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Entrevista a Ana Urgoiti: “El tema de género siempre ha estado ahí, pero no visible ni completamente bien entendido»

10 Julio 2016/Fuente:Iecah/Autor: Victoria Silva Sanchez

Ana Urgoiti es posgraduada en Derecho Internacional Público, con estudios complementarios de acción humanitaria, desarrollo y género. Tiene una consolidada trayectoria en docencia sobre cooperación internacional, acción humanitaria, evaluaciones y, en particular, sobre el proyecto Esfera, siendo una de las 10 formadoras internacionales de este proyecto. Ha impartido formaciones para diversas universidades y entidades nacionales e internacionales, entre las que se encuentran ECHO, UNFPA, UNESCO, FAO, PMA, Cruz Roja, Oxfam, entre otras. También ha realizado evaluaciones externas de proyectos para ONGD.

¿Cuáles son los mayores obstáculos para la integración del enfoque de género?

Existen obstáculos a dos niveles. Hoy por hoy, creo que siguen existiendo muchos mitos en el sector humanitario. Se identifica esta cuestión con algo relativo exclusivamente a mujeres. Por tanto, sólo mujeres trabajadoras humanitarias se acercan al tema de manera voluntaria y cuesta mucho atreaer a los hombres humanitarios. No hay más que ver quiénes son «gender focal point» o «gender advisor» en el sector. Así, también a la hora de realizar proyectos, esta identificación lleva a que trabajar con mujeres beneficiarias sea ya algo que «calma» las conciencias porque «ya hacemos género».

Y, a nivel operativo, la falta de acceso en el momento de la emergencia es un obstáculo claro en emergencias de tracto rápido; pero también veo la falta de comprensión de cómo la mayor parte de la información que necesitamos para incorporar el enfoque de género en la respuesta de emergencia puede y debe recabarse antes de la crisis, aprovechando los proyectos de desarrollo, de gestión de riesgos… «No necesito esperar a que explote el volcán para averiguar los roles de género o las dinámicas de poder en una comunidad».

Una de las herramientas fundamentales para la integración del enfoque de género en el trabajo humanitario es el Marcador de Género y Edad de ECHO. Este marcador permite monitorear la integración del enfoque de género no sólo en el diseño del proyecto sino a lo largo de la implementación y evaluación final. ¿Podrías explicarnos más detenidamente cómo funciona esta herramienta?

Es un intento de poner las cuestiones de género y edad en el diálogo humanitario entre donante y organización socia para mejorar la calidad de la acción humanitaria. Se plantea de manera colaborativa, dando a la organización socia la posibilidad de poner una «nota» a su propuesta según la sensibilidad a cuestiones de género y edad en base a 4 criterios de calidad: análisis de género y edad; asistencia adaptada a las diferentes necesidades y capacidades; efectos negativos y participación adecuada.

Los oficiales de ECHO valoran esa nota y si no están de acuerdo la modificarán informando al socio de la nota dada. Además, en este momento de la propuesta, la intervención humanitaria recibirá una nota en el momento de la ejecución y seguimiento, y una nota final acorde con la información contenida en el informe final. La idea es que la nota refleje la realidad de la intervención y no tanto lo que se dice en la propuesta, pues todos sabemos que no es tan dificil escribir propuestas «bonitas».

Lo importante de herramientas como éstas es su plasmación a la hora de llevar a cabo los proyectos en el terreno. ¿Cómo está impactando el uso del Marcador en la mejora de la calidad y la eficacia de la acción humanitaria?

Todavía es pronto para decirlo porque el Marcador empezó a ser obligatorio en julio de 2014 y no hay muchas intervenciones que hayan pasado ya por los tres momentos de marcación. Se han analizado 27 hasta el momento y las conclusiones no pueden ser representativas, pues más bien lo que ECHO está haciendo es considerar estos resultados como posible línea de base para comparar en el futuro cercano.

El consorcio Inspire está compuesto por GPPi, Groupe URD y el IECAH y se dedica a asesorar a la DG ECHO en materia de acción humanitaria. Tú has trabajado asesorando sobre género. ¿Podrías contarnos cómo se ha desarrollado esta labor?

Estuve trabajando con personal de GPPi y de ECHO en el momento en el que el Marcador llegaba a su versión borrador, y pude participar en misiones en el terreno para pilotar esta herramienta. En concreto, estuve en Colombia con personal de ECHO y de organizaciones socias que se prestaron voluntarias para probar el Marcador. En esa época, esta herramienta era algo diferente, pues aún se intentaba incorporar algún otro factor de diversidad y la manera de anotar era más complicada, con una escala con decimales. Vimos que era demasiado y de la experiencia de esas misiones en terreno se decidió el diseño final tal y como se conoce hoy.

