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La UNESCO difundirá marco de competencias y estándares TIC para la formación docente en alianza con la Pontificia Universidad Javeriana de Cali

Colombia / unesco.org / 14 de Septiembre de 2016

Un acuerdo de colaboración entre la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO Santiago) y la Pontificia Universidad Javeriana de Cali (Colombia) promoverá a nivel regional el “Marco de Competencias y Estándares TIC desde la Dimensión Pedagógica” desarrollado por dicha casa de estudios superiores.

Trascender el uso de las TIC y centrarse en la práctica docente para enseñar en una sociedad de la información y el conocimiento es el propósito de la propuesta de formación basada en competencias y estándares TIC desde la dimensión pedagógica que presentó la Pontificia Universidad Javeriana de Cali con el apoyo de la UNESCO el 8 de septiembre de 2016 en Cali, Colombia.

La ceremonia de lanzamiento de la publicación contempló la firma de un acuerdo de colaboración entre la universidad y la UNESCO con el fin de promover este marco en el continente y realizar asistencia técnica a nivel nacional, subregional y regional. El evento fue encabezado por el rector de la seccional en Cali de la Pontificia Universidad Javeriana, Luis Felipe Gómez Restrepo S.J. y el director de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO Santiago)

La publicación pretende ser un referente de formación para mejorar la calidad educativa en cualquier nivel de formación, desde un abordaje de niveles de apropiación de las TIC y sus usos educativos centrados en las competencias para el diseño, la implementación y la evaluación de prácticas educativas apoyadas en TIC. Esta propuesta de estándar diferencia particularmente estos tres procesos, pues entiende que el uso óptimo de las TIC implica no solo conocerlas, sino utilizarlas y evaluar en qué medida favorece el aprendizaje de los estudiantes.

Una de las innovaciones que se logra con este estándar es que la tecnología esté al servicio de la pedagogía, revirtiendo la lógica usada actualmente. El marco, además, constituye un referente para la formación de docentes ante los vacíos sobre la incorporación pertinente de las TIC a los procesos educativos.

Este estándar es una base orientadora para cualquier docente e institución educativa frente a la apropiación de las TIC en sus prácticas y estrategias educativas. Con su uso se podrán evaluar sus prácticas y/o estrategias educativas con uso de TIC, respecto a los objetivos educativos previstos y, a partir de este proceso de identificación y reconocimiento, continuar con un proceso de formación, acompañamiento y evaluación basado en su nivel de apropiación TIC, lo que permitirá desarrollar competencias TIC desde la dimensión pedagógica.

Jorge Sequeira, director de la OREALC/UNESCO Santiago señaló en la ceremonia que “Hoy nuestra región, gracias a la Pontificia Universidad Javeriana, ya dio un primer gran paso en dicha tarea. Este material estamos seguros que es y será una referencia para todo el continente y agradecemos la confianza de poder colaborar con ustedes en dicha magna tarea”.

A su vez, el rector Luis Felipe Gómez Restrepo S.J. recalcó que el documento presentado “parte de la idea que las TIC son una herramienta para la construcción de conocimiento y que como herramienta debe estar al servicio de los aprendizajes significativos de los profesores y de los estudiantes y por tanto debe estar alineada con objetivos educativos específicos, explícitos, continuados y estructurados, minimizando un poco su rol de entretenimiento y esparcimiento social que en ocasiones distrae de las orientaciones de la educación”.

En el acuerdo de colaboración la UNESCO reconoce que “La Pontificia Universidad Javeriana de Cali y su Oficina para el Fomento del Uso de las TIC – Javevirtual, ha producido una valiosa herramienta de formación den competencias TIC. La UNESCO ha realizado una valoración del documento y reconoce en el trabajo una alta calidad técnica y alineamiento con los planteamientos de la UNESCO en este campo”.

El estándar fue liderado por el grupo de investigación Desarrollo cognitivo, aprendizaje y enseñanza del Departamento de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Javeriana, integrado por Tatiana Valencia, Andrea Serna, Solanlly Ochoa, Adriana Caicedo, Jairo Montes y José David Chávez.

Fuente:http://www.unesco.org/new/es/media-services/single-view/news/la_unesco_difundira_marco_de_competencias_y_estandares_tic/#.V9iHcjWfiRR

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Las pruebas estandarizadas, otro mito del proceso de la reforma educativa.

Por: Dario Balvidares.

Hace muchos años que venimos analizando las políticas que se van implementando con la llamada reforma educativa, y hemos visto, dicho y caracterizado el sesgo privatizador del proceso, por lo menos en dos sentidos. Uno, el negocio con la educación que realizan las corporaciones empresariales, vía fundaciones. Dos, el control de las políticas educativas a través de ong,s y universidades privadas que responden al mandato corporativo y, por supuesto, participan de las ganancias del proceso de reforma.

Hemos señalado el debilitamiento, cada vez más intenso en lo que respecta al universo público de la educación, producto de las “recomendaciones” realizadas por los organismos internacionales y sus informes producidos por sus teóricos y técnicos desde hace más de 25 años.

De hecho el proceso de reforma es la reforma. Infinitas “capacitaciones” a docentes, a directivos, pruebas estandarizadas, ya aplicadas a docentes en México y Chile para medir el desempeño y precarizar aún más su trabajo o sacarlo del sistema. Los salarios docentes atados a incentivos que tienen que ver con las capacitaciones y, por supuesto, la productividad, a estándares de calidad jamás explicados y mucho menos argumentados.

