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Chile: Mini científicos darán vida al Congreso Nacional Escolar de Ciencia y Tecnología

Chile/Noviembre de 2016/Fuente: 24 horas

Desde cada rincón de Chile, llegarán a la Región Metropolitana los llamados “Mini-Científicos”.

Se trata estudiantes de 5º básico a 3º medio seleccionados para ser parte del XVII Congreso Nacional Escolar de Ciencia y Tecnología que impulsa el Programa Explora de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt), el encuentro de investigación escolar más importante de carácter nacional que organiza un estamento gubernamental.

54 innovadores proyectos llegaron a esta etapa y resultaron ganadores entre cientos que participaron en los Congresos de Proyectos Asociativos Regionales (PAR) Explora. En esta versión participan 108 estudiantes tanto chilenos como también delegaciones de México, Uruguay y Argentina.

El congreso se desarrollará entre el 23 y 25 de noviembre y en él los niños tendrán la oportunidad de interactuar con científicos provenientes de los más diversos ámbitos del conocimiento, además de dar a conocer sus descubrimientos al público general el 24 de noviembre, en la Plaza de La Ciudadanía Sur (frente al Palacio de La Moneda), donde se realizará una feria científica.

“Muchos de los estudiantes enfocan sus inquietudes en problemáticas locales como la sequía, la optimización de la energía y el agua, la contaminación ambiental y el reciclaje”, indicó  Natalia Mackenzie, directora del Programa Explora CONICYT.

Quienes sean seleccionados como los mejores proyectos podrán representar a Chile, en competencias internacionales.

Algunos proyectos

Entre los proyectos seleccionados se encuentra un Robot-vehículo para medir humedad del suelo de uso agrícola. Está programado para medir la humedad y enviar los datos mediante Bluetooth, almacenados y procesados a través de una APP.

Otros de los proyectos que llamaron la atención fueron: Jabones con aceite usado de cocina, con capacidad desmanchadora similar a la de un jabón de origen industrial. El uso de envases de Tetra Pack para el funcionamiento de ducha solar, la influencia del uso de aparatos electrónicos en la calidad del sueño y la aplicación móvil bautizada como Cerros Go, esta última desarrollada por estudiantes de  5° a 8° Básico del Colegio Sol de Chile, de Lo Espejo.

Fuente: http://www.24horas.cl/tendencias/ciencia-tecnologia/mini-cientificos-daran-vida-al-congreso-nacional-escolar-de-ciencia-y-tecnologia-2200487#

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Producción académica en Irán: El secreto persa

Roberto Rodríguez

Las dos principales compañías productoras de bases de datos e indicadores sobre la producción académica indexada, es decir, Thomson Reuters (índice Journal Citation Reports JCR) y Elsevier (índice Scopus), coinciden en identificar a la República Islámica de Irán como el país con la mayor tasa de crecimiento en materia de publicación de artículos en las revistas reconocidas por dichos índices.

Según la base de datos Scopus, en el 2000 la producción académica indexada de Irán fue de 1,743 artículos, mientras que en 2014 alcanzó la cifra de 39,943, lo que representa un promedio de crecimiento de 25.5 por ciento anual en el periodo. Con ello, Irán transitó de la posición 48 a la décimo sexta a escala mundial, en apenas década y media.

Cabe agregar que la nación islámica pasó, en el mismo periodo, de siete revistas locales indexadas a 137. Con tales datos, Irán se perfila como una de las naciones más dinámicas en la generación de productos científicos de alcance internacional, condición que comparte con países como China, India, Corea del Sur y Brasil, a su vez potencias emergentes en el rubro.

Entre otros impactos de la reciente consolidación de capacidades científicas y tecnológicas en la antigua Persia, cabe referir al incremento paralelo del número de patentes de invención solicitadas por personas residentes en ese país. De acuerdo con la base de datos del Banco Mundial “Indicadores del Desarrollo Mundial”, en Irán se pasó de 410 solicitudes en 2000 a 13,683 en 2014. Esta última cifra está al nivel de las solicitudes de patentes de residentes de Francia e India, y supera notablemente a la de países como Italia, Brasil, Canadá, Australia y los países nórdicos. Para acabar pronto, el número de solicitudes de patentes por parte de residentes en Irán es mucho mayor al total de América Latina y el Caribe en el mismo renglón, que según la misma fuente de datos sumó apenas 7,372 solicitudes en 2014.

Comparemos los datos de Irán con los de México. En el 2000 los académicos de nuestro país publicaron, según la base SCOPUS, un total de 6,133 artículos en revistas indexadas, casi el cuádruple de la producción iraní. Pero en 2014 la producción mexicana fue de 18,705 artículos, menos de la mitad de los alcanzados por aquel país. La posición de México a nivel global pasó del lugar 28 al 29, o sea que no mejoró ni lo contrario.

¿Cómo se explica el desarrollo científico y tecnológico de un país que atravesó una década de guerra -el conflicto Irak Irán de los ochenta, que costó a ese país más de un millón de víctimas- y un largo periodo de sanciones de comercio e intercambio internacional a cargo de Estados Unidos y varios países de Europa Occidental? ¿Qué factores explican el despegue científico de una nación que abrazó la tradición islámica como fórmula de gobierno y ordenamiento cultural y social?

Hay varios elementos explicativos. Primero el notable desarrollo del sistema de educación superior de ese país en los últimos años. Irán pasó de una matrícula total de nivel terciario de menos de un millón de estudiantes en el 2000 a 4.7 millones en 2014, cifras que incluyen a los inscritos en las modalidades de profesional técnico, licenciatura y posgrado. En términos de cobertura los indicadores correspondientes son 19.3 por ciento en el 2000 y 65.9 por ciento en 2014. En comparación, México tenía en 2000 poco más de dos millones de estudiantes de nivel superior, y en 2014 aproximadamente 3.5 millones, casi cuatro si se cuentan los inscritos en educación superior a distancia. El cambio en la tasa de cobertura mexicana ha sido, en el periodo de referencia, de 21 a 35 por ciento, lo que quiere decir que en Irán se consiguió duplicar el desempeño de México en este aspecto.

Además, según datos de UNESCO, en Irán el número de estudiantes en programas de doctorado supera la cifra de 70 mil, lo que equivale a la matrícula del nivel en países como Francia, Japón, Corea o Brasil. En México la matrícula total de doctorado, contando en ella la de instituciones públicas y privadas, supera ligeramente la cota de treinta mil. Como es sabido, el volumen de estudiantes en programas doctorales tiene un efecto directo en la cantidad de publicaciones científicas, ya que ellos, los estudiantes de ese nivel, suelen participar en los colectivos de investigación de las instituciones que los ofrecen.

La producción científica y el desarrollo tecnológico de Irán se concentra en áreas de ingeniería y medicina clínica, aunque también ha cobrado presencia relevante en informática, biociencia, industria espacial y nanotecnología. Tal y como señala el Informe de la UNESCO sobre la ciencia hacia 2030, parte de la explicación se explica como reacción a un entorno económico adverso: “A medida que la presión de las sanciones económicas aumentaba, el gobierno ha tratado de estimular la innovación endógena.” El despliegue de esa política se basó, principalmente, en la fortaleza de la economía por los recursos energéticos disponibles. Con la disminución de los precios internacionales del petróleo y el gas, los recursos para investigación han comenzado a disminuir, lo que puede tener implicaciones severas a corto plazo. Igual que por estos rumbos.

También se identifica como problema la “sobre-educación” de la fuerza de trabajo. Según un estudio de Nader Habib (Iran’s Overeducation Crisis: Causes and Ramifications), hacia 2011 sólo el 46 por ciento de los graduados universitarios participaba directamente en el sector laboral formal. Y como las mujeres han superado notablemente la proporción masculina de la matrícula, el desempleo universitario las afecta con mayor incidencia.

Como sea, vale la pena seguir la pista del caso de Irán -80 millones de habitantes en 2016- para reflexionar sobre nuestras alternativas de desarrollo.

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/produccion-academica-en-iran-el-secreto-persa/

Fuente de la imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2014/04/CIENCIA-Y-TECNOLOGIA-EN-MEXICO-e1416613796376-300×184.png

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Algunas ideas sobre ciencia y organización

Por: Alicia Durán

El 17 y 18 de octubre hemos celebrado la I Conferencia de la Sección Sindical Estatal de CC.OO. del CSIC durante la cual hemos repasado los más de 40 años de historia de CC.OO. en esta casa, y nuestras ideas sobre ciencia y organización.

Para repasar estas ideas y aunque sea una forma dura de comenzar creo que podemos decir sin equivocarnos que estamos inmersos en el período más negro para la ciencia española desde el inicio de la democracia. El enorme esfuerzo hecho por los científicos y las instituciones para elevar nuestro país al nivel investigador que le corresponde por su nivel socio-económico y cultural ha sido revertido por una batería de contrarreformas basadas en la premisa de que la ciencia es un lujo que los españoles no podemos permitirnos en tiempos de crisis.

En la década anterior a la crisis España había aproximado lentamente su inversión en I+D a la media europea. Desde entonces, el gobierno desanduvo este camino , pasando del 1,39% del PIB en 2010 al 1,23% en 2014, frente al 2,03 de la media de los 28.

Entre 2010 y 2016, España redujo su inversión en I+D en 2845 millones (casi 900 M€ en capítulo 7) y permitió que perdiéramos más de 10.000 investigadores (5000 personas en el CSIC en solo 4 años). El esfuerzo ingente para formar a este capital humano se ha dilapidado o simplemente regalado a nuestros países vecinos, que garantizan la continuidad de sus sistemas e instituciones; en España, en cambio, parecemos incapaces de retener a una generación que había alcanzado niveles internacionales en su formación y experiencia profesional.

Estos recortes se produjeron a pesar de la elevada eficiencia de nuestra I+D. Los bajos salarios, la elevadísima precariedad, la escasez de la financiación, la asfixiante burocracia o el escaso o nulo interés empresarial, no impidieron que la producción científica y tecnológica española alcanzara niveles de eficiencia (productividad/euro) iguales o superiores a las de los países del G8.

Estos recortes (2845 M€) representan cantidades ridículas si se comparan con los 3.400 M€ que se “perdonaron” a las eléctricas, o los 5.500 M€ que habrá que pagar por el rescate de las autopistas. Lo más grave es que han supuesto una grave descapitalización (humana, logística y de infraestructuras) de nuestro sistema de I+D. Se han cerrado para siempre laboratorios e infraestructuras científicas que habían costado millones de euros – y que volverá a costar millones de euros levantar, si algún día vuelven a estar disponibles.

Esta política no es casual, no puede desligarse de las estrategias de los núcleos de poder económico. La apuesta por la innovación estuvo siempre ausente en todos los procesos de reconversión industrial desde 1984 en adelante. Las políticas del IBEX son funcionales a la marginación del desarrollo tecnológico autóctono. El IBEX no necesita I+D aunque los sistemas informáticos del BSCH sean los más avanzados de toda la banca internacional. Y si ganan dinero así, ¿para qué apostar por proyectos de riesgo? La desindustrialización imparable y la burbuja financiera suponen la marginación de las políticas en las cuales se debería basar el tan difundido cambio de modelo productivo.

Es necesario decir en voz alta que la I+D española está herida de gravedad y que costará mucho reparar el daño hecho. Si se mantienen estas políticas, si no se cambia radicalmente el rumbo, nuestros investigadores seguirán dejando el país, y la investigación estará condenada a la irrelevancia.

