Matemática literaria: qué pasa cuando se juntan dos materias que parecen opuestas

Argentina / 12 de mayo de 2019 / Autor: Redacción / Fuente: Infobae

Dos profesoras que decidieron unir a las dos asignaturas en el aula contaron su experiencia en el stand de TICMAS. Qué resultados lograron
Las profesoras Noelia Casais y Vanesa Garbin
Las profesoras Noelia Casais y Vanesa Garbin

Matemática y lengua parecen ir por dos carriles opuestos, que no se tocan en ningún momento. Dos profesoras, Noelia Casais que da lengua y Vanesa Garbin que enseña matemática, se propusieron unirlas. Y de su recorrido exitoso en el aula salió su reciente libro Matemática literaria. Ambas compartieron su experiencia en el stand de TICMAS.

«Yo recuerdo un verano, que es cuando los docentes solemos relajarnos, leer, buscar material en librerías. Vane me dijo que había estado leyendo ‘El hombre que calculaba’ y yo había estado haciendo los juegos que propone Paenza. Si bien la multidisciplinariedad ya estaba presente, en las reuniones nos pedían que trabajáramos en equipo, pero siempre dentro del mismo departamento. Cuando propusimos hacer un trabajo juntas, fue tomado con mucha sorpresa. Lengua y matemática parecen mundos aparte, pero no lo son», contó Casais.

Por su parte, Garbin remarcó: «Matemática literaria surge dentro del aula. Es un proyecto de adentro hacia afuera, de docentes para docentes. Surgió de la manera más casual. Las dos trabajando en la misma institución, buscando formas de innovar en el aula».

La iniciativa persigue una de las líneas que hoy más incentivan los especialistas en educación: el aprendizaje basado en proyectos. Integrar saberes de distintas materias dentro de un gran tema como puede ser el cambio climático, la arquitectura de una ciudad o a partir de una película.

«Nosotros hablamos de conceptos, no de contenidos, conceptos que atraviesan todas las áreas. Leer a Borges en un profesorado es más tradicional que placentero. En cambio, entrar a las profundidades de Borges a través de lo interdisciplinario, me acercó a un autor de manera muy íntima. Enseñar matemática a partir de un disparador literario predispone de una forma emocional que hace que ingrese más amablemente», consideró Casais.

Del mismo modo, su colega agregó: «Se trataba de darle una vuelta de rosca a las clases. A los docentes se nos pide que motivemos, que el alumno esté más interesado en escucharnos a nosotros que en ver las redes sociales. Es un trabajo enorme para nosotros. El libro es nuestro aporte desde otro lado».

(Fotos: Dino Calvo)

(Fotos: Dino Calvo)

Las dos docentes reconocieron que donde más influencia de la literatura notaron fue en la enseñanza de fractales. «Abre una mirada frente a la literatura que hace que entiendas el concepto y vayas caminando por la calle y veas fractales por todos lados. Cuando hacés conexiones automáticamente van surgiendo otras. Es lo que les pasa a los chicos. Se trata de producir ese chispazo», planteó la profesora de matemática.

Antes de finalizar la charla, las docentes consideraron: «Trabajar en consonancia con matemática posibilita la comprensión lectora de una manera mucho más sencilla después. La comprensión es la deuda que tenemos con varias generaciones. Pero cabe preguntarse: ¿uno mismo tiene una comprensión lectora de calidad?».

Fuente de la Reseña:

https://www.infobae.com/educacion/2019/05/06/matematica-literaria-que-pasa-cuando-se-juntan-dos-materias-que-parecen-opuestas/

ove/mahv

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Programación del Portal Otras Voces en Educación del Domingo 12 de mayo de 2019: hora tras hora (24×24)

12 de mayo de 2019 / Autor: Editores OVE

Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 12 de mayo de 2019. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.

