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Conocimiento rentable

Por: El País

La rentabilidad de la educación, entendiendo el término rentabilidad en su sentido más amplio, tiene aproximaciones que se entrecruzan y se oponen entre sí. La rentabilidad máxima y prioritaria de la educación está en que forma (o debe formar) personas con capacidad crítica, dispuestas a tener un criterio propio y preparadas para defenderlo. Desde esta aproximación, las enseñanzas en filosofía, historia, matemáticas y literatura son imprescindibles. Para la producción nacional, la educación es esencial porque contribuye a mejorar (en connivencia con el aparato productivo) el valor añadido y, a la postre, la riqueza del Estado. Cada euro invertido en educación puede transformarse en excedente y en PIB. Para el empresario, la educación debería mejorar los procesos de producción y para el asalariado tendría que elevar su situación económica y social. Pero todo lo anterior, que es cierto en mundos ordenados según criterios de mérito y de valor añadido transparente, se desmorona bruscamente en universos económicos y sociales que cristalizan de forma diferente. Como el actual.

Hoy, la educación ya no es el factor decisivo en el ascenso social. Durante buena parte del siglo XX lo fue en Europa. Las familias con rentas más bajas centraban sus esfuerzos, a veces sobrehumanos, en la educación de uno de sus hijos, con el objetivo manifiesto de que, Universidad mediante, llegara a brillar en profesiones de gran prestigio comunitario: médicos, arquitectos, ingenieros… Hoy la escala del ascenso mediante la educación ha sido total o parcialmente retirada. Los más escépticos suponen que la acumulación de riqueza y de posición se puede conseguir, incluso a pesar de un eventual analfabetismo, a través de la especulación financiera o el acceso a las ramas más pragmáticas de la política. No es necesario dar nombres. La formación educativa desemboca fatalmente (en especial desde 2007) en el paro, en el subempleo o en la emigración. Las consecuencias son devastadoras. En primer lugar, porque inhiben el interés en la formación superior; y después porque se destruye la esperanza en la equiparación. Cuando se disparan las lamentaciones sobre el aumento de la desigualdad se suele olvidar que uno de los factores de inequidad social es precisamente el bloqueo de la educación superior como factor de aumento de rentas y de posición.

El pronóstico sobre la educación es grave, aunque reversible. El crecimiento potencial es heterogéneo

—muchas regiones del planeta todavía tienen una gran capacidad de crecimiento, porque desgraciadamente están atrasadas en la alfabetización— y el negocio adyacente a la educación (sobre todo el que se refiere a la digitalización) también tiene capacidad de progresión. Sin embargo, el problema de fondo que tiene que resolver el sistema educativo (un servicio público, un bien esencial del Estado conectado a un mercado laboral) es el de mantener la identidad prioritaria (formar personas con capacidad crítica y de relación social) al mismo tiempo que recupera el impulso de promoción laboral.

En el caso de España, es difícil (quizá imposible, visto desde la perspectiva de hoy) instar ese debate, llegar a un diagnóstico y favorecer un acuerdo político que mantenga las políticas educativas necesarias para afrontar los próximos 25 años. Y es difícil porque los agentes políticos implicados no son capaces de abandonar las posiciones maniqueas (formación humanista-formación tecnológica), o la pelea en las cumbres del pensamiento entre humanismo y pragmatismo educativo. No es por ahí. En términos puestos a ras de tierra, resulta que existen sociedades avanzadas donde las presidencias de los consejos de administración están ocupadas por ingenieros o personas cuyo acceso al mercado de trabajo vino a través de la formación profesional. Y esas personas son capaces de identificar la batalla de Hastings o tener una posición sobre el debate entre Schmitt y Kelsen en torno a los guardianes de la Constitución.

Fuente: http://economia.elpais.com/economia/2017/02/10/actualidad/1486746007_563467.html

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¿Educación de tercera o terciaria?

