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Ser mujer bajo el franquismo

Por: Lidia Falcón

Esta mañana del 28 de junio el Grupo Parlamentario Unidos Podemos nos rindió un homenaje a los represaliados por el franquismo. Ha sido breve pero emotivo.

Con la asistencia de pocos de los supervivientes de aquella barbarie,  los discursos de alguna de las víctimas y de los representantes de los partidos que forman la coalición, más las aportaciones del PNV, PDCat, y Odón Elorza. Y fueron denunciadores de los horrores de la represión que se ejerció durante 40 años –en algunas regiones más- sobre los obreros, los políticos, los sindicalistas, los maestros, los luchadores vecinales y estudiantiles, los escritores y los artistas, los republicanos, los masones y los anarquistas. Y estuvieron bien.

Pero únicamente Julia Hidalgo, representante del PCE, recordó a las mujeres, que anónimamente, lucharon sin descanso y sin tregua contra la dictadura.  Y yo pregunto, ¿no hay manera de que algún dirigente político se acuerde de que existieron mujeres en el país? ¿Y que fueron perseguidas y encarceladas y torturadas y fusiladas? ¿Tiene que ser siempre, y únicamente, otra mujer –porque no todas las que hablaron las recordaron- la que rinda homenaje a sus compañeras? Ninguna pancarta portaba rostros de mujer. Ni siquiera las 13 Rosas fueron recordadas.

En mi libro En el Infierno – Ser Mujer en las Cárceles de España, escribí:

“Este libro va dedicado a todas las mujeres que sufrieron en el más indiferente anonimato, la persecución, el arbitrario encarcelamiento, el desprecio y la humillación de sus guardianes y de sus jueces, en el largo calvario de nuestro país bajo la dominación fascista…Las mujeres españolas, mientras dedicaban toda su energía a mantener con pleno rendimiento la industria de guerra y la producción de paz, la agricultura, la escuela y el hospital, soportaron, primero los bombardeos y el hambre en la catástrofe guerrera, sufrieron más tarde el derrumbamiento de sus hogares, la derrota de sus esperanzas, y con la muerte en el alma, enterraron a sus padres, a su marido, a sus hermanos, y siguieron cumpliendo el papel asignado desde siempre: parieron y criaron a sus hijos, trabajaron en los campos y en las fábricas, manteniendo vivo el fuego de los ideales por los que habían muerto los suyos.

Las mujeres de nuestro pueblo supieron ser fieles a sus héroes y mártires. Durante cinco, diez, veinte años ininterrumpidos esperaron a sus hombres en las puertas de las cárceles, haciéndoles más llevadera la prisión con sus visitas, con sus cartas, con sus paquetes difícilmente conseguidos. Educaron a sus hijos, garbanzo a garbanzo y remiendo a remiendo en la devoción a la padre preso. Y los hombres que ganaron el respeto y la admiración del mundo entero, pudieron mantenerse firmes y esperanzados gracias al sacrificio de las ignoradas mujeres que les dedicaron íntegramente los mejores años de su edad. Nunca se han contado un mayor número de fidelidades observadas, sin una vacilación, día a día.

Otras muchas, todas ignoradas, fueron y son héroes y mártires de esa lucha que es también la suya. Murieron en las ciudades incendiadas y en las largas caravanas de la huida. Colaboraron activamente en las organizaciones clandestinas que continuaron la batalla sin descanso. Llevaron los mensajes claves para los grupos de la resistencia, a través de las montañas, burlando los puestos de vigilancia, desafiando los controles y los registros, en el decenio de lucha guerrillera del país. Escondieron hombres y armas en los sótanos de las casas. Recaudaron peseta a peseta el dinero que permitía mantener la huelga, dar de comer a los militantes escondidos, sostener el aparato de propaganda, adquirir la documentación falsa que salvara la vida de los compañeros. Imprimieron octavillas y folletos y los repartieron a despecho del riesgo. Y en la misma medida que a los hombres, la represión las apaleó, las torturó, y por su condición de mujeres fueron violadas y ultrajadas en los cuarteles, en las comisarías, en las cárceles, en los campos de concentración.

Para ellas no hubo indulgencia sexista. Fueron fusiladas tras un simulacro de juicio y cumplieron condenas de decenas de años, bajo los gritos de los vencedores, en el frío, el hambre y la miseria. Dieron a luz en las enfermerías de las prisiones y lactaron sus hijos en sus exhaustos pechos, alimentados con pan remojado. Sobre el dolor de darles la vida sufrieron la desdicha de verlos morir entre las rejas, o de perderlos arrebatados por la insania de sus carceleros.

