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Empleo y educación: las dos claves contra la desigualdad

Por: Juan Ramón Rallo

Las dos grandes causas del incremento de la desigualdad en España son el mercado laboral y el sistema educativo

La desigualdad de ingresos ha aumentado en España durante la crisis: el índice Gini de los hogares ha pasado de 0,37 en 2008 a 0,38 en 2016. A su vez, la desigualdad de riqueza también se ha acrecentado, desde 0,6 a 0,68, si bien continúa ubicándose entre las más reducidas del mundo. Esta es, al menos, la radiografía que se desprende del último informe del Banco de España, ‘La desigualdad de la renta, el consumo y la riqueza en España‘.

Por un lado, ¿por qué ha aumentado la desigualdad de rentas? Una de las respuestas más extendidas es que los salarios altos son cada vez más altos mientras que, en cambio, los sueldos bajos son cada vez más bajos. Sin embargo, semejante explicación resulta engañosa por incompleta: el principal problema al que se ha enfrentado la economía española no ha sido el de una fuerte polarización salarial sino el de un notable incremento del desempleo y del subempleo entre aquellos trabajadores con unas remuneraciones más bajas. En particular, la desigualdad en el salario por hora se ha reducido durante la crisis (el índice Gini del salario por hora ha caído desde 0,3 en 2008 a 0,28 en 2014), pero ha sido el aumento del paro y la caída de las horas trabajadas entre los estratos más humildes de la población lo que ha llevado a que la desigualdad en el salario mensual haya aumentado durante los últimos años (de 0,32 a 0,35).

Si el paro y la reducción de horas trabajadas se distribuyeran aleatoriamente, su influencia sobre la desigualdad entre hogares tendería a ser nula

Ahora bien, que aumente la desigualdad salarial como consecuencia del incremento del paro no tendría por qué implicar una mayor desigualdad de ingresos entre el conjunto de los hogares: si el paro y la reducción de horas trabajadas se distribuyeran aleatoriamente entre las familias españolas, entonces su influencia sobre la desigualdad entre hogares tendería a ser nula. Sin embargo, esto no es así: una de las principales revelaciones del informe del Banco de España es que existe una elevada correlación entre las características socioeconómicas de los miembros que conforman un hogar; por ejemplo, la correlación entre el nivel educativo del cabeza de familia y su pareja es cercana al 70% (es decir, los universitarios tienden a casarse con otros universitarios). De ahí que la distribución del desempleo y del subempleo no resulta aleatoria entre las familias: se concentra en aquellas con menor formación y, por esa vía, es por donde aumenta la desigualdad en la parte baja de la distribución de la renta.

Por otro lado, ¿por qué ha aumentado la desigualdad de riqueza? Una de las explicaciones más extendidas es que las rentas altas poseen una mayor capacidad de ahorro que las rentas bajas y que, como consecuencia, las diferencias patrimoniales van necesariamente ensanchándose conforme pasa el tiempo. Pero, nuevamente, se trata de una hipótesis engañosa por incompleta: es verdad que las rentas altas poseen mayor capacidad de ahorro, pero la razón fundamental que explica el agrandamiento de la desigualdad patrimonial durante la crisis no está en las divergencias en la cantidad de ahorro, sino en las divergencias en la calidad de sus inversiones.

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Más en concreto: la práctica totalidad de las familias españolas sí ahorran y sí invierten, pero lo hacen solo en ladrillo; por el contrario, las familias que se ubican en la parte alta de la distribución de la riqueza, poseen carteras mucho más diversificadas hacia los activos financieros. Pues bien, dado que la última crisis se ha materializado sobremanera en una deflación de los activos inmobiliarios que, en cambio, apenas ha perjudicado a los activos financieros (al revés, muchos de ellos incluso se han revalorizado), la desigualdad de la riqueza ha crecido como resultado de este dispar comportamiento del precio de los activos.

Así las cosas, ¿qué dos conclusiones podemos extraer de este aumento de la desigualdad de riqueza y de renta? Primero, para combatir la desigualdad en España, es fundamental reformar el mercado laboral y así acabar con el paro y la precariedad, esto es, necesitamos un mercado laboral mucho más libre. Segundo, para combatir la desigualdad en nuestro país, también necesitamos extender la cantidad y la calidad de la educación de los ciudadanos, muy especialmente en materia financiera (de modo que se posibilite la diversificación inversora de los ciudadanos): ¿cómo conseguir una mayor y mejor educación? Para los partidarios del dirigismo estatal, la respuesta pasará por la educación pública: por incrementar el gasto, la cobertura y la calidad de sus programas. Para los partidarios de la libertad educativa, en cambio, pasará por flexibilizar la oferta y diversidad de centros de enseñanza.

En todo caso, las dos grandes causas del incremento de la desigualdad en España son el mercado laboral y el sistema educativo: poco empleo, mucho de él precario, e insuficiente difusión de formación adaptada a las necesidades de una economía globalizada. Esos deberían ser los dos grandes frentes a reformar por parte de quienes aspiren a minorar el grado de desigualdad en nuestro país.

Fuente: https://blogs.elconfidencial.com/economia/laissez-faire/2018-06-01/empleo-educacion-claves-desigualdad_1572121/

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Informe de la ONU alerta sobre alza de la desigualdad en EE.UU.

Estados Unidos/09 de Junio de 2018/La Tercera

Estudio realizado por encargo del Consejo de Derechos Humanos sostiene que cerca de 40 millones de personas viven en situación de pobreza en el país. “Los índices de pobreza y desigualdad de Estados Unidos son de los más altos de la OCDE”, advierte el reporte efectuado por el australiano Philip Alston.

