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El camino obligatorio y permanente del teletrabajo

Por: Claudio Rama. 

En medio de la pandemia, tarde lamentablemente, se ha planteado el teletrabajo como uno de los mecanismos para construir un equilibrio viable entre la necesaria protección de la salud a través de la cuarentena y el distanciamiento social por un lado, y la protección de la calidad de vida a través del empleo y el funcionamiento de la economía por el otro.

Pero el teletrabajo debe ser visto de forma diferenciada y con un enfoque más amplio y de largo plazo. No es una modalidad flexible que atenta contra el empleo, ni una solución paliativa en el contexto de la crisis actual, ni mucho menos una forma precaria de trabajo, sino como uno de los ejes de los nuevos escenarios laborales que están instalándose en el mundo en el mediano y largo plazo de la mano de las tecnologías digitales y de las nuevas oportunidades de especialización, diferenciación y flexibilización. Es en este sentido un sendero que Uruguay debe recorrer y que debe aprovechar la circunstancia actual en la cual una parte importante del empleo tradicional se está pasando a modalidades de teletrabajo para comenzar a consolidarlo con políticas y acciones sociales acordes para los tiempos futuros. No debe ser sólo una respuesta desordenada, rápida y coyuntural al coronavirus y la necesidad de superar los riesgos de una parálisis económica total, como algunos han planteado equivocadamente. Es claro que muchas organizaciones tanto públicas como privadas están realizando transformaciones rápidas para ajustarse a esos escenarios, pero debe considerarse como una de las formas estructurales del mercado de trabajo para muchas líneas de producción y servicios que es necesario impulsar.

Es parte de la nueva economía digital basada en el mayor uso del conocimiento, que requiere recursos humanos profesionales más capacitados y marcos jurídicos de estabilidad, y que no sólo permitirán mayores oportunidades de exportar servicios, mayor calidad de vida a sus participantes, menos contaminación en las ciudades y más oportunidades a la sociedad.

El teletrabajo es una derivación del impacto arrollador de las tecnologías en el mundo del empleo como nos revela el reciente informe “La naturaleza cambiante del trabajo” del Banco Mundial. Es una oportunidad de trabajo que brinda la innovación y las tecnologías digitales, y es también resultado de la conformación de amplias plataformas digitales globales que viabilizan estas nuevas formas de trabajo en red. Es sin duda además una derivación de la nueva sociedad de acceso con un decreciente costo de internet y los equipos informáticos y una oportunidad en un mundo global de ofertar servicios más allá de las fronteras nacionales, y que los jóvenes y no tan jóvenes profesionales continúen emigrando.

Es también una derivación de las nuevas realidades de largos tiempos ociosos en el tránsito en las atiborradas ciudades, y especialmente en Montevideo cuya compleja estructura urbana sigue llevando a la población hacia el este con crecientes tiempos perdidos de transporte y de vida. También en Uruguay es imprescindible para crear oportunidad de trabajo en el interior del país que siempre tiene menos oportunidades y sufre el drenaje de recursos humanos.

No se puede pensar con el mismo paradigma que el trabajo a domicilio que se expandió hace 500 años antes de las manufacturas en el temprano capitalismo huyendo de los gremios de entonces, ni mucho menos como una expresión de lógicas de empleo precarias e informales basadas en ventajas por las diferencias de estructuras de costos y de prestaciones sociales.

La telemedicina, el teletrabajo, la teleeducación, las telecompras, el trabajo mediado por plataformas o la economía colaborativa y las miles de miles de formas de trabajo en red desde las casas, oficinas, cafés o coworking, no son formas precarias de empleo, sino nuevas formas del empleo modernas que se están expandiendo en el mundo presente y futuro, expandidas al límite gracias a tecnologías digitales, conectividad, software de trabajos profesionales y costos de traslado. Es un amplio mundo de trabajo más calificado, que no requiere fuerza bruta sino habilidades cognitivas e informáticas y que remunera al conocimiento y las competencias por encima de otras variables laborales. La mayor parte de esos empleos son de alta formación y de elevada productividad.

Al tiempo que se produce un avance de la inteligencia artificial y la automatización, también se está expandiendo el teletrabajo, de tipo especializado, muchas veces en formas tercerizadas y de alcance global. Algunos lo ven como un mundo de “call centers” y centros de apoyo como empleo, pero la realidad de los datos muestra que el teletrabajo está más asociado a tareas técnicas, tecnológicas y de profesionales universitarios, y que se desarrolla más ampliamente en los países desarrollados. Ya en Luxemburgo el 15% de la población activa está inserta laboralmente en el teletrabajo. Los países que expanden la educación a distancia para los estudiantes también al tiempo han impulsado el teletrabajo docente, que es la otra cara de la moneda de las nuevas dinámicas educativas que se requiere profundizar en forma urgente. Tanto los estudiantes como los profesores pierden tiempo de viajes, y también más se benefician ambos de sus actividades mediadas por tecnologías de comunicación digitales, tanto en la enseñanza como en el aprendizaje.

En Uruguay el teletrabajo era visto como un fenómeno marginal y no era mirado como centro de la política económica, de educación y de empleo y la pandemia, entre sus positivas y necesarias derivaciones, es expandir esta nueva modalidad laboral, y nuevas formas de aprovechar las tecnologías en un mundo laboral con menos fábricas de enormes cadenas de producción en serie, sino de más trabajos en red, con más trabajos de servicios profesionales y técnicos, y con nuevos desafíos para el mundo educativo, normativo. Las resistencias ideológicas deben superarse también ante estas nuevas realidades y se necesita un nuevo marco de regulación urgente pero que no la limite y anule.

Un interesante estudio del fenómeno del teletrabajo en Uruguay, realizado por Diego Ventura en el 2017, mostraba nuestras debilidades en la materia, verificado además en el bajo peso del sector de comunicaciones, menor incluso que el promedio regional. Mientras que en Uruguay, el sector de las comunicaciones era el 1,4% del PIB, en la región el promedio regional era 50% superior al alcanzar el 2,1% del PIB, en tanto que en los países desarrollados era el 4,2%, o sea tres veces más. Y los datos muestran la alta relación entre el desarrollo económico y el uso de las tecnologías de comunicación e información.

