Otras cualidades como ser más responsables, ser más sociables o traer amigos a casa con mayor frecuencia también aumentan cuando se tiene la casa más limpia y recogida
Tal y como afirmaba el reciente estudio “Limpieza y felicidad” realizado por una consultora independiente para la compañía española Las 3 Brujas, a mayor limpieza en el hogar, mayor felicidad. Sin embargo, este mismo estudio corrobora que la limpieza y el orden en casa benefician de forma específica a los más pequeños en aspectos tan importantes como ser más responsables, ser más sociables e, incluso, a obtener mejores notas en el colegio.
Precisamente, ahora que comienza el curso escolar, es importante destacar que, en los hogares más limpios, los hijos sacan mejores notas. Así, si bien un 38% de los encuestados declara que sus hijos btienen “Muy buenos resultados”, en los hogares “Muy limpios” el porcentaje sube 24 puntos, situándose en un 62%.
De igual manera, mantener la casa más limpia también implica una mayor predisposición a recibir clases de forma telemática. De hecho, casi una cuarta parte de los hijos/as españoles se ha sentido muy a gusto dando clases desde casa, una cantidad que sube hasta el 43% en los hogares “Muy limpios”.
Otras de las cualidades en las que la limpieza en el hogar tiene un efecto positivo son la responsabilidad y la sociabilidad de los más pequeños. De esta manera, un 27% y un 44% declara que sus hijos son “Muy responsables” y “Muy sociables”, respectivamente, pero en los hogares “Muy limpios” el porcentaje se dispara, subiendo hasta el 53% y el 67%, en cada uno de los casos.
Por último, tener un hogar libre de suciedad aumenta la frecuencia con la que los hijos traen amigos a casa. En concreto, casi 4 de cada 10 encuestados declara que a sus hijos “Les gusta mucho traer amigos a casa”, mientras que en aquellas casas “Muy limpias” el porcentaje sube hasta casi el 60%.
Y es que tener el hogar sin suciedad tiene muchos beneficios, entre los que destaca por encima de todos que es un buen ejemplo para los niños (95%). De igual manera, el 90% de los españoles también se enorgullece de tener su casa limpia, al 88% los anima a invitar a sus seres queridos e incluso el 80% considera que ayuda a los niños en sus estudios.
El teletrabajo
El informe también destaca que tener la casa limpia no solo es beneficioso para los estudios de los niños, sino también para aquellas personas que teletrabajan. De esta forma, si bien el 37% se siente “Muy a gusto” teletrabajando en casa, el porcentaje sube hasta el 56% en los hogares que están “Muy limpios” y al 42% en aquellos que limpian más semanalmente (+10h).
Con respecto a la productividad, el teletrabajo se impone. De hecho, hay un empate (37% ambos) entre quienes piensan que se es más productivo en casa y quienes creen que, directamente, no hay diferencia de productividad entre casa y la oficina. El empate se reproduce en los distintos segmentos sociodemográficos, pero sí que varía el peso de quienes creen que en la oficina se es más productivo (25%). En concreto, desciende hasta el 22% entre las mujeres y sube al 29% entre quienes no tienen hijos.
Reflejo del bienestar emocional
Tal y como demuestra el estudio cuando a uno le preguntan qué es lo que le aporta tener la casa limpia y ordenada, la mayoría de los españoles afirma que es más cómodo (71%), seguido de relajante (59%), feliz (37%) y en cuarta posición, seguro (29%). A tenor de estos resultados, no es de extrañar, por tanto, que los españoles se sientan más tristes, más solos y tengan más estrés a medida que disminuye el nivel de limpieza en el hogar.
Fuente de la información e imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-80-por-ciento-espanoles-considera-tener-hogar-limpio-ayuda-ninos-estudios-202109030122_noticia.html
Entrevista a Nora Rodríguez, fundadora de Happy Schools Institute (Neurociencias y educación para la Paz), apunta las cuatro señales que hay que dectar para saber si tu hijo lo esta sufriendo.
¿Los niños y jóvenes naturalizan el bullying aun en el aprendizaje online? Es por eso de que «ocurrió toda la vida»…
No, los alumnos no quieren el bullying, ellos no saben cómo empieza ni saben cómo pararlo. Hay que enseñarles la importancia de prevenirlo y estrategias fáciles para resolverlo. El problema es que los adultos no tienen herramientas eficientes para prevenir. Por otra parte, los estudios demuestran que hoy en los colegios sólo se paran alrededor del 4% de los casos. Así que es fundamental partir de la base de que en todos los colegios hay bullying. Hoy es necesario partir de ahí, más que esperar a resolver lo que va apareciendo.
Entonces, ¿por dónde empezamos?
