América del Sur/Brasil/22-03-2020/Autor(a) y Fuente: www.telesurtv.net
Las comunidades indígenas brasileñas continúan preocupadas por la deforestación y la falta de atención del Gobierno y de la comunidad internacional.
El líder y defensor de la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (APIB), Luiz Eloy Terena, hizo un llamado de alerta al Gobierno de Brasil y a la comunidad internacional, para que atiendan los efectos negativos de la deforestación que va en aumento en el Amazonas.
Terena, denunció la existencia de vínculos entre la administración del presidente Jair Bolsonaro y las actividades extractivistas que han afectado a las comunidades que habitan en los territorios amazónicos.
«Si Bolsonaro logra permitir la minería en tierras indígenas, no solo significará una mayor destrucción del bosque y sus ríos, sino un genocidio generalizado de varios grupos indígenas», aseguró el líder.
En 2019, fueron registrados en el Amazonas más de 80.000 incendios donde se perdieron al menos 9.762 kilómetros cuadrados de selva tropical, según los datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (Inpe) de Brasil.
Una de las causas del fatídico hecho fue la práctica de expansión que suelen utilizar ganaderos y agricultores de la región para incrementar su producción afectando los territorios indígenas.
Los reclamos exigen una solución ante el hecho, por lo que el defensor indicó que, «La seguridad jurídica de nuestros territorios debe ser una prioridad mundial y las políticas globales de cambio climático deben realizarse junto a organizaciones indígenas y territoriales para ser verdaderamente efectivas».00
Entre sus reclamos, también piden a la comunidad internacional, especialmente a la Unión Europea, el rechazo al acuerdo UE-Mercosur, «ya que las empresas europeas y norteamericanas se encuentran entre las que más explotan los recursos de la selva tropical», así lo indicó Terena.
Fuente e Imagen: https://www.telesurtv.net/news/brasil-indigenas-llaman-comunidad-internacional-deforestacion-20200321-0002.html
Cambio climático, una de las causas de enfermedades emergentes
Ciudad de México. El cambio climático, deforestación y la modificación de los patrones de distribución de especies, inducida, sobre todo, por actividades humanas, son algunas de las causas de las enfermedades emergentes que en los pasados años se han convertido en epidemias y pandemias, de acuerdo con especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En todo el mundo hay virus, bacterias, protozoarios y parásitos, y si por algún motivo sus hospederos, reservorios y vectores cambian de sitio, surgen escenarios en los que se genera el intercambio de estos microrganismos entre diferentes especies, lo cual resulta muy común en la naturaleza.
“En el caso de muchas enfermedades emergentes –es decir, las que son causadas por un agente infeccioso recién identificado–, la modificación de los patrones de distribución de especies, inducida, sobre todo, por actividades humanas como el cambio climático, la deforestación, el cambio de uso del suelo y la introducción de especies exóticas, tiene un papel fundamental en su aparición”, afirmó Gerardo Suzán Azpiri, investigador del Departamento de Etología, Fauna Silvestre y Animales de Laboratorio de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia.
Señala que el uso desmedido de antibióticos es otro factor que está propiciando que diversos agentes patógenos desarrollen resistencia a ellos, cambien sus factores de virulencia y ocasionen enfermedades emergentes o remergentes en distintas poblaciones humanas.
Las remergentes son aquellas afecciones cuyas tasas de infección y mortalidad permanecían en niveles bajos y de pronto suben a niveles muy altos, por lo general como consecuencia de estos cambios que se dan en los agentes patógenos, apuntó.
Casi todas las zoonosis (enfermedades compartidas por personas y animales) tienen su origen en animales silvestres, pero algunas como la brucelosis y la tuberculosis se originan por el contacto con animales domésticos como vacas, cabras, borregos…
Ahora, con la deforestación y la pérdida de los ecosistemas, no pocas de las zoonosis son compartidas por animales tanto domésticos como silvestres, y los humanos, comentó Suzán Azpiri.