Nunca renegaron de sus creencias. Ni indultos ni remisiones de condena les fueron concedidos por mor de su condición de mujeres. Y nadie ha recordado sus nombres, nadie ha escrito su epopeya, porque la historia siguen escribiéndola los hombres. La ayuda económica y moral de los grupos y de los pueblos en lucha se ha volcado en las cárceles de hombres. Para ellos se han escrito los panfletos, se han levantado las masas en multitudinarias manifestaciones, se ha gritado en todos los idiomas la exigencia de justicia. Para ellos se han publicado las páginas literarias más hermosas y vibrantes. El recuerdo y el homenaje a los mártires de la lucha sólo incluyen a las mujeres en ese plural de las palabras que es siempre masculino.

Muchas otras mujeres han caído víctimas de la miseria, de la ignorancia, de la masacre social que ha machacado al pueblo español. Esas mujeres se han prostituido para comer y dar de comer a los suyos, favorecidas por el clima de corrupción, de mercado negro, de especulación y de estafa de un régimen que le señala a la mujer el burdel como única solución. Han abortado mientras la mortalidad infantil alcanzaba el más alto índice de Europa, y los escupitajos de la moral oficial las condenaba a la muerte civil.

La patria que las abandonó y las repudió primero, las amontona después en las cárceles. Las mujeres en prisión no mueven la política ni la sociología ni el arte ni la literatura. En un escalón más bajo, más despreciable, más olvidado que el preso, está la presa. Por ellas no se firman manifiestos, ni se escriben panfletos, ni se editan denuncias. Por ellas no hay interpelaciones en los Senados ni ruedas de prensa ni emotivas acusaciones de personajes influyentes al poder público.

Las últimas ventajas conseguidas en las prisiones de hombres no se han hecho efectivas hasta muy tarde en las de mujeres. Para ellas se dan unas condiciones muy especiales represivas, y su voz es débil y su fuerza escasa. Detrás de los muros carcelarios se ha tendido un impenetrable telón que las entierra.

A todas ellas va dedicado este libro. A las compañeras de luchas, a las compañeras de prisión, que han arrastrado meses y años los sufrimientos del encierra carcelario, sin que nadie las viera, ni oyera sus voces ni recordara sus nombres”.

Todo esto me hubiera gustado poder haber leído esta mañana.

Fuente: http://blogs.publico.es/lidia-falcon/2017/06/28/ser-mujer-bajo-el-franquismo/

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Venezuela: Creación de Escuela Feminista del Sur Argelia Laya aprobó Presidente Maduro

Venezuela/29 mayo 2017/Fuente: VTV

“Me están proponiendo que apruebe las bases organizativas, estructurales y financieras para la creación de la Escuela Feminista del Sur, Argelia Laya, adscrita al ministerio del Poder Popular para la Mujer. Escuela para formación de valores y el liderazgo de la mujer. ¡Aprobado!”, manifestó este jueves el Presidente Constitucional Nicolás Maduro Moros.

mujermadurocDesde el Teatro Teresa Carreño, donde presidió la jornada inaugural de la Expo Venezuela Mujer Productiva que se desarrollará hasta el sábado 27 de mayo, el Jefe de Estado destacó el valor de la mujer venezolana y el apoyo que recibe desde el Gobierno Revolucionario gracias al legado del Comandante Chávez.

Informó el Primer Mandatario Nacional que en la semana del 10 de julio se realizará la jornada de arranque de esta nueva e inédita escuela feminista a través de actividades formativas, por lo cual exteriorizó su deseo de participar personalmente.

Afirmó, asimismo, que la nueva Escuela Argelia Laya es importante pieza para el proceso Popular Constituyente que está en marcha para la elección de la nueva Asamblea Nacional Constituyente (ANC), por lo cual exhortó a las mujeres a aprovechar esta instancia para debatir y proponer iniciativas que refuercen en la Carta Magna sus derechos.

Fuente: http://vtv.gob.ve/creacion-de-escuela-feminista-del-sur-argelia-laya-aprobo-presidente-maduro/

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India: ¡La educación es la regla¡

Por: el país.com/26-05-2017

La menstruación continúa envuelta en falsedades y estigmas. Demasiadas niñas saben poco o nada acerca de ella y eso tiene graves repercusiones en sus vidas. La formación ayuda

Si tocas los pepinillos, se ponen malos. El bizcocho no sube. Si le dices hola a un chico, te quedas embarazada. Como estás sucia e impura, tendrás que dormir en el establo y no en tu propia casa; pero ten cuidado de no tocar al ganado, porque los animales podrían enfermar, o algo aún peor.

