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El secreto de Canadá para acoger a miles de refugiados en tiempo récord está aquí

Canadá/09 junio 2016/Autor: María Torrens Tillack /Fuente: El Español

“Nos sentimos en casa y altamente respetados, como humanos”, dijo uno de los primeros refugiados que llegó a Canadá a principios de diciembre pasado, al primer ministro Justin Trudeau. La familia, con una hija pequeña, acababa de aterrizar en Toronto a principios de diciembre de 2015 y las cámaras recogieron el encuentro.

Trudeau quiso saludar personalmente junto a la premier del Estado de Ontario a los recién llegados y estrecharles la mano para proclamar públicamente: “Welcome home” (Bienvenidos a casa). “Querríamos darle las gracias por toda esta hospitalidad, toda esta bienvenida y todas estas cosas”, expresó el padre de familia después de que el equipo de bienvenida les ataviara con un anorak para afrontar el duro invierno canadiense.

Ha pasado ya medio año desde aquel día y después de que Canadá alcanzara su plan iniciado el 4 de noviembre para acoger a 25.000 refugiados en febrero, el Gobierno de ese país decidió ampliar su programa de acogida. Hoy acoge a 27.580 sirios y sigue trabajando por recibir a más, junto a organizaciones e iniciativas privadas.

Este miércoles la Alta Representante de la Unión Europea, Federica Mogherini, inició una visita de dos días a Canadá para tratar, entre otros asuntos, la “crisis migratoria” y probablemente tomar buena nota del ejemplo en la gestión de la acogida de refugiados del país norteamericano.

Voluntad y ejemplo político

Canadá rema a contracorriente. Mientras los Veintiocho en la Unión Europea apenas han reubicado a más de 2.000 refugiados entre los Estados miembros de los 160.000 acordados desde septiembre, el Ministerio de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía canadiense lo dice todo ya en su propio nombre. No es un ministerio del Interior, ni de asuntos sociales el encargado de llevar todo esto a cabo, sino uno específico que ya contempla el asilo entre sus principales políticas (hasta que llegó Trudeau al Gobierno no incluía a los refugiados en el título).

“Apunte para líderes mundiales: así es como se da la bienvenida a los refugiados”, tituló Al Jazeera, el canal más internacional del mundo árabe, un artículo de opinión sobre el “espectáculo” de Trudeau. El texto apreciaba el esfuerzo canadiense y la avidez en la estrategia política para fomentar la buena imagen del carismático premier, a la vez que criticaba la escenificación propagandística.

Sin embargo, Michelle Banks, responsable del Programa para Estudiantes Refugiados en Canadá cree que es primordial dar buen ejemplo. “Cuando los líderes [políticos] muestran un apoyo por iniciativas como ésta y crean una imagen positiva de los recién llegados, generan apoyo social. Ahí posiblemente la Unión Europea tenga trabajo por hacer”, sugiere por teléfono a EL ESPAÑOL desde Ottawa.

“Fue una promesa electoral. Empezó a haber un cambio en la opinión pública por Aylan Kurdi”, apunta Loly Rico, presidenta del Consejo Canadiense para Refugiados, desde Toronto. Se refiere al pequeño sirio cuyo cuerpo sin vida apareció en una playa turca el pasado septiembre. Si al resto del mundo le conmovió la escena e impulsó que la Unión Europea se movilizara, a Canadá le tocó más aún si cabe: la tía del niño fallecido vivía en Canadá. “Eso hizo que la opinión pública volviera a pedir al Gobierno [una política activa en la ayuda a los refugiados]”.

Como un ciudadano canadiense desde el minuto 1

Una política que podría sonar osada en Europa, con los crecientes movimientos xenófobos y de extrema derecha en distintos países miembros, es la que ha recuperado el Gobierno de Trudeau al estrenarse en 2015.

“Una vez usted viene tiene los mismos derechos como cualquier otro ciudadano, excepto por el voto”, destaca Rico. Ella lo sabe bien, pues vivió en sus propias carnes la situación de los refugiados en Canadá al llegar hace 26 años de El Salvador huyendo de su guerra civil.

Como residentes, los refugiados tienen acceso a todos los servicios sociales, como sanidad y educación, permiso para trabajar desde el mismo momento en el que pisan suelo canadiense y otras ayudas más habituales en otros lugares del mundo, como clases gratuitas para aprender el idioma del país de acogida. Ahora algunos municipios están valorando la posibilidad de dar a los residentes permanentes el acceso a la votación en las elecciones locales.

Rico no tiene duda alguna de que estas políticas de integración son la clave en el éxito -aunque puntualiza que siempre quedan puntos que mejorar- de la acogida de refugiados en Canadá.

El impulso de guerras que han marcado la historia

Canadá presume de tener una larga tradición en la acogida de refugiados. Rico explica que todo comenzó en los años 40 con quienes huían de la guerra en Europa. “Fue por un punto económico, porque Canadá no estaba habitado históricamente”, indica la presidenta del Consejo para Refugiados.

