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Tecnología y humanismo

Por: Rodrígo J. García

Urge mejorar, reforzar y diversificar la enseñanza de la ciencia y la tecnología en todos los niveles y para todos los sectores. Deben formar parte de la cultura general y mejorar la capacidad de la ciudadanía para hacer frente, desde un posicionamiento crítico y abierto, a los retos que plantea una sociedad tecnologizada.

Durante el curso 2016-17, un grupo de estudiantes de la materia de Tecnología Industrial I, en 1º de Bachillerato,junto a su profesora Pilar Latorre, del Instituto Público de Educación Secundaria ‘Salvador Victoria’ de Monreal del Campo (Teruel), decidieron diseñar y construir un dispositivo (dispensador de pastillas, sensor de humos y gases…) que mejorase la autonomía y favoreciera la independencia de las personas mayores de su entorno que vivían solas.

Pilar Latorre (profesora): “La enseñanza de la Tecnología precisa del desarrollo de proyectos en los que, además de poner en práctica los conocimientos adquiridos, se fomente la capacidad de crear y de contribuir a resolver necesidades del entorno. El reconocimiento general que hemos encontrado en el desarrollo de este proyecto de creación del dispositivo dispensador de pastillas… nos anima diariamente a continuar en este propósito.”

La tecnología ocupa posiciones referentes en nuestro universo de comportamientos y de relaciones. Entendida desde una lógica expansiva, no respondería a más limitaciones que sus posibilidades para idear, crear y producir. Si algo puede concebirse tecnológicamente, se podría hacer.

Para garantizar su contribución al bienestar general, esta lógica necesita el contrapeso de preceptos morales, valores y rutinas culturales. La robotización y la investigación genética, por ejemplo, deben hacernos repensar, entre otros consensos, el conjunto de pactos y acuerdos sobre derechos humanos, proclamados por Naciones Unidas, en la Carta Internacional de Derechos Humanos.

Existen demasiadas evidencias del riesgo que, determinados avances tecnológicos y manufacturas, suponen para nuestra supervivencia y la del planeta. La integración en lo humano no se ha logrado y, en ocasiones, incluso se desprecia; y, aquí está el riesgo y, en consecuencia, el interés de este contenido educativo.

Esta pretensión integradora y su logro debe ser global y estar liderado por la ciudadana, de ahí el valor de la educación. El sociólogo alemán Ulrich Beck, autor de ‘La sociedad del riesgo Global’, advierte… “Una idea inicial es básica: en cuestión de peligros, nadie es un experto… y sobre todo no lo son los expertos”.

Ante el choque legítimo entre el avance tecnológico posibilitador/destructivo y el riesgo que suele conllevar, la pregunta que debemos hacernos, quizá, no sea tanto… ¿Qué seremos dada la tecnología con la que contamos?, sino, más bien, ¿Qué queremos ser, dada la tecnología de la que disponemos?

Incorporar la tecnología en los currículos escolares necesita de éstas y otras reflexiones acerca del sentido educativo de su enseñanza y el valor formativo de su aprendizaje.

Plantear en el ámbito escolar el dominio de las tecnologías sin aquilatar sus fines, nos aleja de las referencias éticas exigibles a todo comportamiento humano individual y/o social, y nos condena a un tratamiento instructivo de las tecnologías, ‘sin conciencia’, que no merece denominarse educativo.

Estas referencias acrecientan su valor como materia curricular y hacen necesaria una educación en una cultura tecnológica ‘con sentido’ para toda la población, actualmente empotrada en una vertiginosa evolución científico-tecnológica que media toda actividad humana.

La tecnología como producción cultural debe revertir en la mejora ‘universal’, no elitista, de la condición humana, en la salud individual y social y en la del entorno. Su tratamiento curricular necesita aportar un mensaje valioso: El principal objetivo del progreso tecnológico y científico es el bienestar social. “Los alimentos, el agua, la vivienda, el acceso a la atención médica, la seguridad social y la educación son la base del bienestar humano.” (UNESCO).

Estas consideraciones deben inspirar el desarrollo de una buena educación tecnológica. Abordar el aprendizaje del uso consciente y el dominio de las diversas tecnologías, modos de proceder, creación de ‘prototipos’ y de las técnicas y los conocimientos científicos que las sustentan necesita hacerse compatible con su singular servidumbre humana. Tener continuamente presente que la razón del esfuerzo, la creación, la investigación y el desarrollo científico y tecnológico es la búsqueda de la felicidad y el bienestar; la equidad y el bien común.

Las inquietudes planteadas están presentes en el trabajo docente de la profesora Pilar Latorre. Podemos observarlas en los proyectos que aborda, en el qué y el cómo aprenden sus estudiantes, cuando idean, diseñan y construyen aparatos y dispositivos de aplicación práctica y real, orientados al bienestar general. A este respecto, os recomendamos la escucha del siguiente audio…

Los proyectos de aprendizaje que afrontan Pilar Latorre y sus estudiantes están atentos siempre a procurar un tratamiento interdisciplinar. Entienden que se debe impregnar de valores culturales tecnológicos muchas de las disciplinas académicas que se abordan en el curricular escolar. Chequean y promueven la implicación y colaboración de otros docentes, departamentos y materias, como podemos observar en el siguiente vídeo, con las declaraciones de algunos profesionales del centro, en este caso, profesorado de Matemáticas y del departamento de Orientación Educativa.

La educación tecnológica que sostiene y promueve Pilar se sustenta en la metodología de resolución de problemas, que conlleva un aprendizaje por proyectos. De esta manera es respetuosa con el método científico de conocimiento, el rigor y la planificación y supone una aproximación al estudio de la realidad de una forma globalizada, práctica y observable.

Esta actitud favorece el trabajo integrado de un amplio abanico de competencias curriculares: La competencia matemática en la realización de cálculos necesarios para la confección de cada diseño; la competencia digital en el uso de hardware y en la programación específica del software en cada proyecto; la competencia ciudadana con los estudios de campo sobre las necesidades de la ciudadanía; el trabajo grupal, en colaboración, y el impuso investigador nutrientes de la competencia de aprender a aprender; la recopilación de información, la redacción de informes y defensa oral y escrita de los proyectos, integrantes de la competencia lingüística

Podemos encontrar más trazos de esa visión del ‘saber’ y del ‘saber hacer’, en el visionado del siguiente vídeo, en el que estudiantes de la clase de Pilar presentan otro de sus proyectos: un dispositivo de carga del teléfono móvil, integrado en la bicicleta que asegure la conectividad del ciclista ante cualquier contratiempo.

El trabajo de Pilar Latorre con sus estudiantes supone, además, una lucha, compartida con otros muchos docentes (Plataforma Estatal de Asociaciones del Profesorado de Tecnología), por desterrar una cierta rémora de nuestra cultura, que considera la tecnología patrimonio de la investigación desarrollada por otros países y otras culturas (anglosajona, asiática…). Su tarea docente en esta materia trata de poner el acento en la familiarización de sus jóvenes con una cultura tecnológica con vocación social, activando la motivación de chicas y chicos por la investigación y creación científica y éticamente bien fundamentada. “El logro de un mejor equilibrio entre hombres y mujeres en las actividades científicas, que representa por sí solo un objetivo esencial por razones de equidad, también supone que el enfoque y el contenido de los adelantos científicos podrían ser modificados para centrarlos más en las necesidades y aspiraciones de la humanidad. (UNESCO).”

