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El nuevo capítulo Creative Commons México presenta sus objetivos

América del NOrte/México/R3D: Red en Defensa de los Derechos Digitales  –

“En estos momentos de privatización recalcitrante del conocimiento, ahí es donde queremos entrarle”, señaló Irene Soria, directora de Creative Commons México, durante la presentación del nuevo capítulo, celebrada el jueves 31 de enero en el Laboratorio de Tecnologías El Rule, en la Ciudad de México.

Ante un centenar de asistentes, Soria indicó que Creative Commons México forma parte de una red mundial de 30 capítulos. Esta nueva iteración -producto de una reorganización a nivel global- está conformada por personas activistas, abogadas, artistas, editoras, entre otros perfiles de individuos que “hemos luchado por años por la liberación de obras”.

La académica mencionó que el capítulo tendrá cinco ejes de trabajo prioritarios: 1) la promoción del uso de licencias libres; 2) la digitalización y liberación de archivos en galerías, bibliotecas, archivos y museos; 3) la producción y difusión de recursos educativos abiertos; 4) la incidencia política en la discusión sobre el derecho de autor y el dominio público; y 5) el desarrollo de la comunidad a través de talleres, cafés y maratones de liberación de obras.

La presentación del capítulo concluyó con la musicalización en vivo de la película Safety Last, del cómico estadounidense Harold Lloyd. El filme mudo, producido en 1923, fue acompañado por la música del pianista y activista José María Serralde, quien interpretó una composición original que, posteriormente, fue liberada bajo una licencia Creative Commons. “La ventaja de que una obra musical se encuentre en el dominio público es que puedes manosear ese legado, hacerla tuya. La puedes remezclar, reentender y reinterpretar”, declaró Serralde durante su intervención.


Imagen original de Twitter: @hacklib

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Video: Educación abierta y cultura libre #CulturaLS18

Por Artica

Quizás una de las áreas más importantes en las que la cultura libre es vital para el sur global es la educación, donde la necesidad de recursos educativos asequibles, accesibles, adaptables y reutilizables es una cuestión urgente para una educación realmente democrática y equitativa. Este fue el tema que ase abordó en la Mesa 6: Educación abierta y cultura libre del Encuentro Online de Cultura Libre del Sur, realizada el 23 de noviembre.

El movimiento de educación abierta es muy importante en el norte, pero todavía no tiene suficiente apoyo y recursos en los países del sur. Sin embargo, innumerables iniciativas, proyectos y experiencias en educación libre y tecnologías educativas abiertas han surgido desde el sur, adaptándose a las restricciones y necesidades de distintos contextos locales. Y a su vez trascendiendo esos contextos, para volverse ejemplo e inspiración, expandiéndose en forma de red a otras comunidades, para necesidades similares, pero específicas. En esta mesa presentaremos experiencias educativas abiertas desde distintas perspectivas. Además, nos daremos un tiempo para debatir sobre las políticas que se han impulsado y que deberíamos impulsar para apoyar estas prácticas en el sur global.

¿Pero de qué hablamos cuando hablamos de educación abierta? Hablamos de mucho más que de libros de texto abiertos. Hablar de educación abierta nos permite incluir tecnologías, metodologías y estándares. Pero también, obras artísticas y literarias, películas, partituras musicales, videojuegos, instrucciones para construir objetos, bases de datos, vocabularios y glosarios, mapas y diseños, entre muchísimas otras cosas que son más que simplemente contenidos (educativos) para un contenedor (educando).

Qué elementos seleccionarán estudiantes y docentes para construir aprendizajes situados y significativos es algo que no se puede prescribir de antemano. Por lo tanto, restringir y cerrar estos elementos imposibilita su reutilización y remezcla, y por lo tanto, coarta la libertad necesaria para que fluyan efectivamente los aprendizajes. Por eso hablamos de educación abierta. Significa que los recursos, tecnologías y prácticas que comprende, están abiertas al uso y la apropiación, sin los cuales aprender de manera significativa no es posible. De ahí que la educación abierta, implica de algún modo hackear la educación tal como la conocemos.

