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CME/UNESCO: Garanticemos una financiación sostenible para el futuro de la educación mundial

Fuente: CME/ 27 de Abril de 2016

Las oportunidades y los retos planteados por la financiación de la nueva agenda en materia de educación, en particular con respecto a dar respuesta a las necesidades de las poblaciones más marginadas, han sido objeto de atención por parte de un grupo de alto nivel durante la Semana de Acción Mundial 2016.

Un evento conjunto UNESCO/CME

El 25 de abril, la UNESCO y la Campaña Mundial por la Educación (CME) realizaron este evento conjunto centrado en la equidad y la financiación, que tendrá lugar en la sede de la UNESCO en París, Francia.

El evento, titulado Financing for SDG4-Education 2030: Leaving no one behind – what will it take to narrow inequity gaps? [La financiación del ODS4 en materia de educación 2030: No dejemos a nadie atrás – ¿Qué se necesita para reducir las brechas de la desigualdad?],  brindó la oportunidad de promover medidas urgentes destinadas a incrementar la magnitud y la eficacia de las inversiones en el programa de educación global y que la educación esté al alcance de los más necesitados. Teopista Birungi, ex miembro del Consejo Ejecutivo de la Internacional de la Educación (IE) y actual miembro de la Comisión internacional sobre la financiación de las oportunidades educativas en el mundo, intervino en este grupo.

Los oradores principales fueron:

  • El Excelentísimo Embajador Tarald Brautaset, enviado especial del gobierno de Noruega para la educación, responsable de la Comisión internacional sobre la financiación de las oportunidades educativas
  • Fuad Omer, Delegado Permanente Adjunto, Delegación Permanente de Etiopía ante la UNESCO (por confirmar)
  • Andreas Schleicher, Director, Directorado de Educación y Habilidades, Organización de Cooperación y Desarrollo Económico
  • Romilly Greenhill, jefe del equipo sobre la financiación del desarrollo , Instituto de Desarrollo de Ultramar
  • David Archer, director de desarrollo de programas deActionAid, miembro del Consejo de Administración de la CME
  • Teopista Birungi, fundadora del Sindicato Nacional de Docentes de Uganda (UNATU), ex miembro del Consejo Ejecutivo de la Internacional de la Educación (IE),  Directora Adjunta de los Servicios Educativos de la autoridad municipal de la capital, Kampala, miembro de la Comisión internacional sobre la financiación de las oportunidades educativas en el mundo

La educación en el centro de la atención

Este evento conjunto, que se emitió en directo por la web aquí, se ha organizado en colaboración con la Semana de Acción Mundial por la Educación (SAME), cuyo tema es “Financiemos el futuro: ¡el derecho a la educación ahora mismo!”, y tiene lugar del 24 al 30 de abril.

El objetivo fundamental de la SAME 2016 es instar a los gobiernos a que:

  • Se comprometan y adopten medidas políticas y legislativas a nivel individual para permitir la aplicación y la financiación del Marco de Acción para la Educación 2030
  • Cumplan sus promesas financieras bilaterales y multilaterales contraídas en materia de educación
  • Realicen progresos apreciables para proporcionar mecanismos que garanticen la justicia tributaria a nivel nacional, regional y mundial

En consonancia con la campaña Unámonos por una educación de calidad de la IE y su respuesta mundial a la privatización y comercialización de la educación, la SAME ofrece “una valiosa oportunidad de colaborar con otras partes interesadas del ámbito de la educación para hacer que los gobiernos asuman sus compromisos y apoyen la plena aplicación del derecho a una educación de calidad universal y gratuita para todos”, subrayó el Secretario General de la IE, Fred van Leeuwen.

Presentación del informe sobre los recursos destinados a la educación

Antes del evento UNESCO/CME, el equipo del Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo presentó las últimas noticias relativas a las tendencias recientes en materia de ayuda humanitaria y para el desarrollo destinada a la educación.

Financiemos el futuro

El primer año de aplicación de la nueva agenda de educación 2030 es crítico y brinda a los activistas de la sociedad civil una oportunidad única para garantizar que el tema de la financiación ocupe un lugar destacado.

La SAME centrará su atención en instar a los gobiernos y a la comunidad internacional a “Financiar el futuro”– no solo durante esa misma semana, sino también durante todo el año 2016. Se trata de una de las principales actividades organizadas por la CME, una amplia coalición formada por sindicatos, organizaciones no gubernamentales, instituciones y organizaciones comunitarias del ámbito de la educación, de la cual la IE es miembro fundador.

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Más allá del islam: el cuerpo como espacio de lucha

La «cuestión» del pañuelo de las musulmanas se suele explicar de un modo individualista o localista: se hace referencia a los deseos de las mujeres, a sus obligaciones, a pragmatismos o a circunstancias religiosas, políticas o sociales.

