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Libro(PDF): Hacia una nueva sociología del capitalismo

Reseña: CLACSO

*Disponible sólo en versión digital

El presente libro de la colección «Diálogos» de CLACSO, coeditado con la Friedrich-Schiller-Universität Jena, busca avanzar en el cumplimiento de dos propósitos. El primero consiste en alimentar la discusión con la sociología crítica alemana, y en particular con una de las colectividades sociológicas de izquierda más vigorosas de Europa. Nos referimos a lo que podría llamarse la «Escuela de Jena» y cuyos referentes son Klaus Dörre, Stephan Lessenich y Harmut Rosa. El segundo propósito, más trascendental para el futuro regional, apunta al desarrollo progresivo de una nueva sociología del capitalismo y del cambio social desde y para América Latina.

Autoras(es): Esteban Torres. Guilherme Leite Gonçalves. [Editores]

Klaus Dörre. Guilherme Leite Gonçalves. Esteban Torres. Glenda Vicenzi. Jacinta Gorriti. Héctor Ignacio Ríos Jara. Ángel Vera. Guilherme Figueredo Benzaquen. Luis Fernando Rodríguez Lanuza. Fabián Andrés Villarraga Peña. [Autoras y Autores de Capítulo]

Editorial/Edición: CLACSO. Friedrich-Schiller-Universität Jena.

Año de publicación: 2022

País (es): Argentina.

ISBN: 978-987-813-130-6

Idioma: Español

Descarga: Hacia una nueva sociología del capitalismo

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?id_libro=2466&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1607

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Murió Jorge Zabalza, exdirigente tupamaro en Uruguay

Por: Revista ZUR

Este 23 de febrero murió Jorge Zabalza, exintegrante del Movimiento de Liberación Nacional – Tupamaros de UruguayCompartimos una entrevista realizada por Raúl Zibechi y Diego Castro, y publicada por la Revista ZUR.

Su apodo era “Tambero”. Fue dirigente del Movimiento de Liberación Nacional – Tupamaros ( MLN-T), preso como rehén de la dictadura militar entre 1972 y 1985. Había iniciado su militancia en la Facultad de Derecho, donde estudiaba.

Junto a 105 compañeros se escaparon del Penal de Punta Carretas en 1971, siendo una de las acciones más destacadas de la organización armada.

Su hermano, Ricardo fue rematado por la policía tras una acción tupamara, la toma de Pando de 1969, que fue la primera acción de guerrilla urbana en Uruguay.

Fue crítico con la actividad institucional y en particular con el Frente Amplio, fuerza que integró y de la que se fue apartando progresivamente.  Cuestionó a José Mujica por su papel a favor del sistema: “Mujica transformó su pasado en un relato épico; hoy es operador del capitalismo”, sostuvo en una entrevista con el diario El Observador.

Dirigió el periódico Mate Amargo y escribió varios libros. El último, “La leyenda insurgente”, fue motivo de la entrevista que le hicimos con Diego Castro en su casa en Santa Catalina, un barrio popular de la periferia de Montevideo, en noviembre de 2019.

Fuente de la información e imagen: https://desinformemonos.org

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Entrevista a Remedios Zafra: “La libertad de pensamiento está en crisis por la privatización del conocimiento”

Por: Ekaitz Cancela

Una imagen de destrucción creativa del capitalismo se encuentra presente en la obra de Remedios Zafra(Córdoba, 1973), incluso en los fondos de los retratos que la autora escoge para la presentación de su último libro: El entusiasmo (Anagrama, 2017)La sensación de estar ante las ruinas de una época obnubila en ocasiones que ha emergido otra nueva, que ya estamos en ella. Pero aún no hemos dirigido nuestra mirada hacia esa realidad. No nos encontramos aún en esa elevada etapa en la que somos capaces de valorar si nos agrada ese mundo, o si es mejor demolerlo. Una tesitura que está dando lugar a una plétora de nuevos ensayos que nacen con la intención de representarlo. Como explica Zafra en esta entrevista, ella trata de describir un “ahora y hacer reflexiva la realidad observada”. Lo cual le ha granjeado nada menos que un premio Anagrama de Ensayo. En la siguiente conversación profundiza en su obra y explica su elección sobre la forma de representarla, tarea que por otro lado cumple con excelente prosa y delicada atención a detalles cruciales sobre el espacio digital.

Una de las cosas que más me llamó la atención en un libro sobre el trabajo es que no haya ninguna referencia a Marx, pero sí continuas referencias al capital. ¿Qué papel ha jugado ese autor en la formación de su pensamiento?

