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CII-OVE: Análisis sobre el día del maestro en la República Argentina

Por Gustavo Teres

Realizado para el Centro Internacional de Investigación Otras Voces en Educación 

FECHA DEL DÍA DEL MAESTRO: 11  DE SEPTIEMBRE

DECRETO N°21.215 DEL 10 de septiembre de 1945 J. e I.P.) – Instituye el día 11 de septiembre de cada año como “Día del Maestro” (Bol. Of., 19/9/945).

Considerando: Que la Primera Conferencia de ministros y directores de educación de las Repúblicas Americanas, que se celebró en Panamá en 1943, instituyó como día del maestro, el 11 de septiembre de cada año – aniversario del fallecimiento de don Domingo Faustino Sarmiento – como homenaje de gratitud y devoción de los maestros de América al prócer que con abnegación y sacrificios enseñó y orientó a los pueblos del continente. Que debe hacerse efectiva la resolución de la precitada Conferencia de Panamá, honrosa para la Argentina, cuna del ilustre patricio. Por ello, el presidente de la Nación Argentina, decreta:

Art. 1 – Instituyese como Día del Maestro, el 11 de septiembre de cada año, aniversario del fallecimiento de don Domingo Faustino Sarmiento, que deberá ser conmemorado en todos los establecimientos educativos del país.

Art. 2 – Comuníquese, etc. – FARRELL. – Antonio Benítez.

UN ORIGEN INTERNACIONAL

Entre septiembre y octubre de 1943 se desarrolló en Panamá la Primera Conferencia de Ministros y directores de Educación de las Repúblicas Americanas, en la cual hubo múltiples resoluciones.

En dicha Conferencia atravesada por la guerra, se hizo alusión a la educación como una herramienta clave para la paz, como así también aportar a su proceso de universalización.

Con tal motivo se efectuó un homenaje vinculado al 55 aniversario del fallecimiento de Domingo Faustino Sarmiento y se propuso al día 11 de septiembre como “Día del Maestro”, para el conjunto de los países americanos, la iniciativa reconocía el inmenso aporte pedagógico del educador argentino y ampliaba esa distinción a todos los maestros de América por su trabajo y abnegación.

A lo largo de la historia los diferentes países fueron decretando el “Día del Maestro” a partir de fechas significativas para cada nación.

La UNESCO instaura a partir de 1996, el 5 de octubre como el “Día Mundial de los Docentes”.

EL PADRE DEL AULA

“En la Argentina se puede hablar de Educación a favor o en contra de Sarmiento, nunca sin Sarmiento”.

Fue una de las personalidades políticas más importantes y a la vez polémicas de nuestra historia. La fecha del 11 de septiembre tiene un alto contenido simbólico que no solo celebra, sino que interpela al magisterio y a toda la sociedad. Sus reflexiones, sus escritos y su intervención política han tenido un sentido fundacional para ese momento histórico.

Un hombre de ideas volcado a la acción que solo cursó un año de escuela primaria en su provincia de San Juan y el resto de su formación la realizó de manera autodidacta.

En 1839, inició su campaña a favor de la educación pública.

En 1840, encarcelado, logra huir y se exilia en Chile, donde continúa publicando artículos En diversos diarios del país trasandino, fundando también la primera escuela de preceptores.

En 1845, viaja en misión oficial a Europa y Estados Unidos, desde esa fecha hasta 1849 publica sus obras literarias más importantes: “Facundo – Civilización y Barbarie”- 1845, “Método gradual del enseñar a leer el castellano”-1845, “Viajes por Europa, África y América”-1849, “Educación popular”- 1849.

En 1854, fue electo diputado de la Legislatura de Buenos Aires, luego se desempeñó como gobernador de la provincia de San Juan donde dictó una ley que propiciaba la enseñanza primaria obligatoria.

Siendo electo presidente de la Nación, desde 1868 hasta 1874, fundó más de 800 escuelas y triplicó la cantidad de alumnos.

Su gestión lo llevó a crear la Academia Nacional de Ciencias, la Facultad de Ciencias y Matemáticas, el Colegio Militar, el Liceo Naval y el Observatorio Astronómico, como así también fundó la Comisión Protectora de Bibliotecas Populares y construyó más de 100 de estas.

Luego de su mandato, continuó siendo un hombre de acción impulsando numerosas iniciativas educativas.

En 1881, fue nombrado Superintendente General de Escuelas.

En 1884 logró la sanción de su viejo proyecto de educación gratuita, laica y obligatoria:

La Ley 1.420.

En 1888, retirado de la política se trasladó a Paraguay en cuya capital falleció el 11 de septiembre de ese mismo año.

“Facundo – Civilización y Barbarie”- 1845

Es uno de los escritos fundacionales de la literatura argentina que describe un estado de situación del país y ofrece un programa político e ideológico para construir una nación que antagoniza entre “los hombres civilizados” y “las masas semi bárbaras”, esta contradicción recorre gran parte de la historia política argentina y en muchos aspectos se mantiene hasta nuestros días.

La dicotomía “Civilización y Barbarie” fue una construcción de raíces históricas utilizada por las clases dominantes para legitimar el enfrentamiento con un enemigo interno que instalaba un orden de una Nación Argentina blanca, europea y racista, expresión de los sectores de poder local que no alteraba la dependencia oligárquica de Inglaterra y luego de Estados Unidos.

“Educación Popular”- 1849

Fue una de las obras pedagógicas más importantes de la historia argentina, “El más rico y original ensayo pedagógico que a la fecha ha producido América”, señaló Gregorio Weinberg, 1999. Recoge influencias de pedagogos europeos, Pestalozzi y Condorcet. Este libro aborda acerca del gobierno de la educación, el financiamiento, la inspección educativa, el rol de los maestros, su formación alrededor de las Escuelas Normales definidas como un “Convento” donde el maestro se formará como “un pobre y modesto apóstol de la civilización destinado a llevar luz de la instrucción a todas las zonas del estado”, destaca la formación de mujeres maestras no solo por su disposición “natural” sino porque contribuyen a toda la sociedad, reivindicando el rol de éstas en la vida pública. Resalta la importancia de los contenidos y métodos de enseñanza y reconoce el valor estratégico que tiene la educación inicial.

 “El exitoso del paradigma pedagógico con el que reguló su ascenso público será también el paradigma que le ofrece a la nación que todavía no existe”, Beatriz Sarlo. Para Sarmiento, la escritura era un acto revolucionario, de protesta, una arenga al pueblo en contra de los gobernantes despóticos y un modo de establecer vínculos con el Estado y de habitar espacios públicos.

UN HOMBRE DE IDEAS Y DE ACCIÓN 

Sarmiento se ubicó como un intérprete de la burguesía argentina en su etapa liberal que confrontó contra el feudalismo de la época.

Leer críticamente a Sarmiento nos permite apreciar la necesidad de recuperar una tradición de pensamiento holístico, de visión sistémica de los problemas sociales y educativos.

Instaló problemáticas que analizaban cuál debía ser la función social de la educación, su sentido político y contracultural, donde se desprendió la necesidad de construir una identidad nacional que garantizara la cohesión social negando cualquier perspectiva de diversidad cultural e inestabilidad política, prioridad que debía estar hegemónicamente en la órbita del estado.

El pensamiento y la acción de Sarmiento están atravesados por grandes aciertos, exabruptos, decisiones políticas conservadoras y reaccionarias.

Recibió críticas de todo el espectro político e ideológico de nuestro país.

La derecha nacionalista lo atacó por intentar romper pautas culturales propias de la sociedad tradicional.

La izquierda liberal y moderada solo enfatizó el carácter progresista de su pensamiento pedagógico negando el desprecio y ataque a la cultura popular como a la política de exterminio hacia esos sectores.