Es necesario entender que se trata de un desequilibrio de poder real o imaginario, en el que un niño o un grupo más poderoso intimida a uno que es poderoso donde todos los alumnos acaban psicológica y emocionalmente dañados, a corto y largo plazo. Ahora bien, es posible darle la vuelta con un programa intensivo, que ponga el foco en la inteligencia social de todo el grupo, con estrategias que estén en sintonía con el cerebro. Con el programa LAZOS cambiamos la cultura escolar potenciando el desarrollo humano. Como un Erasmus infantil para activar la resiliencia en las aulas desde las aptitudes que nos hacen más humanos. De hecho LAZOS es el acrónimo de Liderazgo educativo y estrategias antiullying para docentes, Amabilidad y competencias basadas en el cerebro social, Zonas amigables con 22 desafíos para potenciar fortalezas e inteligencia social de los alumnos, Oportunidades de aprendizaje para ser mejores, Solidaridad y aprendizaje de servicio. Los alumnos en este programa integral son los encargados de mantener la cultura escolar amigable con profesores mentores.
Usted se refiere también al bullying online, ¿cómo podemos reconocerlo?
-Se niegan a participar de las clases on line con cámara encendida,
-Se muestran ansiosos antes de entrar a la sala, están pendientes del teléfono,
-Manifiestan que se ríen de él o ella cada vez que habla ante todos,
-Están pendientes de lo que puedan opinar de ellos,
-Hay un aumento de comportamientos nerviosos
-Hay quejas físicas frecuentes, como dolores de cabeza o de estómago, particularmente antes del inicio de las clases,
-Se muestra retraído o pensativo, más que de costumbre,
-Se autocritica, está pendiente de su imagen.
Si bien algunos adultos consideran los comportamientos de acoso como una parte inevitable del crecimiento. En algunas de mis investigaciones de terreno, ya en el 2004, cuestionaba esa suposición. Se han detectado síntomas de estrés postraumático en alumnos que sólo miraban situaciones continuadas de violencia en las aulas hasta pasados diez años del evento.
Fuente e imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-bullying-entorno-line-como-reconocerlo-casa-202105080138_noticia.html
Según los expertos, estudiar en el mismo colegio tiene grandes beneficios en la educación y desarrollo de los alumnos tanto académicamente como a nivel personal.
Cada vez son más las familias que optan por que sus hijos vivan toda su etapa educativa, desde Infantil hasta Bachillerato, en un mismo centro escolar. Además de la comodidad que puede suponer para ellos, estudiar en el mismo colegio tiene grandes beneficios en la educación y desarrollo de los alumnos tanto académicamente como a nivel personal. A continuación, os dejamos algunas de las principales ventajas que, según el British School of Valencia, tiene el vivir toda la etapa escolar en un mismo centro educativo.
Sentimiento de pertenencia. Estudiar desde Infantil hasta Bachillerato en un mismo centro escolar, ayuda a que se cree una relación muy especial entre los alumnos y el colegio convirtiéndose prácticamente en su segundo hogar durante más de diez años. Esto puede ser muy positivo ya que contribuye a que los alumnos no pierdan la motivación y las ganas de ir al colegio para continuar aprendiendo pues lo sienten como suyo.
Relación de confianza con el profesorado. El hecho de permanecer en un mismo colegio a lo largo de toda su vida académica permite que los alumnos tengan la oportunidad de conocer a prácticamente todos los profesores, aunque no les hayan dado clase. De este modo, empezar un nuevo ciclo académico no supone un cambio tan brusco y hace más llevadera la transición de una etapa de aprendizaje a la siguiente.
Acompañar en el desarrollo completo del alumno. Los colegios que ofrecen todas las etapas educativas en su proyecto educativo, como es el caso de BSV, tienen la oportunidad de vivir el paso de sus alumnos de niños a jóvenes adultos. De este modo, no ofrecen únicamente educación en conocimientos, tanto prácticos como teóricos desde pequeños, también les dotan con herramientas que van a favorecer su desarrollo integral como personas contribuyendo además a que el profesor se convierta en un guía en ese crecimiento personal de sus alumnos.
Amistades duraderas. Entablar relaciones de amistad puede ser una tarea complicada para algunos niños. El hecho de no conocer puede suponer un desafío para los alumnos a medida que van creciendo y más si a lo largo de ese camino educativo su vida está marcada por cambios de colegio. A estas edades, el vínculo que se establece entre compañeros puede llegar a convertirse en una amistad fuerte y duradera que marcará sus primeros años tanto en el plano académico como en el personal. Es importante que los niños tengan la oportunidad de crear estos vínculos afectivos, marcados por la confianza y el compañerismo para así poder crecer en materia de bienestar.
Fuente e imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-importante-ninos-vivan-toda-etapa-escolar-mismo-centro-educativo-202104090103_noticia.html
Los progenitores están acudiendo a los centros educativos con la orden que publicó este lunes la Consejería de Educación y Juventud de la Comunidad de Madrid, que asegura que en Educación Primaria la mascarilla «no es obligatoria siempre que se esté con el grupo estable de convivencia»
La orden que publicó este lunes la Comunidad de Madrid está enfrentando a familias y colegios. Los centros educativos, desbordados ante las medidas que están teniendo que tomar por la pandemia, desde hace dos días tienen un nuevo frente abierto con padres y madres por lo que consideran un error de la administración.
