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Vuelven a las aulas alumnos de la isla de Pascua, Chile

América del sur/Chile/02 Julio 2020/prensa-latina.cu

La isla de Pascua (Rapa Nui) se convirtió en la primera municipalidad de Chile en reiniciar el curso escolar tras más de tres meses sin clases en todo el país por la pandemia de Covid-19.
La víspera se reinició el curso, aunque por ahora solo en la enseñanza media, en ese territorio ubicado en el océano Pacífico a más de tres mil kilómetros del continente, y donde desde hace más de dos meses no se presentaban casos de Covid-19 luego que las autoridades comunales aplicaran estrictas medidas de aislamiento.

Con ese aval, la vuelta a clases fue autorizada por los ministerios de Salud y Educación tras una petición presentada por el alcalde Pedro Edmunds, pero siempre con la aplicación de medidas de seguridad como el mantenimiento de la distancia física y el uso obligatorio de mascarillas por alumnos, maestros y funcionarios.

Al respecto, el ministro de Educación, Raúl Figueroa, señalo que el reinicio del curso escolar en Rapa Nui es una ‘luz de esperanza’ sobre la posibilidad de que en otras zonas del país pueda hacerse lo mismo cuando existan condiciones.

Pero advirtió que por el momento no hay fecha para la vuelta a clases oficialmente debido a la magnitud de la pandemia en el país.

No obstante, según reportes de prensa, el archipiélago de Juan Fernández sería la segunda comuna del país en regresar a la modalidad presencial de educación, pues se ha mantenido libre de casos de Covid-19 durante toda la pandemia.

El alcalde Leopoldo González dijo que gracias al estricto control que se aplica a las personas que llegan a esas islas han podido mantenerse ajenos al nuevo coronavirus, y se prevé que el retorno a las aulas ocurra la próxima semana en la única escuela existente en ese territorio insular.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=378536&SEO=vuelven-a-las-aulas-alumnos-de-la-isla-de-pascua-chile
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La difícil ‘nueva normalidad’ de las escuelas en Inglaterra

Europa/Reino Unido/02 Julio 2020/lavanguardia.com

Tras el intento fallido del Gobierno británico para que los centros abrieran totalmente ya en mayo y junio, los colegios se preparan ahora para septiembre con escollos

La educación importa y con el virus también, aunque las dificultas son grandes. Pensemos en cuerpos y espacios, mentes y dinero. Añadamos ideología.

Hay muchos retos y dilemas en esta “nueva normalidad” educativa interrumpida por la Covid-19 desde todos los puntos de vista: logístico, presupuestario, plan de estudios y la intervención del estado por la educación universal como bien social.

Estamos en una escuela de Primaria, en concreto, grabamos esta videocrónica en la clase de “las arañas” del Sr. Shucker en Holy Trinity CoE Primary School, en Stratford-upon-Avon,

■ Cuerpos y espacios: ¿cómo metemos a los alumnos seleccionados en estas aulas disponibles? Tiene que haber dos metros entre uno y otro. Separamos los pupitres. Se mantiene el modelo doble, presencial y digital o virtual, ¿pero por cuánto tiempo? ¿Usamos mascarillas o no? 8-10 niños por clase: ¿metemos más? Cada niño tiene sus materiales que no puede compartir.

■ Movilidad restringida. Cada grupo en su aula, o “burbuja,” que este colegio llama “reino,” tiene un profesor fijo, que no es necesariamente el ordinario. Los grupos (niños y adultos) no se pueden mezclar. Si uno muestra síntomas de la Covid-19, la burbuja entera se tiene que ir a sus casas por catorce días. La apertura parcial sólo tiene tres cursos de siete y sólo vienen al colegio dos días a la semana. Los restantes asisten a las lecciones virtuales con apoyo de padres por ser menores de edad. Hay niños que no han vuelto al colegio desde marzo.

Nuevas normas de seguridad y prevención en la escuela inglesa.
Nuevas normas de seguridad y prevención en la escuela inglesa. (Fernando Gómez Herrero / FGH)

Me consta que hay tutorías individuales y que el colegio realiza esfuerzos ímprobos con los estudiantes y las familias más vulnerables. ¿Quién planea y coordina estas lecciones? ¿Quién corrige? ¿Cómo se evalúa? ¿Cómo se atiende la transición de un curso a otro en esta situación tan anómala?

La mitad de estudiantes asiste ahora a las clases, pero sólo un par de días a la semana”

Los números totales del colegio son grandes, unos 400 niños, con sus 800 padres, 50 profesores, más la delegación educativa y la ciudad de Stratford con todas sus peculiaridades y exigencias.

Coordinar todo esto es complicado. Con el virus, más. Hay que prestar mucha atención a la logística de las pautas y normativas, sobre todo con los menores de edad.

El colegio nunca cerró. Estuvo abierto desde el comienzo de la Covid para los hijos de los trabajadores llamados cruciales. Éstos forman una burbuja aparte que incluye todos los años lectivos y con profesores flotantes.

Hay rotaciones de profesorado, secretariado, mantenimiento y limpieza. Las entradas y salidas del centro se hacen de forma escalonada.

Mapa del mundo para situar Reino Unido a los niños.
Mapa del mundo para situar Reino Unido a los niños. (Fernando Gómez Herrero / FGH)

Ha habido un primer intento fallido forzado por el gobierno que quiso una apertura total para mayo y junio, cuando la cifra de muertos por el virus era todavía elevada”

Hubo una fuerte presión en la gestión de los colegios para habilitar esta vuelta, que se hizo inviable. Nos veremos en setiembre.

