Por Yandris Saldivia
El director de la Escuela de Educación de la UCAB, Carlos Calatrava, presume que en el año escolar 2023-2024 se profundizará la crisis educativa venezolana, como consecuencia de los errores e improvisaciones del Ministerio de Educación.
Caracas. Yris Nieto, madre de Valeria y Jhoan, estudiantes de bachillerato, considera que la educación que reciben sus hijos está por debajo de la calidad que deberían tener en tercero y cuarto año.
Valeria reafirmó lo expuesto por su madre. No tuvo profesor de Física, Matemática y Ciencias durante todo el año escolar 2022-203.
“Yo no tengo ningún conocimiento de Física y, aunque he tratado de aprender por mi cuenta, se me dificulta. En Matemáticas a duras penas sé multiplicar y hacer propiedades”.
Carlos Calatrava, director de la Escuela de Educación de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), explicó que la mayoría de los estudiantes de la educación oficial y privada no están preparados para avanzar a un próximo año escolar.
“El sistema de educación arrastra más de 15 años continuos de ausencia de políticas ciertas en materia curricular y didáctica. Más de 80 % de las escuelas de este país no están ofreciendo calidad de la educación”.
En el informe Sistema de Evaluación de Conocimientos en Línea, realizado por la Escuela de Educación de la UCAB, se documentó un déficit en áreas académicas como habilidad verbal y Matemáticas. Esta conclusión es el resultado de pruebas aplicadas a 1600 estudiantes de bachillerato.
Valeria contó que su aprendizaje decayó, sobre todo, durante la pandemia de COVID-19, cuando duró más de seis meses sin recibir clases. Sin embargo, ya venía con deficiencias en materias como Física y Matemática por la falta de profesores.
“Ningún estudiante está llegando a las competencias requeridas, ya que los promedios nacionales pasaron de 9.44 puntos, en una escala de 0 a 20, en 2021 a 8.21 en habilidad matemática para 2022. Ni siquiera se está llegando a la calificación mínima aprobatoria de 10 puntos”, detalló Calatrava.
Por su parte, Jhoan considera que las clases que recibe no son suficiente, en alusión a que solo va dos veces por semana al colegio. Dijo que en tres horas les dan solo tres materias y en estas no se incluye Matemática.
“Solo he visto matemática en un lapso y eso fue el año pasado (2022), siempre los profesores terminan yéndose”.
Sin brecha educacional
En una prueba realizada por la UCAB, a través de la plataforma quizizz, se encontró que existen casi tres puntos de diferencia en la educación que brindan los colegios privados y públicos. El promedio fue de 9,80 de 20 puntos, en contraste a las instituciones públicas en las que el índice fue de 7,87.
No obstante, Calatrava aseguró que no hay brechas entre la educación privada y la gestionada por el Estado en este año escolar que termina. “En términos de rendimiento y los análisis que hemos publicado, se confirma que no hay diferencia en la calidad de educación ofrecida en ambos tipos de escuela. La única diferencia es que en las escuelas privadas sí hay una presión de las instituciones por cumplir con el calendario escolar completo”.
Al contrario de sus hijos, Yris considera que sus sobrinos están más preparados y esto se debe a que estudian en un colegio privado.
“Los profesores se van a los colegios privados porque reciben mejor salario y mejores condiciones”, alegó.
Calatrava recordó que la educación privada no escapa de la realidad de precariedad, pues está integrada al mismo sistema, comparten los mismos educadores, sirven a la misma sociedad y cumplen las directrices de las autoridades educativas del país.
Nivel académico inadecuado
Recientemente, Valeria, hija de Yris, le dijo que ya no quería estudiar porque en el colegio no aprende lo correspondiente a su edad. “Me dijo: me cambias de colegio o me pagas un curso de uñas, porque ya no tengo motivación de seguir en este liceo”.
Calatrava explicó que cuando la niñez y la adolescencia no reciben educación de calidad lo demuestran en las mediciones sobre el rendimiento y, además, las deficiencias educativas no le permiten explotar su potencial y no logran sacar todo el potencial a su personalidad.
Agregó que los estudiantes de bachillerato salieron muy mal de este año escolar, alertó que los índices son muy bajos para la educación. “Los adolescentes no están formados para la vida, menos para afrontar los retos de la vida adulta. No demuestran niveles mínimos de competencia para afrontar la universidad”.
Tareas dirigidas como alternativa
El Observatorio de Educación de la organización FundaRedes apunta que en los últimos años se ha evidenciado el deterioro de la calidad educativa en Venezuela, además de un aumento de la deserción escolar y el éxodo docente.
