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Alteridad e interculturalidad para una educación liberadora y decolonial

Por: Oswaldo Espinoza

La Educación como práctica liberadora representa un desafío formidable para las sociedades latinoamericanas que han decidido asumir un proyecto político progresista e independiente en clave decolonial; es solo a través de la educación que los ciudadanos pueden formarse como seres humanos integrales, con valores humanistas, con conciencia y sentido de pertenencia con la madre tierra, la patria grande nuestroamericana, su nación, su territorio y su entorno geo histórico inmediato; un  sujeto pleno, protagonista de su propio desarrollo, constructor de su nueva realidad, por cuanto en palabras del maestro Freire “La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo”.

Para avanzar en este propósito resulta imprescindible combatir y superar el discurso de la colonialidad, siendo necesario comprender dicho discurso en el marco del proceso de colonización y descolonización del cual se desprende y a la vez sustenta; para ello el documento tratará en este breve espacio de tiempo de explicar en la forma más gráfica y sencilla posible categorías como alteridad, interculturalidad, colonialidad y decolonialidad con el fin de abrir un debate sobre la praxis docente y la forma en que consciente o inconscientemente los educadores pueden terminar convirtiéndose en pedagogos de la opresión o la liberación.

Colonialismo y Colonialidad.

El colonialismo, a riesgo de simplificar demasiado el análisis de un proceso histórico tan complejo, se trata básicamente del control absoluto que una potencia (metrópolis) ejerce sobre un territorio (colonia), sus recursos y sus habitantes, este control se desarrolla en tres grandes dimensiones.

la primera es la dimensión Político/Territorial, que se manifiesta en el dominio político y militar de la extensión territorial colonial y en los mecanismos de gobierno sobre la población, pudiendo la metrópolis ejercerlo directa o indirectamente; en segundo lugar estaría el control económico, manifestándose en la posesión exclusiva de los recursos del territorio colonial y el control férreo de sus actividades de producción y comercialización, finalmente es la tercera dimensión la más importante en tanto se trata del discurso que sustenta el proceso colonial y que pervive aun cuando las naciones ya hayan alcanzado su independencia político territorial y un relativo control sobre sus recursos y actividades económicas, está dimensión es la Socio/Cultural y Epistémica, que determina las formas de organización social, de las normas, de las creencias, valores, manifestaciones y conocimientos que guiarán la vida del pueblo que habita el territorio colonial, todo ello adaptado al sistema social de la metrópolis o mejor dicho en función de los intereses de la metrópolis.

Es a esta última dimensión a la que se refieren los autores del pensamiento decolonial  latinoamericano cuando hablan de la colonialidad, para Walter Mignolo, citado por Cortes Gómez “la colonialidad no consiste tanto en la posesión de tierras, creación de monasterios, el control económico, etc., sino más que nada en el discurso que justificaba, mediante la desvalorización, ´la diferencia` que justifica la colonización” (Goméz, 2011. Pag. 7), En esta línea podría afirmarse que es el discurso del opresor para justificar su dominio y control, pero también es, a la vez, el discurso que convence al oprimido de justificar y aceptar su sumisión al opresor.

La Colonialidad así entendida se clasifica a su vez en diversas formas, como la colonialidad del ser, que haciendo gala del darwinismo social establece que existen hombres que son naturalmente superiores a otros, razón por la cual es a estos seres humanos superiores a quienes corresponde dominar (los blancos, hombres, europeos, los ricos y poderosos), en tanto que los seres humanos inferiores (aborígenes, negros, mujeres, campesinos y pobres del resto del mundo, especialmente del sur global) deben asumir la sumisión como condición natural de su inferioridad; si es que no se les reducía a cosas (objetos) como a los esclavos, o se cuestionaba su propia condición humana como con los aborígenes en la primera fase de la conquista. Esta “razón” también sustenta la colonialidad del poder por cuanto el poder solo puede ser ostentado por los superiores, dotados por la providencia con el don de mando, negando la posibilidad de que los otros sean capaces de dirigir sus destinos.

Una Forma de colonialidad muy importante es la colonialidad del saber que parte de la presunción europea de ser la fuente de la civilización y el conocimiento verdadero (Eurocentrismo), siendo los otros reducidos a la condición de barbaros y primitivos, negando sus saberes y conocimientos e incluso sus formas de relacionarse con la naturaleza o lo trascendental, es lo que Catherine Walsh considera como otra forma de colonialidad que ella llama cosmológica y que podría entenderse aquí como colonialidad del creer; en resumidas cuentas haciendo referencia a Cortes, citado por Córdoba y De La Calle, En la Colonialidad, las otras formas de organización de la sociedad, las otras formas del saber y de ser son concebidas “no sólo en diferentes, sino en carentes, en arcaicas, primitivas, tradicionales, premodernas [y] son ubicadas en un momento anterior del desarrollo histórico de la humanidad, lo cual, dentro del imaginario del progreso, enfatiza su inferioridad” (Córdoba y De La Calle, 2015, pag. 2).

Alteridad e Interculturalidad en clave Decolonial

La alteridad también llamada otredad no es más que la forma en que se percibe al otro y en consecuencia determina como relacionarse con ese otro; obviamente desde la óptica colonial, como ya se ha explicado, el otro no existe y debe ser eliminado (genocidio) y si existe, no es otro igual sino inferior al yo, es irracional y primitivo, un ser sin conocimientos verdaderos (epistemicidio); en la misma línea la interculturalidad plantea la relación entre culturas diferentes, solo que en el enfoque colonial diferente equivale a inferior, y como tal la relación entre culturas solo puede llegar a ser de eliminación, sumisión o en el mejor de los casos de tolerancia, siempre y cuando el otro diferente asuma su condición de inferioridad.

El gran filósofo de la liberación Enrique Dussel aborda la alteridad como un elemento fundamental para entender la colonialidad y comenzar a combatirla en un proceso liberador, para Dussel en el marco del proceso decolonial “la alteridad es el saber pensar el mundo desde la exterioridad alterativa del otro, lo que tiene como consecuencia el reconocimiento del otro como otro diferente al sí mismo, a través del encuentro cara‒a‒cara con el otro, el oprimido, el pobre; es decir, alguien que se escapa del poder del sujeto y que responde más bien a una experiencia y una temporalidad que no le pertenecen al sí mismo” (Córdoba y De La Calle, 2015, pág. 3); la alteridad  vendría a significar ponerse en el lugar del otro pero para ello primero es necesario reconocerlo, reconocer que existe y que es un sujeto igual, no superior ni inferior, que es fuente de conocimientos valiosos y tan importante como todos; este reconocimiento obliga al dialogo con ese otro, con sus saberes y conocimientos, con su experiencia y con las realidades de su entorno.