Entre los padecimientos emergentes transmitidos por fauna silvestre que han sido estudiados en México están la leishmaniasis (roedores y pequeños mamíferos), la trypanosomiasis americana o enfermedad de Chagas (roedores, tlacuaches y perros ferales) y la rabia (carnívoros silvestres, así como murciélagos hematófagos).
Fuente de la Información: https://www.jornada.com.mx/ultimas/sociedad/2020/03/15/cambio-climatico-una-de-las-causas-de-enfermedades-emergentes-7395.html
El presidente de Repsol y su Fundación, Antonio Brufau, y la presidenta de Microsoft España, Pilar López, han suscrito este acuerdo con el objetivo de potenciar los procesos de formación de los jóvenes ofreciendo contenidos sobre energía, transición energética y cambio climático al entorno educativo, incorporando el uso de las nuevas tecnologías en las aulas y promoviendo la participación de los profesores y estudiantes en este proceso.
El acuerdo contempla varias líneas de trabajo que incluyen la divulgación conjunta de los contenidos de la plataforma educativa de Fundación Repsol; la formación de docentes, para lo que Microsoft pone a disposición su espacio de transformación educativa, Microsoft Edulab, donde muestra lo que deben ser las aulas para integrar los elementos clave de los entornos de enseñanza y aprendizaje, así como la utilización de las herramientas de gamificación y colaboración de Microsoft para desarrollar nuevos contenidos curriculares relacionados con la energía, la eficiencia energética y la sostenibilidad.
«El reto de la transición energética y la lucha contra el cambio climático han de abordarse desde el conocimiento riguroso y desde la tecnología; esta alianza con Microsoft va a impulsar la innovación educativa integrando las soluciones tecnológicas más avanzadas con contenidos relacionados con la energía y la sostenibilidad, haciendo partícipes a los jóvenes y a la comunidad educativa en general sobre los retos globales del planeta», ha afirmado Brufau.
Por su parte, López ha señalado que Microsoft quiere contribuir a la divulgación y formación sobre energía y transición energética en el entorno educativo y hacerles llegar a los jóvenes «de la mejor manera» estos conocimientos y prepararles para crear «un mundo libre de emisiones gracias a la aplicación de la tecnología».
Fuente de la noticia: https://www.ecoticias.com/tecnologia-verde/200042/Tecnologia-verde-desarrollar-productos-energia-cambio-climatico
¿La educación sobre el cambio climático debería ser obligatoria en las escuelas?, una activista colombiana piensa que sí, y lidera un equipo en la capital de su país para asesorar a colegios interesados sobre el tema, promoviendo que sean sostenibles y formen a los líderes del presente y el futuro para que pongan a salvo nuestro planeta.
Clases sobre el cambio climático para los niños, consejos para hacer loncheras bajas de carbono para los padres, huertas sostenibles, y jóvenes educándose para ser líderes para la acción climática en su propia escuela, son actividades que se están haciendo realidad en dos colegios de Bogotá, Colombia.
Maria Alejandra Téllez nació en esa misma ciudad, tiene 27 años, se graduó de derecho, y es la confundadora de Climalab, una organización no gubernamental “de jóvenes para jóvenes” en temas de educación ambiental.
Climalab ha hecho una apuesta por incluir los temas de cambio climático en los planes de estudio escolares en Bogotá, con miras a que esto se convierta en ley.
“Colegios al Clima con el País, es un proyecto en donde lo que hacemos es que un grupo de jóvenes expertos técnicos en temas ambientales acompañamos los procesos de los colegios en Colombia. En este momento solo a nivel local en Bogotá, estamos trabajando con dos colegios. Es un proyecto muy novedoso”, explica Téllez.