Una vez la herramienta estuvo terminada, trabajamos asesorando a los responsables de modificar la Single Form de ECHO para que la nueva versión facilitara a las organizaciones informar sobre las cuestiones que se necesitan para marcar.

Y la última etapa fue ya en solitario diseñando la formación que acompaña al Marcador desde diciembre de 2013; una formación que ha ido adaptándose a las necesidades de aprendizaje que íbamos detectando tanto en personal de ECHO en Bruselas y en terreno, como del personal de la organizaciones socias.

También soy una de las dos formadoras que está recorriendo el mundo haciendo los talleres en las oficians regionales de ECHO para su propio personal y organizaciones socias. En concreto, respondo a esta entrevista desde el taller que estamos haciendo en Senegal con personas basadas en 6 países diferentes trabajando para ECHO y 11 de sus organizaciones socias.

Para terminar esta entrevista, ¿qué podemos esperar en los próximos años en cuanto a la integración del enfoque de género? ¿Qué retos se presentan de cara a una mejor incorporación el enfoque de género en la acción humanitaria?

Creo que el tema de género siempre ha estado ahí, pero no visible ni sistematizado ni completamente bien entendido. Pero, al menos el empuje y liderazgo de un donante tan importante (por volumen de fondos y por su posición) como ECHO, va a visibilizar este tema. No es posible responder bien si no se analizan de forma adecuada las dinámicas de género; no es posible ofrecer una respuesta adecuada si no conocemos las diferentes necesidades y capacidades. Por tanto, no es posible lograr una mayor eficacia de la ayuda.

Los retos ahora son las decisiones institucionales de gran altura que deben hacer algunas organizaciones para incorporar este enfoque no sólo en sus proyectos sino creérselo realmente y vivirlo organizacionalmente. No podemos hacer proyectos con enfoque de género y al mismo tiempo pagar menos a una consultora que a un consultor por el mismo trabajo; no podemos hacer proyectos de género y que el responsable de recursos humanos de tu organización te escriba un mail diciendo que soluciones tu problema de visado «usando tu encantadora sonrisa»… Realmente, creo que el mayor desafío en el sector español pasa por un repensar el tema a nivel organizacional y practicar con el ejemplo.

Fuente de la entrevista: http://www.iecah.org/index.php/entrevistas/2930-ana-urgoiti-el-tema-de-genero-siempre-ha-estado-ahi-pero-no-visible-ni-completamente-bien-entendidoq

Fuente de la imagen: http://www.iecah.org/images/stories/articulos/A_Urgoiti.jpg

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España, quinto país de la UE en 2014 con más licenciados, pero séptimo con menos mujeres tituladas

ElMundo/01 de julio de 2016

 

España, con 443.300, es el quinto país con el mayor número de estudiantes que se licenciaron en 2014 en el conjunto de la UE, solo por detrás de Reino Unido(772.400), Francia (741.000), Polonia (557.800) y Alemania (521.800) y el séptimo con la menor cuota de mujeres licenciadas, según un informe publicado porEurostat sobre el número de graduados en educación terciaria.

Casi, 4,8 millones de estudiantes se licenciaron en el conjunto de la Unión Europea, el 57,9% mujeres y el 42,1% hombres. Del total, el 33,8% se licenció en Ciencias Sociales, Empresariales o Derecho, el 14,4% en Ingeniería, Manufactura y Construcción, el 14,2% en Salud y Trabajo Social, el 11% en Humanidades y Artes, el 10,1% en Ciencias, Matemáticas e Informática y el 9,5% en Educación.

En el caso de España, el 56,1% de los licenciados en 2014 era mujer y el 43,9% hombre. En su conjunto, el 26,4% se licenció en Ciencias Sociales, Empresariales o Derecho, el 15,5% en Ingeniería, Manufactura y Construcción, el 15,1% en Salud y Trabajo Social, el 8,8% en Humanidades y Artes, el 8,5% en Ciencias, Matemáticas e Informática y el 16,2% en Educación.

El porcentaje de mujeres licenciadas en 2014 es especialmente alto en Estonia Polonia (66% en ambos casos) y es más igualitario en Alemania (51%) e Irlanda (52%).

España es el séptimo país con la tasa de mujeres licenciadas más bajo de la UE, solo por detrás de Alemania (51%), Irlanda (52,3%), Francia (55,9%), Luxemburgo (54,9%), Malta (54,8%) y Austria (55,5%).

