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Acuerdo mundial para proteger el clima

Por Cristián Frers

Alrededor de doscientos países firmaron, el 15 de octubre de 2016, un acuerdo  para reducir los gases efecto invernadero que se usan en equipos de aire acondicionado y refrigerantes. Es  uno de los pasos más importantes  para combatir el cambio climático.
Los hidrofluorocarbonados (HFC) son uno de los más poderosos inductores del calentamiento global pues atrapan miles de veces más calor en la atmosfera terrestre que el dióxido de carbono (CO2) y permanece en ella. Sus emisiones  crecen  a un ritmo de un 10 % anual,  en especial en los países en desarrollo.

Desde los primeros tiempos, las variaciones climáticas  modelaron el destino de la humanidad y el ser humano  reaccionó  adaptándose, emigrando y desarrollando su inteligencia.

Durante las últimas glaciaciones, los niveles de los océanos descendieron y los hombres se desplazaron a través de puentes continentales desde Asia hacia América y las islas del Pacífico: Desde entonces se registraron numerosas migraciones, cambios y también catástrofes. Algunas de éstas tuvieron su origen en pequeñas fluctuaciones climáticas, con siglos de temperaturas levemente superiores o inferiores a la media, más sequías prolongadas. La más conocida es la pequeña era glaciar, registrada en Europa, a comienzos de La Edad Media, que provocó hambrunas, disturbios y el abandono de las colonias septentrionales, tanto en Islandia como en Groenlandia. El hombre  soportó durante milenios los caprichos climáticos, recurrió a su ingenio para adaptarse, incapaz de influir en fenómenos de tal magnitud.

Hoy es un hecho científico que el clima global está en peligro, alterado por los seres humanos,  desde La Revolución Industrial hasta nuestros días, debido al aumento de concentraciones de gases invernadero, tales como el dióxido de carbono, metano, óxidos nitrosos y clorofluorocarbonos. Estos gases  atraparon una porción creciente de radiación infrarroja terrestre y se espera que hagan aumentar la temperatura planetaria entre 1,5º a 4,5 °C (el llamado efecto Invernadero o calentamiento Global).

Según el acuerdo, firmado, llamado “Enmienda de Kigali”, el calendario prevé que un primer grupo de los países desarrollados reduzcan su producción y consumo  de HFC un 10 %, a fines de 2019, en relación a los niveles de los años 2011 – 2013, y un 85 % antes de 2036  y de un 85% antes del año 2.036.

 China, hoy la segunda potencia del mundo, y un  segundo grupo de países en vías de desarrollo más los países africanos, deberán alcanzar una reducción de un 10% respecto de los niveles: desde 2.020 a 2.022, para el año 2.029, y del 80 % para el año 2.045.

India, Pakistán, Irán, Irak y los países del Golfo, no empezarán a disminuirlos  hasta el año 2.028; serán reducirlos el 10 %, con respecto del período 2.024 – 2.026, en el año 2.032, y del 85 %, para el año 2.047.

El calentamiento del planeta es un riesgo que no se puede permitir el lujo de seguir oculto. Pregunto: ¿En qué grupo se ubica o se ubicará La Argentina?

La defensa de la vida es una lucha que debemos incorporar en nuestra agenda, porque compromete la condición humana. Debemos sensibilizar la concienciar de quienes aún no se  percataron de la gravedad del problema y generar lazos solidarios que  permitan  revertir la actual tendencia histórica que  llevará hacia el abismo de la autodestrucción como especie, es decir, hacia el verdadero fin de la historia.

Ecoportal.net

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Reseña de Libro: Cambio ambiental global, Estado y valor público .

La cuestión socio-ecológica en América Latina, entre justicia ambiental y “legítima depredación”

Mirta Geary. Gustavo Blanco Well. María Griselda Günther. Javier Gonzaga Valencia Hernández. Fernado Marcelo de la Cuadra. Juan Camilo de los Ríos Cardona. León Darío Vélez Vargas. Eduardo Ernesto Filippi. Juan Carlos Dávila Betancourt. Laura Guerrero. Andrea Lampis. [Autores de Capítulo]

Colección Grupos de Trabajo.
ISBN 978-958-775-740-8
Universidad Nacional de Colombia. INTE-PUCP. CLACSO.
Bogotá.
Septiembre de 2016