La interculturalidad como proceso de cara a la decolonialidad es definida por Wlash como interculturalidad crítica.

Con esta perspectiva, no partimos del problema de la diversidad o diferencia en sí, sino del problema estructural-colonial-racial  (…)  Desde esta posición, la interculturalidad se entiende como una herramienta, como un proceso y proyecto que se construye desde la gente y como demanda de la subalternidad-, en contraste a la funcional, que se ejerce desde arriba. Apuntala y requiere la transformación de las estructuras, instituciones y relaciones sociales, y la construcción de condiciones de estar, ser, pensar, conocer, aprender, sentir y vivir distintas. (Wlash, 2010, pag 6).

En otras palabras no se trata simplemente de tolerar las diferencias sin alterar las relaciones de desigualdad, subordinación y dominación, por el contrario se propone asumir las diversidades de todo tipo: color de piel, creencia religiosa, nivel socioeconómico, preferencia sexual, lengua o lugar de origen como oportunidades para el aprendizaje mutuo y la construcción de un mundo más justo para todos.

Hacia una pedagogía Liberadora Decolonial

Ahora bien algunos de los lectores, siendo docentes se preguntaran a esta altura de la presentación ¿qué tiene que ver lo abordado hasta ahora con la función y la práctica educativa?; en realidad tiene total relación, por cuanto el sistema educativo desde el enfoque colonial es un aparato de reproducción del modelo que Peter McLaren llama la ecología global de la explotación, una herramienta para dar continuidad a las relaciones de poder, al epistemicidio y la desigualdad, un modelo que convierte al docente consciente o inconscientemente en un pedagogo de la opresión, en un docente que instruye sin formar, que descontextualiza el aprendizaje desconectando al educando de su realidad, que asume a sus estudiantes como seres sin luz (alumnos), sin conocimientos a quien termina imponiendo sus ideas que en realidad no son suyas sino las del modelo en el que él mismo fue formado; es en consecuencia un oprimido que reproduce la opresión.

La alteridad e interculturalidad entendida en clave decolonial debe desafiar al docente a asumir una pedagogía liberadora inspirada en las enseñanzas del maestro Freire y los pedagogos nuestroamericanos que le precedieron, en docentes que asumen al educando como un sujeto, como un ser humano  con una historia y experiencia valiosa para la construcción colectiva del aprendizaje, proceso en el que el educador orienta y facilita los medios para la formación integral del educando a través del dialogo de saberes, en contacto permanente con las realidades de su entorno. Se trata de, En palabras de Walsh, “pedagogías que alientan nuevas formas de acción política, insurgencia y cimarronaje a la vez que construyen alianzas, esperanzas y visiones “otras” de estar en sociedad, dando sustancia y legitimidad del sueño ético-político de vencer la realidad injusta, y construir senderos otros”. (Walsh, 2010, pag. 26).

Como colofón de la presentación sería importante apuntar los desafíos que representa para el educador comprometerse con una pedagogía liberadora:

 

Desafíos:

 – Asumir que lo educadores, educandos y demás actores del proceso educativo son sujetos cognoscentes, con experiencias y saberes valiosos para el proceso de aprendizaje y construcción del conocimiento.

– Reconocer que el proceso educativo se desarrolla en un entorno socio-cultural y geo-histórico que debe estar presente en el contenido y práctica pedagógica.

– Establecer el dialogo de saberes en el marco del grupo educativo como herramienta para la reflexión y acción permanente, para la concienciación y transformación liberadora de la realidad.

– Promover la inclusión y participación democrática asumiendo la diversidad, y aboliendo las prácticas escolares de exclusión por razones raciales, socioeconómicas o de cualquier otra naturaleza.

– Convertirse en un agente agitador en su entorno laboral, con sus colegas, autoridades y la comunidad educativa en general.

 

Bibliografía:

Córdoba, M. E. & Vélez‒De La Calle, C. (2016). La alteridad desde la perspectiva de la transmodernidad de Enrique Dussel. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud.

Cortes, Juan. (2011). Construcción de Alteridad e Interculturalidad, en Betancur, Marta C., Choza Jacinto, y Muñoz Gustavo (editores), Narrativas Fundacionales de América Latina; Madrid, Themata/Plaza y Valdez.

Walsh, Catherine.(2010).  Interculturalidad Crítica y Pedagogía de-colonial: apuestas (des)de  el in-surgir, re-existir y re-vivir. Quito: uasb/abya yala.

Walsh, Catherine. (2008). Interculturalidad, plurinacionalidad y decolonialidad: las insurgencias político-epistémicas de refundar el Estado, Tabula Rasa (Bogotá), 9, julio-diciembre 2008.

 

Prof. Oswaldo Espinoza.

Profesor Asistente de la UBV.

Docente de Estudios Políticos.

Docente de la Maestría en Educación de la UBV.

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La escuela pública en terapia intensiva

Por: Luis Bonilla-Molina

Lo que significó la escuela entre la primera y la tercera revolución industrial

La escuela representa la máxima aspiración para la democratización del conocimiento, los saberes y la ciencia viva. Todo el ideario progresista del siglo XVIII y XIX enfatizó en su poder y capacidad para construir una sociedad más justa y de iguales. En el siglo XX estos ideales se convirtieron en políticas públicas incluyentes, a pesar que los sistemas escolares fueron permanentemente tensionados por los señores del capital para que abandonaran sus preceptos humanistas. Para millones de seres humanos, la escuela constituyó la posibilidad de acceder a la cultura general que nos era negada por nuestro origen social de trabajadores no propietarios. Defender la escuela pública para todos y todas sigue siendo el eje central de cualquier proyecto emancipador en el siglo XXI. Solo que en las actuales circunstancias debemos hacer un debate crítico al respecto, para garantizar que la educación salga del letargo en la cual el orden capitalista la arrinconó y para que la escuela pueda seguir siendo la más importante esperanza institucional para los y las pobres del mundo.

 

El vacío de la escuela en la tercera revolución industrial

La escuela y los liceos en América latina y el Caribe se quedaron atascados en los conocimientos que requerían la primera y segunda revolución industrial. Se masificó la educación construyendo hegemonía al modelo de consumo capitalista, se homologó la visión de ciudadanía para el orden capitalista y se enseñó la ciencia moderna. También contribuyo a la construcción de pensamiento crítico y con ello al surgimiento de otro mundo posible.