Por: Ronald Montoya

Una crítica ciudadana al llamado Sistema Nacional de Educación Terciaria.

El gobierno, pretende la aprobación por “tubería o fast-track” (directamente por el presidente sin necesidad de ir  al congreso) del llamado “Sistema Nacional de Educación Terciaria – SNET”, el cual busca unificar la educación superior con la formación para el trabajo y el desarrollo humano, bajo el argumento altruista de que servirá para atender principalmente a excombatientes, así como acercar a las áreas rurales las instituciones académicas regionales, entre otros fines loables y dignos del estado más utópico posible (según la descripción de motivos, el SENA es “incompetente”).

Primero decir, y en aras de la objetividad, que mejorar y revisar el SNET (me da pereza copiar eso tan largo) es una necesidad imperante, dado que los empresarios colombianos no encuentran mano de obra calificada para diferentes oficios en el mercado laboral colombiano, es decir, que las empresas van por un lado y la academia va por otro (debate para otra ocasión). Para explicar al ciudadano de a pie el asunto, tomaré un solo artículo de la propuesta de ley y pondré un ejemplo de lo que pasa en Colombia.

El artículo 14 de la propuesta de ley dice: “Movilidad educativa entre los pilares del SNET y reconocimiento:  El Ministerio de Educación Nacional y el Ministerio del Trabajo, de acuerdo con las competencias establecidas en la ley y en sus decretos reglamentarios, generarán mecanismos y condiciones para el reconocimiento de los aprendizajes adquiridos a lo largo de la vida, garantizando la movilidad educativa y formativa, promoviendo la movilidad laboral.” En plata franca, lo que esto quiere decir es que cursos que un estudiante haya visto en la formación para el trabajo le servirán para validar cursos de educación superior o profesional. En primera instancia parece lógico, pero en la realidad es nivelar el sistema educativo por lo bajo. En este punto viene el ejemplo.

Una de los programas de formación para el trabajo que más buscan las mujeres colombianas es el de “Técnico Laboral en Cosmetología y Estética Integral”, palabras más, palabras menos, el cual capacita personas para realizar labores de estética y belleza de diversa índole. Estos programas entregan un certificado más no un título (educación no formal). Cualquiera sabe que estos programas son ofrecidos por personas e instituciones de dudosa reputación (no hay quién vigile estas instituciones, literalmente). Por mis pesquisas, estos programas con el fin de obtener rentas, sacrifican los procesos de contratación y selección de personal docente, además de realizar procesos laxos de evaluación, con el fin de aumentar el flujo de estudiantes (clientes = ganancia). Y los procesos de actualización curricular y demás de carácter académico, pues obvio, no existen, hemos dicho que estas instituciones son tierra de nadie (alguien me puede referenciar una institución de estas sancionada por mala calidad?).

Ahora resulta que estos cursos podrán ser validados ante una institución de educación superior que evalúa y revisa sus procesos académicos. Si uno de estos estudiantes egresa de una carrera como Nutrición y Dietética (es perfectamente viable bajo la nueva ley), usted confiaría en el criterio de dicho profesional? Estaríamos ante un caso similar al de los avivatos cirujanos plásticos colombianos que con cursitos de mediano pelo en Brasil se acreditaron en Colombia para desfigurar (y matar) mujeres (espero me haya hecho entender).

Por esto es que diferentes sectores de la academia reclamamos que toda reforma al sistema educativo (sabemos que se requieren), sea primario o terciario, el que sea, sean discutidas de cara al país, además, y por n-sima vez, atender seriamente diversos estudios que han diagnosticado los problemas y propuesto soluciones (hay un montón de propuestas, nacionales e internacionales, así usted no lo crea).