Fuente del articulo: https://www.republica.com.uy/el-camino-obligatorio-y-permanente-del-teletrabajo-id760170/

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Perú: Desde hoy clases por radio y televisión serán desde las 9:00 am hasta 5:30 pm

América del Sur/ Perú/ 06.04.2020/ Fuente: diariocorreo.pe.

 

Desde mañana se inicia las clases virtuales a través de Internet, radio y televisión. Las materias se impartirán desde las 9:00 de la mañana hasta las 5:30 de la tarde en horarios diferentes para cada nivel y grado.

Radio. Será emitido a través de Radio Nacional. Las sesiones de aprendizaje serán los lunes, miércoles y viernes.

Los lunes está destinado para el curso de Comunicación en primaria y secundaria 9:00 a.m. a 9:30 a.m. (1° y 2° año de secundaria), en horario de 9:30 a 10:00 a.m.(3°, 4° y 5° año de secundaria).

Para inicial será de 10:00 a 10:15 am.(tema: aprendamos a cuidarnos del coronavirus).

Para Educación Básica Especial (EBE), será el horario de 11:00 a.m. a 12:00 m.

Para primaria es en horario de la tarde 3:00 a 3:30 p.m. (1° y 2°); de 3:30 a 4:00 p.m. (3° y 4°); y de 4:00 a 4:30 (5° y 6°).

En educación Básica Alternativa (EBA), es de los horarios 4:30 a 5:00 p.m. (1° grado inicial), y 5:00 a 5:30 p.m. (2° grado inicial).

Los días miércoles se manejará los mismos horarios para cada nivel, pero con la materia de Matemáticas.

Televisión. A diferencia de radio las sesiones virtuales por este medio será todos los días con 30 minutos de clases,a través del canal del Estado (Tv Perú), siendo para el nivel inicial (10:00 a.m.), primaria (10:30 a.m.) y secundaria (2:00 p.m.).

“Tenemos especialistas que fueron capacitados para realizar el monitoreo del cumplimiento de las clases, los padres deben estar con sus hijos pequeños para guiarlos”, dijo la directora de la Ugel Huancayo Reyna Girón.

ANUNCIAN FISCALIZACIÓN

Los funcionarios de la Dirección Regional de Educación Junín (DREJ) y de las Unidades de Gestión Educativa Local (UGEL) de cada jurisdicción, conformaron comités de monitoreo del desarrollo de labores académicas a través de las plataformas de Internet, radio y televisión que se brindará desde mañana.

Entre las recomendaciones que hicieron ambas instituciones del sector Educación es brindar como profesor o tutor el apoyo pedagógico y emocional, académico y tecnológico a los estudiantes, según corresponda, considerando el nivel, la modalidad, condiciones territoriales y la situación de aislamiento obligatorio, en la primera semana de labores.

Fuente de la noticia: https://diariocorreo.pe/edicion/huancayo/desde-manana-clases-por-radio-y-television-seran-desde-las-900-am-hasta-530-pm-936379/?ref=dcr

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Una nueva era educativa,

Por: Jorge Camacho Bueno.

Esta emergencia sanitaria ha planteado un reto a la comunidad educativa mundial. No se trata de ver cómo recuperaremos las clases perdidas; debemos abrir los ojos y darnos cuenta de que, de un día para otro, los colegios hemos entrado a una nueva era educativa.

Estas circunstancias ponen en riesgo la educación pública y privada del país; sin embargo, los colegios privados tienen diversos puntos de partida al implementar la educación a distancia y bien pueden brindar su experiencia a los colegios del Estado. El Minedu podría promover este intercambio de experiencias a través de redes de docentes, facilitando el trabajo colaborativo entre instituciones públicas y privadas.

Otras organizaciones vinculadas con el sector educativo también están colaborando con la educación a distancia. Por ejemplo, algunas editoriales han compartido con la comunidad educativa el acceso a sus libros digitales y Google ha liberado las prestaciones profesionales de su aplicación de videoconferencias a las instituciones educativas.

Estamos viviendo circunstancias inéditas, imprevistas y urgentes. Estas primeras semanas han sido de adaptación a esta nueva era de la educación, por lo que debemos valorar la cuota de sacrificio que están haciendo los profesores y las familias para adaptarse al estudio en casa. Para esto es necesario entender las diferencias entre educación a distanciaeducación virtual y educación online.

Para la primera etapa de suspensión de clases era suficiente la educación a distancia. En esta modalidad los profesores entregan materiales de estudio escritos, enlaces de recursos audiovisuales y los alumnos deben realizar los trabajos asignados y entregarlos en fechas definidas o cuando se reanuden las clases. Para la entrega usan el correo electrónico, el WhatsApp o aplicativos de comunicación. La educación a distancia permite que cada uno vaya a su ritmo y decida cuándo estudiar y hacer los trabajos. Esto requiere que los alumnos tengan mucha disciplina y una capacidad de autoaprendizaje desarrollada.

Al ser más prolongada la suspensión de clases, algunos colegios han optado por la educación virtual; plataformas web que contienen las indicaciones y clases del profesor donde los alumnos pueden descargar los materiales, subir sus trabajos, participar en foros entre alumnos y profesores, y rendir exámenes. La educación virtual suma a las ventajas de la educación a distancia el uso de Internet y todo lo que esto supone; pero sigue teniendo la limitación de ser más adecuada para alumnos autónomos, con conexión a Internet y acceso a un celular, computadora o tablet.

Un paso más en esta nueva era educativa es la educación online. Esta incorpora los beneficios de las anteriores y requiere que alumnos y profesores se conecten simultáneamente por videoconferencia. En esta clase el profesor puede compartir su pantalla a los alumnos, mostrarles una presentación, un documento o simular una pizarra para explicarles un tema. La diferencia esencial con respecto a las anteriores estrategias es la atención de los alumnos en tiempo real. Para esto hace falta organizar los horarios de clases y comunicar estos a las familias para que se conecten oportunamente.

Otro aspecto importante a tomar en cuenta es establecer, así como se hace en las clases presenciales, la normativa de convivencia online, por ejemplo: prender sus micrófonos cuando lo indique el profesor, hacer las preguntas escribiendo por el chat para no interrumpir, estar en un lugar apropiado para el estudio, no distraerse enviándose mensajes entre ellos durante la clase. Esta modalidad se adapta muy bien a alumnos de primaria y secundaria, pero requiere conexión a Internet de profesores y alumnos al mismo tiempo.