A esto se suma la deficiencia del contenido que se imparte. Ante estas disfuncionalidades, padres y representantes se han visto en la obligación de recurrir a las tareas dirigidas, una opción en la que muchos ven como una alternativa ante la crisis educativa.
Mariela Castellano, madre de Yusbeli, estudiante de primer año, aseguró que en la escuela a la que asiste su hija hay muchas fallas en materias como Matemática y Física. El horario de clases se reduce a cuatro horas semanales, por lo que decidió pagarle tareas dirigidas desde la pandemia de COVID-19.
“Tomé la decisión de pagarle tres horas diarias a mi hija en tareas dirigidas. Pago $6 semanales, pero son necesarios. Yo soy una mujer con solo tercer año y no es mucho lo que puedo enseñarle a mi hija. Para mí ha sido una alternativa ante la precaria educación que esta recibiendo en la escuela”, contó la mujer de 40 años.
Aunque las tareas dirigidas no son nuevas en el país, estos lugares han tomado mayor popularidad desde que las competencias académicas no se alcanzan en las escuelas. Así lo demostró la ONG Un Estado de Derecho, cuando en 2022 publicó que 40 % de los niños y niñas en edad escolar, entre 6 y 16 años, acuden a estos centros alternativos
Por su parte, Calatrava insistió en que los refuerzos académicos no tienen tanta efectividad en el aprendizaje de la niñez y la adolescencia, porque son acciones de complemento. “Para que sean totalmente eficientes se requiere que ocurra a cabalidad aquello que debe reforzarse. Es decir, la asistencia plena a la jornada diaria en la escuela, en la totalidad de días hábiles del calendario escolar”.
Deserción en aumento
En 2022, el personal docente protestó a nivel nacional, por más de ocho meses, para exigir la conformación de una mesa de resolución de conflictos a escala nacional y la derogación del instructivo de la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre), que restringe varios beneficios y las contrataciones colectivas. Por los bajos sueldos, tras la aplicación del citado instructivo, muchos profesores y docentes abandonaron las aulas y quienes quedan lo hacen por vocación.
Otro de los motivos de las movilizaciones durante 2022 fue la falta de políticas públicas, poco presupuesto para el sistema educativo y problemas con la infraestructura. Conforme con los datos del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS), de 574 protestas realizadas en el último septiembre, 324 correspondieron a manifestaciones docentes.
Las manifestaciones del gremio de docentes se extendieron hasta principios de este 2023.
Según Calatrava, la deserción docente en las escuelas públicas empeoró en el año escolar 2022-2023, en comparación con años periodos anteriores. “Los docentes dedicados a las Ciencias resultan más complejos de conseguir durante este año por los precarios sueldos”.
En 2021, el Diagnóstico Educativo Venezolano (DEV 2021), indicaba que el número de docentes alcanzó 502.700 maestros. Es decir, 166.000 profesores menos que los 699.000 que trabajaban en las escuelas y liceos en 2018.
Sin embargo, Calatrava dijo que el país tiene un déficit de más de 60 % de docentes para las áreas de Matemáticas y Ciencias Naturales; 50 % para Ciencias Sociales y casi el mismo porcentaje para Castellano y Literatura. En total, para el año escolar 2022-2023 hubo casi 100.000 docentes menos.
“Sin maestros no hay escuela, ni educación y para cuidar a la educación, hay que cuidar a los maestros”, enfatizó.
Qué se espera para el año escolar 2023-2024
El director de la escuela de Educación en la UCAB expresó su preocupación por el deterioro del sistema educativo venezolano. En ese sentido, aseguró que se vive una época marcada por la ausencia de reconocimiento por parte de la sociedad, así como el olvido por parte de patrones y sindicatos del mejoramiento del salario y las condiciones de trabajo.
Calatrava compartió a Cronica.Uno sus perspectivas sobre el venidero año escolar:
- Aumento de la deserción escolar en los tres niveles obligatorios
- Disminución del número de docentes activos, ya con mayor incidencia en Educación Inicial y Primaria
- Pérdida definitiva de centros escolares por el estado de ruina de la planta física escolar
- Desconocimiento del presupuesto público asignado al sector educativo
- Profundización de la negativa de los sectores empresariales en apoyar a la educación y al maestro.
https://cronica.uno/director-de-la-escuela-de-educacion-de-la-ucab-80-de-las-escuelas-del-pais-no-ofrecen-calidad-educativa/