Por un lado, el pensamiento liberal aplica un burdo marco que asocia el hecho de taparse el cuerpo con la subordinación a los hombres y el destaparse, con la liberación de la dominación masculina. Aquí las mujeres son conminadas a quitarse el hiyab como medio para acabar con su subordinación.

Por otro, en un planteamiento más propio de una parte de la militancia de izquierdas, feminista o postcolonial, se sitúa el hiyab en el centro de las estrategias de resistencia de las mujeres y los pueblos, lo que podría nombrarse como orientalismo invertido. Las mujeres con pañuelo son presentadas desde un punto de vista romántico, muchas veces marianista, que ignora o invisibiliza otras opresiones que pueden darse acompañando –o no– a los modos de vestir.

Un tercer esquema de pensamiento asocia el pañuelo a la resolución de dilemas cotidianos esbozados por el capitalismo: el hiyab ayudaría a franquear el paso a los espacios públicos para consumir o para ejercer trabajos remunerados exteriores al hogar.

Pero hay otros modos de pensar estas cuestiones. Me refiero a los marcos que ponen en el centro el cuerpo y su control como sujeto y objeto político. En los cuerpos de las mujeres se llevan a cabo, de modo real y constante, una serie de batallas políticas fundamentales en los procesos sociales, que incluyen tanto los movimientos de, por ejemplo, Stop Gordofobia como, efectivamente, las luchas por llevar el pañuelo musulmán o por no llevarlo.

La historia nacional contemporánea de Irán, como la de muchos otros lugares, se relaciona con la construcción de un cuerpo nacional femenino

El caso de la vestimenta musulmana en Irán tiene elementos que permiten pensar el cuerpo de las mujeres como una arena política sin pasar por los procesos individuales por los cuales las musulmanas optan por ponerse o quitarse un pañuelo.

La historia nacional contemporánea de Irán, como la de muchos otros lugares, se relaciona con la construcción de un cuerpo nacional femenino.

En 1936, Reza Shah prohibió que las mujeres llevaran velo facial y chador, influido por las políticas modernistas de Ataturk. Después de su abdicación, volvió el chador, que fue perseguido informalmente por Mohammed Reza Pahlevi, con una fuerte política de imagen que lo asociaba al retraso y a la pobreza, humillando públicamente en ocasiones a las mujeres que lo portaban.

El reinado del Shah fue el momento de la inserción capitalista de Irán, que vino unida a la corrupción y la represión de la disidencia. Pero fue este mismo proceso, acompañado de urbanización y migraciones, el que permitió el cuestionamiento –entre otras cosas– del proceso de occidentalización por el que pasó Irán.

El chador se convirtió en un símbolo de resistencia contra el Shah, con fuertes contradicciones. Algunas estudiantes optaban, dentro de su activismo político, por llevar un chador en el Irán de los setenta, a pesar de lo que les suponía académicamente; a la vez, eran presionadas por sus compañeros para ponérselo (Keddie, 2006).

Después de la Revolución de 1979, conocida como Revolución islámica, aunque no lo fue sino al final, el estatuto de las mujeres sufrió diferentes cambios, que tenían como fin restringir su presencia en el espacio público. Inmediatamente después de la revolución, se impuso una norma jurídica vestimentaria que obligaba a las mujeresa cubrirse con hiyab.

La desnudez de las mujeres que no lo llevaban era considerada, por parte de algunos grupos políticos, como un pisoteo de la sangre de los mártires que dieron su vida por la Revolución (Afshar, 1985).

De este modo, la reivindicación de estos modelos femeninos acabó convirtiendo la revolución en contrarrevolución (Sedghi, 2007). Después de una relajación relativa, la victoria en las elecciones de Ahmadinejad (2007), abrió un ciclo más conservadoren lo que se refiere a la presencia de las mujeres en el espacio público.

Las bad-hejabi son detenidas, amonestadas o multadas por la policía religiosa no sólo por no cumplir la ley, sino por no respetar la moral musulmana

Aún hoy se producen campañas que endurecen la vigilancia sobre las mujeres cuyo hiyab no se considera apropiado, por su estampado o porque deja asomar demasiados cabellos. Las bad-hejabi son detenidas, amonestadas o multadas por la policía religiosa no sólo por no cumplir la ley, sino por no respetar la moral musulmana. El presidente Rouhani, electo desde 2013, ha comenzado a plantear dudas en el último año sobre la legitimidad de que la policía use la violencia para obligar a las mujeres a taparse.
Una consecuencia importante de la regulación de la vestimenta de las mujeres en los espacios públicos, como ocurre no sólo en Irán, sino en Francia o Bélgica, es que cualquier persona se convierte en posible denunciante sólo a partir de la mirada. De este modo, las mujeres-objetivo están permanentemente vigiladas.