La educación es un derecho y el Estado tiene la responsabilidad de asegurarla a todos los escolares. La implementación de la educación a distancia en el país requiere creatividad, cooperación y solidaridad entre los sectores público y privado, de modo que ningún estudiante se quede sin la posibilidad de seguir educándose.

La educación básica regular quedará marcada por un antes y un después del coronavirus, que cual meteorito ha impactado el modelo educativo vigente.

Fuente del artículo: https://elcomercio.pe/opinion/colaboradores/una-nueva-era-educativa-jorge-camacho-noticia/

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Perú: «Aprendo en casa» no consumirá datos y mensajes de texto en celulares serán ilimitados

América del Sur/Perú/05-04-2020/Autor(a) y Fuente: www.andina.pe

El acceso a la página Aprendo en casa, la estrategia multicanal del Ministerio de Educación (Minedu) por la que se dictarán a distancia las clases escolares desde el próximo 6 de abril, no consumirá datos en los celulares, informó la viceministra de Gestión Pedagógica, Patricia Andrade.

«Lo que se busca es que a través de esta plataforma el docente tenga todas las facilidades para acompañar virtualmente a los alumnos, mediante los celulares, mensajes de texto o correo electrónico, u otro medio que considere y les haga el seguimiento correspondiente», sostuvo.

Asimismo, Andrade aseguró que los mensajes de texto que necesiten los profesores para contactarse con los estudiantes serán ilimitados, pues «la comunicación entre el docente y sus estudiantes durante el proceso a distancia será muy importante».

De otro lado, consideró que la situación que se vive actualmente a consecuencia de la propagación del coronavirus y que ha obligado al gobierno al cierre de los colegios debe ser visto como una oportunidad para aprender a todos los que integran la comunidad educativa (docentes, padres de familia, alumnado)

«Esta situación es única en el mundo entero, y en el Perú la educación a distancia -especialmente la básica- es un reto. Veamos en estas circunstancias la oportunidad para aprender y sumar otro tipo de conocimientos, no hay otra opción para seguir adelante».

También televisión y radio

Las clases a distancia llegarán a miles de estudiantes en el país, no solo a través de medios virtuales sino también por la radio y la televisión. Se trata de una estrategia de enseñanza que se desplegará a través de TV Perú , Radio Nacional, emisoras locales privadas y otros medios que se sumen.

«Queremos llegar a todos, hemos considerado las características, limitaciones y la poca accesibilidad a internet que hay en varios lugares del país, así como nuestra diversidad cultural y lingüística», anotó. Precisó al respecto que «Aprendo en casa» se dictará también en 9 lenguas originarias.

La página web está hecha para estudiantes, docentes, y también para la familia. Mientras tanto, los maestros ya están organizando sus sesiones de clases de acuerdo al nivel que les corresponde, los estudiantes y cada familia podrán ingresar a dichas sesiones .

Por día y por semana, habrá una sección especial con orientaciones generales para las familias y los propios estudiantes, así como de carácter pedagógico para los docentes, añadió la viceministra.

Veamos esta situación como un enorme desafío, tenemos que dar respuestas que permitan sostener los servicios esenciales para la ciudadanía, y aprender de la experiencia de otros que han podido salir adelante sin salirnos de las disposiciones sanitarias , manifestó.

El Ministerio de Educación anunció el inicio del año escolar desde el 6 de abril , a través de «Aprendo en casa» a fin de garantizar el servicio educativo mediante las clases a distancia en las instituciones públicas de Educación Básica a nivel nacional , en el marco de la emergencia sanitaria por el coronavirus.

En tanto, las clases escolares presenciales se restablecerán el próximo 4 de mayo, de manera gradual, en las instituciones educativas públicas y privadas.

Fuente e Imagen: https://www.andina.pe/agencia/noticia-aprendo-casa-no-consumira-datos-y-mensajes-texto-celulares-seran-ilimitados-791284.aspx

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Diseño Universal de Aprendizaje: pedagogías emergentes para tiempos de confinamiento (III)

Por: Educación 3.0

La diversidad de las aulas sigue presente también cuando la formación se hace a distancia, y el Diseño Universal de Aprendizaje (DUA) puede convertirse en una herramienta ideal para que cualquier estudiante aprenda a aprender y esté motivado por su aprendizaje. Karen Pérez Rubio, psicopedagoga, licenciada en educación y Máster en Calidad y Mejora de la Educación, repasa sus beneficios y posibilidades.

La enseñanza a distancia en este tiempo de confinamiento no debe hacernos olvidar nuestro compromiso con la escuela inclusiva. La diversidad que observamos en nuestras aulas sigue presente en nuestro alumnado en estos días de crisis sanitaria y es fundamental que contemplemos la atención a la diversidad como un elemento central del diseño de nuestras secuencias de trabajo. En este sentido, el Diseño Universal de Aprendizaje puede ser de gran utilidad para enriquecer nuestra enseñanza y nuestra atención a la diversidad tanto en la situación actual como en nuestras prácticas habituales de enseñanza.

¿Qué es y qué pretende el Diseño Universal de Aprendizaje?

El DUA es un modelo de enseñanza que proporciona diversas opciones didácticas para que los alumnos se transformen en personas que aprenden a aprender y estén motivados por su aprendizaje y, por tanto, que estén preparados para continuar aprendiendo durante sus vidas. De esta manera, fomenta procesos pedagógicos que sean accesibles para todos mediante un currículo flexible que se ajusta a las necesidades y diferentes ritmos de aprendizaje (Figueroa, Ospina y Tuberquia, 2019).

Además, proporciona estrategias para todos los educadores, independiente de las asignaturas que enseñen o etapa educativa en la que trabajen y beneficia a todos nuestros estudiantes pretendiendo llegar a cada uno de ellos (Cast, 2011, p. 3): “El DUA ayuda a tener en cuenta la variabilidad de los estudiantes al sugerir flexibilidad en los objetivos, métodos, materiales y evaluación que permitan a los educadores satisfacer dichas necesidades variadas. El currículum que se crea siguiendo el marco del DUA es diseñado, desde el principio, para atender las necesidades de todos los estudiantes, haciendo que los cambios posteriores, así como el coste y tiempo vinculados a los mismos sean innecesarios”.

