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Si ya tenemos el poder para modificar el clima, ¿por qué no deberíamos usarlo?

07 de septiembre de 2016 / Por: Marta Sofía Ruiz / Fuente: http://www.eldiario.es/

La tecnología para alterar el clima ya existe, pero la mayor parte de la comunidad científica se opone a utilizar métodos como la ingeniería solar para contrarrestar los efectos del cambio climático. Solo algunas voces discordantes reclaman la falta de investigación y plantean que, a pesar de los riesgos morales y los posibles efectos negativos, su uso podría volverse necesario.

Hasta ahora, la mayor parte de los intentos por frenar el cambio climático se han centrado en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y en desarrollar una nueva generación de sistemas y cultivos resistentes a sus consecuencias, como cosechas preparadas para soportar los aumentos de temperatura.

Conforme el reloj corre en contra de la salud del planeta, sin que se estén alcanzando los objetivos fijados en cuanto a reducción de emisiones, otro tipo de métodos comienzan a postularse como alternativas. Camino prohibido para unos y vía necesaria para otros, la geoingeniería, la manipulación intencionada del clima, comienza a ser cada vez más citada cuando se barajan opciones para intentar que el cambio climático no dañe el planeta de forma permanente.

 Aunque relativamente inexplorada, la tecnología ya está disponible: en teoría ya poseemos los medios necesarios para modificar el clima artificialmente. Sin embargo, existe una falta de información sobre el impacto, los beneficios y los costes de estos métodos especialmente en lo que respecta a frenar la radiación solar que obstaculizan, por el momento, su desarrollo y aplicación.

La mayor parte de la comunidad científica no parece dispuesta a jugar con la naturaleza y enfrentarse a las posibles consecuencias. “Se han considerado muchas posibilidades, pero las frenan los posibles efectos desconocidos o inesperados”, explica a  HojaDeRouter.com  Upmanu Lall, director del  Columbia Water Center y especialista en ingeniería medioambiental.

Disminuir el CO2 de la atmósfera puede ser un proceso cara y poco rentable

Disminuir el CO2 de la atmósfera puede ser un proceso caro y poco rentable

El experto aclara que a la hora de hablar sobre la intervención en el clima, y además de la ya explotada posibilidad de reducir las emisiones y sustituir los combustibles fósiles por energías renovables, hay dos vías principales, ambas analizadas recientemente por la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (NAS) en sendos informes.

En primer lugar está la opción de retirar el CO2 y otros gases de efecto invernadero de la atmósfera. Según el organismo estadounidense, y a pesar de que métodos como el de la fertilización con hierro de los océanos deberían investigarse más en profundidad por sus posibles peligros, otros encarnan pocos riesgos y han sido bastante estudiados.

“La eficacia está probada pero el coste y la energía que se necesita para muchos de ellos es alta”, concreta Lall. Además, según el experto, absorber el CO2 y almacenarlo podría no tener un impacto significativo en el panorama climático que, ya afectado por su presencia, no sería capaz de volver a estados previos al empeoramiento.

Llegamos entonces a la segunda vía, la más polémica, y también la que podría combatir de forma más rápida algunas de las consecuencias del cambio climático: la ingeniería solar. La idea consiste en frenar las altas temperaturas liberando partículas cargadas con sulfatos en las capas altas de la atmósfera, lo que haría que parte de la luz del sol rebotara y no llegara a incidir sobre la Tierra.

“Sé que funcionaría. Por supuesto habría efectos secundarios, pero sé a ciencia cierta que funcionaría. Por una razón: ya se ha hecho anteriormente. Y no lo hemos hecho nosotros, no yo mismo, sino la propia naturaleza”, explicaba  David Keith, firme defensor de la exploración de estas tecnologías, en una controvertida charla TED.

El experto aludía a experiencias con erupciones volcánicas, como la del monte Pinatubo, que a comienzos de los años 90 envió un montón de azufre a la estratosfera creando una nube de gas que provocó que, durante un tiempo, la cantidad de radiación que llegaba a la superficie terrestre fuera mucho menor. El efecto sobre las temperaturas fue tangible e incluso mayor que en otras erupciones en las que se produjo el mismo proceso.

Según Lall, la posibilidad de poner «espejos gigantes» en el espacio que reflejen la radiación solar también se ha discutido. Pero, al igual que con otras posibles técnicas de modificación solar, el mundo académico sigue estando generalmente en contra.

Las erupciones volcánicas han probado que se puede modificar la incidencia del sol

Las erupciones volcánicas han probado que se puede modificar la incidencia del sol

La NAS afirma que, a juzgar por los datos teóricos y observacionales, el control de la radiación solar podría compensar algunas de las consecuencias del calentamiento global en pocos años y con un coste directo relativamente bajo. Sin embargo, emplear estas técnicas de modificación del clima a gran escala conllevaría una serie de riesgos ambientales, sociales, legales, económicos, éticos y políticos debido a la falta de conversaciones y de acuerdos al respecto. «Es necesario determinar si las técnicas de modificación del impacto de la radiación solar son una respuesta climática viable», sentencia.