Una ley de 1976 que se aprobó durante la guerra de Vietnam, la última vez que Canadá promovió una llegada masiva de refugiados al país hasta ahora. Aquella nueva normativa hablaba de la recepción y aceptación de diferentes culturas. “Con esa política lo que se ha logrado es que muchos de los refugiados que hemos venido tenemos acceso para integrarse dentro de la sociedad”, opina.

En 2002 vino un nuevo giro normativo y la ley abordó directamente la protección de refugiados. Sin embargo, Rico cuenta que tras los atentados del 11-S en 2001 se había comenzado a cerrar las puertas a las llegadas de refugiados, especialmente a aquellos provenientes de países de mayoría musulmana. No se llegó a cerrar el flujo del todo, pero ha sido con el nuevo Gobierno liderado por el centrista Trudeau cuando se ha retomado la política histórica de acogida a los demandantes de asilo. La campaña actual está centrada en sirios de campamentos de refugiados en Líbano, Jordania o Turquía.

Estudiantes que financian los estudios de refugiados y otros patrocinios privados

“Me estoy convirtiendo en la persona que imaginé que sería”, cuenta por videoconferencia Anas Hussain, un sirio de 24 años que llegó a Canadá unos meses antes de que el Gobierno de Trudeau impulsara una campaña específica para acoger a compatriotas suyos. Llegó el 26 de agosto de 2015 y en tierra le recibieron un grupo de estudiantes universitarios junto a Michelle Banks.

Para Anas fue “una de las sensaciones más agradables” en su vida reciente. La guerra destruyó su casa familiar en el sur de Siria y se mudó con sus padres y hermanos a Damasco. Allí pudo estudiar informática en la universidad, pero cuando el Gobierno le llamó a filas decidió que “no quería estar en ese lado de la Historia”. Y huyó a Jordania.

Allí trabajó de todo: carpintero, panadero, vendedor en una tienda de móviles. En negro, no tenía ni estatus de refugiado ni permiso para trabajar. Estuvo malviviendo en Amán (la capital) durante dos años y medio hasta que el Programa para Estudiantes Refugiados de Canadá cambió su suerte.

Anas abandonó Siria en enero de 2013 para evitar tener que unirse al Ejército.

Anas abandonó Siria en enero de 2013 para evitar tener que unirse al Ejército.Cedida por Anas Hussain

Mientras en España las iniciativas privadas y los voluntarios que surgieron al estallar la crisis de los refugiados se encontraron de bruces con la legislación española, que no contempla esta posibilidad, en Canadá existen un centenar de organizaciones de iniciativa privada para patrocinar la llegada de refugiados. De los más de 27.500 refugiados acogidos hasta ahora en la presente campaña, cerca de 10.000 han llegado a Canadá gracias a iniciativas ciudadanas.

¿Qué implica ese patrocinio? Tanto si es el Gobierno como una organización privada la que acoge a un refugiado, adquieren el compromiso de financiar su estancia durante el primer año, un periodo clave para la integración del nuevo residente canadiense, explica Rico.

Canadá promueve fórmulas como la acogida en familia o en un entorno universitario. “La concienciación sobre la crisis en septiembre cambió nuestro programa. Duplicamos nuestras cifras”, asegura Banks, del programa de acogida para estudiantes universitarios refugiados. Si el curso pasado pudieron apoyar la llegada de 84 jóvenes, en el presente curso tramitan recibir a un total de 160.

Puede sonar a poca cosa, pero se trata de un programa muy especial, porque son los propios estudiantes universitarios los que con microdonaciones que van de 25 céntimos a 20 dólares anuales financian su acogida. También contribuyen las instituciones universitarias, que les conceden alojamiento y matrícula gratuitos. Así entre todos ellos se comprometen a al menos un año de sustento garantizado.

En total han pasado de recaudar 3,2 millones de dólares en 2015 a más de 6 millones este año. “Se recaudó de manera local por estudiantes. Fue cosa de unas semanas en realidad: en septiembre enviamos una carta invitando a incrementar la cuota o a unirse al programa a las universidades y ahora tenemos doce nuevos campus participando”, explica la responsable del programa.

También ponen especial hincapié en el elemento clave señalado por Rico: la integración. Y es que los voluntarios universitarios ayudan a los estudiantes refugiados a adaptarse a su nueva realidad, les acompañan en el proceso y asesoran para que sepan adónde recurrir para cada necesidad. La responsable de este programa asegura que el “apoyo moral” para los recién llegados es al menos igual de importante que el monetario y por ello también trabajan en la concienciación de la comunidad universitaria. Para Banks, implicar a los jóvenes es esencial.

Pasado el año de financiación al que se compromete el Programa para Estudiantes Refugiados (aunque algunas universidades amplían este apoyo), estos jóvenes de entre 18 y 30 años tienen el mismo derecho que los canadienses para acceder a becas universitarias y ayudas del Gobierno regional o federal y pueden trabajar sin restricciones.

