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Latinoamérica rezagada por falta de educación de calidad

Panamá/10 de Julio de 2017/Metro Libre

América Latina está quedando rezagada en comparación con otras zonas del mundo por la falta de una educación de calidad e innovación tecnológica, advirtió este jueves una responsable de la CAF, el Banco de Desarrollo de América Latina.

«Todas nuestras investigaciones nos han llevado a detectar que América Latina está perdiendo el tren de la Historia», dijo la representante de la CAF en Panamá, Susana Pinilla, durante la presentación de un informe sobre educación y trabajo.

Recordó que en la década de 1970, América Latina orientó su economía a la exportación de materias primas, pero ese modelo «no funciona más para el siglo XXI», por lo que planteó sustituirlo por otro que otorgue «valor agregado a nuestra producción y eso depende de la competitividad».

Pinilla consideró que la educación y capacitación de los trabajadores son clave para atraer inversiones y nuevas tecnologías.

Entre las causas de esa falta de preparación está la pobreza, que lleva a los niños a ir mal alimentados a la escuela, a no ser educados por sus padres o la deserción escolar, así como la desigualdad para acceder a educación de calidad, según los expertos.

Según la CAF, en América Latina el 11% de los niños trabaja, mientras que el 56% de ellos no tiene libros en su casa.

Para Fernando Álvarez, economista de Investigación de CAF, en la región «hay importantes brechas» desde muy temprano en el nivel de educación entre niños de familias pobres y ricas y, aunque ha habido «progresos incuestionables», en la cobertura educativa hay una deuda en la calidad y acceso a la educación.

Agregó que la región presenta «rasgos de subdesarrollo», como la alta informalidad y desigualdad en el trabajo y una baja productividad.

«Hemos tenido una serie de condiciones que retrasaron a América Latina versus otros países, principalmente los asiáticos, que sí invirtieron mucho tiempo en desarrollar sus capacidades educativas y formativas», afirmó Pinilla.

«Si no tenemos un factor humano preparado las inversiones se inhiben y la tecnología no se puede instalar, porque no hay capacidades para manejarla», añadió.

La CAF, con sede en Caracas, es un banco de desarrollo fundado en 1970 e integrado por 19 países, además de 13 bancos privados. Originalmente se llamaba Corporación Andina de Fomento, pero cambió su nombre a Banco de Desarrollo de América Latina, aunque sigue usando la sigla CAF.

Fuente: http://metrolibre.com/nacionales/latinoamerica-rezagada-por-falta-de-educacion-de-calidad

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Los más pobres del mundo están en África

África/29 mayo 2017/Fuente: TRT.net

En el mundo donde el número de los humanos al borde de la hambruna llegó hasta mil millones, cada uno de las nueve personas no pueden alcanzar a la alimentación suficiente para vivir.

Casi la mitad de los pobres en el mundo vive en África.

Según los expertos que África es el lugar donde la desigualdad de hambruna e ingreso se vive más intensa en el mundo, casi la mitad de los pobres en el mundo está en este continente.

El Dr.Siyogi Shifa, el director de la Oficina de África de la Unión Internacional de las Cooperativas señaló que el 41% de los pobres es africano.

Shifa señaló que la mitad de los muy pobres vive en la zona Subsahariana ubicada al sur del Desierto del Sahara, pidió que se determinen las prioridades del continente de África para la facilitación de la integración entre los paíse

Fuente: http://www.trt.net.tr/espanol/vida-y-salud/2017/05/25/los-mas-pobres-del-mundo-estan-en-africa-739348

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El hambre “Imaginaria” de Sofía y Rebeca

Quienes les digan que vivimos en un país que está en crisis, crisis es seguramente lo que pueden tener en sus mentes, porque no es lo que está pasando” Enrique Peña Nieto.

El día 04 de abril fue la aplicación del examen para ingresar a nivel secundaria a los alumnos de sexto grado en Coahuila. Como maestro de 5° año me correspondió aplicar la evaluación a uno de los dos grupos de  sexto grado que hay en mi escuela primaria, la cual está ubicada en una comunidad rural del estado;  la aplicación del examen dio inicio a las 2:30 p.m. y concluyó a las 5 de la tarde.