La directora del proyecto de Colegios al Clima con el País explica que la idea es acompañar el proceso tanto administrativo como académico, llevando la acción contra el cambio climático
“No solo estamos promoviendo el liderazgo estudiantil a través de estos temas, sino también tocando la puerta para formar mejores ciudadanos y activistas ambientales en el presente y para el futuro”, agrega.
El proyecto mide la huella de carbono de los colegios y les ayuda a entender como pueden ahorrar más energía, tratar mejor el agua y mejorar la alimentación dentro de las aulas.
“También tenemos la posibilidad de trabajar con los padres de familia o los acudientes a través de un programa que llamamos Familias Bajas en Carbono, que incluye también cómo hacer loncheras sostenibles y cómo podemos mejorar desde casa la alimentación de nuestros niños incentivando el uso de los mercados agroecológicos y apoyando a campesinos locales”, explica la abogada.
Climalab además capacita a los profesores y las directivas de las instituciones sobre la repercusión de las prácticas insostenibles para el futuro de nuestro planeta.
“Desde el lado académico acompañamos a los chicos en unas clases que se llaman liderazgo juvenil en acción climática, no hemos conocido que en Colombia se den este tipo de clases. Hasta ahora son unas electivas en primaria y en bachillerato principalmente en el colegio Liceo de Colombia Bilingüe en Bogotá, que es un colegio que ha creído en nosotros y que ha decidido emprender este camino que hasta ahora empezamos”, asegura Téllez, quien agrega que el otro colegio que se ha unido a la causa es el San Mateo Apóstol.
La iniciativa dirigida por María Alejandra también trabaja en las huertas con niños y jóvenes para que aprendan cómo se cultiva la comida que consumen y valoren la cadena de producción que a veces pasa desapercibida para las personas que viven en las ciudades.
“Colegios al Clima con el País, es eso, es poder acompañar técnica y responsablemente esos procesos que aun los colegios de pronto no tienen la capacidad para hacer. Por ahora tienen nociones, sin embargo, ya en la parte específica de cambio climático, ClimaLab ofrece ese acompañamiento para hacer mejor los procesos académicos y administrativos y así mejorar la calidad de la educación al final que es el objetivo que tenemos con este proyecto”
Los jóvenes no son el futuro del planeta, sino el presente
Maria Alejandra asegura que la idea es que la iniciativa que dirige se expanda a muchas más instituciones educativas de Bogotá y otras ciudades y municipios.
“Ya no podemos desconocer que hay una crisis climática, el mismo IPCC ha dicho que desde la parte científica que esto es un hecho y que muchas de las consecuencias que hoy se dan por el cambio climático son por la mano del hombre, y son cosas que no podemos desconocer porque los jóvenes no somos el futuro, somos el presente, y tenemos que tomar acciones muy claras y al menos darnos esos escenarios para aprender mejor de lo que está pasando pero entonces también para tomar decisiones que nos permitan ser mejores líderes en el futuro y nos permitan incidir en esas decisiones que hoy están tomando otros pero a las cuales vamos a llegar nosotros”.
Su ímpetu para incluir el cambio climático en la educación viene no sólo de esa necesidad que hoy en día jóvenes como Greta Thunberg han identificado, sino también del ejemplo de su propia madre, quien ha trabajado en el sector toda su vida.
“Mi mamá es rectora en un colegio y verla a ella trabajando 20 años por la educación en Colombia fue un incentivo a explorar un poco más qué estaba pasando y cómo podemos mejorar la calidad, lo cual me llamó a reivindicar todo lo que ella ha hecho. Se me vuelve un tema muy personal que me incentivó a explorar qué estaba pasando e identificar que hay huecos que, desde el trabajo que hacemos desde ClimaLab, podríamos llegar a llenar y a generar oportunidades a partir de eso”.
Además, desde la carrera que eligió, el derecho, Téllez asegura que se ha dado cuenta del poder que tienen las políticas públicas y las normas para incidir a mayor escala.
