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Pandémie, vaccination et retour aux cours en présentiel en Amérique latine et dans les Caraïbes (En Francés)

Depuis le Centre International de Recherche Autres Voix dans l’Education et le portail des Enseignants Autres Voix dans l’Education (OVE), nous publierons chaque mois un rapport sur la situation mondiale dans le but d’accompagner, par une analyse approfondie, les processus de transformation de l’éducation mondiale.  Aujourd’hui, nous livrons le numéro 1

Ce 3 juin lorsqu’il sera 10 h au Venezuela, ses auteurs Luis Bonilla-Molina et Nelson Ortega vous expliqueront son contenu en direct. Nous vous invitons à les rejoindre via la chaîne YouTube de Otras Voces en Educación

Rapport sur la situation mondiale (résumé analytique)

Pandémie, vaccination et retour aux cours en présentiel en Amérique latine et dans les Caraïbes

31 05 2021 FRANCES CII-OVE Informe de Coyuntura Nº 1 mayo-2021 (5)

 

À propos de la recherche

Ce travail de recherche combine la collecte de données de santé et des systèmes éducatifs, croisés et actualisés de manière intelligente,  recherche-action comparée et concertation avec les acteurs concernés de la profession enseignante en Amérique Latine.

Il s’agit d’une étude synthétique de l’impact de la pandémie de COVID-19 sur les établissements d’enseignement de la région de mars 2020 à ce jour

Auteurs:

Luis Bonilla-Molina, docteur en sciences pédagogiques et titulaire d’un post doctorat en qualité de l’éducation, pédagogies critiques et éducations populaires. Fondateur du portail Autres Voix dans l’Education et directeur de la recherche au Centre International de Recherche Autres Voix dans l’Education. Prix ​​international de justice sociale décerné par le Projet Démocratique Paulo Freire de l’Université de Chapman, États-Unis. Enseignant à la retraite, professeur d’université dans plusieurs pays d’Amérique latine.

Nelson Ortega Nelson Ortega (VEN) est un Master en planification globale (VEN), étudiant à la maitrise  en politique étrangère (ESP), un ingénieur en informatique (VEN), un diplôme en innovation technologique (ESP) et une spécialisation dans les zones économiques spéciales (CHN). Il a été Vice-ministre du commerce extérieur de la République Bolivarienne du Venezuela. Chercheur à CII-OVE en affaires économiques et quatrième révolution industrielle dans l’éducation

Résumé analytique

La réalité éducative de février 2020 a été radicalement différente de ce que nous avons aujourd’hui. Non seulement le virage vers la virtualité, mais aussi les problèmes liés à une connexion internet précaire, l’accès limité aux référentiels pédagogiques numériques, l’accès inégal aux ordinateurs et aux appareils informatiques, la précarité du travail d’enseignement et l’émergence de nouvelles formes de privatisation, montrent un panorama inquiétant pour la majorité de la population d’Amérique latine et des Caraïbes.

Cette étude est une photographie pédagogique de la pandémie qui ouvre la voie à d’autres travaux d’analyse.

 

Contenu

La situation actuelle / Pays d’Amérique latine et des Caraïbes qui ont suspendu les cours en présentiel en raison de la pandémie / Certaines situations éducatives générées par la suspension des cours en présentiel / Connexion Internet dans la région et son impact sur l’exclusion / Situation de la pandémie / Le retour aux cours en présentiel / Projections de vaccination des enseignants en Amérique latine et dans les Caraïbes / Problèmes que révèlent le retour en salles de classe par des groupes alors que les faibles niveaux de vaccination persistent et que la pandémie touche le monde entier / Principales situations que les élèves rencontreront lors du retour en présentiel hybride, bimodale ou partielle / Principaux problèmes que les enseignants rencontreront / Impact sur l’économie et / ou le capitalisme des plateformes / Derniers de conclusion

Quelques conclusions

 

 Le développement inégal des outils numériques et la possession différenciée des équipements pour la connexion virtuelle, ont tendance à rompre avec le rôle égalisateur de la classe.

 

 L’apprentissage non uniforme des dynamiques technologiques semble se maintenir en post-pandémie dans une école sur laquelle on va insister pour intégrer ces processus dans la vie quotidienne de l’éducation

 

 Au moins 55,8 millions d’élèves de la région de l’enseignement secondaire n’ont pas accès à Internet

 

 11 grandes entreprises technologiques qui ont fourni des instruments pour développer la virtualité éducative pendant la pandémie ont atteint une capitalisation boursière de 3,29 milliards de dollars.

 

 Nous sommes en présence d’un discours d’innovation et de changement pédagogique qui assiège  l’école par ses bords.

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CII-OVE entrevista a Mercedes Mayol Lasalle: “En ALC la Primera Infancia tiene tres rasgos: diversa, fragmentada y muestra grandes desigualdades”

Luz Palomino y Luis Bonilla_Molina entrevistan para CIIOVE

Conocimos personalmente a Mercedes Mayol en el 2018. Los ecos de su trabajo se escuchan desde hace mucho tiempo por toda América Latina y el Caribe, como producto de su extraordinario esfuerzo en defensa del derecho a la educación en general y la educación preescolar en particular.

Es un ser humano extraordinario, diáfana y directa en su hablar, con una sonrisa y buena idea a flor de piel. Luego de conocerla asumiría la presidencia de la Organización Mundial de Educación Preescolar (OMEP) y desde allí está impulsando un trabajo innovador y comprometido con la educación pública.

Mercedes Mayol Lassalle es Maestra Normal Nacional, Licenciada en Ciencias de la Educación, por la Universidad de Buenos Aires. Ha sido maestra, fundadora y directora de Jardines Maternales estatales. En el área de gobierno, fue directora del Área de Educación Infantil de la Ciudad de Buenos Aires. Fue consultora senior del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Es Profesora de la Maestría en Educación Infantil de la Universidad de Buenos Aires y del Programa Regional de Capacitación en Planificación y Gestión de Políticas Educativas, IIPE-UNESCO Buenos Aires, Oficina para América Latina. Su campo de interés son las políticas educativas para la primera infancia en relación con los derechos humanos, así como también la organización y gestión de centros educativos para niños de 0 a 3 años. Coordina programas de capacitación y actualización docente en contextos de pobreza y es evaluadora de políticas públicas y programas sobre educación y cuidado de la primera infancia.

Miembro de la Organización Mundial para la Educación Preescolar (OMEP) desde 1999. Ha sido, durante 6 años Vicepresidenta Regional para América Latina y, como les comentamos, actualmente es la Presidenta Mundial de la OMEP, cargo que ocupa desde el 1 de enero de 2020.

Conversar con Mercedes Mayol Lasalle es una experiencia de actualización rápida sobre la historia, actualidad y perspectivas de la educación preescolar, por ello compartimos este diálogo, con los lectores y colaboradores de Otras Voces en educación

Mercedes, cuéntanos un poco tu historia de vida, ¿cómo llegaste a la educación crítica y contestataria, a la lucha por la educación inicial?

El día que yo nací mi abuelo, que era Ingeniero Agrónomo, estaba fundando una Escuela Pública secundaria para formar Técnicos Agropecuarios, que tenía internado, porque era para niños del campo. Todos vivíamos en el predio de la escuela, en medio del monte pampeano en Argentina, de manera que ya desde mis primeros años, la escuela y “el olor a tiza” fueron parte de mi vida cotidiana.