No cabe duda de que el tema del ambiente va adquiriendo un peso cada vez más decisivo y central en la agenda y en la política de las naciones modernas. El asunto tiene importancia por los inmensos desafíos que este representa para la vida de los seres humanos y de sus organizaciones sociales y políticas.
A pesar del énfasis científico y técnico que implica la cuestión ambiental, como es el estudio sostenido de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, no deja de ser sumamente relevante la llamada cuestión social y humana. El peso de lo humano en la cuestión ambiental ha pasado a jugar un papel determinante tanto en la generación y emisión de los mencionados gases, como en el esfuerzo por su mitigación, y en la adaptación y búsqueda de soluciones para enfrentarlo.
La especie humana es responsable tanto de los elementos que generan el cambio ambiental global como de su posible y necesaria solución.
En este esfuerzo se han concentrado el conjunto de trabajos de investigación que lleva por título Cambio ambiental global, Estado y valor público.

Fuente: http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/gt/20160922015448/CambioAmbientalGlobal.pdf
Imagen: http://www.clacso.org.ar/clacso/novedades_editoriales/img_tapas/1178_Tapa.gif
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Argentina: La UNNE en XXXI Reunión Argentina de Fisiología Vegetal

América del Sur/Argentina/Noticias/Noticias/

http://www.momarandu.com/

Del 13 al 16 de Noviembre, la Universidad Nacional del Nordeste será sede de la XXXI Reunión Argentina de Fisiología Vegetal (RAFV 2016), que congregará a unos 500 participantes entre investigadores, becarios, técnicos y productores, procedentes de distintas regiones de Argentina y países limítrofes. Bajo el lema “Enfrentando el cambio climático haciendo sostenible la productividad agro-forestal”, se realizará este evento que tendrá lugar en el Campus “Deodoro Roca” de la UNNE, en la ciudad de Corrientes, donde se realizarán las conferencias plenarias con destacados referentes nacionales e internacionales que sumado a un representativo número de simposios temáticos, interiorizarán a la audiencia acerca de los últimos adelantos de la ciencia en la temática puestos a disposición de los técnicos de la región.

El Presidente de la Asociación Argentina de Fisiología Vegetal –y docente investigador de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE- doctor Pedro Sansberro aseguró que el alto nivel académico del programa científico abrirá nuevas perspectivas en el campo del conocimiento.

La RAFV2016 es organizada por la Asociación Sociedad Argentina de Fisiología Vegetal cada dos años y reúne a la comunidad científica local y regional con el propósito de promover el avance del conocimiento en diferentes áreas de la disciplina. Con el lema de este año se busca promover la integración del sector científico con el entorno productivo sumando una serie de actividades que estimularán la participación de los técnicos del sector. En este marco se realizarán conferencias plenarias, simposios temáticos y visita a ensayos demostrativos emplazados en INTA-EEA Corrientes. Se pondrá especial énfasis en la vinculación de los temas a desarrollarse en las conferencias plenarias y simposios con los cultivos de interés para la región como lo son el arroz, los forestales, mandioca y yerba mate, entre otros.

Para alcanzar el objetivo de ésta XXXI Reunión Argentina de Fisiología Vegetal centrado en acercar los últimos adelantos de la ciencia en la temática, se contará con la presencia de especialistas tales como Matthias Wissuwa (Universidad de Tokyo), Camilla Rebolledo (CIAT, Colombia) y Fernando Pérez de Vida (INIA, Uruguay) quienes se referirán sobre los diferentes aspectos de la fisiología del arroz, desde fotosíntesis a nutrición mineral y adaptación a cambios ambientales como ser bajas temperaturas y luminosidad.

Jordi Martínez Vilalta (Univ. Autónoma de Barcelona, España) por su parte se explayará sobre el consumo de agua y estrés hídrico en forestales. Hernán Cevallos (CIAT, Colombia) lo hará sobre los aspectos fisiológicos que determinan el rendimiento en el cultivo de la mandioca.

