Page 184 of 246
1 182 183 184 185 186 246

Rediseñando la experiencia universitaria entre medidas de distanciamiento social

Por: Paola Estrada Villafuerte

Las instituciones de educación superior se preguntan si abrirán sus puertas para el otoño y qué tanto afectarán las normas sanitarias en la vida universitaria como se conoce.

Sin la certeza de la modalidad educativa presencial en el campus, las autoridades universitarias deben averiguar qué rumbo tomará el siguiente semestre. En un panorama incierto consecuencia de la pandemia por COVID-19, las opciones se dividen entre redoblar reglas sanitarias, optimizar los esfuerzos hasta ahora realizados para entregar una educación en línea de calidad, retrasar el inicio del semestre en otoño o incluso cancelarlo. En cualquier escenario, lo único certero es que este ciclo escolar será muy diferente a los anteriores. Muy probablemente, sin importar la modalidad que las universidades decidan recurrir, el número de alumnos y alumnas disminuirá considerablemente. Entre crisis financieras, familiares enfermos, empleos perdidos y apoyos gubernamentales enfrentando otras prioridades, estudios prevén que las instituciones podrían ver una decrecimiento general del 20 % en el número de estudiantes inscritos.

«Casi todos mis estudiantes que han sido admitidos en universidades de primer nivel están reconsiderando sus planes para este próximo año académico, y algunos envían formularios de solicitud de año sabático para retrasar el comienzo de su primer año para que puedan tener la experiencia universitaria completa”, Christopher Rim, consultor de admisiones, CEO de Command Education para Business Insider. Este porcentaje se eleva si tomamos en cuenta el alumnado internacional que seguramente pondrá en pausa la búsqueda de una institución extranjera. BOSSA, Beijing Overseas Study Service Association, menciona que China, siendo el país principal de origen de estudiantes en el extranjero, se verá bastante afectado por la epidemia, puesto que “ha causado que entre el 40 % y 60 % de estudiantes sean bloqueados directamente en la solicitud de la universidad y visa”.

«Casi todos mis estudiantes que han sido admitidos en universidades de primer nivel están reconsiderando sus planes para este próximo año académico».

Sin embargo, algunas soluciones que se han sugerido para este sector en específico, como Elise Hodge plantea, es ofrecer a los alumnos internacionales un semestre híbrido. El alumnado  comenzaría los cursos de manera remota inscritos en las universidades deseadas y cuando sea ideal, podrán dar seguimiento a sus clases dentro del campus de manera regular. La Universidad de Arizona, por ejemplo, ha lanzado un Campus Global pensado en el alumnado internacional donde la universidad ofrecerá una mezcla de cursos virtuales y experiencias vivenciales en universidades asociadas que estén cercanas a los alumnos en sus lugares de residencia.

¿Qué planean las universidades? Diferentes escenarios para el otoño

Ciertas universidades se encuentran ya detallando los planes específicos para el siguiente semestre. En el estado de California, en Estados Unidos, el jefe del sistema de la Universidad Estatal mencionó que sus 23 instituciones comenzarán el semestre de otoño virtualmente. Esto no es sorpresa, ya que en una encuesta realizada por The American Association of Collegiate Registrars and Admissions Officers, se encontró que más de la mitad de las universidades en EE.UU. están considerando permanecer en esta modalidad por el resto del año.

Otras instituciones, como la Universidad de Notre Dame, planean abrir sus puertas para el otoño y aplicar regímenes rigurosos de sanidad, tales como el rastreo de contactos, protocolos de cuarentena y aislamiento, distanciamiento social y el uso obligatorio de máscaras en público. Al igual que Harvard, que también plantea abrir el campus pero se prepara para tener la mayoría de sus clases de manera remota. Sin embargo, aunque algunas universidades están anunciando su regreso en otoño, la decisión sobre si reabrirán o no los campus universitarios el siguiente semestre no será decisión de las universidades, serán las autoridades políticas y sanitarias de cada país quienes determinarán cuándo y cómo podrán reabrir los centros de educación superior.

Clases presenciales

En caso de que se decidiera abrir las aulas, este rumbo podría llegar a ser incluso aún más arriesgado y complicado que trasladarse totalmente a cursos en línea. The New York Times, en conjunto con autoridades institucionales, caminaron por algunas situaciones hipotéticas que podrían presentarse en este escenario. Estas iban desde “puntos de control de fiebre en las entradas a los edificios académicos, pasillos unidireccionales y asientos bloqueados en los salones para mantener a los estudiantes a seis pies de distancia hasta dormitorios convertidos en centros de cuarentena para cualquier estudiante expuesto al coronavirus”. Incluso se discutió la idea de implementar aplicaciones móviles, donde los alumnos tendrían que reportar a diario sus síntomas y sólo así serían otorgados un pase para ingresar a sus aulas.

«Si el otoño 2020 no puede suceder en el campus, necesitamos encontrar una forma de que ocurra efectivamente en línea”.

Sin embargo, esto no puede hacer frente a las situaciones que podrían generarse después del horario de clases. Con alumnos ansiosos por regresar a la vida universitaria y estudiantes de primer ingreso que desean experimentar la libertad que ofrece esta etapa, es casi imposible asegurar que estas medidas serán adoptadas como una nueva cultura de convivencia dentro del campus, dado que los estadios vacíos y fiestas via Zoom no son una alternativa tan llamativa.

¿Cancelar el semestre si los campus continúan cerrados?

Por otro lado, muchos comparten que la decisión más sensata es cancelar por completo el siguiente ciclo escolar, considerando que la experiencia en persona es esencial para la continuidad del periodo, «Un semestre de otoño en línea no es una posibilidad [… ] No tuvimos la opción de estar en línea a mediados de semestre […] pero sería académicamente irresponsable llevar el siguiente en línea. Se necesitan entre 70 y 80 horas a la semana para mantener una semblanza de instrucción. No sería físicamente posible sostener el mismo esfuerzo docente. Si se aplicaran los estándares académicos normales, un gran número de estudiantes fracasaría. Si no es posible reanudar la instrucción en persona en otoño, el único curso de acción responsable sería cancelar el semestre y cerrar las universidades”.

El reporte de Eduventures, explica que no hay duda que muchas autoridades institucionales se encuentren escépticos en poder emular la experiencia universitaria vía remota. También, que muchos profesores se sienten vindicados en su creencia de que la esencia de la universidad y el medio del campus son inseparables. «Sí, el campus físico facilita los fundamentos de la educación superior: comunidades de aprendizaje, diversidad de ideas, formación humana”, menciona el reporte, pero también explica que en este caso, «la decisión correcta no es darse por vencido, posponer o asentarse, sino recrear estos fundamentos de nuevas maneras. Si el otoño 2020 no puede suceder en el campus, necesitamos encontrar una forma de que ocurra efectivamente en línea”.

Expectativas aumentadas para un nuevo semestre en línea

Si las clases continúan por medio de educación remota, las expectativas en materia de calidad por parte de alumnos y familias aumentarán considerablemente siendo que las universidades tendrán todo el periodo del verano para resolver las complicaciones que pudieron haber surgido en la transición de emergencia en marzo.

“Si alguna vez habrá un momento para repensar la naturaleza de la educación universitaria, este es el momento».

Chris Hakala, quien dirige el Centro para la Excelencia en Enseñanza, Aprendizaje y Becas en Springfield College, dijo para Inside Higher Ed, “el tipo de aprendizaje remoto que la mayoría de los campus impartieron sobre la marcha durante la crisis esta primavera puede haber sido suficiente por el momento. Pero no fue tan bueno como la instrucción que la mayoría de las universidades normalmente imparten en persona o que está disponible para los estudiantes en muchos programas en línea de alta calidad”.

