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La ciencia y el pensamiento crítico de la academia

Autor: Gustavo Zelaya

El campus parece una realidad colmada de excelencias académicas, de importantes investigaciones científicas, organiza congresos sobre cómo organizar congresos, obtiene certificaciones internacionales, exige revisiones periódicas del plan operativo, sofisticados desarrollos curriculares con énfasis en las competencias, terminología sobre didáctica de asignaturas que no tocan lo esencial del asunto, pero es la moda y lo importante es adherirse a ella; tiene innecesarias entidades de vinculación universidad-sociedad como si nunca ha existido tal cuestión; muestra gran entusiasmo por ofrecer clases y carreras en línea ignorando experiencias internacionales; instala congresos pedagógicos de profundo nivel teórico en donde presentan la palabra INNOVACION como el más actual y logrado concepto educativo; nos llenan de auditorías sobre bienes nacionales; una reforma que destaca por la avanzada infraestructura, espacios climatizados con el solemne aspecto de las antesalas de bancos y catedrales renacentistas, pero con oficinas y escritorios vacíos; las novedades arquitectónicas están físicamente cerca de las aulas pero alejadas de la realidad en que conviven estudiantes y profesores, cuando entre estos y sólo entre ellos, se establece la relación fundamental dentro de la universidad. Lo demás es derivado y auxiliar de esa relación.

Las nuevas estructuras parecen de Dubái pero los auténticos espacios académicos nos ponen la realidad del tercer mundo en la cara; nos dicen que la precariedad de la enseñanza universitaria es cotidiana y que la reforma algo ha de ser. Además, el centro del conocimiento superior se encuentra totalmente en silencio frente a las circunstancias hondureñas. Claramente lo han dicho sus autoridades: el aumento al combustible, el alza a la canasta básica, el desempleo, las amenazas a la educación pública, la corrupción de los funcionarios y las protestas estudiantiles por esos temas no son asuntos que competen a la academia.

El repunte tecnológico se nota en oficios on line generados desde gabinetes en donde se ordena ahorrar papel, marcadores y tinta, con copias triplicadas que desdicen del ahorro indicado. Todo eso parece mera banalidad pero cuando los oficios se convierten en peticiones para proceder judicialmente contra estudiantes que reclaman derechos, el asunto cambia. Y la academia se vuelve parte de la seguridad del Estado. Pero hace suyas y divulga las buenas nuevas de los tiempos de la globalización y la internacionalización. Y, por supuesto, no explica los fundamentos ni consecuencias de esas primicias. Se asumen porque sí o porque ocultos pares externos lo proponen. Es muy curioso que a certificadores, pares y similares les llamen gurús en vez de científicos, aceptando tácitamente que esos “conocimientos” son parecidos a sofismas y pseudoteorías.

Siendo parte de los aparatos ideológicos del Estado, los representantes de la autoridad universitaria, proponen la globalización como proceso natural que debe ser aceptado o terminamos aplastados por ella. No dicen que existen zonas puntuales en donde anidan las grandes corporaciones, zonas que pueden ser físicas o extenderse virtualmente desde páginas web y redes sociales; allí concurren grupos financieros encargados de hacer circular capitales provenientes de la explotación del trabajo humano, del tráfico de armas, drogas y personas; también acaparan el poder político y hacen mucho mayor la diferencia entre riqueza y pobreza. Incluso, dentro de los lugares que concentran las ganancias y riquezas de la globalización las desigualdades también se presentan con dureza en forma de desempleo, exclusión social, desprecio a los migrantes y frágiles políticas públicas que intentan disminuir las diferencias. Basta comparar Detroit con Viena. Tegucigalpa y Choloma no admiten comparación con otras ciudades. Tal vez con Puerto Príncipe o Mogadiscio.

Uno de los impactos de ese movimiento del sistema puede verse en los capitales inyectados a los países atrasados que transforman personas en migrantes forzados, que pone inversión en la industria extractiva hasta fomentar atentados contra las culturas tradicionales, más desigualdad, desplazamiento de la población y represión contra quien se oponga a esa situación. En la educación y en los trabajos se exige ser competitivo y los salarios se deprimen cada día. De estas cosas no se ocupa la autoridad universitaria, tal vez crean que no son asuntos académicos. Pero, a tono con supuestas exigencias mundiales y de la mítica sociedad del conocimiento, cada año instala solemnes congresos de investigación científica con importantes ponencias locales e internacionales; en este año fueron centenares; una minúscula muestra es la siguiente:

  • La memoria colectiva del pueblo hondureño en la letra C del diccionario de americanismos (2010).
  • La publicación de artículos científicos y registro de patentes en la UNAH; procedencia, procesos e impacto.
  • El ranqueo de la UNAH según SCIMAGO.
  • Flora y fauna en el aeropuerto internacional Juan Manuel Gálvez, Roatán.
  • Sentido de la vida.
  • Innovación en la gestión curricular de la UNAH.
  • Primera fase: el burnout laboral como factor determinante en el desempeño universitario en Francisco Morazán HN, periodo 2018-2019.
  • Análisis de frecuencia de entidades nombradas en periódicos digitales de Honduras en los años 2009-2016.