■ Dinero: ¿dónde está? Una década de recortes ha dejado las arcas vacías. ¿Qué hacer si se necesitan suplencias? Me consta que este colegio está coordinando con un hotel cercano para habilitar más espacios. ¿Cómo pagar esto? ¿Cómo hacer si se necesita un sicólogo o dos? ¿Intentamos recuperar el tiempo perdido: ponemos tutores? ¿Se puede compaginar bien la pedagogía presencial y la virtual, y por cuánto tiempo, con niños pequeños? ¿Son los adolescentes mejores?

Me consta que este colegio ha montado plataformas en Facebook, incluso su propio canal televisivo, como extras educativos. ¿Estamos todos felices en Zoom?

■ Planes de estudio. Ya con estos repartos de algunos cursos en las aulas disponibles, ¿cómo mantenemos la calma e impartimos las lecciones? ¿Cómo distribuimos las materias? ¿Cómo hacemos la corrección? ¿La evaluación? De momento, los inspectores no hacen sus inspecciones.

Habrá que abrazar la flexibilidad en todos los órdenes si queremos que esto no sufra, ya que no sabemos cómo se va a comportar el virus en los próximos días, semanas, meses o tal vez años.

Cartel para lavarse las manos en la escuela.
Cartel para lavarse las manos en la escuela. (Fernando Gómez Herrero / FGH)

De momento, hay series de rotaciones de todos los niveles escolares con desigual actividad presencial y digital. ¿Por cuánto tiempo? ¿Cómo cuidamos a los alumnos ausentes? ¿Qué criterios usamos para dar prioridad a qué aspectos sobre otros?

El miércoles es el día de la limpieza a fondo. Hay menor asistencia, sólo los hijos de los trabajadores indispensables”

El sistema educativo del Reino Unido está fuertemente centralizado, si bien las cuatro naciones (Gales, Escocia e Irlanda del Norte) tienen competencias educativas desde la época de Tony Blair.

Hay, por lo tanto, desigualdades y diferencias de todo tipo y ha habido desobediencias del gobierno central, sobre todo en regiones inglesas laboristas, por ejemplo, Liverpool o Manchester.

Si la norma ha sido congruente o no, convincente o no, cambiante, dubitativa o kafkiana, la acompañan muchas excepciones y las hay para todos los gustos.

Fernando Gómez Herrero, lector corresponsal de La Vanguardia, en plena videocrónica.
Fernando Gómez Herrero, lector corresponsal de La Vanguardia, en plena videocrónica. (Fernando Gómez Herrero / FGH)

Y, finalmente, no nos olvidemos del nivel ideológico, que es peliagudo. El periódico The Observer (21 de junio) llama la alarma con la crisis de sanidad mental infantil sin precedentes que viene. Y lanza “un manifiesto para los niños.” Pone ocho exigencias o peticiones, tirando siempre de las arcas estatales:

■ 1/ subvención de todas las guarderías, porque de lo contrario van a la bancarrota;

■ 2/ planes detallados para que la apertura en setiembre sea convincente, después de la pifia de mayo y junio;

■ 3/ que haya campamentos de verano y un buen sistema de tutorías para setiembre, ¿y para unos o para todos?, ¿para ahora o para el curso entrante?;

■ 4/ que haya uno o dos sicólogos por colegio por esta misma crisis de salud mental, infantil y adolescente, que se avecina;

■ 5/ el periódico se atreve a subir a la educación superior y sugiere nada más y nada menos que un recorte de las tasas universitarias;

■ 6/ que haya algo así como un servicio social remunerado para los jóvenes, y apelan al sentido cívico, una especie de formación profesional;

■ 7/ ayudas extras para los niños y las familias más vulnerables;

■ y 8/ instan a un compromiso gubernamental por igual con la educación universitaria y la formación profesional de los jóvenes de 18 años para arriba.

No tocar.
No tocar. (Fernando Gómez Herrero / FGH)

The Observer critica la gestión poco convincente del gobierno y no elogia tampoco a la oposición. Quiere proteger la educación y la formación profesional desde las guarderías hasta los 18-25 años (la educación obligatoria llega a los 16 años y la entrada a la universidad es normalmente a los 18).

¿Vendrá todo este dinero del Estado ahora mismo apretado por la Covid? No olvidemos que el Brexit agrava la situación ya perniciosa”

Es concepción socialdemócrata ver la educación como un bien social de cobertura universal dentro del formato nacional. La primaria y secundaria son gratuitas en el Reino Unido. Y ve esta concepción al Polifemo del Estado como el buen pastor protector y proveedor, también como factor ordenador ineludible.

¿Y si el ojo de Polifemo londinense no lo ve todo? ¿Y si no cumple? ¿Damos contratas? ¿Privatizamos? ¿Qué hará el virus con las desigualdades existentes? ¿Y si la misma idea de bien social en contexto educativo ya no es obvia, y se “americaniza” (por ejemplo, se privatiza)?

La Covid ya desata dilemas ideológicos. Loable esfuerzo por parte de The Observer. No va a ser nada fácil. Nos vemos en setiembre.

Joanne Herrero, directora de la escuela.
Joanne Herrero, directora de la escuela. (Fernando Gómez Herrero / FGH)

El testimonio

Joanne Herrero

Joanne es la directora del colegio Holy Trinity Church of England de Stratford vinculado a la Iglesia homónima relacionada con William Shakespeare.

— “Hola, soy Jo, la directora del colegio. Hemos abierto el colegio desde el principio del confinamiento, incluso durante las vacaciones. Al principio, lo hicimos sólo para los hijos de los trabajadores llamados esenciales (hospitales, bancos, etc.)”.

“Ahora tenemos más niños, tres años escolares, unos 180 niños de un total de 400. Hay grandes dificultades. Tenemos unos 8 por aula y hay unos 60 por año académico. Necesito muchos colegas, sólo para cubrir un año lectivo y son tres años. Y necesitaremos más”.

