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Entrevista a Marco Raúl Mejía Jiménez: «La educación popular no está pensada y diseñada solo para el deseo puro de conocer, conocer más y saber más, está pensada para transformar las realidades»

Por: Fernando David García Culebro*

Actualmente uno de los más grandes referentes de la educación popular en América Latina es el profesor-investigador colombiano Marco Raúl Mejía, ha escrito libros como: pedagogía y transformación social, Educaciones y pedagogías críticas desde el sur, Educación Popular. Historia, actualidad y proyecciones, entre otros. Es uno de los pedagogos más conocidos en Colombia como continuador del pensamiento de Paulo Freire, con una amplia experiencia en el trabajo educativo con sectores populares y marginados, así como una larga trayectoria en el fortalecimiento de proyectos educativos alternativos. Conversamos con el Dr. Marco Raúl desde la mirada alternativa y popular de la educación.

FDGC: Podemos entender que la educación popular hoy forma parte de un pensamiento pedagógico alternativo que significa ante estos cambios de época y revoluciones industriales, no sólo una manera de enfrentar los retos para dar respuesta a estos cambiantes tiempos, sino también un ejercicio de volver dentro de ella y de sus prácticas, en ese sentido ¿Cuál es la relación que existe entre la educación popular y las pedagogías críticas?

MRM: la educación popular hoy es una propuesta educativa para todas las sociedades, para todas las educaciones, para todas las pedagogías, en cuanto sus propuestas de transformación se convierten en un referente ético, en el cual la educación popular como una de las concepciones que se mueven al interior de las pedagogías críticas, la educación popular hoy tiene una propuesta pedagógica para todas las educaciones y es una propuesta pedagógica que está basada en el diálogo de saberes que construye intraculturalidad, la confrontación de saberes que construye interculturalidad y la negociación cultural que se logra en un ejercicio de transculturalidad, ¿por qué?, porque la educación popular no está pensada y diseñada solo para el deseo puro de conocer, conocer más y saber más, está pensada para transformar las realidades. Por eso, un educador popular, retomamos de la larga tradición del maestro de Bolívar, Simón Rodríguez, eso de que no hay educación que no tenga correspondencia con la vida. Por eso yo aquí aprovecho y los invito a que vayan a internet y busquen pensadores educativos, una serie que hay de maestros educativos de América y allí busquen a Simón Rodríguez, porque vale la pena conocerlo, es el abuelo de la educación popular, normalmente nosotros no conocemos sino a Freire y Simón Rodríguez fue quien Educó a Simón Bolivar, trajo una propuesta para América, donde decía que América tiene que inventar y no imitar a Europa.

FDGC: Desde distintas latitudes, hoy se elevan voces para contrarrestar las consecuencias que el capitalismo está ocasionando al mundo, en diversos libros, foros, conversatorios, conferencias y proyectos alternativos en educación podemos encontrar palabras que alertan sobre lo que está pasando en nuestro planeta, sin embargo, nada parece detener, ni saciar a ese sistema que avanza a pasos agigantados sin detenerse. En relación a ello ¿Qué hacer desde la educación para detener los efectos del capitalismo voraz?

MRM: bueno, yo creo que estamos en un momento, yo digo, bien complicado, porque todavía encuentra uno muchas personas que están haciendo un análisis del capitalismo, pero no del capitalismo de cuarta revolución industrial, andan haciendo un análisis de un capitalismo de tercera y algunos de segunda revolución industrial y andan dando respuestas para las preguntas que no son. Hoy todos tenemos que ser capaces de leer cómo el capitalismo toma forma a través de una serie de nuevos procesos que se mueven por el mundo de la ciencia artificial, por el mundo de la información, por el mundo de la industria cultural de masas, ahí hay un nuevo proyecto que corresponde a un cambio de época a un mundo que comienza a tener profundas transformaciones, no en vano el mundo necesitó 200 años para hacer dos revoluciones industriales y ahora en 40 años ha hecho 2, eso nos coloca a nosotros dentro de una encrucijada, es ¿cuál es la educación que hay que hacer ahí?, entonces, yo creo que no podemos dar el salto tan rápido de decir que el capitalismo, sino somos capaces de interpretar cómo el capitalismo cognitivo y tecnológico de estos tiempos asume la escuela, y asume a la escuela a través de dos procesos, un proceso de despedagogización, en ese proceso de despedagogización se plantea que lo importante hoy es la disciplina, la disciplina del conocimiento, por eso vemos que cada vez se nombran maestros que no saben de pedagogía y entonces aprenden en un ratico, pero también eso que el compañero de Venezuela Luis Bonilla llama el apagón Pedagógico Global a través del cual por sistemas tecnológicos algunos comienzan a decir que el maestro y la maestra ya no son necesarios, de que la escuela no es necesaria, algunos dicen con gran sonoridad San google sabe más que cualquier maestro, pero es parte de la estrategia de un capital que quiere quitar las mediaciones, para que esas mediaciones no sean necesarias, entonces tenemos esos dos asaltos, y tenemos a mucha gente supuestamente muy progresista, muy crítica haciendo la loa de la tecnología, pero ahí hay que tener cuidado, como decimos en mi patria: ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre, no podemos ser totalmente tecnofóbicos pero tampoco podemos ser tecnofílicos, creer que en la tecnología está la salvación o creer que la tecnología es la salvación del mundo, la tecnología hoy son nuevas mediaciones culturales, son nuevas herramientas culturales y entran a la escuela como ellas, lo que pasa es que hay que tener una posición clara sobre el big data, sobre el algoritmo para poder intentar darle una respuesta desde nuestras realidades, no es lo mismo la manera como eso se da en distintos lugares del planeta y ni siquiera en el interior de los países, por eso hay que volver a pensar la pertinencia de la educación, la pertinencia de la escuela y la manera como el pensamiento crítico se tiene que actualizar para darle respuesta a estas nuevas realidades, yo diría que el momento es un momento de transito de reactualización del pensamiento crítico pero a la vez de reconfiguración de la escuela, de la reconfiguración de los saberes escolares de la modernidad y en estos momentos creo que estamos todos en esa tarea, porque no es una tarea solo para los que somos críticos sino una tarea también para los capitalistas que tienen que colocar una escuela moderna para ellos, para que les funcione a ellos.

FDGC: Sin duda alguna Cada movimiento social aporta un conjunto de denuncias y de propuestas específicas, en virtud de ello ¿cuáles han sido los aportes de los movimientos sociales contemporáneos en la transformación de las sociedades?

