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Educación, democracia y totalitarismo

Por: Juan Pedro Viñuela Rodríguez

La universalización de la enseñanza y, sobre todo, su obligatoriedad, no es más que la universalización de la ignorancia para producir, literalmente, como mercancía, mano de obra para el sistema capitalista. La Ilustración, sin intención, ignorantemente, puso las bases de esta tropelía que convirtió el sistema educativo en un sistema de producir mano de obra para el mercado laboral. Y, eso, requería, la universalización de la ignorancia. Es decir, la transmutación de la educación en la búsqueda del saber y la conquista de la libertad por medio del conocimiento que nos hace autónomos, en universalización de la ignorancia, en el relativismo del todo vale, en el constructivismo del conocimiento… El centro de la educación ya no es el conocimiento y la libertad, siendo el maestro o el profesor, el vehículo o mero transmisor de este legado de milenios y la posibilidad de aumentar dicho legado, sino el alumno. Éste se convierte en el centro del proyecto nihilista de aprender a aprender. ¿Cómo se puede aprender a aprender si no hay unos contenidos desde los que lanzarse a ese aprender? Dela Nada, Nada sale. Es la mayor farsa educativa que se ha producido y que el sistema educativo, vigilado por políticos y el propio mercado, han hecho cumplir desde la Segunda Guerra Mundial para mantener el orden del nuevo mundo llamado socialdemocracia o estado de bienestar que no es más que el estado de ignorancia de la inmensa mayoría para ser mano de obra disponible para el mercado. Mano de obra sumisa y obediente. ¡Qué lejos nos queda el ideal de la Ilustración y aquel sapere aude (atrévete a saber por ti mismo) kantiano! El engaño ha sido perpetrado y la educación, en nombre de la democracia ha instaurado un totalitarismo en el que estamos inmersos y del que la inmensa mayoría es ignorante, se encuentra dentro de la caverna. Como nos lo dice admirablemente Sánchez Tortosa:

“La libertad ciudadana que la Ilustración soñó y que acabó siendo el reconocimiento jurídico de una ciudadanía con la que proletarizar a los sujetos productivos, materializada por la Revolución Industrial, se convirtió, en materia educativa, en una libertad escolar, también soñada, que no resultó ser sino la extensión del radio de acción del Estado sobre lo que antes quedaba al margen, medida con la que producir analfabetos por medio del sutil recurso de escolarización universalizando la ignorancia. Esta es la sentencia imparable coronada en Europa tras la Segunda Guerra Mundial, y, en España, con las leyes de 1970 (Villar Palasí) y de 1990 (Logse).” Sánchez Tortosa. “El culto pedagógico”, p. 107

Dicho más llanamente. La educación es una forma de domesticación, una forma totalitaria de mantenernos en la ignorancia y disponibles para la producción, el consumo y entretenidos. De ahí la idea de educación para toda la vida. Como si eso fuese algo nuevo, como si los grandes sabios de la historia no hubiesen estado estudiando hasta su último aliento. Eso sí, no pagando «masters», que te acrediten como apto para un trabajo.

Lo grave de todo esto es que asistimos a una sociedad del cansancio, nihilista y que opta, por salir de su vacío existencial, psicológico y ontológico, por el entretenimiento. Y el entretenimiento está basado en el consumo. Y el consumo es una forma de auto devorarse. La paradoja de todo esto es que se nos enseña que estamos en sociedades democráticas, en las que hay un estado de derecho y todo es una farsa. La educación, que es el eje sobre el que debe pivotar la formación de individuos libres y, por ende, democráticos, es una forma de totalitarismo. Una forma de vehículo de transmisión de la ideología del poder, pero, no sólo del gobierno, sino del Estado. Cuando el Estado se hace cargo de la educación, es el educador del pueblo, como es el caso, estamos ante una forma de totalitarismo brutal. El estado transmite el status quo social, que en este caso es el neoliberalismo, el gobierno transmite su ideología, que no se distingue, en lo esencial, de la del Estado y de la globalizada y el mercado impone su regla de transformarlo todo en mercancía. Por tanto, estamos ante una Plutocracia, Partitocracia y Mercantilismo. Y estos sistemas de ideas totalitarias son los que rigen la educación, desde la cuna hasta la tumba, todo está controlado y el Gran Hermano nos vigila. Resulta ya un poco grosero seguir llamando a esto democracia: el poder reside en el pueblo. Pero, qué poder y qué pueblo. Todo es un baile de máscaras y hasta que no aprendamos a desenmascarar no conquistaremos nuestra libertad. Pero tenemos miedo a la libertad, porque el suelo de la libertad es el vacío. De ahí que ya señalara Kant, que no somos mayores de edad, es decir libres, por pereza y cobardía.

De modo que asistimos impertérritos a la farsa que durante años representan nuestros políticos y, sorprendentemente, les seguimos el juego y votamos. Y nos creemos el cuento de que no hay nada que hacer, que no hay alternativa y que el sistema capitalista es el único posible, como si hubiese existido siempre…y, en fin, así todo. Vivimos en una sociedad absolutamente enferma. Lo cual significa que, no sólo los dinamismos sociales están enfermos, sino los nodos de esas redes. Y esos nodos somos nosotros. Y la cura de nuestra enfermedad es salir del veneno de la ignorancia. Pero la ignorancia no es no saber, no, la ignorancia es algo mucho más profundo y hasta inmensamente peligroso. Es no saber que no se sabe. El ignorante, al no saber que no sabe se resiste a salir de su ignorancia y replica sus creencias y hasta muere y mata por ellas. Es un fanático. Los ignorantes son creados por los sistemas totalitarios. Por eso, en una educación totalitaria, se dan todas las condiciones para bloquear cualquier insurrección, porque estará vista como un atentado a la misma democracia. Se nos ha enseñado que la sociedad se basa en los valores de la democracia, pero es una enseñanza invertida, totalitaria, como hemos visto. Lo que se nos ha enseñado es a obedecer sin ser consciente de nuestra obediencia. Se nos ha enseñado a participar del sistema y construirlo y defenderlo como propio, cuando, realmente, somos sus víctimas, porque se nos ha arrebatado la libertad.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=261256&titular=educaci%F3n-democracia-y-totalitarismo-

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La filosofía para niños y niñas como propuesta a una educación fragmentada

Por: María Alejandra Vega Molina. 

 

Un niño de 4 años y un adulto están apoyados en la baranda de una piscina mirando su imagen reflejada en el agua. Entonces el niño pregunta:

Niño:-¿Con qué ojos me ves, con los de arriba o con los que están en el agua?

(El adulto no entiende la pregunta y pide una explicación)

Niño: “Lo que te digo es si tú me ves a mí en el agua o con los ojos del agua me ves a mí que estoy afuera”

Adulto: ¿Y tú cómo me ves a mí?

Niño: -Yo te veo en el agua con los ojos de afuera.

Santiago (2006,6)

Este niño desde una interrogante plantea uno de los problemas iniciales del conocimiento, descrito por Barbera, “nadie ha podido, ni puede mirar para afuera, siempre hemos mirado para adentro”, es que el ser humano, necesita conocer, la vida se convierte en una interrogante constante. De esta manera, la búsqueda de la verdad no es un trabajo, es una necesidad vital, no se puede ser neutro ante el mundo que les rodea (Barbera, 2013,6).

Este preguntarse por qué las cosas son como son la hemos perdido los adultos, aceptando las cosas más enigmáticas de la vida como parte de la cotidianidad, muchos ni siquiera han vivido la experiencia de asombrarse o de buscar los significados de su experiencia, convirtiéndose en ejemplos de aceptación pasiva de los niños que aceptan esos modelos como patrones de conducta. En este orden, cabe preguntarnos cómo la escuela aborda estas interrogantes que permiten fortalecer el verdadero sentido de vida de la infancia.

Es que los niños están en constante contemplación de su mundo, siempre quieren saber el propósito de todo, el origen de las cosas y los misterios presentes en cada una de las interrogantes. Tienen una necesidad de comprensión de la totalidad, por eso intentan buscar respuestas totales, es ese sentido de asombro, de maravilla ante la realidad hace que los niños se pregunten “no solamente sobre sí mismos sino sobre el mundo, ¿de dónde vino el mundo? ¿cómo llegó a ser como es? ¿hasta qué punto somos responsables de él?, y si no lo somos ¿quién lo es?” (Lipman, p 90).

Esta disertación es un ejercicio de problematización que he estado realizando como docente,  antes de incursionar en lo que ha sido la filosofía vengo de otras disciplinas relacionadas con el lenguaje, con la cultura. Es que a medida que va pasando el tiempo uno se va dando cuenta que el discurso del lenguaje fragmentado por la ciencia nos va alejando de la totalidad cuando uno va aplicando la práctica de filosofar, está en una constante problematización de la realidad, va ampliando la óptica, además nos hace autoreflexionar sobre las prácticas pedagógicas que uno ha venido realizando y cómo se ha abordado el  pensamiento de ls estudiantes a lo largo de la  experiencia en l salones de clases.

Primeramente, hablaré de la importancia del recorrido que hace un docente en búsqueda de su pensamiento, se cuestiina sobre donde han quedado las preguntas que constantemente nos vemos alcanzados por la razón humana, interrogantes “que no se pueden rechazar por proceder de ella misma (son cotidianas, por así decirlo) pero a las que no puede responder, porque sobrepasan toda sus facultades, porque son extraordinarias”(Kant). Es que la filosofía no nace de un impulso espontáneo, sino es una interrupción de lo cotidiano, en el que se nos imponen cosasque nos llevan a detenernos,a problematizar.

