos fenómenos que acechan a la humanidad como la pandemia del coronavirus que la humanidad padece y lleva sobre sus vidas en los actuales momentos.

Así como los virus tienen la capacidad y la propiedad de la mutación, también ésta es social, hay en camino una mutación social para seguir controlando el  sistema-mundo, a pesar de  que muchos que no comprendieron el fenómeno  de la globalización y el terrorismo que ahora se manifiesta como bioterrorismo.

En ese sentido Wallerstein uno de los creadores iniciales  del enfoque o si se quiere una perspectiva critica de sistema-mundo  a través del cual realiza el análisis de la realidad social y viene “hablando de la globalización  desde mucho antes de que el término fuera inventado  no como algo “nuevo” sino como de algo que había sido un elemento básico para el sistema –mundo moderno desde que este comenzara en el siglo XVI”.

Ese sistema-mundo que opera como tal, ha contado con muchas instituciones- Estados y sistemas interestatales, compañías de producción, marcas, clases, grupos  de identificación de todo tipo- y que estas instituciones forman una matriz que permite al sistema operar pero al mismo tiempo estimula tanto los conflictos como las contradicciones que calan en el sistema.

En consecuencia, ese sistema- mundo  es una creación social que como toda creación del hombre tiene sus orígenes, su historia, sus intenciones los cuales deben ser enteramente comprendidos, sus mecanismos deben ser claramente delineados que lleven a comprender el por qué se generan situaciones  o complicaciones introducidas que la mayoría de las veces aparece como realidades inexplicables.

Echar mano de la perspectiva critica sistema –mundo implica asumir otra forma de pensar y ver la realidad objetiva en momentos en que el mundo se hace cada vez mas interdependiente en  donde la visualización y posible solución de su problemática debe realizarse con el soporte de distintas disciplinas del conocimiento pero rompiendo las fronteras entre ellas para poder ampliar el horizonte del conocimiento y tener la certeza de la realidad.

Esa otra manera de ver el mundo a través de la nueva unidad de análisis, “el sistema mundo  en lugar de la nación, como lugar donde transcurren los distintos, interrelacionados y complejos procesos sociales” (Crespo, 2014), lo cual permite realizar una aproximación hacia donde se encamina en la actualidad: la vulnerabilidad.

En ese orden de ideas,  ese Sistema Mundo  explicando la postura de Wallerstein  por Tolosa citado por Crespo (2014), “esta formado por las fuerzas que constantemente lo reproducen y, al mismo tiempo, por fuerzas que dificultan su preservación: Ambas fuerzas no son  eternas: lo que reproduce mañana puede ser estéril; lo que hoy se opone, mañana puede ser sustituido por algo distinto”.

En consecuencia esa necesidad de conocer nos lleva buscar espacios para un nuevo pensamiento, no por lo nuevo en el sentido del esnobismo, sino lo nuevo como sentido de superar las estructuras del pensamiento simple, del determinismo y de la causalidad lineal del pensamiento por  otro que sea mas holístico; para lograrlo  es necesario superar los estancos y compartimientos que enclaustran el conocimiento dentro de una correa  esquemática de la repetición que desfigura la realidad social.

El mundo actual nunca antes se había enfrentado a diferentes situaciones en la cual existen ciertamente posibilidades del peligro de la existencia de la especie humana, cuyo análisis se  hace en compartimientos trayendo como resultado situaciones aparentemente inexplicables.

 Fundaméntanos en las ideas de Wallerstein nos refiere “que los compartimientos estancos de análisis- lo que en las universidades se denomina disciplinas- son un obstáculo y no una ayuda para la comprensión del mundo” argumentando que la realidad social en la que vivimos y determina cuales son nuestras opciones no ha sido la de los múltiples estados nacionales de los que somos ciudadanos sino algo mayor que hemos llamado sistema-Mundo”

Al referirnos al sistema educativo generado por el sistema-mundo, Benach (2020) quien plantea razonadamente que la pandemia  debe ser la oportunidad para hacer un cambio social  radical  nos dice sobre la educación  que   a modo de retorica se  insiste en la “necesidad de realizar estudios con enfoque  multidisciplinares  o interdisciplinares, y es verdad que existen valiosas reflexiones teóricas, pero  sin embargo el mundo académico penaliza  ese enfoque, en favor de una especialización a menudo vacua”.