En Italia la comunidad católica de San Egidio recibió en mayo a más de un centenar de refugiados, algo impensable en España, donde la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) tuvo que responder a las solicitudes de ciudadanos españoles que no podían acoger a refugiados en sus casas, pues todo tenía que pasar por la Administración. Rico, la presidenta del Consejo para los Refugiados, asegura que Alemania se ha interesado por el modelo de patrocinio privado canadiense.

Identificar a los más vulnerables in situ

“Si [los 28] esperan que lo haga todo Acnur, [no funcionará]”, advierte Aslam Daud, presidente de Humanity First Canada, una ONG humanitaria con origen en Reino Unido. Esta organización ejerce de mediadora entre patrocinadores privados y los demandantes de asilo y para ello se desplazan a los campamentos de refugiados personalmente. Desde septiembre han gestionado la llegada a Canadá de 200 refugiados sirios.

Daud cree que es “extremadamente importante” identificar a quienes más ayuda necesitan sobre el terreno. Su ONG identifica a “los más vulnerables, especialmente mujeres y niños o familias con hijos pequeños”.

La Unión Europea baraja desde hace algún tiempo establecer centros de registro en los campamentos de refugiados de Oriente Medio o en los lugares de conflicto y así poder gestionar una vía legal y segura para quienes cumplan los requisitos necesarios para obtener el estatus de refugiado y así evitar que se sometan a una ruta potencialmente mortífera, y a veces sin visos de prosperar su solicitud de asilo.

“Yo no creo que la solución esté en trasladar a 4 millones de refugiados a otro país. Hay que ayudar a los más vulnerables [para reubicarlos] y encontrar una solución permanente”, opina Daud. “Los campamentos de refugiados son una solución mejor que el realojo [para los demás]”. Lo que hay que hacer es mejorar las condiciones de esos campamentos, añade.

Comunicación transparente

“Bienvenidos refugiados” es el lema que encabeza la página web del Ministerio de Inmigración y Refugiados concernido, con un completo despliegue que promueve su acogida a través de una red de organizaciones locales, facilita el contacto de patrocinadores privados con familiares sirios en Canadá, cuenta historias personales de los recién llegados, promociona las donaciones y busca voluntarios activamente.

El portal de internet ofrece una completísima información tanto a los ciudadanos de ese país que desean informarse sobre la campaña #WelcomeRefugees como a aquellos que desean implicarse en la acogida de los demandantes de asilo y también para los propios refugiados que quieren tramitar su solicitud con el país norteamericano.

Los canadienses pueden ayudar con una donación económica, ofrecerse como voluntarios a su organización local más cercana o patrocinar a refugiados. En la web se pueden encontrar los distintos pasos que se pueden dar en cada caso, además de un mapa en el que localizar las distintas iniciativas relacionadas que existen en todo el país, con los correspondientes datos de contacto.

La distancia puede ayudar

“Desde CEAR hemos visto con envidia la rapidez del proceso de reasentamiento en Canadá frente a la lentitud desesperante de la Unión Europea”, reconoce la Comisión Española de Ayuda al Refugiado a este periódico.

Mientras en la Unión Europea arrecian las críticas por la lentitud en la reubicación de los 160.000 refugiados acordados el pasado otoño o por el acuerdo de Bruselas con Ankara para frenar la llegada de demandantes de asilo por el Egeo, los canadienses consultados por EL ESPAÑOL son más comprensivos.

“Es un contexto diferente por la proximidad”, subraya Banks. “No es justo comparar ambas situaciones”. Rico coincide en el diagnóstico, pero señala que “las muertes del Mediterráneo son un resultado de las leyes de la UE: donde usted va, ahí es donde empieza el proceso de refugiado, no donde necesita llegar”.

Ana, el estudiante y trabajador refugiado sirio, admite que no le gusta lo que ve en la gestión de la crisis de refugiados por parte de la Unión, pero dice que es normal que deban “parar la inmigración ilegal: tienen que librarse de la gente que no tiene problemas”.

La presidenta del Consejo para Refugiados pone una puntilla crítica con Canadá y recuerda que aunque los 27.580 refugiados sirios que ha recibido el país en los últimos seis meses es una buena noticia, hay muchos más sirios y demandantes de asilo de otros países que necesitan ayuda.

Menos de un año después de su llegada a Canadá, Anas sigue estudiando un nuevo grado de Informática, ha conseguido trabajo en el departamento internacional de su universidad y dice que “trabaja por conseguir una buena versión de mí mismo”.

El recuerdo sigue siendo duro. Anas sufrió problemas de ansiedad e ingesta compulsiva de alimentos durante el mal trago que supuso su paso por Jordania. Algunas canas empiezan a asomar en su joven cabellera, muestra con una sonrisa a través de la cámara.

Pero su vida sigue sin ser un camino de rosas: trabaja no sólo para mantenerse a sí mismo, sino para poder mandar dinero que a sus padres y su hermana, que siguen en Damasco. Cuando su hermano pequeño llegó a la edad para prestar el servicio militar, también huyó. Ahora está en Turquía y esperan poder reunirse.

