En pleno conflicto docente, tanto la oposición como el oficialismo buscarán sostener el clima de tensión como estrategia electoral para reafirmar sus frentes.
Por: Damián Glanz.
El gobierno de María Eugenia Vidal se encamina a cerrar esta semana un acuerdo con los sindicatos docentes. Después de diez días de paro y de dos marchas multitudinarias, la paritaria se firmaría con el ofrecimiento de un plus adicional que compense parte del poder adquisitivo del salario perdido en 2016. Pero la finalización del debate salarial no clausurará el clima de conflicto. La oposición y especialmente el Gobierno nacional están decididos a sostener la atmósfera de tensión como parte de sus estrategias electorales.
El martes se sentarán los equipos técnicos del gabinete de Vidal y de los sindicatos. A la propuesta del 19 por ciento en tres cuotas ajustable de acuerdo a la inflación de este año y a los 500 pesos que había ofrecido por los aumentos de precios de 2016, la gobernadora sumaría un monto aún no definido para el segundo ítem. En La Plata discuten si será en un pago o también en cuotas trimestrales. Esa oferta será la llave que destrabe el acuerdo.
El acuerdo bonaerense oficiará como facilitador del resto de los acuerdo provinciales que aún restan. Pero no resolverá la discusión con los gremios con representación nacional. Ctera todavía pide una mesa paritaria nacional.
“No hay dudas de que buscan una excusa para sostener el conflicto. El 20 de diciembre se les avisó que recién nos reencontraríamos en abril para discutir el plan Maestro. Sabían, y aceptaron, que no habría paritaria. No dijeron nada hasta que debían comenzar las clases”, se quejan desde la cartera que conduce Esteban Bullrich.
La apuesta de Mauricio Macri había sido, precisamente, sacar a la educación de la pulseada electoral. Y creía que la firma de un acta realizada en mayo para pautar el salario mínimo docente alcanzaría para terminar con los tironeos históricos de febrero.
Sin dudas la estrategia falló. Incluso muchos de los gobernadores peronistas que acompañaron el Presupuesto 2017 con los criterios de reparto y aumento del Fondo Nacional de Incentivo Docente, terminaron reclamando la paritaria de federal para rediscutir, precisamente, ese acuerdo.
La polémica por la frase de Macri sobre la educación pública
El propio Presidente terminó de darles a los docentes el argumento que ellos estaban esperando para concluir el diagnóstico. Su definición sobre la «caída» en la escuela pública terminó de armar el relato que acusa a Macri de despreciar el sistema educativo estatal. Claro: «Se cae en la escuela pública» como quien cae enfermo, en desgracia o preso.
La masiva marcha federal que clausuró el cuarto día de paro nacional en dos semanas le devolvió la gentileza a la Casa Rosada. El cántico abrumador del «vamos a volver» resultó una misa para el oficialismo. «Es una marcha electoral. Están en campaña», sentenciaron.
El tono que eligió esta semana el jefe de Gabinete para brindar su informe de gestión ante la Cámara de Diputados también da cuenta de que Cambiemos suspendió el objetivo de «unir a los argentinos», aquella promesa fundante de la coalición oficialista.
Con o sin piquetes y fastidio de los automovilistas, oficialismo y oposición necesitan del conflicto social para reafirmar sus frentes electorales. Unos para visibilizar la crisis. Los otros para construir al adversario. La próxima parada de este viaje es el paro nacional de la CGT. Y no será la última.
Fuente: http://tn.com.ar/opinion/el-conflicto-como-estrategia_781737
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