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UNESCO: Día Mundial de los Docentes. Una educación de calidad requiere docentes bien formados

04 Octubre 2018/UNESCO

La saturación en las aulas, la formación insuficiente de los docentes o la falta de desarrollo profesional durante la carrera son factores que tienen un efecto negativo en el aprendizaje. El Día Mundial de los Docentes, que se celebra anualmente el 5 de octubre, se centra este año en el derecho a un personal docente cualificado. La Sede de la UNESCO organiza los días 4 y 5 de octubre varios eventos conmemorativos.

 Los docentes bien formados son esenciales para una educación de calidad. Sin embargo, hoy en día muchas clases son impartidas por personas que no han recibido la formación pedagógica necesaria para enseñar. Según datos del Instituto de Estadística de la UNESCO (IEU) de 2017, el 85% de los maestros de primaria de todo el mundo han recibido algún tipo de formación pedagógica, aunque esta cifra oculta importantes disparidades regionales. Por ejemplo, en el África subsahariana, sólo el 64% de los maestros de primaria han recibido la formación adecuada. En el sur de Asia, esta cifra alcanza el 71%.

Esta situación es aún más preocupante ya que, a menudo, la falta de cualificación de los profesores se combina con un hacinamiento en las aulas. África subsahariana tiene una proporción de 38 alumnos por maestro de escuela primaria, frente a 35 en Asia Meridional (Fuente: IEU).

La cuestión de la formación de los docentes ocupará un lugar central en las actividades organizadas en la Sede de la UNESCO con motivo del Día Mundial de los Docentes. El 4 de octubre se presentará una publicación titulada “Mejorar la calidad de la formación de docentes en el África Subsahariana” (10:00-12:00, Sala II).

El 5 de octubre tendrá lugar un debate sobre los docentes y el derecho a la educación (10:00-12:00, Sala II) previo a la ceremonia oficial, que inaugurará la Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay (14.00 horas, Sala I). A esta ceremonia seguirá la entrega del 5º Premio UNESCO-Hamdan bin Rashid Al-Maktum a los galardonados. Este premio recompensa proyectos que han contribuido de manera destacada a la mejora de la calidad de la enseñanza y el aprendizaje.

Celebrado anualmente desde 1994, el Día Mundial de los Docentes conmemora la firma, en 1966, de la Recomendación conjunta de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la UNESCO relativa a la situación del personal docente. Se organiza en colaboración con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Internacional de la Educación.

Desde que se aprobó el cuarto objetivo de desarrollo sostenible para 2030 relativo a la educación, el Día Mundial de los Docentes también ha sido una oportunidad para hacer balance de los logros y promover la profesión docente. Además de los actos en la Sede de la UNESCO, la jornada está marcada por numerosos eventos en el resto del mundo.

Imagen y Fuente: https://es.unesco.org/news/dia-mundial-docentes-educacion-calidad-requiere-docentes-bien-formados

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Estudio mundial sobre el potencial del capital humano: Chile escala al top 50, pero al motor de la economía le sigue faltando educación

América del sur/Chile/27 Setiembre 2018/Fuente: Publimetro

Si bien somos líderes en Sudamérica y nuestra fuerza laboral goza de la misma salud que la de las grandes potencias del norte, seguimos lejos en calidad y especialización educativa.

El capital humano, conocido como el motor de las economías, se confirmó como uno de los fuertes de Chile. El Banco Mundial (BM) encargó un inédito sondeo al Instituto de Métrica y Evaluación de la Salud (IHME) para medir en 194 países el potencial de su gente para hacer crecer sus mercados. Y Sorpresa: el país se posiciona dentro del top 50, codeándonos con las naciones desarrolladas del hemisferio norte.
El estudio se basa en calcular el potencial de las personas en edad de trabajar, en este caso, entre 20 y 64 años. El ranking, por lo demás, se calcula poniendo en la juguera tres factores: salud de quienes integran la fuerza de trabajo, años dedicados a logros académicos y la calidad de la educación. Entre 1990 y 2016, Chile pasó del puesto 57 al 50, y se ubica como líder en el cono sur, superando a Argentina (66º), Brasil (71º), Uruguay (77º) y Paraguay (96º). En Latinoamérica, por lo demás, solo nos sobrepasa Cuba (41º).

«En términos absolutos, la posición 50 puede no ser tan vistosa, pero si analizamos el resultado respecto a los países de la región, nuestro mercado natural, estamos muy bien posicionados», dice Washington Saavedra, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Central.

Estos indicadores, dice el economista, «tratan de mostrar algo del país, hacen una especie de marca. Es particularmente bueno porque son índices que se consultan para invertir. Las compañías los revisan para entrar hacer negocios a Chile».

La tarea pendiente

Si hablamos de compararnos con los integrantes del top 50, hay dos consideraciones. La salud de nuestros trabajadores tiene poco que envidiarles a los de los países desarrollados. En escala de 0 a 100, Chile consigue 88 puntos. Finlandia, el número 1 de la lista, apenas nos supera en una unidad (89).