MRM: Bueno, es muy claro que hoy hemos construido desde la práctica, porque la ventaja de los movimientos es que con práctica hemos construido frente a la homogeneización biótica de un capitalismo que al comienzo de su desarrollo construye una sociedad hecha en función del control de la naturaleza, del dominio de la naturaleza, desde el paradigma religioso del hombre, hombre (porque no son las mujeres) reyes de la creación y en el paradigma biologista, evolucionista, el ser humano el máximo desarrollo de la vida del planeta, construimos una homogenización biótica en donde volvimos a la naturaleza, la volvimos cosa y en la cosificación la volvimos mercancía. Hoy en el mundo crítico, en el mundo de los movimientos sociales hay una reintegración de la naturaleza profunda porque los humanos nos tenemos que reconocer naturaleza y comienzan a emerger los movimientos que le dan vida a eso, y eso ha significado un paso bien importante porque también hemos desarrollado todas unas miradas que muestran que ese uso de la naturaleza parte de un paradigma antropocéntrico que tiene que ser rey y en educación lo estamos haciendo y en política lo estamos rehaciendo; la segunda homogenización del capitalismo es la homogenización cultural y esa
homogenización se produce a través del eurocentrismo, eurocentrismo que convierte, yo digo, en euroamericanismo, que convierte los discursos de esos dos lugares de la tierra en los discursos verdaderos en la ciencia en donde se construye una monocultura que niega todas las otras culturas y entonces, termina castigando ese humano que es diferente, ese cultural que nos hace diversos y ese que nos hace parte de la naturaleza y no los dominadores de la naturaleza; pero tambien ha surgido toda una serie de teorías de las rebeldías latinoamericanas que interpelan y cuestionan el proyecto humano que se hace desde esa mirada cerrada del eurocentrismo, entonces han ido apareciendo por ejemplo cómo en estos lugares habían filosofías y va apareciendo por ejemplo el buen vivir, vivir bien, como toda una filosofía que da cuenta de otras cosmogonías, que no son las cosmogonías clásicas occidentales; entonces creo que ahí se mueve una cosa interesante pero además hoy también toda la educación que se ha desarrollado en América Latina está enfrentando el esfuerzo de la tercera homogenización del capitalismo y es hacer una escuela única para todo el mundo y esa escuela única para todo el mundo es una escuela que corre por los caminos de los procesos del banco mundial, de la OCDE, de las pruebas PISA en donde el STEM, ese proyecto de ciencias naturales, tecnología, ingeniería, matemáticas y leer y escribir para él se riega por el mundo como si fuera lo único importante, porque lo único importante para esa visión es aquello que da resultados en la producción y que terminan siendo como parte de las mercancías y hoy en América Latina hemos desarrollado respuestas, la misma educación popular es una respuesta a eso, pero hay educaciones propias que muestran desde los pueblos originarios, pero desde la singularidad de las culturas como la educación tiene que ser construida en la especificidad desde ahí; también tenemos todas las pedagogías decoloniales, tenemos las pedagogías insumisas, los campesinos han desarrollado toda una educación del campo para enfrentar esa idea de la ruralidad que el capitalismo ha inventado para seguir subsumiendo el mundo de los campesinos como si fuera un mundo atrasado, como si fuera un mundo del subdesarrollo, como si fuera un mundo de una organización que se mueve por otras características. Entonces digamos que hoy, a esas tres homogenizaciones, las dos construidas por el capitalismo para poder producir su control en la modernidad y la que está construyendo en la educación han sido fuertemente resistidos y eso hace que hoy tengamos un pensamiento que se llama del sur y del sur no porque sea el sur geográfico, sino porque es pensadores del sur y del norte que seguimos considerando que el mundo tiene que ser transformado, que el proyecto ético del capitalismo es mundial y que puede ser que la crisis de los socialismos reales no tengamos muy claro el cómo, ni el qué, pero es posible encontrar qué no queremos y por eso vamos construyendo cada día en el mundo micro, en el mundo de nuestras vidas esas otras alternativas, porque en estos tiempos de globalización no hay protesta sin propuesta.

FDGC: Ante todos estos desafíos, sin duda alguna, en los movimientos sociales la investigación es ampliamente utilizada, sin embargo, considero que a pesar de ello, aún en muchos casos se sigue pensando como una actividad por fuera de las actividades cotidianas. En ese sentido, ¿por qué es tan importante la investigación en la construcción de las Alternativas Educativas?

MRM: La educación no solo es importante por lo que ha logrado en estos 4 siglos, todos los grandes desarrollos del conocimiento, de la tecnología, de los nuevos lenguajes, de la información, de la comunicación de la información, son resultantes de esos procesos, entonces la investigación no solo se convirtió en un elemento fundamental del desarrollo de la sociedad, sino ella misma construyó un estatuto propio que se convierte en la fuerza dinamizadora de la sociedad, pero en educación por ejemplo la propuesta que diseñamos con un equipo en Colombia de la investigación como estrategia pedagógica, para usar la investigación en la escuela, en el trabajo con niños, porque el proceso de la investigación ayuda a construir las habilidades blandas, la capacidad de crítica, la capacidad de preguntarse, la capacidad de saber que no hay respuestas cerradas, la capacidad de reconocer que eso que se aprende tiene que ser colocado en las realidades . Entonces digamos que la investigación colocada en el mundo de los niños y de los jóvenes construye chicos que nunca más repetirán dogmáticamente cosas que les enseñen, aprenderán a preguntarse y aprenderán a construir en su subjetividad los procesos a través de los cuales ellos construyen el mundo y al construir el mundo organizan su subjetividad.

FDGC: Actualmente vivimos tiempos difíciles y en diversas partes del mundo hay compañeros y compañeras, que luchan, resisten y construyen las alternativas educativas ¿Cuál sería el mensaje que Usted les enviaría?

MRM: Bueno, creo que en cuanto yo soy uno de ellos, me toca decir que somos colegas, compañeros, camaradas en esta lucha, en una lucha en donde tenemos muy claro lo que nos enseñó nuestro maestro Paulo Freire y es que la educación por sí sola no cambia a la sociedad, pero si transforma a las personas que van a transformar a la sociedad y que esa labor es todos los días, es con el niño, la niña que nos llega en las condiciones de cualquier lugar de este continente y que en este continente sabemos que la educación está formando a las generaciones que van a transformar la sociedad, que van a hacer posibles otros mundos, que van a hacer posibles otras realidades; por eso hoy no hay oficio más bello, pero más importante en la sociedad, que el de ser maestro, maestra, ser educador, por eso la invitación es a que refundemos el oficio de ser maestro y maestra, para la transformación social, pero que a la vez reinventemos nuestras vidas para ser signos de que el mundo otro ya está aquí entre nosotros, es un mundo otro que nos invita no a cambiar en el futuro, sino a cambiar nuestras vidas ya, por eso los invito a todas y a todos a mirar en internet el video de la huelga del 20 de septiembre, en donde la niña Europea, suiza, nos está invitando a que ellos, los niños quieren otro mundo y que nosotros, los maestros, las maestras se sumen a ver cómo vamos a participar en la huelga del 20 de septiembre, generada por una niña frente a las condiciones del cambio climático y el daño que le estamos haciendo al planeta, porque el poder no se construye para mañana, el poder se construye todos los días y el poder popular lo hacemos con nuestras propias vidas, transformándolas.

*Profesor Universitario y Asesor Pedagógico mexicano. Doctorado en Pedagogía Crítica y Educación Popular.

Colaboración: Luis Miguel Alvarado Dorry

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Noam Chomsky: “Las quemas en la Amazonia son un crimen de lesa humanidad”

Redacción: Rebelión

Los incendios forestales en la Amazonia han causado indignación y preocupación en todo el mundo. Chomsky, el intelectual vivo más relevante según el New York Times, explica a El Mostrador que la deforestación de esta selva tropical, a causa de las «quemas ilegales», debe ser considerada como crimen de lesa humanidad. Del mismo modo, el pensador y activista político estadounidense asevera que la emergencia climática constituye la problemática más importante que ha surgido en la historia humana, ya que esta crisis ambiental, a menos que se aborde seriamente y pronto, «condenará la vida humana organizada».

Los cerezos han florecido en agosto en Santiago de Chile, un mes antes del comienzo de la primavera, que solía llegar en septiembre en el hemisferio sur. Un bello efecto que es rápidamente ensombrecido al constatar que el otoño se reduce inexorablemente. Pero no es lo único que cambia, ni menos lo más grave.

