Costa Rica / 5 de noviembre de 2017 / Autor: Vicerrectoría de Docencia UCR / Fuente: Youtube
Competencias Educativas
España – Aragón: Por una escuela global
España – Aragón / 1 de noviembre de 2017 / Autor: P. o. G. / l. g. a. / Fuente: El Periódico de Aragón
La construcción de una sociedad que promueva la justicia, los derechos humanos y los modos de vida sostenibles empieza desde la escuela. De ahí la importancia de integrar la Educación para la Ciudadanía Global (EpCG) en los programas educativos; para facilitar la adquisición de estos valores y competencias y así fortalecer la participación de los alumnos y de la comunidad educativa, en la construcción de un mundo más justo y equitativo.
En este contexto, y con la necesidad de institucionalizar la EpCG como punto de partida, surge la iniciativa de un proyecto europeo Global Schools: para integrar la educación para la ciudadanía global en Educación Primaria.
El proyecto está conformado por un consorcio de 10 países de la Unión Europea, liderado por la Provincia Autónoma di Trento (Italia), y se viene implementado a través de 17 entidades públicas y de la sociedad civil. Actualmente se encuentra en su tercer y último año de ejecución.
En el caso de España, se implementa a través de la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ), con el apoyo de diferentes instituciones y oenegés de desarrollo, como son la Diputación General Aragón, la Cátedra de Cooperación para el Desarrollo de la Universidad de Zaragoza, el Ayuntamiento de Zaragoza, Fapar y la Federación Aragonesa de Solidaridad (FAS), entre otros.
El proyecto se desarrolla principalmente, en base a tres ejes estratégicos de acción: el político, el técnico y el social.
En el plano político, se busca impulsar la EpCG como una prioridad dentro de las políticas y estrategias locales y nacionales, proporcionando las pautas y el material educativo a las escuelas.
A nivel técnico, se pretende fortalecer las capacidades de los docentes y crear un sistema de formación de homólogos, asegurando así un efecto cascada de la formación proporcionada.
En el plano social, la misión del proyecto educativo es desarrollar las actividades de concienciación para fortalecer el trabajo de los profesores en clase y proporcionar oportunidades concretas para los estudiantes, maestros y padres para convertirse en promotores de la EpCG.
Actualmente, los diferentes sistemas educativos de los diez países de la Unión Europea partícipes en la acción, no incluyen específicamente en el currículo oficial de Educación Primaria la Educación para la Ciudadanía Global.
A pesar de que las competencias de educación están divididas entre el Gobierno central y las comunidades autónomas, la Educación para la Ciudadanía Global no está contemplada en ninguno de los planes educativos de los dos niveles territoriales.
En el caso de Aragón, actualmente se está desarrollando una Estrategia Aragonesa de Educación para el Desarrollo y la Ciudadanía Global que pretende establecer los marcos de coordinación sobre el tema entre los diferentes actores (Gobierno de Aragón, diputaciones provinciales, oenegés, universidad, agentes educativos, medios de comunicación y movimientos sociales).
En la implementación de este proyecto en la provincia de Zaragoza se destaca tanto la importancia de la tarea a realizar para cumplir con los objetivos del proyecto europeo, como del propio proceso para crear dinámicas comunitarias que confluyan en un trabajo en red entre los distintos actores que participan en el proyecto.
Fuente de la Noticia:
http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/espacio3/escuela-global_1238928.html
Experiencia de educación alternativa boliviana es reconocida como ejemplo en foro mundial
Bolivia / 29 de octubre de 2017 / Autor: La Paz / Fuente: El País Online
El viceministro de Educación Alternativa, Noel Aguirre, informó que la experiencia y los avances de la educación alternativa boliviana fueron reconocidos como un ejemplo internacional en el Foro de la Sociedad Civil «Educación 2030: Del compromiso a la acción» que se realizó en la ciudad de Suwon, en Corea del Sur.
La educación alternativa establece estrategias para la formación de personas adultas, alfabetización, post alfabetización y certificación de competencias, entre otros.
En el foro participaron representantes de cientos de organizaciones educativas de todos los continentes del mundo, precisa un boletín institucional.
Aguirre expuso el «Rol el Estado y la sociedad civil en en el desarrollo de la educación de personas jóvenes y adultas», charla en la que compartió los logros de Bolivia en el ámbito de la Educación de Jóvenes y Adultas (EPJA) a partir de la decisión de constituir en política de Estado y otorgar plena institucionalidad a ese ámbito del Sistema Educativo boliviano.
