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¿Es la revolución aún deseable?

Por: Amador Fernández-Savater


Hay que empezar por la impotencia, seguramente una de las sensaciones más extendidas en relación a la experiencia política contemporánea. Impotencia para frenar la marcha de poderes desbocados y devastadores que nadie ha elegido en unas urnas, impotencia para transformar las cosas de manera sustantiva, impotencia de las palabras y los gestos que hemos heredado para nombrar y morder la realidad.

¿Cómo podemos entender esta impotencia? La pregunta, si la tomamos en serio, nos obliga a una revisión radical de nuestra concepción de la política. A día de hoy, esta ha devenido sencillamente en la gestión, en un territorio y entre una población concreta, de los imperativos económicos globales (finanzas, etc.). El Estado no desaparece, sino que pierde toda autonomía con respecto a los poderes que definen la realidad y se pone a su servicio. Pero gestionar nunca ha sido pensar a fondo o transformar, sino sólo modular lo que se nos presenta como necesario e inevitable, contra lo que nada debe intentarse. Una etimología de la palabra “necesidad” nos la presenta asociada a los siguientes significados: “argolla”, “estrechamiento”, “sofoco”… Es la asfixia de la situación sin salida. Las distintas opciones partidistas, que compiten en las elecciones con el fin de alcanzar el poder estatal, son distintas variantes de gestión de la misma argolla.

Esa gestión se rige hoy por un código simple: gobierno-oposición. Ese código es un segundo clavo en el ataúd de la impotencia política. El gobierno se convierte principalmente en la serie de maniobras que le permiten seguir siendo gobierno. La oposición maniobra a su vez para ocupar los puestos de gobierno. Todas las cuestiones vitales —la enseñanza, la salud, el trabajo, etc.— son constantemente instrumentalizadas en esas maniobras de poder: no importan nada en sí mismas y por sí mismas, sólo son pretextos para atacar al otro y reforzarse uno. Esto es una obviedad para cualquiera que vea simplemente un telediario sin ser un fanático de alguno de los bandos en competencia.

El código gobierno-oposición segrega un tercero excluido: la población, convertida en espectadora y consumidora, mantenida rigurosamente al margen de la decisión en los asuntos que le atañen, reducida a quejarse, votar u opinar en las redes sociales, lo que muchas veces es lo mismo. La mayor catástrofe de la sociedad contemporánea, la base de todas las demás, no es algún tipo de acontecimiento por venir, sino este tipo de relación con el mundo: nuestra posición de espectadores de lo que pasa, de consumidores ilusos e indiferentes, de opinadores sabihondos pero sin el cuerpo implicado en una experiencia de cambio. Ninguna transformación social de calado es posible sin una activación de la sociedad, sin salir de la condición espectadora y victimista de la realidad, sin convertirnos en agentes del propio cambio.

“No nos representan”, “lo llaman democracia y no lo es”, “la lucha es el único camino”: los gritos de los movimientos de los últimos años revelan una inteligencia lúcida de toda esta situación. De cómo la política reducida a gestión, administrada según el código gobierno-oposición y con la población como espectadora, amenaza la vida digna (y la vida a secas) sobre el planeta y supone un verdadero escollo para la transformación social, escollo entendido como dificultad, como obstáculo, como problema, como peligro.

“La lucha es el único camino”, sí. Pero, ¿qué es luchar? Podemos pensarlo así: es un acto de interrupción colectiva de las maneras establecidas de ver y vivir, una forma de parar el mundo como diría Carlos Castaneda. Y el planteamiento de un nuevo juego de preguntas y respuestas, preguntas sobre la vida en común y respuestas creadoras de nuevas posibilidades de existencia. No preguntas y respuestas abstractas o lanzadas al aire, sino muy concretas, vividas, situadas, efectuadas a través de espacios, experiencias, dispositivos, hechas con el cuerpo.

Una lucha es, como dice Isabelle Stengers, la reapropiación colectiva de la facultad de poner atención: esa inteligencia práctica y situada que se activa justamente cuando nos hacemos cargo de un trozo de mundo del que dependemos y en cuyo interior reside el mundo común entero.

Lo que hace falta por tanto no es más crítica, no son juicios morales o sabihondos lanzados sobre el mundo desde lejos, ni la opinión por muy mordaz que sea lanzada contra los temas que pasan ante nuestros ojos por las pantallas, sino activar la capacidad de plantear problemas propios (pensamiento) y de ensayar respuestas encarnadas (creación). El desafío sin duda más delicado y difícil, pero también más fecundo. Las preguntas perforan el guión que nos propone a diario la sociedad del espectáculo, porque construir un problema propio es muy distinto a opinar sobre un tema enlatado y prefabricado. Y las respuestas suponen un nuevo aprendizaje del mundo a través de la producción colectiva de situaciones y experiencias.

Nuestra capacidad de atención se libera entonces de su captura cotidiana, nuestra potencia de pensamiento se desbloquea, nos volvemos capaces de pensar y actuar a partir de realidades que nos afectan. Salimos de la condición espectadora y victimista, de la queja y la espera permanente, del juicio moral y las generalidades. Y de ese modo desafiamos el bucle catastrófico de la gestión.

¿Por qué bucle catastrófico? Porque secuestrando la capacidad colectiva de pensar y actuar en favor del monopolio de los que saben y pueden, evitando la aparición de nuevos juegos de preguntas y respuestas, limitándose en el mejor de los casos a la contención, a ofrecer “un mínimo de protección” con respecto a los efectos más devastadores de las lógicas de poder y beneficio desatadas, la política devenida gestión oculta y a la vez reproduce las condiciones de las crisis y los males contemporáneos, preparando así de alguna forma nuevos episodios de los mismos desastres: crisis económicas, crisis de refugiados y migrantes, crisis ecológicas, feminicidios, etc.

Los movimientos de las plazas, los nuevos feminismos o ecologismos, las caravanas de migrantes, son algunas de las “situaciones de lucha” que se han ido (re)abriendo estos últimos años, irrumpiendo e interrumpiendo los saberes establecidos, creando nuevos planteamientos, nuevos enfoques y formas de vida, capaces de sacar a buena parte de la población de su condición espectadora, de poner a las sociedades en movimiento. Hay muchas otras, menos conocidas, menos visibles, sin nombre siquiera… Cada vez que se ha abierto una de estas situaciones de lucha, se han desplegado inmediatamente todo tipo de dispositivos de gobierno (represivos, mediáticos, etc.) con el fin de instarnos a “volver a la normalidad”. Pero es justamente en esa normalidad donde se incuba la catástrofe, como el huevo de la serpiente. Sólo podemos rebelarnos contra ese destino desastroso averiando la máquina y abriendo bifurcaciones en la historia, nuevos caminos. Nos las tendremos que ver entonces con otros problemas, porque no hay final de la historia ni sociedad armónica o reconciliada de una vez por todas, pero no ya con una congelación indefinida de los mismos.

Vamos a plantear aquí y ahora una distinción entre política y politización: la política es del orden de la gestión dentro de un marco-argolla dado como necesario e inevitable, mientras que politizarse implica hacerse preguntas radicales (de raíz) sobre lo existente. La política remite a una esfera exclusiva de especialistas de la cosa común en los que delegamos, mientras que la politización ocurre cada vez que abrimos y sostenemos colectivamente preguntas sobre cómo queremos vivir juntos. La política se reproduce como lucha por el poder y sucesión o recambio de dirigentes, mientras que la politización sucede cuando se inventa aquí o allá -sin lugar predeterminado o actores designados, sino por cualquiera- una interrupción de los poderes-saberes establecidos y la aparición de un nuevo juego de preguntas y respuestas.

La politización implica la transformación social —y de nosotros mismos— a través del cuestionamiento radical de objetos y relaciones completamente “naturalizados” hasta el momento: por ejemplo, la relación con el trabajo como explotación, por el movimiento obrero; la relación entre sexos como desigualdad, por el movimiento feminista; la relación con la naturaleza como depredación, por el movimiento ecologista; la desnaturalización de las fronteras y sus regímenes de muerte por parte de migrantes y refugiados…

Sin situaciones de lucha no hay pensamiento, sin pensamiento no hay creación, sin creación no hay nuevos posibles ni transformación social.

¿Es la revolución aún deseable?

Durante dos siglos al menos, la transformación social se pensó bajo la imagen de la revolución, la toma del poder tras un acontecimiento mayor que corta la historia del mundo en dos. Pero ¿y hoy, después de la experiencia desastrosa del comunismo burocrático del siglo XX? ¿Sigue siendo deseable la revolución? Michel Foucault planteó esta pregunta en una entrevista de 1977, con los ecos aún frescos de mayo del 68 y en medio de una nueva oleada de testimonios disidentes sobre la realidad de la URSS.

Foucault introduce la pregunta por la posibilidad misma de la revolución, ya no sólo su necesidad o su urgencia en abstracto, sino la deseabilidad de un cambio social radical, sin cuya sombra toda política corre el riesgo de desaparecer, convirtiéndose en politiquería y simple gestión.

“El retorno de la revolución es nuestro problema… (Si la revolución ya no fuera deseable) habría que inventar otra política o algo que la sustituyera. Vivimos acaso el fin de la política. Porque si bien es verdad que la política es un campo abierto por la existencia de la revolución, y si la pregunta por la revolución no puede ya plantearse en semejantes términos, entonces la política corre el riesgo de desaparecer”.

Desde aquel 1977, la revolución se ha vuelto ya definitivamente indeseable, en el sentido de que su referencia ha perdido toda vitalidad. Sin revolución deseable, dice Foucault, la política se vuelve gestión. Y eso es exactamente lo que ha ocurrido en Europa durante la restauración del orden en los años 80 y 90 tras las sacudidas de los años 60.

En esta situación de impasse lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer. ¿Qué significa esto?

Las imágenes de cambio propias de la secuencia política del siglo XX siguen aquí, pero no se componen ya con las prácticas, los cuerpos y las experiencias en movimiento. Se vuelven vacías, estereotipadas. Judith Butler dice que el desacople entre cuerpos y palabras es propio de situaciones de dolor y de duelo: las palabras que se dicen ya no nos alcanzan o suenan huecas, pero no tenemos otras a mano. Así estaríamos nosotros: huérfanos de la idea de revolución, atrapados en imágenes de cambio que ya “no nos dicen nada”.

Las antiguas imágenes revolucionarias siguen funcionando, pero ya sólo como imágenes-zombi. No hacen pasar la potencia, no hacen vibrar el deseo, no acompañan positivamente las prácticas, devienen reactivas y nostálgicas.

Ese desacople entre cuerpos e imágenes sería otra razón de nuestra impotencia. Es decir, la impotencia no sólo tiene que ver con el hecho de que la política ya no tenga apenas margen de maniobra con respecto a las fuerzas del capitalismo global, sino que afecta también desde dentro a las prácticas y las iniciativas que pretenden cambiar las cosas aquí y ahora. Hay miles de estas prácticas e iniciativas, dice Alain Badiou, pero nos hace falta un nuevo pensamiento de la política, otro vocabulario, otro repertorio de figuras. Las antiguas imágenes como “lucha de clases”, “huelga”, “nacionalización”, “liberación nacional”, “dictadura del proletariado”, “partido” o “comunismo” han perdido su fuerza, pero ¿cuáles han venido a reemplazarlas? El impasse significa que las prácticas de emancipación no encuentran formas propias.

