Page 3 of 7
1 2 3 4 5 7

Arabia Saudí congela todos los programas educativos conjuntos con Canadá

Redacción: Mundo

Arabia Saudí anunció que congelará todos los programas educativos conjuntos con Canadá y tramitará el traslado de todos los estudiantes saudíes a otros países, informó el diario Al Arabiya.

Horas antes Riad llamó a consultas a su embajador en Ottawa y dio 24 horas al embajador de Canadá, Dennis Horak, para que abandone ese Estado y anunció la congelación de todas las transacciones comerciales y de inversión con el país norteamericano, reservándose el derecho de tomar medidas adicionales.

El Ministerio de Exteriores saudí indicó en una nota que «Canadá y todas las demás naciones deben saber que no pueden pretender estar más preocupados que el reino por sus propios ciudadanos».

Por su parte Marie-Pier Baril, la portavoz del gobierno canadiense, subrayó este 6 de agosto que su país «defenderá siempre los derechos humanos, en especial los de las mujeres y la libertad de expresión en todo el mundo».

 El 2 de agosto, la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, dijo sentirse «muy alarmada» por la noticia sobre el encarcelamiento en Arabia Saudí de la activista de derechos humanos Samar Badawi, hermana del bloguero saudí Raif Badawi, y llamó a poner en libertad a los dos.

Junto con la activista de derechos humanos fue detenida su colega Nasima Sadah.

Raif Badawi, creador del foro digital Red Liberal Saudí, fue arrestado en 2012 por criticar a la Policía religiosa saudí, insultar al Islam, cometer ciberdelitos y desobedecer al padre, considerado un delito en Arabia Saudí.

Actualmente Badawi cumple una pena de diez años de cárcel.

Comparte este contenido:

Charla con Muzoon, la joven siria que quiso salvar sus libros

Autor: El País

La embajadora de Unicef es una activista por la educación de los niños refugiados

En Facebook Live hoy hablamos con Muzoon Almellehan. A esta joven de 20 años la llaman la Malala siria, y ella no puede ocultar el orgullo que le produce que le comparen con la premio Nobel de la Paz de 2014. Tampoco la satisfacción de considerarse “amiga” de Malala Yousafza, una activista por el derecho a la educación de las niñas. La lucha de Muzoon Almellehan es parecida: está empeñada en que todos los menores refugiados puedan ir al colegio.

Hace cuatro años, Muzoon, hoy embajadora de buena voluntad de Unicef, tuvo que huir de su casa en Siria con su familia por culpa de la guerra. Al hacer el equipaje tuvo claro qué se llevaría: tantos libros como podía cargar para continuar sus estudios. La joven siria reclama a los líderes internacionales que la escolarización no sea una opción cuando se habla de ayuda a los refugiados. “Es tan importante como la comida”, asegura. «Si no aprenden, ¿cómo podemos esperar que los niños lleguen a desarrollar todo su potencial. Tenemos que continuar luchando hasta que veamos un mundo en el que todos van al colegio”.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/06/28/planeta_futuro/1530176059_706579.html

Comparte este contenido:

Pobreza, conflictos y exclusión amenazan a la mitad de los niños en el mundo, según informe

Alemania/02 de Junio de 2018/El Comercio

Más de la mitad de niños en todo el mundo ve su infancia perjudicada por algún tipo de amenaza como la guerra, la pobreza extrema o la discriminación de las niñas, según un informe presentado hoy, 30 de mayo del 2018, por la organización humanitaria internacional Save the Children.

La infancia de más de 1 200 millones de niños y niñas de todo el mundo está en juego, se advierte en el informe ‘Los rostros de la exclusión’, en el que se destaca que los menores de África Central y Occidental son los que más expuestos están.

«El matrimonio infantil, el trabajo infantil y la falta de alimentación son sólo algunas de las alarmantes situaciones que roban la infancia a los niños», dijo la gerente de Save The Children en Alemania, Susanna Krüger.

En la mayoría de países de América Latina y en el Caribe la situación de los menores registra una mejoría.

Los avances para impedir el trabajo infantil en Perú o el Salvador mejoró la calificación de estas naciones.

En Panamá y Venezuela, sin embargo, la situación empeoró. En el caso de Panamá debido a que menos niños han sido escolarizados en comparación con años anteriores, situación que también se observa en Venezuela, donde además aumentó la mortalidad infantil.