Además, hizo conocer parte del contenido de la Declaración de La Paz «Por una educación para el Vivir Bien, donde nadie quede atrás», suscrita en el 8vo. Encuentro Internacional de Educación Alternativa y Especial en Bolivia, en julio del presente año, puntualiza el boletín de prensa.
El foro trabajó en grupos regionales: África, Región Árabe, Asia Pacífico, Europa y Norteamérica, y América Latina y el Caribe y redactó un documento de recomendaciones para la Conferencia Mundial de Revisión de Medio Término de CONFINTEA 6, que se realizará entre el 25 y 27 de este mes en la misma ciudad coreana.
La Conferencia Mundial de Revisión de Medio Término de CONFINTEA 6 representa una oportunidad para evaluar los logros y desafíos en la obtención de los derechos a la educación de los jóvenes y adultos para el aprendizaje y la educación permanente.
El Foro de Corea estableció que «El objetivo de Desarrollo Sostenible 4 (SDG 4), acordado por las Naciones Unidas en 2015, se centra en el aprendizaje a los largo de la vida; pero la educación de adultos es el eslabón más débil de esa cadena, especialmente en términos de financiación. Para la plena realización del SDG 4, y de hecho de todas las SDGs, es necesario discutir qué tipo de aprendizaje a lo largo de la vida necesitará ser promovido y avanzado», subraya el documento.
Fuente de la Noticia:
http://www.elpaisonline.com/index.php/2013-01-15-14-16-26/nacional/item/271475-experiencia-de-educacion-alternativa-boliviana-es-reconocida-como-ejemplo-en-foro-mundial
El puzzle de la equidad educativa
España / 15 de octubre de 2017 / Autor: José Saturnino Martínez García / Fuente: Agenda Pública
Nuestro sistema educativo es razonablemente equitativo desde el punto de vista de las competencias. Las diferencias entre alumnado son relativamente bajas (desviación típica), los de bajo origen social logra un nivel bueno (resiliencia), el nivel socioeconómico y cultural de la familia influye, pero menos que en los países de nuestro entorno, y frente a lo que se asevera de forma insistente, el nivel promedio está en línea con los países de la OCDE, especialmente si corregimos por nuestro atraso cultural.
De estos datos (puede consultarse una amplia base de datos sobre la influencia de los factores socioeconómicos y culturales sobre el rendimiento escolar en este barómetro del Observatori Social la Caixa), me gustaría destacar tres cuestiones. Por un lado, la equidad observada se debe a que el alumnado de bajo origen social obtiene resultados más altos que en el promedio internacional, mientras que el alumnado de alto origen social, obtiene malos resultados (cuando hablamos de alto origen social no hablamos del 1% más rico, sino de familias con progenitores universitarios). ¿Por qué nuestros jóvenes de orígenes populares son buenos en competencias pero los de alto origen social son malos? No lo sabemos a ciencia cierta, solo cabe aventurar hipótesis no comprobadas, como el escaso valor de la cultura entre nuestras clases medio-altas. La segunda cuestión a destacar es que la crisis más intensa de la economía española desde la Guerra Civil apenas les ha hecho mella, a pesar de que la inversión por estudiante ha disminuido un 25%, la renta de las familias un 10% y somos de los países de la OCDE en que más ha crecido la desigualdad económica. Quizá porque sus efectos se noten en un plazo más largo. Pero lo cierto es que entre quienes ya se han escolarizado durante la crisis, tampoco se nota. Da la sensación de que la lógica educativa, en el ámbito de las competencias, es más robusta a los embates económicos de lo que creíamos, posiblemente debido a las inercias de la vida escolar (el profesorado no trata peor al alumnado cuando le recortan el salario), o a que las competencias no se forman principalmente en la escuela, como sostiene Julio Carabaña. Y en tercer lugar, estos indicadores nos ponen cerca de países nórdicos, como Dinamarca, que en materia económica y social, sin embargo, es mucho más igualitaria que nuestro país. Todos estos datos ponen en cuestión mucho de lo que creíamos saber sobre la relación entre economía y educación, al menos desde el punto de vista de las competencias.
Pero las competencias son solo una parte de lo que se evalúa en el sistema educativo. Además, se evalúan contenidos (currículum) y aptitudes, como el orden, la obediencia, la motivación, la perseverancia, etc. Todas estas dimensiones se resumen en un solo indicador: el título educativo.Lograr un título guarda una relación compleja con las crisis. Por un lado, familia y Estado, son más pobres, lo cual influye negativamente. Pero por otro, el aumento del paro hace los estudios más atractivos, sobre todo en países como España con amplia oferta de educación post-obligatoria gratuita o subsidiada. Incluso el importante incremento de las matrículas universitarias, se transforma en una cifra asumible de unos 30€ al mes, prohibitiva para algunas familias (un 5% de los jóvenes declara no estudiar por problemas económicos), pero no para la mayoría, al punto que ha aumentado el dinero que las familias dedican a educación, a pesar de la disminución de la renta. El efecto del paro gana al empobrecimiento, por lo que el fracaso escolar ha llegado a los niveles más bajos de nuestra historia. Desde el punto de vista de la igualdad de oportunidades, ha habido un aumento de la desigualdad, debido a que el 5% más pobre ha empeorado su logro académico.