Debido a la aplicación del examen, el recreo de los alumnos evaluados se recorrió hasta que finalizara la evaluación. Una examen que los alumnos realizaron en condiciones desfavorables, puesto que nuestra escuela tiene problemas lamentables de infraestructura, el aire acondicionado no funciona y la mesa directiva de padres de familia no ha logrado reunir los recursos económicos para dar el mantenimiento al aparato, lo que provocó que la evaluación se llevara a cabo en un salón a una temperatura de aproximadamente de 35 grados.

Por lo anterior y tratando de mitigar los estragos del calor, como maestro aplicador abrí ventanas y cortinas del aula, luego tomé una silla para ubicarme en la entrada del salón para recibir las pequeñas ráfagas de viento seco que había en el exterior. En punto de la 4 de la tarde, el resto de los alumnos de la escuela salió a tomar su recreo, por este motivo llegó hasta nuestro salón una pequeña alumna de 2° grado, Sofía es su nombre, una niña menudita y con rostro triste, su apariencia física y de vestuario denotaban un origen de  pobreza y marginación.

Cómo lo mencioné, en ese momento me ubicaba en la entrada del salón, la pequeña Sofía me preguntó por Rebeca su prima, inmediatamente pregunté en voz alta sobre quién era Rebeca, varios de los alumnos señalaron con su mano a su compañera, Rebeca con una timidez significativa levantó la mano para confirmar que era ella, inmediatamente le solicité que viniera porque la buscaba su prima.

Ya en la entrada del salón, Sofía y Rebeca empezaron murmurar con voz muy baja, se miraban una a la otra; el silencio y el rostro triste de las dos alumnas llamaron mi atención y curiosidad, por lo cual tomé la decisión de preguntarles qué sucedía. Sofía me contestó que venía a ver sí su prima le daba de su lonche, yo sin medir la trascendencia del hecho, le indique a Rebeca que le compartiera la mitad de su comida, sin embargo, Rebeca lastimosamente contestó que ella tampoco traía.

Una respuesta que me quebró inmediatamente como ser humano, pero más me lastimó emocionalmente cuando reaccioné y le dije a Sofía que no se preocupara, que fuera a la tiendita escolar y pidiera 2 gorditas a la señora Sandra, la encargada. No sé sí fue vergüenza, humillación o simplemente impotencia, pero Sofía ya con lágrimas en los ojos, salió corriendo en dirección contraria a la tiendita, perdiéndose entre los cientos de niños que jugaban en el recreo.

Una realidad social que se repite de esta y de otras muchas formas desgarradoras en este país de la indiferencia y la desigualdad. Un país donde es casi natural que sus gobernantes disimulen, mientan y hasta se burlen socarronamente de las carencias brutales de su pueblo.

El terrible drama de hambre que viven diariamente Sofía y Rebeca,  alumnas que sienten en su estómago la necesidad urgente de comer aunque sea algo, es una urgencia que no es de ningún modo una crisis de mente o “imaginaria” como desafortunadamente el presidente de la república afirmó en días pasados, es una crisis real que araña las entrañas de quien siente la sensación vacía de hambre, es una exigencia biológica inaplazable que se requiere atender inmediatamente sin excusa.

Sin embargo este drama no termina aquí, porque habría que preguntarnos más detenidamente por la situación académica de Rebeca, qué futuro le espera en su resultado de la evaluación que realizó sin alimento en su estómago, con una temperatura tan alta dentro del salón de clases y sobretodo, con una autoestima destrozada y mutilada por la inviabilidad de un modelo económico que es irracional e inhumano y una clase gobernante insensible que desprecia el dolor y las necesidades urgentes de su gente.

Lo más triste de todo esto, es que Sofía y Rebeca son sólo una muestra lamentable de una realidad que viven millones de niños en este país, que no conforme de que no pueden satisfacer su demanda básica de alimentación, son también lastimados en su lado emocional al ser implícitamente exhibidos cruelmente por su condición de pobreza como fue el caso del llanto y huida de la pequeña Sofía.

