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El tema educativo en Honduras paso a un segundo plano, lamenta economista

El economista Alejandro Aronne, cuestionó que en Honduras se tenga en total abandono el sistema educativo y se invierta más en seguridad.

“Sabemos muy bien que hay un presupuesto que se incrementó en 20 mil millones de lempiras, llega a los 288 mil millones de lempiras. El problema tradicional que se ha presentado en Honduras en materia presupuestaria son las malas reasignaciones”, señaló.

Recriminó que en lugar de destinar recursos a salud y educación, tradicionalmente se han destinado a defensa y seguridad.

Con la pandemia de la COVID-19 reconoció que hubo un cambió por la crisis sanitaria que obligó a una reasignación presupuestaria para algunas secretarías y sectores que no habían recibido reasignaciones antes.

“Tenemos un presupuesto aprobado en el Congreso Nacional y el nuevo gobierno tendrá que sujetarse al mismo, sin embargo, se denota la falta de priorización en el hondureño en el sentido que sí queremos transformar Honduras, se debe educar al hondureño porque el capital humano es importante, la transformación de Honduras viene por ahí -educación- y es lo que menos se ha priorizado”, agregó.

Reprochó que se haya puesto en segundo plano el tema educativo, no obstante, espera que el próximo gobierno sin importar el color político, conduzca a una reforma educativa y siente las bases para un cambio educativo y transformación de Honduras.

Fuente: https://proceso.hn/el-tema-educativo-en-honduras-paso-a-un-segundo-plano-lamenta-economista/

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Tendremos pandemia al menos hasta 2023, prevén Cepal y OPS

Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), y Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) coincidieron en que no se puede predecir que la pandemia de la Covid-19 termine en 2023, ya que todo dependerá de la cobertura de las vacunas.

Las funcionarias afirmaron que hay que acelerar la inmunización contra el SARS-CoV-2 en la región de las Américas, porque sin salud no habrá recuperación económica sostenible, pero el acaparamiento de biológicos dificulta esa posibilidad, advirtieron. Ante ese panorama, no se perfila que la problemática pueda ser remontada en los próximos dos años, y llamó a la solidaridad entre las naciones de la región, pues la constante durante la pandemia ha sido actuar solos.

En conferencia virtual en la que se presentó el informe La prolongación de la crisis sanitaria y su impacto en la salud, la economía y el desarrollo social, coincidieron en que hay terribles desigualdades en la cobertura de biológicos.

La pandemia ha dejado en evidencia la necesidad de construir una agenda de salud pública con una perspectiva integral e integrada en América Latina y el Caribe, que reconozca la interdependencia que existe entre las dimensiones sanitaria, social, económica y ambiental.

La pandemia de Covid-19 cobró más de 1,5 millones de vidas en América Latina y el Caribe y ha dado lugar a más de 45,7 millones de casos confirmados desde su aparición en la región, en febrero 2020. La región acumula cerca de un quinto de los casos confirmados y alrededor del 30% de las muertes en todo el mundo, a pesar de constituir solamente el 8,4% de la población mundial.

En 2020, a raíz de la crisis sanitaria, la región de América Latina y el Caribe experimentó la mayor contracción económica de los últimos 120 años y fue la región que tuvo el peor desempeño entre todas las regiones en desarrollo.

El crecimiento prácticamente nulo en el quinquenio previo a la crisis, unido a la fuerte contracción de 2020 (-6,8%), se tradujo en una caída histórica de la ocupación y un aumento sin precedentes del desempleo, junto con incrementos significativos de la pobreza, la pobreza extrema y la desigualdad, lo que ha exacerbado aún más los problemas estructurales de la región.

Para 2021 se espera una tasa de crecimiento promedio del 5,9%, mientras que en 2022 de 2,9%. No obstante, esta expansión no será suficiente para que toda la región recupere el nivel de PIB anterior a la crisis.

La directora ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, denunció que a escala global, los países de altos ingresos han acaparado dosis. Con 13 por ciento de la población han comprometido 39 por ciento de las existentes. Lamentó la falta de fraternidad, ya que pocos países han cedido vacunas a otros con menores tasas de inmunización por falta de acceso a los biológicos.

Advirtió que a corto plazo, la región no va a lograr inmunizar a 70 por ciento de su población con esquemas completos. La mayoría de los países no supera 40 por ciento del total, y sólo 11 por ciento tiene la oportunidad de aplicar todas las dosis a 70 por ciento entre este año y mediados de 2022. Únicamente siete naciones podrán hacerlo a finales de 2022, pero 15 lo lograrían en 2023, por eso hay que actuar con rapidez y acelerar la acción.

Por su parte, Etienne desglosó que las naciones con altos niveles de inmunización completa son Uruguay (74.4 por ciento), Chile (73.9), Canadá (71.4), Panamá (59.1) y Estados Unidos (56.2). Además, 33 han recibido dosis del mecanismo Covax y destacó la producción de biológicos propios en Cuba.

Comentó que América registra 38.4 por ciento de los casos de Covid-19 y 46.3 por ciento de las muertes a escala mundial. “Estados Unidos, Brasil, México, Perú y Colombia están en el top ten de naciones con mayor número de fallecimientos en el planeta”, añadió

La asimetría mundial y la fragmentación institucional observada en América Latina y el Caribe en términos de acceso a vacunas contra la Covid-19 demuestran la urgencia de fortalecer los mecanismos de coordinación e integración regional. Esta es una oportunidad para desplegar capacidades productivas y tecnológicas, y reformular las estrategias y políticas destinadas a fortalecer la capacidad productiva regional de vacunas y medicamentos esenciales para el consumo de la propia región.

