Rita Segato: «El ojo codicioso de las corporaciones nos dice que no somos más que una cantera»

Por: Agencia Tierra Viva

La antropóloga feminista recibió el título Honoris Causa de la Universidad Nacional de Catamarca. Durante la entrega del reconocimiento denunció el vínculo entre esa casa de estudios y el extractivismo minero. Asimismo, detalló la relación entre la mirada patriarcal que agrede el cuerpo de las mujeres y la perspectiva del norte global que despoja territorios, culturas y saberes.

La Universidad Nacional de Catamarca otorgó la distinción Honoris Causa a la antropóloga Rita Segato. En el marco del acto realizado el pasado 14 de septiembre, la pensadora feminista brindó un discurso en el que señaló el pacto entre la Universidad Nacional de Catamarca y la megaminería. Además, explicó la relación entre territorio, identidad y vida, y el vínculo entre las lógicas patriarcales y extractivistas en cuanto a la cosificación del paisaje vivo y las agresiones contra el cuerpo de las mujeres.

Segato indicó que el proyecto histórico del capital que desaloja a comunidades y daña el ambiente también se inscribe en lo que ella misma definió como la «pedagogía de la crueldad» para explicar la violencia de género. La antropóloga señaló que las lógicas de la Conquista continúan sumergiendo a los localidades próximas a los lugares en que se encuentran los minerales, el agua y los combustibles codiciados a una «conquistualidad permanente«, pero compartió que se abre la esperanza de un regreso al futuro: un retorno de los saberes, filosofías de vida y formas de relación con el paisaje que quedaron represados.

El discurso completo de Rita Segato al recibir el Honoris Causa de la Universidad Nacional de Catamarca:

Estimadas y estimados, vicegobernador Rubén Dusso, magnífico rector Oscar Arellano, decana de Humanidades Lila Exeni, intendente de Catamarca, Gustavo Saadi; decanas y decanos, vicedecanas y vicedecanos, consejeras y consejeros superiores y directivos, equipos de gestión del Rectorado y unidades académicas:

Me siento inmensamente agradecida a esta Universidad, a las autoridades y docentes por esta importantísima distinción que me ofrecen. No es fácil encontrar las palabras para expresar esa gratitud. Me emociona y sacude mis cimientos de una manera en que el mismo título que recibí por parte de la Universidad de Salamanca hace tres meses no pudo hacerlo.

Catamarca es uno de los perfiles preciosos de mi país. Mi país es lo que quiero y deseo para mí. Cada día, de los 44 años de ausencia en los que viví lejos del mismo, soñé con encontrar el camino de regreso. Pedí a la vida poder volver. Muy especialmente pienso y agradezco a la gente del vasto campo de las Humanidades, que es lo que me ha traído hasta aquí y adonde pertenezco. Nosotros y nosotras, los de “las humanas”, somos quienes nombramos —como dijo la profesora que resumió mi pensamiento hace un momento— los donadores de nombres, los nombradores, los que construimos la grilla conceptual, las palabras que dan contorno al mundo y organizan la forma en que lo vemos. Somos poderosas las Humanidades, aunque a veces no se ve. Por eso también nuestra tarea tiene un impacto fuerte en el curso de la Historia y del futuro.

No olvidemos eso: que nuestro trabajo es dar nombres y generar retóricas de valor para lo que debe ser protegido y cuidado. El norte geopolítico del mundo ha sabido muy bien crear retóricas de valor para lo que ha creado y protege: desarrollo, crecimiento, acumulación, mercado, consumo. Son sus nombres. Nosotras y nosotros tenemos pendiente todavía mostrar el valor de lo que tenemos: vincularidad, comunalidad, amistad y fiesta.

Al venir ayer por tierra desde un confín del país a otro confín, desde la Quebrada de Humahuaca hasta el Valle de Catamarca, me di cuenta de que estaba llegando para participar de una rara celebración académica, francamente federal, de un cosmopolitismo idiosincrático y raro como es el encuentro entre regiones no mediado ni por el eurocentrismo habitual y descarriado de nuestras universidades, ni por el epicentro capitalino, pequeño y limitado del Río de la Plata. Me fui dando cuenta al encontrar la ruta salpicada de nombres quechuas, que marcan y demarcan el camino anudando y uniendo nuestro precioso mundo andino.

El paisaje es un libro de lectura, el lugar en que se inscribe la historia, un ancla, una cuna y un espejo de nuestra vida. Sin él, cuando se borra, quedamos huérfanos de quienes somos. Arraigo significa saber quién somos, no desorientarnos y no dejarnos capturar. Arraigo significa saber quiénes somos y necesita de un sitio, de un espejo que tiene la forma, el color y el aire de un lugar. Si lo abolimos nos quedamos sin ombligo, sin centro de gravedad; nos perdemos, quedamos expuestos y vulnerables en nuestra identidad. Por eso muchos pueblos entierran el ombligo del recién nacido en el lugar donde nace: para que sepa quién es. Otros pueblos, como los de por aquí, entierran el chuscharruto: el primer mechón de pelo que se le corta al niño, su primera chuscha.