Por último, me gustaría destacar el peor indicador de equidad del sistema español: la repetición de curso. Por un lado, la repetición es anormalmente alta en España, hasta el punto de que los jóvenes que no repiten tienen un promedio de competencias claramente superior a la media internacional, lo que quiere decir que muchos estudiantes que repiten en España, no lo harían si viviesen en otros países desarrollados. Pero además, durante la crisis ha aumentado el peso de la influencia socioeconómica y cultural de las familias en la repetición de curso, de forma que si dos estudiantes tienen el mismo nivel de competencias, las posibilidades de repetir del de origen popular quintuplican al de origen alto. Esta desigualdad se ve agravada por la rigidez de nuestro sistema educativo, pues el paso a la educación post-obligatoria exige acabar la ESO (aunque esto ha cambiado tímidamente con la FP Básica), a diferencia de los países de nuestro entorno. Por ejemplo, para acceder a la FP Dual en Alemania no obligatorio el título equivalente.
Este artículo resume en líneas generales los principales resultados del libro del mismo autor “La equidad y la educación” (La Catarata, 2017), que es un resultado del Proyecto INCASI, que ha recibido fondos dl proyecto 2020 de la UE (Marie Skłodowska-Curie GA No 691004), coordinado por Dr. Pedro López-Roldán.
Artículo realizado con la colaboración del Observatorio Social de “la Caixa”
Fuente del Artículo:
http://agendapublica.elperiodico.com/puzzle-la-equidad-educativa/
Las pruebas de selectividad y el sistema educativo de Guinea Ecuatorial
Guinea Ecuatorial / 15 de octubre de 2017 / Autor: José Eugenio Nsue / Fuente: África Fundación Sur
Guinea Ecuatorial es el único país del mundo donde se cumple escrupulosamente lo dicho por Jorge Manrique en las Coplas a la muerte de su padre en todos sus extremos:
“Cuán presto se va el plazer,
cómo, después de lo acordado, da dolor;
cómo, a nuestro parescer,
cualquier tiempo passado fue mejor “.
Se mire por donde se mire, no hay ninguna sola institución en el país que haya conocido una mejora, una evolución, un desarrollo desde nuestro acceso a la independencia.
La semana pasada era la falta de luz en casi todo el territorio nacional; un problema crónico que nadie ha sabido solucionar; la sanidad está hecha unos zorros, abandonada, descuidada; más que solucionar los problemas de salud de los ciudadanos, se ha convertido en un foco de contagio de todas las enfermedades; Las administraciones públicas, putrefactas por el nivel de corrupción y la cleptocracia que se ha instalado en ellas amén de la ineficacia e inoperancia; no hay un sólo sector que puede ser la excepción a la regla impuesta por la saga de los NGUEMA: “cuento más robes, más vales para ocupar mejores puestos en el país “.
La educación es otra de las instituciones que se ha dejado en manos de Dios o del demonio en Guinea Ecuatorial.