De igual forma, los déficits de inversión pública de los sistemas de salud de la región se traducen en debilidad en la rectoría de las autoridades de salud, en una escasez relativa de recursos humanos, con una disponibilidad promedio de 20 médicos por cada 10.000 habitantes, muy por debajo de los parámetros recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y en limitaciones en la capacidad resolutiva de la red de servicios de salud, en particular el primer nivel de atención.

“Hemos transitado desde la emergencia en 2020 a la crisis sanitaria prolongada en 2021. El año pasado sosteníamos que sin salud no hay economía y hoy reiteramos que sin salud no habrá recuperación económica sostenible. La prioridad sigue siendo la necesidad de controlar la crisis sanitaria, desde un enfoque integral y mediante la aceleración de los procesos de vacunación de la población”, resaltó Alicia Bárcena.

“La prolongación de la pandemia en la región más inequitativa del mundo ha dejado en evidencia la centralidad que tiene la salud para el bienestar, la economía y el desarrollo. Es hora de transformar los sistemas de salud con base a un enfoque de atención primaria de salud, para acelerar la recuperación después de la pandemia, recuperar y mantener los logros en salud pública y retomar el camino hacia la salud universal, garantizando el acceso a la salud y a la vacunación para todos”, afirmó Carissa F. Etienne.

En el informe, la CEPAL y OPS recalcan que “el Estado ha desempeñado un papel clave e indispensable a la hora de responder a los desafíos de la pandemia y debe seguir teniendo ese papel para tomar un nuevo rumbo de política pública, a fin de construir sociedades más igualitarias, inclusivas y resilientes”.

Antropólogo y economista mexicano, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE).

Fuente: https://estrategia.la/2021/10/16/tendremos-pandemia-al-menos-hasta-2023-preven-cepal-y-ops/

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El éxodo de las mujeres rurales pone en jaque la supervivencia de la España vaciada

La falta de oportunidades y la desigualdad en el trabajo productivo y reproductivo empuja a las mujeres a abandonar los pueblos en busca de mejores condiciones de vida

El día 15 de octubre es el día internacional de las mujeres rurales, y con motivo de esta jornada el pasado 13 de octubre el Instituto de las Mujeres organizaba un encuentro en la localidad vallisoletana de San Pelayo. En la inauguración de este acto, la alcaldesa Virginia Hernández se presentaba: “Soy hija de la generación de padres que huyó del pueblo a la ciudad cuando tuvo que formar una familia. A ellos y a las generaciones anteriores les grabaron a fuego que el lugar de donde procedían no era un lugar para criar a sus hijas, y antes de eso ya les habían grabado a fuego que en la ciudad las personas se desarrollaban y prosperaban y en el campo quedaba lo rústico y lo cateto.” Con esta presentación la alcaldesa de San Pelayo habla de ese “exilio forzoso” del campo a la ciudad, y de cómo se ha asumido ese flujo migratorio como propio y natural.

En España el medio rural abarca un 90% del territorio y tan solo el 20% de la población reside en él. La despoblación del entorno rural de nuestro país supone un gran conflicto en sí mismo. A esto se suma que, a pesar de que las mujeres suponen casi el 51% de la población en España, en las poblaciones rurales esta proporción disminuye cuanto menor es el municipio. El medio rural no solo cuenta con menos mujeres, sino que además su población femenina está muy envejecida, siendo esta en su mayoría mayor de 65 años, y con una proporción todavía superior de mujeres mayores de 80 años. Ante estos datos cabe preguntarse, ¿qué está ocurriendo en nuestro país con las mujeres rurales?

Para encontrar una respuesta a esta pregunta es necesario plantear desde un inicio en qué situación están las mujeres del medio rural. Como punto de partida encontramos que las mujeres de la España Vaciada hacen frente a una doble discriminación: por mujeres y por la falta de oportunidades que les ofrece su entorno.

El encontrarse en un medio con los valores tradicionales mucho más arraigados y en consecuencia con un machismo más explícito en sus dinámicas tiene como resultado que el papel de las mujeres se encuentre mucho mas estrechamente ligado al ámbito privado, reproductivo y a los cuidados. En un contexto en el que la falta de servicios esenciales es muy patente, el resultado es que sean las mujeres quienes los suplan, principalmente en lo relacionado a la atención a la infancia y personas dependientes y trabajo doméstico.

En un contexto en el que la falta de servicios esenciales es muy patente, el resultado es que sean las mujeres quienes los suplan

Así, una vez más, las mujeres quedan relegadas a su rol tradicional de cuidadoras al que añaden esta sobrecarga de trabajo y, ante la dificultad que supone conciliar esto con el mundo laboral, se ven obligadas a dejar sus empleos. Esto junto con la masculinización del mercado laboral rural y la falta de oportunidades se traduce en unos índices más bajos de empleo femenino. En datos, la tasa de empleo masculina en zonas rurales es de un 70%, mientras que la tasa de empleo femenina es de un 52,4%.

Esta división del trabajo productivo y reproductivo en el ámbito rural se acentuó notablemente con la llegada de la modernización e industrialización de las actividades agrarias en los años 50. Con esta transformación de los modos de producción tradicionales -de los cuales las mujeres formaban parte tanto como los hombres- se da un excedente de mano de obra en el campo, siendo los hombres quienes se apropian de la producción agraria. Sin embargo, las mujeres no quedan excluidas al completo de estas tareas sino que pasan a llevarlas a cabo como una “extensión” de su trabajo reproductivo, es decir, como una “ayuda familiar en el campo”.