La Amazonia lleva semanas ardiendo y la amenaza se cierne sobre una cuarta parte de las especies de la Tierra: 30 mil tipos de plantas, 2.500 especies de peces, 1.500 de aves, 500 de mamíferos, 550 de reptiles y 2,5 millones de insectos. Ello sin contar que esta selva proporciona el 20 por ciento del agua dulce no congelada del planeta y también, como se ha dicho, produce un 20 por ciento del total de oxígeno disponible en la Tierra.

Aunque es cierto que el oxígeno que produce la Amazonia es consumido en la misma Amazonia, las palabras del ministro de Medio Ambiente de Brasil, cuando declara que dicha región “no es el pulmón del mundo», debido a que tiene su ciclo cerrado y que, por lo tanto, «es un patrimonio brasileño» y que «esta historia de que pertenece a la humanidad es una bobería”, encierran la enorme dimensión de la crisis que afrontamos al desconocer su papel vital en el flujo de las precipitaciones en toda América Latina, en la regulación del clima global y en la aportación de nutrientes a los microorganismos que producen en el mar el oxígeno que respiramos, y que, todo ello, repercute directamente en la supervivencia de la humanidad.

La emergencia climática, entonces, es un problema de Derechos Humanos. Así al menos comienza a ser comprendido en forma creciente. Noam Chomsky, actual académico en la Universidad de Arizona, descrito por The New York Times como el intelectual vivo más relevante, contestó un cuestionario para El Mostrador, en el que sin recelos repara en que, de no abordar seriamente y pronto la emergencia climática, esta condenará la vida humana organizada.

-Hasta hace pocos años se sostenía que la temperatura global iba a tardar al menos dos décadas en aumentar, pero esto ha ocurrido en cuestión de años. ¿Comparte la impresión de que la emergencia climática se ha dejado caer mucho más rápido de lo esperado?

Se ha demostrado repetidamente que el consenso del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático fue demasiado conservador, lo cual no es sorprendente. Un consenso tiende a mantenerse en el mínimo común denominador. Las perspectivas de ahora, sin embargo, son considerablemente más sombrías de lo que se suponía recientemente.

-Hoy existe coincidencia de que el sistema neoliberal es directamente responsable del impulso depredador y que, en este sentido, los medios de comunicación globales que hoy parecen alarmados, durante décadas ignoraron el problema y defendieron el sistema económico pese a los costos. ¿Qué responsabilidad ve en ello?

Definitivamente tienen responsabilidad los medios de comunicación. Durante años, apenas abordaron este problema, que constituye el más importante que ha surgido en la historia humana, ya que la emergencia de esta crisis ambiental, a menos que se aborde seriamente, y pronto, condenará la vida humana organizada. Los medios en el pasado, cuando abordaron la problemática, la presentaron como una disputa entre dos grupos: los alarmistas y los negacionistas, estando en el primer grupo casi todos los científicos del clima acreditados en el mundo. Los informes finalmente han comenzado a cambiar, pero no lo suficiente, teniendo en cuenta lo que está en juego, esto respecto a los medios dirigidos a grandes audiencias

-¿Y en el mundo de los negocios?

Las páginas de noticias de la prensa empresarial, como el Wall Street Journal (WSJ), tienden a ser bastante precisas. El mundo de los negocios es muy consciente de que sus políticas están destruyendo la vida en la Tierra y que están explotando en la cara de sus propios negocios. Tome el ejemplo más obvio y bien estudiado: ExxonMobil. Sus propios científicos estuvieron a la cabeza, desde los años 60, explicando las graves amenazas del uso de combustibles fósiles. Pero la gerencia no solo avanza a toda velocidad para maximizar su uso, sino que también ha sido el principal financiador del negacionismo, continuando hasta el presente. Esa es la lógica capitalista estricta.

-Respecto de los incendios en la Amazonia, la evidencia científica, que a su vez ha sido replicada en múltiples medios en el mundo, ha puesto su foco en responsabilizar a la deforestación ilegal como una de las causas de estos incendios forestales. ¿Qué piensa de estas políticas del gobierno de Bolsonaro que alientan la quema para despejar terrenos para uso agrícola?

Que deberían considerarse un crimen de lesa humanidad, muy grave. La Amazonia es uno de los grandes sumideros de carbono del mundo y produce alrededor del 20 por ciento del oxígeno del mundo. Las políticas de Bolsonaro son verdaderamente criminales y deberían enfrentar una oposición enérgica.

-Por estos días se han gestado protestas en las embajadas de Estados Unidos y Brasil, ¿qué opina de ellas?

Estados Unidos y Brasil son estados fuera de la ley. Afortunadamente, en ambos países hay protestas internas y activismo, los cuales merecen el apoyo internacional. Pero las políticas de los dos gobiernos son de hecho «suicidas», para la humanidad en general. Deberían protestar vigorosamente en todo el mundo, de todas las maneras posibles.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=259927

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Documental: Los guardianes del Amazonas

Redacción: BBC Mundo

Desde que Jair Bolsonaro asumió la presidencia de Brasil, el ritmo de deforestación de la selva amazónica aumentó más del 50%.

Muchos de los indígenas que viven en el bosque tropical más grande del mundo creen que el discurso del mandatario «respalda» la actividad de los madereros ilegales, con quienes desde hace años mantienen un enfrentamiento por las riquezas naturales del Amazonas.

«Tenemos que luchar por nuestra tierra», dice Laercio Guajajara, un indígena de la zona de Araribóia, en el estado brasileño de Maranhao, «no hay otra opción».

Él es uno de los guardianes de la selva amazónica que desde hace unos 6 años patrullan su territorio en busca de madereros ilegales.

Pero a veces los maderos se niegan a abandonar el lugar y los conflictos se vuelven violentos.

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-49375536
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Estados Unidos: la verdad detrás de las deudas estudiantiles

Redacción: News Week Español

Solicitar préstamos para continuar los estudios es absolutamente innecesario. Aquí te explicamos por qué.

La realidad es evidente: unos 45 millones de estadounidenses tienen una impresionante deuda estudiantil que asciende a 1.6 billones de dólares. Hablamos de uno de cada cuatro adultos, casi el doble de quienes recibieron préstamos universitarios hace 15 años. La cifra de millennials es de uno de cada tres, y muchos adultos jóvenes argumentan que la deuda les impide comprar casa, casarse, procrear una familia o mudarse del sótano de sus padres.

En esos 15 años, la cantidad promedio de un préstamo para pregrado [licenciatura] se ha disparado 60 por ciento, y lo mismo ha sucedido con el impago. Más de la cuarta parte de los estudiantes no puede seguir solventando la deuda 12 meses después de recibir el préstamo mientras que, hace unos pocos años, esa proporción era de apenas 18 por ciento. Es más, se espera que el porcentaje alcance 40 por ciento en 2023. El incumplimiento de deuda se acompaña de muchos problemas: arruina la calificación crediticia; aniquila toda posibilidad de obtener otros préstamos, y rentar o comprar apartamento; y algunos lugares incluso revocan las licencias profesionales.

 

Los préstamos nuevos, sobre todo para estudiantes de licenciatura, han registrado una caída anual en los últimos siete años. Foto: Eduardo Muñoz Álvarez/Getty

 

Por ello, no sorprende que mucha gente hable de “crisis” al describir la deuda estudiantil de estos tiempos. Y tampoco que los préstamos universitarios y el sufrimiento que causan se hayan convertido en temas candentes de la campaña presidencial estadounidense de 2020. Casi todos los candidatos recurren a hipérboles y hacen propuestas para aliviar la deuda, desde mesuradas (Kamala Harris, Beto O’Rourke) hasta drásticas (Bernie Sanders, Elizabeth Warren).