El problema es que a partir de los sesenta desembarca la tercera revolución industrial y, esto fue visto por los sistemas escolares como simple innovación de la tecnología del entretenimiento. La tercera revolución industrial ha tenido periodos cortos que evidencian la aceleración tecnológica de la última época. Primero fue la etapa de las macro computadoras (60s), luego las computadoras de escritorio (70s y 80s), las computadoras portátiles (80s y 90s), internet (90s), las redes sociales (primera década del siglo XXI), virtualidad, nanotecnología, big data, inteligencia artificial (segunda década del siglo XXI). Esta tercera vuelta de tuerca de las revoluciones industriales fue posible gracias al descubrimiento de nuevos minerales y materiales, el desarrollo de la física, la química y la biología, el emerger de la física cuántica, el mapeo del ADN humano y el desarrollo de las neuronas digitales.

Pero, en muchas escuelas y liceos se sigue enseñando el conocimiento de la primera y segunda revolución industrial. En física se sigue trabajando punto inicial, aceleración, resistencia, dinámicas que permitían entender el funcionamiento de las maquinas que se desarrollaron desde 1840; pero no se enseña física cuántica a pesar que la mayoría de estudiantes han manipulado por lo menos una vez en sus vidas un control remoto para televisores, equipos de sonido o video juegos, siendo el mando a distancia un producto de las nuevas tendencias en la relación materia, espacio y tiempo. En química, la tabla periódica se suele trabajar como si el hierro, el aluminio o el cobre fueran las grandes novedades en el mundo productivo, sin destacar elementos como el coltran de fuerte impacto en la industria de la informática y lo digital. En Biología, Mendel aún ronda los pasillos educativos sin que se explique como el inventario del ADN humano demostró muchas de las carencias o limitaciones de sus postulados; la neurociencia y su conocimiento de la dinámica cerebral apenas si se menciona en lo educativo.

Lo más preocupante es que los ciclos incesantes de reformas educativas se han centrado en temas instrumentales y han abandonado el horizonte estratégico de lo educativo. Esto se muestra en el desinterés de los y las estudiantes, pero también en el desenfado con el cual los gobiernos y el mundo productivo hablan de lo educativo. Para colmo, la educación para una sociedad de hombres y mujeres libres es aún una agenda pendiente en la mayoría de sistemas escolares de la región.

 

El peligro de la parálisis escolar ante la cuarta revolución industrial

Un sistema escolar que cada día muestra más su condición de añejo, lo cual a diferencia de los vinos no es una virtud, se encuentra ahora con el anuncio de una cuarta revolución industrial. Las fabricas 4.0 se plantean como espacios en los cuales la inteligencia artificial, la nanotecnología, la conexión 5G y 6G llevará el manejo de los metadatos a un nivel nunca soñado, pero paradójicamente encuentra a la escuela sembrando huertos escolares con pala, charapo y rastrillo a la usanza del siglo XIX.

Estamos a solo unos pocos años del inicio del cuarto giro drástico de la innovación tecnológica, el cual se prevé reestructurará los conceptos de trabajo, mercancía, dinero, pero también las relaciones sociales, la sociabilidad y la cultura, como nunca se había visto. La escuela y los liceos de la región parecieran no estar preparados para este acontecimiento, lo cual nos preocupa de manera especial a quienes defendemos y militamos en la idea de una educación pública, laica, gratuita, popular y de calidad para todos y todas. Es hora de comenzar, por lo menos, a hablar de ello.

Fuente: https://luisbonillamolina.wordpress.com/2019/04/12/la-escuela-publica-en-terapia-intensiva/

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Pedagogía corporativa

Por: Alfredo Espinosa Rodríguez

Para el sistema educativo mercantil (corporativo), el ser humano es un recipiente vacío, un cesto que debe llenarse con la mayor cantidad de “conocimientos” para así, salir de su estado de inferioridad, ignorancia e incluso cosificación.

A diferencia de lo que promueven los negocios educativos en sus “estándares de calidad”, la humanización de los individuos no parte de la mayor cantidad de conocimientos adquiridos en jornadas agobiantes o en la implantación espuria de valores y antivalores seguidos al pie de la letra; por el contrario, tiene que ver con el tipo de conocimiento en sí mismo y si este sirve como herramienta de des-aprendizaje de la tradición escolástica y capitalista de la enseñanza, cuya tradición promueve la filantropía travestida de solidaridad, el individualismo y la meritocracia como sistema de castigos y recompensas para aquellos adolescentes jóvenes y docentes que dejaron sucumbir su autonomía de pensamiento frente al beneficio del elogio.

Esta opresión moderna avalada por la mirada nacional e internacional que certifica la burocratización de las fábricas de inducción educativa (colegios), también envuelve en su dinámica a los docentes, quienes –en la mayoría de los casos- cumplen el rol de capataces en los procesos de disciplinamiento y producción de individuos dóciles, quienes al no leer textos profanos a los dispuestos por la institución, casi nunca se preguntan cómo conocen lo que conocen.

Desde esta perspectiva, la excelencia de los profesores no se mide a través de las publicaciones e investigaciones que realicen, tampoco por el entendimiento analítico de sus guías (que vale mencionar son una suerte de biblia cuya veracidad resulta irrefutable); sino más bien por la reproducción mecánica y verborréica de los valores/antivalores institucionales.

En el panóptico, las reglas del juego autoritario deben seguirse al pie de la letra.

Este es un acto violento que castra el libre pensamiento desde temprana edad y seda el espíritu contestatario y rebelde de adolescentes y jóvenes a quienes se les adoctrinó pastoralmente para obedecer a ultranza y no para discernir en un mundo y en una sociedad que no es color de rosas. Siendo así, atributos como la creatividad, el pensamiento crítico, la reflexión y la audacia se ven limitados por el cerco que imponen la eficiencia y la eficacia rentables. ¿Se puede promover el pensamiento crítico en el panóptico sin ser objeto de sanción? ¿Se puede reflexionar sobre el papel autoritario de la pedagogía corporativa sin ser tachado de “problema”? ¿Cómo asumir nuevos retos con sujetos pasivos?

La pedagogía corporativa no se piensa a sí misma en estas interrogantes, sino por el contrario, promueve la aceptación de su autoridad y de una forma de poder económica que hace elásticos los derechos de los adolescentes y jóvenes en función de los ingresos que representan –irónicamente- para alimentar su propia opresión (aunque a mediano y largo plazo las consecuencias resulten fatales en su formación académica y humana); mientras que los deberes de estos estudiantes (clientes) quedan reducidos al capricho voluntarioso que les concede el poder del dinero.

En este sistema educativo de corte carcelario, la verdad es una categoría monolítica que no acepta posiciones contestatarias. Su versión malidecente de un solo cariz, convierte a los alumnos en cifras (calificaciones o dinero), entes deshumanizados sin nombre ni apellido a quienes el proceso de inducción les enseñó a ser leales con el autoritarismo que ellos mismo financian, antes que con el pensamiento plural, solidario y democrático de una nueva pedagogía de la cual pueden ser protagonistas. Mientras que los docentes son mano de obra barata que se puede suprimir por el amplio ejército industrial de reserva de profesores que aguardan una oportunidad para laborar.