“Y por eso yo creo que el objetivo mayor de todo esto es lograr hacer Colegios al Clima por el país, una política pública nacional en donde los colegios tengan que obligarse a transversalizar estos temas en su currículo académico. Evidentemente estamos haciendo un esfuerzo grande, pero por más colegios que acompañemos, en el país hay más de 13.000 en todo el territorio nacional que evidentemente ni en 10 años podríamos llegar a acompañar”, afirma.
ClimaLab
Estudiantes aprenden sobre cambio climático en el Liceo de Colombia Bilingüe en Bogotá, Colombia, gracias a ClimaLab.
Un llamado al Congreso Nacional colombiano
La abogada asegura que a pesar de que con su equipo son conscientes de la importancia de comenzar a trabajar el cambio climático de manera local, espera que su esfuerzo se convierta en un llamado al Congreso Nacional de Colombia.
“Pensamos que este no es un tema de nosotros, sino que es un tema de relevancia general y por tanto debería tener una incidencia en el Congreso de la República para que se vuelva una norma para todo el mundo. Entonces estamos intentando llamar la atención un poco a través de nuestro trabajo, pero estamos dispuestos a trabajar si hay que trabajar en el proyecto de ley, y como abogada pienso que es algo que se debe hacer y que estaría yo feliz de trabajar en ello”.
La joven, quien estuvo participando de una Asamblea Juvenil y visitó la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, quiere resaltar también la importancia de que los jóvenes entiendan y sepan que son los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
“Especialmente el objetivo 13, Acción por el Clima, y muchos otros, porque esta agenda es una agenda interrelacionada, que si no se cumple un objetivo no se cumplirán los demás, entonces es una labor donde todos tenemos que converger y hay que llamar la atención de los colegios desde sus directivas desde todo lo que hacen a nivel local e internacional para involucrar estos temas en la agenda académica de las instituciones en Colombia y en el mundo”, concluye Maria Alejandra Téllez.
Fuente de la reseña: https://news.un.org/es/story/2020/02/1470121
Justo antes de que los superricos del planeta se reunieran en el Foro Económico Mundial en Davos el mes pasado, la trasnacional Microsoft anunció sus planes de volverse una empresa negativa en emisiones de carbono para 2030. Poco antes, BlackRock, la billonaria y mayor gestora de inversiones especulativas del globo, aseguró que cambiaría parte de sus inversiones para atender el cambio climático. La emergencia climática fue uno de los temas centrales en las sesiones del Foro de Davos este año. Otras grandes empresas, muchas culpables del caos climático, como las de agronegocios, energía, automotoras, plataformas digitales, han hecho recientemente declaraciones similares.
¿Significa esto que las trasnacionales, principales causantes del cambio climático, finalmente asumirán la gravedad de la situación y cambiarán sus causas? Claro que no. Lo que están haciendo es asentar una nueva ola de oportunidades de negocio. Por ejemplo, nuevas formas de apropiarse de la tierra y los ecosistemas –con graves impactos sobre las comunidades y el ambiente– y el desarrollo de tecnologías de geoingeniería.
Engloban estas propuestas con expresiones engañosas, como soluciones basadas en la naturaleza, reducción neta de emisiones, carbono neutral, cero emisiones netas o el aún más absurdo emisiones negativas. Absurdo porque no existe ningún gas que una vez emitido sea menos que cero. Todas son trampas de lenguaje, ya que no reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que alegan compensar esas emisiones para justificar el seguir contaminando. No son reducciones, sino malabarismos contables para que la suma termine en cero o incluso en negativo, caso en el cual la humanidad quedará debiéndoles el favor a las empresas que causaron el desastre.
