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Qué es el «Caso Odebrecht» y cómo afecta a cada país de América Latina

Por: Antonio Jiménez Barca. El País. 16/02/2017

La enorme trama de corrupción del gigante de la construcción sacude a la clase política latinoamericana

En junio de 2015, la policía brasileña encargada de investigar la macrotrama corrupta de la petrolera estatal Petrobras arrestaba, en su lujosa casa de São Paulo, a uno de los empresarios más poderosos de Brasil, Marcelo Odebrecht. El mundo económico brasileño se echó a temblar; el mundo político, también. Y no han parado desde entonces de hacerlo. Los secretos que podia guardar el nieto –y ya por entonces presidente- de la mayor constructora de América Latina, con 168.000 empleados, y con ramificaciones en 28 países, entre otros, en Venezuela, Colombia, Perú o EE UU, eran de tal calibre y de tal potencia que podían, por si solos, derribar presidencias o hacer caer gobiernos en toda la región.

Durante muchos meses, Marcelo, un hombre pagado de sí mismo y de carácter fuerte, se negó a aceptar el regalo envenenado de la Fiscalía brasileña: confesar lo que sabía –esto es: a quién había sobornado para conseguir contratos golosos- a cambio de rebajar la condena. Pero la situación en caída libre de la empresa, sobre la que pesaba una prohibición de presentarse a concursos públicos, más las pruebas recogidas por los investigadores (la carpeta olvidada de una secretaria en la que figuraban los nombres y apodos de los políticos sistemáticamente sobornado constituyó una de las más concluyentes) le hicieron doblegarse.

Aceptó cantar y delatar a cambio de rebajar diez años la condena (de 19 años). Con él, otros 77 altos cargos de la empresa se prestaron también a dar nombres, fechas y cuantías a la policía a cambio de años de libertad.

Además de pedir perdón públicamente, la empresa, asimismo, se avino a pagar la mayor multa impuesta a una compañía acusada de corrupción: 3.500 millones de dólares, repartidos entre los Gobiernos de Brasil, EEUU y Suiza(países que también investigaban a Odebrecht por sus prácticas corruptas). A cambio, dejaba de estar proscrita y volvía a poder concursar a obras públicas, su principal fuente de ingresos.

Pero una vez que las investigaciones se habían puesto en marcha, nada iba a impedir que el torrente de revelaciones siguiera arrasándolo todo. Desde EE UU y pasando por las fiscalías locales, ya afecta, fuera de Brasil, al presidente colombiano Juan Manuel Santos y al expresidente peruano Alejandro Toledo. “Odebrecht empleó una secreta, pero totalmente funcional, unidad de negocios de la empresa-un departamento de sobornos, por decirlo de alguna manera- que, sistemáticamente, pagó cientos de millones de dólares para corromper a funcionarios del Gobierno en países de los tres continentes”, afirmó en diciembre de 2016 Sung-Hee Suh, fiscal general asistente de la División Criminal del Departamento de Justicia norteamericano.

Nada apunta a que la tormenta vaya a parar. Al contrario. Las confesiones de los más de 70 altos cargos (incluida la de Marcelo Odebrecht) están hoy por hoy en Brasil protegidas por el secreto de sumario. Pero no lo estarán por mucho tiempo y, más pronto o más tarde, se harán públicas. La prensa brasileña las denomina, acertadamente, “la confesión del fin del mundo”. Hace un mes se filtró la declaración de uno de esos altos cargos. Solo uno. Se llamaba Cláudio Melo Filho y su trabajo consistía, según afirmó ante la policía, en presionar (y sobornar) a políticos brasileños a cambio de que favorecieran los intereses de la empresa a la hora de conceder contratos o modificar leyes. Aseguró también que el actual presidente, Michel Temer, aceptó en la terraza de su palacio 10 millones de reales (más de 3 millones de euros) para su campaña electoral. Lo que esconda la declaración de Marcelo Odebrecht, que trataba con presidentes y ministros de muchos países, es dinamita pura a punto de estallar.

Esto es lo que se va conociendo de las diferentes investigaciones:

COLOMBIA

La posibilidad de que el caso Odebrecht, empresa que confesó haber pagado en Colombia 11 millones de dólares en sobornos, salpicase al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha desatado un tsunami político desde el martes por la noche en el país sudamericano. La Fiscalía aseguró que parte del dinero recibido como soborno por un exsenador detenido a principios de año “habría” terminado en la campaña presidencial de Juan Manuel Santos en 2014. Este miércoles, el fiscal salió a matizar ese condicional y explicó que responde únicamente al testimonio del exsenador detenido pero que no hay prueba física de que ello ocurriese, por lo que ha pedido que se investigue, un reclamo que ha hecho el propio presidente. Mientras, el Gobierno en pleno salió en defensa de Santos.

El pasado 14 de enero fue detenido el excongresista del Partido Liberal Otto Bula, acusado de recibir una comisión de 4,6 millones de dólares por favorecer a Odebrecht en la concesión de una carretera. A partir de la declaración de Bula, la Fiscalía emitió el comunicado matizado después. (Más informacion)

BRASIL

Las tramas corruptas que afectan a la clase política y empresarial de Brasil se entremezclan y el caso Odebrecht no es una excepción. Según la investigación en torno a la causa abierta que afecta a la petrolera estatal brasileña Petrobras se calcula que de los 20.000 millones de reales (6.400 millones de dólares) desviados, 7.000 (2.250 millones de dólares) fueron a parar a Odebrecht. Se cree que la multinacional accedió a esa fuente de dinero pagando hasta 1.000 millones de reales (320 millones de dólares) en sobornos a políticos y otros agentes públicos, generalmente en forma de donaciones para campañas electorales.

Hasta el momento, la pieza judicial vinculada a Odebrecht requería de que una instancia judicial diera validez a la confesión de hasta 77 de sus ejecutivos. Así lo hizo el Tribunal Supremo el pasado 30 de enero. La confesión se encuentra bajo secreto de sumario pero la prensa brasileña ha ido filtrando al público algunos nombres clave, entre los que están el actual presidente, Michel Temer y a sus antecesores Dilma Rousseff y Luiz Inácio Lula da Silva. Están también dirigentes del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), desde José Serra, actual ministro de Exteriores, a Geraldo Alckmin, gobernador de São Paulo y hombre fuerte para las generales de 2018. (Más información).