Fuente:

http://www.elespanol.com/mundo/20160608/130987320_0.html

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A poor quality education is almost like no education

Fuente: globalpartnership.org / 9 de junio de 2016

Once children are in school, the next challenge is to ensure that they are learning to read, write and count, and acquire the skills they will need to become productive members of society.

Since 2000 significant gains have been achieved in access to primary education globally, however, the quality of learning remains a major challenge.

According to UNESCO, an estimated 250 million children either don’t make it to grade 4 or reach grade 4 without basic skills in reading, writing and math.

Factors such as poverty and extreme inequality put children at greater risk of not learning the basics. Living in rural areas or in remote parts of a country also reinforces disadvantages.

Schools in remote areas frequently lack trained teachers, and instructional materials are inadequate and often in short supply. These factors make it difficult for children and youth from marginalized groups to develop strong foundational skills in reading, writing and numeracy.

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Simposio sobre derechos humanos y valores en la educación: Los valores universales son el objetivo de la educación sobre derechos humanos

Fuente: Internacional de la educación / 9 de mayo de 2016

El mensaje de hoy en Riga, Letonia, se ha centrado en los cimientos de una educación con un enfoque inspirado en los derechos humanos, que incluya valores universales como la comprensión y la tolerancia, y que entienda las diferencias culturales como una oportunidad en lugar de como una amenaza.

Hoy se ha alcanzado un consenso sobre la importancia de una educación que fomente la aceptación por encima del odio en un simposio sobre derechos humanos y valores en la educación organizado por la Internacional de la Educación y LIZDA, el Sindicato de docentes de Letonia.
El Secretario General de la Internacional de la Educación (IE), Fred van Leeuwen, inauguró este simposio de dos días de duración con una defensa apasionada de un enfoque holístico sobre un sistema educativo que permita la convivencia de sociedades democráticas diversas.
«En nuestras sociedades multiculturales, la identidad es un aspecto crucial. El orgullo de la identidad propia debería complementarse con el respeto por la identidad de los demás», afirmó. «Nuestros centros escolares deberían reconocer las identidades de cada alumno, con independencia de su origen o procedencia. Las escuelas deberían ser lugares donde los niños y jóvenes aprendieran a convivir y entender la riqueza de la diversidad, porque todas las sociedades en las que les tocará vivir en el futuro serán democracias diversas y multiculturales».
También recogió esta visión la ponente Sneh Aurora, que realizó un repaso general de los instrumentos internacionales que abordan las cuestiones de la educación sobre derechos humanos y ciudadanía global, debatidas y definidas por la comunidad internacional y cuyo resultado han sido declaraciones y documentos sobre política adoptados por organizaciones intergubernamentales como la UNESCO y la ONU. La amplia investigación de Aurora incluye un documento de referencia sobre Educación en derechos humanos publicado por el propio simposio. Puede descargarse aquí.
El día se cerró con debates del panel y talleres en los que los participantes pudieron compartir experiencias y prácticas recomendadas de sus países, así como aprender de otros colegas.
Haldis Holst, Vicesecretaria General de la IE, resumió el éxito de la convocatoria. «Los docentes son piezas clave en el fomento de valores sociales: democracia, igualdad, comprensión cultural, respeto por los derechos…», declaró. «El objetivo último de la profesión docente es el deseo de conseguir la igualdad en el aula, en el colegio y en la sociedad. Los sindicatos de docentes ponen soluciones sobre la mesa y muestran el camino hacia la democracia, los derechos humanos y el futuro sostenible».
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Se necesita una escuela entera, si no toda la sociedad, para enseñar sobre derechos humanos

Fuente: Internacional de la educación / 9 de Junio de 2016

Preparar a los estudiantes de hoy en día para su realidad multicultural va más allá de la enseñanza de los derechos humanos como lección independiente de una clase; al contrario, requiere la creación de un entorno donde todos comprendan, valoren y protejan los derechos humanos.