Irán, además, distribuye una serie de pósters a los negocios (Koo, 2014) para que ellos también vigilen el mantenimiento de la norma. El Estado fiscaliza así a las mujeres y a la población en general. Por ello la norma vestimentaria tiene un enorme valor como instrumento de control de la población.

La reglamentación se produce sobre el cuerpo y desde el cuerpo se responde. En este contexto se inscribe la campaña My stealthy freedom, iniciada por la periodista iraní residente en Gran Bretaña Masih Alinejad.

En la primavera de 2014 se creó una página en Facebook en la que las mujeres de Iráncomparten fotos en espacios públicos sin el hiyab que el Estado persa les impone desde 1979. Actualmente, se alimenta un blog donde además colocan las reacciones, artículos y comentarios sobre todo lo que tiene que ver con la política vestimentaria del Estado iraní.

Las mujeres, junto con sus fotos, comentan sus sentimientos respecto al hiyab obligatorio y relatan experiencias relacionadas con su desafío a la ley. Una de los temas más interesantes es que en la mayor parte de los comentarios se reivindican a la vez el derecho a vestir sin hiyab y el derecho a llevarlo; se exige un Irán para todas las mujeres: es decir, no se discute el deseo de las mujeres de llevar el hiyab («I believe in hijab, but I hate obligatory hijab»), sino el hecho de su imposición.

Esta ley termina siendo, como escribe una de las activistas, no sólo un acto directo de represión contra la mitad de la población, sino un pretexto para inmiscuirse en las vidas de la gente. El objetivo del control está cumplido. Hay también un claro interés por presentar a los hombres como compañeros de lucha y no como enemigos.

En palabras de Yion Koo, mientras el gobierno iraní usa la ley del hiyab como un modo de control, las mujeres lo utilizan como una metáfora política de resistencia contra él.

La imposición vestimentaria no es algo irrelevante, sino una cuestión fundamental en el control de la población

Por eso el ejemplo de Irán y la lucha política desde el cuerpo nos enseña dos cosas: la primera, que la imposición vestimentaria no es algo irrelevante, sino una cuestión fundamental en el control de la población. Aquí habrá que estar atentas a lo que ocurra en Francia, a su búsqueda de espacios para nuevas restricciones vestimentarias para las musulmanas y a su contagio a España, como ya ha ocurrido en lo concerniente a las regulaciones del hiyab y del niqab; la segunda, que la romantización e individualización del pañuelo musulmán invisibilizan su papel como instrumento de lucha política, que no pasa por preguntarse por su legitimidad o no, sino por el cuestionamiento sistemático de la legitimidad de legislar sobre el cuerpo.

Referencias Bibliográficas

AFSHAR, Haleh (1985): “Women, State and Ideology in Iran”, en Third World Quarterly, vol. 7, nº 2, abril.
KEDDIE, Nikki R. (2006): Las raíces del Irán moderno, Barcelona, Belacqva.
KOO, Gi Yeon (2014) “Women as Subject of Defiance and Everyday Politics of Hijab as Dress Code in Modern Iran”, en Asian Women, vol. 30, nº4: 30-51
SEDGHI, Hamideh (2007): Women and Politics in Iran. Veiling, Unveiling and Reveiling, Nueva York, Cambridge University Press.

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Mexico: Apostar a la educación porque democratiza la vida cotidiana

www.desdepuebla.com/24-04-2016/Por: Arlette Hernández

La educación es la única herramienta que democratiza la vida cotidiana del ser humano, expresó el presidente la AMTM, Jesús Padilla Zenteno en el octavo Congreso Internacional de Transporte que se lleva a cabo en la Ciudad de México.

Durante la firma de convenio entre la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM), el Instituto Tecnológico Tláhuac II (ITT II) y el Centro para el Fomento de la Educación y la Salud de los Operarios del Transporte Público de la Ciudad de México A. C. (CENFES), el titular de la AMTM explicó que el objetivo de este convenio es la profesionalización de los operadores de transporte, donde se contempla la donación de un vehículo para su capacitación.

“Sabemos que el operador de transporte público no siempre es respetuoso, por eso el papel de la profesionalización es fundamental, pues lo que se busca es tratar al usuario como cliente y no como bulto, necesitamos reconocer que los usuarios tienen dignidad”, expresó.

Padilla Zenteno además se dirigió a los estudiantes del ITT II, a quienes dijo que el papel que juegan los jóvenes es fundamental, “tenemos que apostarle a un México mejor, no solamente en el tema de la movilidad; la educación tiene que ser para todos, es la única herramienta que democratiza la vida cotidiana del ser humano, por eso nos entusiasma estar permanentemente cerca de la academia”, expresó.