“Uso el edificio del colegio a tope con sólo tres cursos y los alumnos de aquellos que trabajan en trabajos imprescindibles [estipulados como tal por el gobierno]”.

No tengo el personal suficiente y ha habido todo tipo de presiones en primaria [y secundaria]”

Joanne Herrero ofreciendo su testimonio.
Joanne Herrero ofreciendo su testimonio. (Fernando Gómez Herrero / FGH)

Las normas actuales no nos permiten aceptar a más cursos”

“El edificio simplemente no da para más. Y las normativas cambian todo el tiempo y son diferentes para Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte”.

“Ha habido 41 cambios [en las últimas semanas]. Nos obligan a informar una y otra vez a los padres y a los colegas y hay nerviosismo y confusión a menudo”.

“A pesar de todas estas dificultades, da gusto ver a los niños de vuelta al colegio y confiamos que podamos volver a la normalidad en setiembre, siempre que el nivel de contagio siga a la baja.”

■ A continuación, reproducimos el vídeo del testimonio de Joanne Herrero en versión original en inglés:

Joanne Herrero

El Daily Telegraph, periódico volcado con Boris Johnson, anuncia en portada el relajamiento del distanciamiento social en los colegios, la creación de burbujas más grandes… Quedan otras muchas cuestiones pendientes.

Nuevas normas de seguridad y prevención en la escuela inglesa.
Nuevas normas de seguridad y prevención en la escuela inglesa. (Fernando Gómez Herrero / FGH)

El ministro de educación, Gavin Williamson, al que se le conoce el gusto truculento de la “tarántula en la oficina” suena en la posible remodelación del gobierno para después del verano.

Videocrónica

Nueva Normalidad Escuela Inglesa
Fuente e imagen tomadas de: https://www.lavanguardia.com/participacion/lectores-corresponsales/20200628/481985117394/analisis-testomonios-nueva-normalidad-apertura-escuela-inglaterra-setiembre-covid-19.html
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Volvieron a clases ocho de cada 10 niños franceses, afirma ministro

Europa/Francia/02 Julio 2020/prensa-latina.cu

El regreso obligatorio a clases en Francia para la enseñanza primaria y secundaria llevó a las aulas a ocho de cada 10 niños, aseguró hoy el ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, quien consideró elevadas las ausencias.
De acuerdo con el funcionario, que un 20 por ciento de los alumnos no esté de vuelta es mucho, aunque la llegada del verano resulta un factor a tener en cuenta, además del impacto de la Covid-19.

En tiempos normales, en junio del año pasado y de 2018, no tuvimos el ciento por ciento de asistencia a clases, porque a fin de mes algunos parten de vacaciones, dijo Blanquer a la cadena de radio RTL.

Como parte de una nueva etapa del desconfinamiento que comenzó el 11 de mayo, el gobierno estableció la reincorporación obligatoria el 22 de junio para los círculos infantiles, las escuelas primarias y los colegios (secundaria).

La medida no fue bien recibida en amplios sectores de la sociedad, incluyendo muchos padres, al considerar que el coronavirus SARS-CoV-2 sigue circulando y que el retorno a las aulas solo sería por dos semanas, ante las vacaciones.

Blanquer insistió en que el regreso a clases resulta ‘fundamental y esencial’, en medio del esfuerzo por el retorno paulatino a la vida social, tras dos meses de confinamiento.

Según el titular, genera placer la presencia de los niños con su alegría en las escuelas y colegios.

Asimismo, manifestó sus expectativas de que en septiembre inicie el nuevo curso en condiciones normales.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=378173&SEO=volvieron-a-clases-ocho-de-cada-10-ninos-franceses-afirma-ministro
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El futuro incierto de los comedores escolares en la era del coronavirus

Por: Ana Camarero

Más allá de asegurar que los niños y niñas reciben una alimentación correcta y saludable, tiene que ofrecer un espacio educativo, protector y de bienestar

Hace algunos meses, caminar al lado de un colegio a la hora de la comida despertaba algunos de nuestros sentidos. El olfato recibía los aromas que se escapaban de sus cocinas y podíamos descubrir que las lentejas eran las protagonistas del plato del día e incluso el gusto parecía saborearlas. El oído escuchaba el “guirigay” de las voces agudas y festivas de niños y niñas de distintas edades, procedencia social, cultural y económica, que provenían de sus comedores. Y nuestros ojos, se distraían viendo el trasiego de los estudiantes dentro de las instalaciones. Todas estas experiencias dejaron de producirse el 14 de marzo con el cierre de los colegios por el coronavirus.

En España, según datos del Ministerio de Educación y Formación Profesional, en el curso 2018-2019 (últimos datos disponibles), 2.220.177 estudiantes acudieron a los comedores escolares, de los cuales el 88,6% correspondía a alumnos de Infantil y Primaria. En la prestación de este servicio hay importantes diferencias entre comunidades autónomas, siendo País Vasco, Madrid, La Rioja, Andalucía, Cantabria, Navarra, Asturias, Galicia, Baleares y Castilla y León, las que tienen un mayor número de comedores escolares. Estos espacios desempeñan, entre otros, una función nutricional y educativa importante, contribuyen en la adquisición de hábitos alimentarios y son marco de socialización y convivencia.