Si borramos el paisaje nos quedamos sin ombligo. Desorientados. No olvidemos que uno de los pocos universales que el ser humano conoce es que el ombligo es la cicatriz que ninguna persona en este mundo desea apagar. La razón de esto es que esa cicatriz es la marca de un arraigo y de un camino que prepara nuestra vida. Es lo que nos conduce para siempre a saber que existimos y quiénes somos. En un sentido individual: que venimos de un vientre materno; en un sentido colectivo, pachamámico: que venimos de una tierra, de un paisaje específico, particular e idiosincrático. Ese es el horizonte que nos da sentido y contra el cual tantas fuerzas mediáticas, económicas y políticas hoy conspiran de una forma muy poderosa.

El más importante obstáculo para la expansión del proyecto histórico del capital es el arraigo. Esas fuerzas conspiran contra nuestro arraigo por todos los medios que nos dicen que es feliz y venturoso irse. Qué absurdo. Y también por el ojo codicioso de las corporaciones que nos dicen que no somos más que una canteraNos ven como cosas. Nos dicen que somos cosas. Vida cosificada, sin arte, sin canción, sin lírica, sin nostalgia de lugar. Nos convencen de que es así para que nos desvinculemos del horizonte en el que aprendimos a vivir. Nos instalan una amnesia como modo de existencia y nos transforman en parias sin dignidad y sin derechos. Se trata de una conspiración existencial.

Rita Segato
Foto: Prensa UNCA

Borrar el paisaje nos desorienta, nos deja deshistoriados, sin historia. Nos lleva en la dirección que otros controlan. Nos dicen que solo así se encuentran los medios para sobrevivir. Pero si somos realmente inteligentes revisaremos esa tesis y le contrapondremos otra. Y no nos confundamos: si este discurso parece basado en una razón sentimental es porque los sentimientos nos revelan una razón existencial, política y también económica que los subyace. Los sentimientos nos alertan sobre un futuro que nos pierde, que nos extermina: un futuro robado. Si no, miremos Potosí. Por cinco décadas, la ciudad más rica del mundo entero, de la cual quedó sólo un puñado de monedas de oro en un museo. Potosí: la más lujosa por un tiempo y hoy, una ruina.

La más importante diferencia entre el mundo arraigado que estamos perdiendo y el mundo que nos está secuestrando es que este último no ve más allá de sus narices, es cortoplacista. El mundo que perdemos sabe, o sabía, pensar a largo plazo.

He visto el video “50 años de la Universidad Nacional de Catamarca”, hermoso video institucional. En él, la hija de su creador y fundador, el profesor Federico Pais, cuenta que su papá había recorrido todo el interior: “Se conocía todo el interior. Y eso es lo que a él lo conmovió. Él se conmovió con esa gente”. Otros testigos de la época también relatan ese proceso: “Se gritó en las calles ‘Catamarca reclama universidad. Se hablaba de desarrollo”. Pero en ese momento, hace 50 años, esa generación de ninguna forma podía imaginarse que “desarrollo” vendría a significar la entrega del paisaje que le dio razón de ser, la entrega de lo que Catamarca es para los catamarqueños y también para el país. Porque es así también como se ve desde lejos: esos valles, cuestas y montañas.

Escuchando los relatos de la fundación de esta querida Universidad y los sueños que la hicieron posible tuve la certeza de que ninguno de sus creadores imaginaron en aquel tiempo que la UNCA pactaría con quienes despoblarían sus paisajes, con quienes envenenarían sus ríos, aguadas, surgentes y ojitos de agua.

Que no se entienda que quien escribe estas líneas es purista o radical. Sé muy bien que el camino es anfibio, que algo hay que comerciar en el mercado global. Pero con límites muy precisos y sin robarles nada a las gentes y sus modos de vivir y transitar en el tiempo; a la continuidad de los pueblos que, en su pluralidad de historias, han recorrido y trazado su propio mapa en los paisajes de la provincia. Perder esa pluralidad de presencias, de modos de vivir y de pensar es empobrecerse. También ofrece el riesgo de que cuando los minerales vayan mermando, como ha sucedido en Potosí, ya no existan los saberes que hagan posible la vida en la región.

Cuando el mineral se acaba la gente queda con las manos vacías. Miremos Comodoro Rivadavia, en Chubut, donde una vez hubo petróleo y hoy queda un exceso de taxistas y de kiosqueros: los antiguos trabajadores del extractivismo. Miremos Zapla, en Jujuy: lo mismo. Una minoría de dueños y corporaciones de países extranjeros se han llevado todo, se han vuelto más ricos. La gente de por aquí perderá lo que tenía y no tendrá de nuevo: saberes y modos de existir en estos paisajes.