Hay tristeza o infelicidad política cuando no somos capaces de inventar nuestras propias palabras y herramientas, cuando actuamos y nos medimos según imágenes heredadas de otras luchas, con respecto a las cuales siempre estaremos en déficit, siempre por debajo, siempre en falta.

En medio esta tristeza emergen actualmente en la izquierda posiciones puramente defensivas o reactivas: el soberanismo, la nostalgia de Estado del bienestar y la apelación a la patria y la Nación se presentan como los únicos horizontes posibles. A falta de una nueva imaginación política, la izquierda se aboca a disputar con la derecha la gestión del miedo, la impotencia y el victimismo de las poblaciones contemporáneas: “nosotros os protegeremos mejor”. Es un estrechamiento suicida del ámbito de lo posible.

Si queremos salir de la posición reactiva y defensiva, si queremos pasar a algún tipo de ofensiva, en el sentido de volver a tomar la iniciativa con respecto al pensamiento y la acción, si queremos volver a hacer deseable el cambio social, hay que reimaginar la revolución. Esto es, reconcebir la transformación del mundo por fuera del modelo revolucionario heredado. Repensar y dar a la luz nuevamente el cambio social y todo aquello que lleva asociado: las figuras del nosotros, el enemigo, la organización, la estrategia, el conflicto, las tácticas, el tiempo, el compromiso, el pensamiento, el objetivo, etc.

(Fuente) infoLibre publica un extracto de Habitar y gobernar. Inspiraciones para una concepción política, el nuevo ensayo de Amador Fernández-Savater publicado por Ned Ediciones. El volumen reúne artículos y entrevistas escritos por el filósofo en los últimos años, que conforman una invitación a “transformar nuestros imaginarios colectivos y a pensar en la política más allá de la gestión del poder”. Habitar y gobernar se publicó el lunes 28 de septiembre, y se puede consultar más información en la web del autor.

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Libro(PDF): «Haití: pese a todo la utopía»

Reseña: CLACSO

Sin la revolución haitiana no se entiende qué es la «modernidad». No se pueden captar a fondo sus contradicciones y complejidades. Pero la desgarrada historia de Haití, de modo privilegiado, muestra bien otra cosa: una contra-modernidad, que es de hecho una crítica (etimológicamente, una puesta en crisis) de las pretensiones falsamente «totalizadoras» de la modernidad euro/etnocéntrica. Una crítica hecha desde adentro de la modernidad misma, pero que pone al desnudo sus contradicciones insalvables, sus conflictos trágicos.

Del Estudio Preliminar de Eduardo Grüner

Autor (a): Gérard Pierre-Charles

Editorial/Edición: CLACSO.

Año de publicación: 2020

País (es): Argentina

ISBN: 978-987-722-640-9

Idioma: Español.

Descarga: Haití: pese a todo la utopía

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=2230&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1420

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Entrevista al politólogo y activista Noam Chomsky «La supervivencia de la democracia está en juego»

El pensador norteamericano definió a las elecciones presidenciales de noviembre próximo en su país como «las más importantes en la historia de la humanidad» y habló del deterioro de la democracia y la catástrofe medioambiental en una entrevista exclusiva con Télam.

El lingüista y politólogo estadounidense Noam Chomsky, uno de los intelectuales más elocuentes para leer los escenarios complejos que se articulan por debajo de la pandemia que hoy paraliza al mundo, sostiene que estamos ante una confluencia crítica generada por el deterioro de la democracia, la inminencia de una catástrofe medioambiental y la amenaza de una guerra nuclear: la evolución de ese panorama depende de las próximas elecciones en su país, a las que define en una entrevista exclusiva con la Presidenta de Télam como «las más importantes no sólo en la historia de Estados Unidos sino también en la historia de la humanidad».

A los 91 años, el brillante pensador y autor de obras como «El nuevo orden mundial (y el viejo)» «Poder y terror» mantiene la potencia de su voz disidente y antibelicista que a lo largo de más de sesenta años lo llevó a compatibilizar sus aportes académicos con intervenciones públicas que le han valido represalias de los sucesivos gobiernos de su país, como ser detenido por condenar la guerra de Vietnam, figurar en la lista negra del ex presidente Richard Nixon o recibir duros cuestionamientos por denunciar la guerra sucia de Ronald Reagan.

Acusado a veces de «antiamericano» por la dureza de sus críticas, Chomsky tiene un rol activo en causas colectivas -hace pocos meses firmó junto a 150 intelectuales un manifiesto donde alertan sobre el riesgo de la censura a los contenidos que no se ajustan a los parámetros impuestos por la corrección política- sin dejar de atizar sus cruzadas personales: el combate a las multinacionales, al neoliberalismo y al actual presidente Donald Trump, a quien caracteriza en una entrevista con Télam, vía Zoom desde su casa en Tucson (Arizona), como «una especie de dictador de pacotilla que ha creado en Washington un pantano de corrupción».

Entrevista exclusiva a Noam Chomsky

Dr. Chomsky, mientras una parte importante de la humanidad pareciera centrada en el impacto del Coronavirus y sus consecuencias, usted redobla la apuesta y advierte que la sobrevivencia de nuestra especie humana es lo que verdaderamente está en peligro.

Debemos reconocer que este es un momento histórico notable. Estamos en medio de una confluencia de crisis existenciales: la de la catástrofe medioambiental, la de la guerra nuclear, la crisis del deterioro de la democracia, que es el único medio para combatir estas crisis. Y, además, las crisis de pandemias. El Covid-19 en particular -del que saldremos- tendrá un costo innecesario, terrible. Pero no será el último. Hemos tenido mucha suerte hasta ahora porque las repetidas epidemias de coronavirus que hemos vivido lograron contenerse. El Ébola, por ejemplo, fue altamente letal pero no demasiado contagioso. El SARS es muy contagioso, pero no muy letal. La próxima pandemia que se presente podría ser ambas: altamente contagiosa y altamente letal. Entonces nos enfrentaremos a algo así como la Peste Negra del siglo XIV. Podemos prevenirlo, pero hay que hacerlo.

¿Por qué tenemos una pandemia hoy?

Es una pregunta importante para hacer. Tuvimos la epidemia de SARS en 2003, un virus muy similar. Los científicos advirtieron que vendrían otros, que debíamos prepararnos y sabíamos cómo hacerlo: aislar los virus, planificar cómo desarrollar una vacuna, fortalecer un sistema de prevención de pandemias. Todo está bastante claro. Pero no basta con tener la información, alguien tiene que hacerlo. Las grandes empresas farmacéuticas tienen los recursos, los laboratorios, etc. No lo hacen, sin embargo, porque hay algo que se llama Capitalismo. El capitalismo dicta que siempre intentes aumentar tus ganancias. No gastas dinero en algo que podría suceder dentro de diez años y en lo que no se ganará mucho dinero, de todos modos. Tienes la vacuna, la gente la usa, se acabó. Las compañías farmacéuticas invierten en cosas que puedan seguir vendiendo mañana.

¿Tal vez las crisis están mostrando la necesidad de que el Estado retome su protagonismo?

El gobierno tiene recursos inagotables, laboratorios maravillosos, pero no puede hacerlo por algo llamado neoliberalismo. Como lo expresó Ronald Reagan en su discurso inaugural, “el gobierno es el problema, no la solución”. Esto significa que las decisiones tienen que pasar de las manos del gobierno al poder privado. ¿La razón? Ellos creen que el gobierno es una institución defectuosa porque responde a la población, al menos en parte, y ese es un problema grave. No podemos permitirlo. Por tanto para ellos es necesario trasladar las decisiones a tiranías privadas que no rinden cuentas al público en absoluto. Se llama “libertad” en el discurso orwelliano contemporáneo. Volviendo a la pandemia, significa que el gobierno no pudo intervenir, porque nunca pensaron en la gente. Así que no hubo esfuerzos para desarrollar la vacuna y así sucesivamente. No obstante, hubo algunos avances.

¿Se refiere a las políticas del presidente Obama y su propuesta de seguro médico? Cuánto devastó Trump de ese legado?

La administración Obama puso en funcionamiento un plan de respuesta ante una pandemia que era bastante esperable que estallara. Hubo investigaciones conjuntas entre científicos estadounidenses y chinos para tratar de identificar coronavirus en cuevas de China e intentar secuenciar los genomas. Se ejecutaron programas de demostración para ver qué pasaría si el virus se propagaba. Todos estas iniciativas sucedieron hasta enero de 2017. Si bien no eran suficientes, al menos eran algo.

A los primeros días de asumir, Trump desmanteló estos proyectos. Todos los años ha intentado retirar los fondos. La última vez fue en febrero de 2020. Cuando la pandemia se desata, el presidente recorta los gastos relacionadas con la salud pública, incluidos los del Centro para el Control de Enfermedades. Como resultado, Estados Unidos estaba singularmente mal preparado cuando golpeó la pandemia. Ha habido todo tipo de incompetencia y malicia en relación a su manejo.

Lo que aparecen como serios desatinos del presidente Trump ha contado, en realidad, con respaldos institucionales sólidos.

El Congreso Republicano ha aprobado cientos de esfuerzos legislativos para acabar con la ley de atención asequible, la ley de Obama, y no dejar nada en su lugar. La ley algo avanzó. No se acerca a lo que tienen otros países, pero al menos fue un adelanto y quieren matarla, porque para ellos ,no debería existir nada fuera del mercado. Si puedes sobrevivir bien o si no mal. Se llama “Libertario”, lo que es una broma de mal gusto. Es totalitario. Te están diciendo que si eres lo suficientemente rico para sobrevivir, genial; si no lo eres, mala suerte. Eso se está manifestando en la crisis del COVID-19. Hay mucha gente que se niega a hacerse la prueba porque es demasiado cara. Me refiero a que técnicamente el gobierno paga pero luego la gente recibe copagos que su compañía de seguros no pagará. Los ciudadanos de los Estados Unidos son el cuatro por ciento de la población mundial y el 25 por ciento de los casos. No hay mejoría. De hecho, está empeorando. Yo no he salido de mi casa en cuatro meses.

¿Hay un momento en que estas ideas tomaron mayor fuerza?

Echa un vistazo a los hospitales, especialmente desde Reagan. Los programas neoliberales de Reagan fueron realmente duros con la población en general. Los hospitales funcionan con un modelo comercial, deben ser eficientes, solo tienen los recursos a utilizarse en una situación normal. Se asemejan a una línea de montaje en la empresa Ford Motors. Con los recursos justos. Cuando se presenta cualquier situación excepcional, el desastre es total. De hecho, este modelo de negocio Reaganiano tuvo un efecto en todo el mundo. Esas son las batallas que se libran internamente en Estados Unidos, pero lo mismo está sucediendo en todas partes. Los movimientos populares están tratando de moverse hacia una sociedad viable y habitable. Y la pregunta es ¿quién va a ganar?

