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Presidente argentino ratifica compromiso con la educación

Por: Prensa Latina
El presidente argentino, Alberto Fernández, ratificó hoy el compromiso con una sociedad más inclusiva e igualitaria y de mayor acceso educacional, al poner en marcha el Plan Federal Juana Manso.
‘El acceso a internet de hoy para un niño es lo que en mi época era poder acceder a un libro, vivimos un tiempo donde el conocimiento es central’, expresó el mandatario al lanzar la iniciativa desde la localidad bonaerense de Ezeiza, con una importante inversión que incluirá 633 mil netbooks para estudiantes de escuelas secundarias.

Durante su intervención, el Jefe de Estado insistió en que el mérito existe pero para que avance se necesita que todos partan del mismo punto porque sino hay quienes tienen más ventajas que otros y destacó que proviene de un espacio político que hizo del desarrollo humano un eje central.

En otro momento de su exposición, subrayó que hoy están retomando lo que en su momento comenzó la expresidenta Cristina Fernández y frenó el gobierno que le precedió.

Casi al finalizar, reiteró que desde su Gobierno la prioridad es seguir cuidando la salud de los argentinos ‘por más que escriban muchas hojas en sentencia’, en claro rechazo a la decisión de la Corte Suprema de fallar a favor del gobierno de la ciudad, en contra de un decreto gubernamental sobre la presencialidad de las clases.

‘Yo que amo el estado de derecho y lo respeto, no saben lo que me apena ver la decrepitud del derecho convertido en sentencias’, dijo el mandatario tras la decisión penal que, en detrimento de la orden Ejecutiva, apoyó al gobernador porteño para continuar con las clases presenciales, pese a la complicada situación sanitaria de la capital.

https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=446833&SEO=presidente-argentino-ratifica-compromiso-con-la-educacion
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Libro (PDF): Planes nacionales en derechos humanos. Debates y reflexiones sobre experiencias latinoamericanas

Reseña: CLACSO

*Disponible sólo en versión digital

Los textos reunidos en este libro dan cuenta de las tensiones y desafíos a la hora de generar políticas públicas en derechos humanos que sean inclusivas, que respondan a parámetros de participación ciudadana eficaces y con incidencia. También muestran la tensión observada ‒una vez más‒ entre el corto y el largo plazo: las temporalidades de los gobiernos y de los Estados. Asimismo, en estos escritos tenemos en cuenta el análisis de contextos y políticas desde el enfoque de derechos humanos que nos permite detectar que, con mucha frecuencia, los Planes de esta naturaleza ‒en tanto herramienta provista por instancias internacionales de protección‒ no terminan de ser implementadas en el nivel nacional o subnacional, sino que muchas veces se construyen como modos de “agradar” a las agendas internacionales, más que como formas de convocar e interpelar a los pueblos en iniciativas colectivas de transformación. Por ello, intentamos construir propuestas interpretativas que permitan analizar críticamente ‒y también fortalecer‒ a los planes de derechos humanos en estos caminos ambiguos de formulación, puesta en práctica y evaluación, porque creemos que estas políticas integrales y transversales son, o pueden ser, instrumentos para construir sociedades más justas e incluyentes, pero requieren trabajo y compromiso de largo alcance.

Autoras (es):
Victoria Kandel. Laura Gottero. Verónica Jaramillo. [Compiladoras]

Victoria Kandel. Laura Gottero. Verónica Jaramillo. Laura Pautassi. Eduardo C. B. Bittar. Hermes Corrêa Dode Junior. María de los Ángeles Villaseca Rebolledo. Enrique Azúa Herrera. Gabriel Adelfo Riaño Prieto. Gina Benavides Llerena. Javier Arcentales Illescas. Adriana Sletza Ortega Ramírez. José Luis Sánchez Gavi. Claudia Lovón. Cécile Blouin. Bruce Barnaby. Macarena Gómez Lombide. Ana Laura Piñeyro Jardim. Natalia Naz. Fernando Fischman. Wenseslao Martín. Jeremías Pérez Rabasa. Remo Carlotto. [Autoras y Autores de Capítulo]
……………………………………………………………

Editorial/Edición: CLACSO. UNLa.

