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“De cero a siempre” Es ley en Colombia

Colombia/26 de julio de 2016/Fuente y autor: BID/ María Caridad Araujo.

Junto con el histórico acuerdo para el cese del conflicto armado que firmó Colombia hace unos días, hubo otro acontecimiento importante que celebrar en ese país. El 15 de junio, el Senado colombiano aprobó el proyecto de ley por el cual se establece la política de estado para el desarrollo integral de la primera infancia De Cero a Siempre. Pero ¿qué quiere decir esto y por qué es motivo de reconocimiento?

La Estrategia De Cero a Siempre (DCAS), lanzada en 2011, es una estrategia muy interesante que propone un abordaje integral de los temas relacionados a la primera infancia y a las necesidades de los niños y de las familias en este importante momento de la vida. La estrategia supone un esfuerzo coordinado desde múltiples sectores – salud, educación, protección social, cultura, planeación, bienestar familiar, entre otros – y palpable en los distintos niveles de gobierno – nacional, departamental y municipal – con el objeto de movilizar acciones que garanticen la trayectoria de cada niño a lo largo de la ruta integral de atenciones.

http://www.deceroasiempre.gov.co/Prensa/2016/Paginas/De-Cero-a-Siempre-es-Ley-de-la-Republica-de-Colombia.aspx

La aprobación de este Proyecto de Ley confirma que para la gestión de una política poblacional se requiere de una gestión intersectorial, articulada y eficiente, orientada a garantizar los derechos de las niñas y los niños entre 0 y 6 años de edad. Este empeño fue reconocido por el Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas en la presentación del informe de País en Ginebra, y en la visita de la Vicepresidenta y del Comisionado Miembro del Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas, quienes mencionaron que en los últimos años, los mayores avances de Colombia en materia de garantía de derechos de la niñez, los ha propiciado la Estrategia De Cero a Siempre.

La Ley De Cero a Siempre busca consolidar:

  • La primera infancia como una población prioritaria para el Estado, dado su carácter estratégico para el desarrollo y la sostenibilidad del país.
  • La articulación intersectorial como mecanismo de gestión fundamental para lograr la concurrencia de propósitos y recursos del gobierno nacional, territorial, y otros sectores de la sociedad poniendo en el centro de sus esfuerzos el desarrollo integral de los niños y las niñas desde la gestación hasta los 6 años.
  • Esquemas de gestión y financiación que permitan avanzar hacia la universalización de la atención y el ejercicio pleno de los derechos de la primera infancia.
  • Una visión clara sobre el desarrollo esperado para nuestros niños y niñas durante este periodo de vida, y de las líneas de trabajo gubernamental y social necesarias para alcanzarlo.
  • Una intervención diferenciada según la edad, el sexo, las particularidades de cada individuo y las condiciones en las que viven las niñas, los niños y sus familias.

Durante el cuatrienio 2010 – 2014 el Gobierno Nacional invirtió más de $9.5 billones de pesos en atención integral a la primera infancia; adicionalmente, las entidades territoriales tuvieron inversiones a nivel local para la atención integral de los niños y las niñas.  El País actualmente invierte alrededor de $2.8 millones de pesos al año por cada niño atendido en un Centro de Desarrollo Infantil, y alrededor de $2.1 millones de pesos al año por cada niño atendido en modalidad familiar.

Con estas inversiones se ha logrado:

  • Atender integralmente y con calidad a 1’205.906 niñas y niños en primera infancia.
  • Cualificar a 116.693 agentes educativos en atención integral a la primera infancia.
  • Entregar 8´227.618 de libros y contenidos especializados en primera infancia en centros de desarrollo infantil y hogares comunitarios.
  • Implementar 140 salas de lectura en familia.
  • Acompañar técnicamente a 288 unidades territoriales con el fin de promover el fortalecimiento institucional para la implementación de la Estrategia.
  • Acompañar a más de 20 comunidades étnicas a desarrollar Rutas Integrales de Atención propias con pertenencia étnica y campesina.
  • Afiliar a 4.081.320 niñas y niños menores de 4 años al Sistema de Seguridad Social en Salud.
  • Entregar 3.300 ajuares de bienvenida a los recién nacidos más vulnerables.
  • Alcanzar el 95% de cobertura en vacunación. Colombia cuenta con el esquema de vacunación más completo de América Latina.

Con la Aprobación de esta Ley el Gobierno Nacional deberá fortalecer la implementación y sostenibilidad de la Estrategia De Cero a Siempre capitalizando los avances obtenidos en los últimos 5 años en pro del desarrollo integral de la primera infancia, contribuyendo a la construcción de paz y de una sociedad más equitativa y bien educada.

¿En qué consiste esta ruta?

Es precisamente una herramienta que identifica el conjunto de atenciones  –servicios, cuidados, atención especializada – esenciales para que cada niño alcance su potencial desde antes de la gestación y durante los primeros años de vida. La apuesta colombiana por atender el desarrollo infantil con un enfoque integral es precisamente la definición de esta ruta, que pone en el centro al niño y a su familia para identificar sus necesidades. La implementación de los servicios previstos en la ruta requiere acciones coordinadas desde múltiples sectores e instituciones.

La Ley “De Cero a Siempre”, de estrategia a política de estado

Que el Senado colombiano haya votado para convertir esta estrategia en una política de estado por la vía de una ley sienta un hito importantísimo en la institucionalidad del país para la atención a la primera infancia. Al convertirse en una Ley, se asegura la sostenibilidad de los compromisos políticos y presupuestarios que se han plasmado en Colombia durante los últimos años para la promoción del desarrollo infantil. Este no es un tema menor pues Colombia ha realizado avances importantes durante los últimos años en materia de primera infancia.