¿Como revertirse algunas de estas políticas frente a tantas urgencias?

Por supuesto que es mucho lo que puede hacerse, pero hay que superar barreras serias. Hay que superar la lógica capitalista, hay que superar la plaga neoliberal y hay que superar el liderazgo malévolo; tres barreras principales. No va a ser fácil, pero no es imposible. Las otras crisis: calentamiento global, guerra nuclear, deterioro de la democracia, sabemos cómo afrontarlas y es imprescindible hacerlo. No queda mucho tiempo.

¿En este contexto, ¿El resultado electoral del próximo 3 de noviembre puede ser la bisagra para superar o agravar las distintas crisis que viene enumerado y describiendo?

Claro, las elecciones de 2020 son probablemente las más importantes que ocurran no sólo en la historia de Estados Unidos sino también en la historia de la humanidad, por una razón que no se discute y que es en sí misma asombrosa. Es la pregunta más importante que hoy enfrenta la humanidad y, de no se responderse pronto, podría significar el fin de la vida humana organizada en la Tierra. Se trata de la catástrofe medioambiental que se avecina. No está lejos, no se puede retrasar y debemos decidir si la vamos a enfrentar. Este es el tema principal que está en juego en la elección. El presidente Trump y su partido han dejado muy claro que quieren acelerar la carrera hacia el desastre. Quizás sea una señal de que la especie humana es simplemente inviable, si no puedes lidiar con un problema como este. Y no es el único. La segunda cuestión crucial que enfrentan los seres humanos -y que tampoco se menciona- es la creciente amenaza de guerra nuclear. Es muy alta, mayor que durante la Guerra Fría según los principales expertos en el tema, y sigue elevándose considerablemente. Tenemos que preguntarnos en qué tipo de sociedad vivimos. Qué clase de especie somos si no estamos dispuestos a parar estos desastres.

¿Cuál es la razón para que estos temas tan vitales y urgentes no sean la prioridad en la agenda política estadounidense?

Estados Unidos es un país muy libre, más que cualquier otro en el mundo. Por otro lado, es la más empresarial de las democracias occidentales. Los empresarios estadounidenses tienen una elevada conciencia de clase. Son marxistas hasta la médula, en una especie de marxismo vulgar invertido. Libran conscientemente una guerra de clases, sin descanso, sin retroceder, sin detenerse nunca. Y hay resultados.

Las instituciones financieras son tan poderosas que no permiten resolver estos temas porque para ellos no son un problema. La población lo quiere, pero cada vez que se hace algo las instituciones financieras vienen y lo aplastan. Bueno, ¿por qué deberían existir? ¿Por qué deberíamos tener el 40 por ciento de las ganancias en Estados Unidos en manos de instituciones depredadoras, que no hacen nada por la economía y probablemente la perjudican? ¿Por qué deberíamos tener una industria de combustibles fósiles, que cumplió su función en las primeras etapas del desarrollo capitalista, pero ahora es una institución que se dedica a matar personas y destruir la vida en la Tierra? ¿Por qué conservarla? ¿Por qué no hay un rechazo masivo? Ni siquiera sería tan caro actualmente con el precio del petróleo a la baja. Por mucho menos gasto del que se dedica a otras cosas, el gobierno podría acabar con la industria de los combustibles fósiles. Por qué no tapar los pozos que tienen fugas de metano o avanzar hacia una energía sostenible?. Son tareas factibles, pero antes que nada deben elevarse al nivel de conciencia.

En este sentido, se observa el surgimiento de nuevos tipos de activismo político sumados a las protestas masivas, con una intensa participación de los jóvenes, o fenómenos como el movimiento Black Lives Matter. ¿Qué significa la aparición de estos nuevos factores y actores en la política estadounidense?

Es muy significativo. Black Lives Matter después del asesinato de George Floyd no se parece a nada en la historia de Estados Unidos, literalmente. Nunca ha habido un movimiento social que se haya desarrollado a tal escala con un enorme respaldo popular. Dos tercios de la población lo apoyaron, eso es más que lo que Martin Luther King logró en pleno apogeo. Es solidaridad entre negros y blancos, marchando del brazo, buscando temas importantes que abordar; no solo los ataques policiales contra los negros -que ya es bastante escandaloso- sino también problemas mucho más profundos. Si bien es un cambio notable en la sociedad estadounidense no es un fenómeno aislado. Es uno de los muchos signos de una conciencia creciente acerca de los problemas más enraizados y complejos. Han transcurrido 400 años desde que trajeron esclavos a los Estados Unidos; 400 años de continua violencia y opresión sin tregua hasta el presente, con un lúgubre legado. Y finalmente se está considerando con bastante seriedad. Hace un par de meses el New York Times publicó una serie muy significativa llamada “1619” (fecha del comienzo del trafico de esclavos), en la cual se exponía los crímenes atroces de la esclavitud y la post esclavitud hasta el presente. Hace unos años hubiera sido inimaginable, ni siquiera se le hubiera ocurrido a alguien hacerla.

¿Cuánto influye el racismo y antirracismo en las próximas elecciones del 3 de noviembre?

Está teniendo un efecto sustancial. Para la administración Trump, para el Partido Republicano, es la pieza absolutamente central de su campaña. Hacen hincapié abiertamente sobre la supremacía blanca. El tema central es mostrar una América cristiana blanca en peligro; mientras disminuye su número y crece sobre ella la amenaza de personas de color, de minorías, de sectores con ideas progresistas, hay que preservar la América cristiana supremacista, blanca y racista. Ese es el tema abierto de la campaña. Nunca ha existido nada parecido. He visto corrientes subterráneas de este tipo a lo largo de la historia de Estados Unidos, pero nada tan abiertamente racista. No es solo la campaña, son los tweets, los comentarios, cada declaración que está haciendo Trump es una incitación a la supremacía blanca, al odio blanco. Su base son ahora los evangélicos, ese 25 por ciento de la población que es republicana, rural, tradicional, conservadora, cristiana blanca.

Hoy se refleja en el clima social un nivel de polarización que no se veía desde hace décadas. Una parte importante esta movilizada con cuestionamientos profundos. ¿Las protestas pueden ser el motor del cambio?

Si, es posible con un activismo popular comprometido. Es el tipo de cosas que se están viendo en las calles después del asesinato de Floyd. Ese tipo de movilización intergeneracional y multiétnica puede generar cambios. De hecho, ha llevado a todos los cambios positivos que han tenido lugar a lo largo de la historia: abolición de la esclavitud, derechos de la mujer, oposición a la agresión, lo que sea; siempre ha venido del mismo lugar y eso puede pasar ahora. Pero hay que hacerlo. Todo lo que hemos mencionado tiene soluciones que no son utópicas, están al alcance. Es necesario que alguien recoja la pelota y corra con ella. Algunas de las formas de hacerlo es manifestarse en las calles u ocupando oficinas del Congreso, como lo hizo el grupo de jóvenes Sunrise Movement con la oficina de Nancy Pelosi. Bueno, obtuvieron apoyo de los representantes jóvenes elegidos en la ola de Sanders, especialmente Alexandria Ocasio-Cortez, y se logró poner un New Deal Verde en la agenda legislativa por primera vez. Ese es un prerrequisito para la supervivencia, la enorme oposición en los centros de poder, la industria de combustibles fósiles, las industrias financieras, los bancos, etc. Es el tipo de cosas que ofrecen esperanza de una supervivencia y una vida digna. Se puede hacer, pero no ocurre por sí solo.

¿Como juega el Partido Demócratas en este nuevo escenario político y con un panorama electoral en el que lleva ventaja pero puede ser imprevisible?

Los movimientos populares son tremendamente significativos, también al interior del Partido Demócrata. Cuál se impondrá? El partido de la base popular, que es una especie de socialdemócrata, o el de los clintonistas, orientado hacia los donantes, particularmente los más ricos. La oposición demócrata está dividida entre estas dos tendencias y sus diferencias se plasman en muchos temas importantes. Uno, por ejemplo, el cambio climático. Joe Biden y Kamala Harris, los nominados a la presidencia y vicepresidencia, pedían el fin de los subsidios para las empresas de combustibles fósiles, demanda explicitada en la plataforma electoral de 2016. La idea de que el gobierno subsidie a las empresas que se comprometen a destruir la vida en la Tierra está más allá de las palabras. Y no solo en los Estados Unidos, sucede en todo el mundo. El Partido Demócrata, dirigido por burócratas seguidores de Clinton, la eliminó del programa, ante el riesgo de que estas empresas dejarán de contribuir a la campaña.

¿Cuán profundas son las diferencias entre el ala más “progresista” y la “burocracia recaudadora”, como usted llama a los seguidores de Clinton?

Echa un vistazo a la campaña de Sanders. Las posiciones de Bernie son condenadas en un espectro amplio, incluso por liberales que dicen: “son agradables, son buenas, pero el país no está preparado para ellas”. Repasemos el programa para el que el país “no está preparado”. Sanders tiene dos propuestas principales: una es la atención médica universal. ¿Se te ocurre algún país que no tenga salud universal? No, existe en todas partes. Entonces, lo que se afirma en todo el espectro mediático es que es demasiado radical decir que Estados Unidos podría llegar al nivel de cualquier otro país avanzado, incluso al de los países pobres. “Es imposible. No podemos llegar tan alto ”.

El otro programa es la educación superior gratuita. Está en todas partes; en los países capitalistas más avanzados, aquellos con mayores récords y logros: Alemania, Finlandia, Francia, dondequiera que mires hay educación superior gratuita. Los países pobres también la tienen. Pero suena como algo demasiado radical para los estadounidenses. Para los clintonistas -burócratas, conservadores, preocupados por los donantes ricos – estas propuestas no se pueden permitir. Para la base popular son fundamentales; desean elevarse al nivel del resto del mundo.

Casi habiendo terminado su primer mandato, ¿Qué cree que ha significado la presidencia de Trump para la democracia estadounidense?

Abrís los periódicos casi todos los días, por ejemplo, en el New York Times, y ves un titular que dice “¿Es este el fin de la democracia estadounidense?”, “¿Es esta la última elección estadounidense?”. No son teorías conspirativas marginales. La supervivencia de la democracia está en juego. La democracia no se basa solo en reglas y leyes. Se basa en la buena fe y la confianza. La democracia moderna más antigua, Gran Bretaña, tiene 350 años, su constitución se puede escribir en una pequeña tarjeta, es una oración o dos. Y ha existido gracias a la buena fe y la confianza. Cuando Boris Johnson prorrogó el Parlamento, para poder aprobar su versión del Brexit, hubo un gran alboroto en Inglaterra y la Corte Suprema reaccionó. Eso no sucedería en Estados Unidos con la Corte que tenemos. Lo que está haciendo Trump es mucho más extremo. El Poder Ejecutivo ha sido casi totalmente depurado de cualquier voz crítica o incluso independiente. Quienes quedan son sólo aduladores, como Mike Pompeo o Mike Pence. Constitucionalmente, los nombramientos realizados por el presidente deben ser ratificados por el Congreso, por el Senado. No está sucediendo. Ni siquiera los envía para su confirmación. Simplemente los nombra en un puesto temporal. Trump ha creado en Washington un pantano de corrupción. Es como una especie de dictador de pacotilla.

