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Aprendizaje conectivo: un nuevo camino al conocimiento

Por: Sofía García-Bullé

Las interconexiones entre lo que pasa dentro y fuera de la escuela son la clave para mantener a los alumnos motivados.

La Dra. Mizuko Ito comenzó su conferencia magistral en el CIIE 2019 con una anécdota muy peculiar. Relató una experiencia con su hijo en la que el joven jugaba Starcraft justo antes de la hora de dormir. Al momento de terminar la sesión de juego, él imprimió un texto que se llevó para leer. Cuando Ito le preguntó de qué se trataba el contenido impreso, su hijo respondió que era un cuento de fan fiction dentro de la universo ficcional de Starcraft. Al preguntar esto, la profesora de antropología de la Universidad de California, en Irvin, descubrió algo crucial que jugaría un papel importante en el futuro educativo de su hijo: sus aficiones.

La teoría del aprendizaje conectivo sostiene que la educación no es un proceso lineal, es un conjunto de interconexiones que construyen la estructura cognitiva en la que los estudiantes se apoyan para absorber y entender información nueva. Como tejidos de un organismo, los intereses y pasiones de los alumnos trazan el camino hacia las áreas que más desean aprender y en las que muy posiblemente se desarrollarán profesionalmente en el futuro. Bajo este contexto, es necesaria no solo una transferencia de conocimiento, sino la vivencia educacional que los mantenga motivados, activos y prestos a aprender.

La Dra. Ito argumentó que el involucramiento de los estudiantes es un asunto crítico para mantener la calidad de la experiencia educativa, y explicó que este involucramiento va en descenso a medida que los estudiantes avanzan a través de los grados en su carrera académica. Para cuando llegan a la universidad, el 45 % de los estudiantes reportan aprender poco durante los primeros dos años de formación universitaria, simplemente porque no están involucrados. Sus intereses personales y lo que los motiva no está conectado con lo que aprenden en la educación formal.

Como punto de partida para compartir esta apatía, Ito propone hacernos una serie de preguntas: ¿Dónde están los jóvenes? ¿Qué les gusta hacer? ¿Qué podemos hallar en común entre lo que les gusta hacer y lo que necesitamos enseñarles para convertirse en lo que quieren ser? Estas son los cuestionamientos base del aprendizaje conectivo.

“No es suficiente que tu hijo palomee un par de criterios en la lista de lo que aprenden en la escuela, tienen que tener intereses, tienen que salvar el mundo un par de veces, tienen que tener unos cuantos miles de seguidores en YouTube o Facebook”.

De acuerdo a un reporte de Common Sense Media, los adolescentes de 13 a 18 años pasan 7 horas y 22 minutos al día detrás de una pantalla, solo para entretenimiento, ya que este tiempo no incluye actividades como deberes escolares o comunicaciones del día a día. Interactuar en línea y consumir contenidos digitales ya no es solo algo que los jóvenes hacen, es lo que los hace a ellos. Es en internet donde comienzan a recibir sus primeras instancias de información; esta información les ayuda a definir sus intereses y estos intereses a elegir los pares con los que van a convivir  y aprender en conjunto.

Ito comentó que ser simplemente el “portero” de este mundo digital y limitar el tiempo en línea de nuestros hijos y alumnos, coarta la oportunidad de conocer la manera en que estas interacciones y contenidos los ayudan a formar las estructuras cognitivas que podrían aprovechar al momento de aproximarse a la educación formal. Se pierde la conexión entre aquello que motiva a los jóvenes a aprender y los conocimientos, que nos toca a nosotros enseñar.

Quizás la parte más poderosa de la conferencia magistral a cargo de Ito no fueron las estadísticas ni los datos contundentes que usó para mostrar el impacto de esta desconexión entre lo que los estudiantes quieren aprender y lo que nosotros necesitamos enseñarles; sino los testimonios  que ejemplificaron lo que pasa cuando existe una relación directa entre lo que el estudiante ama hacer y lo que necesita aprender para desarrollarse.