Tampoco imaginaron los creadores de esta Universidad hace 50 años, que ahora me llama para darme un premio tan precioso como su Honoris Causa, que veinte años más tarde un grupo de jóvenes de la elite política y económica de la provincia asaltarían sexualmente y matarían sin ningún grado de empatía a una jovencita, María Soledad, en una barbarie que asoló y asombró al país. Hoy sabemos bien que el abordaje extractivista que mira al paisaje como una cosa muerta y a nuestro libro de historia escrito en el paisaje como cantera, como pura mercancía, aprende a mirar de la misma manera el cuerpo de las mujeres. Cuerpo-cosa, cuerpo desechable, cuerpo usable, ausencia de empatía. Ambas miradas a la vida encarnada como cosa están profundamente emparentadas y los ejemplos que nos permiten afirmarlo ya se encuentran en las estadísticas. La afinidad y la congruencia entre el asalto al paisaje vivo y al cuerpo de las mujeres ya está mapeada.

La mirada insensible y no sintiente al paisaje que nos permite destruirlo se entrena y se programa en lo que he llamado la pedagogía de la crueldad, practicada en el uso y abuso del cuerpo de las mujeres. No hay minas sin prostitución y sin trata. Los muchos bolsones de extractivismo en el planeta lo comprueban.

¿Hay esperanza? Aníbal Quijano, el gran pensador peruano que formuló la perspectiva de la colonialidad del poder y del saber nos habla de un regreso del futuro. Y con esa idea concluyo este breve discurso de agradecimiento a la Universidad Nacional de Catamarca. Al hablar del regreso del futuro, Quijano nos dice que se están abriendo las compuertas del retorno de los saberes, filosofías de vida y formas de relación con el paisaje que quedaron represados por la intervención de los procesos constantes de conquista y colonización. Colonialidad permanente, según su categoría, y también conquistualidad permanente, digo yo, para nombrar la situación de quienes vivimos en localidades próximas a los lugares en que se encuentran los mineralesel agua y los combustibles codiciados.

Ese futuro interceptado por el orden colonial y conquistual va regresando y revela el valor y la potencia de la vida, lo que vale y lo que no vale. Lo que es indispensable respetar.

Fuente de la información e imagen:  Agencia Tierra Viva

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OVE entrevista a Miguel Erasmo Zaldivar Carrillo: «Hay que mejorar la praxis pedagógica en función de la liberación, la descolonización y el empoderamiento de todes»

Entrevista realizada por Luis Miguel Alvarado Dorry en exclusiva para Otras Voces en Educación.

Miguel Erasmo Zaldívar Carrillo, escuchamos mucho de él y le conocimos por medios de sus importantes artículos antisistémicos en las que devela las distintas formas de poder y dominación del imperialismo y su política neoliberal que impone sus ideologías y, en consecuencia, alienan las subjetividades de las sociedades.

Es cubano de nacimiento y formación, pero también se considera oaxaqueño-mexicano, ya que en estas tierras ha aprendido a vivenciar todo lo que, en su formación académica, conoció.

Asimismo, por su intervención en la construcción del Proyecto de Educación Alternativa (PEA) de la Sección VII del SNTE-CNTE en el estado de Chiapas, México, entre otros, que se lleva a cabo actualmente.

Su insistencia por crear y formar comunalidad ha sido el énfasis en la construcción de éstos proyectos, con el fin de contrarrestar los embates del sistema hegemónico en el poder.

Es Licenciado en Educación en la Especialidad de Física y Astronomía, máster en Investigación Educativa y Doctor en Ciencias pedagógicas por el Instituto Superior Pedagógico «José de la Luz y Caballero» en Holguín, Cuba. Actualmente residen en Oaxaca, México y  trabaja conjuntamente a la CNTE en la construcción y desarrollo de proyectos educativos contra-hegemónicos.

Miguel Erasmo, ¿Cómo llegó a la educación crítica y contestataria y, a la lucha gremial y social? Cuéntenos un poco su historia de vida.

Mi formación como pedagogo se desarrolla completamente en la isla de Cuba.

Yo llego a la pedagogía crítica, bueno, la pedagogía que yo considero crítica desde que comienzo mis estudios universitarios en el año 1989 en el Instituto Superior Pedagógico “José de la Luz y Caballero, en la provincia de Holguín, Cuba. Porque yo estoy convencido que la escuela cubana es una muestra de lo que una escuela crítica debe hacer cuando está al centro de la “Batalla de Ideas” contra el imperialismo. La escuela cubana, en todos los niveles, representa la lucha de David frente a Goliat. La educación cubana ha sabido mejorar permanentemente su educación dentro de unas enormes carencias materiales impuestas desde fuera por el bloqueo imperialista.

La pedagogía cubana, que comúnmente no es considerada como crítica, me enseñó un sentido permanente del antimperialismo y el internacionalismo. “Patria es humanidad”; esta idea martiana es un faro que guía la formación ética de la escuela cubana. La vocación martiana por los pobres es, creo yo, un claro antecedente de la teología de la liberación y las pedagogías críticas de los siglos XX y XXI.