La menstruación es un proceso biológico normal que la mitad del mundo experimenta durante una parte bastante importante de sus vidas. En un día cualquiera, unos 300 millones de mujeres y niñas tienen la regla, y sin embargo, ésta continúa envuelta en falsedades, creencias erróneas y estigmas. Demasiadas niñas saben poco o nada acerca de ella, y eso tiene graves repercusiones en sus vidas.

Los peligros de la ignorancia

La adolescencia, con todos los cambios físicos y emocionales, es un tiempo tumultuoso en la vida de las niñas aun en las mejores circunstancias y, para muchas, la primera regla es de por sí una experiencia nada fácil. Pero para demasiadas es algo completamente terrorífico. Una de las chicas con la que WASH United trabajó en una zona rural de la India tuvo su primera regla cuando iba camino de la escuela. Convencida de que tenía cáncer y se iba a morir, se apresuró a regresar a casa, en estado de pánico y desesperada por llegar a tiempo para despedirse de sus padres. No se trata ni mucho menos un caso aislado: en la India, cerca del 50% de las niñas ignoran por completo lo que les está ocurriendo cuando sangran por primera vez.

Además de evitar a las niñas un comienzo tan traumático de su condición de mujer, la educación acerca de la menstruación es fundamental para ayudarles a gestionar el período de forma higiénica, con confianza y dignidad. Para tomar decisiones fundadas sobre cómo gestionar su menstruación, las niñas deben al menos comprender básicamente los procesos físicos que acompañan a la regla, así como conocer los pros y los contras de los distintos productos de higiene menstrual que le ofrece el mercado. Si no, es posible que mujeres y niñas empleen productos insalubres (como trapos viejos, hojas secas, hierba, cenizas, arena o periódicos) que pueden provocar infecciones del tracto reproductivo y otros trastornos de la salud, en especial la infertilidad. Por ejemplo, la mala higiene menstrual es una de las principales razones por la alta prevalencia de infecciones del tracto reproductivo en la India, lo cual contribuye de manera significativa a la morbilidad femenina.

Una sesión de formación sobre la menstruación en India.
Una sesión de formación sobre la menstruación en India. WASH UNITED.

Dado que la mayor parte de las sociedades son patriarcales, es necesario que también los niños y los hombres comprendan lo que ocurre con la regla. Sólo entonces seremos capaces de desmontar los tabúes y desenmascarar las falsas creencias. La educación de los estudiantes, tanto varones como mujeres, es fundamental para dotar a las niñas y mujeres de los medios necesarios para superar la pubertad conservando la salud y la confianza.

Escuelas que tienen en cuenta la menstruación

Además de la educación acerca de la menstruación, es preciso que las niñas puedan observar una buena higiene menstrual. Esto se aplica de manera especial a la institución que más poder tiene para transformar la trayectoria de sus vidas: la escuela. Los centros educativos deben proveer productos de higiene menstrual asequibles, disponer de retretes privados que tengan agua y jabón, y contar con opciones para la eliminación segura de los productos menstruales usados. Según un estudio realizado en Uganda, por ejemplo, la mitad de todas las niñas en edad de menstruar pierden hasta una semana de clase todos los meses. La regla se convierte así pues en una desventaja adicional para las niñas, que, aunque estuvieran libres de este desafío, tienen ya de por sí menos probabilidades de poder ir a la escuela que los niños. En los casos más extremos, muchas acaban abandonando la escuela por completo cuando comienzan a sangrar.

Asegurar que las niñas reciban la educación que merecen abre las puertas a multitud de beneficios sociales y económicos para toda la vida, que no sólo las favorecen a ellas sino también a las sociedades y a los países en general. Tendrán mejores sueldos, contraerán matrimonio más tardey tendrán menos hijos, que gozarán de una mejor salud y recibirán una mejor educación. Algunos países como Kenia, aliado de la alianza Saneamiento y Agua para Todos (SWA), están cobrando conciencia de esta oportunidad y demostrando que el cambio es posible. El Gobierno keniano ha incluido este tema en los planes de estudios de las escuelas e impulsa la mejora del saneamiento en las instituciones educativas.

¡Celebra el Día de la Higiene Menstrual!