Tal testimonio era el de una estudiante de la escuela Quest to Learn, quien cursaba secundaria y amaba Minecraft. Ella y su primo pidieron a su escuela formar un club extra curricular del videojuego. Fue en este club donde la alumna aprendió a hacer videos de Minecraft y utilizó las habilidades técnicas y sociales aprendidas para mejorar en la esfera de la educación formal.

Otro ejemplo es el de Manjit, de 18 años, quien no consideraba que podría tener un futuro como escritor hasta que conoció el trabajo de jóvenes como él que escribían fan fiction. También presentó el caso de  Katie, de 14 años, a quien no le emocionaba la lectura ni la redacción, hasta que encontró una comunidad de fans de One Direction que escribían en la plataforma Wattpad.

“No es suficiente que tu hijo palomee un par de criterios en la lista de lo que aprenden en la escuela, tienen que tener intereses, tienen que salvar el mundo un par de veces, tienen que tener unos cuantos miles de seguidores en YouTube o Facebook”, dice Ito, y explica que hay un sin fin de eventos que suceden fuera de la escuela y que son cruciales para el desarrollo cognitivo y emocional de los estudiantes. La profesora agregó que maestros y expertos en educación aún están descubriendo cómo conectar los intereses, interacciones y comunidades que motivan a los estudiantes a aprender con la educación formal.

Sin duda, un trabajo complejo, pero podemos empezar preguntando a nuestros alumnos qué les gusta hacer fuera de la escuela y descubrir junto con ellos lo que aprenden haciendo lo que aman.

Fuente: https://observatorio.tec.mx/edu-news/aprendizaje-conectivo-mizuko-ito

Imagen: fancycrave1 en Pixabay

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Por una pedagogía sin evidencias

Cada vez recibo más invitaciones a participar en encuentros y jornadas que, con sus variantes, finalizan en la importancia de generar investigaciones “basadas en evidencia”: para mejorar las intervenciones educativas, para tomar decisiones, para comprender el contexto actual, etcétera. Las investigaciones en educación que actualmente se estiman pertinentes son las que generan “evidencia”; las demás pueden derivar en palabrería, en planteos abstractos sin asidero empírico, con cierta denostación de la teoría en el peor sentido de la expresión, “apartada de los avatares cotidianos”.

Estas invitaciones, sin quererlo, me dieron pie para pensar algunas cuestiones para esta columna. En primer lugar, estimo que al apoyarnos en el término inglés evidence, nuestra traducción no es del todo acertada. Porque las palabras están cargadas de significados, ellos van conformando nuestra mirada del mundo y contribuyen a interpretarlo. Como sabemos, la mayor parte de la investigación académica en la actualidad se publica en inglés –al menos la que se supone relevante– y evidence, además de eventualmente equivaler a “evidencia”, también significa “datos”, “hechos”. Pero una cosa es contar con datos –que siempre es necesario interpretar– y otra cosa es contar con evidencias, pues algo que se nos vuelve evidente se nos aparece como “obvio”. Entonces, este es el primer mojón a tener presente: una cuestión de lenguaje, nada menor.

En segundo lugar, esto afecta al corazón mismo de la investigación. Investigar –está en su base– implica enfrentarse a la indagación, a algo que en principio se desconoce. Todo lo contrario a que sea evidente. Si algo fuera evidente, no investigaríamos. Ya sabríamos las respuestas a priori. Podemos tener sospechas, hipótesis de trabajo, pistas, pero buscamos a tientas, nos acercamos, bordeamos. Basta tomar contacto con cualquier manual de historia de la ciencia para admirar las marchas y contramarchas que condujeron, luego de mucha acumulación, esfuerzos e incluso fracasos, a descubrimientos, inventos u otros aportes. ¿Qué era lo evidente que estos gigantes de la humanidad no veían?