Un breve paseo por la desertificación discursiva que aparece en algunos textos en la página del Ministerio de Educación de Chile da cuenta de los estatutos de presión que recae sobre los docentes desde el Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (CPEIP)

“El objetivo del Sistema de Desarrollo Profesional Docente es reconocer que la docencia es una profesión y un ejercicio complejo, y por lo tanto requiere de apoyos situados y pertinentes a cada realidad. Para esto crea dos derechos: a la inducción en los primeros años de ejercicio y a la formación continua a lo largo de toda la vida profesional, de manera situada en la escuela”, destacó el director del CPEIP, profesor Jaime Veas. (…) El director del CPEIP destacó todo el trabajo que se está realizando en este ámbito, que también contempla la elaboración de estándares disciplinarios y pedagógicos para la Formación Inicial Docente (FID), los cuales se vincularán con las evaluaciones diagnósticas y a su vez con el Marco para la Buena Enseñanza (MBE), el cual se encuentra en proceso de actualización. Ambos instrumentos deberán estar aprobados por el Consejo Nacional de Educación (CNED) en un plazo de dos años.

“La Ley 20.903 aborda múltiples dimensiones, desde la formación inicial docente en adelante” señaló el profesor Veas, quien destacó que cada seis años la implementación de este sistema debe ser evaluada por un organismo internacional; “esta ley tiene alojada en su interior la lógica de la mejora continua”, indicó.

“En promedio, remuneraciones aumentarán en 30% para las educadoras y profesores que ingresen al Sistema de Desarrollo Profesional, pudiendo incluso llegar a duplicar sueldos actuales de acuerdo al tramo de desarrollo alcanzado.

“Además de apoyo formativo preferencial, se crea una asignación que permitirá aumentar hasta en cerca de $300 mil las remuneraciones de los profesores que hayan alcanzado los más altos niveles de desarrollo dentro de la carrera y que trabajen en establecimientos de alta concentración de alumnos prioritarios.”1

Esta lógica de premios y castigos que desde los inicios de la reforma funciona como herramienta de presión en múltiples sentidos afectando directamente la subjetividad, se perfecciona tras la máscara de la profesionalización. El ejemplo de Chile y la promoción de su sistema de profesionalización muestra como “derechos” lo que en realidad son obligaciones, esta es una práctica discursiva muy generalizada en los documentos de la reforma: la carnavalización, el disfraz. Presentar una obligación como si fuera un derecho.

Por supuesto que esos “derechos” luego serán medidos por “estándares disciplinarios y pedagógicos”, “evaluaciones diagnósticas” y el monitoreo al funcionamiento: “la evaluación del sistema a cargo de un organismo internacional”. Aunque ya sabemos que si el monitoreo internacional es negativo, también los resultados recaerán sobre los docentes.

Los últimos dos textos privilegian los “incentivos” y como no puede ser de otra manera el ranking.

El proceso de reforma educativa no es más, ni es menos, que la expresión de una reforma económica que instala a la educación como mercancía dentro del mercado global; esta mercancía está valuada en miles de millones de dólares como ya lo hemos descripto y analizado en otros trabajos.

El eslogan constante de la “crisis educativa”, repetido hasta el hartazgo, nos lleva a pensar, en una primera aproximación, que los que impulsan el proceso de reforma, por lo menos desde la firma del documento de Jomtien, Tailandia, “Educación para Todos”, han fracasado en su intento de hacer una educación de “calidad”, sin embargo, contrariamente, insisten en seguir aplicando las mismas herramientas y las mismas recetas, que utilizando su propios calificativos, devienen obsoletas.

Tal vez hemos llegado al momento en que las estrategias, las herramientas y las “recomendaciones” del proceso de reforma educativa de fracaso en fracaso, para lograr sus objetivos, hayan devenido obsoletos.

Tal vez hayan sido obsoletos desde su propio nacimiento, tal vez sea porque no se trataba de una transformación en la educación, que probablemente necesitaba de adecuaciones, pero pedagógicas, didácticas, de contenidos; pero bajo la máscara de las sustituciones en los diseños curriculares, los contenidos se diluyeron. La celebrada educación por competencias sustituyó la educación en saberes (que, seguramente, deberían ser revisados).

No se recurrió a la potencia de los maestros y profesores, no. Muy por el contrario se los destrató, se los calificó de poco “motivados” y poco “capacitados”, se les puso el estigma de ser los responsables de la “crisis” y de los “malos” resultados del “avance” del proceso de reforma. También, hoy continúa ese discurso agresivo de la “resistencia al cambio”.

Los estudiantes, críticos del proceso reformista, se manifestaron en muchas oportunidades y lo siguen haciendo, enfrentando desde los dispositivos represivos (Chile), hasta las desapariciones de Ayotzinapa, así como los docentes asesinados, víctimas de la represión estatal (México).

Todo en un solo ademán de la mirada economicista de la educación.

Al principio de este artículo, hablamos del sesgo privatizador del proceso de reforma en dos sentidos que se complementan: negocio y control.

Brevemente, todo discurso sobre educación hace foco en la cuestión de la calidad, curiosamente, nunca se conceptualizó calidad: ¿qué es la calidad en educación para los reformadores?

Entonces, la calidad es algo medible por las pruebas estandarizadas, los resultados que supuestamente permitirían monitorear y producir políticas. Y qué políticas fueron las que darían más “calidad” al sistema: 180 (o más) días de clase; promocionar más la jornada extendida para que los estudiantes estén más tiempo en la escuela (y la entrada sesgada de fundaciones y ong’s en las escuelas gracias a la extensión); monitoreo sobre la gestión de los equipos directivos, capacitación permanente y descentralización pero con centralización de las pruebas estandarizadas, nacionales e internacionales.