Por último, el nacionalismo popular sostuvo que se confundió civilización con cultura e instrucción con educación tratando de extirpar de raíz los elementos locales de las culturas preexistentes, o sea, crear una Europa en América destruyendo al indio y al gaucho que eran un obstáculo para el crecimiento en perspectiva europea y de las clases dominante. Sarmiento fue un pensador controversial, su obra fue y es cuestionada desde distintos ángulos y él mismo se ha contradicho en muchas ocasiones sobre los mismos temas. Como dijo Ricardo Rojas en su prólogo a la edición de “Educación Popular” de 1915: “En cuanto, al lector, le rogamos que no olvide al juzgarlo, la época y circunstancias en que sus páginas fueron escritas”.

LAS LUCHAS MAGISTERIALES EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD

DOCENTE: La larga Marcha de Apóstoles Laicos a Trabajadores de la Educación “Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes ni mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores. La experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia aparece, así como propiedad privada, cuyos dueños, son los dueños de todas las cosas. Esta vez es posible que se quiebre el círculo”, Rodolfo Walsh.

En 1981, en San Luis se concretó la primera huelga docente, ocho docentes orientadas por su directora Enriqueta Lucero, llevaron a cabo una medida de fuerza suspendiendo las clases hasta cobrar lo adeudado. La rápida actuación de Sarmiento permitió que las docentes percibieran sus haberes, aunque luego las maestras fueron separadas (por el gobierno de San Luis) de sus puestos como castigo por su “proceder irrespetuoso”. A principios del siglo XX comienzan los primeros intentos de organización sindical, en esas primeras décadas es vital la influencia de las ideas anarquistas y socialistas. En la provincia de Mendoza se produjo un movimiento huelguístico masivo encabezado por Florencia Fossatti, una maestra ligada a la renovación pedagógica, defensora de una escuela laica, democrática y autogestionada.

Dicho acontecimiento y los que le sucedieron fueron el punto de partida de un incipiente proceso de sindicalización. Reconociéndose muchas de ellas como trabajadoras. Hasta mediados de la década del ‘50, los docentes no tenían a las organizaciones gremiales como una referencia fuerte, algunos condicionantes eran:

  • El origen social de los docentes pertenecientes a una clase media urbana.
  • La función social y su representación, ya que la mayoría se veía bajo la concepción de apóstol o como funcionario con influencias individualistas y liberales. Al decir de un docente “se creía que no era propio de un maestro comportarse como un obrero cualquiera”.
  • Otros factores que obstaculizaron eran: la separación histórica entre docentes titulados y no titulados, las diferencias entre nacionales y provinciales, por último las diferencias jerárquicas entre los maestros de primaria y profesores de secundaria.

Un primer paso en esta construcción identitaria fue el profesionalismo docente donde la vocación empieza a ser reemplazada por las competencias técnicas. Este proceso abrió un camino de movilización y huelgas que culminaron con la sanción del Estatuto Docente que regulaba en gran medida su trabajo con derechos y obligaciones garantizando estabilidad, carrera docente, capacitación gratuita, salario y jubilaciones justas, participación en el gobierno escolar, vacaciones pagas y legalizaba la libre agremiación. En la década del ‘60 se consolidan las organizaciones sindicales en todo el país donde convivieron dos orientaciones: los profesionalistas y los sindicalistas.

Los profesionalistas hacen hincapié en los aspectos técnicos y su identidad sociolaboral analizándola de acuerdo a su status profesional y no en relación a su vínculo con la patronal. La sindicalista se sentía hermanada con el conjunto de la clase obrera planteando la creación de sindicatos únicos.

Las rebeliones obreras de fines de los ‘60 y principios de los ‘70 acercaron cada vez más a los docentes con la clase trabajadora, ayudando a acentuar la identidad de trabajador de la educación por sobre la de apóstol (vocación) o profesional.

Tres discusiones se instalan en esa década y continúan:

  • El perfil sociolaboral – ¿Trabajador de la educación o profesional?
  • Ideologías organizativas – ¿Profesionalista o sindical?
  • ¿Los docentes se deben sumar al conjunto del Movimiento Obrero? En 1973 en Huerta Grande se cristaliza la unidad nacional sindical que contiene una definición estratégica en su declaración de principios, “El docente, trabajador de la educación, está trascendiendo la condición de trasmisor de conocimientos para actuar permanentemente como un factor importante del avance social que posibilitará la auténtica liberación del hombre, la patria y los pueblos”.

La irrupción de la dictadura militar (1976-1983) interrumpió ese proceso ilegalizó el funcionamiento sindical y produjo la muerte y desaparición de más de 30.000 personas dentro de los cuales 600 eran docentes.

Luego de la vuelta a la democracia, el Fondo Monetario y organismos internacionales exigieron políticas de ajuste, el salario pasó a ser una de esas variables con una brutal pérdida del poder adquisitivo.

El 14 de marzo de 1988, comenzaba la larga huelga recordada como “El Maestrazo”, 43 días de paro por tiempo indeterminado, donde la CGT se suma por primera vez a una lucha docente convocando a un Paro Nacional en solidaridad junto a 530.000 maestras y maestros en conflicto, el cierre de ese conflicto fue la “Marcha Blanca” integrada por columnas provenientes de todos los lugares del país.

Con la llegada del gobierno menemista se manifestó una lucha emblemática del movimiento docente, la “Carpa Blanca”. Instalada un 2 de abril de 1997 frente al Congreso donde los docentes comenzaron un ayuno líquido reclamando aumento de salario, Ley de Financiamiento Educativo y derogación de la Ley Federal de Educación. La protesta se extendió durante 33 meses, ayunaron 1.380 maestros, fue visitada por alumnos de 7.000 escuelas y estuvo rodeada de un amplio apoyo de sindicatos, movimientos sociales, políticos y fundamentalmente trabajadores de la cultura. Su final fue un 30 de diciembre luego de la aprobación de una controvertida Ley de Financiamiento Docente.

En el 2007, en pleno conflicto en la provincia de Neuquén, cae asesinado el maestro Carlos Fuentealba. Este hecho causó una gran conmoción en la sociedad argentina. Habían asesinado a un maestro del pueblo, comprometido con las causas justas de la comunidad que habitaba.

En cada una de estas gestas la disputa por el sentido estuvo presente. Las luchas del magisterio fortalecieron la identidad docente como trabajador de la educación.

DOS MAESTRAS QUE HICIERON ESCUELA

Su desempeño laboral y pedagógico en el surgimiento del sistema educativo fue un aporte al fortalecimiento de la identidad y al sostenimiento de una escuela pública emancipada 

En esta breve síntesis encontraremos trabajadoras que defendieron la educación, que aportaron a la construcción de una educación transformadora involucradas en la superación de las desigualdades. Son vidas atravesadas por la voluntad de cambio, por la importancia del trabajo de educar y por el compromiso pedagógico y político con la educación como derecho.

 JUANA MANSO Buenos Aires, (1819-1875)

Fue una libre pensadora que luchó por construir una educación pública, laica, moderna y popular. Ávida lectora, profesora, traductora, periodista, autora de novelas, poemas y de libros escolares. Sabía que en una sociedad conservadora y patriarcal educar era, y es, un acto emancipatorio.

Las mujeres, junto a otros sectores sociales oprimidos y discriminados, encontraron en

Juana Manso a una intelectual comprometida con hacer de la Argentina una sociedad igualitaria.

Los conservadores la difamaban por ser mujer y atreverse a participar en eventos y espacios públicos considerados de exclusividad para los hombres. Quien sí la reconoció como educadora, fue Domingo Faustino Sarmiento.

Manso se dedicó a la docencia comprometiéndose con la educación pública.

Fue directora del primer colegio mixto del país, medida que apoyó para comenzar a igualar las condiciones de inclusión educativa de niñas adolescentes y mujeres.