Es curioso que en el corto periodo de la autonomía de la que gozó el país antes de la independencia entre 1963 y 1968, cuando por fin se pudo permitir que los indígenas podían estudiar en igualdad de condiciones que los hijos de los colonos; muchísimos padres aprovecharon para mandar a sus hijos e hijas en las escuelas rurales que eran dirigidas por el profesorado nativo (más bien eran maestros auxiliares que, comparándolos con los doctores actuales, fueron más eficaces y eficientes incomparablemente), y en los dos institutos que había en aquel entonces: uno en Santa Isabel (Cardenal Cisneros) y otro en Bata (La Salle); a parte de los seminarios Menor de Nkue – Micomiseng y Mayor en Banapá – Santa Isabel. En ese periodo, los hispano guineanos (Guinea seguía siendo una parte de España, la madre patria) demostraron que querían estudiar, podían estudiar y sabían estudiar. Fruto de ello son los innumerables guineanos mayores de 55 años que obtuvieron títulos universitarios y han sido y son auténticos profesionales en su materia tanto en Guinea aunque muchos han sido asesinados tanto por el anterior dictador como por el actual, y otros que han muerto por disgustos de ver sus esperanzas truncadas (por citar algunos: Dr Rafael María NZE ABUY, Dr Elías MAHO SICACHA, Dr Nicolás ABESO, Saturnino IBONGO, Daniel MBA NDEMESOGO, Constantino OCHA’A NVE, Esteban ESONO, Felipe HINESTROSA IKAKA etc); otros tantos siguen vivos dentro y fuera de Guinea: Donato NDONGO-BIYOGO, Eugenio NCOGO, Francisco ELA ABEME, Dr Justo BOLEKIA, Dr Amalio BUAKI, Severo MOTO NSA, Gabriel MOTO NSA, Celestino OKENVE, Monseñor Juan MATOGO OYANA, P. Luis Maria ONDO MAYÉ, P. Pedro NCOGO EYI, etc. Esa generación habla el español divinamente como su lengua oficial (dato a tener en cuenta). Tras el golpe de Estado de 1979, después de los once terribles años de la primera dictadura de los NGUEMA, donde se habían cerrado las iglesias y las escuelas se convirtieron en la fábrica de analfabetos e individuos embrutecidos que lo único adquirían era cómo chivar a los propios padres, cómo vomitar improperios y demás exabruptos contra el imperialismo español, contra Franco y contra todos los colonos; además de exclamar “Vivas a Macías ” (lo que se llamaba entonces: “proclamar Consignas”, que se hacían en fang; uno de los dialectos nacionales que se impuso al resto de las etnias); también era lugar para aprender artes marciales (la famosa MASIVA).
Las distintas órdenes religiosas (Claretianos, Maristas, Salesianos, Concepcionistas, etc), se involucraron para volver a dar importancia a la enseñanza y la educación en valores en Guinea. Junto con la cooperación española entre 1979 finales y 1992, la calidad de enseñanza en Guinea Ecuatorial volvió a rozar los niveles de la autonomía a pesar de las carencias materiales de todo tipo. Los profesores que llegaron todos de España, religiosos y laicos, fueron todos cualificados; el que menos, era un diplomado universitario de verdad; vinieron con ganas de enseñar y de recuperar el tiempo perdido.
Los que tuvimos la dicha de estudiar en aquel momento podemos dar fe de ello; tanto es así que las revalidas elemental y superior así como las pruebas de madurez o selectividad venían de la Universidad Complutense ya que Guinea pertenecía al distrito universitario de Madrid; y eran controladas, supervisadas y corregidas por los catedráticos de la misma Universidad. Y, a pesar de carecer casi de base de la enseñanza primaria por los años perdidos de la primera dictadura, el número de aprobados en dichas pruebas siempre estaba por encima del 60% de los examinados. Eso hizo que hubiera muchísimos paisanos que, por una beca, por el esfuerzo familiar o por aventura, pudieron salir a estudiar fuera del país en España, Francia, Alemania, Inglaterra o en los EEUU; y una inmensa mayoría de nosotros pudimos sacar nuestras carreras con solvencia y no sin mucho, muchísimo sacrificio (estos son los actuales cuadros académicos, ¿intelectuales? del país de entre 32 y 55 años aunque estemos desparramados por todo el orbe); y seguimos hablando el español como nuestro idioma oficial.
¿Qué ha pasado con la educación y la enseñanza en Guinea Ecuatorial tras la ruptura de la cooperación con España?
En el año 1992 más o menos y como siempre, la banda de los humanoides que malgobierna el país al ver que, a pesar de todos los obstáculos que ponía el régimen a través de sus ministros vulgos de educación de impedir que los jóvenes guineanos no siguieran formándose humana y académicamente para no ser críticos con el sistema dictatorial imperante así como las fechorías que ya se venían cometiendo; querían que la juventud siguiera como antaño; entonces, Obiang y su manada de lobos decidieron expulsar la cooperación española y a quitarles a los religiosos de la FERE (Federación Española de Religiosos de la Enseñanza) las competencias educativas. Desde entonces, la enseñanza y la educación en Guinea Ecuatorial han pasado de guatamala y a guatapeor. No hay una sola escuela pública construida desde hace más de 38 años; tal como lo reitera Andrés ESONO ONDO de CPDS, “Obiang y los suyos no han construido ni un solo Instituto nuevo, ni una sola escuela pública nueva ni en Malabo ni en Bata ni en ningún distrito del territorio nacional en cuarenta años; en cambio han llenado el país de cuarteles y prisiones” como si estuviéramos en Afganistán o Correa del Norte. Los que se llaman ahí “profesores” son, probablemente, los peores pagados y su figura es el hazmerreír de todos los funcionarios de la administración guineoecuatoriana aunque, por otra parte, muchos de ellos no se sabe dónde sacaron los títulos que dicen poseer y en qué universidades habían estudiado. El ridículo es tal que muchos “profesores” que dicen haber estudiado en Ucrania, Rusia, Ghana, China o en Papúa nueva Guinea no saben en qué idioma dar las clases porque no saben hablar ellos mismos el español; los propios alumnos son los que les dicen cómo se llaman las cosas; otros que habiendo estudiado Derecho o Económica o Medicina o Admon y Finanzas, etc en Occidente, al volver al y no encontrar un trabajo se ponen a dar clases como un mal menor sin ningún interés ni ganas de aportar algo sino como un pasatiempo.