Definitivamente, las universidades deberán averiguar qué pasos tomar para elevar el nivel de calidad de las clases en línea que se estuvieron ofreciendo durante este semestre. Ya que las sesiones sincrónicas, lecturas remotas prolongadas y los documentos compartidos, no serán suficientes para retener a un alumnado necesitado de mejores métodos educativos. “Si alguna vez habrá un momento para repensar la naturaleza de una educación universitaria, este es el momento. Ante la pandemia actual, las universidades deben idear estrategias para adaptarse a un entorno extraordinariamente incierto, no solo para abordar la crisis inmediata, sino también a largo plazo”, dice Steven Mintz.

¿Cómo lograr esto?

Eduventures, plantea que para crear una educación remota efectiva se debe comenzar con la perspectiva que se tiene hacia esa modalidad. «Si los presidentes, el profesorado, el personal y los estudiantes, se acercan a un semestre remoto con la actitud de que el aprendizaje en línea es inherentemente deficiente y que ninguna cantidad de imaginación o esfuerzo cambiará eso, entonces el resultado será una experiencia estudiantil deficiente o ni siquiera alguna educación superior hasta que la pandemia haya pasado». El mismo estudio sugiere que para que las aulas virtuales puedan ofrecer sesiones de educación atractivas, se deberán acoplar ciertas medidas:

  • Aula invertida: En lugar de esperar que alumnos y profesores lean en conjunto el material de la clase durante las sesiones, se propone invertir el orden. Curar lecturas para que los estudiantes generen preguntas en casa y discutirlas en la sesión sincrónica.

  • Replantear el ritmo de la clase: Efectuar discusiones envolventes y efectivas con pocas lecturas, en lugar de esperar que los estudiantes mantengan el mismo ritmo de concentración con jornadas extendidas.

  • Sesiones asincrónicas: Para evitar el agotamiento del instructor, garantizar la variedad pedagógica y ayudar al impulso de la clase, el profesorado debería considerar además de sesiones en vivo, la contribución a las discusiones basadas en texto.

  • Interacción: Para generar intimidad e interacción entre estudiantes, la facultad podría facilitar la interacción grupal en vivo de los compañeros de clase al menos dos veces por semana para discutir el material de la clase.

  • Materiales: Utilizar recursos digitales ya disponibles en plataformas como Coursera.

  • Permitir que algunas clases sean dirigidas por alumnos: Crear un acercamiento distinto al permitir que los mismos compañeros de clase dirijan ciertas sesiones enfocadas en aclarar dudas.

Inside Higher Ed, por su parte, establece ciertos puntos claves para que este modelo funcione:

  • Educar alumnos de manera completa: La crisis debería recordarnos que nuestras instituciones no solo deben promover el desarrollo cognitivo de los estudiantes, sino también su bienestar, incluida su salud mental y bienestar físico.

  • Escuchar experiencias: Las instituciones deberán escuchar con mayor atención la retroalimentación creada por los alumnos y estar preparados para generar cambios según sea necesario.

También se sugiere crear una educación sistematizada, compacta y centralizada por áreas, esperando que el desarrollo de la clase en línea no quede en manos únicamente del profesor y sus preferencias. De esta manera se generaría un balance objetivo a la hora de ofrecer los cursos.

El reto de las clases extracurriculares, equipos deportivos y vida social en una educación online

Intentar recrear la experiencia universitaria podría ser el reto más significativo para la educación remota. Es innegable que para muchos estudiantes de 17 y 18 años, este factor –socialización informal, eventos atléticos, clases extracurriculares, conciertos, fiestas– es uno de los decisivos para continuar con su educación superior. “Si las universidades ignoran ese recurso y solo se enfocan en académicos limitados, convierten la experiencia universitaria tradicional en la experiencia de aprendizaje para adultos”, dice Doug Lederman.

Eduventures explica que mientras los equipos estudiantiles deportivos son un área difícil de cubrir en un ambiente en línea, se podrían generar entrenamientos especializados para los alumnos y guiados por los entrenadores. Mientras que las clases en línea no podrán reproducir “conversaciones casuales, reuniones en el pasillo y la experiencia en fraternidades”, también menciona que actividades extracurriculares como las artes, política, vida religiosa y el voluntariado, son todas candidatas a funcionar de manera remota durante este periodo. De igual manera, se puede incentivar la socialización en el alumnado por medio de recursos dirigidos a alumnos vulnerables, como el Buddy System, ya acogido en varias instituciones de manera presencial.

Lo que representará este periodo para la educación superior en general

Richard Garrett, investigador principal de Eduventures menciona, “La esencia de la educación superior no está definida por objetos físicos. Puede persistir entre el profesorado comprometido, el personal y los estudiantes. Solo tenemos que reimaginar cómo».

Definitivamente, las repercusiones en materia de educación que esta pandemia generará no serán acoplados de manera permanente, pero la manera en la que las universidades se acoplen a panoramas de emergencia sí quedará como un precedente para situaciones futuras donde tengamos que responder a escenarios de crisis. Como Elise Hodge menciona, “al ser flexible y ágil como organización, las universidades podrá ayudar a garantizar que los estudiantes puedan continuar su educación en tiempos de crisis, sin importar lo que depare el futuro”.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/universidades-planes-postcovid19

Comparte este contenido:

Video: La Cultura Evaluativa y las Nuevas Reformas Educativas en el marco de la Pandemia

Por: Otras Voces en Educación
Seminario para discutir el impacto de la tradición neoliberal evaluativa sobre los nuevos intentos de reformas y contrarreformas en el marco de la postpandemia .
Nos acompañaron como ponentes:
*Hugo Aboites (Catedrático de la UAM, México)
• César Valdovinos (Director del CINPECER; Michoacán, México)
• Xavier Diez (Vocero del USTEC, Cataluña, España)
• Darío Balvidares (Autor de “La Educacion en la era corporativa” Argentina)
• Diana Maria Beltrán ( La Roja, ADE, Colombia )
• Luis Sánchez (Secretario General, AEVE, Panamá)
En relatoría: Carlos Munevar
En la moderación: Luis Bonilla-Molina

Comparte este contenido:

Educación interrumpida, educación reconstruida

Por: Andreas Schleicher.

 

Entramos con el director de educación de la OCDE a las aulas del futuro. Más foco en ayudar a los alumnos a pensar por sí mismos y a comprender los límites de la acción individual y colectiva serán algunas claves.

Amedida que el mundo está cada vez más interconectado, los riesgos a los que nos enfrentamos también lo están. La pandemia de covid-19 no se ha detenido en las fronteras nacionales y ha afectado a las personas independientemente de su nacionalidad, su nivel educativo, sus ingresos o su sexo. Sin embargo, no sucede lo mismo con las consecuencias, que han sido más graves para los más vulnerables. Esto vale también para la educación. Los estudiantes privilegiados consiguieron sortear rápidamente las puertas cerradas de los centros y encontrar vías hacia oportunidades de aprendizaje alternativas apoyados por sus padres y deseosos de aprender; los de familias desfavorecidas se quedaron fuera cuando las escuelas cerraron.