Mediante este proceso las mujeres fueron perdiendo todo el reconocimiento económico y social ligado a su trabajo y, a pesar de contar con una sobrecarga de trabajo tanto doméstico como agrario, acaban por convertirse en mano de obra invisible. Inmaculada Idáñez, de la Confederación de Mujeres del Mundo Rural -CERES, explica la ausencia de mujeres como trabajadoras asalariadas en el campo a partir de esta misma sobrecarga de trabajo: “A la hora de contratar a mujeres estas cuentan con una carga añadida, los cuidados. Si tienes hijos o te encuentras a cargo de personas dependientes tienes ese peso que no garantiza que puedas trabajar siguiendo los mismos horarios y el mismo ritmo que un hombre, y eso no interesa”.

Tan solo tres de cada diez titulares de explotaciones agrícolas son mujeres

A pesar de que son muchas las actividades productivas que se desarrollan en el entorno rural, es cierto que la identidad rural siempre ha estado estrechamente ligada a la actividad agrícola y ganadera al ser esta la que gestiona y ocupa una parte considerable de los recursos naturales de los pueblos. Sin embargo, tan solo tres de cada diez titulares de explotaciones agrícolas son mujeres y tan solo suponen un 38% del empleo de la industria alimentaria. En un intento por intervenir en este sector y poner en relieve el la importancia del papel de las mujeres en las explotaciones agrarias, las asociaciones de mujeres rurales llevan años luchando por una ley de titularidad compartida de las explotaciones agrarias, la cual fue aprobada por el gobierno socialista en 2011.

Esta ley promovía diferentes medidas para fomentar y revalorizar la participación de las mujeres en las explotaciones agrarias como pueden ser la regulación de la administración, representación y responsabilidad sobre la explotación de titularidad compartida entre los dos miembros titulares; el reparto de rendimientos por mitades iguales entre ambos titulares… Con esto se pretende hacer patente el trabajo de las mujeres en las explotaciones familiares, dado que a pesar de suponer un tercio de este apenas no figuran como titulares ni toman decisiones. Entre las medidas que contemplaba la ley se encontraba la de incentivar este régimen de titularidad compartida a través de ayudas económicas, sin embargo esta no ha llegado a hacerse efectiva hasta este mismo año, 10 años después con la aprobación de un real decreto para incentivar económicamente este régimen de explotaciones.

Ana Rabadán, de la asociación FADEMUR, asegura que es necesario apostar por la titularidad compartida para intentar solventar el conflicto al que hacen frente las mujeres en el mundo agrario. “Esta medida profesionaliza la actividad agraria de las mujeres y les permite tener una remuneración y un reconocimiento no solo social, sino también laboral y económico”. También apunta que en la actualidad hay unas 800 explotaciones de titularidad compartida, a diferencia de las 10.000 que se esperaban, y todavía existen territorios como Madrid en los que no hay ninguna explotación en este régimen. Ante esta situación reclama que es una falta de respaldo a las mujeres rurales, y que es necesario que se apoyen medidas efectivas como esta para luchar contra la despoblación.

Ante esta falta acusada de servicios, empleo y facilidades para conciliar y desarrollar su vida personal, familiar y laboral, el territorio rural español está experimentando un proceso de “huida” de las mujeres. A pesar de que la España vaciada va despoblándose progresivamente, este éxodo es mayoritariamente femenino: dos de cada tres personas que emigran del entorno rural son mujeres. Además, entre 2007 y 2018 el porcentaje de mujeres en poblaciones de menos de 1000 habitantes han ha caído, mientras que el número de mujeres en poblaciones con más de 1000 habitantes ha aumentado. Es decir, a fin de cuentas cuanto más pequeñas son las poblaciones más envejecidas y masculinizadas se encuentran.

En su estudio acerca de la construcción de nuevas identidades para las mujeres en el medio rural, la doctora Fátima Cruz Souza habla acerca de la huida de las mujeres de este entorno y de su rechazo al rol tradicional que se les ha adjudicado. Esta menciona los estudios secundarios y superiores como una herramienta fundamental para esta huida. Además, tanto ella como las autoras Cecilia Diaz Mendez y Capitolina Diaz Martinez en su estudio “De mujer a mujer: estrategias femeninas de huida del hogar familiar y del medio rural”, explican como las madres tienen y han tenido un papel clave en este fenómeno, siendo las principales impulsoras de la emigración de sus hijas a los núcleos urbanos priorizando sus estudios en lugar de la participación en la actividad productiva agraria familiar.

La falta de mujeres en el mundo rural da lugar a una pirámide de población regresiva

Esta falta de mujeres en el mundo rural da lugar a una pirámide de población regresiva al dificultarse enormemente la formación de nuevos núcleos familiares, que es la clave para garantizar la supervivencia del territorio y que tiene un efecto determinante sobre la perdida de población. En conclusión, sin mujeres el mundo rural no tiene futuro.

Para Ana Rabadán, de FADEMUR, la clave de la supervivencia del entorno rural se encuentra en el impulso de políticas transversales que abarquen todos los sectores, no solo el primario. Es necesario asegurar el acceso a servicios, empleo e incluso ayudas económicas para evitar el éxodo de mujeres y, en consecuencia, la despoblación. Aunque asegura que la titularidad compartida es una herramienta útil para contribuir a la igualdad de oportunidades en el mundo agrícola, es importante que haya una implicación mayor con este conflicto.

Por su parte, Inmaculada Idáñez de Ceres afirma que se están rompiendo moldes, y que poco a poco avanzamos hacia una igualdad efectiva entre hombres y mujeres en este entorno. “Las mujeres nos estamos empoderando y el mundo rural se está dando cuenta de que somos igual de capaces”. Si bien, al hablar de un cambio en las formas de producción y consumo, Inmaculada señala que el avance es mas lento. La agricultura ecológica está muy ligada a las mujeres dado que estas generalmente tienen empresas más pequeñas, lo que permite un trabajo en la dirección de canales cortos de comercialización, economía circular y cercanía. Sin embargo competir con grandes multinacionales y fondos de inversión es prácticamente imposible, por lo que el cambio de la concepción de alimentación con una perspectiva mercantilista es mucho más lento y costoso.