Año de publicación: 2021

País (es): Argentina

ISBN: 978-987-722-887-8

Idioma: Español

Descarga: Planes nacionales en derechos humanos. Debates y reflexiones sobre experiencias latinoamericanas

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?id_libro=2341&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1505

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Trabajar en libertad

Por:  Roberto Patiño

Atravesando una de las mayores crisis políticas, sociales, económicas y sanitarias que ha vivido el país en su historia, el venezolano ha conseguido, en las comunidades de base, en el liderazgo civil organizado y en el trabajo de la sociedad civil, una inédita fuerza que ha puesto al servicio de todos, los mejores talentos para la búsqueda de soluciones a los problemas que vivimos.

Una disposición de trabajo por los demás que ha tenido en las ONG sus mejores aliados, un compromiso que crece, se hace orgánico y se imbrica con una conciencia cívica que lucha por ser el protagonista de su propia biografía, un modo de entender lo público, dentro de los principios de la solidaridad, el libre emprendimiento y la democracia.

Estos valores y formas de organización de base, que son el gran reservorio de los principios democráticos que hay en Venezuela, están nuevamente bajo amenaza.

Muchas de estas organizaciones han sido objeto de ataques del régimen, llegando a su punto culminante con la publicación de una Providencia Administrativa que pone a las organizaciones no gubernamentales bajo un sistema de vigilancia y control inconstitucional, obligando a revelar información sobre su trabajo y beneficiarios, una providencia que expone a estas organizaciones a procesos judiciales arbitrarios, desde una lógica perversa y paranoica según la cual las ONG son sospechosas de financiar el terrorismo y colaborar con la delincuencia organizada.

Se trata de ONG, fundaciones, asociaciones civiles y actores de la sociedad civil que, acompañando a las comunidades organizadas, han expuesto su nombre, trayectoria, seguridad y libertad personal en un esfuerzo por apoyar y empoderar a las víctimas de violaciones de derechos humanos y de la crisis económica.

Este salvaje retroceso que se pretende hacer sobre las libertades civiles en Venezuela afectará en el corto plazo el trabajo de miles de ONG, profesionales, lideres y fundaciones, y no se compagina con el esfuerzo que hacen los organismos multilaterales para hacer llegar al país la ayuda humanitaria en el marco de un proceso transparente, neutral y con independencia administrativa.

Desde Alimenta la Solidaridad y Caracas Mi Convive seguiremos apoyando sin miedo el trabajo que se hacen en las comunidades, poniendo al servicio de todos nuestra experiencia y profesionalismo. Un compromiso por el servicio que nos obliga a denunciar el peligro al que están expuestos los profesionales que han dedicado su vida a servir a los demás.

No nos callaremos frente a las amenazas contra las libertades civiles que nos acechan, estamos convencidos de que la atención a la crisis humanitaria tiene que venir acompañada de la recuperación del Estado de Derecho y las libertades políticas en país.

Seguiremos luchando por trabajar en libertad, seguiremos trabajando para vivir en libertad.

www.robertopatino.com

Fuente e Imagen: https://www.elnacional.com/opinion/trabajar-en-libertad/

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La Directora General de la UNESCO y el Presidente de Eslovenia inauguran el primer centro de investigación sobre inteligencia artificial

Europa/Eslovenia/30-04-2021/Autor(a) y Fuente: es.unesco.org

El 29 de marzo de 2021, Borut Pahor, Presidente de la República de Eslovenia, y Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO, inauguraron el Centro Internacional de Investigación sobre Inteligencia Artificial (IRCAI, por sus siglas en inglés), como centro de Categoría 2 auspiciado por la UNESCO en Liubliana, Eslovenia.