Para este proceso de reforma la calidad de la educación es el resultado de las pruebas (por supuesto que, además, es un negocio millonario). Pero ese modelo sigue desde hace años mostrando decadencia o, en el mejor de los casos estancamiento tanto para los países de la región como para los Estados Unidos.

Simplemente y como anécdota, Finlandia ha sido puesto como faro por sus resultados en las pruebas internacionales PISA, lo curioso es que después de haber sido el primero en 2000, 2003, 2006, los países asiáticos hoy lideran el ranking del Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos (PISA). Esta prueba establecida por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) es uno de los instrumentos centrales del proceso de reforma educativa.

En sintonía, también existe la rankeadora de universidades, la corporación QS que según sus propias mediciones establece cuáles son las universidades a nivel mundial de mayor calidad, sin distinción entre públicas y privadas, por supuesto que en los primeros puestos aparecen las de Estados Unidos y se alternan con algunas del Reino Unido (también depende de lo que pagan por este servicio).

Hablando de ranking, para Estados Unidos los resultados de las pruebas PISA 2012 fueron Matemáticas, puesto 36; Ciencias, 28 y Habilidad Lectora, 24. Aquí vale una pregunta: ¿Es creíble que sus universidades sean las de mayor calidad en el mundo? ¿O hubo fallas en las mediciones? ¿O todavía no sabemos que es calidad? ¿O algunos de los rankings mienten?

Es necesario hacer una cita de autoridad, en este punto, sobre las evaluaciones estandarizadas. Robert Glaser, sicólogo estadunidense, uno de los creadores de las pruebas estandarizadas, afirmó que “éstas no miden lo que los alumnos saben, sino la capacidad de recordar procedimientos, o reconocer un resultado cuando se les presentan opciones múltiples”2. No hay demasiado para agregar. Sólo resaltar lo que dijo uno de sus creadores: “estas (las pruebas estandarizadas) no miden lo que los alumnos saben”

Sin embargo, continúan siendo los vectores de la reforma, pero lo que hay que señalar ahora es que estamos frente a políticas que tienen que ver con la reforma de gestión pero difícilmente con la educación.

Políticas que no se cuestionan el sistema, sino que son instrumentos de presión sobre el último eslabón del sistema, la escuela.

Políticas de gestión y medición que ya deberían haberse desechado por ineficaces para la educación. Sólo eficientes para los intereses de los reformadores: políticos, funcionarios y sindicalistas que desde los comienzos del proceso de reforma le entregaron la educación a los economistas instrumentales del mercado, que intentan convertir la educación en una disciplina del pragmatismo al servicio de la corporación empresarial para optimizar ganancias y aumentarlas aún más con la educación como mercancía.

Así que para finalizar, podemos arriesgar, sin temor a equivocarnos que el Operativo Aprender 16 es otro instrumento fallido para la educación, más allá de los resultados que arroje, sólo será otro instrumento más de presión para los fines reformistas, pero no para educación.

Para pensar la educación están, la filosofía, la pedagogía, la psicología y la sociología, apoyándose en la historia y en la antropología; por fuera de los enfoques instrumentales y de las evaluaciones estandarizadas. Pensar la educación desde el enfoque economicista-corporativo es, de alguna manera, incluirla entre las políticas extractivas, una especie de monsantización, de monocultivo desertificante. El monoaprendizaje que incluye los resultados, como el paquete de semillas transgénicas que incluye el letal químico que desertifica e impermeabiliza la tierra, le extrae la actualización de sus nutrientes con su producción sistémica; será la instrucción del futuro, pero no la educación que necesitamos para transformar el mundo.

Los tiempos del pensamiento no son los tiempos de la transacción, los tiempos de la pedagogía no son los tiempos de la estandarización evaluatoria.

Habrá colecciones de “instruidos” que estarán en estado de capacitación permanente para seguir siendo utilizados como recurso humano de un mundo que no diseñaron, y mucho menos pensaron. Como en las pruebas estandarizadas, más específicamente en el Operativo Aprender 16, donde los docentes son “aplicadores” y los directivos, “verificadores” de un instrumento que ni pensaron, ni diseñaron y lo peor, que además es tan secreto como el contrato entre YPF y la transnacional Chevron.

El extractivismo educativo llegó de la mano de la reforma. Muchos pensamos que otro mundo mejor no sólo es posible, sino necesario, pero para ello necesitamos de la educación en sentido social, no instrucción instrumental.

En Argentina a mediados del siglo XIX se había instalado la polémica que proponía la instrucción para las clases más humildes y la educación para las élites adineradas, modelo conceptual que sobrevive en la estructura educativa, y que es preciso superar porque en el pensamiento de la reforma está su profundización.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=216473

Imagen: http://archivo.estepais.com/site/wp-content/uploads/2013/09/fernandez-a-269.jpg

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Universidad Vietnam-Japón comienza sus primeros cursos de formación

Asia / Japón / Vietnam / 11 de septiembre de 2016 /

Hanoi, 11 sep (VNA) La Universidad Vietnam-Japón, dependencia de la Universidad Nacional de Hanoi (VNU-Hanoi) comenzó el viernes el año académico 2016-2017, así como sus primeros curso de formación.

Al intervenir en la ceremonia, el ministro de Educación y Formación vietnamita, Phung Xuan Nha, destacó que la universidad es la combinación entre la educación japonesa – una de las principales enseñanzas del mundo, y el VNU – centro líder en la formación de Vietnam.