¿En la era Trump no solo se redujeron derechos, también se vio afectada la calidad institucional de una democracia que aparecía como “ejemplar”?

¿Qué queda de la democracia? No demasiado. Hay mucho de qué culpar a los demócratas. Mucho. Pero lo que está pasando en el Partido Republicano nunca ocurrió en la historia de la Democracia Parlamentaria, bajo el liderazgo de un dictador de pacotilla. El Senado en manos de Mitch McConnell, cómplice cercano del Presidente, simplemente se niega a actuar. No hace nada más que aprobar leyes para enriquecer a la porción del electorado súper rico de Trump: recortes de impuestos, exenciones corporativas, etc. También se dedica a copar de lleno el poder judicial, con abogados jóvenes de ultraderecha que permanecerán por más de una generación y podrán bloquear cualquier legislación que se aleje de sus posiciones extremadamente reaccionarias. Este es el Senado. El Poder Ejecutivo se acabó.

Como ha señalado muy claramente, en Estados Unidos conviven un gobierno que se va corriendo cada vez más a la extrema derecha del espectro político, con enormes movimientos políticos de participación masiva en medio de esta profunda crisis de salud, que ha agudizado muchas de las contradicciones subyacentes. En ese contexto, ¿Cómo imagina el mundo post-covid-19?

Quienes produjeron la crisis en la que estamos ahora (la pandemia, el calentamiento global -que es mucho más grave-, la amenaza de una guerra nuclear, la destrucción de los procesos democráticos, básicamente todo el programa neoliberal) están luchando sin descanso para asegurarse que el sistema que crearon, del que se han beneficiado, persista de una forma aún más dura, con mayor vigilancia y control. Una tendencia mundial que se ejemplifica en la política exterior de Trump. No es fácil encontrar demasiada coherencia en el caos de la administración actual, aunque destacan algunas ítems. En asuntos internacionales la intención descrita abiertamente por Steve Bannon (uno de los principales estrategas de Trump en los primeros años) ha sido crear una internacional reaccionaria; una internacional de los Estados más derechistas del mundo, dirigida por la Casa Blanca. Eso significa en Medio Oriente alentar las dictaduras familiares del Golfo, MBS [Mohammad bin Salman, príncipe de Arabia Saudita] y el resto. O apoyar la peor dictadura en la historia de Egipto, (Trump la llama su dictadura favorita), o que Israel se haya movido muy a la derecha. En el hemisferio occidental, respaldar países como el Brasil de Bolsonaro o a otras figuras de ultraderecha. Moviéndonos más hacia el este tenemos la India de Modi, que intenta desmantelar la democracia secular. El grupo gobernante radical hindú es su candidato preferido. En Europa, Victor Orban de Hungría, quien atenta contra el sistema democrático y además de otros ejemplos que abundan por el mundo. Básicamente, una iniciativa internacional reaccionaria de la Casa Blanca.

Se trata de una estrategia global que se combina a nivel nacional con los programas neoliberales que han perjudicado gravemente a la población y han beneficiado enormemente a una minoría minúscula. Persistirán en una forma aún más dura, esa es una tendencia internacional.

¿Que alternativas hay frente a esto? ¿Cuál sería la respuesta?

En todo el Planeta hay fuerzas populares que dicen “ese no es el mundo que queremos”, “ese no es un mundo en el que la gente pueda vivir una vida digna, en el que la sociedad pueda sobrevivir, en el que habrá políticas dirigidas a las necesidades no lucrativas”. Se están reuniendo de hecho. En unos días se realizará el primer encuentro de La Internacional Progresista. Fue fundada por la gente de Bernie Sanders en los Estados Unidos, Young 25 en Europa con la gente de Varoufakis (ex ministro de economía de Grecia), un movimiento europeo transnacional que está tratando de preservar lo que es valioso en la Unión Europea y superar sus serias fallas. Tienen candidatos en el Parlamento Europeo y han traído voces del Sur Global. La primera reunión tendrá lugar en Islandia, el Primer Ministro es miembro de la organización. Eso representa otra fuerza en distintos lugares del mundo. Representa una especie de guerra de clases a escala internacional, enfrentando riesgos que nunca han existido en la historia de la humanidad. Son colosales. Se trata literalmente de la supervivencia de la humanidad. Esa es la situación que tenemos ahora mismo, no se puede hacer una predicción.

El líder demócrata Bernie Sanders promueve la conformación de una Internacional Progresista.El líder demócrata Bernie Sanders promueve la conformación de una Internacional Progresista.

Si sabemos muy bien cómo actuarán las fuerzas reaccionarias. Tienen recursos económicos, poder estatal, tienen programas, están comprometidos. La pregunta es cómo reaccionará la población general del mundo. Tienen opciones, tienen posibilidades, tienen números. La pregunta es si pueden montar una fuerza contraria que de alguna manera permita a la humanidad escapar de la actual confluencia de crisis que enfrentamos.

¿Qué tipo de liderazgos políticos se requiere en estas circunstancias? ¿Cuales imagina emergiendo de esta pandemia?

Ahora mismo es difícil ser particularmente optimistas al respecto, pero sabemos qué tipo de liderazgo político nos gustaría que saliera. La cuestión es si podemos hacer que asuman. Tomemos la Internacional Progresista. Creo que gente como Bernie Sanders y Yanis Varoufakis y otros asociados con su movimiento, AOC [Alexandria Ocasio-Cortez] en los Estados Unidos, y algunos otros con este perfil, serían el tipo de líderes políticos que podrían lidiar con estas grandes crisis. No solos, por supuesto. Los líderes políticos no pueden hacer nada [solos]. Primero necesitan un apoyo popular masivo. Y luego tienen que romper el poder que poseen las instituciones y que controlan la sociedad. Hay que recordar que vivimos en mundos de Estado-Capitalismo y cada país tiene una forma u otra de Estado-Capitalismo. Eso significa una concentración extrema de poder en instituciones privadas con enorme voluntad y poder enorme y que suelen tener una gran influencia en todo lo que sucede. Eso tiene que ser eliminado.

Dr. Chomsky, una pregunta final. En lo que respecta a América Latina, en la cual vemos esta batalla entre gobiernos más progresistas y gobiernos de derecha o extrema derecha como es el caso del Brasil de Bolsonaro. ¿Qué mensaje le gustaría transmitir a la Región en este momento?

Brasil envía mensajes muy claros. El Banco Mundial, que no es una organización particularmente de izquierda, hizo un análisis detallado de la economía en 2016, un par de años después de que Lula dejará el cargo. Calificaron los años de Lula como una década dorada en la historia de Brasil, con fuertes reducciones de la pobreza, incorporación de gran parte de las poblaciones que habían sido marginadas, inclusión, grandes avances en el desarrollo social. Dijeron que fue una década dorada, nada comparable. En ese momento Brasil fue probablemente el país más admirado del mundo, estaba en foros internacionales, era una voz para el Sur Global, estaba uniendo a Sudamérica. Lula era probablemente la figura política más respetada del mundo. ¿Qué es ahora? Brasil es simplemente objeto del desprecio y el ridículo del mundo, dirigido por un payaso virulento, una persona que apoya la dictadura militar, que busca destruir. La devastación de la selva amazónica aumentó aproximadamente el 30% sólo en el último año. Acabemos con todo, enriquezcamos aún más a los ricos, matemos a quien no nos guste, dejemos que la pandemia continúe. Es el gobierno quizás más reaccionario en la historia de Brasil. Un objeto de burla en todo el mundo. Bueno, esas son lecciones. Contamos con un plazo de diez años. La lección es que tienes el futuro en tus manos. Puedes hacerlo de una manera, puedes hacerlo de otra manera. No hay forma de predecirlo. Eso es Brasil, se podría aplicar lo mismo a los demás.

Dr. Chomsky, gracias una vez más por todo.

Bernarda Llorente. Presidenta de Télam.

Fuente: https://www.telam.com.ar/notas/202009/512967-noam-chomsky-la-supervivencia-de-la-democracia-esta-en-juego.html

 

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Las tensiones de la tradición

Por: Leonardo Díaz

 

Podemos hacer una analogía débil en la ética y la política hablando también de la existencia de una “tensión esencial” entre el pensamiento conservador que intenta preservar la tradición establecida y el pensamiento revolucionario que intenta derrocarla.

 

En mis dos últimos artículos publicados en este periódico, “Política y fundamentalismo religioso” (16-7-2020),  y  “Cultura de la libertad y cultura de la cancelación” (23-7-2020), he mostrado dos actitudes que permean el espacio público actual.

Una de ellas, la del fundamentalismo religioso, incurre con frecuencia en “el argumento a la tradición” (argumento ad antiquitatem), una falacia consistente en pensar que una práctica es válida porque forma parte de las costumbres o las tradiciones de una determinada comunidad. Bajo esta premisa, se escucha objetar una nueva ley, una creencia diferente o un argumento original debido a que “está en contra de nuestras tradiciones”, o porque pertenece a sociedades con otras costumbres.

La otra actitud, la que estimula la cultura de la cancelación, intenta destruir un  legado histórico de obras literarias y artísticas, así como erradicar textos e ideas filósoficas incompatibles con las nuevas sensibilidades en materia de etnia, género, o concepción de la justicia.

Las dos posturas son perniciosas para la democracia y la cultura de la libertad. Ambas son ajenas a un fenómeno que distingue las creaciones históricas. El filósofo Thomas Kuhn señaló que el desarrollo de la ciencia es el producto de la interacción entre un pensamiento convergente, que intenta resolver los problemas a partir de modelos estandarizados en una tradición de ciencia normal; y el pensamiento divergente, que rompe con esos modelos  buscando nuevas formas de abordar las situaciones problemáticas. Kuhn denominó a este fenómeno: “la tensión esencial”.

Podemos hacer una analogía débil en la ética y la política hablando también de la existencia de una “tensión esencial” entre el pensamiento conservador que intenta preservar la tradición establecida y el pensamiento revolucionario que intenta derrocarla. Requerimos de ambas formas de pensamiento. Si destruimos el legado que nos parece odioso, destruimos la base conceptual del cambio y el horizonte desde el cual situamos en perspectiva nuestras propias creencias. Por otra parte, si solo intentamos preservar nuestra herencia, nuestras formas de vida se fosilizan.

La actitud fundamentalista se resiste al cambio; la actitud de clausura niega la tradición. Ambas perspectivas arrojan un velo sobre la historia efectual que permite comprender el interminable proceso que nos define como seres humanos

Fuente: https://acento.com.do/opinion/las-tensiones-de-la-tradicion-8844081.html

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OVE entrevista a José A. Falconi Borraz: “Un pueblo sin educación es un pueblo fácil de manipular, explotar y oprimir”

Entrevista realizada por Luis Miguel Alvarado Dorry en exclusiva para Otras Voces en Educación.