La Directora General de la UNESCO hizo un llamado a los países, organizaciones e individuos a complementar su energía y proponer soluciones para que la inteligencia artificial (IA) sea utilizada para el bien común de la humanidad. Como primer centro de su tipo, el IRCAI avanzará en la investigación sobre el uso de la IA para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

El lanzamiento del centro reunió a responsables políticos, investigadores, representantes del sector privado, organizaciones de la sociedad civil y público en general para comprometerse en cuestiones éticas, de derechos humanos y de desarrollo, que se relacionan con el diseño, desarrollo y despliegue de la IA. Durante dos días de discusión, el IRCAI y su red de socios establecieron la agenda para la investigación en inteligencia artificial, el asesoramiento sobre políticas, el desarrollo de capacidades y las actividades financieras que el centro llevará a cabo.

Sus cuatro comités científicos internacionales guiarán las funciones básicas de investigación del Centro respecto de:

  1. IA y Clima, que abordará el tema de la medición de la calidad del agua,
  2. IA y Educación, que se centrará en los algoritmos de IA que puedan lograr que los recursos educativos abiertos sean más accesibles y fáciles de usar,
  3.  IA y Tecnologías de asistencia, que resaltará el potencial del uso de tecnologías de IA para ayudar a las personas con discapacidad e
  4. IA y Salud, que se centrará en el uso de IA en los procesos de desarrollo de vacunas.

Para facilitar el intercambio de ideas sobre IA y los ODS, la UNESCO y el IRCAI lanzarán la Revista Internacional de Inteligencia Artificial para el Desarrollo Sostenible, que será interdisciplinaria y de acceso abierto.

La comunidad científica del IRCAI trabajará con la comunidad global de políticas de IA para garantizar la formulación de políticas de IA basadas en evidencia que se fundamenten en desarrollos innovadores en la investigación de IA. Como parte de los debates sobre políticas de IA y el desarrollo de capacidades en África, Olalekan Akinsande, Jefe técnico de Data Science Nigeria y Jade Abbott, de Retro Rabbit y Masakhane, hicieron hincapié en que la falta de infraestructura de TIC adecuada es un desafío para que África aproveche plenamente el potencial de la IA.

En este sentido, la UNESCO presentó los resultados de la Encuesta de evaluación de las necesidades de Inteligencia Artificial en África que recalca la necesidad de desarrollo de políticas y capacidades en 32 países de África. Estas necesidades van desde la creación de capacidades para que los operadores judiciales aborden las implicaciones legales de la IA hasta la necesidad de mayor apoyo para la educación y formación en IA en las universidades de África.

El Centro también destacará 100 proyectos de IA a nivel mundial que serán elegibles para financiamiento de innovación a través de Bonos de Impacto Social. Como ejemplo tangible de un proyecto de este tipo que utiliza la inteligencia artificial para fortalecer el acceso a la información, Kathleen Siminyu, coordinadora regional de AI4D África, analizó el modo en que la UNESCO y el IRCAI apoyan al consorcio de investigación Masakhane en el desarrollo de conjuntos de datos en idiomas africanos con bajos recursos para superar la barrera idiomática, el desarrollo de innovaciones locales basadas en IA.

El desarrollo y uso éticos y responsables de la inteligencia artificial son un importante foco de la labor de la UNESCO en materia de IA. El IRCAI apoyó activamente las consultas para la próxima Recomendación de la UNESCO relativa la Ética de la IA y apoyó un análisis sobre la IA responsable en África subsahariana. Renée Cummings, criminóloga y especialista en ética de la inteligencia artificial, al tiempo de destacar la necesidad de traducir los principios en acciones, resaltó la importancia de involucrar a las comunidades locales en el desarrollo de soluciones de IA innovadoras y eficientes, incluso a través de una mejor financiación para reducir la brecha entre el aprendizaje y su aplicación.