Eleanor Roosevelt, Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas entre 1946 y 1952, fue una de las primeras defensoras de la educación en los derechos humanos y definió el enfoque necesario para transmitir estos conocimientos al destacar que «los derechos humanos no tienen ningún valor si la gente no los conoce, los comprende y exige que se respeten».
Para consolidar los progresos en este ámbito, el Consejo de Europa, que ha desarrollado y publicado una Carta sobre educación para la ciudadanía democrática y educación en derechos humanos completa, puso en marcha el Centro Wergeland de Europa. Ana Perona-Fjeldstad, Directora del Centro, explica cómo los objetivos más amplios de la educación implican preparar a los alumnos a través de una base de conocimiento profunda y avanzada para la vida y el empleo sostenible, pero también como ciudadanos de sociedades democráticas.
«En numerosos sistemas educativos europeos, desarrollar la capacidad de comportarse como un ciudadano tiene una prioridad menor que adquirir las destrezas y conocimientos necesarios en el mercado laboral», declaró. «Por este motivo, el Consejo de Europa ha desarrollado un marco que describe las competencias principales que permiten a los ciudadanos participar de forma efectiva en una sociedad democrática. Esto no se puede conseguir con la enseñanza de una única lección en clase, sino que requiere que toda la comunidad escolar y la sociedad en su conjunto adopten los valores representados por los Derechos Humanos».
Sneh Aurora, asesora sobre educación en derechos humanos, incide en la idea de que la educación sobre derechos humanos es clave para desarrollar una cultura sobre ellos y una sociedad que promulgue la dignidad, la inclusión y la igualdad.
«La educación sobre derechos humanos es un proceso de aprendizaje de por vida que intenta fomentar el conocimiento, por una parte, y los valores, actitudes, comportamientos y actos por la otra», reflexionó.
Guntars Catlaks, Director del Centro Nacional para la Educación de la República de Letonia, destaca otro aspecto importante.
«El aprendizaje sobre derechos humanos conforma el primer paso fundamental hacia el respeto, el fomento y la defensa de dichos derechos. El conocimiento y la comprensión de los derechos humanos puede aportar a los jóvenes las competencias necesarias para conseguir una sociedad más pacífica y justa», afirma. «Para tratar estos aspectos, los docentes requieren apoyo y formación con el fin de desarrollar las destrezas necesarias».
Perona-Fjeldstad, Catlaks y Aurora fueron los principales ponentes en el Simposio sobre derechos humanos y valores en la educación de la Internacional de la Educación (IE) que se celebró en Riga (Letonia) el 7 y 8 de junio de 2016.
Haga clic aquí para descargar un documento de referencia sobre los enfoques de la educación en derechos humanos redactado por Sneh Aurora. Su presentación de Powerpoint está disponible aquí.
La presentación de Ana Perona-Fjeldstad está disponible aquí.
Fred van Leeuwen, Secretario General de la Internacional de la Educación, inauguró el simposio. Su intervención está disponible aquí.

 

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¿Cuánto y cómo ha avanzado la reforma educacional?

Chile/06 junion 2016/ Autor: José Joaquín Brunner/Fuente: El Mercurio

«Ni los éxitos proclamados por la reforma educacional son tales, encontrándose pendiente aún la implementación de casi todas las iniciativas, ni las expectativas sembradas -entre utópicas e ingenuas- podrían satisfacerse….».

Nuestro debate sobre políticas educacionales sufre de una progresiva distorsión. Por un lado, el Mineduc proclama como éxitos de la reforma cosas tales como: «Se terminó la educación de mercado», «pasó a ser un bien público», «la educación ha dejado de gravitar en torno al dinero» o «la ley establecerá un sistema de educación superior inclusivo, pertinente y de calidad». Por otro lado, la autoridad declara que el sistema escolar estaría enfilado hacia un nuevo rumbo, dirigido hacia una mayor igualdad en la sociedad chilena.

En ambos lados, hay un conjunto de mistificaciones que conviene aclarar.

Por lo pronto, hasta ahora los avances de la reforma son leyes aprobadas o proyectos en tramitación o preparación. La Presidenta así lo reconoce. Dijo el 21 de mayo: «La tarea principal para los próximos años es implementar esta gran reforma educacional: pasar de las leyes a las acciones concretas que impactan positivamente en las familias». Es decir, sabe que las reformas no existen ni producen efectos antes de haberse aplicado. Allí reside la diferencia entre un cambio de papel y uno de verdad.

En esto debemos aprender de los estudios llevados a cabo por la OCDE.

Por ejemplo, insisten que una implementación efectiva supone aumentar las capacidades en la base, a nivel de aulas y colegios. Recomiendan contar con directores que sean verdaderos líderes pedagógicos capaces de «dar vuelta» colegios fallidos. Subrayan la necesidad de crear o fortalecer comunidades profesionales que puedan llevar las innovaciones hasta el interior de las salas de clase. Asimismo, se recomienda evitar iniciativas que desestabilicen a los colegios o que desconozcan el contexto dentro del cual se desenvuelven.

La mayoría de los proyectos de reforma impulsados por la administración Bachelet en este sector no ha considerado estas elementales lecciones. Su diseño fue improvisado, no se incluyeron dispositivos de evaluación, se puso énfasis solo en los aspectos legislativos, se dejó a un lado la articulación de acuerdos, se pasó por alto el conocimiento existente y se hostilizó a los sostenedores, las comunidades escolares y las instituciones de educación superior.

La sala de clase, las prácticas pedagógicas, la calidad de los aprendizajes, el cierre de brechas sociales, una mayor equidad, la capacitación de los docentes en ejercicio, una educación superior dinámica y vinculada con el desarrollo del país y las regiones, todo eso se halla lejos del corazón de la reforma.

Con todo, las principales mistificaciones se ubican en otro lado: el del (supuesto) poder que se atribuye a la educación para producir -como una nueva «mano invisible»- una sociedad más equitativa, movilidad social, igualdad de estatus y una mejor distribución del ingreso.