La clave está en la orden 2162/2020, de 14 de septiembre que publicó este lunes la Consejería de Educación y Juventud de la Comunidad de Madrid por la que se establecen las medidas que han de adoptar los centros docentes para la organización del curso 2020-2021 en relación con la crisis sanitaria provocada por la COVID-19. Con este documento en mano están asistiendo algunos progenitores a los colegios de sus hijos para hablar con el centro e informar de que su pequeño no tiene por qué llevar mascarilla.
Según consta en la página 50 del documento, en Educación Primaria la mascarilla «no es obligatoria siempre que se esté con el grupo estable de convivencia». Sin embargo, especifica que sí hay que llevarla si se está «fuera del grupo estable de convivencia» y «si no se puede mantener una distancia interpersonal superior a 1,5 metros».
Fruto de esta situación, algunos progenitores se están quejando en el colegio de sus hijos y no entienden que los menores tenga que llevar mascarilla cuando la ordena recién publicada por la Comunidad de Madrid dice lo contrario.
Además, el documento también especifica que para los profesionales en contacto directo con el alumnado, el «uso de mascarilla (es) voluntario cuando esté con el grupo de convivencia» en los cursos de Infantil y Primaria «y uso obligatorio fuera del grupo cuando no se pueda mantener distancia interpersonal superior a 1,5 metros. Para el resto de profesionales, uso obligatorio de mascarilla si no se puede mantener distancia interpersonal superior a 1,5 metros».
Los más llamativo de todo, y que pasa desapercibido para muchos progenitores, es que en las páginas 38 y 49 de la orden se dice justamente lo contrario a lo anteriormente descrito: «El uso de mascarilla será obligatorio para todas las personas a partir de los seis años, independientemente de la observancia de la distancia de seguridad interpersonal». Todo ello está provocando un caos entre familias y centros escolares.
Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-coronavirus-madrid-mascarilla-primaria-deja-obligatoria-normativa-madrid-confunde-padres-y-colegios-202009231018_noticia.html
Tras el precipitado final de la presencialidad en colegios y universidades del pasado curso y su rápida transformación para continuar de manera online con el confinamiento, ahora los centros de educación superior se enfrentan al reto de adaptar sus estudios e instalaciones a la «nueva normalidad».
Hace unas semanas, la Universidad de Cambridge anunciaba que mantendrá la enseñanza online y a distancia durante el próximo curso, dejando de lado las clases presenciales. Ante la incertidumbre legislativa y social, esta puede ser previsiblemente una situación que pueda darse en muchas universidades e incluso colegios con la llegada del mes de septiembre. En España, casi todas las universidades apostarán el próximo curso por la enseñanza mixta, aunque teniendo muy presente un Plan B que permita seguir el ritmo de las clases desde cualquier escenario, incluida la opción de un confinamiento.
El «transformative learning» de ESIC
En el caso del ESIC, el Decano del Área de Grado, Segundo Huarte explica a ABC en qué consiste el «transformative learning», que busca «crear un aprendizaje basado en la práctica empresarial, la innovación, la auto exigencia y el trabajo en equipo». En este caso, se trata de un entrenamiento que combina la presencialidad en remoto con la física. En el caso de esta escuela, habrá semanas en que los alumnos tengan asistencia física al aula con otras alternas en remoto. Eso sí, tanto los que se encuentren de forma física en ESIC como los que no compartirán un horario de clases de forma síncrona.
En palabras de Segundo Huarte, este nuevo método «se inspira en las nuevas formas de relacionarse, vivir y trabajar, rompiendo con los modelos tradicionales de enseñanza. Esta metodología transforma el aula y el campus en espacios infinitos que unan lo mejor de los dos mundos: las últimas tecnologías y el contacto personal». En cuanto a la relación de las empresas, buscan «combinar habilidades personales y profesionales formando al alumnado para la empleabilidad, y más importante aún, para la aprendibilidad».
Para lanzar el Transformative Learning les ha servido de ayuda la experiencia previa de estos meses de cuarentena. «Durante la crisis sanitaria, en ESIC pusimos en marcha un formato presencial en remoto, de forma síncrona con los horarios habituales», y los resultados son más que halagüeños para sus alumnos, cuenta Segundo Huarte. «No solo han asistido a las clases, sino que incluso lo han hecho en mayor medida que en el formato tradicional, y además han estado más concentrados. Todo ello ha implicado una mejor tasa de rendimiento». Para los exámenes, eso sí, los exámenes seguirán siendo presenciales aunque «no cambiarán las piezas de evaluación continua, pues figuran en la memoria de Verificación del Título».
El CEU San Pablo se equipa
En la Universidad CEU San Pablo, según cuenta su rectora, Rosa Visiedo, se están buscando fórmulas para poder ofrecer el próximo curso formación presencial o a distancia en cualquiera de los escenarios posibles. «Somos una universidad presencial, por eso siempre que las medias sanitarias lo permitan impartiremos clase con presencia física en el campus, pero tendremos en cuenta las circunstancias de los estudiantes, nacionales o internacionales, que por tener su residencia habitual lejos del campus puedan tener problemas de movilidad o de incorporación en las fechas previstas en el calendario», cuenta.