PERÚ

La Fiscalía anticorrupción ha solicitado 18 meses de prisión preventiva para Alejandro Toledo, presidente del país entre 2001 y 2006. A Toledo, que se encuentra en París junto a su mujer Eliane Karp, se le acusa de haber recibido 20 millones de dólares en sobornos de Odebrecht, a la que habría favorecido en la carretera Interoceánica Sur, que une Perú y Brasil. Desde la capital francesa ofreció una entrevista al programa Cuarto Poder, donde negó haber recibido los sobornos denunciados.

Toledo no es sin embargo el único expresidente peruano salpicado por la trama de corrupción de Odebrecht. La situación judicial del expresidente Ollanta Humala se enmarañó tras la revelación del diario brasileño Folha de Sao Paulo de que la empresa había entregado tres millones de dólares a su campaña presidencial. Antes de esta revelación, la justicia peruana ya investigaba desde hace meses a Humala por lavado de activos en el financiamiento de sus campañas.

Además, el pasado 31 de enero, las autoridades peruanas detuvieron a su llegada de Estados Unidos a Jorge Cuba, viceministro de Comunicaciones durante el segundo mandato presidencial de Alan García, predecesor de Humala. La Fiscalía acusa a Cuba de obtener dos millones de dólares por ayudar a Odebrecht a quedarse con la licitación de unas obras de metro.

Pero no sólo por corrupción ha salpicado Odebrecht la vida de los peruanos. Perú tuvo que cancelar la semana pasada el contrato para construir el Gasoducto del Sur, cuya inversión de 7.000 millones de dólares ha sido la mayor en infraestructura en la historia de este país. El consorcio encargado de la obra, encabezado por Odebrecht, no contó con la financiación necesaria para terminarla. Ha sido multado. (Más información)

Odebrecht Argentina
Obras de Odebrecht en la provincia de Córdoba (Argentina). 
 ARGENTINA

En Argentina estaba muy instalada la idea de que el caso Odebrecht era un problema del kirchnerismo. Durante los 13 años en el poder de Néstor y Cristina Kirchner la multinacional brasileña hizo grandes negocios y, según la investigación judicial, aportó a “intermediarios” en Buenos Aires 35 millones de dólares que le permitieron acceder a contratos por unos 278 millones de dólares. Sin embargo, el escándalo ha dado un vuelco inesperado y ha tocado de lleno el entorno del presidente actual, Mauricio Macri.

El jefe del espionaje argentino, Gustavo Arribas, íntimo amigo del presidente –hasta el punto de que le alquila el departamento de lujo en el que vivía antes de trasladarse a la residencia oficial- se ha visto obligado a declarar ante la justicia argentina por unas transferencias de casi 600.000 dólares que le hizo en 2013 Leonardo Meirelles, la persona que utilizaba habitualmente Odebrecht para pagar sus sobornos. La hipótesis que manejó La Nación, el diario que publicó la noticia, es que se trataba de una coima por la obra del tren Sarmiento, en la que participaba el primo de Macri, Ángelo Calcaterra.

El Gobierno argentino desmintió indignado esta hipótesis y Macri defendió a su amigo: “No entiendo de dónde sacan la vinculación con Odebrecht, es un cuento”, llegó a decir.

MÉXICO

Odebrecht reconoció haber pagado 10,5 millones de dólares en sobornos a “altos funcionarios de una empresa controlada por el Estado [mexicano]”. Los representantes de la constructora brasileña admitieron en diciembre a las autoridades judiciales de Estados Unidos que el pago de coimas se hizo entre octubre de 2013 y finales de 2014 para ganar contratos con una compañía de la que no revelaron el nombre.

La Secretaría de la Función Pública (SFP), que se encarga de investigar las acusaciones de corrupción en contra de funcionarios, dijo que investigaría el caso. Petróleos Mexicanos (Pemex, la petrolera paraestatal) también se pronunció públicamente en favor de revisar tres grandes contratos que otorgó a Odebrecht y por los que obtuvo 39 millones de dólares en beneficios. Entre ellos la construcción al norte del país del gasoducto Los Ramones, de 450 kilómetros de longitud, y el acondicionamiento de un terreno donde se levantará la refinería de Tula, Hidalgo.

En el tiempo en que se pagaron los sobornos, Pemex era un actor central en la apertura del sector energético mexicano. A finales de enero, Arely Gómez, la titular de la SFP, dijo que el caso de los sobornos de Odebrecht a funcionarios mexicanos es una de sus prioridades, pero no presentó ningún avance en la investigación.

VENEZUELA

Según el detalle del caso abierto por la justicia norteamericana, en el caso de Venezuela, los pagos fueron de 98 millones de dólares a varios intermediarios que dijeron tener acceso directo a compañías públicas. El objetivo de Odebrecht era obtener información confidencial sobre proyectos y garantizarse concesiones.

REPÚBLICA DOMINICANA

Odebrecht pagará en este país y a lo largo de ocho años los 184 millones de dólares que se comprometió a entregar al Estado dominicano en concepto de compensación por los sobornos que la compañía admitió haber pagado en el país para obtener contratos de obras públicas. La Fiscalía reveló el pasado 2 de enero, según recogió Efe, detalles del acuerdo firmado con la empresa brasileña, alcanzado el pasado 20 de enero, por el cual esta se comprometió a abonar dicha cantidad.

Según el acuerdo, “dicho monto será desembolsado paulatinamente en un plazo de 8 años, mediante pagos anuales parciales hasta enero del año 2025, iniciando con un primer abono de 30 millones de dólares, desembolsado a la firma del acuerdo el pasado miércoles”. Destacó que, además de Brasil, República Dominicana es “el único país latinoamericano que, a la fecha, ha logrado una compensación que duplica el monto de los sobornos reconocidos”.