Mi abuelo (ingeniero, ecologista y darwiniano) y mi madre (joven escritora de izquierda y docente) tuvieron una gran influencia en mi formación, ya que, desde muy pequeña, me conectaron, tanto con la literatura y las artes, como con los libros de ciencias naturales y sociales. Las discusiones políticas y las tertulias culturales eran parte de nuestra vida, así como los viajes por el país más profundo.

Luego de una escuela primaria signada por las frecuentes mudanzas familiares (muchas por cuestiones políticas), hice mi secundario y me recibí de maestra normal nacional a los 17 años en la Escuela Normal de Santa Rosa, La Pampa y enseguida, en 1970, fui a Buenos Aires a estudiar Ciencias de la Educación en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.

Los años 70 del siglo XX fueron tiempos muy convulsionados. En Argentina y en la región el escenario político era cambiante y activo, las producciones y los debates en el campo de las ciencias sociales y la pedagogía fueron interesantes, desafiantes, polarizados y atravesados por el discurso próximo a las luchas populares y a los movimientos estudiantiles.

Mientras estaba en la Facultad, conseguí trabajo como maestra en educación infantil, lo que signó la elección de mi carrera futura. Los niños de mi primer grupo tenían dos años.

En 1975 me casé con un estudiante de arquitectura y militante de izquierda, como yo y a los 20 días, la “Triple A”, un grupo parapolicial que operó durante el gobierno de Isabel Perón nos fue a buscar para asesinarnos. Afortunadamente no nos encontraron, así que, en marzo de 1976 cuando se instala la dictadura cívico-militar en la Argentina, nosotros ya habíamos cambiado de casa, de trabajo y dejamos de asistir a la Universidad para evitar que nos secuestraran y nos desaparecieran.

Durante la dictadura tuve a mi hija, crecí mucho y aprendí a resistir, reflexionando, estudiando, trabajando y pensando críticamente. La conciencia de saber qué estaba pasando no era generalizada en mi país, mientras intelectuales y jóvenes desaparecían en manos de los “grupos de tareas” del ejército argentino, se jugaba el Mundial de Futbol 1978, se salía de compras con el famoso “deme dos” de los consumistas y se libraban guerras (contra Chile primero y luego por las Malvinas contra el Reino Unido y sus aliados).

Tener conciencia me daba terror, pero al mismo tiempo me permitía tener claridad y trabajar resistiendo para aportar a la construcción de un mundo mejor desde el respeto de los derechos humanos y el valor de la democracia. Ese es el horizonte que persigo todavía. Yo no me olvido, es más, cultivo la memoria constructivamente mirando hacia el futuro y hacia “los nuevos”: la primera infancia.

¿Cuáles son los elementos relevantes de la crisis del sistema educativo latinoamericano en cuanto a la educación preescolar?

Rápidamente podríamos afirmar que la educación y el cuidado de la Primera Infancia en la región muestra tres rasgos o características: es diversa, está fragmentada y muestra grandes desigualdades.

La experiencia de haber sido 6 años Vicepresidenta regional para América Latina de la OMEP me dio la posibilidad de ver bastante a fondo esta problemática. Porque sin ninguna duda, para conocer sobre la educación hay que “caminar” las escuelas, observar, conversar con los actores y actrices (niños, niñas, familias, maestras y maestros).

Retomando el rasgo de la diversidad, construir una visión lleva tiempo porque los contratos fundacionales de las instituciones y sistemas que coexisten son muchísimos; unas se formaron como primer nivel al amparo de los sistemas educativos, acunado por las míticas y discursos de la pedagogía, la psicología y la escuela, otros basados en las luchas de las mujeres trabajadoras que peleaban por “una guardería” para acoger a sus hijos, otras fruto de la movilización y la lucha popular comunitaria y la necesidad de proteger a los más pequeños en nuestras grandes crisis…

También obviamente aparece la lógica diferente del mercado, de la escuela privada, que también es diversa y se apoya tanto en las tradiciones educativas religiosas, desde las misiones o la atención a las clases más acomodadas, en la maestra que arma cooperativa e instala “el jardicinito” del barrio, a las grandes cadenas de “franchaising” de la educación infantil… esta diversidad, puede ofrecer frutos maravillosos y frutos malogrados.

Si atendemos a la fragmentación, creo que hay varios temas paradigmáticos: por ejemplo, la fragmentación en la gestión y rectoría de la educación de la primera infancia: vemos que en los años 90 del siglo XX muchos países “primarizaron” la educación de los niños de 4 y 5 años, se perdió la aceptabilidad y adaptabilidad del derecho a la educación en primera infancia, con el cercenamiento del juego, del arte y de la cultura para reemplazarlo por tristes “entrenamientos” y procesos escolarizantes, con grandes tintes evaluativos.

Al mismo tiempo, para los sectores populares se ofrece servicios centrados en los cuidados, con poco juego, poca cultura y actividades rutinarias y poco desafiantes para los pequeños. Esto se relaciona con otra seña de identidad: la fragmentación entre “el cuidado” y la “educación”, que yo considero una falacia, dado que se trata de prácticas sociales y éticas inseparables.

Asimismo, es una visión que atenta contra el derecho humano a la educación desde que el niño nace. Este es un problema muy serio que tenemos en la Región, atender en los tres primeros años de vida el niño solo a la alimentación, higiene y sueño, que no está mal, en una región tan desigual, pero que debe reinterpretarse y enriquecerse con lo más bello de la cultura de Nuestra América, con nuestros lenguajes, danzas, artes, conocimiento social y natural, con la habilitación de la ciudadanía de cada niño y cada niña a través de su participación activa de acuerdo con la potencia de su nivel de desarrollo y la su expresividad corporal, kinestésica, lúdica, antes que apoyada en el lenguaje verbal.

Otro aspecto que no quiero soslayar en el tema de la fragmentación es como juegan las ideologías y las modas dentro de la construcción pedagógica de la educación infantil. Si bien siempre ha habido influencias de determinadas áreas disciplinares, hoy en día el mercado de “gurúes” de la educación, las editoriales y los franchaisings están privatizando y empobreciendo a la pedagogía y por ende al saber de los maestros y maestras de la región.

El neopositivismo con su afán de argumentar sostenido en la (imposible) evidencia, el “neuroliberalismo” (me encanta este neologismo) o las explicaciones de los economistas sobre la tasa de retorno en la inversión hacia la primera infancia, me ponen nerviosa.

Tenemos que aprender que ninguna ciencia explica por si misma un hecho tan complejo como la educación en la primera infancia, permeada por la complejidad y la velocidad del desarrollo humano, la recreación de la cultura por parte de cada cachorro humano, la importancia de la familia, los otros niños y niñas, los vínculos con los maestros y maestras, la vivencias en comunidad….

Por eso, trato de pensar desde un paradigma de complejidad, sin “evidencias” pero con “experiencias” y relatos provisorios provenientes de múltiples miradas, campos científicos y actores…

A veces esto es angustiante, porque, claro, es más fácil agarrarse de las recetas y de la correlación lineal “causa-consecuencia”. Sin embargo, para mi es desafiante, maravilloso y atractivo y me conecta más con la maravilla que sienten los niños y niñas frente al mundo a descubrir…

Volviendo a la caracterización de la educación infantil en la Región, afirmaba que otra nota es la desigualdad. En el continente más desigual no podría ser de otra manera. Pese a los grandes esfuerzos para garantizar el acceso a la educación de la primera infancia, este está altamente signado por las desigualdades.

