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Escuelas de Estados Unidos, contra las redadas

Estados Unidos/17 de Febrero de 2017/

Los directores de colegios de Chicago no dejarán entrar a los agentes de inmigración sin una orden judicial.

Mientras los educadores de todo Estados Unidos se plantean si la campaña de persecución de inmigrantes llegará a las puertas de sus aulas, los directores de escuela en Chicago han recibido una orden sencilla: no permitan la entrada de agentes federales de inmigración sin una orden judicial.

La postura de las Escuelas Públicas de Chicago (CPS, por sus siglas en inglés), el tercer distrito escolar más grande del país, es de las más audaces hasta ahora entre los distritos que han anunciado medidas para proteger a personas que puedan estar en el país sin permiso de residencia.

El martes, el gobierno del presidente Donald Trump amplió el espectro de candidatos a la deportación, lo que avivó la preocupación de que haya familias divididas en todo el país.

El temor aumenta en distritos como Chicago, donde casi la mitad de los 381 mil estudiantes son hispanos, y se cree que las autoridades migratorias podrían detener a los padres en el exterior de la escuela y a los niños dentro.

En su nota del martes a los directores de Chicago, la responsable de escuelas públicas, Janice Jackson, instó no sólo a mantener fuera a los agentes de inmigración, sino a evitar compartir con los agentes información del expediente de cualquier alumno y a trazar planes para la posibilidad de que se detenga a los padres mientras sus hijos están en la escuela.

“Para ser muy claros, el CPS no proporciona asistencia al ICE en el cumplimiento de la ley federal civil de inmigración”, escribió Jackson.

OTROS SE UNEN

Directores de todo el país han redoblado sus esfuerzos para que los alumnos se sientan respaldados, dijo JoAnn Bartoletti, directora de la Asociación Nacional de Directores de Escuelas Secundarias.

En Siracusa, Nueva York, la junta escolar aprobó una medida este mes que requiere que las escuelas nieguen la entrada a gentes del ICE hasta consultar con el superintendente.

En Salt Lake City, Utah, el distrito escolar debatió el martes una resolución.

El gobernador de Connecticut recomendó el miércoles a los distritos escolares del estado que deriven a los agentes del ICE al superintendente.

Y en la Ciudad de Nueva York, los directores recibieron instrucciones de no permitir la entrada a agentes de inmigración sin autoridad legal.

Jim Bever, un director de Indiana que forma parte de la junta de la Asociación Nacional de Directores de Escuelas Secundarias, dijo que intentaría disuadir a las autoridades migratorias de acceder a los estudiantes y a sus expedientes, pero que los administradores escolares trabajan un poco a ciegas y que es probable que los agentes encuentren reacciones dispares.

MONTVALE NO SERÁ SANTUARIO PARA MIGRANTES

Un inmigrante sirio que actualmente es alcalde de una ciudad de Nueva Jersey dijo que esa población no será un santuario para los inmigrantes que viven sin autorización en Estados Unidos.

El alcalde de Montvale, Michael Ghassali, escribió en Facebook que los jefes municipales no deben abogar por la impugnación de las leyes federales y que él no firmará ordenanzas que pidan a los empleados que se abstengan de cooperar con las agencias federales de migración.

El republicano, que se presentó en las elecciones como candidato independiente, expresó al diario The Record la esperanza de que no se interprete su posición como contraria a la diversidad.

“Toda mi estructura tiene refugiados o tiene un familiar o amigo que es un refugiado”, aseguró Ghassali.

Sin embargo, consideró que debe eliminar todas las emociones y sentimientos personales para hacer su trabajo como es lo correcto.

El gobierno de Donald Trump anunció que cualquier inmigrante que se encuentre en el país ilegalmente y que haya sido acusado o que sea sospechoso de un delito mayor, será una prioridad para la deportación.

Ghassali dijo que Trump debería haber dedicado más tiempo estudiando cómo funciona en realidad la inmigración antes de hacer cambios.

TRUMP QUIERE MÁS ARMAS NUCLEARES

El presidente Donald Trump quiere aumentar el arsenal nuclear de Estados Unidos para garantizar que sea “el mejor de todos”, afirmando que el país ha quedado a la zaga en su capacidad de armamento atómico.

“Soy el primero que quisiera ver que nadie tenga armas nucleares, pero nunca vamos a quedarnos detrás de algún país, incluso si es un país amigo, nunca vamos a quedarnos atrás en poderío nuclear”, afirmó Trump.

“Sería maravilloso, un sueño sería que ningún país tuviera armas nucleares, pero si los países van a tener armas nucleares, vamos a estar en lo más alto”, dijo Trump.

Rusia tiene siete mil 300 ojivas nucleares y Estados Unidos seis mil 970, según el Fondo Ploughshares, un grupo antinuclear.

El nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas entre Estados Unidos y Rusia, conocido como “New START”, requiere que para el 5 de febrero de 2018 los países reduzcan sus arsenales atómicos y que los mantengan en un mismo nivel por 10 años.

En la entrevista, el mandatario calificó al New START como “un acuerdo unilateral”. “Sólo otro mal acuerdo que hizo el país, ya sea START, o el acuerdo sobre Irán (…) Vamos a empezar a hacer buenos tratos”, enfatizó.

También se quejó por el despliegue de un misil crucero terrestre ruso que viola un tratado de 1987 que prohíbe los misiles de EU y Rusia de alcance intermedio.

Al ser consultado sobre si le plantearía el tema a Vladimir Putin, afirmó que sí lo haría cuando se reúnan.

MOLESTO CON COREA DEL NORTE

Trump dijo estar “muy molesto” con las pruebas de misiles balísticos de Corea del Norte y dijo que una opción es acelerar la entrega de un sistema de defensa antimisiles a Japón y Corea del Sur.

“Es una situación muy peligrosa, y China podría terminar esto muy rápidamente”, opinó.

Sin embargo, no descartó del todo una reunión con el líder de Corea del Norte, Kim Jong-Un, pero sugirió que podría ser demasiado tarde: “Estamos muy enfadados con lo que ha hecho”.

Fuente: http://www.excelsior.com.mx/global/2017/02/24/1148325

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España: Un software para frenar el radicalismo 2.0

España/20 de Febrero de 2017/La Opinión de Murcia

La Universidad Miguel Hernández creará un algoritmo que detecte en redes sociales los mensajes que puedan esconder procesos de captación o potencien los ataques terroristas.

Forma parte de un proyecto de seguridad que integra a 9 países

Mientras Donald Trump ha conmocionado al mundo vetando la entrada a su país de los ciudadanos de hasta siete naciones de mayoría musulmana, para evitar cualquier tipo de peligro terrorista, en el Viejo Continente la estrategia es diferente, menos xenófoba y consciente de que gran parte del problema no está fuera sino dentro de casa. La Unión Europea se ha dado cuenta de que muchos de los autores de los últimos atentados perpetrados en sus estados miembros nacieron, crecieron y se radicalizaron en territorio europeo. Y también ha percibido que sus captaciones por parte de los grupos yihadistas se hicieron por Internet.

De ahí Pericles, el proyecto europeo del que forma parte el centro de investigaciones criminológicas Crímina, perteneciente a la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche. Un plan de acción con el que se tratarán de controlar y frenar los procesos de radicalización en Europa, haciendo especial hincapié en los riesgos relacionados con la propaganda violenta consumida a través de los entornos digitales.

El trabajo de Crímina dentro de este proyecto internacional, que cuenta con 15 socios procedentes de más de 9 países y con un presupuesto de 3 millones de euros, es desarrollar un software que permita a las diferentes fuerzas de seguridad europeas monitorizar los mensajes que inducen al radicalismo y que circulan a través del ciberespacio, que en ocasiones pueden esconder procesos de reclutamiento de futuros integristas.

Esta pasada semana era detenida en Alicante Dolores Hidalgo, natural de Abarán, por sus vínculos con la Yihad. Viuda de un ´soldado´ del Daesh, el juez Velasco la mandaba el viernes a la cárcel. La murciana planeaba viajar a Siria con sus cuatro hijos, a ´combatir´.

El director de Crímina, Fernando Miró, explica que diferentes cuerpos de seguridad de este continente ya tratan de controlar estos posts que se cuelan en las redes sociales; el problema lo encuentran a la hora de hacer un sesgo, de filtrar cuáles son los que, por ejemplo, pueden anticipar la ejecución de un atentado. «En este caso es cuando tenemos que hablar de «smart data» (el dato inteligente), filosofía ligada a Internet que prima más la calidad de la información que la cantidad. La policía ya tiene herramientas para controlar distintas conversaciones que se generan en redes como Twitter, pero hay temas que desembocan en millones de tuits. El algoritmo que nosotros pretendemos crear llevaría a cabo esa criba. Sería capaz de detectar qué mensaje es importante analizar e investigar a partir de una serie de parámetros semánticos», argumenta Miró, además de matizar que esas claves de selección las desarrollarán gracias a los resultados de un estudio que ya realizaron, denominado CiberHache, con el que determinaban cuáles eran los principales factores ambientales que convierten un tuit o un post de Facebook en algo peligroso.

Por ejemplo, el director de Crímina reseña que los mensajes radicales pueden verse potenciados tanto por cuentas en favor del terrorismo islamista como por las que apoyan a la extrema derecha. «A los radicales yihadistas les interesan los mensajes xenófobos porque potencia la percepción de victimización de los islámicos y les ayuda a radicalizarse. Se sospecha que hashtags como #stopislam los han podido crear los propios grupos yihadistas», dice Miró.