Para la filosofía, ese afán de saber parte de una admiración, un paso previo al conocimiento que mantiene al ser humano en un extrañamiento primero de la “perplejidad” y hace que el asombro, tomé un carácter de arjé para sostener la actividad filosófica. En referencia al asombro, Platón expresó: “Eso que llamamos admiración es muy característico del filosofo. Este y no otro, efectivamente es el origen de la filosofía” (Teeteto, 155d)

Dentro de ese encontrarse, y como resultado de la racionalidad, el ser humano necesita “hacerse” y “realizarse”, tanto en lo personal como en lo social, y esto lo logra desde la educación, por eso es fundamental, un estudiante como sujeto y agente, en el que más que acumular contenidos aprenda a pensar por sí mismo. Pensar en el docente desde laautoreflexión, nos lleva al modo de cómo ha procurado dirigir su razón, ante esto, Descartes (2006) expresa desde su experiencia “mi propósito, no es el de enseñar aquí el método que cada cual ha de seguir para dirigir bien su razón, sino sólo de exponer como por mí mismo he procurado conducir la mía” (p 41).  Este ejercicio del intelecto no requiere de capacidades extraordinarias sino de una práctica ardua, en este caso en Descartes “para pensar es preciso ser” y por eso es importante hallar en sí mismo la certeza de  nuestra razón

El docente debe retomar un método en el que se aprenda en comunidad, un espacio en el que se recobren los sentidos del aprender de sí mismo y de la realidad. Dentro de esta disertación, se retoma el método mayéutico o dialéctico, como un camino racional, en el que la habilidad de las interrogaciones cultivadas por el maestro, hace encontrar en el estudiante lo que ellos mismos tienen en el espíritu, dándolos a la luz de su propio conocimiento, tal como lo expresa Platón (2002)

“Yo soy nada más un luchador por la sabiduría, y ya me suele la gente echar en cara que no hago sino preguntar, sin descubrir nada sabio, porque me dicen que no sé nada. Los que conmigo hablan, al pronto parece que no saben nada; pero en la conversación dan a luz cosas sorprendentes, gracias a un arte la mayéutica en la que yo y algún dios tenemos parte.”

Desde el preguntar bien, se descubre la verdad que está dormida en la mente de cada estudiante y seaproxima a la razón que existe por sí misma. Es una guía parallevar el pensamiento, tal como lo expresa Sócrates,es el emerger a la luz la verdad que se produce en la razón humana, “Yo no sé nada y soy estéril y te estoy sirviendo de partera – le dice a Teeteto- y por eso hago también encantamientos hasta para que des a luz tu idea” (Platón 2003). En comparación con esa partera, el docente debe hacer conciencia de su papel como acompañante en el filosofar de sus estudiantes, hacer de la práctica educativa un constante estímulo para que el “asombro, la curiosidad, el cuestionamiento, la búsqueda de sentido, la reflexión, la creación de conceptos” sean los pilares de su quehacer educativo.

Repensarnos, conducir nuestros pensamientos, el docente debe reflexionar sobre la manera cómo conduce su pensamiento, la manera cómo forma su razón, por eso el docente debe buscar las herramientas necesarias para hacerlo una práctica, y una de estas es el diálogo interno constante, el problematizarnos de lo que nos ocurre y debe comunicarse a los niños en los espacios educativos y que a través del quehacer filosófico permita relacionar todas las disciplinas.

Cabe preguntarnos, si somosreproductores de un modelo de educación bancaria, en el que él se ahoga el pensamiento del estudiante o estamos conscientes de la importancia de hacer emerger el Ser presente en cada uno, ante esto nos preguntamos, ¿cuál es el método que la escuela ha perdido?, ¿cómo estamos educando?,¿qué es estar completamente educado?,  y ¿cómo la filosofía es un aporte en este camino?

La filosofía para niños como aporte a una educación fragmentada

Ciertamente, la escuela es un espacio que ha estado en constante crisis, como reproductora de una visión industrial ha logrado que el ser humano vaya perdiendo esa capacidad de detenerse a lo que sucede en el mundo, a preguntarse, a interrumpir eso que lo ocurre a diario que simplemente es esa rutina que lo aborda, tal como lo expresa (Rubiano, 2013)

“En la cotidianidad de la escuela son muy pocos los contenidos a en que se abordan, además, se deja arrinconada la vida real y concreta que el estudiante lleva a cuesta en su hogar, su comunidad y su propia escuela. Se transmiten los “conocimientos” como un cúmulo de fórmulas vacías que la escuela pretende imponer mediante una educación verbalista y libresca” (p, 150)

Uno de los grandes problemas de la educación es la falta de unidad en la experiencia educativa infantil, los niños sentados en sus pupitres, inundados por una gran cantidad de información  irrelevante y desconectada de su vida. Están frente a una serie de presentaciones especializadas sin conexión, esa parcelación del día escolar refleja la fragmentación de la experiencia, ya sea en la escuela o fuera de ella, que caracteriza la vida moderna.

Las disciplinas se aíslan, perdiendo la pista a sus relaciones con la totalidad del conocimiento humano, la constante imitación a las áreas técnicas ha dejado a un lado los aspectos filosóficos que una vez las integraron, como la ética, la lógica, la estética y la epistemología porque considerarlos  polémicos en muchos casos, es imposible resolver mientras las disciplinas sigan viéndose como un conjunto de materias que hay que aprender en lugar de lenguajes en el que los alumnos deben aprender a pensar.

Pr estas razones, uno de los metds planteados es el de la Filosofía para niños, cm una idea de repensar ese curriculum fragmentado y comenzar a comprender qué significa pensar en una disciplina. Es el ejercicio de sacar a la luz todas las habilidades de razonamiento de las asignaturas, y así convertir el aula en un “espacio para razonar, investigar, autoevaluarse, hasta convertirse en una comunidad, en la que los maestros fomenten la reflexión y se impliquen en ella (21). Precisamente, una de las propuestas desde la filosofía para niños es convertir las aulas de clases en comunidades de investigación, fomentar la práctica de convertirla en “una comunidad reflexiva que piense en las disciplinas que existen sobre el mundo y en el pensamiento sobre el mundo”.  (Lipman,1992 ).

Es fundamental potenciar las actitudes filosóficas espontáneas en los niños para que se desarrollen, no se trata de introducir algo extraño, sino de acompañarlos en el emerger de algo que ellos generan, “Los niños necesitan ver el docente como estímulo para sus propios pensamientos y curiosidad, y no como alguien cuya tarea es revelar los secretos y misterios” (Sharp  y Splitter, 1996).

Por eso es fundamental que el docente crea en las capacidades reflexivas que tiene el estudiante, para así darle la posibilidad de desarrollarla. Desde la propuesta sostenida por Lipman (1992) la educación es atravesada por una determinada perspectiva filosófica que propone que “participen en una actividad dialógica, que filosofen, que puedan plantear de un modo filosófico sus propios problemas”

Desde  la filosofía para niños los niños piensan con inducciones y deducciones mucho antes de que empiecen a utilizar el lenguaje, nos preguntamos ¿cuándo empieza el niño a razonar filosóficamente? La actividad filosófica implica el razonamiento, no todo el que razona está involucrado en la actividad filosófica, por eso desde este método los niños empiezan a preguntar ¿por qué? Desde ahí es que los niños quieran saber constantemente lo que queremos decir, cuando utilizamos este término o aquel otro: le interesa no sólo las palabras en sí misma, sino las creencias que empapan esas palabras.

Otro aspecto, es el desarrollo de la dimensión ética en el aula, un planteamiento filosófico de la ética es aquel que insiste en el método de la investigación ética más que en las reglas morales específicas de un grupo concreto de adultos, razonen lógicamente sobre cuestiones a las que se puede aplicar la lógica sea de gran ayuda para la solución de problemas humanos.

Una de las formas de descubrir el significado son las conexiones. Si se puede ayudar al niño a descubrir las relaciones entre las partes y el todo que se da en su experiencia, se le puede ayudar a encontrarle el significado de las experiencias asiladas. Otra manera es el desarrollo del hábito de tener la posibilidad de que la negación de que lo que está diciendo sea cierta, la negación de jugar es no jugar. Los niños que trabajan estas nociones empiezan a darse cuenta de que cuando se ponen en orden los pensamientos y sus negaciones, empiezan a exhibir un modelo de alternativas.

Otro aspecto para abordar el significado en el aula, es el descubrir las incoherencias, cuando nos damos cuenta de que hemos estado pensado de una manera negligente, nos puede hacer gracia o nos puede avergonzar, pero  no se debería animar a los niños a ser incoherentes en sus razonamientos, como tampoco se les anima a sumar y restar de forma incorrecta. Para estos ejercicios, se propone la lógica porque nos da las reglas que debemos seguir si queremos pensar bien, una de estas es la coherencia, recalcando la importancia de ser coherentes al pensar, hablar y actuar. El pensamiento lógico sólo puede estimular por medio de la actividad creatividad y a la inversa, que la creatividad puede ser explorada con el desarrollo de la capacidad lógica.

Si el día escolar, estuviera lleno de relaciones parte-td significativas y si los profesores en su enseñanza prestaran una atención especial que guardan los fragmentos del conocimiento con el contexto más amplio de la experiencia de un niño, los  niños entre los dos y los siete años continuarían fortaleciendo su habilidad en el manejo de relaciones parte-todo en vez de disminuir por la obsesión por los detalles que conduce a la carencia de la organización global

La aplicación de la filosofía en el aula debe hacerse sin prejuicios sobre la curiosidad y la disponibilidad para la discusión sobre los procesos cosmológicos, éticos, epistemológicos y otros temas. Por eso, es fundamental que los docentes repiensen el orden de las materiales y las disciplinas según la secuenciación racional de las etapas de los niños, es así como la filosofía “forma un ángulo recto con las otras disciplinas, como la trama y la urdimbre, se entregan para producir un tejido sin costuras”.