Muchos expertos señalan que, si bien es innegable que algunos deudores estudiantiles enfrentan graves dificultades, es un error afirmar que todo el sistema se ha averiado. Además, esa narrativa catastrófica ensombrece aspectos clave de los empréstitos. Por ejemplo, que son contadas las deudas que exceden 100,000 dólares, y que los estudiantes con las deudas más pequeñas tienden a ser los que más padecen.

“Hablar de crisis falsea la situación”, asegura Sandy Baum, del Centro para Datos y Políticas Educativas en Urban Institute. “No todos los deudores han arruinado sus vidas. La verdad es que el acceso a empréstitos escolares aumenta las oportunidades educativas de muchas personas. Para muchos, es una inversión bien redituada. Y también es cierto que algunos enfrentan problemas graves debido a los préstamos”.

“No es una situación monolítica”, agrega Baum.

Ceremonia de graduación de Stanford, en junio pasado. Foto: Liu Guanguan/China News Service/VCG/Getty

New America, grupo de expertos de Washington, D. C., está por publicar una encuesta que demuestra cuánto se ha generalizado este error de percepción. La abrumadora mayoría de los participantes opinó que los préstamos estudiantiles eran la principal fuente de deuda de los consumidores estadounidenses (de hecho, son las hipotecas, y por mucho) y exageró drásticamente las sumas que reciben los estudiantes, así como el porcentaje de individuos que han incumplido sus empréstitos.

“Temo que los estudiantes estén recibiendo el mensaje de que los préstamos son malos y de que jamás deben pedir un centavo de ayuda para la educación superior”, señala Rachel Fishman, subdirectora de investigaciones en el programa de políticas educativas de New America. “Y dados los costos de la universidad, semejante postura es absurda para buena parte de las familias”.

Hay seis aspectos clave de la deuda estudiantil estadounidense que suelen pasar inadvertidos y que, no obstante, son críticos para informar el debate nacional sobre la reforma del sistema.

AUNQUE NO LO CREA: LOS EMPRÉSTITOS SE HAN REDUCIDO DURANTE SIETE AÑOS CONSECUTIVOS.

La cifra que se cita más comúnmente es 1.6 billones de dólares, y contempla el total de la deuda pendiente para educación superior, la cual ha crecido de manera exponencial desde 2006, cuando sumaba escasos 480,000 millones de dólares. Esto indica que los empréstitos estudiantiles exceden con mucho la deuda crediticia de Estados Unidos y los préstamos para autos, mientras que ocupan el segundo sitio respecto de las hipotecas y las segundas hipotecas sobre la vivienda, que, en conjunto, representan 9.7 billones de dólares: la mayor fuente de deuda del consumidor estadounidense.

Cierto, 1.6 billones de dólares es una cantidad preocupante. Pero esconde una tendencia opuesta igual de importante y que muchas personas desconocen: en los últimos años, los universitarios han pedido menos y no más préstamos. De hecho, los empréstitos nuevos (y lo importante aquí es el adjetivo “nuevos”) han caído anualmente a lo largo de los últimos siete años.

Las cifras cuentan una historia: según la organización College Board, el año pasado los préstamos federales para pregrado cayeron a 4,510 dólares por estudiante, respecto de los 5,830 dólares del ciclo escolar 2010-2011. Y los empréstitos anuales para familias y alumnos de todas las instituciones de educación superior también se desplomaron: de un máximo de 127.7 mil millones de dólares en 2010-2011 a 105.5 mil millones el año pasado.

¿A qué se debe esta caída? Para empezar, menos personas están ingresando en universidades y escuelas de posgrado, por lo que no solicitan préstamos. La educación superior suele aumentar en épocas de recesión —cuando la gente no encuentra empleo— y disminuye cuando la economía se recupera. Baum afirma que este patrón se observó después de la crisis financiera de 2008. Asimismo, cuando mejora el clima económico, los progenitores tienen más capacidad para costear una universidad, y esto contribuye a que los estudiantes dependientes se abstengan de solicitar préstamos. En opinión de Baum, otro factor ha sido que, en los últimos años, se ha registrado una caída en la cantidad de escuelas privadas, las cuales requieren de más empréstitos.

Insignia que porta un estudiante durante una protesta en la Universidad del Sur de Maine. Foto: Shawn Patrick Ouellette/Portland Press Herald/Getty

Por su parte, la recuperación económica ha propiciado que estados y escuelas hagan más esfuerzos para refrenar costos y préstamos. A decir de The Institute for College Access & Success (TICAS), después de la última gran recesión, los gastos estatales en educación superior reflejaron un incremento promedio de 23 por ciento durante el periodo de cuatro años concluido en 2016. Además, TICAS halló que los estudiantes de pregrado de universidades públicas y privadas que cursan carreras de cuatro años tienen mayor probabilidad de obtener becas directamente en las escuelas, cuyos préstamos suelen ofrecer alrededor de 1,000 dólares adicionales.

Lo que no explican estos datos es si la caída de los empréstitos es parte de la respuesta a la creciente negatividad de la narrativa. Fishman ha observado un cambio de actitud en sus grupos de enfoque. “Hace unos años la gente decía: ‘El préstamo es un medio para alcanzar un fin, y lo necesito para ir a la universidad’”, explica. “Ahora la actitud es: ‘Haré todo lo posible para evitar un préstamo’”.

La caída de los préstamos estudiantiles parece contradecir todo lo que pueden haberle contado últimamente, pero no es así, porque se trata de dos medidas diferentes: deuda total vs. empréstitos nuevos. Lo que ha impulsado el crecimiento de la deuda estudiantil total es la acumulación de intereses en los préstamos más añejos, sobre todo porque más deudores están inscribiéndose en programas de repago basados en el ingreso. Esos esquemas, que se han expandido varias veces durante la última década, permiten que el deudor reduzca los montos mensuales prolongando el pago de su deuda a 20 o 25 años, en vez de los 10 años convencionales. No obstante, los intereses se acumulan e incrementan la cantidad adeudada. Casi la mitad de los empréstitos pagados en la actualidad están inscritos en algún programa basado en el ingreso, respecto del 27 por ciento registrado hace apenas cuatro años.

Otro elemento que ha contribuido al aumento de la deuda total es que familias y estudiantes de posgrado están pidiendo montos muy altos. Y aun cuando son muy pocas las personas que hacen esto, el impacto en el saldo de la deuda total es enorme.

MUY POCOS DEBEN 100,000 DÓLARES O MÁS

Si hablamos de cantidades absolutas, son raras las personas que tienen deudas de seis dígitos, a quienes Fishman describe como “unicornios en la tierra de los préstamos”. Si bien solo 6 por ciento de la deuda estudiantil consiste en saldos de 100,000 dólares o más, College Board enfatiza que, en términos de dólares, esas cuentas son enormes y equivalen a un tercio de la deuda total.

El club de los 100,000 dólares está integrado, sobre todo, por estudiantes de posgrado; y la membresía aumenta rápidamente. De los deudores que terminaron sus estudios universitarios y empezaron a pagar sus préstamos en 2014, 20 por ciento tenía deudas de más de 100,000 dólares, más del doble del 8 por ciento registrado en el año 2000, señala Adam Looney, economista del Instituto Brookings. Y según informa College Board, la mitad de los prestatarios con licenciatura (digamos, médicos, abogados, dentistas) deben 100,000 dólares o más, y 20 por ciento adeuda 200,000 dólares o más. Además, esas cantidades no incluyen los préstamos de pregrado.