En su calidad de relator especial sobre pobreza extrema y derechos humanos, el australiano Philip Alston visitó Estados Unidos del 1 al 15 de diciembre de 2017. Lo hizo por encargo del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas. El propósito del viaje era informar al Consejo sobre la medida en que las políticas y programas del gobierno norteamericano relacionados con la extrema pobreza eran compatibles con sus obligaciones en materia de DD.HH. y hacer recomendaciones constructivas a Washington. Y los resultados son lapidarios.

Según el informe preparado por este profesor de Leyes de la Universidad de Nueva York, que será presentado al Consejo de Derechos Humanos el próximo 21 de junio, la principal estrategia de EE.UU. para abordar la pobreza es “criminalizar y estigmatizar a los que necesitan ayuda”.

Y las cifras que presenta el informe para avalar ese diagnóstico son categóricas. “Cerca de 40 millones de personas viven en situación de pobreza, 18,5 millones de pobreza extrema y 5,3 millones en condiciones de pobreza absoluta propias del tercer mundo”, señala el reporte. Y agrega: “El país registra la tasa de pobreza juvenil más alta de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) y las mayores tasas de mortalidad de lactantes en comparación con otros Estados de la OCDE”.

“Para una de las naciones más ricas del mundo”, dice Alston, “tener todas esas personas viviendo en la pobreza “es cruel e inhumano”.

Pero el informe hace especial énfasis en el fenómeno de la desigualdad. “En Estados Unidos se observa la tasa de desigualdad de los ingresos más alta de los países occidentales. La reducción tributaria de diciembre de 2017, que ascendió a US$ 1,5 billones, benefició abrumadoramente a los más acaudalados y agravó la desigualdad”, destaca Alston en su reporte, el mismo en el que consigna que “la riqueza combinada del gabinete de Estados Unidos asciende a unos US$ 4.300 millones”.

Desde la década de los 60, bajo el mando del entonces Presidente Lyndon B. Johnson, las políticas contra la pobreza, según el informe, han sido “negligentes en el mejor de los casos”, pero las políticas del último año “parecen pensadas a propósito para retirar a la población más pobre la protección básica, castigar a quienes no están empleados e incluso hacer de la atención sanitaria básica un privilegio que hay que ganarse, no un derecho derivado de la condición de ciudadano”. “Los índices de pobreza y desigualdad de EE.UU. son de los más altos de la OCDE”, resume.

Así, Alston advierte: “EE.UU., que ya está a la cabeza del mundo desarrollado en lo que se refiere a la desigualdad en los ingresos y la riqueza, se encamina actualmente de lleno a incrementar aún más la desigualdad”.

Además de las cifras económicas, el informe también revela el deterioro de algunos indicadores sociales. “Sus ciudadanos viven menos y padecen más enfermedades en comparación con los habitantes de cualquier otra democracia rica, cada vez están más arraigadas las enfermedades tropicales erradicables y el país presenta la tasa de encarcelamiento más alta del mundo, uno de los índices de inscripción electoral más bajos entre los países de la OCDE y las tasas de obesidad más altas del mundo desarrollado”, grafica.

Cory Booker, senador demócrata por Nueva Jersey, describió el informe de la ONU como “inquietante, pero desafortunadamente no sorprendente”, según dijo al diario The Guardian. “¿Puedes creer en un país donde la esperanza de vida ya está en declive, particularmente entre aquellos cuyos ingresos son limitados, dando exenciones impositivas a los multimillonarios y las corporaciones y dejando a millones de estadounidenses sin seguro de salud?”, se preguntó el Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz.

En defensa de Trump, el columnista de Bloomberg, Ramesh Ponnuru, afirma que “el ‘relator especial’ ofrece una diatriba de izquierdas, no un informe, sobre las políticas estadounidenses”. “Discutiendo la pobreza, Alston toma nuevamente una línea de izquierda estándar mientras ignora los argumentos contrarios”.

“Al final del día, particularmente en un país rico como EE.UU., la persistencia de la pobreza extrema es una elección política hecha por aquellos en el poder”, argumenta Alston. “Se podría eliminar fácilmente con voluntad política”, concluye.

Fuente: http://www.latercera.com/mundo/noticia/informe-la-onu-alerta-alza-la-desigualdad-ee-uu/197043/

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Entrevista a Sileoni: “El destino que ellos piensan para la pobreza no es estudiar”

Argentina/02 de Junio de 2018/Diario Contexto

Entrevista a Alberto Sileoni

Por: Diana Giménez

El exministro de Educación del kirchnerismo, que creó nueve universidades en la provincia, salió a desmentir a Vidal y consideró que «el neoliberalismo aborrece la igualdad”.

“¿Es equitativo que durante años hayamos poblado la provincia de Buenos Aires de universidades públicas, cuando todos los que estamos acá sabemos que nadie que nace en la pobreza en la Argentina hoy llega a la Universidad?”, fueron las palabras de la gobernadora María Eugenia Vidal en una conferencia en el Rotary Club que generaron un fuerte repudio dentro y fuera de las universidades.

El exministro de Educación de la Nación y profesor de la Universidad de Hurlinghan, Alberto Sileoni, salió al cruce y afirmó que “lo que dice Vidal es falso”, y explicó que “en el último tiempo los quintiles más bajos, o sea los pibes más pobres de la provincia, han incrementado mucho su asistencia a la Universidad”.