La filosofía en el aula se debe ver como un contrapeso a la superespecialización pasarle el peso a los docentes que no han recibido una formación adecuada para plantear las preguntas más generales ni para ver las continuidades entre las disciplinas. Si permitiéramos que la filosofía para niños sirviera de paradigma educativo, es demostrando que la adquisición de habilidades y el desarrollo conceptual podrían darse juntos.

Referencias

Descartes, R. (2006). Discurso del Método. Meditaciones Metafísicas. Madrid: Editorial Espasa Caspe, S.A.

Lipman, M; Sharp, A y Oscanyan, F. (1992). Filosofía en el aula. Madrid: Ediciones de la Torre

Platón (2002). Diálogos. Madrid: Gredos

Platón. (2003). Teeteto. Madrid: Editorial Biblioteca Nueva, S.L.

Santiago, G. (2006). Filosofía con los más pequeños. Buenos Aires: Ediciones Novedades Educativas

Sharp, A y Splitter, L. (1996). La otra educación. Buenos Aires: Manantial

 

Fuente del artículo: https://ontoepistemico.blogspot.com/search?q=Maria+Alejandra+Vega

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La creatividad es una facultad mental más

Por: Francisco J. Rubia 

Su pensamiento asociativo activa muchas representaciones mentales a la vez

 

La creatividad es una facultad mental en la que el pensamiento asociativo es capaz de activar un gran número de representaciones mentales al mismo tiempo. Ha sido crucial para el desarrollo de nuestra especie. Por Francisco J. Rubia (*)

Cuando admiramos las obras de un gran pintor, o las piezas musicales de un importante compositor, los poemas de un poeta o un gran descubrimiento científico, lo hacemos porque estamos convencidos de que detrás de cada una de estas obras hay una persona creadora.

En realidad no deberíamos utilizar la palabra ‘creadora’, cuya primera acepción en el diccionario de la lengua es ‘producir algo de la nada’, ya que de la nada difícilmente puede salir algo. Como decía Parménides: típota den proérjete apo típota. En latín Ex nihilo nihil fit, es decir, de la nada, nada sale).

Sólo en las artes utilizamos ese término para designar lo que en el diccionario de la lengua se aplica a la palabra ‘crear’ como segunda acepción, a saber: ‘establecer, fundar, introducir por vez primera algo nuevo’. Curiosamente, en ciencia no solemos hablar de ‘creación’, sino de ‘descubrimiento’, y descubrir es ‘destapar lo que está tapado o cubierto’.

Estamos hablando de un mismo proceso: el proceso creativo y, sin embargo, en un caso decimos que algo surge de la nada, y en el otro que estamos destapando, descubriendo algo que ya estaba ahí: ¿Cuál de las dos interpretaciones es la verdadera?

Combinación creadora

A mi juicio, está claro. Como he dicho antes, de la nada no puede surgir algo que tenga existencia, de forma que para mí el proceso creativo no es otra cosa que una combinación nueva de pensamientos, sonidos, palabras, formas o colores, ya existentes, por supuesto, en nuestro cerebro de forma potencial.

Ahora bien, la combinación nueva de pensamientos es común a muchas personas que, sin embargo, no son creativas. ¿Cuáles serían entonces las características que distinguen a las personas creativas de las que no lo son?

La creatividad es sin duda una de las capacidades más complejas que posee el ser humano y, aunque estemos aún lejos de entender sus bases neurobiológicas, seguro que todos estaríamos de acuerdo si afirmamos que si encontramos no sólo esas bases orgánicas, sino también cómo desarrollarlas, habríamos recorrido un camino extraordinario en la mejora del rendimiento de nuestra especie. No obstante, la creatividad sigue siendo uno de los términos más vagos, ambiguos y confusos en psicología.

En condiciones normales, las personas no son creativas, lo que implica que el acto de creación es algo insólito y poco frecuente. Y cuando una nueva idea o concepto se produce solemos hablar de inspiración.

El escritor húngaro Arthur Koestler, en su libro El acto de la creación, dice que hay dos formas de escapar a nuestras rutinas de pensamiento y conducta: la primera, zambullirse en el ensueño o estados similares, donde los códigos del pensamiento racional quedan suspendidos. Y la otra manera de escapar es en dirección opuesta, o sea la caracterizada por el momento espontáneo de la intuición que conlleva la creatividad.

Sueño y ensueño

He llamado “ensueño” a lo que normalmente llamamos “sueño”. En español no solemos distinguir entre ambos conceptos que no son idénticos. En inglés se diferencia entre “sleep” y “dream”; en francés entre “sommeil” y “rêve”; en alemán entre “Schlaf” y “Traum”. Por eso hago la diferencia entre sueño y ensueño.

Decía que hay dos vías de escape a las rutinas de pensamiento y conducta: la primera significaría una regresión a niveles mentales más antiguos, más primitivos, de creación, mientras que la segunda, que es la que aquí nos interesaría, supone un ascenso a un nivel nuevo, más complejo de evolución mental.

En la obra citada de Koestler, el acto creativo del humorista, por ejemplo, se caracterizaría porque crea una momentánea fusión de dos matrices, dos niveles de pensamiento que habitualmente son incompatibles. De forma similar, podría describirse también el descubrimiento científico o la creación artística.

Uno de los ejemplos que Koestler utiliza para confirmar sus aseveraciones es, en el terreno humorístico, la siguiente anécdota atribuida al académico francés del siglo XVIII Chamfort:

“Un marqués de la corte de Luis XIV, al entrar en el boudoir de su esposa, la encuentra en brazos de un obispo y, sin decir palabra, se dirige a uno de los ventanales del palacio, lo abre y comienza a impartir bendiciones al pueblo en la calle.
La sorprendida y angustiada esposa le grita: “Pero, ¿qué estás haciendo?” A lo que el marqués tranquilamente le responde: “Monseñor está usurpando mis funciones, así que yo realizo las suyas”.

Esta historia se mueve en dos planos o matrices de pensamiento. La una es una historia de adulterio, que es, de pronto, sustituida por una reacción totalmente inesperada del marqués, lo que hace que la tensión se relaje y surja la risa. Es lo que Koestler llama ‘bisociación’. Dos historias, antes incompatibles, aparecen juntas creando hilaridad.

Esta bisociación o conjunción de dos planos de pensamiento incompatibles, opuestos, no es nada nuevo; ocurre constantemente durante el ensueño, en donde no reina la lógica ni el pensamiento dualista característico de la vigilia consciente.

La yuxtaposición de términos normalmente antitéticos, la falta de consciencia de que existe un conflicto o una incongruencia, son características del ensueño. La lógica del ensueño no es una lógica aristotélica, es indiferente a las leyes de la identidad y de la contradicción, su forma de razonar está ligada a la emoción y su simbolismo es pre-verbal y arcaico.

Pensamiento onírico

El psicólogo austríaco, Sigmund Freud, a este tipo de pensamiento onírico le llamó proceso primario para distinguirlo de un proceso secundario que sería el pensamiento lógico-analítico, que es el que solemos utilizar durante la vigilia consciente.

El pensamiento en el proceso primario significa una superación del dualismo que nos recuerda otra experiencia humana parecida, al menos en esta característica: la experiencia mística o espiritual, en la que la persona se une con la divinidad, la naturaleza o los animales, identificándose con ellos, perdiendo la consciencia del yo como algo separado del mundo.

Así que llegamos a considerar que la persona creadora supera también contradicciones, asemejándose tanto al místico como a la persona que tiene ensueños. Pero que sepamos, ni el místico se ha caracterizado por ser una persona creadora, ni la mayoría de los ensueños ha conducido a una intuición creadora.

Digo la mayoría, porque sabemos de algunos ejemplos en los que sí condujeron a algún descubrimiento importante. Como el del químico alemán August Kekulé von Stradonitz, que durante un ensueño diurno vio lo que el psicólogo suizo Carl Gustav Jung llamaba arquetipos, a saber una serpiente que se muerde la cola, el llamado uroboro, descubriendo así la estructura del anillo de benceno.

Creatividad y cerebro

Quisiera referirme a algunos casos interesantes en relación con este tema de la creatividad. El primero se trata de lo encontrado en algunos enfermos que sufren de demencia fronto-temporal porque se encuentran dañados tanto el lóbulo frontal como el lóbulo temporal del cerebro, sobre todo en el hemisferio izquierdo. Estos pacientes pierden inhibiciones en sus comportamientos sociales, pero también muestran poderes creativos que antes no tenían. Al parecer, lesiones en el hemisferio izquierdo son capaces de desinhibir funciones más características del hemisferio derecho.

El otro ejemplo lo tenemos en los llamados músicos sabios, niños que son muy deficientes en sus capacidades lingüísticas, pero que tienen una musicalidad a veces excelente. Estos músicos sabios poseen habilidades con las que cualquier persona puede soñar: un oído absoluto, una percepción finísima, una capacidad enorme de representación acústica, y una memoria musical excepcional. Pues bien, estos músicos sabios suelen tener lesiones en el hemisferio izquierdo, por lo que se supone que se desinhiben funciones del hemisferio derecho.

Lo mismo puede decirse de las facultades extraordinarias de algunos autistas o de los que se han llamado idiots savants o idiotas sabios, que destacan por algunas cualidades extraordinarias. Ha habido sujetos que luego de escuchar por vez primera una sonata de Beethoven pudieron sentarse al piano y tocarla nota por nota con un ritmo perfecto, pero que, sin embargo, no eran capaces de atarse los cordones de sus zapatos.