PD: la actual ministra de educación estudió con juicio el posgrado de “Estudios de la Guerra”, más no el de “Resolución de Conflictos”. En Colciencias peleó con todo el mundo, y la tendencia parece ser la misma en el ministerio. Ojalá se acuerde del segundo posgrado, para bien de todos…

Fuente: http://www.las2orillas.co/educacion-tercera-terciaria/

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Mejorar la calidad de los institutos terciarios

Por: Juan Carlos Iorio

Para afianzar la educación superior es necesario otorgarle mayor importancia a la evaluación de todos los establecimientos de enseñanza, incluso los institutos de nivel superior no universitarios. Una tarea que hasta el momento ha avanzado muy poco.

Más allá de las discusiones, legítimas muchas de ellas, sobre los rankings de las instituciones de educación superior que se elaboran en distintas partes del mundo, lo cierto es que el tema de la evaluación de la calidad, que está detrás de esos rankings, ha llegado para quedarse. En la Argentina, donde la recuperación de la educación constituye una exigencia ineludible del proceso de transformación y modernización de nuestro país, dicha evaluación se impone como condición necesaria para dar respuesta a esa exigencia.

El Nuevo Consenso Educativo, integrado por más de treinta asociaciones y varias universidades públicas y privadas, abrió un amplio debate destinado a elevar la calidad de la educación que, a pesar de la ingente cantidad de recursos que se le brindan, muestra un creciente deterioro. Como dice el Consenso en su declaración “Una nueva agenda educativa para el país”: “Las evaluaciones de la calidad y la información del sistema educativo son insumos fundamentales de ese proceso, deben confrontar a la escuela con su realidad para habilitarle los modos de mejorarla y deben operar como una referencia para el ‘contrato cultural’ de trabajo de los equipos docentes y de éstos con la comunidad”.
Como afirmara enfáticamente Maria Izabel Azevedo Noroña, representante de Brasil en el seminario internacional “Por qué y para qué la evaluación docente en América Latina” organizado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires: “Sin evaluación no hay educación”. Ambas cosas van de la mano.

Como se afirmó en un artículo anterior, “La creación de la Coneau (Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria), hace veinte años, significó un hito en la historia del afianzamiento de estos procesos en la Argentina. Ya son muchas las universidades públicas y privadas que llevan adelante su proceso de autoevaluación y se someten a la evaluación externa en forma periódica, como las que han acreditado carreras que puedan afectar el interés público, según lo que determina el Artículo 43 de la Ley de Educación Superior Nº 24.521 de 1995, y cientos los posgrados que han cumplido con la exigencia de acreditación.

Donde se ha avanzado muy poco es a nivel de los institutos terciarios. La mencionada Ley de Educación Superior, en su Artículo 5º, establece: “La Educación Superior está constituida por instituciones de educación superior no universitaria, sean de formación docente, humanística, social, técnico-profesional o artística, y por instituciones de educación universitaria, que comprenden universidades e institutos universitarios”.
Más adelante, en su Artículo 15º, Inciso g), determina que las jurisdicciones, entre ellas menciona específicamente a lo que en ese momento era la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, deberán “desarrollar modalidades regulares y sistemáticas de evaluación institucional, con arreglo a lo que estipula el Artículo 25 de la presente Ley”.

Estos dos artículos dejan bien en claro que los institutos de nivel superior no universitario, usualmente denominados institutos terciarios, no sólo forman parte del nivel de enseñaza superior junto con las universidades y los institutos universitarios sino que, como éstos, deben llevar a cabo su proceso de evaluación institucional, orientado a medir la calidad de su funcionamiento y de sus resultados académicos y profesionales.

Evaluación. Dada la existencia de una legislación nacional al respecto, la fuerza creciente con que se va expandiendo el proceso de evaluación en todos los niveles del sistema educativo y la creación a nivel de la Ciudad de Buenos Aires de un organismo de evaluación de la calidad educativa, se impone llevar adelante la evaluación sistemática e integral de los institutos de nivel terciario públicos y privados. Sin docentes de calidad no es posible siquiera pensar en una educación de calidad. Resulta indispensable, en consecuencia, contar con los instrumentos que permitan materializar esos procesos con la rigurosidad que los mismos requieren, más allá de subjetividades y apreciaciones personales, articulando adecuadamente los métodos y técnicas cuantitativas y cualitativas que las ciencias sociales disponen.

