América del Sur/Uruguay/28-06-2020/Autor(a) y Fuente: lahora.com.ec
Redacción MONTEVIDEO
Uruguay suspendió de nuevo las clases presenciales «en todos los ámbitos» en la ciudad de Treinta y Tres (este) hasta el 3 de julio tras detectar este fin de semana 18 casos de Covid-19 en la localidad y poner en cuarentena a 215 personas, según anunció ayer el presidente del país, Luis Lacalle Pou.
«Vamos a hacer una pausa y a suspender la presencialidad educativa para la ciudad de Treinta y Tres hasta el viernes 3 de julio», indicó Lacalle Pou en conferencia de prensa después de encabezar la reunión del Centro Coordinador de Emergencias Departamental en Treinta y Tres.
El brote de Treinta y Tres registra 18 casos activos, 12 de ellos entre personal de la salud, y convierte al departamento en la región uruguaya con más personas cursando la enfermedad en la actualidad.
Además, las autoridades determinaron la cuarentena para 215 personas por haber estado en contacto con algún positivo, de las que 90 son trabajadores de la salud y 10 niños.
Según los datos oficiales, Uruguay acumula 876 casos positivos por COVID-19 y 25 fallecidos. EFE
Fuente e Imagen: https://lahora.com.ec/quito/noticia/1102321175/ciudad-en-uruguay-vuelve-a-clases-y-se-arrepiente
Más de 550 alumnos, maestros y personal de apoyo han dado positivo por Covid-19 en el Cabo Oriental, mientras que 154 escuelas provinciales han sido cerradas temporalmente, dijo el viernes el departamento de educación.
El portavoz del departamento de educación provincial, Loyiso Pulumani, dijo que 270 de los infectados eran alumnos, 271 maestros, mientras que 16 eran personal no docente.
Pulumani advirtió que se esperaba que el número de escuelas cerradas superara los 154 ya que solo seis oficinas distritales del departamento de educación presentaron sus informes sobre el impacto de Covid-19.
Hay un total de 12 oficinas de distrito en la provincia a cargo de 5 037 escuelas.
Los 557 casos positivos se registraron en escuelas de 10 distritos, dijo Pulumani.
Dijo que las estadísticas fueron enviadas al departamento el jueves por la noche.
«El aspecto positivo de toda esta situación es que el examen que se realiza en las escuelas garantiza que las personas que son positivas se identifiquen de manera temprana y aislada, lo que garantiza que la cantidad de infecciones se mantenga bajo control. Todos los días en las escuelas hay exámenes y mantienen registros a diferencia de en casa «.
La última escuela que cierra es CM Vellem en Joza Township de Makhanda, después de que un maestro dio positivo por el virus.
El director AA Ndyolashe dijo a los padres en una carta el jueves que la escuela volvería a abrir el 30 de junio.
«Nos gustaría instar a los alumnos a permanecer en casa, usar máscaras y lavarse las manos regularmente. Esto es para permitir que la escuela se someta a una limpieza profunda y descontaminación para prepararse para el martes».
Las escuelas de Eastern Cape han estado bajo el foco de atención esta semana después de que 204 alumnos y personal dieron positivo en la Escuela Secundaria Makaula en KwaBhaca.
El relator para la Libertad de Expresión de la CIDH dijo que “proselitismo es otra cosa”
América del Sur/Uruguay/ladiaria.uy
El relator especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Edison Lanza, cuestionó la decisión de Secundaria de prohibir el uso del tapabocas con la consigna #EducarNoLUCrar a docentes y estudiantes. “Al parecer Uruguay está transitando un camino que bordea la censura”, expresó en su cuenta de Twitter. A su juicio, “prohibir terminantemente” a docentes y estudiantes expresarse sobre “temas de interés público es impedir el derecho de expresar demandas e ideas; proselitismo es otra cosa”, acotó.
El miércoles, el Consejo de Educación Secundaria (CES) resolvió prohibir “terminantemente” el uso de los tapabocas con la leyenda #EducarNoLUCrar, que vendía la Federación Nacional de Profesores de Educación Secundaria, así como cualquier “otra expresión que violente el principio de laicidad”. Para el CES, con esta acción se viola el reglamento que establece que los docentes y estudiantes no pueden realizar acciones proselitistas.