Microsoft, justamente, afirma que para 2030 tendrá emisiones de carbono negativas y para 2050 habrá removido toda la huella histórica de carbono de la empresa, incluso la de los usuarios de sus productos. Para ello, por una parte, continuará con compensaciones de carbono (por ejemplo, invertir en monocultivos de árboles u otras actividades que compensen sus emisiones supuestamente absorbiendo carbono). Además, anunció nuevas acciones, como el cambio en sus instalaciones a transportes eléctricos o basados en agrocombustibles. Medidas similares anunciaron también Amazon, Apple y Alphabet (dueña de Google), ya que las plataformas digitales consumen una enorme cantidad de energía. Es poco conocido, pero todas están entre los principales consumidores de energía en Estados Unidos. Este cambio podría parecer positivo, pero debe ser analizado a la luz de a qué fuente de energía se refieren y cómo se obtiene. Por ejemplo, la bioenergía y los biocombustibles, si se analiza su ciclo de vida completo, usan más petróleo y emiten más gases de lo que dicen sustituir.
Microsoft explica que no sólo compensará emisiones, sino también removerá carbono de la atmósfera, usando una mezcla de soluciones basadas en la naturaleza y soluciones tecnológicas. Lo primero debe traducirse como la intención de apropiarse de territorios que considere fuentes significativas de absorción y retención de carbono, de bosques a humedales, turberas y mares. Además, promoción y cabildeo para que los suelos agrícolas sean aceptados como sumideros de carbono, algo que actualmente no sucede, porque la absorción en suelos no es permanente. No sólo Microsoft, sino todas las empresas que ahora hablan de soluciones climáticas basadas en la naturaleza se proponen abrir nuevos frentes de disputa por el control de campos agrícolas y territorios, que esperan les sirvan para obtener nuevos créditos comerciables en los mercados de carbono, pese a que está demostrado que esos mercados no han funcionado para combatir el cambio climático.
En cuanto a soluciones tecnológicas, Microsoft anunció el aumento exponencial de apoyo a tecnologías de geoingeniería. Bill Gates, fundador de esta empresa, es actualmente el principal financiador privado de investigación en estas tecnologías de manipulación del clima. Ahora Microsoft anunció la creación de un fondo por mil millones dólares para desarrollo de tecnologías de geoingeniería. Comenzarán con bioenergía, con captura y almacenamiento de carbono (Beccs, por sus siglas en inglés), y captura directa de aire, que son megainstalaciones que filtran aire y separan el dióxido de carbono con sustancias químicas. No está claro dónde lo almacenarían para que no retorne a la atmósfera. Como todas las tecnologías de geoingeniería, requieren grandes cantidades de energía, son de alto costo y no está técnica ni ambientalmente probado que puedan funcionar a la escala necesaria para afectar el cambio climático. El fondo estará abierto a financiar también otras técnicas de geoingeniería, incluso la modificación de radiación solar, con lo cual se convertirá en el mayor fondo de promoción de la geoingeniería hasta ahora.
Por sus altos riesgos e incertidumbres, el despliegue de geoingeniería está bajo moratoria en Naciones Unidas, algo que será necesario afirmar ante estos nuevos ataques corporativos (https://tinyurl.com/vztyloz).
Un viernes más la joven activista sueca Greta Thunberg protestó acompañada de un grupo de jóvenes activistas del movimiento ‘Viernes por el Futuro’, que aparca las clases escolares ese día para presionar a los gobiernos y reclamar una mayor acción climática. Esta demanda se llevó a cabo un par de días antes del Día Mundial de la Educación Ambiental que se celebró este domingo.
Unicef aboga por invertir en educación ambiental y cambio climático para «brindar a los niños y jóvenes las habilidades necesarias para contribuir a un futuro sostenible», tal y como se recoge en la ‘Declaración intergubernamental sobre los niños, niñas y jóvenes y la acción climática’. Promovida por la organización internacional, se dio a conocer en la pasada cumbre sobre el clima COP25 y fue suscrita por España, Chile, Perú y Costa Rica, entre otros países.