En esta concepción de educación abierta, obviamente incluimos los recursos educativos abiertos, pero nos gustaría ampliar esta noción, para incluir tanto los objetos o recursos educativos, como la práctica de compartir, cuidar, preservar y sostener en el tiempo estos recursos. Esto implica formas de hacer en conjunto, maneras de relacionarse y practicar la producción de bienes comunes culturales con fines educativos. También queremos incluir el resultado deseado, que es una educación más libre, democrática e igualitaria. En este sentido, asumimos el concepto de procomún de Helene Finidori como objeto, práctica y resultado.

Para charlar sobre estos y otros posibles temas, además de sobre sus experiencias, en esta mesa se contó con un interesante grupo de participantes:

Fernando Daguano, Alquimétricos, Río de Janeiro (Brasil)

Alquimétricos es una colección de juguetes didácticos “hágalo usted mismo” (DIY) y de código libre. que combina aspectos tecnológicos y artesanales. Este proyecto articula arte, tecnología y ciencias desde una mirada educativa y social. Los planos, guías y tutoriales son abiertos, para que educadorxs de Brasil y América Latina, pueden bajarlos, apropiarlos, remixarlos y volver a compartir. Se proponen como una alternativa libre a productos como Lego o KNEX que se adapta al contexto de cada comunidad.

Marianicer Figueroa, Centro Internacional Miranda (Venezuela)

Marianicer es una académica y activista venezolana intentamente dedicada al conocimiento libre. Es investigadora del Centro Nacional de Investigaciones Educativas (CNIE), perteneciente al Centro Internacional Miranda. Tiene una columna en el portal Otras Voces en Educación, y es autora del libro “El Sentido del Conocimiento Libre”, junto con otros activistas que exponen una visión crítica desde el sur.

Jorge David García, Facultad de Música de la UNAM (México)

Jorge David es un musicólogo y compositor mexicano. Es investigador y profesor en la UNAM. Entre otros temas, estudia la relación entre arte y nuevas tecnologías, especialmente el software libre y la Internet. Recientemente, la Facultad de Música de la UNAM, México), ha desarrollado un programa de cursos en línea sobre tecnología musical con software libre para la plataforma Coursera. Jorge hablará sobre los pros y los contras de utilizar este tipo de plataformas de educación abierta, en línea y masiva, particularmente en lo que respecta a la promoción de la cultura libre.

Walter Lippold, Colectivo Fanon, Porto Alegre (Brasil)

Colectivo Fanon surgió en 2001, buscando proyectar una mirada crítica contra el eurocentrismo en la enseñanza de Historia. Su objetivo es formar profesores en Historia de África y divulgar pensadorexs africanxs en las escuelas, universidades y movimientos sociales. A lo largo de su historia, han buscado alternativas para brindar acceso a este pensamiento. En ese camino, proponen unir educación antirracista y cultura libre.

Inés Martino y Fabricio Caiazza, proyecto ANDA. Rosario (Argentina)

Inés y Faca, fundadores del colectivo Compartiendo Capital, llevan adelante el proyecto ANDA desde 2011, primero en la ciudad de Rosario, Argentina, y luego en distintas ciudades de Latinoamérica y España. Se trata de un proyecto para la reparación del vínculo entre las comunidades y los espacios comunes, a través del diseño y producción de baldosas hidráulicas. El proyecto incluye diversos aspectos de educación abierta, desde talleres, hasta manuales de libre descarga. “Nos inspiramos en los manuales de construcción de un tiempo donde era posible desarmar, investigar y construir los objetos que nos rodeaban, y que se encontraban en la biblioteca de cualquier casa”, dicen Ine y Faca.

Sergio Rubio-Pizzorno, Instituto GeoGebra (México)

Sergio es un educador mexicano que forma parte de una comunidad abierta de profesorxs de todo el mundo: el Instituto GeoGebra Internacional. En esta red, mediante talleres y eventos académicos, se comparten de manera abierta experiencias y recursos con el propósito de atender las necesidades de lxs docentes y aportar a la mejora educativa en la región.