Para ello, desde esta universidad plantean el curso con una «doble presencialidad» que permite al estudiante ir a clase al campus y también conectarse en directo con el aula. Así, «podrá combinar entre presencia física en el campus y presencia digital en directo. La presencia digital interactiva es una de las novedades de este modelo», comenta Rosa Visiedo. La Universidad está equipando sus aulas con el sistema HyFlex, una tecnología multicámara que permite desarrollar sesiones en las que los estudiantes que están en el aula pueden interactuar con los que participan en directo desde casa y todos ellos con el profesor que está impartiendo la clase. Según cuenta su rectora, todos los profesores han recibido ya formación y entrenamiento para que las sesiones sean lo más dinámicas posibles.
En el caso de la Universidad CEU San Pablo, la pandemia ha acelerado su transformación digital, tanto en docencia como en servicios. «En 48 horas pasamos de una enseñanza presencial a una formación online con las mismas garantías para nuestros alumnos. Ese salto se pudo realizar gracias a la anticipación, a la formación de nuestro profesorado y a las alianzas estratégicas con empresas tecnológicas líderes como Google, Microsoft, Amazon, Blackboard o SAS, entre otras», informa Rosa Visiedo. Además, está trabajando también en la implantación del Mostrador Digital, un servicio online operado a través de Teams que permite a los estudiantes realizar los trámites administrativos con las distintas áreas y servicios de la Universidad a través de videollamadas.
Para el final del curso pasado, en esta universidad utilizaron una herramienta de vigilancia remota llamada Respondus LockDown Browser, una tecnología ‘proctoring’ que lleva a cabo un completo proceso de identificación del estudiante con la finalidad de poder garantizar la integridad y legitimidad académica de las pruebas de evaluación y exámenes. Para el próximo curso se procurará la presencialidad con carácter general, también para los exámenes finales que, cumpliendo con las distancias de seguridad, permitan garantizar la evaluación de los estudiantes, según informa su rectora.
En otras universidades
La Universidad Carlos III de Madrid cada estudiante de grado recibirá el 50% de sus horas de clase de forma presencial en el campus y el resto se impartirán de forma online síncrona en el horario previsto en directo, para permitir la interacción del docente con el alumnado. Además, según informan, la programación de las distintas asignaturas estará preparada para el paso a un modelo 100% online síncrono en caso de que se decrete una nueva suspensión de la actividad docente presencial.
Por su parte, en la web de inicio de la Universidad Complutense de Madrid, aparece un gran aviso: «Todavía no se sabe con certeza cómo será el comienzo del curso 2020-2021, pero los estudiantes internacionales de la UCM deben tomar decisiones antes del verano y, para ayudar, en la medida de lo posible, a tomar esa decisión, lo que puede decirse es que es intención de la UCM que el comienzo de curso se haga con normalidad. La información se mantendrá actualizada en la web de la Oficina de Relaciones Internacionales. Sin embargo, tanto los estudiantes Erasmus o por movilidad, a los que se haya propuesto para incorporarse a la UCM, como sus instituciones de origen, serán informados de cualquier novedad mediante correo electrónico. Los estudiantes visitantes deberán asimismo seguir la información relativa al centro en el que hayan elegido estudiar».
LaUniversidad de Sevilla informa en un comunicado que la suya es «una institución presencial de educación superior y confirma su voluntad de seguir siéndolo en el futuro. Las herramientas digitales de enseñanza y los procedimientos virtuales de aprendizaje son considerados especialmente valiosos como complementos modernos y eficaces para la mejora de la docencia, pero no se consideran autosuficientes para llevar a cabo, sin merma del servicio prestado, una completa sustitución de los métodos de enseñanza presencial. La Universidad de Sevilla reafirma así su naturaleza eminentemente presencial en el convencimiento de que las relaciones que se entablan en el seno de la universidad aportan un valor importante en el ejercicio de las funciones de creación y transmisión del conocimiento». A pesar de ello, prevé distintos escenarios según avance la pandemia por el país, previendo incluso turnos rotatorios entre el alumnado.
Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-entre-presencialidad-internet-encaran-nuevo-curso-centros-ensenanza-superior-202008030121_noticia.html
El colegio, como lo conocíamos, ha muerto. Nos enfrentamos ahora a una dinámica donde, bíblicamente, el colegio está donde esté el estudiante.
Esto ha traído más de una discusión al respecto y un enfrentamiento nunca antes visto entre padres y profesores. Ante la perspectiva de lo que podría ser una verdadera catástrofe, no todo está perdido, pero es necesario comprender el complejo panorama que acompaña esta “nueva normalidad”.
En este sentido, seamos críticos. Somos un país de papel. No solamente en la expresión metafórica, sino también en la práctica diaria: tenemos bibliotecas enteras imposibles de encontrar en versión digital, presentamos documentos impresos, escaneados y con múltiples copias hasta para pagar la luz en el banco, vanagloriamos los títulos impresos en paredes y consultorios y no confiamos nuestro dinero a “máquinas y tarjetas” sino que preferimos guardarlo debajo del colchón. Puede parecer gracioso y seguramente muchos de ustedes ya son usuarios bancarios online y tienen títulos de cursos, talleres y seminarios guardados en PDF, pero pregunten a sus padres, a sus tíos e incluso a muchos amigos de su edad y dense cuenta de que nuestra dependencia del papel, de lo impreso, de lo físico, es aún bastante grande.
