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Educación ambiental inversa: cuando son los pueblos los que educan ambientalmente a sus autoridades

Rodrigo Arce Rojas
Ecoportal

 

La Ley General del Ambiente (Ley 28611) menciona que la educación ambiental se convierte en un proceso educativo integral, que se da en toda la vida del individuo, y que busca generar en éste los conocimientos, las actitudes, los valores y las prácticas, necesarios para desarrollar sus actividades en forma ambientalmente adecuada, con miras a contribuir al desarrollo sostenible del país.

Por su parte la Política Nacional Del Ambiente (DS. 012 – 2009 – MINAM) tiene como objetivo específico alcanzar un alto grado de conciencia y cultura ambiental en el país, con la activa participación ciudadana de manera informada y consciente en los procesos de toma de decisiones para el desarrollo sostenible. Asimismo, es objetivo de la Política Nacional de Educación Ambiental “Desarrollar la educación y la cultura ambiental orientadas a la formación de una ciudadanía ambientalmente responsable y una sociedad peruana sostenible, competitiva, inclusiva y con identidad”.

Del marco de políticas públicas se puede inferir la existencia de dos actores centrales las autoridades y la ciudadanía entendida ésta última como todas las personas hombres y mujeres pertenecientes a una comunidad organizada que no ejercen funciones de autoridades. Estas personas a su vez pueden pertenecer a diferentes organizaciones de diferente naturaleza. Se asume a su vez que son las autoridades las que han recibido el encargo del pueblo de gobernar y la ciudadanía recibe el encargo de cumplir las políticas y leyes, aunque no hay que olvidar que el soberano es el pueblo.

Pero qué pasa cuando son las propias autoridades quienes con sus actos y medidas dan cuenta de una subestimación del cuidado ambiental en nombre del crecimiento económico, cuando debilitan las consideraciones ambientales en nombre de la eficiencia o la fluidez de las inversiones, cuando no muestran un compromiso decidido por luchar contra la corrupción ambiental que se traduce en deforestación y degradación de bosques, contaminación de mares, ríos y lagunas, cuando en nombre de la simplificación administrativa reducen las salvaguardas que garantizan las funciones y los procesos ecológicos de los ecosistemas. Es entonces cuando necesitamos apelar a la educación ambiental inversa, que es aquella cuando el pueblo, la sociedad civil debe educar ambientalmente a sus autoridades para que entiendan que lo ambiental no es accesorio ni descartable, es parte consustancial del desarrollo sostenible.

No se trata de ser anti progresista o de retardatario del desarrollo del país, lo que se trata es ese desarrollo tome en cuenta todas las dimensiones, y no se privilegie únicamente las consideraciones económicas. Es simplemente reconocer que un modelo de desarrollo que permite abierta o subrepticiamente la contaminación y deterioro de los ecosistemas es insostenible. La ilegalidad que destruye la base de recursos naturales no puede ser sustentada con argumentos de emprendimiento o de heroísmo laboral si es que no va acompañada de respeto a consideraciones ambientales (y por supuesto que también de consideraciones sociales). El verdadero emprendimiento es el que va acompañado de valores y de respeto al ambiente. Así de simple.

Por tanto la educación ambiental inversa nos invita a parafrasear el objetivo de la Política Nacional de Educación Ambiental dirigido a nuestras autoridades. En ese caso el texto sería: “Desarrollar la educación y la cultura ambiental orientadas a la formación de funcionarios públicos éticos, transparentes, inclusivos, colaborativos, ambientalmente responsables al servicio de los ciudadanos y con una visión de desarrollo sostenible

Bajo el marco de la educación ambiental inversa las autoridades estarían más prestas a reconocer las buenas prácticas de manejo y conservación de recursos existentes, a revalorar y revitalizar los conocimientos y saberes locales, a recoger las experiencias, innovaciones y tecnologías locales apropiadas, las historias de éxito, entre otros tanto logros. Por supuesto que también hay muchas cosas que en el pueblo se hace mal en términos ambientales (sabiendo que hay varias razones), por eso se justifica la forma tradicional de cómo se ha venido haciendo la educación ambiental. Pero también es innegable que mucho del accionar gubernamental deja mucho que desear en términos ambientales y de ahí la necesidad de avanzar hacia una propuesta de interaprendizaje, de educación mutua intercultural, de una construcción social de intersubjetividades favorables al desarrollo sostenible y no solo para mantener la estructura de poder que solo favorece a determinados grupos económicos en detrimento de la sociedad y el ambiente.