No obstante, eso contrasta fuertemente con la calidad y años que le dedicamos a la especialización laboral: mientras la fuerza productiva de los países top dedica entre 15 y 13 años a los logros educativos, nosotros solo destinamos 11, al igual que España, Grecia y Portugal. En cuanto a calidad de educación (learning), países como Singapur (13º) y Japón (14º) llegan a 98 y 94 puntos sobre 100, respectivamente, mientras Chile se queda en 78.

Mauricio Bravo, investigador del Centro de Políticas Públicas de la Universidad del Desarrollo, explica que «el indicador clave es la calidad de educación. Sumar más años de educación sin la calidad son años perdidos. Está demostrado que el desarrollo económico está estrechamente ligado a eso».

El experto señala que es importante, ante el envejecimiento de la población, un país como Alemania que compensa la pérdida de fuerza laboral joven, con personas mayores bien capacitadas. Lo que sí destaca, es que  el estudio revela que»en 40 años Chile tendrá adultos mayores con muy buena salud», lo que es muy positivo.

¿Nos falta estudiar más años? Saavedra relativiza ese dato. «Más importante es la productividad. Probablemente países como Finlandia sacan 4 o 5 años de diferencia por la costumbre de hacer post grados y especializaciones, pero los jóvenes chilenos cada vez siguen más esa tendencia y pronto podremos equipararlos. Lo importante es trabajar en la brecha de la calidad, esa no se equiparará tan fácil si no se trabaja en eso».

Fuente: https://www.publimetro.cl/cl/noticias/2018/09/27/estudio-potencial-del-capital-humano-chile-escala-al-top-50-al-motor-la-economia-le-faltan-anos-educacion.html

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¿Cómo mejorar la calidad de la educación en Colombia?

Por: Julián de Zubiría

Múltiples experiencias en instituciones, ciudades y países evidencian que sí es posible mejorar la calidad de la educación. La condición para ello es que se tomen las medidas correctas y se intervengan las variables fundamentales. En Colombia todavía no lo hemos logrado, pero tenemos la oportunidad para hacerlo.

En Colombia la educación es de muy baja calidad. Eso lo sabemos quienes hemos estudiado e investigado con rigor el sistema educativo y, por ello, para nosotros es fácil detectar todos los esfuerzos que hace el Ministerio de Educación Nacional (MEN) por maquillar la situación. Pese a ello, la realidad es inocultable: En la escuela actual los jóvenes no aprehenden a pensar, comunicarse, ni convivir. Eso lo saben por experiencia propia los docentes universitarios.

Según las diversas pruebas nacionales e internacionales en las que ha participado el país (y son muchas y muy buenas), menos de un 4% de los jóvenes egresados del colegio tienen un buen nivel en argumentación, deducción e interpretación. Es más, si comparamos los resultados del año 2000 con los alcanzados en 2017, podemos concluir que el país no tuvo prácticamente ningún avance significativo en la calidad. La explicación es muy sencilla: No hemos trabajado sobre las variables claves de la calidad: la formación docente, el currículo, el liderazgo pedagógico y el clima institucional.

El país ha desarrollado programas puntuales y algunos de ellos han impactado algún sector. Entre ellos, los dos más importantes han sido el Programa Todos a Aprender –PTA– y el Índice Sintético de la Calidad Educativa –ISCE– (que incluye el llamado Día de la Excelencia Educativa). Estas experiencias deben evaluarse, ajustarse y potenciarse. Con modificaciones, podrían lograr mayores impactos; pero mientras no abordemos de manera estructural y sistemática las variables claves de la calidad, seguiremos muy lejos de alcanzar la educación que necesitamos para impactar el desarrollo sostenido y seguiremos viendo cómo se evapora la meta de convertirnos en el país más educado de América Latina para el año 2025.

A nivel curricular el país va como el cangrejo. La ministra Gina Parody asesorada por una universidad privada, diseñó los Derechos Básicos de Aprendizaje. Como dice el dicho, “esa platica se perdió”, porque fue un trabajo en el que el país retrocedió décadas en lo que ya había avanzado a nivel conceptual. La universidad carecía de experiencia en pedagogía y educación y por ello el diseño curricular propuesto desconoce los conceptos centrales de la pedagogía y se limitó a transcribir los contenidos previstos desde la ciencia. Cuando asesoré curricularmente a Bogotá, recomendé no tener en cuenta esta fallida experiencia curricular y esa sigue siendo mi recomendación para el país.

La primera condición para superar un problema es reconocerlo y, desafortunadamente, el MEN no ha reconocido el gravísimo problema de la calidad de la educación en el país. Ojalá ahora escuche voces tan autorizadas como la de Rodolfo Llinás, quien en edición número cinco de la Cumbre de Líderes por la Educación convocada por Semana, volvió a insistir en que hemos seguido manteniendo una educación muy impertinente que no logra enseñar a pensar a los jóvenes.