El pensamiento de Fidel Castro es otro referente de la pedagogía cubana que yo considero crítica. Fidel, desde sus inicios imprimió a la educación un sello único; su manera personal de argumentar, de debatir, de educar al pensamiento político del joven pueblo en revolución; su ética personal, su humildad; todo ello participó de la transformación educativa nacional. La existencia actual de miles de jóvenes de todo el mundo estudiando en la isla y del Contingente Médico “Henry Reeve” constituyen pruebas del éxito de esta visión sociológica fidelista de la educación.

La relación escuela y trabajo que Cuba hereda directamente del pensamiento de Martí es otro de los fundamentos básicos de una manera nueva de entender la educación en este hemisferio. No olvidemos que hablamos de una educación que comienza a transformarse inmediatamente después del primero de enero de 1959. La campaña de alfabetización y los asesinatos de maestros en Cuba y Nicaragua resultan evidencias de que el imperialismo veía en aquella educación un enemigo formidable al que había que destruir.

Llegué México en el año 2008 e inmediatamente me incorporo a trabajar con los compañeros que luchaban desde el SNTE-CNTE en la construcción de propuestas educativas alternativas a las imposiciones que emergían del neoliberalismo radical de los gobiernos Fox, Calderón y luego Peña. La experiencia mexicana me hizo madurar en direcciones desconocidas para mí. Por ejemplo, defender al marxismo desde Cuba es muy cómodo, defenderlo acá es un reto enorme. Mucha gente se considera de izquierda y reniegan de Marx. Creo que lo que pasa es que se le desconoce, el efecto de la propaganda enemiga ha sido letal. En Cuba la unidad se cuida como oro, acá debes luchar por unir; todo el tiempo estás dedicado a ello, comenzado por los que están más cerca. Los intelectuales tenemos la tendencia arrogante a separarnos por nimiedades cosas que un campesino o un obrero no harían jamás. Es por ello que considero que he crecido mucho como persona y como intelectual desde que llegué a esta hermosa tierra. Tengo más conciencia de mí y de la importancia regional de la revolución cubana ahora que cuando estaba en la isla. Aquella frase martiana de que “Cuba, al salvarse salva” tiene hoy para mí un sentido totalmente diferente al que tenía.

¿Cuáles considera que son los elementos más significativos de la crisis educativa en el estado de Oaxaca, en México y en toda América Latina?

Me referiré a tres retos sin que pretenda agotar el tema ni priorizar uno sobre otros.

Creo que la crisis de la educación no debe ser analizada independientemente de la crisis del sistema imperialista neoliberal. Primero porque la escuela pertenece a una época y a un contexto histórico concreto. La escuela que heredamos de Prusia y; en el caso mexicano, del sistema lancasteriano: católico apostólico y romano; se ha transformado según las urgencias de cada momento histórico, pero siempre ha estado al servicio de intereses hegemónicos del grupo opresor.

No podemos dejar de reconocer que toda revolución que pretenda superar la pobreza en América Latina se enfrentará, inevitablemente, al imperialismo norteamericano; en primer lugar, éticamente. Siempre que en este hemisferio se quiso paliar el hambre del pueblo (que constituye un serio problema ético) sufrimos las intervenciones de los EUA para impedirlo. Los ejemplos son muchísimos.

Por ello considero que un reto fundamental de la escuela y, en consecuencia, la mayor crisis de la que la aqueja es su falta de objetivos éticos antimperialistas; hablo de una ética contraria al despojo. Nos han conducido hacia una educación castrada éticamente en la que se improvisan los valores del imperialismo neoliberal del despojo sin que se pueda salir del atolladero.

Otro reto sería coordinar la educación antimperialista con la defensa de las culturas madres en peligro de desaparición e ignoradas, incluso, por los revolucionarios. Pero fíjate, no separaría una cosa de la otra. No creo que sea posible asumir un indigenismo congruente sin que este sea, al mismo tiempo, antimperialista. Lo mismo creo para la educación crítica en esta parte del mundo.

El último reto, y creo que el más difícil, sería educar desde y para la necesaria unidad. Siempre nos ha derrotado la falta de unidad frente al enemigo común que nos desprecia. Si buscas los valores que el capitalismo nos sirve en sus proyectos educativos nunca encontrarás a la unidad como un valor. Por el contrario, encuentras la laboriosidad, la honestidad; entre otros. Fíjate; la más deshonesta forma de vivir, que es el capitalismo neoliberal; nos propone la honestidad como valor a educar en las escuelas. Nos proponen la no violencia mientras asesinan a los luchadores sociales.

Y es esta situación de crisis total; las izquierdas se separan por tener ideas diferentes. Tenemos el mismo enemigo y nos distanciamos por ideas. Nos están aniquilando y unas teorías nos alejan unos de otros. Y esas teorías que nos debilitan en la unidad ¿Quién crees que las origina y divulga?

Yo mismo he sido víctima de estos provincianismos. Por pensar diferente respecto a la 4T, algunos viejos camaradas dejaron de dirigirme la palabra, me vieron como un traidor.