En cierto sentido, esta crisis ha puesto al descubierto las numerosas deficiencias y desigualdades de nuestros sistemas educativos, desde la banda ancha y los ordenadores necesarios para la educación por Internet hasta la incapacidad de atraer a los profesores más competentes a los grupos de alumnos más problemáticos, pasando por los entornos favorables, imprescindibles para centrar la atención en el aprendizaje. Pero, puesto que en esta época de crisis las desigualdades se amplifican, el momento ofrece también la posibilidad de no instalarse otra vez en el antiguo estado de cosas cuando todo vuelva a la “normalidad”. La naturaleza de nuestras respuestas colectivas y sistémicas a las perturbaciones será lo que determine cómo nos afectarán. Allí donde sea necesario cerrar los centros educativos durante un tiempo, podemos mitigar los efectos del cierre para los estudiantes, las familias y los educadores, en particular para los de los grupos más marginados. Tenemos la posibilidad de colaborar a escala internacional a fin de compartir de manera recíproca los recursos docentes disponibles en Internet y las plataformas digitales de aprendizaje, y animar a las empresas tecnológicas a que se unan a la iniciativa. Asimismo, podemos mejorar rápidamente las oportunidades digitales de aprendizaje de los profesores y fomentar la colaboración de estos más allá de las fronteras. Y lo que quizá sea más importante: está en nuestras manos emplear la energía del momento para adaptar los planes y los entornos docentes a las necesidades del siglo XXI.

Educar a los estudiantes para su futuro, no para nuestro pasado. Vivimos en un mundo en el que lo que es fácil de enseñar y evaluar también se ha convertido en fácil de digitalizar y automatizar. El reto del futuro consiste en armonizar la inteligencia artificial de los ordenadores con las capacidades cognitivas, sociales y emocionales y los valores de los humanos. Nuestra imaginación, nuestra conciencia y nuestro sentido de la responsabilidad serán los que nos ayuden a sacar partido de la tecnología para crear un mundo mejor. Actualmente, el éxito en la educación tiene que ver con la identidad, la capacidad de intervención y las metas. También con el fomento de la curiosidad abriendo las mentes y de la compasión abriendo los corazones, así como con el valor y con la movilización de nuestros recursos cognitivos, sociales y emocionales para actuar. Estas serán, al mismo tiempo, nuestras mejores armas contra las principales amenazas de nuestra época: la ignorancia, la mentalidad cerrada, el odio, la dureza de corazón y el miedo, enemigo de la acción.

Para ir por delante de los avances tecnológicos hay que perfeccionar nuestras cualidades

En nuestra época, los algoritmos que hay detrás de las redes sociales nos clasifican en grupos de individuos afines, creando burbujas virtuales que a menudo amplifican nuestra manera de pensar, pero nos aíslan de las perspectivas que difieren de las nuestras, homogeneizando opiniones y polarizando nuestras sociedades. En consecuencia, las escuelas del futuro tendrán que ayudar a los estudiantes a pensar por sí mismos y a sumarse a los demás con empatía en el trabajo y en la sociedad, así como a desarrollar una conciencia fuerte de lo que está bien y lo que está mal, una sensibilidad a las demandas que nos hacen los demás y la comprensión de los límites de la acción individual y colectiva. En el trabajo, en casa y en la comunidad, vamos a tener que conocer en profundidad cómo viven los demás en diferentes culturas y tradiciones, y también cómo piensan, ya sean científicos o artistas. Independientemente de cuáles sean las tareas en las que las máquinas puedan sustituir al trabajo humano, las demandas para que contribuyamos de manera significativa a la vida social y ciudadana con nuestros conocimientos y capacidades seguirán aumentando.

La complejidad cada vez mayor de la vida actual para los individuos, las comunidades y las sociedades implica que las soluciones a nuestros problemas también serán complejas. En un mundo desequilibrado desde el punto de vista estructural, la necesidad imperativa de reconciliar en escenarios locales diferentes perspectivas e intereses que a menudo tienen repercusiones mundiales significa que tenemos que mejorar nuestra manera de abordar las tensiones y las disyuntivas. A la hora de lograr el equilibrio entre demandas contrapuestas —equidad y libertad, autonomía y comunidad, innovación y continuidad, eficacia y proceso democrático—, rara vez nos encontraremos solamente ante dos opciones, o incluso ante una única solución. Tenemos que pensar de una manera más integrada que reconozca las interconexiones. Nuestra capacidad de sortear la ambigüedad se ha vuelto fundamental.

Un profesor de música con sus alumnos.
Un profesor de música con sus alumnos. JEAN-LUC LUYSSEN GETTY IMAGES

La cuestión de fondo es que, si queremos ir por delante de los avances tecnológicos, tenemos que descubrir y perfeccionar las cualidades únicas de nuestra condición de seres humanos, las cuales, antes que competir con las capacidades que hemos creado en nuestros ordenadores, las completan. Las escuelas tienen que crear seres humanos de primera clase, no robots de segunda.

El problema reside en que desarrollar estas capacidades cognitivas, sociales y emocionales exige un enfoque muy diferente del aprendizaje y la enseñanza, y una nueva categoría de enseñantes. En los contextos en los que el propósito de la enseñanza es impartir conocimiento prefabricado, los sistemas educativos se pueden permitir una baja calidad del profesorado. Y cuando esta es baja, los Gobiernos suelen decir a sus enseñantes exactamente qué hacer y cómo quieren que se haga, utilizando una organización industrial del trabajo para obtener los resultados deseados. El reto es convertir la docencia en una profesión de trabajadores del conocimiento avanzados que desempeñen su función con una gran autonomía profesional y dentro de una cultura de la colaboración.

Pero esta clase de personas se negarán a trabajar como piezas intercambiables de sistemas educativos organizados como talleres tayloristas basados principalmente en formas administrativas de responsabilidad y sistemas burocráticos de mando y control para dirigir su actividad. Para atraer a las personas precisas, los modernos sistemas de enseñanza tienen que transformar la forma de organización del trabajo en otra en la que las normas profesionales de control sustituyan a los procedimientos de control burocráticos y administrativos. En el pasado, el saber se recibía; en el futuro tiene que generarlo quien vaya a utilizarlo.

Antes, la educación era básicamente temática; en el futuro deberá basarse más en proyectos, en construir experiencias que ayuden a los estudiantes a pensar más allá de los límites de las disciplinas temáticas. El pasado era jerárquico; el futuro será colaborativo y reconocerá que tanto los enseñantes como los estudiantes son recursos y cocreadores.

Las escuelas tienen que crear seres humanos de primera clase, no robots de segunda

En el pasado se enseñaba de la misma manera a estudiantes diferentes. En el presente, los sistemas de aprendizaje tienen que abrirse a la diversidad con enfoques docentes diferenciados. Los objetivos del pasado eran la normalización y la docilidad. Los estudiantes se organizaban por grupos de edad, seguían el mismo programa estándar y se evaluaba a todos al mismo tiempo. En el futuro habrá que desarrollar la formación a partir de las pasiones y las capacidades de los alumnos, ayudarlos a personalizar su aprendizaje y su evaluación de manera que se fomente su interés y su talento. Se tratará de animar a los estudiantes a ser ingeniosos.

El pasado también estaba dividido. Los profesores y los contenidos se repartían por temas, y los alumnos se separaban en función de las expectativas relacionadas con sus futuras perspectivas profesionales; los centros de enseñanza estaban diseñados para que los que estudiasen se quedasen dentro y el resto del mundo fuera; no había relación con las familias y sí renuencia a asociarse con otros centros. El futuro tendrá que ser integrado y conceder importancia a la interrelación de los temas y la integración de los estudiantes. También tendrá que estar conectado, de manera que el aprendizaje guarde una relación estrecha con los contextos del mundo real y los temas contemporáneos y abierto a la riqueza de recursos que hay en la comunidad.

