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«El Gobierno aprovecha el estado de alarma para acabar con los centros de Educación Especial»

Por: Carlota Fominaya

Las distintas entidades afectadas se quejan del cierre de los colegios de educación especial se está pergeñando en una época en la que nadie puede defender

El vídeo de Mago More sobre el cierre de colegios especiales que no le gustará a Pedro Sánchez

«El Gobierno está aprovechando el confinamiento para acabar con los centros de Educación Especial», afirma Julián Ruiz, presidente de la Asociación Nacional de Centros de Educación Especial (ANCCE). «Quieren traspasar, en 10 años, a todos los alumnos con discapacidad intelectual de los centros especializados a colegios ordinarios», remarcan desde la plataforma Inclusiva sí, Especial También. Esto supondría el cierre de los 477 centros de este tipo que hay en España, donde estudian 37.136 alumnos con necesidades especiales y que suponen el 0,45% del total de la población escolar. De forma paralela, hay 1,89 millones de alumnos con necesidades educativas especiales matriculados en centros ordinarios (el 23,1% de la población escolar), a los que se adapta currículos y métodos de enseñanza.

Las distintas entidades afectadas se quejan de que el cierre de los colegios de educación especial se está pergeñando en una época en la que nadie se puede defender: «Durante este tiempo de confinamiento, concretamente el pasado jueves, 24 de Abril, el Gobierno reactivó la tramitación del Proyecto de Ley de Educación, con el que pretende eliminar los Centros de Educación Especial, para lo que se da un plazo de 10 años. Sorprende que esta tramitación se haya llevado a cabo de espaldas a la opinión pública y estableciendo unos plazos de presentación de enmiendas difíciles de cumplir», señala el presidente de ANCCE.

En efecto, corroboran desde Inclusiva sí, Especial También, «con el agravante que desde la declaración del estado de alarma histórico como el que estamos viviendo en España, el Gobierno ha suspendido los plazos administrativos y procesales, cosa que no ha sucedido con los trámites parlamentarios». Durante las semanas anteriores al estado de alarma, añaden desde esta entidad, «pedimos a la responsable de Educación y Universidades del PSOE, M. Luz Martínez Siejo, la eliminación de la controvertida y polémica disposición adicional cuarta de la Ley. Si Pedro Sánchez ni Pablo Iglesias no querían cerrar los colegios de Educación Especial como venían manifestando públicamente, no tenía ningún sentido dicha disposición. Sin embargo, el texto que se está tramitando sigue incluyendo la Disposición Adicional Cuarta», advierten.

Familias de niños con dificultades y profesionales de la educación Especial ya han manifestado reiteradamente su preocupación y desacuerdo con el cierre de los colegios por una decisión que, «evidentemente no ha sido consultada ni a los padres, ni con los profesionales de los colegios». «¿Cómo va a estudiar en un colegio ordinario mi hijo Lucas, de cuatro años y con síndrome de Down? No son iguales los estímulos que necesita él que los que puedan necesitar sus hermanos mayores, sin esta discapacidad, u otros niños con autismo o con Asperger», se pregunta por ejemplo Luis Rojo, vicepresidente de la plataforma «Inclusiva Sí, Especial También».

Jose María Escudero, presidente de la plataforma Inclusiva sí, Especial También, con su hijo Jaime
Jose María Escudero, presidente de la plataforma Inclusiva sí, Especial También, con su hijo Jaime – ABC

Tampoco sería lo ideal para Jaime, el hijo con autismo de José María Escudero, presidente de esta plataforma. «Jaime estuvo feliz en un colegio ordinario con aula TEA hasta los 6 años y medio. Los niños le querían muchísimo, estaba muy integrado, pero llegó un momento que él no avanzaba al nivel de sus capacidades. En el propio colegio nos recomendaron que para que él pudiera avanzar en función de su capacidades, era mejor que acudiera a un colegio de educación especial. Y así lo hicimos. Muchas veces los padres no lo hacemos por desconocimiento. Se suele pensar que lo normal o lo estándar, es lo mejor para tu hijo. Cuesta mucho dar el paso a la educación especial, pero una vez que estás ahí, dices: «ojalá hubiera ido antes». Porque le cambia la vida al niño, para bien. Encuentras un centro donde se hace un trabajo a medida en función de sus necesidades, no solamente a nivel curricular, sino que también se trabaja la autonomía personal, el autoconocimiento, su bienestar emocional…».

Lo que ocurre es que a menudo, prosigue Escudero, «el tema educativo de estos niños solo se enfoca a nivel curricular. Es decir: si es posible que siga una clase de matemáticas o inglés en un colegio ordinario. Pero para estos alumnos son vitales los aspectos físicos emocionales, sensoriales… Es decir, sentirte integrado o que eres parte de algo. Todo eso te ayuda a desarrollarte, en estos pequeños lo mismo que a los demás o incluso más. Es muy importante que no estén continuamente estresados, con la sensación de que “no llego” o “soy el último de clase”. Eso muchas veces en un colegio ordinario se puede hacer, pero otras muchas veces, no se consigue».

Estos mismos aspectos son los que busca potenciar Alicia, madre de cinco hijos con edades comprendidas entre los 15 y los 6, una de ellas con síndrome de Down. «Para mi son muy importantes los aprendizajes, pero casi lo es más su bienestar emocional y su salud mental. En el caso de mi hija, los primeros años estuvo en un colegio ordinario, pero luego pasó a uno de educación especial, donde no solo está aprendiendo mucho, sino que ha conseguido tener una autoestima alta y sentirse muy acogida y querida entre sus amigos. Para mi es muy importante. Creo que en el colegio anterior, sinceramente, no lo hubiera logrado».

Un sistema educativo que de respuesta global

En cualquier caso, hay algo que esta madre de familia numerosa quiere recalcar: «nosotros no estamos en contra de la educación ordinaria. Ambas modalidades son imprescindibles, pero cada niño necesita una cosa diferente adecuada a su discapacidad, que puede ser una enfermedad rara, un síndrome de Down, autismo, o parálisis cerebral, entre otras muchas. Es muy importante estudiar la situación de cada menor».