Parecen ponencias curiosas e intrigantes, con ellas sabemos que hay esperanzas para generar más ciencia y pensamiento crítico desde la Aldea de Suyapa. Son bases para grandes desarrollos científicos y educativos nacionales, para el país en donde la clase política se ha desentendido de estas cuestiones.

Desde 1883 cuando el Estado hondureño toma rasgos modernos, hasta inicios de la década de 1980, los códigos, la educación, las políticas de desarrollo, las instituciones, los registros aduaneros y sanitarios, tenían un relativo sentido nacional y los gobernantes parecían trabajar para el bien común.

Después de algo más de un siglo y con el gobierno de Callejas Romero y subsiguientes se perfeccionan las políticas entreguistas de los recursos, se efectúan algunas privatizaciones y en empresas estatales, en sectores del Estado se pone a los peores administradores, a verdaderos saqueadores extraídos de la clientela política para demostrar que el Estado no tiene capacidad de gerenciar y provocan quiebras financieras, pidiendo a gritos técnicos y expertos de la empresa privada que sabrán salvar el dinero público y hacerlo eficiente gracias a las manos de gerentes calificados. Desde Callejas hacia adelante los que gobiernan imponen ajustes estructurales, se apegan a las fracasadas recetas del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, reducen políticas de beneficio social, crean alianzas que son menos públicas y más privadas a favor de inversores foráneos y locales, concesionan ríos, bosques, playas y cualquier bien común e imponen el trabajo tercerizado. El impacto es tan severo que la idea de representatividad se pulveriza, la institucionalidad queda fracturada y las personas ven al Estado como objeto extraño y agresor que no interpreta sus intereses.

En ese sistema de contradicciones la universidad pretende acreditarse, edita publicaciones de buen nivel que se esconden en bodegas, bajo las mesas, se arrinconan y por misteriosos designios burocráticos no salen a luz pública. Fantasmales entidades evaluadoras exigen investigaciones y documentos indexados y apegados a una especie de santo grial que llaman APA, como algo incomparable al que sujetarse para estar en los umbrales de la moda mundial o se corre peligro de no salir en la foto. Y eso si es delicado, necesario, para supuestos investigadores científicos, y se la creen, tan comprometidos con la academia que tiene escritos sometidos al fetiche, perdón al APA, sin lectores ni editores. Es algo similar cuando desde el Estado se pregona que Moody’s ha certificado el buen manejo de las cuentas nacionales y sólo los funcionarios aceptan religiosamente tal cuestión.

El peligro que se sigue corriendo es que con la sabia e impuesta certificación internacional y estandarización del currículo universitario, de esa falsa neutralidad,  de todos sus resultados en forma de ponencias, conferencias, coloquios, grados y postgrados,  todo el mar y sus conchas, la vanidosa y supuesta academia seguirá siendo una entidad acrítica, temerosa del debate, fiel a la triunfal tonada de Shakira: ciega, sorda y muda, para felicidad de los grupos en el poder.

Fuente: https://criterio.hn/2018/08/11/la-ciencia-y-el-pensamiento-critico-de-la-academia/

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Reformar sistemas educativos, un reto en Latinoamérica, opinan docentes

Redacción: 20 Minutos

El rediseño de las aulas de aprendizaje, los nuevos modelos en la educación y la necesidad de reformar el sistema educativo, son los retos más importantes a los que se enfrentan actualmente los… El rediseño de las aulas de aprendizaje, los nuevos modelos en la educación y la necesidad de reformar el sistema educativo, son los retos más importantes a los que se enfrentan actualmente los educadores en Latinoamérica, según una encuesta a más de tres mil 500 profesionales de la educación de la región. La encuesta fue realizada por Bett Latin America, foro global de tecnología que fomenta la innovación en la educación, y la fundación mexicana Sistema Nacional de Desarrollo Profesional Docente (Sinadep). Los encuestados señalaron que los problemas más grandes del sector educativo son: lograr una reforma del sistema, adoptar nuevos modelos e implementar de manera eficiente la tecnología. Asimismo, contar con acceso adecuado a tecnología impulsada por el Internet, la obtención de éste ya sea por vía móvil o línea fija, y la retención y reclutamiento de profesores. Destaca que 33 por ciento de los docentes opinó que la comprensión y uso de la inteligencia artificial es esencial para un aprendizaje exitoso; 32 por ciento cree que lo es la realidad virtual y aumentada, y 20 por ciento que es la programación. El líder de contenido de Bett Latinoamérica, Alessandro Bilotta, expuso que el estudio resalta y contextualiza los retos y oportunidades que tienen las escuelas de educación básica y superior de esta parte del continente. Los principales retos a los que se enfrentan actualmente los educadores de Latinoamérica, serán discutidos los días 11 y 12 de octubre en la Expo Bett Latin America 2018, que se llevará cabo en la Ciudad de México. El tema del evento de este año será: “Transformando Modelos y Espacios de Aprendizaje en el Siglo XXI” y contará con más de 120 ponentes de clase mundial. El objetivo es abarcar casos de estudios y temas propuestos por los líderes de la tecnología en educación y los responsables de formulación de políticas más importantes de Latinoamérica.

