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Amenaza de adoctrinamiento en la educación

Por: José Antequera.

Comenzado el 2019 se releva la ofensiva del partido de gobierno por controlar el pasado para controlar el futuro, asumiendo que su control del presente le da el poder de controlar el pasado, parafraseando a Orwell.

Empezó Duque, a penas el 2 de enero, agradeciendo al director de la CIA el apoyo crucial de los padres fundadores de los Estados Unidos a nuestra independencia. Muchos aceptaron la invitación a “discutir”  al respecto, con la “altura y argumentación” que siempre pide José Obdulio. Pero con esa ficción de debate, asistíamos al posicionamiento del relato que ahora le da sentido a su gobierno y a sus medidas, las que han significado que Colombia le voltee la espalda a la región latinoamericana para reajustarse a la jefatura de Trump.

Del mismo relato hace parte la negación del conflicto armado, que se ha vuelto a poner sobre la mesa a propósito del proceso de nombramiento del Director del Centro Nacional de Memoria Histórica, y donde se notó la dificultad de José Obdulio para encontrar un investigador serio que defienda sus “tesis”.

Contra la avalancha de las mismas investigaciones del mismo CNMH, se dice de nuevo que en Colombia lo que existió fue una amenaza terrorista contra la democracia más antigua del continente. Y ello no porque ajá, se trata de otra forma de ver las cosas, sino porque tiene consecuencias, empezando porque se reduce o elimina la obligación del Estado de garantizar verdad, justicia y reparación a las víctimas y al país, reconociendo su responsabilidades y la de sus jefes.

Ahora, en cabeza del Representante Edward Rodríguez del Centro Democrático, se propone en el Congreso que los maestros puedan ser multados, suspendidos, despedidos, e inhabilitados, si realizan proselitismo, incitan discusiones políticas o coaccionan a los alumnos a votar por algún candidato o programa. Como obviamente usar los salones de clase para hacer proselitismo  y coaccionar para ello ya está más que prohibido hace rato, y ya existen normas que sancionan a quienes realicen esas conductas, es claro que la iniciativa quiere introducir elementos nuevos a lo existente.

De un lado, se trata de que un maestro, con el sólo señalamiento de una conducta de este tipo, pueda ser suspendido y dejar de recibir salario hasta por 24 meses, para que aprenda él y todos los demás la lección ordenada desde arriba.

Por el otro, la propuesta significa una reinterpretación de las conductas prohibidas. Si el nuevo director del CNMH le da la autorización “académica” al gobierno para tratar de izquierdismo al reconocimiento del conflicto armado, pues enseñar esa versión de la historia podrá ser proselitismo. Si un profesor quiere cuestionar la oda a la Seguridad Democrática que hoy tienen los libros de ciencias sociales de Santillana, también será señalado de promover el odio. Paradójicamente, si un profesor quiere cumplir la Ley 187 de 2017 que ordena que se enseñe la historia “que contribuya a la reconciliación y la paz en nuestro país”, deberá hacerlo poniendo los discursos científicos de Fernando Londoño en “la hora de la verdad”.

El partido de gobierno ha acusado a la FECODE de adoctrinamiento. En realidad es desde el Centro Democrático que se ejerce esa amenaza hoy. En pleno 2019 tenemos que defender la libertad de cátedra que establece la Constitución misma, la memoria como sentido de orientación y el derecho a una educación de calidad, que no puede estar basado en otra cosa que en el pensamiento crítico.

Fuente del artículo: https://colombia2020.elespectador.com/opinion/amenaza-de-adoctrinamiento-en-la-educacion

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“No le tengo miedo a romper el silencio”: Erlendy Cuero

Redacción: Natalia Martínez/Plubimetro

CUARTA ENTREGA DEL ESPECIAL ‘VOCES A PRUEBA DE BALAS’.

Hablé con Erlendy y desde el inicio comprendí que era una mujer guerrera con carácter fuerte, pero risueña y feliz. Trabaja en Afrodes, la organización de afrodescendientes más grande del país. Está radicada en Cali, pero su vida no empezó allí. Sus amores y sus recuerdos más emocionantes y más tristes están en el puerto, en Buenaventura.

Conocí del puerto las historias de sus habitantes en el paro que hicieron en 2016. El paro fue tan grande, que el presidente Juan Manuel Santos tuvo que negociar y fingir que le cumplía a uno de los municipios en donde se hacen más negocios millonarios de Colombia, pero uno de los más pobres, más abandonados estatalmente.

Erlendy nació en Buenaventura. En medio de la pobreza que vivía su comunidad, asegura que tenía para vivir: “No tenía que pagar para comerme un pescado, simplemente iba y lo pescaba. Si quería un banano o un plátano, iba y lo agarraba. Ya cuando uno sale a una gran ciudad, es otra cosa”, cuenta Erlendy, que no muestra tristeza ante todos los hechos dolorosos de su vida, sino que se ríe irónicamente.

Fue desplazada cuando los paramilitares asesinaron a balazos a su papá a finales de los años ochenta. Dice que esto la impactó mucho. Llegó cuando su padre agonizaba y se murió en sus brazos. Ya había perdido a su mamá y tuvo que irse.

“No sabía qué era conflicto armado, ni desplazamiento. Uno no cae en cuenta de lo que le están haciendo, pero hoy puedo decir que sí fui víctima del conflicto y desplazada por la guerra”, cuenta.

Fue víctima de la violencia sexual, del machismo y de la criminalidad. A los 22 años fue abusada. Tuvo que vivir en Cali, en una metrópoli gigante, enfrentando indiferencia. Con dos hijos en brazos, conoció el hambre.

“Uno aguanta, pero no tener para darle un pan a un hijo, o un vaso de agua es muy duro. Me acuerdo que lloraba y lloraba. Intenté suicidarme, decía: ‘Dios, ¿por qué no me llevaste con mis papás?, ¿por qué no me llevas contigo y con ellos?’”. Lloré mucho, señala.

