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México: Más escuelas de la UNAM se van a paro de actividades

Redacción: Publimetro

Hasta el momento unos 60 mil alumnos de la UNAM de bachillerato y licenciatura están sin actividades.

Los planteles Sur, Vallejo y Naucalpan, del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), se sumaron al paro de actividades que mantienen varias escuelas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para exigir que termine la violencia de género en la institución.

Algunos estudiantes y padres de familia acudieron a la escuela para pedir la devolución del plantel.

Tras realizarse una asamblea en el CCH Sur, los alumnos determinaron hacer un paro por tiempo indefinido debido a la “negligencia de las autoridades al atender los casos de violencia de género”.

En el caso del CCH Naucalpan determinó que que paro sólo sería de 72 horas, lo cual concluiría el viernes próximo. Esta escuela tiene una matricula de unos 12 mil alumnos.

El CCH Vallejo, también con 12 mil alumnos, anunció que sus actividades sólo se detienen por 48 horas, con lo cual el viernes reiniciarían las clases.

Actualmente, están en paro unos 60 mil alumnos de la UNAM, los cuales pertenecen a las Facultades de Filosofía y Letras (FFyL), de Ciencias Políticas y Sociales, Arquitectura, Arte y Diseño, así como de las Preparatorias 3, 5, 6, 8 y 9.

Fuente: https://www.publimetro.com.mx/mx/noticias/2020/02/05/escuelas-en-paro-la-unam-violencia-genero.html

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El viaje de una madre para librar a una generación de niñas de la mutilación

Reseña/África/06 Febrero 2020/elpais.com

Asha Ismail, que fue víctima a los cinco años de la ablación, es la fundadora de la ONG Save a Girl Save a Generation, con la que quiere romper el tabú de su propia vida para ayudar a erradicar una práctica que constituye una de las peores formas de violencia contra las niñas

Al compartir su relato, el de una niña de cinco años a la que acaban de someter a la infibulación (uno de los cuatro tipos de mutilación genital femenina), las palabras de Asha suenan como el verso suelto de un poema desgarrado:

Y dejas de correr,

de jugar como antes,

de buscar los mangos en los árboles.

Ya todo es miedo a caer,

que se pueda romper,

que se repita la misma operación;

ya no saltas a la cuerda,

ya no quieres jugar con los niños

ni descubrir lo que hay entre tus piernas.

Objetivo cumplido:

ya eres intocable.

A los 52 años, una buena parte de la vida de Asha Ismail (nacida en 1968 en Garissa, Kenia, y de etnia somalí) se quedó en aquella niña de cinco años que una mañana descubrió que el dolor era inherente a su condición de ser niña. “Aunque era una práctica presente en mi familia durante generaciones, yo me enteré el día que me tocó a mí”, explica.

En aquella escena, estaban dos de las personas a las que Asha más quería: su madre y su abuela. “Mi madre me bañó y me puso un vestido muy corto, luego me mandó a comprar cuchillas y yo compré dos. A la vuelta me encontré a mi abuela, una señora y mi madre en lo que era la cocina de mi abuela. El suelo era de barro y habían cavado un agujero”, detalla Asha quien, a medida que avanza en su relato, irá alternando el tiempo presente con el pretérito, como si aquel día nunca se hubiera terminado.

Asha Ismail imparte talleres para erradicar la ablación.
Asha Ismail imparte talleres para erradicar la ablación. CEDIDA POR SAVE A GIRL SAVE A GENERATION

Dolor. El dolor insoportable de aquel día nunca se fue. Aquel día, aquella niña de cinco años a la que obligaron a hacerse mujer a través de la violencia, se prometió que nunca obligaría a pasar por eso a ninguna hija suya.

Mucho tiempo después, en el año 2007, y ya en España, esa promesa se convertiría en el nacimiento de la ONG Save a Girl Save a Generation, desde la que Asha y su hija, Hayat Traspas Ismail, trabajan para prevenir y erradicar la mutilación genital femenina, evitar los matrimonios prematuros de niñas y denunciar la explotación infantil.

Asha está convencida de que romper el tabú sobre la ablación entre las comunidades que la practican (dentro y fuera de sus países), es la única forma de prevenir esta forma de violencia. “Las leyes que la prohíban son necesarias, pero tienen que ir mano a mano con la voluntad de las personas y hay que conseguir esa voluntad”, explica. Su convicción no va desencaminada: según Unicef, desde 2008, más de 15.000 comunidades en 20 países distintos han abandonado la práctica de la mutilación genital femenina.

30 millones de niñas en riesgo

A pesar de estas cifras esperanzadoras todavía queda mucho por hacer. Más de 200 millones de niñas y mujeres han pasado por alguno de los cuatro tipos de mutilación genital femenina en los 26 países de África y Oriente Medio donde se practica, así como en otros 33 países donde hay población inmigrante potencialmente vinculada a esta práctica. Durante la próxima década, 30 millones de niñas se encontrarán en riesgo de pasar por esta puerta de entrada al dolor que va asociada a otras formas de violencia contra la infancia, como el matrimonio forzoso.