Pero este nivel de exclusión no termina con la deplorable marginación a la que están expuestos estos millones de niños, sino que además tienen que enfrentarse a un sistema educativo que está diseñado para otro tipo de alumnos. El Nuevo Modelo Educativo que de paso no es nuevo ni es modelo, tiene un diseño curricular y pedagógico pensado para niños de clase media, para alumnos con una condición social diferente  a la de Sofía y Rebeca, un modelo educativo que las discrimina.

Por lo tanto, estamos ante un modelo económico y educativo que es doblemente excluyente de niños y jóvenes que viven en condiciones similares a las de Sofía y  Rebeca, un sistema incongruente que ha generado 53 millones de población  en condición de pobreza y pobreza extrema, de los cuales varios millones  son alumnos  inscritos en las escuelas públicas que hay en el país.

Y sí a esta realidad de hambre y desatención educativa le agregamos la violencia y desintegración familiar, el maremágnum de seudo cultura a la que están expuestos diariamente los alumnos, la deteriorada infraestructura y servicio que otorga la escuela pública, entre otros muchos factores. Tenemos ante nosotros, un escenario social y escolar brutalmente adverso, el cual inevitablemente nos ha llevado a tener los lamentables resultados en el tema educativo.

Por eso, quien se atreve a decir que el problema de la educación en México se soluciona evaluando a los maestros, como es el caso de Aurelio Nuño y casi toda la clase política y empresarial de este país pecan de irresponsables e indolentes, porque la pobreza de Sofía y Rebeca es real, porque la carencia de infraestructura en su escuela existe, porque su componente emocional destruido es un hecho, porque su tejido familiar roto es innegable y porque su nulo acceso a la cultura es comprobable.

Pero principalmente, porque el hambre de Sofía y Rebeca está viva, no es ficticia ni mucho menos inventada, es un hambre que denuncia fuertemente con su silencio el “INSULTO” de un presidente insensible, un presidente incapaz y un presidente que nunca ha estado a la altura de las circunstancias, un presidente que menosprecia irresponsablemente la realidad de los más pobres, de los que menos tienen, de los que ahora hace llamar también, “dementes”.

Fuente del Artículo:

El hambre “Imaginaria” de Sofía y Rebeca

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Libro: Volver Nuevas problemáticas de género y desigualdad en América Latina y el Caribe

Nuevas problemáticas de género y desigualdad en América Latina y el Caribe

Ivonne Farah. [Presentación]

Beatriz Chambilla Mamani. Louis Dantil. Martín Negrete. Tamara Dávila Rivas. [Autores de Capítulo]
…………………………………………………………………………
Colección Estudios sobre las Desigualdades.
ISBN 978-987-722-228-9
CLACSO.
Buenos Aires.
Marzo de 2017

Los cuatro ensayos incluidos en este libro aluden problemáticas y expresiones diversas de la forma de lo social fundada en el eje de división de género que, al tener raíces muy antiguas, se constituye en una de las formas de la desigualdad y exclusión más significativa y persistente; su origen se encuentra en la organización de las relaciones sociales familiares con base en el sexo, el parentesco y la edad, principalmente y permea el conjunto de relaciones que atraviesan las estructuras económicas e institucionales diversas.

De la Presentación de Ivonne Farah

Para descargar el libro, haga clic aquí:
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Fuente de la Reseña:
http://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=1216&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1161
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Thinking Dangerously in Dark Times

Henry Giroux

The conditions that produce the terrifying curse of totalitarianism seem to be upon us and are increasingly visible in President Trump’s denial of civil liberties, the stoking of fear in the general population, and a reckless hostility to the rule of law and a free and critical press. Totalitarian elements of the past are also evident in Trump’s contempt for the truth, and a willingness to create a new political formation through an alignment of religious fundamentalists, racists, xenophobes, Islamophobes, the ultra-rich, and unhinged militarists. Hannah Arendt once argued that all thinking is dangerous. This appears particularly true in an age when radical extremists who trade in hate-filled discourses, white nationalism, and racist policies move from the margins of society to the center of American politics.