El marxismo ha estado presente en mi formación como antropóloga y también en mi trabajo docente, aunque mis influencias teóricas vienen más del feminismo marxista y de figuras de la antropología económica y el socialismo críticas con el capitalismo (e influenciadas por Marx) como Mauss y Polanyi. De manera premeditada no hay referencias a Marx, y quizá llame más la atención que no las haya a Engels, cuyo trabajo sobre la opresión de las mujeres como instrumento de producción es más profundo que el de Marx, si observamos sus ideas sobre el origen de la familia, la propiedad privada y el Estado.Este ensayo, sin embargo, no se construye como una investigación ortodoxa y documentada que pretenda situar unas bases teóricas ni establecer un recorrido histórico y comparativo sobre la economía capitalista. Como habrá visto, es la mirada “sincrónica” a la realidad la que protagoniza El entusiasmo, un enfoque más propio del trabajo etnográfico que busca describir un “ahora” y hacer reflexiva la realidad observada. Y quienes lo protagonizan no son “grandes pensadores desprovistos de cuerpos, con sus famosas biografías y su perspectiva histórica”, sino vidas cotidianas cargadas de contradicción, conflicto, piel y píxeles.Hay además en mi escritura cierta incomodidad de raíz feminista que busca huir de la mirada logocentrista que predomina en la forma en la que construimos discurso en el contexto académico. En El entusiasmo me motiva la libertad del ir “de la realidad a la teoría” y no a la inversa.

Usted escribe que “toda creación siempre es atravesada por los espacios que habitamos. ” Y no cesa de apelar a quienes abusan de lo ‘público’. ¿Cree que el fenómeno de la privatización del espacio público digital ha pasado más desapercibido que otras consecuencias de internet?

Mi impresión es que sigue pasando desapercibido porque ha sabido valerse de la interiorización como “único espacio digital” al que nos deriva la vida contemporánea. Desde un primer momento, los poderes públicos parecen haber cedido a que el espacio digital sea un dominio privado que se nos ofrece bajo espejismo de zona pública. A mí me parece inquietante esta cesión y el dominio que se otorga porque la vida es cada vez más una vida mediada por pantallas, que acontece en la red, y rara vez advertimos que a veces somos, y podemos ser, más producto que ciudadanos. No extraña que suela pasarse por alto, porque esta privatización se vale de esas formas de poder invisibles y silenciosas que rara vez dicen “no,” sino que operan atravesando las decisiones y expectativas de las personas, normalizándose. Pocas veces, excepto en los casos de censura expresa (casi siempre sexista o mojigata: esos pechos, ese pene, ese cuerpo desnudo…), el poder de la empresa que gestiona se deja ver.

La habitación en la que representa usted constantemente al personaje de Sibila me parece muy pertinente para describir esa sensación de estar encerrado y sin salida. ¿Qué quería transmitir cuando la escribía?

Quizá porque habito la mayor parte del tiempo en un cuarto propio conectado, su potencia me fascina tanto como preocupa. Creo que las habitaciones conectadas ilustran como pocas cosas algunas de las contradicciones de la época. Conformándose como espacios que, frente a la distracción del exceso digital, nos permiten recuperar “tiempos de concentración”, frente a un verlo todo, un recuperar el “párpado” y una (posible) conciencia crítica. Sin embargo es también donde se gestan los nuevos escenarios de autoengaño y resignación, cuando la pantalla opera como “marco de fantasía” y nos vemos limitados en nuestra vida real. Ante el miedo que provoca un mundo que nos visibiliza las constantes amenazas posibles (terroristas, ecológicas, accidentes, desempleo, precariedad…), la habitación conectada parece protegernos sin aislarnos. Y resulta curioso cómo ambos polos los provoca el mismo dispositivo: primero, la pantalla satura de imágenes de injusticias que paralizan, después permite ese refugio del conectarnos con otros sin exponernos demasiado. Creo que para la mayoría es más refugio que cárcel, y que no podemos despojar nuestras historias hoy de su materialidad, entre otras cosas porque las erosiones de las que habla este espacio tienen que ver con una profunda transformación de la vida humana (erosión de las esferas pública y privada, intersección de espacios de producción, recepción y circulación, confluencia de la presentación y representación de los sujetos, entre otras…).

Junto al ‘espacio’, en el libro habla del ‘tiempo’: “donado al consumo e indirectamente a hacernos datos”. Solo encontré  en su libro una referencia a Google, una de las empresas que más datos extrae de nosotros. ¿Cree que tiene algo que ver con ese “poder como forma indirecta” que a veces no define?

Sí, claro. Google sería un claro ejemplo de ese poder que se nos muestra siempre como un minimalista y amable entorno increíblemente servicial, dispuesto a contestarlo absolutamente todo, haciéndose imprescindible en nuestras vidas, ampliando nuestra memoria, ubicándonos en el espacio, proporcionando datos e información, ayudándonos a escribir, a traducir, a identificar a esa persona… Tanto nos da como tanto recibe de quienes con nuestras búsquedas, datos y usos proporcionamos alimento a la máquina. Un alimento que por sí solo no tiene más interés que fragmentos de privacidad, pero que puesto en conjunto con los millones de usuarios ofrece panorámicas big data que permiten visualizar tendencias y pronosticar cambios, intereses, miedos y mercado, que posibilitan sobre todo “gestionar el poder como nunca”. Hay una obra de Leonardo Solaas titulada Variaciones Google que me interesa mucho y ayuda también a responder a su pregunta, puesto que hace algo necesario con Google: “ayudar a visibilizarlo”, identificar posibles mecanismos de opresión antes de idealizarlo. Una de sus claves es presentarse como motor que visibiliza mundo e “invisibiliza lente”. Esa lente no es neutral, su parcialidad vestida de disponibilidad y filantropía se sustenta en una industria configurada como uno los grandes poderes globales.