El IRCAI refleja el compromiso de la UNESCO de aprovechar la experiencia y los conocimientos mundiales en su empeño por fomentar una mayor cooperación internacional y construir sociedades inclusivas del conocimiento.

Fuente:  https://es.unesco.org/news/directora-general-unesco-y-presidente-eslovenia-inauguran-primer-centro-investigacion

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Debida diligencia para la protección de la niñez

Por: Elisabeth De Puig 

Hacer respetar los derechos del niño es una inversión esencial para un futuro sostenible;  es una garantía para el desarrollo de un entorno  empresarial estable e inclusivo.

Dentro del marco del mes para la prevención del abuso infantilSave the Children y la Unión Europea hicieron especial énfasis en la protección de los derechos humanos desde las empresas, en una actividad que tuvo como eje central la presentación de la periodista española Cristina Rodríguez y un panel de expertos integrado por varias personalidades.    

La debida diligencia para la protección de la niñez va más allá de la filantropía y de la responsabilidad social empresarial. Es un concepto que implica un cambio de enfoque frente a los Derechos Humanos e integra una perspectiva de corresponsabilidad innovadora donde la empresa asume el rol protagónico. 

A partir de este criterio el compromiso social debe ser incluido en la estrategia de las empresas de forma transversal. De esta manera no es un anexo y pasa a ser el epicentro de sus quehaceres desde un punto de vista de participación y generación de valor compartido. 

Esta visión se inscribe dentro de los lineamientos del Pacto Mundial de las Naciones Unidas que llama a las compañías a incorporar diez principios universales relacionados con los derechos humanos, el trabajo, el medio ambiente y la lucha contra la corrupción en sus estrategias y operaciones, para contribuir a hacer avanzar los objetivos sociales y la implementación de los ODS.

Ya desde antes de la pandemia, como lo subrayó Cristina Rodríguez en su intervención, en algunos foros de alto nivel se hablaba de cambio del modelo económico. En 2019, la llamada Business Roundtable, organización que reúne las 180 empresas más poderosas de Estados Unidos, firmaban y hacían público, por primera vez, un manifiesto donde expresaban que el accionista no podía seguir siendo el único centro de gravedad. Los clientes, los empleados, los proveedores y las comunidades también deberían entrar a formar parte de la ecuación. 

La pandemia debería confortar este cambio de paradigma que se venía vislumbrando. El momento muy especial que atraviesa la humanidad puede abrir las puertas a varias oportunidades. Ha puesto el dedo sobre la interconexión de todos los seres humanos y la vulnerabilidad individual, comunitaria, nacional y planetaria fruto de la pandemia.

Ojalá el sufrimiento global sirva de punto de partida para que las empresas  sean parte de la solución a los desafíos sociales y ambientales. La recuperación socio económica es la oportunidad de replantearse la sostenibilidad ambiental, así como asumir la necesidad de una sociedad más inclusiva e igualitaria, protectora de los derechos humanos.

Hacer respetar los derechos del niño es una inversión esencial para un futuro sostenible; es una garantía para el desarrollo de un entorno empresarial estable e inclusivo. Beneficia no solamente a la sociedad y a los niños sino también a la misma empresa. Los consumidores de hoy, cada día mas empoderados e informados, no aceptan cualquier tipo de conducta por parte de la empresa y pueden dejar de comprar marcas y productos. 

Diez principios identifican las acciones empresariales que contribuyen al respeto de los derechos del niño: respetar y promover los derechos del niño; contribuir a la erradicación del trabajo infantil; proporcionar trabajo digno a los jóvenes trabajadores, padres y cuidadores; asegurar la protección y seguridad de los niños en sus actividades e instalaciones; garantizar que sus productos y servicios sean seguros y que a través de ellos se promueven los derechos del niño; utilizar marketing y publicidad que apoyen y respeten los derechos del niño; respetar y promover los derechos del niño en relación con el medio ambiente y la adquisición y el uso de tierras asi como en las disposiciones de seguridad; ayudar a proteger los niños afectados por situaciones de emergencia y reforzar los esfuerzos de la comunidad y el gobierno para proteger y satisfacer los derechos del niño. 