Pero volvamos a nuestro comienzo prometedor, el de un grupo de cuatro estudiantes (Vicente AndrésAna LatorrePablo López y Ángela Pérez) que guiados por su profesora Pilar Latorre hicieron realidad el proyecto denominado «Senior Assistant«. Su propósito era ayudar a las personas mayores que viven solas.

Se proponían la creación de un dispositivo conectado a una aplicación móvil desarrollada mediante ‘App inventor (un entorno de desarrollo de aplicaciones para dispositivos Android) que les permitiera programar el momento en el que una persona mayor debería tomar una determinada medicación. Estaba soportado en una plataforma de creación electrónica de código abierto (Arduino), que regula un dispensador de pastillas y de otros elementos de seguridad como un sensor de humos y gases, avisador de accidentes… Cuando la persona mayor no toma la medicación o aparece una situación de peligro, el sistema avisa a sus familiares.

Tecnología en el IES 'Salvador Victoria' |ampliar foto
Tecnología en el IES ‘Salvador Victoria’ | Mª PILAR LATORRE

Como puede deducirse, el proceso de construcción fue complejo e intenso, exigía: una indagación detallada de las necesidades sociales de su entorno, la elaboración de instrumentos (cuestionarios, entrevistas…) necesarios en esa indagación, un informe fundamentado de conclusiones, una formación específica presencial y en entornos virtuales (que les permitiera idear, diseñar y valorar la viabilidad del dispositivo), conseguir, disponer o crear recursos y materiales mediante la fabricación de piezas ‘ad-hoc’, una planificación por fases muy secuenciada que asegurase la creación del prototipo final…

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/03/06/escuelas_en_red/1551904117_864484.html
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¿A qué edad alcanzamos el punto máximo de inteligencia?

Por BBC Mundo

En 1905, Albert Einstein tuvo su llamado «año milagroso»: escribió cinco influyentes investigaciones científicas que incluyen, por ejemplo, la ecuación más famosa de la historia de la ciencia (E=mc2).

Tenía solo 26 años.

«Mi supervisor de doctorado, un hombre brillante e inspirador, solía decirme en broma que la plenitud de su carrera había pasado y que estaba en mí lograr el descubrimiento que le diera el premio Nobel a nuestro equipo», cuenta la astrofísica Sabrina Stierwalt en su podcast «Everyday Einstein».

La comparación que hacía el docente entre el «año milagroso» de Einstein y su joven estudiante no solo servía como motivación.

También caía dentro de un patrón socialmente aceptado de que las habilidades cognitivas alcanzan su punto máximo a los 18 años para luego comenzar su inexorable caída.

Esta idea se ve reforzada con el hecho de que, a medida que van pasando los años, el cerebro se va deteriorando y, junto con él, las habilidades de crear, razonar y memorizar información.

Pero ¿eso quiere decir que los adultos jóvenes están en el punto máximo de inteligencia? ¿Qué hay del valor de la experiencia acumulada con los años?

Capacidades por edad

«En cualquier edad estás mejorando en algunas cosas, estás empeorando en otras cosas y estás en una meseta en otras más», dice Joshua Hartshorne, autor principal del mayor estudio sobre capacidad cognitiva en relación a la edad, en declaraciones al portal MIT News.

El trabajo de Hartshorne, publicado en 2015 por la revista Psychological Science, evaluó a más de 48.500 individuos mediante una serie de pruebas online y luego cruzó la información con experimentos realizados en persona en grupos pequeños.

Gráfico de edad de rendimiento máximo según tareas cognitivas.

Según el estudio, «algunas habilidades alcanzan su punto máximo y comienzan a decaer tras la secundaria; algunas habilidades se estancaron en la adultez temprana, comenzando a disminuir en los años 30; otros no alcanzan su punto máximo hasta los 40 o más tarde».

Por ejemplo, la habilidad de procesar información rápido tiene su punto más alto a los 18 y 19 años.

A los 25 años, en cambio, se alcanza el máximo en memoria a corto plazo, la cual se mantiene por una década antes de comenzar a decaer.

Y la habilidad de comprender las emociones ajenas no logra su plenitud hasta los 40 o 50 años.

De hecho, esta investigación conjunta de la Universidad de Harvard y MIT descubrió que algunas llegan a su esplendor en la tercera edad.

Señora mayor leyendo.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionEntre los 65 y 75 años se alcanza el punto máximo de adquisición de vocabulario, según un estudio de la Universidad de Harvard y MIT.

A diferencia de lo que indicaban estudios previos, en pruebas de vocabulario (dar la definición a palabras) los que mejor desempeño tuvieron fueron aquellos que estaban entre los 65 y 75 años.

«Estábamos mapeando cuándo estas habilidades cognitivas tenían su punto máximo y vimos que no había un solo pico para todas la habilidades. Estaban por todas partes», agrega Hartshorne a MIT News.

Fluida versus cristalizada

Stierwalt explica en su podcast que estos descubrimientos se deben a que nuestra inteligencia es multifacética.

Por un lado, dice, «tenemos inteligencia fluida, que es nuestra capacidad de pensar rápidamente, resolver nuevos problemas e identificar patrones«.

Esta es la que, en general, tiene su punto máximo en la juventud.

Pero, continúa, «también tenemos lo que los psicólogos denominan inteligencia cristalizada, que refleja nuestro conocimiento aprendido y nuestra capacidad para relacionarnos con nuestro entorno«.

Aquí es donde la experiencia de los años es lo que más pesa.

Estudiantes en un salón.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionLas pruebas estandarizadas de coeficiente intelectual suelen medir la llamada «inteligencia fluida».

Las pruebas de coeficiente intelectual suelen medir el primer tipo de inteligencia y por eso a lo largo de la historia, distintos estudios han demostrado que los jóvenes obtienen mejores resultados que los adultos.

Sin embargo, según afirma el psicólogo Phillip L. Ackerman en un estudio publicado en el Journal of Gerontology en 2016, «muchas tareas intelectualmente exigentes del mundo real no pueden realizarse sin un vasto repertorio de conocimientos declarativos y habilidades procedimentales».

En otras palabras, dice, nadie le pediría al novato con el coeficiente intelectual más alto que realice una operación cardiovascular por delante de un experto de mediana edad.

Tampoco se esperaría que un estudiante universitario de primer año logre una tesis doctoral con el nivel que lo haría otro con mayor trayectoria académica y experiencia empírica, agrega.

Por eso, Ackerman insiste en que no hay que confundir conocimiento con inteligencia.

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-47523412

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Cómics y ciencia: la divulgación científica con héroes y villanos de papel

Redacción: Xataka

Actualmente existen en divulgación científica una serie de propuestas que explotan nuevos formatos: cómics, podcast, vídeos en YouTube, videojuegos… Entre los más populares se encuentra la ilustración y el cómic científico. Gracias al dibujo, la comunicación de los mensajes se hace de manera más amena, destinada a todo tipo de público.