Los niños y niñas de 4, 5, 6 y 7 años, tienen acceso, ligado a la obligatoriedad en muchos de los países. Sin embargo, los menores de 3 años no corren con la misma suerte y el acceso suele estar correlacionado directamente con la capacidad económica de las familias para pagar una institución privada.

La gran mayoría carece de una oferta pública y gratuita. Por eso, también se acentúa la presencia y oferta de los sectores de desarrollo social de los Estados, las iniciativas comunitarias, además del sector mercantil.

Obviamente, la desigualdad también se expresa en la calidad educativa, las instalaciones, los juguetes, libros y materiales, la higiene y la alimentación que rodean a cada niño… esto da para extenderse muchísimo…

¿Consideras que la formación de los y las futuras maestras(os) se corresponde a las necesidades de la región y los desafíos pedagógicos del siglo XXI?

Dentro del terreno de las desigualdades está también la situación y formación de los maestros y maestras dedicados a la educación infantil. Cuanto más pequeño es el niño, menos requerimientos y menos formación tienen los adultos a cargo.

También mayor es la informalidad en las relaciones laborales de cada educador, al punto de que existen programas que pagan con “propinas” a los “cuidadores” institucionales de los niños y niñas.

Además de la precarización laboral, vemos una alta feminización de la fuerza laboral docente, siendo muy pocos los varones que desean trabajar en el nivel.

Respecto de la formación, se han realizado muchos esfuerzos para mejorar los niveles de formación inicial. En algunos países coexisten universidades con institutos terciarios de buena calidad, herederos de las viejas Escuelas Normales.

Los estudios se han alargado y la conversación entre práctica y teoría en muchos países se ha tratado de resolver desde el primer año, con prácticas y pasantías. Sin embargo, estoy convencida de que por más intensa que sea la formación inicial, por meticuloso que haya sido un plan de estudios, esa formación inicial será insuficiente para asegurar todo lo que un docente debe saber en su vida profesional.

Por eso, se hace necesario un permanente proceso de formación a lo largo de la actividad profesional. Reflexionar sobre la práctica, estudiar siempre, y crear “experiencia” que no es lo mismo que “antigüedad”.

Y cuando digo sistemas de formación permanente, pienso en trayectos formativos que vayan acompañando el desarrollo profesional de maestros, profesores y directivos fuertemente articulados con su experiencia laboral. Por eso son tan importantes los buenos directores e inspectores, además del grupo de “pares-maestros” que comparten el proyecto de la escuela.

Asimismo, me vuelvo a referir a la imposibilidad de encontrar sistemas o teorías que nos brinden todas respuestas, ante las incertidumbres. Las preguntas son parte de nuestra profesión y será necesario apelar permanentemente a la reflexión activa en los problemas e involucrarse en los debates más importantes de la cultura, de la educación y de la política.

Lo que se requiere es robustecer la formación en teorías, enfoques y perspectivas que permitan una comprensión compleja del problema educativo, y que ayuden a construir un saber pedagógico en constante evolución y transformación.

El gran desafío, creo yo, es concebir a la educación como una práctica política (que se construye en el espacio público y con otros y otras; no se trata de una mera técnica para aplicar.

¿Qué ha significado el Coronavirus en lo educativo? ¿Consideras que las medidas educativas tomadas en el marco de la pandemia afectan al derecho a la educación?

Sin dudas muchas de las medidas sanitarias no han podido o no han querido considerar la ciudadanía (los derechos humanos) de las primeras infancias. Y lo pongo en plural, porque en esta Latinoamérica desigual, hay múltiples experiencias vitales que definen distintos modos de vivir la infancia.

Sin dudas, muchas decisiones fueron tomadas por lo imprevisto del momento, la debilidad de los sistemas de protección de derechos y tal vez con las mejores intenciones.

Pero, de golpe, aún con marcadas desigualdades de acceso y calidad, los niños que jugaban en las plazas, en los jardines de infantes, en las escuelas, en los diversos espacios públicos han quedado confinados al espacio del hogar.

Debemos tener en cuenta que el 80 % de la población latinoamericana vive en ciudades, y una gran mayoría de niños y niñas viven en condiciones habitacionales muy precarias.

Muchas familias no cuentan con suficiente comida y no tienen acceso a servicios básicos de saneamiento. El Dr. Jaime Breich, nos señala que las infancias viven en ciudades tóxicas, caracterizadas por el urbanismo salvaje y en condiciones malsanas.

A esto se le suma, que la experiencia de vivir en familia en contextos de desigualdades y violencias puede ser muy doloroso. Ello se constata en que las denuncias por maltrato infantil y violencia de género han aumentado en la Región desde que comenzó el confinamiento.

Aun en las mejores condiciones habitacionales y sanitarias, para un niño o una niña pequeña la situación es incomprensible. El estar confinado en el hogar limita derechos y genera angustias, enojos y desconcierto en los niños pequeños.

El cuidado y la crianza, generalmente feminizada, se ve tensada por el encierro y por las casi nulas políticas públicas dirigidas a acompañar a las familias en la crianza a través de todos los medios posibles.

Así las formas de vida en las ciudades, los espacios reducidos, el aislamiento en el contacto con la naturaleza son factores de alienación, ansiedades y fobias aun más marcadas entre los infantes que no tienen aún la estructura psíquica que les permita comprender la situación.

En los últimos días, en varios países, algunas voces se han alzado reclamando por los derechos de la infancia: niños que muestran regresiones, rabietas y angustias, niños que hablan con amigos imaginarios preocupan a las familias…

Tampoco podemos seguir las recetas de los demás niveles educativos, que pretenden seguir enseñando a través del uso de Internet. Sin dudas, pensar el cuerpo del niño en el siglo XXI incluye pensarlo en relación con las nuevas tecnologías, pero el uso temprano y abusivo de las pantallas tiene consecuencias negativas para la niñez y, especialmente, en la primera infancia se presentan como un obstáculo para la construcción de su subjetividad, su corporeidad y su juego.

Tengamos en cuenta que las 4 características de las pantallas: luz, brillo, movimiento y continuidad, en conjunción producen la captura de la atención, sin un beneficio para el niño y niña pequeña.

Por ello el uso libre de las pantallas en la primera infancia ha llevado los especialistas a recomendar su restricción en los dos primeros años y que se paute rigurosamente el uso después de esta edad.

En este sentido recomendamos que las estrategias tecnológicas más bien se usen para orientar e informar a las familias y ampliar sus recursos culturales y educativos para el mejoramiento de la crianza y de las oportunidades de acceso al juego, a las artes y al conocimiento del mundo cultural y natural.

¿Cuáles consideras que son las propuestas más importantes para iniciar un proceso de transformación radical de los sistemas educativos?

¡Esta pregunta me desafía a escribir un libro! De hecho, con la compañera Gabriela Fairstein estamos terminando uno sobre los tres primeros años de vida y su educación.

Yo soy muy respetuosa con mis críticas a los sistemas educativos, y en especial vinculados a la educación inicial, dado que veo que a veces sirven de argumento para destruir todo lo construido y plantear opciones “baratas” y “de-simbolizadas” desde el punto de vista educativo, cultural y humano.

Tenemos que mirar para adelante, pero con los pies bien puestos en las mejores tradiciones, saberes y construcciones pedagógicas que tienen en el mundo, más de 200 años, sumándole nuestra recreación, nuestro rescate de las prácticas de crianza y formación humana de las culturas de Nuestra América.