Fernando Ariel López, Aprender 3C (Argentina)

Fernando es bibliotecario, docente y especialista en Acceso Abierto. Es co-director de Aprender 3 C, un espacio digital que busca colaborar en la formación de competencias transversales e innovadoras que apoyen el desarrollo académico y profesional de los estudiantes, docentes y profesionales de la información latinoamericanos.

A continución el video de este nutritivo encuentro:

Fuente: https://www.articaonline.com/2018/11/mesa-6-educacion-abierta-y-cultura-libre/

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Video: Políticas públicas y reformas legales para la Cultura Libre y el Acceso al Conocimiento #CulturaLS18

El movimiento de cultura libre cobró impulso a comienzos de los años 2000, ligado a las posibilidades que brinda Internet para compartir y crear cultura, y en respuesta al avance de las leyes de propiedad intelectual en todo el mundo. Desde entonces, este movimiento cuestiona duramente el rol que tiene el Estado al poner barreras y reprimir la circulación libre del conocimiento. Las extensiones inusitadas de los plazos de copyright, la criminalización creciente de las prácticas culturales en Internet, el endurecimiento de las penas y la expansión de la vigilancia han estado al servicio de los grandes monopolios de las industrias culturales y tecnológicas, y han tenido un impacto negativo sobre el derecho a la participación en la vida cultural.

Pero el movimiento de cultura libre no se limitó a documentar y denunciar estos embates de la propiedad intelectual. También ha habido un trabajo programático: se han propuesto marcos normativos y políticas públicas para proteger los bienes comunes culturales, que se han llevado a la práctica, a distintos niveles, allí donde las condiciones lo han permitido.

Este video presenta las propuestas trabajadas en la Mesa desarrollada en el marco del encuentro online de cultura libre del sur global e en el que se compartió sobre las luchas actuales en nuestra región: reformas del derecho de autor, leyes de software libre y de repositorios institucionales abiertos, políticas de digitalización del patrimonio y de producción cultural libre, y muchas otras políticas que van desde la solución de problemas específicos hasta propuestas para el cambio radical del sistema. Haremos un balance de los logros, así como de los retrocesos, y trataremos de discernir algunas claves para conseguir mejores resultados.

Fuente: https://www.articaonline.com/2018/11/mesa-1-politicas-publicas-y-reformas-legales-culturals18/

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¿Cultura de webbots o artesanos?: reflexiones críticas sobre la cultura libre.

BY DIGITAL RIGHTS LAC ON SEPTEMBER 19, 2013

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Un retuit, reblog, “me gusta” entre otros vienen como bálsamo para la generación de la gratificación inmediata donde un contenido más, sea libre o no, es un elemento para la colección.

Por Luis Fernando Medina*

En el siguiente texto busco explorar de una manera muy intuitiva y breve, y basado en mi experiencia como académico, investigador y activista, algunas consideraciones críticas de los modelos abiertos y la llamada cultura libre. Indudablemente, como ocurre con las iniciativas de este talante, el propósito no será dar una respuesta única y absoluta, sino tal vez procurar lanzar algunas preguntas esperando que estas sean las adecuadas. Sin embargo, tampoco es mi intención acudir a ésta fórmula como pretexto para eludir conclusiones, por lo cual procuraré esbozar alguna recomendación útil, en la medida en que la retórica escapista y relativista de nuestros tiempos lo permita. Para lograr el objetivo, quiero presentar dos componentes que se me hacen claves en la cultura libre y son la cultura del software la fanática. Luego, a partir de una enunciación de algunos puntos problemáticos que observo en la cultura libre, mostraré cómo la cultura libre se ha acercado más al paradigma del software y qué consecuencias trae eso. Finalmente mencionando lo que considero algunas inexactitudes en el discurso imperante de la cultura libre avanzaré al plácido campo de la especulación con, espero, algún fruto minúsculo pero valioso.