Esto lleva necesariamente a preguntarse: ¿con que parámetros y de qué manera debe llevarse a cabo esta evaluación? Es necesario contar con una clara respuesta a estas preguntas. Cosa que prácticamente ahora no ocurre. Como manifestara en un artículo periodístico el rector de la Universidad de Buenos Aires, Alberto Barbieri, lo primero es determinar el “modelo de calidad” específico que servirá como marco de referencia comparativo. Toda evaluación, de cualquier tipo que sea, intenta medir el mayor o menor grado de aproximación de la realidad a un modelo deseado. Ese es el modelo que hay que definir y al que se refiere el rector Barbieri cuando habla de “modelo de calidad”. Por supuesto que no es una tarea sencilla e involucra a una gran multiplicidad de actores, tanto del sistema educativo como de otros sectores del Gobierno y la sociedad. Definido el modelo, es necesario desagregarlo en criterios y estándares a fin de traducirlo en términos específicos para cada uno de los componentes y unidades a evaluar: planes de estudio, docentes, alumnos, egresados, infraestructura, equipamiento, etc. Por último, definir los indicadores empíricos en términos de las variables en juego, que permitan medir y evaluar el grado de aproximación de los valores de la realidad a los estándares propuestos por el modelo.

A tener en cuenta. Los objetivos de la presente propuesta son:
1. Determinar, planificar y articular las acciones necesarias para elaborar un modelo de calidad institucional de los institutos terciarios que permita llevar adelante un proceso de evaluación institucional, adaptado a las prioridades y particularidades de cada jurisdicción territorial.
2. Desagregar, a partir de cada modelo, los criterios y estándares correspondientes a los componentes y actores involucrados en el proceso.
3. Seleccionar los indicadores y elaborar los instrumentos de medición, recolección y procesamiento de la información para llevar adelante el proceso que permita conocer el grado de aproximación de la realidad al modelo de calidad propuesto

Fuente:http://www.perfil.com/universidades/mejorar-la-calidad-de-los-institutos-terciarios-0402-0123.phtml

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Guatemala, Finlandia y el sentido de educar

Guatemala / www.prensalibre.com / 25 de Enero de 2017

¿Hacer tareas hasta el agotamiento, luego de horas de clases, sirve para educar a alguien? ¿Que un niño de siete años se levante a las 4 de la mañana todo el año para ir a estudiar y regrese a casa a las 5 de la tarde, es educar? ¿Que se aprenda de memoria todos los accidentes geográficos, pero no sepa contar cuál ha sido la historia de su país, es educar? ¿Que su maestro lo ponga a hacer sus mandados o a limpiar la escuela y le deje las tareas para la casa, es educar? ¿Qué clase de país se forma cuando un 5 por ciento de su niñez tiene educación de buen nivel, mientras el 95% restante es formado para la mediocridad o menos que eso?

El sistema educativo de las últimas décadas en Guatemala ha fallado. Durante los últimos años he conocido niñas y adolescentes de toda Guatemala a, a quienes damos educación formal. He visto de frente la pésima educación de un amplio sector de la población. Que existan unos pocos colegios de buen nivel no significa que estemos bien. Hemos fallado, porque la educación no es la prolongación de un manual de urbanidad y buenas costumbres, ni la respuesta mercantilista para la competencia y el trabajo. La educación es para la vida.