Entonces, un país criado para llegar a casa y mostrar los cuadernos a la familia, acostumbrado a pedir firmas en los exámenes escritos, a guardar hasta la última carpeta de hace cinco años “por si acaso” y a archivar libretas hasta la universidad, se ve hoy obligado a prescindir del lugar del papel. ¿Qué significa esto, cómo se lo trata y quiénes son parte del cambio?
Entonces, un país criado para llegar a casa y mostrar los cuadernos a la familia, acostumbrado a pedir firmas en los exámenes escritos, a guardar hasta la última carpeta de hace cinco años “por si acaso” y a archivar libretas hasta la universidad, se ve hoy obligado a prescindir del lugar del papel. ¿Qué significa esto, cómo se lo trata y quiénes son parte del cambio?
¿Vocación?
Admito, como seguramente todos, que he tenido muchos profesores en el colegio que eran verdaderos maestros. Dedicados, motivadores, preocupados más allá de su labor en el crecimiento personal de sus estudiantes; pero también, lamentablemente, he tenido profesores “de cheque”, los que se preocupaban más por llegar a fin de mes y hacían el mínimo esfuerzo por enseñar su materia.
De esos hay cientos, los que nos han hecho odiar las matemáticas, lenguaje e, incluso, clases artísticas como la música. La falta de vocación es un mal en el ámbito educativo. Nunca voy a olvidar, años atrás, cuando en la televisión un periodista preguntó a uno de los miles de postulantes que hacían fila en la Normal Superior de Formación de Maestros “Simón Bolívar” por qué quería ser profesor y sin dudarlo ni un segundo éste dijo “porque al salir hay trabajo seguro”. No fue la excepción: a su alrededor, al menos 30 asintieron y estuvieron de acuerdo con esa razón. El periodista continuó recorriendo la fila y, para sorpresa mía, la respuesta se repitió numerosas veces con exactamente dos excepciones que dijeron querer ser maestros desde siempre.
Nunca voy a olvidar, años atrás, cuando en la televisión un periodista preguntó a uno de los miles de postulantes que hacían fila en la Normal Superior de Formación de Maestros “Simón Bolívar” por qué quería ser profesor y sin dudarlo ni un segundo éste dijo “porque al salir hay trabajo seguro”
Evidentemente, conseguir trabajo es una razón válida para escoger una carrera y nadie estudia para morirse de hambre, pero no puede ser la única razón y menos aún cuando se trata de la carrera que forma a todas las demás carreras, la carrera que se encarga de los futuros presidentes, médicos, artistas, periodistas y un largo etcétera.
Jugando a la escuelita
El primer paso de nuestra educación es el grado inicial. Esa segunda casa donde descubrimos a los primeros amigos y donde confundimos “mamá” y “profesora” todo el tiempo. Todas las familias tienen guardado un álbum fotográfico de esta etapa; disfrazados para actos cívicos, con la primera amiguita, el primer día de clases. Mamás llorando en la puerta, papás defendiendo a sus niños cuando otro los empuja, abuelitas orgullosas viendo a sus retoños. El mundo de la educación inicial no es para cualquiera, en definitiva, no solamente porque son un montón de niños pequeños cada uno con necesidades emocionales y afectivas únicas, sino porque se trata del primer punto de partida para una educación de 12 años. Un mal profesor en inicial puede hacer la diferencia.
Esa segunda casa donde descubrimos a los primeros amigos y donde confundimos “mamá” y “profesora” todo el tiempo.
Y me doy cuenta de que muchas veces no le prestamos la atención necesaria a este grado, pero luego, piénsenlo bien: la mayoría de las falencias de aprendizaje (mala letra, poca atención, cero consciencia del espacio, falta de pensamiento lógico – matemático, etc.) vienen de una deficiente educación inicial y quizás sea ésta la razón por la que los jardines de infantes son los establecimientos más costosos de la educación escolar. No sean injustos, esos profesores lo merecen. Si hay que tener vocación para enseñar cualquier cosa, aún más para enseñar a niños tan pequeños.
Laura Rivera, la “profe Laurita”, como le dicen sus niños, es una de esas maestras de vocación. Con doce años de experiencia en el grado inicial, para ella estar ahí tiene sentido, “cuando jugaba de niña, yo siempre era la maestra. Sentaba a mis muñecas y a mis hermanos menores frente a mi y les enseñaba todo. Al salir de colegio fue la decisión lógica”. Por sus aulas han pasado bachilleres que al terminar su formación la recuerdan con cariño, también ha tenido la fortuna de ser maestra de sus dos hijos y varios sobrinos. “Me encanta escuchar las anécdotas, las explicaciones y la lógica de los niños. Es mágico”. Laurita ha escuchado decir “mamá” más veces que muchas madres y hoy su trabajo rinde frutos cuando ve a sus estudiantes en grados superiores y recuerda que ha sido parte importante de su formación.