Originalmente, esta tesis fue planteada por la teoría del capital humano y acompañó a la visión neoliberal del mundo. Se postuló (y creyó) que la educación contribuía significativamente a todos esos fines sociales. Además, a crear empleo, aumentar la productividad, ensanchar el emprendimiento, facilitar la difusión de innovaciones tecnológicas e incrementar la competitividad de las empresas y la economía nacional.

Tan expectante tesis llegó a ser adoptada de manera casi uniforme, e igualmente acrítica, por economistas convencionales, organismos internacionales y fervorosos creyentes en el mejoramiento automático de las oportunidades de vida.

Por el contrario, la sociología, más realista -y más escéptica también cuando no se deja llevar por los vientos de alguna utopía- postula que la educación, entregada a los mecanismos espontáneos de transmisión de la familia, la escuela y la sociedad, termina reproduciendo las desigualdades de la cuna y sirviendo como un dispositivo de selección, clasificación, estratificación y jerarquización de las personas. No osaría, por lo mismo, prometer la igualdad en la tierra o la movilidad ascendente hacia el cielo. Pues sabe -desde hace más de un siglo- que para emparejar oportunidades, compensar diferencias, reconocer méritos y cerrar brechas de aprendizaje y bienestar, la educación necesita domesticarse, civilizarse, cultivarse y transformarse.

La distorsión óptica bajo la que hemos vivido estos últimos años se genera por ese enfoque economicista y por la idea de que las reformas impulsadas por la actual administración estarían operando como un interruptor de la reproducción educacional de las desigualdades.

Para llegar a ese punto habríamos requerido un programa de reformas muy distinto. Debimos partir por la gestión, el liderazgo y la profesionalización docente de los colegios subvencionados que atienden a los niños y jóvenes que no alcanzan el umbral mínimo de habilidades en los dominios cognitivos centrales. Esas escuelas deberían tener, adicionalmente, menos alumnos por profesor, redes de apoyo para sus docentes y estudiantes (de salud, psicológica, de orientación vocacional, asistencia social, etc.), y un currículum reforzado para ofrecer una formación humana más completa (física, ciudadana, de medios y redes, para el consumo, la convivencia y la autorregulación personal). Por último, debimos atender prioritariamente las carencias de los hogares de esos alumnos, pues allí comienza a gestarse la brecha de oportunidades que luego se va ensanchando a lo largo de la vida.

En fin, ni los éxitos proclamados por la reforma educacional son tales, encontrándose pendiente aún la implementación de casi todas las iniciativas, ni las expectativas sembradas -entre utópicas e ingenuas- podrían satisfacerse.

Para retomar la senda del esfuerzo compartido, necesitaríamos liberarnos primero de estas ilusiones y enseguida enfrentar los verdaderos retos.

Cómo tuvo que ser la sorpresa de 300 estudiantes de la Universidad Tecnológica de Georgia (EE UU) al conocer que una de sus profesoras era una máquina. Ocurrió hace tres semanas, cuando, tras más de seis meses atendiendo a un curso online de desarrollo tecnológico, supieron que la tutora que les asistía a través de la pantalla, llamada Jill Watson, no era más que un programa informático del superordenador Watson, desarrollado por la compañía IBM. “Es una prueba más de las capacidades que están adquiriendo los sistemas cognitivos. Si tras tantos meses dando clases con la herramienta, no supieron que Jill Watson era una máquina, es que las posibilidades de estos avances tecnológicos son enormes”, explica el director de soluciones cognitivas de IBM para España, Javier González.

Jill Watson estaba diseñada para solventar todas las dudas posibles acerca del curso, además de responder con expresiones coloquiales dependiendo del tipo de consulta de los estudiantes. Pero más allá de esta anecdótica prueba, lo que parece confirmarse es la tendencia de la entrada de todas estas herramientas en los sistemas docentes. “Siempre con la intención de mejorarlos, para que sean mucho más eficientes”, recalca González, que añade cómo estos avances tienen mucho más potencial de crecimiento en el ámbito educativo que en otros. Al menos de momento.

“En la educación tiene mucha importancia la interacción entre los humanos”, prosigue González. Por eso, la inteligencia artificial, por un lado, que intenta asemejar el comportamiento humano en una máquina; y por el otro los sistemas cognitivos, que tratan de ir mucho más allá de la mentalidad humana, tienen múltiples posibilidades.

Una de ellas es conseguir entender el lenguaje a la perfección. Tanto oral como escrito. “Estas herramientas pueden utilizarse, por lo tanto, para corregir los ejercicios y los exámenes de los estudiantes, incluso los que no sean de tipo test o de respuestas cortas, permitiendo a los alumnos expresarse como mejor consideren”, explica el científico e investigador en el Instituto de Investigación en Inteligencia Artificial del CSIC, Pere Garcia. Sin embargo, no todo se reduce al momento de la evaluación. “La verdadera revolución de estos métodos es que identifican cómo se debe trabajar con cada estudiante”, comenta el directivo de IBM.