Claves para ponerlo en práctica

El DUA propone estrategias de acceso a la información para los estudiantes, así como la manera en que vamos a solicitarles trabajos o actividades y por supuesto, los mecanismos que los motiven para realizarlas desde sus hogares. Para ello, es esencial que sepamos que el DUA ofrece tres principios para incluir en las planificaciones y que cada uno de ellos tiene sus categorías y ejemplos concretos.

A continuación, se ejemplifican algunas estrategias que pueden ser útiles en las actuales circunstancias.

I. Proporcionar múltiples formas de representación: estrategias que orientan el qué estamos enseñando.

  • Para la percepción:

– Ofrecer alternativas para la información visual: proporcionar descripciones de texto habladas para las imágenes o presentaciones visuales.

  • Para el lenguaje y símbolos:

– Ilustrar a través de múltiples medios: presentar conceptos claves en una forma de representación simbólica (ilustraciones, tablas, movimiento, vídeo, fotografía, etc.)

  • Para la comprensión:

– Maximizar transferencia y generalización: proporcionar listas de verificación, organizadores, recordatorios electrónicos, mapas conceptuales virtuales, imágenes visuales.

  • Acción física:

– Variar los métodos de respuesta y navegación: proporcionar alternativas para interactuar con diversos formatos, voz, teclado, dibujo, imagen, vídeo, entre otras.

  • Expresión y comunicación :

– Usar múltiples medios para la comunicación: discurso, dibujo, ilustración, cómics, guiones, diseño, película, música, movimiento, etc. Utilizar las redes sociales, herramientas web interactivas, foros, chats, diseño web, presentaciones de animación.

  • Funciones ejecutivas:

– Mejorar la capacidad para monitorear el progreso: hacer preguntas para guiar el autocontrol y la reflexión, mostrar representaciones de progreso (antes y después, gráficos, etc.), proporcionar modelos de estrategias de autoevaluación y coevaluación.

  • Intereses:

– Minimiza las amenazas y distracciones: crear clima de aceptación y apoyo, variar el nivel de novedad y las demandas sociales requeridas para el aprendizaje o rendimiento.

  • Esfuerzo y persistencia:

– Fomentar la colaboración y la comunidad: crear grupos de aprendizaje cooperativo, proporcionar indicadores que guíen a los alumnos sobre cuándo y cómo pedir ayuda a sus compañeros o profesoras, construir comunidades de estudiantes comprometidos en intereses comunes, crear expectativas para el trabajo grupal.

  • Autorregulación:

– Desarrollar la autoevaluación y reflexión: ofrecer dispositivos, ayudas o gráficos para ayudar a las personas a recopilar, registrar y mostrar datos de su propio comportamiento. Utilizar actividades que incluyan un medio por el cual los alumnos obtengan comentarios y tengan acceso a recomendaciones a modo de ejemplos, cuadros, plantillas, etc.

¿Cómo la podemos relacionar con otras pedagogías?

Como ya se ha descrito anteriormente el DUA es una adaptación del currículo por lo tanto puede relacionarse y adaptarse cualquier otra metodología, ya que proporciona estrategias que pueden ser aplicables en la enseñanza de cualquier contenido.

  • Objetivos: deben reconocer la diversidad del alumnado, permitiendo más opciones para alcanzar el dominio de los contenidos.
  • Métodos: el DUA nos proporciona ideas como las ejemplificadas anteriormente para y su uso y ajuste se basan en la observación continua del progreso de los estudiantes.
  • Materiales: el sello de DUA es que los materiales sean variables y flexibles, que ofrezcan los contenidos en distintos medios además de tener en cuenta la participación, interés y motivación del alumnado.
  • Evaluación: en el marco del DUA, se espera que la evaluación pueda guiar al aprendiz, dando la posibilidad usar apoyos o andamiajes que se adapten a la variabilidad de estudiantes.

DUA y Tecnología

Es importante tener en cuenta que las tecnologías juegan un rol facilitador en las adecuaciones que se vayan a realizar con el DUA. En este sentido, Antonio Márquez ha creado la #RuedaDUA, la cual incorpora herramientas y recursos tecnológicos que pueden ser sumamente útiles. Algunas de ellas son:

  • Para el Principio I de Representación ® Genially, YouTube, Woki, Tellagami, Nube de Palabras.
  •  Para el Principio II de Acción y Expresión ® Spreaker, Pic-collage, Creately, Dilo, Visual Thinking.
  • Para el Principio III de Motivación ® Blogger, classRoom Screen, Padlet, Kahoot, Mentimeter, Pixton.

Para terminar, el dilema por tanto no es si usar o no el DUA. La pregunta trascendental es cómo vamos a trabajar con todo nuestro alumnado para permitirle aprender; la atención a la diversidad no es una opción sino nuestra responsabilidad profesional y el DUA es un camino fértil para poder llevarla a cabo.

Materiales DUA

· Web Dualiza del Servicio de Tecnologías Educativas de la Consejería de Educación y Empleo de Extremadura

· Proyecto CREA (Creación de Recursos Educativos Abiertos) de la Junta de Extremadura

· Guía ‘Dualiza tus recursos educativos digitales abiertos’

· Paquete Básico DUA (Antonio Márquez)

· Descubriendo las barreras a la inclusión en el ABP (Antonio Márquez)

Referencias: Cast (2011). Universal Design for Learning Guidelines version 2.0. Wakefield, MA: Author. Traducción al español version 2.0.  (2013) Cast (2018). Pautas del diseño universal para el aprendizaje versión 2.2 (2020). Sobre el Diseño Universal de Aprendizaje, Figueroa, L., Ospina, M. y Tuberquia J. (2019). Prácticas pedagógicas inclusivas desde el diseño universal de aprendizaje y plan individual de ajuste razonable. Revistas academias: Inclusión y desarrollo, 1 (6). Márquez, A. (2018). La Rueda del Diseño Universal para el Aprendizaje 2020.

Karen Pérez Rubio es psicopedagoga, licenciada en Educación y Máster en Calidad y Mejora de la Educación. Este artículo forma parte de un proyecto de aprendizaje-servicio coordinado por el profesor Fernando Trujillo Sáez y Conecta13 dentro del Máster en Innovación Educativa de la Universidad Carlos III, la Fundación Estudio y la Institución Libre de Enseñanza.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/diseno-universal-de-aprendizaje/

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Las recomendaciones de un neuropediatra para los padres de niños con problemas neurológicos

Por: ABC

Si tu hijo es de los que se ha quedado sin sus terapias por el estado de alarma, «te toca actuar», sentencia el neuropediatra Manuel Antonio Fernández.