El 28 de mayo es el Día de la Higiene Menstrual, que este año se centra en la educación. Existe una necesidad urgente de impartir más formación acerca de la menstruación con el fin de asegurar que las niñas dispongan de los conocimientos necesarios para tomar decisiones informadas y seguras. También es necesario que las escuelas estén adecuadamente equipadas, para que puedan observar unas buenas prácticas de higiene y la regla no se interponga en sus posibilidades de formación.

También los niños y los hombres deben comprender qué ocurre con la regla

A fin de acelerar el progreso, animamos a los gobiernos de los países a que adopten unas normas nacionales orientadas a mejorar la infraestructura para la gestión de la higiene menstrual en las escuelas, y a que garanticen la integración explícita de la educación sobre ella en los planes de estudios de las escuelas nacionales. Todas las niñas, en todas partes, deben disponer de los conocimientos, de los productos y de las instalaciones necesarias para gestionarla de forma higiénica, con confianza, dignamente y sin estigmas. Para ello será necesario dedicar más recursos económicos a la higiene menstrual, que hasta ahora ha recibido una financiación bastante insuficiente. Por ello instamos también a los gobiernos y a los aliados internacionales para el desarrollo a que incrementen la financiación a fin de costear las instalaciones necesarias.

Los pepinillos que se pudren, el bizcocho que no sube, los embarazos por arte de magia y las vacas que enferman nos pueden parecer ridiculeces, pero para los 800 millones de niñas y mujeres de todo el mundo que viven oprimidas por estos tabúes y estigmas, no tienen ninguna gracia. Es hora de que nos pongamos manos a la obra y ayudemos a liberar el poder transformador inherente a las mujeres y las niñas con la educación.

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Guatemala: Sometidas a la ignorancia sexual, las niñas de Guatemala pagan las consecuencias

Guatemala/Mayo de 2017/Fuente: Prensa Libre

«Sabía que venían de la barriga, pero no sabía cómo se hacían», dijo entrevistada en su vivienda, a unos 20 kilómetros de la capital.

Como Margarita, muchas niñas y mujeres en Guatemala tienen embarazos no deseados debido a la falta de información sobre salud sexual y reproductiva combinada con una violencia endémica contra la mujer, según activistas para la salud femenina.

Guatemala tiene una de las tasas de embarazo adolescente más altas de América Latina, lo que pone a las niñas en la senda de la pobreza y la dependencia, en vez de camino a la escuela o de un trabajo decente.

Estadísticas gubernamentales citadas por la Federación de Paternidad Planeada apuntan a más de 5 mil embarazos en niñas menores de 14 años en 2014 y cuatro de cada cinco casos el asaltante sexual fue un familiar como el padre, tío o abuelo.

Un 25 por ciento de los niños guatemaltecos tienen madres adolescentes, según los datos.

La ignorancia sobre la reproducción está profundamente arraigada en las tradiciones culturales y las enseñanzas de las iglesias Católica y evangélicas, donde las niñas aprenden que el sexo es blasfemo y prohibido, dijeron voluntarios del programa Abriendo Oportunidades.

Las madres a menudo no saben cómo explicarles a sus hijas el ciclo menstrual y el secretismo aumenta porque la mayoría de los embarazos son causados por violencia sexual dentro de las propias familias, dijeron activistas.

«Las madres no están informadas y sienten tal vergüenza que no pueden ni siquiera mencionar los nombres de las partes del cuerpo», dijo Marta Alicia Caz Macz, trabajadora de 22 años de la fundación Abriendo en Chisec, en la frontera con México.

Educación Sexual

Aunque en las escuelas se enseña educación sexual en las escuelas, activistas aseguran que a menudo es incompleta o irrelevante, dado que menos de la mitad de las niñas en Guatemala asiste a la escuela.

Los servicios de salud materna y reproductiva son costosos y a menudo inaccesibles para aquellos que viven lejos de las ciudades en el vasto interior del país.

Dicen que los altos niveles de violencia sexual contra mujeres y niñas provienen del bajo nivel social de las mujeres, especialmente las indígenas de origen maya, en una sociedad patriarcal y machista como la guatemalteca.

Guatemala tiene una de las tasas más altas de muertes violentas de mujeres, con dos asesinatos al día, según ONU Mujeres, que cita estadísticas oficiales de 2013.

El país destina un 15 por ciento de los ingresos fiscales de las bebidas alcohólicas para financiar programas de salud sexual y planificación familiar, lo que supuso unos siete millones de dólares en 2015, según la Agencia de Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID, por sus siglas en inglés).