La inteligencia artificial y, sobre todo, los sistemas cognitivos, tienen muchísimo más alcance en la transmisión de conocimiento y de contenido. “Cada alumno es un mundo, y gracias a la tecnología, cada estudiante puede tener su propio profesor, sus propios libros de texto y unos itinerarios totalmente personalizados”, recalca el investigador del CSIC. El resultado no es más que una educación adaptada de forma milimétrica a las necesidades y los objetivos de cada uno. “Aplicando los algoritmos adecuados, se pueden desarrollar herramientas que se ajusten a cada objetivo”, explica Garcia. Así, por ejemplo, la máquina dicta a cada estudiante un ejercicio u otro dependiendo de sus capacidades, “para que los más avanzados no se estanquen, y aquellos a los que más les cuesta vayan evolucionando”, señala.

De la misma forma que se pueden desarrollar libros de texto inteligentes para que cada estudiante avance en sus contenidos a su ritmo, o modificar el itinerario de un curso en función de cada uno de los matriculados y de sus necesidades, “ya que hoy en día los cursos suelen tener sus contenidos totalmente cerrados”, añade Garcia.

Se trata de democratizar la educación, ya que estas herramientas, al fin y al cabo, frenan muchas de las trabas del sistema educativo. “Cualquier profesor, a grandes rasgos, es capaz de llevar a cabo cualquier tarea. Pero en la docencia, el factor tiempo o el volumen de alumnos determinan todos los resultados”, afirma Javier González. De la misma forma que las aspiraciones profesionales dentro de un aula no tienen que ser las mismas.

La inteligencia artificial y el resto de herramientas, sin embargo, no amenazan la función del profesor. Más bien, la fortalecen. Garcia insiste en que no todo puede sustituirse por máquinas y robots. Por su parte, González recalca que mientras los docentes dejen de tener tanto peso en la transmisión del conocimiento, comenzarán a ganar más importancia en la experiencia educativa, convirtiéndose su figura en un auténtico facilitador que saca lo mejor de cada uno de sus alumnos. “Con estas herramientas, el profesor tiene el control de su aula, dirige teniendo más información y puede sacar el máximo rendimiento”, señala Garcia.

Un cambio de paradigma

El profesional del siglo XXI debe ser una mezcla de persona y de ordenador. Así lo cree, al menos, el filósofo, escritor y pedagogo, José Antonio Marina. Sin embargo, todos estos cambios, que también afectan al mundo de la educación, no tienen que ser percibidos con ningún miedo. “Simplemente, nos enfrentamos a un cambio de los ecosistemas de aprendizaje, en los que habrá que redefinir las escuelas, sumar a ellas todos los agentes que participarán en el proceso educativo y modificar las funciones del profesorado”, explica Marina. Una figura que, en su opinión, continuará siendo necesaria.

La inmersión de la inteligencia artificial en el ámbito docente, además de democratizar la educación si su gestión es correcta, también servirá para adaptar a los estudiantes a las necesidades del futuro. La entrada de la robótica y de otras máquinas y herramientas tecnológicas en el mundo de la empresa es ya una realidad, y cuanto antes se empiece a normalizar la relación directa con todos estos elementos, más satisfactoria será su acogida en el futuro.

Fuente:

http://www.elmercurio.com/blogs/2016/06/05/42313/Cuanto-y-como-ha-avanzado-la-reforma-educacional.aspx

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Argentina: Acusan al Ministerio de Educación de “discriminación ilegal”

Argentina/08 junio 2016/ Fuente: Diario Z

La Asociación por los Derechos Civiles (ADC) reclamó ante la justicia que el gobierno porteño le otorgue el título oficial por estudios secundarios completos a un joven con síndrome de Down.

La ADC se presentó como “amicus curiae” (amigo del tribunal) ante la jueza en lo contencioso administrativo y tributario de la Ciudad de Buenos Aires, Romina Tessone, y pidió que ordene a las autoridades locales que entreguen el título a Alan César Rodríguez.

Para la ADC la falta de entrega del título oficial al adolescente constituye un caso de “discriminación ilegal”.

La organización expuso que Rodríguez “cursó, se esforzó y aprobó todas las materias” en la Escuela Jesús Acusan de María de San Vicente de Paul, en San Telmo, pero que, tras completar el secundario, el establecimiento no le entregó el título oficial y el Ministerio de Educación de la Ciudad “nada hace al respecto”.

Según la ADC “la negativa a emitir el título”, por parte de la escuela y “la omisión” del ministerio de controlar al colegio, “viola obligaciones constitucionales e internacionales en materia de derechos de las personas con discapacidad”.

Un comunicado de la ADC agregó que “también afecta la autonomía de Alan, garantizada por el artículo 3 de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad”, ya que “al negarle el título del colegio secundario, le impiden continuar su formación y desarrollar así su proyecto de vida”.

Para la asociación “resulta indudable que la obligación de garantizar una política de educación inclusiva comprende el deber del Estado de asegurar los medios y adaptaciones necesarias para la implementación de políticas inclusivas en todo el sistema educativo”.