Sigo creyendo que la 4T es una excelente oportunidad histórica para que todas las izquierdas mexicanas busquen la definitiva unidad histórica que nos ha faltado. Y creo, además, que esto debe ser buscado, desde el trabajo pedagógico aniquilando de una vez la meritocracia y el distanciamiento cognitivo instrumental.

Miguel Erasmo, ¿La relación entre los gobiernos y los gremios en Oaxaca y en el país es fluida? ¿Por qué?

Considero que, por desgracia, La relación entre gobierno y gremios educativos en México y Oaxaca siempre ha estado a merced de personajes y no de estrategias. Por ejemplo, algunos sindicatos, históricamente muy aguerridos, de momento; cuando cambian sus líderes, son opacados y se tornan reactivos y a destiempo. Luego descubres que alguien se vendió. El imperialismo no ceja en su tarea de dividir y comprar sindicatos y líderes: estudia, analiza, conoce y luego actúa. Con eso hace mucho daño.

Por otro lado, la CNTE, que es probablemente, el sindicato más aguerrido y consciente de este país con una praxis histórica de lucha y resistencia formidable no logra unirse totalmente frente a las embestidas de los gobiernos en turno para hacer una propuesta educativa unificada frente a los modelos neoliberales.  Cuando indagas, lo primero que te responden es que no es posible hacer una propuesta educativa universal porque somos muy diferentes. Se confunde el nivel macro con el micro. Se cree, erróneamente, que el diseño curricular no puede hacerse desde y para la diversidad y ser, a la vez, general. Nos arrebataron la dialéctica marxista con sus categorías y ahora no podemos asumir en una misma idea a los singulares con lo universal.  Que no podamos asumir la diversidad dentro de una misma propuesta educativa universal es parte de los que el sistema desea que seamos porque justifica una mortal desunión teórica y práctica.

Por eso pienso que el falso discurso de defensa a las diversidades nos ha hecho mucho daño en la búsqueda de la unidad frente al enemigo común. Cuando lo diverso entra en conflicto con la necesaria unidad, quiérase o no, sirve al enemigo histórico de nuestros pueblos.  Resulta que ahora, para algunos, no es posible ser mujer, homosexual y marxista a la misma vez sin traicionar al posestructuralismo post- moderno.

En la escuela ocurre algo similar: aguzamos la vista para ver las diferencias (discurso muy caro al neoliberalismo) y se nos pierde el horizonte humano que nos une. “Patria es humanidad” nos decía Martí y esto significa, entre otras cosas, que son más las identidades que las diferencias. Si no salvamos a la humanidad tampoco salvaremos a las mujeres o a cualquier otro grupo que se declare el centro del debate momentáneo.

Hoy mismo, por ejemplo; con un gobierno con tendencia izquierdista, que desarrolla acciones a favor de los pobres, tenemos un secretario de educación que lejos de ayudar entorpece cualquier diálogo. Este secretario de educación debe ser por mucho el más grave error de esta propuesta denominada 4 T, que considero muy buena, en lo general.

Para culminar creo que los sindicatos deben basar su relación con los diferentes gobiernos en estrategias más propositivas y menos reactivas.

Los educadores de Michoacán en unidad con el Centro de Estudios RIUS, muy acertadamente desde mi punto de vista, se han montado en este momento histórico y están construyendo una educación crítica.

Como pedagogo crítico ¿considera que la formación inicial y continua de les docente corresponde a las necesidades del país y los desafíos pedagógicos del siglo XXI? ¿Por qué? ¿Cuáles serían sus propuestas?

No lo considero. El estado imperialista neoliberal nunca dejará en manos de los oprimidos el proceso de formación docente. Quien mueva los hilos de la escuela y los educadores moverá, en alguna medida, las respuestas históricas de los ninguneados.

La formación del profesional es fundamental en cualquier proceso de transformación social, más, si se trata de educadores.

No es casual que miles de profesionales cubanos salgan cada año a brindar servicios a los más oscuros rincones del mundo, allí en aquello lugares en los que el imperialismo norteamericano envía bombas; Cuba envía médicos, maestros y entrenadores deportivos. Ello es resultado de un tipo de educción y de un especial educador: la herramienta de este educador es su conciencia política.

Ahora deseo hacer una muy importante aclaración. Mucha gente se pregunta cuál es el modelo de educación cubano en un intento inútil de encontrar principios psicológicos o educativos que ameriten un premio nobel. Nada más alejado de la realidad. El secreto de la educación cubana es el más divulgado y calumniado de toda la historia. Cuba tiene una educación socialista. La  educación cubana es consecuente con el pensamiento ético de Martí, de Marx y de Fidel Castro. Es la voluntad política de educar al pueblo en el libre pensamiento, en la conciencia histórica, en el antimperialismo y el internacionalismo lo que hace de la educación cubana algo tan exitoso. La educación cubana no es exitosa en los mismos rubros de Harvard. La educación cubana es martiana, antimperialista e internacionalista. En Cuba no se incluye la diferencia porque todos tienen derecho a educarse y todos significa eso: TODES.

