Page 191 of 213
1 189 190 191 192 193 213

¿Es importante limpiar el celular regularmente mientras dure la pandemia? Un experto contesta

Oceanía/Australia/01/04/2020/Autor y fuente:  Redacción Entre Noticias/rubenluengas.com

En promedio, tocamos los teléfonos inteligentes más de 2.600 veces al día.

Su móvil es una de las cosas con las que tiene que tener más cuidado para evitar verse infectado con covid-19, según explicó a Daily Mail un especialista en enfermedades infecciosas e inmunología de la Universidad Griffith (Australia), Nigel McMillan.

En promedio, tocamos los teléfonos inteligentes más de 2.600 veces al día. Por su parte, el coronavirus puede sobrevivir sobre vidrio y plástico, materiales que se utilizan en esos dispositivos, durante más de una semana. Por lo tanto, el experto aconseja considerarlos “como una extensión de su mano, así que recuerden que están transfiriendo lo que esté en su mano al teléfono”.

“No lo pongas en lugares al azar, si puedes evitarlo. […] Límpialo cada vez que lo toque otra persona, ya que el virus podría vivir mucho más tiempo de lo que crees”, advirtió McMillan, y aconsejó utilizar para la desinfección el mismo antiséptico que se use para las manos o el limpiador de lentes, que contiene al menos un 60 % de alcohol.

“Alternativamente, necesitan alcohol isopropílico o alcohol desinfectante. Los sprays y toallitas húmedas también funcionarán en caso de necesidad, ya que contienen detergente”, señaló.

Desinfectar las manos es una de las medidas más importantes para prevenir la propagación del covid-19. Los médicos recomiendan hacerlo frecuentemente con jabón o con desinfectantes con alcohol en más de un 60 %. Aparte de eso, aconsejan minimizar los contactos no necesarios y no salir de casa y, si esto resultara imposible, cubrirse la cara al toser o estornudar y evitar tocársela con los manos.

 

Fuente e imagen: http://rubenluengas.com/2020/03/experto-explica-por-que-es-importante-limpiar-el-movil-regularmente-mientras-dure-la-pandemia/

Comparte este contenido:

Pan, espacio y olvido

Por: Leonardo Díaz

El avance global del coronavirus SARS-CoV-2 ha propiciado el constreñimiento de la circulación ciudadana por parte de los Estados, con el fin de frenar la curva exponencial de la pandemia. Quedarse en casa se ha convertido en una consigna proclamada desde Oriente hasta Occidente.

La señalada coerción se ha justificado, a nivel planetario, con el viejo argumento de la seguridad nacional. El confinamiento genera el distanciamiento social necesario para reducir las probabilidades de contraer el virus y agregar eslabones a la cadena del contagio. Así, el recorte de las libertades y los derechos ciudadanos ha recibido el beneplácito popular.

Pero, en América Latina y el Caribe, existe un problema que amenaza cualquier intento estatal por detener la epidemia basándose en el confinamiento: el trabajo informal. Millones de personas en nuestro continente no disponen de un puesto de trabajo estable con un salario regular. Sus vidas dependen de “la conquista callejera”, de vender con el empeño de a quién se le va el alma, porque la subsistencia del cuerpo lo demanda.

En estas circunstancias resulta difícil acatar la orden de autoencerramiento. El trabajador promedio de Latinoamérica se encuentra en la encrucijada de la novela de Albert Camus, La peste, donde los habitantes del pueblo de Orán se quedan sin alimento y, deseando emigrar a otro lugar, se ven impedidos por las medidas coercitivas del Estado.

Los estados latinoamericanos han sido incapaces de establecer políticas económicas inclusivas que permitan a la gente común proporcionarse el alimento de manera autónoma y sostenible en el espacio público, que, además, ha cargado con el fardo de unas oligarquías parasitarias enriquecidas al amparo del proteccionismo estatal.  En esta situación, la mayoría de los segmentos poblacionales se encuentran en clara desventaja material con respecto a las minorías receptoras de la riqueza material para operar dentro de la crisis.

Al mismo tiempo, los referidos segmentos poblacionales tampoco han tenido acceso a un sistema educativo formador que los capacite en las habilidades ciudadanas y en una actitud reflexiva. En el mejor de los casos, han sido instruidos mínimamente para la “competitividad”, para ser mano de obra en el mercado. Por consiguiente, tampoco disponen de los dispositivos subjetivos para lidiar con los problemas de la vida cotidiana, mucho menos con un estado de emergencia.