“Si no lo hicimos bien, pueden reclamar, están obligados a hacer política y no dejar que los políticos decidan por ustedes, pero si no van a intervenir, no se vale quejarse, tienen que saber qué está pasando y actuar en consecuencia”, concluyó Padilla.

Además del Presidente de la AMTM, Jesús Padilla, el convenio fue firmado por Miriam Téllez Ballesteros, directora Genral del CENFES; Juan Foncerrada del Instituto de Capacitación para el Trabajo de la Ciudad de México (ICAT-CDMX) y Manuel Uribe, director del Instituto Tecnológico de Tláhuac II.

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Darwin y Harvey: Dos perfiles de desarrollo infantil

En mi post anterior, introduje el proyecto PRIDI,  la escala de Engle y destaqué algunos resultados realmente interesantes que han surgido a partir del proyecto como la importancia de un entorno enriquecedor para el desarrollo infantil. En este post hablaré de algunos resultados más específicos.

¿Quiénes son los niños PRIDI?

Son cerca de 8.000 niños en total, 2.000 de cada uno de los países participantes: Costa Rica, Nicaragua, Paraguay y Perú. La mitad son niños y la otra mitad son niñas con una edad promedio de 3 años. La mayoría de ellos hablan español, aunque existen poblaciones importantes que hablan lenguas indígenas en Paraguay, Nicaragua y Perú. La mayoría de sus madres han alcanzado algún nivel de estudios secundarios y viven en hogares con acceso a servicios básicos.  No todas las casas tienen libros. En realidad, solo 40% de los niños de PRIDI viven en casas sin libros.

Los resultados de la Escala de Engle muestran una variación significativa en los niveles de su desarrollo. Existen variaciones entre países en los resultados de las dimensiones evaluadas: cognición, lenguaje, habilidades socio-emocionales y motoras  país. Además, también existen variaciones entre subgrupos de un mismo país: niños ricos y pobres; niños que hablan idiomas indígenas y los que hablan español; y entre aquellos que están en un ambiente acogedor y los que no.

Estas variaciones envían mensajes preocupantes. No todos los niños de los cuatro países de PRIDI se están desarrollando adecuadamente ni a tiempo ni en la manera en que les asegurará el éxito en la escuela y en la vida

Para ilustrar esta situación, tomemos como ejemplo a estos dos niños: Harvey y Darwin. Ellos podrían ser de cualquiera de nuestros países PRIDI.

Harvey  vive con su mama. Ella terminó la educación primaria, comenzó la secundaria y abandonó la escuela en noveno grado. Ella tiene dos trabajos, lo que significa que rara vez está en casa. Harvey se pasa el día sin hacer mayor cosa, juega solo o trata de encontrar algo interesante que hacer. Su abuela está presente, pero pasa la mayor parte de su tiempo viendo televisión y no juega mucho con Harvey.

Darwin, por otra parte, vive con su mamá y su papá, quienes se graduaron de la universidad y tienen trabajos de tiempo completo. Cuando están en casa lo miman mucho, pasan juntos sus mañanas, tardes y noches leyendo, jugando,  involucrándolo en la conversación y llevándolo a ver cosas interesantes.

Ambos, Harvey y Darwin, tienen tres años y medio, y son niños, pero prácticamente ahí terminan sus similitudes.  Darwin está más desarrollado que Harvey. Es más, a los dos años las diferencias entre ellos ya son evidentes.

Sigamos con cómo son estos chicos a los 5 años de edad:

Darwin estará listo para la escuela. Él conoce la diferencia entre delante de y detrás de,  sabe que un triángulo no es un cuadrado, cuenta hasta 20 y conoce sus colores. Harvey, no. Él no puede hace ninguna de estas cosas. No está listo para la escuela y probablemente se enfrentará a muchos desafíos mientras esté allí.

Nuestros datos muestran que para el momento en que Harvey cumpla los 5 años, su desarrollo cognitivo y de lenguaje estará al mismo nivel de Darwin con 3 años de edad.

¿Qué explica las diferencias entre estos dos niños?

Existen tres factores claves:

Primero, lo más evidente:  los padres de Darwin son ricos en comparación con la mamá de Harvey. Darwin vive en un hogar más agradable, probablemente con libros, juguetes, computadoras e  internet. Darwin se alimenta con una dieta balanceada, recibe revisiones dentales y médicas regulares y posee acceso a un sinfín de actividades enriquecedoras como tomar clases de piano o jugar en un equipo de fútbol. Nuestros datos muestran que el entorno socio-económico del hogar es muy importante para algunas de las dimensiones de Desarrollo Intanfil Temprano medidas por la Escala de Engle.

Para el momento en que Darwin tenga 5 años, como proviene de un hogar rico, superará a Harvey.  La brecha entre los dos chicos es equivalente a: 2 meses de  desarrollo cognitivo, 9 meses de habilidades motoras, y 16 meses de desarrollo del lenguaje.