Una materia difícil
Los profesores que quedan en el recuerdo siempre son dos: los peores y los mejores. Los peores nos causan gracia, viéndolo en retrospectiva, porque nos recuerdan el martirio que fue nuestro paso por el colegio y cómo, finalmente, lo vencimos; y los mejores son los que nos causan una profunda nostalgia de esa época a la que ya no podremos regresar. En este caso, recuerdo al mejor profesor de matemáticas que tuve. Fue entre octavo y primero de secundaria o lo que hoy son segundo y tercero de secundaria. El profe nos repartía el primer día de clases de cada trimestre unas tarjetitas verdes con casillas para las firmas y espacios para las notas de examen. Decidió implementar tres modalidades: individuales, por parejas y en grupos. Para nosotros era una maravillosa novedad tener la chance de tomar un examen de matemáticas en grupo y entender que una materia exacta también podía dar lugar al debate, al trabajo colaborativo y a la participación de todos. Fueron los mejores exámenes. Para mí, que siempre le tuve un profundo rechazo a los números, tener la posibilidad de compartir el examen con quienes sabían un poco más y ayudar a quienes sabían algo menos que yo, era la oportunidad de apreciar la materia de una forma que nunca había creído posible.
Los profesores que quedan en el recuerdo siempre son dos: los peores y los mejores. Los peores nos causan gracia, viéndolo en retrospectiva, porque nos recuerdan el martirio que fue nuestro paso por el colegio y cómo, finalmente, lo vencimos; y los mejores son los que nos causan una profunda nostalgia de esa época a la que ya no podremos regresar.
Y si de materias difíciles se trata, otro profesor muy especial, Víctor Hugo, sabe de lo que está hablando, aunque su plan nunca fue la educación. “Mi plan era poner una empresa privada y de pronto, mientras tenía un trabajo de oficina, comencé a enseñar a mis sobrinos en casa y me di cuenta de que me podía conectar con ellos, entender su mentalidad, comprender cómo se sentían y lo que pensaban al aprender.” La clave de Víctor Hugo es ponerse del otro lado, su objetivo principal no es la educación escolarizada, ni ser parte de un plantel docente escolar, aunque en este momento lo es, su motivación es “ayudar a chicos y chicas que no han encontrado lo que buscan, que no han sido comprendidos en las matemáticas”. Es así que Vico, como lo llaman con cariño, no se limita a los programas escolares, sino a transmitir que las matemáticas son parte de la vida y es importante integrarlas en nuestra cotidianidad.
Víctor recuerda una de sus mejores experiencias al respecto, para él no es algo extraño convertir su casa en un aula y lo ha hecho con estudiantes particulares, pero hay una satisfacción que supera a todas, “recuerdo a una niña que tenía dificultades de aprendizaje, pero sus padres no lo aceptaban, aunque yo estaba seguro. Decidí tomar las riendas y enseñarle de otra manera, lejos de lo tradicional. Dos años de trabajo sin descanso ni vacaciones y estuvo segura para ir al colegio sin miedo a que se rían de ella, sin miedo a no poder hacer frente a lo que venga”. Ese tipo de profesores son los que la educación online requiere, aquellos dispuesto a salir de los márgenes convencionales e ir más allá.
Sin aulas ni límites
Lo que la educación online requiere es que los profesores comprendan que no sólo nos estamos enfrentando a una nueva realidad a nivel de soporte, sino que nos estamos enfrentando a un nuevo mundo que requiere nuevas formas de enseñar y, sobre todo, nuevos conocimientos.
Nuestro retraso en la educación online no se debe únicamente a la falta de acceso a las herramientas tecnológicas, sino más bien a la falta de propuestas y políticas que nos permitan una educación integral, realista y futurista. El colegio es hoy, sí, pero los niños que se forman en las aulas van a ser profesionales mañana, con conocimientos y necesidades que los maestros deben ser capaces de prever y con políticas institucionales que nos permitan comprender la particularidad del país en que vivimos y el lugar que ocupamos en el mundo.
Lo que la educación online requiere es que los profesores comprendan que no sólo nos estamos enfrentando a una nueva realidad a nivel de soporte, sino que nos estamos enfrentando a un nuevo mundo que requiere nuevas formas de enseñar y, sobre todo, nuevos conocimientos.
Que en pleno 2020 nuestro país no reconozca la educación en casa, (homeschool), que no existan reglamentos asentados para la educación virtual y no se tengan competencias claras y al alcance de todos para que cada quien pueda ver la mejor manera de enseñar, es un insulto a la educación como tal.
Evidentemente hay muchas personas que han tenido la suerte de recibir una formación mucho más acorde a nuestros tiempos, pero se trata de excepciones que no son la realidad de nuestro país. Aprender a cuidar a los animales, a cultivar, leer obras literarias de calidad, recibir formación artística seria y profesional son los grandes ganchos de algunos colegios, y más allá de comprender que sí hay un grupo de profesores, familias y estudiantes tratando de pensar en una nueva educación, esto nos habla de lo mal que está nuestro sistema, pues estos no deberían ser conocimientos privilegiados, sino parte de un currículo básico para todos.