Against the current assault on critical thinking and the institutions that nurture it, it is crucial for Americans to reclaim the call to think dangerously again and employ language in the service of compassion, justice, and civic responsibility. In part, this suggests learning how to hold authority accountable, search for the truth, make authoritarian power visible, and recognize that no society can escape self-reflection, deny the injuries of state induced injustice, or dispense with truth itself. Dangerous thinking should cause trouble, exercise its right to both understand and interrogate critically the major problems people face while being able to connect such issues to larger structural considerations. Thinking dangerously means refusing a culture of immediacy and sensationalism. Such thinking requires using historical memory as a resource and connecting private troubles to broader political, structural, and economic issues. Such thinking nurtures the social imagination and envisions a future in which the impossible becomes possible once again.

What happens to democracy when the President of the United States labels critical media outlets as “enemies of the people” and derides the search for truth by disparaging such efforts with the blanket term “fake news”? What happens to democracy when individuals and groups are demonized on the basis of their religion? What happens to a society when critical thinking becomes an object of contempt and is disdained in favor of raw emotion or disparaged as fake news? What happens to a social order ruled by an “economics of contempt” that blames the poor for their condition and subjects them to a culture of shaming? What happens to a polity when it retreats into private silos and becomes indifferent to the use of language in the service of a panicked rage that stokes anger but not about issues that matter? What happens to a social order when it treats millions of illegal immigrants as disposable, potential terrorists, and criminals? What happens to a country when the presiding principles of a society are violence and ignorance? What happens is that democracy withers and dies, both as an ideal and as a reality.

How else to explain the present historical moment with its collapse of civic culture and the future it cancels out? What is to be made of the undermining of civic literacy and the conditions that produce an active citizenry at a time when massive self-enrichment and a gangster morality at the highest reaches of government undermine the public realm as a space of freedom, liberty, dialogue, and deliberative consensus? Americans are in the midst of a crisis of history, politics, and agency, made all the more obvious by a government populated by right-wing extremists attempting to implement death-dealing policies regarding health care, the environment, the economy, foreign policy, immigration, and civil liberties.

Democracy fails in an age when its leadership is stripped of credibility. As a habitual liar, Trump has attempted to obliterate the distinction between the facts and fiction, evidence-based arguments and lying, and in doing so has dangerously enlarged the landscape of distortion, misrepresentation, and falsification. Not only has he reinforced the legitimacy of what I call “right-wing disimagination machines” such as Breitbart News, he has also created among large segments of the public a distrust for both the truth and the institutions that promote critical literacy and informed judgment. Consequently, he has managed to organize millions of people who believe that loyalty is more important than the truth and in doing so has emptied the language and the horizon of politics of any substantive meaning, thus contributing to an authoritarian and depoliticized culture of sensationalism, immediacy, fear, and anxiety. Trump has put in motion all the anti-democratic forces that have haunted American society for the last forty years. The broader consequence of his campaign of distortion, lies, and falsification has been captured in an interview Hannah Arendt gave to the New York Review of Books in 1947 in the aftermath of the horrors of fascism. She writes:

“The moment we no longer have a free press, anything can happen. What makes it possible for a totalitarian or any other dictatorship to rule is that people are not informed; how can you have an opinion if you are not informed? If everybody always lies to you, the consequence is not that you believe the lies, but rather that nobody believes anything any longer. This is because lies, by their very nature, have to be changed, and a lying government has constantly to rewrite its own history. On the receiving end you get not only one lie—a lie which you could go on for the rest of your days—but you get a great number of lies, depending on how the political wind blows. And a people that no longer can believe anything cannot make up its mind. It is deprived not only of its capacity to act but also of its capacity to think and to judge. And with such a people you can then do  what you please.”

In the present moment, it becomes particularly important for progressives and others to protect and enlarge the formative cultures and public spheres that make democracy possible. Under a relentless attack on the truth, honesty, and the ethical imagination, the need for the American public to think dangerously is crucial, especially in a society that appears increasingly amnesiac—a country where forms of historical, political, and moral forgetting are not only willfully practiced but celebrated. Rather than draining the swamp, the Trump administration has pushed cronyism and the rule of the elite to a new level of political corruption. All of which becomes all the more threatening at a time when the United States has tipped over into a social order that is awash in public stupidity and views critical thought as both a liability and a threat. Not only is this obvious in the presence of a celebrity culture that embraces the banal and the idiotic, but it is also visible in the proliferation of anti-intellectual discourses and policies among a range of politicians and anti-public intellectuals who are waging a war on science, reason, and the legacy of the Enlightenment.