Un nuevo tipo de pedagogía no se puede concebir al estilo McDonald. Tampoco haciendo de la educación un ritual religioso que debe cumplirse canónicamente.

Un nuevo tipo de pedagogía social va mucho más allá de las estructuras físicas y la selva de cemento; tiene que ver con el proceso dialéctico de los intercambios de ideas entre libre pensadores y demócratas que conciben a la educación como un ejercicio subversivo frente a la opresión del sistema vigente, en cualquiera de sus manifestaciones.

La pregunta es, ¿hasta qué punto hemos aportado para crear un nuevo tipo de pedagogía, un nuevo tipo de realidad?…

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=254410

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Colombia: Educación sin escuela, otra opción

Redacción:las 2 Orillas

Fuera del sistema educativo tradicional hay otras alternativas. Martha Nubia Mosquera, licenciada, es entusiasta de los métodos no formales como el que implementa en Cali.

Uno no concibe que el Zoológico de Cali pueda ser una inmensa aula escolar donde se aprenda arte y orbanidad, o que en el Parque del Acueducto una chica se pueda formar en conocimientos de botánica, francés y emprendimiento, o que en la Colina de San Antonio se pueda aprender anatomía. Sin embargo, esos espacios hoy son el lugar en el que un grupo de niños y jóvenes se forman en diversos conocimientos en la capital del Valle en un proceso que se denomina educación sin escuela.

Martha Nubia Mosquera Daraviña es una entusiasta de este método de educación no formal. Un método de enseñanza alternativo en el que se prefiere educar a los niños lejos de los sistemas de formación tradicional o institucional.

Martha Nubia es licenciada en educación y en la actualidad realiza un doctorado en educación sin escuela, un tema poco tratado en Colombia, aunque hay muchas familias que lo desarrollan.

La educación fuera de las aulas tradicionales en las que un profesor habla y los chicos escuchan para aprender está cambiando en Colombia. Hay una tendencia a la educación sin escuela o educación en casa que no requiere de ir al colegio. Esta es una práctica que ya se realiza en países como Estados Unidos, Australia, Canadá y varios países de Europa con gran acogida.

En Cali, el grupo lleva ya tres años de actividades, y ha sido tal el éxito logrado que ya tiene un nuevo grupo en la ciudad y hay otros en Medellín y Bogotá.

“La idea es formar comunidades de aprendizaje pero que realmente puedan ser funcionales y que no se desborden por el número de personas ya que se perdería el propósito que se tiene” dice Martha Nubia al inicio de nuestra charla.

“Yo llevo 11 años con este proceso que inicie en Bogotá, una de las ciudades en las que más se ha hablado de educación sin escuela o homeschoolingcomo se le nombra en inglés. Hace tres años me viene a Cali en donde es mucho más nueva esta temática”.

La educación sin escuela, para quienes no lo saben, es la educación que se hace en familia y fuera del sistema educativo tradicional. Los que se han unido a este proceso lo hacen por diferentes razones: una de ellas es que no están de acuerdo con los currículos que se llevan en este momento a nivel nacional porque “vemos que los resultados que se están obteniendo no son los más óptimos” asegura.

“Otra de las razones, y es la principal es por la desvinculación que está teniendo el Estado en lo que tiene que ver con los valores y con el desarrollo emocional de los muchachos. Vemos muchas instituciones educativas con graves problemas de consumo y comercio de drogas, con bastantes dificultades en identidades de género, con demasiados problemas de convivencia, por esas y otras razones hemos decidido por la educación sin escuela”.

“En estos grupos, aunque priman las familias que pertenecen a alguna organización eclesiástica, también tenemos familias que no tienen ese elemento. Es común, pero no es un requisito para pertenecer a los grupos de educación sin escuela. En nuestro grupo de 40 jóvenes hay católicos, bautistas, cristianos, mormones, personas que no se congregan en ninguna iglesia, entre otros. Lo que sí prima es la educación en valores, respeto, convivencia y sobre todo la vinculación de la familia que es muy importante. En la escuela tradicional la educación de los chicos está muy desvinculada de la familia en cambio, en este proceso los padres hacemos parte de él, es decir, nosotros somos los compañeros de aprendizaje de nuestros hijos y cuando esto sucede la enseñanza a los chicos es diferente porque ambos estamos consultando, ambos estamos investigando, ambos estamos creciendo, y desarrollamos las consultas en equipo familiar. Es decir, con este método de aprendizaje los vínculos familiares se fortalecen” dice con gran entusiasmo.

¿Hacia dónde van los chicos que pasan por este proceso?, ¿qué se busca con esta formación?

“El principal propósito de este proyecto es que los chicos se encuentren a sí mismos, maximicen sus gustos, y los padres debemos estar pendientes de qué es lo que realmente a ellos les atrae para poderlos orientar y enfocar en eso que a ellos les apasiona. Esta es una educación muy libre que permite que tanto padres como hijos, puedan ser felices y además disfruten de lo que les apasiona”.

“En Colombia existe un decreto que permite que estos chicos que realizan la educación sin escuela, puedan ser bachilleres como cualquiera que hubiese pasado por un colegio regular; el único problema que hoy existe es que tienen que tener 18 años cumplidos para poder presentar el Icfes. Por ese lado no hay inconveniente, presentan el examen y el Icfes les expide los certificados para que puedan ingresar a la universidad en caso de que ellos lo deseen”.

“En caso contrario, ellos pueden seguir lo que les guste y ser empíricos autodidactas. A eso debe llegar la educación, a que uno se pueda convertir en una persona dueña de su propio aprendizaje y sea uno también quien lo guíe”.

La academia formal tiene profesores, ¿cómo funciona esto en la educación sin escuela?

“Como somos una comunidad de aprendizaje, cada uno de los padres, tiene una experticia en algo. Por ejemplo, nosotros tenemos personas que nos dan clases de arte porque son artistas profesionales, de oficio. Hay otros que nos dan clases de emprendimiento porque tienen sus propias empresas. En esto difiere con la academia que alguien te da una clase de emprendimiento y quien te imparte el conocimiento nunca ha tenido una empresa. Acá los que dictan las clases han vivido y tenido la experiencia”.