Para ejemplos basta ver pequeños videos que hasta se comparten en redes sociales y están al alcance sin mucho esfuerzo. Hay países que han comprendido que enseñarle a un niño de 5 años a limpiar su lugar de trabajo, a servirse su propia comida, a decidir cuándo y dónde aprender sin necesidad de aulas cerradas y uniformes es igual de importante, o incluso más, que enseñarle el Himno de su país, los colores de su bandera y los héroes de guerra. En resumen, hay países que han comprendido que la educación no sólo implica una acumulación de conceptos teóricos o prácticos, sino que supone antes que todo la enseñanza de un modelo de vida comunitaria que nos permita crecer empáticos y sensibles a las realidades del mundo.
La educación boliviana necesita comprender que una carpeta llena no es sinónimo de aprendizaje, que desfilar un 6 de Agosto no es muestra de patriotismo y que conocer las fechas de cada batalla de la Independencia no significa apreciar nuestra historia. Pero también necesita comprender que es igual de importante conocer nuestra cultura como la de otros países, porque solo viendo las similitudes y diferencias podemos crear identidad y reconocernos en nuestras propias prácticas culturales.
Mi hermana y yo hicimos el colegio en casa
Personalmente, me cuento en el grupo con suerte, pero no por el privilegio de haber estado en un colegio con opciones más diversas, sino por el privilegio de tener la mamá que tengo. Ma, para mí, Yani, para el resto de quienes la conocen, se dio cuenta de que la educación formal en los colegios de Bolivia no era lo que quería para sus hijas y vio que la educación que sí la convencía no estaba al alcance de sus bolsillos. Entonces decidió tomar las riendas del asunto. Aunque yo hice la mayor parte del colegio de manera “regular”, fue mi hermana la más privilegiada pues recibió doce años de educación en casa (con asistencias intermitentes al colegio para “obtener las libretas”) y es quizás uno de los primeros ejemplos de este caso en nuestro país.
La idea de educación de mi mamá es precisamente la idea que se necesita ahora: educar para la vida, para la realidad, para el nuevo orden. Después de muchos años, ha decidido llevar su experiencia a las aulas y hoy son afortunados los pequeños de primer curso de primaria que la tienen junto a ellos.
La idea de educación de mi mamá es precisamente la idea que se necesita ahora: educar para la vida, para la realidad, para el nuevo orden.
Dejar de pensar la educación como una serie de materias separadas es una base de la Ley Avelino Siñani – Elizardo Pérez, pero no es una base de la formación de maestros, por lo que ¿cómo la aplican? Jugar, jugar y jugar ha sido siempre la consigna de la educación en mi casa. Entender que al cocinar no solamente estamos preparando comida, sino también estudiando física, biología, matemáticas y lenguaje; entender que el deporte es base fundamental de la educación y que de nada sirve saber las tablas de multiplicar si un niño no es capaz de decir “por favor” y “gracias”; entender que es tan importante conocer las partes del cuerpo humano como los pasos para cultivar papa, porque de eso nos alimentamos cada día.
Jugar, jugar y jugar ha sido siempre la consigna de la educación en mi casa. Entender que al cocinar no solamente estamos preparando comida, sino también estudiando física, biología, matemáticas y lenguaje…
Una educación que no empieza a las 08:00 y acaba con el timbre de salida, sino que supone cada aspecto de nuestro diario vivir. Esa es la educación que Bolivia se merece.
Siguiendo pasos
No sé si puedo contarme entre las buenas profesoras o la que los niños van a recordar, pero sí sé que cada día hago mi mejor esfuerzo para que los niños y niñas a mi cargo se emocionen tanto por aprender como por cada aspecto de la vida. Precisamente de eso debería tratar esta época: de desear saber más para no tener miedo, comprender más para poder estar preparados y discernir la información para no caer en los errores de otros.
Los niños son inteligentes, son fuertes y, sobre todo, son los maestros de la vida por naturaleza. En ningún lado se aprende más que estando cerca de los niños. Por eso enseñarles no debería suponer una vista vertical, sino una constante retroalimentación. Yo enseño a multiplicar, ellos enseñan a perdonar, yo enseño las partes de la oración, ellos enseñan la honestidad. Juntos aprendemos.
Los niños son inteligentes, son fuertes y, sobre todo, son los maestros de la vida por naturaleza. En ningún lado se aprende más que estando cerca de los niños.
Para los padres
Comprendo a los padres que hoy gritan y vociferan que los profesores no hacen nada, lo comprendo porque sé a qué estamos acostumbrados como país, entiendo que la única educación que conocen los padres es la que ellos mismos recibieron y el nuevo modelo vino como balde de agua fría en pleno invierno. Sé y he visto malos profesores, los hay a montones en cada colegio sin importar qué tan bueno sea en general. Como en todas las profesiones, hay malos profesionales. Pero también hay los buenos maestros, aquellos como Laurita que han convertido su sala en un aula donde canta, baila, se disfraza y sonríe cada día a sus estudiantes, aunque también tenga que batallar aprendiendo a manejar las herramientas digitales. Piensen en ella cuya formación se basa “en el arte manual”. La educación inicial “es sobre todo manual, aprender a cortar, pegar, agarrar el lápiz, etc.”, dice Laurita, que ahora no puede estar al lado de sus estudiantes con la paciencia, experiencia y conocimientos que tiene para ayudar a cada uno de sus pequeños.