Crímina es uno de los dos participantes españoles que integran «Pericles». Junto a ellos se encuentra la Policía Local de Madrid, que es donde pondrán en práctica su tecnología. También forman parte otros agentes como la Policía Federal Alemana o el Ministerio de Educación en Grecia.

No obstante, Pericles no solo tratará de establecer claves contra los procesos de radicalización a nivel de seguridad. También buscará nuevas soluciones mediante diferentes investigaciones psicológicas y distintos programas educativos. «Francia, por ejemplo, está asumiendo un papel crucial en este sentido, a través de un plan que está llevando a cabo tanto en colegios como en entidades religiosas musulmanas que se están implicando en esta lucha contra los movimientos más extremistas», detalla Fernando Miró, que estos días ha estado en Bruselas ultimando detalles del proyecto, que echará andar a partir del próximo mes de mayo.

Este plan contra el terrorismo forma parte del programa europeo Horizonte 2020, que apuesta por una sociedad más segura.

Fuente: http://www.laopiniondemurcia.es/comunidad/2017/02/19/un-software-para-frenar-el/807004.html

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Manifestantes impiden que la nueva secretaria de Educación homófoba de Estados Unidos entre en un centro escolar

Estados Unidos/20 de Febrero de 2017/Noticias

Betsy DeVos, secretaria de Educación de Estados Unidos, no ha podido acceder recientemente a un centro educativo de la capital del país, Washington D.C, después de que múltiples manifestantes impidieran su acceso en base a una protesta por el pasado homófobo de la secretaria de Educación a propuesta del presidente republicano Donald J Trump.

Activistas contrarios a las prácticas homófobas que ha llevado a cabo en el pasado la nueva secretaria de Educación de Estados Unidos han practicado una manifestación contra la misma en la capital del país.

Betsy DeVos, secretaria de Educación de Estados Unidos, no ha podido acceder recientemente a un centro educativo de la capital del país, Washington D.C, después de que múltiples manifestantes impidieran su acceso en base a una protesta por el pasado homófobo de la secretaria de Educación a propuesta del presidente republicano Donald J Trump.

Los manifestantes, en el momento de evitar que DeVos entrara al centro escolar al que pretendía hacer una visita tras su nombramiento como secretaria de Educación de Estados Unidos, gritaron que «ella no representa ninguno de los valores que nos representan».

Los manifestantes acusaron a DeVos de sobornar a los senadores republicanos para conseguir su nombramiento, impidiéndole el acceso físico al centro escolar mediante la interposición de sus cuerpos, a la vez que le gritaban reiteradamente que debía sentir «vergüenza».

Betsy DeVos, mediante la fundación de su familia, ha ayudado económicamente a grupos que llevan a cabo terapias para «curar la homosexualidad», algo condenado por la comunidad médica internacional debido al fraude y a los peligros físicos y psicológicos que conlleva.

La nominada por Trump para secretaria de Educación también ha apoyado a la organización religiosa ‘Focus on the Family’ (Enfocados en la Familia), un colectivo que ha trabajado en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo.

La confirmación en el cargo de DeVos fue la primera vez en la historia de Estados Unidos en la que el vicepresidente tuvo que forzar la elección de una candidata propuesta por el presidente mediante la práctica de su derecho al voto en el Senado.

La elección de DeVos como secretaria de Educación no ha sido el único nombramiento contrario a los derechos de la diversidad sexual que ha conllevado la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca: Tom Price, contrario al matrimonio igualitario y a las personas trans, fue nombrado secretario de Salud de Estados Unidos.

Fuente: https://noticias.universogay.com/manifestantes-impiden-que-la-nueva-secretaria-de-educacion-homofoba-de-estados-unidos-entre-en-un-centro-escolar__17022017.html

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¿El estado de la República?

Blanca Heredia

Malo, triste y a la deriva. No andamos bien, no va bien la República, nada bien. Las cosas individuales de cada quien podrán ir peor o mejor, pero las cosas de todos (res publica) van de tumbo en tumbo y, en muchos sentidos, de mal en peor.

Políticos y autoridades que no convocan a la ciudadanía a nada que no sea la sorna, la indignación y/o la descalificación. Organizaciones civiles cuya desconfianza recíproca sólo consigue que sus acciones, lejos de sumar, terminen profundizando sospechas y diferencias. Ciudadanos que no se respetan unos a otros y que no se reconocen como parte de nada que le dé sentido o rumbo a sus afanes individuales o de grupo.

La sucesión de balbuceos –desconectados, improvisados y carentes de foco– para hacerle frente colectivamente a las agresiones de Trump es, en alguna medida, atribuible a lo sorpresivo y virulento de dichas agresiones. También pudiera ser el resultado de que, hasta el momento, esos ataques han tendido a circunscribirse al ámbito discursivo y a que aquellos mexicanos con intereses gordos y concretos en mantener una relación cercana y funcional a sus intereses con el vecino del norte, seguramente, estén negociando en privado arreglos particulares con sus socios y contrapartes allende el Bravo.