En el marco de la misma, se lanzó la iniciativa ‘Educación Ambiental Mundial’, que pretende «la educación ambiental sea obligatoria en todos los niveles educativos, enfocándose específicamente en la educación y conocimiento sobre cambio climático», dijo a DW Tiahoga Ruge, portavoz de Earth Day Network Mexico, una de las organizaciones detrás de esta iniciativa, que «nace para asegurar que la educación ambiental sea obligatoria en México y los países del Acuerdo de París».
Además de la iniciativa de Unicef (foto), la COP25 fue el escenario de la presentación de ‘Educación Ambiental Mundial’, cuyo objetivo es que durante la próxima cumbre en Glasgow, todos los países firmen un Acuerdo Global de Educación Climática y Ambiental para el Desarrollo Sostenible.
Un derecho reconocido
El año pasado, México dio un paso adelante en esta cuestión con la modificación de su Constitución para incorporar la comprensión y el respeto del mundo natural como un requisito básico de la educación. Se trata de un hecho que, en América Latina, solo se había producido en Colombia, cuyo artículo 67 de la Carta Magna determina que «la educación formará al colombiano en el respeto a los derechos humanos, a la paz y a la democracia, y en la práctica del trabajo y la recreación para el mejoramiento cultural, científico, tecnológico y para la protección del ambiente», recordó a DW Adriana Valenzuela, punto focal de jóvenes y educación de ONU Cambio Climático, con sede en Bonn (Alemania).
No obstante, «la educación ambiental en México tiene una larga tradición», aseguró Ruge. «Fue uno de los primeros países en desarrollar la Estrategia Nacional de Educación Ambiental para el Desarrollo Sustentable, en el marco del Decenio de la Educación para el Desarrollo Sustentable convocado por Unesco (2005-2014)», recordó.
Para Jorge Martínez Pérez Tejada, portavoz de ‘Viernes por el Futuro’, «México normalmente tiene bien la parte teórica en sus leyes. El problema es llevarlo a la práctica». Así, aunque el movimiento juvenil ve con buenos ojos la iniciativa mexicana, «consideramos que urge un cambio en los currículos en diversos niveles educativos y que se incluya el tema ambiental, con un énfasis en particular a la crisis climática y a la Agenda 2030». Para ello, consideran que se necesitan alianzas con expertos, así como financiamiento.
Igualmente, «los primeros que necesitan capacitaciones en materia ambiental son los directores de escuelas y el cuerpo docente», dijo a DW el joven mexicano, que dejó su puesto de trabajo como profesor en una escuela para dedicarse plenamente al activismo.
Desde este mes se están capacitando a los profesores en Italia, donde la educación climática se llevará a cabo semanalmente en todas las escuelas del país, a partir de septiembre de este año.
Educar para proteger
En Colombia, «la necesidad de vincular la educación como estrategia para el manejo y conservación de los recursos naturales se concibe desde 1974», explicó a DW Santiago Aldana, asesor ambiental en el Congreso. No obstante, no es hasta 2002 que se establece la Política Nacional de Educación Ambiental, que «entiende que la educación ambiental debe tratarse de forma integral y paralela a todas las asignaturas», recalcó.
Así, se desarrolla a través de Programas Ambientales Escolares (PRAE), que se aplican desde la etapa preescolar hasta la universidad y «buscan incentivar la sensibilización en temas de sostenibilidad ambiental, donde se centran en promover programas de manejo de residuos, creación de semilleros de investigación y cátedras ambientales para enfrentar los retos de lograr un desarrollo sostenible en el país», detalló.
El joven colombiano aseguró que se dedica a temas medioambientales gracias a la educación que recibió en su colegio público, uno de los 13.400 centros existentes en el país. «Desde el Congreso se sigue trabajando y hay dos propuestas de proyectos de ley que buscan volver la educación ambiental más vinculante, como la réplica de la propuesta de Italia de crear la Cátedra de Cambio Climático», avanzó.