Utilizar ventajosamente la tecnología. La tecnología será parte inseparable del futuro de la enseñanza. Con ella no solo es posible cambiar los métodos de enseñanza y aprendizaje, sino también elevar la función de los docentes de transmitir conocimiento recibido a trabajar como cocreadores de conocimiento, como formadores, mentores y evaluadores. La tecnología puede permitir que los profesores y los estudiantes accedan a material especializado mucho más allá de los libros de texto, en múltiples formatos y de maneras capaces de salvar el tiempo y el espacio. La tecnología ofrece la posibilidad de formar comunidades de estudiantes que hagan el aprendizaje más social y divertido, así como comunidades de enseñantes para compartir y enriquecer los recursos y las prácticas docentes, y colaborar en el crecimiento profesional y la institucionalización del ejercicio de la profesión. España acertó cuando, en la primera fase de la crisis, dio impulso al aprendizaje por Internet. Pero imaginemos una plataforma gigante de colaboración abierta distribuida en la que los profesores, los pedagogos y los expertos en política españoles colaborasen para supervisar los contenidos y las prácticas pedagógicas más relevantes a la hora de cumplir los objetivos educativos, y en la que los alumnos de cualquier lugar del país tuviesen acceso a las experiencias educativas mejores y más innovadoras.

Una profesora da clases por ordenador desde un aula vacía en Alemania.
Una profesora da clases por ordenador desde un aula vacía en Alemania. KAY NIETFELD GETTY IMAGES

No obstante, mientras que muchos centros de enseñanza están equipados al menos con el mínimo de tecnología necesaria para el aprendizaje por Internet, uno de cada cinco directores de colegios españoles denunciaba que la escasez o la deficiencia de la tecnología digital obstaculizaba el aprendizaje bastante o mucho. A esto hay que añadir que las ventajas de la tecnología dependen de que esta se utilice bien. Según la Encuesta Internacional de Enseñanza y Aprendizaje (TALIS, por sus siglas en inglés), el 51% de los profesores españoles permiten frecuentemente o siempre que sus alumnos utilicen las tecnologías de la información para los proyectos o el trabajo en clase. En Dinamarca o Nueva Zelanda el porcentaje es del 80% o más, y en Finlandia, Israel o Rumania las cifras se han duplicado con creces en los últimos cinco años.

Dar autoridad a los enseñantes y posibilitar la innovación. Pero la esencia del aprendizaje no es la tecnología, sino la pedagogía y la titularidad. Ni siquiera el mejor ministro de Educación puede hacer justicia a las necesidades de millones de estudiantes, cientos de miles de enseñantes y decenas de miles de centros educativos. El desafío consiste en apoyarse en la experiencia de los profesores y los directores de las escuelas, y captarlos para que hagan frente a los retos. Podemos fijarnos en Estonia y Finlandia, los países con mejores resultados en el informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés), cuyos sistemas educativos están construidos totalmente desde la base. En parte, los candidatos a profesores se seleccionan en función de su capacidad para transmitir su fe en la misión decisiva de la educación pública y se forman básicamente en los centros de enseñanza. La preparación que reciben está diseñada para desarrollar una mentalidad de responsabilidad individual en la enseñanza y el bienestar de los alumnos a su cargo. El nivel de confianza que la comunidad en general extiende a sus escuelas genera un fuerte sentimiento de responsabilidad colectiva en el éxito de cada estudiante. A su vez, el alto nivel de coherencia de las políticas, gracias a la cual las decisiones se mantienen a través de los ciclos electorales y las Administraciones políticas, hace que los enseñantes finlandeses y estonios confíen en sus líderes en materia de educación, que por su parte cuentan con la capacidad de los enseñantes para poner en práctica lo que les dicen. No menos importante es que estos sistemas logran ajustar los recursos a las necesidades y reconciliar equidad con calidad (lo cual, en la crisis actual, constituye un reto aún más formidable), consiguiendo así que la escuela más cercana sea siempre la mejor.

El mayor riesgo de la crisis es que se fracture el tejido social creado en y por las escuelas

Mucha gente me dice que no podemos dar más autonomía a los enseñantes y a los líderes educativos porque no tienen la capacidad ni la experiencia para estar a la altura, pero limitarse a perpetuar nuestra visión prescriptiva de la enseñanza no funcionará en este momento de crisis, que exige de los profesores no solo que reproduzcan sus clases en otro medio, sino que descubran respuestas totalmente nuevas a qué, cómo, dónde y cuándo se aprende.

Mantener el tejido social de las escuelas y las comunidades. Tal vez el mayor riesgo de la crisis es que se fracture el tejido social creado en y por las escuelas. El aprendizaje no es un proceso transaccional en el que los estudiantes son consumidores pasivos de contenidos; las escuelas, proveedores de servicios, y los padres, clientes. El aprendizaje siempre tiene lugar a través de la interacción y en un entorno de bienestar y percepción de la propia eficacia tanto para los alumnos como para los profesores. Un factor determinante de los resultados que obtengan los estudiantes en las próximas semanas y meses, en particular los de grupos desfavorecidos, es el mantenimiento de una relación estrecha con sus profesores. En esta crisis, los centros de enseñanza tienen que facilitar maneras de que los docentes sigan estando socialmente próximos en la distancia física. TALIS muestra que esto es algo que los profesores hacen de manera natural: 9 de cada 10 declararon que ejercían la docencia para ayudar a cambiar la vida de los niños, y tres cuartas partes se refirieron expresamente a la posibilidad de favorecer a los socialmente desfavorecidos. La función de los sistemas educativos es apoyar a los enseñantes en esta misión.

Por importante que sea que los enseñantes sigan conectados con sus alumnos, la crisis actual pondrá aún más de relieve la necesidad de que los profesores sigan conectados entre ellos. Sabemos que esto es difícil incluso en épocas de normalidad. La media de profesores españoles que observan con regularidad las clases de sus compañeros y comparten con ellos sus observaciones es tan solo del 5%, mientras que los que participan en sesiones de aprendizaje profesional colaborativo al menos una vez al mes o dan clases en equipo como mínimo mensualmente se limita al 21%. Sin embargo, son precisamente estas actividades las que guardan relación con unos niveles más altos de percepción de la propia eficacia entre los docentes. Las grandes diferencias en el tiempo y entre países demuestran que la situación puede ser diferente. En Vietnam, el 78% de los profesores se preocupan de observar otras clases con regularidad; en Shanghái, el 70% participan en el aprendizaje profesional colaborativo, y en Austria, Italia y Japón la enseñanza en equipo es habitual.

El aprendizaje no es un proceso donde el estudiante es un consumidor pasivo

Redefinir el liderazgo. Tal vez lo que esta crisis haya puesto más de relieve es la necesidad de un liderazgo eficaz a todos los niveles del sistema educativo. En las épocas de gran incertidumbre, las personas buscan algo a lo que asirse que sirva para restaurar el orden. En la educación, los líderes de los centros de enseñanza serán los que den respuesta a las necesidades inmediatas de los alumnos, las familias, el personal y las comunidades mientras se preparan para los cambios que tendrán lugar en el mundo del aprendizaje y la enseñanza. Esta tarea no parece fácil ni siquiera en épocas de paz. En TALIS, tan solo una media del 37% de los directores de centros educativos declararon que el año anterior a la encuesta habían colaborado con los directores de otros centros a la hora de abordar tareas complejas. Nos enfrentamos a un desafío extraordinario, y no es momento de oponer lo público a lo privado, sino de que ambos colaboren.

Otro aspecto no menos importante es que el momento requiere líderes de sistemas capaces de enfrentarse a las estructuras institucionales construidas demasiadas veces en torno a los intereses y hábitos de adultos más que de los estudiantes; líderes comprometidos con el cambio social, imaginativos a la hora de diseñar políticas y capaces de emplear la confianza que se ganan para ser artífices de un verdadero cambio. En este momento de crisis, no se pregunten cuántos profesores siguen sus instrucciones, sino cuántos son capaces de participar activamente en una colaboración eficaz.