At the core of thinking dangerously is the recognition that education is central to politics and that a democracy cannot survive without informed citizens. Critical and dangerous thinking is the precondition for nurturing both the ethical imagination and formative culture that enable engaged citizens to learn how to govern rather than be governed. Thinking with courage is fundamental to a notion of civic literacy that views knowledge as central to the pursuit of economic and political justice. Such thinking incorporates a critical framework and set of values that enables a polity to deal critically with the use and effects of power, particularly through a developed sense of compassion for others and the planet. Thinking dangerously is the basis for a formative and educational culture of questioning that takes seriously how imagination is key to the practice of freedom. Thinking dangerously is, thus, not only the cornerstone of critical agency and engaged citizenship, but also the foundation for a democracy that matters.

Source:

Thinking Dangerously in Dark Times

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Robots: la mitad del mundo no trabajará

Por: Gustavo Rivero

Bill Gates ha propuesto que los robots paguen impuestos. La gente se está dando cuenta de que la robotización tiene un cariz negativo. Pero no creo que éste sea el enfoque correcto, porque con impuestos a los robots se puede frenar la modernización tecnológica que no implique la destrucción de puestos de trabajo. Los políticos se deben preguntar: ¿quién recibe más beneficios y cómo podemos ayudar a redistribuir esta riqueza de la forma más justa sin que perjudique a la inversión y al crecimiento?

El editor de The Economist, Ryan Avent, ha advertido de los peligros (y oportunidades) de que la tecnología reduzca la jornada laboral, por la sustitución masiva de puestos de trabajo por robots. Sin ir más lejos, el periódico Los Angeles Times ya utiliza una aplicación para redactar pequeños artículos sobre terremotos en la zona. «La mayor parte de las personas en cincuenta años no trabajará», defiende Avent en una entrevista en Madrid, para advertir de las consecuencias que ello puede tener en un aumento de la desigualdad entre una élite de trabajadores altamente remunerados y el resto de la sociedad, lo que alienta el surgimiento de populismos. He aquí un resumen de las principales conclusiones:

Los robots se encargarán de los trabajos más rutinarios. La robótica avanza a tal velocidad que va a permitir reemplazar cada vez más trabajadores en todos los sectores. La tecnología seguirá beneficiando a los más cualificados. Pero en diez años será menos predecible porque la inteligencia de los robots será más poderosa y menos trabajos estarán a salvo. Puede que los robots desarrollen técnicas conversacionales, identifiquen patrones y sustituyan a terapeutas o contadores.

Es posible que la mayor parte de la gente esté desempleada en 50 años. Un estudio de la Universidad de Oxford dice que un 47% de los empleos será desempeñado por robots en unas décadas. La mejor forma de adaptarse a la robotización es facilitar el trabajar menos horas.

El Estado de bienestar cada vez tendrá más importancia para repartir la riqueza. El gran debate que debemos afrontar es qué forma adoptará esta redistribución y cómo podemos negociar el contrato social. Porque es posible que estemos en un mundo en el que haya gente que nunca sepa lo que es trabajar y haya otra parte de la población que lo haga para beneficio del resto. Esto puede parecer injusto. Para hacer que este sistema funcione tenemos que cambiar el rol del Estado y cómo lo pensamos. La Revolución industrial supuso un cambio profundo en nuestras sociedades que provocó respuestas que ni imaginábamos: impuestos más altos de lo que había, un Estado regulador… Ahora ocurre algo parecido, hay un cambio tecnológico tan abrupto que debemos cambiar la forma en que pensamos ciertos conceptos básicos de nuestra organización social.