Elogió las contribuciones de los profesores y científicos vietnamitas y japoneses a la elaboración de los programas de formación.

Según Nguyen Kim Son, director de VNU-Hanoi, el Primer Ministro firmó la decisión de establecer la Universidad de Vietnam-Japón el 21 de julio de 2014, parte de los esfuerzos para hacer realidad la política de los dos gobiernos de impulsar la cooperación bilateral en educación.

La universidad tiene miembros tanto vietnamitas como japoneses en su cuadro de dirección y enseñanza. En el primer año de operación, la universidad ofrece seis cursos de formación de maestros con 72 estudiantes, añadió.

Motoo Furuta, rector de la universidad, reiteró que la universidad tiene como objetivo crear un nuevo modelo de formación en Vietnam, que adopta nuevos puntos de vista sobre la educación terciaria, combina la formación con la investigación y establece vínculos con las empresas.

Informó que al menos la mitad de los 72 estudiantes de post grado tendrá la oportunidad de hacer prácticas de tres meses en las universidades, instituciones de investigación y empresas en Japón, mientras que los restantes podrán trabajar como pasantes en empresas y organizaciones vietnamitas.

La universidad establece el objetivo de que un tercio de los estudiantes graduados pasará a los programas de máster en el extranjero, mientras que los otros dos tercios van a encontrar puestos de trabajo en las empresas japonesas, oficinas gubernamentales y organizaciones internacionales, remarcó.-VNA

Fuente: http://es.vietnamplus.vn/universidad-vietnamjapon-comienza-sus-primeros-cursos-de-formacion/65833.vnp

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Entrevista: Es imposible enseñar a un niño la correcta gestión del tiempo si su propio colegio no la aplica

Entrevista a José Luis Casero Gimón
Presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles y de ARHOE

¿En qué consiste la racionalización de los horarios españoles? ¿Cuál es el principal problema que tenemos?

Es un tema transversal que incumbe a todos los ciudadanos y a sus representantes, fuerzas sociales y Administraciones. No nos referimos exclusivamente a equipararnos con los países de Europa en materia horaria. Hablamos también de lograr un entorno que permita mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. De mejorar las condiciones de trabajo optando por la flexibilidad horaria y de desterrar la cultura del presentismo en el ámbito laboral para lograr mayor eficiencia, productividad e implicación de los trabajadores y así conseguir una auténtica conciliación de la vida personal, familiar y laboral.

Tal vez el principal problema, entre otros muchos, sería que en nuestro país no se respeta un lema que entendemos está en la base de nuestra peculiaridad horaria: ocho horas para trabajar, ocho horas de descanso y ocho horas para el ocio, la familia, etc. El día tiene 24 horas que dan para mucho si se sabe gestionar el tiempo, una asignatura por desgracia aún pendiente en nuestro país.

¿Qué acciones están llevando a cabo desde la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles?

Resulta difícil detallarlas todas pero el arco abarca desde labores de concienciación ante la opinión pública hasta la colaboración para el logro de iniciativas parlamentarias referidas a la racionalización. En los sucesivos Congresos Nacionales que llevamos haciendo desde hace diez años, contando con el aval y colaboración de numerosas empresas, fuerzas sociales y entidades oficiales, se han llevado a cabo estudios muy serios sobre la problemática horaria en España. Campañas para retomar el huso horario que nos corresponde, para la racionalización de los horarios de las televisiones, publicaciones, ciclos sobre horarios racionales, concursos escolares, y un largo etcétera son otras de nuestras actividades.

La Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios en España, que ha comparado los horarios escolares en diversos países de la UE y concluye que España e Italia son los únicos países de la Unión Europea en los que los niños realizan jornada partida. ¿De qué forma perjudica a los estudiantes?

Entendemos que con la jornada partida el niño puede disponer de menos tiempo para sus deberes escolares y, no menos importante, para sus actividades lúdicas. Teniendo en cuenta que los padres, por desgracia, muy frecuentes sufren jornadas laborales maratonianas, el caso se complica aún más.

¿Qué pros y contras tiene la jornada continua en los centros educativos?

Esta cuestión no tiene respuesta fácil, máxime cuando en el ámbito educativo y entre los propios padres existen posturas encontradas. Parece evidente que con este tipo de jornada los niños dispondrían de mayor tiempo para sus trabajos en casa y para actividades extraescolares, pero por el contrario puede abocar en el fenómeno de «los niños de la llave», es decir, niños solos en casa sin control por parte de sus padres. Que en otros países exista este tipo de jornada es un hecho que está en relación directa con los horarios laborales de sus padres que al disponer en general de horarios más racionales (fin del trabajo a las 17 o 18 horas, medidas de flexibilidad horaria, etc.) pueden dedicar más tiempo a sus hijos.

¿Cómo se vincula la racionalización de los horarios escolares con la eficiencia académica?

No existen diferencias entre la racionalización de horarios escolares y los laborales ya que en ambos casos hablamos de gestionar el tiempo de forma lo más correcta posible. Por más tiempo que se esté sentado en una silla ante la mesa de trabajo o de estudio no se garantiza una mayor eficiencia ni productividad. La cuestión estriba en organizar el trabajo de acuerdo a unas estrictas pautas temporales teniendo en cuenta los objetivos a lograr; y esto es aplicable en ambos ámbitos, el laboral y el escolar.

¿Es necesario racionalizar los horarios escolares para evitar que el alumnado tenga «horas muertas»?