En el estudio, que se llevó a cabo en 175 países, se señala que en total la situación ha mejorado en términos generales en 95 países, mientras en una cuarentena ha empeorado considerablemente. Níger sigue siendo el que está en la cola de la lista. Mali, la República Central Africana y Chad le siguen de cerca.

De entre los países iberoamericanos, solo dos figuran entre los 15 primeros: Portugal en el lo más alto (puesto 11), seguido de España (en el 14), Chile (en el 58), Argentina (en el 73), Brasil y México (en el 93), Perú (en el 95).

El índice se elabora tras comparar indicadores como la falta de alimentos, el acceso a la educación, la alimentación, problemas de salud y violencia extrema.

Save the Children exige a todos los gobiernos que permitan a todo menor comenzar su vida de forma óptima. «Las naciones tienen que actuar para que se puedan cumplir los acuerdos de sostenibilidad de la ONU y ofrecer a todos los niños sin excepción un futuro», dijo Krüger.
 

Fuente: http://www.elcomercio.com/actualidad/infancia-amenazados-ninos-mundo-informe.html

Comparte este contenido:

Aprender a transformar y gestionar los conflictos

Por: Pedro Uruñuela

Usemos nuestro pensamiento para llegar a acuerdos, no para reforzar el enfrentamiento.

En el último artículo publicado en este blog terminábamos preguntándonos por las competencias, habilidades y valores que hacen posible una convivencia positiva, así como por la forma de potenciar aquellas actitudes que la hacen posible. Sin duda, una de las competencias fundamentales y una actitud básica es la referente a la gestión pacífica de los conflictos.

Los conflictos son una realidad ineludible que todos nuestros alumnos y alumnas se van a encontrar numerosas veces a lo largo de su vida. Hoy los viven en sus familias, en su clase, en las relaciones con sus amigos y amigas, con sus profesores/as … Y en la sociedad nos encontramos conflictos importantes en el propio barrio o localidad, lo mismo que sucede en todo el Estado. Particular importancia tiene, desde mi punto de vista, lo que está sucediendo en Cataluña y la forma en la que se está afrontando este conflicto. Más allá de quién pueda tener la razón, no es ésta la forma adecuada de abordar un conflicto.

Como educadores nos interesa primordialmente que nuestros alumnos y alumnas aprendan y hagan propia una forma de transformación de los conflictos, que sean capaces de ver y entender los puntos de vista de la otra parte, que desarrollen un espíritu crítico ante los hechos que les toca vivir. ¿Qué competencias, habilidades y valores son

necesarios para una buena gestión de los conflictos? ¿Qué actitudes favorecen la transformación pacífica de los conflictos y son claves para el desarrollo de una buena convivencia?

En primer lugar, es necesario que nuestro alumnado aprenda a analizar los conflictos, identificar sus principales elementos y comprender los aspectos ocultos a simple vista en los mismos. Siguiendo a J. P. Lederach, el conflicto tiene lugar entre personas, que manifiestan posiciones incompatibles que son expresión de intereses y necesidades no visibles a primera vista, que responden a la pregunta de por qué se mantienen esas posiciones. Las personas expresan emociones, muestra de cómo viven ese enfrentamiento, que condicionan el desarrollo y evolución del conflicto.

En el conflicto se pone de manifiesto el problema, la incompatibilidad, la diferencia que enfrenta a las personas. Es el núcleo, el meollo, la estructura del conflicto. Y, por último, el proceso, cómo se desarrolla el conflicto y cómo las partes tratan de resolverlo, cómo se toman las decisiones y cómo se sienten sus protagonistas. Que nuestros alumnos y alumnas aprendan a analizar correctamente los conflictos implica trabajar habitualmente el estudio de éstos, para conseguir que se incorporen y automaticen las estrategias de análisis de los mismos.

En segundo lugar, es necesario revisar y modificar nuestros planteamientos y actitudes ante los conflictos, aprendidos en la familia y reforzados en nuestras relaciones más habituales. Acostumbrados a actitudes de “yo gano-tú pierdes”, e incluso de “yo pierdo-tú pierdes”, hay que avanzar hacia planteamientos en los que las dos partes ganen, lo que sólo es posible si se tienen en cuenta sus necesidades y se busca la forma de armonizarlas y poderlas atender de manera suficiente.