Los informes y sus indicaciones se enmarcan en la línea de lo que reclama el físico David Keith, que lleva años batallando por la profundización en el campo. “Hemos decidido colectivamente que preferimos la ignorancia. Necesitamos un programa serio, abierto, lógico e internacional de investigación. Y no tenemos uno. Es pura cobardía política”,  afirma el profesor.

UN PASADO DE NEGACIÓN

La intervención en el clima no es un invento reciente. La idea de ‘jugar’ con el mismísimo sol se remonta a los años sesenta. Distintos informes que mencionaban la geoingeniería pasaron por las mesas de los presidentes de los Estados Unidos, empezando por Johnson en 1965. La NAS tampoco acaba de empezar con los informes al respecto: en 1977, 1982, y 1990 ya se había considerado la posibilidad.

Sin embargo, durante los últimos veinte años el tema se ha ido convirtiendo en una especie de tabú, una opción políticamente incorrecta. A pesar de que voces como Paul Crutzen, químico neerlandés ganador del premio Nobel en 1995 por sus investigaciones sobre la incidencia del ozono en la atmósfera, hayan avisado de que sería positivo explorar sus posibilidades, y de que otros como Keith lleven años abogando por lo mismo, la investigación al respecto sigue virtualmente detenida y la mayor parte de la comunidad científica se opone firmemente a retomarla.

“Yo no propondría que se usaran este tipo de métodos por todas las posibles consecuencias inesperadas. La mejor solución para luchar contra el cambio climático es eliminar las emisiones cambiando la infraestructura energética”, defiende Mark Z. Jacobson, profesor de ingeniera civil y medioambiental de la Universidad de Stanford. Lall añade que, mientras las estrategias para retirar el CO2 son caras y podrían no obtener resultados relevantes, el manejo de la radiación es directamente peligroso y podría tener consecuencias graves “regional y globalmente”.

Podría disminuir la presencia de ozono estratosférico e incluso podría alterar los patrones de precipitaciones. Además, esta intervención no contrarresta la elevada concentración de dióxido de carbono en la atmósfera.

Una gran crisis de cosechas podría hacer que algún país se lanzara a la geoingeniería por su cuenta

Una gran crisis de cosechas podría hacer que algún país se lanzara a la geoingeniería por su cuenta

La tecnología plantea otro problema grave: su uso podría hacer que se redujera la preocupación sobre los efectos negativos de los gases de efecto invernaderoen el clima, lo que se considera un riesgo moral. Al pensar que existe una solución fácil y rápida, gobiernos, empresas y ciudadanos podrían cejar en su empeño por combatir la contaminación del planeta.

Casi todos los expertos, tanto los que están en contra como los que se muestran a favor, coinciden en un punto: el siguiente paso debería ser un tratado que regule el estudio de la geoingeniería y quién (organismo o países) tendría derecho a emplearla.

Si no, la comunidad internacional podría encontrarse ante un conflicto difícil de gestionar: “Si China se despierta en 2030 y se da cuenta de que los impactos en el clima son inaceptables, podría no mostrarse muy interesada en nuestras discusiones morales acerca de cómo hacerlo y decidir que prefiere tener un mundo con geoingeniería que sin ella. Y no tendríamos un mecanismo internacional para determinar quién puede tomar esa decisión”, defiende Keith.

“Hay un acuerdo de las Naciones Unidas que prohíbe a los países realizar modificaciones del clima, pero no está claro si se aplica a la geoingeniería”, concreta Lall.

A pesar de la posible reducción de los gases puede que algunos efectos no tengan solución

A pesar de la posible reducción de los gases, puede que algunos efectos no tengan solución

Por el momento, la larga lista de contras inclina la balanza hacia métodos más conservadores como la reducción de emisiones. Sin embargo, expertos como Keith se preguntan qué sucederá si, el día en que realmente se controlen las emisiones, algunas cosas ya no tienen marcha atrás.

“Tal vez ese mismo día también nos demos cuenta de que la capa de hielo de Groenlandia se está fundiendo de forma inaceptablemente rápida, suficiente como para incrementar unos metros el nivel del mar en los siguientes 100 años y borrar así algunas de las grandes ciudades del mapa. Esa es una situación absolutamente posible. Podríamos decidir en ese instante que, incluso aunque la geoingeniería era incierta y moralmente inquietante, era mucho mejor que la decisión de no optar por ella», alertaba ya en 2007.