Asha imparte un taller en Nairobi (Kenia) a niñas con riesgo de sufrir ablación.
Asha imparte un taller en Nairobi (Kenia) a niñas con riesgo de sufrir ablación. CEDIDA POR SAVE A GIRL SAVE A GENERATION

“En realidad, la mutilación genital femenina y el matrimonio forzado van de la mano, porque la finalidad de la mutilación es asegurar la virginidad, es intentar quitar esa necesidad sexual, que la mujer no tenga voluntad sobre su sexualidad para que conserve esa virginidad hasta que encuentre marido”, explica Asha.

“Ya todo es miedo a caer, que se pueda romper”, como contaba en su verso desgarrado.

En la noche de bodas con un hombre que ella no había elegido, Asha tenía 20 años y un miedo terrible a que algo se rompiera. “Mi vida cambió por completo ese día; si tenía alguna duda de pensar que lo que me había pasado era bueno, murió aquella noche”, relata emocionada.

De aquel encuentro con un hombre al que Asha no volvería a acercarse, nació una niña. “Me dieron a esa criatura en los brazos y yo solo pensaba: ¿por qué, por qué tenía que ser una niña?, ¿a qué mundo la he traído para que pase por todo lo que yo he pasado?”.

El despertar de un movimiento

Asha eligió llamar a su hija Hayat, que significa vida en suajili, porque con ella nació el convencimiento de que algo tenía que cambiar. Nació la fuerza para revolverse sobre sí misma y sobre toda la estructura que sostenía aquel dolor. A partir del nacimiento de su hija, Asha empezó a tejer una red de mujeres –sus hermanas, sus primas, sus vecinas– dispuestas a cuestionar una práctica que solo las había hecho sufrir y que no querían imponer a sus hijas.

Después de trasladarse a Tanzania, Asha siguió rompiendo ese silencio con más y más mujeres. La fuerza de su revolución personal iba creciendo, hasta que un día logró convencer a una madre, que iba a hacer pasar por la mutilación a sus cinco hijas, de que no lo hiciera.

Asha Ismail y la actriz española Maggie Civantos, embajadora de la ONG.
Asha Ismail y la actriz española Maggie Civantos, embajadora de la ONG. CEDIDA POR SAVE A GIRL SAVE A GENERATION

Años más tarde, esa red de mujeres y madres en contra de la ablación que ya formaba parte de ella, se fue con Asha cuando se trasladó a España con sus hijos.

“La primera vez que fui a la ginecóloga en España me avergoncé y me sentí mal, empecé a temblar, a sudar… ¿Por qué me tenía que sentir así? Entendí el desconocimiento que existía y pensé: ‘¿Cuántas mujeres en mi situación no acudirán al ginecólogo?”.

Con el apoyo de su hija Hayat, Asha fundó Save a Girl Save a Generation, la ONG desde la que ofrecen información sobre la ablación a personal sanitario y educativo, a policías, a jueces y, sobre todo, a mujeres y familias que no han tenido la oportunidad de romper con el tabú y hablar sobre la ablación. En España hay 18.000 niñas expuestas a la mutilación genital. El siguiente paso en este viaje será construir un refugio en Nairobi para acoger y dar educación a todas las niñas que tuvieron que dejar a sus familias para huir de la mutilación genital femenina.

Niñas asisten a uno de los talleres que imparte la ONG.
Niñas asisten a uno de los talleres que imparte la ONG. CEDIDA POR SAVE A GIRL SAVE A GENERATION

“Creo que tenemos que ser nosotras, las supervivientes, las que digamos ‘¡Ya está bien!’. Que salgan y que digan: ‘Esto ha acabado conmigo y mis hijas no lo conocerán. Ni para mí, ni para mi hija. Es una generación salvada; para mis nietas es historia’”, explica.

Cuando Hayat convirtió a su madre en abuela de una niña, Asha supo que algo había cambiado: “Ahora quería una niña porque estaba segura, sabía que no corría ningún peligro”. El viaje de esta madre por poner a salvo a muchas más niñas como ella continúa.

¿Quieres conocer la historia completa?

MÍRALA

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/sociedad/2020/01/30/pienso_luego_actuo/1580386762_950839.html

 

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India: Los ataques con ácido a las mujeres indias salpican los cines de Bollywood

Asia/India/06 Febrero 2020/elpais.com

El estreno de ‘Chhapaak’, protagonizado y producido por una de las heroínas indias más conocidas, lleva esta permanente lacra social a la gran pantalla por primera vez

El 10 de enero se estrenó Chhapaak (salpicadura, en hindi) en los cines de India. La producción está basada en la historia real de Laxmi Agarwal, superviviente de un ataque con ácido cuyo tesón cambió la legislación relativa a la venta de ese producto en India. Precedida de controversia —como toda producción artística que toca temas sociales en el país asiático— la cinta lleva por primera vez los ataques con abrasivos ante el gran público; tan afectado por esta lacra como influenciable por las historias contadas por Bollywood. Además, lo hace sin edulcorar ni victimizar a personajes, incluyendo un cierre final ajustado perfecta y descarnadamente a la realidad de uno de los países del mundo más afectados por la violencia contra la mujer.