Por ejemplo, como lo reflejan los datos de la encuesta longitudinal que realizó la Universidad de los Andes y sobre la cual hablamos en otro artículo de este blog, entre 2010 y 2013, el país experimentó un incremento en el acceso de los servicios de educación inicial, pronunciado en particular en zonas rurales y entre los niños de los estratos socioeconómicos más pobres en zonas urbanas. Aun así, Colombia se ha puesto metas ambiciosas para la atención integral de la primera infancia, con lo cual se requiere un esfuerzo político, presupuestario y técnico continuo para lograr estos objetivos.

Un nuevo conjunto de desafíos

Ahora que la política De Cero a Siempre es ley, el país se encuentra en una posición institucional y política más sólida desde la cual abordar el siguiente conjunto de desafíos que enfrenta la atención integral y con calidad a los niños y familias colombianas durante los primeros años de la vida. Quisiera destacar aquí cuatro:

1. Contar con recursos humanos suficientes en número y bien capacitados, con las competencias necesarias para ofrecer interacciones de buena calidad -receptivas, cálidas y sensibles- a los niños y sus familias. Esto requiere continuar trabajando en el desarrollo de estrategias de capacitación previa y continua, ofrecer oportunidades de crecimiento profesional y estímulos laborales adecuados.

2. Fortalecer las capacidades de los ejecutores y de los agentes a nivel local. En un país grande y descentralizado, es normal que exista una gran variedad de capacidades de implementación y de niveles de compromiso político a lo largo del territorio. ¿Cómo lograr que esa heterogeneidad no se traduzca en diferencias grandes en la calidad de la oferta de servicios por parte de los proveedores? Los desafíos de la ejecución de la política en territorio son grandes y hay mucho que hacer para mejorar aspectos de gestión y operación. Tal vez, si no logramos fortalecer estas capacidades, la provisión de calidad heterogénea puede traducirse en mayores brechas en los resultados de desarrollo infantil.

3. Medir el desarrollo infantil. Como la mayoría de los países en la región, Colombia no cuenta con indicadores periódicos y sistemáticos que informen la formulación de la política pública en lo que se refiere a la evolución de los niveles de desarrollo de los niños colombianos en las diferentes áreas -motora, cognitiva, emocional y de vocabulario- y que permita comparar la situación de diferentes subgrupos de la población entre sí y a lo largo del tiempo. Sin esta información, no solo es imposible tomar decisiones de política informadas, sino que es difícil movilizar apoyo social, político y financiero para la primera infancia de manera continua.

4. Modelos de atención en zonas rurales. En el contexto del cese del conflicto armado, urge la necesidad de pensar en modalidades de atención factibles a escala y que puedan promover el trabajo con familias, en particular en las zonas rurales. En este sentido me parece importante explorar experiencias exitosas en la región, como la del Servicio de Acompañamiento a Familias del Programa Nacional Cuna Más en Perú.

¿Cuáles crees que son los principales retos que enfrenta hoy la región en su institucionalidad relacionada con la atención a la primera infancia? ¿Qué lecciones podemos aprender de la experiencia colombiana? Comparte con nosotros tus perspectivas en la sección de comentarios abajo o mencionando a @BIDgente en twitter.

María Caridad Araujo es economista líder en la División de Protección Social y Salud del Banco Interamericano de Desarrollo.

Fuente:http://blogs.iadb.org/desarrollo-infantil/2016/07/11/ley-de-cero-a-siempre/?mc_cid=c4aa501566&mc_eid=37402ddfd1

http://www.deceroasiempre.gov.co/Prensa/2016/Paginas/De-Cero-a-Siempre-es-Ley-de-la-Republica-de-Colombia.aspx

Imagen: http://blogs.iadb.org/desarrollo-infantil/files/2016/07/0-a-cien.jpg

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El juego en el desarrollo infantil y el autismo

España/ Autora: Elaime Maciques

Introducción

El juego es un concepto que muchas veces resulta difícil definir. Los psicólogos consideraron que no se podía estudiar científicamente el juego, ya que no se podían encontrar rasgos o características comunes a situaciones tan diversas como el golpear de un bebé a un objeto que cuelga de su cuna y un partido de cartas de los adultos. Lo que tienen en común no son los aspectos externos sino las características psicológicas internas de los sujetos implicados en el juego.

La actividad lúdica posee una naturaleza y funciones complejas que se abordan desde diferentes teorías donde los autores se centran en distintos aspectos de su realidad, pero en la historia y evolución del juego aparecen diferentes explicaciones sobre el papel que desempeña en el desarrollo humano.

Así por ejemplo Lazarus (1983) en su Teoría de la relajación sostenía que los individuos tienden a realizar actividades difíciles que producen fatiga de las que descansan mediante diversas actividades como el juego que producen relajación. J. Piaget (1959), propone una clasificación fundamentada en la estructura del juego, que sigue estrechamente la evolución genética de los proceso cognoscitivos, distinguiendo el juego del acto intelectual más por su finalidad que por su estructura, al señalar que el acto intelectual siempre persigue una meta y que sin embargo el juego tiene su fin en sí mismo. Bruner tomando como base de alguna manera la Teoría del instinto de Gross, (el juego como un ejercicio preparatorio para el desarrollo de funciones que son necesarias en la edad adulta ) considera que mediante el juego el niño tiene la oportunidad de ejercitar las formas de conducta y sentimientos correspondientes a la cultura donde viven. El entorno ofrece al niño la posibilidad de desarrollar sus capacidades individuales mediante el juego. Los juegos de fuerza, el azar o la estrategia estarían relacionados con distintos tipos de economía y organización social (Teoría de la enculturalización del juego) donde hay estrecha relación entre cultura y juego. (Roopnarine 1998).