Fuente: https://www.20minutos.com.mx/noticia/410287/0/reformar-sistemas-educativos-un-reto-en-latinoamerica-opinan-docentes/

 

 

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Argentina: La cumbre de jóvenes del G20 reclama educación más flexible para afrontar los desafíos del empleo

Redacción: Gabriela Origlia/La Nación

El futuro del trabajo y una educación más flexible son los temas que coparon la agenda de la cumbre del Youth 20 -el grupo de jóvenes del G20- que se desarrolló el lunes y martas en esta ciudad con la participación de 72 líderes de entre 18 y 30 años provenientes de 25 países. Las conclusiones serán entregadas a los presidentes del G20 y, además, el objetivo es construir un banco internacional de proyectos escalables y replicables.

El campus de la Universidad Siglo 21 se convirtió en un festival de colores e idiomas, con jóvenes de todo el mundo que compartieron experiencias y escucharon a disertantes que abordaron temas asociados al empleo como emprendedurismo, desafíos del siglo 21 y educación y sustentabilidad.

Agustín Batto Carol, chair del Youth20 y uno de los fundadores de Eidos (fundación dedicada al diseño de experiencias educativas) aseguró a LA NACION que la idea de armar un banco de proyectos escalables se basa en que «son acciones validadas en territorio y que, por lo tanto, fundamento de las recomendaciones» a elevar a los gobiernos. «Queremos decirles qué hacer, no sólo darles un diagnóstico».

El banco incluye 15 iniciativas «implementables, replicables y de impacto real, creados por jóvenes y dirigidos a jóvenes» que pueden ser insumos de organizaciones y gobiernos. Entre las propuestas está la desarrollada por la iraní-canadiense de 23 años Raya Bidshahri, Awecademy. Es una plataforma que trabaja en el campo educativo a partir de tecnologías disruptivas.

«Me gustaba aprender pero era aburrido y eso es un fenómeno global», explicó su impulsora a este diario. El portal -que tiene una mirada multicultural- apunta a recuperar el «asombro» en la educación y a conectar pensadores e innovadores. Ofrece programas para estudiantes, educadores y talleres de aprendizaje.

La tecnología fue el denominador común en las ponencias y en las propuestas. El presidente de la Universidad Siglo 21, Juan Carlos Rabbat, planteó que es lo que «hoy da más posibilidades de educar a toda la sociedad. Cada vez más nos alejamos de la idea de que la educación es sólo un privilegio para unos pocos; es esencial que la educación se desarrolle con la mirada puesta en el futuro y en las necesidades de la juventud».

El futuro es hoy

Mentalidad global, ciudadanía digital, nuevos paradigmas, trabajo en base a proyectos y liderazgo distribuido fueron los conceptos más repetidos a lo largo de las presentaciones y debates. También la preocupación por la igualdad de género estuvo presente. Las demandas coinciden con las que a diario plantean educadores y expertos en recursos humanos; el punto es el «cómo».

Para Batto Carol «nadie mejor que los jóvenes para diseñar nuevas reglas y relaciones en el ámbito laboral». Entiende que el documento final de la cumbre colaborará a «despejar el concepto instalado de que la tecnología se comerá todos los puestos de trabajo».

Elba López Mourelo, oficial en Mercados de Trabajos Inclusivos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), «el valor del empleo cambia pero no se dejan de crear puestos; los jóvenes saben que en el futuro no habrá más amenaza de la que hay hoy».

«Muchas veces el diseño de la tecnología incluye nuestros prejuicios; lo vemos en los robots -advirtió Marcela Werutsky, investigadora de Plan Internacional, organización enfocada en niñas y mujeres-. Hay que ser conscientes de que la tecnología también puede exacerbar las diferencias».

La representante de Asuntos Públicos para Latinoamérica de la consultora Adecco, Ana Montanari, enfatizó en que para las nuevas generaciones de trabajadores el «reconocimiento» laboral es tan importante como el salario y en que la «diversidad» que presenta el mundo global incluye el desafío de «más compromiso y empatía».

Cómo emprender y sobrevivir en el intento fue otro de los ejes de la reunión. Alessandro Lanteri, docente de Emprendedurismo en la Universidad de Abu Dabi, dijo a LA NACION que las claves pasan por proyectos caracterizados por la inteligencia colaborativa (habilidades y talentos de humanos y robots); el uso de la big data para eficientizar las decisiones; la aplicación de tecnología exponencial; la focalización en lo intangible y en la ética.

 

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¿Política educativa, para qué?

Autora: Blanca Heredia

El panorama para la educación mexicana en los años por venir resulta especialmente incierto. Dentro del caudal de iniciativas anunciadas por el nuevo gobierno, destacan por su fuerza reiterativa dos propuestas principales en la materia: cancelar la reforma educativa impulsada por la administración Peña Nieto y abrir las compuertas del acceso a la educación superior. El alcance y sentido de estas propuestas sigue siendo, sin embargo, muy difuso y no ayuda a saber qué tanto la política educativa en su conjunto se centrará en fortalecer la educación nacional o en otros objetivos.