Marcando el tono del metraje, la cinta empieza con las protestas contra el caso real de violación múltiple y asesinato de una joven en Delhi, en 2012. Desde ahí, muestra las dificultades del personaje de Malti (Laxmi) para trabajar debido a su rostro desfigurado. Interpretado por la heroína de Bollywood, Deepika Padukone, la protagonista conoce al director de un grupo de apoyo a supervivientes de ataques con ácido; mediante el que la real Laxmi descendió por el embrollado proceso legal contra la venta y uso de abrasivos por hombres despechados para humillar y estigmatizar a mujeres indias. “Déjame disfrutar de este momento”, espeta Malti tras un fallo judicial favorable pero no definitivo. Como hacen en la vida real tantos otros hombres (incluso los de buena fe) el personaje masculino quería moderar la fugaz felicidad de la protagonista.

A la edad de 17 —un año después de que tres hombres desfigurasen su cara— Laxmi interpuso una demanda de interés público para reformar el código penal y prohibir la venta de ácido, por el aumento en su uso como instrumento de la violencia machista. Cuando el Gobierno incumplió su promesa de regular la venta de este producto y compensar, tratar y rehabilitar a supervivientes, el Tribunal Supremo falló en favor de Laxmi. Desde 2013, la normativa obliga a tener 18 años, como mínimo, para poder comprar abrasivos y a presentar un documento de identidad. Sin embargo, poco ha cambiado la realidad del país y los ataques con este producto continúan.

La batalla infatigable

La prensa local confirma que los ataques con ácido han aumentado entre 2014 y 2018 mientras las condenas han decrecido, en algunos años, a solo el 60% de los casos. En particular, 2017, cuando se registraron más de 300 incidentes y 319 víctimas. Aún peor, los datos ofrecidos por la Oficina Nacional de Investigación Criminal confirman tendencias alarmantes. No solo caen las investigaciones policiales sobre denuncias, sino que las tramitaciones de casos en los tribunales también disminuyen. Lo que demuestra falta de compromiso de las instituciones indias tras una tibia reacción ante esta lacra después del fallo del Supremo de 2013.

Los ataques con ácido no se circunscriben solamente a India. Las mujeres colombianas también padecen esta lacra, aunque la mayoría de los casos se concentran en Pakistán, Bangladesh, Afganistán, Camboya e India. Así, la Fundación Internacional de Supervivientes de Ácido estima que entre 500 y 1.000 mujeres de la región asiática sufren estos ataques anualmente. En India, la actividad de organizaciones no gubernamentales ha llevado los ataques con ácido al debate público, pero falla la aplicación de la legislación vigente. Según la organización Make Love Not Scars (Haz Amor No Cicatrices), el 80% de las supervivientes nunca reciben la cantidad compensatoria mientras los hospitales no están preparados para su tratamiento como ordena la ley.

“El ácido sigue fácilmente disponible. Nuestros voluntarios y yo lo hemos comprado”, dijo la propia Laxmi; que creó una iniciativa para recopilar datos sobre su venta por distrito. Implicada en la causa desde su rol en la cinta, Deepika Padukone grabó un experimento social demostrando la compra de 24 botellas de ácido sin identificación previa. La película ha empujado a que el estado de Uttarakhand crease un fondo de pensiones para supervivientes.

La cinta también fue boicoteada, tras la visita de Deepika a estudiantes agredidos por las juventudes del partido gobernante. Acostumbrados al silencio de Bollywood en temas socio-políticos, líderes criticaron la visita de la actriz como una forma de promoción de la cinta, que también produce, en otro intento más de dictar lo que una mujer india puede o debe hacer. Sin embargo, la primera producción sobre ataques de ácido en India ha conseguido buena recaudación durante su primer mes en cartelera.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/01/31/planeta_futuro/1580464623_866882.html

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Entrevista a Nando López: “No creo que me afecte el veto parental; sus defensores no leen mucho”

Entrevista/06 Febrero 2020/Autor: Rodrigo Santodomingo/eldiariolaeducacioon.com

Nando López es docente (en excedencia) y autor. Además, visita unos 100 centros por año para hablar, sobre todo, de literatura. Desde hace algún tiempo, la militancia LGTBI tiene una gran importancia en su quehacer cotidiano. Hablamos con él de vetos parentales, derechos humanos, adolescencia y literatura.

Profesor de secundaria en excedencia, adalid de la escuela pública, el barcelonés Nando López ha hecho de la mezcla entre literatura y diversidad su bandera. Visita más de 100 centros al año en un tour sempiterno. Habla con vehemencia y dulzura de su experiencia personal, de su pasión por los libros como agentes de cambio, de los márgenes para innovar en el aula a pesar de los pesares. Charlamos con López en uno de los cafés con más solera literaria del madrileño barrio de Malasaña.

Eres carne pin parental. ¿Te bloqueará el sistema?

Lo haría si no fuera por el trabajo de las familias y los docentes, que en su mayoría están en contra del veto. Mis libros se leen en la pública, y también en la concertada y la privada, religiosas o no. Y cada vez me llaman más para que vaya a centros, quizá precisamente por culpa de esa minoría que arma tanto escándalo. Puedes vetar charlas, pero no encuentros literarios.

O sí, la verdad es que no está muy claro… Entiendo que unos padres pueden enterarse de que eres militante LGTBI e impedir que su hijo te escuche.

La lectura forma parte del currículum, a mí me contactan departamentos de Lengua y Literatura. Aunque bien pensado, el otro día vetaron una charla sobre reciclaje, los peligrosísimos contenedores… [ríe]. Supongo que en teoría sí me pueden vetar, pero no creo que ocurra porque la literatura requiere un esfuerzo que es leer, y yo creo que los que están a favor del veto no leen mucho.