Desde mi perspectiva hay cuatro acciones obligatorias si queremos avanzar en la calidad de la educación básica. Faltan otras, pero creo que éstas son las esenciales.

Primero: realizar una profunda reestructuración curricular. La idea que he propuesto durante las últimas dos décadas es muy sencilla y está orientada en la misma dirección de la reforma curricular chilena de 1998 y de la prevista en Finlandia para el año 2020: la educación básica debe dedicarse a consolidar en los estudiantes las competencias básicas que se requieren para pensar, comunicarse y convivir. Todo lo demás es accesorio durante este ciclo del desarrollo.

Lo anterior significa que todas las asignaturas y en todos los grados deben consolidar la lectura, la escritura, la escucha, el pensamiento y el conocimiento y la comprensión de sí mismo y de los otros. Subrayo “todas las asignaturas” y “en todos los grados”, ya que éstas son las competencias más importantes a desarrollar en la educación básica. Por ello son competencias transversales. Lo anterior implica que, en sociales, en matemáticas, en artes, en lenguaje, en ciencias y en matemáticas, la tarea central de la educación básica debería consistir por excelencia en enseñar a pensar, comunicarse y convivir. Es así de sencillo y de claro. Sólo así garantizaremos un lineamiento curricular más pertinente, más contextualizado y menos rutinario que el actual. Sólo así garantizaremos el trabajo en equipo necesario para consolidar la calidad.

La segunda medida necesaria tiene que ver con la formación de maestros. Es preocupantemente bajo el nivel actual de formación de nuestros docentes. Según las pruebas SABER PROson los profesionales que alcanzan niveles más bajos en lectura crítica y escritura. Mientras no cambiemos esta situación, será imposible mejorar la calidad de la educación que reciben nuestros niños y jóvenes. Para cualificar su formación se requiere trabajar en la transformación del modelo pedagógico hasta el momento dominante en estos centros universitarios, trabajo que deberá adelantarse de manera conjunta con los docentes de las facultades de educación. También es imperioso articular el trabajo de la universidad y el colegio, repensar el currículo de formación y establecer nexos con maestros e instituciones innovadoras.

Así mismo, es indispensable que se impulsen desde el MEN, en todos los municipios del país, mecanismos de selección de los mejores docentes, de manera que ellos salgan del aula y conformen equipos de calidad para acompañar a los colegios en los procesos de innovación. Se requiere garantizar reuniones semanales de docentes por área y por ciclo en todos los colegios del país y de impulsar procesos de formación in situ, tal como actualmente mantiene PTA. Los resultados de las investigaciones son contundentes: No hay que llevar a los docentes a las maestrías; por el contrario, hay que llevar a las universidades a los colegios del país para que acompañen los procesos de innovación en curso en cada uno de ellos. Lo reitero: la clave para alcanzar la calidad está en fortalecer las reuniones de docentes y la formación in situ.

La tercera medida tiene que ver con transformar a los rectores, actuales líderes administrativos, en líderes pedagógicos. Hoy por hoy, los rectores son expertos en procesos legales y en resolver asuntos administrativos, pero se ausentan cuando se inician las reuniones pedagógicas de docentes y no participan en las reflexiones sobre currículo, modelo pedagógico o promoción de estudiantes. Es más, buena parte del tiempo están encerrados en sus oficinas, si es que están en la institución educativa. Paradójicamente se han distanciado de la reflexión pedagógica, generando muy negativos impactos en la calidad. El país debe pensar seriamente en dotar a los colegios de asistentes administrativos, con la condición de empoderar a los rectores como verdaderos líderes pedagógicos. Una medida que podría contribuir en este sentido sería exigir que todo rector tuviera por lo menos dos horas de clase a la semana. Eso les permitiría establecer nuevas y fructíferas interacciones con estudiantes, profes y padres. Al fin y al cabo, un colegio es una comunidad y requiere de un líder pedagógico que la consolide. El rector es el llamado a asumir esta tarea. De lo contrario, tendremos la paradójica situación de barcos en los que los capitanes permanecen en tierra y le tienen miedo al agua. Los estudios de la UNESCO sobre calidad de la educación encuentran que el liderazgo pedagógico del rector es la segunda variable más asociada a la calidad en las instituciones educativas del continente.

La Ley General de Educación de 1994, tiene algunas de las claves de la calidad: consolidar la comunidad, la autonomía y el Proyecto Educativo Institucional. Hay que volver a ella.

La cuarta medida recomendada para impactar la calidad tiene que ver con el clima de aula y el clima institucional. Según la UNESCO, en los tres estudios que ha realizado en los países del continente, el clima del aula es la variable más asociada a la calidad de la educación. Esta variable influye más que todas las demás variables sumadas. De allí que hay que prestarle especial cuidado.