Es posible, en tercer lugar, trabajar con los alumnos/as los pasos que son necesarios para dar respuesta adecuada a los conflictos, pasos que hemos recogido en el acrónimo RESOLVER: Recapacitar y prepararnos para el conflicto, Expresar cómo vemos el conflicto cada una de las partes, buscar soluciones alternativas, Valorar las alternativas propuestas, Experimentar dichas alternativas y, finalmente, Revisar cómo nos va con las soluciones dadas. En definitiva, aplicar a la gestión de conflictos los pasos del método científico.

Pero, además del entrenamiento individual, es necesario dotarse, en cuarto lugar, de mecanismos y sistemas colectivos para la gestión y transformación de los conflictos. Los sistemas de mediación y las prácticas restaurativas son un buen ejemplo de ello, y sirven para reforzar y poner en práctica todo lo señalado para una buena gestión de conflictos.

¿Suelen aplicarse estas pautas de actuación en la transformación de los conflictos diarios? Lamentablemente, no. Y lo mismo sucede respecto de otros conflictos importantes, como puede ser el que estamos viviendo en Cataluña en el último año. Tomando éste como referencia, me gustaría enumerar alguno de los planteamientos que más me han llamado la atención en este tema, que pueden ser también signo de lo que nos sucede habitualmente en otro tipo de conflictos. La enseñanza de la manera de gestionar los conflictos que tratamos de proponer a nuestros alumnos y alumnas puede ser también de aplicación a esta situación:

• Ha predominado un enfoque reactivo, de renuncia a iniciativas para gestionar el conflicto, para limitarse a “reaccionar” ante lo que pasaba, especialmente por parte del gobierno central. Desde este enfoque, se ha recurrido al uso de la violencia en sus diversas formas, olvidando lo que ya decía Bakunin, que “un problema resuelto a la fuerza sigue siendo un problema”.

• Se ha enfocado la relación y el enfrentamiento desde un planteamiento de “yo gano, tú pierdes”, y ello por ambas partes. Desde la toma de decisiones de forma unilateral, al margen de toda norma y reglamento, hasta la proclamación de la eliminación y descabezamiento de la otra parte. Es necesario otro planteamiento, muy claro, de “yo gano, tú ganas”, en la que ambas partes puedan reconocer sus legítimos intereses y necesidades, buscando el máximo acuerdo que sea posible a través del diálogo, y llegando como mínimo al “mini-ganar” por ambas partes, haciendo política democrática.

• Es necesario asumir y respetar la diferencia y buscar los elementos mínimos e imprescindibles para una convivencia pacífica. Es necesario reconocer la legitimidad de cada una de las partes respecto a sus posiciones y planteamientos y buscar la parte de verdad que pueda haber en ellos. Esto implica renunciar a los juicios de valor sobre la otra parte, a las descalificaciones y búsqueda de intenciones ocultas en el otro, y, sobre todo, renunciar a “echar leña al fuego”.

• Las emociones son otro punto clave para evitar o relajar la polarización. La situación política y social que vivimos está muy cargada de emociones que llevan a un cierto bloqueo racional. Además, se pone de manifiesto la tendencia a pensar no solo que nuestras ideas y creencias son mejores que las de los demás y por lo tanto las suyas están equivocadas, sino a despreciar al otro por no darse cuenta de ello.

• La falta de reflexión es otro de los elementos que alimentan la polarización. La podemos vivir en una discusión “en directo”, pero se evidencia de manera contundente en la inmediatez en escribir o responder a un tuit. En este sentido vale la pena darle la vuelta a un dicho popular “piensa mal y acertarás” y transformarlo en “piensa más y acertarás”.