En cualquier caso, parece que han conseguido embarrar el debate apelando a derechos abstractos como la libertad de educación, cuando el problema se reduce a cuestiones bien concretas. Por ejemplo, no queremos que se normalice la homosexualidad en la escuela porque para nosotros no es normal.

El problema es que estamos comprando su discurso. Dicen que la educación tiene que ser según los valores de cada padre. Un valor es, por ejemplo, la generosidad. Pero los derechos que recoge la Constitución no son valores, son derechos inalienables, y los profesores estamos obligados legalmente a educar según nuestra Constitución, que recoge el respeto a la diversidad. Más aún, la homofobia o el machismo son delitos de odio. No son cuestiones debatibles, y me entristece el hecho de que se estén debatiendo.

Pero es ahí donde están ganando la batalla: poniendo sobre la mesa asuntos que casi no provocaban controversia.

Yo creo que están perdiendo esa batalla. El ruido que han generado es mayoritariamente en su contra. Quizá tiendo a ser muy optimista, si no, no sería educador. Casi diría que han conseguido sacar el orgullo del colectivo LGTBI y han despertado el activismo, que estaba un poco dormido. Y lo que jamás podrán controlar es lo cotidiano, la actitud de tantos profesores y profesoras que han dejado claro que no se van a callar. Una charla es algo puntual, pero educa más lo que haces en tu día a día. Yo pedía a mis alumnos que analizaran frases como “Ana y María se besan” o “Pedro y Juan se quieren”. Son pinceladas que introducen la diversidad en el aula de forma muy natural.

¿Supone un riesgo alto salir del armario durante la adolescencia?

Yo creía que no, pero hace poco, en un encuentro, les dije a los chavales que ahora tenían suerte porque era más sencillo. Al final se me acercó un chico muy discretamente, me dijo que no lo era y se fue. Me dio mucho que pensar. Recuerdo también el caso de una chica trans que me contó que tenía que esconder su ropa porque sus padres se la rompían. Depende mucho de las zonas. En algunas, llevan abiertamente la bandera arcoiris. En otras, aún se vive con miedo. Es una etapa difícil, ya que luchas entre la singularidad y la aceptación.

Me pregunto si esa chica trans ha encontrado en su centro el apoyo o la comprensión que no tiene por parte de su familia.

Sí, y hay muchos casos similares. Por eso yo hablo tanto de la visibilidad docente. Que una profesora mencione abiertamente a su novia, o un profesor a su novio, que haya profesores trans. En mi novela La edad de la ira hay un chico que vive una situación de homofobia brutal en su familia. Está basada en experiencias reales de alumnos a los que los profesores intentamos salvar de entornos hostiles. Son situaciones que me provocan mucho dolor e impotencia, ya que como docente uno tiene unos límites. ¿Los hijos de padres homófobos, machistas o racistas tienen que heredar esas actitudes y prejuicios? ¿Cómo vamos a frenar entonces el acoso escolar? Escribir esa novela se convirtió en una necesidad.

¿Y percibes, en esta gira sin fin que haces por colegios e institutos, un aumento de actitudes machistas entre los alumnos?

No, pero sí una cierta polarización. Hay una adolescencia muy interesada en estos temas, chicas y también chicos que quieren vivir su masculinidad de una forma no tóxica. Y luego te encuentras lo contrario, chavales que dicen cosas que antes no se atrevían a decir. El discurso de la ultraderecha ha conseguido que se pierda la vergüenza al utilizar “feminazi” o expresar que el mero hecho de ser feminista conlleva algo negativo. No veo más machismo o más racismo, simplemente veo que se hacen más obvios esos que antes estaban latentes.

Por su especial gravedad se habla mucho del machismo cuando deriva en agresión directa, pero no tanto de otras cuestiones menos graves, aunque quizá más generalizadas. Por ejemplo, las crecientes imposiciones estéticas: parece que cada vez más adolescentes han asumido que están obligadas a ir maquilladas cuando salen de casa. O esa sexualidad sumisa de las mujeres jóvenes en tantos vídeos musicales.

Son fenómenos que también afectan a los chicos. No hay más que ver el repunte tremendo de casos de vigorexia. Las redes sociales son a veces puro exhibicionismo, para ellas y para ellos. Y en cuanto a esos roles que reproducen ciertos vídeos y canciones, claro que cosifican a las chicas, pero también ejercen mucha presión sobre los chicos, que piensan que tienen que ser así: duros, tóxicos, con una actitud ante la vida en la que la mayoría no encaja. Eso genera mucha frustración. Cuando vivamos en una sociedad feminista, el hombre también podrá ser libre. Para que esto ocurra hace falta, como siempre, más educación, de manera que los jóvenes puedan tener una mirada crítica ante lo que les rodea. Y no se trata de prohibir el reguetón en las fiestas escolares, algo que solo produciría más interés y curiosidad.

Eres un gran defensor de la escuela pública como garante de una igualdad de oportunidades real. Mencionas con frecuencia lo mucho que te ha ayudado a ti. Defiendes incluso una especie de justicia compensatoria: que se apoye más a los centros de entornos especialmente desfavorecidos. Un debate que casi no existe en España.