Fuente y fotos: AmecoPress.

Fuente: https://rebelion.org/el-exodo-de-las-mujeres-rurales-pone-en-jaque-la-supervivencia-de-la-espana-vaciada/

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Tings Chak: Las mujeres sostienen la mitad del cielo: cómo China erradicó la pobreza extrema

«La erradicación de la pobreza extrema no se ve como un objetivo final, sino como una etapa importante en la construcción del socialismo. Al fin y al cabo, la pobreza es una cuestión de lucha de clases».

La abuela He nació tres años después de la Revolución China en una aldea pobre de la provincia de Guizhou, en el suroeste de China. En ese momento, el país era el 11º más pobre del mundo, es decir, sólo ocho naciones africanas y dos asiáticas tenían un Producto Interno Bruto (PIB) per cápita inferior. Un “siglo de humillación” a manos del imperialismo europeo y japonés y una sangrienta guerra civil habían transformado la mayor economía del mundo a principios del siglo XIX en una de las más pobres cuando se estableció la República Popular China (RPC) en 1949. Esa historia dejó marcas devastadoras en la vida de las personas, especialmente la de las mujeres campesinas.

Cuando nació la abuela He, su esperanza de vida era de 35 años. Probablemente la someterían al matrimonio cuando fuera niña y nunca llegaría a saber leer y escribir. Sin embargo, en el camino vio duplicar su propia esperanza de vida, la alfabetización de las mujeres pasó de menos del 10% a más del 95% y se desmantelaron las tradiciones feudales patriarcales. Una de las primeras leyes promulgadas en la RPC fue la Ley de Matrimonio, de 1950, que prohibía las prácticas matrimoniales con niñas y las uniones no registradas, prohibía la poligamia de los hombres y permitía el divorcio.

Según un análisis de la publicación The Lancet, que investigó los 70 años de salud de las mujeres en China, “afirmaciones como ‘las mujeres sostienen la mitad del cielo’ y ‘los niños son el futuro y la esperanza de nuestra madre patria’ no son sólo recursos retóricos, sino que se han puesto en práctica sistemáticamente”. Para dar solo un ejemplo, el estudio destaca los avances en la reducción de la mortalidad materna: de 1.500 casos por cada 100.000 nacimientos en 1949, esta tasa descendió a 17,8 en 2019. A modo de comparación, en el mismo periodo, la mortalidad materna en Brasil descendió de 370 a 60 y, en India, de 1.000 a 145 por cada 100.000 nacimientos. En otras palabras, teniendo un coeficiente de mortalidad materna mucho más alto al principio de la serie histórica, China consiguió, en siete décadas, reducir este indicador a menos de un tercio de la tasa brasileña y al equivalente de un octavo de las cifras de la India. Por sus impresionantes logros en la salud reproductiva y materna de las mujeres, así como en la salud de los recién nacidos, niños y adolescentes, The Lancet menciona la “fuerte voluntad política” y los “avances en la igualdad de género” como factores esenciales de este éxito. Y hay pocos lugares donde esa tendencia resulte más evidente que en la lucha contra la pobreza.

El 25 de febrero de 2021, el gobierno chino anunció que la extrema pobreza había sido eliminada en China, un país de 1.400 millones de habitantes. En los últimos 40 años, China ha sacado a 850 millones de personas de la pobreza. Esta cifra equivale a casi toda la población de América Latina, el Caribe y un Brasil más juntos, lo que ha contribuido para la reducción de la tasa de pobreza mundial en un 76%. Este logro histórico es aún más impresionante en un momento en que una gran pandemia ha provocado el primer aumento de la tasa de pobreza mundial desde 1998, especialmente en el sur global. La abuela He y su familia forman parte de los últimos 98,99 millones de personas que han salido de la pobreza extrema en China; la mitad de ellas eran mujeres.

Para entender los esfuerzos de China por reducir la pobreza en el país, el Instituto Tricontinental de Investigación Social publicó el estudio Servir al pueblo: la erradicación de la pobreza extrema en China, que se basó en literatura académica y artículos publicados en la prensa, entrevistas con expertos y trabajo de campo en la provincia de Guizhou, en el suroeste del país. El estudio, disponible en inglés, español y portugués, concluye que, en primer lugar, China se basó en un enfoque multidimensional para erradicar la pobreza, en lugar de basarse en transferencias monetarias condicionadas o políticas de bienestar. En segundo lugar, la fuerza de la campaña reside en los esfuerzos de construcción del partido, especialmente con el apoyo popular en el campo. En tercer lugar, el gobierno chino ha demostrado su capacidad para movilizar al conjunto de la sociedad y sus recursos. En cuarto lugar, el programa daba centralidad al papel de la población campesina pobre que era sacada – y salía ella misma – de la pobreza, como protagonista del proceso. Por último, la erradicación de la pobreza extrema no se ve como un objetivo final, sino como una etapa importante en la construcción del socialismo. Al fin y al cabo, la pobreza es una cuestión de lucha de clases.

Tangtou, Guizhou, China, 2020. Yang Wenbin/Xinhua.

No usar una granada para matar una pulga

Cuando Xi Jinping asumió la presidencia en 2013, el Programa de Reducción Focalizada de la Pobreza de China (RFP) se convirtió en la estrategia nacional dedicada a llegar a los bolsones más pobres que no se beneficiaron en las décadas anteriores de desarrollo económico. “No usen una granada para matar una pulga”, dijo Xi, reconociendo que para combatir la pobreza el gobierno tendría que encontrar con precisión a cada familia pobre y desarrollar un plan para sacarla de esa condición. A lo largo de la ejecución del programa se han gastado 246.000 millones de dólares para construir 1,1 millones de kilómetros de carreteras en zonas rurales, llevar el acceso a Internet al 98% de las aldeas pobres del país, renovar las viviendas de 25,68 millones de personas y construir nuevas casas para otros 9,6 millones. A finales de 2020, los 98,99 millones de personas que aún vivían en la pobreza extrema en 832 condados y 128.000 aldeas salieron de esa condición.