Los datos de Sileoni provienen de un informe presentado en 2016 del Observatorio Educativo de la Universidad Pedagógica Nacional (UNIPE) en el cual se destaca que desde la llegada de las nuevas universidades se registra “un significativo incremento absoluto de las personas que asisten a universidades públicas (89 mil en total), lo que implica un aumento de la matrícula de 39% entre 2008 y 2015”, y que “es posible advertir que dicho incremento fue más intenso en los quintiles de ingresos más bajos: 47% en el quintil 1 y 95% en el quintil 2, lo que significa que hay 41 mil nuevos estudiantes universitarios en el Conurbano bonaerense que provienen de hogares de sectores populares”.

ALBERTO SILEONI: “EN EL ÚLTIMO TIEMPO LOS QUINTILES MÁS BAJOS, O SEA LOS PIBES MÁS POBRES DE LA PROVINCIA, HAN INCREMENTADO MUCHO SU ASISTENCIA A LA UNIVERSIDAD”.

En un sincericido, Vidal apuntó contra las universidades que se realizaron durante la gestión de Cristina Fernández de Kirchner. Alberto Sileoni estuvo a cargo de la cartera de Educación de 2009 a 2015 y fue uno de los partícipes centrales de la creación de nueve unidades académicas en la provincia: la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ) en Florencio Varela, la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV), la Universidad Nacional de José C. Paz (UNPAZ), la Universidad Nacional de Moreno (UNM), la Universidad Nacional del Oeste (UNO), la Universidad Nacional de Hurlingham (UNAHur), la Universidad de San Antonio de Areco (UNSAdA), la Universidad Pedagógica –que primero fue provincial y luego se nacionalizó– y la Universidad de Ezeiza.

“La gobernadora se pierde la riqueza de miles de estudiantes de su territorio que van a la Universidad. Se pierde la riqueza de poder ver que en esas universidades hay estudiantes”, sostuvo Sileoni, y agregó que “la gobernadora no sólo no lo ve, sino también da datos falsos”, consideró el exministro en declaraciones a FM Raíces.

Fiel aprendiz del presidente Mauricio Macri, quien en 2015 cuestionó la creación de unidades académicas (“¿Qué es esto de universidades por todos lados?”), Vidal dejó en evidencia una postura que Cambiemos viene impulsando desde el inicio de su gestión, eliminando las paritarias nacionales, ajustando en Ciencia y Tecnología y llegando a 2018 con el recorte del presupuesto universitario que alcanza los 3 mil millones de pesos, dejando en jaque el funcionamiento de las diferentes unidades académicas.

En ese marco, el exministro consideró que “el neoliberalismo aborrece la igualdad. Entonces, claramente no apuesta a las posibilidades, sino a una sociedad meritocrática en donde quepan sólo algunos. Para ellos, los pobres ya tienen un destino: el destino que ellos piensan para la pobreza no es estudiar, no es la Universidad”.

“EL NEOLIBERALISMO ABORRECE LA IGUALDAD. ENTONCES, NO APUESTA A LAS POSIBILIDADES, SINO A UNA SOCIEDAD MERITOCRÁTICA EN DONDE QUEPAN SÓLO ALGUNOS. EL DESTINO QUE PIENSAN PARA LA POBREZA NO ES ESTUDIAR”.

“Piensan sociedades más chiquitas. La expresión ‘para qué tantas universidades’ implica también que ‘yo tengo plata y voy a donde esté la universidad’. Ellos estudian en esas universidades, estén donde estén, y por supuesto la mayoría de ellos van a universidades privadas”.

La contracara del planteo de Vidal la tuvo el kirchnerismo, que priorizó la construcción de universidades en los territorios, buscando una cercanía con sus estudiantes. “Mis estudiantes me dicen que están acá porque la universidad está acá, que si estuvieran a dos horas de viaje no podrían. Hay un concepto de cercanía geográfica, pero también hay un concepto que una Universidad en el medio de una barriada populosa que está más cerca desde lo humano, desde lo cultural, que te invita a entrar”, destacó Sileoni.

Una de las universidades creadas durante la gestión anterior es la UNAJ. Ubicada en Florencio Varela, nuclea estudiantes de todo el Conurbano sur y tiene al 90% de sus estudiantes que son la primera generación universitaria de su familia. Arnaldo Medina, vicerrector de esta unidad académica, destacó que las declaraciones de Vidal “hieren a toda las universidades argentinas”. “Estamos en un lugar donde no había acceso a la educación superior. No importa la condición social: tienen que tener acceso en cualquier territorio y los derechos tienen que ser para todos los ciudadanos”, sostuvo el referente de la UNAJ.

Recalculando

Ayer por la mañana, ante el fuerte repudio, Vidal apeló a un guión duranbarbista y anunció un crecimiento en la cantidad de adultos mayores estudiando. “Para que todos tengan su oportunidad, tenemos que apoyar la educación pública, desde el nivel inicial hasta la Universidad pública”, dijo. Y agregó que políticas como la implementación del boleto educativo están “ratificando nuestro apoyo a la Universidad pública”. Al tiempo que afirmó que la educación “es la verdadera herramienta para salir de la pobreza”.

“Ojalá que la gobernadora se haya dado cuenta”, sostuvo Sileoni. “Ojalá hubiera sido una excepcionalidad, pero no lo veo así en esta alianza de gobierno: lo vienen diciendo hace treinta meses”, concluyó el exministro.