Las leyes se endurecieron en 2015 cuando la edad mínima para el matrimonio fue subida a 18 años para mujeres y 16 para hombres, desde 14 años; pero todavía niñas de 16 años pueden contraer matrimonio con permiso de un juez.

Además, desde 2014 los embarazos en niñas menores de 14 años son reportados por ley como violaciones.

Interrumpir el embarazo está prohibido a menos que la vida de la madre corra peligro y activistas calculan que se practican 66 mil abortos al año en el país.

«Una buena ley»

Margarita, que ahora tiene 15 años, dijo que el padre de su hija era su profesor en la escuela primaria. Aunque le llevaba siete años, se casó con él y tuvo que dejar la escuela durante un tiempo. Luego regresó.

Por ley, su boda sería ahora ilegal y su embarazo habría sido juzgado como una violación.

Modesta Ical, es voluntaria imparte charlas de educación sexual a jóvenes indígenas. (Foto Prensa Libre: Reuters)
Modesta Ical, es voluntaria imparte charlas de educación sexual a jóvenes indígenas. (Foto Prensa Libre: Reuters)

«Creo que es una buena ley», dijo la entrevistada. «Cuando piensas que hay una ley ahí, a lo mejor no lo haces».

El rostro aniñado de la adolescente se ilumina cuando describe a su hija de 15 meses. Dice es gordita y «le gusta romper cosas».

Margarita ya no quiere tener más hijos y obtuvo unos implantes anticonceptivos de WINGS, una organización de derechos reproductivos. Quiere ser panadera cuando crezca, «porque me gusta comer pasteles», contó entre risas.

Violencia contra la mujer

A los 19 años, la mayoría de las mujeres en Guatemala ya tienen dos hijos, dijo Alma Odeth Chacon de la organización Tierra Viva. «Se convierte en un círculo vicioso de pobreza y violencia del que no somos capaces de escapar», dijo.

Dejar a las mujeres a merced de embarazos tempranos y no deseados es un medio eficaz de poder y control, dijo Justin Sitron, profesor del Centro para Estudios Sexuales Humanos de la Widener University en Pensilvania.

«Si las mujeres siguen siendo oprimidas y marginadas por las estructuras de poder no tendrán tiempo ni energía para defenderse a sí mismas y tratar de arrebatar el poder que monopolizan los hombres», dijo en una entrevista.

Con la esperanza de romper este ciclo, otra joven de 19 años, está recibiendo inyecciones anticonceptivas en una clínica de la Asociación Pro-Bienestar de la Familia de Guatemala (Aprofam).

Tiene un bebé de tres meses y dijo que ella y su esposo no pueden permitirse más hijos por el momento. Ella cocina rellenitos, un postre típico guatemalteco, y su marido vende raspaditos helados en la calle.

«Quiero una familia pequeña. Las familias grandes tienen más problemas y más pobreza», dijo Pérez, que será la primera mujer en su familia que usa anticonceptivos.

Elvira Cuc Cho, mentora de 24 años en la asociación Abriendo en Chisec, dijo que demasiadas mujeres y niñas permanecen en la ignorancia y lo ilustra rememorando una historia de su prima, quien quedó embarazada a los 17 años.

«No sabía lo que estaba pasando. Hasta que su cuerpo comenzó a cambiar y su madre le dijo: ‘estás embarazada'».

Fue forzada a casarse con el padre y acabó en un matrimonio violento, como atestiguan sus golpes y moratones.

«Está muy avergonzada y no quiere hablar de ello. Solo quiere hacerse daño a sí misma», contó Cuc Cho.

Fuente: http://www.prensalibre.com/guatemala/comunitario/sometidas-a-la-ignorancia-sexual-las-nias-de-guatemala-pagan-las-consecuencias

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21,000 fine on women using mobile phones in public in U.P. village

Asia/Arabia/Mayo del 2017/Noticias/http://www.thehindu.com

 

Se multaran   mujeres que usan teléfonos móviles en público en la aldea UP

Reseña:

En una aldea en Uttar Pradesh  se ha prohibido a las mujeres usar teléfonos móviles en público,  en un intento de restringir sus contactos con hombres, y planean fuertes multas para quienes infringan la resolución, determinada por  los consejos de aldeas informales conocidos como Khap panchayats. Señalan que estas ordenes están en contra de la constitución y sus derechos. Estos consejos mantienen las tradiciones y culturas donde se establecen. Siendo conocidos como radicales ,y se les crítica por querer actuar como un tribunal con un trato inhumano  y otros castigos al desconocer  sus ordenanzas.