Quiero iniciar con una anécdota para ilustrar quizá una contradicción que creo es común. El año pasado participé, en Cali, en la mesa de cultura libre del evento ComunLAB, donde se encontraban varios artistas, activistas, comunicadores, entre otros. Recuerdo que en la discusión, uno de los asistentes con bastante trayectoria en el tema de arte y lo “libre” dijo algo así como que la única manera en que concebía compartir –la única manera verdaderamente libre- era el dominio público. Curiosamente y de manera casi inmediata, otro de los asistentes se levantó y manifestó, con la firmeza de quien no domina un tema por lo que no tiene nada que perder,  que no estaba de acuerdo, porque él quería poder cobrar por sus cosas. Esto alborotó un poco al auditorio, pero es mi percepción que las fuerzas se inclinaban más por la segunda intervención. ¿Qué me recordó esto?

En primer lugar, los dogmatismos que siempre han aquejado a la comunidad del software libre. Por otro lado, que el discurso de la ética hacker – el cual comparto y defiendo – a veces, sacado fuera de contexto, puede llevar a contradecir el sentido común. Y finalmente y de manera categórica; que el dinero, desestimado en ocasiones bajo el discurso de las utopías digitales, es un factor inevitable en una sociedad capitalista.

A partir de esta anécdota puede recordarse la enorme influencia de la cultura del software en la cultura libre. Indudablemente esto no es accidental, si se sigue la línea que observa que las prácticas de compartir código estuvieron siempre vinculadas con el desarrollo de software, desde los inicios de la computación y décadas antes de la invención misma del término software libre.  Algo similar puede decirse de los orígenes de Internet. De manera tragicómica la tendencia fue subvertida por el software comercial el cual surgió – revolución traicionada – de las postrimerías del sueño hippie digitalizado en lo que es conocido como la filosofía californiana: computadores para liberar pero millones en la bolsa. La conexión con el software libre puede notarse también con la misma enunciación de licencias como creative commons, las cuales recuerdan directamente las libertades del software libre. Esto corresponde, como ha sido notado decenas de veces, al intento de transportar un modelo que funciona en el software, a la producción cultural con resultados más bien mixtos.

De otro lado, cabe recordar que en entornos no mediados por el software, la cultura fanática es un referente de las redes de intercambio y de formas de creación en circuitos periféricos. Dejando de lado, por no caer en la disgresión, las conocidas vanguardias artísticas que experimentaron con formas de creación y distribución, la cultura fanática que florecía alrededor de contenidos culturales, se constituía en sí misma en generación de artefactos culturales. Los fanzines, de tradición de ciencia ficción pero de explosión masiva por el fenómeno del punk y la fotocopiadora, el graffiti y sus propuestas artísticas autogestionadas (al menos en sus orígenes) o el recientemente cincuentón benemérito formato del casete, el cual ayudó a crear toda una red de distribución e intercambio para fanáticos y creadores, constituyen ejemplos paradigmáticos.

Es evidente que el compartir no está exclusivamente ligado a las tecnologías digitales y específicamente a la cultura del software ¿por qué entonces esta comparación? Más allá del breve relato histórico considero que si bien la cultura libre está también muy emparentada con la cultura fanática, es su ADN de la época digital la que la lanza al terreno donde confiar en el determinismo tecnológico puede ser un error. El software cuenta con una dualidad: puede ser compartido pero a la vez es un medio para compartir, lo cual genera algo de ruido en el momento de trasponer su paradigma hacia la cultura libre. Esto mezclado con algunos discursos absolutistas de las tecnoutopías digitales arrojan sombras sobre el rumbo del movimiento. Siguiendo con la comparación con la cultura del software libre, éste último lleva 20 años intentando encontrar un modelo de negocio efectivo, el cuál se ha dado en solo unos pocos casos. ¿Podría ocurrir lo mismo con la cultura libre y los licenciamientos abiertos? A continuación menciono aspectos que son utilizados como sustento de la cultura libre y que creo prudente desmitificar:

Lo digital es una economía de la abundancia. Esto es cierto y sirve para explicar que el costo de copiar algo es mínimo. Sin embargo, al parecer, la abundancia de bienes culturales digitales circulando puede tener doble filo. He oído a muchos artistas quejarse en voz baja (hacerlo en público sería el suicidio) de que su video, producto de mucho trabajo, palidezca en visitas en Internet, comparado con, por decir algo, el gorila revolcándose en sus heces. Que no se me malentienda, no se puede volver a los tiempos de acceso privilegiado a los medios, más la abundancia de bienes culturales circulando podría también llevar a una “inflación digital” donde el valor real de cada creación disminuye porque hay mucho de donde escoger, o simplemente la intoxicación de información es tal, que debe acudirse a agregadores, editores, curadores, con lo cual la celebrada horizontalidad del sistema sería un espejismo. Aunque estas inquietudes han sido abordadas por discursos como el de la “cola larga” y los mercados de nicho, aún los casos fehacientes de un modelo de negocio son esquivos, por lo menos a mi memoria. La más bien reciente tendencia de empezar a utilizar licencias de creative commons de “atribución” y “compartir igual” ignorando el antes casi que obvio “no comercial” implica ignorar también, de alguna manera, que los grandes medios no iban a caer como aves de rapiña sobre los contenidos abiertos y que algo estaba fallando en la generación de riqueza a partir de este modelo.

Para finalizar quiero señalar que, en ocasiones, la misma abundancia parece vencer la utopía del creador/consumidor por una cultura del capitalismo simbólico más puro e inmediato: no se trata de qué tanta información se digiera y analice si no cuánta se acumule y se le haga saber a los otros que se tiene. Un retuit, reblog, “me gusta” entre otros vienen como bálsamo para la generación de la gratificación inmediata donde un contenido más, sea libre o no, es un elemento para la colección. La misma configuración de los ISP donde la velocidad de descarga supera la de carga, o la insistencia  de algunos activistas a las descargas libres más que a la educación en medios para crear, acercan a la red a ese televisor de 1000 canales de donde es difícil escoger.

¿Qué hacer? Exactamente no sé, pero considero que mientras encontramos la interfaz más adecuada para una coordinación cada vez mejor de la cultura libre dentro de un modelo capitalista, podemos reivindicar la figura del artesano digital, que se toma el tiempo en generar sus contenidos, que es un fanático que lo hace por amor al arte, dispuesto al intercambio, al trueque y los bancos de tiempo como alternativas de generación de riqueza. Así, y reinvindicando otra metáfora del software libre, aspiraremos más al pequeño bazar donde se armen pequeños círculos de creadores, y no al gran mercado donde la máscara más admirada es la del webbot cultural.

*Luis Fernando Medina Cardona,  es Profesor Asociado de la Universidad Nacional de Colombia y miembro del colectivo Trueque Digital. http://about.me/luscus9

Fuente: https://www.digitalrightslac.net/es/cultura-de-webbots-o-artesanos-reflexiones-criticas-sobre-la-cultura-libre/

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Libro «Cultura Libre Crear, modificar, compartir»

Cultura libre y Universidad Pública son dos términos que a primera vista no se relacionan en forma directa. Sin embargo, al profundizar en lo que significa cada uno, la relación empieza a manifestarse: la cultura libre aporta a la construcción de saberes comunes capaces de circular para transformarse, enriquecerse por el uso o, incluso, desgastarse para dar vida a otros nuevos; la universidad pública, por su parte, busca generar conocimientos innovadores en diálogo con la comunidad de la que es parte para que ambos se enriquezcan en ese ida y vuelta.

Año: 2018
Colección: Medios
Páginas: 96
ISBN: 978-987-4920-00-3

Sobre la Colección MEDIOS

La colección de “Medios” está orientada a la publicación de contenidos relacionados con las ciencias de la comunicación, los medios y la cultura. Dentro de esta colección se abordan temáticas como los medios, la sociedad, el consumo y la producción cultural. Está dirigida por el Mg. Esteban Magnani, director de la Licenciatura en Medios Audiovisuales y Digitales de la Universidad Nacional de Rafaela.

Libro en PDF disponible en VER ADJUNTOS al inicio y al final de esta página.