ECUADOR

Ecuador también se ha visto afectado. Funcionarios del Gobierno recibieron pagos por 33,5 millones entre los años 2007 y 2016. En la actualidad, la Fiscalía ecuatoriana ha pedido ayuda a España para tomar declaración a Rodrigo Tecla Durán, un implicado detenido en suelo español que puede aportar información sobre el caso Odebrecht en Ecuador, según informa EFE. Durán es investigado por presunto lavado de capitales, soborno de funcionarios y pertenencia a una organización criminal.

PANAMÁ

Así como ha pasado con República Dominicana, la firma Odebrecht ha cerrado un acuerdo verbal con las autoridades de Panamá para, en primer lugar, pagar una indemnización por la trama de sobornos en el periodo 2010-2014 y, en segundo lugar, colaborar en la investigación si es necesario. Según informó la Fiscal General panameña el pasado 12 de enero, la constructora brasileña pagará como reparación 59 millones de dólares.

Fuente: http://internacional.elpais.com/internacional/2017/02/08/actualidad/1486547703_321746.html

Fotografía: EFE/el espectador.com

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Entrevista a Lorenzo Meyer «Es inaceptable la corrupción y la estupidez del presidente Peña Nieto»

Por: Mario Casasus. Desinformémonos. 20/01/2017

Lorenzo Meyer: “Es inaceptable la corrupción y la estupidez del presidente Peña Nieto”

Guadalajara, Jalisco | Desinformémonos.  Lorenzo Meyer (1942), politólogo mexicano, denuncia la estructura del régimen de Peña Nieto y el desmantelamiento del nacionalismo: “El origen de mi libro es una observación irritada, me parece injusto ver cómo está viviendo México su vida pública, me parece absolutamente inaceptable la corrupción, la irresponsabilidad de algunas decisiones y la estupidez del presidente. Son una bola de corruptos, desde el presidente de la República hasta el presidente municipal y el policía”. El doctor Meyer reitera: “Desde la cúpula desmantelaron el nacionalismo mexicano, era parte central de la relativa soberanía de nuestro país. Yo no pensaba en Trump cuando ordenaba los capítulos del libro, tenía una tesis: los gobernantes decidieron que nuestra suerte era unirnos a Estados Unidos y disolvernos económicamente en Estados Unidos”.

Autor de los libros: Su Majestad Británica contra la Revolución mexicana (1991), La segunda muerte de la Revolución mexicana(1992), Liberalismo autoritario (1995), El Estado en busca del ciudadano (2005), De la euforia del cambio a la continuidad (2007),Las raíces del nacionalismo petrolero en México (2009), Nuestra tragedia persistente (2013) y Distopía mexicana (Editorial Debate, 2016), entre otros libros y antologías en coautoría.

El investigador y catedrático del Colegio de México hace una declaración de principios: “Mi obligación es prestarle un servicio a la comunidad mexicana porque me educó, mi educación universitaria la pagó el Estado, soy profesor e investigador de una institución del Estado, y lo menos que puedo hacer es cumplir con mi responsabilidad de forma independiente en las investigaciones, en los ensayos que escribo y en la preparación de los alumnos”. Desde el ámbito académico se enfrenta al poder, afirma Lorenzo Meyer: “porque lo considero ilegítimo y dañino, quienes han ejercido el poder en México no están a la altura de las circunstancias”.

MC.- Doctor, ¿cómo surgió el libro Distopía mexicana?

LM.- Este libro lo hice en dos etapas, cada semana tengo que redactar un artículo para la prensa, pero escribo todos los artículos pensando en un libro, no pienso en la coyuntura de ese día o semana, tomo los temas actuales, tal vez es muy presuntuoso o muy humilde –no sé cuál de las dos-, “escribo menos para el presente y más para el futuro”, quiero dejar un testimonio. Hace años, cuando comencé a colaborar en un periódico me costó algunos reproches del medio académico, un personaje que llegaría a ser presidente del Colegio de México me dijo: “veo muy mal que escribas en el periódico, porque la vida académica es una vida centrada y concentrada para el mundo universitario, escribir para un público mayor es degradante”; como no le hago mucho caso a las autoridades –ni a las de mi institución, por eso nunca me dejaron llegar a puestos directivos-, seguí colaborando en un periódico, en la radio y la televisión pública, en mis primeros años tenía el respaldo de Cossío Villegas que escribía en Excélsior.

MC.- ¿Reescribió los artículos del periódico “Reforma” para Distopía mexicana?

LM.- En este libro no encontrarán los artículos, me sirven como materia prima para rehacerlos y comprimirlos, a veces una página de mis libros lleva algo de 2 o 3 artículos, la mayor parte del material periodístico está desechado, espero que alguien, algún día, lea mi reflexión sobre la vida política y cotidiana de nuestro país. En “Distopía mexicana” están los últimos 5 años: el final del gobierno de Felipe Calderón y la primera mitad del gobierno de Peña Nieto, voy viendo la evolución -o involución- y reflexiono, en parte yéndome a la historia del fenómeno –aportando el contexto histórico-, en parte recurro a la teoría política, voy tratando de escribir para un público mayor, exactamente lo contrario que me reprochó el que sería presidente del Colegio de México. Mario, no crea que fue fácil escribir de manera sencilla, porque en la vida académica –sobre todo cuando yo empecé- premiaban lo confuso, entre más confuso y obtuso solían decir: “este doctor debe ser un genio, porque no le entendí nada, debe ser brillante, alcanza alturas insospechadas”. Se pueden escribir cosas profundas de manera sencilla, no hay que dar muchas vueltas ni usar conceptos de los iniciados en ciencias políticas, se puede decir lo mismo de una manera más simple.

MC.- ¿La Distopía corresponde a la decepción de los sexenios de Calderón y Peña Nieto, o tiene que ver con el estado de ánimo al perder las utopías?