El presidente de Inclusiva sí, Especial También, lo corrobora así: «Nosotros lo que decimos siempre es que la discapacidad intelectual es muy diversa, y por eso mismo se necesita un sistema educativo que dé respuesta a todas las necesidades del alumnado. El sistema que tenemos ahora mismo en España es muy amplio, hay educación ordinaria, con aulas TEA, colegios de necesidades especiales... En algunas comunidades autónomas hay educación combinada, que significa que durante un tiempo el menor está en ordinaria y otro en especial… de esa forma se puede dar respuesta. Pero a lo que se tiende con esta Ley es a un sistema único. Mire usted, igual para todos, no es posible, y la que plantea la Ley es un sistema único, sin modalidades de escolarización».

Lo único que estamos pidiendo, concreta Alicia, «es que se quite la disposición adicional cuarta, porque tiene un texto muy ambiguo, y deja la puerta abierta para que nuestros colegios se acaben vaciando tanto de profesores como de alumnos. Si realmente eso no es lo que quiere la ministra de Educación Isabel Celaá – que no hace más que decir que lo que decimos son bulos-, es tan sencillo como quitar esa disposición adicional cuarta, porque estamos en tiempo de enmiendas. Y que ponga por escrito que se van a dotar de recursos ambas modalidades educativas ya que ambas son inclusivas».

«Las decisiones en materia de educación no pueden estar basadas en razones políticas e ideológicas, sino en criterios objetivos y técnicos. Y a todos aquellos menores que necesitan una educación especial les enviamos un mensaje: no los vamos a abandonar», concluye el presidente de ANCEE.

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Unicef dispone de aplicación gratuita para facilitar el aprendizaje de inglés en niños y niñas

Redacción: Agenda Inclusiva

La app, que usa el juego interactivo como método de enseñanza, consta de 10 unidades con 60 rutas de aprendizaje y más de 600 actividades, que incluyen contenidos como colores, números, partes del cuerpo, etcétera. La Unesco estima que en Latinoamérica y el Caribe más de 159 millones de niños se han visto afectados por el cierre de escuelas bajo contexto de la pandemia del coronavirus.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en colaboración con la empresa española Lingokids, dispuso una aplicación para facilitar el aprendizaje de inglés a los niños de Latinoamérica y el Caribe, que han visto interrumpida su enseñanza por la cuarentena.

La app, que se mantendrá gratuita por un periodo de tres meses, está enfocada en niños de entre dos a ocho años. El curso consta de 10 unidades con 60 rutas de aprendizaje y más de 600 actividades, que incluyen contenidos como colores, números, partes del cuerpo, animales, deportes, etcétera.

La aplicación usa el juego interactivo (playlearning) como método de enseñanza y está configurada de manera que el avance del curso se adapta a la propia evolución de cada alumno. Además, dispone de una sección dedicada a los hábitos de higiene, una de las medidas más eficientes para la prevención de la pandemia.

Según los últimos datos de la Unesco, en la región más de 159 millones de niños se han visto afectados por el cierre de escuelas bajo contexto de la pandemia del coronavirus. La cifra representa más del 95% de los estudiantes matriculados.

«Mientras todos los niños y niñas están confinados en casa, es sumamente importante que sigan aprendiendo y jugando, pero sin costo adicional para los padres», dijo el director regional de Unicef para América Latina y el Caribe, Bernt Aasen.

Cómo acceder

Para tener acceso a la aplicación primero debes ingresar al sitio web de Lingokids.

Luego tienes que seguir estos cinco pasos:

1. Entra en https://bit.ly/CUPON-UNICEF
2. Introduce tu código: UNICEF
3. Si ya tienes una cuenta en Lingokids, introduce tu correo electrónico y contraseña. Si no tienes una cuenta en Lingokids, regístrate con un correo electrónico y contraseña.
4. Puedes descargar la app en App Store o en Google Play
5. Inicia sesión con el correo electrónico que has utilizado para registrarte online.

Para hacerlo, clica en "Inicia sesión" (en la esquina superior derecha).

Fuente: https://www.elmostrador.cl/agenda-pais/2020/05/06/unicef-dispone-de-aplicacion-gratuita-para-facilitar-el-aprendizaje-de-ingles-en-ninos-y-ninas/

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Entrevista a Maite Larrauri: «Me escandaliza que abran bares y peluquerías pero no las escuelas»

Entrevista/07 Mayo 2020/Autor: Èlia Pons/eldiariolaeducacion.com

La filósofa valenciana Maite Larrauri nos habla del papel crucial de las mujeres para el sostenimiento de la vida y de las consecuencias que provocará que las escuelas no reabran hasta septiembre. «Está muy bien que los niños puedan dar un paseo, pero no es suficiente. Si se pueden reorganizar otras actividades, ¿por qué no se piensa más en ellos?», cuestiona.

Maite Larrauri es doctora en Filosofía y ha dedicado toda su vida a la docencia de esta materia en institutos de secundaria. Ya jubilada, sigue dedicándose a la divulgación de la filosofía que, dice, «sirve para todo y para nada». Reflexionamos con ella alrededor del cierre de las escuelas hasta septiembre y de cómo puede afectar esto tanto a los niños como a sus familias, debido a la dificultad para la conciliación. «La escuela es una gran parte de la vida de los niños. Y encerrarlos con sus familias es como si la vida pudiera reducirse sólo a ellas», señala. Destaca también que el peso de esta crisis ha caído en las mujeres, que representan un 65% de las personas dedicadas a los servicios esenciales.

El primer día que los niños pudieron salir a la calle vimos imágenes de adultos con niños que no cumplían las medidas de seguridad recomendadas, aunque la mayoría tenían un comportamiento ejemplar. ¿Una crisis como esta potencia la responsabilidad colectiva o los instintos más egoístas?

Creo que las dos cosas. Todo el mundo puede opinar, claro, pero, a veces, el enojo que sientes hace que te creas con derecho de hacer lo que te parezca. Y no se piensa en que hay que ir todos a una. A veces, prima más el individualismo y el egoísmo. Se cree que tener una opinión personal da posibilidad de tomar una actitud personal. Pero luego también hay momentos en que sacamos lo mejor de nosotros mismos. Esto se ha visto con todas las muestras de solidaridad entre vecinos, y se ha puesto de manifiesto que somos capaces de hacer las cosas conjuntamente.