Parece evidente que sí. Desde ARHOE abogamos, en el ámbito laboral, por suprimir las largas comidas ajustándolas a un tiempo «racional» o por abreviar las largas reuniones de trabajo que en la mayoría de los casos exceden en mucho el tiempo necesario. En base a estos ejemplos, en el mundo educativo no tiene por qué ser distinto; es imposible enseñar a un niño la correcta gestión del tiempo si su propio colegio no la aplica.

Algunas familias se muestran disconformes con la jornada continua en los centros escolares. ¿De qué forma se puede compaginar con los horarios laborales de los padres y madres?

Puede que éste sea el gran dilema. Lograr una coordinación entre los horarios escolares, laborales, y comerciales es una de nuestras reivindicaciones. No es posible conseguir ese objetivo si los padres salen de trabajar a las 20 horas, agotados e incapaces de dedicar a sus hijos el tiempo que merecen. En ese caso poco importará si la jornada es continua o partida, sólo será una fuente de frustración para padres e hijos.

Además de la flexibilización horaria, otra de nuestras reivindicaciones es que la jornada intensiva, que muchas empresas aplican en los meses de verano sin menoscabo de la productividad, se amplíe a todo el año.

Resumiendo, hablar de la jornada escolar a espaldas de la jornada laboral de los padres es complicado si no se adoptan medidas de racionalización de los horarios laborales de nuestro país.

Fuente: http://www.educaweb.com/noticia/2015/11/25/entrevista-jose-luis-casero-gimon-presidente-arhoe-9133/
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Presidente chino resalta papel de educadores en su Día

Asia/China/10 Septiembre 2016/Fuente:Prensa Latina

El presidente de China, Xi Jinping, trasmitió su aprecio a los educadores por su diligencia y compromiso, en ocasión de celebrarse hoy el XXXII Día del Maestro en este país.

Dada la ocasión, que cada año tiene lugar el 10 de septiembre, el mandatario visitó su vieja escuela, el colegio Bayi de Beijing, en el distrito Haidian, donde dialogó con estudiantes y profesores y destacó los avances y cambios positivos que experimenta el sistema de enseñanza en la actualidad.

La educación determina nuestras vidas en el presente y en nuestro futuro, es por esa razón que la reforma educativa tendrá un papel fundamental y orientador en la historia de desarrollo más amplia de China, reflexionó.

Durante su visita, Xi recorrió la biblioteca y observó exhibiciones sobre la historia de la escuela- con un gran enfoque en las ciencias para impulsar la creatividad y la imaginación- y la educación en la defensa.

Al recorrer el área deportiva, el presidente, como ávido simpatizante del fútbol en la educación, alentó a los estudiantes a que aspiren a ser futbolistas excelentes.

Por otra parte, aseveró que la educación debe seguir siendo mejorada debido a la importancia del conocimiento y el talento, que no pueden ser subestimados.

La enseñanza de ideología, ética y los valores centrales socialistas deben ser reforzados para que los estudiantes dejen el sistema educativo como miembros de la sociedad confiados, dignificados e independientes, manifestó.

Asimismo enfatizó que los beneficios del desarrollo en la educación deben estar disponibles para todos los chinos y en ese sentido prometió un mayor apoyo en todo el sistema educativo, desde las guarderías infantiles hasta la preparatoria para el nivel superior.

Acotó Xi, que la distribución de recursos debe ser optimizada para que no exista diferencia en la calidad de la educación entre las escuelas de las ciudades y de las áreas rurales.

Sobre ese asunto remarcó que el financiamiento en las bases revolucionarias, las áreas étnicas, remotas y empobrecidas necesita ser incrementado y la educación debe ser parte de la campaña de alivio de pobreza actual.

Debemos evitar que la pobreza sea transmitida a las generaciones futuras. Cada niño debe tener confianza en sí mismo y en su futuro, dijo Xi.

El jefe de Gobierno pidió a los maestros inculcar en sus estudiantes el amor por la patria, el pueblo y el Partido Comunista de China.

Al mismo tiempo urgió a los comités del Partido y los gobiernos de todos los niveles crear las condiciones adecuadas para que los maestros estén satisfechos y mantengan su entusiasmo en la labor de enseñar, de modo que la educación sea una prioridad.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=25187&SEO=presidente-chino-resalta-papel-de-educadores-en-su-dia
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Operativo Aprender 16: las pruebas estandarizadas, otro mito del proceso de la reforma educativa

Por Darío Balvidares

Hace muchos años que venimos analizando las políticas que se van implementando con la llamada reforma educativa, y hemos visto, dicho y caracterizado el sesgo privatizador del proceso, por lo menos en dos sentidos. Uno, el negocio con la educación que realizan las corporaciones empresariales, vía fundaciones. Dos, el control de las políticas educativas a través de ong,s y universidades privadas que responden al mandato corporativo y, por supuesto, participan de las ganancias del proceso de reforma.

Hemos señalado el debilitamiento, cada vez más intenso en lo que respecta al universo público de la educación, producto de las “recomendaciones” realizadas por los organismos internacionales y sus informes producidos por sus teóricos y técnicos desde hace más de 25 años.

De hecho el proceso de reforma es la reforma. Infinitas “capacitaciones” a docentes, a directivos, pruebas estandarizadas, ya aplicadas a docentes en México y Chile para medir el desempeño y precarizar aún más su trabajo o sacarlo del sistema. Los salarios docentes atados a incentivos que tienen que ver con las capacitaciones y, por supuesto, la productividad, a estándares de calidad jamás explicados y mucho menos argumentados.