Fuente del artículo: https://elpais.com/elpais/2020/05/26/eps/1590510443_831577.html

Comparte este contenido:

Mundo: 2030 Internet para todos

Mundo/14-06-2020/Autor(a) y Fuente: lahora.com.ec

Suena a slogan de campaña política. Pero esa es la propuesta que Naciones Unidas presentó ayer en un informe sobre acciones urgentes para que las nuevas tecnologías beneficien a todo el mundo y se controlen algunos sus riesgos, además de poner como objetivo que en 2030 todos los ciudadanos tengan un acceso asequible a Internet.

Las prioridades delineadas por el jefe de la ONU, António Guterres, se basan en una serie de recomendaciones que le presentó hace un año un “grupo de sabios” presidido por Melinda Gates y el fundador de Alibaba, Jack Ma.

Cooperación es la salida

Se necesita un refuerzo de la colaboración entre Gobiernos, empresas, académicos y sociedad civil para que las oportunidades de la tecnología desemboquen en más prosperidad y más oportunidades.

19% en países menos desarrollados Naciones Unidas, tras consultar con los Estados miembros y más de 300 entidades, ha asumido ese eje central y plantea ocho prioridades de actuación, que van desde garantizar que para 2030 todos los ciudadanos tengan un acceso asequible a internet hasta un proceso global para mejorar la seguridad digital.

El diplomático portugués subrayó que la crisis de la COVID-19 hace más evidente la necesidad de mejoras.

Población con acceso a Internet (2019) 87%  en países ricos Guterres destacó que la tecnología digital es clave en la respuesta a la pandemia -desde la investigación de una vacuna al hecho de que millones de personas puedan trabajar y estudiar desde casa- y que amenaza con aumentar la desigualdad en el mundo.

En 2019, un 87 por ciento de la población en los países ricos utilizaba internet, un porcentaje que en los países menos desarrollados cae hasta el 19 por ciento.

A la vez, Guterres advirtió que la COVID-19 está ofreciendo «pruebas dramáticas de las amenazas que plantea el uso sin gobierno de la tecnología», con cibercrimen y abusos de derechos humanos, y que ha desencadenado «algunas de las técnicas de vigilancia más intrusivas» vistas nunca.

Agenda planteada

Para impulsar igualdad y protección de DDHH en lo digital

  • Conectividad universal para 2030
  • Facilitar ‘inclusión digital’ para los más vulnerables’
  • Reforzar formación y capacitación
  • Promover el ‘código abierto’
  • Implementar ‘bienes digitales públicos’
  • Cooperación en inteligencia artificial
  • Mejorar seguridad en Internet
  • Construir arquitectura eficaz de cooperación digital

Fuente e Imagen: https://lahora.com.ec/quito/noticia/1102320397/2030-internet-para-todos

Comparte este contenido:

Un “verano divertido” excluyente

Por: Abelardo Carro Nava

Para quienes hemos tenido la maravillosa oportunidad de planear y desarrollar un curso de verano, tenemos claro que éste debe de tener en su centro una intencionalidad didáctica; es decir, que las diversas actividades que lo conforman, son o deben ser, eminentemente formativas para que, quienes lo cursen, desarrollen, además de sus capacidades físicas, las que corresponden al intelecto propiamente dicho.

De esta forma, la planeación que elaboren o construyan, el o los responsables de ese curso, resulta un elemento de gran valía porque, a través de ésta y de los diversos elementos que la integran, tales como el nivel cognitivo de los participantes, el contexto en el que se pondrá en marcha, los recursos y materiales didácticos que habrán de emplearse, los responsables de cada una de las actividades que lo componen, entre otras cuestiones, son aspectos que no deben soslayarse para que, en concreto, dicho curso logre el propósito que persiga.

Por ejemplo, si dentro de las actividades que se planean está el que los niños realicen una recreación acuática, ésta deberá considerar algunas cuestiones, tal vez, obvias, como: el clima; la disponibilidad del vital líquido; los materiales que los pequeños pueden emplear para que llenen globos con agua o hagan barcos de papel; los materiales que deberá de utilizar el facilitador para que los pequeños no lleguen a tener algún incidente, etcétera.

Imaginemos pues que esta actividad, la de la recreación acuática, se planea y desarrolla en una comunidad donde no se tenga agua o bien, que haga frío; esto último, por la temporada de lluvias en las que, en algunas partes de la República Mexicana, se presenta de manera natural por los meses en los que se puede programar dicho curso de verano. Como es lógico, el propósito lúdico-recreativo que persigue esta actividad no se lograría y, por ende, esta acción (planeada) resultaría poco o nada satisfactoria para todos los que en ésta participarían.

Ahora bien, es importante destacar, que la planeación como tal debe considerar, implícita o explícitamente, un vínculo con los contenidos que se abordan en las escuelas y en los programas de estudio. Por ejemplo, si un niño asiste a un curso que tenga, entre otras actividades, realizar una pequeña obra de teatro con títeres de guante; como es y parece obvio, tanto la planeación como el facilitador, tendrá que recuperar esas cuestiones de lo que, en su respectivo nivel educativo, se haya abordado. ¿Conoces una obra de teatro?, ¿la has visto?, ¿dónde la has visto?, ¿quiénes participaron?, ¿cómo actuaron? Son preguntas que, indiscutiblemente, marcarían la pauta para el desarrollo y logro de esa pequeña actividad. Luego entonces, después de esa indagación de ideas previas, dicho facilitador, progresivamente, tomaría las mejores decisiones para que los pequeños logren su cometido.

¿Pasaría lo mismo con la actividad de la recreación acuática que ya abordaba? Desde luego, la planeación (y el facilitador) tendría que considerar algunos aspectos básicos de las matemáticas, español, conocimiento del medio, geografía, naturales, en fin, de todo aquello que, de acuerdo al grado y edad de los pequeños, pudiera emplearse para el logro del objetivo. Por esta razón, es que creo, que las posibilidades son infinitas para que los niños se diviertan, pero, además, para que aprendan; de ahí que reafirme, que todo curso debe tener una intencionalidad didáctica. Hecho que me lleva a la segunda parte de las ideas que ahora les expongo.

Si la intención de un curso de verano es que sus participantes se involucren, aprendan y se diviertan, entonces debemos de considerar que dicho curso es incluyente, es decir, que no deja a nadie afuera para que, de manera conjunta, aprendan y, obviamente, se diviertan. Ahí radica la importancia de estas actividades que, como al inicio de estas líneas decía, tienen como propósito el desarrollo físico y del intelecto. Ya le corresponderá al facilitador la organización de los participantes; ya sea por sus edades, en brigadas, en patrullas, en fin, de la manera en que dicho facilitador considere pertinente porque, si bien es cierto que la diversión y el aprendizaje es harto relevante, no debe perderse de vista que la recreación involucra tales conceptos puesto que, como bien sabemos, ésta es una actividad que trae consigo la participación activa, tanto física como mental, del individuo. De ahí que, la participación activa de TODOS los involucrados: niños, niñas, adolescentes, padres de familia, facilitadores, entre otros, sea fundamental para el logro de la recreación.

Al respecto, existen infinidad de actividades (por ejemplo, algunos cantos) que logran este propósito. Las risas, los movimientos o las expresiones, dan cuenta de lo que puede lograrse a través de estas acciones; por ejemplo, si todos los participantes, sentados, forman un círculo, al ritmo de la canción “Acitrón de un fandago, zango, zango, sabaré…”, pasan un vaso (o cualquier otro objeto que tengan a la mano) hacia la derecha colocándolo en el piso; seguro estoy, que lograrán divertirse mucho, pero también, desarrollarán ciertas capacidades motrices que, indiscutiblemente, traerán consigo un aprendizaje.