Desarrollo

El juego, conjuntamente con el movimiento, constituyen expresiones vitales del ser humano. niñajugandoAmbos se encuentran presentes desde el inicio de la vida y permiten establecer relaciones con el medio y con los demás, a partir del cuerpo, entidad totalizadora y presencia efectiva de la disponibilidad personal. En cada juego infantil aparece la búsqueda libre la resolución inteligente de situaciones, la satisfacción de una necesidad de conocer e integrarse.

Imaginemos una niña dando de comer a sus muñecos o niños sentados sobre un madero imaginando que viajan en un barco. Hablamos de juego simbólico el que se desarrolla haciendo uso de acciones propias del juego funcional como trepar, saltar, deslizarse y otras.

El juego es:

  • Experiencia de libertad y arbitrariedad
  • La ficción como elemento constitutivo
  • Actividad que implica acción y participación
  • Elemento de expresión y descubrimiento de sí mismo y el entorno
  • Interacción y comunicación

El juego cumple una función socializadora y sirve para adquirir conocimientos, para relacionarse con el entorno, para adquirir y mantener la autoestima y desarrollar la imaginación que conduce a la creatividad y tiene contenidos esenciales que lo configuran.

  1. Contenido estructural: Con relación al espacio – tiempo y a los objetos. En el juego intervienen componentes fundamentales de dominio y organización espacio – temporal por lo que la práctica en los primeros años del desarrollo contribuye a la adquisición de conceptos y estrategias relacionadas con esas dos nociones básicas.
  2. Contenido funcional: Se refiere a las capacidades motrices.
  3. Contenido relacional: El aspecto socialmente del juego y la comunicación con el otro.
  4. Contenido normativo: referente al establecimiento de reglas y normas dentro del juego

Niveles del desarrollo del juego

I nivel

  • El contenido central del juego son principalmente las acciones con determinados objetos dirigidas al compañero de juego
  • Lo más importante en la representación de esos papeles es dar de comer a alguien
  • El paso al segundo nivel viene caracterizado por una correspondencia mayor con la lógica de las acciones protagonizadas a la realidad de la vida, pues darán lugar a una interpretación más precisa del papel

II Nivel

  • El contenido principal del juego es la acción con el objeto. Pero se pone en primer plano la correspondencia de la acción lúdica a la acción real.
  • La lógica de las acciones viene determinada por la sucesión observada en la vida real
  • Los papeles son denominados por los niños y niñas. Se reparten las funciones.
  • La representación del papel se reduce a ejecutar acciones relacionadas con el papel dado.
  • En este nivel existe algunas contradicciones entre los niños y comienza un proceso de enriquecimiento cada vez mayor de las acciones ejecutadas

III Nivel

  • El contenido fundamental del juego llega a ser la interpretación del papel y se destacan acciones transmisoras del carácter de las relaciones interpersonales
  • La diferencia de este nivel con los demás es que las acciones con objetos pasan a segundo plano, y las funciones sociales de las personas pasan a primer plano

IV Nivel

  • El contenido fundamental del juego es la ejecución de acciones relacionadas con la actitud adoptada ante otras personas cuyos papeles interpretan otros niños
  • A lo largo de todo el juego, el niño observa una línea de conducta
  • Están claramente entresacadas las reglas que el niño observa, con invocaciones a la vida real y las reglas existentes en ésta.

Michelet (1986) afirma que el juego y el uso del juguete favorece el desarrollo del niño, propiciando el desarrollo de cinco características de la personalidad estrechamente vinculadas.

  1. Afectividad: al ser una actividad fuente de placer y entretenimiento, posibilita expresarse libremente, y descargar tensiones. Le permite al niño la superación de metas, la resolución de conflictos y para resolverlos establece relaciones afectivas con determinados objetos, convirtiéndose el juguete en un soporte de la transferencia afectiva.
  2. Motricidad: el juego y algunos juguetes son un soporte importante para el desarrollo de las funciones psicomotrices, tanto de la motricidad gruesa como fina.
  3. Inteligencia: a través del juego y la manipulación de los objetos, la ficción del juego simbólico, el niño se siente capaz de modificar el curso de los acontecimientos e inicia el análisis y razonamiento de los objetos. Al realizar estas operaciones de análisis y síntesis desarrollan la inteligencia práctica que es la antesala del razonamiento abstracto.
  4. Creatividad: en todos los niveles del juego, los niños emplean destrezas y procesos que le dan oportunidad de ser creativos a través de la producción, la invención, la ficción.
  5. Socialización: a medida que el niño va interactuando en los juegos y con los juguetes se va favoreciendo el desarrollo de la comunicación y el intercambio, preparando al niño para relacionarse con otros. A través de los diferentes niveles del juego, el niño primero juega solo, después le gusta estar con otros niños pero uno al lado del otro apareciendo el juego en paralelo. Posteriormente aparece la actividad competitiva en que la actividad de juego es similar para todos, surgiendo después la actividad cooperativa donde el niño interactúa con otros bajo un objetivo colectivo determinado. Se dan entonces actitudes de cooperación, resolución de conflictos, compartir, lo que los hace reflexionar y considerar el punto de vista de los otros, hacer juicios morales, desarrollar habilidades sociales y adquirir el concepto de amistad.