El Presidente electo ha repetido una y otra vez que su gobierno “cancelará la reforma educativa”, pero el significado concreto de ello es muy poco claro. ¿Se cancelarán todos los componentes de la reforma educativa (evaluación de docentes y evaluación revisada de alumnos, centralización de la nómina, autonomía escolar y curricular, nuevos programas de estudio con su énfasis en aprendizajes fundamentales, entre otros)? ¿Se revisará tan sólo la parte “punitiva” de la evaluación docente (es decir, la de desempeño), pero se mantendrán las de ingreso y promoción? ¿Se volverá a descentralizar el manejo de la nómina? ¿Se echarán para atrás los nuevos programas y enfoques pedagógicos y se diseñarán unos nuevos?

No ayuda a aclarar el que el próximo titular de la Secretaría de Educación haya declarado que el nuevo gobierno solamente va a “revisar” y “reformar” la reforma. Tampoco clarifica el que se haya anunciado formalmente que Gilberto Guevara Niebla, gran conocedor del sistema educativo, pero también uno de los mayores defensores de la reforma educativa iniciada en el 2012-13, haya sido incorporado como asesor durante la transición y posiblemente como nuevo subsecretario en la SEP.

Por lo que hace al segundo tema, es decir a la muy entendible intención general del nuevo gobierno de abrir las puertas de la educación escolarizada para combatir la exclusión y la desigualdad social en el corto plazo y, en particular, de ampliar de manera decidida el acceso a la educación superior, contamos también con más preguntas que respuestas. Al respecto, AMLO ha propuesto en distintos momentos diversos tipos de acciones. Entre otras, ofrecerles becas a todos aquellos jóvenes interesados en cursar estudios universitarios; ampliar los espacios disponibles en las instituciones de educación superior; eliminar los exámenes de admisión a la universidad, y crear 100 nuevas universidades.

Hasta ahora, desconocemos cómo se relacionarán estas acciones unas con otras, cómo habrán de financiarse, cuál será su cronograma de ejecución, y si acaso se tienen contempladas algunas medidas para que un crecimiento acelerado de la matrícula en la educación superior no derive en una caída general de la calidad de nuestras universidades (como ocurrió en los 70). De nuevo: interrogantes y más interrogantes.

Con todo, la pregunta de fondo que sugieren la falta de claridad sobre los dos asuntos que aparecen como las dos apuestas principales del nuevo gobierno en relación a la educación, así como la falta de conexión evidente entre distintos anuncios en ese ámbito (entre ellos, el de la concordancia entre temas y personas que habrán de ocuparse de ellos, la idea de compactar la SEP, y las menciones aisladas a la atención a infancia temprana, artes, y otros) es qué tanta importancia se le asignará a lo educativo como tal durante los próximos años.

¿Irá a tener alguna prioridad mejorar los resultados educativos y los procesos enseñanza-aprendizaje dentro de las aulas el próximo sexenio o, más bien, la política educativa se subordinará, como tantas veces antes, a la consecución de otros propósitos? Atisbo indicios de que habrá de orientarse a objetivos sin duda centrales y urgentes, pero distintos a los propiamente educativos. Por ejemplo, a atender la espiral de violencia e inseguridad, así como la gobernabilidad fracturada en amplias franjas del país. Lo primero haciendo de la permanencia y el acceso a las aulas de la educación media superior y la superior la vía de inclusión social más inmediata para reducir la exposición de los jóvenes excluidos a la violencia galopante y su involucramiento en actividades criminales. Lo segundo, restableciendo los viejos controles cupulares y centralizados para el conjunto del magisterio organizado (al estilo Gordillo Morales) como medio para liberar recursos destinados a administrar los conflictos en ese gremio y permitirle al gobierno concentrar su atención en recuperar la gobernabilidad para poblaciones y territorios actualmente fuera del control efectivo del Estado mexicano.

Puede que no haya de otra estando las cosas tan terriblemente descompuestas. Aún en ese caso, sin embargo, resultaría en extremo costoso para todos e injusto para los millones de estudiantes mexicanos no ocuparse con seriedad de que nuestras escuelas los convoquen y motiven porque son capaces de ofrecerles oportunidades efectivas para aprender, desarrollarse y crecer. No hay soluciones únicas para ello, pero si no le prestamos atención suficiente a cómo lograrlo, no habrá avance posible.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/politica-educativa-para-que/

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12 datos curiosos del exitoso sistema educativo japonés

Chile / 19 de agosto de 2018 / Autor: Camila Londoño / Fuente: Elige Educar

¿Qué hace que los estudiantes japoneses aprendan de una manera diferente? ¿Por qué sus resultados académicos siempre son sobresalientes? Aquí te contamos por qué.