En Colombia el MEN acertó al incorporar esta variable para evaluar el ISCE, pero todo indica que la evaluación presenta problemas, ya que los niveles de discriminación son muy bajos. Es algo que hay que ajustar en las pruebas actuales y la experticia del ICFES es una garantía de que se puede resolver este problema.

La recomendación para Colombia sería crear una tercera línea en el Programa Todos a Aprender, adicional a la de competencias comunicativas y pensamiento: la de formación ciudadana y competencias socioemocionales. Tenemos que garantizar que la escuela se comprometa con una formación más tolerante, más respetuosa de la diferencia y que sea un espacio para cultivar la empatía y la comprensión de los otros. Ello no será posible sin un cambio curricular (primera recomendación) y sin un cambio en los sistemas de formación (recomendación segunda).

Lo que nos muestran múltiples ejemplos en el país y en el mundo es que sí es posible mejorar la calidad de la educación, incluso en tiempos relativamente breves, siempre y cuando se tomen las medidas correctas, se involucre a toda la comunidad y se fortalezca el liderazgo.

Necesitamos involucrar a todo el país en el proceso de transformación de la educación. De una u otra manera, todos somos responsables de la baja calidad educativa y todos padecemos sus consecuencias. FECODE tiene que entender que no tiene sentido que su única reivindicación sea la laboral y que deteriora la calidad al oponerse a una evaluación integral y pertinente. La tarea de la calidad no le pertenece ni al MEN, ni a FECODE, ni siquiera a los maestros. Nos pertenece a todos los colombianos que sabemos que, si no mejoramos la calidad de la educación, veremos debilitada la democracia, el tejido social, la productividad y la creatividad. Lo necesitamos para garantizar el desarrollo sostenido y, por ello, entre todos lo vamos a lograr.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/julian-de-zubiria-samper-propone-cuatro-formas-de-mejorar-la-calidad-en-la-educacion-de-colombia/584383

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El profesorado ya no es lo que era (o lo que debería ser). Mejora de la formación inicial para la docencia

Por: Jaume Carbonell

Reflexiones y propuestas para lograr un consenso básico para la mejora de la formación inicial de la docencia en Catalunya

Reflexiones y propuestas para lograr un consenso básico para la mejora de la formación inicial de la docencia en Catalunya.

Este es el objetivo del MIF (Programa de Millora i Innovació en la Formació de Mestres). Para ello se ha impulsado un debate entre distintas personas y colectivos vinculadas al mundo de la educación. En este primer documento se exploran los cambios que se están operando en distintos escenarios -macro y micro- y que requieren un cambio de relato radical desde los primeros compases formativos.

Hay una primera pregunta que no se puede eludir: ¿En qué mundo vivimos? Y, a continuación, esta otra, inseparable: ¿En qué mundo nos gustaría vivir? Ahí radica la esencia de la formación: educar la mirada para captar y comprender el carácter velozmente cambiante de la sociedad, trufada de incertidumbres, crecientes diversidades -también desigualdades- y nuevos retos. En el trabajo, en la familia, en la satisfacción de las necesidades básicas y prescindibles, en los procesos de socialización y comunicación, en la vida cotidiana, en el ocio y en el negocio.

El documento toma como punto de partida la “Estrategia Europea 2020” de la Comisión Europea, un referente que suscita cierto disenso en tiempos de neoliberalismo rampante y de hiperconsumismo con el foco unidimensionalmente escorado hacia el modelo económico competitivo y productivista. Sería conveniente que los modelos educativos actuales se adentrasen y se equilibraran con otras narrativas más deudoras del desarrollo sostenible, la democracia participativa, la cooperación y la ayuda mutua. El segundo interrogante tiene que ver con el compromiso intelectual y ético del profesorado para contribuir a la transformación educativa y social mediante un contendido formativo que tome como ejes vertebradores, entre otros,  la educación democrática en valores, la escuela inclusiva, la perspectiva de género, el interculturalismo y la justicia curricular.

Este debate pone patas arriba el modelo docente meramente transmisor que se instala en la soledad del aula y no sale de su nicho de trabajo y de su ámbito de saber específico: “A mí que no me cuenten lo que ocurre en otros niveles educativos y asignaturas, que bastante tengo ya con lo mío”. Es la imagen de la vieja escuela y de un oficio caduco que se resiste a percibir los beneficios pedagógicos de la interconexión entre saberes, tiempos, espacios y actores educativos; de la mezcla de alumnos y alumnas de distintas edades; y sobre todo, del trabajo colaborativo y en red entre aulas, centros y territorios. La conjunción de estos tres ámbitos es una de las claves para el crecimiento y enriquecimiento de cualquier estudiante, docente e institución. La revolución metodológica -mucho queda por discutir sobre la innovación que genera conocimiento crítico y profundo y la innovación meramente epidérmica que se ha convertido en una marca-  activa pensamientos, sentires, deseos, acontecimientos, actitudes, competencias y valores: tanto individuales como colectivos. Es remarcable la insistencia actual en personalizar los aprendizajes e itinerarios del alumnado, aunque para ello es imprescindible articular lo que se adquiere -o puede adquirirse- tanto dentro como fuera de la escuela. El aprendizaje en común requiere optimizar ideas y recursos, y perder el miedo a hacerse constantemente nuevas preguntas y plantearse nuevos retos. Y para ello sería asimismo recomendable que la evaluación -más continua y menos obsesiva- esté al servicio de la mejora del aprendizaje y no al revés como sucede frecuentemente.