Denunció la injerencia de la iglesia en la vida pública, cuestionó formas de enseñanza que consideraba anacrónicas y promovió la utilización del juego como herramienta para el aprendizaje. Impulsó la construcción de bibliotecas populares y dirigió la revista pedagógica más importante de la época: “Los anales de la educación común”.

Su vida demostró en los hechos que el ámbito natural de realización de la mujer no era el hogar, tal como prejuzgaba e imponía la sociedad de su época, como así también estimuló el acceso de mujeres a la lectura y la escritura abriendo camino para dejar de “ser habladas” y se escuche su propia voz.

 ROSARIO VERA PEÑALOZA La Rioja, (1873-1950)

Es considerada una de las pioneras de la educación nacional por impulsar una propuesta educativa novedosa para el Nivel Inicial.

Su mirada estaba puesta tanto en la Formación integral de las infancias como en promover su encuentro y sentimiento de pertenencia en torno a una identidad social y cultural común. Como sostuvo este compromiso hasta el último de sus días se la reconoce como la «maestra de la patria».

Organizó el nivel inicial y la Formación de maestras jardineras en todo el país, con centralidad en el juego y la experiencia como usinas pedagógicas.

Ante las referencias a las maestras como la segunda madre y la definición de la tarea de enseñar como apostolado o misión, Rosario Vera defendió los derechos sociales, políticos, civiles de las mujeres, tomando posición en cada discurso, reivindicó a la docencia como un trabajo que debía ser dignificado manifestándose sobre la estabilidad, el salario y el escalafón.

Peñalosa comprendía a la educación como un proceso integral que comenzaba en los primeros años de vida. Haciendo hincapié en la expresión oral y en la construcción de conocimiento a través de la creatividad, la exploración y el juego como eje vertebrador de la actividad del niño.

El rumbo de sus convicciones pedagógicas y su irrefrenable pasión por aprender fueron definitorias para el sistema educativo argentino abarcando no solo las disciplinas tradicionales sino también todas las áreas expresivas.

A lo largo de su carrera ocupó diversos cargos directivos y fue funcionaria en La Rioja, Córdoba y la ciudad de Buenos Aires.

En 1926 se jubiló continuando una nueva etapa de su trayectoria, Rosario se dedicó a investigar, a escribir y a viajar por todo el país para formar docentes, crear sociedades populares de educación, entrevistarse con artistas y científicos, asesorar instituciones. El 28 de mayo de 1950, a los 77 años, Peñaloza falleció. Agrupaciones y colectivos docentes adoptaron esa fecha para celebrar en su honor el “Día de los Jardines de Infantes y de la Maestra Jardinera”, reconocimiento oficializado por ley en el año 2014.

A modo de cierre, 11 de septiembre: “Día del Maestro”, una efeméride que consagra una jornada para celebrar en homenaje a Domingo Faustino Sarmiento, un día de reflexión sobre el oficio de enseñar desplegado por miles de docentes junto a sus organizaciones sindicales y pedagógicas, defendiendo, construyendo una escuela pública que es parte del orgullo nacional, un espacio que garantiza derechos y distribuye riqueza simbólica.

Descarga aquí la presentación en Power Point relacionada con el tema: OVE Dia-del-Maestro-en-Argentina

Gustavo Adrián Terés

Profesor en Ciencias de la Educación

Profesor de Educación Física

República Argentina

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Día de la maestra en Uruguay

Día de la maestra en Uruguay

Escrito por la Maestra Ana Claudia Pérez y la Profesora Estela Gramajo

Pensar en la sociedad es pensar en la humanidad en varias dimensiones: social, económica,
política, cultural entre otros pero ninguno de ellos podría desarrollarse sin educación, sin maestros
y maestras, sin niños y niñas, sin espacios de construcción, es decir que no podemos pensar la
sociedad sin la escuela pública, y si bien la escuela pública la hacemos entre todos y todas también
es verdad que sin maestros y maestras no habría escuela.

Durante el período colonial y en las primeras décadas del siglo XIX, la educación primaria en
nuestro país se desarrollaba en el hogar, contratando a instructores que enseñaban a los niños y
niñas conocimientos básicos de aritmética, matemática y lengua pero cabe destacar que estos
niños y niñas pertenecían a familias adineradas de la alta sociedad ya que eran quienes podían
costear los gastos de la institutriz.

En estos tiempos que corrían, el 26 de mayo de 1816, durante el período artiguista, se funda la
primera Biblioteca Pública, propuesta por el presbítero Dámaso Antonio Larrañaga. La iniciativa
fue ratificada por José Gervasio Artigas desde Purificación. Larrañaga, en su carácter de director,
pronunció la oración inaugural, donde expresó: “Una biblioteca no es otra cosa que un domicilio
o ilustre asamblea en que se reúnen, como de asiento, todos los más sublimes ingenios del orbe
literario o por mejor decir, el foco en que se reconcentran las luces más brillantes que se han
esparcido por los sabios de todos los países y de todos los tiempos. Estas luces son las que el
ilustrado y el Gobierno vienen a hacer comunes a sus conciudadanos.” Cuatro días después,
sensible a la repercusión pública del hecho, Artigas dispuso que el santo y seña de su ejército en
Purificación fuera “Sean los orientales tan ilustrados como valientes”.

Luego la educación pasó a implementarse en los colegios privados (católicos) pero seguían
accediendo a la educación solo quienes podían costearlo, en otras palabras sólo aprendían a leer y
a escribir una pequeña élite acaudalada en una sociedad segmentada en quienes sabían leer y
escribir y en quienes no. Es aquí donde aparece, en la segunda mitad del Siglo XIX, la figura de
José Pedro Varela quien, como instructor de educación pública, recorrió las escuelas del país y
llegó a la conclusión que plasma en sus obras “La legislación escolar” y “La educación del
pueblo”, de que solo una pequeña parte de la sociedad sabían leer y escribir, considerando este
hecho muy injusto en un país ganadero y pastoril que se preparaba para la industrialización y fue
así que comenzó una lucha por una educación más democrática y a decir de sus palabras «La
educación, como la luz del sol, puede y debe llegar a todos». Como sostiene Méndez Vives (2007)
Varela más que reformar creó un sistema educativo. Dió contenidos científicos a los programas de
estudio, seleccionó personal docente dando amplia participación a la mujer, implantó la descentralización administrativa, procurando la participación popular en el mejoramiento de la escuela pública, impulsó la construcción de escuelas y la fabricación de materiales didácticos.

Varela, inspirado en la obra de Sarmiento, junto con varios jóvenes amigos impulsó la creación de
un movimiento educacional, la «Sociedad de Amigos de la Educación Popular», que confluyó en
la aprobación -por el Gobierno- de una Ley de Educación y en su designación como Inspector
Nacional de Instrucción Pública en 1877. Su temprana muerte en 1879 no le impidió dejar sentada
las bases de un sistema escolar, cuyas líneas generales se prolongarían a través de más de un siglo
(Bralich, 2011).

Varela consideraba que la educación era la herramienta para resolver las contradicciones del
liberalismo clásico. También creía que la educación era la que permitía formar a los niños para ser
hombres y a los hombres para ser ciudadanos. “Y las inmensas riquezas nacionales movidas por el
brazo del pueblo, trabajador e ilustrado, formarán la inmensa pirámide del progreso material.”
“La ilustración del pueblo es la verdadera locomotora del progreso.” Asimismo se inspiró en los
modelos educativos que conoció en Europa y Estados Unidos concretando sus ideas y su proyecto
en el gobierno militarista de Lorenzo Latorre.

Es acá cuando nace, en nuestro país, la educación pública laica, gratuita y obligatoria,
características fundamentales para un pueblo que consolida sus bases en la democracia y la
participación. Según datos de la UNESCO del 2019, Uruguay tiene una tasa de alfabetización del
98,77%1. Es notable que la tasa de alfabetización femenina es superior a la masculina, con un
99,04% de mujeres alfabetizadas frente al 98,48% de hombres.