Se ha planteado la cuestión de dónde vienen estas cualidades excepcionales en estos pacientes. Y la teoría que mejor explica el fenómeno es la que plantea precisamente que existe un deterioro de funciones del hemisferio izquierdo con una compensación, es decir un aumento o desinhibición de las funciones del hemisferio derecho.

Inteligencia y creatividad

Estos que se han llamado también genios idiotas por tener en muchos casos un cociente intelectual muy bajo – entre 50 y 75 y a veces inferior – lo que muestran es que la inteligencia y la creatividad son cosas diferentes. En el otro extremo, entre los superdotados, con un cociente intelectual de 130 o 135 raramente se observa creatividad.

Es conocido también que muchos talentos creadores han sido malos estudiantes. Se suele citar el caso de Albert Einstein, que tardó más de lo corriente en aprender a hablar y que lo suspendieron en el examen de ingreso en el Politécnico de Zürich.

O el caso de Charles Darwin del que decía su desesperado padre: “No te gusta más que la caza, los perros y coger ratas, y vas a ser una desgracia para ti y para toda la familia”.

O también Pablo Picasso, que odiaba la escuela, y tuvo dificultades en aprender a leer y a escribir y más todavía a dominar los números.

Thomas Edison, el inventor de la lámpara incandescente, del telégrafo y del fonógrafo, estudió durante tres meses con una profesora que lo expulsó diciendo que era oligofrénico y que no tenía inteligencia para estudiar.

En resumen: que las mentes creadoras no suelen adaptarse bien a los criterios de inteligencia manejados por los sistemas educativos.

 

Imagen especular del ensueño

Uno de los autores que más han estudiado la creatividad desde el punto de vista psicológico ha sido el psiquiatra norteamericano Albert Rothenberg, que fue profesor en Harvard. Este autor considera que el proceso creativo es la imagen especular del ensueño, imagen que tiene que ser similar al objeto que refleja, pero que tanto biológica como psicológica y socialmente es el reverso del ensueño.

¿Por qué dice esto Rothenberg? Pues porque la persona creativa utiliza conscientemente los mecanismos y procesos característicos del pensamiento onírico para abstraer, conceptuar y concretar, pero así también para revertir los efectos de la censura consciente.

El sujeto creador emplea la lógica característica de la vigilia consciente, los procesos de su pensamiento son similares a lo que hemos visto que Freud llamó ‘proceso secundario’, pero prestando también atención a los factores que son importantes en el pensamiento inconsciente, alterando las secuencias temporales, desplazando y comprimiendo. El sujeto creador utiliza, pues, dos procesos específicos de pensamiento que son similares, pero inversos, de manera simultánea.

Si el pensamiento onírico produce imágenes y secuencias confusas, caóticas e ilógicas, el proceso creativo produce orden e imágenes y metáforas significativas, así como conceptos claros.

Hemos dicho que una característica del proceso creativo es revertir los efectos de la censura inconsciente, de manera que, por ejemplo, en la creación artística, encontramos mucho material inconsciente y que contribuye a su valor intrínseco.

Pensamiento jánico complejo

Pero la contribución que, a mi entender, es más significativa del análisis que Rothenberg hace del proceso creativo, es haber formulado que la persona creadora se guía por un tipo de pensamiento que él llama ‘jánico’, término basado en las cualidades del dios romano Jano, dios cuyas muchas caras miraban en varias direcciones al mismo tiempo y que, por ello, da el nombre al mes de Enero, January en inglés, por mirar hacia el pasado y el futuro simultáneamente.

Según Rothenberg, el pensamiento jánico se caracteriza por concebir activamente dos o más ideas, imágenes o conceptos opuestos simultáneamente. Los conceptos opuestos o antitéticos se conciben como existentes uno junto al otro, o igualmente operativos y verdaderos. Es un pensamiento complejo, diferente del pensamiento dialéctico, de la ambivalencia y de los pensamientos de los niños o de los esquizofrénicos.

Para poner un ejemplo, me voy a referir a un trabajo que Rothenberg publicó en 1971, en donde acuñó por vez primera el término ‘jánico’ para el pensamiento creativo de Albert Einstein.

En este trabajo, Rothenberg cita un ensayo de Einstein publicado en 1919 con el título: La idea fundamental de la relatividad general en su forma original. En este ensayo Einstein se refería a las teorías contradictorias de Faraday y Maxwell-Lorentz. Decía sobre ello lo siguiente: “El pensamiento de que estemos tratando aquí con dos casos fundamentalmente diferentes fue para mí insoportable. La diferencia entre estos dos casos no podía ser una diferencia real, sino más bien, en mi convicción, sólo podía ser una diferencia en la elección del punto de referencia”.

Así nació, pues, la teoría general de la relatividad: Dos posturas contradictorias que él consideró ambas válidas porque dependían de puntos de vista diferentes. Dos pensamientos contradictorios que Einstein supera aceptando ambos, o, con otras palabras, dando un salto no-dualista en su pensamiento.

El pensamiento jánico tiene lugar en plena consciencia, con plena racionalidad y facultades lógicas plenamente operativas. Por tanto, es un tipo especial de operación de pensamiento secundario, racional. Pero que hace uso de mecanismos del pensamiento onírico o primario, aprovechándose de materiales inconscientes. Es lo que el psiquiatra italiano Silvano Arieti llamó proceso terciario, es decir, la combinación de los procesos primario y secundario.

Visionando el futuro

Los griegos algo de esto sabían cuando crearon el mito de Tiresías. Según este mito, Tiresías era un sacerdote de Zeus y siendo aún un hombre joven, se encontró a dos serpientes copulando; golpeó a la hembra en la cabeza con su bastón y al punto se convirtió él mismo en mujer. Transformado en mujer, se hizo sacerdotisa de la diosa Hera, se casó y tuvo varios hijos. Tras siete años de ser mujer se encontró de nuevo a dos serpientes copulando y esta vez golpeó con su bastón la cabeza del macho, convirtiéndose de inmediato de nuevo en hombre.

Como resultado de sus experiencias en ambos sexos, Zeus y Hera le plantearon la pregunta de quién de los dos sentía más placer en el acto sexual, si el hombre o la mujer. Zeus era de la opinión que era la mujer, pero Hera sostenía que era el hombre. Tiresías se colocó del lado de Zeus diciendo que en una escala del uno al diez la mujer gozaba seis veces más que el hombre. Irritada por la respuesta, Hera lo dejó ciego, pero Zeus le concedió el don de la profecía. Es decir, la unión de los contrarios, lo que el psicólogo Carl Gustav Jung llamaba la coniunctio oppositorum, conlleva nuevas facultades como la visión del futuro.

De nuevo, aquí se intuye que la conjunción de dos contrarios, en este caso el hombre y la mujer, lo masculino y lo femenino, es capaz, cuando se poseen ambos, de conferir facultades extraordinarias como son la clarividencia y la profecía.

Otra característica del proceso creativo es lo que Rothenberg ha llamado pensamiento homoespacial, que consiste en concebir activamente dos o más entidades discretas que ocupan el mismo espacio, una concepción que conduce a la articulación de nuevas identidades.

Dependiendo de dónde se manifiesta este proceso creativo, se trataría de la superposición de sensaciones discretas, patrones de sonidos, palabras escritas, imágenes visuales, etc. Se suele dar este fenómeno mucho más corrientemente en las artes.

Salto teórico creativo

Algo parecido a lo referido sobre Einstein ocurrió con el biólogo Charles Darwin. Veamos aquí su propia descripción de las circunstancias en las que tuvo lugar este salto de pensamiento, el salto teórico creativo.

Tras un largo tiempo de búsqueda de la formulación apropiada (unos cuatro años según su propia biografía), Darwin constató lo siguiente:

“Tuve la ocasión de leer por pura diversión a Malthus, su libro sobre poblaciones”, y tras algunas frases dice: “y de pronto se me ocurrió”. En ese momento nació la teoría de la evolución de las especies.

El hecho de que Darwin estuviese leyendo a Malthus cuando descubre su idea de la selección natural se ha interpretado como algo extraño y paradójico, dado que el elemento principal de la tesis de Malthus era que un crecimiento sin trabas de la población humana en un entorno fijo llevaría a la exterminación de la especie gracias a la lucha por la existencia. Sin embargo, vemos a Darwin postular lo contrario, es decir, que esa lucha por la existencia resultaba en el aumento y la perfección de las especies respecto a su entorno.

Probablemente Darwin aceptó y entendió la idea de Malthus de que la lucha por la existencia podía llevar a la destrucción de la especie, pero pensó también lo contrario, que podría conducir a la selección adaptativa. De acuerdo con Rothenberg, estaríamos pues de nuevo ante una manifestación del pensamiento jánico que es capaz de pensar un concepto y el contrario sin problemas.

Superando antinomias

Llama la atención que en ciencia a veces las contradicciones se resuelven superando las antinomias. Yo pongo siempre el ejemplo de Cajal y Gerlach. El primero planteando que las neuronas constituían una unidad anatómica y funcional independiente, lo que se conoce como la doctrina de la neurona; y el profesor de anatomía de la Universidad de Erlangen, Joseph von Gerlach sostenía que las neuronas formaban un retículo y no un sistema compuesto de células discretas como sostenía Cajal.

Cajal tenía razón. Sin embargo, hoy se sabe que las sinapsis eléctricas se establecen entre muchas células que actúan como un sincitio, por lo que se puede concluir que ambos tenían razón. Este tipo de sinapsis se encuentra en numerosas regiones del cerebro adulto, como son el tálamo dorsal, el estriado, el cerebelo, la corteza cerebral o el hipocampo.