DESCARGAR – LIBRO CULTURA LIBRE

Fuente: http://www.unraf.edu.ar/sitio/es/contenidos/ver/554/cultura-libre.html

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Entrevista a Richard Stallman (GNU-Linux): «La educación es la actividad estatal que más afecta la libertad de la próxima generación»

11 Junio 2017/Fuente: primeraedicion/Autor: Agencia de Noticias Télam

Así lo afirmó el padre del proyecto GNU-Linux y del movimiento Software Libre, Richard Stallman. Fiel a su estilo, no escapó a la polémica al considerar que Conectar Igualdad es un método para «implantar dependencia» a Windows en las nuevas generaciones y señaló a la «nube» como un artilugio de las empresas para que «no nos preguntemos» dónde están nuestros datos.

Stallman está en la Argentina para brindar una serie de charlas sobre la cultura del software libre y, en una entrevista con Télam, volvió a cargar contra multinacionales como Microsoft y Facebook, fustigó a las administraciones estadounidenses de Barack Obama y Donald Trump, y pidió a los sindicatos que se rehúsen a aportar datos biométricos para la identificación de las personas, por considerarlo un método «tiránico».

En tu última visita a la Argentina, hace 5 años, criticaste el programa Conectar Igualdad ¿Por qué? 

Stallman- Sí, porque proponía entregar Windows a cada chico en el país. Y es verdad que llevaría también nuestro sistema libre, GNU-Linux, pero se veía que los docentes presionaban, ordenaban usar Windows. El efecto sería inculcar el uso del Windows. 

El programa se reconvirtió ahora y es parte de Educ.ar.

Supongo que (el presidente Mauricio) Macri hará otra cosa para favorecer a las empresas grandes con convenios injustos.

¿Por qué?

Promueve la dependencia de la gente. En relación con «Conectar a maldad» se trataba de las escuelas. Aumentar el uso de Windows en las escuelas, lo mismo con Mac OS que es un sistema privativo, es implantar dependencia en la próxima generación, que es ir en contra de la independencia del país, ir en contra de la libertad humana. Usar Windows en otras partes del Estado también es malo pero con menos efecto. La educación es la actividad estatal que más afecta la libertad de la próxima generación.

¿Qué implicancia tiene la recolección de datos biométricos, especialmente en el mundo laboral?

Habría que oponerse. Los sindicatos deberían rehusarse. El Estado no debería tener las huellas de cada uno. Es tiránico, injusto. No habría venido a este país si sabía que tenía que dejar mis huellas.

¿Cómo es la situación en relación a la recolección de datos biométricos en los Estados Unidos en la era de Donald Trump?

No debe ser llamada era, eso es darle el poder que quiere tener. Trump es prejuicioso, infantil, amenazador. Y es una lástima que él y los republicanos hayan tomado el poder en nuestro país, ya que lo usan para oprimir.

¿Utilizan la «nube» para oprimir?

No hay «nube». Dicen nube para desalentar una pregunta muy importante ¿Dónde están mis datos? ¿Qué se hará con ellos? La única nube está en la cabeza de las personas. Por otra parte, está claro que espían mucho, pero no más que antes. (Barack) Obama no fue progresista, fue más a la derecha que la mayoría de los americanos, nunca voté por él. Obedecía a los bancos.

¿Y estas prácticas las continúa Trump?

Sí, pero no sabemos si es más fuerte. De manera más cruel, sin dudas.

¿Qué diferencia hay entre diseño libre del hardware y hardware libre?

No creo que el hardware libre tenga sentido. Tendría que tener las cuatro libertades y estas no se aplican a objetos físicos. Harían falta copiadoras de objetos físicos que no existen. Pero el diseño de un objeto físico es una obra, entonces es muy caro hacer libre. 

En este punto, Stallman pide recordar de qué se tratan las cuatro libertades en las que se basa toda la ética de su movimiento: La libertad de ejecutar el programa como se desea, con cualquier propósito; estudiar cómo funciona y cambiarlo para que el usuario haga lo que quiera; redistribuir copias para ayudar a su prójimo, y poder distribuir copias de sus versiones modificadas a terceros.

¿Por qué el eje de una de tus charlas en Argentina es «copyrigth versus comunidad»?