Muchos años después en nuestro país se celebra el día del maestro, siendo la fecha designada por
el Consejo Nacional de Enseñanza Primaria y Normal el día 22 de setiembre, el cual se firmó en
agosto de 1939, durante la presidencia de Alfredo Baldomir (militar, arquitecto y político, que
siendo Jefe de Policía de Montevideo participó en el golpe de Estado de Terra, en 1933), siendo en
ese momento Ministro de Instrucción Pública y Previsión Social el nacioanlista Eduardo Víctor
Haedo. Desde entonces, en la educación inicial y primaria ese día es un asueto escolar, que se
ubica en medio de las vacaciones de setiembre. En la actualidad en nuestro país el 97% de los
maestros son mujeres, por ello se le denomina, en general, “el día de la maestra”.

Asimismo esta idea de conmemorar la labor de los maestros y maestras surgió a principios del
siglo XX, como resultado de las políticas públicas de universalización de la educación. Pero
muchos años después, en 1994, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura (UNESCO) declaró el 5 de octubre como el Día Mundial de los Docentes.

Construcción de una identidad: del maestro apóstol al maestro como trabajador consciente

En nuestra sociedad, como en la mayoría de los países, el rol de los maestros desempeña un papel
importante en el desarrollo de la sociedad y si pensamos en América Latina es ésta una región
donde se enfrentan grandes desafíos que van desde la diversidad cultural hasta las desigualdades
sociales y económicas aunque todos sabemos que los maestros y maestras influyen sobre el
progreso educativo, social, económico y cultural del país.

La identidad docente es un pilar fundamental en el sistema educativo de cualquier país, ya que no
solo define la labor de quienes se dedican a la enseñanza, sino que también influye en la
formación de las futuras generaciones. En este contexto, es esencial reconocer a aquellos docentes
que, a través de su dedicación y creatividad, han dejado una huella imborrable en sus estudiantes y
en la sociedad en general. Docentes destacados, con enfoques revolucionarios, pioneros en su
época, y un compromiso inquebrantable con la pedagogía, han contribuido a la construcción de
una identidad que trasciende las aulas, inspirando a otros a seguir su ejemplo y a fomentar un
aprendizaje significativo y transformador. En el presente artículo, se destaca la actuación y la
influencia de maestros y maestras, reconociendo que no se abarca la totalidad de figuras
educativas. Esta selección busca poner de relieve las contribuciones significativas de estos
profesionales, aunque es importante señalar que existen numerosos educadores cuyas aportaciones
también merecen ser reconocidas.

Uno de los episodios más destacados fueron las Misiones Socio-Pedagógicas, que se llevaron a
cabo entre 1945 y 1959, contaron con la participación de varios maestros y estudiantes de
magisterio. Estas misiones fueron organizadas por estudiantes de magisterio y otros institutos
normales, así como por la Universidad de la República. Entre los maestros destacados que
participaron en estas misiones se encuentran:

Julio Castro (1908 – detenido-desaparecido el 1° de agosto de 1977) fue un destacado maestro,
periodista, intelectual y luchador social uruguayo. Sus principales aportes incluyen su compromiso
y defensa de la educación rural, analizando y trabajando para mejorar las condiciones educativas
en las zonas más desfavorecidas del país, participando en diversos congresos de maestros rurales y
realizando investigaciones sobre el analfabetismo en Uruguay y América Latina. Fundó y
colaboró en varios medios de comunicación, como el diario «El Nacional»; y el semanario
«Marcha», donde denunció las injusticias sociales y promovió la educación como herramienta de
cambio. Escribió numerosos libros y artículos sobre educación, incluyendo El Analfabetismo
(1940), El banco fijo y la mesa colectiva (1942), La Escuela rural en el Uruguay
(1944),Coordinación entre Primaria y Secundaria (1949), Cómo viven «los de abajo»; en los
países de América Latina (1949), Bombas y dólares sobre Guatemala (1954), El Plan de Estudios
Magisteriales (1960), La escuela rural en esta hora (1961), Tenencia de la Tierra y Reforma
Agraria (1965), reflejando su compromiso con la educación y su visión de una sociedad más justa
e igualitaria. Como firme defensor de los derechos humanos y la justicia social, fue secuestrado y
desaparecido durante la dictadura uruguaya debido a su activismo y sus críticas al régimen. Su
legado sigue vivo en la lucha por una educación inclusiva y de calidad, dejando una huella imborrable en la educación y la sociedad uruguaya, e inspirando a educadores y activistas en la actualidad.


Jesualdo Sosa (1905 -1982) fue un destacado maestro, escritor, pedagogo y periodista uruguayo.
Su actividad docente se centró en la educación rural, y su obra más conocida es «Vida de un
maestro»;, una novela autobiográfica que retrata su trabajo en la escuela de Canteras de Riachuelo,
en el departamento de Colonia. Entre sus principales obras se encuentran: Vida de un maestro
(1935): Una novela autobiográfica que critica el sistema educativo de la época. 180 poemas de los
niños de la escuela de Jesualdo (1938): Una recopilación de poemas escritos por sus alumnos.
Problemas de la educación y la cultura en América (1943): Un análisis de los desafíos educativos
y culturales en América Latina. 17 educadores de América (1945): Un estudio sobre la vida y obra
de destacados educadores latinoamericanos. La expresión creadora del niño (1950): Un libro que
explora la creatividad infantil y su importancia en la educación. Fuera de la escuela (1960): Una
reflexión sobre la educación fuera del ámbito escolar tradicional. El niño y la educación en
América Latina (1966): Un análisis de la situación educativa en América Latina. Antecedentes de
mi pedagogía de la expresión (1968): Un libro que detalla su enfoque pedagógico basado en la
expresión infantil. Jesualdo Sosa también dictó conferencias y cursos en diversos países de
América, Europa, Asia y África. En 1961, al inicio de la Revolución Cubana, viajó a Cuba, donde
entre 1961 y 1962 se desempeñó como decano de la Facultad de Educación de la Universidad de
La Habana. Durante este tiempo, también colaboró como asesor en la Campaña de Alfabetización,
un proceso que tuvo un impacto profundo en la transformación educativa de la región. La
alfabetización se convirtió en un tema central en la vida y obra de Jesualdo Sosa, marcando su
compromiso constante con la educación y el progreso social, con su posición sobre la relación
entre las esferas de lo político y de lo educativo. Es por esto que en la actualidad se ubica a
Jesualdo Sosa entre quienes valoran el papel democratizador de la escuela en el ámbito social.
Para él, el analfabetismo era un resabio de la esclavitud y señalaba: Yo no estoy dispuesto a hacer esclavos: prefiero hacer rebeldes contra cualquier esclavitud.

La pedagogía de la Escuela Nueva, iniciada por el reformista norteamericano John Dewey, tuvo
una profunda influencia en Uruguay a lo largo del siglo XX. Intelectuales y pensadores como Julio
Castro, Reina Reyes y Agustín Ferreiro fueron entusiastas del escolanovismo. Sin embargo,
Jesualdo Sosa siempre se mantuvo escéptico sobre los alcances reales de la Escuela Nueva como
herramienta de transformación social o empoderamiento de los desposeídos. Aunque valoraba los
avances progresistas de la escuela "progresista" en comparación con el opresivo y disciplinante
esquema de la escuela tradicional, Jesualdo nunca dejó de criticar y cuestionar profundamente las
limitaciones de una pedagogía "democratizante" condicionada por el modo de producción
capitalista. Además, desenmascaró el centro imperialista de su producción intelectual y teórica, el
imperialismo norteamericano.