Hasta aquí hemos visto que el juego tiene un papel importante dentro del desarrollo del niño y que ayuda a la estructuración de la personalidad. Pero el juego tiene una función educativa determinante, ya que es la primera fuente de aprendizaje en las primeras edades, el niño aprende a controlar y comprender su entorno físico y social, haciendo que los procesos cognitivos se estimulen y vayan haciéndose cada vez más complejos, ya que aprenden gradualmente conceptos de relaciones causales, aprenden a discriminar, establecer juicios, analizar, sintetizar, imaginar y formular cuestionamientos y solucionar problemas.

El juego es un escenario donde se logra establecer y se produce la acción y representación del conflicto cognitivo para Vigostky, una zona de desarrollo próximo ya que el niño logra mayores aprendizajes dentro de un ambiente socializador y que los prepara para la participación cooperativa en la vida social.

Craig resume las potencialidades educativas del juego cuando afirma que promueve:

  1. Crecimiento de las capacidades sensoriales y habilidades físicas
  2. Proporciona infinitas oportunidades de extender las habilidades intelectuales descubiertas por el niño.
  3. Que la relación con los objetos ayuda a la clasificación, comparación, seriación y a entender mejor los conceptos de tamaño, forma entre otros.
  4. Los juegos reglados ayudan a desarrollar habilidades sociales como la espera de turnos, normas, entender las consecuencias de sus actos y aprender a ganar y a perder.

Lozano plantea que las condiciones que hacen que del juego una actividad precisa de aprendizaje y desarrollo es:

  1. Mediante el juego se opera en el mundo de lo imaginario donde el niño es más libre
  2. Establece una relación del niño con la tradición cultural de la sociedad donde vive, propiciando que lo aprendido resulte familiar y significativo
  3. Ayuda a regular y organizar la actividad conjunta, llegar a un acuerdo y las convenciones sociales.

Juego y los TEA

Emilio García en su artículo “Teoría de la mente y ciencias cognitivas” plantea: “Los juegos de ficción implican una actitud proposicional, aunque todavía no esté presente el lenguaje. Cuando un niño juega con un palo entre las piernas como si montara a caballo, el niño tiene una representación correcta del palo y de sus propiedades y a la vez tiene una representación del caballo. Fingir o simular que un palo es un caballo implica distinguir entre actitud proposicional y contenido proposicional. Los juegos de ficción implican atribuir a uno mismo, a los compañeros de juego o a los objetos del entorno, propiedades y características que no se corresponden con la realidad. Un sofá puede ser un campo de batalla entre indios y soldados, que en realidad son trozos de plástico informe. En un juego los niños simulan ser padres o madres, médicos, profesores y despliegan los roles correspondientes.” Y de esta manera se mueven dentro de la metarrepresentación, el cual es un sistema cerebral innato y conforma un módulo de la teoría de la mente. Para Leslie, el juego simbólico infantil es el primer signo del funcionamiento de este sistema.

Para diversos autores como Leslie (1987), Riviere & Núñez (1996) y Marti (1997), el desarrollo de la Teoría de la Mente está estrechamente ligado a la percepción, las emociones y el juego de ficción. Este último implica el reconocimiento de las propias representaciones mentales sobre la realidad exterior, a la vez que se presta para representar formas de interacción social en las que existe la tendencia a la atribución emocional y a estados mentales que posibilitan la relación con otros, así como la comprensión y predicción de sus conductas. A través del juego, de sus mecanismos y del lenguaje emitido al jugar puede identificarse la intencionalidad en el participante y los posibles sentidos que da a su realidad, tanto por su propia conducta como por la que atribuye a otras personas u objetos a través del juego de ficción.

Alan Leslie (1987) define al juego de ficción como aquellas situaciones en las que ocurren por lo menos uno de los siguientes hechos:

  1. Sustitución de objetos;
  2. Atribución de propiedades ficticias; y
  3. Utilización de objetos imaginados.

Sabemos que la falta de juego simbólico es parte de la triada de las alteraciones sociales asociadas a los trastornos del espectro del autismo. Como hemos visto hasta ahora, el desarrollo de habilidades motrices, cognitivas y sociales van ligadas al juego en todas las etapas del desarrollo, pero para que exista un juego funcional debemos desarrollar la capacidad de imitación, para que exista un juego simbólico tenemos que ser capaces de entender las representaciones reales del mundo exterior y poder entender las claves sociales implícitas en el juego para poder predecir nuestras conductas y la de los demás. La mayoría de los niños con TEA no alcanzan un nivel de imitación que les permita establecer una relación de juego funcional, poner objetos en filas, hacer girar ruedas de autos, muestran un desorden sensorial y de conductas repetitivas y estereotipadas que hacen que el juego pierda su propósito, se les dificulta entender las normas sociales y ser empático con el otro, por lo que las dificultades que encontrará para integrarse a los juegos en colectivo serán muy complejas.

Concluyo mi artículo haciéndoles una pregunta ¿Es imposible que los niños con TEA aprendan y disfruten el jugar en compañía de otros ?.

Fuente: http://autismodiario.org/2013/01/10/el-juego-en-el-desarrollo-infantil-y-el-autismo/

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España: ¿Por qué es bueno que los niños se aburran?

España/7 de julio de 2016/ Fuente: el mundo

«Papá, mamá: Me aburro ¿Qué hago?». Seguro que la frase le resulta familiar, que la ha oído por boca de su hijo cientos de veces y ahora en verano, aún más. Pero no debemos satisfacer sus deseos, ni darles algo con lo que jugar o pasar el rato. Que investiguen ellos, que averigüen e inventen qué hacer cuando no tienen nada qué hacer.