Fuente: http://www.diariocontexto.com.ar/2018/06/01/sileoni-el-destino-que-ellos-piensan-para-la-pobreza-no-es-estudiar/

 

 

 

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La pobreza extrema avanza en un Brasil golpeado por la desigualdad

Brasil/19 de Mayo de 2018/Diario

De forma paralela, la fortuna de los ‘súper-ricos’ aumentó un 13% y llegó a los 549.000 millones de reales

La pobreza extrema ha avanzado en Brasil y golpea la puerta de 14,8 millones de brasileños, entre ellos Daiane, quien sobrevive junto a sus tres hijos con menos de 85 dólares al mes, mientras aumenta la inmensa fortuna de los multimillonarios del país.

La mujer, de 31 años, vive de favor en una casa de 12 metros cuadrados construida con trozos de madera en la comunidad Tribo, la «favela de la favela», situada en la zona norte de Sao Paulo donde han levantados sus chabolas 1.000 familias en situación de pobreza.

En su barraca, situada a pocos metros de un desagüe a cielo abierto, Daiane tiene una cama que comparte con sus tres hijos, una pequeña cocina, decenas de peluches repartidos por la habitación y ropa amontonada entre cajas esparcidas en un suelo de tierra.

Sin empleo y sin noticias del padre de sus hijos, la brasileña persigue el sueño de una casa propia, pero su única fuente de renta son unos 100 reales por mes (28 dólares) que recibe por cada hijo del programa social «bolsa familia».

Daiane es la imagen real de las estadísticas: la pobreza extrema avanzó en Brasil un 11,2 % entre 2016 y 2017, a pesar de la mejora de la economía, que el año pasado creció un 1,0 % después de dos años de fuerte caída que hundieron al país en su peor recesión desde la década de 1930.

Rocinha, la favela cerca de Ipanema Beach

Un total de 14,83 millones de brasileños vivían en 2017 con 136 reales mensuales (unos 38,2 dólares) per cápita, según un estudio realizado por LCA Consultores y publicado este año por el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (Ibge).

El aumento de personas en situación de miseria -a pesar de la recuperación económica del Brasil- está directamente relacionado con el aumento de la informalidad en el empleo, según explicó a Efe Cosmo Donato, economista de LCA.

«Ha habido una caída del desempleo, pero se ha registrado un aumento muy grande de la informalidad. La recuperación no fue consistente como para consolidar el mercado de trabajo», sostuvo.

Otro factor importante, de acuerdo con Donato, es la crisis fiscal de los estados brasileños, que han reducido los programas sociales de carácter regional.

Marilene, una de las vecinas de Daiana, también está en las estadísticas de la pobreza extrema: vive junto a otras diez personas en una casa donde solo entran menos de 1.000 reales por mes (unos 280,8 dólares).

A pesar de todo, la mujer, de 41 años y madre de ocho hijos, se siente afortunada y «agradece a Dios» por ello: «Yo no paso necesidad. Duermo en una cama, me ducho todos los días. Hay gente en otras favelas que comparte la comida con los cerdos».

La casa de Marilene también es de madera, pero la vivienda fue planificada y aislada con material térmico gracias a la ayuda de la ONG Teto, la cual actúa en el interior de la comunidad construyendo viviendas para mejorar la vida de las familias.

«Es la representación máxima de exclusión y vulnerabilidad. Subió la extrema pobreza, tuvimos un déficit de viviendas, lo que provoca un aumento de las favelas. La pobreza de extrema aumentó un 35 % en Sao Paulo, el mayor centro económico de Brasil» y con mayor concentración de renta por cápita del país, afirmó a Efe Bruno Dias, director social e la ONG Teto.

Marilene vive con siete de sus ocho hijos, su marido, su yerno y una nieta de un mes, que nació casi al mismo tiempo que su último vástago.

«La gente tiene ganas de vivir pero no tiene las más mínimas condiciones», afirma la mujer, que denuncia la falta de interés público por las personas pobres.

A medida que avanza la pobreza extrema en Brasil, también lo hace la fortuna de los «superricos» brasileños, que el año pasado aumentó un 13 % y llegó a los 549.000 millones de reales (unos 1.542 millones de dólares), según un informe divulgado este año por la ONG Oxfam.

Brasil ganó el año pasado 12 nuevos multimillonarios y el selecto club de ricos pasó de 31 a 43, en medio de la recuperación económica de un país que continúa lastrado por la desigualdad.

Fuente: http://www.diarioinformacion.com/internacional/2018/05/17/pobreza-extrema-avanza-brasil-golpeado/2021803.html

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Desigualdad social: un problema global

Por: Helle Jeppesen

La desigualdad social no es una ley de la naturaleza. Cinco medidas podrían reducir la brecha entre ricos y pobres.

La buena noticia es que la desigualdad entre los países del Sur y los del Norte está disminuyendo a medida que aumenta el producto interno bruto, especialmente el los países emergentes. La mala noticia es que en los países de todo el mundo, la brecha entre los ricos y los pobres  se está ampliando. Pero la desigualdad no es una ley de la naturaleza. Existen medidas tanto políticas como económicas para combatir la desigualdad.

Progresividad y evasión tributaria

La progresividad tributaria grava los altos ingresos a un mayor porcentaje que los bajos. El principio de la progresividad es la medida más eficaz para la redistribución de ingresos dentro de una sociedad. En muchos países, sin embargo, los ingresos del trabajo se gravan a una tasa más alta que los ingresos provenientes de activos como las participaciones accionarias. La reforma fiscal del presidente Donald Trump va en esa línea. Eso produce una redistribución desde abajo hacia arriba en lugar de a la inversa.

La evasión de impuestos también es un gran problema. La Comisión de la Unión Europea estima que los estados miembros pierden entre 50 y 70 mil millones de euros cada año debido a trucos legales por parte de los acaudalados y las grandes empresas. Un regreso al principio de la progresividad y un sistema en el que los ricos pagan más que los pobres podría financiar inversiones gubernamentales en educación y salud, por ejemplo.