¿No cree, no obstante, que el poder en forma de datos sobre los ciudadanos que monopolizan varias compañías se ejerce de una manera muy ‘directa’: la dependencia hacia sus servicios? De alguna forma es como si trabajaremos, de forma creativa o no, para Google u otras empresas de internet.

La dependencia es una seña de identidad de aquellos servicios que se convierten en necesidades de época.

La dependencia es una seña de identidad de aquellos servicios que se convierten en necesidades de época. Claramente Google ha conseguido que deleguemos en él funciones como la memorística, pero también ha ampliado y creado otras ayudándonos a “gestionar” mundo digital. Pero esa fabulosa potencia no debe eclipsar el poder y monopolio que estas empresas tienen. Por ejemplo, esos datos propios que pensamos no pueden ser de utilidad para nadie salvo para nosotros mismos, se convierten en pieza de la gran masa que gestionan empresas como Google. Como para la sociología o la estadística cuando tenemos grandes cantidades de datos, estos se vuelven significativos, son capaces de identificar lo que nos une (esa mirada de lejos que nos iguala), las tendencias de la mayoría, lo que hacemos y preguntamos “cuando creemos que estamos solos” (una adolescente que quiere abortar, alguien desempleado que busca, una persona diagnosticada de cáncer que pregunta…). La intimidad hoy es compartida con Google antes incluso que con las personas cercanas. Google responde sin juzgarnos. Su conocimiento y su poder es, al mismo tiempo, extraordinario y terrorífico, porque en él delegamos cada vez más nuestras dudas y en él confiamos cuando posiciona y crea “valor” de las cosas con algoritmos no exentos de ideología. Y siempre existe una contrapartida, cada servicio ofrecido por Google lo ofrecemos también nosotros; en cierta forma, trabajamos para ellos.

Por eso me llamó la atención su reflexión: “la libertad de pensamiento como modelo de privatización”. ¿Es posible ser creativo sin estar dentro de las leyes que impone el mercado?

A lo que yo apunto es a cómo la libertad de pensamiento está puesta en crisis por los vigentes modelos de privatización del conocimiento. Es un asunto esencial que debemos garantizar. El conocimiento, para serlo, debe ser libre, si no estará sesgado y orientado hacia quienes tienen intereses por mantener formas de poder.

Sobre su pregunta, creo que cabría cuestionarse: “¿Qué tipo de creatividad es la que propicia el mercado?”. Yo sí creo que es posible ser creativo fuera de esas leyes; gran parte de la práctica artística política se sustenta en esta idea. Hipotecarse al mercado puede propiciar obras ingeniosas, interesantes, efectistas, entretenidas, pero difícilmente obras que perturben, critiquen y hagan pensativo ese sistema que les acoge. Es una de las funciones que hoy cabe esperar de la creatividad artística: que no cambie unas verdades por otras, sino que ayude a hacer reflexivas las formas en que se diseñan hoy las verdades.

El circuito de privatización en que se apoya el modelo mercantilista de conocimiento pone en riesgo lo más importante: la libertad de pensamiento. Obviar que esta apropiación no vendrá exenta de desigualdad es como pasar por alto que en el mundo la pobreza y la violencia no han modificado de manera profunda “la cualidad de nuestra conciencia”.

Siguiendo esa línea, sobre las formas de valor del trabajo creativo apunta que el riesgo es “la pérdida de la libertad que convierte a la creatividad humana en algo transformador”. ¿Qué debe “transformar” realmente la creatividad en este momento de hegemonía capitalista a nivel global?

La potencia de la creatividad humana no debería tener fines exclusivamente comerciales

La potencia de la creatividad humana no debería tener fines exclusivamente comerciales ni estar sólo movida por el capital y el mercado, sino por la justicia social, la vida de todos, el arte o la poesía. A mi modo de ver, el trabajo creativo debiera poner su energía en la salud de todos y no en las enfermedades de los ricos, en la vida del planeta, en la creación de un mundo de mayor igualdad social, de respeto a la diversidad cultural y donde logremos mayores grados de libertad. Movilizar esa deriva empieza por terminar con la precariedad que neutraliza a muchos trabajadores creativos en la temporalidad, la frustración, tareas burocratizadas y subordinación a un mercado laboral absolutamente desajustado e incapaz de aprovechar su potencial intelectual. La hegemonía capitalista debiera subordinarse a la política y no al contrario, dejar de mirar el mundo desde las ganancias de unos pocos y su perpetuación en el poder, y pasar a un compromiso ético con el mundo, el progreso y la justicia social. Recuperar los vínculos éticos despojados del intercambio capitalista me parece un asunto importante.

Señalaba que la ética del capitalismo digital trata de una cultura sobre otra cultura. ¿Pero con qué cultura hemos de saldar cuentas? ¿Basta con el neoliberalismo, o lo que algunos llaman la lógica cultural del capitalismo tardío?