Por lo que se refiere a las preferencias de estudios entre hombres y mujeres, las estudiantes se han licenciado mayoritariamente en Educación (80,3%), Salud y Trabajo Social (74,7%), Humanidades y Artes (67,2%) y en Ciencias Sociales, Empresariales y Derecho (60,7%), mientras que los chicos se han licenciado mayoritariamente en Ingeniería Manufactura y Construcción (72,8%) y en Ciencias, Matemáticas e Informática (57,6%) a nivel europeo.

En el caso de los españoles también se confirman estas preferencias de estudios. Así, el 74,7% de los estudiantes se ha licenciado en Ingeniería, Fanufactura y Construcción y 64,6% en Ciencias, Matemáticas e Informática, por encima de la media europea en ambos casos.

En cambio, el número de graduadas españolas en Magisterio (78,4%), Ciencias Sociales, Empresariales y Derecho (59,5%), Salud y Trabajo Social (73,9%) y Humanidades y Artes (59,4%) es inferior a la media europea.

Tomado de: http://www.elmundo.es/sociedad/2016/06/29/5773a882ca4741be6f8b4576.html?cid=MNOT23801&s_kw=espana_quinto_pais_de_la_ue_en_2014_con_mas_licenciados_pero_septimo_con_menos_mujeres_tituladas

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Violencias contras las mujeres en África

Africa/23 junio 2016/ Fuente: Por Fin en África

No podemos hablar de igualdad dentro de la familia cuando las leyes de violencia contra las mujeres no protegen la integridad de la mujer sino la de la familia; es decir, cuando el objetivo final es reconducir la situación, volver las cosas a su estado original.

Y menos aún podemos hablar de igualdad ni de derechos en las sociedades que se enfrentan a situaciones de conflicto o post conflicto. En este contexto, son habituales la violación como arma de guerra, la trata de mujeres con fines de explotación sexual, el reclutamiento de niños y niñas soldados… Pero además, es entonces cuando las violencias que se dan en el hogar quedan más invisibilizadas si cabe: los abusos sexuales en la familia, el matrimonio infantil, la violencia en el hogar…

Todo ello unido a los estigmas que provoca ser una víctima. Es cruel, es inhumano, pero sucede. La reintegración de una mujer violada, abandonada por su marido por no poder tener hijos o utilizada como niña esclava es extremadamente difícil. La tradición, los bulos, las supersticiones o las creencias caen sobre ellas como una losa y su situación se hace casi imposible de superar incluso cuando las leyes están de su parte, cosa que, por otra parte, sucede en pocas ocasiones.

Según datos de 2013, África era la zona del mundo con mayor porcentaje de maltrato a las mujeres (45,6%), pero además tenemos la ablación, la violación como arma de guerra, la discriminación a la hora de ocuparse de las tareas del hogar y de los hijos, las dificultades de acceso a la educación, la falta de oportunidades… y tantas otras cosas que hacen necesario que se siga trabajando, mucho, para avanzar en igualdad.

Fuente: http://porfinenafrica.com/2016/06/violencias-contras-las-mujeres-en-africa/

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España: El callejero de palencia no tiene nombre de mujer.

Europa/España/21.06.2016/Fuente:http://www.elnortedecastilla.es/

Josune Olano

Un estudio de alumnos de Educación Infantil revela que el 83% de las denominaciones de calles son masculinas.

No eran conscientes de que la desigualdad tiene también un reflejo en el callejero de la ciudad. Un proyecto que nació en la Facultad de Educación, entre los alumnos de primer curso del grado de Infantil, ha hecho a los alumnos trabajar sobre el mapa de la ciudad, viendo cuántas calles hay dedicadas a las mujeres respecto a los hombres. Y el estudio, coordinado por el profesor Francisco Javier de la Cruz Macho, del departamento de Didáctica de las Ciencias Sociales, arroja unos datos curiosos, concediendo nombres en masculino a 216 calles, el 83% del mapa de la ciudad. Solamente 45 calles tienen nombre de mujer, «y muchas de ellas están dedicadas a la Virgen bajo diferentes advocaciones, con lo que no deja de ser una misma denominación la que da nombre a varias calles», señala Javier de la Cruz.

El proyecto ha tenido como objetivo mostrar la desigualdad de género «que nos parece que no existe, pero hay muchos aspectos que nos pasan desapercibidos», argumenta. Los alumnos de la asignatura de Educación para la Paz y la Igualdad que han elaborado el estudio, de entre 18 y 20 años, no eran conscientes de que existía esa desigualdad, según subraya el profesor. Pero en cuanto se pusieron manos a la obra «quedaron impactados», dice. El profesor destaca que hay ámbitos, como la publicidad, el deporte, los libros de texto o los cargos directivos en las empresas, en los que la desigualdad de género es manifiesta, «pero en este tema del callejero en cuanto se pusieron a trabajar en el primer punto del trabajo quedaron impactados», añade.