También hay padres que dan idiomas como segunda lengua: francés e inglés. Así mismo, nos apoyamos del Estado, ya que tenemos la Biblioteca de la Secretaría de Cultura con la que hemos desarrollado tres proyectos. Con ellos y con la Red de Bibliotecas tenemos un paso muy interesante en el que las Bibliotecas se han vinculado a todo nuestro proceso. Este es un gran apoyo que hemos recibido. También trabajamos con la Ludoteca en donde realizamos actividades artísticas y en este momento estamos haciendo algunos montajes sobre folclor nacional y sobre la Salsa que es el tema de nuestra región para futuras presentaciones que tendremos, tanto acá como en el exterior.

¿Cuál es la reacción de la academia formal frente a estos procesos de educación sin escuela?

“Hay dos miradas: muchos se maravillan con que esta forma de educación se pueda llevar a cabo, porque desconocen que esto se puede hacer pues Colombia hay un gran desconocimiento de estas alternativas educativas porque se piensa que la única manera de educarse es dentro de una escuela. Nosotros estamos comprobando que no es la única alternativa, y que la educación sin escuela es una opción para que nuestros hijos realmente puedan ser felices y desarrollarse de la manera que ellos lo desean”.

“La otra mirada tiene que ver más con la parte económica. Es decir, muchas instituciones educativas en especial las privadas, no comparten esta idea porque obviamente se les van sus clientes. Algunos nos ven como una amenaza”.

“Otros, nos ven como sus consumidores y voy a mencionar de manera puntual las plataformas virtuales. Cuando un padre decide educar sin escuela, muchos no saben por dónde empezar. Es ahí donde las plataformas virtuales toman poder y les dicen: nosotros les tenemos los currículos, y los ofrecen los cursos, de todos los grados y para todas las edades, pero por ahí tampoco es el camino, porque los currículos nacionales, no están llenado las expectativas a nivel mundial”.

“Colombia en pruebas PISA de 72 países ocupa el puesto 64, esto quiere decir que los currículos no están llenando las expectativas. Recientemente en una reunión nos dieron el siguiente dato: La Universidad de Los Andes, es la que primero aparece en el ranking en el puesto 131, y son 194 países, entonces, eso quiere decir que los currículos que se están ofreciendo en la parte básica y en la parte superior, no funcionan. La Universidad nacional aparece de 151. Esto lo que determina, de alguna manera, es que la educación en Colombia es de baja calidad”.

¿Un chico que realiza este proceso como asume luego la realidad social, es decir, la exigencia de títulos y demás?

“Los muchachos con este proceso se empoderan tanto de sí, de sus saberes, de sus experiencias, de sus valores, de su autoestima, que realmente, la mayoría no busca ir a las universidades. Muchos son los que van, pero muchísimos otros no, porque han descubierto, desde que tienen 12 años, lo que les apasiona, lo que les gusta y por ahí se van. A veces llega a ser contraproducente cuando van a las universidades porque estas lo que venden es la concepción de ser empleados. Acá los muchachos salen con la mentalidad de ser empresarios, de innovar, de crear y eso no se los va a dar la academia. Lamentablemente, la academia, prepara empleados, aquí preparamos gente con espíritu empresarial”.

“Nuestra Escuela ha crecido: en Cali ya tenemos dos. Además, una en Bogotá y otra en Medellín. A todos nos une el compartir las experiencias, pero cada región tiene su forma de organizar las actividades y los sitios en donde las realizan. Lo que yo le digo a las coordinadoras que tenemos en cada ciudad es que mapeen su localidad y se den cuenta en qué lugares les pueden ofrecer muchas de las cosas que los chicos necesitan para su formación ya que varían los intereses de región a región”.

“Hay una sola cosa que si nos identifica y es nuestra insignia que es “Amigos del Planeta”, ese es un proyecto que desarrollamos en todas nuestras comunidades, porque lo que queremos promover en nuestros hijos es que sean amigos del planeta que sean consecuentes, que colaboren con la parte ambiental de nuestra nación”.

¿Cómo están operando en Cali para tener una idea de lo que hacen?

“Todos los lunes nos reunimos en el Zoológico de Cali en donde desarrollamos los temas referentes a la fauna y a la vida salvaje. Para complementar tenemos las clases de arte que se enfocan de acuerdo a lo que estemos estudiando: si es peces pues lo artístico va a tener que ver con los peces, ahora estamos en las aves y lo que se hace en arte, es con respecto a esa temática. También tenemos la clase de urbanidad ya que el espacio se presta por lo acogedor”.

“Los martes nos vamos al Parque del Acueducto en donde desarrollamos otras tres temáticas: francés, Botánica y Emprendimiento”.

“Los miércoles nos reunimos en la Biblioteca de la Secretaría de Cultura. Este año en particular vamos a tener una salida a Europa. Vamos a visitar cuatro países, Italia, Francia, España y Alemania. Desde esa perspectiva la Red de Bibliotecas ha organizado un proyecto en el que cada dos meses nosotros estudiamos uno de esos países: historia, cultura, etc.”.

“Los días jueves, nos reunimos en La Colina de San Antonio para la clase de anatomía, que nos la da una mamá experta en el tema”.

“Las temáticas acá son diferentes, no es el profesor típico de una clase que da una cátedra y los demás copian. No; aquí se hacen asignaciones. Cada uno de los niños tienen una asignación para la clase que se va a estudiar, si por ejemplo, vamos a estudiar músculos, cada uno tiene asignación: músculos del pie, de la cara, del pecho etc. y cuando ellos llegan al encuentro o la clase, van es a compartir sus aprendizajes, lo que han consultado. La maestra, refuerza y da conocimientos adicionales, es decir, el conocimiento es colectivo y nos gusta porque es un aprendizaje de experiencias pero también colectivo”.

“Este día también tenemos el acompañamiento de la Secretaría de Deportes que nos ha asignado dos licenciadas en educación física para ayudarnos en lo que tiene que ver con el acondicionamiento físico de los muchachos. Esto nos parece muy bueno ya que vemos como el Estado se empieza a articular con los procesos que nosotros estamos realizando. Ese día también hay clases de inglés”.

“Los viernes estamos en la Ludoteca que es de la Secretaría del Deporte, y teniendo en cuenta que vamos a realizar nuestro viaje a Europa con ellos estamos montando todo lo que es folclor nacional y obviamente la Salsa que es lo de la región. Esto es un plan transversalizado, que cuenta con la experiencia de los que imparten los conocimientos ya que contamos con el apoyo de muchas personas que son profesionales en diversas áreas”.

¿Qué le cuesta a un padre de familia este tipo de educación para sus hijos?

“Nuestro proceso no tiene ningún costo, nadie paga una mensualidad. Lo que le cuesta al padre de familia es el transporte de su hijo a los lugares en los que se desarrollen las actividades. De resto entre todos nos colaboramos, nos apoyamos y participamos.