La educación en Finlandia, considerada la mejor del mundo, se basa en: 1.) Los docentes son profesionales valorados y reconocidos socialmente, pero obtener el título es un proceso exigente y largo. 2.) La educación es gratuita, obligatoria y accesible a todos entre los 7 y 16 años, y debe ser impartida por centros públicos. No se paga por los libros ni por el material escolar, y todos los niños/as reciben una comida caliente al día, también gratuita. Si el niño vive a más de 5 km del centro escolar, el municipio organiza y paga el transporte. 3.) Se reparte el dinero público de forma equitativa; hay una base de subvención común para todos los centros educativos, pero la cifra final varía si hay alguno con más carencias que el resto. 4.) El currículo es común, pero cada escuela diseña y organiza la planificación según sus particulares objetivos. 5.) Desde los primeros cursos se interviene para apoyar a cada alumno/a según sus capacidades y ritmos de aprendizaje. Nada de pruebas y actividades estandarizadas. Los profesores conocen bien a sus alumnos. 6.) Los alumnos tienen tiempo para todo, también para el juego y el descanso. Los niños no comienzan el colegio hasta los 7 años, las jornadas lectivas son más cortas, los estudiantes de primaria tienen solo 3 – 4 clases por día, con descansos de 15 minutos entre cada una, a los que se suma el descanso para comer. Apenas hay deberes, y el trabajo se hace en clase, no en casa. 7.) El tiempo que los profesores pasan en el aula es más reducido y destinan más a prepararse, investigar, organizarse o trabajar con otros docentes. 8.) Se evita la competencia y las cifras; los estudiantes no hacen exámenes ni reciben calificaciones hasta 5º grado, y los informes que el profesor elabora para los padres son descriptivos, no numéricos. 9.) Se premia la curiosidad y la participación. Se fomentan la creatividad, la experimentación y la colaboración por encima de la memorización y las lecciones magistrales. 10.) La sociedad considera que la educación es fundamental y las familias la complementan con actividades culturales. Padres y madres reciben ayuda para que puedan disponer de más tiempo con sus hijos.

Educar no hace referencia a un manojo de contenidos entrando en la cabeza de alguien, como si esta fuera una pelota a la que se le abre un agujero y se le rellena de aserrín. Tampoco interesan las hedonistas enciclopedias ambulantes. Veo a la educación como el movimiento permanente que desafía a toda una sociedad, en la cual habrá siempre alguien que guía y nutre intelectual, moral y físicamente a otro ser humano, estimulándolo y desafiándolo constantemente a ser un protagonista de su propio proceso formativo. Y no, no me quiero ir a Finlandia. Quiero que en Guatemala se viva la educación de otra manera.

Fuente: http://www.prensalibre.com/opinion/opinion/guatemala-finlandia-y-el-sentido-de-educar

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México: Una educación que no muestra mejoría, al terminar 2016

América del Norte/México, 31 de diciembre de 2016.  Fuente: La Prensa. Autor: Emilio Troncoso Acosta

Culmina 2016 y con él dos terceras partes del gobierno responsable de impulsar la reforma educativa, llamada la más importante del sexenio, sin que se vislumbre cambio alguno en la situación de la educación en nuestro país, manteniendo el estatus de crisis que ha venido teniendo, después de 15 años de ser partícipe de evaluaciones internacionales, como el examen PISA, y con la esperanza de que en 2017 se pueda reorientar el rumbo de nuestro sistema educativo, para alcanzar la tan anhelada educación de calidad con equidad.

Ante esta realidad, el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Aurelio Nuño Mayer, ha manifestado que estos resultados confirman la necesidad de la reforma educativa y que ésta tiene una ruta de mejora y solución, por lo que los avances son graduales, advirtiendo que de acuerdo con las experiencias de otros países el proceso de logros podría llevar una década. También ha señalado que comparativamente con resultados anteriores, México no tiene cambios en su evolución educativa, pero que tiene las menores brechas de desigualdad educativa en América Latina.

