Colombia/12 Marzo 2017/Fuente y Autor: eldiario
«En la competencia entre medios, redes sociales, tecnología y educación, es la educación la que va perdiendo».
La Maestría en Comunicación Educativa de la Universidad Tecnológica, fundada hace 30 años por iniciativa de los profesores Amanda Castiblanco y Fernando Maldonado, acaba de obtener la acreditación en alta calidad. Su objetivo inicial era buscar cómo emplear los medios tecnológicos en el mejoramiento de la educación, no sólo desde el punto de vista académico sino de la formación de ciudadanos, partiendo de la evidente relación que existe entre educación, comunicación y cultura, aunque se piense que la educación no comunica y que la comunicación no educa.
El programa, que ha entregado 26 cohortes con 303 graduandos, ha contado con la asesoría de expertos de la talla de Armando Silva, Germán Muñoz, Ómar Rincón, Gilberto Bello, Jesús Martín Barbero, Guillermo Orozco y Juan Luis Pinto. Hoy está al frente del programa Olga Lucía Bedoya, antropóloga, con magíster en Lingüistica y un doctorado en Ciencias Políticas.
¿Las líneas de investigación de la Maestría en Comunicación Educativa siguen vigentes?
Esa pregunta se la hice al doctor Germán Muñoz cuando estábamos acreditando la maestría. Esas líneas son Comunicación y educación en procesos de transformación cultural, la educación en los medios y los medios en la educación y las TIC y educación, que es la que más ha variado de acuerdo con los procesos tecnológicos. La respuesta fue que esas líneas seguían tan actuales y novedosas que no se deberían cambiar. Lo que varían son los macroproyectos de investigación que se van generando entre esas líneas grandes.
¿La acreditación en alta calidad que significa para el programa?
Para nosotros significa la validación de un proceso de muchos años, que sigue siendo muy actual y que sus objetos de investigación, de reflexión y de aplicación siguen teniendo relevancia y aún más con toda la trascendencia de las TIC. Además ha demostrado que el programa no se ha quedado con los estándares básicos y la acreditación en alta calidad representa que ha alcanzado la edad madura. Son pocas las maestrías del país que lo han logrado y es la primera de la Facultad de la Educación que logra acreditarse.
¿En esta competencia entre medios, redes sociales y educación, quién está perdiendo?
La educación. Va perdiendo porque los educadores tradicionales no piensan que educar es formar seres humanos y continuan pensando que se enseñan contenidos y contenidos desintegrados. No estudian los sujetos y las transformaciones de ellos y sus mentalidades. En estos momentos con todos los avances de redes sociales y de las TIC, los jóvenes nacen con esa herramienta y escriben menos en papel, si el docente y las escuelas no estudian las personas y las nuevas mentalidades que se están formando, la educación seguirá quedando rezagada.
¿Qué papel están cumpliendo los medios de comunicación?
A nivel de la comunicación siento que los periodistas y los espacios informativos no asumen su papel como educadores. Todo lo que se hable y hagan los comunicadores también educa y eso es una alta responsabilidad. Hay que pensar que no estamos haciendo discursos muy bonitos para transmitir sino que ese público al que va dirigido es delicado y podemos impulsarlos a que tomen decisiones por lo que escuchan.
¿Pero cada vez leen menos?
No estan leyendo canonigamente como lo hacíamos nosotros. Los jóvenes solo leen en las pantallas, pero es una pantalla fácil, rápida, breve, de solo 170 caracteres. Por eso el papel de la gente de los medios es central en eso.
¿Qué relación existe ahora entre las TIC y la educación?
Sobre esto también estamos reflexionando, acerca de la relación entre TIC y educación que van por caminanos paralelos. Lo de antes era la palabra, el hablar, el vernos a los ojos, eso era central e incluso la hora de la comida era importante, era un ritual. Ahora todo está mediado por un aparato, cado uno pendiente de su celular, pero menos de la conversación cara a cara. Eso nos está llevando a unas reflexiones sobre las habilidades que las nuevas generaciones están perdiendo para hablar y para comunicarse. Son personas muy solitarias, muy calladas, muy introvertidas. Y solo se ven detrás de las pantallas, hablando con alguien que no ven.
¿Son autistas tecnológicos?
Yo los llamo autistas sociales. Y ya no les basta con tener el celular, sino también los audífonos que los aislan del mundo.
¿Cómo revertir esta situación?
En todos los procesos está el papel del educador, pero no sólo me refiero al docente sino también al padre de familia y a las otras personas. Mediante la prohibición no podemos hacer nada, pero si mediante la conciencia del problema del autismo social y sus implicaciones. El papel del educador y la reflexión son muy importantes. Sobre todo ahora cuando a la gente le gusta que la escuchan, pero no escuchar.
¿En cuanto a la recepción de los medios que están trabajando?
Estamos trabajando con la ANTV un proyecto para conocer la forma como se recibe la televisión y los contenidos, si hay recepción activa o no y cuáles son las alternativas de comunicacion que están empleando estas generaciones.
¿Cómo va el proyecto de Ciudades Imaginadas?
Se trata de la aplicación del modelo de imaginarios urbanos del doctor Armando Silva, para conocer como se mueve la gente dentro de la ciudad, como la viven. El profesor Silva ha adelantado el proyecto de Ciudades Imaginadas a nivel mundial, en 22 ciudades.
¿Hay también un proyecto de investigación alrededor de las TIC?
Hay una especialista en TIC que hace parte del programa que está trabajando en contenidos mediatizados con objetivos de aprendizaje. A pesar de la preponderancia de los medios, la mayoría sigue valorando el conversar con el otro, pero no sabe como. Hay que volver a mirarse a los ojos al conversar.
Fuente de la entrevista: http://www.eldiario.com.co/seccion/PUNTO+FINAL/olga-luc-a-bedoya-hay-que-revertir-el-autismo-social1703.html
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