Así, desde el Ministerio de Trabajo se está preparando un sello de No trabajo Infantil que una vez terminado formará parte de la cadena de valor de los productos merecedores de este reconocimiento, quienes podrán encontrar mejores oportunidades en los mercados internacionales, donde hay una mayor sensibilidad por este tema.

Fuente: https://acento.com.do/opinion/debida-diligencia-para-la-proteccion-de-la-ninez-8935783.html

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Corea del Norte: Why the United States Needs a Special Envoy for North Korean Human Rights

Why the United States Needs a Special Envoy for North Korean Human Rights

As the Biden administration turns its attention to North Korea, it should signal its support for human rights by reappointing a special envoy for the position on North Korea left vacant for the past four years. The reappointment will give meaning to US President Joseph Biden’s vow to return values to US foreign policy. It will also alert North Korea that ending its isolation and joining the rest of the international community, and especially normalizing its relations with the United States, will have to be accompanied by a lessening of oppression of the North Korean people. Denuclearization will remain the overriding objective of US policy toward North Korea, but human rights and humanitarian issues will play an important part.

Background

In 2004, Congress, with strong bipartisan support, created the special envoy position “to coordinate and promote efforts to improve respect” for the human rights of North Korea’s people. The envoy’s responsibilities, as set forth in the North Korea Human Rights Act, include “discussions with North Korean officials” and “international efforts” with other states, especially at the United Nations. Congress reauthorized the Act three times, most recently in 2018 with a unanimous vote. But the Trump administration, alleging the need to save costs, proposed “dual-hatting” the envoy’s functions to another US Department of State position, which was then eliminated. In the House of Representatives, the Republican and Democratic co-chairs of the Tom Lantos Human Rights Commission appealed unsuccessfully to the president in 2018 to fill the post so that human rights could be effectively incorporated into talks with North Korea.

Why Now?

President Biden has expressed his commitment to restoring values in American foreign policy and more broadly, to promoting human rights and democracy abroad. To dismiss the human rights situation in North Korea would be contrary both to US values and its national security interests. What makes the reappointment of a special envoy so compelling is the extraordinary nature of North Korea’s human rights situation. For the past 75 years, Kim family rule has largely cut off the people of North Korea from the rest of the world, put them under heavy surveillance, and enforced its authority with political prison camps, public executions, forced labor and other grave abuses. Many have had to endure chronic hunger, poor or non-existent medical care and extreme poverty.

President Obama described North Korea’s government as “probably the worst human rights violator in the world.” President Trump himself told Congress, “no regime has oppressed its own citizens more totally or brutally than the cruel dictatorship in North Korea.” In 2014, the United Nations (UN) Commission of Inquiry (COI), after a yearlong investigation, found the Kim government to be committing “crimes against humanity”—the most serious human rights violations—on a systematic basis as state policy.[1]

President Biden has also emphasized the need for the US to promote its values by strengthening America’s relations with other democracies. The United Nations is one of the most promising forums for a united front on human rights in North Korea, and a special envoy is sorely needed there to promote multilateral cooperation on the protection of human rights. North Korea’s human rights situation is on the agenda of the UN General Assembly and Human Rights Council, and the UN Commission of Inquiry’s nearly 400-page report in 2014 has made recommendations that are waiting to be implemented.

The previous envoy, Robert King, together with representatives from the European Union, Japan and South Korea, played a robust role in mobilizing states to adopt and co-sponsor resolutions on the human rights situation, and in particular to endorse the COI’s creation and its findings. With additional allies like Australia, the coalition successfully placed the issue on the Security Council’s agenda—the highest UN body—from 2014-2017 so that attention could be drawn to the impact of North Korea’s human rights conditions on international peace and security. But after 2018, the human rights situation in North Korea remained absent from the Security Council agenda, and in 2019 the US withdrew its support from the effort; in 2020, only a private (unofficial) meeting was held.