En las relaciones personales y también en las sociales debemos insistir en la búsqueda del acuerdo por encima de la acentuación de las diferencias, el reconocimiento de la otra parte sobre el menosprecio o la marginación de esta, la renuncia a la fuerza y el recurso a la palabra y al diálogo sobre el abuso de poder o la violencia. Y es que es esto lo que más nos cuesta: aceptar que las personas y los grupos son muy diferentes, que sus posiciones y pensamientos son también legítimos y que sólo desde la pluralidad y el respeto a la diferencia es desde donde puede construirse la convivencia.
La violencia no nos lleva a nada. Más bien nos lleva a dificultar más las cosas. Usemos la palabra, usemos el diálogo y, así, no tendremos que darle una vez más la razón a nuestro gran poeta Antonio Machado cuando nos decía que “en España, de diez cabezas nueve embisten y una piensa”. Usemos nuestro pensamiento para llegar a acuerdos, no para reforzar el enfrentamiento.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/convivenciayeducacionenvalores/2018/05/29/aprender-a-transformar-y-gestionar-los-conflictos/

Comparte este contenido:

Reabren 262 escuelas en áreas controlados por los talibanes en Afganistán

Afganistán/28 de Abril de 2018/La Vanguardia

El Gobierno y los talibanes han llegado a un acuerdo para reabrir 262 escuelas ubicadas en zonas controladas por los insurgentes que habían permanecido cerradas durante meses en la conflictiva provincia de Kunduz, en el norte de Afganistán.

Más de 13.300 estudiantes podrán volver a las clases gracias a la reapertura de estos centros, que se produjo tras la mediación de ancianos tribales y eruditos religiosos, informó el Ministerio de Educación en un comunicado.

«El Emirato Islámico (como se autodenominan los talibanes) garantiza e informa a los profesores, estudiantes y sus familias que desde hoy en adelante pueden volver a sus actividades educativas en los colegios cerrados», indicaron, por su parte, los insurgentes.

El portavoz del gobernador de Kunduz, Nyamatullah Timori, explicó a Efe que 120 de las escuelas reabiertas son femeninas, en una zona en la que los talibanes solo permiten a las niñas acudir a clase hasta el sexto grado.

«Los talibanes aceptaron la reapertura de las escuelas después de que entendieron que el Gobierno está comprometido a implementar el proceso de reforma de salarios», agregó, en referencia a un sistema que permitirá a los profesores cobrar sus sueldos en bancos de zonas controladas por el Ejecutivo de Kabul.

Hasta ahora, muchos profesores talibanes que enseñan en áreas bajo control insurgente no podían cobrar sus salarios.

Uno de los mediadores en el proceso de reapertura, el jefe del Consejo Provincial, Yusuf Ayubi, afirmó a Efe que fue el «poder de la gente ordinaria» el que logró el acuerdo y pidió a los talibanes que no dejen que sus problemas con el Gobierno interfieran en la educación de los jóvenes.

El sistema educativo afgano fue uno de los grandes logros en Afganistán tras la caída del régimen talibán con la invasión estadounidense en 2001.

Actualmente, unos 9 millones de niños y niñas afganos van al colegio en unos 16.000 colegios públicos, si bien el conflicto mantiene cerradas las puertas de otro millar de centros, sobre todo en zonas inseguras del país.

Fuente: http://www.lavanguardia.com/internacional/20180423/442914991657/reabren-262-escuelas-en-areas-controlados-por-los-talibanes-en-afganistan.html

Comparte este contenido:

Joan Girona: “Lo que más influye en el aprendizaje es el entorno familiar”

Por: blog.tiching.com/ 18-04-2018/ Joan Girona

Durante muchos años la educación ha sido garantía de una mejora en la vida de las personas. ¿Podemos continuar considerando que es un ascensor social?
En mi época sí lo era. Estudiar una carrera y tener estudios te garantizaba tener un lugar de trabajo mucho mejor que aquel que no lo hacía. Ahora no es así. Estudiar ayuda, aumenta las competencias, pero no te asegura en absoluto un futuro mejor.

¿Qué consecuencias tiene esto?
Pues, de forma inmediata, que muchos adolescentes se desanimen. Acaban la ESO y no encuentren sentido o motivación a continuar ligados a los estudios. Ven a personas cercanas con carrera que están repartiendo pizzas, y los que trabajan de lo suyo lo hacen con condiciones precarias.

¿Cómo podemos motivarles para revertir esta situación?
Yo creo que es muy difícil si solo planteamos el estudio con el fin de trabajar, y no como un elemento de cambio de la sociedad. Los profesores deberían estar implicados en esto, en hacer de la educación la punta de lanza de una sociedad que crezca, que madure, que sirva para vivir mejor y no solo para ganar dinero con una profesión.