Ese conocimiento parcelado y fragmentado, que impide que se tengan las herramientas más que necesarias imprescindibles para comprender las realidades, es  sustentado también por los medios hegemónicos que atosigan a la población con cifras y estadísticas con sus curva matemáticas que se “muestran obsesionados con la primicia, nos saturan con los datos de la pandemia pero deliberadamente ignoran las interrelaciones de la pandemia con la crisis ecológica, crisis económica, la psicología, la cultura del miedo, el desempleo, la precarización. Trata las cosas de forma aislada y parcelada y emocional, cuando no tóxica”. (Benach, 2020).

En consecuencia, hoy somos testigos del resultado expresado en un orden dominante de sociedad que no comprende que su compulsiva manera de devorar la naturaleza en el altar de la ganancia es una manera de devorarse a sí misma , convirtiéndose  en una depredación autofagica.

La pandemia que hoy asola  a la humanidad es una herencia del sistema –mundo que se corrobora al realizar ese análisis integro que delinea todo el aparataje de los instituciones que lo conforman. No es posible y no cabe en la mente racional y sensata que ante los grandes avances en todos los campos del conocimiento en tecnología y comunicación no se detecte a tiempo el advenimiento de una catástrofe sanitaria. El huésped venía anunciándose.

En consecuencia, ante la imposición de la cultura necrófila, la protección social no fue globalizada se desmontaron los sistemas de salud de los países y la salud de los ciudadanos quedaron al garete, quien tenga su seguro privado puede acceder a los organismos dispensadores de la misma.

 De esta manera  según lo manifiesta García Linera (2020), “la globalización resulto mas bien ser una coartada de unos cuantos países, de unas cuantas personas para imponer su domino, su poder y su cultura, que una verdadera integración universal de los logros humano en beneficio  de todos”.

La situación de ahora nos rebela que la “mano invisible” de la globalización de los mercados -incluido el de  la salud- ha resultado inservible para los cuidados de la humanidad y mas peligrosa que la propia pandemia.

 Según investigaciones realizadas esas son  situaciones creadas y engendradas por las contradicciones del sistema mundo que lo hace cada vez más vulnerable debido a la irracionalidad del mundo capitalista- nacida de la  búsqueda incesante del lucro lo cual provee otras aberraciones que dejan a la humanidad a la deriva promoviendo pandemias desde los grande laboratorios. (Castilla, 2020).

Según Castilla (2020), la OMS – una de las instituciones que conforman el sistema mundo del cual nos habla Wallerstein-su relacion con los grandes laboratorios es un secreto a voces, pues “la OMS omitía informar   que tres de sus principales expertos mantenía lazos financieros con ambos laboratorios”; se refiere Castilla a la laboratorio Roche que “ se enorgullecía de haber ganado USD 937  millones solo en el primer trimestre del año 2009 con el SARS y la británica  Glaxo que proyectaba ganancias por USD 1600 millones en los siguientes seis meses.

Es decir, detrás del frio recuento de contagios y muertes están los intereses de dueños del mundo, de quienes delinean la globalización, sus operaciones y sus maniobras y como dice Castilla (200) “detrás las puestas en escena, los intentos de torcer  la vara en favor de los negocios”. Que aberrante e inmoral resulta  el sistema mundo que tenemos.

En fin, estamos ante la presencia de un Sistema – Mundo gendarme que vigila los hogares pero es el gran ausente a la hora de la prevención y los cuidados que amerita la población mundial; claro es la lógica del sistema mundo que en consecuencia ni puede ser garante de la salud de las grandes mayorías.

Las medidas de emergencia que eventualmente puede llegar a tomar tiene límites predefinidos: el umbral de la propiedad privada capitalista.