¿Qué quedará de toda esta solidaridad y apoyo mutuo que se está mostrando entre vecinos?

A mí me gustaría que se mantuviera esta solidaridad, pero no sé hasta qué punto sucederá. Las situaciones no son lineales. No creo que haya sólo una dirección. Las situaciones de crisis abren posibilidades para que las cosas vayan a mejor o a peor. Políticamente, el mundo podría ir a peor. En otras grandes crisis hemos visto como ha habido situaciones de autoritarismo y fascismo. Podría ser que con esta crisis también pase. Este país lo sabe muy bien con VOX, que echa leña al fuego para ver si puede inclinar las cosas hacia ese lado.

¿Cree que como individuos y como sociedad saldremos diferentes cuando se supere la pandemia?

Yo creo que sí. No creo que sea algo que se pueda olvidar fácilmente. No ha sido una guerra, por supuesto, pero está siendo una crisis muy importante. No sabemos cuándo terminará y probablemente arrastraremos parte de esta historia durante un año si es que de aquí a un año hay una vacuna. La experiencia será más larga que estos dos meses que han pasado. No es una guerra, una guerra sí que marca a todas las personas de manera irreversible, pero creo que nos dejará una marca profunda. Creo que lo recordaremos, y lo tendremos en cuenta.

¿Cambiará el coronavirus las relaciones sociales?

Realmente con la situación en la que vivimos se nos hará difícil mantener nuestra manera de relacionarnos habitualmente. Aquí somos muy de besos y abrazos. Tendremos que aprender a saludar al estilo japonés, inclinando la cabeza. Me gustaría que cierta parte de esto se recuperara pronto y que se pudiera volver a abrazar a las personas que amas. Pero de momento tendremos que cambiar parte de nuestra conducta habitual.

Un 65% de las personas que se encuentran en primera línea contra el coronavirus, tanto en la sanidad, las residencias o los servicios de limpieza y alimentación, son mujeres. ¿Cómo debemos interpretar este dato?

A mí me parece que durante esta crisis lo que se ha puesto de manifiesto es el lugar central que ocupan las mujeres, pero esto no aparece en las discusiones ni en las tertulias. Se habla de la fragilidad, de los lugares esenciales, que la vida hay que cuidarla, pero no se dice con claridad que el peso de esta crisis lo han llevado las mujeres. Es así. Lo vemos en la televisión, cuando vamos al supermercado… pero una cosa es verlo y otra darse cuenta. Además, esto también corresponde con lo que es la vida, ya que las mujeres sustentan la vida. Me gustaría que esta crisis pusiera de manifiesto la importancia de los cuidados y la centralidad de las mujeres para el sostenimiento de la vida.

Estas tareas son imprescindibles, pero, sin embargo, muchas no disfrutan de unas buenas condiciones laborales y valoración social.

Este es uno de los grandes problemas que arrastra nuestra sociedad. Estos días leo muchos relatos de gente que ha arriesgado sus vidas por 800 euros y que, algunas, incluso, han muerto. Me parece un escándalo. Y ya existía este escándalo. Hay igualdad y dignidad. Los salarios son por jerarquía social y no por la importancia de lo verdaderamente esencial. Y con la crisis económica que vendrá será todavía peor, aumentarán más las distancias entre clases sociales.

Los salarios son por jerarquía social y no por la importancia de lo verdaderamente esencial. Y con la crisis económica que vendrá será todavía peor, aumentarán más las distancias entre clases sociales

¿Cómo ve la situación de la educación en el momento actual?

De lo que es la educación de verdad, creo que nadie habla. Lo que se ha hecho es meter a los niños en casa, y eso se tenía que hacer y no lo discutiré. Después se ha dejado que los niños salieran un rato. Pero el problema de verdad es que la escuela debe poder sobrevivir a esta crisis, debe poder superar todos los problemas que pueda haber. Los niños y niñas no deben ver la escuela como si sólo fuera un lugar donde se imparte currículum. La escuela es una gran parte de su vida y encerrarlos con sus familias es como si la vida pudiera reducirse sólo a ellas. Pero la vida es mucho más rica. La libertad siempre está fuera de casa, no dentro.

En este sentido, daría igual que perdieran el curso desde el punto de vista curricular, qué más da. Lo importante es ir a la escuela, relacionarse con los amigos, tener vida fuera. Yo estoy escandalizada al ver que abrirán bares y peluquerías pero no todavía las escuelas. En Dinamarca, por ejemplo, lo primero que han abierto son las escuelas infantiles, con grupos reducidos de alumnos y con las medidas de protección adecuadas. Aquí también se podría hacer, pero para ello serían necesarios más profesores. Si nos atrevemos a pensar un mundo mejor, sale un mundo mejor.

Que no se reanude la escuela hasta septiembre provocará grandes problemas de conciliación. No se puede trabajar con un niño en casa. Además, en España hay un millón y medio de familias monoparentales, que aún lo tendrán más difícil. Por supuesto que está muy bien que los niños puedan dar un paseo, pero no es suficiente. Si se pueden reorganizar otras actividades, ¿por qué no se piensa más en ellos? Porque desde el punto de vista económico, ni se aumenta ni se disminuye la rentabilidad por el hecho de que una escuela esté cerrada. No es como pensar en los bares. Les parece que esto se puede organizar, pero, por el contrario, no se puede organizar una escuela o un espacio para los niños.

Que no se reanude la escuela hasta septiembre provocará grandes problemas de conciliación. No se puede trabajar con un niño en casa. En España hay un millón y medio de familias monoparentales, que aún lo tendrán más difícil

¿Qué impactos cree que tendrá la crisis del coronavirus en el mundo educativo?

Ojalá tenga impactos. Pero no veo que se haga la reflexión que hay que hacer. En la educación se piensa muy poco, en qué parte juega en la formación y vida de las personas. Las reflexiones revolucionarias que hizo el filósofo John Dewey hace 120 años sirvieron para que algunos movimientos de renovación pedagógica aportaran nuevas maneras de hacer. Pero, en general, se sigue pensando igual, se sigue haciendo lo mismo, la misma clase con el profesor que enseña la materia y ya está. Durante años hemos sido incapaces de repensar la enseñanza. Yo espero que en España haya gente con sentido común, y que no se pase a decir que el único problema es la selectividad.