Los padres de Darwin son educados y sabemos que la educación de los padres, en particular, la educación de la madre es un factor muy importante en el desarrollo del niño. Pero, de nuevo, la asociación no es uniforme para todas las dimensiones. Es más fuerte para la cognición y el lenguaje y más débil para el desarrollo socio-emocional, tanto es así que no es una correlación estadísticamente significativa en el caso de Costa Rica.

Darwin crece y se desarrolla en un ambiente enriquecedor. Este fue el tema de mi último blog. Un ambiente enriquecedor es fundamental para el desarrollo del niño y tiene gran importancia para todas las dimensiones de desarrollo en la Escala de Engle en los cuatro países, y para todas las poblaciones de estos países.

Volvamos con Darwin y Harvey. Para el momento en que cumplen los 5 años, la brecha entre Darwin y Harvey será de 8 meses en su desarrollo cognitivo, 13 meses en las habilidades de lenguaje y 19 meses en su desarrollo motor.

Sin embargo, los resultados de PRIDI indican que si Harvey tuviera el mismo ambiente de crianza que Darwin, su nivel de desarrollo podría ser similar. Su desarrollo socio-emocional, en particular, estaría a la par con el de Darwin y esta mejora no se debe subestimar. Muchos de los investigadores reconocidos, entre ellos, el premio Nobel, James Heckman, encontró que las habilidades no cognitivas y las socio-emocionales son tan importantes para tener éxito en la escuela como las cognitivas.

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Analfabetismo y alfabetismo: ¿de qué estamos hablando?

Rosa Maria Torres

Alfabetismo «Habilidad para leer y escribir, con comprensión, un enunciado simple relacionado con la propia vida cotidiana. Incluye un continuo de habilidades de lectura y escritura, y a menudo aritmética básica».
UIS-UNESCO, Global Education Digest 2010, Glossary (nuestra traducción del inglés, p. 264)

 

El campo del analfabetismo es particularmente confuso, caracterizado por terminologías y definiciones variadas e incluso ad-hoc. La falta de consenso sobre el tema, y los continuos cambios en términos y nociones, se dan no solo en América Latina y el Caribe sino a nivel mundial.

En primer lugar, existe una confusión generalizada entre los términos alfabetismo yalfabetización. Dicha confusión proviene entre otros de malas traducciones del término «literacy» en inglés (literacy equivale a alfabetismo; literacy education equivale aalfabetización). Alfabetización se refiere al proceso de adquisición de la lectura y la escritura.Alfabetismo se refiere a la condición o grado de manejo de la lectura y la escritura que tiene una persona, un grupo o un país. Deberíamos hablar, por tanto, de tasa de alfabetismo, no de tasa de alfabetización.

Algunas diferencias tradicionales vinculadas a los diferentes usos de los términosanalfabetismo/alfabetismo/alfabetización tienen que ver con:
▸ la usual asociación de estos términos con jóvenes y adultos, versus alfabetizaciónentendida como concepto abarcativo que incluye a todas las edades, dentro y fuera del sistema escolar;
▸ la inclusión o no del cálculo dentro del concepto de alfabetismo y de los programas de alfabetización;
▸ la alfabetización entendida como un período o un programa, o bien como un proceso y un continuo que se prolonga más allá de cierto número de años de escolaridad o de un determinado programa;
▸ el alcance de la alfabetización. Esta se entiende usualmente como básica, inicial o elemental. Esta visión estrecha y antigua contrasta con una comprensión de la alfabetización como apropiación de la cultura escrita – en todas sus variantes y soportes, incluidas las modernas tecnologías y las que sigan apareciendo – y el uso de la lectura y la escritura con fines diversos en la vida diaria;
▸ en algunos casos se especifica la lengua o lenguas a considerarse en la definición de una persona como alfabetizada (por ejemplo, creole en Haití u holandés en Surinam).

El término alfabetizaciones, en plural, ha sido introducido en los últimos años por académicos vinculados a la corriente llamada New Literacy Studies.

Otros preferimos ampliar el concepto de alfabetización y de alfabetismo para incluir en éste las nuevas y cada vez más amplias demandas puestas a la lectura y la escritura y a la cultura escrita en general, en la actualidad, incluyendo el mundo digital, que se ha incorporado de lleno a los requerimientos y competencias vinculados a la lectura y la escritura, a la información y el conocimiento.

Asimismo, los términos analfabetismo y alfabetización se vienen usando de manera cada vez más laxa, para indicar respectivamente ‘desconocimiento’ y ‘conocimiento básico’ de prácticamente cualquier campo (analfabetismo/ alfabetización científica, analfabetismo/ alfabetización ambiental, analfabetismo/ alfabetización en salud, analfabetismo/ alfabetización digital, etc.). Esto refleja entre otros el viejo prejuicio que asocia analfabetismo con ignorancia y alfabetismo/alfabetización con conocimiento.