Dicho documento contiene al menos seis propuestas que merecen ser subrayadas y desarrolladas.

  1. Se recomienda hacer una planificación, a medio y largo plazo, de las necesidades docentes a la luz de los cambios demográficos de la población, del descenso de las ratios para revertir los recortes y mejorar la calidad de la enseñanza,  y de la cantidad de jubilaciones que se acumulan estos últimos años. Este relevo generacional, muy brusco en algunos lugares y con un alto índice de interinidad, plantea nuevos desafíos formativos de cierto calado.
  2. Se reivindica el necesario reconocimiento del profesorado y la confianza en su labor. Nada más justo y legítimo. Pero también lo es que esta demanda circule en todas direcciones: respecto al alumnado y a sus posibilidades de aprendizaje -con los medios y condiciones para que sea posible- y las familias que, por lo general, hacen lo que saben y lo que pueden para facilitar la labor docente.
  3. Se propone romper las jerarquías entre el profesorado de los distintos niveles. La razón es simple: en todos los casos se precisa una sólida formación cultural y pedagógica, conceptual y didácticometodológica, teórica y práctica. Más aún si la tendencia de futuro es la mayor colaboración intercentros, interniveles e interterritorial. La estructura del plan de estudios a través del grado, posgrado y doctorado se sustenta en esta premisa.
  4. Se demanda un mayor grado de exigencia en la selección de aspirantes a la docencia para terminar con la jerarquización de carreras que relegan al Magisterio a una carrera fácil y de segunda categoría, mediante el mensaje de que el alumnado brillante ha de cursar otros estudios socialmente mejor valorados. No obstante, se insta a que la selección no se fie únicamente a las notas convencionales sino que se valoren, mediante otros procedimientos, las actitudes y capacidades para el ejercicio de la profesión.
  5. Se plantea un cambio radical del modelo pedagógico formativo con la introducción de la figura de la tutoría individual: docente universitario que sigue a un alumno o alumna de Magisterio desde que inicia sus estudios hasta su graduación. Se trata de garantizar un acompañamiento permanente para orientarle en todas sus secuencias formativas: elecciones optativas, trabajos, prácticas… Para resolverle dudas y proporcionarle todo tipo de ayudas.
  6. Se entiende que el doctorado en educación ha de servir para promover la investigación relacionada con la innovación educativa y convertirse en el motor de la mejora del sistema educativo en todas las etapas. Es una oportunidad para superar el clásico divorcio entre la investigación educativa y la renovación pedagógica: que ambas campen a sus anchas, sin puntos de conexión. Una oportunidad en definitiva para que la práctica se enriquezca con el conocimiento y la reflexión y para que la investigación pedagógica aterrice en la realidad cotidiana de las aulas, de los centros y del territorio. Que no es poco.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/pedagogiasxxi/2018/09/26/el-profesorado-ya-no-es-lo-que-era-o-lo-que-deberia-ser-mejora-de-la-formacion-inicial-para-la-docencia-1/

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Colombia: Un nuevo aire para la evaluación docente

América del sur/Colombia/27 Septiembre 2018/Fuente: Semana

Durante la Cumbre Líderes por la Educación, la ministra María Victoria Angulo adelantó información sobre la renovación del modelo de evaluación de los profesores, que presentará el 17 de octubre en Medellín. «Entender el trabajo de la educación como uno en equipo y reconocer y apoyar a los maestros colombianos» será una de las premisas del sistema, afirmó.

La incertidumbre que ha habido este año sobre la realización de la evaluación docente, que se realiza desde 2015 para conocer a profundidad el desempeño y las debilidades de los docentes, quedaría resuelta en las próximas semanas.

La ministra de Educación, María Victoria Angulo, reveló que la evaluación docente tendrá nuevas luces. Angulo se manifestó sobre el enfoque de la medición en el marco de la Cumbre Líderes por la Educación, realizada el 19 y 20 de septiembre por Semana Educación.

El ministerio viene trabajando en siete ejes que contribuirán a mejorar la calidad en la formación colombiana. El tercer eje se llama “Todos por una educación de calidad” e involucra un trabajo articulado con el Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación (Icfes) para definir el nuevo esquema de evaluación.

“No podemos perder la cultura de la evaluación. No es la única forma de medir, pero con ella el país había ganado información para estudiar y experimentar mediciones de competencias socioemocionales, algo que ya se hace en varios países. Hacerlo sería dar un paso interesante para que la evaluación sea un derrotero que hable de política de calidad que quiere reconocer y apoyar a nuestros más de 326.000 docentes”, afirmó.