¿Hasta cuándo vamos a llorar?

Nos reuníamos con las comunidades y llorábamos. Contábamos las historias y llorábamos. Un día dije: ‘¿Hasta cuándo vamos a llorar?, ¿hasta cuándo vamos a sufrir?’”, cuenta Erlendy, que empezó a trabajar para dejar de llorar y empezar a hacer.

En 2008 trabajaba en una ONG como secretaria. El presidente de la organización, su tío, no sabía escribir, ella sabía y fue la única salida laboral que encontró. Empezó a vincularse con el trabajo social y nació una líder que lucha por los dineros de las víctimas, por la reivindicación de los derechos de las comunidades afro y contra el microtráfico. Las primeras amenazas llegaron por el machismo y, desafortunadamente, eso la obligó a emprender la huida. Su único pecado fue reivindicar los derechos de las mujeres.

Hay muchas violencias 

Recuerda con un tono de sorpresa y asombro, cómo uno de los esposos de las mujeres con las que empezó a trabajar, la persiguió con un cuchillo por las calles, porque “era una mala influencia para su mujer”. Recuerda que sacar a las mujeres del machismo, le ha costado mucho miedo.

También vivió el dolor de la violencia económica. La pobreza como forma de victimización; el analfabetismo como segregación… Vivió  la violencia urbana, que no es la misma rural, pero que golpea a los mismos: a los pobres. Conoció la violencia sexual y se topó con la violencia étnica y la discriminación a los negros.

“Elegí ser negra… ¡más negra!”: Erlendy

No sabía que era negra. Es raro, pero la realidad es que descubrí que era negra cuando ya era adulta. En una reunión una líder de Afrodes me decía hermana. Yo no entendía por qué si no éramos de la misma comunidad. Hablamos sobre nuestra comida, sobre nuestros ritos, nuestra cultura, nuestra música y dije: ‘Yo soy negra’”, cuenta Erlendy, que empezó a reivindicarse en su etnia.

Se encontró con juicios definitivos sobre su raza. Se encontró con personas que le dijeron que no parecía negra, porque “era bonitica”, porque era ordenada, porque era “limpia”…

“Yo decía que mi familia era negra y a mí me parece bonita. Que los negros no somos cochinos, que los negros somos ordenados e inteligentes. ¡Yo quería ser más negra!”, cuenta Erlendy, que se apropió de los turbantes y conoció la historia de su raza.

“Este pueblo sufre de amnesia. No nos acordamos de nada y una de las cosas que no tenemos muy presente es la esclavitud en Colombia. Fui a Estados Unidos, estudié y volví mucho más consciente de mis ancestros, de su historia, con la mente abierta”, apunta Erlendy, quien asegura que las amenazas llegan de todos lados, hasta de los propios liderazgos.

Si Erlendy no hace daño, ¿por qué la amenazan?

A modo de denuncia, señala que hace cuatro meses una líder social atentó contra ella. La envidia y el recelo por sobresalir empezó a jugar en contra de los líderes.

“Me han amenazado con mensajes de texto, con panfletos, me persiguieron. Hace cuatro meses buscaron sicarios para matarme, una líder social. Y esto es duro de decir, pero muchas amenazas, ¡Dios mío!, (suspira), vienen de la institucionalidad, porque estoy reclamando dineros que se suelen perder”, cuenta Erlendy, quien asegura que no tiene miedo.

Vencer al miedo rompiendo el silencio

Muchos líderes prefieren no ser mediáticos. Prefieren callar y no volverse objetivos. Para Erlendy, la respuesta es la opuesta. “No le tengo miedo a romper el silencio. Si no hablamos, somos blanco fácil. Si nos quedamos callados nadie escucha nuestra voz y es más fácil matarnos. Un líder solo es una muerte segura, si nos unimos, somos muchas ‘Voces a prueba de balas’, señala Erlendy con sonrisa y esperanza.

Líder social
Fuente: https://www.publimetro.co/co/noticias/2018/12/06/especial-voces-a-prueba-de-balas-entrega-4.html
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Uno de cada cuatro niños de Gaza necesita atención psicosocial

Gaza/16 de Junio de 2018/El País

Los jóvenes expresan a través estos dibujos recopilados por UNRWA su frustración ante el contexto de constante crisis que vive la Franja y la falta de perspectivas para el futuro

La represión de las protestas que agitan Gaza desde finales de marzo ha dejado más de 117 muertos y 13.200 heridos, según la última actualización de datos recabados por la Organización Mundial de la Salud del pasado 22 de mayo. La escalada de violencia de las últimas semanas ha empeorado un contexto ya de por sí complicado, sobre todo para los más jóvenes, que ya han vivido tres graves conflictos armados durante la última década. La mitad de la infancia depende de la ayuda humanitaria y uno de cada cuatro necesita atención psicosocial, estima Unicef.