Esta situación, denunciada por todos los partidos políticos excepto el PP, se concretó en las movilizaciones del colectivo Carta por la Ciencia en 2013 y en la propuesta de un Pacto por la Investigación. Un pacto que abriría la oportunidad de discutir un cambio normativo de la política científica a través de la elaboración de una ley que sancione este pacto por la ciencia, cimentado en la idea de la responsabilidad social. Una Ley que haga de la política científica una herramienta para gestionar el futuro, que reconozca a la ciencia como un elemento fundamental de las relaciones entre la sociedad civil y los poderes públicos. Una ley que contribuya a la generación de ciencia básica y de conocimiento crítico, y a la difusión del conocimiento para resolver los problemas esenciales de la sociedad española.

Pero estamos aquí para discutir el presente y futuro del CSIC, el mayor centro de investigación de nuestro país y nuestra casa. Y para ello hay que hablar de crisis económica y recortes presupuestarios, de pérdida de recursos humanos y políticas de personal, de recorte de derechos y de modos de gestión autoritarios en una creciente involución ideológica, y por supuesto de nuestras ideas sobre ciencia y modelos organizativos.

Este balance comienza de forma obligada por la drástica reducción presupuestaria que el CSIC soporta desde los PGE2010, cuando la subvención del ministerio se reduce en más del 16% (100 M€) respecto a 2009, el año con el mayor presupuesto de su historia, 615 M€ de subvención y 843 M€ contando los recursos propios. Eran años de bonanza donde se pusieron en funcionamiento los programas JAE de formación de personal investigador, técnico y de gestión, y el programa EQUIPA, que permitió renovar el equipamiento de la mayoría de institutos. A pesar del fuerte recorte de los PGE 2010, la dirección anterior siguió publicando convocatorias de estos programas siguiendo el programa del Plan de Actuación 2010-2013; de hecho, los JAE-doc de la última convocatoria tomaron posesión ya con el gobierno del PP.

Esta situación y la continuidad de los recortes en los PGE de 2011, 2012 y 2013 llevan a una disminución del 33% de la subvención en 2013 respecto a 2009, con una pérdida acumulada de casi 600 M€ y un déficit de 150 M€. Para superarlo se proponía un plan de ahorro y se solicitaban 100 M€ de inyección presupuestaria adicional. En junio se hacen efectivos solo 25M€; la situación de tesorería se agrava y desencadena la Resolución del Presidente de 2 de julio limitando el acceso y disponibilidad de los ingresos de los institutos obtenidos antes del 1 de enero de 2012 y estableciendo los criterios de gasto durante el segundo semestre de 2013. Dicha Resolución (conocida como “el corralito”) generó un enorme nivel de alarma, que se intensificó tras la rueda de prensa del 8 de julio, donde el Presidente calificó la situación del CSIC como catastrófica y emplazó al ministerio a hacer efectivos los 75 M€ restantes para normalizar la gestión económica del organismo. La magnitud del problema y su reflejo mediático en la prensa nacional e internacional obligaron al MINECO a inyectar 70 M€ en octubre y a aumentar la subvención al CSIC en 50 M€ en los PGE 2014, un 12,1% más que en 2013. Así, a pesar de la reducción de los ingresos propios, sobre todo en contratos con empresas, se conseguía mantener el gasto y no seguir generando déficit. Los PGE 2015 congelaron el gasto y en 2016 hay un aumento del 2,8% de la subvención del MINECO (4,8% con los recursos propios).

La recuperación del equilibrio financiero se ha conseguido gracias a la reducción drástica del gasto impuesta en el programa de ahorro. Las inversiones han descendido hasta niveles que impiden el funcionamiento normal y el mantenimiento de las instalaciones, y el gasto corriente se ha reducido el 24% respecto a 2010. Los PGE 2016 suponen un alivio de la situación pero seguimos a más de 100 M€ del presupuesto 2010 y funcionaremos con el 25% menos que en 2009.

En 2013 desde CC.OO. calificamos la actitud del Presidente como valiente por poner sobre la mesa la situación del CSIC. Pero tras el rescate el equipo de Gobierno eligió seguir al pie de la letra las directrices del MINECO y Hacienda, sin tener en cuenta las consecuencias derivadas para la institución y para su personal. En este contexto, cabe preguntarse si era posible gestionar de otra manera. En un modelo alternativo los gestores recopilan, estudian, ordenan e impulsan las propuestas de la propia institución y de su personal e intentan conseguir los medios para implementarlas. El personal se convierte en co-responsable de las decisiones. Se podía hacer así en 2013 pero la dirección del CSIC eligió otro camino.

Pero el problema esencial del CSIC y de todo el sistema de I+D, es la continua sangría de recursos humanos, jóvenes investigadores y técnicos que abandonan los centros por finalización de contrato. Los grupos de investigación envejecen, lejos de aquellas épocas de bonanza (y también de despilfarro) donde sobraban becas y los contratos se multiplicaban.

De los 15849 trabajadores del CSIC en 2011 hemos pasado a los 10462 a finales de 2015. Más de 4500 jóvenes investigadores y técnicos han abandonado el organismo. Pero este éxodo fue calificado como un “topicazo” en sede parlamentaria, luego se convirtió en “movilidad exterior” según Fátima Bañez, o “deseo de aventura”, terminando en la “leyenda urbana exagerada” a la que aludía nuestro presidente en el 75 aniversario del CSIC. Ha sido el jefe de Estado el que ha tenido que alertar sobre el peligro de un “lapsus generacional” en el sistema científico declarando que España no puede permitirse el lujo de preparar a jóvenes científicos «para que salgan al extranjero sin retorno posible» porque lleva a «un retraso difícil de remontar». Amargos tiempos nos toca vivir donde hay que esperar a que el rey nos saque los colores alertando sobre la pérdida de lo mejor de nuestra juventud.

Podemos intentar negarlo, no ver nuestros laboratorios medio desiertos; podemos negar la pérdida día a día de la gente a la que hemos formado sin esperanzas de recuperarla. Pero recordando a Augusto Monterroso, cuando despertemos, el dinosaurio todavía estará allí.

Esta situación es el resultado de una política de sustitución de empleo estable por empleo precario que comienza en la década de 1990 y se agudiza en los 2000. En 2001 el personal temporal supera por primera vez al fijo y en 2009 se alcanza el máximo diferencial de 12 puntos (56% temporales frente al 44% de fijos). Mientras que los trabajadores que causan baja, principalmente por jubilación, son en su inmensa mayoría trabajadores con estabilidad laboral (funcionarios o laborales fijos), las sucesivas OEP resultan totalmente insuficientes, contribuyendo a la formación de una inmensa bolsa de precariedad en el CSIC. Este déficit de personal derivó en que los contratos por obra o servicio perdiesen en parte su objeto y se usaran para contratar a personal para la realización de labores puramente estructurales, dando paso a las reclamaciones judiciales por fraude de ley. La introducción del artículo 15.5 ET en 2006, o Ley Caldera, dio arranque al proceso de demandas laborales de los trabajadores temporales del CSIC que acaban con un proceso de consolidación en 2011 junto a otro previsto en el EBEP. La incorporación de 400 personas en este proceso suaviza en parte la actual sangría, permitiendo la supervivencia de muchos de grupos de investigación del CSIC.

El crecimiento acelerado de esta bolsa de precariedad debería haber sido un indicador claro de que los instrumentos de contratación laboral con los que se cuenta en el CSIC no son los correctos y que su modificación merece una revisión detallada con todos los actores implicados, como CC.OO. reclama desde hace mucho tiempo.

En septiembre de 2014 presentamos un estudio de los RRHH del CSIC desde 1986. Un estudio que ponía en evidencia los rasgos estructurales y los desequilibrios de la plantilla del CSIC. Identificamos problemas urgentes como la desaparición acelerada de los técnicos de laboratorio y el envejecimiento creciente de la plantilla. Y hacíamos propuestas específicas. Entre ellas un modelo de contrato con cargo a líneas de investigación o grupos, para sustituir a los contratos ligados a proyectos. Hace más de un año y medio que presentamos esta propuesta en el CSIC y en la Secretaría de Estado de I+D+i con la única respuesta de que “no convence a Función Pública”.

Así, en marzo de 2016, 1466 trabajadores (451 con contratos fuera de convenio), un tercio de la plantilla temporal del Organismo, llevaban contratados más de 4 años. Un colectivo en condiciones de acceder a puestos indefinidos en virtud del artículo 15.5 del ET. A 16 de septiembre de 2016 hay 324 trabajadores indefinidos no fijos y 87 demandas pendientes.

La respuesta del CSIC es la resolución del 6 de abril de 2016 que establece actuaciones con el fin de “reducir los desequilibrios generados por el ingreso de personal indefinido en cumplimiento de sentencia en los Institutos, Centros y unidades del CSIC”. Se proponen, entre otras medidas, aplazar autorizaciones de contratación de personal, limitar las plazas de nuevo ingreso y promoción interna, limitar la percepción de la productividad 18.2 y redistribuir las productividades PC2 y PC3, a aquellos investigadores, grupos de investigación y/o Institutos que presenten una “alta litigiosidad”, un concepto nuevo en la métrica evaluadora. Al final de la legislatura y en tiempo de descuento, tratan de culpar del fracaso de su gestión al personal que ha defendido sus derechos laborales en sede judicial y al que los jueces han dado la razón en su inmensa mayoría.

Todavía más grave, estas Resoluciones, publicadas sólo un día después de la Resolución de convocatoria de la nueva Bolsa de Trabajo, no fueron negociadas ni informadas a los Sindicatos en ninguna de las reuniones de negociación de esa nueva bolsa. Esta actitud de la Secretaría General es el ejemplo más claro de una actuación de mala fe, por ocultación de actuaciones y resoluciones directamente relacionadas con la contratación mediante bolsa, en el proceso de negociación y aprobación de la misma.

Merece destacar que en estas listas se incluyen la gran mayoría de los centros más activos, con mayor nivel de contratación y mayor productividad. Unas listas que constituyen una contradicción flagrante entre la exaltación de la excelencia como objetivo fundamental del CSIC mientras se pone en evidencia y se castiga a esos mismos centros. En particular, figuran las “joyas de la corona” del área de Biología y Biomedicina, aquellos que abanderaron la apuesta por los contratos temporales para aumentar la eficiencia del sistema, y donde precariedad y excelencia llegaron a ser sinónimos. Un modelo que ha demostrado su extrema fragilidad en la dura crisis que afronta el CSIC y cuyas consecuencias afrontamos ahora.

Calificar estas sentencias como “grave perjuicio para el desarrollo de una adecuada política de RR.HH” es afirmar que el cumplimiento de la ley constituye un daño para el Organismo. Imponer la serie de castigos y amenazas a los centros que alberguen personal INF persigue situar a los futuros demandantes como culpables de perjudicar a sus grupos y a su centro, e intenta predisponer a los investigadores para que no apoyen estas demandas. Un conjunto de medidas arbitrarias e injustas propias de regímenes anteriores pero claramente inadmisibles en el mayor organismo público de investigación del país.

Estas resoluciones son un ejemplo claro de la deriva autoritaria de la SEGE y la SGARH, donde aquellos que se oponen a esta transformación involutiva pasan a ser un escollo que hay que sortear y/o neutralizar. Si no se puede eliminar el derecho a la negociación colectiva, la mejor solución es vaciarla de contenido, limitarla y reducirla a lo anecdótico. O desprestigiar a los representantes de los trabajadores. La sección Sindical de CC.OO. del CSIC está sufriendo este tipo de estrategia de desprestigio y marginación. Tanto en los canales de negociación, donde se ha llegado a sugerir la sustitución de nuestros representantes, como sobre la persona de su propio Secretario General. Una ofensiva que no se corresponde ni con las formas de relación ni con el desarrollo de una actividad de representación de los trabajadores.