El trabajo, como parte de un bloque de contenidos sobre la igualdad de género, ha consistido en un análisis del callejero de la ciudad desde la perspectiva de género. En el trabajo se identificaron todas las calles dedicadas a alguna persona y se ha realizado una pequeña biografía. Posteriormente, diseñaron unas gráficas para conocer la distribución de las calles con género, atendiendo además a la tipología y prestando atención a aquellas cuyas personas tienen puesto delante de su nombre la profesión.

 Tipología:

Los alumnos decidieron comenzar por la elaboración de un listado de las calles de la ciudad que están dedicadas a personas. Además de buscar a través de distintas páginas web, una de las bases de la investigación fue la publicación del historiador José Luis Sánchez sobre las calles de Palencia, así como el trabajo de la Universidad Popular de Palencia sobre los nombres de mujeres en el callejero palentino. «Hemos contado con muchas fuentes que nos han ayudado en el trabajo», subraya.

Otra de las fuentes de análisis para el estudio fue la facilitada por Julián García Torrellas, Juan Carlos Blanco Colomer, Rafael Martínez y Dolores Pastor Mulero, gracias a sus aportaciones a través del grupo de ‘Facebook’ denominado ‘Fotos Antiguas de Palencia’.

Respecto a la tipología de las vías, hay 220 calles con nombres de personas, 22 plazas, 8 avenidas y 11 espacios de otro tipo. En todas ellas ganan las que tienen nombre de varón y cabe destacar que, en toda la ciudad, no hay ninguna avenida dedicada a mujeres.

Las advocaciones de la Virgen y los nombres de las Santas, así como de grandes heroínas y miembros de la realeza o de la aristocracia son las que reciben más atención en el callejero. Además, también hay sanitarias, escritoras y artistas, entre otras.

Además, también se ha analizado la profesión de cada una de las personas que tienen calles en la capital. Entre las conclusiones a las que se ha llegado en este apartado es que ninguno de los nombres en los que se añade la profesión corresponde a mujeres. En el caso de calles con nombre masculino, en las que se incluye una profesión (un 12% del total)se pueden encontrar las calles Doctor Fleming, Obispo Manuel González o Pintor Oliva, entre otras.

Aunque algunos de los nombres de mujer a las que se rinde homenaje en las diferentes placas de la capital son por méritos propios, otras muchas son mencionadas por ser hija, esposa o madre de alguien.

En realidad no se tienen en cuenta sus méritos y cualidades, sino su relación con un personaje masculino», se indica el estudio.

Otro de los aspectos que han analizado los estudiantes de la Facultad de Educación es la ubicación de las calles que tienen nombres de personas. La desigualdad de género es también evidente, dado que las vías dedicadas a féminas están en la periferia, mientras que las que recuerdan a varones mayoritariamente se ubican en la zona centro de la ciudad. «Un gran número de calles de mujeres son de nueva creación, por lo que se aprecia el interés por el cambio, pero pervive esa desigualdad histórica. Por donde más pasean los ciudadanos y visitantes es por el centro y en esas calles predominan las vías dedicadas a hombres», apunta Javier de la Cruz, como una de las conclusiones incluidas en el análisis del documento.

Las placas que lucen en las calles para su identificación también han sido objeto de estudio en esta ocasión. En el trabajo se han incluido imágenes de las distintas placas, sus formas, colores y letras.

Los estudiantes han recorrido las calles de Palencia fotografiando todos los carteles de las calles con nombre de mujer y la conclusión más llamativa a la que han llegado es que no hay ninguno con nombre de mujer que se salga de la tipología normal.

Además, en muchos casos no hay cartel, dado que son calles de reciente creación y no tienen edificaciones en las que ubicar la placa, como algunas de los sectores 11 y 12.

Sin embargo, se han encontrado las que los estudiantes han denominado «especiales», dedicadas a personajes masculinos. Se trata de distintivos de otro material, con tipologías de letras distintas e incluso con un pequeño texto en el que se argumenta el porqué de la elección. Entre ellas figuran las de Higinio Aparicio, Berruguete, Teófilo Ortega Matilla, Manuel de Falla, Mariano Zurita o Don Sancho.

Fuente:

http://www.elnortedecastilla.es/palencia/201606/20/callejero-ciudad-tiene-nombre-20160620131416.html

Imagen: http://www.elnortedecastilla.es/noticias/201606/20/media/cortadas/EDUARDO%20CALLE%20DON%20SANCHO_xoptimizadax-kwWG-U20886964298gMD-575×323@Norte%20Castilla.jpg

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México: SLP no sabe cuidar a sus mujeres

México/ 21 de junio de 2016/ Fuente: planoinformativo

La entidad está entre las 12 con mayores problemas de violencia contra la mujer.