Me refiero a que, frente a otros tiempos caracterizados por el colonialismo de unas culturas sobre otras, hoy la territorialización digital trata de una cultura sobre parte de la misma cultura, y más concretamente cuando hablamos de “mundos virtuales”, trata de la vida sobre la imaginación. Una cultura escindida, mutante y liberada en pactos de evasión y temporalidad que nos pregunta por las posibilidades y gradientes de repetición o imaginación del mundo. Los cambios acontecen hoy en un marco todavía neoliberal caracterizado por esa lógica cultural de una enésima forma de capitalismo (cultural, cognitivo, informacional e incluso afectivo, son caras de una realidad poliédrica definida por la globalización y la cultura-red). ¿Con quién hemos de saldar cuentas? Creo que no se puede exigir un comportamiento heroico a las víctimas de la desigualdad. No hay que saldar cuentas con la cultura sino con el poder que la domina.

Habla usted de la reinvención del sujeto creativo en la red como vía para la emancipación. No me queda claro si se refiere a la emancipación del individuo alienado o de que pueda vivir emancipado en una especie de ecosistema digital más comunal.

Ambas cuestiones estarían implícitas en esa reinvención. De un lado la que empieza por la subjetividad y el uno mismo y apunta, como sugiere, a la emancipación del sujeto creativo. De otro, la reactivación de los vínculos entre iguales como forma de recuperar las alianzas colectivas y políticas que permiten transformación social. Algo parecido a lo que sí está consiguiendo el feminismo en Internet.

Por último, he de confesar que me fascinó la metáfora del camino que nos guía pero que se esconde por el exceso de brillo y las sombras, empleada por usted para describir la experiencia en la red. ¿Ve ese ‘entusiasmo’ que deriva en ‘cansancio’ y después en ‘desorientación’ como un síntoma que marca el agotamiento del Siglo de las Luces?

Comparto con usted que esta época tiende a excluir las “luces” propias de una primacía del pensamiento en beneficio de la intuición y la emotividad, que viajan más rápido y se ajustan mejor a los vigentes modelos de neoliberalismo digital (caracterizados por hiperproducción, velocidad, exceso y caducidad). Y esto me parece un riesgo.

El entusiasmo tiene que ver con esa exaltación frente a una saturación de estímulos y referencias que en muchos casos terminan por llenar nuestros tiempos y espacios hasta desorientarnos. La imagen de los paisajes boscosos y tupidos, plagados de referencias visuales, puede ser ilustrativa de esta forma de “ceguera” a la que apunto y que paradójicamente surge de un exceso de imagen y estímulo como el de ahora. Allí donde la red se presentaba como una esperanza de horizontalidad, donde todos podíamos por fin tener voz propia, el reverso de esta potencia nos vomitó un mundo apretado y excesivo de voces. Este sería el background de los entusiastas precarios, entretenidos en “sí mismos” y sus pantallas, y cansados de antemano de sus trabajos temporales como para concentrarse y “profundizar”, pero también cansados para hacer la revolución. Sí, puede que estén desorientados, pero quiero pensar que solo de momento.

Fuente de la información e imagen: https://ctxt.es/es

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Entrevista al Dr. Reynaldo Saccone: «El gobierno, los empresarios y los dirigentes sindicales actúan como si la pandemia ya hubiera pasado». Argentina

Por: Mario Hernández

La situación actual de la pandemia en Argentina con la aparición de Ómicron

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M.H.: Han pasado cosas desde el mes pasado que no hemos hablado, como esta nueva ola de Covid, con cantidad de infectados preocupante. Y la cantidad de muertos que aumenta. Porque una de las cosas de las que se hablaba era que había muchos infectados y pocos muertos. Esto ha empezado a modificarse y, sin embargo, avanzan las medidas aperturistas. ¿Qué nos podés comentar al respecto?

R.S.: Hay varias cosas para aclarar. Y algunas falsas creencias que llevan a error. Por ejemplo, la primera falsa creencia es que Omicron es una pequeña gripe. Hay algo de verdad, es menos dañina que las anteriores variantes, pero eso es porque hay mayor cantidad de vacunados, tiene una altísima contagiosidad, pero como hay un 75% de la población que recibió dos dosis, ya hay más de un 15% que está recibiendo la tercera dosis y más del 85% que por lo menos tiene una dosis.

Eso quiere decir que hay un estímulo general. Uno toma toda la población en general entonces hay un estímulo general de las defensas. La gente está más defendida. Esto por si alguno se siente tentado de creer que es un mérito del gobierno, decimos que esto se podría haber logrado en mayo o junio, porque había la capacidad en el país para producir las vacunas necesarias para liquidar este tema. Pero se está logrando recién 8 meses después. En ese ínterin hubo enfermos, hubo pacientes graves y hubo muchos muertos.

El primer punto entonces es falso que es menos dañino, es menos dañino porque hay más gente vacunada. El segundo punto es que hay que vacunarse y es la conclusión del punto anterior, porque así estás más defendido. Lo otro que hay que aclarar es que todos dicen que hay menos muertes, efectivamente, como la gente está más defendida, hay menos muertes, pero cuanta más infección haya, aunque haya una proporción menor de muertes en números absolutos aumentan las muertes.