La orgía de empréstitos inició hace una década, con el programa PLUS para préstamos de posgrado, el cual proporcionaba el costo total de los estudios —sin otra ayuda adicional— mediante una investigación crediticia muy superficial. Por su parte, el gobierno aumentó su préstamo de 18,500 dólares anuales a 20,500 dólares al año para los alumnos de pregrado de Stanford, y facilitó el proceso de préstamo para estudiantes de programas privados y en línea.

Muchos estudiantes que ya habían ingresado en el mercado laboral (el cual recompensa los títulos con salarios más altos) aprovecharon los nuevos programas de financiación para hacer un posgrado. Y esa inversión redituó en muchos casos. En 2014, los deudores con préstamos estudiantiles de 50,000 dólares o más (el empréstito de posgrado promedio) empezaron a ganar casi el doble que quienes habían recibido préstamos más bajos, y sus tasas de impago fueron más bajas.

Pero pronto comenzaron a aparecer las grietas. Cada vez más deudores de posgrado asistían a escuelas privadas, pese a que rara vez conducen a buenos empleos (en 2014, 17 por ciento estudió en instituciones privadas contra apenas 1 por ciento en 1990). Y con miras a reducir los pagos iniciales, una población estudiantil cada vez más numerosa empezó a optar por programas de repago basados en el ingreso (y los intereses siguieron acumulándose). El resultado: por primera vez en años, quienes recibieron grandes montos debían más que cuando se graduaron, a pesar de haber pagado sus préstamos durante varios años.

“Muchos de estos prestatarios están teniendo dificultades”, dice Looney. “No me inquietan tanto los médicos, los abogados ni los administradores de empresas, quienes podrán salir adelante. Lo que me preocupa son las personas que pidieron grandes préstamos para asistir a programas que no tenían valor para el mercado laboral”.

Otra tendencia preocupante: el reciente auge del empréstito familiar. Aun cuando hay menos de un millón de progenitores entre los 45 millones de deudores estudiantiles, las cantidades que solicitan tienden a ser muy elevadas. El año pasado, el empréstito familiar típico era de 16,452 dólares (incremento de 42 por ciento a lo largo de una década) y, encima, muchos padres piden préstamos durante cada año que un hijo o una hija pasa en la universidad; y a veces, para varios hijos. Así, según datos de Urban Institute, los préstamos familiares representan hoy 23 por ciento de los 1.6 billones de dólares en deuda estudiantil, incremento de 14 por ciento respecto de hace cinco años.

Pese a que las familias pudientes y de clase media son las más propensas a solicitar préstamos, una cantidad importante de hogares de bajos ingresos obtienen préstamos PLUS, incluidas 16 por ciento de las familias con ingresos inferiores a 20,000 dólares anuales. Las tasas de impago suelen ser bajas, pero este riesgo es mucho mayor para algunos grupos; en particular, las familias con hijos en escuelas privadas, como la Universidad Strayer, la Escuela Intercontinental Estadounidense o la Universidad Walden.

Y aunque no incumplan, estos préstamos son problemáticos para los progenitores que están por jubilarse, época en que el ingreso mengua y no pueden tener deudas. Urban Institute precisa que la cuarta parte de los padres con préstamos PLUS tienen 60 años o más, y casi la mitad percibe menos de 50,000 dólares anuales.

“Temo por los padres que quieren dar una oportunidad a sus hijos y no encuentran otra manera de hacerlo”, lamenta Baum, coautora del informe.

LA MAYORÍA DE LOS UNIVERSITARIOS DEBE MENOS DE LO QUE SE DICE

Hay una estadística que tiende a citarse casi tanto como la cifra de deuda total: después de cuatro años de universidad, los graduados salen de la escuela con una deuda de 30,000 dólares (exactamente 29,650 dólares, según TICAS). Y aun cuando esa cantidad ha permanecido casi sin cambios durante cinco años, equivale a más del doble del préstamo para licenciatura otorgado en 1996.

Pero hay un detalle: ese “promedio” está muy sesgado debido a los fuertes préstamos de una minoría estudiantil (casi siempre, individuos independientes y de más edad, quienes pueden solicitar préstamos más jugosos), y no refleja las circunstancias del universitario típico. De hecho, tres cuartas partes de los estudiantes de licenciaturas de cuatro años en universidades públicas, y dos tercios de sus homólogos en escuelas privadas, terminan con deudas de menos de 30,000 dólares. Por otra parte, la mitad de los prestatarios han pedido menos de 20,000 dólares y cuatro de cada diez recibieron menos de 10,000 dólares. Por último, tres de cada diez licenciados no tienen deuda alguna.

Es evidente que una deuda universitaria de cualquier tamaño es un lastre para un joven que apenas comienza. Sin embargo, hay otros factores que influyen tanto o más en la decisión de los millennials de abstenerse de cosas como comprar casa o iniciar una familia. Por ejemplo, la vivienda se ha vuelto muy costosa: el salario anual promedio no alcanza para que los residentes de 70 por ciento de los condados estadounidenses compren una vivienda de nivel medio. También consideremos el costo de la atención infantil: una encuesta reciente de Care.com halló que 70 por ciento de las familias paga más de 10 por ciento del ingreso en este rubro, y casi la mitad paga 15 por ciento o más de su ingreso.

Ahora bien, dado que un título universitario mejora las oportunidades de empleo y los salarios más altos, los préstamos para licenciatura son una inversión redituable para muchos, y les permite costear tanto la vivienda como la atención infantil. La licenciatura típica de cuatro años redunda en salarios 70 por ciento más elevados que un simple diploma de bachiller, mientras que los títulos avanzados se traducen en sueldos hasta 120 por ciento o más altos.

LOS DEUDORES PEQUEÑOS TIENEN MÁS PROBLEMAS

¿Qué sucede con los estudiantes que no terminan la universidad, los que piden préstamos y abandonan sus estudios antes de titularse? Esas personas terminan con empréstitos relativamente pequeños, pero sin los beneficios de una licenciatura. Y resulta que, más que el préstamo, esos beneficios son un factor crítico para los resultados.

Veamos esto: casi la mitad de los deudores que incumplen no obtuvieron un título universitario y, de ellos, dos terceras partes adeudan menos de 10,000 dólares, revela un análisis reciente de Ben Miller, vicepresidente de educación postsecundaria en el Centro para el Progreso Estadounidense, y agrega que casi 35 por ciento debe menos de 5,000 dólares. Asimismo, el Banco de la Reserva Federal de Nueva York afirma que quienes han incurrido en una deuda estudiantil superior a 100,000 dólares tienen 50 por ciento más probabilidades de incumplir que quienes obtuvieron un empréstito menor a 5,000 dólares.

“Desconocemos la causa precisa de las dificultades que enfrentan estos prestatarios [de pequeños montos] —escribió Miller—, pero una explicación podría ser que sus ingresos no son suficientes para permitir el pago de la deuda, lo que significa que cargamos con todos los gastos y ninguna de las recompensas de la educación universitaria”.

Evento de contratación para ciberseguridad en Long Beach, California. Foto: Brittany Murray/Medianews Group/Long Beach Press-Telegram/Getty

Hace tiempo que este problema ha pasado inadvertido, previene Judith Scott-Clayton, profesora asociada de economía y educación en Teachers College, Universidad de Columbia. “Se habla mucho de los estudiantes con deudas de más de 100,000 dólares y de la presión que [esos empréstitos] ejercen en su calidad de vida, y en su capacidad para adquirir una casa, tener hijos o hacer todo lo supone la adultez”, agrega. “No pretendo minimizar la dimensión del problema, pero si analizas la situación fríamente, verás que los prestatarios con menos deuda son los que sufren más, los que encaran las consecuencias y las implicaciones financieras más graves, y los que más ayuda necesitan”.