Otro ejemplo puede ser el de Darwin y Lamarck. Este último sostenía que los caracteres adquiridos se heredaban. Darwin decía que en el proceso de selección natural las variaciones ventajosas se incrementan por herencia. Darwin tenía razón, y, sin embargo, la epigenética, y el llamado “Efecto Baldwin” ha hecho revivir la idea de Lamarck, aunque modificada, gracias al hecho de que los factores ambientales pueden conducir a cambios en la expresión de determinados genes.

Es lo que ocurre, por ejemplo, con las personas que se han trasladado a una gran altitud para vivir en ella de modo permanente. La selección natural favorecerá las mutaciones genéticas que incrementen la producción de glóbulos rojos, como es el caso de las poblaciones indígenas de Suramérica que viven en los altos Andes.

También en la mecánica cuántica

Curiosamente, en la mecánica cuántica ocurre un fenómeno similar, porque se produce una ruptura en la dualidad entre onda y partícula. Dependiendo de cómo se realiza la medición, un electrón puede aparecer actuando como onda o como partícula, de forma que onda y partícula no son dos cosas diferentes, sino dos modos de observar la misma cosa. Es algo parecido a la diferencia que establecemos entre cerebro y mente. En realidad, todo indica que son dos maneras, una objetiva y la otra subjetiva, de observar un mismo fenómeno.

Todo esto lo que muestra asimismo es que el pensamiento dualista o binario es el resultado de una predisposición genética o categoría de la mente, como diría Kant, que nos hace ver el mundo en términos antitéticos.

En otro orden de cosas se ha afirmado que en los estados místicos ocurre algo parecido, en el sentido de que los opuestos se difuminan, como la división entre el yo y el mundo, la naturaleza o Dios. El éxtasis suele producirse por una hiperactividad del sistema simpático y parasimpático conjuntamente.

Y sin embargo, como dije antes, no se conocen actos creativos en los místicos de las diferentes religiones. Esto se puede deber al hecho de que estos estados místicos representen una regresión al pensamiento mítico, mágico, edénico, como hipoteticé en mi último libro El pensamiento dualista.

Siempre se ha postulado que, como algunas personas creativas han estado gravemente enfermas con enfermedades mentales o psíquicas, el genio y la locura deberían ser estrechos aliados.

 

Rasgos creativos

Sin embargo, recientemente Eduardo Monteverde, médico patólogo, novelista y periodista científico, en su libro Los fantasmas de la mente, rompe ese mito de que hay que ser enfermo mental para poder crear. Y plantea que las personas creativas poseen los siguientes rasgos:

Son gente fuera de lo convencional, lo que significa que no se conforman con los estándares de la sociedad; nadan contra corriente y tienen ideas originales que colocan el mundo al revés.

Son también personas individualistas, que suelen estar ‘fuera de época’, por lo que la mayoría de sus trabajos son reconocidos una vez muertos.

Son personas altamente inteligentes, que suelen tener dificultades interpersonales.

Asimismo, son personas proactivas, que no pueden estar sin hacer nada, que sienten un fuego interior que les lleva a crear belleza o mejorar el mundo.

Y son personas visionarias, con una visión que guía su conducta y que les hace incluso a veces entregar sus vidas por ella.

Por último, son personas intuitivas, que están mucho más en relación con sus sensaciones internas que el resto de las personas.

En cualquier caso, no pensemos que la persona creativa es alguien que no necesita ocuparse del tema en cuestión para recibir la chispa de la inspiración que le lleve a la creación de algo nuevo. Thomas Edison decía que la invención era en un diez por ciento inspiración y en un noventa por ciento perspiración.

De todos modos, el neurólogo inglés John Hughlings Jackson detectó una conexión entre la “epilepsia psíquica”, como llamaba a la epilepsia del lóbulo temporal, y la creatividad. Es el caso, por ejemplo, de Vincent van Gogh que sufría de ese tipo de epilepsia y que decía él mismo que había desarrollado una sensibilidad excesiva para el mundo visual que nunca antes había conocido.

Hemos visto que el pensamiento del proceso secundario de Freud es el pensamiento lógico-analítico, dualista, secuencial y temporal, que caracteriza las funciones del hemisferio izquierdo del cerebro. Con ese pensamiento la humanidad ha alcanzado grandes conquistas. El poeta William Blake, en su obra con un título que reúne conceptos opuestos, como es su libro Matrimonio del Cielo y del Infierno, afirma inequívocamente: “Sin contrarios no hay progresión”.

¿Creatividad innata?

Es muy posible que el pensamiento dualista sea necesario para analizar el mundo que nos rodea. En mi opinión corresponde probablemente, como antes dije, a una categoría que se le escapó al filósofo alemán Immanuel Kant y que es muy posible que sea innata.

Es lo que el psiquiatra norteamericano Eugene D’Aquili llamaba el ‘operador binario’, localizado, según él, en el lóbulo parietal izquierdo y cuya lesión, como mostró el neuropsicólogo ruso Alexander Luria, hace que el paciente no distinga los términos opuestos, como arriba/abajo, delante/detrás, antes/después, etc.

Por lo que hemos dicho, este operador binario tiene que ser inhibido para poder acceder al pensamiento jánico que, según Rothenberg es necesario para, superando las contradicciones, acceder al pensamiento creativo.

¿Cuestión de hemisferios?

Se ha planteado que el hemisferio derecho del cerebro opera con procesos primarios de pensamiento, mientras que el izquierdo lo hace con procesos secundarios. Independientemente de que eso es probablemente una simplificación, algunos autores han planteado que el equilibrio inter-hemisférico es crucial para la creatividad.

En situaciones normales el hemisferio izquierdo suele estar más activo que el derecho. Por tanto, tareas que activen el hemisferio derecho pueden producir ese equilibrio entre los dos hemisferios.

También se sabe que el hemisferio derecho está más implicado en la producción de imágenes mentales, así como en la percepción y producción musicales, lo que hace sospechar que es este hemisferio el que mejor está conectado con o dotado para la creatividad. Por otro lado, sus conexiones con las estructuras del cerebro emocional también son más numerosas que las del otro hemisferio.

Estado mental

Resumiendo podemos decir que la inspiración creativa es un estado mental en el que el pensamiento es de proceso primario y secundario simultáneamente, un pensamiento jánico, asociativo, que es capaz de activar un gran número de representaciones mentales al mismo tiempo. Este estado puede presentarse por dos maneras: por una desinhibición debida a bajos niveles de actividad cortical sobre todo del lóbulo frontal y por una mayor activación del hemisferio derecho en comparación con el izquierdo.

En mi último libro El pensamiento dualista: Ideologías, Creencias, Fanatismo planteé la hipótesis de que el pensamiento dualista o binario es un pensamiento racional primitivo, que divide el mundo en términos antitéticos y que es seguido del pensamiento racional múltiple o complejo.

Una posible interpretación de un pasaje bíblico del Génesis, capítulo 3 podría ser la siguiente: Yahvé había prohibido a Adán y Eva a comer del fruto del árbol del bien y del mal o árbol del conocimiento porque morirían; la serpiente les incita a comer los frutos de ese árbol diciendo que si lo hacen no sólo no morirán, sino que se les abrirán los ojos y conocerían el bien y el mal.

Aquí, en mi opinión, se está relatando el paso del pensamiento mítico, mágico, edénico, o proceso primario de Freud, al pensamiento dualista, racional, o proceso secundario y este paso implicó que Adán y Eva tuviesen que abandonar el paraíso y no pudieran volver al pensamiento original mágico o mítico, dificultad representada en el Génesis por ángeles con espadas flamígeras que impedían la vuelta al Jardín del Edén.

La interpretación ortodoxa de ese pasaje identifica a la serpiente con el demonio, como hace, por ejemplo, el poeta inglés John Milton en su Paraíso perdido, pero una secta gnóstica conocida como los ofitas (“ophis” en griego es serpiente) veía en la serpiente una figura positiva, heroica, mientras que identificaba a Yahvé como una figura negativa, un demiurgo malvado. La serpiente como benefactor de la humanidad es común no sólo a los ofitas, sino que también era la opinión de los alemanes el filósofo Immanuel Kant y el poeta Friedrich Schiller.

A partir del siglo IV, todos los escritos ofitas fueron destruidos por los cristianos ortodoxos, pero conocemos esta secta gracias a sus enemigos, como Ireneo de Lyón, Hipólito de Roma, Epifanio de Salamis y Orígenes; y también gracias a algunos escritos que se han recuperado en descubrimientos arqueológicos recientes, como la amplia colección de códices gnósticos antiguos encontrados por un campesino árabe en una cueva cerca de Nag Hammadi, pueblo situado en la ribera del Nilo en el que tuvo lugar ese hallazgo en diciembre de 1945.

Otro pasaje del capítulo 1 del Génesis es revelador. Al final de la creación Dios dice: “Ahora hagamos al hombre. Será semejante a nosotros”, y un poco más adelante se dice: “Cuando Dios creó al hombre, lo creó semejante a Dios mismo; hombre y mujer los creó”.

Este pasaje ha sido interpretado como revelador de la androginia tanto del Ser Supremo como del hombre. Es en el siguiente capítulo, el capítulo 2, cuando el andrógino es separado por Dios que saca una costilla del hombre para crear la mujer. De nuevo esto puede interpretarse como el paso del pensamiento mítico, mágico, edénico o proceso primario, al pensamiento dualista, racional primitivo o proceso secundario.

Pensamiento primario y secundario juntos

El pensamiento onírico de nuestros ensueños es un proceso primario en el que las contradicciones no son tales; en el pensamiento dualista o binario dominan las antítesis; y, curiosamente, en el pensamiento creativo se dan tanto el pensamiento inconsciente o primario como el pensamiento dualista o secundario.