La ministra también le comentó a los asistentes de la Cumbre que es necesario encontrar la fórmula para que las escuelas sean escenarios de práctica, de manera que hacer parte del sistema educativo sea también un proceso significativo para el maestro.

“Es mucho lo que tenemos que hacer en esta materia. Estaremos en Medellín en octubre, acompañando al alcalde de la ciudad a lanzar el Centro de Innovación al Maestro (Mova) y lo menciono porque es un escenario interesante desde el cual queremos dar las noticias para los maestros y contarles cómo van a volver las pruebas en 2019, cómo vamos a seguir trabajando en el tema de la evaluación docente.

Las decisiones sobre las mediciones se darán el 17 de octubre y no solo hablarán de la forma de las pruebas, sino de los estímulos y las condiciones, al parecer positivas, que proveerán con más herramientas y posibilidades a los profes de Colombia. Esta será, quizá, otra forma para dignificar la profesión.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/en-octubre-regresa-la-evaluacion-docente-para-los-profesores-colombianos/583929

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Finlandia busca mejorar su educación a la interna mientras la exporta al resto del mundo

Europa/Finlandia/

4.000 personas debatieron sobre un sistema educativo basado en la confianza.

Hace dos años pusieron en marcha el último rediseño de la currícula en todos los niveles educativos y ya comenzaron a trabajar en la que se aplicará recién en 2026. Los finlandeses buscan estar un paso adelante. Con una extrema puntualidad empezaron a diseñar los próximos cambios a medida que evalúan los últimos; esa metodología de reinventarse es lo que llevó a Finlandia a los primeros puestos en muchos rankings, aseguran.

Dare to Learn es un evento diseñado por una organización de estudiantes jóvenes, sin fines de lucro, que busca conectar personas de las más distintas áreas para que puedan conversar sobre educación. Con una dinámica distinta a otros congresos, se proponen, desde al año pasado, crear un ambiente dinámico que invite a la reflexión sobre la sociedad en general y la educación en particular. Durante una semana Helsinki se convierte en la capital mundial de la educación: investigadores, docentes de todos los niveles, directivos, emprendedores, empresarios, políticos –y un poco de prensa internacional– se mezclan en talleres con diferentes temáticas buscando generar nuevas respuestas a viejas preguntas. Invitada por la Embajada de Finlandia en Uruguay, la diaria cruzó el océano para asistir a los debates. ¿Cómo diseñar acuerdos sobre educación duraderos?, ¿cómo incentivar el aprendizaje?, ¿cómo confirmar la intuición en la práctica docente? fueron algunas de las consignas de la jornada del martes.

Una de las oradoras iniciales del evento fue la ministra de Educación y Cultura finlandesa, Sanni Grahn-Laasonen, quién aseguró que el “secreto” del sistema finlandés es el alto nivel educativo que tienen los docentes –a todos se les exige un nivel de maestría para dar clase– y su rol independiente, ya que no son evaluados ni inspeccionados: “Está basado en la confianza que tenemos en ellos y eso nos ha dado resultados; pueden hacer su trabajo como quieran, eligen los materiales y las formas en que van a desarrollar los contenidos, confiamos plenamente en que son profesionales capaces y no debemos ir tras ellos todo el tiempo”, comentó a la prensa.

Desde la reforma del sistema de educación en 1968 –que implicó un arduo debate parlamentario– Finlandia ha renovado completamente su currícula de educación cada diez años, aproximadamente. Para hacerlo arrancan con tiempo: hay un año de aplicación de la reforma durante el cual los profesores deben ir a cursos y prepararse, y al siguiente ya comienzan las primeras evaluaciones. El principal cambio que se dio en 2016 fue la intervención a nivel local: el programa general es mandatado por la Agencia Nacional de Educación junto con el ministerio; luego cada municipalidad debe adaptarlo a las necesidades y costumbres locales; después, cada equipo de dirección debe ajustarlo a las particularidades de su institución, y finalmente el docente debe elaborar una nueva adaptación teniendo en cuenta a sus alumnos. Además, el presupuesto es designado de forma general por la Agencia, pero luego es el gobierno local el que decide cuánto se le otorgará a cada escuela, teniendo en cuenta su ubicación y las características del alumnado.

A pesar de los buenos resultados que mantiene el país en términos generales (es el primero en el ranking de países más felices, el segundo en capital humano mejor preparado, el tercer país menos corrupto), hay algo que preocupa a las autoridades: el ranking PISA. Durante la primera década de este siglo, Finlandia se mantuvo entre los diez primeros puestos de esta lista que compara el desempeño en matemática, lectura y ciencias de los alumnos de enseñanza media de 72 países. Sin embargo, en las últimas pruebas ha fluctuado en su ubicación; para la ministra el dato es preocupante e invitó a pensar estrategias para mejorar de cara al futuro: “Estamos enfocándonos en la motivación, vemos que hay un vínculo muy fuerte entre motivación y los resultados. Necesitamos que la educación sea más divertida, que los estudiantes vean por qué es importante hacerlo y que no lo vean como un deber”.