Asimismo, referentes nacionales e internacionales en otras temáticas como los doctores Abraham Blum (Israel), especialista en aspectos relacionados con sequía y producción en ambientes con limitaciones hídricas; Jorge Casal y Carlos Ballaré (IFEVA, Argentina), relacionados con señales fotomorfogénicas y defensa de la planta ante ataque de insectos herbívoros; Paul Schulze-Leffert (Max-Planck, Alemania), experto en interacción planta-microorganismos; Miroslav Strnad (Palaky University, Checoeslovaquia), especialista en reguladores del crecimiento vegetal; Paul Neve (Rothamsted Research, Reino Unido), Martín Vila Aiub (IFEVA, Argentina), Aldo Merotto Jr. (Universidade Federal do Rio Grande do Sul, Brasil) y Todd Gaines (Colorado State University, USA), nos introducirán en la problemática actual relacionada con la resistencia de ciertas malezas a herbicidas; cuyo hecho afecta a los sistemas agrícolas en escala mundial.

Acompañarán el evento el Presidente de la Sociedad Brasilera de Fisiología Vegetal (SBFV), doctor Mauro Guida Santos, las representantes de la Sociedad Española de Fisiología Vegetal (SEFV), doctoras Carmen Fenoll y Teresa Altabella y la Directora Ejecutiva del The Global Plant Council (GPC), doctora Ruth Bastow (Reino Unido).

Se aprobaron cerca de trescientos trabajos para su presentación en pósteres que fuesen inscriptos por colegas de Brasil, Chile, Uruguay y Argentina.

Fuente :

http://www.momarandu.com/amanoticias.php?a=8&b=0&c=154077

Fuente Imagen:

https://lh3.googleusercontent.com/4tzVz-iBJPtUfTqKqli7pmod2kZ3TFJ5kxnofJ308HOTgVDVWcjOkI24eIvsuJs7Blv-Xg=s85

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España: El cambio climático merma las poblaciones de anfibios en los Pirineos

Europa/España/Octubre de 2016/Fuente: Te Interesa

El calentamiento en grandes altitudes en el Valle de Aspe (Pirineos franceses) impulsa la mortalidad de ranas y sapos por un hongo quítrido que ataca la piel de los anfibios y se espera que esta situación empeore por el cambio climático.

Tras años de especulaciones de que el cambio climático está detrás de las muertes de estos animales por los hongos quítridos, investigadores de la Escuela Imperial de Londres y de la Sociedad Zoológica de Londres (Reino Unido) dedicaron ocho años a comparar la temperatura del Valle de Aspe con la enfermedad de la quitridiomicosis en sapos parteros (‘Alytes obstetricans’).

El estudio, publicado en la revista ‘Philosophical Transactions of the Royal Society B’, señala que el hongo ‘Batrachochytrium dendrobatidis’ (‘Bd’) ha afectado gravemente a más de 700 especies de anfibios en todo el mundo, causando más extinciones que cualquier otra enfermedad infecciosa conocida por la ciencia.

Después de estudiar la fusión de lagos y las tasas de infección de anfibios durante ocho años, los investigadores encontraron que las probabilidades de contraer la enfermedad tanto para ranas como para sapos se incrementaban cuanto más temprano se fundían los lagos de esa zona pirenaica.

Los investigadores crearon modelos climáticos de predicción que se centraron en las temperaturas de esa parte de los Pirineos y señalan que la región continuará calentándose “de manera significativa y que los lagos congelados serán cada vez más raros”, lo que significa que los renacuajos de los anfibios pasan cada vez menos tiempo bajo el hielo y que esto tiene un efecto multiplicador de la infección de ‘Bd’ en ranas y sapos.

Aunque la relación entre la fusión de los lagos y las tasas de infección por ‘Bd’ es clara, no se sabe por qué la temperatura tiene ese efecto. Las teorías van desde si los lagos más cálidos proporcionan las temperaturas ideales para el crecimiento de los hongos quítridos a que los depredadores de zoosporas de hongos quítridos son menos activos en los lagos más cálidos.

EXTINCIÓN “POCO PROBABLE”

Los lagos de esta región de los Pirineos tradicionalmente se mantienen congelados hasta mediados de cada año y, aunque es normalmente muy común en los sapos parteros, la infección por ‘Bd’ se mantiene bajo control por las bajas temperaturas y los lagos helados.

Sin embargo, el aumento de las temperaturas hacen que los lagos se derritan a principios de año, lo que significa que los anfibios están expuestos a un clima cada vez con menos lagos congelados y son menos capaces de hacer frente a los efectos de la infección de hongos quítridos.