Reconocer esto supone repercusiones políticas muy serias, prosigue Scott-Clayton, quien ha comparecido ante el Senado en tres ocasiones como experta en investigaciones y políticas de ayuda financiera. La profesora añade: “Nuestra respuesta sería distinta si, en vez de pensar que el problema más urgente es la cantidad de estudiantes endeudados, abordamos este asunto desde la perspectiva de que más deudores puedan sobrellevar los pagos”.

Por otro lado, la tasa de impago de los estudiantes que asisten a escuelas privadas es mucho mayor que el promedio: TICA informa que 30 por ciento de los licenciados en instituciones con fines de lucro incumplieron sus préstamos 12 años después de iniciar sus estudios, contra 5 por ciento de los egresados de escuelas públicas o privadas no lucrativas. Otros grupos con un riesgo de incumplimiento superior al promedio incluyen a los estudiantes de hogares de bajos ingresos, los alumnos que son los primeros de su familia en asistir a la universidad, y los afroestadounidenses.

ESTUDIANTES Y FAMILIAS AFROESTADOUNIDENSES TIENEN MÁS DIFICULTADES

Si hay un grupo para el que la palabra “crisis” describe la experiencia de la deuda estudiantil, ese es el segmento de alumnos y familias afroestadounidenses. Los estudiantes negros tienen muchas más probabilidades de pedir préstamos (17 puntos más), obtienen préstamos más grandes (hasta el doble, en promedio), y su tasa de incumplimiento es más alta (38 por ciento incumple a los 12 años de haber iniciado los estudios, vs. 12 por ciento de los universitarios blancos).

Scott-Clayton —cuyas investigaciones recientes se han centrado en los alarmantes patrones de incumplimiento de deuda estudiantil—, comenta: “Lo más perturbador no es que existan estas disparidades, sino su magnitud”.

A diferencia de otros grupos, una licenciatura no evita que los deudores afroestadounidenses tengan dificultades. De hecho, un egresado negro tiene más probabilidades de incumplir su deuda que un blanco que abandonó los estudios.

Y el título tampoco les ayuda a saldar sus préstamos universitarios: a 12 años de iniciar sus estudios, el promedio de los graduados negros debe 114 por ciento de lo que había recibido originalmente —es decir, más que el préstamo original—, comparado con 47 por ciento en el caso de los estudiantes blancos y 79 por ciento para los latinos.

Al buscar una explicación para estas disparidades enormes —no solo entre blancos y negros, sino entre deudores negros y estudiantes de otro color—, Scott-Clayton identificó algunos factores bastante previsibles. No obstante, aun considerando aspectos como ingreso familiar, educación parental, cantidades recibidas, calificaciones, títulos, empleo y salario posuniversitario, encontró que persistía una disparidad de 11 puntos entre las tasas de impago de los deudores negros y blancos.

En una carta dirigida a las senadoras Elizabeth Warren y Kamala Harris (entre otros que pidieron información sobre la mejor manera de atacar las disparidades raciales en la deuda estudiantil), Scott-Clayton compartió sus hallazgos, resaltando la diferencia inexplicable de 11 puntos y señalando que los resultados tal vez no “captaban plenamente las diferencias en las circunstancias económicas posuniversitarias de los estudiantes, el respaldo familiar, ni la información o desigualdad de los servicios que reciben de sus instituciones y otros prestadores para hacer frente al repago”.

Agregó que otro factor es “un legado de sesgo y discriminación persistente y pernicioso, el cual podría explicar por qué los patrones observados en los negros no hispanos son distintivos de las personas de color o los estudiantes de bajos ingresos”.

Fishman concuerda: “Los estadounidenses creemos que la educación resuelve todos los problemas, y la triste verdad es que no es así”, asegura. “Las investigaciones demuestran que la educación superior tiene un impacto muy pequeño en la brecha racial de la riqueza porque intervienen otros factores, como la discriminación del mercado laboral y el racismo institucionalizado en nuestra economía”.

Aun cuando es difícil corregir siglos de racismo sistémico en unos pocos años, Scott-Clayton sugiere medidas prácticas que resultarían útiles mientras tanto. Entre ellas: simplificar y automatizar el programa de repago basado en el ingreso, a fin de que los deudores con más limitaciones financieras puedan aprovecharlo junto con el programa de condonación de deuda, actualmente en estudio y dirigido a quienes deben hasta 6,125 dólares en préstamos para licenciatura. Casi 40 por ciento de los deudores de este grupo, y hasta 70 por ciento de los prestatarios negros, incurren en incumplimientos a los 12 meses. Y Scott-Clayton agrega que esta alternativa es muy buena para esos deudores, ya que los costos serían relativamente reducidos.

LÁSTIMA, PORQUE NO ES FÁCIL CONDONAR PRÉSTAMOS

Casi todos los candidatos presidenciales demócratas han hecho alguna propuesta para reducir la deuda estudiantil, y hasta Donald Trump está a favor de modificar los esquemas de repago para que resulten menos complicados.

No obstante, nada ha despertado más interés público que las drásticas propuestas de los senadores Elizabeth Warren y Bernie Sanders, quienes pretenden borrar todos los montos de todos los deudores universitarios (Sanders) o bien, una porción muy grande de la deuda de todos, excepto los contribuyentes más acaudalados (Warren). Fishman comenta que la condonación de deuda es “una idea nueva y extremadamente atractiva”.

Pero si necesita pruebas de que eliminar la deuda estudiantil estadounidense es mucho más difícil de lo que reconocen los candidatos, basta recordar lo que ocurrió cuando Estados Unidos hizo un esfuerzo más limitado en ese sentido: el programa federal llamado Condonación de Préstamos por Servicio Público. Suscrito por el presidente George W. Bush en 2007, el programa prometía perdonar la deuda estudiantil de quienes prestaran una década de servicio en el gobierno o alguna organización no lucrativa.

El problema es que los primeros deudores fueron elegibles hace apenas 18 meses, y el programa ha rechazado a casi 99 por ciento de los 74,000 aspirantes registrados: una tasa de fracaso espectacular que desató burlas, manifestaciones de ira y una avalancha de demandas legales, incluida la de Federación Estadounidense de Maestros contra la secretaria de Educación, Betsy DeVos, acusándola de una mala gestión pasmosa.

Muchos expertos en educación superior celebran que los candidatos traten de ayudar a los deudores en dificultades, pero también plantean interrogantes sobre los costos, la eficacia y la equidad de sus propuestas.

“Para alguien como yo, que ha trabajado en este campo desde hace mucho, es emocionante y alentador saber que el problema está recibiendo atención”, dice Scott-Clayton. “Pero ahora que hemos sorteado el primer obstáculo importante, me pregunto si estarán dirigiendo toda esa atención de la manera más productiva”.

En vez de acciones amplias y costosas para aliviar a los deudores que pueden costar sus pagos cómodamente, y hacer poco o nada para evitar problemas futuros de deuda estudiantil, muchos observadores abogan por iniciativas más dirigidas. Hacen falta soluciones para los desafíos más graves, como las altas tasas de incumplimiento en las escuelas privadas y los programas de titulación; el hipercomplicado sistema para repago de préstamos; las insignificantes revisiones crediticias; y los altísimos empréstitos otorgados a los estudiantes de posgrado, sus progenitores y cuantos ofrecen cantidades muy superiores a sus medios.