LM.- Tiene que ver con una decisión, por lo menos con la palabra “distopía”, de enfrentarme a un poder que considero ilegítimo y dañino, quienes han ejercido el poder en México no están a la altura de las circunstancias -coincido con la observación de Cossío Villegas publicada en 1947, aunque él fue injusto con Lázaro Cárdenas-, escribo desde la única opción que me queda, pude inscribirme a un partido político y tener una participación en la administración pública, pero considero a los partidos políticos parte fundamental del problema, por otro lado, creo que en un punto chocan ser académico y militar en un partido, porque un partido político exige lealtades, tienen objetivos y uno tendría que ajustarse a esos objetivos, el académico de las ciencias sociales tiene que ser crítico de la situación en su entorno. Los académicos que militan en un partido político pierden independencia; para bien o mal en mis libros está mi juicio, pero es mío, no le estoy haciendo la corte a nadie, ni le estoy prestando servicio a los gobernantes, mi obligación es prestarle un servicio a la comunidad mexicana porque me educó, mi educación universitaria la pagó el Estado, soy profesor e investigador de una institución del Estado, y lo menos que puedo hacer es cumplir con mi responsabilidad de forma independiente en las investigaciones, en los ensayos que escribo y en la preparación de los alumnos.

MC.- Después de investigar los sexenios de Felipe Calderón y Peña Nieto, ¿podríamos hablar de un patrón de conducta gubernamental o comparten pocos puntos similares?

LM.- El origen de mi libro es una observación irritada, me parece injusto ver cómo está viviendo México su vida pública, me parece absolutamente inaceptable la corrupción, la irresponsabilidad de algunas decisiones y la estupidez del presidente -es lo menos importante porque la naturaleza nos da las neuronas, si el presidente y los secretarios de Estado tienen un número limitado de neuronas no sería tan grave, si fueran honestos, si tuvieran un compromiso social, la inteligencia no sería tan importante-, pero son una bola de corruptos, desde el presidente de la República hasta el presidente municipal y el policía, ¿todos los presidentes han sido corruptos?, yo salvaría a Lázaro Cárdenas, algunos secretarios de Estado se han comprometido con un proyecto nacionalista, también hay muchos servidores públicos honrados.

MC.- Pienso en un par de embajadores admirables: Gonzalo Martínez Corbalá y Gilberto Bosques…

LM.- De acuerdo, el problema está en la cúpula.

MC.- El libro comienza con el capítulo dedicado a la relación México-Estados Unidos, ¿es un orden aleatorio o era una propuesta profética ante el triunfo de Trump?

LM.- No es aleatorio, pero tampoco lo pensé así, no me sorprende el triunfo de Trump. Mi primera investigación fue sobre el petróleo y la expresión positiva del nacionalismo mexicano; el nacionalismo mexicano es defensivo, no es el nacionalismo alemán de la década de 1930, tampoco es el ofensivo nacionalismo norteamericano. Desde la cúpula desmantelaron el nacionalismo mexicano, era parte central de la relativa soberanía de nuestro país. Yo no pensaba en Trump cuando ordenaba los capítulos del libro, tenía una tesis: los gobernantes decidieron que nuestra suerte era unirnos a Estados Unidos y disolvernos económicamente en Estados Unidos; el embajador francés Alain Rouquié publicó el libro: México, un país de la América del norte (2014), su tesis era muy sencilla: “México decidió cortar con su historia como país latinoamericano y apostó por su geografía”. La geografía no es destino, si fuera destino Cuba sería una islita en medio de la nada, pero lograron su independencia y tuvo un costo enorme impuesto por el embargo de Estados Unidos. Según Rouquié: “México apostó por lo que era natural”, no era natural, porque desde Estados Unidos nos dicen: “fíjense en el espejo, ustedes son morenos, no saben inglés, no pertenecen al norte, nos desagradan y vamos a construir una muralla en la frontera”. ¿Quién demonios pensó que realmente nos dejarían ser parte de Norteamérica?, el gobierno de México desmanteló lo poquito que construyó la revolución: el nacionalismo defensivo y la autonomía relativa.

MC.- Entre los problemas domésticos, ¿cuál le preocupa más?, ¿la violencia del narco o la corrupción?

LM.- La corrupción, porque la violencia es resultado de la corrupción. La corrupción propicia la violencia, la corrupción es una manera de decirle a las instituciones que son débiles, que no tenemos una estructura a la altura del siglo XXI, por eso me preocupa la corrupción, porque nos detiene en la construcción del Estado de derecho, donde la ley se cumpla, la ley en México puede ser injusta, además de ser injusta la ley no se cumple. Domésticamente me preocupa la corrupción porque afecta la estructura extremadamente injusta y desigual de México.

MC.- ¿Cuál sería su reflexión sobre los efectos de la violencia del narco en México?

LM.- Por un lado tienes al SAT (Servicio de Administración Tributaria) intentando recaudar los impuestos y del otro lado está la eficacia del narco que cobra derecho de piso a los pequeños comercios y a las escuelas, el crimen organizado te hace su víctima para extorsionar, o te conviertes en el enemigo para exterminar, o mueres como daño colateral de una balacera.

MC.- El libro termina con el capítulo: “Los medios”, analiza la libertad de expresión, el despido de Carmen Aristegui y el legado de Julio Scherer. ¿Cómo podrán debatir los académicos, los periodistas y los lectores ante la censura del gobierno?

LM.- Una sociedad sana requiere que los medios sean libres, autónomos y plurales. Incluí el caso de Carmen Aristegui porque la conocí, colaboré en su programa durante años, muchas veces le dije: “Bueno Carmen, ¿hasta cuándo te van a dejar frente a los micrófonos?”, ella se reía de mi broma, pero en W Radio le ofrecieron permanecer en el programa con la condición de que la XEW (filial radiofónica de Televisa) pondría el contenido editorial, Carmen se fue y le costó mucho trabajo conseguir trabajo hasta que MVS Radio la contrató, porque ellos querían tener a una periodista de peso para negociar con el gobierno, Carmen y MVS firmaron un código de ética donde ella era libre, pero un día Felipe Calderón se ofendió con la pregunta sobre sus problemas de alcoholismo, la despidieron momentáneamente, MVS reinstaló a Carmen porque las negociaciones con Calderón no funcionaron y luego llegó la gran investigación de la “Casa Blanca” de Peña Nieto y Angélica Rivera, el resto es historia. Carmen presentó una demanda ante la Suprema Corte de Justicia para que se pronuncien si tiene sentido que los medios privados al usar un bien público deben respetar la libertad de expresión, la Corte hizo como que la virgen le habla, fallaron las instituciones, sus instituciones están podridas, la parte sana de México se estrella contra las instituciones podridas, el caso Carmen es emblemático y lo conocí de primera mano.