La pobreza de las respuestas públicas, tanto gubernamentales como sociales, frente a los muy considerables riesgos que entraña la llegada a la presidencia de los Estados Unidos de un hombre para quien atacar a México y a los mexicanos constituye una pieza clave para conectar con los votantes que lo llevaron al poder habla también, sin embargo, de una sociedad que más que diversa pareciera rota.

Concuerdo con las voces en México que nos advierten sobre los peligros de los llamados a la “unidad nacional” en un país que se dice y se quiere democrático, marcado por tantas y tan profundas diferencias a nivel tanto material como ideológico. El problema, leído en clave país que quisiera seguir siendo país, es que una cosa es la diversidad y otra, muy distinta, es la fragmentación carente de referentes compartidos.

Dicho de otra manera, una cosa es diferir en, digamos, un mismo idioma y otra, diferentísima, es la cacofonía que produce la emisión en simultáneo de voces hablando cada una su propia lengua. Lo primero puede construir, para el colectivo, algo distinto a lo existente. Lo segundo es una pura superposición de monólogos sin posibilidad de generar nuevos acuerdos colectivos.

No es privativa de México la división social y cultural profunda que hoy se manifiesta entre nosotros de tantas formas (en particular, violencia e imposibilidad de acción concertada). Los abismos crecientes entre integrantes de una misma comunidad nacional parecieran ser uno de los signos más distintivos y conspicuos de los tiempos que vivimos. Ahí están, entre otros: Estados Unidos, Israel, Hungría, Gran Bretaña, Austria, Polonia… Estadounidenses, israelíes, polacos, etcétera a quienes les resulta casi imposible reconocer a los otros estadounidenses (los que votaron por Hillary vs los que votaron por Trump), israelíes (los que quieren seguir “conquistando” los territorios más allá de la línea verde vs los que todavía creen en la solución de dos estados) o polacos (los que quieren ser europeos vs los que piensan que lo primero es defender y fortalecer a Polonia en contra de Rusia, los inmigrantes y todo lo extranjero) como parte de un mismo colectivo nacional.

Entre los países altamente desarrollados o desarrollados de occidente, las diferencias políticas ancladas sobre intereses e identidades de clase van a la baja y el clivaje dominante emergente, como bien señalaba un editorial reciente de la revista The Economist, es entre nacionalistas y globalizadores. En México, todavía está por verse cuál será el clivaje dominante que habrá de organizar las preferencias políticas y las relaciones de poder en los próximos años. El protagonismo incontinente de Trump y su animadversión contra México pudieran inclinar la balanza hacia la oposición cosmopolitanismo vs nacionalismo, pero, aún no es del todo claro.

La idea y la concreción material de la República Mexicana que heredamos de los que la imaginaron tras la Revolución Mexicana están, evidentemente, en crisis. Ya nadie cree en los viejos arreglos y narrativas para darle sentido a “México”. Ya no jalan. Trump y, en particular, la manera en la que el gobierno mexicano maneje las amenazas que nos plantea ese sujeto y lo que representa ofrecen una ocasión para refundarnos como comunidad distinta a otras, pero también como comunidad que se asume como parte activa del mundo.

No está fácil, pero si acaso queremos seguir siendo un país digno de ser vivido por propios y extraños, habría que intentarlo.

Intentarlo, esto es, poniendo por delante las cosas que nos unen o pudieran unirnos para bien de todos. Resultaría fundamental, para ello, construir alianzas entre clases, con todo y los sacrificios indispensables por parte de las élites y de los liderazgos que lucran con la miseria, y reconstruir, juntos, algún sentido de lo público (lo de todos) capaz de interpelarnos e incluirnos a todos.

Fuente del articulo: http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/el-estado-de-la-republica.html

Fuente de la imagen:http://www.elfinanciero.com.mx/files/article_main/uploads/2017/02/13/58a266f0a34d1.jpg

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Hijos de la deportación: cuando un niño estadounidense tiene que adaptarse a un país que no conoce porque expulsaron a sus padres

Por: UNIVISIÓN

Escuelas del norte de México llevan años acogiendo a hijos de deportados que se ven forzados a mudarse con sus padres. Son estudiantes estadounidenses, no acostumbrados a estudiar en español, que de pronto deben integrarse en un entorno muy hostil para ellos.

Para llegar a su nueva escuela en México, Alex Luna atraviesa un cerro pelón y baja una calle polvorienta en la que ensucia sus zapatos de charol. Caminar desde su casa uniformado con una camisa abotonada hasta el cuello, suéter de lana y una mochila a cuestas lo hace llegar malhumorado.