1. La represión de las protestas que agitan Gaza desde finales de marzo ha dejado más de 117 muertos y 13.200 heridos, según la última actualización de datos recabados por la Organización Mundial de la Salud del pasado 22 de mayo. La escalada de violencia de las últimas semanas ha empeorado un contexto ya de por sí complicado, sobre todo para los más jóvenes, que ya han vivido tres graves conflictos armados durante la última década. La mitad de la infancia depende de la ayuda humanitaria y uno de cada cuatro necesita atención psicosocial, estima Unicef.
    • "La crisis actual llega en un contexto que ya de por sí era catastrófico”, explica Genevieve Boutin, representante de Unicef en Palestina. “Los servicios para la infancia, que ya eran muy frágiles, están al límite".
      2«La crisis actual llega en un contexto que ya de por sí era catastrófico”, explica Genevieve Boutin, representante de Unicef en Palestina. “Los servicios para la infancia, que ya eran muy frágiles, están al límite». 
    • Las infraestructuras sanitarias, asegura Boutin, están desbordadas. “Muy a menudo se da el alta a un niño herido demasiado temprano para poder liberar la cama del hospital y atender a un mayor número de personas”. El personal médico tiene que lidiar también con la falta de electricidad, que está limitada a cuatro o cinco horas al día, y la escasez de combustible, medicinas y equipamientos.
      Las infraestructuras sanitarias, asegura Boutin, están desbordadas. “Muy a menudo se da el alta a un niño herido demasiado temprano para poder liberar la cama del hospital y atender a un mayor número de personas”. El personal médico tiene que lidiar también con la falta de electricidad, que está limitada a cuatro o cinco horas al día, y la escasez de combustible, medicinas y equipamientos.
    • El 40% de casi 500 medicamentos esenciales se han agotado por completo en Gaza durante este mes de mayo, alerta la Organización Mundial de la Salud.
      El 40% de casi 500 medicamentos esenciales se han agotado por completo en Gaza durante este mes de mayo, alerta la Organización Mundial de la Salud.
    • Para Boutin existe el riesgo de hipotecar los débiles avances alcanzados en la Franja de Gaza hasta ahora para invertir todos los recursos en la más reciente crisis.
      Para Boutin existe el riesgo de hipotecar los débiles avances alcanzados en la Franja de Gaza hasta ahora para invertir todos los recursos en la más reciente crisis.
    • Nueve familias sobre diez no disponen de acceso regular a agua limpia, según Unicef. Los cortes del suministro eléctrico han causado una interrupción de los servicios de agua y saneamiento y han reducido gravemente la disponibilidad de agua potable. Además de estar expuestos al riesgo de enfermedades, los gazatíes también tienen que hacer frente a un gasto elevado para comprar agua embotellada.
      Nueve familias sobre diez no disponen de acceso regular a agua limpia, según Unicef. Los cortes del suministro eléctrico han causado una interrupción de los servicios de agua y saneamiento y han reducido gravemente la disponibilidad de agua potable. Además de estar expuestos al riesgo de enfermedades, los gazatíes también tienen que hacer frente a un gasto elevado para comprar agua embotellada. MOHAMMED HATEM (12 AÑOS), 
    •  "Los jóvenes de la Franja de Gaza han sido testigos de violencia y muchos de ellos nunca han salido del territorio, su mundo es muy limitado", sostiene Boutin, la representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia en Palestina.   "Siempre vivimos en estado de terror, pánico y expulsión", explica Rima Khalid Mohammed Al-Ajouri, autora de este dibujo, en un testimonio recogido por UNRWA.
      «Los jóvenes de la Franja de Gaza han sido testigos de violencia y muchos de ellos nunca han salido del territorio, su mundo es muy limitado», sostiene Boutin, la representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia en Palestina.

      «Siempre vivimos en estado de terror, pánico y expulsión», explica Rima Khalid Mohammed Al-Ajouri, autora de este dibujo, en un testimonio recogido por UNRWA.