Persisten las dicotomías tradicionales analfabetismo/ alfabetismo, analfabetismo ‘absoluto’/  ‘funcional’. No obstante, el conocimiento sobre el campo ha avanzado considerablemente en las últimas décadas, mostrando la obsolescencia de este pensamiento dicotómico. La alfabetización es un continuo y existen diversos niveles de dominio de la lengua y de la cultura escrita, en sus diversos formatos y soportes, como se reconoce hoy ampliamente. [1]

El término ‘alfabetización funcional’ fue oficialmente aprobado en 1978 en la Conferencia General de la UNESCO, entendiéndolo como la habilidad de una persona para “involucrarse en todas aquellas actividades requeridas para funcionar de manera efectiva en su grupo o comunidad, así como para permitirle continuar leyendo, escribiendo y calculando, para su propio desarrollo y el de su comunidad” (Glosario, Informe de Seguimiento de la EPT 2006:La alfabetización, un factor vital. Nuestra traducción del inglés).

Lo ‘funcional’ ha venido dando lugar a dos interpretaciones:
(a) lo ‘funcional’ entendido como el manejo efectivo de la lectura y la escritura, y éste asociado con determinado número de años de escolaridad, y
(b) lo ‘funcional’ entendido como el vínculo entre alfabetización y capacitación vocacional, trabajo o actividades generadoras de ingresos.

Ambos usos están presentes en América Latina. La tendencia dominante hoy es asociar ‘analfabetismo funcional’ con menos de cuatro años de escolaridad (la noción de ‘educación incipiente’ propuesta por el SITEAL) [2]. No obstante, la idea de que cuatro años de escolaridad aseguran ‘alfabetismo funcional’ ha sido desafiada, probada empíricamente desde los 1980s y crecientemente reclamada por el Caribe anglófono. Como ratifican los informes mundiales de la Educación para Todos y de los Objetivos de Desarrollo del Milenio,cuatro años de escuela – buena o mala – son hoy claramente insuficientes para aprender a leer, escribir y calcular de manera autónoma en la vida real, fuera del aula de clase y los textos programados de instrucción. (Ver: El fracaso alfabetizador de la escuela).

Un estudio pionero sobre ‘alfabetismo funcional realizado por la UNESCO-OREALC a fines de los 1990s en áreas urbanas de siete países latinoamericanos (Argentina, Brasil, Colombia, Chile, México, Paraguay y Venezuela) aportó evidencia empírica que confirmó la insuficiencia de cuatro años de escolaridad; mostró, además, que importa no sólo el número de años que alguien permanece en la escuela sino la calidad de dicha escuela y del contexto (Infante, 2000). Por muchos años la CEPAL ha venido afirmando en esta región que se necesitan al menos 12 años de escolaridad para que el alfabetismo alcanzado sea ‘funcional’ y pueda hacer una diferencia en la vida de las personas.

[1] Hay varias propuestas de clasificación de niveles y competencias de alfabetismo (para un breve recuento internacional, ver Letelier, 2008). La IALSS (International Adult Literacy and Skills Survey– Encuesta Internacional de Alfabetización y Habilidades de Adultos) la cual mide alfabetismo, cálculo y habilidades para la resolución de problemas, identifica cinco niveles de manejo. Ver IALLS/Statistics Canada  Ver también el LAMP (Literacy Assessment and Monitoring Programme-Programa de Evaluación y Monitoreo de la Alfabetización) desarrollado por el UIS en base a la IALLS y a la IALS (IALS- International Adult Literacy Survey-Encuesta Internacional de Alfabetización de Adultos).
[2] En Paraguay, el Censo de 2002 definió como analfabeta a la persona de 15 años o más que no ha terminado el segundo grado de la escuela. (Informe de Paraguay para CONFINTEA VI, 2008).

* Texto tomado y adaptado de: Rosa María Torres, «De la alfabetización al aprendizaje a lo largo de toda la vida: Tendencias, temas y desafíos de la educación de personas jóvenes y adultas en América Latina y el Caribe», Informe Regional preparado para la VI Conferencia Internacional sobre Educación de Adultos – CONFINTEA VI (Belém-Pará, Brasil, 4-6 dic. 2009). Ver: CREFAL y UIL 

Este articulo fue publicado originalmente en el blog de la autora:   http://otra-educacion.blogspot.com/2010/12/analfabetismo-y-alfabetizacion-de-que.html

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Próxima estación: Menos desigualdad

Hugo Ñopo

Tan cerca y tan desiguales. Las diferencias que “se ven” en Lima recorriendo el metro.