Fuente del Artículo:

https://www.rebelion.org/noticia.php?id=223601

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Los retos del manejo forestal comunitario en la Amazonía

01 de marzo de 2017 / Fuente: http://www.ecoportal.net/

Por: Rodrigo Arce Rojas

Lo primero que habría que diferenciar es que la palabra “manejo” obedece a una concepción de dominio humano sobre la naturaleza. El mensaje subyacente del manejo es que es factible fragmentar y conocer los mecanismos de la naturaleza para poder dominarla y ponerla a servicio del ser humano. La concepción de lo forestal tampoco es homogénea. Muchas veces se ha asociado lo forestal únicamente a las especies maderables de valor comercial. Lo forestal en sentido amplio refiere a los ecosistemas y por lo tanto incluye la flora, la fauna, el suelo, el agua, los procesos y funciones que le dan un carácter vivo. Por eso es pertinente hablar de ecosistemas forestales o de la biodiversidad forestal.

A la legítima agenda indígena sobre los derechos territoriales corresponde ir adjunta la agenda de manejo y conservación de los bosques comunales. En este contexto el manejo forestal comunitario aparece como un tema relevante. Es propósito de este artículo poner en debate algunos de los principales retos para avanzar en el manejo forestal comunitario como una estrategia para consolidar opciones sostenibles de vida para los pueblos indígenas amazónicos.

Lo primero que habría que diferenciar es que la palabra “manejo” obedece a una concepción de dominio humano sobre la naturaleza. El mensaje subyacente del manejo es que es factible fragmentar y conocer los mecanismos de la naturaleza para poder dominarla y ponerla a servicio del ser humano. En muchos pueblos indígenas antes que una concepción de manejo lo que existe es una concepción de convivencia con los bosques. No obstante, tenemos que reconocer que debido a los procesos de aculturación existe una gradación en la matriz cultural desde posiciones preservacionistas hasta altos grados de articulación al mercado.

La concepción de lo forestal tampoco es homogénea. Muchas veces se ha asociado lo forestal únicamente a las especies maderables de valor comercial. Lo forestal en sentido amplio refiere a los ecosistemas y por lo tanto incluye la flora, la fauna, el suelo, el agua, los procesos y funciones que le dan un carácter vivo. Por eso es pertinente hablar de ecosistemas forestales o de la biodiversidad forestal. Algunos prefieren llamarlo “bosque” aunque lo forestal más que bosque alude a la vida silvestre con la base física que la sustenta. Para los pueblos indígenas no siempre el concepto bosque recoge toda la cosmovisión y por ello prefieren hablar del territorio para entrelazar los componentes biofísicos y culturales, el pasado y el presente, la ocupación horizontal y vertical.

Lo mismo sucede con el concepto de comunidad. Existen múltiples formas de vivir lo comunitario, además de los diferentes nombres que reciben en el ámbito de Latinoamérica. Aunque existen prácticas de gestión forestal comunitaria que involucran a la comunidad es frecuente encontrar una división entre lo social y lo productivo. Lo social, referido por ejemplo al linderamiento comunal, al mantenimiento de caminos, construcción de puentes, construcción del local escolar, entre otros, refiere a actividades comunales propiamente dichas. Lo productivo, en la mayoría de los casos, es de carácter individual y con rasgos de “propiedad” mientras se use. Cuando el suelo se agota y existe la necesidad de un nuevo terreno entonces el área productiva “regresa” a la propiedad comunal.

Vemos entonces que el manejo forestal comunitario es más bien una concepción occidental para contar con un marco de interpretación sobre las relaciones de manejo o de convivencia entre los pueblos indígenas y sus territorios orientados a lograr su bienestar físico, psicológico, económico y cultural. Esto no quiere decir, que no existan experiencias locales de manejo forestal como por ejemplo las que realizan pobladores ribereños en la cuenca del Amazonas. De estas diversas experiencias, podemos sacar valiosas lecciones aprendidas para identificar los retos.

Se podría hablar de diversos grados de éxito de las experiencias de manejo forestal comunitario. Sin embargo, habría que precisar exactamente a qué nos estamos haciendo referencia cuando hablamos de éxito. El paradigma dominante alude al éxito del manejo forestal comunitario en función al grado de articulación al mercado pero habría que preguntarse si en todos los casos esta premisa es válida. Desde una perspectiva más convencional esta lógica parece incuestionable porque se alude que el éxito tiene que ver con el grado de rentabilidad económica que se logra en la operación forestal. Profundicemos más sobre este aspecto que parece inamovible.