Si usted llegó a esta parte de la lectura podrá pensar, que elaborar un curso no es asunto sencillo, y es cierto. Requiere, como ya he dicho, considerar una serie de elementos didácticos y pedagógicos que son importantes para se logre el objetivo propuesto.

Esto, obviamente, lo traigo a colación dada la puesta en marcha, a partir del 8 de junio, de una programación (que ni siquiera es un curso, estrategia o plan educativo) que la Secretaría de Educación Pública (SEP) diseñó con la “intención” de que los niños se “diviertan” y “aprendan” durante las vacaciones (El Heraldo, 8/06/2020) puesto que, como sabemos, el pasado 5 de junio, las actividades a través de la estrategia “Aprende en Casa” culminaron y, como parece obvio, marcaron el cierre del ciclo escolar para los estudiantes.

Una programación que, desde mi perspectiva, carece de una intencionalidad didáctica y, a todas luces, es excluyente. ¿Acaso quienes se encuentran laborando en la SEP no se dieron cuenta de las grandes dificultades que trajo consigo desarrollar la mal llamada estrategia “Aprende en Casa” en los hogares mexicanos?, ¿acaso no saben en la SEP que, aquello que se planee con miras a que los alumnos aprendan, debe tener una intención didáctica?, ¿acaso se les olvidó que son la SEP y no una televisora que simplemente programa contenidos de entretenimiento?, ¿acaso la SEP no sabe que buena parte de la población no cuenta con una computadora o, si la tiene, la emplea toda la familia?, ¿acaso las cápsulas educativas “Telecuantrix” (SEP, 7/06/2020) que promueve esta SEP, para desarrollar el pensamiento lógico computacional, llegarán a todos los hogares? O, peor aún, ¿acaso podrán estudiarse y abordarse los contenidos de esas cápsulas dados los equipos tecnológicos con los que puede contar un hogar, una familia, un estudiante?

Claro ésta, hay una diferencia importante entre recreación y entretenimiento y, al parecer, la SEP no conoce la diferencia entre estos conceptos.

Claro está, que si el objetivo es que los niños y niñas tengan alguna opción que pueda ofrecerles “algo” que vaya más allá de los programas que se trasmiten por un televisor, ésta deberá considerar, al menos, que todos tengan en su hogar una televisión y, desde luego, la señal y/o canales a través de los cuales se observen los contenidos que esa programación señala. Ahí radica el meollo del asunto, porque ni todos los niños tienen un televisor, ni todos los niños y padres de familia cuentan con la tecnología necesaria para acceder a esos programas vía internet o redes sociales. ¿Acaso no se dio cuenta la SEP que la contingencia hizo visible las grandes brechas de desigualdad existentes en nuestro país?, ¿no aprendieron nada de ello? O, peor aún, ¿acaso el Secretario de Educación pensará que la SEP es Tv Azteca o Televisa?

Consecuentemente, considero que la SEP ya no viene dando “palos de ciego”; se ha cegado y ha entrado en una cerrazón de la que, espero, pueda reflexionar y salir para que logre darle sentido a lo que su función le exige: dirigir los destinos de la educación de nuestro país; obviamente, con una perspectiva incluyente y en la que, como parece obvio, todos puedan verse beneficiados.

Ciertamente, dadas las condiciones que nuestro país vive por la contingencia sanitaria, nos ha llevado a evitar o limitar las actividades presenciales como los cursos de verano; luego entonces, mi propuesta va en el sentido de darle opciones de recreación reales, que puedan lograrse a partir de un diagnóstico serio, de las necesidades e intereses que tienen aquellos que cursan sus estudios en alguno de los niveles educativos, y de los contextos en los que éstos viven cotidianamente.

No todo es televisión o redes sociales, la radio, el perifoneo, los cuadernillos, entre otros, son opciones que también son importantes considerar puesto que, como sabemos, nuestro país vive un profundo rezago social y económico, producto de malos gobiernos.

Por ejemplo: ¿se imagina que los perifoneos, aún existentes en buena parte de nuestro México, pudieran difundir cápsulas culturales sobre temas diversos que son tan nuestros y que forman parte de nuestras costumbres y tradiciones?, ¿se imagina usted que los niños, a partir de dichas cápsulas, pudieran construir una historia, cuento o leyenda donde el final sea el que ellos hayan imaginado?, ¿se imagina que estos chicos, a partir de esa cápsula, pudieran construir su propio juego tal y como nosotros, en algún momento de nuestra vida, jugamos “rayuela”, “hoyito” o “trebolito”?

Referencias:

Puch, M. (8/06/2020). Verano Divertido SEP: ¿Qué aprenderán los niños en la serie TeleCuantrix? El Heraldo de México.

Recuerado de: https://heraldodemexico.com.mx/pais/verano-divertido-sep-que-aprenderan-ninos-serie-telecuantrix-vacaciones-educacion-basica-preescolar-primaria-secundaria/

SEP. (7/06/2020). Boletín No. 148 Trasmitirá Verano Divertido cápsulas educativas Telecuantrix para promover el pensamiento lógico computacional.

Recuperado de: https://www.gob.mx/sep/articulos/boletin-no-148-transmitira-verano-divertido-capsulas-educativas-telecuantrix-para-promover-el-pensamiento-logico-computacional?idiom=es

Fuente: https://profelandia.com/un-verano-divertido-excluyente/

Comparte este contenido:

Entrevista a Vandana Shiva: “Con el coronavirus Bill Gates lleva a cabo sus planes respecto a la sanidad”

Por: Barnabé Binctin y Guillaume Vénétitay

Traducido del francés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos

Foto: Vandana Shiva © Romain Guédé

Entrevista a la ecologista india Vandana Shiva, figura de la lucha contra los Organismos Genéticamente Modificados (OGM) y muy crítica con el “filantrocapitalismo” que encarnan sobre todo Bill Gates y su Fundación.

En su última obra publicada el pasado otoño 1 %, reprendre le pouvoir face à la toute-puissance des riches [1 %, retomar el poder frente a omnipotencia de los ricos] (editado por Rue de l’échiquier, 2019) Vandana Shiva define de la siguiente manera el “filantrocapitalismo”: “El filantrocapitalismo […] tiene poco que ver con la caridad o con hacer donaciones, más bien tiene que ver con el beneficio, el control y el acaparamiento. Se trata de un modelo económico de inversión y de un modelo político de control que asfixian la diversidad, la democracia y las soluciones alternativas, y que atribuyendo ayudas financieras ejercen una dominación y proporcionan nuevos mercados y monopolios a los multimillonarios”. Bill Gates, la segunda fortuna mundial, simboliza este “filantrocapitalismo”. Su Fundación Bill y Melinda Gates, su principal instrumento para las donaciones, está muy activa en India. Su visibilidad mediática frente a la crisis actual y los millones que ha invertido en la investigación de una vacuna la convierten en un objetivo privilegiado de las teorías de la conspiración. No obstante, conviene preguntarse (y criticarlo) por este nuevo poder que ha adquirido el fundador de Microsoft junto a otros multimillonarios como Jeff Bezos (Amazon, primero fortuna mundial), Mark Zuckerberg (Facebook, séptima fortuna mundial) o, en Francia, Bernard Arnault (LVMH, tercera fortuna mundial). Un nuevo poder que está lejos de ser muestra de una generosidad desinteresada.

Esta entrevista, que se realizó antes de que apareciera esta pandemia, se ha actualizado con dos preguntas al principio a las que Vandana Shiva respondió por correo electrónico el 7 de mayo.