Al menos por ahora, y a pesar de sus copiosas advertencias, los riesgos son demasiados altos. La tecnología seguirá durmiendo en un cajón a la espera de que, incluso con todos sus puntos negativos, un día se convierta en necesaria. O a que, gracias a los esfuerzos conjuntos, en el futuro sea solo una anécdota sobre las medidas que llegaron a plantearse, pero no a tomarse, en los peores momentos climáticos del planeta.

Fuente artículo: http://www.eldiario.es/hojaderouter/ciencia/geoingenieria-clima-modificacion-cambio_climatico_0_553644849.html

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Océanos sanos y productivos son fundamentales para combatir la pobreza y el hambre: FAO

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Ambiente/ 6 de septiembre de 2016/ Fuente: cinu.mx

– Con la pesca y la acuicultura como elementos transformadores emergentes de las economías africanas, es necesario un mayor esfuerzo para mitigar el impacto del cambio climático y la pesca ilegal sobre los océanos y las comunidades costeras, afirmó José Graziano da Silva, Director General de la FAO.

En su mensaje en la Conferencia Ministerial Africana sobre la economía de los océanos y el cambio climático en Mauricio, Graziano da Silva dijo que los países de África se están dando cuenta cada vez más de la necesidad imperiosa de diversificar sus economías más allá de las actividades realizadas en tierra y aprovechar unas relaciones a menudo fructíferas con el mar, aseguró el responsable de la FAO. Sin embargo, esa relación se está haciendo cada vez menos predecible debido a los cambios ambientales.

«Unos océanos sanos y productivos son fundamentales para combatir la pobreza rural, garantizar la seguridad alimentaria, mejorar la nutrición y alcanzar el Hambre Cero», señaló.
«Las partes implicadas de la pesca, la navegación, la generación de energía y el turismo, por mencionar algunos sectores requieren soluciones rápidas e innovadoras para convertir los efectos del cambio climático en oportunidades», agregó.

La reunión en Mauricio busca identificar oportunidades para mejorar la capacidad de África para crear economías basadas en los océanos que sean resilientes al clima.

«Las comunidades costeras se están viendo ya afectadas por una combinación de calentamiento de los océanos, aumento del nivel del mar, fenómenos meteorológicos extremos, intrusiones de agua salada, acidificación de los océanos y los cambios consiguientes en los recursos de los que dependen para su alimentación y sustento», advirtió Graziano da Silva.

Sin embargo, la atención prestada al impacto del cambio climático sobre los océanos ha quedado relegada ante la preocupación por sus efectos sobre la tierra y la atmósfera.

Esto tendrá que cambiar con el fin de liberar todo el potencial del crecimiento azul en las economías marinas y marítimas en sentido amplio, y evitar que otros pierdan sus medios de vida, según Graziano da Silva.

Igualmente subrayó el impacto desproporcionado en los pequeños Estados insulares en desarrollo, insistiendo que «para los PEID, esta cuestión se ha convertido en una lucha por la supervivencia.»
Añadió que en estos países, las comunidades costeras no sólo son más dependientes de los recursos naturales, sino también menos capaces de adaptarse a los cambios, en particular las situadas en África.

Las medidas del Estado del puerto: esenciales para aprovechar el potencial azul

El cambio climático no es el único desafío que tienen las naciones costeras que buscan liberar su verdadero potencial azul.

La pesca ilegal, no declarada y no reglamentada supone una presión adicional sobre los océanos y los recursos marinos, haciendo que se pierdan miles de millones de dólares en todo el mundo en ingresos gubernamentales.

Por esta razón, la FAO ha instado a los gobiernos a firmar el Acuerdo Internacional de Medidas del Estado rector del puerto, que recientemente entró en vigor y jugará un papel clave en la lucha contra la pesca ilegal y en mejorar la gestión de las pesquerías.

Graziano da Silva destacó que actualmente, sin embargo, sólo 13 de los 34 países PEID forman parte del acuerdo – de los que sólo nueve se encuentran en África – por lo que instó a los gobiernos a que adopten medidas inmediatas para implementar el tratado.

«En la próxima Conferencia Nuestros océanos, del 15 al 16 de septiembre en Washington DC, me gustaría presentar públicamente la lista de países que han ratificado el Acuerdo», añadió.

La economía azul

La producción pesquera mundial ha crecido de manera constante en las últimas cinco décadas, incluso por encima del incremento demográfico. Entre la década de 1960 y 2012, el promedio de consumo de pescado per cápita casi se duplicó, pasando de algo menos de 10 kg a más de 19 kg.

Pero la economía azul se basa en algo más que pescado. En total, la actividad económica mundial en los océanos se estima entre 3 y 5 billones de dólares. El 90% del comercio mundial utiliza el transporte marítimo y más del 30% del petróleo y del gas del planeta se extrae en alta mar. Lo que es más, el aumento del conocimiento de la biodiversidad marina ha permitido grandes avances en sectores como el farmacéutico, la producción de alimentos y la acuicultura.