Considero, por ejemplo, que el normalismo mexicano es un modelo que debemos defender porque constituye en la teoría y la praxis un tipo diferente de educación frente a la propuesta enajenante del sistema. Las normales constituyen un modelo educativo para todos los niveles por su intransigencia crítica frente a todas las formas de opresión.

Existen en México muchas propuestas educativas que deben ser retomadas si queremos pensar en un modelo nacional: Chiapas, Michoacán, Oaxaca, entre otros estados; se han dado a la tarea de construir propuestas que parten de sus realidades y se enfrentan, en primer lugar, éticamente, al sistema.

¿Qué ha significado el confinamiento por el Coronavirus COVID-19 en lo educativo? ¿Considera que las medidas educativas tomadas en el contexto de la pandemia afectan al derecho a la educación? ¿Por qué?

El coronavirus es una experiencia radical para todas las personas del planeta no solo para la escuela. Estamos viviendo lo que Michel Foucault estudió en “Vigilar y castigar”. Estamos vivenciando los efectos reales del panóptico. Ya el panóptico estaba, pero nunca fue tan evidente, tan descarado.  Es claro que una institución como la escuela que funciona sobre la base de asistir diariamente y desarrollar procesos cara a cara se vea totalmente desorientada frente a esta drástica transformación de su realidad.

Uno de sus problemas centrales es que no es posible formar, educar, valores a través de la pantalla; los valores no se dictan, ni se leen: se viven. A lo más que se puede aspirar la escuela hoy es a informar, a instruir; y eso, con muchas dificultades porque las zonas de desarrollo actual y próximo no entran, fácilmente, en la lógica digital. Estoy diciendo que la escuela ha perdido, en esta nueva realidad, su función educativa y está obligada a centrarse en la pura instrucción a medias. Si ya el instrumentalismo del sistema nos hacía daño imagine cómo estamos en estos momentos.

Creo que dentro de sus históricas limitaciones el estado mexicano ha respondido acertadamente a la pandemia: los datos hablan por sí solos. Frente a la catástrofe europea y norteamericana los mexicanos hemos navegado muy atinadamente; aun cuando debamos sufrir tristes pérdidas de invaluables vidas humanas.

Creo, además, que la respuesta del Secretario de Educación a esta situación ha sido la única posible, dadas sus propias limitaciones personales y la poca visión de su modelo educativo. No debemos esperar soluciones salomónicas de esta gente que dirige la educación: ellos no están interesados en la descolonización. Harán lo más predecible y lo menos trascendental en el sentido liberador. Por otro lado, ni todos los niñes tienen acceso a las nuevas tecnologías, ni al capitalismo eso le preocupó nunca: educar a un ninguneado no es su objetivo.

Si esta crisis sistémica y educativa, nos lleva a algún mejor lugar será de la mano de los maestros que se sumen a la acción y se atrevan a crear. La historia no es un carro que se mueva sobre raíles fijos y predecibles; es un proceso que toma la dirección que los hombres unidos sean capaces de darle.  Los educadores pueden aprovechar este momento para hacer la diferencia pero ello implica unidad, compromiso, inteligencia y voluntad.

La educación en México es un desastre en todos los sentidos. Si uno analiza por ejemplo los 14 principios pedagógicos descubre que esta gente tiene unos treinta años de atraso teórico en cuanto a educación. Se empantanan en el aprendizaje y no dan un paso más allá de ello. Luego dicen que es un modelo integral.

El derecho a la educación en la historia mexicana es la historia del despojo de los derechos. Cuando creamos la escuela pública, universal y gratuita lo hicimos de espaldas a los pueblos originarios. Cuando miramos los pueblos originarios para pensar la educación lo hicimos obviando sus lenguas. Cuando asumimos su lengua nos olvidamos de su cultura.

No habrá derecho a la educación hasta que las naciones originarias no sean reconocidas y tratadas como tales.  México es una nación de naciones y cada una de esas naciones deben pensarse educativamente tomando como referente fundamental su cultura madre, su contexto geográfico y sus urgencias históricas. Esta es una deuda que nunca hemos podido pagar. No olvidemos que, todavía hoy, dentro de las propuestas de pedagogía critica, algunos educadores llegan a las comunidades a imponer su lengua y su cosmovisión.

El derecho a la educación no se agrava con el covid-19 ya estaba grave, en coma total.

¿Cuál es la radiografía de las sociedades en el confinamiento obligatorio y la ponderación de las virtualidades en la vida cotidiana?

No debemos analizar el impacto del covid-19 al margen del carácter histórico concreto de cada lugar. México ya tenía experiencia en educación digital con las Tele Secundarias. Aun cuando se conozca que muchas de ellas ni señal tenían. Cuba también tenía instalada clases por la televisión nacional hace ya varios años. Experiencia ya había, ahora hay que sistematizar y juntar la voluntad política para lograr salir de la crisis lo mejor posible.