¿Cómo se vincula un padre de familia que le llame la atención de este proceso para sus hijos?

“Lo primero es que debe tener tiempo para su hijo y desescolarizar la mente. Disponibilidad de tiempo porque los padres acompañan a sus hijos a los distintos lugares ya que esta es una educación en familia, porque como nosotros no somos colegios, la seguridad depende de cada familia”.

“Y en lo que tiene que ver con desescolarización de la mente, es básico, porque muchos de los padres de familia, siempre están preocupados por el diploma, por el certificado, y ese es el tema diario de quienes llegan a educación sin escuela. Porque el mundo nos ha hecho pensar que solamente por medio de un certificado se puede ser, cuando no es así: se puede ser sin tener un diploma”.

“Una de las cosas que quisiera destacar de este proceso de educación sin escuela es la importancia de generar vínculos afectivos en el aprendizaje de nuestros hijos, esos vínculos no solamente se dan entre padres e hijos sino con los otros niños”. “Como todos los chicos están juntos, el niño de 4 años puede establecer una conversación con el de 10 o con el de 14; aquí todos nos cuidamos. No existe esa división de que los de 7 años solo comparten o hablan con los de su misma edad aquí se socializa a todo nivel”.

“Siempre hemos pensado que es el Estado el que garantice la educación pero la experiencia nos dice que el Estado no garantiza, la educación para nuestros hijos y menos que sea de calidad. Somos los padres quienes debemos estar al frente mientras eso se llega a dar”.

“Nosotros como comunidad de aprendizaje estamos siempre dispuestos a compartir con colegios y escuelas del sector oficial y de educación tradicional, todas las experiencias que nosotros tenemos porque sabemos que esto puede abrir sus mentes y ofrecerles a este tipo de educación tradicional otra posibilidad de hacer su ejercicio en la práctica pedagógica”.

¿Y qué piensa la academia formal al respecto?

“Las Universidades se están repensando respecto a qué es lo que está pasando con la formación que ellos están dando a sus profesionales para que muchas familias estén decidiendo sacara a sus hijos del colegio. Razona: si los padres los están sacando es que los profesionales que estamos formando no dan satisfacción a lo que realmente se está necesitando. Esa es una reflexión muy interesante y muy madura. Los colegios privados nos miran como competencia pues muchos de sus clientes están optando por la educación sin escuela”.

“La educación sin escuela se le está mirando como la manera de transformar la educación pues con este proceso el aprendizaje es más educativo, vincula a la familia, no interesa un diploma sino que los chicos puedan ser. En el mundo, esto ha ido tomando mucha fuerza ya que los padres están buscando otras opciones de educar a sus hijos en donde sean respetadas sus creencias, sus valores, la dinámica familiar”.

Fuente: https://www.las2orillas.co/educacion-sin-escuela-otra-opcion/

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Chile: Pérdida de gratuidad y la necesidad de reconstruir movimiento estudiantil para luchar

Redacción: El Desconcierto

Así queda en evidencia que, tras años, nada ha cambiado en nuestra educación, y que solo se ha profundizado el modelo mercantil de educación chilena, donde vemos a autoridades universitarias únicamente preocupados de mantener sus recursos y estatus, sectores políticos que de manera transversal han aprobado este tipo de leyes insustanciales e incluso dirigencias estudiantiles pasivas que se han sumado en los hechos a avalar estas políticas de mercado en nuestra educación.

Cerca de 27 mil estudiantes de Educación Superior en Chile iniciaron este año académico 2019 con la noticia de no ser más beneficiarios de la política de gratuidad, donde poco más de 900 son de nuestra universidad. Lo que se suma a las pérdidas de estudiantes en los años 2017 y 2018, sumando casi 67 mil perdidas de gratuidad desde su implementación, donde un 67% de los casos corresponden a universidades del CRUCH. Esta situación ha reabierto el debate sobre lo que significó el nuevo régimen de gratuidad implementado durante los últimos meses del gobierno de la Nueva Mayoría y aprobado con los votos del Frente Amplio y Chile Vamos, además del apoyo del mismo CRUCH.

Sin embargo, hoy pareciera ser que esta no es la gratuidad de nadie, ya que ningún actor se hace cargo de la situación de fondo, y es que a la fecha más de 67 mil estudiantes han perdido el supuesto beneficio estatal por exceder los años de estudio de su carrera.

Han salido diferentes actores al paso en esta coyuntura, obviamente el CRUCH arremetió con sus posiciones corporativistas y gremiales aludiendo a que la gratuidad es un mecanismo perverso que sume en profundos déficit a las instituciones e imposibilita el desarrollo de los proyectos educativos. Mientras el gobierno de Chile Vamos y la ministra Cubillos han salido a plantear que este no es un problema de su gobierno, sino que heredado del anterior y que no está planeado reabrir un debate sobre la gratuidad. Y finalmente, la actual oposición (ex Nueva Mayoría y Frente Amplio), han guardado una posición más bien silenciosa y se han limitado, junto al CRUCH, a interpelar al gobierno para que extienda los plazos de la gratuidad e inyecte más recursos a las instituciones.

Así, la discusión sobre esta grave situación se ha limitado los actores de interés en la materia, donde los únicos al margen del debate de fondo somos los estudiantes, con dirigencias estudiantiles que solo secundan las mezquinas posiciones de los rectores.

En contrapartida, los estudiantes consecuentes y comprometidos con la real transformación de nuestra educación no podemos quedarnos en críticas superfluas, pues sabemos bien que el trasfondo de la pérdida de la gratuidad no es un error en la implementación, como muchos dicen aludiendo a problemas técnicos posibles de corregir. No, la política de gratuidad, como la reforma general a la educación superior fue y es absolutamente incorregible, pues siempre fue pensada dentro de los márgenes de una educación mercantilizada, promoviendo una profundización del subsidio al negocio educativo, aunque con importantes limitantes en su implementación generando déficits internos y un alcance limitado, llegando incluso a que una porción importante de estudiantes pierda esta beca.

Así queda en evidencia que, tras años, nada ha cambiado en nuestra educación, y que solo se ha profundizado el modelo mercantil de educación chilena, donde vemos a autoridades universitarias únicamente preocupados de mantener sus recursos y estatus, sectores políticos que de manera transversal han aprobado este tipo de leyes insustanciales e incluso dirigencias estudiantiles pasivas que se han sumado en los hechos a avalar estas políticas de mercado en nuestra educación.

Nuestra tarea es retomar una agenda propia de disputa del Movimiento Estudiantil que ponga en el centro la lucha por una verdadera educación gratuita, que supere las lógicas de mercado y un conocimiento al servicio de las necesidades de nuestro pueblo.