    • En la Franja de Gaza viven alrededor de 1,8 millones de personas. Naciones Unidas estima que 300.000 necesitan ayuda psicológica por los traumas relacionados con la violencia. Además de las heridas físicas, los niños muestran fuertes signos de angustia y trauma.
      En la Franja de Gaza viven alrededor de 1,8 millones de personas. Naciones Unidas estima que 300.000 necesitan ayuda psicológica por los traumas relacionados con la violencia. Además de las heridas físicas, los niños muestran fuertes signos de angustia y trauma.ALA’A ABU TAIMA (14 AÑOS), 
    • Boutin, representante de Unicef en Palestina, se ha reunido con algunos de los jóvenes heridos durante las protestas de las últimas semanas. “Todos ellos han compartido su completa desesperación. Me han dicho que habían tomado parte en las manifestaciones a pesar de saber que era peligroso, porque no tenían nada que perder: sin empleo, sin dinero y sin perspectivas para el futuro”.
      Boutin, representante de Unicef en Palestina, se ha reunido con algunos de los jóvenes heridos durante las protestas de las últimas semanas. “Todos ellos han compartido su completa desesperación. Me han dicho que habían tomado parte en las manifestaciones a pesar de saber que era peligroso, porque no tenían nada que perder: sin empleo, sin dinero y sin perspectivas para el futuro”.ASEEL ABU JARAD (12 AÑOS),  
    • Más del 60% de los jóvenes menores de 25 años está en el paro. Esta situación afecta de manera especial a las chicas, a pesar de que ellas tengan un nivel más elevado de estudios.
      10 Más del 60% de los jóvenes menores de 25 años está en el paro. Esta situación afecta de manera especial a las chicas, a pesar de que ellas tengan un nivel más elevado de estudios.DIMA AL-NIRAB (11 AÑOS), 
    • El 94% de la infancia palestina empieza la escuela primaria, una de las tasas más elevadas de la región. Sin embargo, el abandono temprano de los estudios es muy común: se calcula que uno de cada cuatro chicos menores de 15 años ha dejado de estudiar.
      11 El 94% de la infancia palestina empieza la escuela primaria, una de las tasas más elevadas de la región. Sin embargo, el abandono temprano de los estudios es muy común: se calcula que uno de cada cuatro chicos menores de 15 años ha dejado de estudiar.EMAN ABU JABAL (11 AÑOS),  
    • En Palestina, 8.000 niños y 400 profesores necesitan protección para llegar a la clase, ya que atraviesan puntos de control por el camino. Las escuelas de Gaza están masificadas y operan a triple jornada.
      12 En Palestina, 8.000 niños y 400 profesores necesitan protección para llegar a la clase, ya que atraviesan puntos de control por el camino. Las escuelas de Gaza están masificadas y operan a triple jornada.MOHAMMED ABU MARSHOUD (13 AÑOS), CIUDAD DE GAZA UNRWA
  • Desde el pasado 30 de marzo, los palestinos se manifiestan a lo largo de la frontera con Israel para reclamar el derecho al retorno de los refugiados a la tierra que tuvieron que abandonar en 1948 con la creación del Estado de Israel.
    13 Desde el pasado 30 de marzo, los palestinos se manifiestan a lo largo de la frontera con Israel para reclamar el derecho al retorno de los refugiados a la tierra que tuvieron que abandonar en 1948 con la creación del Estado de Israel.AMANI ZYAD ISMAEL ABU QAMAR (14 AÑOS), 
  • El traslado efectivo de la sede de la embajada de Estados Unidos a Jerusalén, tal como había anunciado Donald Trump, avivó las protestas. Durante ese día, el Ejército israelí abatió a tiros a 59 manifestantes palestinos que se dirigían hacia la frontera.
    14 El traslado efectivo de la sede de la embajada de Estados Unidos a Jerusalén, tal como había anunciado Donald Trump, avivó las protestas. Durante ese día, el Ejército israelí abatió a tiros a 59 manifestantes palestinos que se dirigían hacia la frontera.SHAHD JABER (10 AÑOS),  
  • Iman Fakheri Salheh tiene 10 años y vive en Jabalia con su familia, formada de 11 personas. Su madre es maestra en la misma escuela donde ella estudia y su padre es desempleado. El dibujo representa la tragedia y las aspiraciones de un futuro mejor. "Entre la gente del campamento reina el miedo y el pánico, día y noche, por el bombardeo, y la tristeza por los asesinatos", dice en un testimonio recogido por UNRWA.
    15 Iman Fakheri Salheh tiene 10 años y vive en Jabalia con su familia, formada de 11 personas. Su madre es maestra en la misma escuela donde ella estudia y su padre es desempleado. El dibujo representa la tragedia y las aspiraciones de un futuro mejor. «Entre la gente del campamento reina el miedo y el pánico, día y noche, por el bombardeo, y la tristeza por los asesinatos», dice en un testimonio recogido por UNRWA.IMAN FAKHERI SALHEH, 
    "Soy un niño palestino. Vivo en la ciudad de Beit Hanoun con mi familia compuesta de 11 personas: mis padres y hermanos", cuenta Bisan Faraj Mahmouk Al-Masri, de 11 años, en un testimonio recogido por UNRWA. "El dibujo refleja la casa ideal donde la mayoría de la gente sueña vivir".
    16  «Soy un niño palestino. Vivo en la ciudad de Beit Hanoun con mi familia compuesta de 11 personas: mis padres y hermanos», cuenta Bisan Faraj Mahmouk Al-Masri, de 11 años, en un testimonio recogido por UNRWA. «El dibujo refleja la casa ideal donde la mayoría de la gente sueña vivir».BISAN FARAJ MAHMOUK AL-MASRI (11 AÑOS),  
  • El Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó el pasado viernes el envío de una misión internacional para investigar presuntos crímenes de guerra en Gaza. Israel, sin embargo, acusa al organismo de "hipocresía y absurdidad".
    17El Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó el pasado viernes el envío de una misión internacional para investigar presuntos crímenes de guerra en Gaza. Israel, sin embargo, acusa al organismo de «hipocresía y absurdidad».HIBA IDRIS AOUDEH (12 AÑOS),   
  • Palestina denunció el martes a Israel por crímenes de guerra y otros delitos ante la Corte Penal Internacional en La Haya. Pero el Ministerio de Exteriores hebreo sostiene que la Corte carece de jurisdicción sobre el conflicto.
    18 Palestina denunció el martes a Israel por crímenes de guerra y otros delitos ante la Corte Penal Internacional en La Haya. Pero el Ministerio de Exteriores hebreo sostiene que la Corte carece de jurisdicción sobre el conflicto. 
  • "Los jóvenes de la Franja se sienten abandonados", explica Boutin. "Muchos quieren estudiar informática porque creen que esto les abrirá las puertas para mudarse al extranjero. No conocen otra situación que la violencia, pero tienen ganas de cambio y de romper el aislamiento al que están sometidos".
    19«Los jóvenes de la Franja se sienten abandonados», explica Boutin. «Muchos quieren estudiar informática porque creen que esto les abrirá las puertas para mudarse al extranjero. No conocen otra situación que la violencia, pero tienen ganas de cambio y de romper el aislamiento al que están sometidos».

    Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/05/22/album/1526995502_292790.html#foto_gal_19

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¿El cambio climático creará más migrantes que las guerras?

Por:Daniel Gutman

El cambio climático es uno de los principales impulsores de las migraciones y lo será cada vez más. Incluso tendrá un papel más significativo como generador de desplazamientos de personas que los conflictos armados, que hoy provocan enormes crisis de refugiados.

Así lo advirtió el secretario ejecutivo adjunto de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), Ovais Sarmad, quien estuvo en Buenos Aires para participar en un encuentro de figuras internacionales y altos funcionarios del gobierno argentino, este miércoles 16 para analizar los impactos de ese fenómeno.

“Yo pongo el ejemplo de los conflictos en Siria y África subsahariana, que recientemente provocaron que millón de refugiados y migrantes ingresaran a Europa, lo que es una cuestión de importancia política”, dijo Sarmad a IPS.

“Pero el impacto del cambio climático va a hacer que ese millón parezca un número pequeño, porque hay trescientos o cuatrocientos millones de personas que viven en países en desarrollo en zonas bajas, cerca del mar. Y si el nivel del mar sube, esas personas van a tener que moverse”, agregó.

Sarmad, de nacionalidad india, es un especialista en comercio y gestión financiera, con estudios de postgrado en Londres, que durante 27 años trabajó en la Organización Internacional de Migraciones (OIM).

Fue jefe del Equipo del Director General de la OIM hasta el año pasado, cuando el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, lo nombró como número dos de la CMNUCC.

“Ese movimiento no será solamente nacional; la gente se moverá a otros países. Uno de los ejemplos es Kiribati, una pequeña isla en el océano Pacífico que tiene unos 100.000 habitantes y va a desaparecer en unos pocos años. ¿Qué pasará con esa población?”, se preguntó Sarmad en un encuentro con cuatro periodistas, entre ellos IPS.