Una involución confirmada por otros hechos relevantes como la celebración en 2014 del 75º aniversario del Decreto Fundacional del CSIC, construido en 1939 sobre los escombros de la Junta de Ampliación de Estudios. El director de la Revista Arbor, la revista de pensamiento del CSIC, exaltaba en los medios al nacional-catolicismo que, en nombre de la fe, expulsó a la generación más brillante de científicos que había tenido este país. El mismo oscuro personaje, nombrado por el presidente en la CMyC, que acaba de editar un número monográfico de Arbor titulado ¿Hay mujeres más allá del feminismo?, dedicado a refutar las estadísticas y estudios de organismos internacionales, que llevan décadas haciendo un seguimiento de la discriminación que sufren las mujeres en todas las profesiones y en especial en ciencia. Y objetando en la práctica el trabajo de 14 años de la Comisión Mujer y Ciencia y de la Comisión de Igualdad del CSIC.

El presidente se escuda en la libertad de cátedra para no retirar este número de Arbor. Pero hay verdades que no se pueden poner en tela de juicio sin chocar con la evidencia de los experimentos y con la unanimidad de la comunidad científica. Hoy nadie se atreve a negar el cambio climático tras de los informes del IPCC. Como tampoco se pueden negar las barreras explícitas e implícitas que dificultan el acceso, la permanencia y la promoción de las mujeres en el mundo científico. Por eso seguiremos pidiendo la retirada de este número de Arbor.

Después de describir este triste panorama queda pendiente responder a la pregunta que todos los militantes de CC.OO. nos hemos hecho más de una vez: ¿qué hacemos aquí y por qué nos gastamos la vida personal y nos jugamos la vida profesional en este empeño? Porque está claro que nuestra militancia lo hace todo más difícil. Somos quienes somos a pesar de ser de CC.OO.

Nuestra pertenencia a CC.OO. y nuestra obstinación en transformar esta casa, surge desde nuestra concepción de la ciencia como proceso colectivo, como un trabajo hecho por personas que construyen en común desde distintas especialidades. Personal científico, técnicos y gestores tienen su misión y su espacio en la compleja arquitectura del hecho científico. Un modelo en las antípodas de aquél en el que sólo cabe la excelencia. El árbol de la ciencia debe ser frondoso para cobijar a todas sus criaturas. Si talamos las ramas en donde no somos líderes, en las que no somos excelentes, el árbol dejará de crecer; sin la savia del resto del follaje el árbol acabará muriendo.

Por eso nos empeñamos en defender y proponer la carrera profesional de todo el personal: investigadores, técnicos y personal de gestión. Lo defendimos en el 90, lo defendimos en la discusión y negociación del EBEP, en todas y cada una de las mesas de negociación y en cada sesión del Consejo Rector. Porque es el modelo más exitoso en los centros europeos de investigación, porque la implicación de todo el personal garantiza un trabajo más eficiente. Porque incluir y no marginar es un deber de la administración y un derecho de los trabajadores.

Trabajamos juntos defendiendo a los trabajadores y también en repensar la ciencia, compartimos la pasión por el conocimiento y por la política, coincidimos en la necesidad de introducir el pensamiento crítico en el mundo científico, para abrir la mente, para interrogarnos sobre el protagonismo social que dirige la generación de conocimiento; pensar, mirar “más allá del microscopio” para construir ciencia con conciencia.

Y, por pura coherencia, intentamos convertir estas ideas en hechos, integrar las prioridades de bienestar social, cohesión y calidad de vida en las políticas de I+D+i, respondiendo a las demandas de los ciudadanos, donde cultura científica sea sinónimo de cultura democrática.

Porque estamos convencidos de que se puede hacer ciencia de otro modo. Que es posible y eficiente trabajar de forma colectiva, donde la colaboración sea más importante que la competencia, donde ciencia, tecnología e industria puedan avanzar a la par.

Queremos que en esta casa se haga ciencia para el desarrollo sostenible, un problema que requiere la consideración conjunta del sistema socio-ecológico en su totalidad, con sus dimensiones sociales, económicas, institucionales y ecológicas, y, más importante y complejo, el diseño y aplicación de políticas integradas basadas en el nuevo conocimiento científico.

Queremos hacer ciencia para la paz, igual que aquel lejano 1986 en medio del debate de la OTAN, cuando llenábamos el salón de actos del CSIC bajo el lema: «Nosotros, científicos, no queremos trabajar para la guerra«. Por ello proponemos transferir todos los recursos dedicados a investigación militar hacia investigación civil y adherirnos al compromiso de las trece universidades españolas que hoy incluyen en sus estatutos el compromiso por la paz y la renuncia a la investigación militar.

Queremos y promovemos una ciencia con las mujeres, porque sabemos que los límites a la participación de las mujeres en la ciencia no son límites profesionales, sino límites sociales. Por eso proponemos construir otro saber a partir de las mujeres mismas, otra forma de abordar el trabajo científico.

Intentamos construir esa Tercera Cultura de la que hablaba Paco Fernández Buey, con lo que implica de diálogo necesario, obligatorio, entre las ciencias experimentales, las ciencias sociales y las humanidades como distintas perspectivas de los saberes humanos y el conocimiento universal.

Hemos trabajado mucho y discutimos mucho, y nos peleamos a menudo, como todos los que creen de verdad en lo que hacen. Si hay que hacer balance recurro de nuevo al Coronel Aureliano Buendía. Como él peleamos en 1000 batallas, y las perdimos casi todas. Duro es el fracaso porque no tiene padres; y en la derrota siempre estamos solos. Pero resistir es levantarse, una y otra vez, aunque la razón nos diga que volveremos a fracasar. Cada vez recordamos a Becket: Nada más jamás. Prueba otra vez. Fracasa otra vez. Fracasa mejor; porque tal vez esta vez podamos abrir brechas que los que vienen detrás conviertan en caminos.

Por defender estas ideas perdimos tantas batallas. Perdimos por pensar, por analizar las cosas antes de contestar, por no dar nunca las respuestas previstas. Perdimos por opinar y significarnos, por no dejar que nos modelaran, guiaran, limitaran; como diría Marcelino, perdimos por no dejar que nos domesticaran.

Pero alguna vez ganamos. Fue Emilio Criado el que en 1974 propuso por primera vez la conversión de las becas de investigación en contratos laborales. Hemos tardado 40 años en conseguirlo y el éxito sí que tiene muchos padres (y madres, y tíos y sobrinos). Pero nosotros sabemos que durante más de 30 años desde CC.OO. fuimos los únicos en reivindicarlo, en el parlamento, en la calle, en todas y cada una de las negociaciones que hacían a la ciencia. Y eso nos basta: desde 2013 ya no hay becas de investigación en este país.

Y trabajamos en la consolidación de 400 nuevos funcionarios y laborales en 2011, y apoyamos a la mayoría de esos 374 nuevos contratados indefinidos que ejerciendo sus derechos atenúan la terrible sangría de jóvenes investigadores y técnicos que envejecen nuestra casa. Carlos Cuéllar, Julio, Rosa, Maribel, Charo, Ricardo o Manolo no esperan que nadie les agradezca el oído atento a cada trabajador que confiesa sus miedos, que pregunta como acudir a los juzgados; nos basta con saber que lo hemos hecho nosotros. Y estamos enormemente orgullosos de ello.

Hemos trabajado en los laboratorios y en el sindicato y también en los órganos de gobierno. Reflexionamos conociendo la complejidad de las relaciones institucionales, pero con los pies siempre firmes en nuestra realidad. Estamos convencidos de que es necesario –y urgente – construir pensamiento crítico en las escuelas, en la universidad, en los centros de investigación, en la sociedad. Ante el ominoso avance de la derecha y su voluntad de imponer valores, de anular toda oposición, de desertizar el pensamiento, se impone seguir construyendo alternativas. Aunque por ello nunca salgamos en la foto! Como Manolo Sacristán, seguimos intentando escribir en tiza muy blanca sobre la negra pizarra del presente. Renovando el compromiso, la necesidad imperiosa de seguir pensando, escribiendo, construyendo un CSIC diferente. Porque defender hoy al CSIC es defender la ciencia en España, es defender su capacidad para actuar como motor de cambio de un modelo de desarrollo que se base en el conocimiento y en la innovación, con trabajo estable, trabajo digno, trabajo decente. Hicimos, hacemos y seguiremos haciendo historia con la mejor herramienta que conocemos: más democracia.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=218411&titular=algunas-ideas-sobre-ciencia-y-organizaci%F3n-

Imagen: http://www.senacit.gob.hn/institucional/sistema-nacional-de-ciencia-tecnologia-y-la-innovacion/

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Debe haber un rediseño de la investigación en España a medio y largo plazo.

Europa/España/11.10.2016/Autor y Fuente:http://ecoaula.eleconomista.es/

Su foco de investigación se centra en aprendizaje adaptativo e informal, Learning Analytics, juegos educativos, recursos abiertos, redes sociales y especificaciones de eLearning. Daniel Burgos, también vicerrector de Investigación y Tecnología de la UNIR, indica que «el alumno online es un reto porque tiende a sentir una soledad más profunda y para un máster quizás, pero para un grado que dura cuatro? es una carrera de larga distancia». «Nos interesa mucho que el acompañamiento no sea sólo numérico, sino algo que sienta que pertenece a un grupo».

¿Cómo se investiga en una universidad online?

De la misma manera que en cualquier otra universidad, nosotros tenemos una estrategia de investigación que se llama «Plan propio de investigación», este año comenzamos el tercero, es bianual, la fase de selección está finalizándose y en noviembre comenzaremos propiamente la ejecución de las actividades. Este plan propio lo que hace es articular mediante grupos de investigación y cátedras institucionales distintos ámbitos en distintas tareas. Se aprueba un plan, se ejecuta el plan, se hace un seguimiento mensual y al cabo del año hay una evaluación anual de cómo van las cosas para ver si hay que corregir o no y a los dos años existe una justificación completa de todo y se van contando tanto los resultados de investigación como la calidad y el impacto de los mismos.

Nosotros quizá nos diferenciamos un poco en que seguimos la misma estructura que cualquier universidad pero además añadimos algunos resultados que para nosotros son muy importantes y que en una universidad tradicional habitualmente no se tienen en cuenta. Habitualmente en España lo que se mide sobre todo son los resultados que son acreditables por la Agencia Nacional de Acreditación Española, la ANECA, que es la manda más o menos en las universidades. Entonces la ANECA lo que hace es concederle mucha importancia a artículos indexados, varios índices, JCR, escopus? nosotros seguimos más o menos lo mismo, lo que pasa que tenemos en cuenta dos cosas, que es la novedad que comentaba, lo primero es que para nosotros la acreditación no solamente es nacional sino internacional, porque tenemos sedes en varios países latinoamericanos, y luego aparte una actividad bastante intensa de investigación en Europa y otros países fuera de Europa y de Latinoamérica, donde la ANECA no tiene influencia y se rige por otros criterios distintos. Entonces hay ciertas cosas que nos vienen bien para posicionamiento internacional y que la ANECA no puntúa. Y luego la segunda, que al ser online, hay ciertos aspectos que nos gustan mucho y que vienen muy bien lo que es la divulgación científica, está aquí Carlos Fernández Alameda, que es el responsable de la unidad de cultura científica del FECIT, y le concede muchísima importancia a las entrevistas por ejemplo; a las entradas de blog, a conferencias online (openclass), eso no es puntuable por la ANECA, no acredita, pero a nivel de investigación y divulgación de la investigación para nosotros es fundamental. Al ser online nos interesa mucho que tenga presencia online de mil formas no solamente puntuable, eso es una particularidad nuestra que la seguimos con mucho interés.

¿Qué número de investigadores tienen en la UNIR?