La red de redes es un mal necesario que debemos aprender a domar. Nunca lo logramos con la televisión. Un mal, porque ya el sistema imperialista neoliberal del despojo es ducho en manipulación e implantaciones de ideas.  Necesario, porque es inevitable.

Sabíamos del daño de la televisión y nunca propusimos una asignatura escolar que preparara a los niñes para enfrentar la deshumanización televisiva. Sabemos del daño de las redes y nos entretenemos enseñando Excel y presentaciones con dibujos móviles. Es la moda el corta, pega lee; y recibe el 10. Tenemos el reto de humanizar las redes y enseñarnos a contrarrestar sus nefastos efectos tergiversadores y su vocación al entretenimiento banal.

Por el momento las redes perteneces a Barrabás, estamos perdiendo y debemos actuar con rapidez.

 

Estimado Miguel Erasmo, finalmente, desde las pedagogías críticas y, a partir de sus experiencias docentes y sociales ¿cuáles serían algunas de las propuestas que considere importantes para iniciar un proceso de transformación radical del sistema educativo?

Honestamente no creo que los sistemas educativos puedan transformase radicalmente sin pensar en la toma del poder. Aquello que piensan en la escuela como una institución, que, desde su autismo pedagógico, es capaz de transformar a la sociedad están en un error gravísimo.  Usted puede tomar un mango ácido y hacer un delicioso dulce; pero con ello el árbol no cambiará su naturaleza.

Ser radical, en el sentido marxista, es ir a la raíz de los problemas. La raíz del problema educativo está en el sistema al que esa escuela sirve porque es parida por él.  No es posible que la escuela deje su carácter reproductor. No digo que no se pueda hacer mucho por mejorarla, no digo que no podamos oponernos y también resistir, ejemplos hay muchos. Pero la trasformación radical de cualquier institución pública solo llega con la transformación radical de la sociedad a la que pertenece.

A la educación capitalista hay que arrancarla de raíz para que no quede nada de ella, pero para ello, debemos resolver primero el problema del poder. Algunos utópicos no creen en el poder ni desean tomarlo: dices poder y corren a esconderse del debate. Lenin se les antoja demasiado radical. Con, pienso yo, no hacemos otra cosa que servir un mejunje teórico condimentado con la ideología del neoliberalismo en una mesa de ideología supuestamente izquierdistas.

El problema de la escuela está directamente relacionado con el problema del poder. La respuesta de uno lleva a la respuesta del otro.

No hacer algo es el peor de los errores. Hay que mejorar la praxis pedagógica en función de la liberación, la descolonización y el empoderamiento de todes. La escuela debe pensarse en el socialismo, o la comunalidad o el zapatismo para actuar en consecuencia. La inconsecuencia pedagógica nos aniquila, nos debilita y aleja la victoria. Debemos trabajar en las redes, llenarlas de sentido. Nosotros tenemos un pequeño canal pedagógico en el que compartimos algunas reflexiones, temas y análisis y, es triste ver que cualquier banalidad resulta más atractiva para la masa de cibernautas y logra más seguidores. Nos están llenado de basura y la escuela debe tomar partido en ello. Creo que la institución educativa debe moverse hacia la digitalización sin abandonar sus espacios vivenciales por simple responsabilidad histórica.

Debemos educar en la unidad frente al antimperialismo. Debemos educar en la participación ciudadana, democratizar la institución educativa pasa por desarrollar conciencia de mi corresponsabilidad frente al futuro.

No creo tener las respuestas a los problemas que me preguntas. Estoy comprometido con una ideología y trabajaré incansablemente a favor de los oprimidos. Intento ser consecuentemente marxista, leninista, martiano y fidelista.

Muchas gracias.

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México: PTEO, el magisterio democrático de Oaxaca y una crítica marxista

México / 16 de junio de 2019 / Autor: Juan Castellanos / Fuente: La Izquierda Diario

En el marco de la reforma educativa del gobierno de AMLO, que propone una «nueva escuela mexicana», pero da continuidad a los planes de la OCDE y los empresarios para la educación, es oportuno reflexionar sobre los proyectos de educación alternativa que ha ido construyendo desde abajo el magisterio democrático en diversas regiones del país.

El Plan para la Transformación de la Educación del Estado de Oaxaca (PTEO) fue aprobado en 1992, luego de la lucha democrática de la Sección 22 de Oaxaca en contra de los planes privatizadores de la educación de los gobiernos de México.

En este plan participaron, de acuerdo con su primer proyecto escrito en 2012, unos 70 mil maestros de Oaxaca y una planilla importante de intelectuales como Jaime Martínez Luna. De este documento, de 52 páginas, se extraen: un marco legal, una propuesta educativa, una fundamentación teórica, líneas operativas de acción y un contexto sociocultural del estado.