La intención aquí no es profundizar en una discusión epistemológica que se vuelva tediosa, pero evidence como datos nunca son evidentes. Basta acercarnos en estos tiempos electorales a cualquier discusión en los que, ante los mismos números (datos) que supuestamente remiten a realidades empíricas definidas, las interpretaciones resultan diversas. Y aquí nos situamos frente a otra dimensión de la problemática: cuando a la realidad histórica le asignamos una suerte de esencia (hay que ser “realistas”, se dice), justamente, lo que hacemos, es vaciarla de su movimiento permanente. Con ello, estimamos, “los políticos lo único que hacen es pelearse”, porque supuestamente la realidad es evidente. El asunto radica, desde otra perspectiva, en que la interpretación está en los datos, construye los datos, no viene después de los datos. Y esta posibilidad de construir los datos es lo que llamamos teoría. Es lo que permite situarlos, contextualizar su pertinencia, establecer relaciones, comprenderlos.

Contar con “evidencias” vacía, en esta dirección, el valor de la teoría. Apostamos a evidencias como “varitas mágicas” que faciliten pistas de cómo hacer las cosas. Es la sobrevaloración del método, del cómo, postergando el qué, el por qué y el para qué. Claro está, la búsqueda de estos fundamentos es mucho más difícil, sinuosa, problemática y genera múltiples discusiones y perspectivas inmediatamente. Nos lleva a “pelearnos”.

En particular, en educación, asistimos a un momento histórico de renovación, actualización y/o alteración de sentidos. En estas transiciones, en ocasiones, buscamos “recetas” que nos digan cómo hacer las cosas: cómo mantener vivo el interés de los niños y jóvenes, cómo incorporar la tecnología, cuáles son las estrategias para mejorar la lectoescritura, etcétera. Pero ello presupone, omitiendo por “teórico” como sinónimo de intrincado, abstracto y apartado de las experiencias educativas cotidianas, preguntas del tipo: ¿qué sería eso que llamamos “interés”? ¿vínculo con experiencias cercanas?, ¿vínculo con preocupaciones vitales?, ¿vínculo con aplicaciones futuras en distintas esferas de la vida social?, ¿u otra entidad? Esto ya abriría un conjunto variado de interrogantes que nos llevarían a alguna discusión, a “pelearnos”, ya que podemos apoyarnos en distintas convicciones, podemos partir de nuestras propias experiencias previas, podemos remitirnos a diferentes situaciones educacionales en las que, por ensayo y error, algo nos dio más “resultado” que en otro momento.

Y así podríamos seguir en relación con otros asuntos. Si bien Pierre Bourdieu “veía” cómo se reproducía la desigualdad social (bien empírica, bien evidente, bien injusta), no resultaban evidentes sus mecanismos; es decir, no aparecían como obvios y naturales. Si investigaba “basado en evidencias”, dichos mecanismos estarían claros y las “soluciones” serían automáticas; bastarían la voluntad personal y de una sociedad para enfrentarla. Con su noción de “capital cultural”, por señalar uno (bien teórico, bien abstracto), podemos comprender algunos de esos mecanismos que, situados en el corazón de las estructuras y relaciones sociales, se hacen difíciles de remover; y no resulta lineal cómo revertir la desigualdad social. Su aporte, demás está decirlo, es bien relevante para el estudio de las relaciones entre educación y desigualdad. Pero su “error” está en no haber ofrecido pautas, punto por punto, de cómo revertirla. Por ello, se le acusa, a él y a otros muchos, de caer en palabrería.

Podríamos comentar lo mismo acerca de Yves Chevallard y su “transposición didáctica”. Él no la propone como postulado a seguir por los educadores, como “solución”, sino que la ofrece para intentar comprender los procesos, distancias y secuencias que hay en la consideración de los saberes y cómo devienen conocimiento, y ser más “conscientes” de los movimientos que hay en la enseñanza y en el aprendizaje. Infinitos, diversos según las creencias de los sujetos, distintos según los momentos del año, entre otras cuestiones.