¿Cree que tendrá un papel más relevante la tecnología y la no presencialidad en la educación?

Sí, puede que lo acabe teniendo. Pero esto no es lo mejor. Es una herramienta que puede resultar útil, pero no es la vida de una escuela. Las escuelas no están sólo para enseñar contenidos, sino para enseñar cómo se vive. Una escuela debe invitar a reflexionar sobre el mundo. Esto no se puede hacer a través de una pantalla ni a distancia.

¿Qué opina de las aplicaciones móvil que siguen los movimientos de la población y permiten realizar un control social para evitar el contagio?

Creo que todo esto es muy peligroso. Pero supongo que debe haber formas de hacerlo democráticamente, y que no se ejerza exactamente el control sino el autocontrol. Depende de dónde se ponga el control. Si va todo con nombre y apellidos y con datos personales puede convertirse en algo muy autoritario y muy poco democrático. Si, por el contrario, tiene que ver con el uso de los medios tecnológicos y la capacidad que podemos tener de informarnos y reaccionar a tiempo ante las cosas, pues fantástico. Yo no sé exactamente de qué manera se podría hacer, pero creo que hay maneras de hacerlo para que no derive en un control autoritario.

¿Hasta donde estamos dispuestos a aceptar renuncias a nuestras libertades a cambio de más seguridad?

Este es un dilema muy importante. Vivimos en sociedades democráticas con muchas garantías de libertad. Claro que quiero que se proteja mi seguridad, pero no que se me impida hacer determinadas cosas. Se me podrá advertir y recomendar, pero no creo que se me tenga que prohibir. La idea de que el gobierno debe amparar mi salud hasta el punto de confinarme por la edad que tengo no me parece bien. Es una especie de paternalismo.

La idea de que el gobierno debe amparar mi salud hasta el punto de confinarme por la edad que tengo no me parece bien. Es una especie de paternalismo

Hemos visto que en muchas grandes ciudades la contaminación ha disminuido drásticamente. ¿Con esta crisis nos concienciaremos más con el tema de la crisis climática?

Ojalá. Habrá que ver si es así con el tiempo. Por ejemplo, si después de esto se fomenta mucho más el transporte público. Por supuesto que la crisis ha puesto de manifiesto aún más la necesidad de cuidar el planeta. Pero tenemos que ver qué cosas estamos dispuestos a cambiar en nuestras vidas. Lo mismo ocurre con los viajes. Todo el mundo está deseando que se pueda volver a viajar como antes. Pues quizás los viajes deberían ser menos, y acostumbrarnos a que no podemos estar viajando tan habitualmente.

Es como cuando lamentamos que haya tanto turismo pero nosotros estamos dispuestos a ir a Katmandú. Pues quizás no hay que ir. Quizás hay que tener un poco de imaginación. Cuando imaginamos un mundo después de esto lo hacemos imaginando parámetros conocidos, imaginamos más de esto y menos de aquello, pero quizás no deben ser parámetros conocidos los que hay que cambiar, sino unos nuevos. Cualquier salida imaginativa me parece un triunfo de la humanidad en su conjunto.

¿Qué retos nos plantea esta crisis como sociedad?

En primer lugar, saber si podemos organizarnos mejor. Si podemos hacer la vida más apacible para todos. Es el mismo reto que me planteaba yo cuando tenía 16 años: ¿se puede hacer un mundo mejor? ¿Se puede organizar mejor? ¿Se puede cambiar el mundo para que seamos más libres? Y que no lo sean no sólo unos cuantos, sino todos. Podría ser un buen momento, por ejemplo, para potenciar la producción nacional y local, no basarnos tanto en las importaciones. El reto es cómo cambiar el mundo, y espero que haya muchos jóvenes que estén dispuestos a pensarlo y a hacerlo. Yo por mi parte haré todo lo que pueda, pero ya tengo 70 años y tampoco podré diseñar lo que vendrá dentro de 50, eso está claro.

Cuando se supere la crisis del coronavirus, ¿volveremos a la situación anterior?

Yo creo que no volveremos a la normalidad anterior. Llegaremos, como se dice, a una nueva normalidad. Pero no en cosas superficiales, como el uso de mascarillas. Me gustaría pensar, por ejemplo, que no volveremos a estos discursos de: «¿tú has estado en Moscú? ¡Pues es preciosa! ¿Y Venecia? ¡Vale la pena!» Si volvemos a estas tonterías, no habremos aprendido nada. No es que esté en contra de hacer un viaje, pero estoy en contra de esta cultura del ocio tonta y superficial y que tiene grandes consecuencias para el planeta. Ojalá no volvamos a eso. Los vuelos baratos están vinculados estrechamente a ello, ya que nos permiten viajar por muy poco dinero a la otra parte de mundo y, por ejemplo, viajar a Nueva York por 400 euros. Este verano quizás aprenderemos a la fuerza, teniendo que ir, como muy lejos, en el pueblo de aquí al lado.

¿La filosofía nos puede ayudar a gestionar mejor esta situación?

La filosofía no ayuda a nada en concreto, pero ayuda en todo. Nos ayuda a pensar, y esto es muy importante. Ayuda a poner en marcha la cabeza para salir de lo evidente, lo que parece que todo el mundo considera tolerable. La filosofía te hace dudar y decir: «pues no, no está tan claro que las cosas tengan que ser así».

Fuente e imagen tomadas de: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/05/07/me-escandaliza-que-abran-bares-y-peluquerias-pero-no-las-escuelas/

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Kenia amplía el cierre de colegios

África/Kenia/30 Abril 2020/elpais.com

La pandemia ha provocado en todo el continente más de 32.000 casos de coronavirus y 1.420 fallecidos. Siguen las medidas de confinamiento

Las cifras de fallecidos y contagios de coronavirus confirmados en el continente africano aumentan lentamente. La realización de tests y la recogida de datos es complicada. La pandemia ha provocado ya en todo el continente africano más de 32.000 casos de coronavirus y 1.420 fallecidos. Los expertos médicos advierten que los frágiles sistemas de salud frágiles de muchos países africanos están en riesgo de verse abrumados si la ola de contagios acaba descontrolándose.