MC.- Finalmente, ¿qué opciones tiene la ciudadanía si la podredumbre del gobierno es irreversible?

LM.- ¿Qué hacemos contra las instituciones?, no estamos en un caso extremo, no vivimos en el régimen nazi, tampoco en la dictadura de Stalin. ¿Qué hacemos?, en nuestro pequeño espacio y mientras se pueda: cumplir con mi responsabilidad individual. Pero, qué hace alguien que no tiene una historia de ciudadanía, en un sistema que compra el voto y que usa la pobreza para ganar las elecciones que son espurias, pero son formalmente son legales, los acarreados y militantes van a votar y se benefician con alguna cosa material y el sistema se perpetúa, ¿qué hacemos?, hay una parte de la sociedad que reacciona ante la compra del voto porque puede, pero no podemos culpar enteramente a la otra parte porque son pobres y no se les dio la educación necesaria para entender cómo están metidos en el círculo infernal, donde ellos perpetuarán su pobreza mientras sigan votando de esa manera clientelar, el PRI tiene las estructuras clientelares para mover a sus bases y comprar las elecciones. ¿Qué hacer?, individualmente tenemos que reaccionar en contra del sistema, lo que no es garantía de que colectivamente podamos echar al PRI, se hizo un esfuerzo en la elección del año 2000, pero el personaje y el equipo que llegaron a dirigir al país no estuvieron a la altura, ni en broma, y se dejaron tragar por esas estructuras y se convirtieron en lo mismo que antes habían criticado. Espero sin mucha ilusión la elección del 2018, en fin, tenemos que ver entre la oferta que viene para 2018 quién da la posibilidad real de enfrentarse a una estructura y sus intereses creados.

Fuente: https://desinformemonos.org/inaceptable-la-corrupcion-la-estupidez-del-presidente-pena-nieto-lorenzo-meyer/

Fotografía: wradio

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Libro: Ayotzinapa: La incansable lucha por la verdad, la justicia y la vida

Reseña:  Este libro de autoría de: Carlos Alonso Reynoso y Jorge Alonso, es una especie de un diario del movimiento de Ayotzinapa que ha ido sacudiendo la vida del México actual y del mundo. Se fue escribiendo día a día con asombro al fragor de la constante lucha de este novedoso e incansable movimiento. No es la suma de actos, sino la configuración de un proceso complejo que no se ha dejado atrapar en el espectáculo de la degradada y corrupta política en que se encuentra sumergido el país. En su cotidianidad  el movimiento fue denunciando a un Estado perpetrador de crímenes atroces que, fabricando una insostenible mentira,  ha querido ocultar la verdad, y no ha respondido con justicia sino que mantiene y acrecienta la impunidad. El movimiento también fue exhibiendo el núcleo de los males del país en esa guerra que el capitalismo ha emprendido contra los de abajo. Este movimiento ha ido resistiendo los terribles agravios y ataques de los de arriba  conglutinando y buscando con imaginación la construcción de un modo nuevo de convivencia inspirado por la vida, deambulando por una vía estrecha, dura, pero transitable buscando la verdad y la justicia junto a muchos más que combinan rebeldía, resistencia y organización.

Link de Descarga: http://www.rebelion.org/docs/217255.pdf

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Zimbabwe: Jóvenes descontentos plantan cara a los jerarcas africanos

Zimbabwe/19 de Diciembre de 2016/La vanguadia

La ola de descontento social que empezó a gestarse hace unos años ha ganado fuerza durante 2016 en distintas regiones del África Subsahariana, donde los jóvenes se sienten estafados por regímenes autoritarios de líderes que una vez lucharon por liberar a sus países.

Las calles de Sudáfrica han sido tomadas este año por estudiantes enfadados con un Gobierno que no garantiza la educación a todas las clases sociales, por ciudadanos hartos de la corrupción que acosa a la administración de su presidente, Jacob Zuma, actual líder del partido que terminó, precisamente, con el apartheid.

«La desafección popular con el Congreso Nacional Africano (en el poder en Sudáfrica desde el final del sistema supremacista) está vinculada a un sentimiento de sectores hartos de los regímenes corruptos», sostiene el Instituto para Estudios de Seguridad (ISS, en inglés).

La frustración con el autoritarismo, la falta de transparencia y de ambición para mejorar la vida del pueblo obró el cambio en 2014 en Burkina Faso, que todavía hoy sigue inspirando a los movimientos populares que cruzan el continente, con éxito irregular y diferentes motivaciones.

En el sur, algunos de quienes un día fueron héroes contra la opresión colonial se han convertido en ancianos presidentes que se niegan a ceder el puesto y violan a diario los derechos de sus ciudadanos.

Robert Mugabe, el nonagenario presidente de Zimbabue, se convirtió en un héroe africano tras favorecer la reconciliación al final de la guerra civil de su país.

Tres décadas después, no solo ostenta el honor de ser el mandatario más anciano del mundo, sino el de haber sumido al antiguo granero de África en un abismo económico e institucional que ha desatado una violenta respuesta social sin precedentes.

En los vecinos Angola y Mozambique, las fuerzas que en su día encabezaron movimientos de liberación (el Movimiento Popular de Liberación de Angola y el Frente de Liberación de Mozambique) se han convertido en aparatos represores de oposición y ciudadanos.

«Los jóvenes están acusando a aquellos que han estado en el poder desde la independencia de amasar riqueza a través de la corrupción y de no hacer nada para aliviar la pobreza», enfatiza el ISS.

El origen de este sentimiento tiene una explicación simple para el director para África del observatorio británico Chatham House, Alex Vines: los votantes jóvenes han crecido ajenos a los días del colonialismo, pero sufren a diario el desempleo y la desigualdad.

«Han sido incapaces de crean empleo y oportunidades y expandir la riqueza, con lo que las desigualdades han aumentado y los jerarcas del partido se han hecho muy ricos», dijo Vines en Pretoria.

Más al norte, la falta de elecciones libres y justas están alimentando las protestas: Uganda, Burundi, la República Democrática del Congo y Etiopía han vivido este año violentos movimientos de contestación a sus líderes, que se resisten a dejar el cargo en contra de la ley.