Por otra parte, basta por repasar la larga lista de personajes que el rey de Akoakam ha ido nombrando ministros de educación para darse cuenta de que “nemo dat quod non habet” (nadie da lo que no tiene). Me diréis qué se puede esperar de Isidoro EYI MONSUY, Lucas NGUEMA ESONO, Pascual OBAMA ASUE… como ministros de ¡¡¿educación?!! Todos han fracasado absolutamente como en todas las demás políticas de esa banda. Hasta personas con cierta solvencia intelectual como lo fueron Cristóbal MAÑANA, Constantino OCHA’A NVE o Antonio Fernando NVE NGÚ, puestos al servicio de esa manada de analfabetos, también sucumbieron. Nunca Obiang ha querido destinar fondos para la modernización e innovación académica en el país; las aulas de clases, a parte de obsoletas y vetustas, carecen de una mínima comodidad; están masificadas (hay más de 50 alumnos en una aula que en el peor de los casos sólo cabrían 15 ó 20 alumnos; un verdadero disparate); los pocos centros educativos del país no disponen siquiera de sanitarios, ni asientos y mesas suficientes y adecuados, ni pizarras algo decentes y si hablamos de proyectores y pizarras digitales, bibliotecas, canchas deportivas para practicar deportes, un verdadero sueño irrealizable con estos al frente del país.
El caso del actual ministro, el tal José ENGONGA NDONG es el colmo.
Un personaje que está hundiendo aún más la mal llamada Educación y Enseñanza en el país; con él de ministro el país está cosechando los peores resultados académicos jamás vistos en todo el mundo.
Sin ir más lejos, este mismo año en junio los resultados de las pruebas de acceso a la universidad guineana (las notas de esas pruebas no sirven para cursar los estudios universitarios en países serios; por eso los que pueden van hacer la selectividad del Colegio español o en la UNED) fueron un fiasco; más del 90% de suspensos; ahora en septiembre, otra debacle: de los más de 1200 alumnos presentados, el número de los aprobados no llegó a un centenar; o sea, más del 90% de suspensos. A pesar de esa deriva catastrófica y deplorable de la enseñanza en el país, ni al rey de Akoakam le preocupa ni le interesa lo que ocurre con los niños de los pobres aldeanos; nunca le ha interesado la formación de los jóvenes guineanos; sólo grandes sloganes: “vale más un pueblo culto antes que un pueblo rico” ¿Qué hace para que eso sea cierto? ¿Cómo vive él y sus hijos cultamente o riquísimamente? No ha sido capaz de llamar al ministro para pedirle explicaciones o cesarle ipso facto.
Ni el propio ministro tiene la dignidad de dimitir por ineficaz e inoperante y más encima se mete en camisas de once varas ocupándose en asuntos que no son de su incumbencia como el prohibir a las adolescentes embarazadas a poder estudiar como si eso fuera de los fracasos estrepitosos cosechados.
Claro, no les interesa la enseñanza en Guinea porque sus hijos no asisten en los institutos ni en las escuelas públicos del país que dicen querer y dirigir; los mandan estudiar fuera. Esa gente es extraña: dicen haber construido los mejores hospitales públicos del mundo mas, ninguno de ellos va ahí a curarse; cogen aviones para venir a curarse en Europa donde muchos pasan por pobres para así ser tratados como personas sin recursos. Dicen haber construido escuelas, universidades e institutos modernos y sofisticados pero en cambio ni uno de sus hijos asiste en ellos. Y no hay nadie que puede cuestionarlo ni siquiera la televisión y la radio del régimen tienen tiempo para hablar de ello; pasan horas y horas contando a la población el cuento de Alicia en el país de las maravillas. No hay peor ciego que el que no quiere ver.
Así lo pienso y así lo digo; ¿qué os parece?