Con mis compañeras de la OMEP, abogamos por una escuela infantil donde los niños sean respetados en su dignidad y percibidos, como ciudadanos que tienen derecho al goce de todos los derechos humanos.

Desde tiempos ancestrales sabemos que el juego y la exploración son vitales para la constitución subjetiva que se va construyendo en conversación con la cultura propia, la lengua materna y los otros y otras significativos.

Trabajemos por una escuela infantil en la que todos y todas accedan en condiciones de equidad a un contexto cultural y lúdico rico respetuoso y cuidado, donde los bebés, niños y niñas dispongan de adultos con una actitud y una acción generosa de entrega de la cultura, que se presten a la habilitación del juego, brindando espacios que permitan los desplazamientos y movimientos, actividades desafiantes y materiales potentes para el conocimiento y el desarrollo personal holístico y en armonía con la naturaleza, la comunidad, y el mundo.

Finalmente, deseo enfatizar que esta escuela del futuro no es posible sin democracia. Como decía Alessandro Baratta “la democracia es buena para los niños

Debemos construir un espacio donde los niños y niñas puedan desarrollar su ciudadanía, protagonismo y su potencia, donde las familias tengan participación activa y donde el colectivo de maestros, maestras y directivos desplieguen autonomía y solvencia profesional.

Así todas y todos podrán formar, formarse y transformarse en comunidad iluminados por el horizonte de la protección y realización de los derechos humanos.

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España: Madrid es la comunidad que menos invierte por alumno en la educación pública y la segunda que más inyecta a la concertada

  • Los últimos datos del Ministerio de Educación cifran en 4.727 euros el gasto por alumno en centros públicos de la Comunidad de Madrid, mil euros por debajo de la media nacional
  • En 2019, la región destinó a conciertos y subvenciones a centros privados 1.104 millones de euros, la segunda cifra más alta solo por detrás de Cataluña
  • Mientras que el desembolso en conciertos aumentó desde 2009 un 26,6%, el gasto educativo total solo experimentó un crecimiento en esa década del 1,3%
  • Durante esta legislatura, el Ejecutivo de Díaz Ayuso solo ha aprobado un proyecto de ley en materia educativa: el que daba luz verde a una nueva universidad privada, una iniciativa del Grupo Planeta.

Isabel Díaz Ayuso toma la palabra en la sesión del Pleno de la Cámara autonómica convocada para su investidura como presidenta de la Comunidad de Madrid. La candidata conservadora articula un discurso sostenido sobre una decena de retos para la región. El primero, el empleo y la bajada de impuestos. El segundo, la educación. «Si queremos dotar de oportunidades a los madrileños para construir su propio futuro, debemos apostar por una educación de calidad», apunta Ayuso. Tras más de dos décadas de dominio conservador, la región presenta la menor inversión por alumno de toda España, un número de estudiantes por grupo superior a la media nacional en prácticamente todos los ciclos de enseñanza, el mayor gasto por familia, el segundo mayor desembolso para la concertada o los precios públicos universitarios más altos.

Madrid es la comunidad autónoma con mayor músculo económico del país, tras el sorpasso a Cataluña. La región acumula nada menos que el 60% de las grandes empresas. Y cuenta con la mayor renta por habitante de España, con 35.913 euros, según el último dato del Instituto Nacional de Estadística. A pesar de ello, y como ocurre en materia sanitaria, está muy lejos de ocupar los primeros puestos del podio en algunos indicadores clave en educación. infoLibre repasa, a continuación, la fotografía de la región más rica en materia educativa.

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INVERSIÓN EDUCATIVA POR ALUMNO

El Ministerio de Educación publica anualmente desde el año 2000 su informe Sistema Estatal de Indicadores de la Educación. La última edición disponible, la de 2020, refleja que en el ejercicio de 2017 Madrid estaba a la cola en gasto público por alumno en centros públicos. En concreto, el estudio situaba la inversión por estudiante en los 4.727 euros, mil euros por debajo de la media nacional –5.779 euros–.

 

De las 17 comunidades autónomas, Euskadi es la que sale mejor parada en este indicador, que se centra en enseñanzas no universitarias del sistema educativo –se excluye, por tanto, la formación ocupacional–. En esta región, el desembolso es de 9.298 euros, casi el doble que Madrid. Le siguen Navarra, Galicia y Asturias, con una inversión por alumno en centros públicos de 7.456, 6.932 y 6.927 euros, respectivamente.

En la parte baja de la tabla, por delante de la autonomía que preside Isabel Díaz Ayuso y por debajo de la media nacional, se encuentran Andalucía, Castilla-La Mancha, Murcia, Cataluña y Comunitat Valenciana, con un desembolso que va desde los 5.077 euros de la primera a los 5.609 euros de la última de ellas.

 

En los últimos cinco años, Madrid es la región que menos ha incrementado su gasto. Si desde 2012 la subida media en España fue de 349 euros, en la comunidad más rica sólo ha repuntado en 45 euros. Junto a ella, en la parte baja de la tabla, se sitúa Murcia, con una subida de apenas 52 euros por estudiante. En ese lustro, la región que más esfuerzos ha hecho ha sido Canarias: 887 euros más por alumno en cinco años. Le siguen Extremadura y Baleares, con un repunte por encima de los 600 euros.

Si se presta atención al gasto por habitante, una de las variables en las que pone el foco la Asociación Estatal de Directores y Gerentes de Servicios Sociales, el resultado es exactamente el mismo. Madrid sigue a la cola, con 723,8 euros per cápita, seguida por Cataluña, con 756,84 euros, y Canarias, con 771,67 euros. En el extremo contrario, tres comunidades: Euskadi, Navarra y Extremadura, con una inversión por habitante de 1.274, 1.061 y 1.006 euros, respectivamente.

LOS HOGARES QUE MÁS GASTAN EN ENSEÑANZA

Los madrileños son también los que más dinero desembolsan anualmente en enseñanza. Según los últimos datos de la Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF), elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2019 el gasto medio por hogar en esta materia en la comunidad autónoma se situó en los 827 euros, un 72% más que la media nacional. Junto con Madrid, destacan Cataluña, Euskadi y Navarra, donde ese dato se coloca en los 700, 616 y 540 euros.

En el resto de regiones, estas cifras están por debajo de la media de todo el país –480,59 euros–. Dos son las comunidades autónomas que destacan en la parte baja de la tabla. En Extremadura, el gasto por hogar en enseñanza en 2019 fue de apenas 242 euros, mientras que en Galicia alcanzó los 267,71 euros, tres veces menos que en el centro del país.

De nuevo, Madrid es la región en la que más se ha incrementado este desembolso en la última década. En 2019, los hogares gastaron 367 euros más que en 2009. El aumento se ha producido en la práctica totalidad de las comunidades autónomas. Sólo dos se salen de la tónica general. En Asturias, el gasto es ahora mismo 26 euros menor que hace diez años. En Baleares, por su parte, se encuentra casi 35 euros por debajo.

ALUMNOS POR GRUPO EDUCATIVO

La comunidad autónoma también es una de las que cuenta con mayor número de alumnos por clase en las enseñanzas no universitarias. Da igual el ciclo educativo. En todos, con la única excepción de «otros programas formativos», se encuentra por encima de la media nacional. Según los últimos datos definitivos recopilados por el Ministerio de Educación en su Sistema Estatal de Indicadores, en el curso 2017-2018 el número medio de estudiantes por grupo educativo en Educación Infantil en la región se situó en 18,4, solo por delante de Murcia –19,7–, frente a los 17,6 de media a nivel nacional.