Los segmentos poblaciones excluidos en nuestras sociedades raramente han sido una prioridad de los partidos gobernantes latinoamericanos, en algunos casos, compromisarios de corporaciones, en otros, convertidos ellos mismos en corporaciones estatales. Ni siquiera la emergencia de una crisis sanitaria, como lo es la actual, ha modificado de modo estructural esta situación, y por tanto, las prioridades.

Al inicio, en sentido general, los gobiernos latinoamericanos subestimaron y ocultaron la crisis para no “asustar a los mercados”. En medio de la misma, se tomaron medidas económicas para proteger a las clases económicas más consumidoras y por lo tanto, las garantes del modelo económico. Las pocas decisiones de inversión social en medio de la crisis, dirigidas a los grupos olvidados del ordenamiento político, se realizan sin obviar la obtención del capital político y limpiar la imagen mediática.

Mientras tanto, los menos pudientes son arrojados a luchar sin cuartel contra una adversidad percibida como cuasi sobrenatural, porque dichos grupos experimentan un “espejismo hermenéutico”, resituando el concepto de la filósofa argentina Moira Pérez(https://www.aacademica.org/moira.perez/49.pdf). Es decir, los segmentos poblacionales más vulnerables sufren una experiencia social ininteligible para ellos mismos porque la misma se encuentra distorsionada en el espejo de los discursos generados por las instancias del poder político.

A las carencias hermeneúticas se suman las privaciones objetivas de una población sin recursos para costear los servicios de salud en sociedades que han sido entregadas a las draconianas Administradoras de riesgos de salud privadas (APFs).

En La peste, Camus narra una de las principales tragedias de los habitantes del pueblo de Orán, el hecho de que, acorralados por la peste, separados de sus seres queridos en un aislamiento social extremo, se van convirtiendo en objeto del olvido. Las situaciones de emergencia o estados de excepción irrumpen de modo violento en nuestra cotidianidad y laceran la empatía y la solidaridad que son tendencias emocionales constitutivas de nuestra humanidad.

En este momento, se hace necesario un cambio radical de las políticas públicas. Además, un segmento importante del sector privado, que ha acumulado riquezas durante tantos años y todavía pretende sacar ventaja de la crisis (AFPs, clínicas y laboratorios privados, industrias hoteleras, entre otras empresas), entiendan que su sobrevivencia a largo plazo depende de un rescate colectivo que no olvide a las mayorías, lo que dada las circunstancias actuales, conllevará sacrificios y concesiones en detrimento de sus ganancias particulares.

Lo que nos jugamos, no es solo el problema real de la desaceleración económica, con sus terribles secuelas sociales, y las miles de vidas humanas que mueren y morirán por el virus, sino también, el reforzamiento del hundimiento material y espiritual generalizado que estas crisis conllevan para la mayoría de los sobrevivientes, aquellos que no pueden pagar coaches, ni chamanes de la Nueva Era.

Fuente: https://acento.com.do/2020/opinion/8797922-pan-espacio-y-olvido/

Imagen: https://pixabay.com/photos/lost-places-pforphoto-abandoned-1555076/

Comparte este contenido:

Inteligencia emocional en tiempos de pandemia

Por: Paulette Delgado

Ante la incertidumbre que crea el nuevo coronavirus (COVID-19), la inteligencia emocional se vuelve clave para mantener la calma.

Tony Schwartz, dueño de The Energy Project y Emily Pines, directora gerente de desarrollo de contenido de la misma consultora, aseguran que las emociones negativas como el estrés, la fatiga, y el pánico pueden ser tan contagiosas como el nuevo coronavirus. Ellos explican que el ser humano cuenta con dos maneras de reaccionar: la infantil y la adulta. La parte infantil es aquella que es más indefensa y vulnerable, (una persona abrumada, por ejemplo), mientras que la adulta es aquella persona que mantiene la calma ante este tipo de situaciones, para poder tranquilizar a la parte infantil.

De acuerdo con Schartz y Pines, la clave para que la parte adulta pueda calmar a la infantil se encuentra en la inteligencia emocional. En situaciones atípicas o extremas que estamos experimentando todos ante la pandemia del coronavirus, es necesario aprender a saber cómo actuar ante la incertidumbre para no dejarse llevar por noticias falsas o el pánico. Tony y Emily describen esta etapa como de “supervivencia” y puede ser peligrosa porque no ayuda a resolver problemas complejos ya que lleva al ser humano a ser reactivo, más que deliberador.