Fuente del Artículo:
http://www.africafundacion.org/spip.php?article28573
Destino del país, educación y la cuarta revolución industrial (8)
Uruguay / 15 de octubre de 2017 / Autor: Renato Opertti / Fuente: El Observador
Los cuatro bloques de competencias mencionados en el artículo anterior –esto es, alfabetizaciones fundamentales como base imprescindible de todo aprendizaje, herramientas metodológicas para responder a desafíos de situaciones de vida, cualidades de carácter de la persona para actuar en contextos de cambio exponencial y bases para un ejercicio global y local de la ciudadanía– son la brújula del marco curricular propuesto para la educación de 3 a 18.
Esencialmente, el marco curricular es un instrumento de la política educativa que responde en los conceptos y en las prácticas a la pregunta qué educación y qué tipo de sistema educativo, para qué sociedad, ciudadanía, persona y comunidad. A escala mundial, dichos marcos son crecientemente utilizados por países con grados diferentes de desarrollo, para articular e implementar propuestas de transformación educativa, y en particular para asegurar que el centro educativo, el currículo y la pedagogía estén al servicio de la singularidad y la progresión de los aprendizajes de cada alumna/no evitando las rupturas entre niveles. La OIE-Unesco ha identificado más de un centenar de documentos curriculares de unos 80 países que van en esta dirección (Unesco-IBE & GEMR, 2016; Opertti, 2016).
El marco curricular 3-18 que comprende a la educación básica 3-14 y de jóvenes 15-18 reviste seis características principales (Eduy21, 2017).
En primer lugar, se promueve la participación activa y plural de actores e instituciones de dentro y fuera del sistema educativo en la definición de las orientaciones medulares del marco curricular con el objetivo de generar una propuesta anclada en el crisol de visiones, afiliaciones, identidades y sensibilidades de la sociedad. El marco curricular congenia una mirada transformacional del sistema educativo como tal, transversal a los niveles educativos, con capacidad de escucha y de diálogo plural e inclusivo, con actores de la política, la educación y la sociedad. No puede ni debe ser un proceso endógeno al sistema educativo.
En segundo lugar, el marco curricular abarca los aspectos medulares de la educación estableciendo las orientaciones para la gestión, las prácticas pedagógicas, los resultados de aprendizaje esperados en cada ciclo y la evaluación, asegurando que las trayectorias de cada alumno converjan hacia el perfil de egreso de 3 a 18 (Eduy21, 2017). Asimismo, incluye orientaciones para alinear la formación y el desarrollo profesional docente con las nuevas modalidades educativas, así como una serie de cuestiones relacionadas con infraestructuras, equipamientos y materiales educativos requeridos para su efectiva implementación (Unesco-OIE, 2013).
En tercer lugar, el marco curricular congenia principios y criterios universales de formación, sólidos, claros y escuetos, que son la norma garante de igualdad de oportunidades y resultados de aprendizaje para todos, con flexibilidad para que cada centro educativo tenga capacidad de forjar un currículum localizado en su contexto. Esto implica apelar a la autonomía y diversidad de las propuestas pedagógicas, munidas de la soltura necesaria para atender de manera personalizada las motivaciones, preferencias y fortalezas de cada alumno en un ambiente colectivo de aprendizaje abierto al mundo. Se asumen las oportunidades y también las tensiones entre la importancia de localizar el conocimiento, validándolo desde cada entorno particular, con la necesidad de un sistema educativo nacional que asegura equidad, certifica y valida los saberes generados en distintas partes de su territorio (Eduy21, 2017).
En cuarto lugar, el marco curricular se complementa con lineamientos curriculares específicos para la educación básica y de jóvenes que contribuirán a localizar la propuesta en el centro educativo (Eduy21, 2017). Un punto crítico radica en cómo las áreas de aprendizaje/asignaturas van a contribuir a los temas transversales de formación priorizados por el marco curricular –por ejemplo, si son, entre otros, los casos de educación para la ciudadanía y educación para estilos de vida sustentables– y de qué modo lo van a hacer– ya sea colaborando con otras asignaturas, formando parte de nuevas asignaturas y/o abordando temas a través de proyectos interdisciplinarios o espacios similares-.
Un ejemplo interesante a compartir es el nuevo currículo de Finlandia 2016 que introduce los módulos de aprendizaje interdisciplinarios. Según señala la experta curricular Irmeli Halinen, dichos módulos se desarrollan durante todo el año lectivo en la educación básica y tienen por objetivo orientar a los estudiantes en aplicar sus conocimientos y en generar experiencias de participación en la construcción comunitaria del conocimiento. Asimismo, les ayudan a percibir la relevancia de temas que se aprenden en los centros educativos, para su propia vida y comunidad, la sociedad y la humanidad (Unesco-OIE & UCU, 2016).