Por ejemplo, hubo 121.000 casos informados el pasado 18 de enero y 189 muertes informadas. Si hubiera 250.000 o 300.000 contagiados habría más muertes todavía, aunque sigue siendo una baja proporción. Entonces, el segundo mito que hay que destruir es este, la gente se sigue muriendo, pueden hablar en términos estadísticos y decir que ‘murieron nada más que 189 personas’, pero andá a decirle eso a los familiares de esos muertos.

Hay que ubicarse, es una gripe viral, pero sigue matando, produce más muertes que la gripe común. Es falso que la infección por Omicron es una infección más. Hay una ideología que hay que erradicar, que está fomentada por los medios que muestran a la gente en la playa, viajando, partidos de fútbol sin restricciones. Hay un estímulo desde las más altas esferas del gobierno, y eso no es sólo desde el oficialismo, también la oposición que gobierna varias provincias y la CABA, dan manija de la misma manera que el gobierno.

Lo que tenemos que preguntarnos es por qué esta conducta tan extraña, la explicación es la intención de poner en marcha la economía a costa de la salud de la gente, ese es el punto. El 5 de enero hubo un almuerzo en el ministerio de Economía, el anfitrión fue el ministro de Economía, Guzmán, hubo varios ministros del Poder Ejecutivo, entre ellos Carla Vizzotti, la ministra de Salud, hubo representantes de la industria, de los grandes comercios, del campo, de la industria farmacéutica, de las finanzas y dirigentes sindicales de la CGT, Daer, Caló y Andrés Rodríguez, entre otros. Esa cúpula del gobierno, grandes empresarios y dirigentes sindicales acordaron en ese almuerzo facilitar el retorno al trabajo, porque los empresarios se quejaron de un excesivo ausentismo que rondaba un 20% en las empresas. A partir de ese momento empezaron a bajar los criterios de bioseguridad en los empleos y en la vida cotidiana.

No se hace más campaña de ninguna naturaleza por los medios de difusión masiva. La gente está podrida, hace dos años que estamos con lo mismo, entonces si nadie informa, nadie educa, nadie alerta, la gente se va animando a salir y en eso estamos en medio de esta pandemia.

Creo que el gobierno está desoyendo la opinión de los especialistas. Ya no se los ve más en la televisión, porque siempre que aparecen es para decir que hay que cuidarse y restringir las actividades para frenar el contagio. Pero eso se deja totalmente de lado.

Esa es la situación actual, y pasa en todo el mundo. En Inglaterra, en Norteamérica, Europa, recién ahora, en medio del desastre que se está produciendo en países europeos como Austria, por ejemplo, que hizo obligatoria la vacunación, Alemania impuso restricciones, Inglaterra empieza a aplicarlas, Francia también. Empieza a haber alguna reacción.

Pero también hay que preguntarse por qué el virus sigue circulando, por qué hay tantas mutaciones, aparecen continuamente mutaciones, algunas se expanden otras no, algunas son más contagiosas, otras no, algunas más dañinas y otras no. Porque no hay cobertura de la población mundial, hay un sector muy grande de la población mundial que no está vacunado, es casi 1/3.

Estamos en una situación en la que el gobierno, los empresarios y los dirigentes sindicales actúan como si la pandemia ya hubiera pasado, todo el mundo a trabajar. Tal es así que las Aseguradoras de Riesgo de Trabajo (ART) ya no cubren la ausencia por Covid. Fue considerada como enfermedad profesional a pedido de los trabajadores de la salud, nunca la incluyeron en la lista pero sí se dio una solución transitoria de considerarla durante un período que venció el 29 de diciembre pasado y no fue renovado el criterio de enfermedad profesional. Entonces, la ART si sos médico, enfermero, residente, kinesiólogo, etc., no te cubre más.

M.H.: Los trabajadores, la población en general ¿qué deben reclamar?

R.S.: Lo que hay que reclamar es una intervención decisiva. Por ejemplo, el tema de los testeos, esas colas son inhumanas en pleno verano. Esto para saber si estás o no infectado, si no lo estás, estás respirando junto a muchísimas personas y te terminás contagiando. Hay que terminar con esas colas, eso se resuelve con una acción vigorosa.

Trabajadores hay y sino hay que sumar. Los trabajadores también se enferman y se aíslan, esto es lo que quieren cambiar, no quieren que se aíslen, entonces tienen que tomar más gente. Que parcialmente lo han hecho pero que al dar por terminada la pandemia, nadie renovó contratos y quedaron montones de trabajadores de la salud con contratos temporarios en la calle el 31 de diciembre.

En eso están todos unidos, los intendentes, los gobernadores, etc. Un punto entonces es resolver los problemas de la gente, si quieren tener diagnósticos hay que tener el recurso humano para que la gente lo tenga, y el recurso tecnológico. En la Argentina se puede hacer, la industria bioquímica argentina tiene un desarrollo enorme, se pueden hacer vacunas y reactivos. Lo que pasa es que tiene que haber una intervención fuerte del Estado, reunir los más de 40 laboratorios estatales y los privados y empezar a producir los test. Como si fuera una campaña de guerra.

Cuando hay una guerra se reúnen los recursos y se ponen en marcha. Eso por citarte un problema que aparece a la vista. Escandaloso. Por otro lado, el virus dura 7 días en el organismo, pero el daño que causa, de acuerdo a los órganos que afecta, cosa que varía en cada individuo; entonces una cosa es el alta epidemiológica, que es a los 7 días a lo sumo 10, pero seguís con los bronquios dañados, el corazón dañado, etc.