Ante estas situaciones creadas como  resultado del antropocentrismo salvaje y criminal surgen preguntas tal vez sin respuestas comprometedoras: Si la especie humana es lo fundamental para la permanencia y multiplicación de la misma  ¿por qué no se practican ejercicios de sanidad  y salubridad a tiempo en caso de una pandemia figurada tal y como se realizan a gran escala ejercicios militares para salvaguardar y prever alguna invasión de las fronteras territoriales para prevalecer el poder factico? .¿Por qué no se planifican y organizan planes sociales de emergencia en momentos de “normalidad”, como en un incendio, un evento sísmico o pandemia?.

¿Cómo es posible que la potencia mundial centro del sistema mundo pueda ser capaz de mantener ejércitos y mas de novecientas bases militares alrededor del sistema mundo?

Antes de esto, por el contrario, se destinan millones de dólares para financiar la creación de nuevos y resistentes virus; Según Bautista (2020) ,”desde el 2001 el gobierno gringo ha destinado 100 billones de dólares en una ofensiva guerra biológica; desplegando 400 laboratorios dentro y fuera de USA, empleando a más de 13.000 científicos en la creación de nuevas cepas de gérmenes ofensivos resistentes a las vacunas (por ejemplo, en la universidad de Wisconsin, el grupo de investigación del doctor Yoshihiro Kawaoka descubrió el modo de elevar la toxicidad de la gripe española en un 200%, para fines de guerra biológica que impulsa el Pentágono)”.

Las diversas investigaciones sobre una pandemia que pudo haberse evitado dan cuenta de la irracionalidad del sistema mundo, se pueden citar por referencia de Castilla (2020) solo algunas, pero se sabe de la existencia de otras.

 En el año 2016, Peter  Hotez, junto  a su equipo medico del colegios de  medicina de  Houston, estuvo a punto de lograr una vacuna contra el coronavirus, de repente le cortan el cash justo cuando debían pasar de realizar pruebas en animales a hacerlas en humanos.

Otra situación parecida le ocurrió al investigador francés Bruno  Conard, quien trabajo durante varios años en la cepa de los coronavirus tras el brote del SARS en 2002, quedo a la deriva por falta de recursos.

Estos ejemplos como otros logran demostrar que no fue obra de ningún “cisne negro” (teoría que trata de explicar eventos “imprevistos”), que el coronavirus no era imprevisible, pues desde los inicios del siglo XXI, con la experiencia del SARS se podían asentar las bases para crear vacunas de prevención salvando la vida de miles o tal vez millones de personas.

En consecuencia los habitantes del planeta tierra, estamos viviendo y sufriendo la más burda irracionalidad de quienes dispone del sistema mundo para engrosar los recursos del capital, situación esta que hace vulnerable tal sistema y cuya corriente se devuelve incluso contra sus impulsores.

Así tenemos que el cambio climático generado por la obcecación de mantener un sistema que pone en riesgo la especie humana tiene como resultado la  muerte , destrucción y  desolación; la deforestación de  grandes extensiones de boques y selvas vírgenes ha traído como consecuencia que ese coronavirus que “pululaba  dentro de animales selváticos, sin ninguna intención  de causar daños a los humanos”, por sobrevivencia tuvo que salir de su ambiente natural  y lamentablemente encontró refugio en los sistemas respiratorios como hábitat propicio para convertirse en un contagioso virus  asesino.

De manera que hoy no vengan con el cuento del “tiempo perdido” que hoy lamentan los lideres del sistema- mundo que no ha sido contingencia sino el resultado de la opción política de la cual nos habla esclarecidamente Wallerstein con su análisis del Sistema -Mundo.

El gendarme mayor del mundo en medio de la pandemia mas desastrosa vivida por la humanidad, desafiando los pedidos de cooperación que invaden el éter mundial el habitante de la casa blanca patea el tablero internacional, violando los principios fundamentales del derecho internacional  amenaza con mas sanciones a gobiernos constitucionales, como única finalidad de mantener ese modelo que socava la vida de los pueblos. La quimera del norte, la nación presentada como  históricamente como “tierra de oportunidades” no otorga siquiera el derecho a tener un cuadro de fiebre a sus trabajadores.