Basta ! : ¿Cómo analiza la crisis del COVID-19? ¿Se puede hablar de crisis ecológica?

Vandana Shiva : No estamos ante una sola crisis, hay tres que intervienen simultáneamente: la del COVID-19, la de los medios de subsistencia y, de rebote, la del hambre. Son las consecuencias de un modelo económico neoliberal basado en el beneficio, la avidez y una globalización que llevan a cabo las multinacionales. Esta situación tiene un fundamento ecológico: por ejemplo, la destrucción de los bosques y de sus ecosistemas favorece la aparición de nuevas enfermedades. Estas tres crisis llevan a la creación de una nueva clase, la de las personas a las que denomino “las dejadas a su suerte”, explotadas por el neoliberalismo y la emergencia de dictaduras digitales. Hay que tomar conciencia de que la economía dominada por el 1 % no está al servicio del pueblo y de la naturaleza.

¿Puede la crisis del coronavirus reforzar, precisamente, el poder de este “1 %” y de los “filantrocapitalistas” como Bill Gates, figura central de su libro?

Esta crisis confirma mi tesis. Bill Gates lleva a cabo sus planes de salud, agricultura, educación e incluso de vigilancia. Durante 25 años de neoliberalismo el Estado se ha transformado en Estado-empresa y ahora se observa una transformación en un Estado de vigilancia apoyado por el filatrocapitalism. Este 1 % considerá inútiles al 99 %: su futuro es una agricultura digital sin campesinos, unas fábricas completamente automatizadas sin trabajadores. En estos tiempos de crisis del coronavirus tenemos que oponernos, e imaginar nuevas economías y democracias basadas en la protección de la tierra y de la humanidad.

Usted equipara este control con una nueva forma de colonización e incluso califica a Bill Gates de “Cristóbal Colón de los tiempos modernos”, ¿a qué se debe esa comparación?

A que Bill Gates no hace otra cosa que conquistar nuevos territorios. No es simplemente filantropía, en el sentido de un don a la colectividad, como siempre ha existido en la historia. En realidad son inversiones que le permiten crear unos mercados en los que Gates adquiere unas posiciones dominantes. En el capitalismo hay unos interlocutores que hacen beneficios, pero con la filantropía Bill Gates dona algunos millones ¡pero acaba por tomar el control de instituciones o sectores que valen varios miles de millones! Esto se ve claramente en la sanidad o la educación, que él contribuye a privatizar y a transformar en verdaderas empresas.

También es el caso de la agricultura en la que Bill Gates utiliza las tecnologías digitales como nuevo medio para hacer entrar las patentes. La primera generación de OGM, que se suponía iba a controlar los parásitos y las malas hierbas, no ha cumplido sus promesas, pero Bill Gates continúa poniendo dinero para financiar la edición del genoma, como si la vida no fuera más que un copiar y pegar, como en Word. Impulsa esta técnica e incluso ha creado una empresa especialmente para ello, Editas. Bill Gates quiere jugar a ser el amo del universo imponiendo una sola y única forma de hacer las cosas: una sola agricultura, una sola ciencia, un solo monocultivo, un solo monopolio. Es también lo que trata de hacer ala abordar el problema del cambio climático.

¿Cómo?

Promueve su solución: la geoingeniería, que es la modificación a propósito de las condiciones meteorológicas y del clima. Es una idea estúpida, no es ecológica y es completamente irresponsable porque ataca la luz solar para hacer mecánicamente un “enfriamiento planetario”. El problema no es el sol, que nos es indispensable, sino los combustibles fósiles y nuestro sistema industrial y agrícola. Habla a todos los jefes de Estado de la geoingeniería. Recuerdo sobre todo la COP 21 (Conferencia sobre el Cambio Climático) en París en 2015, en la que estaba por todas partes. Era increíble, estaba en el escenario con los jefes de Estado, se comportaba como si fuera el cabeza de cada gobierno. Nunca había visto algo parecido en 40 años de carrera en las instituciones de la ONU, es una auténtica transformación.

¿Diría usted que ahora es más poderoso que algunos Estados o instituciones internacionales como el FMI o el Banco Mundial?

Es mucho más poderoso. Cuando el Banco Mundial quiso financiar la presa de Sardar Sarovar en India a finales de la década de 1980 hubo protestas y el BM acabó por recular [Narendra Modi inauguró la presa en 2017 gracias a otros circuitos de financiación y se convirtió en la segunda presa más grande del mundo, ndlr]. La impunidad del Banco Mundial tiene sus límites, no se puede librar de sus responsabilidades, mientras que Bill Gates, por su parte, sigue evitando los obstáculos, siempre. Aunque fracase en un lugar, tratará de desregularizar en otro.

Me he dado cuenta de que lo que logramos detener en India Bill Gates lo financió para implantarlo en otro lugares, como los OGM: por ejemplo, en 2010 Monsanto trató de introducir una berenjena OGM. India ha sido un terreno de experimentación para desarrollar nuevas tecnologías destructoras. El ministro de Medioambiente organizó audiciones públicas para saber qué opinaban de ello los campesinos, los consumidores y los científicos. Siempre digo que es la primera vez que una verdura era objeto de un debate democrático profundo…

La berenjena OGM se prohibió a raíz de estas consultas, pero Bill Gates encontró después un medio de financiarla y promoverla en Bangladesh. Ahora bien, si se aprueba en Bangladesh, inunda obligatoriamente India puesto que se trata de una frontera no controlada. Ahora Bill Gates la emprende con África, donde mete miles de millones de dolares para promover una nueva revolución verde, con productos químicos y OGM, y obligando a los países africanos a cambiar sus leyes para autorizar estas semillas.

¿Cómo explica semejante poder hoy en día?

Gates ha creado e invertido 12 millones de dólares en la Cornell Alliance for Science, que se presenta como una institución científica, pero que no es sino un órgano de comunicación. Cada vez que hay un debate, trae a esta “institución” que elabora una propaganda engañosa a favor de la biotecnología. Como es Bill Gates, el New York Times y CNN hablarán de ello y le dedicarán la portada… Para él la filantropía es solo un pretexto, a través de ella favorece sus propios intereses e influye en las políticas gubernamentales. Es una forma muy inteligente de entrar en el juego sin plegarse a sus normas, porque si una empresa dijera a un gobierno “aquí está mi dinero, haz esto”, no funcionaría, con toda seguridad se echaría a la empresa. Bill Gates, en cambio, juega con su imagen. La gente todavía lo ve a través de Microsoft, como un genio y un gigante de la informática. Sin embargo, hay ingenieros brillantes que lo han hecho mucho mejor y han luchado para mantener softwares de libre acceso y un Internet abierto, al contrario que él. Bill Gates no es un inventor, ha introducido las patentes y así es como ha levantado su imperio.

En su libro insiste también en la utilización de la tecnología y de los algoritmos…

Se ha elevado la tecnología al rango de religión. Se ha convertido en la religión del 1 %, del mismo modo que en Estados Unidos la cristiandad dio legitimidad al 1 % de la época para exterminar al 99 % de las personas amerindias en nombre de la “misión civilizadora”. Actualmente hay millones de personas a las que se quiere “civilizar” con estas nuevas herramientas de comunicación o de pago. Por otra parte, la tecnología es algo más que una herramienta. Es un instrumento de poder muy poderoso para reunir información que después se puede manipular para diferentes propósitos. Estas tecnologías se utilizan a diario, pero son sobre todo otra forma más de controlar.