Hoy en día la persona no puede ser atendida porque las guardias revientan, no hay turnos en consultorios para atención programada, eso pasa porque no hay recurso humano, no hay una política destinada a tal efecto. Tiene que haber una política para eso, tiene que proveerse el recurso humano, la infraestructura y el recurso tecnológico. Eso por citar algunos de los casos. Y eso no se puede hacer si no es con una acción centralizada del Estado, porque es el único que puede reunir todos los recursos disponibles.

El tema de los testeos en la Argentina siempre fue dramático, porque nunca fue considerado el testeo como instrumento de rastreo y seguimiento del virus, como instrumento para combatir el virus, se utilizó como recurso diagnóstico, para saber si la persona puntual está o no infectada, pero no es la única manera. Sino para rastrear a los contactos de esa persona y hacer el seguimiento. Para eso se hacen los testeos. Esto yo ya lo he comentado varias veces, hay un ranking mundial de testeos y Argentina está en el punto 112. Un país con tres premios Nobel de Medicina no puede estar en un puesto tan bajo. Quiero decir que no hay una política consciente, la única explicación es que esto no entra en la conciencia de los que dirigen.

Fuente: https://rebelion.org/el-gobierno-los-empresarios-y-los-dirigentes-sindicales-actuan-como-si-la-pandemia-ya-hubiera-pasado/

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Uruguay: Sigue a la baja el número de trabajadores en seguro de desempleo en Colonia

1948 colonienses cobran el subsidio; retorno de hoteles y restaurantes reactivaron al sector turismo.

La cantidad de trabajadores en seguro de desempleo bajó nuevamente en diciembre a nivel nacional y también en el departamento de Colonia, donde 250 trabajadores dejaron de cobrar el beneficio.

En noviembre había 2198 trabajadores colonienses en el seguro de desempleo y en diciembre pasaron a ser 1948 personas.

El director nacional de Empleo, Daniel Pérez, dijo a la diaria, que Colonia fue uno de los departamentos con una de las bajas más importantes en la cantidad de trabajadores en el seguro por desempleo en los últimos seis meses.

Pérez explicó que esta situación puede darse por la “reactivación” en el sector turístico. “Probablemente esté vinculado con el tema del sector de alojamientos y restaurantes, que fueron los que más han reducido los seguros de paro al 21 de diciembre del 2021, que no es todo el sector turismo pero es una gran parte del mismo y en ese sentido el departamento de Colonia se ha visto beneficiado”, comentó.

Entre los 1948 trabajadores colonienses que están en el seguro están los 296 del Frigorífico de Rosario (Rondatel) que dejaron de concurrir tras suspensión de exportaciones a China, en octubre de 2021.

Fuente: https://ladiaria.com.uy/colonia/articulo/2022/1/sigue-a-la-baja-el-numero-de-trabajadores-en-seguro-de-desempleo-en-colonia/

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Praxis emancipadora congelada

Son muy extensas y diversas las bibliografías especializadas; son incontables las convenciones, asambleas y convenios internacionales; abundan las reuniones nacionales, las leyes y los acuerdos… se ha dicho mucho, muchísimo. Una y mil veces ha quedado de manifiesto la importancia y la trascendencia de garantizar el derecho de los pueblos a una Cultura y Comunicación libres, diversas y soberanas; se ha advertido el peligro de la dependencia y la infiltración en estructuras de la vida social tan sensibles y estratégicas y se ha subrayado la prioridad política acuciante que va expandiéndose geopolíticamente tratándose de la expresión de los pueblos genuina, compleja y multicolor. Y sin embargo crece la monopolización de las herramientas de producción y de las semánticas. Crece el control sobre los canales de distribución y sobre las instituciones educativas. El modelo odioso del “discurso único” ha dado pasos agigantados desde el final de la Segunda Guerra Mundial y lo que debiera haberse consolidado como derecho inalienable, se ha reducido a mercancías. Sálvense todas las excepciones.

Algunos países mantienen posiciones “intermedias” y tratan de avanzar con modelos de cultura y comunicación fragmentados, poco duraderos y generalmente decorativos. Otros países han liberado el terreno para que las industrias mediáticas y culturales hagan de las suyas al antojo del “mercado”. Y, los menos, han comprendido la responsabilidad de garantizar a sus pueblos una producción cultural soberana, coherente con la soberanía económica, tecnológica y política. Algunos ejercicios jurídico-políticos han elaborado leyes y reglamentos de gran valor para asegurar la libertad y genuinidad de la Cultura y la Comunicación como productos de la democracia participativa.

Pero ni con los mejores aportes se ha conseguido fundar una corriente mundial en defensa de la Cultura y la Comunicación emancipadoras y, todo lo contrario, nuestros atrasos en tales materias hoy constituyen una de nuestras más grandes debilidades y derrotas. Estamos entregando “malas cuentas”.