Madrid es también la segunda región en el caso de la ESO: 27,1 alumnos por grupo, uno menos que en Cataluña (28,2). Y la quinta, igualada con Comunitat Valenciana, si nos fijamos en Bachillerato: 26,4, frente a los 28,4 de Andalucía, 28,2 de Cataluña, 27,9 de Canarias y 27,3 de Navarra. Lidera la clasificación, sin embargo, en Educación Primaria y FP Básica. En la primera, la media de estudiantes se encuentra en la región en los 24, frente al 21,9 de media a nivel nacional. En la segunda, se sitúa en 17,6, frente a los 12,3 de media en España.

LA SEGUNDA QUE MÁS DINERO PONE EN CONCERTADA

Desde hace décadas, los respectivos Gobiernos conservadores en suelo madrileño han apostado con firmeza por la enseñanza concertada. Y esto se ve claramente en las cifras oficiales. Según los últimos datos del Ministerio de Educación, correspondientes al año 2019, Madrid fue la segunda que más dinero invirtió en los conciertos y subvenciones a la educación privada. En concreto, puso sobre la mesa 1.104 millones de euros. Por delante de ella, solo Cataluña, con un desembolso de 1.248 millones de euros en ese mismo ejercicio. Por encima de los 500 millones, otras tres: Andalucía (843 millones), Comunitat Valenciana (733 millones) y Euskadi (729 millones de euros).

En la parte baja de la tabla se encuentran La Rioja, Extremadura, Asturias y Cantabria, cuyas administraciones dedicaron en 2019 a esta partida menos de 100 millones de euros.

La Comunidad de Madrid también se encuentra en el podio de territorios que más han incrementado porcentualmente los desembolsos en esta materia en la última década. En concreto, ocupa la tercera posición. Por delante de ella se encuentra, en primer lugar, Murcia, que ha pasado de gastar 176 millones en 2009 a poner sobre la mesa para la concertada 248 millones en 2019, una subida del 41%. Le sigue La Rioja, con un incremento del 34,4% –ha pasado de 41 millones a 55 millones–.

En el territorio que preside Isabel Díaz Ayuso, la subida ha sido del 26,6%: de 872 a 1.104 millones. Es un incremento mucho mayor que el que ha experimentado, por su parte, el gasto educativo total en su conjunto, que ha pasado, según las cifras que facilita el Ministerio de Educación, de 5.473 millones en 2009 a 5.545 millones de euros en 2019, lo que equivale a un aumento durante esa década de apenas el 1,3%.

Como consecuencia de esta apuesta decidida, Madrid es también la segunda región que menos alumnado tiene en centros públicos. En el curso 2018-2019, últimas cifras disponibles consolidadas, un 53,8% de los estudiantes apostaba por este tipo de enseñanza –la media nacional se sitúa en el 67,1%–, frente a un 46,2% que se distribuía entre la privada concertada y la privada: 30,1% y 16,1%, respectivamente. Sólo le superó Euskadi, donde en aquel curso solo un 50,7% del alumnado cursaba sus estudios en colegios o institutos públicos y un 49,3% en concertados y privados.

LOS PRECIOS PÚBLICOS UNIVERSITARIOS MÁS ELEVADOS

Cuatro de cada diez universidades en España se encuentran ubicadas en Andalucía, Cataluña y Madrid. Sin embargo, es en esta última región donde los precios públicos son más elevados. Según la última Estadística de Precios Públicos Universitarios, elaborada por el Ministerio de Universidades, el precio medio del crédito en primera matrícula de estudios de grado en la región presidida por Isabel Díaz Ayuso se situó en el curso 2020-2021 en los 23,17 euros, seguido por los 22,69 euros en suelo catalán y los 18,85 euros en Navarra. En el extremo contrario, Galicia, Canarias y Andalucía, donde el coste se movió entre los 11,78 euros de la primera y los 12,62 euros de la última.

La presente legislatura no se ha caracterizado por una gran producción normativa. Y menos en materia educativa. Durante este año y medio, el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso solo ha puesto sobre la mesa de la Asamblea de Madrid cinco proyectos de ley, según consta en el portal de la Cámara regional. Y únicamente uno de ellos tenía que ver con la enseñanza. Y, más concretamente, con la privada. A mediados de noviembre, el Gobierno madrileño consiguió sacar adelante, en lectura única y gracias a los votos de PP, Ciudadanos y Vox, una propuesta para la puesta en marcha de la Universidad Internacional de la Empresa (UNIE), un centro vinculado al Grupo Planeta de Agostini. «Contribuye a potenciar el sistema madrileño de enseñanza superior, con los beneficios que supone en cuanto a una mayor competitividad y posible aumento de la calidad de la enseñanza que derivan de una mayor oferta de plazas», argumentaba el proyecto de ley.

Ayuso siguió así la senda marcada por el Ejecutivo conservador que la precedió. En marzo de 2019, de nuevo con los votos a favor de PP y Ciudadanos, la Cámara regional dio luz verde a la creación de otros tres centros privados. Dos de ellos, el de Villanueva y ESIC, estaban vinculados al Opus y a la Congregación Religiosa de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús. El tercero, Cunef, a la Fundación Española de Banca para Estudios Financieros. En cuanto echen a andar todos, la Comunidad de Madrid contará con una docena de universidades privadas, un número que equivale a un tercio de las que habrá entonces en España –37– y que duplica la cantidad de centros públicos. Actualmente, la región cuenta con cinco de estos últimos: Complutense, Autónoma, Alcalá, Politécnica, Carlos III y Rey Juan Carlos. La última es la más reciente de todas. Y abrió en 1996.

La Comunidad de Madrid, por tanto, ha continuado desarrollando este modelo en los últimos años. Y lo ha hecho a pesar de que los datos oficiales muestran que solo dos de cada diez alumnos universitarios estudian en la privada. Según las cifras del Ministerio de Universidades, en el curso 2019-2020 había matriculados en la región 307.889 alumnos, entre los de grado, los de máster y los de doctorado. De ellos, 230.701 estaban en centros públicos, el 75%.

Los cinco datos y fuentes clave

1) 4.727 euros. Es el gasto público por alumno en centros públicos en la Comunidad de Madrid. Fuente: Sistema Estatal de Indicadores de la Educación 2020, Ministerio de Educación.

2) 827 euros. Es el gasto medio que los hogares madrileños destinaron a la enseñanza en 2019. Fuente: Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF) del Instituto Nacional de Estadística.

3) 1.104 millones de euros. Es el dinero que la Comunidad de Madrid dedicó a conciertos y subvenciones a la educación privada en 2019. Fuente: Estadística de Gasto Público en Educación, Ministerio de Educación.

4) 46,2%. Es el porcentaje del alumnado que en el curso 2018-2019 estaba en centros privados concertados y privados sin conciertos. Fuente: Las cifras de la educación en España, Ministerio de Educación.

5) 23,17 euros. Es el precio medio de crédito en primera matrícula de estudios de grado en la Comunidad de Madrid en el curso 2020-2021. Fuente: Estadística de Precios Públicos Universitarios, Ministerio de Universidades.