¿Se puede hablar, en sentido estricto, de refugiados climáticos? La comunidad internacional hasta ahora no ha convalidado esa definición, pero Sarmad cree que el tema debería considerarse, por realidades como el aumento del nivel de mar, los huracanes cada vez más destructivos o las pertinaces sequías.

“En muchos países del mundo los agricultores son los más afectados por las sequías y se moverán. Con sus animales, sus familias o lo que sea. Y luego… no tendrán muchos lugares adonde ir. El mundo es uno solo y no pueden irse al espacio”, comentó el especialista.

En ese sentido, consideró que el mundo debe ser “solidario” y “no cerrar las puertas” ante quienes se desplacen debido a los eventos extremos del clima.

El diplomático indio fue el invitado estelar del encuentro Planeamiento, Riesgo y Respuestas frente a la Emergencia del Cambio Climático, organizado en el marco del llamado “Think 20 (T20)”, que reúne a organizaciones académicas e investigadores del Grupo de los 20 (G20).

El T20 está estruturado en 10 grupos de trabajo, uno de los cuales se ocupa de cambio climático e infraestructura para el desarrollo.

Ovais Sarmad (izquierda), secretario ejecutivo adjunto de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, y Youba Sokona, vicepresidente del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático, conversan con IPS y otros tres periodistas durante su visita a la capital argentina. Crédito: Daniel Gutman/IPS

Su misión es elevar recomendaciones de política públicas al G20, el grupo de países industrializados y emergentes que engloba 66 por ciento de la población mundial y 85 por ciento del producto interno bruto mundial.

Argentina ocupa durante este año la presidencia del G20, que concluirá a fin de año con la cumbre que congregará en Buenos Aires a los principales jefes de Estado y de gobierno del mundo.

La cuestión del cambio climático es especialmente conflictiva en el G20, ya que el año pasado, durante la presidencia alemana, Estados Unidos no adhirió al Plan de Acción sobre del Clima consensuado por el resto, lo que llevó a muchos a concluir que el G0 se había convertido en el Grupo de 19+1.

Este país quiere mostrarse activo ante la comunidad internacional en la batalla contra el cambio climático, aunque no puso el tema como una de las prioridades del G20 para este año, para evitar conflictos.

Los temas principales elegidos por el gobierno de Mauricio Macri son: El futuro del Trabajo, Infraestructura para el Desarrollo y Un Futuro Alimentario Sostenible.

El ministro argentino de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Sergio Bergman, reconoció al participar en el encuentro del T20 que Argentina necesita cumplir sus compromisos asumidos en el marco del Acuerdo de París sobre cambio climático.

Ese acuerdo vinculante que establece las medidas planetarias para luchar contra el cambio climático fue adoptado durante la 21 Conferencia de las Partes de la CMNUCC, en diciembre de 2015, y considerado como un logro histórico, hasta que la administración estadounidense de Donald Trump lo abandonó en 2017.

Argentina necesita mantener esos compromisos, entre otras cuestiones porque está solicitando su ingreso a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

“Queremos entrar a la OCDE y para ello tenemos que asumir nuestras obligaciones y rendir examen”, dijo Bergman, quien agregó: “Luego de lo que pasó en Alemania el año pasado, el desafío es cómo metemos a los 20 integrantes del g20 en el documento final”.

Junto a Bergman también participó en la cita del T20 el ministro de Defensa, Oscar Aguad, quien en cierta forma fue el anfitrión porque la reunión se realizó en la Universidad de la Defensa Nacional.

Esta institución estatal tiene a su cargo la formación de militares y civiles y el cambio climático es una de sus áreas destacadas de investigación.

Los planteamientos de Sarmad en Buenos Aires dejaron en claro que objetivo de la CMNUCC es que Argentina, como presidente del G20, impulse compromisos en el ámbito de cambio climático.

“El G20 tiene que tener el liderazgo político e incluir en sus recomendaciones de este año que el Acuerdo de París debe ser instrumentado, porque si no será un lindo Acuerdo, pero quedará en un estante”, dijo en la conferencia magistral que dio durante el encuentro, ante un centenar de asistentes, muchos de ellos funcionarios públicos.

Sarmad dijo que, a pesar de los esfuerzos de la comunidad internacional contra el cambio climático, en 2017 hubo un incremento de las emisiones de gases de efecto invernaderos, tras haber disminuido los tres años precedentes.

La razón, afirmó, ha sido un incremento en el consumo de combustibles fósiles.

Lo corroboró otro participante en el encuentro del T20, el maliense Youba Sokona, especialista en energía y vicepresidente del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC, en inglés).

Sokona destacó que detrás está el problema de que las energías renovables han reducido su precio en los últimos años, pero las fósiles todavía son más baratas.

“Los costos de las energías renovables son elevados no solo para los países en desarrollo. Incluso Alemania, cuando decidió poner un freno a la energía nuclear, tuvo que recurrir al carbón”, dijo Sokona, quien reveló que el IPCC enfrenta problemas de financiamiento por el retiro del apoyo económico de Estados Unidos.

“Es interesante que nos reunamos en este tipo de conferencias para hablar de cambio climático, pero hay otras muchas cosas que podemos hacer. Debemos actuar porque existe sufrimiento en el mundo, especialmente de parte de mujeres y niños, que son las poblaciones más vulnerables”, analizó, por su parte, Sarmad.

“No hay ninguna cuestión a nivel internacional aparte de la seguridad y la proliferación nuclear que sea más importante que el cambio climático”, concluyó.