Desde que inició el ciclo escolar asiste a una primaria ubicada en la colonia Mariano Matamoros, en la ciudad de Tijuana, fronteriza con California. Esta colonia pobre y apartada es uno de los lugares más peligrosos del país. Asesinatos, balaceras y secuestros han forjado la reputación del barrio. Por eso, este niño bajito y corpulento de 12 años camina cauteloso todos los días, con su madre al costado, para evitar ser asaltados.

Hasta hace unos días, Alex Luna asisitía a una escuela en Estados Unidos, país en el que nació y al que emigraron sus padres, originarios del estado mexicano de Guerrero, hace más de dos décadas. Todos los días sus padres lo llevaban en carro hasta la puerta de su escuela, Rose Elementary School localizada en San Diego, California, la segunda ciudad más segura de la nación, de acuerdo con el FBI.

Pero en el verano de 2016, sus padres fueron deportados y él tuvo que mudarse forzosamente México. Entonces, la retórica antiinmigrante y la promesa de endurecer las políticas migratorias de la administración de Donald Trump inyectó miedo a su familia y decidieron que cruzar de vuelta a Estados Unidos ya no era una opción.

Ahora, el niño anhela quedarse en casa y no estudiar en su nueva escuela llamada ‘Cesar Rolón’. Siente miedo cuando recuerda que cualquier ruido podría ser la detonación de una pistola o el impacto de una bala.

Para Alex Luna el proceso de adaptación a una escuela de México ha sido...
Para Alex Luna el proceso de adaptación a una escuela de México ha sido difícil. Aprender el idioma es la principal barrera, pero también debe adaptase al sistema educativo mexicano. Luis Alonso Pérez / Getty Images

Alrededor de medio millón de niños nacidos en Estados Unidos enfrentan está misma situación, según reveló el Seminario Migración Internacional Escuela y Familia de la Universidad Tecnológica de Monterrey. Y las autoridades educativas mexicanas creen que esta cifra incrementará durante el primer año de Trump en la Casa Blanca: se espera la llegada a México de más niños como Alex, estadounidenses con padres indocumentados.

Nuevo país

En noviembre de 2014, el expresidente Barack Obama anunció una acción ejecutiva que ampararía de la deportación a unos cinco millones de inmigrantes indocumentados. La medida, entre otras cosas, protegería a padres de ciudadanos y de residentes legales permanentes que llevaran al menos 5 años en EEUU. Con la medida, Obama ponía fin a seis años de promesas incumplidas en materia de inmigración y millones de personas festejaban a lo largo y ancho del país. Sin embargo, solo tres meses después y, antes de que entrara en vigor, un juez federal suspendió las medida que exoneraba a los padres indocumentados de ser deportados.

Poco después, Araceli Guerrero, la madre de Alex Luna, fue deportada. En aquel momento, la precampaña de Donald Trump se encontraba en su punto más álgido: prometía que de ganar la Presidencia: deportaría a millones de indocumentados. “No era como cuando cruzamos la primera vez, ahora era muy complicado regresar”, explica.

Hasta el año pasado, Alex se quedaba en San Diego, California, para continuar sus estudios en Rose Elementary School. Vivía con una tía lejana y los fines de semana su madre se trasladaba hasta la garita internacional para recoger al niño. “Pero no podíamos seguir así. Con mucho dolor decidimos que Alex debía venir a vivir a México y entrar a una escuela para que comenzará aceptar que ahora su vida estaba en otro país”, afirma.

 La madre mexicana víctima de las prioridades migratorias de Trump/Univision
Tras la deportación, el único lugar donde la familia se podía permitir vivir era Mariano Matamoros, un barrio violento de la periferia de Tijuana. Y Alex Luna ingresó al sexto grado de una pequeña escuela con 20 salones, una cancha austera al centro y un par de tableros de básquetbol. Allí no se sirven desayunos como en su antigua escuela y solo hay un pequeño cuarto con una docena de computadoras, una para cada dos alumnos.

El colegio se ubica a los pies de un cerro y un terreno abandonado, cubierto por hierva y basura, al que los niños se escabullen para jugar a falta de áreas verdes y espacios deportivos.

Y Alex no fue el único que llegó. En el estado fronterizo de Baja California, en 2016 llegaron 53,499 alumnos en el nivel básico preescolar, primaria y secundaria, originarios de Estados Unidos, de acuerdo con cifras del Programa Binacional de Educación Migrante del Sistema Educativo Estatal. Tijuana es la ciudad con mayor número de estudiantes extranjeros de ese estado: más de 31,000.

“La deportación de sus padres es una de las causas principales de arribo de los estudiantes que forman parte de una familia en los que uno o más miembros fueron deportados y tienen que emigrar por reunificación familiar», explica Yara Amparo López, coordinadora del programa que busca mejorar las condiciones de los estudiantes extranjeros en México.