La directora de Educo España, Macarena Céspedes, explica que “el comedor escolar es un instrumento para garantizar la equidad educativa. Eso quiere decir que, más allá de asegurar que los niños y niñas reciben una alimentación correcta y saludable, tiene que ofrecer un espacio educativo, protector y de bienestar para los niños y niñas”. Macarena Céspedes también habla de otros elementos que los denominados “espacios no formales” procuran a los niños y niñas de las distintas etapas educativas que acuden a ellos. Entre otras cosas, “que puedan participar en las actividades educativas que se hacen durante esa franja horaria, que puedan aprender sobre educación nutricional, que tengan un espacio en el que desarrollar sus habilidades sociales, que puedan relacionarse con otros compañeros o que se establezcan vínculos más fuertes entre las familias y la escuela, entre otros”.

Antes de la crisis de salud provocada por el coronavirus, el 6,5% de la población menor de 18 años estaba en situación de pobreza infantil en España con privación material severa, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). En este concepto, uno de los puntos que se incluye es que “no puede permitirse una comida de carne, pollo o pescado al menos cada dos días”. Nacho Guadix, responsable de Educación de UNICEF España, declara que, en nuestro país, aunque todavía no se conoce el impacto que ha podido tener la clausura de los comedores escolares en este curso escolar por el coronavirus, sí se han observado “algunas consecuencias, como la pérdida de hábitos y la sustitución por menús no saludables”. Además, Nacho Guadix manifiesta que, “en España, “la principal contribución energética de la dieta es la comida del mediodía, que tiene lugar en el comedor escolar”.

Desde las organizaciones son conscientes de que una posible “no apertura” de los comedores escolares de los colegios podría afectar a los niños y niñas más vulnerables cuyas familias están pasando serias dificultades económicas y no pueden afrontar los gastos de alimentación y manutención. En ese sentido, la directora de Educo España apunta que “en el comedor escolar se les asegura una comida saludable y completa al día. Si no pueden acudir al comedor escolar, esa comida ya no está asegurada”. Además, continúa Macarena Céspedes, “el comedor escolar es un espacio seguro, donde niñas y niños están protegidos, aprenden, se relacionan y acceden a actividades extraescolares. Si no hay comedor esto también desaparece y muchos niños y niñas se verán abocados a quedarse en casa, probablemente solos, mientras sus padres y madres trabajan”.

Hoy en día, las previsiones sobre qué pasará con el servicio de comedores son una incógnita. Antonio Llorens Tubau, presidente patronal Food Service España y presidente de Serunion, señala que “hay una gran incertidumbre sobre cómo y cuándo se iniciará la actividad en los comedores escolares de todo el país, ya que todo está pendiente de la evolución de la pandemia y de las normativas que se establezcan de cara al próximo mes de septiembre. Nuestra estimación actual es que los comensales podrían bajar entre un 30% a un 50%, unos porcentajes verdaderamente preocupantes para nosotros”. Desde la patronal se dice que la posibilidad de que el próximo curso no hubiera servicios de comedor en los colegios “sería catastrófico para todo el sector de Restauración Colectiva y para la conciliación de las familias”. Por ello, apunta Antonio Llorens Tubau, “no contemplamos esa posibilidad. Confiamos en la responsabilidad de todos/as para contener la pandemia, a la espera de una vacuna y/o tratamiento adecuado, lo que de buen seguro ayudará a retomar poco a poco la normalidad y volveremos a tener a niños y niñas alimentándose durante la semana en los comedores escolares; eso sí, en unas circunstancias distintas para garantizar al máximo su salud y seguridad”.

Unicef España realiza algunas recomendaciones específicas ante la posible apertura de los comedores escolares de los centros educativos:

  • Los centros educativos deben poder garantizar la higiene y seguridad en la preparación de los alimentos y/o en su distribución al alumnado y personal del centro.
  • Todas las personas que manipulan o sirven alimentos para el consumo en el centro deben lavarse las manos con frecuencia, usar equipos de protección adecuados y conocer las normas de manipulación de alimentos.
  • Los utensilios de cocina, los platos, los vasos y los cubiertos deben ser desinfectados regularmente y su almacenamiento y distribución debe planificarse de manera que haya la mínima manipulación posible
  • Los horarios de las comidas tienen que escalonarse para evitar las aglomeraciones. Hay que dejar tiempo entre los distintos turnos para limpiar y desinfectar.

Ante la necesidad de que los colegios tengan que volver, durante el próximo curso, a cerrar sus puertas, Macarena Céspedes añade que habría que tener en cuenta otras medidas extraordinarias, “como el funcionamiento de los comedores para elaboración y reparto de la comida a los alumnos de forma segura”.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2020/06/21/mamas_papas/1592723101_514437.html

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Confinarse en el bosque para evadir el coronavirus

Reseñas/África/25 Junio 2020/elpais.com

En las fronteras del sudoeste de la República Centroafricana, la covid-19 es una realidad distante. Allí, los indígenas bayaka se sienten protegidos por los genios de sus selvas ancestrales