Calidad, no cantidad: esta es quizás una de las principales características del sistema educativo japonés. Aunque tiene un enfoque bastante tradicional, el sistema, del cual se enorgullecen todos los japoneses, ha permitido sobresalir a niños y niñas. De hecho, numerosos estudios han comparado que los estudiantes de esta nación, son quienes lideran en alfabetización y en habilidades matemáticas. ¿Cómo lo han logrado?

1. Matemática

La clase comienza con saludos al profesor, quien más adelante pregunta a los estudiantes si saben cómo resolver un problema que previamente había puesto en la pizarra. El primer estudiante que termina el problema, levanta la mano. El profesor se acerca, echa un vistazo al problema y rodea al estudiante para indicar que es correcto. El alumno se levanta y se aleja de su asiento. Otra mano se levanta, pero, esta vez, el primer alumno asume el papel de profesor. Los japoneses dicen que si enseñas lo que aprendes, recordarás aproximadamente el 90%.

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2. Lenguaje

Los padres japoneses saben lo difícil que puede ser ayudar a sus hijos a aprender caracteres para usarlos en la comunicación oral y escrita. Sin embargo, debido al enfoque de alta calidad de la enseñanza, cuando salen de la escuela primaria, los niños japoneses conocen 1.006 caracteres kanji. A la edad de 15 años, cuando finalizan su educación obligatoria, sabrán 1.130 adicionales. Además de los kanji, los japoneses tienen dos conjuntos de escrituras fonéticas, hiragana y katakana. Cada conjunto tiene 46 caracteres que se comportan como sílabas (generalmente incluyen una consonante y una vocal, como “ka”). Combinado con puntos específicos utilizados para marcar los cambios de los sonidos originales, estos son suficientes para expresar todos los sonidos del japonés moderno. La escritura hiragana se usa con kanji para escribir palabras japonesas comunes. Katakana se usa para escribir palabras introducidas de otros idiomas, nombres de personas y lugares extranjeros, sonidos y llantos de animales.


3. Las clases

Las asignaturas que estudian incluyen japonés, matemática, ciencias, estudios sociales, música, artesanía, educación física y economía doméstica (para aprender habilidades simples de cocina y costura). Un número creciente de escuelas primarias también han comenzado a enseñar inglés. Los estudiantes también aprenden artes japonesas tradicionales como shodo (caligrafía) y haiku. Shodo implica mojar un pincel con tinta y usarlo para escribir kanji (caracteres que se utilizan en varios países de Asia oriental y tienen sus propios significados) y kana (caracteres fonéticos derivados de kanji) en un estilo artístico. Haiku, por otro lado, es una forma de poesía desarrollada en Japón hace unos 400 años que tiene 17 sílabas en forma de verso, que consta de tres unidades métricas de cinco, siete y cinco sílabas. Utiliza expresiones simples para transmitir emociones profundas a los lectores.


4. El almuerzo

En las escuelas públicas primarias y secundarias, el almuerzo escolar (kyuushoku) se ofrece en un menú estandarizado y se come en el aula. De esta manera, los alumnos y los profesores logran forjar mejores relaciones mientras comen juntos.


5. Asistencia

Los estudiantes no se saltan las clases, ni llegan tarde a la escuela. Además alrededor del 91% de los niños en Japón expresa que nunca o sólo en algunas clases, ignoran lo que el profesor explicaba.

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6. Pertenencia

Los estudiantes en Japón tienen un fuerte sentido de pertenencia en la escuela, no se sienten ajenos. El 85% de ellos se sienten felices en la escuela.


7. Talleres

Un alto porcentaje de estudiantes japoneses asisten a talleres después de la escuela donde pueden aprender más cosas.


8. Educación inicial

La educación inicial es de suma importancia en Japón. El 99% de los niños japoneses asiste a la educación inicial.


9. Modales

En las escuelas japonesas, los estudiantes no rinden exámenes hasta 4º básico. Sólo hacen pequeñas pruebas. La meta durante los primeros tres años de colegio no es juzgar el conocimiento o el aprendizaje, sino establecer buenos modales y desarrollar el carácter. Por eso, a los niños se les enseña a respetar a otras personas y a ser gentiles con los animales y la naturaleza.

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10. El inicio de año y las vacaciones

El primer día de colegio ocurren el 1 de abril, fecha que suele coincidir con el florecimiento de los cerezos. El año académico se divide en tres semestres: del 1 de abril al 20 de julio, del 1 de septiembre al 26 de diciembre y del 7 de enero al 25 de marzo. Los estudiantes japoneses tienen seis semanas de vacaciones durante el verano, y tienen dos en invierno y primavera.


11. Limpieza

En los colegios japoneses, los estudiantes deben limpiar los salones de clases, cafeterías, e incluso los baños. Cuando limpian, los estudiantes se dividen en pequeños grupos y se les asignan deberes que van rotando a medida que pasa el año. Con esto, aprenden a trabajar en equipo y a ayudarse unos a otros.


12. Uniformes

Todos usan uniforme y el objetivo de esto es intentar remover las barreras sociales entre estudiantes. Se cree además que usar el uniforme ayuda a promover el sentido de comunidad entre los niños.

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Fuentes:Novakdjokovic Foundation /10 distinctive features of the Japanese education system that made this nation the envy of the world.