Es como si el filósofo alemán Georg Wilhelm Friedrich Hegel tuviese razón con su dialéctica y lo explicara diciendo que el pensamiento onírico, paradisíaco, mítico o mágico fuese la tesis; el pensamiento racional la antítesis y, finalmente, el pensamiento creativo sería la síntesis de ambos.

No deja de ser interesante el hecho de que en la literatura mística encontremos frases en las que los contrarios aparecen unidos, como las que cita el psicólogo estadounidense William James en su libro Las variedades de la experiencia religiosa (Diapositiva 17): allí los términos contrarios son “oscuridad deslumbrante”, “silencio rumoroso”, “desierto fecundo”.

San Juan de la Cruz, por poner otro ejemplo, tiene también expresiones que son auténticos oxímorons como “oscura claridad”, “serena agitación”, “cruel reposo”, “música silenciosa”, etcétera. Y, sin embargo, repito, no conocemos producciones creativas en los místicos.

Esta es la razón por la cual en mi libro El cerebro espiritual he argumentado que la mística supondría una regresión a un estadio anterior al pensamiento racional, es decir, una vuelta al pensamiento mítico o mágico, mientras que la creatividad sería lo contrario: una progresión hacia un pensamiento racional, pero con connotaciones del pensamiento mágico.

Algunos autores han argumentado que en los estados místicos se produce una desconexión de las estructuras límbicas, responsables de  los fenómenos que se observan en esos estados, con la corteza prefrontal, lo que afectaría, entre otras cosas de manera negativa, a la creatividad.

Una facultad mental más

Personalmente considero que la creatividad es una facultad mental más, como la inteligencia, la música, el lenguaje, la moralidad o la espiritualidad. Y como todas las facultades mentales necesita un entorno apropiado para desarrollarse. Las facultades mentales tienen todas un período crítico durante el cual se fomenta especialmente su desarrollo. Todos estos períodos críticos suelen localizarse temporalmente en la niñez. Por eso es muy importante fomentar en ella todas las facultades mentales, sin olvidar la creatividad.

Como la inteligencia y muchas otras palabras que utilizamos a diario, la creatividad pertenece a lo que Patricia Churchland llamó “psicología popular” y son conceptos sobre los que no tenemos una idea clara. Es de suponer que estos conceptos cambiarán a medida que avance el conocimiento de sus bases neurobiológicas. Pero ¿quién duda que la creatividad ha sido crucial para el desarrollo de nuestra especie? Lo que nos obliga a pensar que deberíamos dedicar mucha más atención a su estudio.

Fuente: https://www.tendencias21.net/La-creatividad-es-una-facultad-mental-mas_a45477.html
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¿Cómo educar desde los medios de comunicación?

Por: semana.com.

En medio de la Cumbre Líderes por la Educación, se llevó a cabo un conversatorio en el que se analizó el valor del periodismo en la educación. Una alianza entre estos dos fue la gran apuesta.

Debido a la coyuntura compleja que están viviendo los medios de comunicación en el mundo, muchos se preguntan por el papel que deben cumplir en la sociedad.

En este sentido María López, presidenta del Grupo Semana, expresó que los medios están llamados a convertirse en una fuente de conocimiento; sin embargo, debido al momento por el que atraviesan no solo deben propender por dejar una huella intelectual, sino que es necesario saber en qué tipo de escuela se pueden convertir, y cual es el nivel de influencia que tienen en la sociedad.

Al respecto, Silvia Bacher, especialista en comunicación, expresó que en muchas ocasiones no hay conciencia sobre la influencia que tienen los medios de comunicación en la sociedad y particularmente en la educación. Los medios son escuelas, las pantallas son escuelas, pero nadie nos avisó. No somos conscientes de la responsabilidad de transmitir valores, vocabulario, o conductas. muchas veces los medios terminan manifestando o promoviendo violencias” afirmó.

Bacher mostró su preocupación al considerar que muchos directores y guionistas no son conscientes de la responsabilidad de educar, y es entonces cuando aparecen los prejuicios y estereotipos. Asimismo insistió en que para poder enfrentar dicha situación, es necesario hablar desde el conocimiento. “Los comunicadores tienen que hablar desde el conocimiento, transformar la complejidad y aclararla: es el verdadero papel de los medios”.

Por otro lado, Mauricio Rodríguez, exdirector de Portafolio, manifestó que los medios de comunicación son escuelas donde las personas captan lo que quiere expresar el periodista, por lo tanto, el periodista debe ser un profesor y no debe limitarse a informar. “ Se debe asumir una vocación de enseñar con un método que va más allá que el periodismo puro (…) hoy muchos periodistas se quedan cortos en esto”, afirmó.

No obstante, esta no es una transformación que vaya a suceder de un día para otro, es un proceso que puede tardar años y que requiere de capacitación. “Debe haber una transición del periodismo puro, hacía el periodismo pedagógico e interactivo que  hoy es minoría, se debe tener conciencia de este nuevo rol y esto permitirá crear nuevas audiencias”, puntualizó Rodríguez.

Frente a este panorama, Elisa Silió, periodista de El País de España, no fue tan optimista, al considerar que la inmediatez en la que se encuentran los medios hace difícil profundizar en un tema. Además indicó que cada vez hay menos periodistas especializados por la crisis y las redacciones son cada vez más pequeñas. Silió además dejó varios interrogantes sobre las verdaderas  necesidades de la audiencia. “¿Lo que educa vende? ¿Queremos como lectores que nos eduquen? ¿Qué es lo que esperamos de los medios: educación o entretenimiento?”, preguntó.

Frente a estas preguntas Mauricio Rodríguez expresó que la educación sí vende, y aseguró que los medios que agreguen el valor de educar a la información y que analicen las coyunturas con rigor “son los que van a poder sobrevivir al caos (…) las personas no solo buscan escuchar una opinión, quieren aprender”.

Silvia Bacher enfatizó que tanto el derecho a la comunicación como el de la educación, facilitan el ejercicio y la protección de otros derechos. Además la comunicación y la educación implican transformación social.

María López finalizó el panel haciendo un llamado a los medios de comunicación, para que le pongan la lupa a la educación, y no solo desde el registro, sino desde la denuncia, ya que considera que la educación es lo único que cambia a las sociedades, y concluyó: “La dictadura de las redes y los 140 caracteres ha puesto contra la pared a los medios, y por esto es fundamental que se haga un mejor trabajo, con criterio (…) se debe informar y formar a la sociedad”.

Fuente de la noticia: https://www.semana.com/educacion/articulo/educacion-desde-los-medios-de-comunicacion/632536

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¿Cuál es la importancia de la educación virtual para el crecimiento profesional de los colombianos?

Redacción: Colombia

El Internet se visualiza como la nueva educación, lejos del tablero y el marcador.

No queda ninguna duda. La era digital ha logrado que los estudios académicos formales ya no sean suficientes para estar actualizado. Las organizaciones se enfrentan a mercados volátiles que requieren evolución en todas las habilidades. Por esto, capacitarse constantemente se ha convertido en una exigencia que acarrea el mercado laboral, en busca de profesionales con mayores habilidades, las cuales sean adquiridas en el menor tiempo posible.

El concepto de educación permanente en Colombia y el mundo gana terreno. Con el aumento de la expectativa de vida y la permanencia por más años de los profesionales en el mercado laboral, muchos de ellos están buscando la formación continua para no quedar relevados por los nuevos avances, como la automatización y el uso de robots.

Foto: Cortesía

Es en esta realidad que la educación a distancia juega un rol esencial en este cambio de cultura y se ha transformado en una herramienta imprescindible para el ‘lifelong learning’.  De acuerdo con cifras del Ministerio de Educación Nacional, en el 2017 se certificaron 113.002 estudiantes a nivel nacional en programas de educación para el trabajo y el desarrollo humano, una cifra superior a la registrada en el 2014.

Esta tendencia al alza está siendo muy bien aprovechada por plataformas digitales como Canvas, que cada vez se preocupan más por fomentar habilidades para el desarrollo de los trabajadores del mañana, integrando las aplicaciones y herramientas digitales que utilizan los docentes en un lugar de fácil acceso y disponibilidad en tiempo integral.

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Estamos en pleno siglo XXI y no se justifica que las universidades y, en especial, los estudiantes no tengan movilidad para capacitarse y acceder a nuevos contenidos de forma continua. No ser móvil ya no es una opción y menos para la comunidad académica que hoy debe ofrecer acceso a nuevo conocimiento a un público cada vez más amplio, en el menor tiempo posible.

De acuerdo con los pronósticos que lanzó el Online Business School (OBS) en su informe ‘El Mercado Global del E-learning’  para 2020 cerca del 50% de las clases en los centros de educación superior serán suministradas en línea y de acuerdo lo citado en el mismo, es muy probable que las promociones de alumnos del 2030 saldrán de las aulas sin conocer lo que es un tablero, ni mancharán sus manos con tinta de bolígrafo, ni leerán o estudiarán sobre libros de papel.

Foto: Shutter Stock

Todo lo anterior, porque las modalidades de aprendizaje apoyadas en plataformas virtuales de aprendizaje hacen que los estudiantes y profesionales se sientan más motivados para cumplir sus metas y capacitarse de forma permanente, logrando un mejor equilibrio entre las clases y las demás actividades laborales o personales.

El mercado laboral está volviéndose aún más competitivo e imprevisible. Los cambios ocurren en un ritmo vertiginoso. El profesional del futuro – cada vez más cercano – necesita incorporar el hábito del aprendizaje continuo para tener una carrera estable y exitosa.