Prosperidad y pobreza, lado a lado. Prosperidad y pobreza, lado a lado.

El que daña debería pagar

Hoy en día la economía trabaja a nivel global. Las materias primas se compran donde menos cuestan, luego se fabrica el producto en países con salarios bajos y se vende en todo el mundo. Las ganancias se gravan luego donde sea más favorable: en los llamados paraísos fiscales. Sin embargo, los costos de estas cadenas de producción globalizadas son pagados por los ciudadanos y el medio ambiente.

Una obligación de pagar impuestos en los lugares de producción y un registro mundial para impedir la evasión fiscal y el lavado de dinero podrían asegurar los recursos para inversiones públicas. La responsabilidad directa de las empresas por daños ambientales sería un incentivo para la producción de productos más respetuosos con el medio ambiente.

Salarios justos

Cuando las grandes empresas amenazan con reubicar una fabrica en otro país porque los salarios ahí son más bajos, los Gobiernos a menudo las apoyan. Lo que se pierde en el proceso es el salario justo, la seguridad en el trabajo y la seguridad social. Los salarios bajos significan también menos ingresos para el Estado y con ello menos dinero para inversiones públicas.

Si bien la mano de obra barata puede tener en el corto plazo un impacto positivo en las ganancias de las empresas, ellas perderán en el largo plazo si se ven afectadas por protestas, huelgas y disturbios sociales.

Los que quieran tener éxito en la economía digitalizada deben invertir en educación.Los que quieran tener éxito en la economía digitalizada deben invertir en educación.

Educación para todos

La educación es el garante del progreso social en todo el mundo. Con la «Agenda 2030» de las Naciones Unidas, los países miembros se han comprometido a velar por educación para todos hasta el año 2030. Cada vez más trabajos requieren un alto nivel de educación. Un buen sistema educativo para todos garantiza empleos mejor pagados y promueve la democracia y la participación en la sociedad a través de la equidad.

Promover la igualdad

Ya sea en países ricos o pobres: las mujeres ganan en promedio menos que los hombres y tienen menos probabilidades de pertenecer a la elite política o económica. Si la equiparación continúa al mismo ritmo que hasta ahora, pasarán 217 años hasta que hombres y mujeres tengan los mismos ingresos.

¿Podemos permitirnos discriminar a la mitad de la población mundial? Estudios muestran que las mujeres son las que priorizan la educación y la buena nutrición para sus hijos. Sin la participación activa de las mujeres, tanto económica como política, no será posible reducir la desigualdad social en el mundo.

Fuente: http://www.dw.com/es/desigualdad-social-un-problema-global/a-42647789

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En busca de la igualdad nunca alcanzada

Cuba/28 de Abril de 2018/Rebelión/Reseña de Investigación-

La experiencia internacional muestra que la desigualdad acentuada se convierte en un obstáculo para el crecimiento y para abatir la pobreza

La presentación que haré a continuación, la había titulado originalmente: «En busca de la igualdad perdida» a manera de homenaje a Marcel Proust. Sin embargo, decidí que probablemente la igualdad no la perdimos como tal y que tal vez, en nuestra conciencia como especie humana, nunca la hemos tenido. Por ello decidí invocar la aspiración y denominar este modesto ensayo: «En busca de la igualdad nunca alcanzada».

La desigualdad suele entenderse en sus términos más simples, como disparidad o diferencia negativa. Con frecuencia se refiere a los niveles de ingreso o de riqueza, pero eso es solo parte de ella, ya que pueden registrarse muchas otras dimensiones de la desigualdad social.

Entre ellas están las de orden cultural o político; las que tienen que ver con el género o el grupo étnico; las que derivan de la pertenencia a un grupo de edad, las condiciones de salud o los niveles de educación; e incluso aquellas determinadas por la organización de la sociedad. Cuando hay pobreza, la desigualdad suele agravarse y juntas generan un circuito que tiende a reproducirse.

La experiencia internacional muestra que la desigualdad acentuada se convierte en un obstáculo para el crecimiento y para abatir la pobreza, además de que debilita la vida democrática, de que genera irritación colectiva y de que amenaza la cohesión social. Es por ello que en la actualidad, todavía más allá de los imperativos éticos esenciales que plantea el combate a la desigualdad, se hace indispensable impulsar acciones que aseguren un crecimiento más incluyente.

Los problemas que plantean la desigualdad social y la económica en nuestras sociedades, han adquirido una dimensión vista pocas veces en la historia de la humanidad. En este sentido, el debate de las últimas décadas en materia de crecimiento económico y desarrollo humano ha girado en torno a los papeles e importancia que se conceden al Estado o al mercado, en los procesos de la economía y la puesta en práctica de las políticas públicas.

Si algo ha quedado en claro para algunos, entre los que me incluyo después de la discusión, es que el mercado por sí solo no es capaz de solucionar los problemas de la sociedad y que incluso puede agudizarlos cuando los más desprotegidos quedan a merced de las poco sensibles, pero muy poderosas fuerzas del mercado. Al mismo tiempo, nos resulta evidente que la intervención del Estado llevada al extremo puede provocar verdaderas catástrofes humanas, derivadas principalmente de la quiebra de las finanzas públicas, de la anulación de las iniciativas de la propia sociedad y en especial, de un autoritarismo que necesariamente queda interconstruido en un modelo de esa naturaleza.