The ruling was issued on Tuesday in Madora, mainly a Muslim hamlet.

A village in Uttar Pradesh has banned women from using mobile phones in public in an attempt to restrict their contacts with men, and plans hefty fines for violators, police said on Wednesday.

Village elders ruled that women found using a mobile phone outside their homes would be fined ₹21,000 — a sum it would take several months for rural people to earn.

The ruling was issued on Tuesday in Madora, a mainly Muslim hamlet.

«We have received reports about the Khap ordering the ban on women using mobile phones,» local police chief Arun Kumar Singh told AFP, referring to the informal village councils known as Khap panchayats.

«Such orders are against the Constitution and we will take action,» he added.

The village council believes that mobile phones are helping unmarried women to elope and that a ban will limit their interaction with men.

It also imposed fines on people caught slaughtering cows — illegal in most States — or smuggling liquor.

«We do support their measures against illegal activities but won’t allow them to curb the freedom of women,» Mr. Singh said.

Khap panchayats are mostly run by male village elders. Although illegal, they have considerable influence in rural North India.

They are known for issuing diktats aimed at upholding the socially conservative traditions that have long held sway and resisting modernisation — such as banning women from wearing jeans.

But they have also been blamed for ordering serious crimes, including the so-called «honour killing» of couples who marry outside caste or religion.

Critics accuse them of acting like kangaroo courts and handing down public beatings and other punishments for perceived crimes.

Fuente:

http://www.thehindu.com/news/national/21000-rupees-fine-on-women-using-mobile-phones-in-public-in-up-village/article18377318.ece

Fuente Imagen:

https://lh3.googleusercontent.com/g2yPjgKuS32fwuQT75slJLKM2FDt-uGH-TJ0jHgWKcOgIbTnPiEYRwUQZJI-A9polF5LOA=s85

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“El analfabetismo es el mayor enemigo de la mujer en Marruecos”

Por: Iñaki Makazaga

Fatna El Bouih, militante feminista, es pionera en la lucha por los derechos de las mujeres en el reino alauita

Los libros libraron de una vida sumisa a Fatna El Bouih (Marruecos, 1955), pero también le condenaron a la cárcel. A través de la biblioteca personal de su padre, profesor de Corán en una localidad cercana a Casablanca, descubrió desde pequeña que existían otras vidas posibles para las mujeres a las que veía en su país y comenzó a soñar con ellas. A los 18 años ya trabajaba en la clandestinidad junto a los sindicatos estudiantiles para hacerlas realidad. “No podía comprender cómo las mujeres podíamos estar tan marginadas de la vida pública y privada. Y los partidos políticos no eran la herramienta para conseguir ningún cambio, así que solo cabía trabajar al margen de ellos”. En ese momento fue condenada a cinco años de cárcel por sus vínculos con el movimiento marxista y por considerarla una amenaza para la seguridad del Estado. En esos cinco años se forjó la activista que fue después, pionera en su país en la lucha por los derechos de las mujeres, y la que es ahora como creadora del Observatorio marroquí de Prisiones y del Foro Verdad y Justicia. “El desafío actual de las mujeres pasa por terminar con el analfabetismo y contar con una mayor presencia activa en la política”.

Tras su salida de la cárcel en 1982 comenzó a trabajar como profesora de educación superior. Necesitó un tiempo hasta encajar lo vivido y ponerlo por escrito en forma de libro. “Primero necesité silencio. La experiencia fue tan dura por las condiciones de hacinamiento, las torturas y las amenazas constantes que me costó mucho adecuarme a la vida en libertad”. Con el tiempo descubrió que debía continuar la lucha como antes, al margen de los partidos e incluso de los sindicatos estudiantiles, y apostó por la creación de nuevos espacios. “Necesitábamos contar con asociaciones propias de mujeres en las que reunirnos, vernos, hablar. Y así comenzamos a crear organizaciones”.

En 1990 formó parte del grupo fundacional de los primeros Centros de Escucha para Mujeres Víctimas de la Violencia. “Una de cada dos mujeres sufría violencia y había que visibilizarlo. Solo con eso ya avanzábamos”. En la actualidad ya existen más de 50 centros repartidos por todo el país, así como centros de acogida a mujeres víctimas de malos tratos y toda una red de especialistas para el acompañamiento ante los Tribunales y comisarías. “Los tribunales siguen sin funcionar como queremos pero las asociaciones de mujeres ya estamos coordinadas para acompañar a todas las victimas y conseguir que ninguna tenga miedo a denunciar la violencia”.