Podríamos, también, acercarnos a algunos planteos que se repiten como mantra en estos tiempos electorales y, por ello, aparecen como evidentes. Distintas investigaciones a nivel mundial muestran que los docentes resultan claves para que los aprendizajes sean valiosos y, por ello, hay que contar con políticas que atraigan a los mejores estudiantes de educación media para que elijan la docencia. Al respecto, dos cuestiones podrían interpelar lo “evidente”: 1) dichos docentes, por supuesto, serán relevantes, pero su docencia se pone en juego en un vasto conjunto más amplio de factores que potencian, limitan y/o condicionan su acción: las condiciones edilicias, los materiales didácticos, el diálogo con las familias, el clima institucional y la relación con los colegas, las condiciones salariales que favorecen (o no) la concentración de energías, la selección de material, el estudio y el trabajo en equipo, entre otros; 2) y esto es lo menos “evidente”, en un sistema educativo para todos debemos contar con una población también amplia de docentes, por lo que no es aplicable lo de contar con los “mejores”: ¿cuántos son los mejores, en unos 60.000 docentes del sistema educativo uruguayo? ¿Qué es ser el “mejor”: tener mejores calificaciones, ser los líderes de su generación o disponer de una creatividad sin límites? Si fuera el mejor, él o ella, a solas, no podría con 700.000 niños, niñas y jóvenes de, al menos, la etapa obligatoria de la educación formal. Además, si todos los mejores eligen la docencia, tendríamos otras profesiones igualmente importantes debilitadas, elegidas por los que no son los mejores. Por ello, lo que importa en términos políticos es que sean buenos docentes, no los mejores, y garantizar una preparación adecuada para el ejercicio de la docencia.

En términos amplios, esta reflexión sobre la educación, esta búsqueda de fundamentos poco evidentes, es lo que llamamos pedagogía. Es la que en ocasiones se posterga ante la urgencia de las evidentes problemáticas en educación, ante los desafíos acuciantes que plantean las nuevas generaciones, ante el vértigo de los cambios en el mundo. Pero es la que habilita a investigar, sin evidencias en la mano. Es la que requiere la política para trazarse algunos horizontes normativos, en disputa, según lo que venimos afirmando, para poder traducirlos en acciones. Es el lado pedagógico de la política.

Álvaro Silva Muñoz. Departamento de Pedagogía, Política y Sociedad, Instituto de Educación, FHCE – Udelar.

Fuente: https://educacion.ladiaria.com.uy/articulo/2019/11/por-una-pedagogia-sin-evidencias/

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El aprendizaje provoca cambios profundos en el cerebro

Por: Tendencias 21

Las neuronas se movilizan para procesar la experiencia con mayor rapidez e intensidad

El aprendizaje provoca profundos cambios en el cerebro que ayudan a procesar la experiencia y a concentrar nuestra atención en lo más relevante. Cuando aprendemos, los patrones neuronales son muy específicos y se vuelven más fuertes.

Investigadores del Laboratorio Cold Spring Harbor (CSHL) en NY han descubierto por primera vez cómo el cerebro procesa el aprendizaje de las habilidades de la vida.

Lo han observado mediante un experimento controlado con ratones, pero los investigadores creen que es válido también para comprender los mecanismos de decisión de los seres humanos.

Los investigadores se refieren a lo que pasa en el cerebro cuando nos vemos en un entorno desconocido y debemos descubrir sus posibilidades y rutas por las que movernos. Es un momento de desconcierto total.

Lo que ocurre cuando el cerebro empieza a aprender una habilidad básica es una reacción neuronal específica, que es la que conforma el aprendizaje.

Cuando empezamos a percibir ese entorno y a relacionar datos, el flujo neuronal aumenta: el cerebro acude en ayuda de nuestra cognición espacial.