Es preciso recordar que el Ejecutivo Federal promulgó la reforma con la finalidad de mejorar la calidad de la enseñanza, planteando la necesidad de una política educativa integral que ofreciera soluciones concretas y de largo plazo a los problemas de fondo que enfrenta nuestro sistema educativo nacional, planteándose como objetivos, responder al reclamo social de mejorar la calidad de la educación básica y media superior, para lo cual se trabajaría en la profesionalización de la función docente, el establecimiento de estándares mínimos de funcionamiento de las escuelas, el mejoramiento de los planes y programas de estudio, el fortalecimiento de los programas destinados a mejorar instalaciones, la utilización de las tecnologías de la información y la comunicación, así como la realización de evaluaciones periódicas de todos los componentes del sistema educativo.

Otros objetivos planteados eran reducir la desigualdad en el acceso a la educación, reforzando los programas que brindan asistencia a las escuelas que se encuentran en zonas con altos niveles de marginación, así como a los estudiantes con necesidades educativas especiales e involucrar a los padres de familia, y a la sociedad mexicana en su conjunto, en la transformación de la educación por medio de consejos de participación.

Para seguir avanzando en el proceso de reforma educativa, hace unos días se presentó el informe de la Consulta del Modelo Educativo y la Propuesta Curricular para la Educación Obligatoria 2016, que sistematiza y clasifica casi 300,000 comentarios y opiniones vertidas en los foros y plataforma electrónica, y que a partir de estos resultados se trabajará en la versión definitiva.

En el informe presentado se puede apreciar que si bien hay una aceptación y valoración de los objetivos generales planteados en el nuevo modelo educativo y propuesta curricular, también son percibidos como ambiciosos e irreales, de acuerdo a las condiciones y necesidades de nuestro sistema educativo nacional. Asimismo está presente, en esta consulta, la demanda de conocer el diagnóstico de la SEP sobre reformas educativas anteriores y que se dé más información sobre los ajustes institucionales, tanto a nivel nacional como estatal, que se deben realizar para su implementación, así como la preocupación por el tiempo para la implementación del modelo educativo, pues se pretende llevarlo a las aulas cuando sólo restan dos años de la presente administración.

Aurelio Nuño Mayer se comprometió a presentar en no más de mes y medio el modelo educativo, con las precisiones necesarias y la ruta de implementación, con tiempos bien detallados, que dará paso a la publicación de los nuevos planes y programas de estudio, los libros de texto que los acompañen y la capacitación docente según los más recientes lineamientos para implementarse en el ciclo escolar 2018-2019.

Mucho se ha cuestionado que en esta presentación, los grandes ausentes fueron los consultados, como lo ha expresado el senador Juan Carlos Romero Hicks, presidente de la Comisión de Educación en la Cámara Alta, quien destacó que no fueran invitados docentes, padres de familia, estudiantes ni autoridades educativas del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), restándole importancia a la participación social tan mencionada.

Sin duda alguna 2017 será un año clave para concretar el proceso de reforma educativa o reorientar el camino en la transformación del sistema educativo nacional, por lo que se espera un modelo educativo que entienda y atienda la realidad del México de hoy, y se vean reflejadas las opiniones y propuestas de maestros, alumnos, padres de familia y sociedad en general, que participaron en la consulta y que ésta no solamente haya servido para justificar un modelo que sí estaba terminado y acabado.–

Fuente noticia: https://www.la-prensa.com.mx/columnas/una-educacion-que-no-muestra-mejoria-al-terminar-2016

Fuente imagen: http://crisolplural.com/author/victor-barcelo/page/24/ Autor: Víctor Barcelo

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Ecuador: Pata coja en la educación

Por: Angel Vera

Se ha pretendido diseñar al sistema educativo del Ecuador para ser un supercrucero de batalla, capaz de navegar en mares tempestuosos y sacar diestros marineros de las aulas, es decir: estudiantes sabios, críticos y maduros.

Sin embargo, por los procedimientos en que se está incurriendo da la impresión que hicieron un barco supermoderno, pero encargaron el comando de la nave al cocinero. Esto a propósito de algunos asunticos de los planteles, que demuestran verdaderos problemas, más allá de los lindos planes de estudio y lindos discursos de las autoridades.