  • Fuente: https://www.infolibre.es/noticias/politica/2021/04/16/el_curriculum_educativo_ayuso_impulsa_universidad_privada_mientras_mantiene_madrid_cola_gasto_educativo_per_capita_119305_1012.html

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Arroyo: «Es clave recuperar las clases presenciales». Argentina

América del Sur/Argentina/24-01-2021/Autor(a) y Fuente: www.diariodecuyo.com.ar

El ministro de Desarrollo Social afirmó este sábado que la educación a distancia «aumentó la desigualdad educativa», el año pasado.

«Es clave recuperar las clases presenciales. Tenemos que recuperar las clases presenciales porque lo que organiza a las familias es la escuela», sostuvo el ministro en declaraciones a radio Mitre.

Las palabras de Arroyo se suman así a las brindadas esta semana por el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, quien se pronunció en el mismo sentido.

Arroyo sumó hoy que la desigualdad educativa aumentó como consecuencia de que «hay falta de acceso tecnológico de los sectores más bajos» y ejemplificó con que «hay casas que tienen por ejemplo un solo celular y mientras que a algunos chicos la calidad educativa les aumentó porque tuvieron más contenidos, a otros no».

«Por eso, hay que volver a la presencialidad en las aulas, con protocolo, ordenando, con todos los cuidados, pero tenemos que ir por esos lados», definió.

Por otra parte, resaltó que durante la pandemia la asistencia social pasó de «ocho millones a once millones de personas» y que instrumentos como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) fueron creados «cuando se paró la actividad».

«Este año encaramos otras políticas, la idea es crear 300 mil puestos de trabajo; urbanizar 400 barrios porque tenemos cuatro millones de personas hacinadas; y el tercer objetivo, es poner en marcha 800 jardines», precisó.

Fuente e Imagen: https://www.diariodecuyo.com.ar/argentina/Arroyo-Es-clave-recuperar-las-clases-presenciales-20210123-0005.html
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Jordi Riera: Tenemos que hacer todos los esfuerzos necesarios para cubrir la brecha digital que la pandemia está suponiendo

Por: educaweb

Jordi Riera (Barcelona, 1962) es Catedrático de Educación en la Facultad de Psicología, Ciencias de la Educación y del Deporte Blanquerna de la Universitat Ramon Llull. Ha sido decano de la misma facultad y vicerrector de la URL, presidente de la Asociación Catalana de Pedagogos de Catalunya y del Colegio de Pedagogos de Catalunya, miembro del Consejo Superior de Evaluación del Sistema Educativo de Catalunya y del Consell de Expertos de Bienestar Social de la Generalitat de Catalunya. Ha publicado numerosos libros y artículos científicos en prensa, así como en revistas especializadas sobre temas educativos. Es el investigador principal del Grupo de Investigación Consolidado de Pedagogía, Sociedad e Innovación con el apoyo de las TIC (PSITIC). Ha dirigido el Anuario: Retos de la educación en Catalunya 2018, de la Fundación Jaume Bofill.

¿Cuál cree que ha sido el impacto del COVID-19 en la educación?

En términos generales, la pandemia ha impactado en el ámbito educativo de una manera determinante, convulsa y disruptiva, tanto en un sentido negativo como positivo.

Negativamente, y más allá del grave problema sociosanitario que estamos viviendo, porque a nivel educativo ha supuesto una ruptura repentina, no prevista, con la presencialidad justo en medio de un curso escolar, con todo el que esto supone de improvisación y emergencia de actuación. Esta emergencia también ha puesto en evidencia la necesidad de mejorar en competencias digitales docentes en general y también la clara brecha digital que existe en la sociedad, donde en torno a un 10-15% de chicos y chicas de Primaria y Secundaria han desconectado de la escuela, por falta de recursos tecnológicos o infraestructurales necesarios para seguir «conectados» de forma no presencial.

Pero positivamente también por lo que está suponiendo de provocación de cambios y movilización de energías individuales y colectivas en torno a la innovación en el uso de recursos sociotecnológicos – digitales centrados en la comunicación y el aprendizaje en línea, como apoyo o sustitución provisional de la presencialidad. Después de la pandemia, todos habremos avanzado unas cuantas pantallas en esta dimensión transformativa, que quizás se nos resistían años atrás y que ahora las circunstancias nos han forzado, por pura necesidad, a mejorar y a profundizar.

¿En qué medida siguen vigentes los ejes de la nueva relación educativa y de las nuevas dinámicas de la innovación educativa que expuso al inicio de la publicación?

No solo siguen vigentes, sino que todavía se ha puesto más en evidencia en el momento actual de la pandemia. Sostengo que, mientras queramos seguir arraigados a los viejos parámetros de esta relación, superar momentos y retos como los que supone la pandemia, es más difícil encontrar soluciones. Aquí radica, a mi parecer, la enorme dificultad que estamos sufriendo para ligar normativas sociosanitarias con los objetivos, metodologías y espacios de aprendizaje. En la introducción del Anuario, ciertamente, defendí que los tres esos clavos de la relación educativa tenían que evolucionar para avanzar hacia la sociedad y la educación que aspiramos. Tanto en lo que se refiere al tiempo, al contenido como a la forma de esta relación. Y mire usted como esto se ha puesto todavía más de manifiesto en tiempo de pandemia.

En primer lugar, defendíamos allá que había que revisar la coordenada tiempo de esta relación. Nos preguntábamos si podíamos conseguir una escuela donde el horario, los tiempos y los espacios de aprendizaje permitan el emprendimiento en el acto de aprender, la libre relación educativa, intergeneracional y cargada de momentos únicos y significativos en los que en ningún caso nunca más interrumpiera el timbre. Imaginábamos pues una nueva concepción del tiempo de la relación menos sujeto a horarios encapsulados y más abierto e integrador de las experiencias educativas, que priorice la calidad de las mismas (enfoque Kairos del tiempo de educar) a la cantidad (enfoque de Cronos actual). Si ya tuviéramos esta nueva escuela, la pandemia no habría sido tanto problema en la reimaginación de lo que toca hacer ahora.

En segundo lugar, hablábamos de los cambios necesarios en la revisión del contenido de la relación. Hace poco el Departament d’Educació de la Generalitat de Catalunya enunciaba que, dada la situación que vivimos, quizás nos teníamos que plantear una revisión del currículum competencial que vaya al core de lo que es objeto de aprendizaje y de manera interdisciplinar, es decir, no tanto dividida por asignaturas y materias, dado que habrá que trabajar con grupos más reducidos y estables, con menos diversidad de profesores itinerantes por los grupos. Esto, si lo sabemos aprovechar, querría decir una revisión transformadora de todo el currículum, desde esta perspectiva más holística e integradora del saber. Aquí pues tenemos también una nueva y gran oportunidad, en la línea que defendíamos en la introducción del Anuario en cuanto a la revisión del contenido de la relación educativa.

Y, finalmente, planteábamos una revisión del eje formal de la relación. Defendíamos allá que el momento prepandemia ya hace tiempo que pone en entredicho el propio concepto de una relación sostenida esencialmente por la díada histórica educadoreducando. Hemos de avanzar hacia nuevas formas de relación que amplían el concepto de la clásica díada y también de concepción del aula hacia un sistema multiagente de interacciones en el marco de un gran ecosistema de aprendizaje, en el que las aportaciones diversas, complementarias y significativas de la misma familia, de la comunidad, del territorio, en contextos de aprendizaje formal, no formal e informal, tanto de apoyo presencial como sociodigital, son el nuevo marco formal donde acontece la relación educativa, y donde el maestro se convierte en el principal líder-referente de continuidad de las varias experiencias, pero no el agente único. Si esto lo tuviéramos del todo asumido e integrado en la escuela actual, bien es verdad que la pandemia tampoco supondría una crisis tan decisiva en el momento de afrontar la problemática a la que nos abocan todas las medidas de seguridad sociosanitarias que tenemos que implementar. Entre todos, y desde una visión comunitaria-territorial del reto educativo, se encuentran más recursos y estrategias de superación del reto actual.