The UN’s Human Rights Council was also in disarray. Neither the US, South Korea, nor Japan co-sponsored the human rights resolution in 2019, and at the General Assembly, South Korea failed to co-sponsor the resolution on North Korean human rights in 2019 and 2020. Clearly, an envoy is needed to build back unity on this issue so that the full potential of the UN forum can be mustered.

The Nexus Between Human Rights and Security

Within the US government, an envoy is needed to develop a coherent strategy on promoting human rights in North Korea that is meshed with negotiations over nuclear weapons and other security issues. Over the past four years, the Trump administration has used human rights as a pressure point one moment and then dropped it at another—achieving, in the end, neither the nuclear agreement for which forsaking human rights was presumed necessary nor building trust in any other area. But nuclear security arrangements require trust as well as effective verification.

The denuclearization and human rights agenda are inextricably intertwined, observed Korea specialist Victor Cha. “The threat” posed by North Korea stems not only from nuclear weapons but from a government possessing those weapons that is “capable of a level of abuse of its own citizens unprecedented in modern human history.” Improvements in North Korea’s human rights conditions “would reflect the leadership’s commitment to reform and make a denuclearization commitment by the DPRK more credible.”

Respect for human rights has even been called the ultimate test of whether Pyongyang will come through on any nuclear deal. The UN Special Rapporteur on Human Rights in the DPRK has called for “a binding agreement” to be negotiated in the course of peace and denuclearization talks, “requiring” North Korea to “cooperate with the United Nations human rights mechanisms and engage with and grant access to independent human rights monitoring…”[2]

An envoy sensitive to both human rights and security concerns can help integrate human rights and humanitarian issues into a comprehensive policy. The envoy can coordinate with all the pertinent bureaus and offices in the State Department, National Security Council and government departments while assuring that human rights and humanitarian concerns are reflected in major statements of the US president, the US secretary of state, the UN Ambassador and other senior officials, and are added to Group of Eight (G8) or comparable communiques and promoted in dialogues with China and other governments.

An Agenda for the Special Envoy

Special Envoy King found that he was able to raise human rights concerns with North Korean officials, including a first vice foreign minister, in the course of discussions about humanitarian aid in 2011. He was further able to gain the release on humanitarian grounds of an American detained for six months in North Korea on unspecified charges. To encourage North Korea to hold talks in the future, political and economic incentives could be applied in a comprehensive policy.

Integrating human rights concerns in other policy areas would also be important, for example, making sure workers’ rights are included in any commercial or development arrangement that might arise, that significant women’s participation is insisted upon in NGO-funded training programs, or that food and medical aid be stringently monitored and distributed equitably so as to reach the most vulnerable, including those in detention facilities, a point accepted by North Korea in 2019 at the UN Universal Periodic Review.

The special envoy’s expertise would further come into play in evaluating the extent to which North Korean human rights practices warrant the lifting of US sanctions. Under the North Korea Sanctions and Policy Enhancement Act of 2016, for sanctions to be suspended, North Korea must show progress in prison conditions, the release of political prisoners, the repatriation of abducted foreigners, family reunification meetings, and the cessation of censorship and other political restrictions.[3] Although such provisions can presumably be waived on national security grounds, explaining them to North Korean officials should be a part of discussions.

A prioritizing of human rights issues would also be important. Some argue that the most sensitive concerns should not be among the initial ones raised with North Korea. King, for example, recommends that given North Koreans’ limited access to information, “We could press the North Koreans for more contact, for more openness, more travel for North Koreans” and encourage greater “flow of information.” Others recommend beginning with what is called “low hanging fruit,” or topics to which North Korea might be more amenable, involving women, the disabled or greater access to orphanages. Still others believe it’s time to raise the tougher issues because they are widely known, given the COI report, the consensus adoption of General Assembly resolutions since 2016 and US legislation on the subject.