Foto: Cortesía

Afortunadamente, gracias a la tecnología, ya están disponibles los instrumentos necesarios para todos  aquellos que desean lanzarse en la búsqueda ininterrumpida de conocimiento.

Fuente: https://www.colombia.com/educacion/noticias/internet-el-futuro-de-la-educacion-237200

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La hegemonía en el conocimiento: Medios de comunicación y de educación

Por: José María Barroso Tristán

El conocimiento no existe en la nada. Somos los seres humanos quiénes lo creamos, desarrollamos y dejamos constancia de él a través de diferentes canales de comunicación, permitiendo que los saberes descubiertos puedan pervivir a lo largo de la historia y servir como soporte para continuar aumentando nuestro universo epistemológico. No obstante, la vastedad de conocimientos y su variedad de interpretaciones es tan amplia que no existe posibilidad temporal para que la sociedad tenga contacto con todos los conocimientos en su plenitud, por lo que se tiene que discriminar entre ellos cuáles son los más importantes para ser desarrollados y aprendidos por la ciudadanía. Históricamente está selección ha sido realizada por los tres clásicos canales de comunicación del conocimiento, es decir, los medios de comunicación, el sistema educativo y la comunidad (en la que se incluye la familia, la iglesia y el entorno más próximo al individuo). Sin embargo, ¿bajo qué criterios se realiza esta selección?, ¿quiénes son los encargados de realizar esta selección?, ¿qué relación guarda el conocimiento que es expuesto a través de los canales de comunicación con el desarrollo de la sociedad?

Saber es poder. Una manida pero real sentencia, pues durante nuestra experiencia vital vamos adquiriendo conocimientos en base a los cuáles tomamos las decisiones que marcarán el rumbo de nuestras vidas como individuos y el de la sociedad como colectivo. El conocimiento que adquirimos, por tanto, es un elemento fundamental sobre el que nos basamos en el presente para pensar posibles futuros y construir los relatos que delimitarán los campos de acción y sus formas para conseguirlos. El conocimiento posibilita, el desconocimiento imposibilita. Esta es una máxima que tienen muy presente quienes ocupan los espacios de poder político y económico de la sociedad, pues mantener ese poder depende en gran parte de conseguir que el conocimiento que llegue a la población muestre que este sistema es el único válido para el funcionamiento de la sociedad. Controlar el conocimiento equivale a perpetuarse en el poder, en cambio, no tener vías de difusión del conocimiento, o que estas sean marginales, nos empuja a una posición también marginal respecto a la toma de decisiones. Los intereses privados poco tienen que ver con los públicos, por ello es extraño observar que el sector público haya renunciado prácticamente a los diferentes canales de comunicación, dejando, si no todo, por lo menos buena parte, en manos del sector privado. En los medios de comunicación, el sector público apenas cuenta con una parte ínfima del pastel, pero, lo que es más singular, es que en el sistema educativo ha renegado de cualquier posibilidad de disputar su espacio en el campo de lo epistémico. Aunque a priori parezca que el sector público es quién marca las directrices respecto al conocimiento a través de las indicaciones del BOE, en la práctica son las empresas editoriales quienes desarrollan los contenidos y las diferentes interpretaciones que aparecen en ellos, además de marcar las pautas didácticas y metodológicas del sistema educativo a través de los libros escolares. ¿Y a quiénes pertenecen estás editoriales? Siguiendo los datos oficiales de la Asociación Nacional de Editores de Libros y Material de Enseñanza (ANELE), las 24 editoriales que están asociadas bajo sus siglas copan el 90% de la producción de libros escolares no universitarios utilizados en España, a las que, por cierto, parece que no les gusta el mercado libre. Indagando un poco más, aunque a primera vista parezca que existe cierta heterogeneidad en estas 24 editoriales, las 13 con mayores niveles de ventas pertenecen a un conjunto bien definido. Grupos empresariales que, junto a los negocios editoriales, controlan medios de comunicación. Entre estos grupos encontramos a PRISA, Hachette Livre, Apollo Global Management, Pearson PLC y a la Iglesia. Además de esta casualidad de compartir intereses en la educación y en los medios de comunicación, estos grupos, excepto la Iglesia, son financiados por las empresas adalides del sistema neoliberal. A saber: PRISA, financiada por empresas como Telefónica, HSBC, Banco Santander, CaixaBank y fondos de inversión extranjeros, los conocidos como fondos buitre, como Adar Capital o Amber Capital; Hachette Livre, que pertenece al grupo Lagardère, el cual conjuga su interés educativo con una de las mayores empresas armamentísticas de Europa, EADS; Apollo Global Management, que bebe económicamente, entre otras, de Citibank y Goldman Sachs; y, finalmente, Pearson PLC, que cuenta entre sus accionistas a BP, Allianz Seguros o Morgan Stanley.

Teniendo en cuenta los datos anteriores y entendiendo el sistema educativo como un pilar fundamental de la sociedad para que exista un equilibrio entre los conocimientos de interés público y privado, no es razonable que la difusión del conocimiento a través del sistema escolar esté de forma hegemónica en manos de grupos empresariales. Grupos que, aunque pueda parecer que tienen intereses diversos por sus posiciones de competencia entre ellos, comparten un interés común, el de mantener un sistema económico que les rinde pingües beneficios y evitar alternativas que puedan disputar su hegemonía. No obstante, este sistema tiene como lógica básica el aumento de los beneficios sin tener en consideración más elementos que los propios de la empresa, es decir, el bienestar de las personas no es precisamente uno de sus objetivos, a menos que este sea un efecto secundario del aumento de sus beneficios, pero en ningún caso la finalidad primaria de sus acciones. Bajo esta consigna, el sistema educativo no es para ellos un espacio que tenga un especial interés para el desarrollo de la sociedad hacia la consecución de sus objetivos de igualdad y justicia social. Más bien al contrario. Mediante la conjugación del control de la producción de libros escolares y de los medios de comunicación, seleccionan y sesgan el conocimiento con la finalidad de mantener las condiciones político-económicas que les permiten conseguir sus objetivos, hacer crecer sus beneficios. Sin embargo, cada uno de los canales juega un papel diferente en la tarea de controlar el conocimiento.

La función principal del sistema educativo, en este aspecto, es la de establecer una base común de conocimiento en la población con la que generar un consenso que legitime el mantenimiento del sistema económico-político como el único válido y racional. Para ello, las editoriales educativas, a través del libro escolar, se han establecido como las protagonistas y directoras de los procesos de enseñanza-aprendizaje, siendo responsables de la selección de los conocimientos presentados y de la forma en cómo nos acercamos a él para su aprendizaje. En primer lugar, mediante las indicaciones que realiza el BOE sobre los contenidos, son las editoriales las que deciden qué conocimientos son seleccionados para desarrollar lo marcado por la legislación, con qué profundidad, bajo qué interpretaciones y las relaciones que se establecen entre los contenidos presentados. De esta manera, y teniendo en consideración a sus financiadores, es evidente que las editoriales no van a incluir entre los conocimientos seleccionados aquellos que relacionan al sistema económico y político imperante con las causas de la desigualdad social, los desastres ambientales o, en definitiva, con las injusticias que el sistema produce. Así, elementos como la acumulación histórica del capital en cada vez menos manos, la responsabilidad de las entidades financieras sobre las crisis económicas que se han repetido históricamente y que recaen sobre los bolsillos de los ciudadanos, la incidencia de la producción empresarial sobre el medio ambiente que está produciendo la deforestación y la desertización del planeta a pasos agigantados, o los intereses económicos existentes en los minerales de países eternamente en guerra, no son contenidos que aparecen en las páginas de los libros escolares. Al mismo tiempo, las miradas críticas, alternativas al sistema o los hechos históricos relacionados con la búsqueda de la justicia social son silenciados o infravalorados en los manuales escolares. La continua lucha feminista por la igualdad de las personas, los logros del movimiento obrero como la consecución de la jornada laboral de 40 horas hace ya 130 años o las propuestas ecológicas para buscar un mundo sustentable, sin que estos ejemplos agoten el repertorio de ausencias, no se presentan como contenidos relevantes a ser estudiados dentro del periodo escolar, sesgando el bagaje epistemológico con el que se educa y, por tanto, limitando las posibilidades de pensamiento para la toma de decisiones de los ciudadanos.

Además de la selección del contenido, las editoriales también estructuran la forma en cómo nos relacionamos con el conocimiento. Los libros escolares están desarrollados bajo una perspectiva conceptualista, mediante la cual aprendemos los conocimientos como definiciones sin que estos tengan una relación práctica con el mundo que vivimos fuera de las aulas. De esta forma, las relaciones de causa y consecuencia que existen entre el sistema económico-político vigente y los elementos estudiados no encuentran espacio de representación en sus páginas, siendo invisibilizadas para evitar una comprensión del mundo más allá de los conceptos puros. Concretizando lo dicho, en la escuela, por ejemplo, se estudian todos los tipos de bosques que existen y sus diferentes características, pero estos aprendizajes no vendrán de la mano de las motivaciones económicas existentes para la deforestación de dichos bosques y las consecuencias que ello trae para el bienestar de la población y el planeta. El conocimiento no son solo los hechos en sí y las informaciones al respecto, sino también la forma en cómo los entendemos y en cómo nos acercamos a ellos. Aislar los aprendizajes que realizamos de las causas y consecuencias que contienen es, evidentemente, una decisión política que solamente beneficia a quien tiene algo que ocultar en ello.