Una opción para evitar caer en el modo de supervivencia es nombrar nuestras emociones, ya que tenerlas embotelladas pueden llevarnos a explotar de manera negativa. Una vez que se expresan los sentimientos, se vuelve más sencillo controlar las emociones e irlos normalizando. Es decir, observar las emociones y nombrarlas dando lugar a la parte adulta, en lugar de ser manejadas por ellas.

Otro aspecto importante para sobrellevar esta crisis es tratar de mantener la calma y enfocarse en lo que sí podemos controlar.  Por ejemplo, abastecerse sin caer en compras de pánico, ya que esto puede ayudarnos a sentirnos más tranquilos y en control. Yasmin Anwar, escribe en Futurity que además de estar abastecido, enfocarse en actividades que se pueden hacer en el hogar como la jardinería o manualidades, ayudan controlar la ansiedad. La cuarentena es buen momento para aprender algo nuevo o realizar actividades pendientes como practicar un instrumento, terminar un libro o empezar un blog. Esto te ayudará a sentirte más en control y aprovechar mejor el tiempo. Lo mejor es que es fácil encontrar tutoriales en internet sobre todo tipo de cosas desde clases de piano, yoga, o aprender a tejer. Si tienes hijos, estas actividades pueden servir además para conectar y crear nuevas actividades familiares.

Estar en contacto regular con familiares y amigos, en tiempos de distanciamiento social, es fundamental ya que no hacerlo puede llevarnos a sentirnos aislados. Actualmente existen muchas aplicaciones y herramientas para hacerlo, desde Facebook y WhatsApp, hasta Zoom, Skype o Slack. Por otro lado, The Guardian recomienda no estar constantemente revisando las noticias, en particular si esto detona emociones negativas o contribuye a estar en modo de supervivencia. La inteligencia emocional nos permite evitar creer lo que dicen noticias falsas y evita caer en estrés y pánico. Para evitar estos sentimientos, es necesario revisar siempre la fuente de la información, ¿es de algún experto científico o médico, un representante de gobierno o de “amigo de un amigo”?

Usemos Google con discreción al buscar síntomas y “soluciones” para el coronavirus, de esta manera evitaremos  autodiagnosticarnos y automedicarnos. En su lugar, Rhiannon Lucy Cosslett y Yasmin Anwar recomiendan meditar y hacer ejercicio, actividades que son sencillas de hacer en casa y nos ayudan a estar en mayor control de nuestras emociones.

En estos tiempos de incertidumbre, la mayoría de las personas estamos nerviosas, ansiosas, por lo que es importante practicar la empatía. El coronavirus y el distanciamiento social es algo que nos está afectando a todos de manera distinta, por lo que tener en cuenta que los demás pueden tomar esta situación de manera diferente puede ayudarnos a conectar mejor con los demás, ya sean nuestros compañeros de trabajo, amigos o familiares. También es importante recordar que cada persona maneja el estrés de manera distinta, tratar de entender al otro a través de la empatía, puede ayudarlos a manejar la situación mejor.

Por último, en estos momentos es importante aprender a mantener la calma. Actualmente la tecnología nos permite seguir conectados con el mundo exterior a pesar del  distanciamiento social. Además de que internet es una gran herramienta para buscar tutoriales de meditación, respiración y relajación que nos ayudarán a sentirnos menos abrumados. En estos momentos de constante cambio e incertidumbre es de suma importancia mantener la calma, practicar la empatía, y buscar la manera de que esta crisis afecte lo menos posible nuestro día a día. Es necesario buscar reducir los niveles de ansiedad y enfocarse en lo que es realmente importante: la salud.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/inteligencia-emocional-en-tiempos-de-pandemia

Comparte este contenido:

Redescubriendo modos de abrazarnos, una oportunidad en la pandemia. La corporalidad, potente territorio de transformaciones.

 

Por: Mg. María Alejandra Castiglioni.

 

 

 

El sistema, que no da de comer, tampoco da de amar: a muchos condena al hambre de pan y

a muchos más condena al hambre de abrazos» Eduardo Galeano, El libro de los abrazos

 

 

Aislados para proteger nuestra salud, aislados para proteger al otro, aislados para proteger nuestra comunidad y a esta aldea global. Aislados nuestros cuerpos. Cuerpos, construcción cultural y espacio primario donde se instala, expresa y percibe la emocionalidad; aquellos que se constituyen como superficie donde se inscribe nuestra historia, nuestra vida y también nuestra muerte.