Conocimos y escuchamos hablar de José Armando Falconi Borraz en las diversas luchas magisteriales en el estado de Chiapas, México; movilizaciones y protestas que se mantuvieron en contra de la reforma educativa neoliberal del sexenio pasado oficializada por el entonces presidente de la república, Enrique Peña Nieto, asimismo en las que se mantuvieron antes del confinamiento por el coronavirus COVID-19, debido a la continuidad de dicha reforma en el gobierno actual.

Es licenciado en Economía por la Universidad Autonoma de Chiapas (UNACH), tiene una nivelación pedagógica en la Escuela Normal Superior de Chiapas, es magíster en Educación por parte del Instituto de Estudios Superiores de Chiapas. Es miembro del Taller de la Realidad Regional “Pedro Díaz Cuscta”, de la material de historia socioeconómica de Chiapas, en la facultad de Ciencias Sociales. Actualmente es Secretario General del Comité ejecutivo de la Asamblea Estatal Democrática de la sección 40 del SNTE-CNTE en el estado de Chiapas, México.

José Armando es economista de formación, sin embargo, ha visto muy de cerca la vida precarizada de comunidades enteras de originaries y campesines, causadas por el sistema capitalista y su modelo politico neoliberal, el cual, por su formación, sabe la manera en la que este sistema explota a les cuerpos y territorios convirtiendoles en mercancías. Por ello, el profe Falconi, como generalmente se le conoce, se ha vuelto un maestro por “convicción” con un enorme compromiso social con el hito de construir otras formas de vivir, otras más justas, más humanas y más democráticas. Asmismo hace suya la frase de la CNTE “en la calle la protesta y en el aula la propuesta” con el fin de seguir construyendo propuestas educativas alternativas que contrarresten los embates del capitalismo.

 

José Armando, ¿Cómo llegó a la educación crítica y contestataria y, a la lucha gremial y social? Cuéntenos un poco su historia de vida.

Bueno, quisiera comenzar diciéndoles que soy economista, egresado de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), de la Facultad de Ciencias Sociales, Campus III de la ciudad de San Cristóbal; terminé una Nivelación Pedagógica en la Normal Superior y una maestría en Educación en el Instituto de Estudios Universitarios en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, Chis.

Trabajé en programas federales de Pronasol, de Programación y Presupuesto; en proyectos del Banco Mundial en SEDESOL; en el Instituto Nacional Indigenista en comercialización de Café; en la Subdelegación de Concertación Agraria en los programas de tenencia de la tierra; en el INEGI en seguimiento a Empresas; en el Centro de Información y Análisis de Chiapas y finalmente adquirí la plaza base en el nivel de Telesecundaria en 1994, meses después del estallido del levantamiento indígena del EZLN. Soy economista de profesión y maestro por convicción.

El primer acercamiento que tuve fue con los alumnos y los padres de familia en las comunidades rurales campesinas e indígenas, donde prevalece la marginación, pobreza y miseria; además, del gran rezago educativo: analfabetismo, deserción escolar, reprobación y falta de infraestructura educativa. En telesecundaria se carece de espacios educativos (infraestructura), de antenas parabólicas, televisores y a veces de señal de trasmisión, si no es una es otra cosa y hasta de los libros de texto, en pleno siglo XXI.

Es difícil mantenerse al margen del tema educativo ante el avasallamiento de políticas neoliberales y del tema sindical; era necesario tener una participación política en la vida sindical de los trabajadores de la educación, primero organizarnos y luchar por la democratización de nuestra sección, y también conocer que en la historia del movimiento magisterial en nuestro país, muchos maestros engrandecieron con sus conocimientos y sabiduría aportes a la educación y otros sacrificaron sus vidas, derramaron su sangre por conquistas sindicales y laborales que aún gozamos. Y que están en riesgo de perderse por la imposición de la neoliberal reforma educativa transexenal.

El Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE) y sus secciones en su mayoría, es un sindicato corporativo que ha estado desde sus orígenes al servicio de los intereses de la clase en el poder.

En la sección 40, Chiapas, nunca ha habido un congreso seccional donde sean las bases quienes elijan de manera democrática a sus representantes; ahí el cáncer de la corrupción los corroe, son los mismos que durante años han parasitado enriqueciéndose de las cuotas sindicales, de la caja de ahorro y del patronato del seguro de vida. Los gobernantes en turno la han utilizado como botín político para sus campañas electorales, como también lo ha sido el instituto de salud ISSTECH.

A raíz de la imposición de las políticas neoliberales, particularmente desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, se han venido imponiendo una serie políticas educativas como carrera magisterial –que ha resultó un total fracaso- con el claro objetivo de desmantelar la educación pública; los demás sexenios neoliberales hicieron lo mismo –llámese priísta o panista-, a través de la Reforma Integral a la Educación Básica (RIEB); la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE) –que establecía el “merito” individual de los maestros en función exclusiva de los resultados de logro de sus alumnos a través de la prueba Enlace, lo que significaría un estímulo monetario adicional a carrera magisterial, y abría las puertas a la nueva cultura de la evaluación, evaluar para medir-, era la antesala para la imposición de la nefasta reforma educativa.

El saqueo de nuestras cuotas sindicales, la corrupción de los espurios secretarios generales y camarilla de mafiosos y la imposición de la neoliberal reforma educativa por el fascista Enrique Peña Nieto, obligó a la mayoría del magisterio estatal salir a las calles en defensa de su trabajo y la educación pública.

Desde ese momento, desde el 2013 le dimos vida a nuestro referente político la Asamblea Estatal Democrática de la sección 40 del SNTE-CNTE, militantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE). Transitando por las rutas, organizativa, política, educativa y jurídica. Reivindicando en la práctica los 22 principios históricos de la CNTE, dentro de ellos el principio universal de la lucha de clases y la construcción del socialismo en México.

 

¿Cuáles considera que son los elementos más significativos de la crisis educativa en Chiapas, en México y en toda América Latina?

La dependencia económica y política de organismos imperialistas como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM), la Organización Mundial del  Comercio  (OMC),  la  Organización  para  la  Cooperación  y el  Desarrollo Económico (OCDE), quienes dictan las políticas educativas neoliberales con el claro objetivo de imponer carreras técnicas e incorporar fuerza de trabajo en las maquiladoras donde el imperio norteamericano mantiene sus transnacionales en gran parte de Latinoamérica.

No os olvidéis que la peor herencia que nos ha dejado el colonialismo español, el imperialismo norteamericano y el sistema capitalista, la peor de todas ha sido la ignorancia. Porque un pueblo sin educación es un pueblo fácil de seguir siendo manipulado, explotado y oprimido.

En México, el Sistema Educativo Nacional es un fracaso porque en más de tres décadas de políticas neoliberales no se ha invertido en educación, no es prioridad para el estado; el analfabetismo sigue siendo un llamado de atención para los gobernantes; es alarmante el gran rezago en infraestructura educativa, aulas de maderas o de carrizo, con techos de lámina, pisos de tierra, letrinas de madera, sin malla perimetral, sin servicio de agua potable y luz.

La reforma educativa transexenal (Peña-AMLO), si es un jugoso negocio para los empresarios de Mexicanos Primero, para los grandes hombres de negocios porque la educación pública se encamina para su privatización y la pérdida del trabajo y los derechos laborales de los maestros.

Chiapas es uno de los estados del sur con una población mayoritaria que vive en la pobreza y la miseria, y uno de los estados con mayor rezago educativo. Fue éste el estado que dio mayor resistencia para detener la neoliberal reforma educativa, gracias a su glorioso Movimiento Magisterial y Popular.

La crisis educativa en Chiapas se debe al poco presupuesto que se le destina al estado, la corrupción que prevalece en los tres órdenes de gobierno, la insensibilidad y falta de compromiso de los funcionarios de educación para atacar el rezago educativo en el estado y las ocurrencias en los planes y programas de funcionarios de gabinete para cumplir de paso con lo presupuestado. Nunca toman en cuenta al magisterio. Están los serviles, los cómodos, los males necesarios de secretaría de capataces para aplicar la normatividad administrativa y laboral contra todo aquel que no acate sus disposiciones.

 

Cuéntenos sobre ¿Cómo ha sido su experiencia como Secretario General del Comité Ejecutivo de la Asamblea Estatal Democrática (AED40) en el estado de Chiapas, México?

En el 2013 cuando decidimos abanderar la lucha magisterial en la exigencia de la abrogación total de la nefasta reforma educativa, por la defensa de nuestras conquistas sindicales y por la educación pública, sabíamos que nos estábamos enfrentado contra el estado.

El Comité Seccional de la sección 40, abanderó la imposición de la reforma educativa, incluso los charros (sinónimo de corruptos, entreguistas, traidores) estuvieron informando con trípticos de las buenas bondades de la reforma.

En las jornadas magisteriales de 2013 de más de 86 días, la de 2015 de 24 días y la jornada de lucha histórica de 2016 de más de 124 días, tuvimos altos costos como AED40, las represiones masivas y selectivas en todas las jornadas de lucha; el asesinato de nuestro compañero maestro David Gemayel Ruiz Estudillo, el 9 de diciembre de 2015 por las bestias represivas de la policía federal; las detenciones masivas de compañeros en pleno enfrentamiento con la policía, más de 18 compañeros que fueron trasladados al penal de Tepic, Nayarit; encarcelamientos y golpizas contra compañeros maestros que fueron trasladados a la procuraduría y liberados días después por la presión de la movilización y el pueblo chiapaneco que salió a las calles; la detención de 9 compañeros de Telebachillerato Comunitario que fueron detenidos en una protesta pacífica  por exigir  pagos de sus salarios, fueron trasladados al penal del Amate, en el municipio de Cintalapa, liberados días después por la movilización del magisterio y padres de familia.

Desde 2013 hasta el 2017 estuve al frente de la dirección política de la Asamblea Estatal Democrática por decisión de las bases movilizadas, por los representantes delegacionales de las regiones que conforman el estado y por el máximo órgano de decisiones, nuestra asamblea estatal; he tenido como “premio a mi conducta” por la defensa del trabajo y la educación pública, 12 órdenes de aprehensión, por motín y asociación delictuosa, ataque a las vías públicas, atentados contra la paz y la integridad corporal, conspiración, entre otras barbaridades; hasta ahora estoy con tres delitos que se me incriminan. Las reviven cada que realizamos una acción política o nos movilizamos.

Hemos tenido en nuestra trayectoria de lucha, a gente traidora que privilegió sus intereses particulares por encima de los intereses colectivos. Y en asambleas estatales fueron expulsados, hoy son personeros del estado; se han ido oportunistas que venían coqueteando con secretaría de educación para seguir gozando de prebendas y pronto los veremos haciendo fila con el neocharrismo sindical. El estado al no poder corromper a la dirigencia hace uso de la inteligencia política al interior de la dirección para socavar, corromper y desarticular a la Asamblea Estatal Democrática. Y aquí seguiremos dando batalla, porque nos mueve la defensa de nuestro trabajo, la lucha por nuestras conquistas sindicales y laborales y la educación pública. Aquí no venimos a enriquecernos ni a servirnos con la cuchara grande sino a servir a nuestra base magisterial.