    • Un curandero pigmeo tradicional, ganga en el idioma bayaka, realiza una ceremonia de curación en la selva tropical para mostrar a los jóvenes cómo funciona, en Bayanga, el 13 de marzo de 2020. Desde el comienzo de la pandemia de covid-19, las autoridades del parque Dzanga-Sangha han estado empujando a los pigmeos a los bosques. No obstante, aquí, en las fronteras del sudoeste de la República Centroafricana, el coronavirus sigue siendo una realidad distante.
      1Un curandero pigmeo tradicional, ganga en el idioma bayaka, realiza una ceremonia de curación en la selva tropical para mostrar a los jóvenes cómo funciona, en Bayanga, el 13 de marzo de 2020. Desde el comienzo de la pandemia de covid-19, las autoridades del parque Dzanga-Sangha han estado empujando a los pigmeos a los bosques. No obstante, aquí, en las fronteras del sudoeste de la República Centroafricana, el coronavirus sigue siendo una realidad distante. FLORENT VERGNES AFP
    • El ganga sopla en plena ceremonia de curación, en Bayanga. Esta comunidad cree que los genios del bosque les protegen. ¿Y en quién confiar, sino en los genios, en un país con infraestructuras sanitarias casi inexistentes y cuando la gran mayoría de los pigmeos son, en cualquier caso, demasiado pobres para consultar a un médico?
      2 El ganga sopla en plena ceremonia de curación, en Bayanga. Esta comunidad cree que los genios del bosque les protegen. ¿Y en quién confiar, sino en los genios, en un país con infraestructuras sanitarias casi inexistentes y cuando la gran mayoría de los pigmeos son, en cualquier caso, demasiado pobres para consultar a un médico? FLORENT VERGNES AFP
    • Por el momento, el virus aún no ha llegado a la reserva protegida de Dzanga Sangha, un santuario vinculado al resto del mundo por un camino estrecho, inaccesible después de la primera lluvia. Este aislamiento constituye hoy la mejor defensa para los pigmeos bayaka, considerados parias en un país ya clasificado entre los más pobres del mundo. Otro momento de la ceremonia pigmea de sanación.
      3 Por el momento, el virus aún no ha llegado a la reserva protegida de Dzanga Sangha, un santuario vinculado al resto del mundo por un camino estrecho, inaccesible después de la primera lluvia. Este aislamiento constituye hoy la mejor defensa para los pigmeos bayaka, considerados parias en un país ya clasificado entre los más pobres del mundo. Otro momento de la ceremonia pigmea de sanación. FLORENT VERGNES AFP
    • Mientras la epidemia se acelera en la República Centroafricana con, oficialmente, más de 3.000 casos detectados pero solo 37 muertes a finales de junio, los bayaka de Dzanga Sangha pasarán su confinamiento en el bosque para evitar el contagio. "Se les pidió que fueran a vivir a sus campamentos de caza durante tres meses", explica Luis Arranz, a cargo del parque nacional para el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). "Cada semana, dejaremos de lado la yuca y los medicamentos. Deben permanecer aislados. Esta es nuestra única solución", agrega el jefe de la ONG internacional.
      4 Mientras la epidemia se acelera en la República Centroafricana con, oficialmente, más de 3.000 casos detectados pero solo 37 muertes a finales de junio, los bayaka de Dzanga Sangha pasarán su confinamiento en el bosque para evitar el contagio. «Se les pidió que fueran a vivir a sus campamentos de caza durante tres meses», explica Luis Arranz, a cargo del parque nacional para el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). «Cada semana, dejaremos de lado la yuca y los medicamentos. Deben permanecer aislados. Esta es nuestra única solución», agrega el jefe de la ONG internacional. FLORENT VERGNES AFP
    • Dos jóvenes bayaka posan para una foto mientras arman su campamento en el bosque de bayanga. La forma de vida de estas poblaciones seminómadas, potencialmente vulnerables a las enfermedades desconocidas en estas regiones, hace que el miedo sea peor en caso de contagio. "La gente continúa compartiendo cigarrillos, café y una cabaña para cinco o diez personas", se preocupa Yvon Martial Amolet, representante de la ONG Maison de l'Enfant et de la Femme pygmées, con sede en Bayanga, el pueblo principal. Según este abogado, nativo de la región, la esperanza de vida de los pigmeos bayaka es de alrededor de 35 años para los hombres y 38 para las mujeres.
      5 Dos jóvenes bayaka posan para una foto mientras arman su campamento en el bosque de bayanga. La forma de vida de estas poblaciones seminómadas, potencialmente vulnerables a las enfermedades desconocidas en estas regiones, hace que el miedo sea peor en caso de contagio. «La gente continúa compartiendo cigarrillos, café y una cabaña para cinco o diez personas», se preocupa Yvon Martial Amolet, representante de la ONG Maison de l’Enfant et de la Femme pygmées, con sede en Bayanga, el pueblo principal. Según este abogado, nativo de la región, la esperanza de vida de los pigmeos bayaka es de alrededor de 35 años para los hombres y 38 para las mujeres. FLORENT VERGNES AFP
    • Un grupo de jóvenes se adentra en el bosque donde se ha refugiado su comunidad. "La tasa de mortalidad infantil es muy alta entre los bayaka. Es probable que quienes sobrevivan resistan mejor a un virus, pero no tenemos datos sobre una posible vulnerabilidad o inmunidad natural a enfermedades importadas", subraya la doctora Emilia Bylicka, que pasó cuatro años cuidando pigmeos en el suroeste del país. "El problema es que abandonan el tratamiento muy rápidamente. Es imposible hacer que tomen un medicamento por más de unos pocos días", se preocupa.