Pero, además, este tipo de formato permite explorar otras narrativas, más naturales al ser humano. Es decir, mediante el cómic se pueden contar historias que emocionen, que despierten la curiosidad o que causen inquietud, manifestaciones esenciales de la narrativa. Los cómics han vuelto a sus orígenes, relacionados más con la ciencia, pero con un objetivo distinto: que esta llegue a todo el mundo.

En el origen de los cómics estaba la ciencia

Por mucho que los identifiquemos en un sentido lúdico, lo cierto es que la relación entre las historias ilustradas y la ciencia es inexpugnable. La historieta es un género al que no podemos seguir del todo la pista hasta su origen: siempre ha estado ahí. Consideramos una historieta como una serie de dibujos que constituyen un relato, con o sin texto, así como al medio de comunicación en su conjunto. Las historietas están presentes en muchas culturas de todas las edades, desde el antiguo Egipto hasta la modernidad, pasando por la Edad Media, el Renacimiento…

Si bien en las historias gráficas se cuentan numerosos ejemplos de ciencia de la época, como en los libros iluminados medievales o los grabados industriales, estos no están dentro del cómic. El cómic, como soporte de una historia de ciencia ficción aparece por primera vez en 1907, probablemente. En él se muestra a Mr. Skygak, un marciano que anota en sus estudios un montón de costumbres humanas, mostrando un humor cínico y una disección bastante ácida.

Mr Skygack From Mars 1907 10 18

Pero lo interesante, como decimos, es que es el primer cómic de ciencia ficción. Ciencia, porque muestra a un ser tecnológicamente superior, procedente de Marte. A principios de siglo Marte estaba de moda. Una gran cantidad de estudios sobre el planeta, y las primeras imágenes sobre nuestro vecino rojo, lo pusieron en candelero. Los primeros cómics de ciencia ficción, sencillamente, muestran la inquietud procedente de un hecho científico.

Aun así, la relación entre ciencia y cómics, aunque inevitable, es demasiado efímera, como también lo fue en los siguientes cómics de Amazing Stories, donde la ciencia que impulsaba los robots en Buck Rogers, o las historias modificadas del propio Julio Verne, era una excusa para inventar fantasías. Más de un siglo después, sin embargo, se han vuelto las tornas: la ciencia es ahora la protagonista en las tiras de las historietas.

A día de hoy, encontramos decenas de cómics y obras de humor gráfico, infografías e ilustraciones cuyo objetivo es hablar de la ciencia en sí. ¿Por qué se han vuelto los autores a un origen pasado casi de puntillas? ¿Qué ha hecho que la atención se centre en la propia ciencia, en vez de en sus usos fantásticos? Hemos hablado con cuatro autores, quienes nos cuentan su experiencia como divulgadores y dibujantes de cómics científicos.

¿Qué tiene el cómic de especial para querer usarlo en ciencia?

Carlos Pazos

La primera pregunta es inevitable: ¿por qué escoger el cómic como vehículo de divulgación? ¿Qué tiene de especial? «Es evidente», nos explica Carlos Pazos, ilustrador y divulgador científico, autor de la conocida marca Molasaber y coordinador en Scenio, una comunidad que promueve la divulgación científica en formatos como el cómic y la ilustración, entre otros. «Usamos la visión para movernos por el mundo, procesamos imágenes continuamente. Retenemos mejor un dibujo, que puede estar cargado de información, que un texto, cuyo acto de leerlo es un ejercicio de abstracción importante».

Los comics permiten transmitir emociones de forma directa, algo que considero clave a la hora de llegar al público y, por tanto, también de divulgar ciencia.
Carlos

Para Carlos Romá Mateo, o Dr. Litos, como lo conocen en sus círculos íntimos, que es doctor en Bioquímica, divulgador, investigador e ilustrador por afición, algunos conceptos científicos son mejor explicados mediante el dibujo: «Sin ir más lejos los mundos que escapan a la escala humana como el universo, o el mundo microscópico, son muy difíciles de describir usando únicamente la palabra escrita o hablada. El material gráfico es hoy día indispensable para poner orden en la cantidad de conceptos científicos que debemos usar, por ejemplo, a lo largo de una clase cualquiera». Carlos es autor de Jindetrés y The Oobik, una aventura de ciencia ficción con «un fuerte componente biológico», alojada ahora mismo en Principia Magazine, una publicación que aúna ilustraciones magníficas para enmarcar divulgación de la ciencia.

Oobik

«Por todo esto», continúa el divulgador, «el cómic y la ilustración parten con ventaja a la hora de transmitir. La metáfora, un recurso muy usado en divulgación, es una herramienta básica en la narrativa secuencial que usa el cómic, donde la ilustración es algo más que un adorno: una viñeta permite no solo describir una acción, sino hablar del personaje que la realiza, contextualizar su escenario, y además tiene potencial para general segundos e incluso terceros niveles de interpretación… el peso de una comunicación tan compleja se reparte entre el dibujo y el texto, que puede entonces reducirse sustancialmente».

Miriam Rivera es graduada en Biología humana, aunque también ha escogido el cómic como vía de comunicación. Sus Biomiic, han debutado ya en varios escenarios por toda España: «Recordamos una mayor cantidad de información cuando la vemos que cuando la leemos. Además, existen varias teorías, como la Teoría del Código Dual de Paivio o la Teoría Cognitivo-Afectiva del aprendizaje Multimedia de Roxana Moreno que explican que usar texto e imagen también facilita el aprendizaje. Por otro lado, los cómics suelen contar una historia, lo cual constituye un componente afectivo que también nos ayuda a recordar la información, ya sea porque nos divierte, nos pone tristes o nos genera algún tipo de emoción».

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Jesus

Jesús Sánchez es doctor en Biología molecular, aunque la vida le ha llevado por el camino de la comunicación de la ciencia. En concreto, mediante la ilustración y el dibujo científico. Hace poco estrenó Laboratoons, su propio proyecto de comunicación científica en cómic: «Aunque mucha gente todavía asocia los cómics a un público infantil-juvenil, lo cierto es que son una herramienta poderosa para transmitir cualquier cosa que se te ocurra, independientemente de su complejidad o profundidad».

«Un detalle que me gustaría remarcar es que el uso del cómic no restringe ni limita la profundidad en la que se traten los contenidos. Se pueden tratar conceptos complicados y elaborados». Uno los proyectos de Jesús es un curso de inmunoterapia contra el cáncer, hecho en cómic, realizado en colaboración con el Grupo Español de Melanoma. «Explicamos desde cero: ¿en qué consiste el sistema inmunitario?, ¿cómo nos defiende contra el cáncer? ¿Cómo elude el cáncer a nuestras defensas? ¿Cómo consigue la inmunoterapia restablecer nuestras defensas contra el cáncer? A pesar de que está orientado a médicos que necesiten adquirir unas bases en inmunología, lo puede leer cualquiera. Y se llegan a niveles de complejidad bastante elevados, lo suficiente como para resultar útil para un oncólogo».