San Luis Potosí, está entre las 12 entidades que tienen problemas para garantizar una vida libre de violencia a sus mujeres, de acuerdo con la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim): Baja California, Michoacán, Colima, Guanajuato, Sonora, Querétaro, Veracruz, San Luis Potosí y Quintana Roo.

En Morelos, Jalisco y el Estado de México ya se decretado una Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM).

Sin embargo, San Luis aún no es un estado con Alerta de Género, destacó la titular del Instituto de las Mujeres, Érika Velazquez Gutiérrez, en un comunicado publicado el pasado 10 de junio.

En territorio potosino se han cometido al menos 171 asesinatos de mujeres entre 2011 y 2015, que de acuerdo con la CEDH, y por las circunstancias en las cuales fueron perpetrados, pueden ser considerados como feminicidios, sin embargo, San Luis Potosí aún no es un estado en Alerta de Género.

De 2011 a 2015, la PGJE, ha turnado a los juzgados al menos 52 asesinatos de mujeres considerados feminicidios, de estos sólo en 9 hubo sentencia condenatoria, es decir, más del 80 por ciento de los casos, quedaron impunes.

Mujer o víctima

A pesar de que en países desarrollados la auto defensa de la mujer se ha establecido en la pisque popular desde hace 30 años, en México el asunto se encuentra en pañales, ya que las autoridades encargadas de la protección a las mujeres se han mostrado reacias a esta cultura porque a nivel nacional se tiene la consigna de que la violencia genera más violencia.

Sin embargo, sitios web y publicaciones editoriales al respecto señalan que las mujeres deben saber que pueden cuidarse por sí mismas usando técnicas que van desde la defensa personal hasta el uso de armas no letales.

Por su parte, Erika Velázquez Gutiérrez, a pregunta expresa de si podría iniciarse al menos en San Luis Potosí una cultura de auto defensa femenina como consecuencia del alza en la violencia de género, consideró que más que autodefensas, lo que hace falta es educar desde edades tempranas a los menores a no ejercer violencia contra la mujer.

“Hay que educarnos a todas y a todos, no puede ser que cualquier mujer tenga que traer una pistola porque la violencia nos la van a ejercer”.

¿Y las que no puedan, las que no tengan acceso a ello? ¿Qué va a pasar? cuestionó.

“Mejor hay que preparar a los hombres desde pequeños para que no ejerzan ninguna clase de violencia contra las mujeres”.

Señaló que hay un programa contra la violencia contra las mujeres, en el que también se dirigen a los niños y se les dice que no deben ejercer la violencia porque mujeres y hombres somos iguales.

“Esto sería un cuento de nunca acabar en el que las mujeres tendríamos que defendernos de algo que no provocamos”.

Por su parte, la activista Fátima Alvizo consideró que la autodefensa es necesaria y urgente pues “mientras siga habiendo una violación cada cinco minutos y seis feminicidios diarios, la autodefensa es una estrategia emergente para un estado de violencia sistemática contra las mujeres. Mientras el panorama no cambie, debemos negarnos a ser una cifra de muerte”.

En internet, mientras tanto, pueden encontrarse cientos de publicaciones que emiten una postura radical sobre el tema, siendo algunas las que recomiendan incluso, la compra de armas no letales que pueden adquirirse por internet o en tiendas especializadas y que según la ley actual en el país, no son prohibidas.

Fuente: http://planoinformativo.com/nota/id/465916/noticia/slp-no-sabe-cuidar-a-sus-mujeres.html

Imagen: http://planoinformativo.com/stock12/image/2016/Junio/19/alerta-de-genero.jpg

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La ciencia no tiene género: Metas Educativas y la Declaración d’Incheon proponen reparar injusticia histórica

03 Junio 2016/Fuente: OEI /Autor: Dagoberto Ramírez Alarcón


Desde que el hombre comenzó su vida gregaria el varón fue el proveedor de alimentos y defensor del clan, mientras los roles maternos eran el cuidado de los hijos. No obstante las evoluciones sociales, se predicó y se relegó a la mujer a un lugar secundario a su gran valía, que ha durado siglos, llegando en el 2016 a existir pocas damas como protagonistas de los campos científicos, entre otros saberes, injusticia histórica que las Metas Educativas, la Declaración d’Incheon y los consensos sociales se proponen reparar.