Este verano, el atleta Feyisa Lelisa cruzó los brazos en el aire al terminar la carrera que le valió la plata en la maratón de los Juegos de Río: un gesto que denunciaba la represión del Gobierno etíope contra los oromo durante la mayor ola de protestas que se recuerda en el país.

Los oromo, como el resto de jóvenes que se han jugado la vida en otros países africanos, no reclaman solo más democracia, debilitada por la falta de arraigo de la tradición electoral y el neopatrimonialismo, sino sobre toda una «vida mejor».

«Estamos determinados a impulsar una solidaridad y unidad de los pueblos de África para construir el futuro que queremos: el derecho a la paz, la inclusión social y la prosperidad compartida», advierte la denominada «Declaración del Kilimanjaro», adoptada en una cumbre extraordinaria el pasado agosto en Arusha.

En aquella reunión, grupos de la sociedad civil, religiosos, sindicatos, mujeres, jóvenes y parlamentarios tomaron la decisión de «construir un movimiento panafricano que reconozca los derechos y libertades de nuestro pueblo».

Un movimiento que, de nuevo, vuelva a cruzar el continente para liberarlos ya no del yugo colonial, sino de sus nuevos opresores: dirigentes que, en la mayoría de los casos, ni siquiera han podido elegir.

Fuente: http://www.lavanguardia.com/politica/20161215/412641490282/jovenes-descontentos-plantan-cara-a-los-jerarcas-africanos.html

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Guerra y democracia los militares peruanos y la construcción nacional Eduardo toche

Aamerica del Sur/ Perú/Noviembre 2016/Eduardo Medrano/

Esta tesis adolece de generalidad y de una ausencia de diagnóstico histórico que evita abordar dimensiones que han resultado cruciales en el desarrollo de las instituciones militares del continente. Las fuerzas armadas, si bien se convirtieron en un determinado momento en el segmento más calificado del Estado, también debe asumirse que tuvieron un ámbito de acción dentro de los aparatos del Estado que desbordó lo que estrictamente les concernía, debiéndose intentar explicar cómo el control de estos espacios estatales no militares, de acuerdo a los criterios de seguridad que manejaban, fue otorgándoles los componentes esenciales para llevar a cabo su misión.

En el caso peruano, es indudable que durante el siglo XX los militares experimentaron una profunda profesionalización, que no fue acompañada por un proceso similar en los otros sectores estatales, salvo en el sector de Relaciones Exteriores, dándose una disyunción entre los objetivos del Estado y las herramientas para conseguirlos, que intentó ser salvada con el experimento político que iniciaron los militares a fines de los años ‘60. Pero, además, debemos contemplar que los militares no fueron una entidad pública más: fue y es la única presencia del Estado en los espacios de frontera, no sólo físicos sino también culturales. En ese sentido, puede afirmarse que su parte más moderna era, paradójicamente, la que actuaba en los linderos mismos del sistema.

Los resultados de este “diá- logo” múltiple, consistente en ser el intercomunicador entre lo “civilizado” y lo “bárbaro”, actuar como entidad integradora, discernir sobre lo que debía quedar “afuera”, definir al “amigo” y al “enemigo”, fue articulando un discurso que tuvo enormes implicancias para las formas que adquirió el proceso de construcción del Estado nacional peruano.

Ubicados como estaban en el cuadro de roles y funciones estatales, tuvieron la posibilidad de darse una importante autonomía respecto de los intereses generados por los sectores dominantes del país. Esto les permitió la formulación de una doctrina de seguridad que obtuvo altos grados de legitimidad debido, precisamente, a su apariencia “técnica”, totalizante e integradora, que resultaba fácil de identificar con las “necesidades nacionales”. A su vez, estas últimas no podían cumplirse por la importante debilidad de las expresiones políticas que, en la lectura de los militares, aparecía como la primacía de los intereses particulares sobre los comunes, en otras palabras, la expresión del “desorden” propio de los civiles manifestado en la propensión hacia el debate estéril poniendo de lado la acción.

Por otro lado, aunque las fuerzas armadas plantearon su posición, en gran medida antagónica, frente al orden oligárquico que imperó durante gran parte del siglo XX, era obvio que no podían abstraerse de los sentidos y valores que adquirían las relaciones entabladas entre los diferentes grupos que componían la sociedad peruana.

Esto tuvo especial significación cuando debieron construir una imagen del “subversivo”, es decir, del enemigo interno que paulatinamente se les presentó como una de las amenazas más importantes para el país. En efecto, el “subversivo” no pudo entenderse sin la presencia de un “poder externo” cuya intención era la disolución de las bases civilizatorias sobre las que descansaba la armonía social —de allí el importante tributo que tuvo la idea del “bárbaro” y el “salvaje” para formularla—, y la existencia de un sector enquistado en la sociedad que actuaba como operador de estas intenciones, compuesto por personas que debíamos suponer como ajenas.

El caso peruano es importante al respecto porque muestra, en efecto, un derrotero particular en su proceso histórico, que diferencia a las fuerzas armadas peruanas de las otras fuerzas armadas de Latinoamérica pero, también, porque el desenlace ha producido resultados muy negativos en estas instituciones.

Entonces, el neoliberalismo y la contrasubversión se tocaron en más de un punto y se retroalimentaron, dando como resultado un Estado organizado bajo un régimen de excepción cuyo objetivo último fue “disciplinar” la sociedad de acuerdo a las pautas exigidas por el “orden” necesario para imponer las medidas dirigidas a la liberalización de la economía.

Las consecuencias de este proceso fueron muy graves para las instituciones militares peruanas, pues dieron lugar a una generalizada corrupción en su mandos (especialmente los del ejército), denuncias por la aplicación de una política sistemática de violaciones a los derechos humanos —cuyas sanciones se mantienen pendientes—, la desestructuración de sus jerarquías, la pérdida de identidad institucional, la ausencia de definiciones estratégicas, y la inoperancia ante los nuevos retos que plantea la seguridad del país.