«Colombia es un modelo para los países de América Latina», consideró Valenzuela, recalcando los avances de la región en dicha cuestión. «En República Dominicana está incluida en las políticas públicas», subrayó, agregando que Cuba cuenta con «un modelo de prevención de desastres». No obstante, reconoció la falta de «coordinación a nivel interinstitucional de los ministerios de Educación con los de Medio Ambiente, Agricultura y Energía». Igualmente, lamentó que, si bien «hay conocimiento, no se traduce en cambios en los comportamientos». «El reto es pasar del conocimiento a la acción», concluyó.
El Cuerno de África está experimentando actualmente el peor brote de langosta del desierto en décadas. La plaga migratoria más antigua y destructiva del mundo, cuyos enjambres pueden devastar los cultivos y los pastos de forma rápida y completa, afecta a Etiopía, Kenya y Somalia donde dañó decenas de miles de hectáreas de tierras. Djibouiti y Eritrea también sufren el impacto de la plaga, que se desplazó a Uganda en las últimas 24 horas.
Ante la magnitud de la catástrofe, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas y La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación celebraron este lunes una reunión informativa especial sobre la situación actual, seguida de un llamamiento para obtener 76 millones de dólares en apoyo urgente a la región.
El secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios, Mark Lowcock, quien presidió el evento, explicaba de esta manera la magnitud de la tragedia.
“Una nube promedio de langostas de un kilómetro cuadrado, es decir de 40 a 80 millones de langostas, puede consumir en un solo día alimentos suficientes para alimentar a 35.000 personas al día. Se estima que un enjambre en el noreste de Kenya tiene un tamaño de hasta 2400 kilómetros cuadrados; de modo que, si mi calculadora funciona, todo lo que significa es que habría entre cien y doscientos mil millones de langostas en ese solo enjambre, y que estarían devorando suficientes alimentos para alimentar a 84 millones de personas en un solo día”.
Esas cifras palidecen si la plaga no se controla pues, con las lluvias adicionales que se esperan, la magnitud del brote podría crecer hasta 500 veces en junio.
Las plagas se propagan a toda velocidad
Pero este no es el único problema, las nubes de langosta se desplazan a una velocidad de vértigo, hasta 150 kilómetros en un solo día, e ironizó que no “han de pasar ningún control migratorio o poseer pasaportes y que no respetan las fronteras internacionales”, convirtiéndolo en un problema de ámbito regional que afecta a los cultivos y pastos, sobre todo de las personas de menos recursos.
A esta situación, hay que añadirle el combate a la hambruna en estos 3 países con 13 millones de personas que están al borde ella, que alcanzarían los 19 millones si se suma a Sudán del Sur y Uganda. Además, añadió que durante los dos últimos años estas comunidades también sufrieron graves afectaciones meteorológicas.
“Han soportado lluvias escasas, sequías e inundaciones, su capacidad de recuperación se ha visto socavada y muchas familias, especialmente mujeres y niñas, se han visto obligadas a adoptar mecanismos extremos para hacer frente a la situación”, afirmo.
Precisamente, son esos eventos climáticos los que están creando el entorno para facilitar el actual brote de langostas: las lluvias inusualmente intensas esta temporada y el aumento de la frecuencia de los ciclones en el Océano Índico han creado condiciones favorables para que la langosta se reproduzca.
Necesidades previas a la crisis de langostas
Lowcock resaltó, que previamente a esta amenaza, en Etiopía y Somalia ya había un alto número de personas que necesitaban ayuda humanitaria y que los planes de respuesta humanitarias para ambos países ascendían a los 1000 millones de dólares.
“Lo que quiero decir es que, en estas regiones, donde hay tanto sufrimiento y tanta vulnerabilidad y fragilidad, no podemos permitirnos otra gran perturbación y por eso tenemos que actuar con rapidez… Se nos acaba el tiempo. La temporada de lluvias comienza en marzo. Después será mucho más difícil controlar esta invasión, así que tenemos que actuar con decisión ahora para mitigar la posibilidad de que haya más sufrimiento humanitario y también para evitar un posible deterioro catastrófico de la situación”, alertó.