Por otro lado, el ex decano de la Facultad de Educación de la Universidad de Helsinki, Patrik Scheinin, comentó los últimos resultados a la baja y opinó que antes de apuntar a la motivación hay que tener más evidencia científica: “Deberíamos hacer mucha más investigación sobre si esa es la clave. La motivación es necesaria, sin dudas, pero los niños a veces se motivan con juegos y con sólo dárselos no están aprendiendo nada nuevo; habría que ver cómo se utilizan las herramientas para la motivación”.

La educación como industria

Además de los expositores y las dinámicas de talleres, Dare to Learn se usa para vender. Los buenos resultados de los últimos años en pruebas mundiales colocaron a Finlandia como un ejemplo a seguir para el resto de los países, sobre todos aquellos que tienen características similares, y los empresarios no dejaron escapar ese detalle. Un nicho empezó a gestarse entre los emprendedores nórdicos que vieron en la educación una oportunidad de desarrollar su negocio. De hecho, el área de exportación de servicios educativos creció 15% sólo el año pasado.

En los corredores del evento hay varios stands de las distintas compañías que ofrecen sus productos a los interesados. El público objetivo son los directores de las escuelas que cuentan con la libertad de comprar cualquier programa que les parezca necesario para su institución, aunque también buscan extranjeros que hayan llegado a Finlandia. El producto estrella son los programas que ayudan a adaptar el modelo finlandés a las necesidades particulares de cada país, ofrecen asesoría para directores, cursos para profesores, materiales para los alumnos y la remodelación del espacio de aula, todo a medida del consumidor. Luego de instalado el sistema, cada institución debe pagar alrededor de 40.000 euros al año para mantener la licencia.

Otros productos a la venta son los que ayudan al docente en su tarea diaria. Videojuegos diseñados para que niños disléxicos puedan mantener el ritmo, libros que enseñan idiomas, meriendas saludables para trabajar la economía doméstica, programas para enseñar emprendedurismo y clubes digitales que invitan a los alumnos a interesarse por la ciencia. Prácticamente todo lo que el docente podría usar se vende, siempre testeado antes en las aulas finlandesas.

El rol del ministerio en la industria de la educación se limita a asesorar e incentivar la creación de estas compañías. Hasta 2017, Jouni Kangasniemi era el encargado del ministerio en trabajar con estas empresas y evaluarlas para que “no hagan algo que termine siendo dañino al sistema educativo”. En diálogo con la diaria, aseguró que “depende de ellos mantener la calidad de los productos para que las escuelas los elijan, de otra forma nadie los usaría”. En sus palabras, el ministerio se limita a promover la innovación y la cooperación entre las empresas y las escuelas: “Creo que está funcionando perfectamente, porque los docentes pueden elegir las herramientas que creen que van a ser mejores para su clase. No es una decisión impuesta por el ministerio para todos. El ministerio hace recomendaciones y consejos”, señaló.

Desde el año pasado los ministerios de Educación y Trabajo crearon el programa Education Finland, que respalda a los proveedores de educación en sus negocios internacionales. El director del programa, Lauri Tuomi, comentó a la diaria: “La industria viene creciendo muy bien, alrededor de 20% en promedio. Operamos en varias zonas del mundo y Latinoamérica es muy importante para nosotros porque hemos encontrado la forma de colaborar y apoyar a esos países en el desarrollo educativo, hay muchos institutos en esa zona que están interesados. Usualmente las colaboraciones comienzan con institutos privados, pero tenemos contacto con los gobiernos y ministerios de diferentes países para ver cómo podemos ayudarlos”.

Descubriendo la pólvora

Uno de los temas de conversación más frecuentes en el evento fue la importancia de la primera infancia. En Finlandia hay un solo año de educación inicial, al que los niños ingresan cuando cumplen seis años; entre los siete y 16 años cursan lo que llaman escuela primaria, después pueden elegir entre seguir un bachillerato o ir a una escuela de vocación, que sería el equivalente a la UTU uruguaya. La educación en primera infancia no es obligatoria y por lo tanto tampoco es gratuita, aunque sí existen jardines de infantes públicos que cobran lo mismo que los privados, unos 250 euros al mes, un precio muy bajo para el promedio europeo. Desde la última reforma están intentando extender la educación en primera infancia y generar oportunidades para que todos los niños desarrollen sus primeros años en un ambiente educativo apropiado, que potencie sus capacidades, con docentes especializados en el tema que cuenten con un máster en Primera Infancia.