Por otro lado, esta ausencia de objetivos nacionales hizo que se descuidara la evolución del sistema internacional. La crisis del bloque soviético indujo a un cambio de perspectivas en la seguridad hemisférica. En este sentido el “Consenso de Washington” contempló: • Primero, la reducción de los aparatos estatales que exigía la implantación del modelo económico neoliberal, viéndose a los ejércitos nacionales latinoamericanos como una fuente de gastos excesivos que debían limitarse. • Segundo, para lograr estos resultados se debía amenguar o, en su defecto, eliminar los focos de tensiones regionales. Bajo este panorama, las reorientaciones hemisféricas no fueron previstas por los militares peruanos, y esto quedó de manifiesto con el “ciclo del Cenepa”, cuyo momento central fue el choque armado entre las fuerzas armadas del Perú y Ecuador en aquel lugar limítrofe, en 1995. Hacia 1998, dicho conflicto llegó a su fin mediante un tratado que cedía una porción de territorio peruano y concesiones fluviales y comerciales para el Ecuador.

Otra consecuencia del reordenamiento de la seguridad en el Hemisferio para el Perú es el protagonismo que ha empezado a adquirir la región amazónica como espacio estratégico para la seguridad continental. Si bien el 60% del territorio peruano forma parte de la Amazonía, lo cierto es que el fomento para el desarrollo de esa región fue bastante relativo.

Ante este escenario, la construcción democrática escenificada a partir del 2001 tuvo como uno de sus objetivos fundamentales establecer nuevos marcos para la seguridad nacional y los roles de las instituciones militares. Sin embargo, la ausencia de una decisiva voluntad política, así como la vaguedad de los objetivos, han conducido el proceso hacia una situación de entrampe.

Aun así, en los últimos tiempos han empezado a vislumbrarse algunas intenciones ciertas en este sentido, cuando se formó la Comisión Multisectorial que debía elaborar un Plan Integral de Reparaciones y, posteriormente, se anunció la aprobación del mismo y la promesa de su financiamiento.

Fuente:

http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/becas/20120419125101/medrano.pdf

Fuente imagen

https://lh3.googleusercontent.com/PIhy_6v_l911LzmRuU6KToe7Hn2qPP3wG7cHgc2v1b1_6vLZY8wjxe9FXv8LcLHpMwE=s85

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Incidencia de la corrupción en el cambio climático

12 de noviembre de 2016 / Fuente: http://pcnpost.com/

Por: Rodrigo Arce Rojas

La corrupción afecta la calidad de vida, la gobernabilidad, la institucionalidad y favorece la exclusión social e inequidad. Incide además en el mantenimiento de la calidad de los ecosistemas y su capacidad de resiliencia para hacer frente al cambio climático. La corrupción es un factor que ataca directamente las condiciones de sostenibilidad y de justicia de una nación o pueblo. 

Se entiende por corrupción la utilización ilegal de un cargo público por los políticos o funcionarios para obtener un beneficio privado. Refieren actos ilegales que i) se llevan a cabo con la participación de funcionarios públicos, ii) afectan al poder y propiedades públicos, iii) se cometen para obtener un beneficio privado, iv) se cometen intencionadamente y v) son clandestinos (FAO, 2001).

La corrupción afecta la calidad de vida, la gobernabilidad, la institucionalidad y favorece la exclusión social e inequidad (Meir, 2009). Incide además en el mantenimiento de la calidad de los ecosistemas y su capacidad de resiliencia para hacer frente al cambio climático.

La corrupción es un factor que ataca directamente las condiciones de sostenibilidad y de justicia de una nación o pueblo. ECODES (2011) señala que la evidencia empírica sugiere que los altos niveles de corrupción están asociados con bajos niveles de desarrollo, como revela la comparación del índice de control de la corrupción del Banco Mundial y del producto interior bruto per cápita que muestra la existencia de una alta correlación entre ambos indicadores.

La corrupción es un problema de preocupación global y nacional. Algunas de las principales conclusiones del Barómetro 2010, elaborado por Transparency International (2010) son altamente preocupantes:

  • En todo el mundo, se percibe que los niveles de corrupción han aumentado en los últimos tres años.
  • Las experiencias de hechos de soborno administrativo son generalizadas, y no han registrado variaciones si se las compara con el año 2006. Una de cada cuatro personas en el mundo ha pagado un soborno
  • Las medidas del gobierno para combatir la corrupción suelen verse como poco eficaces.
  • Existe un bajo nivel de confianza en las entidades formales para combatir la corrupción.

La corrupción es el principal problema que enfrenta el Perú. Así lo considera más de la mitad del país (51%), según la Sexta Encuesta Nacional sobre Corrupción de Pro Ética, elaborada por Ipsos Apoyo. Esta percepción ha ido aumentando significativamente con el paso de los años, pues en el 2003 llegaba a 25%. El 56% considera, además, que la corrupción de funcionarios y autoridades son el principal factor que impide el desarrollo del país (El Comercio, 2010)

Las manifestaciones de la incidencia de la corrupción sobre el cambio climático se ponen de manifiesto en los diversos sectores y recursos:

  • En el caso del agua se encuentran nexos entre el agua, la corrupción y el cambio climático en los siguientes sectores: Administración de recursos hídricos, Sistemas de abastecimiento de agua potable y saneamiento, Agricultura y Energía hidroeléctrica (Transparency International, 2008).
  • En el caso de los bosques la corrupción corre a lo largo de la red de valor incluyendo la asignación de derechos.
  • En el caso de recursos minero energéticos existen sonados casos de corrupción descritas prolíficamente por la prensa.

Indudablemente no se pueden hacer generalizaciones pero tampoco se puede subestimar un problema que afecta las bases mismas del desarrollo. Es un tema que requiere la más alta prioridad de atención si es que queremos avanzar a un desarrollo con equidad.

El cambio del uso del suelo, la deforestación, la degradación forestal, la alteración de suelos y la tala ilegal debilitan el papel de los bosques para hacer frente al cambio climático. Así mismo, la extracción de madera fuera de las áreas autorizadas y en zonas frágiles de altas pendientes, el aprovechamiento mayor del volumen autorizado, el transporte y comercialización de productos forestales con documentación fraudulenta, el debilitamiento de las obligaciones asumidas en los planes de manejo forestal. Sin adecuadas medidas silvícolas y de conservación de suelos se pone en duda la sostenibilidad de los bosques y por tanto su efectividad para hacer frente al cambio climático.