Ha proliferado un número enorme de buenas ideas. La UNESCO hace informes periódicos sobre iniciativas diversas y no son pocos los frentes de militancia que, aún minoritarios, se esfuerzan por impulsar un movimiento de acción directa para luchar contra la manipulación simbólica que se ejerce en los territorios de la Cultura y los latifundios mediáticos. Aquí y allá hablan los expertos, los profesores y los estudiosos. Hay discursos históricos y poemas emocionantes. Hay documentales, series televisivas y podcasts con materiales inéditos y con hallazgos estremecedores. Pero la realidad no se transforma como debiera ni en su semiosis, ni en su extensión, ni en su velocidad.

Tenemos dificultades teóricas y metodológicas. Algunos frentes fijan como meta de coyuntura la “resistencia”. Otros, más golpeados (o colonizados), abogan por la supervivencia individual y se amoldan a los subsidios, las becas, las prebendas o las canonjías. Algunos aguardan, hegelianamente, que el gobierno de los ilustrados derrame sapiencia y eso ennoblezca al pueblo. Otros francamente se entregan a la Cultura y la Comunicación de élite (como Octavio Paz y su palafrenero Vargas Llosa) y descreen en la fuerza de los pueblos como motor, incluso cultural y comunicacional, para su emancipación. No faltan los teóricos muy atentos al mundillo de las parrafadas doctas y muy indiferentes a la realidad cruda de un mundo donde sólo el 20% de los seres humanos posee la riqueza que produce el 80%. Estas “posturas”, cada una o combinadas, constituyen algunas de las “políticas” que priman en el escenario de las condiciones objetivas y subjetivas. Y a eso hay que añadir los tintes de las modas que una vez son adoradoras de las “artesanías” o de las “riquezas culinarias”; otras veces aman con pasión a las tecnologías y frecuentemente se deslumbran con la obra de algún artista o intelectual bien cotizado en los mercados. Y le llaman amor a la Cultura y a la Comunicación. Algunos elegidos cuentan con becas para lustrar sus “políticas culturales” reformistas, tarde o temprano.

De las condiciones reales de existencia de los trabajadores de la Cultura y la Comunicación, poco o nada se interesa el aparato burocrático, ni las iglesias, ni el voluntariado empresarial “culto”. No les interesa si los productores de Cultura y Comunicación ejercen plenamente sus derechos laborales o si cuentan con coberturas jubilatorias, médicas o recreativas. Si tienen apoyo para elevar los niveles semánticos, técnicos o estéticos. Si hay oportunidades y condiciones para sindicalizarse y defender, además de sus intereses laborales, los intereses de la clase trabajadora. En suma ascender al punto en que el productor de Cultura y Comunicación se conciban como clase trabajadora. Todo lo contrario la concentración monopólica en Cultura y Comunicación, como extensión práctica de la ideología de la clase dominante, se esmera puntillosamente en impedir, bloquear, disuadir o destruir toda forma de organización; en todo terreno. Eso también se ha vuelto cultura dominante.

Esto es un campo problemático, estructural y super-estructural, de primera importancia y son abundantes las advertencias sobre los peligros y las consecuencias de seguir manteniendo parque jurásico de monopolios parásitos que nos agobia y que, además de costosísimos, operan con espejismos e ilusionismos anestésicos para que las víctimas, además de financiar las máquinas de guerra ideológica del enemigo, aprenda a aplaudirles sus victorias alienantes. El colmo de los colmos. Hay “fundaciones culturales” que los gobiernos neoliberales entregaron al neoliberalismo bancario, y las usan para todo tipo de desfalcos intelectuales y financieros. Abominable.

Urge un mapa de las fuerzas en lucha por una Cultura y Comunicación emancipadoras. Urge un frente único que nos una en una batalla de trascendencia y complejidad enormes. Nos urge lo mejor de nuestra praxis pero organizada, puesta en rumbo de acción para desmantelar el aparato demencial de colonización capitalista que está atacando desde las raíces de nuestras identidades hasta formatearnos conductas, gustos serviles a la explotación económica, política, cultural y emocional. Nos urgen organización eficaz y eficiente, con instrumentos político-científicos para una Revolución Semiótica. Para la emancipación de la semiosis y la democratización de las herramientas de producción de sentido.


Dr. Fernando Buen Abad Domínguez
, Director del Instituto de Cultura y Comunicación y Centro Sean MacBride Universidad Nacional de Lanús. Miembro de la Red en Defensa de la Humanidad. Miembro de la Internacional Progresista. Rector Internacional de la UICOM. Miembro de REDS (Red de Estudios para el Desarrollo Social)

Fuente: https://rebelion.org/praxis-emancipadora-congelada/

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La CEPAL y el pensamiento económico crítico

Por: Juan J. Paz-y-Miño Cepeda

La CEPAL tuvo, desde su creación, una posición crítica frente a las realidades latinoamericanas.

El último número de El Trimestre Económico (Vol. 89, No. 353, enero-marzo, 2022 – https://bit.ly/3JSga9K), la afamada revista que publica el Fondo de Cultura Económica de México desde 1936, dedica sus artículos al pensamiento de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL). Es una referencia de enorme importancia para la región y vale resaltar algunos aspectos de carácter histórico.