«Si los niños tienen periodos de aburrimiento en que no están haciendo nada que les satisfaga, deberán utilizar sus propios recursos para que eso no ocurra, y ahí entra en juego la creatividad, porque el aburrimiento es la antesala de la creatividad», afirma a EL MUNDO Carme Crespo, psicóloga infantojuvenil y docente del Instituto Superior de Estudios Psicológicos (ISEP). «El poder conectar con uno mismo y buscar actividades o acciones que puedan sacarlos del tedio, hará que sean más flexibles cognitivamente, más tolerantes, más creativos, y por tanto más resolutivos«, añade la experta.

Pensemos por un momento cómo han surgido en nosotros los mejores proyectos. Probablemente, fue cuando no estábamos ocupando nuestro tiempo en nada. Y esto es porque «la creatividad necesita tiempo, y muchas de las grandes ideas han surgido en momentos de relax, como en unas vacaciones, en la bañera…», aseguran Mª Teresa Rodríguez de Castro y Mariola Lorente Arroyo, investigadoras de la Fundación Universidad de Padres.

Según ambas expertas, el cerebro está siempre funcionando y produciendo ocurrencias, aunque no seamos conscientes de todas ellas. Y puede suceder que, cuando no estamos pensando en eso que nos preocupa, de repente se nos ocurra una solución. Es una estupenda estrategia cuando hemos dedicado mucho tiempo a un problema y nos atascamos. Hay que dar libertad a nuestro pensamiento, dejarlo fluir, escucharnos a nosotros mismos, pues de ahí surgen proyectos, ideas y deseos.

Además, es importante que comprendamos que todos somos creativos. Esa es una de las conclusiones del trabajo ‘Creatividad en la educación’, elaborado para los Cuadernos Faros del Hospital Sant Joan de Déu, en el que ambas expertas han participado: «La creatividad no es algo que se relacione sólo con el arte o los inventos. Juega un papel muy importante en nuestra vida diaria, pues nos ayuda mucho a resolver todo tipo de problemas, empezando por los más cotidianos. La creatividad puede desarrollarse como un hábito», dicen.

Por eso es tan importante que los niños no tengan todo su ocio programado, porque en la libertad del tiempo libre pueden aprender y desarrollar infinitas capacidades positivas para su crecimiento: «Aburrirse desarrolla la autonomía personal, el pensamiento propio, la imaginación… Si un niño se aburre y nadie le dice qué hacer, él mismo acabará dando con una forma de entretenerse», sostienen las investigadoras. Por ello, mantienen que «los niños necesitan la oportunidad de hacer cosas por sí mismos, de ponerse sus propias metas, inventarse planes y proyectos. Experimentar todo esto es la mejor manera de adquirir estas habilidades».

Pero no sólo los niños: también los adultos debemos ser conscientes de que no pasa nada por no tener nuestra agenda ocupada todo el tiempo. «Vivimos en una sociedad en la que hay un afán por hacer cosas todo el rato, parece que si no se tiene una actividad entre manos se estuviera perdiendo el tiempo. El ‘no hacer nada’ está muy mal valorado socialmente, y esto sin darnos cuenta se lo inculcamos a nuestros hijos, que siempre tienen actividades que hacer, agendas muy marcadas y estructuradas», dice Leire Iriarte Elejalde, psicóloga y vocal de la Sociedad Española de Psiquiatría y Psicoterapia del Niño y del Adolescente (SEPYPNA).

Los niños durante el curso no paran. Cuando terminan su jornada escolar tienen deberes (según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, España es el quinto país que más deberes pone a sus alumnos) y después, actividades extraescolares. Casi no tienen tiempo para jugar o para, simplemente, no hacer nada.

Igual pasa en verano: se intenta que los niños tengan todo el tiempo ocupado (entre otros motivos, por la difícil conciliación de los padres cuando los niños están de vacaciones). Pero no conviene que los niños tengan todo su ocio dirigido, es importante que aprendan a valorar el tiempo y a gestionarlo. A veces podemos ayudarles, pero en otras ocasiones es mejor que sean ellos solos quienes averigüen cómo hacerlo. Vencer el aburrimiento implica esfuerzo. Por ello, no debemos darles todo hecho: ayudarles (a veces) sí, pero no darles la solución.

La clave es: ¿cómo podemos ayudarles? Los padres deben dejar a los niños tiempo para crear e inventar, por ello según Iriarte, «es muy positivo que los pequeños tengan a su alcance medios y posibilidades de hacer cosas«. Es decir, material de manualidades, juegos de construcción o cosas que puedan potenciar esa libertad y creatividad, para que no recurran siempre a la tele o a los videojuegos.

«No es negativo que los niños jueguen con dispositivos móviles, pero sí cuando les quita tiempo para otras cosas, y por supuesto cuando juegan en exceso», aclara Iriarte. Es fundamental que durante su crecimiento los padres les enseñen de forma progresiva y natural cosas para fomentar su creatividad y capacidad de juego. Un ejemplo de Crespo: Se le da un palo al niño y se le pregunta: «¿Qué podemos hacer con él?». Y que el niño diga mil cosas, no sólo una. Hay que hacer que los pequeños disfruten aparte de los juguetes, los juegos de mesa o los dispositivos electrónicos. Hay que darles las herramientas para que aprendan, en relación con su edad y capacidad.