Han surgido informes alarmantes sobre un aumento exponencial de la violencia de género en todas las regiones, ya que en los últimos tres meses se impusieron cierres totales o parciales en la mayoría de los países en respuesta a la pandemia de Covid-19. Los sindicatos de la educación se han movilizado para combatir esta tendencia preocupante.
Han surgido informes alarmantes sobre un aumento exponencial de la violencia de género en todas las regiones, ya que en los últimos tres meses se impusieron cierres totales o parciales en la mayoría de los países en respuesta a la pandemia de Covid-19. Los sindicatos de la educación se han movilizado para combatir esta tendencia preocupante.
En 2016, la IE se asoció con la Iniciativa de las Naciones Unidas para la Educación de las Niñas (UNGEI) para poner en marcha el programa de cuatro años de duración “Los sindicatos de la educación toman medidas para acabar con la violencia de género relacionada con la escuela en sus respectivos contextos». Con el apoyo financiero del Ministerio de Asuntos Mundiales del Canadá, el programa se ejecutó utilizando los métodos de aprendizaje en acción sobre cuestiones de género facilitados por Gender at Work. Nueve organizaciones miembros de la IE en siete países africanos recibieron apoyo para poner a prueba diferentes estrategias para potenciar y movilizar a docentes y el personal educativo como agentes activos del cambio para abordar la violencia de género relacionada con la escuela en sus respectivos contextos (VBGE). Sus historias se han publicado en una colección titulada Trabajando para poner fin a la violencia de género en la escuela.
La pandemia de Covid-19 ha amplificado las normas y los estereotipos de género preexistentes y las desiguales relaciones de poder que son la base sobre la que se perpetra la violencia de género, incluso en y alrededor de las escuelas y otros entornos educativos.
La Oficina Regional de la IE en África convocó un seminario web el 12 de junio para dar a las organizaciones miembro la oportunidad de conocer algunas de las lecciones aprendidas del programa «Los sindicatos de la educación se ponen en acción». Durante el seminario web se presentó una publicación con las principales estrategias empleadas en el programa.
David Edwards, Secretario General de la Internacional de la Educación, declaró: “Nunca ha sido tan crítica la importancia de nuestro papel como sindicatos de la educación comprometidos con la erradicación de las barreras persistentes al derecho a la educación, como la violencia de género en la escuela. El programa de «Los sindicatos de la educación se ponen en acción» nos ha enseñado lecciones esenciales. Estamos decididos a redoblar nuestros esfuerzos y a asegurarnos de que el progreso que hemos logrado no se pierda con esta pandemia».
The 2020 GEM Report on inclusion and education, All means all, was launched this morning at an online event featuring an interactive high-level panel and clips of videos and animations of its key messages and recommendations.
This year’s report shows that, all over the world, layers of discrimination on the basis of gender, remoteness, wealth, disability, ethnicity, language, migration, displacement, incarceration, sexual orientation, gender identity and expression, religion and other beliefs and attitudes deny students the right to be educated with their peers or to receive education of the same quality.
It identifies an exacerbation of exclusion during the COVID-19 pandemic estimating that about 40% of low and lower-middle income countries have not supported disadvantaged learners during school shutdown. It calls for countries to focus on those left behind as schools reopen so as to foster more resilient and equal societies.
Exclusion in education is persistent
Even before the pandemic, 258 million children and youth were entirely excluded from education, with poverty as the main obstacle to access. In low- and middle-income countries, adolescents from the richest 20% of all households were three times as likely to complete lower secondary school as were as those from the poorest homes. Among those who did complete lower secondary education, students from the richest households were twice as likely to have basic reading and mathematics skills as those from the poorest households.
Language can be a barrier to quality education for some: 10-year old students in middle and high-income countries who were taught in a language other than their mother tongue typically scored 34% below native speakers in reading tests.
Learners with a disability also face challenges. In 10 low- and middle-income countries, children with disabilities were found to be 19% less likely to achieve minimum proficiency in reading than those without disabilities.
The Report shows the weight of intersecting disadvantages for some learners. Despite the proclaimed target of universal upper secondary completion by 2030, hardly any poor rural young women complete secondary school in at least 20 countries, most of them in sub-Saharan Africa.