Recientes hallazgos arqueológicos en Europa -zona del Danubio y en los Balcanes-, inducen a pensar que en los albores de la Humanidad, siglos A. de C., se desarrolló una cultura matrística(*). En esta sociedad las mujeres no dominaran a los hombres, sino, ambos eran copartícipes de su existencia en común: no eran oponentes, había complementariedad. Las relaciones entre los sexos no eran de dominación ni de subordinación. Se vivía de la agricultura, pero sin apropiación de la tierra, que pertenecía a la comunidad. Los arqueólogos han encontrado poblados que no muestran signos de guerra, no tienen fortificaciones, ni armas como adornos o decorados. Encontraron, en cambio, signos estéticos de la vida, de lo natural. En las imágenes de culto se destaca lo bello: representaciones femeninas o híbridos de mujeres y animales, no hay sugerencias de manipulación del mundo, sino de armonía de la existencia. La simbología indica que se vivía la vida como parte de una dinámica cíclica de nacimiento y de muerte, y ésta última no era una tragedia, sino una pérdida natural. Era una cultura que no estaba centrada en las jerarquías, ni en el control de la sexualidad de la mujer.

El papel del varón fue de proveedor de alimentos y defensor del clan, mientras las tareas complementarias de la mujer eran el cuidado de la prole y la enseñanza de los hijos, roles fundamentales que de una u otra forma se corrompieron con los siglos hasta legarnos la cultura machista. Un somero análisis nos permite deducir que existiendo comida y paz, el hombre dispuso de tiempo para analizar su entorno y crear instrumentos (¿homo faber?) que le suplieran sus carencias, y para descubrir (¿homo sapiens?) y dar origen a la ciencia y la tecnología, al contrario de la mujer, que sus labores domésticas comenzaban antes de despertar y concluían cuando lograba dormir. Consecuentemente desde los albores más remotos, la ciencia/tecnología no tiene género aunque en principio haya sido efectuada por varones.

Hoy vivimos una cultura patriarcal centrada en la dominación del hombre sobre la mujer, en el control de la sexualidad femenina, en las jerarquías, en la guerra. El hombre es el pater, (patriarca del cual habla la Biblia). Posiblemente la cultura patriarcal se origina fuera de Europa, en Asia Central, al surgir el pastoreo y al competir contra lobo por el alimento natural que eran los mismos animales migratorios de los cuales se alimentaban. Así aparece la primera dinámica que dio origen a la enemistad. Después, el enemigo ya no es el lobo, sino cualquier otro que intente apropiarse de algo. En la cultura matrística, la emoción fundamental era el amor. Con la defensa del ganado cambian las emociones. Se pierde la confianza en la dinámica de lo natural y se comienza a vivir el miedo y el control hasta llegar a ser homo homini lupus (el hombre es el lobo del hombre).

Al producirse el encuentro entre ambas culturas, la patriarcal somete a la matrística. Pero ésta no desaparece del todo. Permanece en la relación materno-infantil. Ésa es la razón de que hoy vivamos una cultura matrística en la infancia y una cultura patriarcal en la vida adulta, lo que significa vivir lo masculino y lo femenino en conflicto permanente.

Los problemas de nuestra cultura son de contradicción entre los valores de la infancia y aquellos de la vida adulta. Es vivir lo masculino y lo femenino como si fueran intrínsecamente opuestos, dinámica que heredamos y perpetuamos, por ello nuestra cultura surge de contradicciones y se mantiene en contradicciones.

Galopando siglos a través de Crônos y con leves variantes, en latinoamérica se predicó que a las mujeres sólo se les enseñaran labores domésticas y a concebir sin disfrutar el sexo. Leer y escribir era un privilegio muy escaso para ellas, salvo la élite de la aristocracia, puesto que masificar la lectoescritura era “poner en sus manos mayores posibilidades de pecar”. La educación formal era monopolio de la Iglesia e impartida a las clases pudientes: se excluía a los pobres y totalmente a las mujeres. Indiscutiblemente existen casos aislados de damas que han sobresalido del común, pero sólo recién a comienzos del siglo 20, quizá a consecuencia de la primera Gran Guerra y sus influencias en este continente, el rol de la dueña de casa cambió paulatina y masivamente, comenzando las damas a conquistar los derechos que les corresponden en toda sociedad, hasta ocupar puestos de trabajo eminentemente “masculinos”, desde obrero en la fábrica, a las labores de investigación docente, aunque disolviendo el ambiente familiar de “hogar”. Fue una lucha la conquista de sus derechos, porque los estereotipos creados en el hogar desde la primera infancia y reforzados en las prédicas actuaron como freno, situación que aún se mantienen en diversos países latinoamericanos. Si bien es cierto el machismo es una forma de sexismo en la que se subvalora a la mujer considerándola inferior al hombre, esta forma de “pensamiento” está fundado en ideas preconcebidas y estereotipos fuertemente influenciados por el entorno sociorreligioso. La mentalidad que la mujer debe tener una actitud de sumisión hacia el hombre se manifiesta de diferentes maneras, incluso con actitudes y comportamientos de menosprecio, como la exclusión para asumir determinados cargos, prohibición que se mantiene en la iglesia católica, cuya innegable influencia afianzó el continuismo del machismo desde las sociedades patriarcales, organizadas de tal manera que el hombre ejerce su poder sobre la mujer en distintos ámbitos (v. gr. en su representación legal), hasta las sociedades que no se consideran patriarcalespero donde existe machismo encubierto. ¿Qué este contexto aún afecta las estadísticas mujer-ciencia…? ¡Obvio!