La disminución de las especies de anfibios pueden ser vistos como indicador de la degradación del medio ambiente y la quitridiomicosis como responsable de las extinciones en masa hace que sea un ejemplo de una extinción del Antropoceno debido principalmente a la actividad humana.

“Estos hallazgos muestra otra devastación de especies gracias a la actividad humana. Afortunadamente, es poco probable que los sapos parteros vayan a sufrir una extinción, en gran parte porque la temperatura depende de la altura, por lo que los sapos en las zonas má bajas sobrevivirán”, explica Mtthwe Fisher, de la Escuela Imperial de Londres.

Fuente: http://www.teinteresa.es/espana/CAMBIO-CLIMATICO-POBLACIONES-ANFIBIOS-PIRINEOS_0_1677432327.html

Fuente de imagen: http://www.panoramio.com/photo/3627062

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Biólogos estadounidenses enumeran a las primeras víctimas de la próxima extinción masiva de la Tierra

Por: Ecoportal.23-10-2016 

Expertos estadounidenses de la Universidad de Stanford han descrito cómo sería el curso de la próxima, la sexta, extinción masiva de especies en la Tierra.

El estudio está publicado en la revista ‘Science’, mientras que el video demostrativo está disponible en la página web de la universidad.

Los animales marinos más grandes se verán en mayor riesgo de extinción, y los seres humanos tienen la culpa, sugiere el estudio de Stanford.

En los océanos de hoy, los animales marinos más grandes son más propensos a extinguirse que las criaturas más pequeñas. Es un patrón que no tiene precedentes en la historia de la vida en la Tierra, y que probablemente es impulsado por la pesca humana, según Jonathan Payne, paleontólogo en la Facultad de Ciencias de la Tierra, Energía y Medio Ambiente de Stanford.

“Probablemente esto se debería a que la gente pesca especies más grandes para el consumo en primer lugar,” explicó.

El análisis llevado a cabo por los científicos ha mostrado que el aumento en diez veces de peso corporal de un animal, aumentaría su riesgo de extinción en 13 veces o más.

Durante los últimos 440 millones de años en la Tierra ha habido cinco extinciones masivas (sin contar la del Eoceno-Oligoceno), y durante estos períodos el número de especies se redujo en un 90%.

 Fuente: http://www.ecoportal.net/Eco-Noticias/Biologos-estadounidenses-enumeran-a-las-primeras-victimas-de-la-proxima-extincion-masiva-de-la-Tierra
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La dimensión psicosocial en el entendimiento del comportamiento humano frente al cambio climático

26 de octubre de 2016 / Fuente: http://pcnpost.com/

Por: Rodrigo Arce Rojas

De la revisión de los diversos autores que han abordado la dimensión psicosocial del cambio climático se desprende que nuestro comportamiento frente al cambio climático se basa en la forma cómo percibimos el tema. Dos factores a considerar refieren a la distancia que percibimos el problema y el grado de afectación personal o colectiva que asumimos. Omland (2011) añade un tercer factor referido a la búsqueda permanente del confort presente. Bajo esta lógica el confort futuro (o el confort de otros) no es mi problema. 


¿Por qué resulta tan difícil que en los procesos de negociación internacional se lleguen a acuerdos vinculantes para reducir las emisiones antrópicas de Gases de Efecto Invernadero? ¿Por qué no se aprecian medidas colectivas para la mitigación y adaptación al cambio climático? ¿Por qué nos resulta difícil pasar del conocimiento a la acción de manera individual respecto al cambio climático? Esas fueron las inquietudes que nos llevaron a profundizar la dimensión psicosocial para un mejor entendimiento del comportamientohumano frente al cambio climático.

La base de muchas decisiones para hacer frente al cambio climático radica en los mecanismos de mercado. Según esta perspectiva, lo que no tiene precio, propiedad y actores definidos de transacción económica no puede ser convertido en una herramienta de solución a los problemas ambientales. Así, desde un enfoque de mercado Fisher (2000) menciona que los derechos de propiedad son un componente fundamental de nuestra conducta social, particularmente en el campo económico, y su existencia no depende de un ordenamiento legal ad hoc, sino que estos se han desarrollado como módulos mentales instintivos por su utilidad adaptativa durante el proceso de consolidación de nuestra especie.