Explico la idea de software libre, luego respondo las preguntas frecuentes sobre cómo se extiende esta idea a otras obras u otras cosas que no son el software.

¿Y cómo sucede eso?

Es complicado, no tengo una respuesta sencilla. Las obras de uso práctico tienen que ser libres y otras tienen que ser compartibles, multiplicables. 

¿Con algún tipo de límite temporal antes de compartirlas?

No. En inglés digo «share», en español «com-multiplicar». Compartir no es realmente correcto en este caso. Porque es multiplicar las copias y no dividir las copias. Entonces, creo que toda obra publicada debería ser «com-multiplicable» y no sólo para ser mirada o apreciada, tiene que ser libre teniendo en cuenta las cuatro libertades. Hay que cambiar la ley para legalizar el «com-multiplicar» obras. 

¿Qué área es la que acarrea mayores dificultades? ¿La música o la literatura dentro de las artes?

Ninguna me parece difícil. Es posible en cualquiera, y también propongo sistemas nuevos para apoyar a los artistas: que el Estado destine una cantidad de dinero a repartir entre los artistas en función de su éxito. Midiendo el éxito de cada uno, dándole dinero en razón de la raíz cúbica de su éxito.

¿Por qué la raíz cúbica?

No es la única función posible. Una estrella puede tener más éxito que el de un artista apreciado. Si estoy repartiendo dinero de manera lineal, la estrella recibiría mil veces más que otro artista y sólo apoyaría a los que no lo necesitan. Con la raíz cúbica, si A tiene 1000 veces el éxito que B, A recibirá 10 veces el dinero que B, entonces, el dinero iría a la gente de éxito medio, que es quien lo necesita.  La otra es la de pagos voluntarios. Cada máquina para reproducir obras puede tener un botón para enviar una pequeña suma a los artistas. Te sentirás bien haciéndolo. Con estos sistemas, los artistas dirían: «Por favor, com-multipliquen mis obras», porque tendrá interés, recibirá más dinero de la gente o del Estado.

Sabemos que no usas redes sociales, como Facebook, pero quizás te tiente Twitter

No rechazo usarlo, pero no me conviene. Es mucho menos malo que Facebook, quizá no sea malo. El único mal posible es que no puedes usarlo escondiendo tu ubicación. Si un servicio exige saber dónde estoy, no lo uso.

¿Y qué opinás de Wikipedia?

Tiene algunos problemas pero, básicamente, es bueno.

¿Y Wikileaks?

Apoyo su misión pero a veces actúa mal en los detalles. Cuando publica colecciones de documentos sin borrar nombres de personas no esenciales, es malo.

Fuente de la entrevista: http://www.primeraedicion.com.ar/nota/248630/la-educacion-es-la-actividad-estatal-que-mas-afecta-la-libertad-de-l.html

Fuente de la imagen:

http://www.primeraedicion.com.ar/fotos/750x/2017/06/11/09816bfc969b1b5ee447da2a9478510c.jpg

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Cultura Libre: derechos y más derechos

Sursiendo

Desde SurSiendo ponemos nuestro punto y aparte (por ahora) al debate sobre cultura libre que hemos desarrollado junto a David G. Aristegui, Leonardo Toledo, y demás personas.

Así, para finalizar queremos aclarar, resumir y subrayar cuestiones que nos parecen importantes:

El geógrafo marxista David Harvey nos comparte Los 17 mandatos del anticapitalismo, que como otros análisis sobre qué queremos construir para salir de las dinámicas capitalistas, nos parecen interesantes para ir visualizando por dónde trabajar. Hay un punto que queremos destacar (aunque todos son muy interesantes):

3. La oposición entre propiedad privada y poder estatal sea desplazada tanto como sea posible por regímenes de derechos comunes –con énfasis concreto sobre el conocimiento humano y la tierra como los comunes más cruciales que tenemos- cuya creación, gestión y protección se sitúe en las manos de asambleas y asociaciones populares.

La cultura libre, enlazada siempre con los demás ámbitos de los comunes, busca democratizar la cultura, para que quien quiera pueda producir y acceder a los conocimientos y las artes, sin barreras económicas, sociales o políticas. Es un gran salto adelante significativo según como está el estado de las cosas.