Clemente Estable (1894 -1976): Un científico y pedagogo uruguayo que también participó en
estas misiones y dejó un legado importante en la educación del país. Revolucionó la educación
con su Plan Estable, un enfoque pedagógico innovador inspirado en las teorías de Dewey. Este plan centraba el aprendizaje en el niño, respetando sus intereses y ritmos individuales, y promovía
una educación integral basada en la investigación y la experiencia. Aunque enfrentó dificultades
para su implementación a gran escala, el legado de Estable sigue siendo relevante, inspirando a
educadores que buscan sistemas educativos más justos y equitativos. Además de ser un destacado
pedagogo, Estable fue un renombrado científico que fundó el Instituto de Investigaciones
Biológicas, combinando rigor científico y pedagogía innovadora para transformar la educación y
la investigación científica en el país.

Estas misiones tenían como objetivo mejorar las condiciones educativas y sociales en las áreas
rurales de Uruguay, y los maestros que participaron en ellas realizaron un trabajo invaluable en la
promoción de la educación y el bienestar de las comunidades rurales. Otras maestras que se destacaron por sus aportes fueron:

Enriqueta Compte y Riqué (1866 –1949) se graduó como maestra de primer grado a los 19 años.
En 1887, fue designada subdirectora del Instituto Normal de Señoritas y viajó a Europa para
especializarse en educación preescolar, estudiando las enseñanzas de Friedrich Fröbel. En 1892,
fundó el primer jardín de infantes público de Uruguay y de toda Latinoamérica, adaptando los
principios fröebelianos a la realidad uruguaya. Implementó métodos psicológicos y pedagógicos
que respetaban la individualidad y capacidad personal de aprendizaje de los niños. Su enfoque se
centraba en el desarrollo integral del niño, fomentando su creatividad y autonomía. Fue una
precursora de la enseñanza laica, basada en la igualdad social y la superación de prejuicios. Creía
firmemente en la educación como herramienta para la justicia social. Realizó numerosas
publicaciones en revistas y libros especializados en educación infantil. También se integró a varias
asociaciones que luchaban por los derechos de la mujer, contra la tuberculosis y el alcoholismo.
luchó por el voto femenino en Uruguay: "La concesión de derechos políticos a la mujer
transformará hondamente la condición social de los pueblos. ¿Cómo no es posible concebirlo? Es
indudable que será para su provecho, pues los errores de la inexperiencia pronto quedarán
compensados por el beneficio que aportarán las cualidades femeninas, al fundirse en un mismo
propósito, con las del hombre.

Además, con el estallido de la Guerra Civil en España, su país natal, integró la Comisión para la
Paz, y fue defensora de la República y de las libertades. En sus últimos años, acostumbraba a
visitar presos en las cárceles, porque creía que había que apoyarlos. Afirmaba que «todos los seres
humanos nacen buenos y que solo un medio desfavorable llega a apartarlos del bien».

Reina Reyes (1904 – 1993) fue una destacada maestra, pedagoga, psicóloga, periodista y
legisladora uruguaya. A lo largo de su vida, Reyes realizó importantes contribuciones, en
diferentes áreas. Fue una militante activa en causas populares, movimientos en defensa de la
educación pública y laica, la educación rural, la autonomía universitaria y los derechos del niño y
el adolescente. Entre sus obras se encuentran La Escuela que el Uruguay necesita (1943), La
Educación Laica (1946), Psicología y Re-educación del Adolescente (1963), ¿Para qué futuro
educamos? (1973), en el que critica la educación tradicional y aboga por una educación que forme ciudadanos críticos y comprometidos con la sociedad, preparando a los estudiantes para enfrentar
desafíos futuros. Destaca el rol fundamental del educador como agente de cambio, la necesidad de
una educación contextualizada que considere las realidades sociales y culturales de los
estudiantes, y defiende el derecho a una educación inclusiva y accesible para todos.

———————————-

Más allá de nombrar algunas de tantas maestras y maestros que aportaron al magisterio, a la
intelectualidad y a las luchas sociales, es necesario destacar el papel del magisterio organizado.
Como se expresa en la página de la Federación Uruguaya de Magisterio (FUM) : en 1945, como
resultado de la decisión de las entidades gremiales que nucleaban a la casi totalidad del magisterio
nacional, la Confederación de Maestros del Uruguay y la Federación de Asociaciones
Magisteriales del Uruguay (FAMU), convocaron a un Congreso Constituyente con el objetivo de
unificar al magisterio uruguayo. Del mismo, resultó el 20 de febrero de 1945 la fundación de la
Federación Uruguaya de Magisterio. Ese año, importante en cuanto a la definición de proyectos
discutidos largamente, marcó la creación de la Federación a partir de las gremiales existentes
(Confederación de Maestros del Uruguay y Federación de Asociaciones Magisteriales del
Uruguay [FAMU]), al realizarse la convocatoria a un Congreso Constituyente que Año 1945
definió su creación. A partir de ese momento, «culminando un largo proceso unificador» , la
FUM participó en todas las actividades sindicales y académicas del país, marcando tendencia a
través de sus posiciones de vanguardia pedagógica, sindical y social. (Lopez Fraquelli, 2007)
Se consagró como algunos de sus fines: representar a todos los maestros agremiados en la
enseñanza, propender a perfeccionar y mantener el régimen de autonomía técnica, administrativa y
financiera para la enseñanza pública, propiciar una activa defensa de la democracia y la justicia
sociales.

Puede acceder a una presentación power point de este artículo haciendo clic en el siguiente enlace Dia-de-la-Maestra-en-Uruguay

Durante la dictadura cívico-militar en Uruguay (1973-1985), los maestros organizados jugaron un
papel crucial en la resistencia contra el régimen autoritario, que pretendía adoctrinar e instalar un
tipo de pensamiento único, acrítico. A través de sindicatos y organizaciones como la Federación
Uruguaya de Magisterio (FUM), los maestros se unieron para defender la democracia, la
educación pública y los derechos humanos. Los maestros participaron activamente en huelgas,
manifestaciones y otras formas de protesta, denunciando las violaciones a los derechos humanos y
la represión del gobierno. Además, muchos maestros fueron perseguidos, destituidos, expulsados
al exilio, detenidos y desaparecidos debido a su activismo y oposición al régimen.

Cada 1° de agosto (día que fue detenido desaparecido Julio Castro) se recuerda a maestros y
maestras, estudiantes magisteriales, profesores, profesoras y trabajadores de la enseñanza
detenidos desaparecidos y en cada 20 de mayo en las Marchas del Silencio, el pueblo uruguayo les
dice PRESENTES.

Podemos plantearnos el por qué del Día del Maestro, y la respuesta que más resuena es que es un
día para reconocer la vocación de los profesionales y técnicos de la educación, para homenajear a
los maestros y maestras por su trabajo, compromiso y dedicación, y sobre todo para reivindicar la
figura de quien tiene el sueño y la convicción de que una sociedad más justa es posible a través de
la educación, parafraseando a Paulo Freire de que la educación no cambia el mundo sino que
cambia a las personas que cambian el mundo.

 

Bibliografía

Acosta, Yamandú (2012) Pensamiento uruguayo: Estudios latinoamericanos de historia de las ideas y
filosofía de la práctica. NORDAN COMUNIDAD.

Álvarez López, Pablo (2007) Maestro Jesualdo Sosa: designación a la Escuela Nº 329 del departamento de
Montevideo, artículo publicado el 30 de mayo de 2007 en el sitio web del Parlamento Nacional de Uruguay
(en Montevideo). Consultado el 1 de mayo de 2018.

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Varela, J.P. (1964): La Legislación escolar. Biblioteca Artigas.

Varela, J. P. (1910): "La Educación del Pueblo". El Siglo Ilustrado

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Honduras celebra el Día del Maestro en medio de desafíos educativos

Tegucigalpa-Honduras conmemora este 17 de septiembre el Día del Maestro, una fecha dedicada a reconocer la labor de quienes han formado generaciones y siguen formando las futuras generaciones del país.