Sudáfrica, con 4.546 casos confirmados el país más afectado, le siguen Egipto (4.534), Marruecos (4.065) y Argelia (3.382) son los países que confirman más contagios. El confinamiento sigue siendo una de las misiones casi imposibles en un continente con millones de viviendas informales. Las ciudades han sido reconocidas como pieza clave para afrontar la covid-19, pero las africanas, con la urbanización más acelerada del mundo, no están recibiendo mucha atención científica o social. Un peligro para todos.

En Sudáfrica el uso de mascarillas de protección será obligatorio a partir del 1 de mayo, cuando comience la desescalada del cuasi imposible confinamiento. Por su parte, Camerún ha decidido excarcelar a sus presos por orden de su presidente, Paul Biya, tras constatar un aumento significativo de los casos de coronavirus en el país, donde ya más de 1.621 casos y 56 fallecidos. El Gobierno de Kenia ha anunciado este domingo que prorroga durante un mes el cierre de colegios a causa del coronavirus, una medida que entrará en vigor el 4 de mayo, cuando se esperaba la reapertura de los centros. Los colegios fueron cerrados a mediados de marzo en el país africano, momento en el que se lanzaron programas para dar clases a través de programas de radio y televisión.

Desde todas partes del mundo llegan iniciativas que tratan de hacer más llevadera esta crisis sanitaria y social. La artista beninesa Angélique Kidjo ha versionado Pata Pata, la melodía que popularizó Miriam Makeba contra el apartheid en Sudáfrica, para transmitir ahora información y esperanza sobre el coronavirus.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/04/25/planeta_futuro/1587798290_299817.html

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Etiopía: Los padres temen por los estudiantes amhara desaparecidos tras el cierre de universidades por la Covid-19

Redacción: Amnesty

Mientras las universidades de Etiopía cierran para evitar la propagación del virus de la COVID-19, Amnistía Internacional pide a las autoridades etíopes que revelen las medidas que han tomado para rescatar a 17 estudiantes amhara de la Universidad Dembi Dolo, en Oromia occidental, secuestrados por individuos no identificados en noviembre de 2019 y que desde entonces se encuentran en paradero desconocido.

La angustia de las familias de los estudiantes se ve acentuada por el cierre del teléfono e Internet puesto en marcha en enero en la región de Oromia occidental, que dificulta aún más sus esfuerzos por obtener información sobre sus seres queridos desaparecidos.

El sentimiento de temor e incertidumbre que se propaga por Etiopía a causa de la COVID-19 agrava la angustia de las familias de estos estudiantes, que están desesperadas por obtener información sobre el paradero de sus seres queridos.
Seif Magango, director adjunto de Amnistía Internacional para África Oriental

“El sentimiento de temor e incertidumbre que se propaga por Etiopía a causa de la COVID-19 agrava la angustia de las familias de estos estudiantes, que están desesperadas por obtener información sobre el paradero de sus seres queridos cuatro meses después de su secuestro”, ha manifestado Seif Magango, director adjunto de Amnistía Internacional para África Oriental.

“La decisión de las autoridades etíopes de cerrar las universidades para proteger la vida de los estudiantes es encomiable, pero también deben emprender acciones igual de concretas para encontrar y rescatar a los 17 estudiantes desaparecidos, para que también ellos puedan reunirse con sus familias.”

Amnistía Internacional ha hablado con varias familias de los estudiantes desaparecidos, que han expresado su creciente desesperación e impotencia ante la falta de noticias de sus hijos. Esta situación se está produciendo pese al anuncio hecho el 31 de enero de 2020 por el primer ministro de Etiopía, Demeke Mekonnen, de que se había formado un grupo especial para encontrar y facilitar el retorno seguro de los estudiantes a sus familias.

La decisión de las autoridades etíopes de cerrar las universidades para proteger la vida de los estudiantes es encomiable, pero también deben emprender acciones igual de concretas para encontrar y rescatar a los 17 estudiantes desaparecidos, para que también ellos puedan reunirse con sus familias.
Seif Magango, director adjunto de Amnistía Internacional para África Oriental

Girmanesh Yeneneh, estudiante de tercer curso de biotecnología, fue una de las que estudiantes secuestradas cuando se dirigía a su casa en noviembre. Su padre, Yeneneh Adunya, dijo a Amnistía Internacional:

“Enviamos a nuestros hijos e hijas a la universidad para que puedan tener un futuro mejor. Ahora no sabemos dónde están o si están vivos. Estamos de luto desde el día que nos dijo que había sido secuestrada; nos dijo que rezáramos y yo, que soy sacerdote, he ido por todas partes rezando. Pero su madre está devastada, y se está volviendo loca, sin que tengamos ni una noticia del gobierno”.

Aunque los presuntos secuestradores inicialmente permitieron a los estudiantes llamar a sus familias y hablar con ellas, ya han pasado más de tres meses desde que las familias tuvieron noticias suyas. La última vez que uno de los estudiantes habló con sus familias fue el 18 de diciembre de 2019.

Todos los servicios de comunicación en Oromia occidental deben restaurarse de inmediato para permitir no sólo que las familias de los estudiantes desaparecidos accedan fácilmente a la información, sino también para que la población acceda a información vital de salud pública sobre la pandemia de COVID-19.
Seif Magango, director adjunto de Amnistía Internacional para África Oriental

“El cierre de las redes y servicios de comunicación en Oromia occidental es una violación inaceptable del derecho de la gente a la información y a la libertad de expresión”, ha manifestado Seif Magango.

“Todos los servicios de comunicación deben restaurarse de inmediato para permitir no sólo que las familias de los estudiantes desaparecidos accedan fácilmente a la información, sino también para que la población acceda a información vital de salud pública sobre la pandemia de COVID-19.”

Los 17 estudiantes fueron secuestrados en diversas fechas en noviembre de 2019 cuando huyeron de los enfrentamientos étnicos fatales entre estudiantes universitarios oromo y amhara.