El cuerpo es “el lugar” donde todo sucede, donde se sostiene y resignifica la conversación educativa mientras se desenvuelven los procesos de socialización, allí surge la posibilidad de transformar vínculos para soñar, gestar y construir escenarios más humanos.

Más allá de los cuerpos, entre ellos, erupciona un espacio privilegiado donde habitan nuestros gestos, voces y relatos. Quizás sea momento de redescubrir su potencia y sus matices, intensidades, lenguajes para intentar abrazarnos de otros modos, tan necesarios en el escenario de una pandemia. Hace falta compartir el miedo, el dolor, la distancia, el silencio, la soledad. Así, el valor de la voz que contiene, la mirada que reconoce, el silencio disponible a los otros, el llamado de atención que cuida, la palabra que reconforta, la distancia física que protege, entre otros gestos, forjan un entramado que abriga la conciencia social, lo que por su parte sostiene nuestra corresponsabilidad de existir.

Estos entramados habitan en la corporalidad, una interfaz que media “entre lo social y lo individual, lo psicológico y lo simbólico”, allí donde se despliega un espacio de oportunidades y posibles transformaciones donde capitalizar la evidencia de actitudes, gestos y discursos que cada cultura aloja y le otorga sentido (Le Breton, 2002:97).

Cultura que, en su sentido dinámico e inacabado, se hace visible en nuestros cuerpos siempre en movimiento, al pensar, al hablar, al mirar y en el transcurso de mismo de nuestras vidas. De acuerdo con Olmos, la cultura puede definirse como forma integral de vida creada histórica y socialmente por una comunidad a partir de su particular manera de resolver –desde lo corporal, emocional y psíquico- las relaciones que mantiene en su seno “con el propósito de dar continuidad y sentido a la totalidad de su existencia” (2003: 16).

Continuidad a la existencia… allí el aprendizaje que hoy nos implica, allí la educación. Un proceso con intencionalidad pedagógica contextualizado, como sólo tiene sentido de abordarse, donde capitalizar sentipensares diversos y recuperar la amorosidad y la emoción que moviliza situaciones del mundo interno en la interacción consigo y con los otros; “no hay acción humana que la funde como tal” sin emoción (Maturana).

Asimismo, patrimonializar los modos que cada cultura construye -en su diversidad  relacional- de transmitir emociones mediante la gestualidad, expresiones éticas y estéticas, disposiciones corporales que modulan la comunicación social y la imagen corporal.

La escucha y disponibilidad adulta, fundan la pedagogía intercultural crítica para capitalizar su heterogeneidad en el extrañamiento de lo real, impugnando escisiones hegemónicas entre cuerpo y mente, emoción y razón, pasividad y actividad que se han acomodado en nuestros cuerpos generando representaciones estigmatizantes de la alteridad e instalando inequidades.

En este sentido, la corporalidad humana, fenómeno social y cultural, materia simbólica, objeto de representaciones y de imaginarios, también aloja valoraciones y  estigmatizaciones, producto de un consenso histórico y social circunstancial que no se corresponde con la naturaleza misma de cada ser humano. Este virus nos hace iguales ante su hostilidad, no hay prestigio autopercibido que proteja de su virulencia.

Es un momento histórico donde revisar la matriz simbólica que organiza nuestra percepción del otro, para comprender que es la naturaleza quien no distingue etnia, edad, nacionalidad, clase social u otras categorías instalándonos a todos en las mismas condiciones para contagiarnos, pero quizás no de conservar la salud porque estaremos dependiendo de quien sea solidario, respetuoso del bien común.

¿Cómo construir estas transformaciones necesarias desde el campo educativo?

En principio considero al hecho educativo complejo y multidimensional, lo que amerita un abordaje interdisciplinar, en este caso Educación, Sociología de la Cultura y Antropología del Cuerpo. La educación -institución política, social y cultural- se transforma constantemente en esa multiplicidad de perspectivas y campos teóricos y sociales.

De aquí en más, analizando críticamente los gestos que nos vinculan y en qué medida sustentan una perspectiva de derechos que refleje un compromiso hacia la real efectivización de todos ellos desde el nacimiento.