El programa fue impulsado por la política central que propone: un ingreso, dos seguridades y tres garantías. En China, la línea de pobreza está fijada en 2,3 dólares diarios (ajustados a la paridad de poder adquisitivo – PPA), una base que supera el estándar de 1,90 dólares diarios establecido por el Banco Mundial. El RFP apuesta, además de los ingresos, por las “dos seguridades” de alimentación y vestimenta y las “tres garantías” de servicios médicos básicos, vivienda segura con electricidad y agua potable, y educación pública obligatoria. En otras palabras, China ha adoptado un enfoque multidimensional para luchar contra la pobreza, guiado por un ingreso mínimo, a la vez que ofrece a las personas pobres de las zonas rurales garantías esenciales de alimentación, educación, vivienda y atención de salud.

Moverse entre la gente como un pez nada en el mar

La movilización de los cuadros del partido fue esencial para la lucha contra la pobreza. En 2014, se organizaron 800.000 cuadros para visitar a millones de hogares en 128.000 aldeas de todo el país. Su tarea consistía en identificar a cada familia que sería registrada en el programa nacional, basándose en los ingresos, la educación, las condiciones de la vivienda y el acceso a la salud. La base de datos nacional de 100 millones de personas se creó para ayudar a planificar y ejecutar programas para cada una de ellas.

La Federación Nacional de Mujeres de China (FNMCh), una organización masiva de mujeres dirigida por el Partido Comunista de China (PCCh), ha desempeñado un papel fundamental en la incorporación de las luchas de las campesinas a la estructura y las prácticas del RFP. Por ejemplo, un estudio de 2010 reveló que, entre las trabajadoras, las mujeres de los condados más pobres sufrían mayores tasas de pobreza (9,8%) y analfabetismo (15,7%) que los hombres, y tenían menos acceso a la capacitación técnica y participación social. La FNMCh no sólo constituyó una parte de los principales órganos de gobierno del país al frente del RFP, sino que también organizó el trabajo de base a través de Internet y en los territorios, con acciones que iban desde la creación de 900.000 grupos de “compañeras” en WeChat (similares a los de WhatsApp) hasta las 641.291 organizaciones de base en aldeas de todo el país. Además de la identificación, tres millones de cuadros cuidadosamente seleccionados fueron enviados a vivir en el campo durante años, formando 255.000 equipos de residentes. Un equipo por aldea, un cuadro por familia. Junto a la población, se llevó a cabo un proceso de “evaluación democrática”, en el que los miembros de la comunidad debatieron y votaron cuestiones relacionadas con la situación de pobreza de cada familia: quiénes deberían figurar en el registro de personas pobres, quiénes deberían ser eliminadas o añadidas. Hubo un alto nivel de descentralización, espontaneidad y democracia popular en acción. Las condiciones eran arduas y 1.800 cuadros perdieron la vida en ese proceso.

Frente unido contra la pobreza

Además de fortalecer el Partido y el apoyo popular, la campaña movilizó a sectores más amplios de la sociedad en un “frente unido” contra la pobreza, incluyendo los sectores público, privado y civil de la sociedad. Las cinco metodologías clave de lucha para reducir la pobreza fueron: desarrollar la industria, fomentar la compensación ecológica, garantizar una educación gratuita, de calidad y obligatoria, promover la reubicación y ofrecer asistencia social. El mecanismo principal es el desarrollo de la industria, es decir, el desarrollo de la capacidad productiva y, concretamente, la modernización de la producción agrícola. El segundo, la compensación ecológica, con la creación de puestos de trabajo vinculados a la plantación de nuevos bosques, la recuperación de tierras de cultivo y la restauración de zonas afectadas por la sobreexplotación. En tercer lugar, las medidas para mejorar la calidad de la educación incluían la construcción de nuevas escuelas, la formación de maestras y maestros y la oferta de fuertes incentivos para que los estudiantes de familias campesinas o pobres accedieran a la universidad. Como resultado, entre 2011 y 2018, el 70% de los estudiantes universitarios chinos matriculados en su primer año eran los primeros de su familia en acceder a la educación superior, y el 70% procedían de zonas rurales. En 2020, China ya era el primer país del mundo en número de mujeres matriculadas en la enseñanza superior, según el Informe Mundial sobre Brecha de Género del Foro Económico Mundial.

Para aquellos que viven en regiones extremadamente remotas o propensas a catástrofes, es casi imposible romper el ciclo de la pobreza sin reubicarse. Menos del 10% de las personas que han conseguido salir de la pobreza lo han hecho trasladándose a otras regiones. China construyó nuevas casas – gratuitas, amuebladas y ubicadas en comunidades con escuelas y clínicas de salud – para 9,6 millones de personas que participan en el programa, cuando constituía el último recurso. Por último, en el caso de las personas que no pueden trabajar, como las y los ancianos o las personas con discapacidad, el último método de alivio de la pobreza es la asistencia social.