Fuente del Artículo:

http://www.eligeeducar.cl/12-datos-curiosos-del-exitoso-sistema-educativo-japones

ove/mahv

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La sociedad integra las «escuelas invisibles»

Ecuador / 12 de agosto de 2018  /Autor: Fausto Segovia / Fuente: El Telégrafo

Los procesos de inclusión son indispensables para que funcionen las estructuras sociales participativas que fortalecen el sistema educativo. 

Los gobiernos, los padres de familia y los estudiantes se preocupan de las condiciones físicas de la escuela. Es decir: profesores, plan de estudios, infraestructura, equipamiento, material didáctico, biblioteca, patios y letrinas.

¿Quiénes se interesan por la aplicación del modelo educativo –si existe-, los métodos de enseñanza-aprendizaje, la vida escolar como proyecto cultural y ético, y las condiciones vitales de los niños y niñas que asisten a los planteles, especialmente públicos?

Hay que reconocer que existen esfuerzos y programas en esa línea, como el ajuste curricular en procesos. La capacitación de los profesores, y otros como la alimentación y los útiles escolares gratuitos,  y la distribución de uniformes que se inscriben en criterios de equidad social.

Pero, ¿el sistema educativo está afrontando con rigor el tema de la calidad, con estándares, sobre la base de una evaluación continua, en cada plantel? Hay programas de remediación para quienes tienen que desertar: ¿cómo articular la escolaridad con el mundo del trabajo, en proyectos concretos? ¿La escuela es un referente de cambios sociales verificables o un modelo de reproducción de programas superados por la realidad?

Los factores asociados

La “escuela invisible” no es sino la otra cara de ese mundo paralelo –cultural, económico y social- que forma parte del subdesarrollo biológico y mental que afrontan nuestros pueblos, especialmente en los sectores urbano-marginales y rurales, y que forman parte del atraso estructural.

Los factores exógenos o asociados inciden poderosamente en la calidad de la educación, y obviamente en el rendimiento escolar. Según Ernesto Schiefelbein está “la necesidad de trabajar, la desnutrición, los problemas de salud, la distancia y el tiempo que tardan los estudiantes y profesores en acudir a la escuela”. La tragedia subsiste. Porque la deserción escolar es una verdadera tragedia en lo emocional, social y económico porque el Estado sostiene un sistema muy bueno en cobertura (96%), pero deficiente en los mecanismos de retención de los niños que son lanzados, virtualmente, a la calle en busca de sobrevivencia. ¿De qué sirve que el Estado aumente cada año su presupuesto en el 0.5 del PIB, si no tiene estrategias concretas para superar este problema estructural?

Educación, salud, empleo
Los especialistas establecen que el problema es real, pero que la solución escapa a la responsabilidad propia del sector educativo, porque es necesario articular acciones con los sectores de salud y empleo, que corresponden a políticas públicas de los gobiernos.

Esta sectorización que sirvió para la planificación en el siglo XX ya no sirve. En la actualidad,  las políticas de desarrollo humano son unívocas e integran los ámbitos del desarrollo social vinculados a las del desarrollo económico, y operativamente están unidas.

Así lo reflejan los índices de desarrollo humano, reconocidos por las Naciones Unidas que son: la escolaridad, la salud, la nutrición y el empleo.

Acciones prioritarias

En el contexto microeducativo se necesitan sobre todo acciones prioritarias, como articular los proyectos educativos institucionales (PDI) a una reforma consistente del currículo que integre los aspectos invisibles.

Los mismos que por estar “implícitos” -ambientes de aprendizaje, según César Coll- sirven para marginar y excluir; fortalecer las organizaciones de la comunidad y a falta de ellas promover grupos de trabajo y programas asociados a la calidad, con la intervención activa de estudiantes, padres y profesores.

Es decir integrar a nivel local la escuela, el centro de salud más próximo y las empresas del sector; fomentar la gestión escolar, a través de mecanismos de rendición de cuentas, que permitan la construcción de una sociedad democrática. Se debe realizar un seguimiento de los niños y sus familias, que dejan de acudir a la escuela; articular, de manera explícita, el arte y el ambiente con el currículo, la identidad y la diversidad.

Que no se olvide que el propósito fundamental de toda educación es preparar para la vida. Y ello implica dos acciones o actitudes concurrentes: el cuidado y atención de uno mismo, y el cuidado y atención de los demás. Insistamos en lo primero y luchemos por que lo segundo se aplique.

Modelo preventivo: categorías
Los índices de calidad educativa, dentro de un modelo preventivo, se agrupan en tres categorías. Las que expresan relaciones entre los “inputs” o entradas al sistema educativo, la escuela y los valores sociales: sistemas de admisión de estudiantes y profesores; equidad de acceso y en la asignación de recursos para la igualdad de oportunidades educativas.

Además de las relaciones entre la estructura, procesos sociales, curriculares e instructivos en las instituciones educativas. Las mismas que deben tener una organización que asegure la participación en la toma de decisiones; clima institucional, validez cultural del currículo y de los sistemas de evaluación.