Garret Hardin en la tragedia de los comunes nos da cuenta que si cada uno busca sacar el mejor provecho de los recursos, la libertad de los recursos comunes resulta la ruina para todos. Sin embargo, las explicaciones basadas en una racionalidad económica instrumental no son suficientes para explicar la complejidad de las decisiones ambientales. Crespo (2008) habla de empezar a abordar desde una racionalidad ética estratégica.

El problema ambiental no se puede abordar las posibles estrategias de solución de manera sesgada apelando sólo a los instrumentos políticos, económicos y jurídicos. Si la sociedad deja de ignorar que el problema no es de la naturaleza sino de nuestra forma de relacionarnos con ella, entonces estaríamos en condiciones de ahondar en nosotros más que en elementos externos (Omland, 2011). De ahí que el tema de la conciencia colectiva y la conciencia emocional sean elementos que debemos profundizar. Por ello la importancia de abordar las dimensiones psicosociales del cambio climático.

Lo primero que tenemos que reconocer a la persona humana como un ente biopsicosocial. Ello nos permite establecer claras relaciones de interacción e influencia entre el individuo y la sociedad. A nivel individual podemos hablar de personalidad y a nivel social hablamos de sintalidad. Hay que reconocer además que existen sociedades individualistas (como las occidentales, que enfatizan la competencia, el logro individual y la autonomía) y sociedad colectivistas (que privilegian la cooperación y la cohesión grupal) (Triandis y colaboradores, 1985).

Una constatación digna de ser tomada en cuenta es nuestra complejidad como personas. Según la teoría de la reversión es parte de la naturaleza humana ser complejos e inconstantes. Así nuestra conducta revierte entre los cuatro pares de estados opuestos: entre ser egocéntricos y ser altruistas, entre ser solidarios y ser dominantes, entre ser conformista y ser rebelde y entre ser serio y juguetón (Kourdi, 2008).

El descubrimiento más importante de la neurociencia es que nuestro sistema neuronal está programado para conectar con los demás, el mismo diseño del cerebro nos torna sociables y establece inexorablemente un vínculo intercerebral con las personas con las que nos relacionamos (cerebro social). No es de extrañar entonces que nuestras relaciones no sólo configuren nuestra experiencia, sino también nuestra biología (Goleman, 2006). A la complejidad de los individuos hay que agregarle entonces el hecho de la mutua influencia que se verifica en los grupos con los que alternamos.

Tomando prestado las explicaciones sociales de los movimientos sociales podríamos re parafrasear y decir “sólo si el grupo define colectivamente la situación como algo negativo que debe ser corregido podremos decir que ha emergido un problema ambiental” Javaloy y colaboradores, 2001). Esta explicación tiene un símil en la teoría de conflictos que dice que la existencia de un problema no significa que estemos frente a un conflicto sino que para que sea tal requiere una acción deliberada de bloqueo.

El International Human Dimensions Program-Global Enviromental Change (IHDP-GEC) reconoce cinco características de orden psicológico que complican el fenómeno:

  • La baja visibilidad del cambio global
  • La extrema dilación en mostrar la relación causa-efecto
  • La psicofísica de los eventos de baja probabilidad
  • La distancia social entre actores y víctimas del cambio ambiental,
  • El bajo índice subjetivo de costo/efectividad de la conducta protectora del ambiente (Urbina, 2008).

De la revisión de los diversos autores que han abordado la dimensión psicosocial del cambio climático se desprende que nuestro comportamiento frente al cambio climático basa en la forma cómo percibimos el tema. La percepción representa el proceso psicológico por el que la gente reúne información del medio y la da sentido a su mundo (Banks y Krajicek, 1991). Dos factores a considerar refieren a la distancia que percibimos el problema y el grado de afectación personal o colectiva que asumimos.

Por distancia se entiende a la cercanía o lejanía (física o temporal) del problema, que no quiere decir necesariamente distancia de las evidencias de los efectos del cambio climático. Podría estar al frente nuestro a ser parte de nuestra realidad pero igual podemos sentirlo distante. Bajo esta lógica los efectos del cambio climático son para otros, en lugares que no son los míos.