El RFP formaba parte de la ejecución del Programa Nacional para el Desarrollo de las Mujeres (2011-2020), que daba prioridad a las mujeres en el acceso a recursos y ayudas, como el acceso a la salud, microcrédito y la capacitación profesional. Un total de 10,21 millones de mujeres inscritas en el RFP han tenido acceso a cursos de capacitación, y más de 5 millones de ellas trabajan en la producción agrícola y ganadera, en la artesanía, el turismo y el mercado electrónico. El microcrédito ha permitido que 8,7 millones de mujeres iniciaran su propio negocio. La gratuidad de las pruebas de detección del cáncer de mama y de cuello de útero se ha extendido a todas las aldeas pobres inscritas en el programa, en un esfuerzo por reducir los índices de pobreza por enfermedad, mientras que se han invertido unos 640 millones de dólares para garantizar infraestructura, atención a la salud y necesidades básicas a 50 millones de madres pobres.

Protagonismo de las personas pobres

Como muchas otras campesinas pobres, la hija de la abuela He, He Ying, era una trabajadora migrante en otra provincia. Durante una década, su hijo permaneció en la aldea al cuidado de la abuela He, mientras que He Ying sólo podía visitarlos una vez al año. Cuando se quedó embarazada de su segundo hijo, He Ying optó por inscribirse en el programa gubernamental para el alivio de la pobreza y se trasladó a la nueva comunidad de Wangjia, a pesar de la oposición de su madre, su padre y su suegra al principio. El proceso de traslado a un lugar aún desconocido es difícil para muchas personas mayores que no conocen otra vida que la de su propio territorio.

Sin embargo, como una persona pobre en el proceso de salir de la pobreza, ella y su propia familia, He Ying se unió al PCCh. En la actualidad, forma parte de los 12 cuadros de la comunidad de reubicación de Wangjia, que atienden las necesidades diarias de 18.000 residentes reubicados. Como presidenta del directorio local de la FNMCh, He Ying ayuda a generar confianza entre las campesinas recién emigradas para superar los numerosos retos a los que se enfrentan. Por su propia experiencia personal, reconoce la dificultad de muchas personas en la transición entre la aldea y la ciudad. En los primeros meses de reubicación, el marido de He Ying se sintió cada vez más incómodo con la nueva independencia de su mujer como líder.

“Les dije [a las mujeres locales] que las mujeres pueden tener la mitad del cielo”, dijo He Ying. “Si pueden trabajar, si pueden tener más respeto de sus esposos y alivianar la carga [económica] de sus familias”.  La familia de He Ying, de diez miembros, que solía vivir junta en una casa de 80 m2, ahora vive en tres departamentos que suman 200 m2. Viven en una comunidad con tres jardines de infancia bien equipados y dotados de buen personal, una escuela primaria y una secundaria. Antes tenía que caminar dos horas para llevar y buscar a su hijo menor a la escuela, pero ahora el trayecto dura cinco minutos.

El hijo mayor de He Ying, al que tuvo que dejar al cuidado de su madre cuando emigró por trabajo, asiste ahora a un curso de técnico de mantenimiento de ascensores en la ciudad. “Hay 64 ascensores en esta comunidad”, explica He Ying. “Espero que cuando se gradúe pueda volver y trabajar en nuestra comunidad para servir a la gente”.

La superación de la extrema pobreza en China es un logro de una envergadura y escala nunca antes vistas en la historia. Más que un punto de llegada es una fase en la construcción del socialismo que debe profundizarse y expandirse. Para asegurar la prosperidad en el campo, el gobierno chino ha puesto en marcha un programa de revitalización rural para consolidar y expandir los logros de la reducción de la pobreza.

La superación de la pobreza extrema en China es un logro de una magnitud y escala nunca vistas en la historia. En lugar de ser un punto final, es sólo una fase de la construcción del socialismo, que debe profundizarse y ampliarse. Para garantizar la prosperidad en el campo, el gobierno chino ha puesto en marcha un programa de revitalización rural para consolidar y ampliar los avances en la lucha contra la pobreza. Son muchos los retos que tienen por delante las mujeres campesinas, como combatir los valores patriarcales y promover la igualdad de género, aumentar su participación en la fuerza de trabajo, reducir la brecha digital y proporcionar educación técnica a las mujeres, y ampliar la oferta de servicios de cuidado de niños y ancianos.

El éxito de un programa nacional de la envergadura del RFP no debe medirse sólo con cifras abstractas, sino en comparación con la vida de las campesinas pobres como He Ying. El estudio pretendía presentar algunas de las experiencias e historias tanto de las personas que salieron -y se sacaron a sí mismas – de la pobreza como de las que ayudaron en ese proceso. La construcción de un mundo donde se erradique la pobreza es esencial para la construcción del socialismo. Poder estudiar, tener un hogar, alimentarse bien y disfrutar de la cultura son deseos comunes a la clase trabajadora y a las mujeres pobres de todo el mundo. Son aspectos que forman parte del proceso de llegar a ser humano.

Tings Chak es investigadora y coordinadora del Departamento de Arte del Instituto Tricontinental de Investigación Social y fundadora de Dongsheng News. Investigadora y principal autora de Servir al pueblo: la erradicación de la extrema pobreza en China. Vive y trabaja en Shanghái.

Fuente: https://capiremov.org/es/analisis/las-mujeres-sostienen-la-mitad-del-cielo-como-china-erradico-la-pobreza-extrema/

Traducido del español por Luiza Mançano

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Especialistas debatirán sobre la oportunidad de reestructurar la educación en América Latina y el Caribe a partir de la crisis prolongada del COVID-19

Del 13 al 15 de octubre se llevará a cabo el Primer Seminario Regional de Desarrollo Social organizado por la CEPAL, el que estará dedicado al tema de la educación.

Del 13 al 15 de octubre, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) celebrará de forma virtual su Primer Seminario Regional de Desarrollo Social, con la participación de tomadores de decisiones, especialistas de las Naciones Unidas y de organismos multilaterales y académicos, quienes reflexionarán sobre la educación como motor del desarrollo social en la región, en el contexto de una recuperación transformadora con igualdad y sostenibilidad.