Si tu hijo es uno de los niños con problemas neurológicos que se tienen que perder su terapia por el estado de alarma, «te toca actuar», sentencia el neuropediatra Manuel Antonio Fernández. Desde que el presidente del gobierno Pedro Sánchez diera los detalles sobre las restricciones establecidas como consecuencia del estado de alarma decretado contra la pandemia por coronavirus, «a muchos nos llamó la atención que las peluquerías y las tintorerías pudieran abrir con normalidad y no se dijera nada de las terapias de muchos menores con este tipo de dificultades».

«Es verdad -prosigue este especialista- que Sánchez aclaró que las personas dedicadas al cuidado de menores, personas mayores o con discapacidad, podrían acudir a su puesto de trabajo pero, ¿qué hacemos con los niños con problemas que necesitan terapia o para los que no poder salir a la calle se convierte en u auténtico infierno?», se pregunta este neuropediatra.

Como siempre, señala Manuel Antonio Fernández, » los que más sufren este tipo de situaciones son los más débiles. En este caso, los niños con problemas neurológicos sin terapias y sus familias se pueden convertir en los grandes damnificados invisibles del confinamiento por coronavirus».

«Tampoco quiero ni pensar lo que estará suponiendo esta situación para las familias de niños con trastornos de conducta, donde la impulsividad y la agresividad son la norma las 24 horas del día. No pueden ir a la escuela, ni a terapia, que normalmente es de grupo y el día se convertirá en 24h de terror».

Cómo pueden reaccionar los padres

Además, prosigue, «los padres de niños con problemas neurológico como trastornos del desarrollo del tipo del TDAH, los TEA o los trastornos de conducta son unos auténticos héroes en su día a día pero también son humanos». Y advierte: «la llegada casi sin previo aviso de una situación de este calibre siempre coge desprevenido a todo el mundo y en estas familias, la sobrecarga ya es enorme a nivel basal. Un contratiempo como este puede ser la puntilla que rompa el complejo equilibrio que suelen mantener en el hogar. A esto se suma que La mayoría de las familias, que normalmente suelen contar con la ayuda de los abuelos y ahora, tampoco ellos pueden echarles un cable. Está empezando a ponerse a prueba las redes de apoyo y la responsabilidad social de toda la comunidad».

Muchos padres están desesperados buscando ayuda para sobrellevar la situación e intentar establecer una cierta rutina a la vez que mantienen sus obligaciones laborales y sospechan las dificultades económicas que pueden aparecer. Estas son las recomendaciones que ofrece este neuropediatra:

¿Que pueden hacer los padres para ayudar a sus hijos?

Lo mejor que pueden hacer los padres de los niños con trastornos del desarrollo, problemas de conducta y dificultades de aprendizaje es preparar cuanto antes un plan de contingencia para las próximas dos semanas ¿Cómo?

-La clave fundamental es, a pesar de todo, intentar mantener la rutina de una forma lo más normalizada posible. Para que te resulte lo más fácil posible, te dejo una serie de recomendaciones

-Establecer una hora definida para despertar y mantenerla a diario. Es fundamental para mantener una adecuada organización y percepción espaciotemporal

-Empezar la mañana con un desayuno saludable y algunas actividades en familia que incluyan movimiento para activarse de una forma positiva. La alimentación y la actividad física permiten mejorar el ánimo y evitar las tendencias sedentarias que aparecen en estas situaciones.

-Crear un horario de actividades diarias para toda la familia y una distribución de obligaciones para cada miembros en función de sus posibilidades de colaboración para ayudar a que toda la familia tenga objetivos claros y actividades en común.

Evitar el uso continuado de dispositivos electrónicos y especialmente, seguir constantemente las actualizaciones de noticias sobre coronavirus. Esto genera un gran estrés y además dificulta mantener el ánimo y el buen humor

Conversar con los niños para conocer su conocimiento y percepción de la situación de primera mano. No suelen hablar de las cosas que les preocupan y muchas veces sacan conclusiones equivocadas de lo que viven a su alrededor

Mantener actividad educativa organizada siguiendo las recomendaciones de las autoridades educativas. Se están implementando medidas de educación en casa a través de diferentes entidades oficiales gracias a las nuevas tecnologías. Es importante evitar que este confinamiento repercuta negativamente en el aprendizaje de estos chicos.

Asignar periodos del día a desarrollar actividades de ocio y diversión elegidas por los hijos e implicarse en ellas. De esta forma se potencia la diversión y la desconexión de las obligaciones.

Desarrollar actividades y juegos que permitan a los niños liberar energía aunque no puedan salir de casa. (…)

-Muchos chicos con problemas de desarrollo tienen gustos muy definidos y para ellos puede resultar entretenido hacer maratones de esas actividades. Puede tratarse de ver películas, series o documentales, desarrollar concursos de montaje de Lego, campeonatos de juegos on line… todo esto siempre con moderación, evidentemente.

-Las herramientas tecnológicas actuales también pueden ser de ayuda. Hay dispositivos de realidad virtual que permiten desarrollar actividades de relajación e incluso mindfulness que en situaciones como esta, pueden ser de ayuda.

-Mantener unos hábitos de sueño estables tanto en horario como en duración. Con menos actividad física, es probable que les cueste dormir y esto se una a los trastornos del sueño que presentan habitualmente estos chicos. Un suplemento de melatonina puede ayudar en estos casos.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-recomendaciones-neuropediatra-para-padres-ninos-problemas-neurologicos-202003300218_noticia.html

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¿Evaluación del curso? Escenarios posibles para el futuro inminente de la educación

Por: Fernando Trujillo

  • A estas alturas del curso, las posibilidades de que este termine con cierta normalidad, se alejan. Ante esta situación, caben plantearse los posibles escenarios relacionados con cómo se realizará la tercera evaluación. Cuatro parecen las alternativas. Desde dejar que los centros utilicen su autonomía hasta que se declare un «aprobado general».