Aventuras científicamente correctas

Oobik es ¿una proteína? ¿Un prototipo? Un proteo-tipo más bien, cuya misión, habilidades y origen entran dentro del misterio. Con estas premisas, Carlos Romá, en colaboración con Gerardo Sanz, ilustrador y voz del grupo La Pulquería, le dan vida a un cómic de superhéroes donde todo es rigurósamente biológico. «Hay cómics para todos los gustos y públicos; Oobik, podríamos decir que se engloba dentro de lo que se dice ‘de género’, aunque nos gusta el hecho de que en ese sentido es más bien multigénero: encaja dentro de la ciencia ficción, el cómic de aventuras o incluso el de superhéroes».

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Y no es de extrañar, como decíamos, lo que hace su obra tan especial es el carácter divulgativo, en el sentido de que el escenario, historia y personajes, que son presentados con todo el rigor posible en base al conocimiento científico más actual, pero con una narrativa propia de los cómics de acción y humor. «Que esté guionizado por alguien que se dedica a investigar y enseñar ciencia, es una de sus particularidades. Pero desde el momento de su concepción tuvimos claro que debía tratarse de un cómic que narrase una aventura, con un protagonista, un compañero de aventuras, un villano a batir…», nos explica Litos.

Gerardo Sanz, ilustrador, coautor de The Oobik y voz de La Pulquería

De esta manera, The Oobik no es un cómic para «explicar qué ocurre dentro de una célula». «La célula es el escenario para contar una historia clásica de descubrimiento, una especie de viaje del héroe a nivel molecular», nos confirma. Parecido en el sentido narrativo, pero con un componente más didáctico, están las creaciones de Jesús. Sus cómics tienen como protagonistas diversos aspectos celulares, moléculas, enfermedades… pero también hechos de actualidad científica y otras cosas.

«Laboratoons es la plataforma en la que agrupo todos los trabajos de ciencia y cómics que hago», nos comenta. «A Lymph’s Life está más centrado en inmunología y es un cómic online». Este, por ejemplo se aglutina a modo didáctico. El arma principal de Jesús es el humor, el cual se esgrime dentro de sus creaciones con intención de enseñar conceptos complicados de manera sencilla y amena. Este es el planteamiento, más o menos, de los Biomiics de Miriam.

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Para la autora, su trabajo tiene como objetivo «que la gente pueda pasarlo bien leyendo ciencia». «Mientras», nos comenta, «hago lo que me gusta: dibujar cómics. De eso [de disfrutar leyendo ciencia] ya se derivará que aumente su cultura, que sepan qué hacen los centros de investigación con sus impuestos y que puedan tomar decisiones informadas en su día a día, ya sea sobre salud u otro tema. A nivel personal, me gustaría poder dedicarme enteramente a esto. A veces incluso fantaseo con publicar un libro.

Marcha BiomiicAlgunas de las temáticas, como este Biomiic de Miriam, son reivindicativas y actuales

Por último, en la misma línea de humor y didáctica, pero con un componente más ocioso, Carlos Pazos, Molasaber, crea pequeñas tiras ilustradas o imágenes con conceptos científicos, pero con mucho humor, también. «Considero que soy un diseñador que ilustra», contesta cuando le preguntamos por su trabajo. «Mi mayor fortaleza, me gusta pensar, está en el control del mensaje, mi relación con la ciencia y la combinación de conceptos aparentemente incompatibles. Creo que eso, sumado al formato sencillo que uso, hace que mi estilo pueda parecer ingenioso, simpático y que sea fácil entender».

Del laboratorio al papel: un reto, un objetivo, un cómic

Para poder alcanzar el conocimiento y la rigurosidad que dan ese sabor tan especial a los cómics divulgativos hace falta una preparación y un trabajo arduos. Cualquier obra requiere de una documentación y trabajo previos. Pero en materia científica, esta documentación lleva un esfuerzo especialmente grande.

De hecho, para Miriam, el mayor reto al que se enfrenta, de primeras, consiste en buscar información, entenderla, sintetizarla y seleccionar los mensajes principales. «Todo eso, y transformarla en una historia, es lo más difícil», cuenta. «Podría no hacer el esfuerzo de integrar una historia y limitarme a escribir cada mensaje con un dibujo al lado en cada viñeta, pero no es lo que busco en un cómic».
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«La ilustración final es lo que menos me preocupa. Yo me quedo tranquila cuando ya tengo el boceto, aunque sea a lápiz y muy feo. El resto va rodado. Lo más difícil para mí son los pasos previos a la ilustración«. ¿Cómo funciona este proceso? «Busco reviews en bases de datos, e incluso artículos divulgativos o periodísticos. Si el Biomiic es para un cliente, uso también la información que me proporciona, pero siempre acabo buscando algo más por mi cuenta que me ayude a entenderlo todo bien o que sea interesante añadir. Después redacto tres o cuatro mensajes principales y una sinopsis, una pequeña historia. A continuación, escribo el guion técnico, detallando el número de viñetas y qué aparecerá en cada una. Dibujo el boceto a lápiz, lo escaneo y le doy color con un programa de dibujo vectorial. En el mejor de los casos, me lleva una semana como mínimo».

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En contraste, los dibujos de Carlos Pazos pueden parecer más sencillos. Nada más lejos de la verdad: «Lo primero que hago antes de dibujar nada, es elegir el tema que voy a divulgar y lo investigo para estar seguro de que no meto la pata. Cuando tengo claro los conceptos que voy a trasmitir, y que suelen ser pocos para que sean digeribles, escribo un guion para introducir dichos conceptos en una historia. Pulo el guion y boceto un Story Board inicial. El proceso es iterativo porque a veces tengo que volver a repasar mis conocimientos si se me ocurre una idea que no había contemplado antes. Poco a poco me voy formando una imagen general de la historia, los textos y los dibujos. Solo entonces, cuando tengo un Story Board que considero adecuado, me pongo a dibujar en serio, hoja a hoja, haciendo ajustes a medida que avanzo. El tiempo y esfuerzo depende de cada trabajo pero no es poco».

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Jesús confirma lo que decían los otros ilustradores: «Pese a lo que uno pueda pensar, la mayoría del tiempo dedicado a un cómic sobre temas científicos no se dedica a dibujar. La mayor dificultad es seleccionar la información. Para hacer esto, es imprescindible conocer en profundidad el tema, así que toca irse a Pubmed y empezar a estudiar. No solo acabas documentándote sobre el tema que quieres explicar, sino sobre todos los que te pueden ayudar a situar al lector. Solo cuando uno sabe exactamente qué es lo que quiere decir puede empezar a plantearse cómo lo quiere decir. Otra gran parte del tiempo se me va en pensar cómo expresar con dibujos los conceptos científicos, haciendo pruebas y gastando mucho papel de libretas. Sólo entonces es cuando me pongo a dibujar. A nivel más técnico y práctico, suelo hacer los bocetos en papel, los fotografío y hago los dibujos definitivos, coloreado y maquetación en el ordenador con la ayuda de mi fiel Wacom Intuos Pro».