00:00:00 – España: La mitad de los catedráticos y el 15 por ciento de los profesores universitarios se jubilarán en los próximos siete años

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308621

01:00:00 – Argentina: El ajuste de Macri a la educación en 4 datos (Video)

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02:00:00 – Brasil: Jair Bolsonaro promueve que los alumnos filmen a los docentes que expresen ideas de izquierda. Delatando al maestro

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03:00:00 – Observatorio Pedagógico Latinoamericano Radio. Primer Programa. México (Audio)

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04:00:00 – 3 millones de mayores de 60 años en EE.UU. todavía están pagando sus préstamos estudiantiles

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05:00:00 – Por qué sí y ahora con los maestros de la CNTE. Reforma educativa y laboral (Audio)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309135

06:00:00 – Lineamientos curriculares para la aplicación del eje transversal educación y perspectiva de género en séptimo, octavo y noveno grado de educación básica general (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309141

07:00:00 – YouTube y las Universidades

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308724

08:00:00 – Libro: ¿Hasta dónde saben los docentes? (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309144

09:00:00 – Matemática literaria: qué pasa cuando se juntan dos materias que parecen opuestas

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309129

10:00:00 – Libro: Actores, identidades y políticas educativas. Una revisión desde la Alianza por la Calidad de la Educación (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309147

11:00:00 – Innovar en Pedagogía 2019

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12:00:00 – Brasil: Contra los recortes de Bolsonaro en Educación

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308778

13:00:00 – El Rap de la Educación 2.0

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14:00:00 – China reclutará maestros jubilados para escuelas rurales

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15:00:00 – Las 10 palabras que tienen que cambiar la educación

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16:00:00 – Cuba: Seminario de Internacionalización de la Educación Superior en la Universidad de Oriente

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17:00:00 – Robert Swartz: «Las piedras angulares de las nuevas aulas del siglo XXI son pensamiento, comunicación y colaboración»

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309126

18:00:00 – Perú: Ministra de Educación defiende ante el Congreso el enfoque de géneros en la escuela

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19:00:00 – ¿Otra vez otro Modelo Educativo?

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20:00:00 – Argentina: Cambio de régimen para docentes que investigan

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21:00:00 – Enseña Chile presentó en Concepción su documental sobre estado de la educación

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22:00:00 – Estados Unidos: Adolescentes transgénero en escuelas con restricciones en los baños tienen mayor riesgo de sufrir una agresión sexual

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23:00:00 – Colombia: “Quien ingrese a la universidad debe terminar”: ministra habla del reto en la educación superior

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En nuestro portal Otras Voces en Educación (OVE) encontrará noticias, artículos, libros, videos, entrevistas y más sobre el acontecer educativo mundial cada hora.

ove/mahv

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Sobre los maestros

España / 6 de mayo de 2018 / Autor: Marcos Santos Gómez / Fuente: Paideia

Comencé hace unos meses mis clases de la asignatura Fundamentos pedagógicos e historia de la escuela, para primer curso del Grado en Educación Primaria de la Universidad de Granada, con una pregunta que llamaba a cierta introspección autobiográfica en los alumnos. ¿Quién o quiénes han sido tus maestros? Algo que se responde, de manera más o menos consciente, en cualquier intento que se emprenda por parte de una persona de interpretar o comprender la propia vida. Se trata de una cuestión abismal que amenaza con retrotraernos a una suerte de pozo de reflejos, de vagas pinturas de los otros, a menudo sin nombre, que nos constituyen, como algo más semejante al mar en el que se balancea la barquita que somos, y no tanto a la integridad pétrea y rígida del terreno firme. Éste es el de la cadena de causalidades y entidades físicas y palpables que, una tras otra, han devenido en una certidumbre mineral que nos mantiene fijos, establecidos en las moléculas concretas de un aquí. Nuestro viento de la infancia, su sol, su cielo, sus aromas, sus manjares, la mano acartonada de la abuela que evoca el moribundo protagonista de la película American Beauty, una seguridad y una sencillez primordial, un origen del que nos acordaremos, muy probablemente, en el último momento, nos nutren de la ilusión metafísica de ser, de un ser de cristal, de un fundamento que es pilar y raigambre.