Sin embargo, la celebración se da en medio de serios desafíos en el sistema educativo, que han sido resaltados por diferentes gremios docentes, todavía hay muchas escuelas bidocentes en Honduras y los maestros atienden un promedio de 40 estudiantes en un aula.

En la actualidad se ve una brecha en el gremio por las reformas del Inprema, unos a favor y otros en contra, sin embargo, se espera que puedan llegar a acuerdos favorables para todo el gremio.

Algunos dirigentes magisteriales han reiterado su preocupación por la falta de recursos, la infraestructura deteriorada en muchas escuelas y los bajos salarios que, aseguran, no compensan el esfuerzo que realizan. “Se debe dignificar la carrera del docente”, dijo el dirigente Joel Navarrete.

Los docentes coinciden que no se puede seguir educando en las mismas condiciones que hace décadas, mientras el mundo avanza y los problemas en la educación se agravan. Asimismo, los docentes exigen acciones concretas y aseguran que el discurso no basta ante las necesidades urgentes.

Otro de los problemas que enfrentan los docentes es un contexto de violencia y se piden acciones para mejorar las condiciones laborales en el sector educativo.

En paralelo, diversos sectores de la sociedad hondureña han expresado su admiración por la dedicación de los maestros, a pesar de las difíciles circunstancias. Son héroes silenciosos que, a pesar de todo, siguen enseñando y creyendo en un mejor futuro para nuestros hijos, dijo un padre de familia entrevistado.

Mientras tanto, la expectativa sigue siendo que el gobierno y las autoridades educativas tomen medidas para mejorar las condiciones del sector, ya que los maestros continúan siendo una pieza clave para el desarrollo del país. LB

Honduras celebra el Día del Maestro en medio de desafíos educativos

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Maestro dónde está tu monumento

Por:  Abelardo Carro Nava

«La docencia se vive o no es docencia; aunque desde luego, es totalmente respetable quienes en su momento hayan tomado la decisión de no continuar el camino, porque en el camino, hay que decirlo, también se nos va la vida y no regresa.»

La tan nombrada y mal llamada “revalorización del magisterio”, simple y llanamente no ha llegado. De hecho, estas tres sencillas palabras, han sido empleadas sin ton ni son por cuanto político y/o funcionario de gobierno haya querido. No es para menos, se sabe que, en los trabajadores de la educación, se encuentra una fuerza muy poderosa que representa un buen botín político. Tratar de conquistarlos endulzándoles el oído, ha sido una práctica reiterada que se ha hecho visible una vez que se acercan las elecciones presidenciales o de los gobiernos estatales y municipales, pero también, sin excusa ni pretexto, cada que se acerca el 15 de mayo, fecha en la que en nuestro país se festeja con bombo y platillo a las maestras y maestros.

Curiosamente, sobre esta última fecha, desde el pulpito presidencial o gubernamental, año con año se pronuncian los mismos discursos, las mismas palabras, las mismas cantaletas: ¡Vendrán mejoras salariales!, ¡El maestro frente a grupo es lo más importante!, ¡Por fin se ha revalorizado a las maestras y maestros de México!, ¡Antes no se les daba el trato que ahora se les da porque hoy somos un buen gobierno, con sentido humano! Y luego, para no perder la costumbre, los homenajes, los reconocimientos, las fiestas, los bailes, las comilonas, todo gestionado por un Sindicato; claro, porque su prioridad tal y como se lee en sus estatutos, es “defender los derechos laborales y profesionales de sus agremiados”. ¡Vaya cinismo!, ¡vaya simulación!

Y es simulación porque en realidad, ni los salarios han mejorado y mucho menos se han defendido los derechos laborales y profesionales del magisterio. Sí, esa es una realidad que está ahí, es evidente, es visible; desafortunadamente no siempre se expresa como tendría que expresarse porque, de hacerlo, podría ser considerado un acto revolucionario y, por obvias razones, la fuerza del estado-gobierno y de su subordinado, el sindicato, actuarían para acallar los reclamos. ¿Qué puede esperarse en un país donde la corrupción y la impunidad reinan a cabalidad y sin miramientos?, ¿qué puede esperarse en un país donde el sistema educativo está cooptado por algunas autoridades educativas que, cual virreyes, imponen su autoridad más allá de los mandatan las leyes y/o reglamentos?, ¿qué puede esperarse en un país donde un sindicato es bueno para dos cosas: para nada y para nada?

Yo creo que la docencia es una de las profesiones más bellas.

A lo largo de mi vida he conocido todo tipo de maestras y maestros; indiscutiblemente, todas y todos han dejado huella, porque precisamente dejar huella, es una de las tantas posibilidades que brinda este maravilloso encuentro entre dos o más mundos. En absoluto podría catalogarlos como buenos y malos, tal y como alguien intentó hacerlo hace unos años a partir de ser idóneo o no idóneo; desde luego, una práctica “clasificatoria y discriminatoria” que en nuestros días no ha desaparecido, aunque allá y por acullá se diga lo contrario. No, en absoluto podría hacerlo.

Pienso que con la llegada de esa bendita “calidad educativa”, y todo en lo que en su nombre se ha cometido, la docencia ha dejado de tener el sabor de antes. Obviamente este, el de la “calidad”, podría ser uno de los tantos factores que han influido en ello, porque tengo claro que el mundo y la sociedad ha cambiado considerablemente en los últimos treinta años; sin embargo, hoy por hoy, pareciera ser que cumplir con un cúmulo de indicadores y estándares en razón de esa calidad y excelencia educativa es, por así decirlo, lo más importante.

¿Qué importan las sesiones o clases si lo que se debe entregar es el informe que pidió de un día para otro el supervisor porque así se lo solicitaron de la SEP?, ¿qué importa si en los estudiantes se observan un cúmulo de conductas que derivan de sentidos problemas en casa o de familia si lo relevante es acabar los contenidos porque ya viene el examen de diagnóstico o de zona?, ¿qué importa que los alumnos no hayan asimilado adecuadamente el proceso de escritura y lectura si lo relevante es que todos se promuevan al siguiente grado?, ¿qué importa si el padre o madre de familia jamás se haya acercado a la escuela si lo relevante es que el niño lleve en su boleta nueves y dieces porque de lo contrario podría tener problemas la maestra o maestro?, ¿qué importa todo el estrés, ansiedad, depresión o cualquier enfermedad del profesorado si lo relevante es que asista a la escuela porque de no hacerlo sería sancionado por su autoridad inmediata superior?, ¿qué importa si un trabajador de la educación no se presenta en unas semanas si lo relevante es que cumpla ciertas funciones sindicales porque es “ahijado” de alguien del sindicato?, etcétera, etcétera, etcétera.

Y aún con ello, sigo creyendo que la docencia es una de las profesiones más bellas; porque la docencia: o se vive intensa o apasionadamente dentro del salón de clases, con los alumnos, o no es docencia.

Fiestas, bailes, comilonas y falsas promesas salariales y profesionales seguirán existiendo. Así es la hipocresía en un mundo donde las verdades suelen convertirse en el enemigo. Afortunadamente, ninguno de estos conceptos se compara con un ¡Gracias maestra o maestro!; sí, un gracias que muy pocas veces suele expresarse pero que no puede imaginarse lo que significa en el alma de quien lo escucha.

Tristemente, leí con atención muchos comentarios que encontré en las redes sociales, específicamente en la página de Facebook “Cosas de profes oficial”, cuando ésta publicó un mensaje anónimo que a la letra decía: “Hola buen día, puede publicar de manera anónima por favor. ¿A qué se han dedicado los profes que han renunciado a su plaza? Estoy pensando seriamente en renunciar a mis horas de secundaria, el desgaste es demasiado y el sueldo es muy poco. Sumando a que diario tengo que gastar en gasolina. O también la pregunta, ¿ustedes han pensado en renunciar? Yo sí, esto es muy desgastante y las condiciones para los maestros no mejoran”.