Introducción

Pandemia y confinamiento: estas son las dos palabras que describen nuestra situación y que nos han cambiado la vida radicalmente a todos, incluidos nuestros menores. Nuestros niños y niñas, desde Educación Infantil hasta la Universidad, de repente se ven sin clases, aprendiendo en sus hogares a través de la Red y con unas dudas muy grandes acerca de cómo será la finalización del presente curso escolar, con todo lo que esto implica para su vida a corto o largo plazo. Durante unos meses, aspectos centrales de su vida cotidiana han quedado en suspenso – y no sabemos cómo y cuándo continuarán su desarrollo normalizado.

El objetivo de este texto es definir posibles escenarios para la evaluación del curso, analizar los problemas que plantean estos escenarios y abrir el debate acerca de los posibles finales alternativos que puede tener. En este sentido, el destinatario fundamental de esta reflexión podría pensarse que son aquellas personas que tienen la responsabilidad de tomar decisiones (la Administración, los equipos directivos de los centros, el profesorado, las familias, los estudiantes) pero en realidad este texto hace una llamada a la reflexión por parte de todas aquellas personas que tienen un interés auténtico por la educación: cómo resolvamos la evaluación del curso del COVID-19 no es solo una cuestión técnica sino una decisión moral colectiva que puede servir para definirnos como sociedad y para empezar a construir un nuevo y mejor sistema educativo para cuando acaben la pandemia y el confinamiento.

Escenarios de futuro

La OCDE define un escenario como una instantánea cuidadosamente construida del futuro y de los posibles desarrollos de un sector (i). De manera más precisa, Van Notten (2006) explica, también para la OCDE, que los escenarios son descripciones consistentes y coherentes de futuros alternativos e hipotéticos que reflejan diferentes perspectivas sobre desarrollos pasados, presentes o futuros y que pueden servir como base para la acción. Además, aclara: un escenario no es una predicción.

De esta manera, uno de los beneficios principales de los “escenarios”, como señala Ogilvy (2006), es la posibilidad de implicar a los participantes en un proceso de conversación en torno al futuro de la educación. Es más, dado el carácter divergente de los escenarios que aquí se describen, este análisis asume también, como plantea Ogilvy (2006) que los escenarios no fuerzan la convergencia sino que permiten la expresión de visiones diferentes desde una escucha respetuosa y son una herramienta para implicar en la conversación a una comunidad o un país.

En este sentido, el “pensamiento de futuro” (future thinking) es una estrategia minoritaria pero presente en la literatura científica sobre educación. Ya en 2001 la OCDE proponía seis escenarios para la escolarización del futuro (ii): el escenario burocrático, el escenario del mercado, el escenario social, el escenario de las organizaciones centradas en el aprendizaje, el escenario en red y el escenario de “fusión nuclear” (the meltdown scenario). Más recientemente, Young y Muller (2010) describen tres escenarios futuros para la educación vinculados con tres visiones divergentes del conocimiento y sus fronteras. Sobre educación y tecnología, Facer y Sandford (2010) planteaban tres escenarios que podríamos sintetizar como el escenario individualista (“Trust yourself”), el reputacional (“loyalty points”) y el conectivista (“only connect”). De manera específica, la construcción de escenarios puede contribuir al desarrollo educativo de una región o país, como plantean Mateu, Cobo y Moravec (2018) para la educación pública en Uruguay en relación con el futuro del Plan Ceibal (iii).

Para la construcción de escenarios educativos en este momento se pueden considerar diversos factores:

  1. La situación de pandemia por COVID-19 ha obligado al cierre de todos los centros educativos, desde Educación Infantil hasta Formación Profesional y Universidad.
  2. El profesorado sigue trabajando desde sus hogares con los medios disponibles a su alcance y también, por supuesto, a partir de sus propios marcos mentales y su manera (personal y colectiva) de entender la enseñanza y el aprendizaje (docentes más centrados en los contenidos, probablemente en Educación Secundaria y universidades versus aquellos más preocupados por la conexión con sus alumnos y alumnas y su bienestar personal; docentes más creativos frente a otros que optan por tareas más repetitivas, etc.).
  3. Las autoridades educativas han apelado a la autonomía de los centros para que estos articulen las medidas necesarias para seguir realizando su labor dentro del marco normativo vigente.
  4. Tanto la Administración como diversas instituciones (incluidas las universidades) o la iniciativa privada o empresarial (editoriales, por ejemplo) han generado un número amplio de colecciones de recursos disponibles para la enseñanza y el aprendizaje durante el confinamiento.
  5. La competencia digital docente (Gisbert, González y Esteve, 2016) y la competencia mediático-informacional (Álvarez Herrero y Gisbert Cervera, 2015) del profesorado se convierten, en estas circunstancias, en un requisito fundamental para que aquel realice su tarea eficazmente (iv).
  6. La presencia previa de la tecnología en los centros educativos (que bien puede haber sido entendida de diferentes maneras según el centro e, incluso, dentro de cada uno de ellos, como demuestran Sancho Gil y Padilla Petry, 2016, o Area-Moreira, Hernandez-Rivero y Sosa-Alonso, 2016) se convierte en un factor “palanca” en este momento pues puede condicionar que los estudiantes cuenten con las competencias para aprender a través de la tecnología.
  7. Las familias presentan un conjunto heterogéneo de situaciones aunque distintos indicadores señalan carencias en alfabetización mediático-informacional (González-Fernández, Ramírez-García, A. y Salcines-Talledo, 2018; Hernán García, 2020) y un problema de desigualdad no solo derivada por el acceso a la tecnología (según el INE, el 91,2% de los hogares tienen conexión de banda ancha (v), el 80,9% posee un ordenador, el 56,8% posee tabletas y el 98,5 posee teléfonos móviles (vi) pero sería necesario conocer la disponibilidad de recursos útiles en el plano más local y familiar) sino también por la capacidad de utilizar esta tecnología para el aprendizaje y la producción de contenidos (Robles Morales, Antino, De Marco y Lobera, 2016).

Así pues, los posibles escenarios deben contemplar las conductas de actores muy variados: la Administración (Ministerio y comunidades autónomas, que tienen la competencia en Educación transferida), los centros (públicos y privados) y sus docentes, las familias, los propios estudiantes y otros agentes que, si bien no inciden en el proceso educativo directamente, sí representan una opinión importante en la toma de decisiones (inspección, equipos de orientación, asesorías de formación, medios de comunicación, editoriales, etc.). Esto, obviamente, dificulta el diseño de escenarios claros y aventura posibles soluciones parciales o mixtas por parte de diferentes actores implicados en el problema de la evaluación del curso 2019-2020.