Es clave que los padres «les acompañemos a realizar actividades solos, buscando en su mundo interior aspectos que les serán beneficiosos en su futuro, fomentando la creatividad, la sorpresa, la autonomía», asiente Crespo. Si cuando sueltan ‘Me aburro’ les damos opciones rápidas (el móvil) o les indicamos qué hacer, se lo estamos dando todo hecho y no aprenderan.

Es fundamental que padres e hijos pasen tiempo juntos, aunque el ritmo de vida actual lo haga difícil. Y que el tiempo que se comparta sea de calidad. «Los padres debemos conectar con el aquí y el ahora de estar con ellos, no mirar continuamente el móvil, no tener de fondo la televisión y ayudarles a que creen actividades en las que podamos participar», sostiene Crespo. Es fundamental «generar espacios estimulantes para la creación y el juego en familia, y oportunidades para poder practicarlos. El juego libre, imaginativo y no estructurado es esencial para el desarrollo infantil«, concluyen Rodríguez de Castro y Lorente.

Fuente: http://www.elmundo.es/sociedad/2016/07/06/577bd70422601d10218b4584.html

Imagen: http://e03-elmundo.uecdn.es/assets/multimedia/imagenes/2016/07/05/14677336570179.jpg

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Los percentiles: ¿está creciendo bien mi bebé?

Por: Alhelí Quintanilla / Fuente: http://www.webconsultas.com/

¿Está creciendo bien mi bebé? ¿Coge suficiente peso? ¿Su talla es normal? Las respuestas a estas dudas maternas están en las curvas de desarrollo y los llamados percentiles. Conoce cómo funcionan.

¿Está creciendo bien mi bebé? ¿Coge suficiente peso? ¿Su talla es normal? Preguntas repetidas una y mil veces en la consulta de todos los pediatras. Las respuestas están en las curvas de desarrollo y los llamados percentiles, unas herramientas de referencia usadas en pediatría que sirven para comprobar la evolución del niño y detectar posibles alteraciones.

Peso y talla al nacer

El peso y la talla del los recién nacidos están condicionados por una serie de factores como la edad gestacional, la herencia genética, la evolución del embarazo, que la madre se haya alimentado bien… Un recién nacido a término (40 semanas de gestación) suele tener un peso de entre 3 kg y 4 kg y una talla de entre 48 y 52 cm (las niñas suelen ser un poco más pequeñas que los niños).

En los primeros días de vida, pierde alrededor del 10%, pero se recupera a partir de los ocho o diez días y después despega, ya que es en los dos primeros años de vida cuando más crecemos. En los primeros cuatro meses, el bebé engorda como media entre 800 y 1.000 gramos al mes. Alrededor de los cinco meses suele pesar el doble que al nacer y tres veces más alrededor del año.

Y aún cuando el bebé nace con un bajo peso (menos de 2,5 kg), en la mayoría de los casos (alrededor del 80-85%) se produce una recuperación postnatal del crecimiento. Esta puede ser total o parcial y tiene lugar, habitualmente, durante el primer año de vida y, sobre todo, durante los seis primeros meses.

Factores que influyen en el crecimiento

Estos son los factores que influyen en el crecimiento de un niño:

  • Hereditarios: la talla final que alcance el niño dependerá mucho de sus genes. Mientras no concurran factores externos que lo impidan, el niño crecerá lo que le permita su potencial genético.
  • Nutricionales: una alimentación equilibrada permite desarrollar al máximo el potencial genético del niño. En los seis primeros meses, lo mejor es la lactancia materna.
  • Condiciones sanitarias: las vacunas, nuevos fármacos, la detección precoz de enfermedades y síndromes que influyen en la talla, la posibilidad de corregir alteraciones hormonales, metabólicas, etcétera, y los frecuentes controles médicos permiten subsanar contratiempos que afectan al crecimiento.
  • Ejercicio: conviene estimulara a los bebés para que se muevan, ya que el ejercicio tonifica los músculos, oxigena los tejidos y favorece el crecimiento. Según van creciendo, los paseos y las salidas al parque son obligatorios.
  • Sueño: el descanso nocturno resulta imprescindible para un buen crecimiento. Según indican los endocrinos, entre el 70% y el 80% de la hormona del crecimiento es secretada durante el sueño.
  • Afectividad: está demostrado que los niños que han sufrido grandes carencias afectivas (abandono, maltrato, desatención…) crecen menos que otros niños de su misma edad. Estos pequeños, sometidos a estrés o ansiedad, segregan en su organismo grandes cantidades de somatostatina, una hormona que inhibe la liberación de la hormona del crecimiento.

Curvas y Tablas de Crecimiento. Estudios Longitudinal y Transversal

A continuación te presentamos las Gráficas de crecimiento infantil elaboradas por el Instituto de Investigación sobre Crecimiento y Desarrollo de la Fundación Faustino Orbegozo, publicadas en el año 2004. Estas gráficas se utilizan como referente en prácticamente todas las Comunidades Autónomas, ya que tanto la amplitud como las características de la muestra y la metódica empleada en su elaboración, permiten extrapolarlas a todas ellas.

Asimismo, dichas Curvas han sido incorporadas por los Organismos Oficiales de Sanidad de las Comunidades Autónomas, en las Cartillas de Salud Infantil, historias médicas pediátricas y en otros documentos de carácter sanitario, siendo la base de trabajo de los pedíatras y otros profesionales relacionados con la salud infantil a nivel nacional.

Estas tablas suponen la culminación del estudio longitudinal y su validación mediante un estudio transversal. Por razones metodológicas de este tipo de estudios, su utilización es diferente de las anteriores. Para valorar si un niño tiene una talla o peso dentro de lo normal únicamente hay que compararlas con el estudio transversal (sombreado blanco).