¿Qué elementos cree que acentúan la desigualdad en el colegio?
Lo que crea más desigualdad, obviamente, es la situación de llegada de los chicos y chicas al instituto. Cada uno viene con su mochila vital. Quien tiene una familia que quiere y puede ocuparse del futuro de sus hijos parte de una situación mucho mejor que uno que no se encuentra en esta situación.

¿Y en las aulas se acentúan estas desigualdades?
Hay prácticas que las pueden acentuar, sí. Los deberes escolares, por ejemplo, crean más brecha entre estos dos tipos de niño. Porque el que tiene una familia pendiente, recibirá ayuda y atención para realizar sus tareas, podrá trabajar en un lugar tranquilo y los hará bien. Un adolescente en cuyo hogar se vive tensión por la situación económica o social en la que se encuentra la familia no podrá trabajar de la misma manera.

Hogar y escuela son determinantes entonces para el desarrollo de los chicos y chicas.
Las pruebas PISA por ejemplo, si algo han demostrado es que lo que más influye en el aprendizaje es el entorno familiar y no la escuela. Hay que incidir en conseguir que la gran desigualdad que existe a nivel económico y social se reduzca al máximo. Esto no significa que la escuela no pueda hacer cosas. Los profesores deben preocuparse, por ejemplo, de que todas las salidas que organice la escuela sean aptas para todos los bolsillos y que ningún niño quede marginado al respecto. Hay que buscar alternativas para que ningún niño se sienta desigual en el colegio.

¿Qué margen tienen los profesores para intentar compensar las desigualdades?
Los profesores pueden preocuparse por hacer una atención personalizada a los alumnos, y dedicar más tiempo a aquellos que tienen una situación más desfavorable de partida. El que está suficientemente estimulado e interesado porque en casa le motivan no necesitará tanta atención como el que no vive una situación óptima en su hogar.

¿No hay peligro de caer en el trato desigual?
No se trata de igualdad, si no de equidad. No podemos dar a todos lo mismo porque no todos tienen las mismas necesidades. Este es un trabajo que los profesores pueden y deben hacer. De todas formas, lo que no es asumible es que cada vez hayan más alumnos por profesor, esto dificulta mucho la atención personalizada. Deberíamos exigir que haya menos alumnos por aula, pero no hay suficiente fuerza social para lograrlo.

¿Por qué cree que no hay suficiente fuerza? ¿La sociedad no lo percibe como una prioridad?
En general la gente cree que como los niños en los colegios están bien cuidados y contentos, no hay problema. Preocupa mucho más la sanidad que la educación. Lo que se hace dentro de los colegios e institutos no es motivo de preocupación de una mayoría.

¿Internet acentúa las desigualdades? No todos los niños tienen la misma facilidad para acceder a internet fuera de las horas lectivas.
Otro tema de desigualdad. Siempre habrá un porcentaje de familias que no tendrán acceso a internet. Yo diría que la mayoría de centros tienen aulas de informática, ordenadores, internet… deberían mantener estos espacios abiertos más allá de las horas lectivas para que los estudiantes tuvieran acceso. Esta sería una manera de paliar esta desigualdad. Lo pueden hacer las bibliotecas, los centros cívicos, etc. Hay alternativas para que todo el mundo pueda tener acceso a ello.

¿Y respecto a los dispositivos mòviles? Existe un fuerte debate sobre si utilizarlos en clase o no.
Este es un problema delicado. Se habla mucho, por ejemplo, de utilizar los dispositivos móviles en las aulas, pero en la mayoría de centros están prohibidos. Esto es un error. Nuestros niños y niñas de hoy en día han nacido en una sociedad digital, es absurdo que les eduquemos al margen de esto. Soy partidario de que las nuevas tecnologías deberían estar presentes en las aulas como los libros, los lápices o la pizarra.

Pero no todos los chicos y chicas tienen acceso a estas tecnologías porque son caras.
Hay centros en los que a los alumnos se les pide adquirir una tableta en primero de la ESO. Esto les sirve para los 4 siguientes cursos y ya no tienen que comprar ni libros de texto, ni libretas, etc. Vale la pena la inversión.