Edición: Estrella Gutiérrez

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2018/05/cambio-climatico-creara-mas-migrantes-las-guerras/

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Colombia: La guerra no doblega a los maestros

Por miles se cuentan los docentes que han sido asesinados en medio del conflicto armado colombiano. Cauca y Nariño siguen siendo departamentos críticos para quienes ejercen la enseñanza. Su llamado sigue siendo por una escuela como territorio de paz

Por: Nicolás Sánchez A. / @ANicolasSanchez

Al ejercicio de la docencia en Colombia se le ha atravesado la guerra. Hace menos de un mes, y durante varios días, los maestros que ejercen su profesión en la región del Catatumbo quedaron confinados por el paro armado que decretó el EPL. La imposibilidad de salir de la zona llevó a que padecieran la escasez de víveres y de medicinas. Ese hecho es apenas una muestra de las dificultades que la confrontación armada les ha impuesto a los profesores colombianos.

Los asesinatos se cuentan por miles. El primer reporte que tiene la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode, afiliada a la Internacional de la Educación América Latina IEAL) sobre el asesinato de un profesor data del 10 de enero de 1977. Ese día cayó muerto en Puerto Rico (Caquetá) Fabio Sánchez Malagón, quien era el secretario general de la Asociación de Institutores del Caquetá.

La violencia contra los educadores se extendió en el tiempo. Fecode tiene registros de años en los que fueron asesinados más de 50 profesores en Colombia. Por ejemplo, en 1988 fueron asesinados 60; en el 2000, 74, y en 2001, 60. El total de asesinatos, según esa organización sindical, es de 1.000 docentes, pero esa cifra no representa el total de los profesores asesinados, ya que la base de datos que tiene Fecode solamente registra los delitos en contra de docentes sindicalizados.

“Si usted cruza el mapa del conflicto armado con el de los asesinatos de los profesores, coinciden”, asegura Jorge Ramírez, secretario técnico de Derechos Humanos de Fecode. En esa medida, los reportes de esa organización indican que los departamentos que más asesinatos revelan son Antioquia, con 350 docentes; Córdoba, con 110, y Caldas, con 70.

Entre los crímenes de profesores que Colombia recuerda están, por ejemplo, los de Alfredo Correa de Andreis y de Luis Felipe Vélez. El de Correa se perpetró el 17 de septiembre de 2004. Por dicho crimen fue condenado el director del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) de esa época, Jorge Noguera, quien era una ficha del Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia. En cuanto a Vélez, profesor y presidente de la Asociación de Institutores de Antioquia (Adida), fue asesinado el 25 de agosto de 1987 en Medellín. Cuando se dirigían a sus exequias, sicarios acabaron con las vidas de sus colegas Héctor Abad Gómez y Leonardo Betancur.

Docentes frente a la violencia

Los profesores han estado en la mira de los grupos armados por resistir a la violencia. “Han confrontado a los armados con las herramientas culturales que tienen”, asegura María Emma Wills, asesora de la dirección general del Centro Nacional de Memoria Histórica. La investigadora cuenta que recorriendo el país ha visto profesores que deciden ampliar la jornada escolar con el fin de reducir el riesgo de que los estudiantes sean reclutados por parte de los grupos armados.

Los armados han encontrado en los profesores un obstáculo para controlar algunos territorios. “Dominar una ruta del narcotráfico es imponer una orden. El actor armado tiene que confrontar a los maestros que no quieren que sus muchachos sean reclutados”, explica Wills. Por esos factores se explica que el cruce entre los mapas de asesinatos de maestros y de desarrollo del conflicto armado se superponen.

Pero la violencia contra los docentes no se ha limitado a los asesinatos. Entre los delitos que se han cometido en su contra están el desplazamiento forzado, las amenazas y otros. “Hay que recrear lo que significa para un maestro ver cómo llegan a un territorio, donde tienen que fungir como líderes, los actores armados. Estos de manera arbitraria intentan reclutar o refugiarse en las escuelas”, afirma Wills.

Amenazas y Acuerdo de Paz

Más de 10 mil amenazas han recibido los maestros en Colombia, según cifras de Fecode. Las violaciones a los derechos humanos de los profesores tienen efectos perversos en las comunidades. “Cuando un maestro es amenazado, es desplazado, es asesinado, la comunidad pierde un pedazo de su historia y de confianza en el Estado”, asegura Alejandra Londoño, coordinadora de la Red Nacional de Maestras y Maestros por la Memoria y la Paz.

“La firma del Acuerdo de Paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) representó una leve mejoría en la situación de los maestros”, dice Ramírez. Los asesinatos se han reducido a un dígito. Así, Fecode registró seis casos en el 2017. Este año van dos casos de asesinatos de profesores, uno en Cauca y otro en Nariño.

Las amenazas también han disminuido. Según cifras entregadas por la Unidad Nacional de Protección (UNP), esta entidad halló que 118 maestros corrían un riesgo extraordinario (eso quiere decir que corren un riesgo mayor que el que tiene cualquier colombiano). En 2016, año de la firma del Acuerdo de Paz entre el Estado y las FARC, fueron amenazados 91. En 2017, sin embargo, la cifra volvió a subir a 91 casos.Sin que haya corrido la mitad del 2018, ya son 46 los profesores que han recibido amenazas.

Los casos de riesgo que reporta la UNP coinciden con la afirmación de Ramírez, la violencia contra los profesores se focaliza en las regiones donde la guerra ha continuado. Cauca reporta 14 casos de profesores con riesgos extraordinarios entre 2017 y lo que va corrido del 2018. Por su parte, en Nariño son 22 los casos.

Ricardo Ordóñez, secretario de derechos humanos del Sindicato del Magisterio de Nariño, dice que las amenazas contra docentes en ese departamento este año llegan a 58. “Lo que buscan los grupos armados es quedar libres en el territorio para hacer y deshacer”, explica. En esa región hacen presencia grupos armados como el ELN y disidencias de las FARC. También hacen parte del panorama diferentes grupos delincuenciales.

La situación es más complicada en la costa nariñense. Tumaco y Samaniego son los municipios que más preocupación despiertan entre los docentes. Cuentan que muchas veces los grupos armados extorsionan a los maestros exigiéndoles sumas de hasta 20 millones de pesos. “Eso es todo lo que nos ganamos en un año”, afirma Ordóñez.