Hoy debiera ser ampliamente aceptado que, como han argumentado muchos, no es verdad que exista una mano invisible que generosa e imparcialmente regula los mercados y que, en cambio, resulta indispensable que funcione la decisión regulada y contundente del Estado, para ayudar a quienes menos tienen y que, por diversas razones, se encuentran en desventaja social. El secreto radica en encontrar el equilibrio entre los dos elementos y tal vez la virtud sería tener más y mejor Estado y más y mejor mercado. Un Estado con clara vocación social, pero igualmente eficiente. Un mercado de igual forma competente, pero también comprometido con las causas centrales de la colectividad.

La desigualdad social no se resolverá sin políticas públicas integrales en favor de los más desprotegidos y tampoco sin crecimiento económico sostenido. El bienestar y el progreso de un país no se dan en la pobreza, pero la riqueza por sí sola no garantiza niveles pertinentes de vida o bienestar y tampoco niveles convenientes de justicia social.

En el proceso de combate a la desigualdad se requiere de la puesta en práctica de acciones de educación y de salud, dos de los igualadores sociales por excelencia; pero también de políticas de impulso al empleo, la ciencia y la innovación; de cambios en la conducta de la población: mayor tolerancia y comportamiento cívico, respeto a las diferencias, uso apropiado de las libertades, al igual que del cumplimiento de los deberes ciudadanos y del fortalecimiento de los valores laicos ampliamente aceptados.

La prioridad de cualquier sistema político y social debe radicar en la búsqueda del bienestar colectivo y de la propia estabilidad social, de la generación de los mayores espacios de libertad y democracia y de la construcción de un entramado que promueva el desarrollo armónico de las potencialidades individuales y colectivas, y de asegurar que en todas las situaciones se respetan los derechos y se favorece la dignidad del ser humano.

Por lo anterior, el objetivo no debe radicar solo en el mantenimiento de los equilibrios macroeconómicos y por el contrario, los esfuerzos deben dirigirse a encontrar la combinación virtuosa de tres elementos esenciales: la libertad individual, la justicia social y la eficiencia económica. Todos ellos armonizados por un entorno democrático. Ese parece ser uno de los grandes retos para nuestras generaciones.

A continuación me planteo la posibilidad de construir frente a ustedes cuatro aforismos respecto del tema que nos ocupa. El primero señala que, y digo: «La desigualdad es un mal de ayer y hoy, pero no debe ser para siempre». Existe consenso entre académicos, expertos, jefes de Estado y de Gobierno, al igual que entre directivos de organismos multinacionales, respecto a que el problema de la desigualdad social y económica tiende a crecer y que puede tener consecuencias que socaven las bases de la paz social y del desarrollo.

Por ello conviene tener presente que el ingreso nacional bruto per cápita de los países desarrollados es cercano a los 40 mil dólares, en tanto que el de los países pobres no llega a los tres mil dólares. Esto implica que hay un ingreso catorce veces inferior. De igual manera, es oportuno recordar que solo veintitrés países concentran el 80 por ciento de la producción mundial de bienes y servicios y que 170 producen el 20 por ciento restante.

Un segundo aforismo nos podría recordar que: «La economía y la política deben servir para cerrar las brechas entre poseedores y desposeídos». La construcción de sociedades más equitativas, donde se cierren las diferencias que existen entre quienes disponen de todo y los que carecen de lo fundamental, constituye el objetivo último de las acciones de gobierno. Todo modelo económico, sistema político o estructura jurídica, deben aspirar a promover el cumplimiento de los derechos humanos, la igualdad de oportunidades y el progreso de individuos y colectividades.

De acuerdo con el Informe sobre el Desarrollo Humano más reciente, de 193 países considerados, casi la mitad tiene un desarrollo humano medio o bajo, en tanto que el 23 por ciento del valor del índice del mundo, se pierde a causa de la desigualdad. Es por ello que el tercero de los señalamientos que se propone reza así: «El modelo de desarrollo que se ha seguido debe reformarse, los aportes que podía hacer se han agotado».

Por último, propongo un cuarto aforismo en el sentido de que «La democracia verdadera sólo prospera entre sociedades sanas y preparadas». La democracia es un sistema de vida que procura que todos vivamos mejor, en armonía, con los mejores medios para alcanzar el progreso material y espiritual que se desea, sin exclusiones ni discriminaciones. No puede haber un sistema democrático donde prevalecen la ignorancia, el fanatismo, el atraso, la desigualdad, la pobreza, o la marginación.

La salud es una de las condiciones indispensables del progreso y el desarrollo de una persona, pero también de una colectividad. Se trata de un requisito imprescindible para conseguir la expresión completa de las capacidades y potencialidades de individuos y de grupos. Su fomento, cuidado y recuperación conforman ahora uno de los derechos fundamentales del ser humano. La salud actúa como elemento de inclusión, de productividad y de desarrollo humano. Con frecuencia sostengo en mi país, y ahora lo reitero, que si bien es cierto que la salud no es todo, sin salud no hay nada. Además tiene que ver con prácticamente todos los campos de la existencia.

Por ello preocupa que desde muy diversos ámbitos de los sectores público, privado y social, la salud no reciba el apoyo que requiere. Por ello llama la atención que no se valoren a cabalidad la importancia y los logros de países como Cuba en la materia. En la actualidad hay en el mundo decenas de millones de personas que sufren y mueren en razón de la precariedad de los servicios y programas de salud, de la debilidad de las políticas públicas puestas en práctica, de los recursos financieros limitados que se destinan a su cuidado, de la falta de recursos humanos debidamente preparados. Mucha gente muere en el mundo a causa de padecimientos de los que sabemos casi todo y para los que contamos con medidas preventivas, diagnósticas y terapéuticas probadas y efectivas.