No todos los centros han de recibir lo mismo. Al igual que no todos los alumnos deben recibir la misma ayuda: algunos requerirán un poco más de esfuerzo, por la circunstancia que sea. Al menos ahora se van a prohibir los ranking de centros, una aberración que provocaba que determinadas escuelas fueran aún más gueto. Listados que no tenían en absoluto en cuenta la realidad socioeconómica del centro. Habría que estudiar el contexto de cada colegio o instituto, ver sus necesidades y apoyar con decisión a aquellos con problemas auténticos. Actuar a partir de una noción de redistribución equitativa. Conozco a un profesor con un programa maravilloso de fomento de la lectura a través de novelas gráficas. Tras meses de trabajo en un centro con familias de pocos recursos, le dieron 80 euros al año. ¿Qué haces con 80 euros? Estas desigualdades están llevando a muchos profesores al borde del agotamiento emocional. Se habla mucho de la ilusión, pero la ilusión necesita medios.

¿Hemos retrocedido en el camino hacia ese horizonte de igualdad de oportunidades a través de la educación?

Los recortes que hubo no se han recuperado. En algunos centros hay ratios en Bachillerato de casi 40 alumnos; los profesores tienen más horas y más chavales. Se han rescatado bancos y autopistas, pero no colegios. No se apuesta de manera decidida por la FP, el sistema apenas ha cambiado desde que yo estaba en BUP, no se generan oportunidades. Si unes una educación poco sólida con un mundo laboral precario, el futuro de los jóvenes es un sitio muy gris. Hace unos años, ser mileurista significaba precariedad; ahora, no es solo normal, es incluso deseable. Hemos bajado en expectativas, y es algo que está sufriendo todo el sistema social. Me preocupa mucho que, ante este panorama, nos quedemos atascados en cuestiones como el veto parental o que se utilicen las banderas para tapar todo lo que hay debajo.

Desde un óptica pedagógica, ¿es el sistema español demasiado monolítico o resistente al cambio?

Muchos profesores van por delante del sistema, y eso genera estrés porque tienen que moverse entre lo que les obliga el currículum y lo que piensan que deben hacer. En Lengua y Literatura, desde 5º de primaria hasta 2º de bachillerato los alumnos analizan sintagmas nominales, contenidos que aborrecen y que no van a entender mejor porque se lo repitas mucho. ¿Por qué no se trabaja más la expresión escrita y oral y la comprensión lectora?

A veces parece que nos empeñamos de veras en convertir en puro tedio una asignatura que debería ser gozosa y creativa.

Añade al análisis sintáctico el comentario de texto convencional y los exámenes de lectura. Convertir al libro en objeto de examen: una gran manera de matar cualquier pasión lectora. Hay que replantearse dónde queremos llegar con este tipo de enfoques. He tenido alumnos que analizaban oraciones maravillosamente pero eran incapaces de escribir un texto argumentativo. Si quieres ser lingüista, resulta fundamental que domines la sintaxis. Si no, es mucho más importante que sepas escribir y leer bien.

En cuanto a la literatura, entiendo que lo profesores tenéis que combinar el acercamiento a los clásicos con el fomento de la lectura. Hay quien pensará que se trata de objetivos casi antagónicos…

Para muchos alumnos somos la única ventana a los clásicos, estoy muy a favor de que se enseñen. Pero tengo la obligación de que, a través de mí, amen La Celestina. No puedo endosársela para que la lean en casa. Se pueden plantear también otros ejes. ¿Por qué no enseñar la literatura por géneros? ¿O en un orden cronológico inverso? En 3º de ESO tienen 14 años; si empezamos por la literatura medieval y El Libro del Buen Amor, acabarán odiando un libro fascinante, divertidísimo e irreverente. Pero si empezamos por el siglo XXI, podemos llegar ahí desde otro lugar. Yo en mis clases planteaba viajes temáticos: empezábamos por una peli de actualidad y de ahí buceábamos en los referentes y llegábamos al clásico que la había inspirado. Para entonces ya tenían muchas ganas de leerlo. Y siempre facilitaba la participación de los alumnos. A pesar de las trabas, muchos otros compañeros están trabajando los libros de maneras muy originales: book trailers, dramatizaciones…

Innovar resulta más difícil cuanto más avanzamos en la enseñanza obligatoria. En bachillerato, se antoja algo casi heroico.

Se pierden muchos lectores en el salto a la ESO. Tiene que ver con el salto a la adolescencia, pero también con los programas: si paso de leer libros adecuados a mi edad a leer El Lazarillo, pues El Lazarillo es maravilloso…, pero con 12 años no lo entiendo. Conforme subes el nivel, la presión externa es mayor. Yo odiaba dar 2º de bachillerato. Literatura de los siglos XIX y el XX; chavales de 17 años con un nivel crítico muy alto. Todo perfecto, pero se volvía una pesadilla porque era una carrera para llegar a Selectividad.

Quizá esa pérdida de lectores a los 12-13 años también tenga que ver con que a esa edad los chavales empiezan a tener smartphones.

El otro día me preguntaba una chica por qué pensamos que cuando los adolescentes están con el móvil, no están leyendo. Me dijo que ella leía en el móvil. Muchos adolescentes cuelgan poesías en sus cuentas de Instagram. Los adultos tenemos muchos prejuicios.