It emphasizes the importance of countries starting to monitor students’ experiences, and not just learning, noting that one in four 15-year-old students reported feeling like outsiders at school. One-third of 11- to 15-year-olds have been bullied in school. In the United States, LGBTI students were almost three times more likely to say that they had stayed home from school because they were not feeling safe.
Some countries’ laws and policies blatantly exclude
Alongside the Report, we are also launching a new website today: Profiles Enhancing Education Reviews, PEER, at education-profiles.org, with information on laws and policies concerning inclusion in education for every country in the world. PEER informed the 2020 GEM Report, showing that fewer than 10% of countries have laws that help ensure full inclusion in education. The report calls for countries to widen their definition of inclusion, which often do not cover all marginalised groups, but single some out, as though inclusion can be reached one group at a time.
PEER also shows that many countries still practice education segregation, which reinforces stereotyping, discrimination and alienation. Laws in a quarter of all countries require children with disabilities to be educated in separate settings, rising to over 40% in Latin America and the Caribbean, as well as in Asia.
Two countries in Africa still ban pregnant girls from school, 117 allow child marriages, while 20 have yet to ratify Convention 138 of the International Labour Organization which bans child labour. In several central and eastern European countries, Roma children are segregated in mainstream schools. In Asia, displaced people, such as the Rohingya, are taught in parallel education systems.
Education systems often fail to take diverse learners’ needs into account
Just 41 countries worldwide officially recognize sign language and, globally, schools are more eager to get internet access than to cater for learners with disabilities. Girls need water, sanitation and hygiene services to continue attending class during menstruation, but some 335 million girls attend schools that do not have them.
Reflecting learners’ diverse needs requires textbooks and curricula to be inclusive, yet many still alienate by omission or false representation. Girls and women only made up 44% of references in secondary school English-language textbooks in Malaysia and Indonesia, 37% in Bangladesh and 24% in the province of Punjab in Pakistan. The curricula of 23 out of 49 European countries do not address issues of sexual orientation, gender identity and expression.
Moving towards an inclusive education can be costly, but there are many teaching methods that can be done for free to make children feel more wanted in school. Teachers need and want training on inclusion, which fewer than 1 in 10 primary school teachers in 10 Francophone countries in sub-Saharan Africa said they had received. A quarter of teachers across 48 countries reported they wanted more training on teaching students with special needs.
Almost half of low- and middle-income countries do not collect enough education data about children with disabilities. Household surveys are key for breaking education data down by individual characteristics. But 41% of countries – home to 13% of the world’s population – did not conduct surveys or make publicly available data from such surveys. Figures on learning are mostly taken from school, failing to take into account those not attending.
Policy makers must recognise that they need to bring communities and parents on board with the idea of inclusion, given that parents’ discriminatory beliefs are sometimes a barrier to change. Some 15% of parents in Germany and 59% in Hong Kong, China, feared that children with disabilities disturbed others’ learning. Parents with vulnerable children wish to send them to schools that ensure their well-being and respond to their needs. In Queensland, Australia, for example, 37% of students in special schools had moved away from mainstream establishments.
Signs of progress towards inclusion
Many countries go out of their way to accommodate different learners’ needs: Odisha state in India, for example, uses 21 tribal languages in its classrooms, Kenya has adjusted teaching to the nomadic calendar and, in Australia, the curricula of 19% of students were adjusted by teachers so that their expected outcomes could match students’ needs.
Download and share the Report with your networks. On our home website, which has a new look and fresh feel, you can also find additional resources on the 2020 GEM Report page, including the summary, the background papers and the social media pack.
Join the conversation on #AllmeansALL and our various online activities happening over the coming weeks:
Read the recommendations in our digital campaign and tell your education minister which you think should be prioritised in your country.
If you are an academic, join our Any Questions Answered session on this blog on 29 June
Take part in our Twitter Q&As with Ministers of Education on inclusion and education, starting with @MatthewOPrempeh from Ghana and @dsengeh from Sierra Leone. We will work with them to provide their answers in the form of a podcast in the coming weeks
El Brasil presidido por el ultraderechista Jair Bolsonaro superó a Gran Bretaña y desde el pasado viernes tiene el segundo mayor número de víctimas fatales de la COVID-19. Acorde con los últimos datos conocidos el sábado, se llegó a la marca de 42 720 muertos y 850 514 infectados.