Graziano da Silva destacó el papel de la salud de los océanos en los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, junto con el éxito de la Conferencia sobre el Clima COP21 del año pasado en París, donde la cuestión del mar tuvo por primera vez un papel destacado.

Con la vista puesta en la próxima COP22 en Marruecos, el responsable de la FAO indicó que la Organización pondrá de relieve cómo los océanos pueden ayudar al crecimiento de las economías y al mismo tiempo gestionar el cambio climático.

«El objetivo de la comunidad internacional debe ser no sólo construir una economía verde sostenible, sino también una azul», concluyó.

Fuente: http://www.cinu.mx/noticias/la/oceanos-sanos-y-productivos-so/

Imagen: www.cinup.org/wp-content/uploads/2015/06/dia_aceano.png

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Sostenibilidad

América del Sur/Ecuador/02 de Septiembre de 2016/Autor: Antonio Quezada Pavón/Fuente: El Telégrafo

Todos contribuimos al cambio climático. Nuestras acciones, preferencias y comportamientos nos han llevado a un incremento de la emisión de los gases invernadero. Es una realidad y una fuerte idea que puede tener la fuerza de hacernos sentir culpables cuando decidimos cómo debemos cambiar nuestro estilo de vida: a dónde viajar, cuán a menudo, el tipo de energía que debemos usar en nuestros hogares y lugares de trabajo. Ya hemos provocado un tremendo impacto negativo en el clima, pero es posible que aún tengamos una posibilidad de influenciar en la cantidad de cambio climático al que tendremos que adaptarnos en el futuro. Es por eso que la Espae Graduate School of Management, en la que enseño desde hace 34 años, ha decidido tomar la misión de incluir la sostenibilidad en los negocios, no solamente como parte de su pénsum académico, sino como una cruzada para que nuestros alumnos, futuros administradores de empresa, tomen en serio su responsabilidad frente a los grupos de interés y no solamente ante los accionistas, por los cambios del entorno climático a los que ya tendremos que ajustarnos; o en su defecto, continuar ignorando este problema, con lo cual tendremos que adaptarnos a más severos impactos del clima en el futuro. Y es nuestro deber hacerlo, independientemente de que los países con más alta emisión per cápita estén tomando otras decisiones por nosotros. Los cambios extremos de clima en algunas partes del mundo que tienen buena infraestructura, con gente muy bien asegurada, pueden ser molestosos, costosos y causar algunas muertes. Pero si lo mismo ocurre en otras partes del mundo (y ya lo vivimos con el pasado terremoto) con muy pobre infraestructura y gente sin casi ningún tipo de seguro, el mismo cambio climático puede ser devastador, causando pérdidas significativas de hogares y una cantidad significativa de muertes. Mundialmente advocamos porque el incremento de temperatura promedio no sea mayor de 2 grados centígrados, sin embargo, ya se nos vino encima y la nueva meta es contenerla dentro de los 4 grados. Si llegamos a esta temperatura promedio, los mares que tienen mayor inercia térmica que la Tierra tendrán una temperatura promedio menor que en los continentes. Pero los seres humanos no experimentamos temperaturas promedio globales; tenemos días calurosos, días fríos, días lluviosos y así por el estilo. De esta manera, en una ciudad con un sol radiante sobre una masa de vidrio y concreto, con los 4 grados de temperatura promedio incrementales, vamos a soportar 6, 8, 10 y hasta 12 grados más calientes de temperatura. A eso tendremos que adaptarnos. Y no serán solamente temperaturas extremas, sino mayores tormentas y otros impactos que afectarán nuestras carreteras, trenes, puertos, plantas de generación de energía que, se supone, son enfriadas por agua de cierta temperatura. En forma indirecta se afectarán las cosechas como el maíz, que podría reducirse en un 40%, y la de arroz sería un 30% menor, lo cual sería tremendo para la seguridad alimentaria global. Este escenario de un incremento de 4 grados sería incompatible con la forma de vida organizada en el mundo. Pero esto pone una presión en las naciones ricas, pues, de acuerdo al economista Nicholas Stern, estos países deben reducir inmediatamente el 10% de emisiones por año para evitar que topemos el límite de los 2 grados. Se supone que la reducción de un 1% de emisiones está directamente relacionada con una recesión económica. Y ese es el dilema ético, pues el control de las emisiones y la contención del cambio climático ponen un reto muy grande al crecimiento económico global, puesto que nuestra infraestructura -alta en carbón- provoca que si nuestras economías crecen, también nuestras emisiones. (O)

Fuente: http://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/columnistas/1/sostenibilidad

Fuente de la imagen: http://noticias.lainformacion.com/medio-ambiente/naturaleza/el-cambio-climatico-generara-100-millones-mas-de-pobres-en-2030_gKhfk8B3CNHfyQLzcMxDN1/
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Educación para la prevención ecológica: el cambio climático

Por: Educabolivia 

El presente  artículo explica en un lenguaje sencillo acerca del cambio climático con el objetivo  de que se discuta en las escuelas, estimule el debate entre docentes y estudiantes, creando sinergias entre la educación y la ciencia. Nuestro país  no está ajeno a los efectos y el artíiculo muestra  las señales de los últimos años.