Piensen en Víctor que a pesar de la distancia encuentra la manera de animar a sus estudiantes, de levantarlos cada mañana y de estar siempre dispuesto a contestar dudas.
Maestros como ustedes mismos, que sin saber bien lo que hacen, están dispuestos a ayudar más de lo que ya hacen normalmente; todo por sus hijos. Permítanles a los profesores equivocarse, permítanles a sus hijos fallar, no aprender todo lo que deberían, pero aprender sobre la vida que nos está dando una lección dura. Permítanle a la educación boliviana entrar a una época que no es un gusto, sino un derecho.
Permítanles a los profesores equivocarse, permítanles a sus hijos fallar, no aprender todo lo que deberían, pero aprender sobre la vida que nos está dando una lección dura. Permítanle a la educación boliviana entrar a una época que no es un gusto, sino un derecho.
Para los profesores
Extiendan media hora más su trabajo y busquen, averigüen, pregunten. Comprendan que la realidad al otro lado de la pantalla no es la mismo para todos, comprendan que si no logran enseñar todo lo que decía su plan, pero logran contener a esos niños, niñas y jóvenes, ya están haciendo su trabajo. Si llegaron aquí por un trabajo seguro, entiendan que el niño al que no le den la atención necesaria hoy, puede ser el doctor mediocre que no los atienda bien mañana. Si llegaron aquí por vocación, continúen reinventándose para sacar a este país del papel y ponerlo en el mundo, a través de lo digital.
El día que murió el colegio fue el día que entendimos que la educación no está entre cuatro paredes, sino en el intercambio entre nosotros.
Mar Buendía no nació aquí, pero es nomás collita. Fan de la salteña sin aceituna, las películas de terror, Cerati y Friends, la serie noventera. García Márquez es su Dios.
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Fuente de la reseña: https://www.paginasiete.bo/rascacielos/2020/6/7/el-dia-que-murio-el-colegio-educacion-online-en-un-pais-de-papel-257684.html#
América del Sur/Colombia/17-05-2020/Autor(a) y Fuente: www.elespectador.com
La ministra de Educación anunció este miércoles dos líneas de crédito para las instituciones educativas y los padres de familia. Dirigida a la educación superior, por otra parte, se dispuso alternativas de crédito desde Findeter y el Fondo Nacional de Garantías y un apoyo para el pago de matrículas.
La emergencia por el nuevo coronavirus ha afectado los bolsillos de los colombianos. La situación ha detonado una lluvia de peticiones, reclamos y faltas frente al tema del sostenimiento, financiación y costo de matrículas de jardínes, colegios y universidades por parte de padres de familia, instituciones y estudiantes. Es por eso que este miércoles, en medio de una transmisión presidencial, la ministra de Educación Maria Victoria Angulo ha anunciado una serie de alivios financieros amasados en compañía del Ministerio de Hacienda con el fin de apoyar la educación nacional.
Se trata de medidas para apoyar los distintos niveles de educación. Para los jardines y colegios privados, el ministerio dispuso una línea de crédito que «permitirá cubrir hasta el 90 % de la nómina, con un respaldo de la nación del 80 %, un periodo de gracia de 6 meses, y un plazo de pago entre 12 y 36 meses». Para este, la cartera destinó un billón de pesos. Asimismo, se creó un Fondo Solidario para la Educación dirigido para a los padres de familia también quienes podrán acceder a una línea de crédito para el pago de pensiones de jardines y colegios privados.
Dentro de los alivios también están incluidas las instituciones de educación superior. Para ellas, se dispone una línea de crédito por 1.5 billones con garantía del 80 % del Fondo Nacional de Garantías. También, para aquellas instituciones privadas, una nueva línea de credito de Findeter por $200.000 millones. Dirigidas a los estudiantes, por su parte, el Gobierno dispuso $97.000 millones para apoyar las matrículas de estudiantes universitarios de estratos 1 y 2 y otros $650 mil millones para aquellos beneficiarios del programa Generación E.
A través del presidente de Icetex, el Gobierno anunció una ampliación del Plan de Alivios anterior en cuanto a tiempo. Se trata de la «disminución de intereses al IPC a todos los estudiantes de estratos 1, 2 y 3, que tengan un crédito educativo vigente y estudien en el 2020-2.» y un «período de gracia hasta diciembre de 2020. Este beneficio se podrá tomar simultáneamente con el de reducción de intereses. Se pasará de 35.000 beneficiarios actuales a 66.000». Otros alivios ya previstos continúan activos, la amortización de pagos que consiste en dividir en más tiempo la deuda ha sido acogida por 24.000 estudiantes. Otra es que ya no necesita codeudor para acceder a un crédito, 16.000 cupos adicionales están disponibles.
Fuente e Imagen: https://www.elespectador.com/noticias/educacion/gobierno-anuncio-nuevos-alivios-financieros-para-colegios-universidades-y-jardines-articulo-919386
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