Las ciudades son desiguales. Acogen hogares de diversas condiciones socioeconómicas y diversas oportunidades de desarrollo. Esto ha sido medido de múltiples  formas desde hace más de un siglo. De hecho, el artículo de Corrado Gini en el que se presentó por primera vez el hoy famoso Coeficiente de Gini para la medida de la desigualdad fue publicado en 1912.

Pero, más allá de las medidas estadísticas, es común escuchar a los ciudadanos comentar que “la desigualdad se ve en las calles”.  En este post quiero adaptar una idea que ya ha sido utilizada por The New Yorker para la ciudad de Nueva York y porJuan Echenique y Sergio Urzúa para Santiago de Chile, quienes usaron la estructura del metro para mostrar desigualdades.  En nuestro caso, transportémonos imaginariamente a Lima, capital del Perú, para hacer un paseo en su metro. Vayamos a la estación Grau (actualmente, la más cercana al centro) y tomemos la Línea 1 con rumbo sur.  Conforme uno pasa las estaciones (Gamarra, Arriola, La Cultura, San Borja Sur… y así, hasta Villa El Salvador) es posible notar muchas diferencias en condiciones socioeconómicas. Aquí podríamos insertar un video y mostrar tales diferencias, pero en su lugar combinemos esto con estadísticas importantes para medir las oportunidades de desarrollo de los futuros ciudadanos: las habilidades lectoras y matemáticas de los estudiantes.

Para cada estación, nos preguntamos: ¿qué porcentaje de estudiantes en las escuelas ubicadas a 1 Km a la redonda tienen niveles satisfactorios de comprensión lectora y matemáticas? Para esto utilizamos la Evaluación Censal de Estudiantes (ECE) del 2012. Estos fueron los resultados:

Como puede notarse, las diferencias son amplias. Mientras hay zonas de Lima en las que casi 70% de los estudiantes de segundo grado de primaria son capaces de comprender lo que leen (San Borja Sur) hay otras en las que menos del 30% lo consigue (Parque Industrial). Y, en el metro, toma solo 20 minutos ir de San Borja Sur a Parque Industrial. ¡Tan cerca y tan desiguales!

Comparar estas cifras de Lima con las nacionales levanta algunas señales adicionales de alerta respecto a lo desigual de la sociedad peruana. Moquegua, Tacna y Arequipa son las tres regiones con mejores desempeños en lectura. En estas tres regiones sureñas entre 50% y 60% de los estudiantes alcanzan el nivel satisfactorio de comprensión lectora. Esto los pone aproximadamente al nivel de los estudiantes de colegios alrededor de la estación La Cultura (dato: si usted quiere ir al Ministerio de Educación en Lima, esta es la estación en la que debe bajar). Pero aquí lo alarmante: en 15 de las 26 regiones del país el porcentaje de estudiantes con niveles satisfactorios de comprensión lectora es inferior al de las escuelas alrededor de Parque Industrial.

En matemáticas, el nivel de comprensión en general es más bajo que en lectura, pero los patrones de desigualdad entre estaciones es similar al que se ve en lectura. Mirando a las regiones, tenemos dos (Moquegua y Tacna) con mejores desempeños que los que se observan en la estación de mejor desempeño de Lima. Por otro lado, son 5 las regiones con desempeños por debajo de los de todas las estaciones de la Línea 1 del metro de Lima.

¿Ha cambiado esta desigualdad en años recientes?

Sí, las diferencias se han profundizado. Aquí dos gráficos mostrando comparaciones de estos resultados entre el 2007 y 2012, uno para comprensión lectora y otro para matemáticas.

Table 3 Spanish

La primera buena noticia que se desprende de ambos gráficos es que los desempeños han mejorado alrededor de todas las estaciones. La parte menos buena de la noticia es que, como puede notarse, las estaciones que ya tenían mejores desempeños en el 2007 son las que muestran más mejoría en el 2012. La desigualdad en desempeños educativos viene aumentando.

El metro, ese espacio de convivencia ciudadana, nos acerca, pero también pone en evidencia lo que nos diferencia. Aún hay un largo trayecto por recorrer para conseguir que todos los estudiantes tengan las mismas oportunidades de aprender y de desarrollarse a lo largo de la vida. Todos deberíamos contribuir a construir el sueño de reducir la desigualdad en nuestras sociedades. ¿Se ha preguntado usted qué puede hacer?

 

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Las matemáticas ¿juego de muñecas?

Maria Soledad Bos y Hugo Ñopo

Piensa en un juego de muñecas ¿te viene a la mente un niño o una niña? Piensa en alguien dedicado a la ingeniería. ¿Te viene a la mente la imagen de un hombre o de una mujer? Ahora piensa en alguien dedicado a la psicología. Misma pregunta, ¿hombre o mujer? Ahora piensa en alguien en una posición gerencial. Luego piensa en su asistente. ¿Y quiénes dirías tienen mejores salarios y condiciones laborales…?
¿Estereotipos de género, tú?