El evento cuenta con la colaboración de la Oficina Regional para América Latina y el Caribe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF/LACRO), de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OREALC/UNESCO) y de la Oficina para América Latina del Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación de la UNESCO (IIPE UNESCO Buenos Aires) y el apoyo financiero del Gobierno de Noruega.

El Primer Seminario Regional de Desarrollo Social. Educación en América Latina y el Caribe: la crisis prolongada como una oportunidad de reestructuración será inaugurado el miércoles 13 de octubre a las 11:00 horas de Chile (GMT-3) por Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL; Jean Gough, Directora Regional de UNICEF/LACRO; Claudia Uribe, Directora Regional de OREALC/UNESCO; Pablo Cevallos, Director de IIPE UNESCO Buenos Aires; y Jostein Leiro, Embajador de Noruega en Chile, con la moderación de Alberto Arenas de Mesa, Director de la División de Desarrollo Social de la CEPAL.

En los paneles del evento se discutirán temas como la construcción de sistemas educativos más inclusivos y resilientes, la situación de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes durante la crisis sanitaria, el establecimiento de una agenda de recuperación educativa frente a la pandemia, las habilidades y competencias necesarias en un contexto cambiante y la articulación de las políticas educativas con las otras políticas sociales, entre otros.

Qué: Primer Seminario Regional de Desarrollo Social. Educación en América Latina y el Caribe: la crisis prolongada como una oportunidad de reestructuración.

Cuándo: 13, 14 y 15 de octubre de 2021.

Quiénes:

  • Tomadores de decisiones de política educativa, especialistas de las Naciones Unidas y de organismos multilaterales y académicos.

Inauguran el miércoles 13 de octubre a las 11:00 horas de Chile (GMT-3):

  • Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL.
  • Jean Gough, Directora Regional de UNICEF/LACRO.
  • Claudia Uribe, Directora Regional de OREALC/UNESCO.
  • Pablo Cevallos, Director de IIPE UNESCO Buenos Aires.
  • Jostein Leiro, Embajador de Noruega en Chile.

Dónde: Transmisión en línea a través del sitio https://live.cepal.org/educacion/.

Fuente: Especialistas debatirán sobre la oportunidad de reestructurar la educación en América Latina y el Caribe a partir de la crisis prolongada del COVID-19 | Noticias | Comisión Económica para América Latina y el Caribe (cepal.org)

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“Hasta aquí llegué”: el sindicalista Fernando Gambera se desafilió del Partido Socialista

Cuestionó algunas estrategias “muy lejanas al legado socialista”, en particular la decisión de impulsar la candidatura de Civila “justificada en una política de alianza”

Fernando Gambera, secretario general de la Asociación de Empleados Bancarios del Uruguay (AEBU), anunció días atrás que apoyaría la candidatura de Fernando Pereira a la Presidencia del Frente Amplio (FA).

En una carta dirigida a Civila, a la que accedió la diaria, Gambera manifestó que el partido “viene en un derrotero de decisiones y posicionamientos que resultan ajenos, al menos a quien suscribe, formado en aquel documento de democracia sobre nuevas bases”.

El dirigente de AEBU explicó que algunas decisiones “táctico políticas” no las ha compartido, pero las ha acatado. “Y en otras estratégicas que son muy lejanas al legado socialista que forman mi esencia y que a mi entender niegan la rica historia y autoconstrucción de nuestro PS”.

Se refirió en particular a la disputa por la presidencia del FA y cuestionó la decisión de impulsar a Gonzalo Civila como candidato, “justificada en una política de alianzas” —entre ellas, con La Amplia, liderada por la intendenta de Montevideo Carolina Cosse—, que no lo representa “en absoluto”. Este punto “hace ya público y notorio que hasta aquí llegué”, dijo Gambera y agregó: “Por ello pido ser dado de baja y dejar de ser afiliado. Como decía el Zita… ’que pena que no me duela el dolor’. Con esa pena y más socialista que ayer y menos que mañana, te mando un abrazo”, concluyó.

El jueves, en diálogo con El Observador, se refirió a la candidatura de Fernando Pereira para la presidencia del FA, dijo que “hubiera querido que Fernando durara más en el PIT-CNT”, y agregó: “Si lo perdemos en la central, lo quiero ganar como presidente del Frente Amplio. Va de suyo que en diciembre voy a votar a Fernando”.

Sostuvo que dará “los debates internos” en el PS si es necesario, “pero esto termina siendo mi postura personal, no sería honesto si no lo admitiera”, concluyó.

Fuente: https://ladiaria.com.uy/politica/articulo/2021/10/hasta-aqui-llegue-el-sindicalista-fernando-gambera-se-desafilio-del-partido-socialista/

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Se dispara la pobreza extrema en Venezuela: el 76,6% de su población vive con menos de 1,2 dólares al día. Estudio de la Universidad Católica Andrés Bello

La nueva Encuesta de Condiciones de Vida, realizada por tres universidades, alerta del aumento de la desigualdad en el país, con ocho millones de personas sin empleo.

La Venezuela sin gasolina es más desigual y también más pobre. La nueva Encuesta de Condiciones de Vida, presentada este martes por la Universidad Católica Andrés Bello, muestra cómo el agravamiento de la pobreza en el país el último año estuvo muy relacionado con la crisis de abastecimiento de combustible y la reducción de la movilidad. El estudio es también el retrato de un país que dejó de ser petrolero, donde el 94,5% de la población es pobre y el 76,6% está por debajo de la línea de pobreza extrema, con ingresos inferiores a 1,2 dólares por día.