Hoy todos los millones de habitantes del planeta somos testigos de excepción , que aún  con todo el arsenal de guerra y de billones de dólares para acabar con gobiernos populares;  las potencias económicas, con todo el dinero, armas y poder que detectan, con su gran criminal arrogancia  y discursos burlescos, descuidando el talento y capital humano el sistema mundo se cae a pedazos; la naturaleza tantas veces ignorada  y violada esta pasando su factura mayor por la inercia destructiva del modelo impuesto sin poderlo evitar; ese es el resultado que provoca el caos y la destrucción ambiental provocado por el actual sistema económico que practican.

Para culminar este escrito incorporo la opinión del filosofo y lingüista Noam Chomsky, quien al requerirle  opinión por un periodista responde: “el asalto neoliberal ha dejado a los hospitales sin preparación. Un ejemplo entre todos: las camas de los hospitales han sido suprimidas en nombre de la “eficiencia”. Chomsky, resume en una palabra lo que necesitan saber sobre el sistema en el que vivimos: “esta crisis es el enésimo ejemplo del fracaso del mercado, al igual que lo es la amenaza de una catástrofe medioambiental. El gobierno y las multinacionales farmacéuticas saben desde hace años que existe una gran probabilidad de que se produzca una gran pandemia, pero como no es bueno para los beneficios preparase para ello, no se ha hecho nada” (Marzo, 2020).

La vulnerabilidad del sistema mundo  que lleva a la humanidad a una riesgosa “situación limite”, obedece  a su relacion de explotación desbordada de la madre naturaleza, que coloca al mundo en el abismo de la desaparición y con sobrada razón Dussel (2020) nos alerta  que “Hoy, la madre naturaleza se ha rebelado; ha jaqueado a su hija, la humanidad”, (…) “es la naturaleza la que  hoy nos interpela: “¡O ME RESPETAS O TE ANIQUILO!”; es el grito de tierra en el tiempo, un mensaje turbulento que así como lleva muerte también entraña un futuro que no espera, se asemeja al parto maternal en cual hay  vida y esperanza, pero también se corre el riesgo de sucumbir.

Esa oportunidad de cambio, de vida y esperanza se “manifiesta como signo final de la modernidad y como anuncio de una nueva edad del mundo, posterior a esta civilización soberbia moderna que se ha tornado suicida” (Dussel, 2020).

Veamos la decadencia de un Sistema Mundo que empieza a mostrarnos sus límites y que, como dijo alguna vez Enrique Dussel citado por  Bautista (2019), “dará lugar a un nuevo orden transmoderno que no tenga como referencia a la modernidad, sino que, básicamente sea superación de ella”.

El coronavirus, un huésped ignorado, pero que ya venía anunciándose, llegó para quedarse; según Ramonet (2020) “en la escena geopolítica, la espectacular irrupción de un actor desconocido ha desbaratado por completo el tablero de ajedrez del sistema-mundo”

 La vida la hacen los hombres como seres terrenales, hoy pareciera que está comenzando uno de los tantos despertares de la humanidad, ojala no la  logren apagar los sueños de los injustos.

“Lo peor de la peste no es que mata a los cuerpos, sino que desnuda las almas y ese espectáculo suele ser horroroso” Alberto Camus.

Bibliografía:

Bautista, R (2020). La pandemia como arma geopolítica. www.resumenlatinoamericano. 23-03-2020.

_________________ (2019). Entrevista con L. López en  Correo del Alba. www.correodelalba.org

Benach, J. “Hay que aprovechar esta pandemia  para hacer un cambio social radical” en www.sinpermiso.info. 28/03/2020.

Castilla, E. Coronavirus: Entre la pandemia y la Irracionalidad del sistema capitalista. Jueves 12 de marzo de 2020.

Crespo, R. La Perspectiva de “Análisis de Sistemas Mundo y el sistema mundo Moderno (la economía- mundo capitalista), en https: //rebelión.org, 24-09-2014.

Chomsky, N.  (2020) Entrevista. En otrasvoceseneducacion.org, marzo 28,2020.