Un breve paseo por la desertificación discursiva que aparece en algunos textos en la página del Ministerio de Educación de Chile da cuenta de los estatutos de presión que recae sobre los docentes desde el Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (CPEIP)

El objetivo del Sistema de Desarrollo Profesional Docente es reconocer que la docencia es una profesión y un ejercicio complejo, y por lo tanto requiere de apoyos situados y pertinentes a cada realidad. Para esto crea dos derechos: a la inducción en los primeros años de ejercicio y a la formación continua a lo largo de toda la vida profesional, de manera situada en la escuela”, destacó el director del CPEIP, profesor Jaime Veas. (…) El director del CPEIP destacó todo el trabajo que se está realizando en este ámbito, que también contempla la elaboración de estándares disciplinarios y pedagógicos para la Formación Inicial Docente (FID), los cuales se vincularán con las evaluaciones diagnósticas y a su vez con el Marco para la Buena Enseñanza (MBE), el cual se encuentra en proceso de actualización. Ambos instrumentos deberán estar aprobados por el Consejo Nacional de Educación (CNED) en un plazo de dos años.

La Ley 20.903 aborda múltiples dimensiones, desde la formación inicial docente en adelante” señaló el profesor Veas, quien destacó que cada seis años la implementación de este sistema debe ser evaluada por un organismo internacional; “esta ley tiene alojada en su interior la lógica de la mejora continua”, indicó.

En promedio, remuneraciones aumentarán en 30% para las educadoras y profesores que ingresen al Sistema de Desarrollo Profesional, pudiendo incluso llegar a duplicar sueldos actuales de acuerdo al tramo de desarrollo alcanzado.

Además de apoyo formativo preferencial, se crea una asignación que permitirá aumentar hasta en cerca de $300 mil las remuneraciones de los profesores que hayan alcanzado los más altos niveles de desarrollo dentro de la carrera y que trabajen en establecimientos de alta concentración de alumnos prioritarios.”1

Esta lógica de premios y castigos que desde los inicios de la reforma funciona como herramienta de presión en múltiples sentidos afectando directamente la subjetividad, se perfecciona tras la máscara de la profesionalización. El ejemplo de Chile y la promoción de su sistema de profesionalización muestra como “derechos” lo que en realidad son obligaciones, esta es una práctica discursiva muy generalizada en los documentos de la reforma: la carnavalización, el disfraz. Presentar una obligación como si fuera un derecho.

Por supuesto que esos “derechos” luego serán medidos por “estándares disciplinarios y pedagógicos”, “evaluaciones diagnósticas” y el monitoreo al funcionamiento: “la evaluación del sistema a cargo de un organismo internacional”. Aunque ya sabemos que si el monitoreo internacional es negativo, también los resultados recaerán sobre los docentes.

Los últimos dos textos privilegian los “incentivos” y como no puede ser de otra manera el ranking.

El proceso de reforma educativa no es más, ni es menos, que la expresión de una reforma económica que instala a la educación como mercancía dentro del mercado global; esta mercancía está valuada en miles de millones de dólares como ya lo hemos descripto y analizado en otros trabajos.

El eslogan constante de la “crisis educativa”, repetido hasta el hartazgo, nos lleva a pensar, en una primera aproximación, que los que impulsan el proceso de reforma, por lo menos desde la firma del documento de Jomtien, Tailandia, “Educación para Todos”, han fracasado en su intento de hacer una educación de “calidad”, sin embargo, contrariamente, insisten en seguir aplicando las mismas herramientas y las mismas recetas, que utilizando su propios calificativos, devienen obsoletas.

Tal vez hemos llegado al momento en que las estrategias, las herramientas y las “recomendaciones” del proceso de reforma educativa de fracaso en fracaso, para lograr sus objetivos, hayan devenido obsoletos.

Tal vez hayan sido obsoletos desde su propio nacimiento, tal vez sea porque no se trataba de una transformación en la educación, que probablemente necesitaba de adecuaciones, pero pedagógicas, didácticas, de contenidos; pero bajo la máscara de las sustituciones en los diseños curriculares, los contenidos se diluyeron. La celebrada educación por competencias sustituyó la educación en saberes (que, seguramente, deberían ser revisados).

No se recurrió a la potencia de los maestros y profesores, no. Muy por el contrario se los destrató, se los calificó de poco “motivados” y poco “capacitados”, se les puso el estigma de ser los responsables de la “crisis” y de los “malos” resultados del “avance” del proceso de reforma. También, hoy continúa ese discurso agresivo de la “resistencia al cambio”.

Los estudiantes, críticos del proceso reformista, se manifestaron en muchas oportunidades y lo siguen haciendo, enfrentando desde los dispositivos represivos (Chile), hasta las desapariciones de Ayotzinapa, así como los docentes asesinados, víctimas de la represión estatal (México).

Todo en un solo ademán de la mirada economicista de la educación.

Al principio de este artículo, hablamos del sesgo privatizador del proceso de reforma en dos sentidos que se complementan: negocio y control.

Brevemente, todo discurso sobre educación hace foco en la cuestión de la calidad, curiosamente, nunca se conceptualizó calidad: ¿qué es la calidad en educación para los reformadores?