De manera similar el grado de afectación alude al grado de riesgo que asume la persona o colectivo frente a los efectos del cambio climático. Tampoco tiene que ver con la existencia de evidencias sino con el patrón mental. La actitud de invulnerabilidad personal sustenta la argumentación que “podrá afectar a otros pero a mi no me afecta”

A los dos factores arriba mencionados Omland (2011) añade un tercer factor referido a la búsqueda permanente del confort presente. Bajo esta lógica el confort futuro (o el confort de otros) no es mi problema. Un tema similar, aunque en otra perspectiva, refiere al “derecho a contaminar”: “si ellos (los países desarrollados) contaminaron para poder desarrollarse, entonces porque nosotros tendríamos que dejar de hacerlo”.

Tanto el factor distancia como el grado de afectación están influidos por el grado de veracidad que los sujetos y los colectivos creen o quieren reconocer en los efectos reales o aparentes del cambio climático. Aunque el IPCC menciona de manera inequívoca la responsabilidad antropogénica del cambio climático hay que reconocer que existe un grupo de escépticos que relativizan el origen antrópico del cambio climático actual o incluso lo niegan totalmente. Otros no discuten la certidumbre del cambio climático sino las estrategias y mecanismos cómo se los aborda.

Es indudable que la información y comunicación tienen un gran papel en la generación de la conciencia colectiva para abordar seriamente el cambio climático pero hay que analizar con mucha objetividad la forma cómo se las viene tratando, si es para generar temor, culpabilidad o es para generar el sentido de urgencia del cambio de actitudes.

Siguiendo a Lofland (1981) el modelo de comportamiento colectivo se sustenta, entre otros, en los componentes cognitivos, emocionales y de acción. Estos factores están estrechamente interrelacionados y no deben ser vistos de manera fragmentaria. Por ello, si bien es cierto el conocimiento es importante, no basta pues hay que llegar hasta el corazón y el espíritu de las personas y los colectivos. Hemos podido apreciar que tanto en la distancia como en el grado de afectación puede producirse bloqueos mentales a la luz de los paradigmas o creencias con las que actúan las personas y los colectivos.

La polémica sobre el cambio climático dista de ser sencilla y de fácil solución debido en gran parte a la falta de conocimiento científico, pero también a las barreras ideológicas y epistemológicas así como a los grandes intereses políticos y económicos que están involucrados tanto en sus causas como en sus posibles soluciones (Pisanty, 2008).

Frente a los límites de los enfoques legalistas y economicistas, una invitación a los psicólogos y psicólogos sociales para profundizar sobre estos temas y contribuir a la generación de estrategias efectivas para hacer frente al cambio climático. Todavía tenemos mucho que aprender sobre cómo convivir con nuestro niño(a) interior para poder desarrollar relaciones más armoniosas con el ambiente y la sociedad.


Bibliografía revisada:

Banks y Krajicek, 1991. Perception. En Annual Review of Psychology. 42: 305-331.

Crespo, Patricio. 2008. Decisiones ambientales y liberalismo. Abya Yala. Quito, 143 p.

Goleman, Daniel. 2006. Inteligencia social. La nueva ciencia de las relaciones humanas. Kairós. Barcelona, 543 p.

Javeloy, Federico; Rodríguez, Alvaro y Espelt, Esteve. 2001. Comportamientocolectivo y movimientos sociales. Prentice Hall. Barcelona, 443 p.

Kourdi, Jeremy. 2008. Estrategia. Claves para tomar decisiones en los negocios. 1ª. Ed. The Economist. Buenos Aires, 220 p.

Lofland, J. 1981. Collective Behavior: the elementary forms. En Rosenberg, M. y Turner, R. (Eds.): Social Psychology: sociological perspectives. Nueva York: Basic Boos, 411-446

Omland, 2011. Biodiversidad y cambio climático ¿Necesidad o solidaridad internacional? Editorial San Marcos. Lima, 242 p.

Pisanty, Irene. 2008. Cambio global y biodiversidad. En: Urbina Javier y Martínez, Julia. 2006. Más allá del cambio climático. Las dimensiones psicosociales del cambio ambiental global. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Instituto Nacional de Ecología. Universidad Nacional Autónoma de México/Facultad de Psicología. México, 288 p.