 «Desde una visión comunitaria-territorial del reto educativo se encuentran más recursos y estrategias de superación del reto actual».

 ¿Qué temas tratados en el Anuari 2018 requieren un replanteamiento tras la irrupción del COVID-19? ¿Por qué?

Lo que necesitamos no es un replanteamiento, sino que ¡todos ellos ganen en actualidad máxima de toma de conciencia de los mismos! Tanto desde la concepción de la evaluación que defendíamos en el primer capítulo, como desde la necesidad de avanzar en la aportación sociodigital en la educación, como una mejora de la orientación y, específicamente, en los contextos más vulnerables. Allá defendíamos justamente esta visión en red de corresponsabilidades e imaginábamos un sistema educativo más descentralizado y más empoderador de los centros y de los territorios. Y también, por eso, ¡teníamos que imaginar los mejores profesionales de la docencia y la mejor investigación! Ninguno de los temas tratados pues en el Anuari2018 queda en un segundo plano, más bien al contrario: habría que recuperarlos todos para avanzar.

Diversas entidades y organismos han constatado que la educación presencial no puede sustituirse por la virtual sin merma de la calidad educativa, sobre todo en las primeras etapas educativas. ¿Cómo se podría mejorar esta formación de manera ágil, teniendo en cuenta que todavía no existe vacuna para el COVID-19?

Mejorando la formación de los propios formadores. La calidad educativa tiene que ver con el máximo aprovechamiento de la relación educativa tanto en el sentido de aprendizaje como de la misma relación que se establece en ella.

Es evidente que la relación presencial es insustituible al 100%, con todo lo que aporta el contacto directo y próximo, por una relación virtual. Pero esto no quita que esta última no se pueda desarrollar con el máximo de calidad posible más allá de las limitaciones obvias que supone trabajar a distancia. Y, por eso, hay que seguir ofreciendo a nuestros profesores un plan de formación continua, justamente de carácter virtual, de forma que, implícita y explícitamente, la misma formación continuada sea fuente de aprendizaje sostenido por parte del maestro.

Al mismo tiempo que son necesarios los foros y debates virtuales en torno a esta praxis, ayudando a los maestros y las maestras a hacer su propia tira de recursos y estrategias según la edad y contexto de sus alumnos. Y también hay que seguir ampliando y mejorando todos los repositorios de recursos virtuales de acceso libre de los que disponemos actualmente, alimentándolos con todas las experiencias innovadoras que los mismos educadores y educadoras están desplegando a lo largo de estos tiempos de pandemia.

También se ha denunciado el crecimiento de las desigualdades educativas a raíz del coronavirus. ¿Qué medidas extra cree que deberían tomarse, además de las propuestas en la publicación?

En el Anuario proponemos muchas medidas proactivas y no reactivas como tenemos que tomar ahora. Pero, sin dejar de defender que las actuaciones a medio y largo plazo son las que nos tienen que permitir afrontar esta crisis con las mejores garantías, ahora mismo tenemos que hacer todos los esfuerzos necesarios para dar cobertura a la brecha digital que la pandemia está suponiendo.

Tenemos que diagnosticar dónde faltan aparatos, conexión o las dos cosas, y hacer llegar las dos cosas con los recursos que haga falta y con packs de comunicación. No nos podemos permitir lo que hasta ahora, en muchos contextos vulnerables, ha supuesto la brecha digital.

En estos entornos, la comunicación digital de la escuela con las familias ha cogido forma -en el mejor de los casos- como máximo de un móvil y un whatsapp, o incluso sin whatsapps, haciendo uso de los SMS’s. Y poca cosa más. Y esto está generando una brecha dentro de la brecha, lo cual es muy preocupante. Por lo tanto, es necesaria la máxima atención a estas bolsas de necesidades tecnológicas, si no queremos salir de la pandemia con una agudización grave de la desigualdad.

La orientación académica y profesional también ha sufrido el impacto del COVID-19. ¿Cómo podría ofrecerse un acompañamiento adecuado, sobre todo en periodos de transición?

Tal y como proponemos en el Anuario, incrementando los nodos de orientación y asumiendo que el paradigma de la orientación acontece cada vez más multiagente y multiprofesional. No hacemos bastante con los orientadores profesionales, que en todo caso nos tienen que liderar. Tenemos que asumir el rol orientador toda la tribu, para atender en diferentes momentos y lugares las necesidades y dudas de nuestros jóvenes.

Y, por tanto, tenemos que diseñar e implementar un modelo de orientación en red de conexiones con diferentes recursos y espacios de orientación. La escuela se queda corta en este reto. Muchos retos de la orientación pueden ser asumidos desde un enfoque comunitario en red con la escuela, y desplegarla en código de proximidad con los jóvenes. Sus transiciones y dudas más relevantes encuentran más cobertura en la red de capital social de la comunidad que en una atención particular. Hace falta que fomentemos pues un nuevo modelo de orientación a lo largo de toda la vida, que se base en la capacidad orientadora que puede desplegar una comunidad madura y rica en capital social, donde la escuela puede hacer un papel dinamizador, pero no solitario, de la orientación.

«Tenemos que diseñar e implementar un modelo de orientación en red de conexiones con diferentes recursos y espacios».

Si hoy le pidieran dirigir el anuario 2020 y seleccionar los retos a tratar, ¿cuáles calificaría de imprescindibles?

Desgraciadamente hemos avanzado poco en el marco de los retos que planteamos a lo largo de los 10 capítulos del Anuario del 2018, pero probablemente todavía enfatizaría más el reto de reconceptualizar la escuela como parte de una red de corresponsabilidades, con clara vocación de escuela comunitaria.

La pandemia lo está poniendo de manifiesto: las escuelas abiertas y muy integradas en el contexto comunitario al que pertenecen están encontrando mejor soluciones y más seguras (puesto que de seguridad sociosanitaria se trata también) que las que están endocentrades en ellas mismas.

Los retos de futuro, como estamos defendido e investigando hace muchos años desde mi grupo de investigación PSITIC de Blanquerna de la Universitat Ramon Llull, pasa por un cambio de modelo de la escuela y de la concepción de la educación que toca al currículum, la evaluación, la organización escolar, el rol del maestro y, en general a nivel macro, la reconceptualitzación del conjunto del sistema educativo en formato de red educativa descentralizada y de gran componente comunitaria, tal y como se recoge en el Anuario del 2018. Y si a alguno le quedaba alguna duda, el contexto en que vivimos, por suerte o por desgracia, todavía lo ha puesto más en evidencia.