Según Jorge Ramírez, secretario técnico de Derechos Humanos de Fecode, los riesgos que se ciñen sobre los profesores en las ciudades tienen otras características. Por ejemplo, quienes más los amenazan son los grupos dedicados al microtráfico. La situación es preocupante: en Bogotá, 19 profesores han tenido riesgos inminentes contra su vida entre 2017 y 2018, según la UNP.

Resistir a la guerra

Los maestros no solo han sido víctimas de la guerra, también han sido resistentes a ella. Un ejemplo de eso es la Red Nacional de Maestras y Maestros por la Memoria y la Paz, una iniciativa que se fundó en el 2017 y que busca el diálogo de los maestros sobre su papel en la construcción de memoria y de paz.

La red cuenta con 30 educadores de diferentes departamentos que han padecido la guerra. Docentes de Nariño, Chocó, Meta, Medellín, Magdalena Medio, Antioquia, Huila, Cauca, Bogotá y Arauca comparten experiencias para construir metodologías que les permitan empezar a construir paz y memoria en las aulas.

Uno de esos ejemplos se encuentra en San Juan Nepomuceno (Bolívar), en los Montes de María. El profesor de una de las escuelas del municipio envía a sus estudiantes a hacerles entrevistas a sus familiares mayores como una forma de que aprendan la historia de la región. Con el trabajo de sus estudiantes el profesor creó un archivo sonoro que reposa en el colegio. La red está buscando ampliarse hacia otro municipio que vivió el terror paramilitar, Belén de los Andaquíes (Caquetá).

Los profesores se sienten comprometidos con la construcción de paz. Así lo expresa Ramírez, quien dice que “en cada rincón del país hay un profesor. Hay lugares adonde no llega la Fuerza Pública, pero hay un maestro”.

Los profesores han rescatado una consigna de los años 90: escuelas territorios de paz. Lo hicieron ante las afectaciones que la guerra les sigue generando a los establecimientos educativos. Un ejemplo de eso se vivió en el Catatumbo (Norte de Santander) cuando, en medio de un enfrentamiento entre actores armados, la escuela de la vereda Filo Gringo, de El Tarra, fue impactada por varios proyectiles.

Pero hay quienes creen que faltan condiciones para que los profesores puedan ejercer su profesión de manera digna y así multiplicar su aporte a la sociedad. “Colombia tiene una enorme deuda con sus maestros, hay que dignificar la profesión y eso pasa por tener mejores salarios, por tener un lugar digno donde ejercer”, opina María Emma Wills.

“Aunque todos hemos sido formados por maestros, esta sociedad no dimensiona el lugar de ellos ni les da el reconocimiento y la protección colectiva”, enfatiza Alejandra Londoño. “No hay derecho a que un país que se llama democrático deje en pie esas brechas entre unos ciudadanos y los otros”, concluye Wills.

El caso de Nadya Salguero

La vida de la profesora Nadya Salguero cambió tras recibir amenazas en Falan (Tolima), donde dictaba clases en la sede rural número 10 de la Institución Educativa Diego Fallón.“Vallase profesora sapa o la zacamos AUC”, decía un grafiti que desconocidos dejaron en las paredes de la institución educativa el 20 de noviembre de 2017. Salguero decidió volver al colegio en diciembre de ese año, pero encontró otro mensaje: “Pensó que era mentira AUC”. En marzo, Salguero fue trasladada hacia Casabianca (Tolima). “No ha sido fácil empezar de nuevo en otro sitio”, dice. Además, las autoridades no han dado con los autores de las amenazas.Sigue dictando clases, pero teme por su vida. Buscará asesoría para empezar a tramitar un asilo, debido a que no se siente segura. Ha sido tan crítica su situación que se encuentra en tratamiento psiquiátrico debido al desplazamiento y las amenazas que sufrió.

El texto forma parte de un especial por la memoria de los profesores. El portal web Colombia2020 de El Espectador publica entre el 14 y el 20 de mayo los perfiles de siete profesores que fueron asesinados en el marco del conflicto armado colombiano.

El especial es un homenaje a quienes han dado la vida ejerciendo la enseñanza y a quien en medio de todas las adversidades de la guerra se dedicaron a construir paz desde las aulas.

Asimismo, hacer memoria sobre el ejercicio docente y su legado en Colombia representa un homenaje para quienes trabajan en territorios que siguen padeciendo la confrontación armada.

*Fuente: https://colombia2020.elespectador.com/verdad-y-memoria/la-verdad-para-las-victimas-de-la-masacre-de-tacueyo

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Unicef: Niños de este de Ucrania estudian en medio de fuego cruzado

Por: http://spanish.xinhuanet.com

Más de cuatro años de conflicto en el este de Ucrania han devastado el sistema educativo, han destruido o dañado cientos de escuelas y han forzado a 200.000 niños y niñas a estudiar en un ambiente militarizado, dijo hoy el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

«Los niños estudian en escuelas con agujeros de bala en las paredes, costales de arena en las ventanas, refugios antibombas en los sótanos y metralla en los patios», dijo la representante de Unicef para Ucrania, Giovanna Barberis, en una conferencia de prensa en la sede de la ONU en Ginebra.

«El sistema educativo en el este de Ucrania ha estado en medio del fuego cruzado durante más de cuatro años. Todas las partes en conflicto deben respetar el derecho humanitario internacional y asegurarse de que las escuelas sean sitios seguros en donde los niños puedan aprender».

Su educación se lleva a cabo en medio de combates volátiles y se enfrentan al peligro de armas sin estallar y de la proximidad de sitios militares como bases, instalaciones de almacenaje y puestos de control, dijo Barberis.

Unicef y sus socios señalaron que hay al menos ocho casos en los que sitios militares o de grupos armados se encuentran a 500 metros de un jardín de niños o de una escuela y dos sitios en los que las escuelas se encuentran a apenas unos metros de este tipo de instalaciones.