      6 Un grupo de jóvenes se adentra en el bosque donde se ha refugiado su comunidad. «La tasa de mortalidad infantil es muy alta entre los bayaka. Es probable que quienes sobrevivan resistan mejor a un virus, pero no tenemos datos sobre una posible vulnerabilidad o inmunidad natural a enfermedades importadas», subraya la doctora Emilia Bylicka, que pasó cuatro años cuidando pigmeos en el suroeste del país. «El problema es que abandonan el tratamiento muy rápidamente. Es imposible hacer que tomen un medicamento por más de unos pocos días», se preocupa. FLORENT VERGNES AFP
    • "Los pigmeos confían en los remedios tradicionales", recuerda Yvon Amolet. "Al principio, explica, dijeron que el coronavirus era una 'enfermedad blanca". Luego dijeron que la enfermedad había llegado a castigar al bilo". Los "bilo", en idioma bayaka, son poblaciones bantúes que viven junto a los pigmeos y los explotan de una manera que a menudo se asemeja a la esclavitud moderna. En los pueblos alrededor de Bayanga, las casas de barro que bordean el camino pertenecen a los bilos. Los pigmeos a menudo ocupan pequeñas chozas en los patios traseros de sus empleadores.
      7 «Los pigmeos confían en los remedios tradicionales», recuerda Yvon Amolet. «Al principio, explica, dijeron que el coronavirus era una ‘enfermedad blanca». Luego dijeron que la enfermedad había llegado a castigar al bilo». Los «bilo», en idioma bayaka, son poblaciones bantúes que viven junto a los pigmeos y los explotan de una manera que a menudo se asemeja a la esclavitud moderna. En los pueblos alrededor de Bayanga, las casas de barro que bordean el camino pertenecen a los bilos. Los pigmeos a menudo ocupan pequeñas chozas en los patios traseros de sus empleadores. FLORENT VERGNES AFP
    • Henriette Memba, recolectora de remedios tradicionales bayaka, se adentra en el bosque para buscar plantas medicinales. El bosque ya no es suficiente para garantizar la subsistencia de los bayaka. "Los bilos dan un poco de sal o un cigarrillo, por un día de trabajo en el campo o en el monte", critica Didier, un cocinero bayaka. La violencia y la agresión sexual son comunes. "¡Todo bayaka tiene estos problemas!", lamenta otro anciano.
      8 Henriette Memba, recolectora de remedios tradicionales bayaka, se adentra en el bosque para buscar plantas medicinales. El bosque ya no es suficiente para garantizar la subsistencia de los bayaka. «Los bilos dan un poco de sal o un cigarrillo, por un día de trabajo en el campo o en el monte», critica Didier, un cocinero bayaka. La violencia y la agresión sexual son comunes. «¡Todo bayaka tiene estos problemas!», lamenta otro anciano. FLORENT VERGNES AFP
    • Una recolectora bayaka muestra unas bayas recogidas en el bosque con propiedades medicinales. Algunos bilos no dudaron en difundir rumores salvajes para evitar la partida de sus empleados. "Le dijeron a los bayaka que si se iban al bosque, los mataríamos", asegura Yvon Amolet. Pero gendarmes, subprefectos, alcaldes, pastores... Toda la población se asoció para convencer a los pigmeos de que lo mejor era refugiarse lejos de las aglomeraciones. "Una vez en el bosque, los pigmeos seguirán vendiendo sus productos, pero con un intermediario comunitario para evitar el contacto directo. La idea es que no vengan al mercado", explica Yvon Amolet. Algunos bayaka sedentarios, que ya no saben cómo vivir en el bosque, fueron los más difíciles de convencer. Pero la ayuda proporcionada por las autoridades del parque, mayor que el valor de su salario cuando trabajan para los aldeanos, finalmente les hizo decidirse.
      9 Una recolectora bayaka muestra unas bayas recogidas en el bosque con propiedades medicinales. Algunos bilos no dudaron en difundir rumores salvajes para evitar la partida de sus empleados. «Le dijeron a los bayaka que si se iban al bosque, los mataríamos», asegura Yvon Amolet. Pero gendarmes, subprefectos, alcaldes, pastores… Toda la población se asoció para convencer a los pigmeos de que lo mejor era refugiarse lejos de las aglomeraciones. «Una vez en el bosque, los pigmeos seguirán vendiendo sus productos, pero con un intermediario comunitario para evitar el contacto directo. La idea es que no vengan al mercado», explica Yvon Amolet. Algunos bayaka sedentarios, que ya no saben cómo vivir en el bosque, fueron los más difíciles de convencer. Pero la ayuda proporcionada por las autoridades del parque, mayor que el valor de su salario cuando trabajan para los aldeanos, finalmente les hizo decidirse. FLORENT VERGNES AFP
  • Sin embargo, se esperan otras dificultades, según Yvon Amolet: "Cuando los bayaka van al bosque, es cuando la gente aprovecha para ofrecerles participar en caza furtiva. Algunos cazadores les agreden", se preocupa. Sobre todo porque la caza ilegal podría intensificarse en caso de agravamiento de la epidemia, según Luis Arranz, quien ya debe garantizar la preservación del parque con medios reducidos. "Por el momento, la situación no ha cambiado. Pero si llega el virus, aumentará la caza furtiva, se aprovecharán de ellos", dice. En la imagen, Henriette Memba se adentra en el bosque.
    10 Sin embargo, se esperan otras dificultades, según Yvon Amolet: «Cuando los bayaka van al bosque, es cuando la gente aprovecha para ofrecerles participar en caza furtiva. Algunos cazadores les agreden», se preocupa. Sobre todo porque la caza ilegal podría intensificarse en caso de agravamiento de la epidemia, según Luis Arranz, quien ya debe garantizar la preservación del parque con medios reducidos. «Por el momento, la situación no ha cambiado. Pero si llega el virus, aumentará la caza furtiva, se aprovecharán de ellos», dice. En la imagen, Henriette Memba se adentra en el bosque. FLORENT VERGNES AFP