Fuente: https://www.eldesconcierto.cl/2019/04/03/perdida-de-gratuidad-y-la-necesidad-de-reconstruir-movimiento-estudiantil-para-luchar/

 

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Suiza: Insuficientes avances en la OMPI en protección de derechos indígenas

Redacción: Alainet

Representantes indígenas que acudieron a la 39ª sesión del Comité Intergubernamental sobre Propiedad Intelectual y Recursos Genéticos, Conocimientos Tradicionales y Folclore (CIG) de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), quedaron decepcionados por los mínimos avances en la negociación del Instrumento Jurídico Internacional para proteger el derecho de sus pueblos y comunidades.

De acuerdo al mandato del CIG ésta fue su penúltima reunión para avanzar en las negociaciones referentes a uno o varios instrumentos que aseguren la protección y los derechos de las Expresiones Culturales Tradicionales y los Conocimientos Tradicionales de los Pueblos Indígenas.

De ahí que en esta oportunidad la sesión, realizada del 17 al 22 de marzo pasado, se enfocó a la revisión de los proyectos de artículos para la protección de las Expresiones Culturales Tradicionales (ECT) y la Protección de los Conocimientos Tradicionales (CC.TT.).

En su exposición inicial, Ian Goss, originario de Australia, presidente del Comité Intergubernamental de la OMPI, reconoció que los trabajos del Comité están lejos de cumplir con los objetivos del Mandato.

La batalla fue intensa. La habilidad de los negociadores indígenas encabezada por Preston Hardison de la Nación Tulalip de Estados Unidos de Norteamérica y Jennifer Tauli Corpuz, vieron coronados sus esfuerzos en la aceptación por la plenaria del concepto de uso inapropiado como parte sustantiva del artículo 2 del instrumento jurídico.

Preston, un prestigiado analista indígena reafirmó su compromiso para hacer que se respete el derecho de los pueblos indígenas al Conocimiento Tradicional.

Para el especialista “los conocimientos tradicionales son lo que poseen los pueblos indígenas y las comunidades locales que tienen una continuidad histórica con sociedades que se consideran distintas de otros sectores de la sociedad, que tienen un linaje común, que pueden ocupar tierras ancestrales o que residen en una región de un país que poseen un idioma y una cultura distinta y que están decididas a preservar, desarrollar y transmitir a las generaciones futuras su identidad y sus tradiciones étnicas ancestrales”.

Jennifer Tauli Corpuz, del pueblo Kankana-ey Igorot de la provincia de Montaña de Filipinas, de la Fundación Tebtebba, expresó al igual que Preston Hardison, que el instrumento internacional no debe restringir mecanismos de conservación de los conocimientos tradicionales y se oponen a la apropiación indebida de estos por parte de entes ajenos a los pueblos indios.

Las negociaciones fueron complejas

El Caucus Indígena busca que se amplíe el Mandato del CIG después de su 40 sesión en junio de 2020 y generar un consenso en torno a definiciones y elegibilidad en la discusión de las ECT y los CC.TT de los pueblos indígenas como los dueños de éstos.

Porque, mientras para la mayoría de países el tema de ECT y CC.TT se reduce solo a la mercantilización, para los pueblos indígenas es muy distinto.

Tal y como establece la DNUDPI y el CDB, el conocimiento tradicional forma parte de la memoria colectiva de los pueblos indios que no puede limitarse la protección a 50 años como pretenden en principio los Estados. Está íntegramente relacionada con el territorio, la cosmovisión, los saberes ancestrales, algo que va mucho más allá que lo material.

Son historias, filosofía, identidades milenarias que, por lo mismo, no puede determinarse una protección de 50 años como pretenden varios países. Son categóricos “el conocimiento no está en venta”.

Para la delegación indígena, también compuesta por representantes de Canadá, Brasil, México, Perú, Paraguay, Bolivia, Noruega, Finlandia, entre otros, los requisitos temporales que algunos Estados miembros propusieron en este proceso son aún un problema y seguirán siendo un obstáculo en la protección de los conocimientos tradicionales y expresiones culturales tradicionales.

Señalan que establecer una cantidad de años o generaciones desde el origen como criterio de admisibilidad es imposible. Refleja una comprensión errónea de la naturaleza del conocimiento tradicional que es un proceso en desarrollo y dinámico dentro de un marco propio que puede incluir el conocimiento tradicional recibido por los pueblos indígenas del mundo espiritual.

Los indígenas enfatizan la exigencia a quienes quieran hacer uso de los CC.TT. y ECT, realizarlo con la debida diligencia, revelen quiénes son los propietarios originales y se comprometan a abordarlo con el consentimiento, previo y libre para determinar si pueden acceder y utilizar legalmente los CC.TT y ECT o no.

Cualquier definición de conocimientos tradicionales en el texto, subrayan, debe reflejar la cosmovisión de los Pueblos Indígenas; debe tener en cuenta la propiedad colectiva de dicho conocimiento; incluso, cuando el conocimiento tradicional legítimamente adquirido esté en manos de un individuo o grupo de individuos.

Por ello, afirmaron, les preocupan las propuestas que buscan promover la superioridad del dominio público en los instrumentos jurídicos propuestos en la OMPI y afirman que los CC.TT y ECT no forman parte de esto y que todas las referencias a ello deben eliminarse del texto.

Alertaron que el concepto de dominio público es de gran riesgo y propicia el despojo a los pueblos indígenas, verdaderos titulares de los Conocimientos Tradicionales.

De ahí su insistencia en impedir que en los objetivos de los instrumentos jurídicos en cuestión se permita abrir la puerta para el despojo.

En conversación con AIPIN, Karina Céspedes, jurista de Paraguay, alertó del riesgo que conlleva el hecho que los resultados en la OMPI sean para favorecer a las transnacionales.

Lo que debe quedar claro, afirman, es que el Instrumento Jurídico Internacional impulsado por la OMPI, realmente garantice la protección de los derechos de los pueblos indígenas y reconozca los sistemas normativos propios de estas sociedades.

En su análisis, aseguran que el régimen actual de propiedad no protege los CC.TT y ECT de los Pueblos Indígenas. Se necesitan, indican, nuevas reglas que reflejen los derechos colectivos culturales y sociales. “El nuevo régimen debe apoyar la jurisdicción sobre la cultura de las Naciones Indígenas, así como sus derechos espirituales, morales y económicos”.

Y dada la escasa asistencia de representantes indígenas en esta reunión, pidieron que los estados financien directamente a los pueblos indígenas de sus países para que participen en el CIG.

La postura fue reafirmada en el cierre de trabajos del CIG 39 el 22 de marzo reciente.