Estamos en un periodo de transición, ahora comenzarán grupos nuevos pero todavía hay que cerrar esa fase de selección. En julio del año pasado teníamos 250 profesores investigadores, 16 grupos de investigación, 7 cátedras institucionales, 14 proyectos públicos. Ahora habrá una modificación porque hemos recibido muchas solicitudes de profesores que solicitan financiación para un proyecto de investigación, por lo que entiendo que habrá un aumento, pero no puedo concretar hasta que cerremos el plazo.

¿Qué tipo de resultados se tienen en una universidad online? ¿Son distintos a los de la tradicional?

Es lo mismo. Nosotros no hacemos investigación en ciencias de la salud todavía y en ciencias puras tampoco, es decir, no tenemos laboratorio de pipeta como bien dices, porque nuestra investigación siempre está ligada a las líneas académicas, de tal manera que existan unos profesores, unos grados, unos alumnos que puedan aprovecharse de esa investigación? tiene que haber una consistencia desde el inicio hasta la fase investigadora. Entonces, dentro de los 80 títulos aprox que tiene la universidad, hay tres facultades, educación por un lado, otra de ciencias sociales y empresa, e ingeniería y tecnología. No tenemos laboratorios de bata pero el resto de la investigación se realiza igual porque trabajamos con investigadores de muchas ciudades y muchos países, tenemos reuniones online, presenciales y hay mucho intercambio de formación y conocimiento a través de las mil herramientas que proporciona la modernidad no? Podemos estar todo el día conectados desgraciada y afortunadamente. La investigación es la misma tiene la misma calidad, buena o mala. En investigación llevamos cuatro años aquí en la universidad, la investigación tiene seis años de vida, desde el 2009, y el vicerrectorado de investigación que tengo el placer de dirigir, empezó en el 2011, y realmente trabajo como tal, tres años porque el primer año fue de adaptación. En estos tres años tenemos un acumulado de 629 resultados de investigación más de 600 en acumulado (sumando los del principio hasta ahora). Y este último año hemos tenido 400 resultados (2014-2015) y 113 artículos indexados JCR oxcopus¿? Que es una barbaridad para haber organizado un taller y luego proyectos de investigación públicos competitivos, que tenemos 14 ahora mismo, una cantidad desmesurada, sobre todo con un ratio como el que tenemos que es 1 de cada tres aprueba. Habitualmente el ratio suele estar en el 2-3-4% nosotros tenemos un 35 y pico /36%. Elegimos bien los proyectos, también la fortuna nos sonríe, ya que esto pasa una cantidad de pruebas? Eso lo que nos permite tener resultados de una calidad similar, distinta? pero el hecho de ser online no condiciona porque trabajamos exactamente igual que otro grupo.

¿Qué proyectos destacaría de la investigación actual?

Tenemos tres grupos, uno son proyectos de investigación docente, proyectos prácticos, que se aplican en un escenario, un colegio o en una universidad; los segundos son proyectos de innovación, con fondos propios y los terceros son los proyectos públicos. En los de investigación docente hemos incorporado hace dos años, un gestor de aprendizaje que se llama Sakai para potenciar el aprendizaje personalizado, de tal manera que el alumno pueda recibir más apoyo personalizado dentro de lo que es una universidad online.

¿Es una plataforma?

Si, luego se han desarrollado módulos adicionales que permitan personalizar la experiencia de aprendizaje y la de enseñanza, que es una novedad. Al profesor le proporcionamos una herramienta de análisis, dónde aparecen los alumnos clasificados por grupos dependiendo quien desarrolla peor o mejor, quién necesita más apoyo en la parte de trabajo colaborativo, quién más a nivel de actividades, eso lo estamos ahora mismo implantando.

¿Por qué las universidades con esta gestión tienen una gestión tan propia, que no hay un modelo no estandarizado? ¿Por qué no es realmente fiable?

En una reunión hace un tiempo concluimos que era un poco complicado y más en España. En España tenemos 17 comunidades, 2 ciudades autónomas, incluso por provincias hay ciertas particularidades? ¿cómo vamos a ponernos de acuerdo todas para usar el mismo software de gestión? Cada una tiene su particularidad administrativa, luego estaría el tema de los datos, y la confidencialidad de los datos también de cara a una supuesta interrelación de sistemas. La consistencia de los datos y sobre todo la integridad de los mismos de cara a un posible ataque o cualquier cosa. Imagínate que posibilidad habría par alguien de secuestrar todos los datos de los alumnos.

¿El tema de las prácticas y de compartir buenas experiencias dónde radica?

Lo hacemos continuamente, tanto a nivel privado de acuerdos uno a uno con universidades? La universidad tiene ya unos mecanismos como pueda ser la conferencia de rectores, grupos de trabajo en investigación, tecnología? que se reúnen periódicamente, hablan? hay mucha compartición de información, es decir, el problema no está en el que las universidades no quieran compartir o no quieran ponerse de acuerdo a hacer las cosas, sino que las particularidades son tan grandes que hace imposible esa gestión.

En todas las universidades no se ha visto que los mecanismos estén preparados para que el docente prepare el aula?

Bueno, ahí cada uno tiene sus cosillas, también está el enfoque metodológico que cada uno quiera desempeñar. Lo que es cierto es que existe mucha cooperación, mucha colaboración. Nosotros tenemos acuerdos con muchísimas universidades de fuera y lo mismo ocurre con los demás, y existe mucha vocación de hacer cosas juntos. Entonces ya cada uno lo aplica en función de su estilo. Está claro que el estilo nuestro implica una flexibilidad, un dinamismo? y la universidad de al lado, implica otras. Entonces podemos compartir la información pero luego la aplicación es individual. No existe la idea de que no vamos a hablar con el de al lado para que no nos copie la idea, para mantener nuestra esencia. La verdad es que existe mucha fluidez de información.

¿Cómo se logra una unidad de cultura científica en una universidad?

Depende del CECIF, fundación para ciencia y tecnología. Hay que aplicar, hay que demostrar que tenemos un interés profundo en divulgación científica, que hay medios, que hay un presupuesto, instalaciones, respaldo institucional? que realmente lo queremos hacer. Se aplica, se evalúa y la prueban. Nosotros somos la única online y la segunda privada. Al ser privados, online, de una comunidad histórica (La Rioja) y no de la que más está en los medios, tener la posibilidad de trabajar con el ministerio para dar a conocer la ciencia pues nos llena de orgullo.

Proyectos

Tenemos 14 proyectos muy centrados en tecnología educativa, es lo más que hacemos junto con la innovación. Nosotros trabajamos muchísimo con cómo utilizar tecnología para mejorar el aprendizaje, la enseñanza, la evaluación, todos los pasos dentro del proceso educativo, y contamos con proyectos fundamentalmente europeos, de varios programas, el horizonte 20 y 20, erasmus +, con siete programas distintos y cada uno incide en una cosa distinta. Por ejemplo, un proyector que se llama insparing designs ¿? se centra en el fomento y en facilitar el aprendizaje en asignaturas de ciencia, tecnología, matemáticas e ingeniería, en primaria y secundaria, y allí nosotros lideramos el piloto español, hay 15 aplicaciones en 15 países distintos y es una aplicación práctica, es investigación pero en colegios. Esto no es teórico es ¿Cómo vamos a hacer que los alumnos aprendan más y mejor? Entonces realizamos un plan de acción, se ejecuta el plan de acción, y sale el grupo de investigación que en este caso se llama de innovación.

Otro proyecto que me gustaría destacar se llama E-Mundus. Trabajamos con universidades de Indonesia, Canadá, Rusia, México, Brasil? y se centra en la utilización de recursos abiertos dentro de planes curriculares, cómo utilizar un video abierto por ejemplo en el aula, y que se pueda reconocer como tal, no como una actividad complementaria. Estamos ya casi finalizando casi pero en una vía que nos interesa mucho, hay mucho material y ceñirnos únicamente al libro de texto está bien pero se queda un poco cojo. No podemos ser ajenos a lo que ocurre fuera del aula. Nuestra obsesión dentro de la investigación sobre tecnología educativa es combinar educación oficial e informal. Combinarlo para que el alumno que pasa 10 horas de clase a la semana yace¿? con el resto de su vida. Afortunadamente nuestro perfil de alumno es de 30 a 40 años, segunda carrera, quiere hacer otro máster, tiene una experiencia de 10-20 años? hay que escucharle. Mucha de esa experiencia no viene del aula viene de su día a día. Hay que encontrar la manera de incorporar eso al curriculum, nos interesa mucho y es un símbolo de respeto a muchos de los alumnos que vienen, que muchos saben mucho.

¿Qué opinas de los Moocs?

Tenemos aquí una cátedra sobre recursos educativos abiertos a través de una institución que se llama ICDE, que es un consultor de la UNESCO. Y nos interesan mucho. No los terminamos de implementar nosotros porque tenemos que montar la manera adecuada y porque somos muy críticos con los Moocs. Es decir, existen 5000 en todo el mundo, hay 1700 en español, 400 son de España, y casi todos van sobre asignaturas universitarias y sobre como aprender inglés. No consideramos que deban ser un complemento o una sustitución a las asignaturas que ya existen, no tiene ningún sentido. En apoyar las competencias básicas específicas que no cubran ya la enseñanza universitaria, es decir, en primeros auxilios, fontanería, idiomas, secretariado? cosas que se puedan utilizar y que no tengan esta visión tan occidental como tenemos nosotros, que un profesor es profesor de álgebra y luego hace un Mooc en álgebra para que tenga 20000 alumnos en todo el mundo sobre la misma asignatura que ya está dando. Está bien, no estamos en contra, pero no lo compartimos. Tendría que haber asignaturas complementarias y contenido que no se habitualmente en los planes.

¿Qué tipo de contenidos son esos?

Pues competencias profesionales según el país, según la región, según lo que haga falta, por ejemplo, lecciones de primeros auxilios en países subdesarrollados que acceden a los cursos a través de los móviles. Desarrollar un Mooc que permita que las personas que están en no sé qué aldea de un determinado país pueden aprender del módulo a través de un curso masivo.

Pero muchos de los que están en la aldea, por poner un ejemplo, no tiene Internet ni nada de eso?

Bueno, muchísima de la enseñanza online que se hace en el mundo se realiza mediante el teléfono móvil, no mediante internet necesariamente, en África todo el mundo tiene móvil. Y cobertura de móvil lo que no tienen es acceso a internet. Pueden organizar la formación y de hecho se organiza a través del móvil por ejemplo, en países del sur de África, del cuerno de África, lo que hacen es utilizar mensajes de voz, como píldoras, las graban, las envían, de tal manera que se recupera y escuchan por partes sobre un determinado tema. Es una forma bastante tradicional de hacerlo pero es la tecnología a la que acceden.

No quiero poner los dos polos, del cuerno de África y luego el mundo occidental y que estemos en dos sitios distintos pero el proporcionar otra vía de acceso a los mismos contenidos y volver sobre lo mismo, álgebra sobre álgebra, estamos predicando lo que ya saben de qué va el tema. Volvemos a hablar de la misma asignatura de los mismos contenidos? se nos queda corto, el plan de implementación debería de ir a proponer un caso occidental: emprendedores, un book de emprendimiento de habilidades para emprendedores de larga duración, parados de larga duración que quieran aprender, y que quieran recuperar una serie de habilidades que quieran recuperar y que en principio no son consciente de que hacen falta y o no tienen y las quieren refrescar y hace falta ponerse al día rápidamente. Sobre eso, sería una competencia profesional específica sin entrar necesariamente en el plan orgánico académico.

¿Hace falta mucho previo para que a lo mejor ese grado no funcione?