North Korea, it is pointed out, has in the past made some concessions when it found it in its interest, such as admitting the existence of reeducation through labor camps, releasing a small number of abducted Japanese, allowing into the country the UN special rapporteur on disabilities, and even negotiating with a humanitarian organization in recent years to allow its entry to prisons for health reasons, although the effort to date has failed to come to fruition.

Conclusion

If the United States is truly interested in addressing human rights in North Korea, it must begin by appointing a special envoy. The envoy’s public education and liaison roles have had ripple effects internationally with NGOs, academics, think tanks and governments; the encouragement of increased broadcasting into North Korea by Voice of America and Radio Free Asia has also had an impact inside the country.

North Korea would certainly become far less of a danger to the world if it could be encouraged to move toward a more open society with respect for human rights. Both Presidents Carter and Ronald Reagan, in their dealings with the highly nuclearized former Soviet Union, found that the promotion of human rights reinforced their strategic objectives. President Biden should follow their example. North Korea cannot be expected to honor a nuclear weapons agreement and normalize relations without opening up its country to scrutiny.


  1. [1]

    United Nations, Human Rights Council, Report of the detailed findings of the commission of inquiry on human rights in the Democratic People’s Republic of Korea, A/HRC/25/CRP. 1, para. 1160, February 7, 2014, https://www.securitycouncilreport.org/atf/cf/%7B65BFCF9B-6D27-4E9C-8CD3-CF6E4FF96FF9%7D/a_hrc_25_crp_1.pdf.

  2. [2]

    United Nations, General Assembly, Situation of human rights in the Democratic People’s Republic of Korea, A/74/275, para. 5, August 2, 2019, https://undocs.org/en/A/74/275.

  3. [3]

    US Congress, House,  North Korea Sanctions and Policy Enhancement Act of 2016, HR 757, Sec. 401., 114th Congress, became law February 18, 2016, https://www.congress.gov/bill/114th-congress/house-bill/757/text?overview=closed.

    Fuente de la Información: https://www.38north.org/2021/01/why-the-united-states-needs-a-special-envoy-for-north-korean-human-rights/

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Que el mundo escuche el clamor de los refugiados. El Papa recibe a Filippo Grandi (ACNUR)

La inmigración, las guerras, el hambre, la pobreza y las pandemias son las emergencias que desde hace años provocan movimientos de poblaciones considerables hacia los países más ricos. Estas y otras cuestiones han sido abordadas en la audiencia del Papa Francisco con el Alto Comisionado del ACNUR, Filippo Grandi.

Nunca como en los últimos años la actividad del ACNUR, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, organismo fundado en diciembre de 1950, ha resultado tan esencial como en los últimos años para hacer frente a emergencias como la inmigración, la organización de campos para quienes huyen de la guerra, el hambre y las persecuciones de todo tipo. Hoy el Alto Comisionado del organismo de la ONU, Filippo Grandi, fue recibido en audiencia por el Papa Francisco. En los micrófonos de Radio Vaticano-Vatican News, Grandi destacó la difícil labor de dialogar con un mundo indiferente a las peticiones de los más pobres y vulnerables.

Comisario Grandi, la audiencia con el Papa Francisco llega en un momento difícil para toda la comunidad internacional, por razones bien conocidas, en primer lugar la pandemia. ¿Cuáles son los temas de la reunión con el Pontífice?