Los datos evidencian que las medidas del Gobierno contra el virus de la covid terminaron de catapultar la crisis. Las iniciativas para frenar la pandemia, en un país una circulación del virus similar a las de las naciones más aisladas, le han costado un año y medio fuera de las aulas a los niños y la paralización de parte del sector productivo, con un esquema de siete días de cuarentena seguidos de siete días de apertura. “Copiar las medidas anticovid de países con contagios como los de Latinoamérica, cuando no los tenemos, reforzó la recesión”, explica uno de los investigadores de la Encovi, el sociólogo Luis Pedro España.

Las diferencias entre los empleados del sector público y privado también se han ampliado. En el sector privado el 58% de los trabajadores están en condición de pobreza extrema, en el sector público la cifra alcanza al 75%. Por el contrario, en el sector privado casi el 10% no son pobres, mientras en el público solo el 4% se salva de esta situación. La precariedad del empleo en el sector público fue advertida por Michelle Bachelet en su último informe sobre Venezuela. Un funcionario puede ganar hasta 12 dólares al mes, un empleado del sector privado, en promedio, recibe 38 dólares al mes, y por cuenta propia 32 dólares al mes.

Con estos números se cuantifica la desigualdad, que los investigadores ubican en 0,56 puntos este año, la más grande la región, si te toma como referencia los índices de 2019 en los que Brasil, el más desigual entonces, registraba 0,53 puntos. “La sociedad venezolana está más o menos igualada en la pobreza en un 90%, hasta el último tramo, especialmente en el último decil de la población donde se abre la brecha de los más ricos”, señala España. En 10% de los venezolanos se queda el 40% del ingreso nacional y este grupo puede ser hasta 15 veces más ricos que el estrato anterior.

Aun con esos datos, agrega el sociólogo, el problema de Venezuela hoy no es la desigualdad sino la paralización de la producción y la abismal caída de los ingresos del país de 90.000 millones de dólares en 2012 a 5.000 millones en 2020, en su mayoría por exportaciones no petroleras privadas, una evidencia del fin de la economía petrolera y en manos del Estado. “Si distribuyéramos todo el ingreso equitativamente entre las familias, el promedio per cápita sería de 30 dólares por venezolano al mes, es decir un dólar por persona al día, un escenario en el que todos seríamos pobres extremos”, añade.

El Gobierno de Nicolás Maduro ha desarrollado una intensa política de transferencias directas de dinero a través de bonos en bolívares. En el caso de los hogares en pobreza extrema, los ingresos llegan a 36 dólares mensuales y los aportes del Gobierno superan los 50 dólares, casi 76% de sus ingresos, por lo que estas personas dependen totalmente de los bonos. Aun así, se necesita incrementar más de 30 veces esas asignaciones para poder sacar a esas familias de la pobreza extrema.

Los que ya no están

La Encovi reúne el análisis de más de 17.000 encuestas con más de 800 preguntas a hogares y se ha convertido en los últimos siete años en el único medidor fiable de la profunda crisis que atraviesa Venezuela, ante la total opacidad gubernamental sobre indicadores demográficos, económicos y sociales y de rendición de cuentas. De acuerdo a los datos, se estima que al menos 340.000 niños dejaron de nacer en Venezuela en cinco años. El impacto de la migración, las potenciales madres que se fueron, y el aumento de la mortalidad infantil a 25,7 por cada 1000 nacidos vivos, la misma de hace 30 años, ha modificado la pirámide poblacional del país. “Las condiciones de vida han llevado a que las generaciones que nacieron entre 2015 y 2020 tengan tres años menos de vida que las que precedieron a la crisis”, señala Anitza Freites, coordinadora de la investigación.

El crecimiento demográfico en el último quinquenio fue negativo, del -1,1%. Los venezolanos en Venezuela son 28,7 millones. “Tenemos un país más empobrecido y más pequeño en términos demográficos”. Más de cuatro millones, el 90% de entre 15 y 49 años de edad, se han ido en los últimos cinco años. La razón del éxodo se mantiene: falta de empleo. Una segunda razón para irse, la reagrupación familiar, empieza a ganar peso y evidencia las dimensiones del éxodo.

Escuelas cerradas

El impacto de la pandemia en la educación se evidencia en los que no están. La cobertura educativa cayó en cinco puntos en tan solo un año y cerca de la mitad de los niños ya no accede a la educación inicial. “En todos los niveles hubo disminución, pero en la educación inicial y universitaria —que ya venía cayendo— se registró un gran bajón”, dice Freites.

El contexto de la casi inviable educación a distancia obligó a tomar decisiones a las familias sobre quién se queda en el sistema educativo y quien no, restándoles oportunidades a los más pequeños, que quedaron a cargo de las madres y asumieron el reemplazo educativo en el 78% de los hogares. “El proceso educativo es acumulativo, las competencias que se adquieren en la educación inicial son fundamentales para la maduración y de eso se ha privado a los niños de entre tres y cinco años”, señala Freites. En el caso de los adolescentes de 12 a 17 años ha aumentado el porcentaje que con rezago escolar.

El cierre de las escuelas por más de un año, que se ha vivido en gran parte Latinoamérica como una de las medidas del contra el covid, ha contribuido a la pobreza y tendrá consecuencias que aún están por verse. Venezuela es de los pocos países que no ha vuelto a las aulas ni una sola vez desde marzo de 2020 cuando se decretó la pandemia. “La escuela es la que rompe la reproducción social de la pobreza y se desactivó por más de un año”, cuestiona España. “Esto hará que la próxima generación de hijos de obreros también sean obreros, porque los niños que se quedaron en casa lo máximo que van a aprender es lo que sabe su mamá”, concluye.

Fuente: https://elpais.com/internacional/2021-09-29/el-945-de-los-venezolanos-vive-en-la-pobreza.html

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