Triandis, H. J. Leung, K., Villarreal, M. J. y Clack, F. L. 1985. Allocentric versus idiocentric tendencies: convergent and discriminant validation. Journal of personality and Social Psycology, 38, 257-267

Urbina, Javier. 2006. Dimensiones psicológicas del cambio ambiental global. En: Urbina Javier y Martínez, Julia. 2006. Más allá del cambio climático. Las dimensiones psicosociales del cambio ambiental global. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Instituto Nacional de Ecología. Universidad Nacional Autónoma de México/Facultad de Psicología. México, 288 p.

Fuente artículo: http://pcnpost.com/rodrigo-arce-la-dimension-psicosocial-en-el-entendimiento-del-comportamiento-humano-frente-al-cambio-climatico/

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México: Zonas indígenas y rurales, las más afectadas por el cambio climático

Periodico La Jornada/ 26-10-2016/ Por: Angélica Enciso L.
Los países en desarrollo sufren mayores impactos, sostiene estudio de la ONU

En México, 17.4 millones de personas viven en franjas de riesgo por inundaciones

Padecen más embates las localidades donde hay rezago en la calidad de servicios de vivienda

Los pobres son los más afectados por el cambio climático, pues sólo en México 17.4 millones viven en zonas de riesgo por inundaciones. En el sureste del país hay 319 municipios de alta y muy alta vulnerabilidad al calentamiento global, con zonas inundables, y en el norte en regiones desérticas, sostuvo Enrique Minor, del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

En el acto de presentación del Estudio económico y social mundial 2016, resiliencia al cambio climático, una oportunidad para reducir las desigualdades, de la Organización de Naciones Unidas, aseveró que en las áreas de población indígena y dedicadas a actividades agrícolas, los más perjudicados son quienes viven en pobreza y extrema pobreza.

Minor explicó que si se contraponen los mapas de esos municipios con los de las localidades donde hay rezago en la calidad de servicios de vivienda, se observa que son prácticamente los mismos, ya que buena parte de lo que implica subsistir en pobreza tiene que ver con el bajo acceso a agua potable o drenaje. También se puede observar que conforme se eleva el peligro de inundaciones también aumenta la población en pobreza, lo cual ocurre en estados como Guerrero, Chiapas y Oaxaca.

El reporte señala que durante los pasados 20 años, 4.2 millones de personas han sido afectadas en algún grado por los desastres naturales, y una parte significativa de ellas perdieron la vida, además de que los países en desarrollo son los que sufren más los impactos por el cambio climático.

El documento plantea que el calentamiento global ha aumentado la frecuencia, la intensidad, el alcance, la duración y la época de los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos, lo que puede dar lugar a peligros sin precedente. Señala que los países de más bajos ingresos han sufrido las mayores pérdidas, lo cual llega a representar 5 por ciento de su ingreso nacional.

Refiere que ante la falta de políticas destinadas a fomentar la resiliencia al clima, la pobreza y las desigualdades se exacerbarán con este fenómeno. Muchos impactos que sufren las poblaciones más pobres y vulnerables por el calentamiento global no ocurren por accidente, sino que están definidos por la falla de políticas públicas para cerrar las brechas de desarrollo que dejan a grandes grupos de población expuestos a un alto riesgo.

Diana Alarcón, del Departamento de Asuntos Políticos y Sociales de Naciones Unidas, indicó que las desigualdades económicas y sociales predefinen los impactos diferenciales del cambio climático, pues a escala global los impactos son desiguales. Los países de África, sur de Asia, estados insulares en desarrollo y aquellas localidades cuyos habitantes dependen de los recursos naturales para subsistir, son los más afectados.

En la presentación del informe en México, Amparo Martínez, directora del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (Inecc), sostuvo que de no tomarse en cuenta la pobreza y la desigualdad, las políticas del cambio climático pueden ser insustanciales. La sociedad y sus gobiernos tienen la obligación de ver las disparidades económicas, trabajar con sus comunidades para un futuro equitativo y próspero, sostuvo.

Se refirió a que se ha puesto demasiado énfasis en las medidas de mitigación, es decir, en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, pero la atención ha sido menor en la adaptación y en las acciones que los países deben emprender para hacer frente a los efectos del cambio climático.

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/10/25/sociedad/031n1soc
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