García, A. (2020). Pánico Global y horizonte aleatorio, en www.nuestravoces.com.ar

Grau, V. Coronavirus, jaque al mundo globalizado

Dussel, E. “Cuando la naturaleza  jaquea la orgullosa modernidad”. La Jornada.www.jornada.con.mx; 04/04/2020.

Ramonet, I (2020). La pandemia y el sistema-mundo

Stiglitz, J (2003). El malestar en la globalización. Taurus, México.

Wallerstein, I. (2005) Análisis del Sistema Mundo. Una Introducción. Siglo Veintiuno editores.

heristo50gmail.com

 

Fuente: El autor escribe para OVE

Imagen: https://pixabay.com/illustrations/dollar-currency-capitalism-funds-2091737/

Comparte este contenido:

Declaración de la LIS / Latinoamérica: ante la pandemia, no pagar la deuda

América Latina/22/04/2020/Autor: Liga Internacional Socialista/Fuente: http://lis-isl.org

La pandemia de Covid 19 ha revelado las fallas estructurales de los sistemas de salud alrededor del planeta. Décadas de recortes en la salud pública y de políticas orientadas a su privatización han producido como resultado un sistema desigual e incapaz de responder ante situaciones de este tipo. Las y los trabajadores de salud y pacientes sufren las consecuencias de décadas de recortes.

Esta realidad en América Latina y los países más pobres esta estructuralmente vinculada a la deuda externa. A través del pago de la deuda se transfieren riquezas, de manera sistemática, de la clase trabajadora y el pueblo hacia los sectores más concentrados de la burguesía (sean “nacionales” o extranjeros), y de cada uno de nuestros países hacia los países imperialistas. Es una aspiradora que mantiene el flujo de dinero hacia arriba y hacia afuera.

Al mismo tiempo, la deuda es una herramienta de control político. Se trata de un mecanismo de sujeción estructural. Su carácter impagable implica que siempre está sujeta a renegociaciones y restructuraciones a cambio de concesiones hacia los acreedores y las grandes corporaciones, condicionando las decisiones políticas de los países deudores.

Para sostener el pago de la deuda externa los gobiernos han apelado a políticas de austeridad y privatizaciones. El imperativo de pagar deuda logrando superávit fiscal ha implicado un ajuste hacia abajo, recortando la inversión en salud, educación y servicios públicos, reduciendo salarios, imponiendo flexibilización laboral e impulsando reformas previsionales. Éstas últimas han incrementado la vulnerabilidad de las personas mayores, quienes constituyen el principal grupo de riesgo en la pandemia y sobreviven con pensiones que no cubren necesidades vitales esenciales.

El recorte en la salud ha sido una de las variables centrales del ajuste. En 2018, 46 países del mundo destinaban una proporción mayor de su PBI en pagos de la deuda externa que en inversión en salud. En promedio, estos países gastaban 7.8% del PBI en servicios de deuda y 1.8% en salud pública.[1]

Según datos del propio Banco Mundial la deuda externa pública de los países de ingresos bajos y medios se ha duplicado entre el año 2000 y el 2018. Las políticas impulsadas luego de la crisis del 2008 produjeron un salto cualitativo en el endeudamiento tanto público como privado. Aun antes de la pandemia, países como Argentina enfrentaban crisis estructurales de sus economías en gran parte vinculadas al endeudamiento. En octubre del 2019 el FMI señalaba que 34 países estaban en default o en alto riesgo.

La pandemia desató una crisis económica que ya se venía desarrollando. Uno de los elementos de esta ha sido una caída sostenida, y ahora acelerada, de los precios de los commodities. Según mediciones de la financiera Bloomberg el índice compuesto de los precios de los principales commodities de exportación ha caído un 27% en lo que va de 2020. Por otro lado, la fuga de capitales desde los llamados “mercados emergentes” también se ha acelerado. Sólo en marzo se ha registrado una fuga de capitales de 81 mil millones de dólares. En un mes se ha más que duplicado lo registrado durante la crisis de 2008/2009.