Pero, con todas sus ventajas, parece que tener móvil con internet siempre disponible no ayuda a leer libros, con la concentración y a veces paciencia que requiere esta actividad. Nos pasa también a los adultos: no hay más que coger el metro. A lo mejor muchos están leyendo obras en sus pantallas, pero desde luego no lo parece.

La verdad es que me cuesta ser negativo porque mis libros cada vez se leen más. Es cierto que el móvil es muy tentador, y que los autores competimos además con Netflix y HBO. Yo tiendo mucho al capítulo breve, en los libros para adultos también. Las editoriales me recomiendan segmentar aún más. Y trato de enganchar desde la primera página. El libro, por otra parte, ayuda a entenderte como adolescente y tiene algo muy poderoso que es la intimidad. Mis libros gustan porque en ellos los chavales encuentran esa parte oscura que no se atreven a decir a nadie.

Desmontando al examen en clave de humor

La última obra de Nando López, En casa me lo sabía (Ed Martínez Roca), aborda desde la ironía el temido examen. Sus toneladas de humor sirven para desdramatizar EL momento mientras revelan cuánto de absurdo tiene la obsesión por las pruebas cerradas con notas numéricas. “He intentado hablar de educación de una forma simpática, algo que ya estaba presente en Dilo en voz alta y nos reímos todos. Es una manera divertida de denunciar por qué hemos convertido a los exámenes en la única forma de evaluación, por qué el sistema nos obliga a puntuar en criterios, estándares, etc, cuestiones tan difíciles de meter en una tabla de excel”.

López aboga por introducir “otras herramientas que humanicen la evaluación y tengan en cuenta el contexto de la clase y de cada alumno”. Para ello resulta imprescindible “trabajar con ratios menores que nos permitan ver a nuestros alumnos como personas en vez de como a un taco de exámenes”. Sin embargo, el autor barcelonés piensa que el examen podría sobrevivir en el aula y cumplir una importante función: “Dar al alumno un pequeño aprendizaje vital sobre situaciones de estrés”.

Fuente e imagen tomadas de: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2020/02/03/no-creo-que-me-afecte-el-veto-parental-sus-defensores-no-leen-mucho/

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Escándalos de derechos humanos ‘Made in Asia’

Redacción: El País

Un resumen en cinco hitos de cómo ha sido 2019 en el continente, según Amnistía Internacional. Desde los campos de ‘chinificación’ hasta Roberto Duterte y su guerra contra la droga.

En Amnistía Internacional hemos seguido la situación en 25 países del continente asiático, pero, por si acaso no tiene tiempo para procesar la tonelada de información, resumimos en cinco hitos cómo ha sido el año 2019 en lo que se refiere a violaciones de derechos humanos.

1. Una Premio Nobel defendiendo un genocidio (Myanmar)

El 12 de diciembre de 2019 asistimos entre el horror y cierta fascinación malsana a la caída de un mito en directo retransmitido por nuestras pantallas. La gran Aung San Suu Kyi, Premio Nobel de la Paz en 1991, que estuvo 15 años bajo arresto domiciliario por defender la democracia, que después arrasó en las elecciones de 2015, un símbolo mundial de la dignidad y de la resistencia pacífica, se subió a una tribuna en la Corte Internacional de Justicia en La Haya para defender a los militares genocidas de su país, Myanmar.

Con su voz pausada, Suu Kyi denominó «conflicto armado interno» la violencia étnica en el estado de Rakhine, al oeste del país, y explicó que el término «operaciones de limpieza» utilizado por los militares para las actuaciones de respuesta en Rakhine «ha sido distorsionado». «En mi país no se toleran las violaciones de derechos humanos”.

Amnistía Internacional ha documentado asesinatos (incluidas personas quemadas vivas), violaciones y agresiones sexuales a mujeres y niñas, torturas, inanición forzada, incendio selectivo de poblados rohinyás, uso de minas terrestres, desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales y trabajo forzoso. También hemos descrito cómo antes de que comenzara la última oleada de violencia la población rohinyá ya vivía en un estado de apartheid, y cómo el aproximadamente millón personas que consiguió huir a Bangladés, el país fronterizo, viven en campos de refugiados con inmensas carencias y sufriendo la creciente hostilidad de la población local azuzada por campañas de odio que pululan en redes sociales.

Personas refugiadas rohinyá hacen cola durante horas bajo la lluvia esperando la llegada de ayuda humanitaria.
Personas refugiadas rohinyá hacen cola durante horas bajo la lluvia esperando la llegada de ayuda humanitaria. ANDREW STANBRIDGE (AMNESTY INTERNATIONAL)

2. Un millón de personas en campos de adoctrinamiento para chinificarse

En 2017 detectamos un efecto paranormal en la región del Sinkiang en China. Miles de personas de etnias uigur y de otras minoritarias desaparecían como si las engullera un agujero negro. A lo largo de estos años, tras mucha investigación, y también con ayuda de imágenes de satélite y otras noticias que fueron surgiendo, se averiguó que el gobierno chino estaba internando a miles de personas de etnias minoritarias en unos campos de educación para asimilarlos a lo que consideran que es ser chino o china.