Fuente:

http://www.diarioz.com.ar/#!/nota/acusan-al-ministerio-de-educacion-de-discriminacion-ilegal-52634/

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¿Educación para todos?

España/08 junio 2016/ Autor: Sonia Sierra/Fuente: Economía Digital

En los países desarrollados de nuestro entorno, las diferentes fuerzas políticas consensuan acuerdos para no cambiar el sistema educativo cada legislatura lo que aporta la estabilidad necesaria para mantener lo que funciona y cambiar lo que sea susceptible de mejora.

En España, sin embargo, tenemos la educación como arma ideológica arrojadiza y los partidos que se han alternado el poder hasta ahora, lejos de llegar a un acuerdo en el que la mayoría se pueda sentir cómodo, imponen su modelo en cuanto llegan al poder e intentan derogar el anterior.

El resultado de esto es bien conocido: cifras de fracaso y abandono escolar temprano por encima de la media europea en la mayoría de las CCAA, comunidad educativa en pie de guerra constantemente y profesores que tienen que gastar gran parte de su energía en adaptarse a los cambios constantes del sistema. Por eso es tan importante lograr un Pacto Nacional por la Educación que dé estabilidad a toda una generación.

En España, el presupuesto en Educación está por debajo de la media europea y este aspecto, pese ser muy importante, no es el único que explica  el fracaso de nuestro sistema educativo.

Para empezar, cualquier modelo educativo de éxito considera clave la figura del profesor. Para ello se necesita una buena formación inicial y continuada y la valoración social de esta profesión y nada de esto sucede en nuestro país. Es por eso que necesitamos el equivalente al MIR para la formación del profesorado, con prácticas remuneradas para que los nuevos docentes entren en las aulas con la preparación necesaria.

Otro de los aspectos importantes que fallan en nuestro sistema educativo es la falta de equidad. Todos los estudios al respecto nos muestran que la situación socioeconómica de las familias es el factor determinante en el éxito o fracaso escolar. Este se comienza a detectar ya en la Educación Inicial y es precisamente ahí cuando se tiene que empezar a actuar.

Cuando un alumno se empieza a quedar atrás, se ha de iniciar un acompañamiento para que pueda seguir el ritmo de sus compañeros. Si no lo hacemos, ese alumno irá sumando retrasos y eso hará muy difícil que pueda seguir el ritmo escolar.

Por ese motivo, se necesitan más profesores de apoyo para ayudar a aquellos que más lo necesitan y ha de ser el sistema el que los proporcione de forma gratuita porque si no, las familias que no puedan hacerse cargo dejarán a sus hijos en desventaja frente a las que si puedan y la escuela debe de ofrecer igualdad de oportunidades a todo el mundo si de verdad queremos construir una sociedad justa.

Otro de los aspectos que dificulta la igualdad de oportunidades de nuestro sistema educativo es el exceso de deberes. Los informes tanto de la OCDE como de la OMS nos alertan sobre el exceso de tareas extraescolares en nuestro país y la poca efectividad de las mismas. Mientras que en Finlandia tienen una media de 2,8 horas de deberes a la semana y Corea del sur 2,9 –por citar dos países con excelentes resultados en PISA-, en España tenemos 6,5.

El exceso de deberes van en contra de la equidad porque las familias de nivel socioeconómico medio y alto pueden ayudar a sus hijos a hacerlo mientras que las familias con un nivel más bajo, no, lo que tiene como resultado una mayor diferencia en la brecha entre clases sociales. Eso sin contar que también perjudica la salud de los pequeños y la conciliación familiar.

Y, finalmente, tenemos el tema del acceso a los libros de texto. Cada septiembre, las familias se deben enfrentar al enorme coste de los libros de texto. Muchas familias no pueden hacerse cargo del gasto que supone unos 300 euros por hijo lo que tiene como resultado que muchos alumnos empiezan el curso sin el material adecuado, lo cual resulta especialmente perjudicial para el rendimiento académico. Además, esto provoca diferencias entre comunidades autónomas pues ya hay algunas que contemplan el uso de libros socializados y otras, no.

Es imprescindible que todos los niños, hayan nacido donde hayan nacido, tengan las mismas posibilidades de acceso a los estudios. No podemos seguir permitiendo que en España suceda que casi la mitad de los universitarios provengan de clase alta porque el talento no entiende de clases sociales y debemos fomentarlo allá donde esté.

Las personas que creemos en la educación como elemento transformador clave de nuestra sociedad hemos de apostar por una mayor inversión, una mejor formación y consideración del profesorado y por la equidad del sistema educativo para garantizar la igualdad de oportunidades. Nos jugamos nuestro presente y nuestro futuro.

Fuente noticias:

http://www.economiadigital.es/es/notices/2016/06/-educacion-para-todos-84221.php

Fuente imagen:

http://interculturalidadenlaeducacininfantil.blogspot.com/2010/11/fichas-interculturales-para-colorear.html

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