Estos estereotipos no surgen de la nada. Los tenemos porque, nos guste o no, reflejan la realidad (confesamos que a nosotros tampoco nos gustan). En “New Century, Old Disparities” se muestra como en Latinoamérica efectivamente las mujeres, pese a pasar más años en la escuela que los hombres, tienen menores salarios y peores condiciones laborales. En cierta medida esto se explica por la segregación ocupacional (esto es, las mujeres en ciertas ramas de las humanidades, los hombres en las ciencias e ingenierías). Al explorar las posibles causas de estas diferencias de género, encontramos una que nos llama la atención: ¡cuán diferentes son los aprendizajes escolares entre niños y niñas, especialmente en las matemáticas!

Probablemente estás al tanto de que Latinoamérica es una de las regiones del planeta con los peores desempeños escolares. Lo que quizás no sepas es que en matemáticas el desempeño escolar de las niñas es muy inferior al de los niños y que estas brechas de género en el desempeño en matemáticas en nuestra región son de las más altas del mundo. No debería sorprendernos que, si desde jóvenes el dominio de las matemáticas es mucho menor en las niñas, veamos una alta segregación ocupacional en los mercados de trabajo.

Los estereotipos de género también están presentes en las mismas niñas desde edades muy tempranas.  Mientras aún están en la escuela las niñas tienen autopercepciones de lo que ellas mismas son capaces de hacer muy por debajo de las de los hombres. En las últimas pruebas PISA se preguntó a los jóvenes cuál era su percepción sobre sus propias habilidades en matemáticas. Las niñas desproporcionadamente reportaron tener menor perseverancia y menor motivación para aprender matemáticas, creen que no son buenas en esta materia y sienten altos niveles de ansiedad al enfrentarse con ella. Claramente, si ellas mismas no creen que pueden hacerlo, entonces, probablemente no lo lograrán. Al final de cuentas, los resultados acaban siendo una profecía auto-cumplida.

Esto debería importarnos no solo porque es injusto sino también porque es económicamente ineficiente. Al dejar atrás a las niñas, estamos desaprovechando el potencial de la mitad de nuestra población. No estamos para darnos esos lujos.

¿Qué hacer para que jugar a las muñecas y las matemáticas sean más compatibles?

La verdad es que no hay mucha evidencia sobre qué ha probado ser útil para reducir las brechas de género en matemáticas. Lo primero que deberíamos hacer es generar evidencia. ¿Cómo? Probando, experimentando. Lo poco que conocemos nos da algunas luces sobre el tipo de intervenciones que pueden dar los resultados que necesitamos:

1.    Adaptar los procesos de aprendizaje en el aula.

Los procesos de aprendizaje de los niños son distintos a los de las niñas, especialmente en el aprendizaje de matemáticas. Las diferencias de género en paciencia, competitividad o cautela  parecen guardar correlación con las diferencias de género en aprendizajes. Grupos de trabajo de solo niños y solo niñas dentro de los salones de clases han dado algunas luces prometedoras para mejorar los aprendizajes de todos.

2.    “Las palabras conmueven, pero los ejemplos arrastran”.

Probablemente la mejor manera de convencer a una niña de que ella tiene todo el potencial para alcanzar la excelencia en las matemáticas es mostrándole cómo otra niña mayor que ella puede hacerlo. Para esto, programas de mentores para niñas en matemáticas son un camino a seguir.

3.    Extender la paridad de género más allá de las aulas.

Los países con mayor paridad de género en oportunidades políticas y económicas de su población adulta son precisamente los mismos que muestran menores y nulas brechas de género en los aprendizajes de matemáticas. La paridad de género en las aulas refleja paridad de género en otros ámbitos.

4.    ¡Logremos que todos sepan lo que las niñas son capaces de hacer!

Desde los primeros años de primaria los niños y niñas, sus padres y maestros empiezan a hacer asociaciones, implícitas y explícitas, entre el género y las matemáticas. ¡Estas expectativas sobre lo que pueden y deben hacer las niñas deben cambiar!  Campañas masivas de sensibilización a los mismos niños, niñas, maestros y padres sobre el potencial de las niñas también pueden ser útiles.

Un buen primer paso para romper con los estereotipos y conseguir que las niñas aprendan tanta matemática como los niños es cultivar más papas como el de Emma, nuestra colega en la División de Educación del BID. Él no solo creyó que su hija podía jugar con muñecas, sino también desarrollar una pasión por las matemáticas y destacar en ellas. Como nos cuenta Emma, su padre encontró oportunidades de demostrárselo hasta en las cosas más cotidianas. (Video solamente disponible en inglés).

Y tú, ¿tienes alguna idea innovadora que quisieras probar?

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