    Fuente e image tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/06/04/album/1591290772_617882.html#foto_gal_10

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Sierra Leona: Lecciones a un mundo asustado del hombre que doblegó la malaria

África/Sierra Leona/25 Junio 2020/elpais.com

El impacto de la covid-19 puede duplicar las muertes por paludismo en África subsahariana. Pero hay un médico sierraleonés que sabe cómo evitarlo

Las conclusiones de quienes más saben de malaria o paludismo son unánimes y claras: la humanidad ha logrado un inmenso avance en la lucha contra la enfermedad en las últimas décadas, pero ahora es más importante que nunca no flaquear. El progreso se refleja en los números: en 2018 se contagiaron 228 millones de personas y murieron otras 360.000 de este mal, provocado por un parásito que se transmite por la picadura de un mosquito. Aunque parecen —son— muchas víctimas, se trata de la cifra más baja registrada en los últimos 20 años. Desde el principio del siglo XXI ha muerto un 60% menos de afectados, según el último Informe Mundial de la Malaria elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este progreso solo se había visto mancillado por ligeros repuntes en los últimos tres años que advertían del peligro de bajar la guardia.

En semejante escenario, el virus de la covid-19 se expande por el planeta y provoca una crisis mundial en múltiples aspectos, y uno de ellos es, precisamente, en los esfuerzos por prevenir y curar el paludismo. La OMS calcula que, de interrumpirse ahora el trabajo, las muertes pueden doblarse, es decir, podemos acabar 2020 con 768.000 fallecidos. De hecho, los últimos resultados de una encuesta realizada por el Fondo Mundial contra la malaria, la tuberculosis y el VIH apuntan a que se está siguiendo un mal camino: en 106 países, sobre todo africanos, se están produciendo interrupciones en la prestación de servicios de prevención y tratamiento de las tres enfermedades. En el caso del paludismo, las disrupciones afectan al 73% de los programas revisados. Al mismo tiempo, el Fondo también ha avisado de que la financiación de los donantes se reduce año tras año.

Hay que actuar y hay que hacerlo ya. Desde el inicio del confinamiento, el mundo de la epidemiología se puso a buscar soluciones para mantener todas las actividades y recursos destinados a combatir la malaria a pesar de los estragos del nuevo coronavirus. En esta tormenta de ideas, destaca un nombre: el doctor Samuel Juana Smith.

El doctor Smith comparece ante un grupo de invitados en una conferencia virtual organizada por la Red Africana de Medios e Investigación de Malaria (AMMREN) y RBM Partnership, una plataforma de 500 socios, desde empresarios hasta organismos públicos con el mismo objetivo de acabar con esta enfermedad en el mundo.

Smith es jefe de Centro de Control y Prevención de Enfermedades del Ministerio de Sanidad de Sierra Leona, un país de África occidental que se cuenta entre los más pobres del planeta y que se ha enfrentado a tremendos retos en las últimas décadas. Los más graves, la guerra civil entre 1991 y 2002 y el brote de ébola en la región en 2014 que solo aquí dejó 4.000 muertos. Además, es uno de los lugares favoritos del mosquito Anopheles, cuya hembra es la transmisora de la enfermedad: Sierra leona es uno de los siete Estados de África subsahariana donde más de un cuarto de la población está infectada y donde la malaria provoca cuatro de cada diez consultas hospitalarias.

Quizá porque ya saben manejarse en contextos de crisis, también es el país de África occidental que ha logrado el mayor retroceso del paludismo en los últimos tiempos: con 7,5 millones de habitantes, en 2010 registraron 8.188 decesos, y en 2018 habían bajado a 1.949. Buena parte de este logro es responsabilidad del doctor Smith, quien antes de ocupar su actual cargo fue responsable del Programa Nacional de Control de la Malaria. «Durante la epidemia de ébola, fue el primero en decir que también había que hacer algo con el paludismo, o todos morirían por una u otra causa. Y así, diseñó una estrategia muy cuidadosa para garantizar que los medicamentos y mosquiteras pudieran distribuirse de manera segura a la población», dice de él Melanie Renshaw, co-presidenta de RBM Partnership.

La idea de la cita es explicar, desde su punto de vista, cómo puede hacer el mundo ahora para no perder posiciones en la lucha contra el paludismo y para que los países más afectados continúen con sus campañas de distribución de mosquiteras, de fumigación de hogares y de profilaxis para mujeres embarazadas y niños, los más vulnerables. «Tiene que ser ya, cuando todavía existe una ventana de oportunidad crucial antes de la temporada de lluvias en África y partes de Asia», advierte el doctor.

Una de las claves del éxito ha sido el trabajo conjunto de Gobierno, organizaciones, científicos, médicos y de la sociedad, pero sobre todo, la buena compenetración entre organizaciones públicas y privadas. «Intentamos mejorar la atención hospitalaria y dotar de más médicos a los servicios sanitarios, y ahora estamos viendo un aumento en el uso de nuestras instalaciones sanitarias», afirma. Antes de la covid-19, se establecieron acuerdos con 36 centros de salud de todo el país para apoyar la implementación de servicios preventivos y curativos. Se les proporcionaron medicamentos, materiales de diagnóstico, herramientas de recopilación de datos, asesoramiento… Luego, los médicos de esos ambulatorios enviaban información de sus casos de paludismo a través de un sistema informático que los acababa recopilando e integrando en la base de datos nacional.

En las mejoras de los centros se tuvo en cuenta la formación de enfermeros y enfermeras a nivel comunitario. Sin acceso a los servicios de salud, los niños corren el riesgo de morir de enfermedades prevenibles tan comunes como la neumonía y la diarrea, y también de malaria. El papel de estos trabajadores sanitarios es tan esencial que el Gobierno de Sierra Leona los reconoció como parte del sistema de atención primaria del país y lanzó una política nacional en febrero de 2017 para ampliar el alcance de su trabajo y darles acceso a capacitación y a un sueldo mensual. Sierra Leona ha estado implementando esta política con ayuda de Unicef, que equipó a 15.000 trabajadores comunitarios y supervisores como recursos para desempeñar sus funciones, incluyendo materiales de formación, ayudantes de trabajo y herramientas, ropa de lluvia, antorchas, camisetas, mochilas y temporizadores de infecciones respiratorias agudas.