¿Qué le diría a los profesores que no lo ven claro?
El profesorado ha tenido que aprender sobre la marcha y les da reparo utilizarlas en el aula. Sobretodo por si los alumnos saben más que ellos. Los niños saben utilizar la técnica de estas cosas, nuestra función es que las entiendan y que sepan para qué usarlas. Buscar algo en un rastreador es fácil, pero discernir qué respuestas son más válidas que otras no lo es. Hay que darles criterio para escoger, para seleccionar.

Los chicos y chicas en situación de vulnerabilidad económica y social a menudo también tienen falta de atención emocional. ¿Pueden los profesores hacer algo al respecto?
“Mis padres me han dejado de querer” oía muchas veces en el colegio. La situación de muchas familias hace que muchos padres al final del día no tengan aliento para manifestar a sus hijos lo mucho que les quieren. Esto es muy duro, sobre todo para los niños y niñas. Empezamos a concienciarnos de esta situación. Los profesores no solo hemos de enseñar contenidos y materias, junto con las familias somos los adultos de referencia de estos chicos y chicas. Todo aquello que digamos y hagamos les impacta.

¿Por ejemplo?
La forma en que les recibimos en clase o cómo les despedimos, cómo ensalzamos sus logros o corregimos sus errores. En todo transmitimos emociones, por lo que hay que saber hacerlo de forma justa y consciente. Acogemos personas, niños y adolescentes, que están sufriendo, que viven, que tienen ilusiones y miedos. Hay que tenerlo presente durante el día a día. Y de la misma forma que les comentamos si un ejercicio lo han hecho bien o mal, deberíamos preguntarles si les ha gustado hacerlo, si se han sentido inseguros o si lo harían de otra forma.

¿Qué consejos daría a los profesores?
Los docentes deben pensar que son referentes de las criaturas, más de lo que hacen que de lo que dicen. Les afecta y les influye la actitud con la que les tratamos y de esto debemos ser conscientes. Los profesores enseñamos, pero también educamos. La instrucción se puede aprender en cualquier sitio, pero la relación del adulto y el niño solo la podemos transmitir en el colegio, en este caso.

Los docentes siguen siendo, por lo tanto, un referente.
Sí, y esto nos lleva a otra reflexión, y es que la educación está muy feminizada. Hay pocos profesores hombres y esto deberíamos revertirlo. Los niños y niñas deben tener los dos referentes en la escuela.

¿Hay una relación directa entre el nivel socioeconómico de las familias y la conflictividad en los centros?
Yo creo que no, porque conflictos hay en todas partes. Si bien es cierto que, por ejemplo, los centros privados o concertados intentan esconder esos casos al máximo. Sí que es cierto que desde que hay crisis, la inestabilidad de los alumnos ha cambiado y eso se puede notar en las aulas.

¿Pero conflictos hay en todas partes?
Por supuesto. Nos falta comprender cómo son los adolescentes, que se rebelan contra la autoridad, contra los límites. Un adolescente que en toda la ESO no se ha rebelado nunca debe tener algún problema en su proceso de madurez.  Pero no se enfadan con la persona, se enfadan con el límite que les has puesto. Si nos concienciáramos de esto, seguramente la reacción de muchos profesores serían menos visceral y los conflictos disminuirían mucho.

¿Por qué se forman guetos?
Los guetos se producen por la mentalidad social y las políticas de la Administración. Los alumnos deberían distribuirse desde una oficina central de educación y de esta forma paliaríamos un poco la formación de escuelas gueto. Pero si en los centros se concentran números elevados de inmigrantes o de niños de etnia gitana, muchas familias optan por cambiar a sus hijos de escuela porque creen que esto les perjudica.

Fuente entrevista: http://blog.tiching.com/joan-girona-lo-que-mas-influye-en-el-aprendizaje-es-el-entorno-familiar/

Comparte este contenido:

Estados Unidos: Estudiantes y padres piden cambios significativos a Trump para que no haya un tiroteo más

Estados Unidos/24 de Febrero de 2018/Autora: Carolina Martín/El Mundo

Una semana después del tiroteo masivo en el instituto Marjory Stoneman Douglas de Parkland (Florida), en el que murieron 17 personas y 14 resultaron heridas, supervivientes, familiares y padres compartieron con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cómo vivieron la tragedia entonces y cómo se sienten hoy.