Uno de los estudiantes, Gebre-Silassie Mola Gebeyehu, dijo a su tío que él y varios estudiantes más habían sido secuestrados el 28 de noviembre por un grupo de jóvenes oromo mientras se dirigían a Gambella, y que a todos los habían llevado a las profundidades de un bosque de la zona.

Fuente: https://www.amnesty.org/es/latest/news/2020/03/ethiopia-parents-fear-for-missing-amhara-students-as-universities-close-over-covid19/

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Un mapa, profesores mensajeros y bonos para que ningún escolar se quede sin comida

Noticia/16 Abril 2020/elpais.com

192 países en todo el mundo han cerrado sus escuelas por la Covid-19, dejando a más del 91% del alumnado sin clase, pero también sin comedor diario. Las agencias internacionales buscan la manera de entregar este alimento esencial a las familias más necesitadas

Hay una escena que ha dejado de repetirse casi de manera simultanea en todo el mundo. En fila india, de uno en uno, un grupo de estudiantes esperaba con su plato y cubiertos para entrar al comedor de la escuela. Era la hora del almuerzo. Esta imagen, a distintos husos horarios, ya no es cotidiana: al menos 192 países en todo el mundo han cerrado sus centros educativos por la Covid-19. Solo las escuelas de Nicaragua, Bielorrusia, Tayikistán y Uzbekistán permanecen abiertas a 13 de abril, según datos oficiales de la Unesco.

Con todas las aulas y comedores cerrados, ¿cómo van a acceder a esta comida diaria los niños más necesitados en los países en desarrollo? El Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas (PMA), junto con la agencia de la ONU para la Infancia (Unicef), y la ayuda de ONG internacionales y locales, tratan de encontrar métodos alternativos y evitar, así, la desnutrición infantil a pesar del cierre escolar.

«Podemos pasar al aprendizaje en línea, pero no a comer en línea». Esta frase demoledora es de Carmen Burbano, directora de Alimentación Escolar del Programa Mundial de Alimentos (PMA), agencia de las Naciones Unidas que desde finales de marzo decidió lanzar un mapa que muestra en tiempo real cómo la pandemia de la Covid-19 está interrumpiendo los almuerzos escolares de los niños y las niñas en todo el mundo. A medida que la crisis del coronavirus se extendía, el número de países que cerraban sus colegios aumentaba y el mapa se teñía de un mismo color.

Más de 368 millones de menores en edad escolar en todo el mundo han dejado de recibir estos productos, según los últimos datos del documento interactivo. El PMA ayuda a 70 países de esta lista a implementar los programas de alimentación en las aulas, normalmente en regiones que son de bajo ingresos y que se sustentan de la cooperación internacional. «Apoyamos a los niños más vulnerables de los países más pobres», señala Burbano.

Más de 368 millones de niños en edad escolar en todo el mundo han dejado de recibir las comidas escolares

Una red de profesores es clave en la entrega a domicilio

¿Cómo se sigue recibiendo la comida escolar, pero ahora en casa? Cada país en desarrollo en el que el PMA está implantado y al que ofrece esta ayuda, unos 12 millones de niños en todo el mundo, tiene una casuística. En Libia, país africano que de momento cuenta con 25 casos de coronavirus, el método a seguir para repartir las raciones será a través de los profesores y los padres de familia, en un acuerdo entre el Gobierno y el organismo. «Se utilizarán los puntos comunitarios ya establecidos para que sea allí donde profesores y padres, que ya se conocen, intercambien la comida», explica Burbano.

WFP Español@WFP_es

“Esta entrega me permitió ver a mis 48 alumnos y su alegría al recibir las raciones de alimentos pues en muchos hogares ni el fogón estaba encendido».
Maestra Dorla Haylock, directora en la región de la Moskitia en 🇭🇳.

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Sin embargo, en otros, como República Democrática del Congo, se distribuirá en la misma escuela y, en este caso, en raciones para dos meses. «Para que así solo tengan que ir y volver una vez cada 30 días», contextualiza la experta. «Como muchos de los profesores han marchado a sus lugares de origen, se repartirá la comida a través de otros, auxiliares y voluntarios», explica Burbano, que añade que se irá llamando a las familias, barrio por barrio, para evitar aglomeraciones, prohibidas en el país desde que se decretase el confinamiento y las reuniones de más de 50 personas.

Otras de las soluciones que plantean las agencias mundiales de cooperación para hacer llegar las comidas escolares es a través de vales con dinero, siempre y cuando las características de cada país lo permitan. «Si cuenta con una red de mercados y tiendas amplia, la forma más eficaz para hacer llegar esta ayuda es a través de tickets con dinero para que la familia pueda hacer uso de ellos y compre los alimentos necesarios. Si no existe, el problema es doble», explica Víctor Aguayo, director del programa de Nutrición de Unicef.

Bonos sociales en América Latina

A diferencia de África, que carece de programas específicos de ayuda y protección social en cada país, América Latina sí cuenta a nivel regional de una manera mucho más extendida, a pesar de las desigualdades, con programas gubernamentales que ayudan a las familias más pobres. «La única institución pública que se encuentra en todos lados en América Latina es la escuela, por eso es el mejor mecanismo para hacer llegar los programas sociales», sentencia Horacio Álvarez, especialista senior de Educación del BID en Panamá.

Cada país, explica, ha establecido su propio método de reparto de comida. Por ejemplo, en Chile las familias más vulnerables pueden ir al colegio a por un menú semanal para sus hijos. «La escuela no es solo el lugar donde irse a educar. También es donde los chicos en riesgo de exclusión social encuentran un espacio protector y es allí donde se alimentan. Cerrada, ¿dónde comen?».

En Argentina y Costa Rica, asegura Burbano, las familias que ya recibían esta comida diaria recibirán un cupón con el dinero el equivalente al almuerzo de sus hijos. «Para aquellas que ya han entrado en esta crisis sanitaria en una situación precaria y tienen trabajos dentro de la economía informal, sin sustento constante o sin trabajo, estas comidas escolares son fundamentales», explica.

Un estudio realizado por el PMA y el Banco Mundial aseguraba que la alimentación escolar transfiere indirectamente el 10% del ingreso mensual de un hogar pobre en países de medios y bajos ingresos. «Precisamente para no agravar la crisis económica en estas familias, entre otras cosas, es por lo que se está estudiando ya cuándo va a ser posible la vuelta a las aulas, que esperamos sea cuanto antes», asegura Burbano.