También detrás de esta revolución digital encontramos a Bill Gates. Por ejemplo, ¡desempeñó un papel fundamental en la desmonetización de India! Obviamente, hacer desaparecer el dinero en efectivo para desarrollar las transacciones digitales es una forma de acelerar la revolución digital de la que él se beneficia. Ahora bien, de la misma manera que las patentes de las semillas son un intento deshonesto cuyo objetivo es poner a los agricultores “fuera de la ley” al declarar ilegal el guardar las semillas, la “desmonetización” perturba directamente las prácticas económicas de la mayoría, que representa el 80 % de la economía real de India. Es una forma de dictadura tecnológica. En ninguno de los dos casos el resultado de ello es una elección soberana del pueblo indio.

Y al mismo tiempo la gente acaba votando en las urnas a los representantes de esta política del 1 %, como, por ejemplo, en India donde Narendra Modi fue reelegido por un amplio margen el año pasado. ¿Es como si hubiera una nueva forma de “servidumbre voluntaria”?

¡Ya no estamos realmente en una democracia electoral honesta, donde la gente vota con pleno conocimiento y conciencia de lo que está en juego! Hoy en día los algoritmos conforman en gran medida al sistema electoral. En las últimas elecciones en India se autorizó a las empresas y a los particulares a hacer donaciones anónimas a los partidos políticos, lo que significa que las mayores empresas del mundo pudieron financiar las elecciones, algo que hasta entonces era ilegal. El resultado de ello es que la gran mayoría de estas donaciones llegaron a las arcas de un solo partido [el BJP, la derecha nacionalista, actualmente en el poder, ndlr]. Las elecciones indias costaron más caras que las estadounidenses, a pesar de que India está lejos de ser un país rico. Por consiguiente, podemos preguntarnos de dónde viene ese dinero… Es imposible tener una democracia honesta y funcional si el pueblo ya no vota de forma soberana. Todo el reto político para el 1 % es esta pérdida de autonomía, en todos los ámbitos.

La elección del término “1 %” puede parecer un tanto simplista, ¿por qué le parece un término apropiado hoy en día?

El 1 % es en sí un valor aproximativo, yo hablo sobre todo de unos pocos multimillonarios que controlan la mitad de los recursos del planeta. Estos miles de millones van directamente a unos fondos de inversión. Antes las entidades más grandes eran algunas empresas: Monsanto, Coca-Cola… Hoy son enanas. Son propiedad de los mismos fondos de inversión: BlackRock, Vanguard, etc. En realidad hay una sola economía, la del 1 %. Ellos son quienes destruyen, los demás, el 99 %, está excluido. Son los parados de hoy y de mañana, los campesinos desarraigados, las mujeres a las que se deja de lado, los pueblos indígenas a los que se asesina. Las personas que conforman el 99 % no son las responsables, son las víctimas. El 1 % es el responsable de los daños. Y nombrar a este “1 %” es formar un “nosotros” que, juntos, puede pedirles cuentas. Tenemos el derecho, el deber y el poder de hacerlo. Es una invitación a la solidaridad y a la acción. Es necesario que el 99 % se alce.

Fuente e Imagen: https://rebelion.org/con-el-coronavirus-bill-gates-lleva-a-cabo-sus-planes-respecto-a-la-sanidad/

Comparte este contenido:

El Salvador: Aún no hay fecha para el reinicio de clases, dicen Educación y Salud

América Central/El Salvador/14-06-2020/Autor(a) y Fuente: www.elsalvador.com

El comienzo de las clases en las escuelas públicas, colegios y universidades no se ha previsto aún explicaron la ministra de Educación, Carla Hananía de Varela, y el ministro de Salud, Francisco Alabí en una rueda de prensa brindada esta mañana.

Una posible apertura de la economía y del transporte público para este domingo no está ligada al inicio de las actividades académicas. Quedan pocas horas para que venza la vigencia que le otorgó la Sala de lo Constitucional al decreto ejecutivo 29 que regula la cuarentena, por lo que a partir del domingo el país amanecería sin una normativa legal para obligar al comercio seguir en confinamiento.

Sin embargo, la directriz del Ministerio de Educación es no abrir los centros educativos hasta que el Ministerio de Salud lo ordene.

“Las escuelas en El Salvador no se van a abrir hasta que no exista peligro alguno para los estudiantes y los docentes y hasta que el Ministerio de salud nos indique en qué momento los podemos abrir, en todo caso, en el momento que lo abramos será de forma progresiva y escalonada, dependiendo de la zona, la evolución y cómo se comporta el contagio en cada una de las regiones del país”, afirmó de Varela.

Según el titular de Salud los niños son el segmento de menor riesgo al contagio del COVID-19, pero sí podrían ser portadores del virus asintomáticos, provocando una diseminación más rápida de la enfermedad.

“La educación es un tema importante pero no podemos exponer a la población y alumnos porque estamos en una situación bastante compleja, aunque no se puedan ver tan afectados, pero sí pueden llegar a generar una manera de transmisión mucho más acelerada de esta enfermedad a nivel nacional. Tanto por la salud de la población en sí como del resto de personas no se puede realizar una incorporación de todas las actividades estudiantiles de manera no controlada menos no planificada”, apuntó Alabí.

En la ley que fue aprobada por la Asamblea en la madrugada del viernes se detalla que los escolares podrán regresar a clases en la cuarta fase de la apertura gradual que inicia el 18 de agosto en adelante. Esta normativa está a la espera de ser aprobada por el presidente Nayib Bukele para ser ley de la República, o puede ser que la vete o la observe.

La titular de Educación reiteró que velarán por el salario de los docentes aunque no se presenten a trabajar y por la salud psicosocial de ellos y de los estudiantes. Además, anunció que la entrega de paquetes alimentarios iniciará este 9 de junio en los departamentos identificados con zonas de extrema pobreza y niños con alta desnutrición y baja talla.

Para este lunes han identificado enviar bolsas alimentarias a 22,830 estudiantes de San Miguel y a 16,658 de La Libertad, en estos departamentos distribuirán los paquetes de alimentación escolar en 348 escuelas de 19 municipios.

“Los departamentos que recibirán más paquetes son Usulután, Chalatenango, Morazán, Cabañas, San Miguel y Ahuachapán, hemos invertido $7.8 millones para entregar estos alimentos a 320,000 familias”, afirmó de Varela. Justificó que en algunos departamentos recibirán bolsas más pequeñas de alimentos porque han pedido a los directores de los centros escolares que pongan a disposición los productos que tenían guardados para el programa escuelas saludables y estos no son muchos.

Por otra parte, Alabí reiteró que existe un subregistro de casos sospechosos y confirmados de COVID-19 por la falta de pruebas para diagnosticarlos.

Agregó que el virus seguirá diseminándose por todo el territorio mientras no exista una cura o un tratamiento para erradicarlo. Explicó que por falta de pruebas para detectar el virus se están dando casos en los hospitales de personas que llegan con síntomas de la enfermedad y que luego mueren, pero ante la falta de pruebas no pueden determinar si fue por COVID-19 pero se manejan como casos positivos por las características de los malestares que presentan. Justificó que es una situación que se está dando en todo el mundo.

“Sabemos que pueden haber letalidades que se deban a esta enfermedad y no tienen una prueba por las mismas características de la enfermedad, son pacientes que llegan a un centro de atención con un cansancio muy alto, una disnea severa, se presentan en las áreas hospitalarias y no transcurre más de 20 o 30 minutos y desgraciadamente el paciente pierde la vida, no hay tiempo para realizar las pruebas, no tenemos cantidad de pruebas para poder confirmar todos estos casos”, explicó Alabí.

Fuente e Imagen: https://www.elsalvador.com/noticias/nacional/regreso-a-clases-covid-19-coronavirus/723585/2020/
Comparte este contenido:
Page 184 of 246
1 182 183 184 185 186 246