En primer lugar aumenta el flujo de neuronas implicadas en el aprendizaje y su respuesta a los estímulos es cada vez más rápida.

Más selectivas

Otra característica de este proceso es que cada vez más, las neuronas se vuelven más selectivas: se centran en aspectos concretos para reforzar nuestra atención y potenciar el aprendizaje.

Esta reacción establece una diferencia esencial entre el cerebro que aprende y el del que todavía no ha aprendido: el cerebro del novato está lleno de patrones no selectivos de respuesta neuronal.

Por el contrario, en el cerebro que ha aprendido, los patrones de respuesta neuronales son muy específicos. Y cuando nos hacemos un experto en algo, el patrón neuronal de conocimiento se vuelve incluso más fuerte.

Este proceso culmina cuando aprendemos a desenvolvernos completamente en ese entorno nuevo. Cuando eso ocurre, incluso es posible anticipar la decisión que va a tomar el cerebro al llegar, por ejemplo, a un cruce de caminos. La reacción cerebral es la misma ante una misma circunstancia en virtud del aprendizaje adquirido.

Cambios en el cerebro

La conclusión principal del estudio es que el aprendizaje provoca profundos cambios en el cerebro, orientados precisamente a facilitar y potenciar el aprendizaje.

Esta constatación permite pensar en posibles formas de ayudar a los seres humanos a aprender más rápidamente una habilidad.

En el experimento con ratones, quedó claro que los estímulos visuales y auditivos potencian el aprendizaje.

Los investigadores consideran entonces posible proporcionar esos estímulos a la experiencia humana, para conseguir que las personas aprendan más rápidamente una habilidad básica.

Lo que debemos tener claro al respecto es que el cerebro es un poderoso aliado cuando debemos resolver situaciones desconocidas: los cambios que experimenta pueden ayudarnos a perfeccionar la experiencia y a acelerar el procesamiento de la información.

Metodología

Este experimento se desarrolló con ratones situados en un entorno estimulante en el que debían acometer nuevas tareas en función de decisiones.

Cuando tomaban la decisión correcta, recibían una recompensa que les confirmaba que esa era la mejor decisión. Así podían aprender cuáles eran las mejores opciones.

Durante meses, los ratones se desenvolvieron en ese entorno. Los investigadores usaron un microscopio de imágenes de dos fotones y una gran cantidad de herramientas genéticas, para observar lo que pasaba en el cerebro de los roedores durante el experimento.

Los investigadores decodificaron la actividad neuronal entrenando una pequeña red artificial llamada Máquina de soporte vectorial, que consiste en un conjunto de algoritmos de aprendizaje automático.

La red recopila datos de rendimiento de múltiples ensayos y los combina con la actividad de todas las neuronas, sopesándolas para adivinar qué va a hacer el animal.

«Registramos la actividad de cientos de neuronas, todas al mismo tiempo, y estudiamos lo que las neuronas hicieron al aprender», explica la autora principal, Anne Churchland, en un comunicado.

«Hasta ahora nadie sabía realmente cómo los animales o los humanos aprenden la estructura de una tarea y cómo la actividad neuronal lo respalda», añade.

“Descubrimos que en todos los animales, su aprendizaje ocurre gradualmente durante aproximadamente cuatro semanas. Y descubrimos que lo que apoya el aprendizaje son los cambios de actividad en un montón de neuronas», concluye.

Referencia

Excitatory and Inhibitory Subnetworks Are Equally Selective during Decision-Making and Emerge Simultaneously during Learning. Farzaneh Najafi et al. Neuron,  November 18, 2019.DOI:https://doi.org/10.1016/j.neuron.2019.09.045
Fuente: https://www.tendencias21.net/El-aprendizaje-provoca-cambios-profundos-en-el-cerebro_a45572.html

 

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Lula: La cultura es liberación, educación y conocimiento

Por: telesurtv.net.