Las líneas percentilares en negro (el estudio longitudinal) solamente se deben utilizar para facilitar visualmente si la velocidad de crecimiento va siendo normal, y ante la duda siempre hacer el cálculo de la velocidad de crecimiento y compararlo con las curvas de velocidad.

Así, si un niño se encuentra en la zona sombreada clara, tiene una talla (o peso) normal para la edad, pero si en consultas posteriores -aunque persista en la zona sombreada clara- va cambiando de percentil (líneas negras del longitudinal), nos indica que puede tener alguna alteración del crecimiento.

Si un niño se encuentra fuera del sombreado claro tiene una talla (o peso) que no corresponde para su edad, y habrá que descartar la existencia de una patología del crecimiento y valorar la velocidad de crecimiento viendo si sigue las líneas percentilares del longitudinal.

Puede consultar aquí dichas tablas así como sus autores y las normas para su uso y entendimiento. Estas tablas son cortesía de la Fundación Faustino Orbegozo Eizaguirre.

¿Qué son los percentiles y cómo interpretarlos?

Los percentiles son las tablas o curvas de crecimiento que utilizan los pediatras para valorar el desarrollo de los niños en función de unos valores de referencia admitidos de antemano como normales para niños de una misma edad, sexo y raza. En España, el Sistema Público de Salud utiliza las curvas y tablas de crecimiento confeccionadas por el Instituto de Investigación sobre Crecimiento y Desarrollo de las Fundación Faustino Orbegozo Eizaguirre. Las tablas se dividen en curvas de crecimiento para niños de 0 a 2 años y de 2 a 14 años y son diferentes para niños y para niñas.

En una gráfica de percentiles figuran varias líneas, cada una con un número: 3, 10, 25, 50, 75, 90 y 97. La curva central, generalmente más gruesa, representa el percentil 50 o media. Para conocer en qué percentil se encuentra un bebé -por ejemplo de peso-, se debe buscar primero la edad en el eje horizontal. Luego, se traza una línea vertical desde ese punto. A continuación se busca el peso en el eje vertical, y se traza una línea horizontal por ese punto. Las dos rectas se cruzarán sobre alguna de las líneas de percentiles del gráfico. Ese será el percentil de peso. Por ejemplo, un lactante que pesa 8,200 kg y tiene 6 meses de edad, se encuentra en el percentil 80.

¿Qué significa? Que si lo comparamos con 100 lactantes normales de su misma edad y sexo, habría 80 que pesarían menos, mientras que los otros 20 pesarían más que él. Lo mismo vale para la talla. Si decimos que un bebé está en percentil 25 de talla, estamos diciendo que comparado con cien lactantes normales, 25 medirían menos y 75 más.

Valores normales de altura y peso en niños

Todas las líneas de los percentiles corresponden a valores normales, pero dentro de los límites de la normalidad hay niños más regordetes y otros más delgados, lo mismo que habrá niños altos y niños bajos, pero todos dentro de los límites normales:

  • Se considera que un parámetro o una talla son normales si su valor se sitúa entre los percentiles 97 y 3.
  • Los niños excesivamente altos o gordos están por encima del percentil 97.
  • Los niños excesivamente bajos o delgados se sitúan por debajo del percentil 3.

Pero lo importante no es tener un percentil alto, ni estar muy rollizo, sino crecer y engordar de forma más o menos regular, alrededor de un mismo percentil. Cuando esto sucede, se dice que el niño tiene un desarrollo armónico: si el crecimiento es continuo, aunque corresponda al percentil tres, el crecimiento es normal; sin embargo, cualquier alteración o pérdida progresiva de percentiles alerta sobre algún tipo de problema. El pediatra valorará entonces si se debe derivar al pequeño al especialista.

La medición del peso y la talla son controles rutinarios que llevará a cabo el pediatra en cada visita. Es importante no obsesionarse con estas medidas porque los picos de aumento de peso y de crecimiento no son siempre los mismos y, durante el primer año, cambian con frecuencia. Tampoco es recomendable que los padres realicen ellos mismos las mediciones, ya que pueden cometer errores que derivan en preocupaciones innecesarias.

Fuente: http://www.webconsultas.com/bebes-y-ninos/creciendo/percentiles/al-nacer-2854

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No sólo por lo que serán mañana, sino por quienes son hoy

Julieta Guzmán

Hace un par de días me encontré con la siguiente cita, atribuida a Stacia Tauscher, “Nos preocupamos por lo que una niña o niño será mañana, pero olvidamos que ya es alguien hoy” (traducción mía). Creo que Tauscher expone muy claramente lo que pasa en muchas sociedades actualmente: nos preocupamos del porvenir de las niñas y niños, pero no les procuramos lo necesario para su desarrollo desde que nacen.

El desarrollo infantil es (o debe ser) un proceso continuo que despliega el potencial y habilita el pensamiento, la agencia y la voz de las niñas y niños en relación con la sociedad en la que viven y con el mundo. El desarrollo, en su sentido más amplio, involucra lo físico, la salud, lo cognitivo, lo socioemocional, la habilitación comunitaria y la identificación cultural específica. Este proceso requiere de una serie de apoyos para que cada niña o niño llegue a su máximo potencial.