Ocurre que tales datos, obtenidos por los medios de comunicación directamente de las secretarias de Salud de las provincias para evitar su manipulación por parte de Bolsonaro, no corresponden a la realidad.
Brasil es el país cuyo testeo de enfermos sospechosos de haber contraído el nuevo coronavirus es el más bajo del mundo. Mientras, Estados Unidos aplica 61,59 exámenes por cada cien mil habitantes, Italia 69,25 y Portugal 85,81, aquí tal proporción es de ínfimos 2,28.
Especialistas, entidades científicas y hasta funcionarios del Ministerio de Salud dicen que en realidad serían al menos un millón y medio de contaminados y unos cien mil muertos. Es imposible prever cuándo se sabrá el tamaño de la devastación, mientras Bolsonaro insiste en menospreciar las dimensiones de la tragedia.
No hay ninguna coordinación de medidas preventivas, ni un proyecto concreto para enfrentar la crisis y, en última instancia, siquiera hay un ministro de Salud: lo que existe es un general en activo, Eduardo Pazuello, cuya misión exclusiva es no contrariar a un capitán reformado, su jefe.
Sudamérica, gracias a Brasil, se transforma en el epicentro de la pandemia. Y eso ocurre mientras el país se ve cada vez más enfrascado en un lío político tremendamente tenso y sin salida a la vista.
Dando muestras cada vez más estruendosas de desequilibrio e irresponsabilidad, el jueves pasado Bolsonaro llegó al colmo de pedir a sus seguidores fanáticos que invadan hospitales públicos, inclusive los de campaña, para hacer fotos y grabaciones que muestren que los lechos destinados a los infectados por la COVID-19 están vacíos, que los números divulgados por estados y municipios son falsos y que lo que quieren gobernadores y alcaldes son fondos del gobierno nacional.
A tiempo: del total de recursos anunciados en abril para dar combate a la pandemia, lo efectivamente ejecutado no llega a 40 por ciento.
En medio al avance del nuevo coronavirus, del desmonte de la economía y de la creciente marea de inseguridad general, el gobierno de Bolsonaro sigue sin ninguna otra propuesta que no sea la de estirar al máximo sus deseos de asumir poderes absolutos.
Hace pocos días, el vicepresidente, general reformado Hamilton Mourão, había advertido sobre los riesgos de ultrapasar «determinados límites» entre los poderes. El pasado jueves, el jefe de la Secretaría General de Gobierno, general activo Luis Eduardo Ramos, descartó cualquier posibilidad de golpe (en el caso, el autogolpe muchas veces insinuado por Bolsonaro), criticó las acusaciones de fascista lanzadas con intensidad cada vez más fuerte, y advirtió que todo permanecerá igual siempre que ‘no se estire la soga’.
¿A quién se dirigía?
La oposición es minoritaria en el Congreso. Los sindicatos están sin norte, los partidos autonombrados“indecisos”son literalmente comprados por Bolsonaro a través de nombramientos de segunda línea, o sea, menos visibles pero que manejan presupuestos millonarios.
Quedan para oír el mensaje alarmante de un general activo los otros dos poderes, el Legislativo y el Judicial. Y tanto uno como otro vienen poniéndole duro freno a los desvaríos cada vez más alucinados del cada vez más descontrolado Bolsonaro.
Un PD, caros amigos y eventuales lectores, para contarles algo: Me cuentan que en la noche del viernes Argentina vivió una conmoción: en 24 horas hubo 25 muertes a raíz del covid-19. El presidente Alberto Fernández, el alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, y el gobernador de la provincia, Axel Kiciloff, hicieron un pronunciamiento en vivo a la Nación. A lo largo de hora y media informaron sobre la situación. En el mismo día mi país contó 1.473 muertos. A cada hora, 61. Uno por minuto. Ninguna palabra de consuelo de Bolsonaro a las familias enlutadas. Ninguna palabra de agradecimiento a médicos y enfermeros. Nada de nada. Bolsonaro me causa indignación y asco. Mi país me llena de dolor y tristeza.
Fuente e imagen: https://www.pagina12.com.ar/272164-indignacion-y-tristeza-en-medio-del-caos
Este domingo murió el tío sacerdote de Piñera y éste pidió que abrieran el ataúd. Mientras el gobierno entrega distintas cifras, los hospitales colapsan y las sirenas son el sonido más reconocible de la ciudad de Santiago.