Pero para deshacer esta ilusión existen precisamente los maestros. Es curioso, porque tanto la idea de educación como la de maestro se vinculan con la certeza y la construcción de algo, siendo el caso que cuando mejor suceden, ambos, educación y magisterio, son lo contrario, una suerte de agentes de la disolución. Y esto es debido a que nuestra identidad no es un cúmulo positivo de experiencias que se van añadiendo, en la ilusión metafísica tal vez heredada de nuestra naturaleza material, sino un cúmulo de rectificaciones, de matices, de ondulaciones que zarandeando nuestra existencia nos hacen sentir vivos, que de un modo paradójico y titubeante somos y no somos. Así, en algo tan estable, mineral y sólido como es la escuela, la institución que llamamos escuela, pueden mágicamente operar fuerzas de la desintegración que, por fortuna, nos recuerdan que la educación es más que la propia escuela, como si ésta apuntara a un plus que más allá de ella fuera su auténtica y trascendente esencia. Esa tensión que emerge, a veces como huracán, en el aula, emerge en la relación con los maestros y en definitiva con esos gigantes a cuyos hombros, nosotros, enanos caminamos. Ellos nos enseñan, acarreándonos sobre el fango, sobre sus hombros, el secreto enigma de que nos cerca lo fortuito, la gratuidad y la contingencia, acaso soportables gracias a ellos que no ocultan, de hecho, que son eso mismo de lo que nos salvan, y que, aun peor, somos eso mismo de lo que creemos salvarnos.

Éste es el secreto de la cultura escolar, por muy fósil que se nos presente. Con Grecia se abrió un vértigo que en el mito se cantaba y ahora había que organizar, y justo esa misma organización sorda a los abismos primigenios, en apariencia y como se cree en una mirada superficial, era un estruendo y una agitación todavía mayor, la de la desnaturalización del mito que introdujo su nostalgia y que multiplicó el horror y el vacío, como en la vida helada de una vieja muñeca de porcelana que finge que está viva y que en todo su esfuerzo no puede sino clamar que está muerta. Es decir, con la paideia, con la educación que acabaría requiriendo de escuelas y academias, se crea un espacio de mayor resonancia, de un ruido ensordecedor a fuer de reprimido. Esa es la oblicua estela, el mensaje oculto de la escuela. Si hubiera que falsearlo y traducirlo a un mensaje claro, la idea sería que hay una cierta dialéctica en la cultura escolar que aunque quiere hacer un mundo, lo niega, lo pone en evidencia y amenaza con desmontarlo, con mostrar su carácter contingente. Esto, dicho en otras palabras, quiere también expresar que aunque la escuela obedezca a las necesidades prácticas y minerales de lo terrenal, del Estado, pongamos por caso, no es sino una tensión que al alejarnos del misterio, nos resitúa en el mismo y nos obliga, y aquí puede estar la auténtica enseñanza de la misma, a no creer en nada de lo que ella nos cuenta o, para los oídos más lúcidos, puede evocar que estamos en curso. Así, desde las leyes educativas al funcionamiento de un colegio, todo lo escolar nace con el estigma de una nada a la que sirve, por encima de toda función política e histórica (una prueba son las leyes que se dictan para no cumplirlas, como la LOGSE en España, que nació en el cínico escepticismo de decir que se quiere lo que realmente no se quiere), o mejor dicho, la política y la historia reposan sobre esa misma nada que nunca es más obvia que cuando se elude.

Concretando, la verdadera educación de la escuela estriba en situarnos en los puros límites de la existencia, desde la ironía de su forma y de un contenido que revienta esa misma forma. Educarse, pues, es sobre todo percatarse de, en palabras de Borges, la nadería de la identidad, la nadería de toda identidad, que al percibirse en su carácter constructivo deviene artificial y deconstructiva, cuya artificialidad acaba por mostrarnos que somos conducidos por inefables corrientes, poderosas, a las que sólo podemos poner caras de manera precaria y provisional. Por poner un ejemplo de esta misma asignatura que imparto, la verdadera enseñanza de la historia de la escuela, o de la historia, es que somos esa barquita que reposa, o se zarandea, en el océano.