¿Qué es el clima?
El clima es resultado de la compleja relación entre la atmósfera, los océanos, las capas de hielo, los organismos vivientes, los suelos, sedimentos y rocas. Sin embargo, la atmósfera es uno de los factores más importantes que determina el clima global.

¿Qué es el cambio climático?
Es la modificación acelerada de procesos y factores climáticos (lluvias, temperatura, humedad, vientos) provocada directa e indirectamente por actividades humanas que alteran la composición global de la atmósfera, acumulando excesivas concentraciones de gases de efecto invernadero.

¿Qué son los gases de efecto invernadero?
La atmósfera (la capa de gases que rodean la tierra) está constituida principalmente por nitrógeno (N2), oxígeno (O2) y otros gases que regulan el sistema climático, llamados gases de efecto invernadero.

Estos gases de efecto invernadero que forman parte de la atmósfera, en condiciones normales, absorben parte de la energía solar y permiten mantener una temperatura habitable, con un promedio anual de 15º C.

Si no hubiese atmósfera, la temperatura promedio del planeta sería de 20º C bajo cero.

Los gases de efecto invernadero son el dióxido de carbono (CO2), el vapor de agua (H2O), el metano (CH4) y el Óxido nitroso (N2O).

¿Cómo inicia todo?
Al ser la atmósfera un componente muy importante del clima, su contaminación provoca el calentamiento global (que modifica el factor temperatura)

¿Qué es el calentamiento global?
Es el incremento de la temperatura que en las últimas décadas ha sufrido el planeta, por el acelerado aumento de la concentración de gases de “efecto invernadero” en la atmósfera.

¿Cómo entender el cambio climático?
La tierra recibe energía del sol en forma de radiación y, a su vez, la superficie de la tierra “devuelve”  radiaciones.

El problema del cambio climático inicia cuando los gases de efecto invernadero se acumulan en exceso, especialmente desde la llegada de la era industrial por uso de combustibles fósiles, provocando una acelerada y peligrosa modificación climática en el planeta (más calor… más vapor… Alteración de las corrientes marinas de viento… más lluvia pero irregularmente concentrada…)

Estudios de los niveles de concentración de CO2 de los últimos mil años, comparados con los niveles promedio de temperatura, nos muestran que a mayor concentración de CO2 la temperatura global es mayor.

En los últimos cien años el incremento de la temperatura fue de 0,6º C.

Si el aumento de concentraciones de CO2 continúa en la misma tendencia, la temperatura del planeta en los próximos cien años podría aumentar 5º C, desencadenando complejos efectos.

Efectos del cambio climático
Si permitimos que la temperatura en el siglo XXI suba 2º C, las consecuencias para el planeta podrían ser fatales:

– Veranos más largos y más calientes.
– Inviernos más cortos y más fríos.
– Derretimiento de los hielos polares y retroceso de glaciares.
– Aumento del nivel de los océanos.
– Aumento y redistribución de lluvias con severas inundaciones y sequías.
– Inundaciones en costas de mar.
– Grandes poblaciones convertidas en “refugiadas del cambio climático”.
– Suelos fértiles convertidos en desiertos.
– Tornados, huracanes y tsunamis más fuertes y frecuentes.
– Conflictos por menor disponibilidad de agua dulce.
– Cambios de ecosistemas y pérdida de especies por dificultad de adaptarse.
– Nuevas enfermedades; rebrote y desplazamiento de las endémicas.

El cambio climático en Bolivia
El cambio climático tiene consecuencias en Bolivia. Veamos las señales de los últimos años:

Los nevados están retrocediendo: el Illimani podría desaparecer en 50 años y el Chacaltaya prácticamente ha desaparecido ya.

En Chuquisaca el calor ha recrudecido y la sequedad aumentó en los valles, agudizando la desertización.

En los Yungas el límite superior del bosque en ceja de monte ha subido cerca a 400 metros en los últimos 30 años.

Las zonas productoras de quinua al sur de Potosí se están extendiendo porque el frío es «menos duro». Lo malo es la erosión de esos suelos frágiles: más de cinco mil kilómetros cuadrados se han convertido en desiertos los últimos años.

Paradójicamente, las inundaciones y desbordes de ríos son más intensos y frecuentes, lo que ha contribuido a los recientes desastres en el Beni.

¿Cómo mitigar el cambio climático?
Se afirma que el cambio climático es inevitable; pero debemos disminuir sus consecuencias y desacelerar el proceso.