 

“El festival trae la música como una forma de resistencia y politización en la lucha por la libertad del expresidente. Estas son canciones de protesta para denunciar que tuvimos un preso político en Brasil por más de 550 días”, destacó el comité organizador del Festival.

El expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, asistió este domingo, junto a más de 40 cantantes, al festival “Lula Libre”, que se desarrolló en la ciudad de Recife, en el estado de Pernambuco, al nordeste del país.

“Hoy soy un hombre mejor que el que entró en la cárcel. Soy un hombre más maduro. Hoy sé que nada destruye a quienes tienen la capacidad de amar en este país”, expresó el exmandatario ante los miles de espectadores.

“El festival trae la música como una forma de resistencia y politización en la lucha por la libertad del expresidente. Estas son canciones de protesta para denunciar que tuvimos un preso político en Brasil por más de 550 días”, destacó el comité organizador del Festival.

Lula señaló que la cultura es liberación, educación y conocimiento, al tiempo que agradeció al exministro de Educación, Fernando Haddad, por “la dignidad que tuvo para representar al pueblo brasileño”.

“Hermosa fiesta por la justicia por Lula Libre en Recife”, escribió el Instituto Lula en su cuenta en Twitter y añadió que la personas en Pernambuco recibieron al líder del Partido de los Trabajadores (PT) con los brazos abiertos.

El exmandatario convocó a sus seguidores el sábado último a participar en el evento, el cual “es un símbolo de la lucha por la justicia para Lula”.

Fuente de la entrevista: https://www.telesurtv.net/news/brasil-lula-cultura-liberacion-educacion-conocimiento-20191117-0023.html

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Cómo nos afecta la pérdida de las lenguas indígenas a la hora de entender el mundo natural

Por: Rosalyn R. LaPier

Según Bill Walker, gobernador de Alaska, existe una «emergencia lingüística» en Alaska. Un informe a principios de año revelaba que las 20 lenguas indígenas de la región podrían desaparecer para finales de siglo si el estado no hace nada al respecto.

Las leyes estadounidenses, sobre todo entre los años 1870 y 1930, reprimían las lenguas de los indios americanos y su cultura. Tuvieron que pasar muchos años de activismo por parte de líderes de las comunidades indígenas hasta que se aprobara la Ley sobre lenguas indígenas en 1990 que permitió la conservación y la protección de las mismas. No obstante, muchas lenguas indígenas llevan muchos años al borde de la extinción.

Los idiomas son una fuente de ideas y sabiduría cultural, por lo que su pérdida también hace que desaparezcan formas de entender el mundo.

Las lenguas indígenas en particular contienen muchos conocimientos sobre el ecosistema, los métodos de conversación, la vida de las plantas, los comportamientos de los animales y muchos otros aspectos del entorno natural. En las tradiciones y creencias hawaianas, por ejemplo, los caracoles de los árboles se asociaban al «reino de los dioses» y la realeza hawaiana veneraba estos símbolos, protegiéndolos de su sobreexplotación.

En el museo Bishop de Honolulu hay un collar de conchas, o lei, de la reina Lili’uokalani: la última monarca del Reino de Hawai. El collar esta hecho de conchas de caracoles de los árboles que indica el alto rango de la realeza femenina. Se creía que vestir conchas daba «mana»: un poder espiritual y una forma de entender la sabiduría ancestral. La mayoría de estos tipos de caracoles de los árboles se han extinguido y los que quedan están en peligro de extinción. Los científicos están trabajando con lingüistas hawaianos para saber más sobre los sistemas de creencias que en su día protegieron a sus habitantes y a su entorno.

Una herramienta para los médicos

Las palabras de las lenguas indígenas pueden tener significados culturales que se pueden perder en las traducciones y entender estas sutiles diferencias puede cambiar la opinión de una persona sobre la manera en la que las poblaciones indígenas comprendían el mundo.