Fuente: https://newsweekespanol.com/2019/08/estados-unidos-la-verdad-detras-deudas-estudiantiles/

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Libro (pdf): Superexplotación al trabajo en el siglo XXI

Reseña:

Este libro, coordinado por Felix y Juliana Guanais – ahora presentado como una edición en castellano de la compilación publicada en Brasil en 20181 – fue pensado con el propósito de consolidar una interlocución iniciada en 2013 entre profesores y grupos de investigación localizados en diversas universidades brasileñas y de otros países, en especial, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) de la Universidad Estadual de Campinas (UNICAMP) y de la Universidad Federal de la Integración Latinoamericana (UNILA).

El grupo de investigadores fue reunido por el renovado interés por la obra y el legado de Ruy Mauro Marini (1932-1997), intelectual y militante marxista que a lo largo de su vida se dedicó intensamente al estudio de América Latina.

Descarga aquí: superexplotacion-del-trabajo-en-el-siglo-21

 

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El “contrato social de la globalización”: ¿otra promesa sin mañana?

Por: Eduardo Camín

Tras un proceso de tres años de negociaciones intensivas y de diálogo, que congregó no sólo a gobiernos y a la sociedad civil sino también a millones de personas comunes de todo el mundo, los estados miembros de las Naciones Unidas acordaron por unanimidad (casi cuatro años atrás) lo que el Secretario General de la ONU describió como “la agenda de desarrollo más inclusiva que el mundo jamás haya visto”.

La Agenda 2030 adoptada en setiembre del 2015 por los líderes del mundo reunidos en una cumbre especial de las Naciones Unidas, abarca las tres dimensiones de la sostenibilidad: económica, social y medioambiental. Está constituida por 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que se basarán en los progresos alcanzados a través de los Objetivos del Desarrollo del Milenio (ODS). En un reciente informe presentado en Nueva York ante el Foro político de alto nivel de las Naciones Unidas (entre el 8 y el 19 de julio ), la OIT señaló que la mayoría de los países todavía tienen un largo camino que recorrer para lograr un trabajo decente e inclusivo para todos. En efecto, la OIT analizo el trabajo decente, como el elemento crucial para el desarrollo sostenible.

La importancia del trabajo decente para realizar el desarrollo sostenible está puesta de manifiesto en el Objetivo 8 cuya finalidad es “promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos”.

Según el informe «(Hora de actuar para conseguir el ODS 8: articular el trabajo decente, el crecimiento sostenido y la integridad medioambiental», en muchos lugares del mundo, el avance hacia la consecución del Objetivos del Desarrollo Sostenible 8 (ODS 8) está ralentizándose. Se estima que más de 600 millones de nuevos empleos deberán ser creados de aquí a 2030, sólo para seguir el ritmo de crecimiento de la población mundial en edad de trabajar. Esto representa alrededor de 40 millones de empleos al año. Sin olvidar la necesidad de mejorar las condiciones de los 780 millones de hombres y mujeres que trabajan, pero no ganan lo suficiente para superar ellos y sus familias el umbral de la pobreza de 2 dólares al día.

“Esto significa que no avanzar hacia la consecución del ODS 8 estaría impidiendo el avance hacia la consecución de otros Objetivos, como los de erradicar la pobreza, reducir las desigualdades, promover la paz y lograr la igualdad de género”, dijo Damian Grimshaw, Director del Departamento de Investigaciones de la OIT.

Por su parte Guy Ryder Director de la OIT añadió: ¿en qué medida fomentamos ese modelo de desarrollo inclusivo, sostenido y sostenible? ¿Poseemos la determinación necesaria? En nuestro informe sobre los avances relativos al ODS 8 se pone claramente de manifiesto que no estamos adoptando el enfoque más adecuado para cumplir dicho objetivo, ni otros ODS. A menos que redoblemos esfuerzos, no lo lograremos”.

La crisis de los proyectos; la caprichosa realidad del capitalismo

Entre muchas cosas que son respetables, la más respetable es la realidad. Nada se paga tan caro como la sustitución de la realidad, por lo que nos parece o nos conviene.

Este nuevo “contrato social” globalizador ya no posee los destellos de la ilustración. Pero nadie, en su sano juicio podría oponerse a dar efectividad a los derechos humanos relacionados con el acceso al agua, al saneamiento, y al trabajo decente, nadie negaría la necesidad de las políticas educativas atentas a la realidad del mercado laboral y el papel del fomento de la capacidad, la educación y el desarrollo de las competencias para la inclusión digital.

La sociedad es un sistema complejo de relaciones sociales. Lo principal en su funcionamiento y desarrollo es la actividad de los hombres. Sin embargo, esto no significa que ella sea una suma mecánica de individuos, sino un organismo social complejo.

Tal vez, ser conocedor del género humano es una de las expresiones más indefinidas con la que vinculamos determinadas capacidades para orientarse entre la gente; ya que la unión de los mejores talentos, dotes y capacidades puede desvalorizarse con el «minúsculo» agregado del sistema económico en el cual se desarrolla la caprichosa realidad.

Pero, en el marco del capitalismo la justicia social se precipita al vacío. Por eso, conocer la esencia del mismo, preserva de las desilusiones y los pasos en falso, de los “funcionarios de la humanidad”.

Esto no quiere decir esto que la realidad no deba ser modificada o transformada: de por sí ella cambia y se transforma y esta variación debe ser orientada, dirigida, a veces acelerada, otras frenada, pero siempre teniendo en cuenta lo que las cosas efectivamente son. Los organismos internacionales han sido los oráculos de la lucha contra la pobreza, miles de proyectos han sido redactados, discutidos en fórums, conferencias, debates, la preocupación por acabar con la pobreza, fue transformada en una mantica constante entre diferentes economistas y particularmente entre los teóricos del desarrollo, quienes adquirieron tal perspectiva debido a los acelerados niveles de crecimiento de la industria y a la aparente posibilidad de que con el capitalismo la humanidad avanzaría hacia el reino de la abundancia de satisfacciones materiales.

Sin embargo, la problemática se mantiene, no solo se mantiene con el advenimiento y desarrollo del capitalismo, sino que permuta las causas que la generaron en el pasado, preserva algunas y crea nuevas maneras de vivir y sufrir la pobreza. Esta contradicción sigue intacta: hay quienes creen que los males del capitalismo pueden superarse mediante la promoción de la libre competencia, la apertura de sus mercados y la colección de tratados comerciales.

Desafortunadamente para sus sueños de gloria ocurre que el capitalismo tiende a la concentración y centralización del capital. Vivimos una transición delicada e incierta del capitalismo globalizador, en crisis aguda, a una forma social aún más bestial, feroz, cruel y despiadada del mismo sistema mundial capitalista, en la cual se han fracturado las barreras sociales que encarrilaban e institucionalizaban los poderes destructores del capital.

Esta es la realidad, en plena contradicción con las loables necesidades de cumplir los objetivos, de los ODS. Inmersos en un capitalismo que genera caos y desintegra las sociedades para reordenarlas bajo su mando despótico; destruye y construye al mismo tiempo. Separa vínculos para volver a reunir, bajo su dominación y control. Por lo tanto, el capitalismo no es sólo caos y desorden. También es orden, un orden cada día más opresivo y depredador.

El contrato social de la globalización se hunde en las turbias aguas del desencanto, de las promesas sin mañana, porque afuera llueve con furia y todo lo inunda.

Eduardo Camin. Analista uruguayo, acreditado ante la ONU-Ginebra, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, 

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=259033

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Las luchas por el feminismo campesino y popular

Por: Francisca Rodríguez

La evolución en la participación política de las mujeres del campo en América Latina está íntimamente relacionada con la rebeldía expresada en el levantamiento indígena, campesino y popular y la unidad de lucha que se construye para hacer frente al intento de celebrar, por los conquistadores, los gobiernos aliados y/o sometidos, los 500 años del descubrimiento y saqueo a nuestra América.