Yo creo que es necesario. Nosotros aquí lo sufrimos mucho eh? Al ser una universidad online y privada, tenemos un diálogo intensivo con la NECA, nos tienen atados en corto afortunadamente porque eso significa que cumplimos todos los criterios y más?

Yo creo que los contenidos y el programa curricular dependen de la consejería de turno y que hay cumplirlos para que haya una coherencia entre todas las universidades de cualquier tipo, tanto las nuevas como las tradicionales. SI echamos en falta y nos gustaría un sistema de evaluación más dinámico que permitiera unos plazos de respuesta quizá más cortos de tal manera que el diálogo fuera un diálogo implementable. Si el proceso de valoración o de evaluación dura un año, por ponerte una cantidad, pues estamos perdiendo mucho el rebufo de lo que nos puede decir un análisis detallado de los expertos o de quien buenamente venga a evaluar. Pero esto ocurre con los grados y con los proyectos de investigación, con las becas? ocurre con todo. El momento de evaluación de cualquier tipo tiene que ser aprovechado para que cuando llegue la revisión se tome como un pie para mejorar y no como algo ya medio olvidado.

¿Hay disconformidad respecto a la ANECA?

Nosotros cumplimos todo. La Universidad Internacional de la Rioja nos tiene bastante ataditos en corto. Entonces cumplimos todos los criterios, ya que Bolonia se aplica al 100% y cuando se pasa una inspección las recomendaciones que nos hacen las tenemos que aplicar obligatoriamente porque luego tenemos que pasar por un segundo escrutinio. No podemos hacer trampas es como el control antidoping, que es imposible hacer trampas aunque quisieran y logísticamente es imposible.

¿Qué opinas de los problemas que afecta a España en cuanto a investigación a nivel de universidades?

Creemos que deberíamos realizar un rediseño de la investigación a medio y largo plazo. Tenemos una investigación que se encuentra muy basada en el subsidio estatal, regional, ahora mucho más pero los fondos son bastante limitados, los fondos son cada vez más limitados según qué temas y según que tópicos y yo creo que la investigación debería basarse en un sistema de producción y explotación de resultados de tal manera dentro del proyecto x que se redacte tendría que haber un apartado específico (ya existe) pero que además estuviese ligado a la consecución de objetivos económicos. Imaginando que fuese un subsidio del 100% el último 20% dependiera de si realmente has puesto el producto x en el mercado o si has realizado tal informe o tal encuesta o tal lo que sea (el producto no tiene que ser un juguete, un algo tecnológico). Habría que establecer cuáles son esos resultados y en función de si los cumples recibes la parte correspondiente final si has cumplido o has dejado de cumplir. Además incorporaría la necesidad de una investigación vinculada con las empresas y con los sectores del país. De tal manera que no investiguemos en función de las directrices de quienes escriben las convocatorias determinadas sino por las necesidades de las empresas de las que reclaman, de tal manera que se estableciera universidad-empresa de verdad, donde una parte de un determinado contrato está vinculada a la investigación con una universidad que tiene que dar un resultado para que luego se pueda implementar en la empresa correspondiente. La parte de depender solo de subsidios es pan para hoy y hambre para mañana. Cada vez más subsidios, cada vez más competencia? y al final nos volvemos todos locos rellenando papeles y formularios y la parte de investigación en realidad queda un poco relegada o por lo menos convive con toda esa burocracia o papeleo ante tal competencia y en realidad yo creo que estamos perdiendo un poco el enfoque de que la investigación cualquiera que sea tiene que tener un punto de practicidad de aplicación, de retorno a la sociedad y eso se tiene que valorar y evaluar.

¿Cree que las universidades privadas investigan menos que las públicas en España?

Sí, yo creo que sí, es un hecho. En nuestro caso no es así. Nosotros tenemos 1000 profesores y 250 son investigadores, un 25% y acabamos de nacer, es marca de la casa. En otras universidades no te sabría decir pero la realidad es que el nivel de los indicadores que hablábamos antes tanto de artículos publicados como de proyectos conseguidos como de representatividad en instituciones es cierto que por regla general las universidades privadas tienen menos impacto y menos actividad imagino que dependerá de la estrategia de cada uno.

¿En cuanto a las patentes que pasa en España? ¿Por qué no se financian todas?

Nosotros tenemos muy poquita experiencia en patentes no es nuestro mercado en realidad. Nosotros trabajamos con mucha propiedad intelectual y con lo que es desarrollo de software pero para que sea patentable hace falta que exista una determinada pieza o hardware o un proceso sobre un determinado. Es complicado porque hace falta tener un laboratorio para patentar, una explotación de hardware para patentar. Es cierto que en España no tenemos una gran costumbre a la patente. Lo habitual es que no se solicite esa patente como resultado porque exige tener un determinado nivel para demostrar que has llegado y tal. Se recomienda mucho pero no se exige como tal que la patente exista.

¿En qué tipo de investigaciones estás involucrado?

Nosotros trabajamos mucho con lo que es analítica del aprendizaje y recomendación. Trabajamos con muchos datos de lo que hace el alumno, lo que dice que hace, lo que entrega, el tiempo que pasa hasta que lo entrega, el resultado propiamente dicho? lo analizamos, intentamos leer lo que dice y proporcionar un acompañamiento personalizado al individuo y al grupo. Nuestro usuario siempre es alumno-profesor. Hacemos mucho de esto, tenemos una cátedra con IBM, tenemos una cátedra con UNESCO (e-learning), tenemos una cátedra con telefónica? está todo muy centrado en esa aplicación práctica a través de tecnología y lectura de datos. Además tenemos dos proyectos privados sobre esto que se están aplicando directamente en la universidad para mejorar ese acompañamiento. El alumno online es un reto porque tiende a sentir una soledad más profundidad y para un máster quizá pero para un grado que dura cuatro? es una carrera de larga distancia. Nos interesa mucho que el acompañamiento no sea solo frio numérico y da datos si no algo que él sienta que pertenece a un grupo, a una institución, que tiene un apoyo más de coaching por parte de la institución. En la analítica de datos y de recomendación que realizamos se centra mucho en esto, en proporcionar un acompañamiento diario al alumno que así lo quiera, esto no es intrusivo, para que sienta que no solamente tiene que ir aprobando los exámenes, lo suyo es la relación con la universidad, la relación con los otros. Para el profesor ocurre lo mismo, se necesita más dinamismo, no puedes corregir solo las actividades. Hay que corregirlas y proporcionar el contexto.

¿Crees que hay diferencia entre un profesor de enseñanza presencial y uno online, le va a costar mucho más? Profesores presenciales se limitan a colgar PDFS, mandar tareas?

Costar no lo sé pero tiene que esforzarse. Aquí cada uno tendrá su estrategia pero lo que es cierto es que son dos medios distintos y hay que adaptarse. Una cosa es dar clase y tener interacción con un alumnado a través de un ordenador, otra cosa es a través de una tableta o un Smartphone, ya que la experiencia de usuario es distinta. Entonces la forma de enseñar y aprender va a ser distinta en función del dispositivo que uno tenga entre manos. Aunque todo sea pero no todo es igual. Entonces la persona que se meta en esto, tanto alumno como profesor, tiene que entender que hay que adaptarse al medio. Nuestros profesores pasan por un curso de adaptación con indicadores de interacción.

Fuente: http://ecoaula.eleconomista.es/investigacion/noticias/7873883/10/16/Debe-haber-un-rediseno-de-la-investigacion-en-Espana-a-medio-y-largo-plazo.html

Imagen: http://s03.s3c.es/imag/_v0/600×400/2/c/b/DanielBurgos.jpg

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Entrevista a José Herrera Plaza sobre accidente nuclear en Palomares. Consecuencias (1966-2016)

Entrevista a José Herrera Plaza sobre accidente nuclear en Palomares. Consecuencias (1966-2016)
“En caso de accidente nuclear nacen por doquier criterios elevados al rango de «cuestiones de estado», siempre antepuestos al ámbito, salud e intereses de los afectados”
Por: Salvador López Arnal

José Herrera Plaza (Almería, 1955) cursó estudios de Economía en la Universidad de Valencia. Técnico Superior en Imagen y sonido, trabaja actualmente como cámara operador, en Canal Sur TV. Desde 1985 ha seguido de cerca todo lo relacionado con el accidente nuclear de Palomares. En 2003 fue coautor y coorganizador del libro y exposición en el Centro Andaluz de Fotografía ”Operación Flecha Rota. Accidente nuclear en Palomares”. Posteriormente dirigió el largometraje documental homónimo (2007).

Estábamos en el capítulo VI, “El proyecto Indalo”, cuando señalas que en 1968 se expuso por primera vez ante público especializado lo sucedido en Palomares. ¿Dónde fue? ¿Quiénes intervinieron hablando de lo sucedido en Palomares?

JH.- En la primavera de 1968 se celebró un simposio en Interlaken (Suiza) con el título de «Protección Radiológica del público en caso de una catástrofe nuclear». La valiosa experiencia adquirida por la JEN en Palomares dio para dos ponencias de los responsables españoles, una del Dr. Eduardo Ramos y otra del que estaría 15 años a cargo del Proyecto Indalo, el farmacéutico Emilio Iranzo. Estos dos documentos tuvimos que conseguirlos en 2005 en los EEUU. Su gran importancia como fuente es que en estas intervenciones en el extranjero aportan y expresan lo que en España callan, a pesar de financiarse con fondos de todos los españoles. Por supuesto no se nombran los enterramientos, ni los altos índices dejados en la zona agrícola de la vega.

Luego, según explicas, hubo otro simposio en 1969. ¿Aportó alguna novedad respecto al tema?

JH.- Este otro se celebró en Viena bajo el patrocinio de la OIEA. Aquí no se vuelve con una descripción de las medidas de descontaminación. Se intenta determinar el riesgo a que ha estado (pretérito) sometida la población, cuando un año antes, en ese mismo momento y en los venideros, se seguían produciendo numerosos aerosoles con la resuspensión del plutonio, americio y uranio, tal como reconocería en 1984 el propio Iranzo en la reunión anual de la Health Physics Society Nueva Orleans.

Señalas también que, durante ese tiempo, se esta viajando continuamente a Palomares. ¿Quiénes son esos viajeros? ¿Con qué objetivos?

JH.- Los viajes son para la toma de muestras de los cultivos, pesca, ganado, flora silvestre muestreadores de aire y tierra, dentro del llamado Proyecto Indalo, para el estudio de la contaminación dejada voluntariamente en la zona. Todo para poder investigar el comportamiento de un gran desconocido como era, a mediados de los 60, el plutonio.  

Hablas en este apartado de un accidente cuando se estaba trasvasando líquido radiactivo del reactor suizo Shapir. ¿Qué pasó?

JH.- En España estaba en marcha el «Proyecto Islero» que, entre otras finalidades, intentaba analizar las posibilidades de poseer armamento nuclear netamente nacional. Para ello era preciso conocer la praxis de la reelaboración de combustible gastado de las centrales para la producción de energía. No hacía mucho que se había construido en la JEN la planta caliente M-1. Un prototipo experimental de reelaboración de este material, con sus celdas calientes correspondientes. Ya se habían obtenido los primeros gramos de plutonio por medio de las barras gastadas del reactor JEN-1. En 1970 se estaba reprocesando el combustible del reactor suizo Saphir. Cuando se trasvasaban 157 l. de líquido radiactivo hubo una fuga que vertió 60 l. a la alcantarilla. De ahí paso al Manzanares, al Jarama y finalmente al Tajo, donde fue detectado en su desembocadura en un control rutinario. El líquido tenía altas proporciones de isótopos de cesio, estroncio y rutenio. El problema fue el uso del agua contaminada para los regadíos del Manzanares y Jarama. Gran parte de los productos agrícolas fueron comprados para su enterramiento en los aledaños de la JEN. Otra significativa fracción siguió los canales de comercialización hasta los consumidores. El secretismo fue aún más férreo que en Palomares. El futuro de las centrales en construcción o en proyecto estaba en juego. No existen documentos conocidos al respecto, por lo tanto no podemos evaluar con exactitud los comportamientos gubernamentales en toda catástrofe nuclear: el grado de minusvaloración y de negligencia en la radioprotección del público.