Será responsabilidad de todos encarnar las palabras de Freire, nadie se salva solo, nadie salva a nadie, nos salvamos en comunidad. Así la centralidad de la educación, en su dimensión política insoslayable, como campo de disputas, como posibilidad de impugnación de inequidades, como instancia de transformación social donde los educadores gestamos lo gestante a partir de la voz infantil, entregando un legado respetuoso de la humanidad y de la naturaleza -como parte de ella- entre cada generación y así, construyendo comunidad.

La voz infantil nos recuerda a cada instante esta necesidad imperante, me invito, les invito a reponer sus palabras, sus expresiones coherentes que nos lo recuerdan cuando vamos a cortar una flor, cuando no cuidamos nuestro medio ambiente, cuando gritamos, cuando demandan escucha atenta o nuestra disponibilidad. Quizás así desenvolver nuevos procesos a partir de su deseo, emoción, historia y todo el bagaje antropológico y simbólico que alojan en su excepcionalidad.

Para Kohan, “la humanidad tiene un soma infantil que no lo abandona y que ella no puede abandonar” (2004: 274). En este sentido alojar esa categoría social e histórica que es la infancia, territorio, sentido y condición de la experiencia humana, la que  erupciona per se  en un devenir incesante, anticipa nuevos comienzos… ¡es vida!

Niestche, lo ha dicho, “el cuerpo siempre sorprende”. Está en nosotros escuchar su testimonio y recordarnos que no somos los dueños de la naturaleza, somos parte de ella, es nuestra casa, la que habitamos y la que habitarán nuestrxs hijxs.

He escuchado a Rita Segato contarnos que somos emanaciones de nuestros paisajes. Esta es una oportunidad para recuperar los paisajes más justos, más humanos capitalizando la diversidad como patrimonio. También, para revisar el rol de los estados en las economías mundiales y la implicancia de las políticas neoliberales que entienden -ya lo sabemos- al ser humano como mercancía y en el caso de las infancias, marcando a lxs niñxs como oportunidad o amenaza para cumplir sus objetivos.

El sol seca la arcilla y derrite la vela, dice Kant, un mismo hecho -en este caso- global, devastador y arrasador puede ser una invitación a valorar la vida una vez más y elegir de qué modo honrarla escuchando infancias, las que portan sin dudas, un impulso vital.

 

Bibliografía

Citro, Silvia. Cuerpos Significantes. Travesías de una etnografía dialéctica. Buenos  Aires, Biblos. 2009.

Kohan, Walter. (2004). Infancia entre educación y filosofía. Barcelona: Laertes

Le Breton, David. Antropología del cuerpo y modernidad. Buenos Aires, Editorial Nueva Visión. 2002.

McLaren, Peter (1990). Pedagogía crítica, resistencia cultural y la producción del deseo. Buenos Aires, Aique. Disponible en http://www.terras.edu.ar/biblioteca/5/PDGA_Mc_Laren_Unidad_7.pdf Consultado el 10/9/2017

Mauss, Marcel. Sociología y Antropología, Sexta Parte “Técnicas y Movimientos corporales, Madrid, Editorial Técnos. 1979 (1936). Bs. As, 22 de marzo de 2020.

Fuente del artículo: Equipo de Ove

Comparte este contenido:

Noam Chomsky: «La pandemia es otro caso de la falla masiva del mercado, como el calentamiento global»

Por: Roberto Manríquez.

 

Para el pensador estadounidense –quien aprovechó el aislamiento en que se encuentra para responder preguntas a El Mostrador– «la situación es, por supuesto, muy grave, principalmente para el sur global y los sectores más vulnerables en Occidente. Del mismo modo que la pandemia podría haberse evitado, y en algunos países asiáticos parece haberse contenido en gran medida, la crisis económica puede mitigarse y evitar que se vuelva catastrófica. No es necesario repetir los errores de 1929 o de 2008. La crisis pone de manifiesto profundos defectos en los modelos económicos imperantes, defectos que pronto provocarán crisis mucho peores, a menos que se tomen medidas importantes para evitarlos. Por terrible que sea la crisis del coronavirus, habrá recuperación. No habrá recuperación del calentamiento global si no se controla».

La evidencia científica apunta a que la aparición del COVID-19 no fue de modo alguno imprevisible. De hecho, en un artículo publicado el pasado lunes en El Mostrador, la Sociedad de Microbiología de Chile sentenciaba en forma preocupante que “tal como lo hemos visto incluso en estos días, las decisiones sobre la pandemia de SARS-CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19, son en muchos casos basadas en criterios políticos y económicos, más que en la evidencia científica”.