Personas que han conseguido salir de los centros los describen como sitios infernales en los que como poco tienen que aprender chino, cantar canciones patrióticas, dar vivas al presidente de China, y ya en otro nivel, sufren insultos, palizas, reclusión en régimen de aislamiento, tortura y privación de alimentos. Se puede acabar en uno de estos centros por cosas como llevar una barba “extraña”, cubrirse la cabeza con un velo o un pañuelo, rezar a menudo, ayunar, evitar el alcohol, o tener libros o artículos sobre el Islam. También por viajar al extranjero por motivos de trabajo o de estudios, en especial a países de mayoría musulmana, o por estar en contacto con personas fuera de China. Así que no es de extrañar que un millón de personas estén allí retenidas.

En 2017 detectamos un efecto paranormal en la región del Sinkiang en China: miles de personas de etnias uigur desaparecían como si las engullera un agujero negro

El gobierno chino se ha empecinado en negar la evidencia aunque sí acabó admitiendo en octubre de 2019 que existen, sí, pero que se trata de centros de formación “vocacional”, creados “para educar a personas influidas por el extremismo religioso” y evitar que se conviertan en terroristas.

La puntilla llegó un mes después, el 19 noviembre. The New York Times abrió su edición a toda página con 400 documentos filtrados del gobierno chino que describen el programa de detenciones masivas con mucho detalle aportando transcripciones de discursos del Presidente Xi Jinping y comunicación del gobierno que explican purgas de funcionarios que pusieron pegas al sistema represivo.

Un escándalo en toda regla que dado el estatus de China como potencia mundial pocos países musulmanes se han atrevido a criticar.

3. Avances a cuentagotas para el 51% de la población

En algunos otros países de la región, las mujeres parecen vivir directamente en el medievo. Otro año más, han salido a la luz casos de asesinatos y torturas a mujeres acusadas de brujería en Papúa Nueva Guinea y de lapidaciones y ejecuciones públicas en zonas de Afganistán controladas por los talibanes, por tener relaciones sexuales fuera del matrimonio.

Tenía miedo y con razón: su cuerpo fue encontrado a la mañana siguiente. La habían violado, asesinado y quemado

El enésimo caso que ha escandalizado India es el de una joven veterinaria de 27 años, que salió de su casa en las afueras de Hyderabad, al sur de la India, para ir a una cita con el médico. Después de la consulta, fue a coger su moto y se dio cuenta de que tenía una rueda pinchada. Llamó a su hermana menor para contarle lo que pasaba, que se hacía de noche y que un grupo de hombres se había ofrecido a arreglar su motocicleta. Tenía miedo y con razón: su cuerpo fue encontrado a la mañana siguiente. La habían violado, asesinado y quemado.

Las penas contra este tipo de violencia extrema se endurecieron en India a raíz de la violación en grupo y asesinato de una estudiante de 23 años en un autobús público en 2012. Ella estaba con un amigo que fue golpeado con una barra de hierro, la misma que se usó para penetrarla tan severamente que los intestinos de la víctima tuvieron que ser extirpados quirúrgicamente antes de su muerte trece días después del ataque. Cuatro hombres han sido condenados a muerte. Pero no hace falta ser una persona experta para darse cuenta de que esto no erradicará la violencia contra las mujeres.

Las mujeres toman las calles en Lahore, Pakistán, durante el 8 de marzo.
Las mujeres toman las calles en Lahore, Pakistán, durante el 8 de marzo. EMA ANIS (AMNESTY INTERNATIONAL)
Por acabar con una nota positiva, que muestra el largo camino todavía por recorrer: dos casos muy mediáticos que acabaron bien en Indonesia. Baiq Nuril Maknun, de 41 años y madre de tres hijos, estaba recibiendo llamadas telefónicas del director de la escuela en la que trabajaba, acosándola sexualmente. Comenzó a grabar estas llamadas que se hicieron virales, según ella, sin su consentimiento. Esto resultó en una condena por distribución de material pornográfico para Baiq. El otro caso es el de una niña de 15 años que fue condenada por aborto ilegal tras ser violada por su hermano. Esta niña fue absuelta por el Tribunal Supremo y Baiq recibió una amnistía del Presidente.

4. Un presidente sin complejos (Filipinas)

Al presidente de Filipinas, Roberto Duterte, le hemos visto admitir que había matado personalmente a drogadictos y traficantes de drogas mientras era alcalde de Davao, compararse con Hitler («Hitler masacró a tres millones de judíos. Ahora hay tres millones de drogadictos… estaría feliz de masacrarlos») y aclarar sus principios durante la campaña electoral que le llevó a la presidencia del país («Olvídense de las leyes sobre derechos humanos. Si llego al palacio presidencial, haré lo mismo que hice como alcalde. Vosotros, traficantes de drogas, atracadores y hacedores de nada, mejor que os vayáis. Porque os mataría. Os arrojaré a todos a la bahía).

Y del dicho al hecho. Su campaña de guerra contra las drogas ha provocado el asesinato de miles de personas —el Gobierno ha admitido 6.000 homicidios policiales— que pueden constituir crímenes de lesa humanidad, según Amnistía Internacional. El año pasado la Corte Penal Internacional anunció que iniciaría una investigación preliminar sobre Filipinas, pero ni aún así han cesado los asesinatos.

5. Todo lo demás…

Además de estos puntos, hubo muchos acontecimientos buenos y malos en la región:

– la represión con inmensa fuerza de las protestas en Hong Kong y en Cachemira donde a la detención de cientos de personas el gobierno indio sumó un férreo estado de sitio y corte de comunicaciones.