Actualmente el derecho de autor, como está aplicado, limita la posibilidad de la cultura libre. Entonces tenemos que el derecho de autor se divide en el derecho moral y el derecho patrimonial. El primero es el que reconoce la autoría de alguien sobre una obra (y siempre está presente), y el segundo básicamente sobre quién se beneficia económicamente de esa obra.

El derecho patrimonial suele ser cedido a intermediarios (discográfica, editorial, academia, etc.) que se encargan de comercializar la obra, y que suele obtener, en la mayoría de los casos, más del 70% de lo recaudado. Además, según las últimas modificaciones en la mayoría de los países se amplió a 70 años desde la muerte del autor/a el cobro de estas regalías (o royalties) por parte de sus herederos (en México llega hasta los 100 años tras la muerte del autor).

Todo esto propicia que haya posibilidades de censura por parte de la empresa intermediaria o por parte de quien heredó la obra, quienes están en su derecho de no publicar más, o evitar que se difunda, o cobrar por cualquier obra derivada (canciones, cuentos, películas, remezclas que se basen en la obra). Por ejemplo, leíamos hace unos años:

los irlandeses celebraban en la calles de Dublín el centenario del Bloomsday, era otro 16 de junio en el que se festeja la famosa obra Ulises del escritor James Joyce. Pero los festejos estuvieron a punto de aguarse. Un nieto del escritor prohibió que se hicieran lecturas públicas de las obras de su abuelo salvo que le pagasen considerables sumas de dinero, la ley de copyright lo amparaba en su demanda.

Además de que apoyándose en estos derechos es posible limitar la libertad de expresión en Internet.

A su vez, como contábamos hace unos años«“hecha la ley, hecha la trampa” y es así como por ejemplo, el hecho de que por más que una obra haya sido devuelta al común, puede que sus traducciones, obras derivadas y similares pertenezcan a sus reeditoras».

El derecho de autor también tiene ciertas controversias respecto al derecho moral, de ahí que en SurSiendo hablamos de la muerte de la autoría, porque no creemos ya en la idea romántica del autor aislado que tiene una iluminación creativa, alguien especial a quien hay que cuidar. Todas las obras se inspiran en la cultura que la rodea, que han sido antes o en otras partes del mundo, por lo que habría que dar tributo a todas esas influencias culturales.

En la era Internet que estamos iniciando, el link (enlace o vínculo) es una especie de símbolo que muestra claramente cómo se interconectan las ideas, las referencias, los distintos sentires y haceres. Esta hipertextualidad propia de la Realidad 2.0 rompe con cómo se ha concebido la cultura hasta el siglo XX, elimina intermediarios, crea relaciones P2P y ofrece aire fresco para que miles de jóvenes usen sus cámaras, creen algo y difundan, para que se escriba en miles de blogs, se hagan millones de fotografías, se graben millones de temas musicales. De la calle a la pantalla, del instrumento al click. Nuevos tiempos para la lírica.

Una de las cuestiones claves es cómo retribuir a quien se inspira y se dedica horas a crear algo, difunde y aporta a la cultura de su tiempo. Cómo hacerle para que crear cultura tenga su recompensa, más allá del reconocimiento social y la satisfacción personal (ambas sumamente importantes). Poner barreras a la cultura libre es hacerle el juego a las majors culturales que tanto han hecho por tener el mundo como lo tenemos.

Eso, y buscar autonomía social para ejercer colectivamente el derecho a acceder, disfrutar, compartir, reutilizar, adaptar o remezclar cultura. Lo demás es querer volver al siglo XIX.

Nuestro agradecimiento especial a derecho a leer, Ártica, derechos digitales y por supuesto a nuestra banda del Colaborativo MX, por sus enseñanzas.

Fuente del articulo:https://sursiendo.com/blog/2014/08/cultura-libre-derechos-y-mas-derechos/#more-4423

Fuente de la imagen: https://sursiendo.com/blog/wp-content/gallery/galeria-de-imagenes-espontaneas/todo-es-una-copia.jpg

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