También se ha dotado a las farmacias de equipos para hacer pruebas rápidas de malaria con el fin de evitar que los ciudadanos se automediquen en cuanto sientan fiebre, aún sin tener un diagnóstico.

Asimismo se reparten mosquiteras de forma masiva en todos los hogares, ya que estas son la herramienta más eficaz para reducir el riesgo de transmisión hasta en un 50% y la mortalidad infantil en un 25%. Se hizo durante el ébola y se ha hecho ahora. La última campaña de reparto, de hecho, se ha realizado en plena pandemia: el pasado 22 de mayo se inició la distribución de 4,6 millones de mosquiteras tratadas con insecticidas en los 14 distritos del país. «Cuando la pandemia llegó a Sierra Leona ya habíamos diseñado la campaña y tuvimos que volver atrás y repensarla teniendo en cuenta la covid-19», explica Smith. «Revisamos la estrategia a seguir para proteger tanto a nuestros beneficiarios como a los sanitarios que las distribuían considerando nuevos aspectos como la distancia social y el uso de mascarillas». En 2018, un 60% de los hogares sierraleoneses contaba con al menos una mosquitera, según Unicef. Una década antes, esta medida de protección solo llegaba a un cuarto de la población.

Sierra Leona, además, incorporó a su estrategia nacional en 2010 la llamada Terapia Preventiva Intermitente en Infantes (IPTp, por sus siglas en inglés) siguiendo la recomendación de la OMS. La intervención exige la administración de una dosis completa de un medicamento combinado para tratar la malaria a base de sulfadoxina y pirimetamina en los lactantes dentro de su calendario de vacunación. De igual manera, esta terapia se administra a mujeres embarazadas durante las visitas de atención prenatal, pues es una forma efectiva de reducir la anemia materna y el bajo peso al nacer. Según Unicef, en 2019 casi un tercio de las embarazadas recibió al menos tres dosis de IPTp durante su última gestación, una cifra superior a la media de África.

Difundir información veraz es otra de las herramientas que no se pueden perder de vista, especialmente a la hora de que los ciudadanos sepan tanto identificar los síntomas de la malaria como lo importante que es acudir al hospital para hacerse pruebas lo antes posible. «La malaria y la covid-19 tienen síntomas muy parecidos, como fiebre, debilidad y dolores de cabeza y musculares», avisa Smith. Pero también tienen importantes diferencias, pues la malaria no se contagia entre personas y el nuevo coronavirus sí. «Después del diagnóstico, es fundamental advertir a familiares, vecinos o personas que vivan cerca de nosotros». Igualmente, la distribución de mosquiteras no sirve de nada si no se sensibiliza sobre su uso. «Dormir bajo una mosquitera es la mejor herramienta en cuanto a coste y efectividad».

Fuente e imagen tomadas: https://elpais.com/elpais/2020/06/17/planeta_futuro/1592389810_004903.html

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Unicef alerta sobre efecto de Covid-19 en población infantil de India

Asia/India/25 Junio 2020/prensa-latina.cu

La representante de Unicef Yasmin Ali Haque dijo en un reporte difundido hoy que la Covid-19 impide las oportunidades de desarrollo y aprendizaje, y el derecho a sobrevivir y prosperar de millones de niños en la India.
Las familias más vulnerables necesitan planes de protección social que les ayuden a acceder a la atención de salud, la escolarización de los niños y pagar la nutrición y otros servicios esenciales. Desde marzo pasado, la pérdida masiva de empleos e ingresos provoca más dificultades a las familias más pobres, se reflejó hoy en el periódico The Statesman.

La masiva migración inversa de las ciudades al campo, como resultado de la pérdida de 118 millones de puestos de trabajo y las dificultades económicas derivadas de la pandemia y las medidas de contención, causó dificultades extremas a millones de personas, agregó el informe de Unicef.

El cierre de escuelas afectó a 247 millones de niños de la enseñanza primaria y secundaria y a 28 millones de infantes de la enseñanza preescolar en la India. Esto se sumó a los más de seis millones de menores que estaban fuera de la escuela antes de la crisis de la Covid-19.

El gobierno contrató múltiples vías para la continuidad de la educación, incluidos portales web, aplicaciones móviles, canales de televisión y radio y se hacen esfuerzos para proporcionar libros de texto a los niños que asisten a la escuela en sus hogares, incluso en zonas remotas del país.

También, el Consejo Nacional de Investigación y Capacitación Educativa preparó un calendario académico alternativo hasta duodécimo grado para orientar el aprendizaje en el hogar.

Pero los datos disponibles indican que sólo una cuarta parte de los hogares de la India tiene acceso a internet y hay una gran brecha entre zonas rurales y urbanas y entre los géneros.

En tanto, el aumento de las dificultades económicas amenaza con incrementar el matrimonio infantil, el trabajo infantil, la violencia doméstica y de género, y el empobrecimiento.

Los niños de la calle enfrentan mayores riesgos de trata y de abuso y explotación sexuales.

La experiencia de anteriores emergencias sanitarias muestra que los menores corren más riesgos de explotación, violencia y abuso cuando se cierran las escuelas, se interrumpen los servicios sociales y se restringe la circulación.

En India unos 20 millones de niños menores de cinco años sufren de emaciación y más de 40 millones están crónicamente desnutridos. Más de la mitad de las mujeres indias de 15 a 49 años de edad están anémicas.

Un estudio que publicó la revista Lancet Global Health Journal señaló que la reducción de la cobertura de los servicios de salud, la interrupción de las actividades de inmunización y el aumento de la emaciación infantil causarán en los próximos seis meses la muerte de 300 mil niños en la India.

Fuente e imagen tomadas de: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=376471&SEO=unicef-alerta-sobre-efecto-de-covid-19-en-poblacion-infantil-de-india
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