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¿Y qué hay de los cómics de Dr. Litos? «El reto al que se enfrenta un dibujante de cómics científicos es el mismo al que se enfrenta la divulgación: el fino equilibrio entre simplicidad y rigor«, apunta el investigador. «Eliminar información hasta dejar lo básico, usar unos mimbres que sean robustos desde el punto de vista del rigor científico, pero no tanto como para encorsetar la narración. Las licencias a nivel gráfico pueden irse de las manos fácilmente, pero hay que confiar en que el lector sepa en todo momento que el medio que tiene entre manos no es académico, sino una forma de entretenimiento, y que las metáforas a menudo obvian detalles y simplifican enormemente la realidad que tienen detrás».

¿Se puede vivir del cómic científico?

A pesar de que cada vez son más los formatos y la cantidad de divulgación disponible, especialmente en, y gracias a, Internet, lo cierto es que todavía cuesta hacer un trabajo en divulgación que sea bien reconocido (por no hablar de remunerado). Los rumores cuentan que ganarse la vida como dibujante de cómics tampoco es fácil. ¿Pasa lo mismo con los cómics científicos? ¿O esta combinación puede solucionar el problema de ambos mundos?

«Confesaré que ninguna de las personas que me han servido de inspiración se gana la vida con los cómics científicos, creo», nos cuenta Miriam. «Al menos, no completamente». «Sinceramente, me sorprendería», contesta a su vez Carlos Pazos. «Si ya son pocos los que se ganan la vida haciendo cómics en general, si acotamos a un género más concreto, las oportunidades se reducen. Pero, de un tiempo a esta parte, he visto como el interés por la ciencia crece. Es posible que si uno se concentra en este nicho y se convierte en un referente, pueda ganarse la vida con ello».
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«Yo compagino mis Biomiics con mi trabajo como secretaria técnica y responsable de comunicación en la Asociación Catalana de Comunicación Científica (ACCC) y en ACIERTAS, un proyecto educativo de la Confederación de Sociedades Científicas de España (COSCE). Pero sí creo que podríamos llegar a conseguirlo», aclara la bióloga.

«Que a nadie le dé vergüenza pedir una remuneración por el trabajo que realiza»

«De hecho, sí hubo unos meses en los que solo trabajaba en mis Biomiics. Lo que pasa es que hay que arriesgarse y lanzarse, y trabajar mucho otros aspectos a los que la gente con nuestro perfil no suele estar acostumbrada, como la marca personal, la estrategia de comunicación y marketing que usarás para llegar a los clientes que buscas. Y, desde luego, comportarse como una profesional: que a nadie le dé vergüenza pedir una remuneración por el trabajo que realiza. Cobrar justamente y vivir de ello solo significa que podrás ayudar a más personas o instituciones a divulgar ciencia porque podrás dedicarles el tiempo que necesiten y que necesitas para hacer un buen trabajo», zanja la divulgadora.

Fuente: https://www.xataka.com/investigacion/comics-ciencia-divulgacion-cientifica-heroes-villanos-papel

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España: Una guía recopila experiencias de escuelas de todo el mundo que fomentan el aprendizaje de la creatividad

Redacción: Europa Press/20-02-2019

El experto educativo Alfredo Hernando ha presentado este jueves en Madrid el libro ‘Escuelas innovadoras y familias creativas. Una guía por las mejores prácticas para transformar juntos la educación’ en el que recopila 50 ejemplos «exitosos» de escuelas internacionales y propone 80 actividades prácticas para niños y adolescentes de 6 a 16 años para «hacer efectivo el aprendizaje de la creatividad en la escuela, pero también en el hogar».

Este estudio, realizado en el marco del proyecto Acción Magistral promovido por Fad y BBVA, intenta encontrar la «receta» que fomenta las competencias creativas en la escuela. «Son elementos que están incluidos en el currículo español, pero escondidos en la competencia cultural y artística, en la competencia social y ciudadana, en aprender a aprender y en la autonomía e iniciativa personal», ha explicado Hernando.

Para Hernando, la creatividad es el gran reto de los centros escolares españoles, y afirma que existen en España claros avances que «están protagonizados por los propios docentes», que «son quienes están avanzando en innovar e introducir la creatividad en las aulas, no las administraciones», ha precisado.

Hernando, que es psicólogo e investigador, creó en 2013 el proyecto escuela21.org para viajar por todo el mundo en busca de prácticas innovadoras en las escuelas. En los últimos cinco años ha recopilado estas experiencias que ahora se publican en el libro que puede descargarse de forma gratuita en accionmagistral.org

Las experiencias reflejadas en el libro proceden de todas las latitudes del planeta. En Canadá, la última hablante de un idioma nativo es protagonista de uno de los proyectos. También las niñas nigerianas de The Centre For Girl-Child Education, un espacio donde tienen libertad para defender la igualdad de género sin miedo.

«Para mi ha sido una revelación descubrir cómo la escuela puede ser un espacio de socialización de género», ha destacado el autor durante la presentación celebrada este jueves en el BBVA Open Space de Madrid, donde ha lamentado la dificultad para evaluar las competencias del alumnado más allá de las lingüísticas o las científicas.

En su opinión, en España «no hay estudios que confirmen empíricamente la eficacia a largo plazo de utilizar metodologías creativas», y ha reclamado «urgentemente herramientas de medición más cualitativas, de amplio espectro, que permitan tener una visión más global de cómo influye la creatividad en el desarrollo vital».

En la presentación del libro, el autor ha estado acompañado por el director global de Negocio Responsable de BBVA, Antoni Ballabriga, y la directora general de Fad, Beatriz Martín Padura, que han compartido la impresión de que la capacidad creativa se postula como una habilidad básica en los próximos años en el «necesario cambio educativo».

EN BUSCA DE «LA RECETA DE LA CREATIVIDAD»

El periplo de Alfredo Hernando plasmado en el libro es una propuesta de «aprendizaje secuencial, activa, explícita y focalizada en las evidencias de la investigación y la realidad práctica de escuelas innovadoras de todos los continentes», según ha detallado.

Su viaje le ha permitido conocer a fondo proyectos como Artful Thinking, una iniciativa de la red pública de Escuelas Públicas de Traverse City (Michigan, Estados Unidos) en el que los profesores crean conexiones entre obras de arte y cualquier contenido curricular. O Trix&Trax, un proyecto de origen venezolano que nace con el objetivo de identificar, motivar e impulsar el talento de los estudiantes a través de propuestas artísticas relacionadas con el deporte, la música o la danza,  impulsando el liderazgo, la creatividad y el conocimiento de sí mismos.

De cada uno de los 50 proyectos analizados, la guía extrae aquellas actividades más fácilmente replicables en el entorno escolar o familiar y que trabajen alguna de las cuatro competencias incluidas en el currículum educativo español más relacionadas con el fomento de la creatividad: competencia social y ciudadana; competencia artística y cultural; aprender a aprender; y autonomía, iniciativa y espíritu crítico.