Basado en estas evidencias, Noam Chomsky estima que la aparición del COVID-19 se pudo prever, pero que, dado el modelo económico, era difícil que los recursos públicos fueran destinados a escenarios de prevención hipotéticos.

El intelectual, quien no requiere de mayor presentación, respondió desde su lugar de aislamiento a este cuestionario de El Mostrador sobre la pandemia que desafía a la humanidad.

-¿Cómo está profesor?

Personalmente bien. Aislado.

-La situación se reveló más seria de lo que en un principio el gobierno de Trump previó. 

La reacción de la administración Trump ha sido un desastre: negación, confusión, pérdida de tiempo. Por ahora, Estados Unidos es el único país importante que ni siquiera puede proporcionar información precisa a la Organización Mundial de la Salud. El gobierno finalmente está dando algunos pasos: demasiado tarde, demasiado limitado.

-De pronto pasamos de lidiar con la emergencia climática y la amenaza nuclear a una pandemia devastadora. ¿Era previsible de alguna forma?

Se ha esperado durante algún tiempo, se estimaba que otra pandemia estaba en camino, tal vez causada por un coronavirus similar al SARS. Las compañías farmacéuticas no tenían interés en la preparación de antídotos. Sin ganancia inmediata. Por otro lado, las iniciativas gubernamentales han sido bloqueadas sistemáticamente por la doctrina neoliberal imperante, que autoriza al Estado a proporcionar subsidios a las corporaciones y rescatarlas de los problemas, pero no interferir con su control del mercado, incluyendo el farmacéutico.

-¿A qué responde la situación que enfrentamos?

Como mencioné, la pandemia es otro caso de la falla masiva del mercado, como el calentamiento global. Para las compañías farmacéuticas privadas, las señales del mercado eran claras: no desperdicies recursos en la preparación anticipada para una pandemia. El gobierno podría haber intervenido, como en Corea del Sur, pero eso entra en conflicto con la ideología neoliberal; interferiría con los sagrados derechos del poder privado concentrado. El papel del gobierno es subsidiar y proporcionar derechos de patentes exorbitantes, asegurando ganancias colosales. Pero no interferir con las prerrogativas de privilegio y riqueza.

-Trump y Bolsonaro pasaron de decir que era una invención de los medios de comunicación a tomarlo con cierta seriedad.

Mucho de lo que ha pasado globalmente, se debe a ese enfoque de reaccionar tardíamente.

-Esta crisis ha expuesto el verdadero estado de los sistemas de salud pública, que no están pasando la prueba

Muy cierto. También demuestra cómo han sido debilitados por los programas neoliberales de la generación pasada.

-La crisis pandémica a su vez provocará una crisis económica, que evoca la crisis subprime o incluso la de 1929, ¿cuál es su apreciación?

La situación es, por supuesto, muy grave, principalmente para el sur global y los sectores más vulnerables en Occidente. Del mismo modo que la pandemia podría haberse evitado, y en algunos países asiáticos parece haberse contenido en gran medida, la crisis económica puede mitigarse y evitar que se vuelva catastrófica. No es necesario repetir los errores de 1929 o de 2008. La crisis pone de manifiesto profundos defectos en los modelos económicos imperantes, defectos que pronto provocarán crisis mucho peores, a menos que se tomen medidas importantes para evitarlos. Por terrible que sea la crisis del coronavirus, habrá recuperación. No habrá recuperación del calentamiento global si no se controla.

Fuente de la entrevista: https://rebelion.org/la-pandemia-es-otro-caso-de-la-falla-masiva-del-mercado-como-el-calentamiento-global/

Comparte este contenido:

Orar para comprometerse

Por: Antonio Pérez Esclarín

Un simple virus, tan diminuto que ni es visible, nos ha obligado a encerrarnos en nuestras casas y salir del ruido, de la prisa, del trabajo. La amenaza de la enfermedad e incluso la posibilidad de la muerte, ha relativizado la importancia de nuestros proyectos, ha puesto también en cuarentena nuestras aspiraciones y sueños, y nos ha hecho comprender que la vida es el valor más importante y que, sin el, no tienen sentido los demás. Porque el virus nos amenaza a todos, estamos comprendiendo el sinsentido de nuestras divisiones políticas, raciales, económicas, religiosas y sociales, y lo absurdo de una vida de espaldas a los sufrimientos de los demás. También estamos valorando y agradeciendo a todas esas personas que se la están jugando por nosotros.