Aunque Estados Unidos, China y Australia son los que aportan más CO2 a la atmósfera; es importante como país adaptarnos a la adversidad del cambio climático en áreas de seguridad alimentaria, ganadería, recursos hídricos y salud.

En Bolivia se debe evitar la eliminación de bosques, los incendios forestales y respetar la vocación de uso de suelos; además de promover la reforestación.

Además, para reducir las emisiones de CO2, se debe reemplazar la gasolina y diésel de los automóviles por el gas natural vehicular, abundante en el país.

Igualmente se debe cambiar la matriz energética de industrias, residencias y establecimientos comerciales y públicos, para utilizar gas natural.

Otro consejo destinado a conservar los bosques es utilizar las hojas de papel por las dos caras. Esto salvaría varios árboles, porque una tonelada de papel ahorra 17 árboles centenarios.

Si los bolivianos, que no aportamos mucho al problema, implementamos estas sencillas medidas contribuiremos a mitigar los efectos del cambio climático y, aunque nuestro aporte a este problema global es mínimo, el sumir estas acciones nos daría el sustento moral para exigir que el resto de los países, sobre todo los que más emisiones de CO2 producen, lo hagan también.

El cambio climático tiene para Bolivia efectos de los que no podemos huir, porque el cambio climático no tiene fronteras.

El efecto invernadero, en condiciones normales, es útil porque permite la vida en el planeta. Ya el calentamiento global provocado por las actividades humanas la está amenazando.

La excesiva contaminación atmosférica provocada por las acciones humanas provoca el cambio climático.

No debemos perder de vista la corresponsabilidad internacional en el tema del cambio climático; pero tampoco podemos quedarnos de brazos cruzados, porque los efectos del cambio climático no tienen fronteras.

El autor, Edwin Alvarado Terrazas

FUENTES CONSULTADAS:
– Arana, Ivar. Vulnerabilidad y adaptación al Cambio Climático en Bolivia
– Gore, Alan Jr. Una verdad incómoda
– Liberman, Máximo. Calentamiento global, observaciones en la agricultura del altiplano
– LIDEMA. Campaña global ¡alto al cambio climático!

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México: Realizan las Jornadas Ambientales en Condiciones de Cambio Climático

México / 27 de agosto de 2016 / Fuente: http://www.lja.mx/

  • Estudiantes del Instituto Tecnológico de Aguascalientes participan en temáticas como Carta de la Tierra, Cambio Climático, Agua, Residuos Sólidos, Compromisos y Acciones
  • Curso-taller, proyecto Comunitario Ambiental y reporte de Proyecto Ambiental, criterios a evaluar por parte de las y los educadores ambientales

El titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable (Semadesu), David Ángeles Castañeda, dio a conocer que a través del Centro de Educación Ambiental y Cambio Climático (CEACC) y el Instituto Tecnológico de Aguascalientes (ITA), el gobierno municipal contribuye a la concientización de los alumnos para la mejora ambiental, con base a los principios y valores de La Carta de la Tierra.

El funcionario municipal explicó que el equipo de educadores ambientales del CEACC con interés y sensibilidad por el cuidado, uso responsable y conservación de los recursos naturales del ITA, presentan este aporte para elevar la calidad de vida de su institución.

El objetivo es que los alumnos de primer semestre de todas las carreras que ofrece el ITA, se involucren y sensibilicen en el cuidado, uso responsable y conservación de los recursos naturales, indicó David Ángeles.

A través de un curso-taller, proyecto comunitario ambiental y reporte de resultados tendrán la oportunidad de contribuir a la promoción de los principios y valores del documento de La Carta de la Tierra en su institución.

Las Jornadas Ambientales son impartidas a estudiantes de primer semestre de las carreras de Ingeniería Química, Electrónica, Gestión Empresarial, Tecnologías de la Información y Comunicaciones, Mecánica, Industrial y Licenciado en Administración, todos orientados y supervisados por personal del CEACC.

Fuente noticia: http://www.lja.mx/2016/08/realizan-las-jornadas-ambientales-en-condiciones-cambio-climatico/

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La formación de lagos azules en la Antártida alarma a los científicos

www.ecoportal.net/24-08-2016/

La sureña Antártida es desde hace años el refugio de los negacionistas del cambio climático. La cantidad de hielo que rodea el continente aumenta, al contrario que el norteño Ártico, en el otro polo, que se derrite. Hay más hielo que nunca rodeando la Antártida, repiten una y otra vez los negacionistas. Sin embargo, es una verdad a medias. La Antártida en su conjunto pierde hielo. Y el hielo marino que rodea la Antártida crece, sí, pero por la topografía del continente y la forma del fondo marino, factores que influyen en los vientos y las corrientes alimentando un peculiar microcosmos, según la NASA, en un contexto de indiscutible calentamiento global. El año 2015 fue el más cálido desde que empezaron los registros en 1880.