La vida para Alex, explica, es muy diferente en México: antes sólo hablaba inglés e ir a la escuela ha sido una experiencia traumática porque hay palabras en español que no entiende y otras que no puede escribir. Cuando la maestra deja tarea en casa, no puede hacerla porque ni siquiera entiende lo que escribió.

“El efecto de la migración es igual que como cuando te rompes un hueso. Te rompes el hueso y la herida ahí siempre va a quedar. El hueso va a soldar pero cuando hace frío te va a doler”, lamenta la profesora. A Alex le duele tanto que cuando recuerda su escuela Rose Elementary, el sabor de una hamburguesa o el camino rodeado de pasto, amenaza con regresar solo a Estados Unidos. Después se le pasa.

El desafío

Los jueves a las 11 de la mañana, un grupo de 12 niños se reúne en la oficinas regionales del Programa Binacional de Educación Migrante, en la frontera de Tijuana. Durante dos horas, los maestros intentan facilitar la transición de los estadounidenses recién llegados. Desde el fondo de un aula, Araceli Guerrero ve con tristeza a su hijo.

Los estudiantes nacidos en Estados Unidos requieren de un proceso especi...
Los estudiantes nacidos en Estados Unidos requieren de un proceso especial de adaptación y aculturación. Según expertos, el sistema educativo mexicano no está preparado para lograr este proceso. Luis Alonso Pérez / Getty Images

Los niños reunidos hablan entre ellos con risas largas y expresiones divertidas en inglés, mientras las maestras tratan de introducirlos en la historia de México y explicarles que en su nuevo país se utiliza una moneda llamada peso. Hoy los estadounidenses deben componer una canción y escribir las primeras dos estrofas que describan lo que están viviendo.

Cuando yo salí de Texas no pensé que había subidas/Extraño a mis perros que teníamos en mi otra casa/También quisiera estar con mis primos y con mi familia. Esta canción fue escrita por Sherlyn, una niña de 10 años y piel color cobre. Llegó con sus padres deportados este año escolar y cuando le pidieron que respondiera con un emoticón cómo se siente en su salón de clases en México, dibujó un círculo con los ojos bien abiertos y la boca temblorosa “asustada” y escribió en ingles: «because i didnt know anybody or that much spanish» (“porque no conocía a nadie ni sabía mucho español).

A pesar de los esfuerzos, que incluyen la implementación de talleres para docentes este año, para Víctor Zúñiga, investigador del Instituto Tecnológico de Monterrey, las políticas en materia de educación binacional del gobierno de Peña Nieto son “lamentables”. En ese sentido, apunta que se recortaron programas para capacitar a profesores que guiaban a los alumnos en su proceso de transición de lectura y escritura, pero sobre todo que dominaban el idioma inglés.

“Cuando un profesor es monolingüe le es muy difícil entender la transición. Si los niños llegan a escuelas que no los integran, la tendencia es a la deserción escolar. Los niños no abandonan las escuelas, son las escuelas las que abandonan a los niños”, explica.

Miedo a Trump

La llegada al poder de Donald Trump y su promesa de deportar a millones de indocumentados hace temer a las autoridades mexicanas que los niños en esa situación serán muchos más en los próximos años. El miedo a una afluencia masiva de estudiantes estadounideneses se evidenció la primera semana de febrero, cuando el presidente, Enrique Peña Nieto, envió al Congreso una iniciativa para la revalidación de estudios de estudiantes deportados de EEUU o ciudadanos cuyos padres hubieran sido retornados a México.

Alrededor de medio millón de alumnos extranjeros estudian en escuelas de...
Alrededor de medio millón de alumnos extranjeros estudian en escuelas de nivel básico en México. Luis Alonso Pérez

Emiliano González Blanco, director general de Incorporación y Revalidación de la Secretaria de Educación Pública, declaró ante medios de comunicación que se preparaban para recibir a unos 100,000 estudiantes que pudieran regresar.

Eunice Vargas, investigadora en políticas binacionales del Colegio de la Frontera Norte, dice que, de concretarse los planes de deportación masiva del nuevo presidente de EEUU, incrementaría drásticamente la demanda en el sistema educativo mexicano.

“Si estamos esperando un aumento del 100% en las deportaciones, entonces podríamos esperar un aumento del 50% de esos niños migrantes”, sostiene.

Es jueves otra vez y una madre deportada de Los Ángeles, California, acompaña a sus cuatro hijos nacidos en EEUU al taller organizado por el Programa Binacional de Educación Migrante.

Mira a sus hijos y frunciendo el ceño y con voz áspera sentencia: “Si Donald Trump nos echa, por qué afecta a nuestros hijos, sus ciudadanos estadounidenses. Entonces debería pasar un camioncito todos los días por nuevos hijos, recogerlos en la garita y cruzarlos a Estados Unidos a la escuela. No se dan cuenta que el castigo no es para nosotros es para ellos”, lamenta.