Durante los cinco años en que se lleva a cabo la campaña de resistencias y unidad continental de los sectores del campo y los pueblos indígenas, las mujeres marchamos a la par en este proceso que nos convocó a mirar en la historia el camino recorrido en las luchas y resistencias de nuestros pueblos, por la defensa de la tierra y los territorios como un baluarte esencial para el desarrollo de nuestra vida campesina. Esta gigantesca travesía fue ganando y levantando el espíritu de rebeldía para hacer frente a los críticos momentos que vivíamos en cada uno de nuestros países; las organizaciones fueron recuperándose y ganando la conciencia, lo que elevó su capacidad organizativa y con mayor fuerza enfrentaron la arremetida fascista de la época, que pretendía avasallarnos bajo la bota militar.

Esta etapa del proceso de lucha cuenta con el pleno accionar de las mujeres, que marcan una ruta que se va potenciando y que conlleva a que, en el segundo Congreso de la CLOC, nuestra participación y acción se hacen más visibles y nuestra voz se eleva con mayor fuerza, y adquiere mayor relevancia política, nuestras demandas y propuestas que son claras y certeras. En justicia demandamos una mayor participación en los espacios de dirección, estábamos ciertas que a esta coordinación de los movimientos del campo la paridad de género le daba una mayor connotación política y a la vez se enlazaba al proceso internacional de la Vía Campesina que se iba constituyendo como el mayor referente de sectores campesinos y de las y los trabajadores del agro.

La eficacia mostrada en la acción política de las mujeres en todo el ámbito va dando una dinámica mayor a su actuar, y no solo de las organizaciones nacionales. También se va expresando en el surgimiento de nuevas organizaciones de mujeres, que buscan desde nuestra identidad actuar conjuntamente con el movimiento campesino, generando una nueva cultura organizacional que, dando pasos significativos, vaya rompiendo con las antiguas estructuras masculinizadoras y machistas del movimiento.

El elevar la participación de las mujeres al ámbito dirigencial del movimiento en igualdad de condiciones marca un hito en la historia de los procesos organizativos. Esto nos llevó a avanzar en la construcción necesaria de una articulación continental de las mujeres del campo, con apuestas propias que se articulan con las luchas campesinas y van desarrollando y visibilizando todas sus capacidades para actuar en la política y en el ejercicio de nuestros derechos. Los procesos de formación política que hemos desarrollado desde nuestras escuelas continentales y subregionales nos han allanado el camino de la comprensión más amplia y hemos ido desde lo simple a los más complejo, en esta construcción propia de una propuesta feminista, campesina y popular encaminada a la lucha por una sociedad socialista.

Muchas y muchos aún se preguntan ¿por qué esto del feminismo campesino y popular? Para la elaboración y formulación política de nuestra concepción feminista, no podríamos afirmar que hay un convencimiento unánime en todo el movimiento, aun cuando es un acuerdo de congreso que nos compromete a todas y a todos. Pero es importante señalar que en la medida que vamos avanzando en esta construcción política, han sido muchos más los compañeros y también las propias mujeres campesinas y hermanas indígenas que van validando este pensamiento, encaminando la lucha por alcanzar una sociedad entre iguales, una sociedad sin violencia, donde la exclusión, la sumisión, la discriminación y la pobreza sean cosas del pasado y podamos vivir este paso por la vida en plenitud transitando por los caminos del buen vivir.

Nuestra identidad de mujeres del campo

Ya se cumple una década que la CLOC, el 30 de abril 2009 en Cuba, asumió que nuestra ruta política avanza por la construcción de una sociedad socialista, y nuestra advertencia desde las mujeres fue que “Sin feminismo NO habrá Socialismo”. El reto era cómo esta concepción feminista emergería desde un sector de mujeres que históricamente nos situábamos tan lejos de las posiciones feministas pero al mismo tiempo tan interpretadas por ellas.

De este modo, nuestro feminismo campesino popular se va impregnando de nuestras historias y vivencias, dándole sentido a todo el acumulado político que las mujeres hemos desarrollado y, como lo señalara en nuestra escuela continental de mujeres la compañera Iridiani Seibert, “no estamos inventando algo nuevo, sino reafirmando y profundizando nuestro caminar, el accionar histórico político, social y cultural desde nuestra identidad, desde la realidad de vida y de trabajo para la construcción de una nueva sociedad, rescatando y valorizando nuestra identidad de mujeres del campo, indígenas, afrodescendientes, pescadoras, trabajadoras rurales. Identidad que ha sido negada y desvalorizada histórica y socialmente por el patriarcado y el capitalismo”.

Desde esta mirada, vale significar estos años de debates y estudio que han sido prácticos y teóricos, donde hemos reflexionado sobre cómo el desarrollo de la conciencia social en este sistema económico, patriarcal, opresor, violento y explotador, va debilitando en todos los aspectos la conciencia de los pueblos para impedir que la luchas de clases y de masas, como un principio histórico conductor de las luchas anticapitalista y de liberación de los pueblos, sea el eje principal que una la lucha política y social de los movimientos por una sociedad solidaria, con justicia social e igualitaria, una sociedad socialista. Buscamos que los diferentes aspectos, que van rodeando nuestras formulaciones políticas y que nos van devolviendo identidad, nos lleven a valorarnos como mujeres con derechos; y ello también implica la valorización de nuestro trabajo, de nuestros saberes y cultura y del valor social y económico que esto significa para el desarrollo y el bienestar en la sociedad.

Nuestra apuesta feminista campesina y popular tiene, por tanto, una clara identidad de clase; emerge de nuestras raíces históricas y culturales, de nuestra identidad de mujeres del campo ligada profundamente a la tierra; de ahí hemos hecho el caminar trayendo al presente las luchas y a las luchadoras que nos han precedido, la elaboración teórica de las pensadoras socialistas de ayer y su acervo emancipador, antesala del feminismo histórico, de los procesos acumulados en las innumerables luchas feministas en la región y en el mundo. Se ha ido también forjando la apuesta política de la Vía Campesina por la Soberanía Alimentaria de nuestros pueblos y el pensamiento socialista con miras a las nuevas relaciones que conllevan la construcción de esta propuesta feminista desde nuestra diversidad e identidad de mujeres del campo, que es de clase y de carácter popular enfocada a la sociedad socialista a la que aspiramos.

Recorrer la historia y descubrirnos en ella desde el surgimiento de la agricultura nos ha ido entregando los elementos necesarios para el juicio político del actuar histórico del capitalismo y su instrumento clave, “el patriarcado”, cuyo poder sobre nuestras sociedades y los elementos perversos que va poniendo para obstaculizar e interrumpir los avances en la luchas de los pueblos y particularmente las luchas de las mujeres, hoy vivimos momentos intensos. Nos animan y regocijan las grandes movilizaciones de las mujeres, de las que somos parte, y que bajo las banderas feministas van ampliando el camino de las luchas emancipadoras. Nuestro reto es no perder la ruta ni nuestra identidad de clase. Derribar el capitalismo, acabar con el imperialismo ciertamente es una larga lucha que nos llama sin desmayo a continuar avanzando en la propuesta política e ideológica por un feminismo campesino y popular que nos lleve a conquistar esa sociedad socialista que anhelamos, con la certeza de que con feminismo construiremos socialismo.

Fuente: https://www.alainet.org/es/articulo/200518

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