Como describe FAO (2001) los bosques cumplen un papel central en la adaptación y mitigación al cambio climático: “El carbono se acumula en los ecosistemas forestales mediante la absorción de CO2 atmosférico y su asimilación en la biomasa. El carbono se almacena tanto en la biomasa viva (la madera en pie, las ramas, el follaje y las raíces) como en la biomasa muerta (la hojarasca, los restos de madera, la materia orgánica del suelo y los productos forestales). Cualquier actividad que afecte al volumen de la biomasa en la vegetación y el suelo tiene capacidad para retener –o liberar– carbono de la atmósfera o hacia la atmósfera.” Aunque las emisiones totales de gases de efecto invernadero de los países de la Comunidad Andina son relativamente bajas no se puede desestimar las emisiones productos de la deforestación y degradación de bosques.

Olivera (2003) producto de la experiencia americana y mundial señala que pueden establecerse los siguientes principios en la formulación de políticas anticorrupción:

  • Se debe actuar sobre los sistemas
  • Se debe actuar preventivamente
  • Se debe actuar integralmente
  • Se debe actuar en un marco democrático
  • La prensa debe jugar un papel fiscalizador

Así mismo, según el autor arriba señalado, la definición de reales políticas anticorrupción debe implicar:

  • Una adecuada conceptualización y tipificación del fenómeno de la corrupción.
  • El análisis y tratamiento de los factores que posibilitan la corrupción.
  • El reajuste de la legislación que trata el fenómeno de la corrupción a nivel de cada país.
  • Acción internacional concertada (incluye normatividad supranacional).

Algunas de las recomendaciones que alcanza FAO (2001) para la lucha contra la corrupción en el sector forestal son:

  • Hacer que la integridad tenga una mayor recompensa
  • Imponer sanciones más severas
  • Reducir los poderes discrecionales de los funcionarios públicos
  • Simplificar el marco normativo, administrativo y reglamentario
  • Hacer un mayor uso de mecanismos de mercado
  • Involucrar a los medios de comunicación, las ONG y el público en la lucha contra los delitos forestales

El cambio climático presenta un nuevo conjunto de retos para el sector forestal, pero al mismo tiempo crea oportunidades. Los esfuerzos internacionales de las dos últimas décadas por construir un entendimiento común, un marco normativo y un conjunto de instrumentos para la ordenación forestal sostenible constituyen una base firme para que los responsables de las políticas y los encargados de la ordenación forestal aborden el cambio climático de manera eficaz (FAO, 2011).

Para hacer eso posible hay que fortalecer gobernabilidad, institucionalidad, el marco normativo, el sistema para favorecer el cumplimiento de las leyes tanto por parte de las autoridades como de los usuarios forestales. Para ello se requiere una lucha decidida contra la corrupción, visiones y agendas compartidas, recursos y voluntad política, participación y vigilancia ciudadana y un papel activo de los medios de comunicación. Se requiere además desplegar los mecanismos de acceso a la información pública, fomento de la ética en la función pública y la transparencia. Se requiere políticas y acciones expresas de lucha contra la corrupción. www.ecoportal.net


Bibliografía revisada:

  • Ecología y Desarrollo (ECODES). 2011. Prevención de la corrupción y el soborno.
  • El Comercio 2010. La corrupción es el principal freno al desarrollo del Perú. Lima. Miércoles 18 de agosto.
  • FAO, 2011. Situación de los bosques del mundo 2001, Roma, 176 p.
  • FAO, 2001. Situación de los bosques del mundo 2001, Roma, 168 p.
  • Meier, Martha. 2009. Corrupción y contaminación. BATALLA CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO REQUIERE TRANSPARENCIA. En El Comercio. Lima. Sábado 29 de Agosto
  • Olivera, Mario. 2003. Hacia reales políticas anticorrupción. En: Revista Probidad. Edición 24 septiembre. 12 p.
  • Transparency International (TI) 2008. Enlazando las agendas de corrupción, agua y medioambiente para combatir el cambio climático. Documento de política 2. Berlín, 4 p.

Fuente artículo: http://pcnpost.com/rodrigo-arce-incidencia-de-la-corrupcion-en-el-cambio-climatico/

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Honduras: Exministro de Educación es condenado a purgar 4 años

Centroamérica/Honduras/12 de noviembre de 2016/www.latribuna.hn

Un Tribunal de Sentencia de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), condenó ayer al exministro de Educación Pública, José Alejandro Ventura Soriano, a purgar cuatro años de prisión, más ocho años de inhabilitación especial.

El exfuncionario fue encontrado culpable por los delitos de abuso de autoridad y violación a los deberes de los funcionarios, ilícitos por los cuales deberá pagar cuatro años en prisión, pero como la misma es menor de cinco años, el ahora condenado podrá conmutar la pena.

La terna de jueces de la Sala Quinta del Tribunal de Sentencia lo declaró culpable penalmente por el delito de abuso de autoridad y violación de los deberes de los funcionarios, por realizar nombramientos irregulares durante sus funciones como Secretario de Estado.

Ventura Soriano fue declarado culpable en concurso ideal por un Tribunal de Sentencia de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), por los delitos de abuso de autoridad y violación de los deberes de los funcionarios en perjuicio de la administración pública.

El exministro fue acusado también por el delito de fraude, sin embargo al valorar la carga probatoria el tribunal determinó absolverlo por este delito, de igual manera determinó absolver a la señora Isabel Cristina Matute Rivera por el delito de fraude y violación de los deberes de los funcionarios a quien Alejandro Ventura nombró en un cargo sin haber renunciado al puesto anterior.

De acuerdo a hechos probados, en el año 2012 el señor Alejandro Ventura Soriano cuando se desempeñó como Secretario de Educación emitió un acuerdo de nombramiento a favor de la señora Isabel Cristina Matute Rivera en el cargo de Supervisora Nacional de Educación, puesto que ella no podía desempeñar porque ocupaba el cargo de Subcoordinadora del programa “Educación para Todos”.

Tomado de: http://www.latribuna.hn/2016/11/12/exministro-educacion-condenado-purgar-4-anos/

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