R. – En primer lugar, este difícil contexto internacional, en el que los grupos más vulnerables, aquellos de los que nos ocupamos -refugiados, desplazados- están especialmente expuestos, sobre todo a las consecuencias económicas de la pandemia. Luego, el contexto político también, que sigue siendo muy difícil para estas personas, también porque se ha politizado mucho, y la acogida, que debería ser un gesto humanitario, como nos recuerda precisamente el Papa Francisco, se ha convertido muchas veces en un tema de debate político. Pero también situaciones concretas: hablamos de Centroamérica, Sudamérica, especialmente del éxodo de venezolanos, Líbano: un país en profunda crisis. Y también de Europa y de la necesidad de que Europa se dote cuanto antes de un instrumento común de acogida, identificación de refugiados, integración, etc. Y debo decir que hay plena identidad de opiniones entre el Santo Padre y nosotros en estos temas.

¿Quiénes son los refugiados hoy en día? ¿Qué historias, incluso dramáticas, traen consigo?

R. – Son, según la definición histórica, personas que huyen de la violencia, la discriminación y la persecución. Y cada vez más, como ha recordado el Papa esta mañana, conflictos y guerras que parecen multiplicarse y no resolverse nunca. Y estos éxodos, estos exilios, se mezclan con otras situaciones: de pobreza, de cambio climático, de pandemias actuales. Se trata, pues, de flujos de población muy complejos y difíciles de gestionar para los gobiernos; pero sin una buena gestión, no sólo crean tensiones con las comunidades locales, que hay que resolver, sino que, sobre todo, dejan a estas personas en situaciones «suspendidas», muy duras desde el punto de vista humano y humanitario.

A veces es difícil dialogar con un mundo que suele hacer oídos sordos a las peticiones de los más pobres, los más vulnerables…

R. – Un mundo sordo, un mundo indiferente, un mundo distraído por muchos otros problemas, y la pandemia es por desgracia una distracción muy real. Pero también un mundo en el que desgraciadamente hay quienes gritan demasiado y utilizan el sufrimiento de estas personas para ganar votos, ganar elecciones y tener más poder. Y esto es lo que molesta y esto es lo que tenemos que contrarrestar precisamente el mensaje del Papa Francisco: el mensaje de solidaridad, de humanidad, el mensaje de fraternidad que constantemente trata de difundir en todos los países del mundo.

Los Refugiados: personas que ciertamente buscan un futuro mejor, pero que a menudo se ven obligadas a permanecer en lugares de recogida en condiciones muy difíciles. Una de ellas es la isla de Lesbos, donde hace cinco años el Papa Francisco fue…

R. – Ciertamente, porque hoy en día estos flujos humanos no sólo son una forma de que estas personas salgan de situaciones desesperadas, sino que desgraciadamente pasan por otros países que también están en situaciones desesperadas, o por contextos en los que estas personas no encuentran la protección, la estabilidad y la acogida que deberían encontrar. No es sólo la isla de Lesbos… Piense en Libia, que también es un país de tránsito. Pensemos en la ruta de los Balcanes -hablamos de ella con el Papa Francisco- que hoy en Italia vuelve a ser una fuente de llegadas y movimientos complicados. Así que, por desgracia, en un mundo en el que todos nos hemos vuelto más móviles, incluidos los refugiados y los migrantes, esta movilidad, que a menudo es aprovechada por los delincuentes y los traficantes, puede poner personas que huyen en otras situaciones peligrosas.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados es un organismo creado en 1950. Esta agencia de la ONU ha recibido dos premios Nobel de la Paz, en 1954 y 1981. ¿Significa esto que durante más de 70 años el trabajo de Acnur ha sido esencial?

R. – Y pensar que el Alto Comisionado se fundó en 1950 para durar tres años. Y después de más de 70 años seguimos siendo, por desgracia -insisto en la palabra «por desgracia»-, necesarios. Entre otras cosas, este año 2021 se cumple el 70º aniversario de la Convención sobre los Derechos de los Refugiados: un documento que, a pesar de su edad, que ya empieza a ser avanzada, sigue siendo de gran relevancia.

Fuente: https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2021-04/clamor-de-los-refugiados-el-papa-recibe-a-filippo-grandi-acnur.html

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