Fuente: http://www.univision.com/noticias/amexica/hijos-de-la-deportacion-cuando-un-nino-estadounidense-tiene-que-adaptarse-a-un-pais-que-no-conoce-porque-expulsaron-a-sus-padres

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EE.UU: Secretaria de Educación apuesta por la privatización

América del Norte/EE.UU/12 Febrero 2017/Fuente y Autor:telesurtv
La nueva secretaria de Educación en Estados Unidos, la republicana Betsy DeVos, apuesta por la descentralización de la enseñanza pública a favor de la privada.
La educación pública es considerada como uno de los grandes logros de cualquier sociedad desarrollada y promueve la igualdad entre los ciudadanos.

En el caso de Estados Unidos, la educación pública se encuentra en riesgo. Tras una reñida votación en el Senado se confirmó el nombramiento de la candidata de Donald Trump, Betsy DeVos, para dirigir el Departamento de Educación.

El hecho ha provocado el rechazo de no solo del Partido Demócrata, sino también de gran parte del sector académico estadounidense, por ser poco calificada y por sus ideas contrarias a la educación pública y en favor de su privatización.

¿Adiós a la educación pública?

Sectores políticos de Estados Unidos han señalado que Betsy DeVos es una defensora de «desvincular al gobierno en la educación de los niños”. Tan solo en el estado Michigan, la nueva funcionaria de la administración de Trump logró que el 80 por ciento de los establecimientos educativos funcionen con el sistema “chárter”, es decir, administradas por compañías privadas.

El sistema que defiende DeVos se basa en el esquema de cupones o llamados “voucher”, a través de los cuales el Gobierno les paga a las familias de forma individual para que inscriban a sus hijos en escuelas privadas.

Según DeVos, la enseñanza escolar tendría “mayor control local y más atención a padres, estudiantes y maestros”.

Las escuelas «chárter» reciben fondos públicos, pero son establecidas por maestros, padres o grupos comunitarios fuera del sistema público educativo estatal y en algunos casos tienen dueños privados.

La Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) ha dicho que el trabajo de la nueva secretaria de Educación estuvo orientado en promocionar las escuelas privadas y dañó a las tradicionales, sin tener en cuenta que la calidad de las públicas supera de lejos a las que ella promueve.

De acuerdo con Gerardo Blanco Ramírez, profesor e investigador de la Universidad de Massachusetts, en un artículo para la Revista Nexos, la crítica a este sistema radica en que canaliza fondos públicos al sector privado y puede resultar en el desmantelamiento de las escuelas públicas.

El Partido Republicano no obstante, apoya la medida porque ayudaría a debilitar a los sindicatos de maestros, es decir, ataca a los organizaciones de maestros e impone una agenda de mercado abierto en el ámbito educativo, según explica Ramírez.

Asimismo, críticos consideran que estas escuelas a menudo no están bien reguladas y en ocasiones tienen ganancias excesivas.

La Asociación Nacional de Educación, el sindicato de maestros más grande del país, dijo en un comunicado que DeVos «ha impulsado constantemente una agenda corporativa para privatizar y desprofesionalizar la educación pública«.

¿Podrá desarrollarse la propuesta?

En Estados Unidos, la educación y las escuelas públicas están bajo el control de los gobiernos locales y no del gobierno federal o nacional, por lo que el rol del presidente, el Congreso, así como el Departamento de Educación en dictar política educativa ese encuentra muy limitado.

Sin embargo, el Gobierno de Washington dirige miles de millones de dólares cada año a los gobiernos locales, con lo que se podría fomentar cambios en la política educativa.

La agenda educativa propuesta por el Gobierno de Donald Trump pone en peligro la educación y formación de millones de ciudadanos estadounidenses, ya que disminuiría la asignación de recursos a la escuelas públicas e incrementaría la desigualdad social en el país.

Fuente de la noticia:http://www.telesurtv.net/news/Secretaria-de-Educacion-de-EE.UU.-apuesta-por-la-privatizacion-20170210-0029.html

Fuente de la imagen:

http://www.telesurtv.net/__export/1486744781051/sites/telesur/img/multimedia/2017/02/10/2017-02-07t234716z_420506176_rc16a515b7d0_rtrmadp_3_usa-trump-devo

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La oportunidad Trump

Por: Raúl Zibechi

Dos puntos de partida. Uno, los cambios de fondo nunca se procesan en períodos de calma chicha sino en medio de tempestades que ponen todo patas arriba. Es en esos momentos cuando las fuerzas antisistémicas, forjadas en largos períodos en los sótanos de las sociedades, pueden aprovechar la debilidad y la crueldad del capital para mostrar a las mayorías que hay otros caminos más allá de la subordinación al sistema.

Dos, que uno de los más importantes problemas que enfrenta hoy lucha emancipatoria es la subordinación de los movimientos antisistémicos al capital financiero y a los estados, como lo señala Nancy Fraser en el memorable artículo “Trump o el fin de neoliberalismo progresista” (Rebelion, 23 de enero de 2017).