Al producirse el encuentro entre ambas culturas, la patriarcal somete a la matrística. Pero ésta no desaparece del todo. Permanece en la relación materno-infantil. Ésa es la razón de que hoy vivamos una cultura matrística en la infancia y una cultura patriarcal en la vida adulta, que significa vivir lo masculino y lo femenino en conflicto permanente. Es vivir lo masculino y lo femenino como si fueran intrínsecamente opuestos: nuestra cultura surge de contradicciones y se mantiene en contradicciones.

Un simple ejemplo: nadie conoce el gran aporte a la ciencia de Maria Salomea Skłodowska (nombre de soltera), y sí se reconoce la gran valía de Maria Curie (nombre de casada)…? En la mayoría de las sociedades el apellido paterno es el exigido para las personas, no así el materno que actúa “de complemento”. Demás está decir que en muchos países “desarrollados” la mujer al casarse “adopta” (¿o se le impone?) de inmediato el apellido de su esposo…

Si en casos focalizados existe la diferencia damas/varón en carreras como ingenierías, complejo de rol-género demostradas por estadísticas, es porque las damas prefieren especialidades de mayor interés en temas de relevancia social, como la docencia. Indiscutiblemente la confianza puesta en la investigación para el desarrollo implica que el rol del sistema educativo escolar sea la incentivación de vocaciones, tarea vital para la contribución en la formación científica de las futuras generaciones, siendo importante estudiar las actitudes e intereses de todos(as) los(as) estudiantes, incentivando desde las aulas la actitud positiva hacia la ciencia/tecnología para desarrollar las vocaciones científicas hasta potenciar la ciencia como herramienta estratégica para mejorar la calidad de vida de las personas y la Humanidad.

El dilema de muchas mujeres es el “abandono” del hogar (cuidado de los hijos) por preocuparse de tal o cual trabajo. Muchas damas anteponen sus sentimientos maternos, los cuales les resultan muy difíciles de relegar a un segundo plano. Ver “machismo” en quienes desarrollan las ciencias es un atavismo similar a propiciar que los productos de la ciencia/tecnología y sus incidencias en los diferentes ámbitos socioeconómicos, ambientales y culturales de las sociedades (modelo CTS) sólo fueran aplicados a un colectivo humano local (ultranacionalismo). No obstante, recién desde la segunda mitad del pasado siglo y a nivel mundial las damas se incorporan en las áreas de las ciencias y de todas las construcciones sociales, variando su número según sea el nivel socioevolutivo del lugar en el cual se encuentran. Indiscutiblemente no les ha sido fácil la conquista y ejercicio de sus derechos (a voto; a la ocupación de cargos público; a la formación profesional incluida la científica;al trabajo y a la no discriminación por el mero hecho de ser mujer): en U.S.A. 129 mujeres jóvenes murieron calcinadas en la fábrica textil donde trabajaban, encerradas en condiciones inhumanas

En un símil al porqué existen menos damas científicas que varones está la abrumante presencia de científicos en los países desarrollados en relación a los más pobres, aunque en pleno siglo 21 aún existan lugares (acotados) en los cuales se vive en la Edad de la Piedra y en los cuales las mujeres son discriminadas/excluidas en sus derechos más elementales por el simple rol de género.

En Chile, las inmensurables contribuciones de las mujeres a lo largo del tiempo evolucionó desde el rol de madres, hermanas y esposas (hasta el siglo 19) a pioneras que se animaron a desafiar “enseñanzas” y dogmas religiosos, estereotipos sociales, convenciones y prohibiciones, llegando a ser profesionales y científicas que han desarrollado innovaciones, inventos y descubrimientos según los avances del conocimiento científico y la época en las que les tocó vivir hasta conquistar un lugar destacado, que en justicia les corresponde, en los sectores académicos, en las artes, la cultura y la vida comunitaria en general.