– el conflicto armado en Afganistán sigue cobrándose la vida de miles de civiles —a pesar de lo cual países europeos envían allá a solicitantes de asilo y refugiados—.

– la polución en Lahore (Pakistán) alcanzó límites tales que en Amnistía Internacional movilizamos a simpatizantes en todo el mundo para hacer campaña en favor de la población.

El año 2019 fue complicado, como lo fue el anterior y lo será el siguiente. Pero cuando no hay esperanza, es preciso crearla, como han demostrado una y otra vez el activismo de la región que a pesar de la represión, se ha mantenido firme en la defensa de sus derechos.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2020/01/30/planeta_futuro/1580383263_202805.html

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Libro: Rompiendo barreras. Propuesta de atención integral a las discapacidades

Autor Principal: Eras Nieto, Jairo Vinicio
Formato: Libros
Publicado: Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador; Corporación Editora Nacional2016
Materias:
Acceso en línea: http://hdl.handle.net/10644/4923

Sumario: Esta obra es una propuesta para la protección integral de los derechos de las personas en situación de discapacidad mediante los centros de atención del Estado. Presenta los diferentes enfoques que los Estados y la sociedad han adoptado a lo largo de la historia para atender a las personas con discapacidad; además, muestra el proceso y los resultados obtenidos en una investigación realizada en los centros de protección para discapacitados (CEPRODIS) de Quito, Cuenca y Loja, sobre el ejercicio de los derechos de las personas con discapacidad y, por último, propone un plan detallado, con la metodología y las herramientas necesarias, para el fortalecimiento en la atención a las discapacidades desde los enfoques de inclusión social y de protección integral de derechos, considerando a la discapacidad como una situación. Con estos elementos, este libro se convierte en una herramienta de orientación para las políticas públicas con respecto a los centros de atención a personas con discapacidad, y un insumo importante para la reflexión y toma de conciencia de la ciudadanía en torno al rol que debe cumplir para romper las barreras que provocan la exclusión social.

Descargar en: http://repositorio.uasb.edu.ec/bitstream/10644/4923/1/SM200-Eras-Rompiendo.pdf

Fuente: https://www.bibliotecasdelecuador.com/Record/ir-10644-4923/Description#tabnav

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Conmemoración del Holocausto: Los sindicatos de la educación se unen para la ceremonia conmemorativa de Auschwitz y la conferencia sobre educación del Holocausto

Europa/Polonia/PrensaIE

Las organizaciones miembros de la Internacional de la Educación de 17 países de Europa, América del Norte, América Latina y África se encuentran esta semana en Polonia para asistir a la ceremonia oficial que conmemora 75 años desde la liberación del campo de concentración de Auschwitz-Birkenau. Tras la ceremonia, se celebrará una conferencia sobre educación del Holocausto organizada por sindicatos de Alemania, Israel y Polonia.

Auschwitz-Birkenau, uno de los campos de concentración y exterminio nazis más infames, fue liberado el 27 de enero de 1945. De los al menos 1.3 millones de personas que fueron encarceladas aquí, 1.1 millones de judíos, polacos, romaníes, rusos y presos de otras nacionalidades fueron asesinados por el régimen nazi. Los docentes de todo el mundo están decididos a mantener viva la memoria del Holocausto.

Organizada por el sindicato ZNP de Polonia, la conferencia sobre educación del Holocausto constituye el último evento de una arraigada colaboración entre sindicatos de la educación en Alemania, Israel y Polonia, cuyos miembros se han reunido periódicamente durante los últimos 50 años con el fin de examinar las mejores formas de combatir el antisemitismo, el racismo y la xenofobia y de promover la convivencia pacífica.

Durante el evento de cuatro días, los docentes tendrán la oportunidad de visitar el museo de Auschwitz, asistir a la ceremonia de conmemoración y posteriormente reunirse para intercambiar buenas prácticas e ideas innovadoras para enseñar el Holocausto a las nuevas generaciones. Pedagogos, científicos y artistas del museo realizarán reflexiones destinadas a comprender mejor y conmemorar el Holocausto, mientras que Matjaž Gruden, Director de Participación Democrática del Consejo de Europa, aportará una perspectiva institucional.

David Edwards, Secretario General de la Internacional de la Educación, que asistirá a la ceremonia conmemorativa y a la conferencia afirmó: “En un momento en que la extrema derecha, el antisemitismo, el racismo y la discriminación de todo tipo afloran en todas partes del mundo, cuando los ataques a los valores democráticos y los derechos humanos fundamentales se ha convertido en algo habitual común, resulta reconfortante presenciar el espíritu inquebrantable de los docentes de Polonia, Israel y Alemania que trabajan juntos para llevar las lecciones del Holocausto a las aulas de Europa y otros lugares del mundo. Compañeros de cuatro continentes han hecho un largo viaje a Cracovia para compartir ideas, alentarse e inspirarse mutuamente a fin de que las nuevas generaciones nunca olviden y nunca repitan los errores del pasado».

Fuente: https://www.ei-ie.org/spa/detail/16602/conmemoraci%c3%b3n-del-holocausto-los-sindicatos-de-la-educaci%c3%b3n-se-unen-para-la-ceremonia-conmemorativa-de-auschwitz-y-la-conferencia-sobre-educaci%c3%b3n-del-holocausto

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