En el mundo, uno de cada cuatro niños nace sin atención profesional y más de 90 millones de menores de cinco años crecen con deficiencias de peso y nutrición insuficiente, en tanto que más del seis por ciento está en el otro extremo y vive con sobrepeso u obesidad. El de la nutrición es uno de los temas que genera vergüenza en la sociedad. Cerca de 795 millones de seres humanos no tienen cubiertos los mínimos de nutrición y la inmensa mayoría, más del 97 por ciento, vive en los países pobres.

Es increíble que mientras el ser humano organiza brigadas de muerte con guerras absurdas; que edifica torres y construcciones impresionantes; que lleva sus actividades al límite e incluso afecta cotidianamente la cadena de la vida; que derrocha recursos a diestra y siniestra; que impulsa el sorprendente y maravilloso mundo de la ciencia y la tecnología; que es capaz de escudriñar el espacio exterior, el centro de la Tierra y el propio cuerpo humano; es inverosímil que ese ser humano no haya resuelto los graves problemas de la subsistencia de cientos de millones de personas. Hago la paráfrasis de un argumento de Shakespeare y digo que «Algo debe estar podrido en nuestro mundo».

El tamaño de la desigualdad en salud es tal, que hace apenas tres años la razón de muerte materna en los países desarrollados era de doce por cien mil, en tanto que en los no desarrollados era veinte veces más alta. Lo mismo pasa con la mortalidad infantil, la neonatal o la de menores de cinco años, por no recordar la cobertura de servicios y el acceso real a los mismos o la propia forma de enfermar y morir de las personas que muestra un cuadro lleno de contrastes.

Contar con niveles adecuados de salud es uno de los requisitos indispensables para mejorar en materia de igualdad. Sin salud, esta última es solo una ilusión o en el mejor de los casos una esperanza. Desde nuestro sector, es mucho lo que las generaciones previas aportaron a la sociedad. Ahora toca a las nuestras avanzar y profundizar en la tarea. A los trabajadores de la salud pública nos mueven las causas. Tenemos una por la que vale la pena comprometerse.

Gracias a Cuba, a sus autoridades y a su gente, por darnos el foro y el ánimo para pronunciarnos al respecto.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=240890

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Entrevista: La educación inclusiva tiene como propósito derribar el mito de que las personas con discapacidad no aprenden como las demás

En entrevista al OREI, Silvia Quan, que integra la Alianza Internacional de la Discapacidad (IDA, por sus siglas en inglés, International Disability Alliance) y es ex vicepresidenta del Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la Organización de las Naciones Unidas, comenta los desafíos para la realización del derecho a la educación de las personas con discapacidad en América Latina y el Caribe. “Todavía se cree que la educación especial es la única forma de educar a niños y niñas con discapacidad y que la educación inclusiva no es posible, pero todas las personas tienen la capacidad de aprender, de diversas maneras”.

Asimismo, comenta los obstáculos para asegurar el derecho a la educación específicamente para las niñas y mujeres con discapacidad y la importancia de que los países recolecten datos fiables sobre la situación de las personas con discapacidad. “Si no recolectamos estos datos, nunca vamos a saber cuál es la situación de las personas, nunca vamos a tomarlas en cuenta en las políticas y de esa manera no se puede avanzar con los derechos de las personas con discapacidad”, afirma.

Importantes compromisos internacionales, como la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y lanueva Agenda para el Desarrollo Sostenible, reconocen la inclusión como elemento clave para realizar el derecho a la educación para todas las personas. ¿Podría presentar, por favor, el concepto de educación inclusiva y cómo este se relaciona con el derecho humano a la educación?

El concepto de educación inclusiva se basa en un modelo de derechos humanos. Es decir, se reconoce universalmente como un derecho para todas las personas indistintamente de sus características, su edad, etc. El Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas adoptó, en septiembre del 2016, la Observación General número 4 sobre la Convención, donde se reconoce la educación inclusiva como un derecho del cual todas las personas son titulares y, en esta circunstancia particular, se enfoca el derecho a la educación de las personas con discapacidad.

La educación inclusiva es aquella que no excluye a nadie. Es un sistema educativo que imparte la educación para todas las personas en un entorno donde hay diversidad y se acepta esta diversidad.

Pese a ese reconocimiento que mencionamos anteriormente, es todavía necesario exigir de los Estados la adopción e implementación de políticas inclusivas y superar muchas barreras de discriminación en nuestras sociedades. Colombia, por ejemplo, recientemente ha reglamentado con un decreto la matrícula de personas con discapacidad en las escuelas regulares, además de comunicar medidas para la producción de materiales y oferta de apoyos específicos, por ejemplo. ¿En su opinión, cuáles son los principales retos en América Latina y el Caribe para garantizar atención educativa a las personas con discapacidad en el sistema regular?

Creo que esas limitaciones se dan porque todavía se cree que la educación especial es la única forma de educar a niños y niñas con discapacidad y que la educación inclusiva no es posible porque los/as niños/as con discapacidad no aprenden igual que los/as demás estudiantes. La educación inclusiva tiene como propósito derribar este mito y establecer el concepto de que todas las personas tienen la capacidad de aprender, pero de diversas maneras.

La educación inclusiva pretende adecuar el sistema educativo a la diversidad presente en una escuela o en un entorno escolar. En ese sentido, se requiere, en primer lugar, voluntad de las autoridades para aceptar que la educación inclusiva es un derecho humano. Los Estados tienen que asegurar este derecho y las personas con discapacidad deben tener acceso a la educación. Luego, hay la necesidad de preparar el cuerpo docente y las familias de los/as niños y niñas que van a la escuela para comprender que es un prejuicio pensar que las personas con discapacidad no aprenden como las demás.