Comunalidad en la educación

Oaxaca tiene 570 municipios. Con altos niveles de marginación, concentra el 53% de la población total de personas indígenas, el 21% de la población no sabe leer y escribir, el 26 % de la población femenil es analfabeta. Ahí viven binizas, chatinos, chochos, amuzgos, chontales, chinantecos, zapotecos, mixes, triquis: es el estado con más pueblos indígenas del país. En la entidad existen 72,700 maestros de educación básica.

Según el gobierno se debía implementar un proyecto de homogeneización del sistema básico, mientras que los maestros decidieron implementar un Plan de Transformación que incluyera la diversidad étnica y geográfica del estado. Bajo los lineamientos de la SEP, los pueblos indígenas debían ser homogeneizados, debían perder sus costumbres y hacerse mestizos.

De ahí que el magisterio recuperó el proyecto de comunalidad desarrollado por los intelectuales indígenas, en particular por Jaime Martínez Luna y Floriberto Díaz. Dichos autores señalan que Oaxaca tiene una peculiar formación geográfica: costa, sierra, istmo, mixteca, culminando con la Sierra Madre Oriental y una parte del Eje Neovolcánico.

Una diversidad étnica incomparable desde tiempos ancestrales, con mixes, zapotecos, mixtecos, shatinos, amuzgos, chinantecos, cluitlatecos y otros, llegó a un momento de esplendor con la formación de la urbe de Monte Albán, en lo que Alfredo López Austin llamó el periodo clásico. En Oaxaca, la comunidad agraria de subsistencia, de cultivo de maíz, calabaza y café moldeó una forma de organización comunitaria particular.

El PTEO sugiere que el nuevo modelo educativo para Oaxaca debe retomar cinco puntos: la defensa de la Tierra, como Madre y como territorio, el consenso en asamblea para la toma de decisiones, el servicio gratuito, como ejercicio de autoridad, el trabajo colectivo, como un acto de recreación y los ritos y ceremonias, como expresión del don comunal.

Gracias al PTEO que se desarrolla en algunas regiones se han preservado las tradiciones indígenas: la lengua indígena se enseña en las escuelas en vez del inglés, en zonas como el istmo de Tehuantepec se ha evitado el ingreso de los mega proyectos como la industria eólica, los padres de familia realizan tequios y con ello huertos urbanos, se han construido redes de captación de agua de la lluvia y se logró reconstruir la escuela pública. Es uno de los proyectos más lúcidos que ha dado el magisterio para enfrentar la ofensiva privatizadora.

Una crítica marxista

En la extinta URSS, Lunacharski, encargado de la educación en los primeros años de la revolución bolchevique, decidió realizar un juicio a dios: público y expedito. Luego de 5 horas de apelaciones, ahí se declaró culpable a dios de que llevara a la oscuridad a miles de rusos a quienes les fue negada la educación.

La revolución socialista de 1917 significó una verdadera revolución en la educación: por primera ocasión todos debían tener derecho al nivel básico y superior sin exámenes. De ahí salen diversas lecciones para pensar los tiempos actuales.

Es importante tener en cuenta que no es posible una educación alternativa plena sin cambiar de raíz el sistema. Si bien el PTEO resiste a la ofensiva de la educación neoliberal, esto queda como un potente pero virtual testimonio de lucha pero que difícilmente puede instaurarse a nivel nacional si no se detienen los planes de la privatización de la educación y se enfrentan consecuentemente los planes de hambre y miseria contra el conjunto de los trabajadores y del pueblo.

Es importante la realización de proyectos propios de educación alternativa, pero para que éstos se logren imponer de modo decisivo en todo el país se requiere transformar toda la sociedad de conjunto. La preservación de los pueblos indígenas es imposible sin destruir el sistema que somete con el racismo a nuestros pueblos. Es decisivo luchar en términos radicales contra la educación capitalista.

Es clave seguir preservando las tradiciones indígenas con el PTEO, pero es ingenuo pensar que sin liquidar el sistema que sienta las bases de la explotación, el capitalismo, se pueden recrear las tradiciones de los pueblos indígenas.

Sólo una revolución social, que destruya la propiedad privada de los medios de producción, y que sobre esa base conquiste en los hechos la autonomía de los pueblos indígenas, puede garantizar la supervivencia de las etnias hoy asediadas por el capitalismo y sus proyectos de muerte. No se pueden garantizar islas de autonomía sino mediante la instauración de un gobierno obrero, campesino, e indígena que conquiste en la realidad la autonomía de los pueblos sobre las cenizas del Estado capitalista.

La lucha por una educación alternativa debe estar combinada con la lucha por una sociedad alternativa sin opresión de ningún tipo, una de productores libres asociados, es decir, una sociedad comunista.

Fuente de la Noticia:

http://www.laizquierdadiario.mx/PTEO-el-magisterio-democratico-de-Oaxaca-y-una-critica-marxista?var_mode=calcul&fbclid=IwAR06XyiUj-EukroQGlR53umiCxumM7VequRqYAMLOc-I87tSUADCgLXyC1s

ove/mahv

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