¿A cuántos docentes, a lo largo de su carrera, no les habrá pasado por su mente renunciar? Sería atrevido hacer una aseveración de mi parte en este texto; sin embargo, a título personal podría decir que, por mi mente, en varias ocasiones se ha asomado esta idea, sobre todo en los últimos años por muchas de las razones que puede leer en los comentarios de la publicación que refiero; sin embargo, creo que lo ha mantenido viva o encendida la llama, y por lo cual aquí sigo, ha sido justamente descubrir cada día las maravillas que solo puede darte una profesión tan noble como ésta, claro, las enormes potencialidades que puedes ver en tus alumnas y alumnos; el aprender de ellas y ellos, el reflexionar y repensar mi actuar y quehacer en la escuela, el darme cuenta que las experiencias compartidas en un salón de clases son tan especiales que no las cambiaría por una fiesta, un efímero reconocimiento y, mucho menos, por un puesto.

Sí, la docencia se vive o no es docencia; aunque desde luego, es totalmente respetable quienes en su momento hayan tomado la decisión de no continuar el camino, porque en el camino, hay que decirlo, también se nos va la vida y no regresa.

¡Maestro dónde está el monumento tan prometido!

Fuente de la información:  https://profelandia.com

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El Pliego Nacional de Demandas del SNTE: de lo absurdo a lo ridículo

Por: Abelardo Carro Nava.

Pienso que muy pocos trabajadores de la educación consideran que, en realidad, sus demandas y necesidades profesionales y laborales se ven reflejadas en el Pliego Nacional de Demandas que, anualmente, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) entrega a la Secretaría de Educación Pública (SEP); también pienso, que esta representación sindical se ha convertido en el bufón de los distintos gobiernos pues, el comportamiento de sus líderes sindicales, ha reflejado la poca seriedad – que a veces raya en lo absurdo y ridículo – que debería imprimírsele a la defensa irrestricta de los derechos laborales y profesionales de sus agremiados. Para muestra un botón.

Hace unas semanas el periodista Erick Juárez, en un reportaje publicado en la Revista Aula, Periodismo y Análisis Educativo, titulado Secciones 36 y 31, Monumentos a la corrupción, la opacidad y el despilfarro de recursos públicos, dio conocer que, por ejemplo, la lucha educativa de la Sección 31 de Tlaxcala valía 2 kilogramos de pavo; esto, porque la Secretaría de Educación Pública del Estado y Unidad de Servicios Educativos de Tlaxcala (SEPE-USET), como parte de las gratificaciones de fin de año que les otorgan a los trabajadores de la educación, no les había entregado un pavo de 7 kilogramos por agremiado, sino uno de 5 kg, hecho que motivó que sus líderes sindicales cerraran las instalaciones de esta Dependencia, pero también, que se convocara a un paro de labores. Entonces, ¿la lucha sindical equivalía 2 kilogramos de pavo? Así de absurdo, así de ridículo, sobre todo si consideramos las múltiples necesidades, demandas y atropellos que sufren a diario los trabajadores, por ejemplo, en los procesos de admisión, promoción y reconocimiento que tiene a su cargo la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros (USICAMM). Sin embargo, la historia no termina aquí, en este mismo reportaje, este periodista pudo documentar y reportar una millonaria capacitación que recibieron 266 delegados y la cúpula sindical de esa misma Sección Sindical denominada “Primera Capacitación para la Estructura Sindical” en las playas de Zihuatanejo, Gro., cuyo monto ascendía a la cantidad de 1 millón 735 mil pesos. Otra vez: ¿y las necesidades, demandas y derechos laborales y profesionales del resto de los trabajadores de la educación? La respuesta es muy obvia: en el olvido.

Volviendo al tema que me ocupa, a través de las redes sociales se pudo conocer, que el pasado 9 de marzo el líder nacional del SNTE, en “representación” de todos sus agremiados, entregó a la SEP su Pliego Nacional de Demandas; según se dijo, contenía las propuestas de poco más de 1 millón 400 mil trabajadores de la educación que participaron en la 5ª Consulta Nacional aplicada en las 55 secciones sindicales en las 32 entidades federativas (SNTE, 2023). Consulta que, desde luego, no refleja las necesidades y demandas de sus agremiados, porque el instrumento elaborado para este propósito se hace a modo para que se responda lo que la cúpula sindical quiere que se responda, pero también, porque dicho formato no llega a las manos de los trabajadores, sino que es contestado por las mismas delegaciones y representaciones sindicales en lo “oscurito”, lo cual podría explicar la cifra de “participación” que este sindicato dio a conocer en escueto comunicado.

Ahora bien, cuáles son algunas de las propuestas que integran el referido Pliego Nacional de Demandas: 1. Incremento salarial significativo, superior a la inflación; 2. Programa permanente de basificación; 3. Programas de promoción horizontal; 4. Jornada ampliada, tiempo completo o jornada extendida; 5. Una comisión tripartita SEP-SNTE-ISSSTE para diagnosticar y coadyuvar a resolver la problemática de seguridad social; 6. Conectividad gratuita en todos los planteles educativos; 7. Programa la escuela es nuestra en todas las escuelas; 8. Materiales educativos y libros de texto para alumnos y maestros para el análisis de Planes y Programas de Estudio (SNTE, 2023).

De sobra esta decir que, como cada año, estas son las propuestas que representan el sueño guajiro del SNTE en pro de una supuesta y muy sentida defensa de los intereses de sus agremiados; por ejemplo, en el tema del incremento al salario, como se recordará en el 2021, tal incremento representó el 3.4% y en prestaciones el 1.8%; en 2022, se alcanzó un incremento del 5.3% global, es decir, 3.5% al salario y 1.8% en prestaciones, esto independientemente de la controvertida y polémica política de incremento salarial de los trabajadores de la educación que menos salario percibían en ese entonces. ¿En verdad se piensa que en este año que el magisterio recibirá un incremento superior al de la inflación?

Por lo que toca al tema de los programas de estímulos salariales más neoliberales que otra cosa, tal parece que el SNTE, más no el total de sus agremiados, se conforma con demandar la existencia y/o permanencia de dichos programas como el de la promoción horizontal cuando, se sabe, este programa, desde el periodo del peñanietismo, ha venido atropellando, continua y reiteradamente los derechos laborales y profesionales de las maestras y maestros, aunado a la total opacidad con la que se manejan los recursos destinados para este propósito. ¿En verdad el SNTE desconoce la serie de violaciones de los derechos laborales y profesionales que anualmente la USICAMM comete en contra de los docentes?

Y, para terminar, más por falta de espacio que de ganas, tal parece que el SNTE, más no el total de sus agremiados, se conforma con constituir una comisión tripartita para que se atiendan las problemáticas relativas a la seguridad social de los trabajadores de la educación, como si desconocieran que, por ejemplo, el sistema de pensiones se rige por UMA’s y no por salarios mínimos, lo cual representa una afectación directa a la calidad de vida, laboral y profesional, tanto de trabajadores jubilados y activos. ¿En verdad es suficiente el establecimiento de una mesa tripartita para tratar lo que desde hace varios años se sabe pero que el mismo SNTE ha solapado?

En fin.

En próximas fechas vendrán los festejos por el día de la educadora o día del maestro; muchos de estos líderes sindicales llenaran sus discursos son sendas arengas que anuncian mejoras en los derechos laborales y profesionales de los trabajadores de la educación; seremos testigos de homenajes, programas socioculturales y hasta de la rifa de vehículos; sin embargo, tal y como diría aquel filósofo: mucho habrá cambiado para que todo siga igual… o peor.

Así de absurdo, así de ridículo.