Al mismo tiempo, el sistema educativo no puede olvidar las premisas que lo ordenan. Así, la ley vigente (Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad educativa) señala en su preámbulo algunas cuestiones insoslayables: el sistema educativo debe ser “de calidad, inclusivo, integrador y exigente”, garantizar “la igualdad de oportunidades” y hacer efectiva “la posibilidad de que cada alumno o alumna desarrolle al máximo sus potencialidades”. En este sentido, los posibles escenarios que se diseñen deben cumplir con estos principios para ajustarse no solo a la ley sino también a la situación más deseable para nuestros estudiantes y toda la sociedad.

A continuación, por tanto, se describen cuatro escenarios posibles en esta situación de confinamiento derivada de la pandemia por COVID-19, pensados especialmente para la escolarización obligatoria. El primero podríamos llamarlo “la autonomía de los centros” y representa un escenario conservador con una toma de decisiones mínima por parte de la Administración, que optaría porque sean los centros los que resuelvan el problema de la evaluación. El segundo, denominado “simplificación del currículo”, supone una toma de decisiones de nivel medio para solucionar los problemas de justicia y equidad respecto a la evaluación. El tercero, “evaluación positiva condicionada”, representa un nivel de toma de decisiones alto para afrontar los problemas actuales y venideros de la situación de confinamiento. El cuarto escenario, denominado “evaluación positiva sin condiciones”, contempla la promoción de todo el alumnado, planes de refuerzo educativo durante el curso 2020-2021 y los ajustes pertinentes para situaciones concretas en determinados niveles del sistema educativo.

De esta manera, los cuatro escenarios representan una escala respecto a quién asume las consecuencias del confinamiento. En los escenarios 1 y 2 estas las asumen los centros, los docentes y los estudiantes mientras que en los escenarios 3 y 4 las efectos los asume el Estado, es decir el Ministerio las consejerías autonomía.

Escenario 1: la autonomía de los centros

En el primer escenario el Ministerio y las Comunidades Autónomas no toman ninguna decisión relativa a la evaluación más allá de mantener el funcionamiento de la docencia y la evaluación similar a una situación “normalizada” del sistema educativo. Para ello invocan la autonomía de los centros de tal forma que sean estos los que decidan. En consecuencia, se observan en este escenario las diferencias que muestra nuestro sistema educativo respecto a la evaluación y promoción a lo largo de las diferentes etapas educativas y se pueden esperar menos dificultades o problemas, por ejemplo, en Educación Infantil o Primaria que en Educación Secundaria o Bachillerato.

Invocada la autonomía de los centros estos pueden optar por diversas soluciones. Por ejemplo, se podría realizar una proyección (explícita o no) de las calificaciones de la primera y la segunda evaluación sobre la tercera y final. Es decir, los docentes no realizarían la tercera evaluación y harían una evaluación final del curso a partir de los datos de la primera y segunda evaluación.

Con este escenario los estudiantes que hayan superado las dos primeras evaluaciones superarían el curso (con una proyección de sus calificaciones sobre la calificación final) pero se niega a los estudiantes que hayan tenido problemas en las dos primeras la posibilidad de mejorar las calificaciones o superar el curso en junio. Esto genera un problema de justicia en la evaluación (Fernández Enguita, 2013) pues el tercer trimestre pierde de facto sentido y el curso podría darse por cancelado.

Otra posibilidad es realizar una evaluación continua durante el tiempo de confinamiento y lo que quede de curso (con o sin exámenes finales en junio y posible recuperación en una convocatoria extraordinaria). Este escenario, que según los profesionales a quienes hemos consultado para la elaboración de este texto es el que ya se está desarrollando y el que parece tener más visos de realidad, plantea que los docentes evalúan el trabajo realizado durante el confinamiento sin que esto implique necesariamente una revisión del currículo (posibilidad explorada en el escenario 2) y a eso le añaden, si acaso, la nota de un examen final u otro tipo de prueba en junio, especialmente si se dan las circunstancias para que se pueda volver al aula.

Sin embargo, es necesario tomar conciencia de que este escenario plantea diversos problemas. En primer lugar, pueden existir dificultades para el acceso a Internet en algunos hogares, a lo cual hay que sumar la competencia de las familias para ayudar a sus hijos e hijas, lo cual coloca al alumnado en situación socio-económica más desfavorecida en clara desventaja respecto a la evaluación. Por otro lado, es importante considerar las situaciones adversas que vivirse en las familias (estrés, ansiedad, problemas de salud, problemas laborales, ausencia de adultos por motivos laborales, etc.) y el posible impacto negativo en el aprendizaje y la realización de tareas por parte del alumnado, especialmente aquel que se encuentre en situación desfavorecida.

Es decir, este escenario plantea un problema de equidad en la evaluación pues las condiciones familiares (posible desempleo, ausencia de los padres del hogar por cuestiones laborales u otras, ausencia de recursos, nivel de estudios de las familias, etc.) se convierten en un determinante fundamental para los resultados de aprendizaje, por no mencionar las diferencias en competencia digital docente y su impacto en el propio aprendizaje del alumnado.

Escenario 2: Ajuste del currículo

Un segundo escenario plantea el ajuste del currículo para acomodarlo a la situación de confinamiento. Ya sea porque el Ministerio y las Comunidades Autónomas acuerdan un currículo de mínimos o porque los centros educativos, ejerciendo su autonomía, así lo articulan; los docentes se centran en estos objetivos mínimos para el trimestre que queda y los evalúan con los medios que tienen a su disposición.