Pongamos algunos ejemplos. En la misma clase a la que aludía al principio de este escrito, nos salieron al paso algunos maestros, fueron visualizados, verbalizados, desde un recuerdo a menudo grato y agradecido, y otras veces, pocas, con ira y despecho, en un sentido que los propios alumnos calificaron de negativo. Tanto en un sentido positivo, como negativo, los maestros marcaron un camino al joven. Se reconoce una cierta vida de otro en uno mismo, cuya enseñanza ha consistido en arrastrarnos o contagiarnos hacia un modo de vida que, cual asidero en el mar de la existencia, se afirma, de un modo previo a toda razón, para conducirse en un camino incierto. El joven entusiasta apuesta por el entrenador de su equipo de fútbol favorito que ha sabido, decía, iniciar la senda humana de un modo de vida, que ha infundido las ganas y el impulso para emerger, para salir de lo que uno era pero, al tiempo que se asume un modo de ser, se abandona algo, como en un nacimiento o en una metamorfosis. Así obran los maestros, nos ponen en camino, en el intermedio entre un final y un nuevo origen. Es responsabilidad y habilidad del caminante hacerse consciente de lo gratuito e injustificable de ese camino, pero esto requerirá acaso, nuevos magisterios, es decir, encuentros y desafíos, nuevas muertes y resurrecciones, porque en definitiva, la educación es un desafío que impulsa, que instaura en nosotros la conciencia de que las cosas pueden ser de muchas maneras. El pensamiento crítico, que tanto alabo en mis clases, tiene como último objeto, en un plano existencial, esa importante función, la de educar una mirada cabal que sea capaz de comprender el mundo como perspectiva, es decir, en su carácter incompleto. Y para esto, también, debe, creo, servir la escuela y la universidad. Me decía alguno de ellos, precisamente, que la razón de que esto deba ser así es que no hay vida plena hasta que se reconoce nuestra vida como vida no plena, como vida incompleta, que, acaso por eso mismo, es sensible al carácter agónico de cuanto nos rodea, a la tensión hacia un indefinido trascender.

Todo esto que sugiero no quiere decir que haya que estudiar, siempre, filosofía, y entrañarse, más que encarnarse, la tradición horadante y ácida del filosofar. En realidad, como antes he señalado, la escuela en sí y, en especial, su contenido, su currículum, aun lleno de sesgos y peligros al que deberían aplicarse miradas y metodologías diversas, como la genealógica, para captarlos, apunta a algo mayor que esos propios sesgos (el propio procedimiento genealógico es ya un revulsivo de toda ilusión identitaria en las cosas y en los propios métodos). Es una desgracia que se hayan perdido viejas sabidurías y que sólo nos quede Grecia, pero Grecia, como cualquiera de esas otras sabidurías, basta para poblar de sombras la ilusión de la clarividencia. Grecia y la filosofía, pero también, evocando otras rutas, la literatura.

En la literatura encuentro uno de esos gigantes que puedo llamar maestro, en mi biografía particular. Se trata de Borges. Si en un autor luce con todo esplendor la tensión entre la inanidad del ser y su intensa belleza, como única evidencia que nos resta, la belleza del mismo, lo único cierto, su eco o halo que irradia la callada melodía de los místicos o la platónica música de las esferas, es Borges. Borges me puso en el camino infundiéndome, como un fuego, una perspectiva estética que de tan autoconsciente es ironía, una lucidez que consiste en no creerse demasiado ni a uno mismo ni al resto, y, en ese modo de vida que es risa de todos los modos de vida y de todos los magisterios, me enseñó, sobre todo, que aunque fallido y seguramente falso, el universo es bello, más bello por incierto e inestable. Es como si de la nada que somos, sólo perdurara, vagamente, la sonrisa, como en el gato de Chesire del libro de Carrol. Eso es, en efecto, dar un pase o truco para soportar la existencia, o sea, para existir, que es al mismo tiempo lúcida asunción de que no es más que eso, un pase o truco. Borges me ha dado el alivio de que al menos, aunque yo no exista, haya existido Borges, de que pueda existir esa raza de inmortales que siéndolo todo, son ninguno, de que, por fortuna, ha habido un hombre que ha podido ser todos los hombres y convertirse en el más irreverente y fluido de todos los centros, en el Aleph donde adquirir un cierto sentimiento oceánico, como decía bellamente Freud, que busca su risa.

Fuente del Artículo:

https://educayfilosofa.blogspot.mx/2017/06/sobre-los-maestros.html

Fuente de la Imagen:

https://periodicocorreo.com.mx/sep-y-snte-acuerdan-aumento-salarial-de-6-1-para-maestros/

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