La Confederación Nacional de Trabajadores de la Educación de Brasil (CNTE) y la Federación de Sindicatos de Profesores y Profesoras de Instituciones Federales de Enseñanza Superior y de Enseñanza Básica Técnico y Tecnológica (PROIFES), organizaciones afiliadas a la Internacional de la Educación América Latina (IEAL), participarán en la Huelga Nacional de Educación el miércoles 15 de mayo.
La dirigencia de CNTE dio a conocer los múltiples motivos que justifican la movilización del 15 de mayo. Las reivindicaciones de las personas trabajadoras de la educación se acompañan de la defensa de la democracia brasileña frente a los ataques de gobierno de Bolsonaro.
La Federación Nacional de Profesores de Educación Secundaria de Uruguay (FeNaPES), también afiliada a la IEAL, anunció que realizará una demostración de solidaridad con la Huelga Nacional de Educación en la frontera con Brasil.
A continuación detalles del texto firmado por la Directiva de CNTE.
Huelga Nacional de Educación
El 15 de mayo se realizará en todo Brasil la primera gran movilización de los trabajadores en educación y de toda la comunidad educativa contra las medidas absurdas del gobierno de Bolsonaro, entre las que destacan:
La propuesta de reforma de la jubilaciones altamente perjudicial para los más pobres y para el magisterio y los trabajadores rurales;
Los sucesivos recortes en las políticas educativas (enseñanza superior y educación básica) y la amenaza de acabar con la vinculación constitucional que asegura recursos para la educación (Fundeb y otras políticas);
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El patrullaje ideológico en las universidades y la ofensiva de la Ley de la Mordaza (Escuela sin Partido o de Partido Único?);
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La persecución al pensamiento crítico con el encogimiento de fondos para los cursos de filosofía y sociología en las universidades;
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El sesgo privatista y sectario que fomenta las políticas de vouchers y la educación domiciliar;
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La agresión a la gestión democrática y a la autonomía de las escuelas a través de la militarización escolar;
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La inoperancia inescrupulosa del Ministerio de Educación, que afecta la calidad de la atención pública en las escuelas, institutos federales y universidades;
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La revocación de numerosos consejos de acompañamiento social, imponiendo retrocesos a la gestión democrática estatal;
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El ataque a la organización sindical (MP 873) con el objetivo de debilitar la lucha social contra esos desmanes practicados en poco más de cuatro meses.
Además de las pautas retrogradas en la educación, varias otras acciones gubernamentales han puesto en riesgo la sociedad, el medio ambiente y el trabajo en Brasil, por ejemplo las siguientes medidas:
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Decreto 9.685 que revocó parte del Estatuto del Desarme para permitir el porte desmedido de armas de fuego por ciudadanos comunes;
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Proyecto de Ley «Anticrimen», del ministro Sérgio Moro, pretende hacer inimputable la fuerza policial contra ciudadanos, sobre todo jóvenes y negros;
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Transferencia de la demarcación de tierras indígenas de la Funai al Ministerio de Agricultura, ampliamente controlado por el agronegocio;
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Degradación del medio ambiente con la ampliación de la deforestación y la liberación de agroquímicos, con estímulo a la caza y a la comercialización de la fauna y la flora;
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Fin del Ministerio de Trabajo, haciendo la clase trabajadora aún más rehén de la codicia del capital;
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Revocación de la política de ganancia real del salario mínimo y suspensión de beneficios asistenciales y previsionales que alcanzan a los más necesitados;
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Cortes en la base de atención del programa Bolsa Familia, medida iniciada en el gobierno Temer, entre tantas otras medidas que buscan aniquilar derechos y garantías asegurados en la Constitución Federal.
El gobierno de Bolsonaro, repudiado en Brasil y en el mundo, no se cansa de imponer retrocesos civilizatorios a la nación sudamericana. Agresiones a la democracia, estímulo a la violencia hacia las mujeres, personas negras, indígenas y población LGBT. Frustra la perspectiva de los jóvenes de acceder a la escuela, la universidad y un trabajo decente. Oprime a los trabajadores y trabajadoras de la ciudad y del campo con normas que degradan las condiciones de trabajo y retiran el poder adquisitivo de las familias. Estimula la violencia en lugar de invertir en la paz social.
No es coincidencia que en los primeros meses de gobierno los datos de feminicidios y los casos de agresión a estudiantes y trabajadores de la educación se hayan elevado en Brasil. Destacan los casos de la matanza escolar en Suzano, el profesor apuñalado en el aula en Formosa do Oeste (PR) y del docente Júlio César Barroso, muerto con arma de fuego en una escuela en Valparaíso de Goiás.
Se trata de un gobierno reaccionario, retrógrado y en constante disputa fraticida entre sus integrantes, lo que lo hace inoperante en ciertos aspectos y altamente injusto y peligroso en otros (con amenaza de declaración de guerra contra país vecino, en total afrenta a la Constitución Federal que preconiza la autodeterminación de los pueblos).
El gobierno colocó un banquero al mando de la economía brasileña con el único propósito de saquear las riquezas naturales, de privatizar las empresas estatales y los fondos públicos (Educación, Salud y Jubilaciones) y de explotar sin piedad a la fuerza de trabajo del pueblo. El señor Paulo Guedes, dueño del Banco Pactual y de otras empresas, incluso en el sector educativo, se muestra totalmente insensible e inepto para combatir la escalada sin precedentes del desempleo en el país. Y ahora, junto con Bolsonaro, quiere destruir las Jubilaciones y la Asistencia Social pública a través de la PEC 6/2019.
¡No lo permitiremos! En el campo externo, la soberanía de Brasil cae por tierra ante la constante sumisión a los deseos norteamericanos, incluso de control de parte del territorio nacional, de las reservas naturales y del comercio exterior, inviabilizando cualquier proyecto de nación próspera, altiva, inclusiva y de buenas relaciones con los diferentes países y civilizaciones. La discriminación ideológica que impera en la educación también rige las relaciones internacionales de Brasil, que resucitó el macarthismo e impone ideologías religiosas para seleccionar socios externos, incluso comerciales.
Por esas y otras razones, que cotidianamente afrontan la soberanía nacional y los avances conquistados a duras penas por nuestra sociedad, la CNTE refuerza la convocatoria de sus entidades afiliadas a la Huelga Nacional de la Educación, el próximo 15 de mayo, debiendo ser articuladas otras adhesiones del campo educativo, social y sindical en todos los estados.
Juntos, vamos a frenar la cólera de este gobierno anti-pueblo y anti-nación.
Por educación pública, gratuita, plural, laica, desmilitarizada, democrática, sin violencia, de calidad, integral, con profesionales valorados y para todas las personas.
Por un proyecto de sociedad inclusiva, con empleo y renta para todos y todas.
¡Por el respeto a la vida ya la dignidad de todos!
Por la revocación de la Enmienda Constitucional 95 – PEC de la Muerte!
¡Contra la reforma de jubilaciones que retira derechos a quien más los necesita!
7 de mayo de 2019.
Dirección de la CNTE