Para empezar, muchos de los planes de estudio: de lengua, de ciencias, de matemáticas, son extensísimos, superabundantes, me temo que en gran medida muy superiores a lo que se puede abordar en los meses de estudio y bien seguro que, si se llega a cumplir los “seis bloques” de enseñanza de cada materia, difícilmente se los cubrirá de buena manera. Presionado por el vicerrector, por el rector, a partir de la mitad del año, el profesor acelerará e impartirá los contenidos por encima, por encima, con tan de llegar, aunque sea mal.

Esto se agrava por falta de partidas docentes para maestros titulares que se hagan cargo de las materias de sus respectivas especialidades, lo que obliga a rellenar responsabilidades y horarios entregándoles cátedras en la que no tiene experticia: el resultado será docentes a cargo de materias que no conocen o que la conocen a la usanza vieja.

No faltará un profesor de matemáticas que quiera seguir enseñando el álgebra de Baldor, demasiado por debajo de los altos niveles que el gobierno pretende. Y no es que esté mal, sino que se debe cuidar que la enseñanza esté a cargo de un especialista (ya se erró en recibir en el magisterio a quien no era docente) y además cuidar que se esté impartiendo los contenidos que se prescriben.

La demostración palmaria que no se está cumpliendo con esto es la gran cantidad de estudiantes rechazados en el examen de ingreso a la universidad. Cómo lo van a aprobar si les preguntan lo que nunca les enseñaron, claro, porque no estaban en capacidad de hacerlo. El Estado debería tener un departamento de educación continua para maestros, donde una materia permanente sea didáctica de matemáticas, para superar algo en lo que siempre hemos fallado. (O)

Fuente: www.latarde.com.ec/2016/12/12/pata-coja-en-la-educacion/

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España: Podemos lamenta que la educación regional se encuentra en estado «crítico y a la cola del país»

España /www.20minutos.es/ 7  de Diciembre de 2016

El portavoz del Grupo Parlamentario Podemos en la Asamblea Regional, Óscar Urralburu, ha lamentado que la educación regional se encuentra en estado «crítico y a la cola del país, lejos de la media estatal», tras conocer los datos del Programa para la Evaluación Internacional del Alumnado (PISA 2015).

n este sentido, ha señalado que el Grupo Parlamentario Podemos trabajará para que, en los presupuestos de 2017, la Educación sea una de las «prioridades» en el debate de enmiendas, según informaron fuentes de esta formación política en un comunicado. «Con estos datos sobre la mesa, y el curriculum vitae de la consejera de Educación y Universidades, María Isabel Sánchez-Mora nos tenemos que la educación murciana entrará en la UCI más temprano que tarde», ha dicho el portavoz de Podemos en la Asamblea. Por otro lado, ha incidido en la necesidad de «sacar la LOMCE de nuestros centros antes de que la espiral de desigualdad sea insalvable». PISA, ha subrayado Urralburu, «nos muestra cómo los recortes han acabado con el ascensor social». Por ejemplo, ha criticado que «un niño pobre tiene cinco veces más de probabilidades de repetir que niño rico», y señala que las puntuaciones medias de los centros públicos en PISA 2015 «son un 12 por ciento peores que las de los privados/concertados». En este sentido, Urralburu ha asegurado que los recortes «han creado una escuela a dos velocidades. Un sistema de educación excluyente, que no cumple con la vocación universal de la educación». Por ello, cree que «se necesita más financiación y menos recortes. La inversión en educación es lo que asegura la igualdad de oportunidades y el desarrollo económico de un país».

Fuente: http://www.20minutos.es/noticia/2906624/0/podemos-lamenta-que-educacion-regional-se-encuentra-estado-critico-cola-pais/#xtor=AD-15&xts=467263

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