En octubre de 2017 ante el inminente congreso seccional charro para imponer al siguiente espurio secretario general en la sección 40 –debemos informar que desde el 2016 el SNTE charro no ha podido imponer al secretario general, más que un parasito comisionado, llamada comisión ejecutiva-, se tomó el acuerdo de realizar como Asamblea Estatal Democrática el primer Congreso Político Democrático; fue ahí que por decisión de los delegados se conformó el Comité Ejecutivo de la Asamblea Estatal Democrática de la sección 40 del SNTE-CNTE, quedando su servidor como secretario general.

Mi experiencia en el gremio magisterial ha sido difícil porque nuestra lucha no es contra el sindicato, ni la secretaría de educación, sino contra todo el aparato del estado; luchas y debates políticos frecuentes contra el neocharrismo y el oportunismo por querer desaparecer nuestro referente; hostigamientos constantes; mesas políticas y educativas de compromisos no cumplidos por el gobierno del estado; en fin, etc., pero con la satisfacción de que lo que hemos y venimos construyendo hasta hoy es un logro de todos. Una organización política magisterial que exige democracia sindical que está a la altura de los intereses de la clase trabajadora; un referente de lucha que tiene una propuesta de educación alternativa que se construye ya en los centros escolares con los maestros, alumnos, padres de familia en las comunidades: el Proyecto Comunitario para la Escuela (PCE).

 

José Armando, ¿La relación entre los gobiernos y los gremios en el estado de Chiapas y en el país es fluida? ¿Porque?

No, definitivamente es un problema para nosotros, porque somos la disidencia política contraria a sus intereses. El respeto que se ha logrado del estado lo hemos alcanzado por las movilizaciones, por las acciones políticas que realizamos como Asamblea Estatal Democrática. Así hemos conseguido nuestras demandas.

En el 2013, ante la imposición de la nefasta reforma educativa el magisterio aglutinado en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), convocó al paro nacional magisterial; los estados de Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Michoacán no  fueron  la excepción. El Movimiento  Democrático Magisterial y Popular de Chiapas, se suma al paro nacional, la sección 7 federal que aglutina a más 60 mil maestros fueron los primeros en irse al paro magisterial debido a su trayectoria de lucha y combatividad, en la sección 40 del estado que durante muchos años permaneció apática, desinformada y controlada por el charrismo sindical, los representantes comenzaron a impulsar las rondas delegacionales con los maestros y padres de familia en las diferentes regiones llamando a sumarse al paro magisterial, poco a poco se fueron agregando centros de trabajo, delegaciones y regiones enteras a la plancha del Zócalo  de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez y comisiones regionales a la ciudad de México.

La “dirigencia” de la sección 40 fue repudiada por su actitud entreguista al avalar la reforma educativa; fue en esta etapa de lucha que un grupo de 6 compañeros formamos la pequeña dirección política quedando su servidor a la cabeza del movimiento magisterial que llevaría el nombre de Asamblea Estatal Democrática de la sección 40, teniendo la legitimidad mayoritaria de las bases del magisterio estatal.

Después de algunas semanas de iniciado el paro, a nivel nacional se apertura la mesa de negociación con la Secretaría de Gobernación (SEGOB) y las direcciones políticas de la sección 7 y la Asamblea Estatal Democrática de la sección 40  de  la  CNTE,  el  primer  día    aperturó  la  mesa  el  secretario  de gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, los demás días posteriores el subsecretario Enrique Miranda Nava, estando presentes el gobernador del estado de Chiapas y funcionarios de la secretaría de educación estatal; durante más de una semana estuvimos exigiendo nuestra demanda principal: la abrogación de la nefasta reforma educativa.

Al final se logra firmar una minuta de acuerdos el 20 de noviembre de 2013 con el gobierno del estado donde se exigen una serie de demandas locales que no han sido satisfactorias ni respetado los acuerdos como la siguiente: en respuestas del gobierno del estado.- “para el caso específico de la sección 40 del SNTE, el gobierno de Chiapas atenderá a la comisión negociadora como interlocutor válido para el tratamiento de asuntos de orden laboral y de toda índole”; “ el gobierno del estado no ejercerá ninguna acción represiva de índole laboral, jurídica, administrativa, académica, ni económica, en  contra de los trabajadores de la educación de las secciones 7 y 40, estudiantes del nivel medio superior y superior (CBTIS, CBTA, CETIS, COBACH, CONALEP, PREPARATORIAS, UNICACH, UNACH, UPN, NORMALES, ESCUELA DE ENFERMERIA, PECI), padres de familia, ni ciudadanos que participan en la presente movilización”. Entre otras demandas.

Gracias a la fuerza de nuestro movimiento, en el hangar del Aeropuerto de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, nos reunimos con el gobernador del estado Manuel Velasco Coello, logramos la liberación de 28 compañeros maestros para seguir defendiendo las demandas y conquistas laborales del magisterio, así como seguir exigiendo la abrogación total de la reforma educativa neoliberal y luchar por la escuela pública. Fue ya la segunda dirección política oficial del G28 de la Asamblea Estatal Democrática de la sección 40.

A pesar de que hemos llegado a “acuerdos políticos” con el gobierno federal y el gobierno del estado de que en Chiapas la reforma educativa neoliberal ¡NO PASARÁ! la siguen imponiendo por la fuerza; sobre todo con esta nueva administración de la 4ª Transformación.

Siguen imponiendo sus políticas represivas contra cualquier movilización que perturbe el orden constitucional y violenten, según ellos el estado de derecho, ¿De qué estado de derecho hablan? Del estado de derecho oligárquico de reprimir todo descontento magisterial y popular.

El magisterio tiene en todo momento el derecho constitucional de organizarse y movilizarse cuando sus derechos y conquistas sindicales son violentados. Nos asiste la razón y seguiremos impulsando las acciones políticas de masas para obligar al estado mediante el dialogo la solución a nuestras demandas.

 

Como docente y dirigente gremial ¿Considera que la formación inicial y continua de los docentes corresponde a las necesidades del país y los desafíos pedagógicos del siglo XXI? ¿Por qué? ¿Cuáles serían sus propuestas?

No soy pedagogo, pero si maestro que lucha por la construcción del socialismo en México.

La estrategia nacional de educación inclusiva debería ser una respuesta a la lógica de exclusión social y educativa que ha prevalecido durante décadas en nuestro país.

Debe garantizarse el acceso pleno a la educación y esta tendría que ser el compromiso del estado; tendríamos que empezar con erradicar la desigualdad social, la pobreza y miseria, la discriminación y la marginación, la explotación y la opresión en la que han estado millones de mexicanos. Políticas de gobierno que no han priorizado el aprendizaje de niñas, niños, adolescentes y jóvenes. Existe rezago educativo que se ha reflejado en la falta de oportunidades para ingresar  a  un  centro  escolar;  carencia  de  una  planeación  objetiva  para  la formación inicial y continua de docentes -o pónganle el nombre que quieran-, que contribuyan al logro del aprendizaje de los alumnos; el desconocimiento total de los problemas en los centros escolares por los trabajos desde el escritorio, los  llamados  trabajos  de  gabinete,  sin  tomar  en  cuenta  a  los  verdaderos responsables de la educación, los maestros,  padres de familia  y alumnos; además de una infraestructura educativa en pésimas condiciones.

No considero que dichos programas correspondan a las necesidades del país y a los desafíos pedagógicos del presente siglo; llevamos más de tres décadas de políticas neoliberales,  política que privilegia la privatización de los medios de producción, la privatización de los sectores sociales como la salud y la educación; lo que alcanzamos a ver es el desmantelamiento del Sistema Educativo Nacional; la privatización de la educación para que esté al servicio de la oligarquía mexicana, a la mafia empresarial enmascarada en Mexicanos Primero, a eso obedece la reforma educativa neoliberal transexenal.

En el 2012 antes de imponerse la reforma educativa peñista, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) presionó con acciones políticas en varios estados del país para que el gobierno federal tomara en cuenta su propuesta: La educación que necesitamos los mexicanos; se hizo oficial, y a nivel nacional se realizaron 12 foros educativos en todo el país, en Chiapas se realizó en el Polifórum Mesoamericano de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, contando con la presencia de políticos chiapanecos, académicos de la UNAM, INAH, de la UNACH, maestros de la sección 7 y 40 de la CNTE, maestros indígenas con propuestas académicas, se leyeron ponencias, se discutió y analizó, se tomaron acuerdos y tareas; de parte de la secretaría de educación no hubieron ponencias. Meses después el gobierno federal hizo a un lado la propuesta educativa de la CNTE e impusieron la reforma neoliberal.

Lo mismo sucedió con el gobierno de la 4ª Transformación, en el 2018 siendo ya presidente electo Andrés Manuel López Obrador y nombrado secretario de educación Esteban Moctezuma Barragán, ex presidente de Fundación Azteca y miembro activo de Mexicanos Primero, se realizaron foros educativos a nivel nacional, en Tuxtla Gutiérrez, Chis. En la Colina Universitaria de la UNACH, se contó con la presencia del presidente de la república electo y del secretario de educación, del gobernador Manuel Velasco Coello, del secretario de educación del estado, de presidentes municipales, diputados locales, de maestros “charros” de la sección 40, del magisterio disidente de la sección 7, esta vez restringieron la entrada y la participación de lectura de ponencias. Todo a puertas cerradas. De nueva cuenta oídos sordos de las autoridades, no tomaron en cuenta al magisterio movilizado, ni las propuestas alternativas de educación, ni de los responsables de las políticas represivas contra el magisterio, ni de los maestros cesados, ni de los maestros encarcelados, de los maestros asesinados y ni la reparación de daños a las víctimas de la represión por la imposición de la nefasta reforma educativa.

La nueva reforma educativa del gobierno morenista fue aprobada vía fast track en la cámara de senadores, después en la cámara de diputados y en los 16 congresos locales, sin la participación del magisterio movilizado de la CNTE.

La reforma de la 4ª T no sólo da continuidad a la reforma de Peña Nieto, sino que profundiza el espíritu empresarial y religioso de la educación neoliberal.

Lo primero que destaca de la actual reforma es que en los párrafos 7 y 8 mantienen un régimen laboral especial para los trabajadores de la educación. Si bien es cierto que desapareció la figura del servicio profesional docente, también es cierto que su esencia fue retomada por el nuevo sistema para la carrera de las maestras y los maestros, el cual reglamentará lo referente al ingreso, la promoción y reconocimiento de la labor docente. Este régimen de excepción laboral rompe la contratación colectiva y el escalafón.

Es cierto que la permanencia en el servicio queda fuera de las evaluaciones punitivas, sin embargo, tanto el ingreso, promoción y reconocimiento estarán sujetos a exámenes bajo la figura de “procesos de selección”, tal como lo establece el párrafo 8. La permanencia regulada por el apartado B del 123, y por otro, el ingreso, promoción y reconocimiento que estará normado por la ley secundaria del sistema de carrera.

 

Amigo José Armando, ¿Qué ha significado el confinamiento por el coronavirus COVID-19 en lo educativo? ¿Considera que las medidas educativas tomadas en el contexto de la pandemia afectan el derecho a la educación? ¿Por qué?