Hasta bien entrado el siglo XX, el ensayo de carácter politológico y positivista dominó en los estudios latinoamericanos, pero la ciencia social, como tal, prácticamente se desarrolló con el avance de este siglo y normalmente desde mediados del mismo, como puede seguirse en Teoría, acción social y desarrollo en América Latina (1976), de Solari, Franco y Jutkowitz. La economía fue la más pobre entre esas ciencias. Sin embargo, la creación de la CEPAL, en 1948, tuvo impacto decisivo para ese desarrollo y su primer Estudio Económico de América Latina (1948-1949) resultó pionero en la materia.

Abordó el progreso técnico en la región, apenas visible en buena parte de los países; también trató el comercio externo, e inauguró la visión sobre los desniveles en los términos del intercambio, una concepción que fue eje de los análisis cepalinos en años posteriores. Sin embargo, el Estudio se limitó a cuatro países: Argentina, Brasil, Chile y México. Buena parte de los países latinoamericanos carecían de información nacional con la que se podía contar para un análisis pormenorizado de todos. La mayoría tenía economías primario-exportadoras, predominaban las haciendas y las relaciones económicas precapitalistas. Los técnicos de la CEPAL que llegaron a Ecuador recibieron informaciones del Banco Central (BCE), pero además de una serie de personas que podían dar cuenta de las realidades nacionales, de modo que con todo ello prepararon el informe El Desarrollo Económico del Ecuador (1953), estudio igualmente pionero en el país. La lectura de ese detallado documento no solo proporciona el retrato de aquellos momentos, sino que reflexiona sobre el atraso y sus condiciones sociales, incluso desde perspectivas históricas. Naturalmente, resaltan los asuntos relativos a la economía agraria y sus productos, ya que Ecuador era uno de los más atrasados países latinoamericanos, todavía bajo dominio oligárquico-terrateniente.

Por cierto, desde la fundación del BCE (1927) se pudo contar con buenas estadísticas técnicamente elaboradas. Los miembros de la Misión Kemmerer (norteamericana), con quienes se fundó la institución, dejaron informes en los que queda en claro que el país carecía, hasta entonces, de estadísticas y estudios confiables. Un artículo del historiador Michael T. Hamerly (“Los informes ministeriales y registros oficiales del siglo XIX como fuentes cuantitativas”, 1977) demostró que los informes de los Ministros de Hacienda y otros, tuvieron siempre datos inseguros, desconfiables o variables. El “Boletín” del BCE de los primeros años contiene los primeros estudios realmente económicos, aunque en décadas posteriores se transformó en un documento casi exclusivamente monetario y con algunos datos macroeconómicos.

Con el impulso de la CEPAL se fundó en Ecuador la Junta Nacional de Planificación y Coordinación Económica (1954), que empezó a jugar un papel fundamental desde la década de 1960, pues se le encargó la elaboración de los planes de desarrollo. Sus estudios siguieron la rigurosidad y las ideas de la CEPAL. En 1979 se transformó en CONADE (Consejo Nacional de Desarrollo). En 1998 le reemplazó la Oficina de Planificación y en 2004 la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (SENPLADES). Sus archivos y biblioteca, tan importantes como patrimonio para la historia económica del país, estaban literalmente “abandonados” (en el edificio del Consejo Provincial de Pichincha) cuando pasaron, al menos por un tiempo, a la biblioteca de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, en Quito; pero luego salieron de allí. ¿Dónde se encuentra este repositorio del patrimonio nacional? Ese periplo tiene que ver con el giro económico del Ecuador, que desde León Febres Cordero (1984-1988) inició el abierto rumbo empresarial-neoliberal y dejó a un lado la importancia de la planificación, recuperada en la década progresista 2007-2017 y abandonada nuevamente desde 2017, cuando se reinicia el ciclo empresarial-neoliberal. Bajo los gobiernos neoliberales incluso las estadísticas se “transforman”: interesan solo ciertos datos macroeconómicos, pero las informaciones más “sensibles” (como las tributarias relativas a las elites) se ocultan y no son públicas, como sucede en Ecuador actual.

La CEPAL tuvo, desde su creación, una posición crítica frente a las realidades latinoamericanas. Era imposible que no sea de otra manera, ante mentes brillantes como las de sus fundadores. En las décadas finales del siglo XX su presencia teórica en la región retrocedió, pues dominó la ideología neoliberal. Sin embargo, la CEPAL, hoy bajo la Secretaría Ejecutiva de Alicia Bárcena, ha retomado su posición crítica y, sobre todo, tiene un peso significativo en las propuestas para edificar economías sociales en América Latina, pues sus estudios han demostrado las nefastas consecuencias que ha provocado el neoliberalismo en la región. Los artículos del Trimestre Económico destacan esta etapa cepalina, en la que se movilizan ricas concepciones sobre la igualdad, la equidad de género, los derechos, el medio ambiente, la protección social, la redistribución de la riqueza, la cultura de privilegios. Y se incluye al final el estudio “La periferia latinoamericana en el sistema global del capitalismo” de Raúl Prebisch (1901-1986) -quien fuera Secretario Ejecutivo de la entidad-, un texto que mantiene increíble actualidad.

Fuente: https://rebelion.org/la-cepal-y-el-pensamiento-economico-critico/

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