En quinto lugar, el marco curricular facilita espacios y oportunidades para que, desde el Estado, la sociedad civil y el sector privado, se articulen diversidad de propuestas alineadas con el perfil de egreso de 3 a 18 años y bajo diversas modalidades. No se trata de respuestas más o menos oficiales, hoy rotuladas –y muchas veces segmentadas como instituciones públicas, habilitadas y autorizadas–, sino diversidad de propuestas, igualmente legítimas, que se complementan y se diferencian a la vez sobre cómo implementan el marco curricular de 3 a 18 años que tendrá sí carácter vinculante para todas las ofertas y los ambientes de aprendizaje. El Estado en su rol de garante asegura que ese abanico de propuestas contribuya efectivamente a universalizar oportunidades educativas de calidad para todos y todas.
Por otra parte, el marco empodera a los centros educativos para que con los debidos apoyos de un sistema educativo pensado para apoyar a los alumnos/as, asuman plenamente la responsabilidad de seleccionar las estrategias pedagógicas más eficaces para igualar en los resultados (Eduy21, 2017).
En sexto lugar, los trazados programáticos fundamentales del marco curricular podrán estar refrendados por el Parlamento en una normativa que defina esencialmente el para qué y el qué de la educación. La experiencia internacional indica que los marcos curriculares son inscriptos en políticas educativas de largo aliento que superan largamente un periodo de gobierno y que requieren alta sostenibilidad política. El esfuerzo de preparación, desarrollo y aplicación inicial del marco curricular demanda más que un período de gobierno y sus impactos más duraderos podrán calibrarse adecuadamente en un plazo de por lo menos una década (Unesco-OIE, Stabback et.al., 2016).
En definitiva, el marco curricular es un instrumento que entendemos como esencial para concretizar una educación de 3 a 18 que personalice las trayectorias educativas y apele a diversidad de estrategias para igualar en oportunidades y resultados de aprendizaje.
Destino del país, educación y la cuarta revolución industrial (7)
Uruguay / 15 de octubre de 2017 / Autor: Renato Opertti / Fuente: El Observador
En los dos artículos anteriores se argumentaba en torno a la propuesta EDUY21, de una educación de 3 a 18 años, que se basa en una serie de principios orientados a incentivar, formar y aprender sin umbrales. Se entiende a la educación 3-18 como un itinerario personalizado de aprendizajes que el alumno o la alumna emprende con la orientación del docente, a lo largo y ancho del sistema educativo, con el objetivo de desarrollar, lograr y evidenciar conocimientos y competencias requeridas para encarar diversos órdenes de desafíos, vinculados en su conjunto a la vida individual y en sociedad, a la ciudadanía y al trabajo. Este conjunto de competencias y conocimientos deben ser respuestas dialogadas con instituciones y actores de dentro y fuera del sistema educativo, a la luz de recrear las bases de un desarrollo sostenible de país y encarando proactivamente los desafíos emergentes de la cuarta revolución industrial. Su fuente de legitimidad es ciudadana, societal, política y educativa.
Una educación 3-18 no puede solo entenderse como una forma de aceitar la coordinación o la articulación entre niveles educativos para buscar fortalecer la continuidad de los aprendizajes, pero que los mantiene funcionando en unidades institucionales separadas con sus propios libretos. Las discontinuidades entre los niveles, principalmente entre primaria y media, que en ocasiones asumen la forma de rupturas en qué y cómo se enseña y evalúa, intentan ser superadas por una visión de la educación que pone la mirada en cómo el alumno puede progresar fluidamente en sus aprendizajes con apoyo de un sistema educativo orientado a tal fin y sin que imponga fronteras / vallas institucionales.
Como se ha señalado, se trata en efecto de una nueva forma de organizar la educación que de los 3 a los 18 años, busca promover y asegurar una educación unitaria, potente, progresiva y diversa en el para qué, qué, cómo, cuándo y dónde del educar y aprender que sea transversal a los niveles, ciclos y ofertas educativas. Se integra por dos modalidades – una educación básica de 3 a 14 años, y una de jóvenes de 15 a 18 – que responde a un enfoque etario que apoya el desarrollo integral y balanceado de los alumnos, integrando aspectos emocionales, cognitivos y sociales en la organización y secuencia de los aprendizajes.