Todas las experiencias recogidas en el libro provienen de centros públicos y concertados. «No está incluida ninguna escuela privada porque la metodología no está basada en el entorno socioeconómicos, sino del trabajo del equipo docente, del cambio que se produce en el centro», ha explicado Hernando.

Fuente: https://www.europapress.es/sociedad/educacion-00468/noticia-guia-recopila-experiencias-escuelas-todo-mundo-fomentan-aprendizaje-creatividad-20190214152406.html

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BBC destaca cómo Humberto Maturana hizo reflexionar al Dalai Lama

Redacción: La Tercera

Tras su participación en el primer Congreso «Nobel Prize Dialogue» realizado en Santiago, BBC Mundo publicó un extenso reportaje en torno al hombre que se ha dedicado a entender la naturaleza de nuestro entorno.

Tras su participación en el primer Congreso «Nobel Prize Dialogue» realizado en Santiago, BBC Mundo publicó un extenso reportaje en torno al hombre que se ha dedicado a entender la naturaleza de nuestro entorno.

¿Qué es la vida? Esta pregunta ha sido el motor de trabajo para este biólogo, experto en epistemología y Premio Nacional de Ciencias que, gracias a sus ideas, entregó uno de los conceptos más revolucionarios a nivel mundial. Es a través de la ‘autopoiesis’,  término desarrollado hace casi medio siglo junto a su exalumno y coterráneo Francisco Varela, con el cual ha influenciado en diversas áreas, como la neurociencia, la literatura e incluso el fútbol, con su respuesta a la historia evolutiva.

“La pregunta básica que me hice fue qué es lo vivo y qué muere, o qué tiene que estar pasando en la interioridad de un ente para que yo, mirándolo desde afuera, pueda decir que es un ser vivo”, dijo Maturana a BBC Mundo tras su participación como uno de los 23 investigadores invitados por la Fundación Nobel.

La obra de Maturana se centra en un término que acuñó combinando dos palabras del griego: “auto” (a sí mismo) y “poiesis” (creación), explicando las condiciones que constituyen a un ser vivo, una idea que cambió la forma de pensar y, en palabras de éste, ha sido “revolucionario porque dio una respuesta para lo que antes no había”.

Uno de los postulados que explica lo estudiado, es la autonomía, ya que es lo externo lo que gatilla procesos internos en las dinámicas de los procesos moleculares de cada uno. “Los seres vivos somos sistemas autopoiéticos moleculares, o sea, sistemas moleculares que nos producimos a nosotros mismos, y la realización de esa producción de sí mismo como sistemas moleculares, constituye el vivir”, afirmó el biólogo para BBC, explicando que todo ser vivo es un sistema cerrado que está continuamente creándose a sí mismo y, por lo tanto, reparándose, manteniéndose y modificándose, algo que ocurre continuamente en toda forma de vida.

Un legado mundial

El sitio británico destaca la figura del científico reconocido y admirado a nivel internacional. En el ex Congreso Nacional fue ovacionado por el público, y recibió los agradecimientos y muestras de admiración de Anil Seth, el neurocientífico británico con quien compartía panel. “Leí sus obras por primera vez hace más de 20 años, cuando estudiaba para mi doctorado en la Universidad de Sussex, en Inglaterra, y me he inspirado en ellas desde entonces, como muchos otros científicos en el mundo”, afirmó Seth.

El hecho de que Maturana haya podido explicar la fenomenología de la vida, área de estudio que no ha sido explorado en profundidad en Chile, pero que a nivel global figura como algo trascendental. Por ejemplo, la Enciclopedia Británica, reconoce la  ‘autopoiesis’ como una de las seis grandes definiciones científicas de vida.

El epistemólogo, ha tenido palabras para distintos puntos que afectan nuestro desarrollo, alejándose de lo “estrictamente científico”. En cuanto a educación, dijo en un conversatorio recogido por Culto, que el futuro no son los niños, sino los adultos:  “Los niños, niñas y jóvenes se van a transformar con nosotros, con los mayores, con los que conviven, según sea esa convivencia. El futuro de la humanidad no son los niños, somos los mayores con los que se transforman en la convivencia”, dijo Maturana en la mitad de su presentación.

Una conversación filosófica

Otro de los puntos destacados en torno al chileno, fue la curiosa visita a la India para hablar con el Dalai Lama, reconocida figura religiosa y política.

Junto a la docente Ximena Dávila, viajó en 2013 para discutir variados temas pero, el que recuerda particularmente, fue su diálogo sobre la vida. “La conversación fue esencialmente en torno a cómo vivimos, qué clase de vivir estamos haciendo y cómo estamos realizándonos como seres humanos”, contó para BBC, complementando que fue “una conversación filosófica a la vez que biológica y biológica cultural”.

Según sus palabras, el líder budista le confesó que gracias a él “había aprendido el tema del desapego, porque en algún momento habíamos conversado sobre esto del dejar aparecer”. Su sabiduría fue avalada, detallando que “Con Ximena hemos mostrado que en las relaciones humanas lo fundamental es escucharse, pero para eso tenemos que dejar que el otro aparezca sin anteponer prejuicios, supuestos o exigencias. Ese es el desapego, según el Dalai Lama”.

El monje tibetano, ante lo planteado por Maturana, responde: “Ustedes tienen razón… Lo central en la convivencia es escucharnos para poder hacer cosas juntos en el mutuo respeto, y sobre eso conversamos: sobre dejar aparecer, que viene a ser el amar”, explicó a BBC Mundo.

Fuente: http://culto.latercera.com/2019/01/24/bbc-humberto-maturana-dalai-lama/
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La educación pública en el olvido burocrático

Por:  Victor Iturrieta/ Rebelión

En este año que -aún- no termina para muchos trabajadores de la educación, quisiera compartir la siguiente reflexión en mi calidad de profesor de enseñanza media comprometido con la educación al servicio del desarrollo integral del ser humano y del perfeccionamiento de la vida en nuestra sociedad, quisiera manifestar mi profunda inquietud en un aspecto del quehacer educativo desde el punto de vista institucional.

En concreto, me refiero a un aspecto que por su especificidad y carácter técnico-pedagógico ha pasado desapercibido en la discusión pública en general. Esto es la Carencia de Instrumentos Curriculares nacionales para el año lectivo 2019 en los casos de las asignatura o subsectores correspondientes al Plan de Estudio de Tercero Medio.

Es necesario destacar, que la Concepción Curricular no corresponde solamente a un aspecto “técnico” sino que más bien supone una concepción del modelo de educación que se quiere beneficiar y por extensión el modelo de sociedad que se intenta construir. Desde el punto de vista pedagógico nuestro país reconoce y asume de manera bastante tardía la necesidad de pasar de un modelo centrado en los “conocimientos” (educación bancaria[1] ) a uno centrado en los aprendizajes de los estudiantes. Situación que comenzó -lentamente- a actualizarse con el “empujón” proveniente de la masa crítica y movilizada en torno al movimiento estudiantil.  

Para poner en contexto, reseñare brevemente como se ha llegado a esta situación.