En 1990 una de cada dos mujeres sufría violencia y había que visibilizarlo. Sólo con eso ya avanzábamos

En la memoria guarda la historia de una joven que acudió a los tribunales para denunciar los abusos constantes de su pareja. “Los tribunales no actuaron y la joven terminó suicidándose. La Igualdad real llegará con el cambio de mentalidad de los jueces, de los políticos, de los hombres en general. Mientras tanto, estamos las organizaciones de mujeres para que la historia de esta joven no caiga en el olvido y presionemos a todos hasta que las instituciones funcionen”. Y en esa lucha paciente se encuentra ahora.

La primavera de la igualdad marroquí

El Bouih habla de los años noventa como la primavera de la igualdad en Marruecos. “Conseguimos desacralizar el Estatuto de la Mujer, que no fuéramos vistas solo a través del Corán y comenzásemos a ser sujetos de derechos con oportunidades de ir a la escuela, formarnos… Decidimos conquistar el espacio público”. Fue tal la evolución del movimiento feminista que hasta el Rey Mohamed VI decidió incorporar en 2004 las peticiones de las asociaciones de mujeres en la comisión que redactaba un nuevo Estatuto de la Familia donde el papel del hombre igualaba al de la mujer. “Después tuvimos que luchar por que se pusieran en práctica las leyes y en esa guerra estamos todavía”.

Con la llegada de la Primavera árabe en 2011, Fatna El Bouih volvió a tomar las calles para que las voces de las mujeres fueran atendidas. A las calles, también acudieron los grupos más tradicionales, “más islamistas”. Consiguieron que la Igualdad fuera uno de los temas reclamados. “Al final, se reformó la Constitución y el Gobierno se comprometió a crear una institución que velase por la Igualdad. Todavía hoy estamos esperando a verla y la reclamaremos también el tiempo que sea necesario”.

Mayor implicación política

Las asociaciones han aprovechado todo este tiempo para documentar las desigualdades que sufren las mujeres en su día a día. “La evolución ha sido enorme: de no existir a estar liderando nuestro propio cambio”. Con orgullo repasa la evolución en el Parlamento del país, “de estar representadas por dos mujeres a contar con más de 30, y de cero mujeres en el Gobierno a una”. Eso sí, reconoce que necesitan más pasos para conseguir que la igualdad sea real. “Lo de ahora es una presencia por cuota, no por convencimiento. Seguimos marginadas, no se nos escucha lo suficiente”. Y advierte que para acompañar ese cambio vuelven a estar las asociaciones de mujeres.

«La Igualdad real llegará con el cambio de mentalidad de los jueces, de los políticos, de los hombres»

Con orgullo habla también de los pasos conseguidos para mejorar la situación de las prisiones. En los años noventa formó parte de la creación del primer Observatorio de Prisiones y del Foro Verdad y Justicia. “Las cárceles no deben funcionar como castigo, deben reinsertar en la sociedad”. Junto a la lucha por la mejora de los derechos de las mujeres, El Bouih ha recorrido las prisiones del país para escuchar a los presidiarios y denunciar sus abusos. “Hemos creado una asociación para ayudar a los expresidiarios a reinsertarse en la sociedad una vez conseguida la libertad”. En esos esfuerzos, también promociona la lectura. Tal vez, con la ilusión de alimentar más sueños como los que a ella convirtieron en activista.

“Saber leer y escribir te abre un mundo”

Ahora su principal reto pasa por fortalecer el espacio conquistado en la sociedad para las mujeres. “Hemos evolucionado mucho en mi país. Queremos tomar partido de la vida tanto en el mundo académico como en el político y ser nosotras mismas las que transmitamos nuestros mensajes”, asegura con contundencia. En ese reto la cultura es su gran aliado y el analfabetismo, su gran enemigo.