En nota, creo que es la 34, hablas de un libro titulado “Energía nuclear en España”. Dices que es un libro inédito. ¿Qué ha pasado? ¿Por qué no se ha editado?

JH.- Sí se editó, pero que yo sepa no se ha distribuido públicamente. El libro «Energía Nuclear de España. De la JEN al CIEMAT» es un magnífico libro que intentaba rellenar un hueco inadmisible de nuestra historiografía. Fue escrito por encargo del CIEMAT. La tarea se le encomendó a dos prestigiosos historiadores especializados en ciencia y tecnología: Romero de Pablos y Sanchez Ron. Al parecer, las descripciones, comentarios y valoraciones de algunos pasajes no fueron del agrado de los responsables del encargo. En vez de hacer constar el disenso por otros medios, fue sepultado en algún sótano, una vez impreso. Total, pagaban los españoles.

Te cito: “Vemos en este suceso, en el asunto que tratamos, y en la mayoría de los accidentes nucleares, unas similares e inmutables pautas en autoridades y organismos competentes, independientemente de la época, régimen político o cultura dominante” (p. 202). ¿Es así realmente? ¿Es independiente de todo eso que señalas? ¿Nos haces un resumen de esas pautas similares?

JH.- Puesto que este tema da para mucho, según nos refiramos a las valoraciones del suceso o de sus consecuencias a medio y largo plazo en personas y medioambiente, me centraré sinópticamente en las actitudes y valoraciones institucionales a corto plazo de cara a los afectados y opinión pública: a) Con el plausible objetivo de evitar el pánico colectivo se minimiza sin tope alguno lo sucedido. Se publicitan notas oficiales de la situación en las zonas contaminadas alejadas de la realidad. A los afectados únicamente se les repite el «no pasa nada», pero no se les forma, ni mucho menos informa, de los riesgos y de cuestiones básicas de radioprotección. b) A la hora de adoptar medidas de radioprotección de cara a los afectados, la evaluación de riesgos, las estrategias remediadoras, se ven influenciadas por todo lo anterior, o se anteponen los intereses políticos o militares, de la empresa afectada, sector, o las relaciones internacionales. En caso de accidente nuclear nacen por doquier criterios elevados al rango de «cuestiones de estado», siempre antepuestos al ámbito, salud e intereses de los afectados.

Esto puede servir como plantilla para cualquier accidente, llámense Islas Marshall, Palomares, Chernóbil, Fukushima y lo que pueda acontecer.

Hablas también de los problemas de importación, denunciado por E. Ramos, del nuevo CCE (Contador del cuerpo entero). ¿Qué pasó? ¿Qué problemas hubo? ¿Era importante este contador?

JH.- Por incomprensible que parezca, tuvieron problemas en la aduana, que mantuvo inmovilizado durante semanas el material. Ello a pesar que era equipo científico y para un organismo público.

El Contador de cuerpo entero era un sofisticado dispositivo de última generación que ambicionaba medir el plutonio en los pulmones de los vecinos a través de la débil radiación (gamma) que emite, durante un tiempo de 30-40 minutos mientras el paciente escucha música tumbado. Era un equipo ultrasensible que exigía un sofisticado blindaje y que muy pocos países tenían. De alguna manera se ofreció como la «estrella» del Proyecto Indalo. Tan grandes fueron las expectativas que suscitó como el fiasco de sus resultados.

 

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El contador de cuerpo entero, o contador de radiactividad corporal, fue la dotación material «estrella» que donaron los norteamericanos para el Proyecto Indalo. El modelo no funcionó correctamente para el plutonio por falta de sensibilidad. Las mediciones de otros radionucleidos, como el americio o uranio, jamás han salido a la luz. (Foto: NARA).

 

¿Quién fue el doctor Francisco de los Santos al que aludes en este apartado?

JH.- Fue el encargado de operar el Contador de cuerpo entero. Para ello se había tenido que desplazar varias veces a los EEUU. Posteriormente se le nombró responsable de las medidas de plutonio en la zona.  

En la nota 48 habas de unas cartas entre W. Langham y E.J. Valerio. ¿De qué iban esas cartas? ¿Tenían interés?

JH.- Ya vimos en su momento que el Dr. Langham fue el autor intelectual de la descontaminación parcial en Palomares y de la investigación con las personas y el medioambiente en Proyecto Indalo. En esta carta que aludes, Langham hace su último viaje a Palomares antes de perder la vida en un accidente de aviación. Allí observa que las labores del Proyecto estaban paralizadas por la fuga de líquido radiactivo del reactor suizo Saphir. Casi la totalidad de los recursos de la División de Medicina y Protección se habían dedicado a la evaluación de la dispersión. La ayuda en efectivo y material estadounidense también se paralizó hasta la reanudación de los trabajos.

Comentas que la jubilación del doctor Eduardo Ramos generó un gran hueco. ¿Por qué? ¿Era tan importante su papel? ¿Quién le sustituyó?

JH.- Las personas consultadas que conocieron o trabajaron con el Dr. Eduardo Ramos, han coincidido en que era la persona más preparada en radioprotección. Independientemente de sus conocimientos, era un ser que generaba confianza y empatía en los vecinos de Palomares y Villaricos. Algo indispensable como interlocutor del organismo regulador con los afectados por el accidente.

¿De qué va la propuesta que en 1978 hicieron los científicos Dean, Richmond y Wachholz?

JH.- Estos científicos integraban el primer relevo generacional de científicos encargados de supervisar el Proyecto Indalo. Se dieron cuenta de los altísimos niveles de contaminación de la Zona 2, junto al cementerio. Constataron que se resuspendía el plutonio en aerosoles cuando soplaba viento superior a 20-30 km/h y ello suponía un incremento del riesgo de inhalación por parte de las personas y su contaminación interna. Con las evidencias, presentaron la propuesta de descontaminar esa zona y enterrar allí mismo la tierra, mientras los de la JEN mantenían silencio. Cualquier opción menos que ese plutonio estuviese a merced de los vientos. Es posible que desconocieran la existencia ya de dos fosas con 4.000 m3 de residuos. Como era de esperar, su propuesta caería en saco roto pues suponía contradecir la historia oficial. Ni en Madrid ni en Washington interesaba destapar la caja de los truenos, con otras dos zonas (la 3 y 6) con parecida situación. Además, ni a los políticos de esas dos capitales, ni a sus familias, les llegaban los aerosoles de Palomares. Habría que esperar 25 años para retornar a ese problema, evaluarlo y buscar posibles soluciones.  

Comentas también que en 1986 la JEN se transformó en CIEMAT, un organismo que aún existe. ¿Qué relaciones tenía y tiene con el CSN? ¿Supuso algún avance organizativo? ¿Todo empezó entonces a moverse como señala Teresa Mendizábal, la que fuera directora de Medioambiente y Secretaria General del CIEMAT?

JH.- El Consejo de Seguridad Nacional llevaba 6 años cuando la JEN pasa a denominarse CIEMAT. Para evitar malentendidos y duplicidades quedan asignadas al CIEMAT las labores de evaluación y ejecución de los programas, con la remisión de informes al CSN, mientras que este ejerce un rol decisorio.

Evidentemente aquello fue algo más profundo que un cambio de siglas o de remodelación orgánica. A partir de ahora se remiten al CSN y al Depto. de Energía norteamericano un informe semestral sobre el Proyecto Indalo. Las estrategias comienzan a diseñarlas personas distintas a las que colectan y analizan los datos.

¿Qué trabajo publicó el CIEMAT en la prestigiosa revista científica Health Physic?

JH.- Desde inicios del Proyecto Indalo, el Dr. Langham y sus sucesores instaron a los miembros de la JEN a publicar en revistas científicas para el incremento en el conocimiento del desconocido plutonio en un medio agrícola habitado. Pero Emilio Iranzo era renuente, supuestamente amparado en la voluntad política. No deseaba que se conociera la realidad de lo que habían dejado los norteamericanos. Lo que llama poderosamente la atención es que su actitud es mucho más cerrada que la de sus pares, que fueron los causantes, aunque con el silencio cómplice de personas como él. Tras años donde los únicos datos que salieron de la JEN fue en congresos y simposios de personal especializado, cerrado al público, la prestigiosa revista Health Physic les publicó un artículo en 1987.

También se jubiló tiempo después alguien que estuvo muy relacionado con el accidente, Emilio Iranzo. ¿Qué balance puede hacerse de su trabajo en este tema?

JH.- Los 15 años aproximadamente que está el farmacéutico Emilio Iranzo al frente del Proyecto Indalo por parte española, constituyen un periodo variable, para nada fácil, que se ve influenciado negativamente por los cambios administrativos, las indecisiones, moratorias e impagos por parte norteamericana y una falta de sistematización en los objetivos y estrategias de investigación por ambas partes. En España, la crisis del petróleo del 73 y la posterior inflación dispara los costes, lo que ocasiona que la aportación financiera española se incremente porcentualmente. Ahora van a ser los españoles, con sus impuestos, los que financien mayoritariamente un problema generado por los EEUU, con la humillante aquiescencia de las autoridades españolas.  

Cito unas palabras de un informe de 1993: “No hay mejor oportunidad en cualquier parte del mundo para estudiar una población, en una sociedad altamente compleja con labores en agricultura intensiva, donde existe cerca contaminación de plutonio sin control gubernamental”. Se habla de Palomares. ¿Exageraban? ¿Convencieron a sus superiores?

JH.- El Proyecto Indalo sufrió muchos altibajos. En ocasiones la moral caía y las dudas sobre su continuidad aparecían. A diferencia de los españoles, ellos valoran mucho la investigación en todos los campos. Antes que un politicastro tome una decisión arbitraria sobre investigación y tecnología, como ha sucedido los últimos años en este país, analizan pormenorizadamente los pros y contras. El texto seleccionado, nada exagerado, es una versión de la reafirmación que ya hizo el Dr. Langham antes de su muerte y que fue efectiva para su prórroga. Junto con las Islas Marshall, Palomares ha sido uno de los dos mejores laboratorios vivos para investigar el plutonio, con la diferencia de que allí sí había control gubernamental. Hasta el nuevo milenio, aquí no; sencillamente porque no existía reconocimiento oficial del problema.  

Hablas de una nueva etapa desde 1997. ¿Por qué nueva?

JH.- Pues porque se firma un nuevo acuerdo: el Proyecto de Anexo I, que supone un incremento de la seguridad jurídica, la continuidad de criterios a grandes rasgos, con especial énfasis en la reevaluación de plutonio y americio en las zonas aradas en 1966, las nuevas áreas cultivadas y aquellas que no se descontaminaron en su día. Además se realiza una auditoría de lo realizado hasta ahora, el Programa de Revisión de Palomares.  

En el apartado 6.1.6, dedicado al “Coste”, ¿de qué costes hablas?