También se incluyen las  que regulan las articulaciones entre los objetivos y los resultados educativos, así como las expectativas y necesidades sociales. La rendición de cuentas es clave en esta estrategia. Es decir la “escuela invisible” nos concierne a todos, en el contexto de la pedagogía crítica. (I)

Fuente del Artículo.

https://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/sociedad/6/la-sociedad-integra-las-escuelas-invisibles

ove/mahv

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El problema de las “Competencias” en la Educación

México / 12 de agosto de 2018 / Autor: Juan Carlos Miranda Arroyo / Fuente: SDP Noticias

Este lunes, en que este gentil espacio publicó mi comentario titulado: “SEP: Discutir la noción de “Competencias Educativas” (SDP Noticias, 6 de agosto, 2018), recibí algunos comentarios interesantes en redes sociales sobre el contenido del texto, mismos que comparto y comento a continuación.

Ayer, entre otros, la doctora Laura Frade escribió, vía Twitter: “El autor del artículo cuenta con muchas imprecisiones teóricas, históricas y filosóficas sobre la noción de competencia y sobre el propio modelo educativo 2017 que las desdibuja. Aprendizaje clave NO es igual que competencia. Desde ahí el error en su interpretación.”

Esta fue mi contestación: “Gracias por su interés, doctora. Nunca, en el texto, afirmo que ´aprendizajes clave´ sea igual a ´competencia´. Esa confusión la genera el propio texto oficial (ver glosario del Modelo Educativo 2017). Sobre las imprecisiones, le sugiero lea mi texto del 2013.” (Me refería al ensayo publicado hace cinco años, que lleva por título: “La noción de “Competencias” en la Reforma de la Educación Básica en México (2009-2011): Limitaciones y alternativas”, donde expongo, entre otros aspectos, un recorrido histórico acerca de la evolución de ese concepto. (1)

No se trata de desdibujar nada. Más allá de las definiciones o categorías teóricas o filosóficas (que han sido abordadas a profundidad por diversos autores y para lo cual hay sus respectivos espacios de debate), considero que lo importante del comentario publicado el lunes, es resaltar la actitud crítica; es decir, el hecho de que los docentes, directivos y asesores de Educación Básica, durante sus jornadas de actualización y formación continua, justamente, estén dispuestos a discutir, analizar, ponderar o valorar los presupuestos teóricos, filosóficos, históricos y metodológicos que “hay detrás” de los ideas que fueron seleccionadas por los asesores de la SEP (2016 y 2017), y que han servido de base para dar soporte tanto al Modelo Educativo (vigente) como al formato para trazar el diseño del plan y los programas de la Educación Básica, aprobados oficialmente en México (con el enfoque “competencial”). Esto incluye el análisis de los documentos de gobierno que toman como fuente dichos materiales impresos (como las Guías).

Pienso que el problema de la noción o concepto de “competencias” en la educación, es un asunto que comprende, entre otras interpretaciones, dos tipos de miradas: La primera, que adopta una concepción integracionista, “…que observa a la totalidad del educando, no lo divide en partes, como tampoco divide al conocimiento en disciplinas”(misma concepción que propone y defiende la Doctora Frade); y la segunda, que sugiere una visión “fragmentaria” sobre las competencias (criticada con argumentos por la misma Dra. Frade, cuando se refiere al Modelo Educativo 2016), que consiste en una “visualización del aprendizaje como cambio estrictamente cognitivo, (que) descarta a las competencias como médula central de la educación…”. ¿Cuál es la diferencia entre una y otra mirada? Por lo que alcanzo a observar, al revisar un ensayo reciente de la propia Dra. Frade (2), ella defiende al modelo “integral” que sobre las “competencias” sustentaba al Acuerdo 592 de la SEP, en 2011. Y critica al enfoque “fragmentario” de la propuesta oficial actual (Modelo Educativo 2016-2017); ambas concepciones fueron adoptadas por diferentes equipos de asesores de la SEP, según la coyuntura generada en cada caso.

Quizá lo más interesante de toda esta cuestión, es observar cómo ha evolucionado este concepto (de “competencias” en la educación) durante los procesos de formulación, revisión y rediseño de los contenidos y métodos educativos en los diferentes contextos de las Reformas Educativas en México. A reserva de realizar un estudio socio histórico más detallado, sistemático y riguroso al respecto, lo que queda claro es que en la escena del diseño curricular mexicano, han tomado el “poder” o la “hegemonía” dos o más diferentes equipos de expertos o asesores, mismos que han estado, con sus diferentes versiones, matices y aproximaciones sobre este concepto, cerca o dentro del círculo más próximo, íntimo, de los diferentes titulares de la SEP.

Cabe recordar que entre 2009 y 2011, la dirigencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), jugó un papel central en la definición de las políticas públicas educativas de ese tiempo (sexenio de Felipe Calderón). La hegemonía de la dirección del SNTE concluyó, (al menos en la parte de la toma de decisiones educativas técnicas, no político-sindicales), en el año 2012-2013, cuando cambió el escenario político con el relevo en el gobierno y comenzó la gestión del presidente Peña Nieto.