SÍ bien la rápida propagación del virus nos ha llenado de problemas y preocupaciones, nos está regalando una gran oportunidad para encontrarnos con nosotros mismos y con nuestra familia, para hablarnos en lo profundo del corazón, para revisar nuestros proyectos y aspiraciones, para conversar con Dios, es decir, para orar.

Orar es experimentar el amor de Dios. Dios nos ama siempre, sobre todo cuando estamos preocupados, tristes; cuando nos sentimos agobiados, enfermos, maltratados. Cuando nos sentimos solos es cuando nos busca Dios con más interés para cargarnos en sus brazos y recostarnos sobre su corazón. Sobre ese amor, como sobre roca firme, debemos levantar nuestra esperanza y nuestro compromiso. La oración deberá hacernos más generosos, serviciales, solidarios. Al amor sólo se puede responder con amor. Lo maravilloso es que esa respuesta al amor de Dios debe incluir también el amor a los hermanos, especialmente a los más débiles y vulnerables, como los ancianos que son las víctimas preferidas del virus, pues un supuesto amor a Dios que no se traduzca en servicio a los demás es un amor falso.

En consecuencia, en estos días debemos orar mucho. La oración no es para huir de la vida, ni tampoco para meramente pedirle a Dios que resuelva nuestros problemas. La oración debe fortalecer el coraje y la decisión de vivir combatiendo al coronavirus y todo lo que daña o mata la vida. Si la oración no lleva al compromiso, si no alimenta las ganas de combatir todas las expresiones del mal y de dedicar la vida al servicio y defensa de la vida para todos, no tiene sentido. Se trata de, como lo hacía Jesús, alimentar en la oración la firme decisión de cumplir la voluntad del Padre y vivir entregados a la construcción de un mundo fraternal, donde todos, especialmente los más pobres y los que sufren las consecuencias de este virus y también de los otros virus como el hambre, la miseria, la ignorancia, la exclusión, puedan vivir con dignidad. La oración debe llevarnos a la acción comprometida.

Si auténtica, la oración nos cambia la vida. La oración nos mete en un mundo nuevo, el de Dios, y nos sitúa con más fuerza en el corazón de los hombres. En la oración aprendemos agradecimiento y gratuidad. Aprendemos a no usar a Dios, a no servirnos de Él para que resuelva nuestros problemas, sino que le pedimos fuerza para que se cumpla su voluntad y seamos capaces de luchar con decisión contra el mal y todas sus manifestaciones. En la oración aprendemos a recibir y dar en gratuidad. Aprendemos a estar con el que llora, con el que sufre, con el enfermo, con el que está sólo, con el que no tiene apoyo. Aprendemos a no dar consejos, sino a darnos.

Fuente: https://diariodelosandes.com/site/orar-para-comprometerse-por-antonio-perez-esclarin/

Imagen: Nay Lin Aung en Pixabay

Comparte este contenido:

Perú: Coronavirus: 12 museos que puedes visitar virtualmente durante la cuarentena

América del Sur/Perú/31-03-2020/Autor(a) y Fuente: www.andina.pe

Sin salir de casa, la cultura peruana está a la mano gracias a la tecnología.

Ante la ampliación del aislamiento social obligatorio hasta el 12 de abril, debido a la crisis sanitaria por el coronavirus que azota al mundo, resulta propicio destinar parte del tiempo a quehaceres entretenidos y una gran alternativa es disfrutar nuestra milenaria cultura. ¡Prepárese para una experiencia cultural diferente y sentirse más peruano que nunca!

El Ministerio de Cultura, mediante su portal “Visita Virtualmente Nuestros Museos” pone a disposición de los usuarios 19 museos para que puedan ser recorridos de manera virtual, 12 de ellos están ubicados en regiones.

Ministerio Cultura

@MinCulturaPe

El Estado de Emergencia se amplió hasta el 12 de abril, así que sigamos cumpliendo con las medidas de prevención para vencer al . 😁☝ 🇵🇪