Un nuevo estudio en el glaciar Langhovde, en la Antártida Oriental, ofrece más munición contra los negacionistas. Un equipo liderado por el glaciólogo británicoStewart Jamieson ha observado allí la formación de casi 8.000 lagos a partir de hielo derretido durante los veranos del periodo 2000-2013. Las imágenes de satélite muestran esa porción del continente blanco salpicada de hermosas manchas azules. “Se sabe que los lagos supraglaciales influyen en el derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia y potencialmente causan la desintegración de la plataforma de hielo de la península Antártica [en la Antártida Occidental]”, advierten los autores en su estudio, publicado en la revista especializada Geophysical Research Letters.

Jamieson, de la Universidad de Durham (Reino Unido), y sus colegas subrayan que, aparentemente, el agua de los nuevos lagos desaparece en el interior del glaciar, debilitándolo y facilitando su ruptura. En 2002, un fenómeno similar provocó

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Hay abundancia de agua (pero no) en todas partes: La urgencia de incrementar el uso más eficiente de un recurso escaso

Por. Banco Mundial

  • Casi 1600 millones de personas viven en países que sufren escasez de agua y la cifra podría duplicarse en las próximas dos décadas.
  • A medida que se reduce el potencial para generar nuevas fuentes de agua, el uso más eficiente de este recurso adquiere importancia crítica para satisfacer la demanda futura.
  • El Banco Mundial trabaja con países de todo el mundo para ayudar a garantizar que los recursos hídricos sigan siendo seguros a través de medidas destinadas a promover el uso eficiente del agua, incluido el mejoramiento de las prácticas agrícolas.

Hoy en día, casi 1600 millones de personas viven en países que sufren escasez de agua y la cifra podría duplicarse en apenas dos décadas.

A medida que crecen las economías y las poblaciones, también aumenta la respectiva demanda de agua. El agua no solo es esencial para la vida humana, sino que resulta un factor vital para la producción, lo que significa que la reducción del suministro puede traducirse en un menor crecimiento económico. En una evaluación reciente titulada High and Dry: Climate Change, Water and the Economy (Situación crítica: El cambio climático, el agua y la economía) (i) se concluyó que para 2050 las tasas de crecimiento de algunas regiones disminuirían hasta un 6 % del producto interno bruto (PIB) debido a pérdidas relacionadas con el agua en varios sectores. El informe fue elaborado por el Departamento de Prácticas Mundiales de Agua del Grupo Banco Mundial.

Asimismo, se prevé que el cambio climático (i) acentuará la magnitud de la escasez de agua, especialmente en las regiones que ya padecen el problema.

La escasez de agua es uno de los temas prioritarios del Grupo de Alto Nivel sobre el Agua, (i) designado por el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y el presidente del Grupo Banco Mundial, Jim Yong Kim. El objetivo de dicho grupo es promover la adopción de medidas eficaces encaminadas a acelerar la implementación del Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 (ODS 6), que se centra en garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos.

 » El Programa de Energía y Desarrollo del Agua de Asia Central (CAEWD, por sus siglas en inglés), promueve la seguridad energética y el agua en toda la región «

El Gobierno de Tayikistán, cuyo presidente es uno de los 10 jefes de Estado y de Gobierno que integran el grupo, organizó el Simposio de Alto Nivel sobre el ODS 6 y sus Metas: Asegurarse de que nadie quede rezagado en el acceso a los servicios de abastecimiento de agua y saneamiento, (i) que tuvo lugar del 9 al 11 de agosto en Dushanbe. El simposio, al que asistieron representantes de más de 90 países, brindó a expertos y profesionales una oportunidad para analizar los desafíos mundiales referidos al agua que afectarán la implementación de los ODS.

Como parte del evento, el Departamento de Prácticas Mundiales de Agua del Grupo Banco Mundial organizó una sesión temática sobre la promoción del uso eficiente del agua (i) aportando su experiencia mundial en el trabajo con países para abordar esta cuestión a nivel local, nacional y regional. En dicha sesión se analizaron los desafíos, así como varias soluciones para implementar con eficacia la meta 6.4 del ODS 6, que apunta a “mejorar sustancialmente la eficiencia del uso del agua en todos los sectores y garantizar la sostenibilidad de las extracciones y el suministro de agua dulce para abordar la escasez de agua y reducir sustancialmente el número de personas que sufren escasez de agua para 2030”. Asimismo, se destacaron las tendencias mundiales de la escasez de agua y los riesgos para el crecimiento económico, así como los desafíos de cada país vinculados a la distribución geográfica irregular de recursos naturales con respecto a la población, como ocurre en Bolivia. Los presentadores subrayaron que la fuerte voluntad política y el compromiso sostenido en el más alto nivel son requisitos necesarios para modificar comportamientos que pueden, en última instancia, mejorar la eficiencia y las sostenibilidad del uso del agua en el largo plazo.