· Producto de la presión social en general y del movimiento estudiantil en particular (2001, 2006, 2011.), la clase política tradicional junto a los representantes de la institucionalidad educativa decidieron comenzar a realizar los cambios urgentes que requería la legislación educacional chilena. El principal se terminó con la dictatorial LOCE, y se creó la LGE [2] .

· La Ley General de Educación comenzó a regir en el año 2009, sin embargo, el conjunto de los documentos que la harían operativa en práctica comenzó a elaborarse a partir de 2012.

· El cambio de concepción curricular (incompleto aún) se expresó en la creación de referencias curriculares nacionales contenidas las nuevas Bases Curriculares [3] Las de enseñanza básica (1° a 6°) y las de media (7° básico a II° Medio) se comenzaron a aplicar gradualmente desde el año 2012.

· La aplicación de las nuevas Bases Curriculares debió estar acompañada de otro instrumento de gestión curricular, es decir, el “Programa de Estudio” para cada subsector, el que organiza y distribuye temporalmente los Objetivos de Aprendizajes o Habilidades presentes en las bases. Cabe recordar que, si bien es un instrumento “optativo” para los establecimientos, por su complejidad, es mayoritariamente utilizado por los colegios del país.

· Es así como se fueron elaborando -año a año- los nuevos Programas de Estudio para incorporar un nuevo nivel de enseñanza con todas sus asignaturas. Finalizando, el año 2018 con la incorporación de II° Medio.

Sin embargo, sin una razón de peso se “suspendió” la implementación de III° Medio para el año 2019. Debemos considerar que esos estudiantes han sido formados en toda su educación escolar bajo el enfoque de habilidades basado en los nuevos instrumentos curriculares.

Es decir, un error de organización al interior de la Institucionalidad Educacional (MINEDUC específicamente Unidad Currículum y Evaluación) tendrá un grave impacto en la formación y educación de cientos de miles de estudiantes a nivel nacional. Lamentablemente, lo anterior coincide con una de las áreas con mayor carencia de profesores de aula entre los miembros del mencionado departamento.

Para complejizar más aún la situación las respuestas formales de la Unidad de Currículum y Evaluación caen en la falta de respeto. Cito:

“Para un buen desarrollo de los aprendizajes en 3° medio año 2019, se recomienda revisar las Bases Curriculares de 2° medio y establecer diálogos con los docentes responsables de este nivel, a fin de fortalecer la transición de los aprendizajes” [4] .

Como expresa el documento oficial, se recomienda “Revisar Bases Curriculares de 2° Medio”, es decir, el conjunto de los Objetivos de Aprendizaje trabajados con los estudiantes el 2018 para ¿?, ¿Hacer un reforzamiento de un año?

Situación que se vuelve patética cuando más abajo plantea “Recomendaciones para implementar el Marco Curricular” por asignatura:

En Historia, Geografía y Ciencias Sociales “Se recomienda profundizar temas vinculados con historia política de la primera mitad del siglo XX en Chile, la multidimensionalidad del sistema de desarrollo económico (ISI), las transformaciones culturales de la literatura y las artes durante el siglo XX en Chile, y la relación entre Estados Unidos y América Latina como zona de influencia durante el 60 y 70 por medio de diversas fuentes de información”

Se recomienda ¡¡TRABAJAR NUEVAMENTE LOS MISMOS ORGANIZADORES TEMÁTICOS (del 5 al 17) UTILIZADOS EL AÑO 2018!!. Calamidad que se repite en todas las asignaturas o sectores de aprendizaje.

El resultado práctico de esta serie de erradas decisiones de política educacional, se verá a partir de los primeros meses del año lectivo 2019, pero las mayores consecuencias se verán reflejadas en una Disparidad y Desigualdad intencionada de preparación en los jóvenes que saldrán de la Enseñanza Media desde el año 2020. Porque, seguramente los colegios de la cota mil no sufrirán las consecuencias de las negligencias narradas ya que ellos sí cuentan con los recursos disponibles para dotarse de sus propios instrumentos curriculares.

Victor Iturrieta es Profesor chileno.

 

[1] Freire, Paulo. (2000). Pedagogía del Oprimido. Editorial Biblioteca Nueva, México.

[2] LGE, Ley General de Educación (2009). Disponible desde Internet: https://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=1006043 . Consultado el 10 de diciembre 2018.

[3] Bases Curriculares. (2012) Unidad de Currículum y Evaluación. MINEDUC. Disponible desde Internet: http://www.curriculumnacional.cl/614/w3-propertyvalue-120183.html . Consultado el 20 de diciembre 2018.

[4] Unidad Currículum y Evaluación MINEDUC. Junio 2018. Currículum de Formación General y Formación Diferenciada Humanístico-Científica (HC) para 3° y 4° año medio en 2019. Disponible desde Internet: http://www.comunidadescolar.cl/documentacion/2018/Orientaciones-para-Implementacion-Curriculum-3ero-y-4to-medio-2019.pdf. Consultado el 6 de diciembre 2018.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=251473

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Reseña de Neoliberalismo educativo: educando al nuevo sujeto neoliberal, de Enrique Díez Gutiérrez

Por: Pedro López López/Rebelión

En el ámbito educativo, Enrique Díez es uno de los puntales de la resistencia contra ese proyecto antisocial, antihumano y depredador del planeta que es el neoliberalismo, y no cesa de denunciar desde hace años las consecuencias de este modelo en la educación. Como profesor y activista social, participa en plataformas e iniciativas como Uni-Digna ( unidigna.org ), Redes por una Nueva Política Educativa ( porotrapoliticaeducativa.org ) o la Marea Verde, y, por supuesto, se ha posicionado contra esa estafa educativa perpetrada en la universidad bajo el nombre de Proceso de Bolonia; pero también está comprometido con la memoria histórica (Foro por la Memoria de León), con el movimiento por la igualdad entre hombres y mujeres, con la abolición de la prostitución, con el movimiento laico (forma parte del Grupo de Pensamiento Laico, que publica sus artículos en el diario Público), y es un lujo para Izquierda Unida tenerlo como coordinador del área federal de Educación.

Como ensayista, Enrique Díez destaca por sus lúcidas y didácticas reflexiones sobre las nefastas consecuencias de la aplicación de las recetas neoliberales, reflexiones que difunde tanto en conferencias como en artículos de prensa, en participaciones en congresos o en libros y capítulos de libro. Uno de sus libros, La globalización neoliberal y sus repercusiones en la educación, publicado en 2007, hace un análisis magistral del modelo neoliberal de globalización y sus consecuencias, tanto en la sociedad en general como en el medio educativo. El texto que comentamos ahora es un ensayo breve, de apenas un centenar de páginas. En él, el profesor analiza capítulo a capítulo la transformación del derecho a la educación en un negocio, acompañada del falso lema de la “libertad de elección”, y, por tanto, la comercialización de la educación, los valores potenciados por el actual modelo educativo y funcionales al capitalismo financiero, la macdonalización de la educación, la apropiación privada del conocimiento público, la construcción del sujeto neoliberal –al que ha dedicado más de un trabajo anterior- y, por último, un capítulo dedicado a “otra educación es posible”. Valga alguna cita para animar a los futuros lectores; en la página 84 se dice:

“Antes que ver la enseñanza como una práctica técnica, la educación debe ser considerada una práctica moral y política bajo la premisa de que el aprendizaje no se centra únicamente en el procesamiento del conocimiento recibido, sino en la transformación de este como parte de una lucha más amplia por los derechos sociales, la solidaridad y la construcción de un mundo más justo y mejor”

Frente a los presuntos “neutrales” (que se lo creen de verdad o que intentan estafar con esa etiqueta), se advierte: “El problema no es si la educación pública ha llegado a contaminarse con la política, sino que toda educación es ya de por sí un espacio de la política y el poder, lo queramos o no”. El mito interesado de la “neutralidad” está al servicio, se dice, del mantenimiento y consolidación de “una visión ideológica determinada de la realidad, la que consolida el poder establecido y su reproducción. Por eso debemos asumir la responsabilidad de conseguir que toda la ciudadanía esté políticamente alfabetizada”.