El aturdidor cacareo de los más poderosos medios del sistema, encabezado por The New York Times y seguido dócilmente por la inmensa mayoría de los medios del mundo, tiene un objetivo muy claro: reforzar la alianza Wall Street-Sillicon Valley-Hollywood con los nuevos movimientos sociales (feminismo, antirracismo, multiculturalismo y LGBTQ), como señala Fraser.

Esta alianza es un cortafuegos levantado por Bill Clinton en 1992, lo que la feminista estadunidense denomina “neoliberalismo progresista”, como forma de aislar a la clase obrera –vapuleada por el capital financiero y la globalización- de los movimientos sociales. Donde hubo exitosas luchas contra el neoliberalismo, fue donde se tejieron alianzas de hecho entre ambos sectores. El Argentinazo de diciembre de 2001 fue la convergencia de “piquete y cacerola”, o sea los obreros desocupados y las clases medias empobrecidas, algo que los de arriba buscan evitar de cualquier modo.

Ese neoliberalismo progresista es el que ha gobernado buena parte de Sudamérica en la última década. Salvando las distancias, hay también entre nosotros la intención de cooptar a los nuevos movimientos, de un modo que Fraser describe de modo sencillo y potente: “Al identificar progreso con meritocracia, en lugar de igualdad, se equiparaba la emancipación con el ascenso de una pequeña elite de mujeres, minorías y gays “con talento” en la jerarquía empresarial basada en la noción de “quien gana se queda con todo” (validando la jerarquía en lugar de abolirla)”.

Estas minorías juegan el mismo papel que tuvieron las direcciones sindicales y de la socialdemocracia europea durante la primera guerra mundial, frenando las aspiraciones revolucionarias de una parte importante del proletariado. En casos extremos como en Alemania en 1919, esa socialdemocracia llegó a asesinar a dirigentes como Rosa Luxemburg, mostrando así la verdadera cara de su proyecto de sostener el sistema capitalista enfrentando a la izquierda rebelde.

Dicho de otro modo, sin el apoyo de ese sector el sistema estaría tambaleándose. Al comienzo de la globalización, conscientes de que afectaría a la clase obrera industrial, las elites del mundo tejieron una amplia alianza con los nuevos movimientos, que Fraser describe como “alianza entre emancipación y financierización”. La rabia de Wall Street y de los medios del sistema es que la victoria de Trump deja dicha alianza en estado de máxima debilidad, por eso su empeño en movilizar a los jóvenes para evitar fracturas.

Apenas dos ejemplos. El muro de Trump ya existe y fue levantado por diversas administraciones, “programado por Bill Clinton y construido en su tercera parte por Baby Bush”, según Alfredo Jalife-Rahme (La Jornada, 3 de febrero de 2017). Sin embargo, presentan el muro como una novedad, ignominiosa por cierto, cuando deberían decir que Trump se propone terminar el muro que comenzaron los neoliberales republicanos y demócratas.

Lo segundo es la vergonzosa propaganda en defensa de los derechos humanos y de los musulmanes. Paul Craig Roberts critica con dureza el oportunismo de la representante de la ONG Human Rights First, quien atacó las medidas contra los musulmanes: “¿Dónde estaba Human Rights First cuando el régimen Bush/Cheney/Obama mataba, mutilaba y desplazaba a millones de musulmanes en siete países en el transcurso de cuatro presidencias?” (paulcraigroberts.org, 3 de febrero de 2017).

El doble rasero de los lobbistas de los movimientos no hace más que enlodar los derechos humanos, el feminismo, las causas antirracista y LGBTQ, mientras guarda silencio sobre criminales de guerra como Hillary Clinton, responsable directa de la invasión de Libia y de la masacre de la Primavera Árabe.

Es evidente que el gobierno de Trump será muy agresivo y violento contra los sectores populares de todo el mundo, y sus efectos ya se hacen sentir en países como México y en breve en toda la región latinoamericana. Sin embargo, no son pocos los que aseguran que se llegará al mundo nuevo a través de procesos serenos y calmos, cuando sabemos que la estabilidad es el mejor caldo de cultivo para la reproducción del sistema. Quienes necesitan la estabilidad son precisamente las elites de los movimientos, incrustadas en el poder, desde donde pretenden evitar que la opresión las afecte en un camino de salvación individualista.

Para los de abajo, la llegada del energúmeno Trump al gobierno de la mayor potencia del mundo, es síntoma de descomposición del sistema que nos afecta como los latigazos de una tormenta. Es en medio del caos sistémico como nos empeñamos en construir lo nuevo, con todos los riesgos que eso implica, pero con la voluntad intacta.

Fuente: http://desinformemonos.org/la-oportunidad-trump/

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