Por esto, la democracia como cultura neo-matrística debe estar centrada en la armonía de la existencia, no en la lucha. Aunque implica romper la tradición patriarcal de negación y subordinación de la mujer, liberando al hombre de ser su dominador y explotador. Pero, esta afirmación es una trampa en la que todos estamos atrapados: el consumismo global implica que una minoría económica domine a todos los hombres y luche contra ellas.

Hombres y mujeres detentamos la misma dignidad en el ser, que es lo valioso de aprender a respetar, no obstante, nuestra “cultura” –en términos genéricos-, y quizá los mismos arraigados sentimientos maternos han impedido que la mujer ocupe el lugar que le corresponde en la ciencia, situación de injusticia histórica que es imperativo solucionar para lograr una verdadera educación inclusiva y equitativa de calidad, y un aprendizaje a lo largo de la vida para todos, y para este efecto las Metas Generales Segunda, Cuarta, Quinta, Sexta, Séptima, Novena y Décimo Primera(**) son categóricas: “(…) promover oportunidades de aprendizaje de calidad a lo largo de la vida para todos, en todos los contextos y en todos los niveles educativos. Ello incluye un mayor acceso en condiciones de igualdad a la enseñanza y formación técnica y profesional de calidad, a la educación superior y a la investigación, prestando la debida atención a la garantía de la calidad. Además, es importante que se ofrezcan vías de aprendizaje flexibles, así como también el reconocimiento, la validación y la acreditación de los conocimientos, habilidades y competencias adquiridos mediante la educación informal y no formal. Nos comprometemos además a velar por que todos los jóvenes y adultos, especialmente las niñas y las mujeres, alcancen niveles de excelencia en alfabetización funcional y aritmética que sean pertinentes y reconocidos y adquieran competencias para la vida, así como a que se les proporcionen oportunidades de formación, educación y capacitación de adultos. Nos comprometemos también a fortalecer la ciencia, la tecnología y la innovación. Es preciso aprovechar las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para reforzar los sistemas educativos, la difusión de conocimientos, el acceso a la información, el aprendizaje efectivo y de calidad, y una prestación más eficaz de servicios” (Declaración d’Incheon)

Notas:

(*) de matriz, no confundir con “matriarcal”

(**) Metas Educativas 2021: La Educación que queremos para la generación de los Bicentenarios

(***)  Profesor de Estado, Licenciado en Educación, Magíster en Administración y Gestión. Molina. Chile. IBERCIENCIA. Comunidad de Educadores para la Cultura Científica.

 

Fuente de la noticia: http://oei.es/divulgacioncientifica/?La-ciencia-no-tiene-genero-Metas-Educativas-y-la-Declaracion-d-Incheon-proponen

Fuente de la imagen:http://oei.es/divulgacioncientifica/local/cache-vignettes/L400xH212/arton3823-7907f.png?1464533808

 

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Inauguran primera universidad para mujeres en Afganistán

Afganistán/01 junio 2016/Fuente: Wapa

En actualidad aún sigue existiendo mucha desigualdad de género en diferentes partes de mundo y en las diferentes culturas que puedan existir; sin embargo, un hecho que ha ocurrido en Asia, nos da un aliento de esperanza; porque en algún momento en cada rincón del planeta las mujeres tendremos los mismos derechos y oportunidades que los hombres. Te contamos que en Kabul, Afganistán, se ha inaugurado la primera universidad femenina con una capacidad para 12 mil estudiantes.

El centro forma parte de un complejo privado que incluye un instituto médico y una escuela de secundaria, y tiene capacidad para albergar a unas 12 mil alumnas, que aprenderán de economía e informática. Además, cuenta con un hospital y una residencia, explicó  el fundador del proyecto, Azizullah Amin.

«Debido a las restricciones culturales, algunas familias no permiten a las niñas tener una educación superior en las mismas instituciones en que también estudian alumnos varones», destacó la primera dama afgana, Rula Gani, durante la inauguración.

Asimismo, la ministra de Educación Superior, Farida Momand, aseguró por su parte que en el último año la capacidad de inscripciones  en las escuelas subió para las niñas de un 21 % a un 35 %, y agregó que Afganistán cuenta ya con 126 universidades privadas, además de 36 públicas.

Según datos oficiales, unos 300 mil jóvenes estudian en universidades en el país asiático y solo un 25% de ellos son mujeres.  La falta de educación femenina no solo se da en las universidades, ya que solo el 20% de las mujeres afganas saben leer y escribir.

Sin duda alguna, esta universidad creará nuevas oportunidades para las mujeres afganas, dejando atrás aquél denigrante episodio del régimen talibán de 1996 hasta el 2001 donde prohibieron todo tipo de educación femenina.

Fuente:

http://www.wapa.pe/sociales/2016-06-01-inauguran-primera-universidad-para-mujeres-en-afganistan

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