Bueno, quisiéramos dar un punto de vista para contextualizar la situación nacional; comenzando primero que la verdadera crisis que vive el país es una crisis económica, esta crisis mundial del modo de producción capitalista se da en el contexto de una sobreproducción de mercancías, donde estas no encontraron salida ya que la inmensa mayoría de la población y de los trabajadores ha perdido considerablemente su poder adquisitivo. Los empresarios capitalistas se vieron forzados a reducir su producción y despedir a miles de trabajadores con el objetivo de abaratar costos.

Vivimos una crisis económica que ha sido recurrente y constante, que tiene como esencia la crisis de sobreproducción, crisis que se manifiesta en crisis comercial, financiera, de liquidez y alimentaria. Por lo que existe una recesión de las actividades económicas, comerciales e industriales.

En México no ha tocado fondo la crisis económica; en el mes de abril 12 millones de trabajadores mexicanos perdieron su trabajo, no perciben un solo peso; se agudiza  la  precarización  de  las  masas  trabajadoras,  desempleo  creciente, pobreza y miseria campea en todo el país; más de 7 mil 580 pequeñas y medianas empresas se dieron de baja en el IMSS, debido a la crisis económica y los efectos del Covid-19, lo que representa la pérdida de 1 millón 30 mil 366 empleos tan sólo en el mes de mayo.

¿Qué pasa con el gobierno federal y su 4a T? El gobierno de Andrés Manuel López Obrador siempre se vio reacio a realizar cualquier préstamo al extranjero, según él, “para no endeudar más al país” como lo habían dejado sus antecesores; sin embargo, en los días de junio realizó un préstamo de mil millones de dólares al Banco Mundial, de los 5 mil millones de dólares que tiene autorizado por el Congreso de la Unión (2019); crédito que no será utilizado para reactivar la economía, ni para enfrentar al coronavirus, ni al sector educativo, no nada de eso; el recurso será invertido en sus megaproyectos como el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas, el Tren Interoceánico y su corredor industrial en el Istmo de Tehuantepec, el Aeropuerto de Santa Lucia y en la Termoeléctrica, de Huexca, Morelos, para beneficiar a la oligarquía, también en sus programas sociales de apoyo a jóvenes, mujeres y ancianos pero con un claro objetivo político.

Se acercan las elecciones intermedias para el 2021 donde se elegirán  a 500 diputados federales y diputados en las 32 entidades y 15 gubernaturas y alcaldías en 30 estados; como en los tiempos del PRI y el PAN se utilizaran para compra de  votos, acarreos masivos, entrega de  despensas y apoyo  a  los campesinos, utilización de millones de pesos de los programas sociales para seguir manteniendo mayoría en el congreso, gubernaturas y alcaldías municipales; desde ahora comienzan las pugnas interburguesas por el control del Instituto Nacional Electoral.

El confinamiento en lo educativo, tomando en cuenta el contexto socioeconómico del país con la carga del gran rezago educativo significa un desastre en términos sociales y educativos; las determinaciones políticas educativas con respecto al derecho a la educación son violatorias a los derechos del niño; se dan bajo ocurrencias y privilegiando intereses de clase;   el “aprende en casa” es un programa sin futuro por la pobreza en  Chiapas  y el abandono  en que  se encuentran las escuelas; ante la nula conectividad a internet, por la falta de energía eléctrica, por la carencia de una computadora en casa, por no contar con un celular o porque el padre de familia prefiere darle de comer a su hijo que gastarlo en una ficha para el celular.

El 80% de las escuelas de educación básica se encuentran en comunidades rurales e indígena, que  además son atendidas por grupos multigrados; en Chiapas solo el 30% de los hogares cuenta con internet cuando la media nacional rebasa poco de los 50 puntos porcentuales; el acceso al wifi a través de telefonía celular es casi imposible en los padres de familia campesinos e indígenas; ante las condiciones de precariedad de las zonas rurales e indígenas será difícil cumplir con las políticas educativas de la SEP. Las poblaciones de las comunidades indígenas y campesinas viven al día, por lo que ante el confinamiento, lo que más les preocupa es lo que tienen que conseguir para alimentarse, la educación de sus hijos pasa a un segundo plano.

 

Desde la educación crítica y como miembro de la AED, ¿Cuál es la radiografía de las sociedades en el confinamiento obligatorio y ponderación de las virtualidades en la vida cotidiana?

Lo primero que tenemos que hacer es romper con el cerco mediático, romper con la dictadura de opinión que ha impuesto el estado; porque la mayor amenaza que enfrenta el pueblo no es el coronavirus, es la imposición de facto de medidas profascistas como el confinamiento que afianza el régimen represivo.

Las masas trabajadoras que enfrentan los estragos de la crisis económica del desempleo, salarios miserables, la precariedad en el sustento familiar, la situación difícil para conseguir trabajo y en suma el Covid-19 con la declaración de la emergencia sanitaria, el estado impuso en la población el confinamiento forzoso.

¿Qué genera la coyuntura del confinamiento forzoso? Contener y desmovilizar toda expresión del movimiento popular de protesta y descontento; el gobierno federal toma medidas estrictamente  políticas  para normalizar  y legalizar  el encierro ante la magnitud de la crisis económica; fortalecer el régimen policiaco militar – con el decreto presidencial- con medidas fascistas; impone los estados de excepción con la presencia de la guardia nacional, los militares y los policías en las calles, en los centros comerciales, en los hospitales e instituciones del estado.

Las declaraciones en los tres órdenes de gobierno que se respetaran los derechos humanos en la aplicación de la emergencia sanitaria, caen por su propio peso en los hechos y desenmascaran el verdadero rostro fascista del gobierno de la 4ª T; vemos que con la militarización del país, han violentado los derechos humanos ante el confinamiento forzoso que pretenden hacer normalizándolo y sea parte de nuestra vida cotidiana.

Han desatado la represión contra vendedores ambulantes, contra las organizaciones populares independientes, contra el magisterio movilizado en Michoacán, contra los normalistas de la ONOEM, contra las comunidades indígenas de Bochil por exigir solución a sus demandas; se ha incrementado la violencia contra las mujeres por el confinamiento; contra los maestros interinos y de telebachillerato comunitario por exigir el pago de sus salarios; hostigamiento constante contra la dirección política de la Asamblea Estatal Democrática de la sección 40 por exigir la solución a su pliego petitorio; la masacre en San Mateo del Mar, Oaxaca, ante la imposición del Tren Interoceánico y las plantas eólicas que les quieren imponer.

Nosotros como parte del Movimiento Democrático Magisterial y Popular, tendremos que romper con el cerco mediático y el confinamiento forzoso que nos quieren imponer, utilizando todas las medidas sanitarias activando con acciones políticas de masas para mantener el alto nuestras banderas de lucha: seguir luchando por la abrogación inmediata de la nefasta reforma educativa transexenal, por nuestras conquistas sindicales y laborales, por la solución de nuestras demandas y por la educación pública. No podemos permanecer callados ante la imposición de políticas económicas contra el pueblo trabajador y el magisterio; el estado avanza con sus políticas neoliberales y su política represiva contra todo aquel que levante la voz. Y rechazamos que el confinamiento sea parte de nuestra vida cotidiana.

En lo educativo seguiremos consolidando el Proyecto Comunitario para la Escuela (PCE), en nuestros centros de trabajo junto con los maestros, alumnos y padres de familia.

Acabamos de realizar en esta emergencia sanitaria un conversatorio o conferencia titulada: La lectura desde la neuropsicología por el maestro Eliú Ramos Salas, en nuestro Auditorio de la Resistencia Profr. David Gemayel Ruiz Estudillo, esta conferencia fue para la Comisión Ejecutiva del PCE, para los compañeros de la Comisión Ampliada y por vía virtual de nuestra página a las comisiones delegacionales y a todas las bases movilizadas.

No podemos renunciar a la vida en sociedad y que el confinamiento sea una forma de vida.

Lo que seguiremos exigiendo es que el estado mexicano y la SEP se responsabilicen de dotar a todos los alumnos de educación básica de computadoras para todos; construir y reconstruir escuelas e introducir energía eléctrica e instalar pantallas en las aulas con servicio de internet en todos los centros escolares; beneficiar a los alumnos con libros de texto gratuitos.

Exigirle al gobierno de la 4ª T que ante la emergencia sanitaria la secretaría de salud, otorgue a las escuelas de equipo sanitario y botiquín medico en cada centro escolar porque es su responsabilidad de proteger la vida de los niños; garantizar además los desayunos escolares.

 

Estimado José Armando, finalmente, desde las pedagogías críticas y, a partir de sus experiencias docentes y sociales ¿Cuáles serían algunas de las propuestas que considere importantes para iniciar un proceso de transformación radical del sistema educativo?

Nosotros comenzamos hace algunos años a construir nuestra propuesta pedagógica para dar una alternativa educativa a nuestro gremio magisterial, a través del Proyecto Comunitario para la Escuela, proyecto que se fundamenta en los principios filosóficos del marxismo-leninismo, incluyendo todas las corrientes de la pedagogía crítica, así como el diseño de estrategias y herramientas metodológicas que nos permitan fortalecer, consolidar y transformar la actividad humana tanto en el niño como en el adolescente en el proceso de enseñanza aprendizaje. Aplicándolas a nuestra propia realidad, a nuestro contexto social, económico y político.

Tal como lo están construyendo los compañeros maestros de la sección XXII de Oaxaca, los maestros de Michoacán y de Guerrero; tal como la construye la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), desde hace varios años: “Hacia la educación que necesitamos los mexicanos”.

Como magisterio disidente, es imprescindible conocer herramientas que nos han de servir en nuestra práctica pedagógica, haciendo a un lado los métodos artesanales y tradicionales de trabajo. Transformando en primer momento nuestra condición como asalariados de la educación, para después incidir en nuestra condición de vida, racionalizando nuestra labor docente desde una concepción científica de la realidad. Esto lleva consigo de manera implícita la necesidad de nuestra profesionalización alejada del planteamiento burgués, es decir, mejorar la propuesta institucional basadas en las condiciones objetivas del pueblo.

Haciendo énfasis en que son los hombres quienes hacen que cambien las circunstancias, y que el propio educador necesita ser educado. Centrando todos los esfuerzos de quienes estén involucrados en el proceso de enseñanza aprendizaje para enfocar sus objetivos en la transformación de una educación que sirva de coadyuvante para el cambio, ya con conciencia clara de lo que se tiene que cambiar.

Esto último supone la conciencia del sujeto enfocada a lo que sirve y a lo que no, para concretar sus fines, aspecto que apertura el trabajo con las bases para recabar planteamientos claros y sustentados en la realidad que viven nuestros centros escolares en las diferentes regiones del estado, sistematizando las aportaciones y la práctica de los compañeros maestros e ir construyendo un diagnóstico que permita ir proyectando nuestra propuesta.