Aumentará la desigualdad entre regiones ricas y pobres. La robotización perjudicará más a los países en desarrollo. En los últimos años la tecnología ha sido positiva para los emergentes: les ha permitido crecer muy rápido y expandir la globalización. Pero la robotización hará menos rentable para las empresas trasladarse a economías en desarrollo porque los robots abaratarán los costes. En los últimos quince años ha habido un aumento del desarrollo en estos países, mientras en los países desarrollados se estancaba el empleo o se perdía, en parte por la robotización al estar más industrializados. Esto se detendrá. ¿Cuáles serán los efectos? Más emigración a los países desarrollados.

Es el caldo de cultivo perfecto para el populismo. Las amenazas contra la democracia cada vez tienen más poder. La cuestión es cómo construir soluciones que ayuden a la población a superar los cambios y adaptarse a ellos. Eso se logra con más igualdad, esfuerzos para no perder poder adquisitivo y mejorar la calidad del empleo. Al mismo tiempo ello también puede hacer que la población prefiera cerrar sus fronteras. Por ejemplo, si en Europa se aprueba una renta básica, los ciudadanos podrían aumentar su apoyo a cerrar las fronteras para evitar que otros se beneficien de ello. Es por esto que debemos cambiar la forma de pensar. Tenemos la responsabilidad de compartir la riqueza que proporcionan las nuevas tecnologías. Si no lo hacemos, tendremos una crisis humanitaria enorme.

Fuente: http://www.dinero.com/opinion/columnistas/articulo/robots-haran-la-mitad-del-trabajo-del-mundo-gustavo-rivero/244161

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Antonio Banderas sueña con que ‘cierren’ la UNICEF

España /14 de marzo de 2017/ Autor:  SHOWBIZ/ Fuente: La Opinión

El actor Antonio Banderas no ha tardado en recurrir a sus redes sociales para dar mayor visibilidad a la última campaña informativa de UNICEF, el organismo de Naciones Unidas encargado de velar por los intereses de los niños y jóvenes más desfavorecidos del planeta, y lo ha hecho además sincerándose abiertamente sobre su deseo de que, en el futuro, organizaciones como esta tengan que desaparecer al no tener ya más situaciones de urgencia que atender.

¿Un sueño? Que UNICEF cierre. ¿Sabes por qué?“, escribió el actor en su perfil de Instagram antes de hacer suyo el mensaje que la delegación española de esta entidad ha difundido a través de la esfera virtual. “Soñamos con un mundo en el que UNICEF no exista y el día que lo logremos será el más feliz de nuestras vidas, porque nuestra labor ya no será necesaria“, añadió.

 

Antonio Banderas, cuenta Instagram: @antoniobanderasoficial

¿Un sueño? Que @unicef_es cierre. ¿Sabes por qué? #Repost Unicef España ・・・ Soñamos con un mundo en el que UNICEF no exista y el día que lo logremos será el más feliz de nuestras vidas porque nuestra labor ya no será necesaria. ¡Únete pinchando en el enlace de nuestro perfil! #cierraunicef #unicef @unicef

El astro de Hollywood ha incorporado también a su perfil el último vídeo que UNICEF ha hecho público para rendir homenaje a todos aquellos médicos y voluntarios que dedican su tiempo a reparar los estragos que deja la desigualdad en los países menos desarrollados y, sobre todo, a paliar de alguna forma el impacto tan negativo que la pobreza tiene entre las nuevas generaciones.

Esta no es ni mucho menos la primera vez que Antonio Banderas aprovecha su proyección para apoyar iniciativas solidarias de este tipo, ya que poco antes de que terminara el año no dudó en aliarse con su exmujer, la actriz Melanie Griffith, a la hora de dar a conocer a la opinión pública la inestimable labor que una de sus ONGs de cabecera lleva a cabo para asistir a las comunidades más vulnerables de Haití.

“Ayer Melanie me contó la labor que desempeña la Fundación Fonkoze y no pude más que unirme a su sueño. Entre todos, tenemos el poder de cambiar las cosas, si nos lo creemos y si actuamos. Con tan solo unos dólares podemos transformar en sostenible una realidad de pesadilla. No nos olvidemos de Haití”, publicaba el artista junto a una imagen que retrata a Melanie en una de sus últimas visitas al país caribeño.

Fuente de la Noticia:

Chess24.com

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