Del mismo modo, afirmó que actuar de inmediato costará mucho menos que enfrentarse a una emergencia mucho más compleja durante los próximos meses, por eso la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura necesita un amplio apoyo de la comunidad internacional para controlar la propagación de la langosta.
Así, recordó que hace tres semanas desembolsó 10 millones de dólares del Fondo Central para la Acción en Casos de Emergencia debido a los negativos pronósticos de la crisis y también porque esperaba catalizar otros fondos de forma inmediata, en particular el apoyo al llamamiento de la FAO de 76 millones de dólares.
Sobre ese monto solo se ha conseguido recaudar un 28% del total, explicó Dominique Burgeon, un experto de la FAO sobre este tema, quien indicó que se estructura en cuatro partes:
control de la propagación de la langosta del desierto
protección de los cultivos
apoyo a las comunidades afectadas
tareas de coordinación, que incluyen el despliegue de expertos altamente cualificados sobre la plaga
FAO/Peterik Wiggers
Una langosta en la región somalí de Etiopía.
El nexo de la plaga con el cambio climático
Por su parte, el Secretario General de la ONU destacó este fin de semana el vínculo entre el cambio climático y la crisis sin precedentes de la langosta que asola Etiopía y el África oriental.
António Guterres explicó que el aumento de temperaturas en los océanos genera más ciclones que crean “el caldo de cultivo perfecto” para las langostas.
“Hoy en día, las nubes de langostas son del tamaño de las grandes ciudades y la situación empeora día a día. La FAO nos dice que una nube del tamaño de París consumirá en un día tantos alimentos como la mitad de la población de Francia”, afirmó António Guterres en la apertura de la Cumbre de la Unión Africana en Addis Abeba.
El titular de la ONU manifestó su solidaridad con las personas y comunidades afectadas y pidió una respuesta rápida y generosa de la comunidad internacional que sirva para para garantizar una respuesta eficaz y controlar la infestación “mientras tengamos oportunidad”.
La crisis de la langosta del desierto en datos:
Esta es la peor plaga de langostas del desierto que Kenya ha experimentado en 70 años y la peor que han experimentado Somalia y Etiopía en 25 años. Djibouti y Eritrea también están experimentando actividad de enjambres y reproducción de langostas. Se acaba de confirmar la propagación a Uganda en las últimas 24 horas. También nos preocupa la propagación a Sudán del Sur y a Tanzania. Al mismo tiempo, también se observan cuidadosamente la situación en Sudán, Yemen, Omán y Pakistán.
De no controlarse, y con las lluvias adicionales que se esperan, la magnitud del brote podría crecer hasta 500 veces en junio. Esto tendría un efecto devastador en el acceso a la comida y los medios de subsistencia de los cinco países afectados, con repercusiones en la salud, la nutrición, la educación y la protección. Las necesidades humanitarias ya son elevadas en los cinco países afectados y en dos países de alto riesgo, con más de 19 millones de personas al borde de la hambruna.
Se necesitan urgentemente más fondos para poder ampliar las operaciones de control a gran escala. Hasta el momento, se han prometido algo más de 20 millones de dólares sobre los 76 millones solicitados por la FAO.
La ventana para contener esta crisis se cerrará en marzo, que es cuando comienza la temporada de lluvias y de plantación, pero tomar medidas rápidas ahora le costará a la comunidad internacional mucho menos que esperar a responder a una crisis compleja y costosa dentro de varios meses.
La langosta del desierto puede viajar hasta 150 km en un día y una nube de langostas de un kilómetro cuadrado puede comer la misma cantidad de alimentos en un día que unas 35.000 personas. Se registró una única nube de gran tamaño en Kenya con una superficie de 60 km por 40 km.
Fuente de la noticia: https://news.un.org/es/story/2020/02/1469391
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