EDUY21 propone que la educación 3-18 se articule en torno a cuatro grandes bloques de competencias que son la base de la definición del perfil de egreso del estudiante. Dicho perfil da cuenta de los tipos de competencias que los estudiantes deben haber logrado desarrollar y evidenciar a la edad de 18 años. Las competencias son el cimiento de desempeños competentes a escalas diversas de la sociedad, que implican la capacidad de responder a múltiples desafíos. La competencia no es solo la intencionalidad o la elaboración de una respuesta frente a un desafío sino su concreción en un actuar competente específico (World Economic Forum, 2015; Gray, 2016; Yorston, 2016; Leishman, 2017; EDUY21, 2017).
El primer bloque de competencias se refiere a lo que se denominan alfabetizaciones fundamentales que responden a una visión dinámica y evolutiva de la sociedad. Estas tienen que ver con habilidades universales requeridas por los estudiantes para el desarrollo de las tareas de la vida diaria y que constituyen la base imprescindible de todo aprendizaje con independencia de los contextos y de las situaciones en que se encuentren los mismos, así como de sus capacidades. Comprende la alfabetización en lengua materna, segundas lenguas, steam (por sus siglas en inglés, Ciencias, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemática), pensamiento computacional/ lenguaje de programación y comunicación, cultural, educación para la ciudadanía y financiera. Un estado garante debe efectivamente velar por su desarrollo y concreción como un piso mínimo de equidad y de igualación de oportunidades.
El segundo bloque tiene que ver con las herramientas metodológicas que ayudan a los estudiantes a responder a diversos órdenes de desafíos. El estudiante no enfrenta en la vida desafíos “empaquetados” por las disciplinas sino situaciones en que debe identificar, integrar y movilizar diversidad de saberes disciplinares para pensar y actuar ante múltiples realidades. Comprende la resolución de problemas complejos, el pensamiento crítico, la creatividad, la colaboración, la comunicación y negociación con los otros, la formación de opinión y toma de decisiones, la flexibilidad cognitiva –repertorio de estrategias requeridas para abordar condiciones inesperadas y nuevas– y aprender a aprender. Todo este bloque da cuenta de la necesidad que las personas se apropien de estructuras de pensamiento y de instrumentos que les permitan buscar respuestas frente a desafíos, y que lo hagan en equipo.
El tercer bloque da cuenta de las cualidades de carácter de la persona que están relacionadas a cómo los estudiantes entienden y actúan en diferentes ambientes que cambian a ritmos exponenciales y de maneras muchas veces no previsibles. Esto es, asumir la disrupción – el proceso por el cual se invalidan nuestras formas tradicionales de tomar decisiones individuales y colectivas (Stiegler, 2016) – como un hecho permanente que marca nuestras vidas. Comprende las competencias vinculadas a la inteligencia emocional, a cuidarse a sí mismo, a administrar la vida diaria, a la curiosidad, a desempeñarse en sociedad con sentido de iniciativa y espíritu emprendedor, a adaptarse a los cambios, a ejercer el liderazgo y a una orientación de servicio. El bloque argumenta en torno a estilos de vida autónomos, solidarios, saludables y sostenibles, como una de las condiciones esenciales de la cualidad de carácter de una persona.
El cuarto bloque se refiere al compromiso global y local que permita al estudiante ser un ciudadano de la aldea global con sensibilidad y actuación local. Asumir la pertinencia, la incidencia y las implicancias de la ineludible interconexión y el carácter vinculante entre lo global y lo local. Por ejemplo, esto abarca la concientización y convergencia en valores y derechos humanos universales respetuosos de las diversidades de género, identidades y afiliaciones, poder apreciar las diferencias entre y al interior de las sociedades y estar preparado para interactuar con los diferentes. Asimismo, forjar la conciencia ambiental y/o compromiso en construir un futuro sostenible de su contexto local, de su país, de su región y de la humanidad. Ciudadanía implica proteger y protegernos con independencia de nuestra localización.
Los cuatro bloques de competencias son la brújula de la educación de 3 a 18 años. Las áreas de aprendizajes, asignaturas y temas – esto es, las herramientas para su concreción – cobran sentido y relevancia en un doble sentido: i) en la medida que contribuyen específicamente al desarrollo de las competencias; y ii) mantienen unicidad, progresividad y coherencia en qué enseñar, cómo hacerlo y evaluarlo a lo largo del itinerario personalizado que el alumno emprende por el sistema educativo. En definitiva, una educación 3-18 garantista del derecho de cada alumno de poder gozar de una educación pertinente a sus motivaciones y necesidades, y relevante al desarrollo de la sociedad.
Fuente del Artículo:
http://www.elobservador.com.uy/destino-del-pais-educacion-y-la-cuarta-revolucion-industrial-7-n1127900