Las compañías que más han crecido en los últimos años son aquellas que venden productos para esta franja etaria, porque también han aumentado los jardines de infantes. Por extensa que sea la licencia maternal y paternal en Finlandia, no dura siete años, y los padres deciden mandar a sus hijos a la escuela cuando se van a trabajar. Los resultados de las últimas investigaciones de la Universidad de Helsinki –y del resto del mundo– demuestran la importancia del desarrollo cognitivo de calidad en los primeros años de vida del niño; en ese sentido, Finlandia está dando marcha atrás con su idea de que la educación debe comenzar en el hogar y empieza a ver la posibilidad de incluir a la primera infancia en la siguiente reforma.

Dare to Learn en cifras | 4.000 participantes; 50 nacionalidades; 84 talleres; 19 conferencias.

Principales características del sistema finlandés

• Currícula flexible • Docentes con títulos de posgrado • Autonomía de los directivos y los docentes • Educación primaria y media exclusivamente pública • Presupuestos asignados de acuerdo a necesidades específicas • Educación inclusiva • 5,7% del PIB para la educación (de un presupuesto cuatro veces mayor al uruguayo)

Leticia Castro, desde Helsinki, Finlandia

Fuente: https://educacion.ladiaria.com.uy/articulo/2018/9/finlandia-busca-mejorar-su-educacion-a-la-interna-mientras-la-exporta-al-resto-del-mundo/

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Alemania: «Se ha retrasado una mayor inversión en la formación de docentes»

Europa/Alemania/PrensaIE

La Gewerkschaft Erziehung und Wissenschaft y la Verband Bildung und Erziehung han llamado la atención sobre el «abandono» de larga data de la formación docente en curso en la discusión alemana sobre la calidad de la educación.

En un comunicado conjunto publicado el 10 de septiembre, la Gewerkschaft Erziehung und Wissenschaft (GEW) y la Verband Bildung und Erziehung (VBE) exigen una mayor inversión en la formación docente, de modo que pueda ampliarse y mejorarse cuantitativa y cualitativamente. Además, la Conferencia Nacional de Ministros de Educación (KMK) y los Länder (regiones) deberían dar más importancia al desarrollo profesional docente .

VBE: gran carga de trabajo para los docentes sin compensar con apoyo de políticas y capacitación

«La integración, la inclusión y la digitalización suponen una gran carga para los docentes, una carga con la que solo pueden lidiar si pueden tener una preparación de calidad. El compromiso del maestro y la motivación por sí solos no son suficientes «, advirtió Udo Beckmann, presidente federal de VBE.

Agregando que se requiere voluntad política para que los maestros finalmente obtengan suficiente apoyo, él insistió en que «no puede ser que las expectativas sean más altas y más altas para los profesores mientras se les niega el apoyo de capacitación necesario».

La Asociación Alemana para la Promoción de la Formación del Profesorado (DVLfB), en una evaluación exhaustiva, ha descubierto que la formación profesional de docentes está enormemente desfinanciada.

GEW: el acceso a la formación en el servicio docente debe proporcionarse y planearse cuidadosamente

Las inversiones en esta área han disminuido significativamente en los últimos años. «Para mejorar la calidad de la educación, no solo se considera la nueva generación de estudiantes docentes y la capacitación inicial, mientras se descuida al personal docente que ya trabaja en las escuelas», enfatizó Ilka Hoffmann, miembro de la junta de GEW, responsable de la política escolar.

«Hay muy poco apoyo a través de la capacitación específica en el servicio», señaló, destacando que se necesita un número fijo de días para la capacitación en el servicio.

De acuerdo con la evaluación DVLfB, la formación profesional permanente de los docentes está poco adaptada a los desafíos que las escuelas enfrentan actualmente. Hay una falta de disponibilidad, formatos de capacitación sostenibles, estructuras y personal.

Beckmann dejó en claro que la planificación de la capacitación profesional también debe cambiar: «Cuando una escuela tiene el 100 por ciento de sus maestros comprometidos con el aula, las sesiones de capacitación deben planificarse cuidadosamente. Para asegurar que todos los maestros puedan seguir la capacitación de los maestros, se deben hacer las modificaciones apropiadas a los horarios y horarios para permitir la participación «.

Recomendaciones para una mejor formación docente

VBE y GEW apoyan las acciones recomendadas por DVLfB, llamando a la conferencia nacional (KMK) y a los ministerios de educación a:

• Lograr la transparencia y permitir la comparación de los programas de capacitación docente a través de informes periódicos de acuerdo con criterios bien definidos;

• Participar en la cooperación interregional, por ejemplo, para desarrollar formatos sostenibles y procedimientos de evaluación significativos;

• Registre sistemáticamente las necesidades de capacitación mediante preguntas dirigidas al personal docente y el uso de datos existentes, como los planes de capacitación escolar o los resultados de las inspecciones escolares;

• Adoptar medidas para el desarrollo de la calidad; y

• Detener las reducciones de recursos; alinear los recursos con el desarrollo del gasto para el sistema escolar estatal.

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