La nutrición se puede resentir

Uno de los impactos del cierre de centros escolares que más preocupa a todos los expertos, además de la educación, es un agujero en el valor nutricional que aportan estas comidas a los alumnos. «Muchas veces es el único lugar donde comen la fruta y verdura que no tienen en casa», explica Burbano. «Cada almuerzo o merienda supone el 30% del valor nutricional que debe tener un niño», añade. Desde casi el comienzo de la crisis del coronavirus, Unicef ha insistido en cómo los más pequeños se han convertido en «las víctimas invisibles» de la pandemia y el gran impacto que, a medio y largo plazo, puede suponer el cierre de los centros educativos para su salud mental y física.

«La escuela es una fuente de equidad, a todos los niños se les trata igual. No hay distinción de clase social ni de género. Pero en muchas sociedades, incluso en el ámbito del hogar, no siempre es ese el caso: a veces son los últimos en comer y más en situaciones de crisis como esta», asegura Aguayo. No hay últimos en esa fila india que se forma en cada escuela, cada día, a la hora de comer. Y así volverá a ser cuando acabe la pandemia.

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REPARTO DE COMIDA EN LOS ‘SLUMS’ DE VARANASI

Reparto de comida de la ongd Semilla para el Cambio en el 'slum' de Varanasi.
Reparto de comida de la ongd Semilla para el Cambio en el ‘slum’ de Varanasi. S. C.

B. H.

La ongd española Semilla para el Cambio, que trabaja en Varanasi (India), cuenta con dos comedores escolares en los que, cada día, proporcionaban desayuno y comida a los 269 niños que forman parte de su proyecto de Educación. Niños procedentes de comunidades empobrecidas, que viven en los denominados slums, para quienes las dos comidas diarias de estos comedores suponían el principal alimento que recibían al día.

Por esto, Semilla para el Cambio empezó esta pasada semana a distribuir packs de alimentación entre más de 200 familias de los slums, así como de otros barrios desfavorecidos de esta ciudad. «Hemos pasado de ofrecer alimentos al doble de niños de los que hasta ahora atendíamos en nuestros comedores», explica María Bodelón, directora de Semilla.

Con el decreto de confinamiento, estos niños han dejado de tener acceso a los comedores escolares y, por tanto, a una alimentación suficiente y adecuada. Sus familias viven de jornales diarios, que ahora han dejado de percibir con las restricciones a la movilidad, derivadas de la alerta sanitaria por la Covid-19.

No obstante, María Bodelón comenta que los packs alimentarios que están distribuyendo cubren necesidades muy básicas, pero carecen de determinados alimentos para el correcto desarrollo físico y cognitivo de los más pequeños: «Repartimos packs de alimentos no perecederos, que contienen seis kilos de arroz, dos de harina, patatas y lentejas, 200 gramos de soja, medio litro de aceite, galletas y jabones. Las familias, probablemente, puedan comprar verduras, pero no se pueden permitir comprar alimentos como leche, frutas, huevos o carne».

«Una alimentación tan desequilibrada podrá afectar al crecimiento físico y cognitivo de los más pequeños si esto se alarga mucho y hacerlos más débiles y más propensos a ponerse enfermos», explica Bodelón. Unicef estima que en India el 35% de los niños sufren retraso del crecimiento, lo cual provoca daños mentales y físicos irreparables.

Si bien la primera respuesta de India al coronavirus fue bastante controvertida, la región más densamente poblada del mundo decretó el confinamiento el pasado 21 de marzo y tiene, hasta el 13 de abril, más de 9.300 casos positivos y 324 muertos.

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Consecuencias y soluciones sobre el impacto en la educación de la pandemia SARS-COV2

Por: Sergio Martínez Dunstan

El Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud estimó que el pico más alto de la enfermedad ocurrirá en agosto (https://bit.ly/2Rg37Fx). Días después mencionó que la pandemia es inevitable. “La única manera de reducir la transmisión es quedándonos en nuestras casas, de forma masiva” (https://bit.ly/2RdrKTc). Así lo dijo el funcionario federal para dar pie al anuncio de la emergencia sanitaria por causa de fuerza mayor a la epidemia de enfermedad generada por el virus SARS-COV2 (COVID-19) el pasado treinta de marzo (https://bit.ly/39MX01G) declarada por el Consejo de Salubridad General. En consecuencia, la Secretaría de Salud ordenó acciones extraordinarias (https://bit.ly/2JIbXHZ) entre otras la suspensión inmediata de actividades esenciales en los sectores público, privado y social. En concordancia, la Secretaría de Educación Pública (SEP) emitió el Acuerdo Número 06/03/20 (https://bit.ly/34eR8x7) por el que se amplía el periodo por el que se suspenden las clases en las escuelas de educación preescolar, primaria, secundaria, normal y demás para la formación de maestros en educación básica del sistema Educativo Nacional así como aquellas de los tipos medio superior durante el periodo comprendido entre el veintisiete de marzo al treinta de abril.

El gobierno ha reiterado que se busca aplanar la curva de contagio, se pretende ralentizar o frenar el esparcimiento del coronavirus con el propósito de controlar el aumento de casos distribuyéndolos en el tiempo y reducir de esta manera la presión sobre el sistema de salud a fin de evitar su colapso. Se ha reiterado la importancia de estar preparados para una epidemia larga. La parte más intensa todavía no ha llegado. Se estima que pudiera ser a finales de abril o en la primera semana de mayo donde se va a tener la mayor transmisión” (https://bit.ly/2V9kHw7). Aunque nadie sabe a ciencia cierta cuándo se regresará a la normalidad. Por ello, el retorno de los estudiantes a las escuelas es incierto. Es imposible precisar su evolución en nuestro país. Depende de la efectividad de las medidas impuestas a la población, entre otros factores. Es prematuro adelantar si el regreso será en la fecha señalada. Aunque cabe la posibilidad que pueda extenderse más allá del tiempo previsto.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), organismo especializado de la Organización de las Naciones Unidas, le ha dado seguimiento puntual a este asunto (https://bit.ly/2V4jzcZ). Reconoce que el brote del COVID-19 es un problema sanitario de gran magnitud y advierte que también es una crisis para la educación. El 91.3% % de la población estudiantil ha sido perjudicada por el cierre de escuelas. Mas de 1,576 millones de estudiantes se encuentran fuera de ellas. 188 países han sido afectados (https://bit.ly/39LCsGY). Las consecuencias son particularmente graves para los niños desfavorecidos y sus familias (https://bit.ly/3bTtKrz). Cuando las escuelas cierran:

  • Se limitan las oportunidades educativas.
  • Se dificulta el aprendizaje ante la falta de preparación de los padres para la enseñanza a distancia o desde la casa especialmente de aquéllos de instrucción y recursos limitados.
  • Se obstaculiza la continuidad del aprendizaje dado el acceso desigual a las plataformas digitales sobre todo para los alumnos de familias desfavorecidas
  • Se provocan riesgos en el comportamiento y aumenta la influencia de las presiones por parte de los compañeros y el consumo de drogas porque los padres abandonan recurrentemente a sus hijos por irse a trabajar.
  • Se aumentan las probabilidades de que los padres de familia se ausenten de sus labores para el cuidado de sus hijos lo que ocasionaría la pérdida de salario y perjudicar la productividad.
  • Se eleva la incidencia en el sistema de salud porque numerosos profesionales se ausentarían de los centros sanitarios para dedicarse al cuidado de sus hijos.
  • Se incrementan las tasas de abandono escolar porque es muy difícil lograr que los niños y jóvenes regresen a las escuelas y permanezcan cuando vuelvan a abrirse. Es algo que puede ocurrir en particular tras cierres prolongados.

Se advierte también la necesidad de mitigar el impacto inmediato para las comunidades más vulnerables y desfavorecidas. Aunado a lo anterior, se comparten diez recomendaciones para planificar las soluciones (https://bit.ly/2RdWF1V) con el objetivo de garantizar la continuidad de aprendizaje durante ese periodo mediante la modalidad a distancia.

  1. Examinar el estado de preparación y escoger los instrumentos más pertinentes, el uso de las soluciones tecnológicas, en función de la infraestructura eléctrica, del acceso a internet así como las competencias digitales de los docentes y de los alumnos.
  2. Garantizar la inclusión para el acceso de los alumnos principlamente de los discapacitados o los que provienen de ingresos bajos.
  3. Proteger la privacidad y la seguridad de los datos de los alumnos.
  4. Aplicar soluciones antes de impartir la enseñanza intentando con ello responder a los problemas psicosociales a la que los alumnos pueden verse confrontados en situaciones de aislamiento.
  5. Planificar previamente el desarrollo determinando si el programa debe centrarse en la enseñanza de nuevos conocimientos o el reforzamiento de los conocimientos ya adquiridos. Organizar los calendarios, el nivel de enseñanza, las necesidades de los alumnos, la disponibilidad de los padres. Escoger los métodos pedagógicos adecuados evitando los que requieren una comunicación presencial.
  6. Proporcionar apoyo a los docentes y alumnos en cuanto a la utilización de las herramientas digitales incluso a los padres de familia en caso de que requieran un seguimiento y acompañamiento.
  7. Combinar los enfoques así como limitar la cantidad de aplicaciones.
  8. Establecer las reglas y retroalimentar a los alumnos a lo largo del proceso.
  9. Definir el tiempo de duración de las unidades de aprendizaje acorde con el nivel de autorregulación y de las aptitudes metacognitivas de los alumnos.
  10. Crear comunidades de docentes, padres y directores de escuelas a fin de favorecer los vínculos sociales para combatir los sentimiento de soledad o sufrimiento del alumno y facilitar los intercambios de experiencias.

De igual manera, se sugieren algunas soluciones tecnológicas (https://bit.ly/2Rd1I2E): recursos para brindar apoyo psicosocial, sistemas de gestión de aprendizaje digital, sistemas diseñados para usar en teléfonos móviles básicos, sistemas con fuerte funcionalidad fuera de linea, plataformas masivas de curso abierto en línea (MOOC), contenido de aprendizaje autodirigido, aplicaciones de lectura móvil, plataformas de colaboración que admiten la comunicación de video en vivo, herramientas para que los maestros produzcan contenido de aprendizaje digital, repositorios externos de soluciones de aprendizaje a distancia

También da cuenta de las plataformas nacionales que utilizan los diversos países en el mundo. (https://bit.ly/34pLY1H). Por ejemplo, México:

Aprende 2.0 (https://bit.ly/3dYrVvw) a través de la cual se busca promover el uso de las TIC para fomentar el desarrollo de habilidades digitales.

Aprende en casa por TV y en línea (https://bit.ly/2weKri2) con el contenido de educación preescolar, primaria, secundaria basado en los planes de estudio.

Libros de texto (https://bit.ly/2Rhyn71) en versiones digitales para apoyar el aprendizaje en el hogar.

TELEsecundaria (https://bit.ly/34dCh6h) para estudiantes de secundaria en áreas rurales del país.

La emergencia sanitaria fue inesperada como también lo fue la suspensión de las actividades en las escuelas. Faltó tiempo para planear y proyectar. Lo peor está por venir y seguirá afectando la educación de la niñez sobre todo de aquellos grupos poblacionales en situación de vulnerabilidad. Está en riesgo su derecho a la educación. La UNESCO impulsa una Coalición para la Educación. Convoca a construir una propuesta inclusiva y equitativa para ayudar a los países a garantizar la continuidad de la educación para todos. El noble propósito me impulsó a divulgarlo. El buen juez por su casa empieza.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/consecuencias-y-soluciones-sobre-el-impacto-en-la-educacion-de-la-pandemia-sars-cov2/

Imagen: https://www.shutterstock.com/image-photo/teleworking-widespread-during-coronavirus-period-1675243270?irgwc=1&utm_medium=Affiliate&utm_campaign=Pixabay+GmbH&utm_source=44814&utm_term=https%3A%2F%2Fpixabay.com%2Fimages%2Fsearch%2Fconfinamiento%2520educativo%2F

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