Desde que comenzó el actual año escolar, Unicef ha monitoreado seis edificios de antiguas escuelas que han sido ocupados o utilizados por el ejército o grupos armados.

Al menos 45 escuelas han sido dañadas o destruidas en los últimos 16 meses, además de las más de 700 dañadas desde que comenzó el conflicto.

Unicef dijo que este año pidió 23,6 millones de dólares para brindar asistencia humanitaria urgente a los niños y las familias afectados por el conflicto en el este de Ucrania.

Hasta la fecha se h cubierto menos del 15 por ciento de la cifra.

*Fuente: http://spanish.xinhuanet.com/2018-05/05/c_137156809.htm

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¿Por qué hay 264 millones de niños que no van al colegio?

Por: El país/Tiziana Trotta

Casi un tercio de los menores sin escolarizar viven en 35 países afectados por distintos tipos de crisis y apenas el 2% de la ayuda humanitaria se destina a educación

Siria ha pasado de rozar una tasa del 100% de escolarización antes del conflicto a contar con 2,8 millones de niños fuera de las aulas. En Yemen, ya son dos millones. Sudán del Sur tiene la tasa más alta de abandono escolar en educación primaria con un 72% de la infancia fuera del sistema escolar. Y lo mismo sucede en Chad, Nigeria, Afganistán y muchos otros países asolados por conflictos u otros tipos de emergencia. Los menores de 18 años de todo el mundo sin escolarizar son 264 millones, según datos de Unicef. De ellos, 75 millones viven en 35 países afectados por distintos tipos de crisis. Sin embargo, desde 2010, menos del 2% de los fondos humanitarios se ha destinado a la educación.

La edición de este año de la Semana de Acción Mundial por la Educación, que se celebra del 23 al 29 de abril en 120 países, reivindica la importancia de que los menores acudan a la escuela incluso en las crisis y pide un incremento del presupuesto de ayuda humanitaria destinado a este fin hasta el 4%.

Uno de cada cuatro niños que no van a la escuela vive en un país asolado por conflicto y las niñas sumidas en estos contextos se enfrentan a una probabilidad 2,5 mayor de quedarse fuera del colegio en comparación con los varones. “Hay que prestar mayor atención a la educación desde el primer momento en el que se produce una emergencia”, sostiene Blanca Carazo, responsable de Programas para Unicef. “Cuando un niño deja de asistir a la escuela, se pone a riesgos a corto plazo como ser víctima de trata, explotación laboral, matrimonios precoces, reclutamiento en los combates. A largo plazo, está perdiendo una oportunidad para el futuro”, añade.

Volver a las aulas, además, contribuye a crear una rutina que puede ayudar a superar los traumas, agrega Emilia Sánchez, directora de Incidencia Política y Comunicación de Plan International. “El profesorado se convierte en un aliado clave para la protección ya que puede identificar casos más graves y derivarlos, al mismo tiempo que en las escuelas se atienden otras necesidades básicas como la alimentación, el higiene y el saneamiento”.

“Si la educación ya vive un momento difícil en general, cuando se produce un desastre natural, un conflicto como el de Siria o una crisis de tracto lento el riesgo es aún mayor para la infancia”, explica Alberto Casado, responsable de campañas de Ayuda en Acción. “Y si garantizar el derecho a la educación entre la población desplazada en asentamientos es complicado, hacerlo entre los que se encuentran en movimiento es prácticamente imposible”.

En 2016, los desplazamientos forzosos marcaron un nuevo récord con 65,6 millones de personas —la mitad de los cuales, menores— que abandonaron sus hogares, principalmente a causa de graves conflictos, pero también por otros motivos como el cambio climático, la situación económica de sus países de origen o por persecución política y religiosa.

Tan solo la mitad de la infancia refugiada o en situaciones de desplazamiento interno va a la escuela primaria y apenas un 25% de los menores asiste al primer ciclo de educación secundaria. Este porcentaje baja al 1% en el caso de los estudios universitarios, según datos de Unicef.

Alumnos de una escuela en Sudán del Sur.
Alumnos de una escuela en Sudán del Sur. PLAN INTERNATIONAL

El conflicto en Siria, que ha cumplido recientemente siete años y que en 2017 se cobró la vida de 910 niños y niñas, solo es la cara más visible de este problema. Un 43% de la llamada generación perdida no está escolarizada. Desde el principio de la guerra, más de 300 escuelas han sido blancos de ataques, mientras que se han perdido más de 180.000 docentes, que han muerto o han huido. Los que se han quedado, además de lidiar con la escasez de infraestructuras y la falta de seguridad, no siempre pueden prestar una enseñanza de calidad, al estar hacinados en clases abarrotadas con alumnos de distintas edades.

La situación no mejora entre los niños que llegan a Europa, donde sus necesidades educativas básicas chocan con barreras legales. Por ejemplo, apenas 10 países miembros de la Unión Europea reconocen el derecho de los menores indocumentados a los estudios, mientras que cinco les excluyen de manera explícita. Una vez dentro del sistema escolar del lugar de acogida, obstáculos culturales o de idioma frenan su integración, al mismo tiempo que a menudo tienen que lidiar con xenofobia y estigmatización.

Pese a las dificultades, la educación se mantiene arriba entre las preocupacionesde las familias desplazadas, pero no siempre recibe la atención adecuada en el marco de la ayuda humanitaria y se destinan fondos escasos y de corta duración. De media, menos del 2,7% de los llamamientos humanitarios globales se destina a la educación.

“Tradicionalmente, la educación se encuentra en un limbo entre ayuda humanitaria y cooperación al desarrollo y no se considera como algo que salva vidas. Esta visión es muy limitada y poco a poco se está superando, porque las crisis son cada vez más complejas”, asegura Valeria Méndez de Vigo, responsable de Estudios e Incidencia de Entreculturas.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/04/23/planeta_futuro/1524501231_565813.html

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