Si desde el sistema educativo la hegemonía epistemológica busca controlar la base común de conocimientos de la sociedad, desde los medios de comunicación realiza, por un lado, la selección de los temas que van a ser puestos en discusión para la opinión pública y, por otro, marca los límites de las perspectivas y discursos que son aceptables al respecto de las cuestiones tratadas. Respecto a los temas que son seleccionados para ser discutidos, los medios de comunicación siguen la misma lógica que las editoriales escolares. Es decir, exaltar los elementos positivos del sistema imperante y silenciar sus elementos negativos, al mismo tiempo que hace lo contrario con las alternativas y/o críticas al sistema, o sea, ignorar o menospreciar sus elementos positivos y engrandecer sus factores perjudiciales. Para ello, una técnica muy común es la de convertir noticias fundamentales que muestran la perversión del sistema en anécdotas, a la par que transformar hechos superfluos de sus enemigos en temas mainstream, reiterándolos en el tiempo y en el espacio mediático, y focalizando la discusión pública. Bajo esta lógica, hemos visto como ha pasado de puntillas por los medios de comunicación la ocultación por parte de Pfizer de que uno de sus medicamentos podría reducir el alzhéimer o la trama creada entre empresarios, medios de comunicación y el Estado para conspirar contra partidos políticos, mientras que ofrecían semanas de informaciónsobre cómo uno de los políticos de los partidos contra los que conspiraron se bebió dos coca-colas o meses sobre una supuesta financiación ilegal del mismo partido. Noticia, esta, creada por la trama nombrada anteriormente y desestimada por la justicia en varias ocasiones. Los grupos de comunicación marcan la agenda pública sobre los temas a ser tratados, pero para conseguirlo no solo hacen falta las noticias, sino también los periodistas, en su gran mayoría tertulianos de medios afines a la ideología sustentada, que aportan interpretaciones alineadas al interés privado y que generan una sensación de que sus opiniones representan al sentido común. Es importante resaltar que, al igual que en el caso específico de las editoriales educativas, en el mundo de la comunicación existen multitud de periódicos, radios o canales de televisión, sin embargo, la mayoría de estas están concentradas en pocas empresas, como el Grupo Planeta, Mediaset y Vocento. De esta manera crean una apariencia de diversidad en la información, cuando la realidad es que los canales de comunicación que se muestran como más neoliberales o como más sociales, como podrían ser el periódico La Razón y la cadena televisiva La Sexta respectivamente, pertenecen al mismo grupo empresarial, Grupo Planeta. Este falso aspecto de diversidad es empleado para, a través de los periodistas y los diferentes canales, situar los límites de hasta dónde pueden ser discutidas las informaciones establecidas por ellos mismos como las importantes para ser debatidas en la sociedad. Todo lo que sobrepase los extremos marcados por los grupos de comunicación será considerado como irracional o intranscendentes al salirse del sentido común establecido por los periodistas.

La hegemonía en los canales de comunicación les permite escoger los referentes de importancia en los diferentes sectores de la sociedad. Por ejemplo, en la economía, el PIB o las indicaciones realizadas por el Fondo Monetario Internacional juegan un papel fundamental y no lo son tanto las tasas de pobreza u otros indicadores económicos más sociales. De la misma manera, en la educación todo gira en torno a los resultados obtenidos en PISA y no sobre el aprendizaje en sí o las propuestas de reforma educativa elaboradas por la comunidad docente. Marcar los centros de gravedad respecto a lo discutido es un poder que consigue desvirtuar toda temática trabajada, ya que la selección de referentes y centrar el debate en sus interpretaciones influye sobre el pensamiento de la población a través de la presencia o ausencia de determinados conocimientos, y es únicamente sobre el conocimiento hecho patente sobre el que se puede reflexionar a la hora de la toma de decisiones. De esta forma, las reclamaciones de la sociedad que no lleguen a estar presente en los medios de comunicación como tema discutido supondrá que permanecerán en la marginalidad y fuera del debate público.

El poder toma decisiones sin presentarse a las elecciones apoyado por el control que ejerce sobre el conocimiento que adoptamos como válido para el periodo educacional de la población y el que nos acompaña durante toda la vida a través de los medios de comunicación. A través de ambos, sistema educativo y medios de comunicación, el poder recorta el conocimiento y lo muestra bajo un patrón ideológico con el que va conformando un tejido de verdadessubjetivas que han sido sesgadas por los intereses de grupos que poco tienen que ver con los de los ciudadanos. Recorta el acceso al conocimiento, limitando las posibilidades de razonar sobre los problemas sociales existentes al invisibilizar hechos que son fundamentales para poder comprender la raíz de esos problemas.

Generar los conocimientos que nos lleven a alcanzar la justicia social en el mundo es una tarea muy importante, pero de nada servirán mientras estos no tengan los canales de comunicación lo suficientemente potentes para que sean conocidos por la mayoría en la población. Las diferentes interpretaciones acerca de los hechos y los conocimientos necesitan tener su digno espacio de representación mediática para que se conviertan en temas de reflexión y discusión pública, y para que encuentren actores sociales capaces de llevar a cabo acciones de relevancia social. Sin embargo, cuando estas ideas chocan con los intereses de los poderes hegemónicos, estos los omitirán de las agendas de los medios de comunicación mainstream. Los mismos medios que, hoy en día, son los únicos capaces de informar a toda la población.

Por ello, entendemos que es necesario pensar en la construcción de organizaciones públicas autónomas, financiadas por el Estado pero independientes respecto a la injerencia de partidos y organizaciones políticas, para que velen por la producción de canales de comunicación del conocimiento potentes, capaces de llegar a toda la población y que contengan un marcado sentido social. Organizaciones públicas que ejerzan de editoriales escolares para la producción de una base común de saberes para la población, que tengan como principal interés la mejora de la sociedad y que permitan poner las bases para iniciar el camino hacia la justicia social. Y, al mismo tiempo, que los medios de comunicación públicos se hagan independientes del partido de gobierno de turno, que conformen equipos de periodistas autónomos capaces de marcar una agenda de discusión pública centrada en los problemas de los ciudadanos y sus posibles soluciones, y que no bailen al son de los intereses económicos que rigen el funcionamiento de la sociedad hoy en día. Una sociedad democrática no puede permitir seguir estando bajo los designios de una oligarquía que ejerce monopolio sobre las principales vías de conocimiento de la sociedad, pues el campo del conocimiento sobre el que nos basamos para tomar las decisiones políticas está compuesto únicamente por una serie de saberes subjetivos que favorecen la consecución de su principal objetivo: la pervivencia de un sistema que aumenta sus beneficios, aunque sea a costa de las personas y del planeta.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/la-hegemonia-en-el-conocimiento-medios-de-comunicacion-y-de-educacion-2/

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Perú: La importancia de la música en la primera infancia

Redacción: La República

Con frecuencia pensamos que la música es un privilegio de artistas y del talento de algunas personas. Sin embargo, cada vez más numerosos estudios y experiencias nos muestran que la habilidad musical es una condición natural de todo ser humano. Hoy en día, la música es más cercana y presente gracias a la tecnología: lo tenemos en el celular, en reproductores mp3 e internet, pero donde es difícil encontrarla es en la currícula escolar.

Recientes estudios llegan a la misma conclusión: el estímulo oportuno de la capacidad musical en primera infancia motiva en el niño el desarrollo dehabilidades motrices, destrezas en lecto escritura, permite una mejor gestión de emociones, incentiva la creatividad, facilita el aprendizaje de idiomas extranjeros, por nombrar algunos beneficios.

«Los espacios de contacto musical son necesarios para estimular el desarrollo integral de la persona, en los ámbitos del sentir, del hacer y del pensar. El desarrollo de la sensibilidad musical del docente es clave para esto», indica Hernán Tovar, especialista en Metodología ASIRI y promotor educativo del Nido Villa Sonrisas.

Entre los Oficios ASIRI encontramos a las artes clásicas griegas, y la Música tiene presencia fundamental. “ASIRI es una metodología cada vez más utilizada en América y Europa, y propone el Aprendizaje Basado en Oficios, donde los niños desarrollan sus habilidades, conocimientos y aptitudes escogiendo entre 14 oficios donde la música está siempre presente. De este modo, se genera un contexto emocional positivo, que favorece el aprendizaje significativo, vivencial y brinda sentido de trascendencia y propósito al alumno”, afirma Tovar

«En días pasados tuvimos la oportunidad de experimentar la Sensibilización Musical a Tiempo, que estimula el pensamiento musical usando la propia voz y el movimiento corporal, con énfasis en ritmo y melodía, desde el canto sin palabras que ayuda los niños, especialmente en la primera infancia, a introducirlos a los sonidos, significado de palabras y desarrollar su memoria» nos comenta Tovar, mencionando la visita a Lima de la docente y música argentina Mariana Paula Torres, creadora de Pedagogía Artística Consciente y promotora del movimiento Munay Ki – Música Rodante.

Fomentar la capacidad de atención

Mariana nos dice que «la iniciación musical puede empezar en casa pero es importante que se refuerce en el nido o colegio para fomentar la capacidad de atención y concentración. Reconozcamos el valor de la música como impulsador de la capacidad creadora del ser, porque la música es más que solo entretenimiento».

Con más de 27 años de experiencia docente, y habiendo iniciado sus estudios musicales a los 5 años de edad, Mariana Paula Torres refuerza la teoría de que a través de la experiencia musical, el niño va diferenciando y conociendo aspectos del mundo que los rodea. La música puede reproducir sonidos del día a día haciendo que el niño pierda el miedo a interactuar con su entorno. De esta manera, el niño va adquiriendo autonomía en su desplazamiento y así su campo de experiencia se va ampliando.

Fuente: https://larepublica.pe/apunte-educativo/2019/08/02/la-importancia-de-la-musica-en-la-primera-infancia/

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