AleutianosAleutianos en 1915. (Ernest Lester Jones/Commons)

Trabajo en el mundo académico como experta en medioambiente indígena y hace unos años dirigí un grupo compuesto por varios expertos en idiomas, personas mayores y académicos de las regiones de Montana y Alberta, en Canadá, para crear un léxico de la lengua de los Pies Negros a partir de objetos de museos. Las personas mayores con las que trabajé comentaban que la palabra inglesa «herb» (hierba) que se utilizaba para describir la mayoría de las hierbas expuestas en los museos, no tenía el mismo significado en la lengua de los Pies Negros.

En inglés, la palabra «herb» puede tener varios significados, incluyendo el de condimento alimentario. La palabra más parecida en el idioma de los Pies Negros es «aapíínima’tsis» y significa «una herramienta utilizada por médicos». Lo que buscamos es que el léxico y los archivos de audio en la lengua de los Pies Negros creados por nuestra investigación puedan servir de ayuda a futuros académicos a la hora de investigar sobre el significado en los idiomas.

Son muchas las comunidades indígenas en Estados Unidos que están trabajando para salvar este bagaje cultural y revitalizar sus lenguas. En Wisconsin existe una escuela de idiomas ojibwa llamada «Waadookodaading» (cuya traducción literal sería «un lugar donde las personas se ayudan los unos a los otros») que ofrece a sus alumnos sumergirse de lleno en los conocimientos medioambientales intrínsecos del idioma.

Los ojibwa creen que su lengua es un idioma basado en acciones y la mejor forma para que los niños lo aprendan es haciendo cosas y observando el entorno natural. Cada primavera, por ejemplo, los alumnos van al bosque a recoger savia de arce para hacer sirope de arce y azúcar. Se trata de una forma de aprender los conocimientos indígenas sobre plantas, su entorno y su uso.

La pérdida de un idioma puede ser tan grave como la extinción de una planta o de un animal. Una vez que una lengua ya no existe, los conocimientos que contiene también se pierden para la sociedad.

Cada vez son más los esfuerzos para recordar a la gente lo que está pasando. Las Naciones Unidas han designado el 2019 como el «Año internacional de las lenguas indígenas» para conciencializar sobre la importancia de las lenguas indígenas como portadoras de «sistemas complejos de conocimientos» y animar a los estados miembros a colaborar para su revitalización. La pérdida de lenguas indígenas no es algo que solamente tenga importancia en Alaska. Nos afecta a todos.

The Conversation

Fuente: https://magnet.xataka.com/preguntas-no-tan-frecuentes/como-nos-afecta-perdida-lenguas-indigenas-a-hora-entender-mundo-natural-1

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China: Niños aprenden conocimientos sobre arroz en actividades al aire libre

Asia/China/10-11-2019/Autor(a) y Fuente: spanish.xinhuanet.com

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Niños observan granos en un campo de trilla, en el municipio de Lijiaxiang del distrito Changxing, en la provincia Zhejiang, en el este de China. Una escuela preescolar en Lijiaxiang, tuvo una clase especial en los campos de arroz el miércoles, utilizando los recursos locales de las tierras agrícolas para ayudar a los niños a aprender conocimientos sobre el arroz y experimentar la diversión de cosechar a través de una serie de actividades al aire libre. (Xinhua/Xu Yu)

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 Niños aprenden sobre el arroz de su maestra en un campo de arroz, en el municipio de Lijiaxiang del distrito Changxing, en la provincia de Zhejiang, en el este de China.

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Niños se divierten cosechando arroz en un campo de trilla, en el municipio de Lijiaxiang del distrito Changxing, en la provincia de Zhejiang, en el este de China.

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Niños cortan papeles en forma de espigas de arroz bajo la orientación de su maestra en un campo de arroz, en el municipio de Lijiaxiang del distrito Changxing, en la provincia de Zhejiang, en el este de China.