“Saber leer y escribir te abre un mundo. No sé qué hubiera sido de mí sin los libros de mi padre. Fueron esos libros los que me cambiaron y busco que sean ellos los que cambien ahora mi país, en especial a las mujeres”, asegura mientras participa en el Museo de san Telmo de San Sebastián en el ciclo Feminismos, exilios, narrativas junto a otras mujeres procedentes de países árabes.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2017/04/17/planeta_futuro/1492422019_632944.html

Fuente de la imagen: http://static.deia.com/images/2017/03/23/bin_23999681_con_9186639_9826_1.jpg

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El regreso de Kathy Switzer, la heroína del maratón de Boston

Por: Marta Sofía Ruiz

Una de las imágenes más icónicas del atletismo muestra a un hombre empujando por la espalda a una mujer. El agresor luce traje oscuro, pantalón largo, media cabeza pelada y una mirada de la que se le escapa la rabia. Es 1967, Boston, se corre la maratón, y el rostro de una mujer embutida en un chándal tan ancho que parece poco adecuado para correr muestra entre sorpresa y terror. Es Katherine Switzer, tiene 20 años, luce el dorsal 261 al pecho y trata de escapar de su agresor. Corre hacia adelante sobre unas Adidas con las que intenta despegar. La imagen la recogen unos fotógrafos tan sorprendidos como molestos, ya que ese altercado iba a hacerles esperar cuatro horas y veinte minutos, el tiempo que tardó Switzer en completar la carrera, para recoger su llegada a meta. Hoy, 50 años después, habrá más fotógrafos que entonces pero igual de pendientes de la misma corredora, pues Kathy, la primera mujer que completó una maratón rodeada de hombres, volverá a correr los 42 kilómetros que rodean Boston en su 121.ª edición para demostrar al mundo que ante la voluntad de cambiar lo establecido no hay tirano que se precie.

Jock Semple trata de atrapar a Kathy Switzer.
Jock Semple trata de atrapar a Kathy Switzer. YOUTUBE

Aquel abusón se llamaba Jock Semple -«¡Lárgate de mi carrera y devuélveme el dorsal!», le gritaba el entonces director de la prueba-, y cuando agarró del hombro a Kathrine, que había pagado tres dólares por la inscripción, se lo llevó por delante un tren de mercancías llamado Tom Miller, jugador de fútbol americano y pareja de Switzer, al que secundó también su entrenador Arnie Briggs. Ambos fueron sus mejores pilares.

¡Lárgate de mi carrera y devuélveme el dorsal!», le gritaba Jock Semple

Kathy, que cursaba periodismo en la Universidad de Siracusa, fue reclamada por Briggs para que corriera la milla. Ella, nacida en Alemania pero nacionalizada estadounidense, que se había iniciado en el deporte con el hockey, quiso hacer lo que muchas otras mujeres no pudieron. Un año antes de su gesta, Roberta Bobbi Gibb se coló entre la multitud de la maratón después de que su inscripción fuera rechazada y alcanzó la meta escondida bajo una sudadera con capucha. Pero a Kathy su entrenador no le permitió hacerlo de incógnito. «Es una carrera muy importante y tienes que inscribirte», recuerda Switzer en una entrevista para la BBC. Así que lo hizo, eso sí, bajo las iniciales «K. V.», que no despertaron la curiosidad del resto de participantes -todos daban por hecho que una mujer no aguantaría semejante desgaste-. Y aunque aceptó ir algo disimulada bajo un chándal no se quitó la pintura de los labios con la que corría siempre.

«Me siento muy agradecida a ese hombre enfadado porque cambió no solo mi vida, sino la de millones de mujeres. La gente me dice: “Es terrible”. Y siempre contesto: “A su pesar, él hizo más por las mujeres atletas que nadie porque creó una imagen que se ha convertido en un icono de los derechos de las mujeres”. Es fantástico. Al final nos hicimos amigos», reconoció en una entrevista a EL PAÍS en 2013. Switzer ha seguido corriendo desde entonces y ha luchado porque las barreras entre hombres y mujeres tanto en el deporte como en la sociedad sean cosas del pasado. «Si no terminaba habría gente que diría: “¿Lo veis? Las mujeres siempre intentan hacer cosas de hombres , pero no lo consiguen. No nos creerían», confesó en la misma conversación Switzer. Ese sigue siendo su motor.

Hoy, medio siglo después de su gesta, llamará de nuevo la atención porque a los 70 años hay pocos corredores que se atrevan a enfrentarse a una prueba tan exigente como la maratón. «Va a ser la carrera del siglo, una celebración de superación del mal», admitió hace cuatro años.

Porque ella mejor que nadie sabe que aquel mal que trató de ser más rápido que sus piernas nunca pudo atraparla.

Fuente:http://deportes.elpais.com/deportes/2017/04/17/actualidad/1492421902_977175.html?id_externo_rsoc=TW_CC

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