Al ratificar su preocupación por las propuestas que buscan promover la supremacía del dominio público en los instrumentos legales, el Caucus indígena señaló que el nuevo régimen debe apoyar la jurisdicción sobre su cultura, al igual que sus derechos espirituales, morales y económicos.

Para abonar a esto, la División de Conocimientos Tradicionales de la OMPI, elaboró una Guía práctica sobre la propiedad intelectual para los pueblos indígenas y las comunidades locales.

En ella se menciona que se está trabajando en una legislación especial para proteger los conocimientos tradicionales y las expresiones culturales tradicionales de propiedad intelectual que tengan en cuenta las características particulares de los CC.TT. y las ECT.

Detalla que en la esfera internacional, el Comité Intergubernamental sobre Propiedad Intelectual y Recursos Genéticos, Conocimientos Tradicionales y Folclore de la OMPI (CIG) está negociando uno o más instrumentos jurídicos internacionales para proteger los CC.TT. y las ECT.

La presente guía, revelan, tiene la finalidad de ayudar a los pueblos indígenas y comunidades locales a comprender mejor el sistema de propiedad intelectual y decidir, con conocimiento de causa, el momento y la manera de usar los medios que brinda la propiedad intelectual para proteger y promover sus conocimientos tradicionales y expresiones culturales tradicionales.

Desde la perspectiva de la OMPI, los conocimientos tradicionales (CC.TT.) son los conocimientos especializados, capacidades, innovaciones y prácticas que son propios de los pueblos indígenas y las comunidades locales, mientras que las expresiones culturales tradicionales (ECT) designan las formas materiales e inmateriales por cuyo medio se expresan, comunican o manifiestan los conocimientos y las culturas tradicionales.

Por ejemplo, aducen, son CC.TT., los conocimientos que poseen los pueblos indígenas y las comunidades locales relativos al uso de las plantas con propiedades medicinales, mientras que las danzas, las canciones y los diseños tradicionales son ECT. En la artesanía tradicional pueden caber tanto los CC.TT. (el método de fabricación) como las ECT (su aspecto externo).

El Artículo 31 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas es una importante referencia y estipula que “Los pueblos indígenas tienen derecho a mantener, controlar, proteger y desarrollar su patrimonio cultural, sus conocimientos tradicionales, sus expresiones culturales tradicionales y las manifestaciones de sus ciencias, tecnologías y culturas, comprendidos los recursos humanos y genéticos, las semillas, las medicinas, el conocimiento de las propiedades de la fauna y la flora, las tradiciones orales, las literaturas, los diseños, los deportes y juegos tradicionales, y las artes visuales e interpretativas.

También a mantener, controlar, proteger y desarrollar su propiedad intelectual de dicho patrimonio cultural, sus conocimientos tradicionales y sus expresiones culturales tradicionales.

En la sesión informal del 21 de marzo, Ian Goss, de Australia, presidente del Comité Intergubernamental de la OMPI, vaticinó que era posible que no logren el consenso y pidió esforzarse para acercarse a ello.

En esa reunión coincidieron en que el término “apropiación indebida” era importante, y aunque algunas delegaciones discreparon, se impuso, la concepción.

Jenifer negociadora del Caucus Indígena expresó, ¿Cómo se reflejará el derecho consuetudinario? Una buena manera de alejarse de la «apropiación indebida», pero no es exactamente una buena redacción desde la perspectiva de los pueblos indígenas. El «uso inapropiado» también debe ser reflejado.

La Nota Informativa preparada por Ian Goss, presidente del CIG, recuerda que de conformidad con el mandato del Comité Intergubernamental sobre Propiedad Intelectual y Recursos Genéticos, Conocimientos Tradicionales y Folclore (CIG), la 39.ª sesión del CIG debe servir para emprender negociaciones sobre los conocimientos tradicionales (CC.TT.) y las expresiones culturales tradicionales (ECT), centrándose en el examen de las cuestiones transversales y no resueltas y la consideración de las opciones relativas a uno o varios proyectos de instrumentos jurídicos.

En su turno, el Grupo de Países de Latinoamérica y El Caribe (GRULAC)del cual México es parte, señaló la importancia de la participación de los pueblos indígenas y las comunidades locales, así como su contribución en los trabajos de este Comité.

El Caucus Indígena mantiene su determinación de defender con todo los derechos de sus pueblos y comunidades y, en breve, diseñarán un mecanismo para ello.

A esta 39 sesión del CIG de la OMPI, acudieron entre otros June Lorenzo del International Indian Treaty Council; Ray Fryberg del Tulalip Tribes of Washington Governmental Affairs Department; Preston Hardison, Policy Analyst, Washington, Tomás Condori del Consejo Indio de Sudamérica; Karina Cespedes, jurista de Paraguay; Jessica Milagritos Forero Avendaño, de Capaj, Perú;

También, Geise Perrelet de la Delegation Indigéne des Peuples de l’Amazonie Brésilienne.Acsuus et Institut JAPOAM;  Edith Bastido de la Red de Mujeres Indigenas sobre Biodiversidad RMIB-LAC; Aslak Holmberg, Saami de Finlandia; Melanie Nielsen Emonet de Drumbeat Media: telling it like it is, filmmaker; Marlene Poitras, Stuart Wuttke y Jeremy Kolodziej de la Assembly of First Nations de Canadá;  Kim Gottschalk de NARF / NCAI Hanna Rebecka Forsgren de WIPO Indigenous Fellow y Saami from Norway; Frank Ettawageshik del National Congress of American Indians; Sue Noe, NARF; así como Johanna Massa y Maryna Yazianok del DOCIP.

Fuente: https://www.alainet.org/es/articulo/199124

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China: Expertos discuten integración de educación e inteligencia artificial

Redacción: Spanish

Científicos y expertos chinos en educación se reunieron recientemente en un simposio para discutir la integración profunda de la inteligencia artificial y la educación, así como el desarrollo innovador en esta área.

Representantes y académicos del Ministerio de Educación, la Academia de Ingeniería de China, la Academia de Ciencias de China y numerosas universidades, asistieron al evento, de acuerdo con la página web de la cartera.

El simposio es parte de un programa de investigación sobre la estrategia de educación inteligente, iniciado conjuntamente por el ministerio y la Academia de Ingeniería de China el año pasado.

El trabajo sobre la educación inteligente debe incluirse en el panorama general de la modernización de la educación para lograr un mejor desarrollo en este sentido, dijo en el certamen el viceministro de Educación, Zhong Denghua.

El alto funcionario también pidió un mayor apoyo de parte del Gobierno y de las instituciones pertinentes para alentar a más científicos y académicos a participar en el desarrollo de la educación inteligente.

Fuente: http://spanish.china.org.cn/science/txt/2019-03/23/content_74605129.htm

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