Esta transformación supone una necesidad histórica en la que los trabajadores de la educación deben centrar su esfuerzo en beneficio del bien común, tarea estratégica en la que todos debemos estar incluidos de manera colectiva, puesto que no recae en lideres ni caudillos; es decir, no caer en la idealización del sujeto transformador; la verdadera transformación de una política educativa no recae en una comisión, ni en una dirigencia, ni en trabajo de gabinete, sino en el seno de las masas de los trabajadores de la educación, pues son las bases magisteriales quienes sostienen el proyecto educativo.

Muchas Gracias.

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La sal de la tierra

Por: Daniel Seixo

 

«La política es la consagración del oportunismo de los que tienen medios y recursos. La revolución abre paso al mérito verdadero, a los que tienen valor e ideal sincero, a los que exponen el pecho descubierto y toman en la mano el estandarte. A un partido revolucionario debe corresponder una dirigencia revolucionaria, joven y de origen popular»

Fidel Castro

«Nuestra tarea es la crítica despiadada y mucho más contra aparentes amigos que contra enemigos abiertos.«

Karl Marx

Rápido, en corto y al pie: si te molesta todo aquello que se asemeja a un obrero, lo tuyo no es el marxismo. De igual modo que si desde la sólida atalaya de tu masculinidad continuamente pretendes dar lecciones vitales a las compañeras, lo tuyo quizás tampoco sea el feminismo. Puede que creas saber lo que es el marxismo, puede incluso que tu librería esté llena de autores comunistas y que en tu entorno laboral se te identifique como tal entre quienes a su vez consideran a Pedro Sánchez o Manuela Carmena símbolos del rojerio patrio, pero cualquier socialista de puño y no de rosa, sabe perfectamente que en los platós de televisión la autoridad para hablar de estas cosas brilla desde hace mucho tiempo por su ausencia.

Seamos sinceros, ninguna corporación se pelea por contar entre sus colaboradores con un comunista. Y si bien está feo llevar cualquier debate al terreno personal o a las conversaciones privadas para intentar desacreditar a compañeros y compañeras con supuestas peticiones de colaboración y así lograr circunscribirlo todo a una mera batalla de egos, una vez inmersos en esa lógica de pura escalera profesional y baile de favores, bien haríamos todos en preguntarnos como resulta posible que el sujeto revolucionario en la actualidad, nos venga precisamente dado desde el camerino contiguo al de Eduardo Inda, Paco Marhuenda, Juan Ramón Rallo, María Claver y demás fauna del sainete mediático del sistema.

La clase compañeros y compañeras, la clase es lo que nos une, lo que nos representa

El marxismo y el feminismo, van mucho más allá de las puntuales disputas surgidas al albor de una legislatura política en nuestra democracia. Pretender por tanto enmarcar el actual debate acerca de la “Proposición de Ley sobre la protección jurídica de las personas trans y el derecho a la libre determinación de la identidad sexual y expresión de género» a una mera disputa entre Carmen Calvo y Podemos o analizar la deriva líquida de la pseudoizquierda parlamentaria desde una disputa circunscrita a nuestras fronteras, solo puede ser interpretado como algo digno de una persona muy inocente o que pretende tomarnos a todos por idiotas. Y eso mismo creo que es una duda que nos asalta a muchos desde hace ya bastante tiempo en relación con todo aquel totum revolutum político, periodístico y cultural surgido tras el 15M y los Indignados, ¿son en realidad tan inocentes políticamente hablando o por el contrario pretenden tomarnos por idiotas?

Pasado un tiempo prudencial, yo me decanto poco a poco, pero decididamente, por lo segundo. Entre otras cosas porque el pecado original de la inocencia en la izquierda, en nuestro estado y en mi familia, hace tiempo lo pagamos con Isidoro. No estamos para nuevas aventuras a la desesperada que terminan con yates que sustituyen chaquetas de pana, votos para tapar los crímenes de estado, actitudes «parlamentarias» que escupen en la cara al movimiento obrero y demás parafernalias partidistas que huelen a naftalina hasta que oportunamente cada cuatro años se renuevan para pedirnos de nuevo nuestra confianza. Ese partidismo propio de las democracias burguesas entre los que venimos de familias obreras nos hastía y nos aterra, no en vano en pocas décadas hemos pasado de ver al parlamentarismo como una mera herramienta con la que profundizar en una revolución necesaria y urgente, a verlo como un fin en sí mismo. De Allende a Errejón y toda esa secta de influencers y analistas carroñeros salidos de un maldito despacho a otro, sin que apenas les haya alcanzado la luz del sol.

Todo esto se basa en la desesperada estrategia del Tío Tom del capitalismo por ser aceptado en el sistema pese a sus claras diferencias de cuna con la clase dominante

Pero centrémonos, no hablemos de su libro que han dado sobrada muestra de ser expertos en conseguir publicidad gratuita de nuestra rabia y nuestra razón. Si uno no es capaz de diferencias los pilares neoliberales tras la Teoría queer, perdónenme señores, pero al tonto ya lo tenemos en frente, ahora solo nos falta conocer su utilidad para la izquierda, ya que su labor en las trincheras reaccionarias hace tiempo nos ha quedado clara en la figura del quintacolumnismo. Bien sea decidido por convicción, estilo de vida o mera torpeza intelectual.

El feminismo no podrá nunca compartir sujeto, base teórica, y lo que es más importante, agenda, con todos aquellos que pretenden sustituir su largo historial de lucha política contra la opresión patriarcal por un baile estridente de interpretaciones idealistas de la realidad. Y por tanto, no nos confundamos, ni pretendamos confundir al público que nos conocemos: la tesis de que las feministas críticas con las leyes de identidad caen en la transfobia por negarse a aceptar la imposición de una realidad social basada en la identidad individual y líquida del género, es un auténtico despropósito. Aquellos que pretenden sustituir el sexo biológico por estereotipos patriarcales de género, son tan ajenos a la agenda feminista como lo son al marxismo aquellos que en nuestros días únicamente quieren modular y afinar las dinámicas de explotación capitalista para complacer a un creciente mercado de identidades. Cierto es que compartimos una misma capacidad para identificar ciertas dinámicas de una misma estructura de opresión, pero mientras ustedes pretenden reformar el sufrimiento y la injusticia, otros aspiramos a romper la rueda de un sistema inhumano y cruel. Permítannos por tanto recibir escasas lecciones sobre el sujeto de nuestra lucha por parte de aquellos que si bien pueden compartir cierto recorrido con nosotros, nadie lo niega, ni mucho menos se dirigen al mismo destino.

Y todo esto va mucho más allá de Amelia Valcárcel, Laura Freixas, Alicia Miyares, Irene Montero o el propio equipo de gobierno al completo con su séquito de asesores. Estamos hablando de ideología y de la historia de nuestras sociedades, hablamos por tanto de un conocimiento y una experiencia acumulada por generaciones de trabajadores y trabajadoras que a través de su sudor, pero también sus obras teóricas, nos han legado una guía intelectual y material con la que poder interpretar nuestras sociedades y enfrentarnos así a situaciones que ellos han vivido en su propia piel. Nadie en su sano juicio ha discutido en momento alguno que todo esto se trata de una lucha por el poder, hay que ser un jodido majadero para negar esto, pero si lo que se pretende es centrar esa lucha en un despacho de la Moncloa y no extrapolarla al conflicto de clase y su agudización en una sociedad en la que la precariedad, el paro, el hambre y la extrema pobreza se incrementan en dimensiones solo equiparables al lujo y el despilfarro de una burguesía a cada paso más dominante y concentrada, entonces seré yo mismo el primero en señalar la clara traición a la clase obrera y lo innecesario para ella de un ego tan desproporcionado que se muestra incapaz de ver la realidad de los barrios a los que dice representar, quizás deslumbrado por los focos de las tertulias y las batallas políticas de medio pelo que al común de los proletarios, con perdón, nos importan una mierda.

El marxismo y el feminismo, van mucho más allá de las puntuales disputas surgidas al albor de una legislatura política en nuestra democracia

La clase compañeros y compañeras, la clase es lo que nos une, lo que nos representa. La clase social es lo que llevas a cuestas cuando el primer día de clase tus zapatillas no son como las de tus compañeros, lo que te impide entrar en ese club nuevo en el que se encuentra una chica o un chico que ni repara en tu presencia, es por lo que las noches se hacen eternas el día antes de que se termine el paro, el aire que se respira en tu barrio, literalmente el sabor de las tapas de tu bar de referencia, el trasfondo de las conversaciones con amigos, las dudas y los temores por el futuro, las necesidades y también las alegrías en el estadio o en la calle cuando los antidisturbios no pudieron avanzar hasta la entrada de la fábrica o el jefe se quedó con un palmo de narices ante la unidad de la empresa. La clase lo es todo, pero esto no está reñido con que a la clase social la atraviesen otras discriminaciones y otros componentes sociales como la raza, el sexo o nuestra orientación sexual.  Pero os lo aseguro, no es lo mismo ser homosexual o negro en el palco del Bernabéu que en el bar de la esquina de nuestros barrios. Y esa, la amenaza de capitalizar bajo un mismo mercado identitario esas tan distantes diferencias, es la amenaza que debemos tener en estos momentos presente.

Todo esto se basa en la desesperada estrategia del Tío Tom del capitalismo por ser aceptado en el sistema pese a sus claras diferencias de cuna con la clase dominante. El marxismo no es una idea fija gravada en piedra, cierto, pero tampoco se trata de un Gin tonic en copa de balón que aderezar con cualquier cosa que se nos pase por la cabeza para intentar transformar lo que viene siendo una bebida espirituosa y un momento de esparcimiento en un mero símbolo de nuestras ambiciones y nuestro estatus deseado. La estrategia para transformar el sujeto revolucionario en un mural de Greta Thunberg entrelazando los brazos con una adolescente feminista y una trans de 10 años, no es más que el intento de gentrificación de la clase obrera. Una clara muestra de las miserias y las bajas pulsiones de quienes diciéndose obreros, pareciese que nos tienen alergia. Y ante eso, un marxista jamás se pondría detrás.

Fuente e imagen:  https://nuevarevolucion.es/la-sal-de-la-tierra-2/

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Repudio a los violentos ataques contra trabajadores de prensa/Argentina

América del sur/Argentina/10/07/2020/Central de Trabajadores de la Argentina Autónoma

 

Desde la Central de Trabajadores de la Argentina Autónoma rechazamos enérgicamente la salvaje agresión recibida por trabajadores de prensa durante la tarde de ayer en el centro porteño y expresamos nuestra absoluta solidaridad.

Desde nuestra central sostenemos que las manifestaciones de cada sector deben producirse únicamente en un marco de respeto, y lejos del odio y la intolerancia.

En ese sentido, entendemos que hechos como este solo consiguen reducir los espacios de disenso y promueven la violencia.

Pedimos que se investiguen y sancionen a los responsables de este hecho absolutamente repudiable, quienes además violaron el aislamiento social preventivo y obligatorio, poniendo en riesgo a cientos de personas por causas no esenciales.

Este lamentable episodio reafirma que aún resta mucho por  hacer en la construcción de una convivencia democrática y en defensa de la libertad de expresión.

Buenos Aires, 10 de julio de 2020.

Fuente: Central de Trabajadores de la Argentina Autónoma

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