Asimismo, los y las docentes deben prepararse para tener metodologías e instrumentos adecuados al aprendizaje de estudiantes con discapacidad. Los métodos para los/as niños/as ciegos/as deben incluir el aprendizaje del sistema Braille, por ejemplo. Los contenidos didácticos van a ser iguales para todas y todos, pero las metodologías pueden cambiar.

Es necesaria también la revisión de las formas de evaluación y de los sistemas de promoción escolar para que sean inclusivos para todos/as los niños y las niñas, indistintamente e independiente de sus condiciones. Y respetar la evolución con relación a la edad que tienen los niños y las niñas con discapacidad porque suele pensarse que no aprenden, o que aprenden muy lento, así que en escuelas regulares a veces se encuentran niños/as con discapacidad con 14 años en clases de los primeros años de primaria, con niños/as de 7 o 8 años. La idea es que estos/as niños/as con discapacidad puedan estar con otros/as de la misma edad para que puedan desarrollarse en un entorno confortable y más adecuado.

En el 2016, el Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas adoptó la Observación General Nro. 3 sobre los derechos de las mujeres y niñas con discapacidadlas cuales enfrentan múltiples barreras y formas de discriminación. ¿Podría señalar cuáles son los principales obstáculos que afectan a estas niñas y mujeres? ¿Qué acciones son necesarias para eliminar estas barreras?

En el tema educativo ya se sabe de las grandes brechas que hay entre niñas y niños y que las niñas tienen menos acceso a la educación que los niños. Cuando hablamos de las niñas con discapacidad hay una afectación por la discriminación interseccional, o sea, por la condición de discapacidad y además por ser niña.

Las familias tienden a valorar más la educación de los niños en relación a la de las niñas. Tienden a pensar que llevar la niña a la escuela es un esfuerzo que no vale la pena porque al final ellas no van a aprender o no servirá para nada que aprendan.

Las niñas con discapacidad suelen ser más fácilmente víctimas de la violencia escolar por causa de sus limitaciones físicas para defenderse o porque son más vulnerables. También, en algún momento, las niñas empiezan a menstruar y se ve como un tabú el cuidado que se requiere en estos casos. Para las familias esto es muchas veces motivo de vergüenza.

Es necesario concientizar acerca del apoyo específico que pueden requerir las niñas y las jóvenes para asistir a la escuela y evidenciar los estigmas que sufren por la discapacidad y otras condiciones sociales, como ser pobre o ser indígena, entre otros. Aún no conozco ninguna experiencia en los países de la región que esté dirigida a mejorar esta situación específicamente.

¿Cuál es la importancia de las Observaciones Generales que son producidas por el Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU? ¿De qué manera ellas contribuyen para la garantía de los derechos de estas personas?

Las observaciones generales que el Comité adopta tienen el propósito de brindar orientación a todas las personas interesadas en hacer avanzar los derechos. La Observación General número 4 sobre educación inclusiva, por ejemplo, está dirigida a los gobiernos que ya ratificaron la Convención, pero también a la comunidad educativa y a las personas con discapacidad porque es una herramienta que facilita la interpretación de este derecho. Las observaciones generales dan ejemplos de cómo poner en práctica estos derechos y también remiten a buenas experiencias ya existentes.

Actualmente, el Comité trabaja en dos nuevas observaciones: una sobre igualdad y no discriminación y otra sobre la participación de las organizaciones de personas con discapacidad en la toma de decisiones a nivel de los gobiernos.

¿Por qué se recolectan tan pocos datos sobre discapacidad en los censos y en las encuestas en los países? ¿Cuáles son las consecuencias de esta ausencia de información?

Hasta muy poco tiempo las personas con discapacidad no éramos recolectadas en los censos, encuestas y estadísticas porque éramos socialmente invisibles. Muchas personas con discapacidad permanecían institucionalizadas o en sus hogares sin la posibilidad de salir y participar en la vida social, económica y política.

Menos de dos décadas atrás, cuando empieza a haber un movimiento para adoptar un tratado internacional de derechos de las personas con discapacidad, como la Convención, es que se toma más conciencia de la necesidad de conocer cuál es la situación y cuántas personas con discapacidad hay en el mundo.

Después de años de esfuerzo, se formó el Washington Group on Disability Statistics (Grupo de Washington sobre Estadísticas de la Discapacidad), un grupo de expertos delegado por los Estados Parte de las Naciones Unidas, para construir instrumentos metodológicos y recolectar datos desagregados acerca de las personas con discapacidad. Este grupo aprobó una lista de preguntas para ser incluida en los instrumentos de los países. A la fecha esas preguntas ya han sido utilizadas por más de 80 países. Este es un instrumento efectivo elaborado desde el enfoque de derechos humanos de la Convención y dista cualitativamente de instrumentos anteriores que tenían un enfoque claramente médico y que, por ende, no lograban recolectar información adecuada sobre la situación de los derechos.

Si no recolectamos estos datos, nunca vamos a saber cuál es la situación de las personas y nunca vamos a tomarlas en cuenta en las políticas. De esa manera, hay una invisibilización continua y no se puede avanzar con los derechos de las personas con discapacidad.

Fuente de la Entrevista:

https://orei.campanaderechoeducacion.org/post_politicas/la-educacion-inclusiva-tiene-como-proposito-derribar-el-mito-de-que-las-personas-con-discapacidad-no-aprenden-como-las-demas

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