JH.- Desde el inicio se pudo calcular que el Proyecto Indalo iba a precisar unos recursos materiales y humanos significativos y constantes en el tiempo, pues era a largo plazo. Cuando le propusieron a los españoles iniciarlo, los norteamericanos hablaron enseguida de dinero en efectivo y todo tipo de equipos, pero muy cucos ellos, sin especificar montos ni plazos. La cuestión quedaba a su entera discrecionalidad. Los españoles picaron y ello les supuso soportar las incertidumbre en forma de numerosas moratorias, rebajas e incluso impagos. Otro de los muchos «Bienvenidos Mr. Marshall» padecidos en las relaciones bilaterales. Porcentualmente los EEUU comenzaron en los 60 haciéndose cargo del 75% aprox. de los gatos. En los años 70 únicamente pagaban la mitad y de los 90 hasta 2009, financiaban alrededor del 25%. Dieron la vuelta a la tortilla como auténticos prestidigitadores.

Te pregunto a continuación por el seguimiento radiológico de la tropa norteamericana si te parece. 

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=217542

Imagen principal: Conchita Álvarez Ramis fue una de las primeras mujeres que trabajó en el Proyecto Indalo. Durante 9 años fue la que más se desplazó a Palomares para colectar muestras para su análisis. Descubrió en los caracoles el efecto bioacumulador del plutonio en la concha y vísceras. Aquí la vemos en el Laboratorio de Los Álamos. (Foto: The Atom). 

 

 

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La ciencia para el desarrollo sostenible (Agenda 2030) – Parte 1

Por Hebe Vessuri

Resumen
Si aceptamos que un tema se convierte en una cuestión científica “emergente” o “nueva” cuando la comunidad científica lo considera importante, entonces en base a distintas perspectivas científicas, el compromiso experto y otras visiones estándar, la idea de que el continuado funcionamente del sistema Tierra, que ha sostenido el bienestar de la civilización humana en siglos recientes está en riesgo, es una de esas cuestiones.

Si no se desarrollan acciones serias, la implicación es que pudiéramos enfrentar amenazas adicionales al agua, los alimentos, la biodiversidad y otros recursos críticos: estas amenazas podrían intensificar las crisis económicas, ecológicas y sociales, creando el potencial de una emergencia humanitaria a escala global. La Declaración del 2012 sobre el Estado del Planeta es un hito significativo en esta mayor toma de conciencia.

Hemos llegado a reconocer que nuestros sistemas económicos, sociales, culturales y políticos, crecientemente interconectados e interdependientes, han ejercido presiones sobre el ambiente que pueden causar cambios fundamentales en el sistema Tierra y llevarnos más allá de los límites naturales seguros. Pero la misma interconectividad proporciona el potencial de encontrar soluciones: pueden surgir nuevas ideas y diseminarse rápidamante, creando el impulso para la mayor transformación requerida hacia el logro de un planeta verdaderamente sostenible. El desafío definitorio de nuestra era es salvaguardar los procesos naturales de la Tierra para asegurar el bienestar de la civilización erradicando la pobreza, reduciendo el conflicto sobre los recursos, y dando soporte a la salud humana y de los ecosistemas.

La elaboración de agendas de la ciencia para la sostenibilidad en el año 2030 no es soñar despiertos o imaginarnos futuros abiertos. Aunque las líneas gruesas de continuidad con el pasado reciente y el presente son difíciles de cambiar, siempre hay cambio y transformación. El Sistema de las Naciones Unidas se ha comprometido en esfuerzos para lograr el desarrollo sostenible hasta el 2030 y más allá. Quince años son un período breve cuando observamos la velocidad con la que cambia la ciencia. De este modo, los 17 Objetivos del Desarrollo Sostenible y las 169 Metas en el Documento de Naciones Unidas Transformando Nuestro Mundo: la Agenda para el Desarrollo Sostenible 2030 (2015) buscan construir sobre los Objetivos de desarrollo del Milenio y completar lo que ellos no consiguieron. La agenda, puede entenderse como contribuyendo a un mapa de ruta para las acciones en el campo de las políticas en áreas de importancia crítica para la humanidad y el planeta.

Contexto e importancia del problema

Dentro de quince años, imaginemos un mundo crecientemente urbano de más de 8 mil millones de habitantes, con un crecimiento poblacional todavía concentrado en las regiones menos desarrolladas que luchan para proveer incluso a su población actual. Esta población mundial explosiva creará mayores presiones sobre los recursos que ya son escasos de agua, alimentos y energía, conduciendo potencialmente a crecientes niveles de pobreza y conflictos.

Se requerirán nuevos avances tecnológicos para superar las limitaciones en la producción de alimentos, asegurar recursos energéticos sostenibles, y enfrentar las necesidades médicas de una población en aumento y cada vez más vieja. A pesar de los adelantos médicos y las campañas de vacunación, las enfermedades infecciosas y las pandemias globales seguirán siendo una amenaza seria mientras que habrá un creciente predominio de enfermedades
crónicas asociadas con la edad y estilos de vida sedentarios.

Como si esto no fuera suficiente desafío, la mitigación y adaptación al cambio climático, la lucha contra la contaminación, la preservación de hábitats naturales, y el mantenimiento de un elevado nivel de biodiversidad demandarán acciones globales, en el clima político y económico impredecible del futuro.

El progreso en ciencia y tecnología continuará siendo una fuerza importante que dará forma al desarrollo social y económico. Por otro lado, la sociedad juega un papel importante en influenciar la agenda de investigación, facilitando o impidiendo el desarrollo de la ciencia a través de decisiones de financiamiento, y en promover u obstaculizar la colaboración internacional. Nuestra sociedad global, altamente interconectada, tiene el potencial de innovar rápidamente. Un nuevo paradigma de la ciencia para sostenibilidad ha estado adquiriendo mayor importancia. La comunidad científica internacional debe reorganizarse rápidamente para enfocarse en las soluciones de la sostenibilidad global. Debemos desarrollar una nueva estrategia para crear y traducir rápidamente el conocimiento en acción, en un nuevo contrato entre la ciencia y la sociedad, con compromisos de ambas partes.

“A medida que el consumo se acelera en todas partes y surge una población mundial, ya no es suficiente trabajar hacia un ideal distante de desarrollo sostenible. La sostenibilidad global debe volverse un fundamento de la sociedad. Puede y debe ser parte de la base de los estados nación y del tejido de las sociedades” (Declaración del Estado del Planeta 2015).

La confianza en la ciencia y la credibilidad de los científicos a los ojos del público y los tomadores de decisiones son cruciales para que la ciencia florezca y tenga una influencia sobre la política. Sin embargo, han sido afectados por un poderoso ataque caracterizado por la negación del cambio climático y la fijación ideológica sobre ‘los libres mercados’ y el auto-engaño por parte de los industriales, banqueros, financistas y agencias “reguladoras” gubernamentales ligados al complejo de la combustión del carbono, en nombre del empleo, el crecimiento y la prosperidad. Mientras que hay conocimiento sobre lo que está ocurriendo, la sociedad humana parece incapaz de detenerlo. En efecto, el aspecto más sorprendente de la situación es cuánto la gente sabe y cuán incapaces parecen ser de actuar sobre lo que conocen. Claramente, el conocimiento no se traduce de manera simple en poder. Para modificar positivamente la cultura organizacional, para racionalizar el ecosistema institucional responsable de formular, monitorear y evaluar la política de la ciencia, la tecnología y la innovación y los instrumentos de política, y para mejorar la gobernanza con todo lo que implica en términos de estabilidad política, efectividad de gobierno y control de la corrupción, el nexo entre las ciencias naturales, las ciencias sociales y las ciencias económicas es crucial.

La escala y ambición de la nueva Agenda requiere un Partenariado Global revitalizado para asegurar su implementación trabajando en un espíritu de solidaridad, especialmente con los más pobres y las personas en situaciones vulnerables. Necesita reunirse a los gobiernos, el sector privado, la sociedad civil, el sistema de Naciones Unidas y otros actores movilizando todos los recursos disponibles. Cada país es primordialmente responsable de su propio desarrollo
económico y social, pero guiado por el nivel global de ambición. De eata manera, el financiamiento público, nacional e internacional, jugará un papel clave en proporcionar servicios esenciales y bienes públicos y en catalizar otras fuentes de financiamiento. El sector privado diverso, desde las micro-firmas a las cooperativas y las multinacionales, y las organizaciones de la sociedad civil y organizaciones filantrópicas todos tienen un papel en la implementación de la Agenda 2030.

Megatendencias observables relacionadas con los objetivos y metas del desarrollo sostenible 

La consideración de una cantidad de megatendencias observables relacionadas con los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODSs) parece un ejercicio relevante. Las tendencias demográficas pueden delinearse bastante bien hasta más allá de los próximos 15-20 años. Hacia el 2030, la población mundial se espera que supere los 8,3 mil millones de personas. La mayor parte del crecimiento total abarcará la población en regiones menos desarrolladas, pasando de 5,6 mil millones a 7 mil millones en 2030. Africa sub-sahariana, que incluye algunos de los países más pobres del mundo, se proyecta que experimente más de un 50 por ciento de aumento en su población (ODS 1). En contraste, la población de las regiones más desarrolladas se espera que cambie mínimamente, ampliando más la brecha entre las naciones ricas y pobres. La población del 2030 será más urbana que nunca. En las próximas dos décadas la población urbana se proyecta que crezca firme hasta ser el 60 por ciento de la población mundial, con la mayor parte del crecimiento ocurriendo en las regiones menos desarrolladas. En general, las áreas urbanas se espera que absorban todo el crecimiento poblacional global, y que atraigan algo de la población rural. La urbanización rápida, en particular el crecimiento acelerado de las grandes ciudades y de las áreas pobres asociadas, plantea desafíos específicos que incluyen
el transporte, el desempleo, la pobreza, el acceso al agua limpia y la sanidad, la degradación ambiental y la contaminación, y cuestiones asociadas de salud (ODS 11, 8).

Globalmente, el predominio de los desafíos de la salud asociados con la edad está creciendo. En las regiones más desarrolladas, la población de 60 años o más se espera que aumente 40 por ciento en las próximas dos décadas, pasando
del 21 por ciento de la población en 2009 a casi el 29 por ciento en 2030. La población mayor de las regiones menos desarrolladas se proyecta que aumente más del doble, desde el 8 por ciento de la población en 2009 a más del 14 por ciento en 2030. Aunque la población de todos los países está envejeciendo, seguirá siendo relativamente joven en países donde la fertilidad todavía es alta. La población más joven se encontrará entre los países menos desarrollados, en su mayoría en Africa Sub-Sahariana.

El rápido crecimiento poblacional junto con una estructura de edad joven plantean desafíos a la provisión de educación, empleo, salud y servicios de seguridad social. Sobre todo, va a cambiar la naturaleza de los problemas de salud. El envejecimiento de la población resultará en aumentos significativos de la mayoría de las enfermedades no trasmisibles, en particular los cánceres. Las cuatro principales causas de muerte globalmente (incluyendo los países de bajos ingresos) en 2030 se proyecta que sean la cardiopatía isquémica, la enfermedad cerebrovascular (infarto cerebral), la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y las infecciones respiratorias inferiores (principalmente neumonía). En países de bajos ingresos la lucha contra una cantidad de enfermedades trasmisibles mortales y ampliamente difundidas, que incluyen infecciones respiratorias agudas, enfermedades diarreicas, tuberculosis, malaria, sarampión y SIDA, continúa.

Las enfermedades epidémicas ampliamente distribuidas y las pandemias globales siguen siendo una amenaza, en parte debido al crecimiento poblacional mal manejado en los ambientes urbanos del mundo en desarrollo (ODS 3). El crecimiento poblacional y la continua urbanización aumentará mucho la presión sobre los ecosistemas (ODS 6, 14, 15). Numerosos servicios ecosistémicos de los cuales dependemos, ya están siendo degradados o usados de maneras insustentables, incluyendo las pesquerías de captura y la provisión de agua. En la actualidad hay especies que se extinguen a la tasa más elevada desde del último evento global de extinción masiva. La conversión de tierra a usos agrícolas continúa siendo el principal factor que amenaza la biodiversidad, pero en algunas regiones otros factores, como la acumulación de nitrógeno y fósforo en ríos, lagos y aguas costeras, la acidificación de los océanos y los efectos potenciales del cambio climático, se vuelven crecientemente importantes, también con serias consecuencias para la salud humana. Los escenarios de cambio ambiental más publicados proyectan continuos niveles elevados de extinciones y pérdida de hábitats, con reducción asociada de algunos servicios ecosistémicos importantes para el bienestar humano.