Este escenario, también bien considerado por los profesionales consultados, plantea dificultades y problemas, especialmente en Educación Secundaria y Bachillerato. La principal es la coordinación, tanto para la Administración como para los centros, para la determinación de los objetivos mínimos: por un lado, objetivamente hasta la fecha la capacidad de realizar “pactos de Estado” en nuestro país ha sido baja o nula; por otro lado, los centros educativos han estado más acostumbrados a ampliar los contenidos siguiendo el ritmo de cada nueva revisión del currículo que a “podarlo” para dejarlo en su esencia y pueden surgir problemas de coordinación en los centros para realizar esta “poda del currículo”. Poda que, en todo caso, necesita de unas instrucciones claras por parte de la Administración para que el sistema no haga una interpretación desigual del proceso. Al mismo tiempo, incluso superados los problemas de la “poda del currículo”, este escenario se debe enfrentar a los problemas señalados para el primer escenario: por un lado, la justicia y la eficacia en la docencia y la evaluación on-line y, por otro lado, el impacto de la situación familiar en el aprendizaje.

Escenario 3: Evaluación positiva condicionada

En este escenario, el Ministerio y las comunidades autónomas acuerdan otorgar una valoración positiva del curso escolar 2019-2020 a todo el alumnado siempre que se cumplan unas condiciones mínimas que pueden estar vinculadas con cuestiones como la realización de unas tareas globales a entregar en junio. Para solucionar los problemas de justicia y equidad de los escenarios 1 y 2, estas tareas serían globalizadas y organizadas por ámbitos (ámbito socio-lingüístico, ámbito científico-matemático, ámbito tecnológico y ámbito de la expresión artística y corporal) y se utilizarían para delimitar las calificaciones entre el aprobado y el sobresaliente. Para dar coherencia a todo el sistema y garantizar el ajuste a las peculiaridades de cada centro, las tareas serían definidas mínimamente por el Ministerio y las Comunidades Autónomas y ajustadas por los centros a la realidad de su alumnado. Finalmente, los centros prestarían apoyo al alumnado con necesidades específicas (situación socio-económica desfavorecida, dificultades de aprendizaje, etc.) a través de adaptaciones curriculares de estas tareas u otras medidas compensatorias.

Este escenario genera también sus propios problemas. En primer lugar, como también de manera particular el escenario 4, podría encontrar el rechazo de parte del profesorado y la opinión pública si este se malinterpretara como un “aprobado general”; en este sentido, sería importante enfatizar las condiciones para recibir una valoración positiva del curso. Por otro lado, requiere un compromiso colectivo en tres sentidos: en primer lugar, ofrecer a los centros los recursos que se estimen necesarios para la realización de las tareas obligatorias y sus correspondientes adaptaciones curriculares; en segundo lugar, la posibilidad de ofrecer, en el plano local y en coordinación con los ayuntamientos, actividades educativas y refuerzo curricular una vez acabado el confinamiento; en tercer lugar, la necesidad de abordar el primer trimestre del curso 2020-2021 como un momento de revisión de los conceptos fundamentales del curso 2019-2020 una vez que se haya recuperado la normalidad de la educación presencial.

Escenario 4: Evaluación positiva sin condiciones

Un último escenario posible sería la evaluación positiva sin condiciones para todo el alumnado. De la misma forma que el sistema sanitario asume y planifica el confinamiento ante la dificultad de asumir el pico de contagios, no tendría sentido que el sistema educativo considerase que la responsabilidad de un posible fracaso es de los estudiantes y sus familias y no se debe al mismo confinamiento y problemas derivados de este; así mismo, el sistema educativo tampoco podría asumir una situación de fracaso generalizado que desbordara a algunos centros (particularmente, aquellos que atienden a la población estudiantil en situación de desventaja) con estudiantes que no promocionan, bloqueando el acceso de nuevos estudiantes a Educación Infantil, Primaria, Secundaria, bachillerato o Educación Superior.

Ante esa realidad, el escenario de evaluación positiva sin condiciones podría permitir que se continuara el proceso de escolarización, vinculándolo con planes específicos de refuerzo educativo durante el próximo curso para el alumnado que hubiera obtenido unos resultados de aprendizaje pobres en las dos primeras evaluaciones. Además, en aquellas situaciones en las cuales la calificación sea significativa para procesos posteriores (Bachillerato, por ejemplo), se podrían articular mecanismos en los cuales se considerara, quizás, la calificación media de las dos primeras evaluaciones del curso 2019-2021 como un factor para la calificación final de la etapa educativa en cuestión.

Epílogo

Para acabar, es necesario realizar algunas consideraciones que contextualicen este ejercicio de “futurización”. En primer lugar, como advierte la OCDE (vii), los escenarios no proporcionan la respuesta correcta por sí mismos sino que sirven para contemplar alternativas en un momento de incertidumbre; alternativas que en realidad pueden ocurrir utilizando elementos parciales de cada escenario y ofreciendo soluciones diferentes para los distintos niveles y etapas del sistema educatico; segundo, los planes mejor diseñados pueden funcionar mal y será necesario mantener una perspectiva crítica no solo sobre estos escenarios, obviamente, sino sobre las decisiones y las actuaciones que se acometan en los próximos días y meses.

En tiempos de incertidumbre, si algo escasean son las certezas. Hacer públicos estos escenarios representa, en este sentido, una apuesta por aquello que siempre nos podrá hacer estar más cerca de las mejores decisiones: el diálogo franco y respetuoso entre todas las personas e instituciones implicadas en el problema de la evaluación del curso 2019-2020 en nuestro país. Así pues, comience el debate.

Agradecimientos
Para la elaboración de estos escenarios se ha consultado a un grupo de expertos con distintos perfiles docentes e investigadores. A todos ellos el autor de estas líneas quiere agradecerles su generosidad y sus comentarios.

Notas

(i) https://www.oecd.org/site/schoolingfortomorrowknowledgebase/futuresthinking/scenarios/whatarescenarios.htm

(ii) https://www.oecd.org/site/schoolingfortomorrowknowledgebase/futuresthinking/scenarios/38967594.pdf

(iii) https://www.ceibal.edu.uy/es

(iv) Sobre la competencia del profesorado, véanse Pérez Escoda y Rodríguez Conde (2016) o Falcó (2017), entre otros.

(v) https://www.ine.es/dyngs/INEbase/es/operacion.htm?c=Estadistica_C&cid=1254736176741&menu=ultiDatos&idp=1254735976608

(vi) https://www.ine.es/prensa/tich_2019.pdf

(vii) https://www.oecd.org/site/schoolingfortomorrowknowledgebase/futuresthinking/scenarios/whyusescenarios.htm

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Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/03/30/evaluacion-del-curso-escenarios-posibles-para-el-futuro-inminente-de-la-educacion/

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