Entonces, la calidad es algo medible por las pruebas estandarizadas, los resultados que supuestamente permitirían monitorear y producir políticas. Y qué políticas fueron las que darían más “calidad” al sistema: 180 (o más) días de clase; promocionar más la jornada extendida para que los estudiantes estén más tiempo en la escuela (y la entrada sesgada de fundaciones y ong’s en las escuelas gracias a la extensión); monitoreo sobre la gestión de los equipos directivos, capacitación permanente y descentralización pero con centralización de las pruebas estandarizadas, nacionales e internacionales.

Para este proceso de reforma la calidad de la educación es el resultado de las pruebas (por supuesto que, además, es un negocio millonario). Pero ese modelo sigue desde hace años mostrando decadencia o, en el mejor de los casos estancamiento tanto para los países de la región como para los Estados Unidos.

Simplemente y como anécdota, Finlandia ha sido puesto como faro por sus resultados en las pruebas internacionales PISA, lo curioso es que después de haber sido el primero en 2000, 2003, 2006, los países asiáticos hoy lideran el ranking del Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos (PISA). Esta prueba establecida por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)  es uno de los instrumentos centrales del proceso de reforma educativa.

En sintonía, también existe la rankeadora de universidades, la corporación QS que según sus propias mediciones establece cuáles son las universidades a nivel mundial de mayor calidad, sin distinción entre públicas y privadas, por supuesto que en los primeros puestos aparecen las de Estados Unidos y se alternan con algunas del Reino Unido (también depende de lo que pagan por este servicio).

Hablando de ranking, para Estados Unidos los resultados de las pruebas PISA 2012 fueron Matemáticas, puesto 36; Ciencias, 28 y Habilidad Lectora, 24. Aquí vale una pregunta: ¿Es creíble que sus universidades sean las de mayor calidad en el mundo? ¿O hubo fallas en las mediciones? ¿O todavía no sabemos que es calidad? ¿O algunos de los rankings mienten?

Es necesario hacer una cita de autoridad, en este punto, sobre las evaluaciones estandarizadas. Robert Glaser, sicólogo estadunidense, uno de los creadores de las pruebas estandarizadas, afirmó que “éstas no miden lo que los alumnos saben, sino la capacidad de recordar procedimientos, o reconocer un resultado cuando se les presentan opciones múltiples2. No hay demasiado para agregar. Sólo resaltar lo que dijo uno de sus creadores: “estas (las pruebas estandarizadas) no miden lo que los alumnos saben

Sin embargo, continúan siendo los vectores de la reforma, pero lo que hay que señalar ahora es que estamos frente a políticas que tienen que ver con la reforma de gestión pero difícilmente con la educación.

Políticas que no se cuestionan el sistema, sino que son instrumentos de presión sobre el último eslabón del sistema, la escuela.

Políticas de gestión y medición que ya deberían haberse desechado por ineficaces para la educación. Sólo eficientes para los intereses de los reformadores: políticos, funcionarios y sindicalistas que desde los comienzos del proceso de reforma le entregaron la educación a los economistas instrumentales del mercado, que intentan convertir la educación en una disciplina del pragmatismo al servicio de la corporación empresarial para optimizar ganancias y aumentarlas aún más con la educación como mercancía.

Así que para finalizar, podemos arriesgar, sin temor a equivocarnos que el Operativo Aprender 16 es otro instrumento fallido para la educación, más allá de los resultados que arroje, sólo será otro instrumento más de presión para los fines reformistas, pero no para educación.

Para pensar la educación están, la filosofía, la pedagogía, la psicología y la sociología, apoyándose en la historia y en la antropología; por fuera de los enfoques instrumentales y de las evaluaciones estandarizadas. Pensar la educación desde el enfoque economicista-corporativo es, de alguna manera, incluirla entre las políticas extractivas, una especie de monsantización, de monocultivo desertificante. El monoaprendizaje que incluye los resultados, como el paquete de semillas transgénicas que incluye el letal químico que desertifica e impermeabiliza la tierra, le extrae la actualización de sus nutrientes con su producción sistémica; será la instrucción del futuro, pero no la educación que necesitamos para transformar el mundo.

Los tiempos del pensamiento no son los tiempos de la transacción, los tiempos de la pedagogía no son los tiempos de la estandarización evaluatoria.

Habrá colecciones de “instruidos” que estarán en estado de capacitación permanente para seguir siendo utilizados como recurso humano de un mundo que no diseñaron, y mucho menos pensaron. Como en las pruebas estandarizadas, más específicamente en el Operativo Aprender 16, donde los docentes son “aplicadores” y los directivos, “verificadores” de un instrumento que ni pensaron, ni diseñaron y lo peor, que además es tan secreto como el contrato entre YPF y la transnacional Chevron.

El extractivismo educativo llegó de la mano de la reforma. Muchos pensamos que otro mundo mejor no sólo es posible, sino necesario, pero para ello necesitamos de la educación en sentido social, no instrucción instrumental.

En Argentina a mediados del siglo XIX se había instalado la polémica que proponía la instrucción para las clases más humildes y la educación para las élites adineradas, modelo conceptual que sobrevive en la estructura educativa, y que es preciso superar porque en el pensamiento de la reforma está su profundización.

1 Los textos citados están en http://www.politicanacionaldocente.cl/

2 http://www.jornada.unam.mx/2013/03/13/opinion/026a1pol

Artículo enviado por su autor a la redaccion de OVE

Imagen toada de; http://www.dymaburn.com/upload/5/a9/5a920a8930006885.jpg

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Colombia: La educación es un tema de política mayor

América del Sur/ Colombia/Septiembre 2016/Noticias/http://www.clarin.com/

America Hablar de educación en América Latina es hablar de política mayor. Y de emergencias que vienen de constataciones evidentes, tanto dentro de la región como fuera de ella. Es en torno de este desafío donde se juegan las interacciones y confianzas futuras entre ciudadanos y poderes, tanto públicos como privados. Es también en la educación donde se pone a prueba la formación de hombres y mujeres para las demandas futuras del desarrollo.