Fuente e Imagen: https://www.educaweb.com/noticia/2020/10/28/tenemos-hacer-todos-esfuerzos-necesarios-cubrir-brecha-digital-pandemia-esta-suponiendo-19347/

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El Papa lanza la misión 4.7 del Pacto Educativo Global

Papa: La educación es un acto de esperanza

En su video mensaje con motivo del Simposio que se celebra hoy y mañana en el Vaticano, para el lanzamiento de la Misión 4.7 y del Pacto Mundial sobre la Educación, organizada por la Academia Pontificia de Ciencias Sociales y por la ONU, el Santo Padre afirma que “en el corazón de los Objetivos de Desarrollo Sostenible está el reconocimiento de que la educación de calidad para todos es una base necesaria para proteger nuestra casa común y fomentar la fraternidad humana”

Vatican News

El Papa Francisco dirigió un video mensaje con motivo del Simposio (en parte online) que se celebra hoy y mañana en la Casina Pío IV, en la Ciudad del Vaticano, para el lanzamiento de la Misión 4.7 y del Global Compact on Education (Pacto Mundial sobre la Educación), sobre el tema «La educación es un acto de esperanza». A esta reunión, patrocinada por la Academia Pontificia de Ciencias Sociales y por la ONU, participan líderes de movimientos juveniles de todo el mundo y expertos en la materia.

El primer día del Simposio está dedicado a la puesta en marcha de la Misión 4.7, relacionada con la aplicación del 4°objetivo de la Agenda de las Naciones Unidas 2030 para el desarrollo sostenible («Garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa y promover las oportunidades de aprendizaje continuo para todos») y de su punto 7 («una educación orientada a un desarrollo y un estilo de vida sostenible, a los derechos humanos, a la igualdad entre los géneros, a la promoción de una cultura pacífica y no violenta, a la ciudadanía global y a la valoración de las diversidades culturales»), en sinergia con el Pacto Mundial sobre la Educación, puesto en marcha por el Papa Francisco.

Superar la actual globalización de la indiferencia

En su mensaje el Santo Padre Francisco afirma que “no existe la educación estática” y que la reunión de este día “es un acto de esperanza y solidaridad generacional, de esperanza y solidaridad intergeneracional”.

Los jóvenes líderes y los educadores globales se están reuniendo desde todas partes del mundo para promover un nuevo tipo de educación, que permita superar la actual globalización de la indiferencia y la cultura del descarte. Dos grandes males de nuestra cultura, la indiferencia y el descarte.

Una crisis educativa sin precedentes

Al destacar que este año se ha caracterizado por un “extraordinario” sufrimiento a causa de la pandemia de COVID-19; durante el que no ha faltado el aislamiento obligado y la exclusión, la angustia y las crisis espirituales, sin olvidar las tantas muertes, el Papa afirma que también se ha producido “una crisis educativa sin precedentes”.

“Más de mil millones de niños han enfrentado interrupciones en su educación. Cientos de millones de niños se han quedado atrás en las oportunidades de desarrollo social y cognitivo. Y en muchos lugares, las crisis biológica, psíquica y económica han empeorado mucho por las crisis políticas y sociales aparejadas”

Por esta razón el Pontífice les dice a quienes se han reunido hoy en este acto de esperanza “para que los impulsos de odio, divisiones e ignorancia puedan y sean superados a través de una nueva buena onda, digamos así, una nueva buena onda de oportunidades educativas basadas en la justicia social y en el amor mutuo, un nuevo pacto global para la educación lanzado ya en octubre con alguno de los presentes”.

“Ante todo, les agradezco por reunirse hoy para hacer crecer nuestras esperanzas y planes compartidos en una nueva educación que fomente la trascendencia de la persona humana, el desarrollo humano integral y sostenible, el diálogo intercultural y religioso, la salvaguardia del planeta, los encuentros por la paz y la apertura a Dios”

Las Naciones Unidas ofrecen una oportunidad única

El Papa afirma que “las Naciones Unidas ofrecen una oportunidad única para que los gobiernos y la sociedad civil del mundo se unan tanto en la esperanza como en la acción por una nueva educación”. Y tras citar el mensaje de reconocimiento de San Pablo VI a las Naciones Unidas, agrega textualmente:

“En nuestro tiempo, en el que el pacto educativo mundial se ha quebrado, veo con satisfacción que los gobiernos se han comprometido nuevamente a poner en práctica estas ideas mediante la adopción de la Agenda 2030 y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, en sinergia con el pacto global sobre la educación”

“En el corazón de los Objetivos de Desarrollo Sostenible – dice también el Santo Padre – está el reconocimiento de que la educación de calidad para todos es una base necesaria para proteger nuestro hogar común y fomentar la fraternidad humana”. Tal como el pacto global para la educación, así también fundamentalmente, el ODS 4 compromete a todos los gobiernos a “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, como asimismo promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida, y esto para todos”.

No olvidar a los ancianos y abuelos

Y antes de agradecer por lo que hacen y de pedir que no se olviden de rezar por él, el Papa concluye recordando que en este Pacto Global para la Educación y la Misión 4.7 “trabajarán juntos por la civilización del amor”.

“Permítanme decirles que espero que ustedes sean los poetas de una nueva belleza humana, una nueva belleza fraterna y amigable, como de la salvaguardia de la tierra que pisamos. No se olviden de los ancianos y de los abuelos portadores de los valores humanos más decisivos”

Fuente: https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2020-12/papa-la-educacion-es-un-acto-de-esperanza.html

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Constatan senadores de Uruguay menos recursos para educación

América del sur/Uruguay/Noviembre 2020/prensa-latina.cu

Senadores del Frente Amplio de Uruguay constataron críticamente que en el presupuesto gubernamental que considera hoy el parlamento habrá menos recursos para la educación.
El legislador José Carlos Mahia señaló tras la presentación de las cifras de gastos por el ministro del ramo, Pablo Da Silveira, que tanto en esta área estratégica de políticas públicas como en ciencia y todo lo que hace a la cultura ‘tienen una reducción’.

A media sanción en la Cámara de Diputados por ceñida mayoría de la coalición de derecha, el proyecto de Ley correspondiente permanece pendiente de la consideración senatorial con el tema de la enseñanza entre los más polémicos.

Para el frenteamplista Mahía implicará ‘por un lado menos fuentes laborales para los trabajadores del sector y por otro clases con más alumnos en los mismos salones’, lo que ‘a todas luces, es una afectación directa a la calidad educativa’.

Justo en esta misma jornada el gremio de profesores de secundaria culminará 48 horas de paro nacional por esas señaladas causas.

Por su lado el senador del Partido Socialista, Daniel Olesker, apuntó contra Da Silveira que en su presentación de los números dijo que el gasto educativo sobre el Producto Bruto Interno (PBI) será en 2021 un 4,9 por ciento, por debajo del 5.1 con que cerró 2019 el último año de gobierno del Frente Amplio.

Detalló que a tenor con las propias proyecciones del funcionario, el gasto educativo sobre el PBI al concluir el quinquenio será del 4,7 en un tendencia negativamente descendente.

La Administración Nacional de Educación Primaria (ANEP) y la Universidad de la República (Udelar) tendrán menos y representan el 80 por ciento de la partida dedicada a la enseñanza.

‘Ya se sabe que la ANEP se verá afectada con menos docentes, menos horas en música y coordinación y que gran parte de esa baja se debe en gran parte a que el 1 de enero de 2021 en lugar un aumento salarial equivalente a la inflación será de menos de la mitad’, advirtieron ambos legisladores.

Los recursos para las becas universitarias y el hospital para formación de médicos son otros temas reclamados por la Udelar y que está sobre la mesa sobre lo cual en Diputados logró que le asignaran algunas partidas pero no todos sus cometidos.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=410429&SEO=constatan-senadores-de-uruguay-menos-recursos-para-educacion
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