«Cumplí 18 años el día después [del tiroteo]. No entiendo porque aun puedo ir a una tienda y comprar un arma de guerra», decía Sam Zeif, que se encontraba en la segunda planta del instituto cuando Nikolas Cruz abrió fuego. En medio del pánico escribió mensajes a sus padres y a tres de sus hermanos para contar lo que estaba pasando con el temor de no volver a verles.

Contrariado y sin apenas poder contener las lágrimas, Zeif explicó que había perdido a su mejor amigo en el tiroteo y que no sabe cómo va a poder volver a poner un pie en el instituto. «¿Cómo es tan fácil comprar este tipo de armas y cómo no frenamos esto después de Columbine, después de Sandy Hook?, se preguntaba mirando a la izquierda, donde estaba sentada Nicole Hockley.

Ella perdió a uno de sus dos hijos en la masacre del colegio de primaria de Newton (Connecticut) en diciembre de 2012. Allí murieron 20 niños y seis profesores. «Estas muertes son evitables», decía recordando que han pasado más de cinco años desde que Adam Lanza le arrebató a su hijo Dylan, de 6 años, durante el tiroteo. «Considere a su propio hijo. No quiere ser yo. Ningún padre quiere y usted tiene la capacidad de hacer una diferencia y salvar vidas». Entre las medidas para hacer las aulas más seguras, Hockely mencionó la dotación de más fondos para la salud mental y programas de prevención.

Las peticiones a Trump para que introduzca cambios que hagan las escuelas seguras llovían de todos los rincones del salón de la Casa Blanca. Entre las más emotivas estuvo la de Andrew Pollack, que perdió a su hija en el tiroteo de Florida. Sin contener su rabia, se preguntaba por qué no puede pasar una botella de agua en el aeropuerto, pero si se puede ir a una escuela con un arma. «Protegemos aeropuertos, conciertos, estadios, embajadas, el departamento de Educación», repasó mostrando su malestar porque hasta en el ascensor del departamento había un guardia, pero no se protegen igual las escuelas.

Cuántas más tiene que haber atacadas y cuánto niños disparados, se preguntaba Pollack que llevó a la Casa Blanca la voz que le había sido arrebatada a su hija, para frenar estas masacres. «Estoy cabreado», dijo alzando la voz en la sala. Rodeado de sus tres hijos varones y puestos los cuatro en pie, aseguró que esto «se acaba aquí. No voy a descansar hasta que se arregle».

Pollack quiso dejar claro que no estaba hablando de más control de armas sino de la seguridad de los niños. Para los otros debates ya habrá tiempo. Uno de sus hijos, sin embargo, tomó el micrófono para defender que debería haber más armas en los colegios -en manos de personas autorizadas para llevarlas- para proteger a los estudiante.

Una solución con la que no pareció estar de acuerdo Mark Barden, que perdió a su hijo en Sandy Hook. «Los profesores tienen bastantes responsabilidades ahora como para tener la increíble responsabilidad de la fuerza letal de matar», señaló explicando que hablaba en nombre de él y su mujer, que trabaja como maestra.

Las diferencias en el debate sobre las armas se manifestaron en esta sesión organizada por el presidente. A diferencia de Pollack, el padre de Justin Gruber Cory, sí creía que había que hablar ya cambios legislativos. «Si no es lo suficientemente mayor para comprar una cerveza, no debería serlo para comprar un arma a los 18», dijo sentado junto a su hijo de 15 años, que sobrevivió al tiroteo de Florica. «Es una cuestión de sentido común», subrayó después de recordar que no es un tema político. «La gente está muriendo y tenemos que hacer algo para pararlo», apostilló.

Antes de que comenzasen las historias personales, el presidente insistió en que su Administración iba a ser muy «estricta con la revisión de antecedentes» a la hora de adquirir un arma y que iban a trabajar en el terreno de la salud mental.

Un mensaje que volvió a retomar casi al final de la sesión antes de asegurar que «encontremos una solución». En la casi hora y media que duró el encuentro, Trump apuntó que está viendo la opción de que haya profesores con «armas ocultas» en las escuelas, como una medida para frenar los tiroteos.

Fuente: http://www.elmundo.es/internacional/2018/02/22/5a8e0b64ca4741607f8b4580.html

Comparte este contenido:
Page 3 of 7
1 2 3 4 5 7