CHINA-ZHEJIANG-CHANGXING-EDUCACION-CLASE AL AIRE LIBRE

 Niños cortan papeles en forma de espigas de arroz bajo la orientación de su maestra en un campo de arroz, en el municipio de Lijiaxiang del distrito Changxing, en la provincia de Zhejiang, en el este de China.

Fuente e Imagen: http://spanish.xinhuanet.com/photo/2019-11/07/c_138534691.htm

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Reformas educativas en tiempos neoliberales

Redacción:  Gilberto Guevara Niebla

Las reformas educativas nacionales que surgieron con la globalización y con la difusión del neoliberalismo no siguieron un único patrón. Los países anglosajones (Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia) promovieron activamente un conjunto de ideas inspiradas en la economía de mercado que se convirtieron en la “nueva ortodoxia” en materia de cambios educativos.

Pasi Sahlberg (29013) identifica a esta tendencia como el Movimiento Global de la Reforma Educativa (GERM por sus siglas en inglés) y le atribuye estos rasgos:

1) La competencia como valor director de las conductas: se trata de hacer competir estudiantes con estudiantes, maestros con maestros, escuelas con escuelas, localidades contra localidades.

2)  Segundo rasgo: la estandarización, es decir, una reforma educativa que apunta a alcanzar resultados definidos en términos de estándares; los resultados son el premio que todos persiguen en la competencia generalizada. Este movimiento incluye, desde luego, la creación de mecanismos de control (externo) de resultados.

3) La tercera característica del GERM es concentrar la atención en las materias clave del currículum. Esas materias son Lenguaje, Aritmética y Ciencias Naturales (las mismas que evalúa PISA) que se presentan como los principales objetivos o índices a alcanzar. Lo que en un momento se llamó Back to Basic y que frecuentemente conduce a reducir tiempo de trabajo en otras materias que no se consideran claves, como Ciencias Sociales, Deporte, Arte y Música.

4) El cuarto rasgo de este Movimiento es que las escuelas y los maestros trabajen con un currículum común preestablecido, lo que significa que no existe margen para la iniciativa de las escuelas, distritos, municipios o estados para elaborar su propio currículum. Esto quiere decir que se minimiza la experimentación, el uso de enfoques alternativos y se reducen los riesgos.

5) La quinta tendencia observable a nivel mundial es la transferencia de ideas y modelos del mundo empresarial hacia la escuela como lógica principal del cambio. Este traslado se registra en términos como estándares, calidad, competencias, capital humano, etc. El caso de los vouchers o bonos representa un esfuerzo para aplicar en el mundo de la educación los principios de la competencia mercantil.

6) La política de rendición de cuentas de alto impacto es corolario del punto anterior. Mediciones, evaluaciones, etc. Con eso se busca elevar el rendimiento estudiantil y se liga estrechamente a procesos de evaluación, acreditación, promoción, inspección y, en última instancia, al premio o castigo de los educadores y las escuelas. El pago de salario al docente mediante la medición de los resultados de los alumnos es un método popular para obligar a aquellos a ser más responsables.

Frente a este Movimiento puede hablarse de la existencia de un “Movimiento Humanista” de reformas educativas encabezado por Finlandia y del cual participan en diverso grado, la provincia de Alberta (Canadá), Gales, Singapur y Hongkong. En todos esos lugares se busca promover la personalización de la enseñanza y el aprendizaje, se utilizan planes de estudio basados en las escuelas, se alientan soluciones locales, se fomenta la participación activa del alumno en su aprendizaje, se busca el desarrollo integral del individuo, la personalidad, el carácter moral, la educación física, la creatividad, el conocimiento y las aptitudes, al mismo tiempo que trata de basarse en la experiencia capitalizada por los maestros.

Fuente: https://profelandia.com/reformas-educativas-en-tiempos-neoliberales/

 

 

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