Queda relativamente claro, entonces, que el problema de las “competencias” en la educación no solo es un asunto técnico, ni un campo únicamente de tensiones teóricas o metodológicas, sino también es un asunto social complejo, donde impera el conflicto entre sectores de la comunidad académica, y cuya deliberación queda en manos de la política o de la alta tecnoburocracia, pero no de los docentes en servicio, es decir, queda entre especialistas y expertos que están insertados en los diferentes grupos o espacios de decisión de las políticas públicas en la educación. En otras palabras, podría decirse que los círculos cerrados de las corporaciones académicas más influyentes (públicas y privadas), siempre han estado presentes en los espacios de disputa del poder y de la toma de decisiones sobre los asuntos de la educación pública. Por ello afirmo que, hasta el momento, éste ha sido un caldo que se ha cocinado “arriba”, no “abajo”.

Ojalá que los historiadores, sociólogos y antropólogos de la educación, así como los especialistas en Filosofía y Psicología Educativa, se den a la tarea de estudiar este fenómeno, y con ello desentrañen las dudas que surgen o puedan generarse acerca del por qué hay diferentes aproximaciones sobre el concepto de “competencias” en tan poco tiempo, pero no solo eso: también sobre otros conceptos importantes como el de los “aprendizajes”, la planificación de la “enseñanza”, así como sobre los distintos modelos “didácticos”, la evaluación educativa, los materiales o recursos y el papel de los sujetos en la educación, entre otros.

Punto y aparte para analizar y discutir, es el fenómeno que se ha generado a partir de la aparición del discurso del diseño curricular (desde 1990 a la fecha) basado en el desarrollo de “competencias”, sobre el cual se ha desarrollado, en países latinoamericanos sobre todo, un amplio mercado de consumo de conocimientos y tecnologías. Algunas universidades privadas (como la del Valle de México), ofrecen a la sociedad programas de posgrado (Maestría) “hiperespecializados” sobre el concepto de las “competencias en la educación” y sus derivaciones pedagógicas. También se han creado organizaciones de profesionales o asesores independientes que venden a los docentes y directivos de todos los niveles educativos, cualquier cantidad de cursos, talleres y diplomados, libros y demás materiales de estudio, con supuestas guías o estrategias para que los participantes dominen el concepto de “competencias” en la escuela.

Cada uno de los grupos de profesionales y especialistas de la educación tiene derecho a promover sus productos y servicios de la manera en que mejor le plazca o reditúe. Sobre ello no hay discusión. Lo que no se vale es hacer creer a los docentes, directivos y demás figuras educativas, que la verdad universal, única e indiscutible en la educación contemporánea, es el diseño curricular basado en el “desarrollo de competencias”. Ese es el problema de las “competencias” en la educación en México y en el mundo.

Vayamos a otra opinión. El doctor Alejandro Castro Santander me escribió lo siguiente: “…Me gusta cómo has encarado el tema de las competencias en educación. En Argentina venimos trabajando con ellas desde 1993. Y como dice Perrenoud, no entró en la práctica de los docentes, porque no fue aprendida en su escolaridad ni en la formación superior… siempre fue teoría, cuando el modelo llama a la acción.”

Así continúa el mensaje del doctor Castro Santander, especialista y líder académico en el tema de convivencia escolar en la Universidad Católica Argentina: “Personalmente, me gusta la síntesis del Informe Delors y los cuatro saberes (pilares), luego hablemos de las «habilidades» para el S.XXI  y la estrategia de las competencias (conocimientos puestos en acción) ¿Cuándo? Cuando la escuela que tenemos del S.XIX cambie, dando la oportunidad a la innovación con sentido… Mientras tanto, evito leer completos los trabajos que no le dan un lugar importante a las habilidades socioemocionales, al clima escolar, a la convivencia. Estos factores asociados a la calidad educativa hoy son ´prioridad educativa´ «. Completamente de acuerdo.

Agradezco a todos los maestros y las maestras, asesores y directivos que me han escrito para ampliar la discusión sobre estos temas. Estoy convencido en que ése es el único camino –la confrontación de ideas-, que nos permitirá sacar adelante a los nuevos y retadores proyectos educativos que vienen para la nación.

 

(1) Juan Carlos Miranda Arroyo (2013) “La noción de “Competencias” en la Reforma de la Educación Básica en México (2009-2011): Limitaciones y alternativas”. Rev. Iberoamericana de Educación, vol. 61, Núm. 4. OEI. (versión digital)

 

(2) Laura Frade Rubio. (2016) Críticas y propuestas a la propuesta de plan curricular del Modelo Educativo 2016.

http://www.calidadeducativa.com/articulos/Vol-09/Art-50-CrIticas-y-propuestas-a-la-propuesta-de-plan-curricular-del-Modelo-Educativo-2016.pdf

 

jcmqro3@yahoo.com

 

Fuente del Artículo:

https://www.sdpnoticias.com/nacional/2018/08/07/el-problema-de-las-competencias-en-la-educacion

ove/mahv

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