Y finalmente, la covid-19 tocó a un familiar del presidente chileno Sebastián Piñera. Su tío, el sacerdote Bernardino Piñera (104 años), ex arzobispo emérito de La Serena e investigado por el Vaticano por denuncias de abuso sexual en 2019. El tema fue evitado incluso por los medios chilenos, como el diario derechista La Tercera que borró un posteo en Twitter que aludía el tema, algo que generó de inmediato sospechas de censura, incluyendo memes sobre una supuesta llamada telefónica del presidente que hasta diputados como Renato Garín viralizaron.
Aunque medios como radio Biobío aseguraron —basándose en fuentes reservadas del gobierno y el certificado de defunción— que el sacerdote falleció por una neumonía vinculada al coronavirus, que lo afectó en mayo tras un brote en la Casa de Acogida Hermanitas de los Pobres en Santiago Centro donde residía, la vocera del gobierno Karla Rubilar se apresuró a aclarar que fue por su avanzada edad.
Todo indica además que el funeral pasó por alto los protocolos sanitarios tanto de distancia social como por medidas como abrir el féretro para ver el rostro del fallecido tío del presidente. En el audio de la ceremonia transmitido online— se escucha en medio de la música de Bach, una voz femenina diciendo: “Sebastián (Piñera) lo quiere abrir”, aunque los funcionarios explican que no se puede hacer, finalmente acceden. De forma previsible, el nuevo ministro de salud Enrique Paris y la subsecretaria de la cartera Paula Daza, salieron en defensa del presidente y su entorno, asegurando que “se cumplió el protocolo”.
Es que las contradicciones y falta de transparencia son, a esta altura, la marca registrada del gobierno chileno al punto de no saberse hoy la cantidad de muertos por covid-19. Recordemos que la semana pasada se reveló que el gobierno tiene dos conteo s: uno que se entrega al público y otro, a la OMS y que incluye casos de sospechosos o atribuibles a la pandemia.
De hecho, se tomó la particular decisión de entregar el “informe epidemiológico” sólo los sábados y seguir contabilizando las muertes de forma “tradicional” durante la semana. Así, en la primera lista Chile ya suma 7.144 muertes y en la segunda, al día de hoy van 4.502. Y aunque el informe de 77 páginas esté disponible online , la información resulta innecesariamente confusa y poco amigable para la ciudadanía.
Esta confusión no sólo está presente en las conversaciones por Whatsapp o Zoom, los posteos en redes sociales o las llamadas telefónicas, sino que también recorriendo un Santiago que ya entró en invierno y parece nunca haber entrado en confinamiento.De hecho, las calles están repletas de repartidores en moto o bicicleta, carabineros desganados revisando el celular y a veces controlando a los numerosos autos (a pesar de que el gobierno aumentó las multas a quienes salgan sin autorización).
Pero lo más inquietante son las sirenas de ambulancias, hospitales y postas con carpas repletas de indigentes o de personas esperando atención o sectores como Plaza Yungay donde había personas sin mascarilla conversando entre ellos, a pasos de bancos y restaurantes reinventados como delivery. También se vio a un anciano subiéndose a una ambulancia mientras la calle era desinfectada en un operativo que tenía a todos los vecinos mirando con espanto la situación.
Todo esto mientras ya se reportan colapsos en las morgues,se dio a conocer una carta firmada por un grupo de cuarenta científicos, médicos, académicos e investigadores donde reconocen que el país “está de duelo” pero que aún es posible evitar unas siete mil muertes más según sus cálculos que, además, se relacionan con un problema estructural y económico de la sociedad chilena. “Las cifras conocidas del impacto del coronavirus en Chile nos indican que esta se convirtió́ en la peor crisis humanitaria del país de los últimos 80 años, superando la epidemia de influenza de 1957, en la que se estima, murieron 5.400 personas. ¿Habrá́ que sobrepasar la pandemia de Gripe Española de 1918-1920 donde murieron 37 mil personas en Chile para cambiar de estrategia?” .
El gobierno fiel a su estilo de bonos y cajas de alimentos que no duran más de una semana, no ha dicho nada hasta ahora.
Fuente e imagen: https://www.pagina12.com.ar/273891-chile-de-duelo-no-sabe-cuantos-muertos-hay-por-coronavirus
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