Si se empuja a los ecosistemas más allá de ciertos umbrales o puntos de inflexión, hay un riesgo elevado de pérdida dramática de biodiversidad y la degradación subsiguiente de una amplia gama de servicios ecosistémicos. La degradación ecosistémica no es lo mismo que la escasez de recursos. Los recursos disponibles a la humanidad aumentan
constantemente, y es probable que continúen haciéndolo Esta es la razón por la cual las profecías catastróficas de escasez de recursos probablemente estén fuera de lugar.

En cambio el temor de una degradación ecológica está demasiado bien fundado. El futuro puede ver al Homo Sapiens logrando el control sobre una cornucopia de nuevos materiales y fuentes de energía, mientras que simultáneamente destruye lo que queda del hábitat natural y llevando a la extinción de la mayoría de las especies restantes. De hecho, el desorden ecológico puede poner en riesgo la vida misma del Homo sapiens.

La importancia de entender y abordar problemas de gobernanza y seguridad son ilustrados por los desarrollos con cultivos genéticamente modificados, los xeno-transplantes, la expropiación de genes humanos por el patentamiento, la ingeniería eugénica de la empresa privada. Los rasgos estructurales de la economía global del conocimiento fuerzan a los gobiernos a roles contradictorios, actuando a la vez como promotores de la empresa de negocios global en el sector del conocimiento y también como reguladores a favor de un público sofisticado y desconfiado que demanda seguridad.

A medida que la tecnología se hace más sofisticada en su manipulación de la información biológica y electrónica, las posibilidades de efectos inesperados se ramifican fuera de control. Las cuestiones sobre la seguridad pueden parecer
paradójicas y plantean nuevos desafíos en el manejo de la incertidumbre, la ignorancia y el peligro (ODS 16). La producción total de alimentos ha aumentado dos veces y medio mientras que la cantidad de personas en el mundo se ha más que duplicado desde 1960. Sin embargo, esto ha sido parcialmente a costas de otros servicios ecosistémicos. E independientemente del aumento de la producción de alimentos, luchamos para alimentar a la población global. El aumento reciente en la inseguridad alimentaria no fue resultado de la disminución de la producción de alimentos sino que se debe a que los precios elevados de los alimentos y los ingresos más bajos han reducido el acceso a los alimentos.
En 2009, poco más de mil millones de personas estaban desnutridas en el mundo. Para alimentar a la población en creciente aumento, la producción de alimentos tienen que aumentar un 40 por ciento hasta el 2030. Esto crea un desafío importante para las próximas décadas.

En un mundo crecientemente urbano, se necesitarán nuevas tecnologías para cultivar en menos tierra disponible, con menos manos. Al mismo tiempo, el cambio climático y una producción de biocombustible incrementada representan amenazas importantes para la seguridad alimentaria en el largo plazo (ODS 2, 5). La provisión de agua insuficiente y contaminada sigue siendo una preocupación mayor en muchas regiones, junto con recursos y capacidades inadecuados para gestionar este recurso. Hoy el 13 por ciento de la población mundial vive sin accesso al agua potable mejorada, y el 39 por ciento no tiene acceso a la sanidad mejorada. En ausencia de políticas y acciones de gobierno adecuadas, casi la mitad de la población mundial en 2030 se proyecta que viva en áreas de elevada presión por el agua.

La agricultura es el mayor consumidor de agua fresca; el 70 por ciento de todas las captaciones de agua fresca van a la agricultura de riego. Como en las décadas venideras la demanda de alimentos irá en aumento, será necesaria la eficiencia del uso del agua mejorada para asegurar una adecuada producción y oferta de alimentos. El impacto combinado de los cambios globales, incluyendo el crecimiento poblacional, la urbanización y el cambio climático, plantean enormes presiones sobre los sistemas de agua fresca, mientras que crecen los riesgos de inundaciones y sequías (ODS 6, 12).

Hay un marcado crecimiento en la demanda de bienes de las industrias mineras y metalúrgicas. Una cuestión crítica es la distribución geográfica de los recursos. De esta forma, la provisión es particularmente vulnerable a cambios en los marcos económicos-geopolíticos. Adicionalmente, muchas reservas conocidas están ubicadas en regiones en desarrollo con condiciones políticas inestables y donde una falta de infraestructura plantea desafíos a la extracción, procesamiento y transporte. La explotación de recursos naturales en las Regiones Polares es un área de creciente debate (ODS 9, 10).

En los próximos años, el logro de la seguridad energética global, el enfrentamiento de las crecientes necesidades energéticas de los poderes económicos en ascenso en el mundo en desarrollo, al igual que la atención del cambio climático y otras cuestiones ambientales serán las principales preocupaciones en el sector de energía. Con las tecnologías actuales, la continua dependencia de los combustibles fósiles probablemente tendría consecuencias críticas
para el cambio climático, la acidificación de la tierra y el agua y la salud humana. En ausencia de cambios de política y con limitaciones de la oferta de energía, la demanda energética mundial proyecta elevarse un 40 por ciento hacia el 2030, donde los países no OCDE representarían más del 90 por ciento. La China y la India solas representan una mitad de la demanda incremental y así es como los combustibles fósiles se espera que sigan siendo la fuente dominante de energía mundialmente. Sin embargo, en un país como Alemania, ubicado en segundo lugar en Europa en relación con los elevados precios de la electricidad de consumo doméstico, el apoyo público de su energiewende –una transición agresiva a la energía renovable- se encuentra en un impresionante 92 por ciento. El apoyo se enraiza en una cultura eco-amigable, un deseo colectivo de abandonar la energía nuclear, y leyes que permiten a los ciudadanos beneficiarse de vender su energía a la grilla eléctrica. Aproximadamente el 27 por ciento de la electricidad de Alemania en 2014 provenía de fuentes renovables; el objetivo es lograr que lo sea al menos el 80 por ciento en 2050 (ODS 7, 13).

La población del 2030 creará nuevas demandas masivas de transporte.

En los próximos años, el transporte de personas y bienes crecerá rápidamente, impulsado principalmente por el rápido crecimiento económico en el mundo en desarrollo. La infraestructura de transporte necesaria, sin embargo, se desarrolla más lentamente, generando congestión del tráfico, contaminación y elevadas tasas de accidentes. Los accidentes de tránsito vial se espera que se eleven de ser la novena causa de muerte globalmente en 2004 a la quinta en 2030. En ausencia de cambios de política, la cantidad total de vehículos utilitarios se proyecta que crezca de un estimado de 650 millones en 2005 a 1,4 mil millones en 2030. La mayor parte de este incremento proviene de países no OCDE, con China sola dando cuenta de casi un cuarto de las emisiones de CO2 relacionadas con la energía global. Dadas las tendencias actuales, se espera que el uso de energía de transporte y las emisiones de CO2 aumenten un 50 por ciento en 2030. Combustibles más limpios y vehículos más eficientes serán críticos en la mudanza hacia un transporte más sostenible (ODS 11, 13).

El futuro es más caliente. Hasta el 2030, se proyecta una elevación de la temperatura de aproximadamente 0,2°C por década para una gama de escenarios de emisiones. Después, las proyecciones de temperatura se hacen crecientemente dependientes de escenarios de emisiones específicos. Se espera que el calentamiento será mayor en la tierra y en las latitudes nórdicas más altas, y menor en el Océano Sur y en el norte del norAtlántico, continuando tendencias recientes. El calentamiento reducirá la resiliencia de muchos ecosistemas, aumentará el riesgo de extinción de especies, agravará la presión sobre los recursos de agua y alimentos, y posiblemente aumentará la cantidad e intensidad de patrones de tiempo extremos. Las regiones menos desarrolladas son particularmente vulnerables y Africa probablemente sea el continente más vulnerable, en parte porque la capacidad adaptativa de Africa es relativamente baja debido a sus recursos y gobernanza limitados, con conflictos que exacerban la situación. Mientras que en latitudes medias y altas la producción de alimentos pudiera incluso aumentar, en latitudes más bajas, especialmente en regiones estacionalmente secas y tropicales, la productividad de los cultivos se proyecta que disminuya incluso con relación a pequeños aumentos locales de la temperatura.

En los años por venir, en algunos países africanos, los rendimientos de la agricultura de temporal pudieran reducirse hasta el 50 por ciento. Esto, combinado con el rápido crecimiento poblacional en las áreas ya inseguras en términos de energía y alimentos, pudiera tener consecuencias desastrosas con una cantidad de conflictos y refugiados relacionados con el cambio climático (ODS 13, 12).

Fuente: http://www.unesco.org/new/fileadmin/MULTIMEDIA/FIELD/Montevideo/pdf/PolicyPapersCILAC-CienciaAgenda203-ES.pdf

Imagen de dominio publico tomada de: https://pixabay.com/p-1182713/?no_redirect

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¿Productividad sin investigación?

Por: Aurora Lacueva

No se ha vuelto a oír nada de la Alta Comisión para la Independencia Científica, Tecnológica y Económica que creó el presidente Maduro en agosto de 2015. Se suponía que ella iba a ocuparse de generar procesos de transformación para sustituir importaciones, incrementar la capacidad productiva del país y dejar la dependencia de la renta petrolera. El Mandatario llegó a decir que esta comisión “tenía la tarea más importante de todas”.

Podríamos pensar que el Consejo Nacional de Economía Productiva y sus 15 motores (Agroalimentario, Farmacéutico, Hidrocarburos, Industrial, etc.) vinieron a sustituirla con creces, pero el caso es que la ciencia y la tecnología (C y T) no aparecen mencionadas allí, excepto la “ciencia militar” en el motor correspondiente. ¿Será que C y T no necesitan un motor especial porque están incorporadas a cada motor? Sería una excelente opción, pero entonces con más razón habría que mantener alguna instancia que coordinara e interrelacionara la investigación y la innovación en las diferentes áreas. El silencio al respecto preocupa.

Se entiende que en lo inmediato muchas acciones productivas no requieren de indagación previa para mejorar, sino que basta con aplicar de modo eficiente procesos e insumos establecidos. Pero pronto la necesidad de no permanecer anclados en lo ya conocido se impone: ¿cómo aprovechar más racionalmente los suelos tropicales? ¿Cómo construir viviendas más ecológicas? ¿De qué manera explotar a fondo nuestras reservas de gas? ¿Qué potenciales medicamentos esconde el bosque amazónico? Para responder estas y muchas otras preguntas debemos recurrir a la investigación. Desde luego, podemos tratar de comprar la que otros realicen, pero si queremos ser independientes también necesitamos desarrollar la nuestra propia: desde la innovación “sobre la marcha” que surge en la fábrica o en la finca, hasta los proyectos a largo plazo y de mayor alcance acometidos en institutos especializados y universidades, incluso junto a centros de otros países de la región. Hace falta inyectar más recursos y mover más iniciativas que estimulen la producción de C y T en Venezuela. Las universidades necesitan ser convocadas y sus investigadoras e investigadores valorados.

Fuente: http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/opinion/aurora-lacueva-productividad-sin-investigacion/

Imagen: http://www.telemetro.com/economia/OCDE-investigacion-desarrollo-aumento-productividad_0_822818369.html

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