Una educación sin calidad sólo forma ciudadanos escépticos y desmotivados. Un país donde tales ciudadanos van siendo mayoría, camina hacia déficit crecientes de cohesión social.

Hace pocos días presentamos en Buenos Aires el Informe de la Comisión para la Educación de Calidad para Todos, cuyos trabajos tuve la oportunidad de encabezar junto al ex presidente de México, Ernesto Zedillo. Es un documento sólido, donde los expertos nos demostraron cómo, debajo de buenos avances en la cobertura escolar en la mayoría de los países, existía una ausencia de calidad educacional. Una señal peligrosa y de desajuste para una región que busca su mejor inserción en el mundo del siglo XXI.

Por ejemplo, es cierto que en educación secundaria se observa una tendencia de progreso en cobertura. La tasa neta de matrícula en este nivel creció del 59% en 1999 al 73% en 2012, una mejora importante. Además, la gran mayoría de los países tiene altas tasas de transición escolar entre primaria y secundaria; es más, solo cuatro naciones tenían una tasa de transición menor que el 90% en 2010; el promedio era del 93%, según señaló la Unesco.

Pero la otra cara de esta moneda está en la repetición y en la deserción. Los que repiten cursos llegan casi al 10% de la masa estudiantil y los que terminan por desertar sobrepasan el 15%, lo que en otros términos significa que cada año 1 de cada 6 alumnos en América Latina abandona la escuela secundaria.

Y hay un dato aún más sorprendente en el informe: en 2010 solo la mitad de los jóvenes latinoamericanos de entre 20 y 24 años había completado la secundaria.

¿Cómo mejoramos calidad, especialmente en aquellas escuelas que están en los sectores más deprimidos? Aquí tenemos el gran desafío.

Hoy se registran niveles educacionales bajos y desiguales, según se desprende prácticamente de todas las pruebas nacionales e internacionales. Podríamos decir que una gran mayoría de los niños y jóvenes de nuestra región no están aprendiendo a los niveles que debieran. Y la tarea de aprender comienza ya desde el primer año de vida. Un niño a los cinco años ya trae la incidencia que en él tuvo la educación parvularia y prebásica: los estímulos del espacio educacional y del hogar hacen la diferencia.

Y esa es una constante a lo largo de todo el sistema: la sociedad, la escuela, la familia constituyen el todo donde cada niño o niña se forma y asume respuestas a sus entusiasmos y sueños. Si hay quiebres, precariedades o vacíos en cualquiera de esos ámbitos el proceso educacional se fractura. Por eso digo que el tema es profundamente político.

Uno de los ángulos para ver esta realidad es el de la inserción laboral. América Latina requiere modernizar su educación media y terciaria, sea ésta de carácter universitario o de alta formación técnica e industrial, para promover el desarrollo de las competencias que demandan los nuevos sectores del desarrollo industrial y de servicios. ¿Cuánto se está pensando y debatiendo con los alumnos en nuestras escuelas sobre los nuevos desarrollos tecnológicos y los cambios que traen consigo? ¿Cuánta importancia se está dando a las palabras creatividad e innovación como referencias para los estudios de hoy y la formación para los mundos del mañana?

Ciertos datos de carácter mundial entregados hace pocos días nos dicen que en esto de la innovación andamos mal. Se presentó recién el Informe Mundial de Innovación 2016, encabezado, en orden descendente, por Suiza, Suecia, Reino Unido, Estados Unidos y Finlandia. Los indicadores analizados para cada uno de los 128 países incluidos son la calidad de sus instituciones, el capital humano vinculado con la investigación, la infraestructura, la sofisticación del mercado y de los negocios, el conocimiento y la producción tecnológica y la producción creativa. China escaló este año a la posición 17, lo que convierte a ese país en líder entre las economías de medianos ingresos, seguido de la India. Ningún país latinoamericano está entre los primeros cuarenta.

Y en ello hay algunas explicaciones elocuentes en el estudio de educación antes citado: Argentina y Brasil tienen un ingeniero por cada 6 mil habitantes, Chile gradúa un ingeniero por 4.500. Sin embargo, China tiene 1 por cada 2 mil habitantes, con su inmensa población, y Alemania 1 por cada 2.300 alemanes. Estos guarismos son los que nos tienen que hacer meditar.

El otro tema central es el de la excelencia docente. Digámoslo derechamente, la verdadera revolución en materia de calidad, en último término, debe tener lugar en la sala de clases. Allí el rol del docente es esencial. Pero se necesitan profesores que provengan de los mejores alumnos y en ello el cambio de políticas de captación es clave en todos nuestros países. Profesores hábiles en guiar a los estudiantes en toda la red de recursos digitales: enseñarles a buscar, a relacionar, a seguir a fondo un tema. En suma, aprender a aprender.

Todo esto nos convoca a la urgencia de un pacto social para la educación de calidad. Un pacto en tres frentes: metas que sirvan de guía y orientación, liderazgo comprometido con esas metas para transformar ideas en realidades y mecanismos de participación social que garanticen la sustentabilidad de esos esfuerzos.

Se aproximan campañas electorales en varios de nuestros países: éste es un tema a colocar en la primera prioridad.

Ricardo Lagos es ex presidente de Chile

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