Video insertado

Ver los otros Tweets de Ministerio Cultura
Resulta difícil recomendar solo uno, ya que cada recinto cuenta con una colección admirable sobre la rica cultura peruana y algunos, como El Cuarto del Rescate en Cajamarca, cuentan con instalaciones que datan de la época de la Conquista.
La Agencia Andina le hace algunas recomendaciones para que, sin pagar entrada y gracias a la tecnología, pueda enriquecer sus conocimientos sobre nuestros antepasados y, además, sumarse a la gran cruzada #YoMeQuedoEnCasa para evitar la propagación del coronavirus. Aburrirse está prohibido.
1. Museo de Sitio Julio C. Tello. Fue distinguido como el mejor nuevo museo de Latinoamérica por los Leading Culture Destinations Awards en el 2018; está ubicado en la Reserva Nacional de Paracas, Ica, muy cerca del mar de Pisco.
Alberga 120 piezas entre cerámicas, tejidos y utensilios de la cultura Paracas, que abarca desde los periodos iniciales hasta el año 200 d.C. Conserva el legado de la milenaria civilización Paracas, una de las más extraordinarias culturas prehispánicas nacidas en territorio peruano.
Forman parte de su valiosa colección, los fardos funerarios, que contienen restos óseos en perfecto estado de conservación. También podrá apreciar los famosos cráneos deformados que evidencian las operaciones quirúrgicas conocidas como “trepanaciones craneanas”, símbolo del gran conocimiento en medicina de esta cultura ancestral.

museo

2. Museo Cuarto del Rescate. Está ubicado en el mismo lugar donde estuvo recluido Atahualpa, el último inca, quien fue prisionero de los españoles.
Al verse prisionero, el inca Atahualpa prometió a Francisco Pizarro llenar esa misma habitación de oro y dos veces de plata, hasta donde llegara su brazo derecho levantado, a cambio de su liberación.
Pizarro aceptó la recompensa, pero una vez pagada Atahualpa fue acusado de idolatrías, lo que provocaría su ejecución en la plaza de Armas de la ciudad de Cajamarca. Según cálculos actuales, el rescate superaría los 15 millones de dólares, la más cara pagada en toda la historia de la humanidad.

museo

3. Museo Histórico Regional Tacna. Este recinto relata los primeros años de nuestro país en las épocas de la Emancipación y la República. Está ubicado en la calle Apurímac N° 202 (esquina de la Alameda Bolognesi) y alberga óleos que rememoran escenas de contenido patriótico como “La respuesta de Bolognesi” a la armada chilena, «La batalla del Alto de la Alianza», «La batalla del Morro de Arica».
Además, atesora valiosos documentos como el primer plano de la Emancipación representada por Francisco Antonio de Zela y documentos de Ramón Castilla, así como los tratados entre Perú y Chile y la Reincorporación de Tacna a la Patria.

museo

4. Complejo Arqueológico de Kotosh. Durante las excavaciones arqueológicas en 1960, la misión japonesa encabezada por Seiichi Izumi halló una superposición de templos. Dentro de uno de ellos se encontraron dos esculturas que darían el nombre al templo “Manos cruzadas” y que representan la evidencia más antigua de relieves en barro de la Sierra del Perú, cuya antigüedad data entre 2200 a.C. y 1500 a.C.
El sitio arqueológico de Kotosh se encuentra ubicado en el departamento de Huánuco y custodia cerca de 17,000 piezas, entre fardos funerarios, momias, esqueletos, cráneos y partes de esqueletos de diversos periodos: desde el lítico o de los recolectores (20,000 a 5,000 a.C.) hasta el inca.
Cuenta también con una valiosa colección etnográfica de las famosas cabezas reducidas y restos humanos de las épocas de la Colonia y la República.

El sitio arqueológico de Kotosh custodia cerca de 17,000 piezas, entre fardos funerarios, momias, esqueletos, cráneos y partes de esqueletos.

Más opciones
Además de estos recintos también puede recorrer, virtualmente, otros cuya importancia histórica y turística enorgullecen nuestro espíritu patrio como el Museo Nacional Chavín, en Áncash; el Museo de Sitio Manuel Chávez Ballón de Machupicchu, en Cusco; el Museo de Sitio Chan Chan, en La Libertad.
También el Museo Regional Adolfo Bermúdez Jenkis, en Ica; el Museo Regional Daniel Hernández Morillo, en Huancavelica; el Conjunto Monumental Belén, en Cajamarca; el Museo de Sitio Las Peañas, en Tacna; y el Museo Histórico Regional Hipólito Unanue, en Ayacucho.
Para poder apreciar todas las opciones de museos que el Ministerio de Cultura ofrece también puede dar clic en este enlace.
Fuente e Imagen: https://www.andina.pe/agencia/noticia-coronavirus-12-museos-puedes-visitar-virtualmente-durante-cuarentena-790458.aspx
Comparte este contenido:
Page 191 of 213
1 189 190 191 192 193 213