Al tiempo.

Referencias:

Fuente de la información:  http://pulsored.com

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El día del Maestro y la odisea de enseñar en tiempos de Cuarentena

Por Juan Carlos Palomino Paredes

Sin duda, la celebración del Día del Maestro, en los tiempos actuales de pandemia, marcará una gran huella en nuestra vida. Por ahora, en corto tiempo, nos hemos transformado en docentes digitales conectados cada día con las clases virtuales; pero cada vez más desconectados presencialmente de nuestros estudiantes y de nuestros colegas, que suelen sentirse abrumados por la mayor carga laboral y la remuneración que, muchas veces, no corresponde a las diversas actividades que realizan, pues el acondicionamiento a esta nueva forma de trabajo genera un mayor desgaste físico y emocional.

El problema del desgaste físico y emocional lleva al denominado síndrome de burnout y sobre este tema han escrito un sinfín de autores. Muchos de ellos coinciden en que este síndrome consta de una fatiga crónica, insomnio asociado a pocas horas de sueño, sensibilidad y tristeza al conocer los efectos negativos que nos trae día a día la covid19. Este síndrome se ve también asociado al estrés del docente debido a la excesiva carga que se les sigue asignando como la famosa elaboración de informes. A esto se suma ahora la falta de experiencia en la modalidad virtual. Todos estos elementos condicionan una mayor incidencia en el deterioro de la salud del docente.

A pesar de todo, los maestros “digitales”, seguimos dando lo mejor de nuestro talento, entregando nuestro bagaje sociocultural adquirido durante muchos años con todos los estudiantes a través de las clases a distancia.

Por otro lado, existe una problemática adicional, la de los maestros que se encuentran ejerciendo su labor en zonas donde existen muchas deficiencias técnicas, falta de elementos tecnológicos o de escasa o nulo acceso a la Internet. Esta situación no desanima a los verdaderos maestros y es ahí donde surge su ingenio para seguir formando no solo con conocimientos teóricos sino brindándoles a sus estudiantes el acompañamiento humano en esta difícil situación para lograr su objetivo: formar a sus estudiantes integralmente. Lo que significa que se debe seguir manteniendo el vínculo ya no solo con los alumnos sino que a todo este proceso se suma unos nuevos aliados: los padres de familia. Estos también contribuirán a que sus hijos logren aprender y alcancen una educación de calidad.

Hoy más que nunca, es necesario valorar la labor que ejerce el docente, reconociéndolo como un profesional que siempre se adapta a nuevos contextos, con distintas funciones y roles tanto en su labor educativa como personal. Los nuevos retos no nos asustan, ni los tiempos difíciles porque debemos enseñarles a nuestros alumnos que en medio de tanta miseria o desgracia, existen personas que trabajan para cambiar esta situación. Nuestro compromiso es que ante nuevas dificultades tengamos mejores estudiantes preparados para enfrentarlas trabajando responsablemente, con optimismo y solidaridad.

Nuestra vocación es grande y la labor es ardua; sin embargo, necesitamos que nuestro trabajo sea valorado por la sociedad y no sea minimizado ni precarizado porque detrás de cada docente existe también una familia que necesita de él.

Un saludo para todos los maestros, hoy frente o fuera de sus pantallas, que luchan diariamente para construir un futuro mejor.

Bibliografía

Árias, F. & Gonzáles, M. (2009). Estrés, agotamiento professional (burnout) y salud en profesores de acuerdo a su tipo de contrato. Ciencia y Trabajo, 33, 172–176.

Enviado por su autor a la redacción de OVE

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Sarmiento, más de carne y hueso que de bronce

Por: Silvia Fesquet. 

No parece un hombre sino una multitud”. La definición del historiador sirve para retratar rotundamente a Domingo Faustino Sarmiento. Cuando pasado mañana se celebre el Día del Maestro, en un nuevo aniversario de la muerte del sanjuanino, se estará homenajeando una de las facetas, inconmensurable pero apenas una, de una de las personalidades más notables que hayan visto la luz en esta tierra. Presidente de la Nación, gobernador de San Juan, senador nacional, ministro plenipoteciario; escritor, docente, periodista, fueron algunos de los cargos y oficios que desempeñó. Como parte de su vasta y variada obra, más allá de la creación de más de un centenar de escuelas, varios colegios nacionales y las primeras escuelas normales del país, se destacan la fundación del Colegio Militar y la Escuela Naval, el Observatorio Astronómico, la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas y la Academia de Ciencias de Córdoba; la contratación de maestras estadounidenses, la inauguración de la primera exposición nacional, la ley de bibliotecas populares dando origen a más de un centenar de ellas, la puesta en vigencia del Código Civil redactado por Dalmacio Vélez Sarsfield, la creación de una gran cantidad de caminos, la extensión de la red ferroviaria, el uso del telégrafo para unir al país con el mundo, el fomento de la inmigración, y el Parque 3 de Febrero, en Palermo, entre otras.

“Si fuera posible adoptar un símbolo de la nacionalidad argentina del pasado y del presente (…) sería necesario adoptar la efigie de Sarmiento, en prueba de la capacidad argentina para muchas cosas, pero también de sus perpetuas incomprensibles contradicciones. Los ojos salientes, los labios abultados, el cuello grueso, la enorme calvicie de su frente, las espaldas cargadas, las piernas más largas que el cuerpo, demostraban al mismo tiempo que una naturaleza físicamente poderosa, un hombre con todos los apetitos humanos, capaces de engendrar todas las pasiones, y algunas veces germen de esas fuerzas muchos años ocultas, que reventaban de repente con rugidos de torrentes y relámpagos de tormenta, que dejaban absorta a la sociedad, y hubieran conmovido a los pueblos si no hubieran pasado tan rápidamente como habían aparecido. Eva habría tenido muchísimo menos trabajo con Sarmiento que con Adán para hacerlo probar la fruta prohibida”. Tal el retrato de Carlos D’Amico en su libro “Buenos Aires. Sus hombres. Su política”, trazando la semblanza de alguien a quien, como decía el poeta, nada de lo humano le era ajeno.

Con la misma pasión con que batallaba por la educación pública, la instrucción de las mujeres y el progreso de la ciencia, no desatendía ni las urgencias de la carne ni los alborotos del corazón.

“He debido meditar mucho antes de responder a su sentida carta de usted, como he necesitado tenerme el corazón a dos manos para no ceder a mis impulsos. No obedecerlo era decir adiós para siempre a los afectos tiernos y cerrar la última página de un libro que sólo contiene dos historias interesantes. La que a usted se liga era la más fresca y es la última de mi vida. Desde hoy soy viejo”, escribe en una carta sin fecha a Aurelia Vélez Sarsfield, hija de Dalmacio y uno de los grandes amores de su vida. A pesar de esta despedida, -Sarmiento estaba aún casado- el vínculo perduraría para siempre. El admiraba su inteligencia, su “madurez de juicio” y su determinación, y atendía sus consejos en todos los planos, incluido el político. Cuando en 1888 decidió trasladarse a Paraguay, invitó a Aurelia a visitarlo allá. “Venga, juntemos nuestros desencantos para ver sonriendo pasar la vida”, le escribió. Juntos pasaron los que serían los últimos meses. Pocos días después del regreso de ella a Buenos Aires moriría él, el 11 de septiembre, a los 77 años. Tiempo atrás había escrito, en un relato de su vida: “Dejo tras de mí un rastro duradero en la educación y las columnas miliarias en los edificios de escuelas que marcarán en la América la ruta que seguí (…) He labrado como las orugas mi tosco capullo, y sin llegar a ser mariposa, me sobreviviré para ver que el hilo que depuse será utilizado por los que me sigan”.

Fuente de la reseña: https://www.clarin.com/opinion/sarmiento-carne-hueso-bronce_0__dksn6zRf.html

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