Sin embargo, aun en este escenario, la política de los gobiernos sigue siendo sostener el pago de la deuda externa. Por ejemplo, Alberto Fernandez pagó el 30 de marzo pasado 250 millones de dólares, una suma superior a la partida extraordinaria que destinó a enfrentar la crisis sanitaria.

Existen sectores vinculados a los gobiernos llamados “progresistas” nucleados en el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG) que impulsan una declaración firmada entre otros por Rafael Correa, Evo Morales, Dilma Rousseff y José Luis Zapatero. En ella solicitan la “condonación” de la parte de la deuda externa latinoamericana con organismos multilaterales de crédito y una restructuración de la deuda con acreedores privados. Es importante recordar que estos mismos sectores sostuvieron el pago de la deuda durante sus gobiernos. En realidad, lo que piden, son nuevas condiciones para poder seguir pagando.

En una línea similar, los ministros de finanzas del G20 acordaron apoyar la suspensión del pago de la deuda de los países mas pobres durante 2020. Esto no incluye a los acreedores privados a quienes se sugiere que adopten un posicionamiento similar. También es limitado su alcance, se estima que solo alcanzaría a los 76 países de menores ingresos del mundo y se trata de una medida de suspensión temporal. En definitiva, se estiran los plazos de pago para poder seguir cobrando.

En el mismo sentido se han expresado desde el Papa Francisco hasta el FMI. Centralmente promueven rebajas simbólicas de capital, quitas de un porcentaje de los intereses que están pautados pagar en lo que resta de este año y el próximo y nuevos plazos hasta que pase la pandemia y los países estén nuevamente en condiciones de pagar.

Se han vuelto buenos todos estos personajes? Claro que no. Los usureros saben bien que se puede apretar fuerte pero no asfixiar al deudor hasta matarlo, ya que es obvio que si muere no paga.

Nuestra propuesta es no pagar las deudas de manera unilateral. Esta decisión soberana permitiría disponer de todos los recursos de nuestros países para redireccionarlas hacia las medidas de salud y sociales necesarias para hacer frente a la pandemia. La urgencia de la actual situación requiere medidas de fondo. Existen condiciones de impulsar la declaración unilateral del no pago de la deuda, rompiendo con los organismos como el FMI y el Banco Mundial. Nuestros pueblos necesitan independizarse económica y políticamente de todos estos organismos financieros internacionales y disponer de los fondos que se destinan a la deuda y los que provendrían de nacionalizar la banca, el comercio exterior y fuertes impuestos progresivos a las grandes fortunas para garantizar la salud y un salario digno a las mayorías populares.

Desde la Liga Internacional Socialista impulsamos la más amplia unidad de los trabajadores y demás sectores explotados de todo el continente detrás de un proyecto emancipatorio y anticapitalista. Llamamos a la izquierda y los socialistas revolucionarios a construir una gran campaña internacional por la investigación y el no pago de las deudas externas latinoamericanas. Impulsemos desde el clasismo este eje político en los sindicatos y el movimiento obrero. Desde las agrupaciones juveniles en el movimiento estudiantil, y en cada uno de los espacios donde intervenimos, sumándolo a los reclamos concretos contra los despidos, por salarios y por condiciones de seguridad en el trabajo. Hay que unirlo con la lucha por todas las medidas de emergencia necesarias para enfrentar la pandemia, las demandas de las y los trabajadores de la salud y por el incremento del presupuesto y la nacionalización del sistema de salud privado. Impulsemos pronunciamientos, reuniones y acciones unitarias en cada uno de nuestros países. Y en EE.UU. y Europa desarrollemos  una campaña exigiendo la cancelación total y sin condiciones de las deudas, en apoyo y coordinación con los sectores que desde América Latina desarrollan una campaña por el no pago.


[1] Fuente: Datos del FMI y Banco Mundial. https://www.cadtm.org/COVID-19-and-debt-in-the-global-south-Protecting-the-most-vulnerable-in-times

Fuente e imagen: http://lis-isl.org/2020/04/21/declaracion-de-la-lis-latinoamerica-ante-la-pandemia-no-pagar-la-deuda/

Comparte este contenido:
Page 3 of 31
1 2 3 4 5 31