Hay diversas opciones para encarar este desafío: aumentar el suministro de agua utilizable, entre otras cosas mediante la desalinización, el almacenamiento y la reutilización; mejorar la asignación de acuerdo con criterios económicos, sociales y ambientales, y mejorar la eficiencia en el uso del agua y la productividad hídrica, una herramienta importante con la que aún pueden obtenerse muchos beneficios.

A medida que se reduce el potencial para generar nuevas fuentes de agua, el uso más eficiente de este recurso adquiere importancia crítica para satisfacer la demanda futura. Las intervenciones en materia de políticas pueden incentivar a los usuarios a adoptar tecnologías más eficientes a través de mecanismos como la fijación de precios, los cupos y los mercados del agua.

El Banco Mundial ha venido trabajando con países de todo el mundo para ayudar a abordar los desafíos que plantean los cambios en el suministro de agua y las variaciones en las demandas de dicho suministro. Esta experiencia fue presentada y analizada durante la sesión temática.

En la década de 1990, el Banco Mundial respaldó a México a través de una exitosa reforma de varias etapas destinada a mejorar la eficiencia en el uso del agua y la autosuficiencia financiera de los agricultores mediante la creación de asociaciones de usuarios de agua. Gracias a la transferencia progresiva de los activos de riego y la responsabilidad a dichas asociaciones, se logró transformar el sector de riego en México, lo que generó el aumento de la productividad agrícola y un ciclo continuo de modernización. Menos de una década luego de que se afianzó la primera etapa de esas reformas, más del 80 % de las asociaciones de usuarios de agua informó que el servicio de suministro de agua había registrado mejoras. El Banco Mundial también respaldó el programa para la gestión de la transferencia de las actividades de riego en Filipinas, (i) lo que ayudó a mejorar el rendimiento agrícola en hasta un 6 % y reducir las ineficiencias técnicas. (i)

En la ciudad de Ho Chi Minh (Viet Nam), el Banco Mundial trabajó con las autoridades para mejorar la red de suministro y la calidad de los servicios; gracias a ello, se extendió considerablemente la cobertura de la red, se redujo en más del 30 % el volumen de agua no facturada, y disminuyeron el uso general de energía, las emisiones de gases de efecto invernadero y la contaminación química.

En la sesión temática se analizó también la manera en que los 11 países ribereños de la cuenca del Nilo, (i) con el apoyo de la Iniciativa para la Cuenca del Nilo, (i) han llevado a cabo una evaluación conjunta de las tendencias del uso del agua y han identificado las intervenciones que se necesitan para evitar las situaciones críticas en las que la demanda supera a la oferta. En el caso de la cuenca del Nilo, se ha calculado que para 2050 el déficit podría superar el 50 % del suministro de agua disponible.

Dado el historial de intervenciones eficaces, los expertos del Banco Mundial, en coordinación con otros asociados en la tarea del desarrollo, tienen previsto repetir las experiencias exitosas en otras partes del mundo, incluida Asia central, donde los recursos hídricos están sometidos a una presión cada vez mayor.

El crecimiento de las poblaciones, el cambio climático y el desarrollo económico contribuyen a aumentar la presión sobre los países de esta región. Si bien actualmente la disponibilidad anual de agua por persona en la región es de 2500 m3, se prevé que para 2030 este nivel disminuirá a 1700 m3 per cápita, un nivel de estrés hídrico reconocido internacionalmente.

El desvío de agua pra regar los vastos campos agrícolas de la región ha contribuido a generar graves problemas ambientales y de salud en la cuenca del mar Aral. Los métodos de riego, como el bombeo, son sumamente ineficientes en toda la región —a menudo con niveles inferiores al 30 %— y representan una carga económica para las economías locales.

Debido a los altos costos del riego por bombeo, mantener los medios de subsistencia de la población rural mediante el apoyo estatal a la irrigación supone un elevado costo para los presupuestos nacionales, lo que pone de relieve la necesidad de encontrar soluciones orientadas a incrementar la eficiencia del riego y la productividad hídrica de la región.

El Programa de Desarrollo Hídrico y Energético de Asia Central (i) tiene como objetivo abordar esos desafíos mediante la promoción de la seguridad de la energía y el agua aprovechando los beneficios de una mayor cooperación regional. A través del programa se proporcionó un importante apoyo para la organización del Simposio de Alto Nivel sobre el ODS 6 y sus Metas, y la sesión temática sobre la promoción del uso eficiente del agua organizada por el Departamento de Prácticas Mundiales de Agua. (i)

Fuente: http://www.bancomundial.org/es/news/feature/2016/08/18/the-imperative-of-increasing-water-use-efficiency

Imagen:www.bancomundial.org/content/dam/photos/780×439/2016/jul-9/water-tajikistan780x439.jpg

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