Como la conquista por la fuerza es costosa y siempre inestable, las élites prefieran dominar por la persuasión, y el éxito del neoliberalismo (“un capitalismo sin contemplaciones”, dice Enrique Díez; “sin complejos”, que diría Aznar) consiste en colonizar el sentido común. Un “sentido común” que se ha instalado gracias al soporte que le dan el sistema educativo y los medios de comunicación (ya advertía Malcom X que si el pueblo no está prevenido con los medios, amará al opresor y odiará al oprimido, como estamos viendo con demasiada frecuencia en el éxito del discurso contra los inmigrantes).

El libro tiene tres partes, con cierto desequilibrio en cuanto a la extensión, ya que la primera abarca 56 páginas, la segunda 12 y la tercera 21; un desequilibrio que no afecta a la calidad del contenido. En la primera parte (“El mercado educativo neoliberal”), se recorren los mecanismos para potenciar la “oferta” privada, los valores y la ideología de la pedagogía neoliberal, la “macdonalización” (término que puso en circulación con notable éxito el sociólogo George Ritter) que prima en la gestión de los centros, con la eficacia y eficiencia por bandera (incremento a toda costa del rendimiento de profesores y estudiantes de cara a rendir pleitesía ante un mercado cada vez más exigente), así como la cohorte de indicadores y rankings que acompañan al proceso, y, por último, un apartado dedicado a la educación superior, con su crítica al Plan Bolonia, verdadero caballo de Troya en la universidad para introducir el llamado “capitalismo académico”: “universidades cada vez más comprometidas en una competencia de tipo comercial, en busca de fuentes de financiación complementarias, ofreciendo su espacio público para que lo rentabilicen marcas comerciales…”.Acompañando a este proceso depredador va la apropiación privada del conocimiento y la distorsión de la investigación.

En la segunda parte (“El nuevo sujeto neoliberal”), el autor comenta cómo se inyecta la ideología neoliberal en el sujeto a través del sistema educativo apoyado por otros medios de socialización (publicidad, medios de comunicación, cine videoclips….). Aparte de la legitimación del saqueo, la ideología neoliberal es “productora de una forma de vivir y de relacionarse socialmente, de una cosmovisión y comprensión del mundo y de un imaginario social; de un tipo, en definitiva, de subjetividad determinada”. En este sentido, nos dice el autor, el sistema neoliberal ha pasado de la disciplina al nuevo modelo de “gobierno-por-la-mente”. Del ser humano del cálculo individual, en un modelo económico que entiende el egoísmo prácticamente como un deber social (que por intrincados mecanismos revierte en el interés general, según el modelo liberal del “homo oeconomicus”), se pasa, a través de la empresa como modelo general que define una nueva ética, al emprendedor, ese sujeto que se convierte en empresa en sí mismo, siendo portador de un talento-capital individual que tiene incesantemente que revalorizar. El problema de este modelo es la cantidad de fracasos individuales que lleva consigo, con la consiguiente secuela de patologías (depresión, aumento del consumo de medicamentos, suicidios), además de la corrosión de la solidaridad. Y su victoria ha sido el éxito de la estafa de la neutralidad ideológica: el capitalismo neoliberal niega ser ideológico y se considera la “razón” misma.

La tercera parte, bajo el título “Otra educación es posible”, aborda la necesaria lucha que hemos de entablar en el campo de batalla de la educación para comprometer a las nuevas generaciones con valores alternativos a la erosión social que conlleva el ideario neoliberal. Para ello, es necesario contemplar la enseñanza no -o no solo- como una práctica técnica, sino como “una práctica moral y política”, considerando que el aprendizaje no debe consistir solo en el procesamiento del conocimiento recibido, sino que debe ponerse al servicio de una lucha por los derechos sociales, por la solidaridad y por la construcción de un mundo más justo y mejor. En esta parte, el autor reflexiona brevemente sobre los dos proyectos ideológicos en liza en el mundo actual, el capitalista, con su ideal de vida como una competición permanente y descarnada, y el democrático, con valores como la inclusión, la equidad, la solidaridad y todos aquellos que deben llevarnos a ese mundo más justo. Evidentemente, en el trasfondo está la educación concebida como un negocio por el primer modelo, o como un derecho en el segundo. El libro termina citando un decálogo de principios y prácticas que incluye la planificación democrática de la educación, la inclusión que promueva la igualdad y atienda a la diversidad, la educación laica que respete la libertad de conciencia, la educación democrática, el rechazo de la gestión empresarial de los centros educativos, etc., decálogo que debe traducirse a su vez en el desarrollo de un currículum, una metodología y una formación inicial del profesorado que también se comenta en otros diez puntos.

Y, para finalizar, uno de los párrafos se refiere a la necesidad de construir colectivamente un discurso que desmonte el lenguaje neoorwelliano que emplea el poder. Parafraseando a Rosa Luxemburgo, la disyuntiva es educación o barbarie (neoliberal), no hay neutralidad posible.

El libro viene precedido por un magnífico prólogo del propio autor que abre el apetito para cogerlo con verdadera avidez, describiendo una serie de anécdotas sacadas de sus vivencias en la universidad durante tres días consecutivos, anécdotas que conforman categoría y que se refieren a la creciente colonización del espacio público que alientan las universidades públicas en favor de marcas e intereses comerciales, una colonización en la que no solo se trata de la ocupación del espacio físico, sino -y esto es más grave- de cómo a través de la persuasión se va formando la mentalidad de las nuevas generaciones fabricando un nuevo “sentido común” neoliberal.

Materiales como los que aporta Enrique Díez nos ayudan a trabajar la resistencia contra este modelo de capitalismo tóxico para el ser humano y el planeta, nos aporta un valioso argumentario para desmontar los mitos neoliberales. Esta obra es tan útil como necesaria para toda la comunidad educativa (profesores, estudiantes, sindicatos estudiantiles y de trabajadores, activistas sociales…). Solo me resta celebrar que el autor sea tan prolífico y que, por su edad, todavía le quede mucha guerra que dar a un sistema que está condenado a desaparecer, pero que hace falta que le empujemos para que no tarde demasiado en hacerlo.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=251203

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