Es crucial que estos apoyos lleguen a tiempo. En cuanto a la salud y nutrición, por ejemplo, sabemos que las niñas y niños deben comenzar a recibir seguimiento y apoyo desde la gestación. Pero ¿qué sabemos con respecto a la educación? ¿Cuándo deben empezar a recibir apoyo? Si consideramos que todos lo seres humanos comienzan a aprender desde que nacen y entendemos la educación como un proceso que apoya a los seres humanos para que tengan la posibilidad de seguir aprendiendo a lo largo de su vida, la respuesta es: la educación comienza el día uno de vida. Por ende, el apoyo debe comenzar a más tardar el día uno de vida con lo que se conoce como educación inicial.

No se trata de escolarizar a los bebés ni a sus cuidadores, sino de fortalecer las prácticas de crianza. La educación inicial debe entenderse como un proceso continuo e integral con fines educativos que involucra a todos los adultos cercanos a las niñas y niños (Jarillo, 2014). Lo que busca es que los adultos les ofrezcan experiencias de aprendizaje estimulantes y desafiantes, en un ambiente que resguarde su salud e integridad física y en el que se sientan apoyados y queridos.

Dado que las prácticas de crianza son tan diversas y múltiples como lo son las infancias, la educación inicial no debe ser prescriptiva. En cambio, debe caracterizarse por complementar y potenciar la educación que inicia en el entorno familiar, respetando la diversidad cultural, al mismo tiempo que propone procesos de calidad que favorecen el desarrollo integral de niñas y niños.

Las niñas y niños en cualquier momento de su desarrollo disponen de capacidades diversas que conforman el acervo de habilidades, construcciones y conocimientos con las que se desarrollan y comprenden el mundo. Por lo tanto, la educación inicial ofrece la posibilidad de una intervención oportuna de acuerdo a cada etapa del desarrollo.

Es un reto para la sociedad, así como para el Estado que la representa, garantizar que cada niña y niño –desde que nacen y a lo largo de su vida- reciba lo que requiere para desarrollarse y hacer efectivos sus derechos (a la vida, la salud, el desarrollo, la participación, la expresión y la educación) de manera integral, no segmentadamente y no de manera sucesiva.

Aunque nuestras niñas y niños comienzan a ir formalmente a clases en su primer día de preescolar, comienzan a aprender desde que nacen. Es necesario que cada vez se reconozca más y se brinde más apoyo al nivel inicial de educación. Estado y sociedad deben colaborar y encontrar la manera de coordinar las acciones de múltiples sectores a favor de las niñas y niños más pequeños, no sólo por lo que serán mañana, sino por quienes son hoy.

Fuente del articulo: http://www.mexicanosprimero.org/index.php/educacion-en-mexico/nuestra-opinion/item/no-solo-por-lo-que-seran-manana-sino-por-quienes-son-hoy

Fuente de la imagen: https://c1.staticflickr.com/9/8156/7341271816_9090846d99_b.jpg

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Libro: Recursos para educar en emociones

Recursos para educar en emociones

  • Autores: Remedios González Barrón , Lidón Villanueva Badenes
  • Año: 2014
  • Editorial: Pirámide
  • Formato: Estándar, Papel
  • Páginas: 336
  • Edición: 01ª edición
  • I.S.B.N.: 978-84-368-3260-0

Sinopsis: Esta obra ofrece pautas tanto teóricas como prácticas que ayudan a comprender el ámbito de las emociones y sus aportaciones al desarrollo humano en general y al desarrollo infantil y juvenil en particular. Para ello, se analiza la naturaleza más teórica de las emociones, y su evaluación, se plantea la importancia de las emociones en el desarrollo de la persona y se describe su influencia en el sentimiento de bienestar en la infancia y la juventud. Finalmente, para ayudar a conocer su mundo emocional a niños y jóvenes, se realizan propuestas de actividades y juegos.  Se ofrecen diferentes programas cuya base principal se asienta en la movilización de emociones. Así, pueden encontrarse programas basados en la importancia del juego-videojuego-juguete en la infancia, programas para el desarrollo de competencias emocionales y prosociales en la infancia y adolescencia, y programas para el manejo de conductas de violencia juvenil. Todo ello centrado en acoger las emociones presentes en nuestra vida diaria y orientarlas hacia la mejora del bienestar psicológico.

 

Fuente de la reseña: http://www.edicionespiramide.es/libro.php?id=3901871

Fuente de la imagen:http://image.casadellibro.com/a/l/t0/17/9788436832617.jpg

 

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Música ancestral para nuestros niños (as) y su uso pedagógico

El uso pedagógico de literatura y música infantil es una práctica cotidiana imprescindible para las y los  docentes, familias, comunidad activa, corresponsables del interés superior del niño y niña y del goce estético y lúdico necesario en las experiencias de aprendizaje de los distintos niveles educativos, especialmente en lo que conocemos en Latinoamérica y El Caribe con diversas denominaciones: Educación Inicial, Educación Preescolar, Educación Parvularia, Primera Infancia, Educación Infantil. Es por ello, que urge visibilizar de toda nuestra cultura, las voces, los cantos, sonidos, los arrullos de nuestros ancestros, de las abuelas amorosas y de los cantautores, a veces anónimos o poco conocidos,  que disfrutaron creando ritmos sonoros para niños y niñas.

Ofrecemos esta música de Graciela Mendoza, cantautora infantil latinoamericana, con su «Tierra en Flor»  como recurso pedagógico para promover el desarrollo integral de nuestros niños y niñas en los momentos de la cotidianidad del hogar, de la comunidad, de la escuela… para fomentar vuelos, esperanzas,  goce, con la pertinencia de los cantos, sonidos y legados de nuestra tierra Latinoamericana.

Texto: Iliana Lo Priore (Venezuela)

Música: Graciela Mendoza (Argentina). Producido y editado por: Gobi Music . En: www.gobimusic.com.ar

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