Si el grado de éxito se mide en función al nivel de articulación del mercado, entonces lo que vemos es que el patrón para realizar el diagnóstico de la comunidad para entrar ventajosamente en el manejo forestal comunitario de plano va a acusar muchas deficiencias: económicas-financieras, técnicas, tecnológicas, organizativas, gerenciales. A ello se suman otros factores como: lejanía a los mercados y dificultades para articularse a cadenas de valor. Nos preguntamos si no sería más coherente que de manera conjunta y objetiva (entre promotores y comunidad) se defina el alcance del manejo forestal comunitario. Existen varios aspectos a considerar para una adecuada definición:

• Tamaño de la unidad forestal: ni tan pequeño que no cubra los costos del manejo ni tan grande que sea imposible manejar directamente.

• Grado de involucramiento de comuneros y comuneras: definición realista de quiénes se van a involucrar responsablemente. Si es toda la comunidad o grupos realmente interesados (“Grupos de Interés”)

• Grado de alcance en la red de valor. Si se piensa mantener un rol productor o se pretende alcanzar involucramiento en procesos de transformación y comercialización

• Formas internas de definir derechos y responsabilidades sobre la conservación y manejo de los bosques

• Formas internas de distribución de beneficios

• Distancia a los mercados en función al grado de transportabilidad de los productos

También es importante tomar en cuenta una serie de condiciones que aseguren el buen desarrollo de la operación forestal. Entre otras mencionamos

• Seguridad de tenencia de la tierra que estimule la inversión de largo plazo

• Zonificación interna participativa que garantice que se van a respetar las áreas forestales y no se va a promover el cambio de uso al interior de la comunidad

• Reglamentos internos de la comunidad que regulen las diversas actividades productivas y de conservación de bosques

• Gobernanza interna que asegure un adecuado proceso de toma de decisiones

• Factores culturales compatibles con las necesidades del manejo forestal comunitario

Se requiere una gran dosis de sinceramiento para definir el alcance del manejo forestal comunitario. No todo tiene que pasar por la madera ni todo tiene que pesar por la articulación al mercado. También es factible desarrollar opciones de manejo y conservación orientadas a satisfacer necesidades inmediatas de la vida comunitaria. Esto puede ser mejor entendido si es que se comprende que en muchas comunidades ya se ha afectado la cantidad y calidad de provisión de los bienes y servicios de los ecosistemas forestales de la comunidad. Recuperar la calidad de los bienes y servicios de los bosques para la calidad de vida también es un objetivo nada desdeñable. Esto puede ser entendido cuando se aprecia en la comunidad escasez de leña, escasez de hojas de palmera, escasez de fauna para la caza de subsistencia, escasez de plantas medicinales, escasez de peces. La presión de recursos producto tanto de incremento de demanda externa como la aparición de nuevas necesidades que satisfacer también pueden afectar la capacidad de los bosques de brindar sus beneficios. Esto de ninguna manera significa negar el mercado sino repensar el nivel de relacionamiento con el mercado. Para comunidades que ya decidieron incorporarse proactivamente al mercado las estrategias de acompañamiento deberán ir en la misma dirección.

No se trata de juzgar todo a la luz de paradigmas de gestión empresarial urbana que no necesariamente se ajustan a las condiciones culturales de las comunidades. Podemos estar frente a diferentes concepciones de tiempo, efectividad e incluso de la ética de la acumulación. Los valores de la economía del don (solidaridad, reciprocidad) deben ser procesados a la luz de los nuevos valores de la economía de mercado. Se requiere una nueva ética económica que signifique la consolidación de los valores de la asociatividad y la reciprocidad antes que medios que promuevan el divisionismo y el individualismo. De ahí la importancia que los alcances del manejo forestal comunitario sean producto de un auténtico proceso participativo en la que se puedan discutir con mucha objetividad no sólo los beneficios del manejo forestal comunitario sino también los compromisos, las implicancias y los retos que ello implica. Las comunidades deben (re) conocer con mucha precisión que implica embarcarse en un proceso de manejo forestal comunitario para no producir desencantos y deserciones posteriores.

Está claro que las propuestas de manejo forestal comunitario tienen que inscribirse en una propuesta de derechos. Pero derechos también implica reconocer responsabilidades. Esto no es únicamente una cuestión ambiental sino que implica responsabilidad intergeneracional al interior de los propios pueblos indígenas. Cuando se refiere a experiencias articuladas al mercado no estamos hablando únicamente de procesos que faciliten el acceso a los bosques y la extracción de recursos forestales sino, sobre todo, estamos hablando de procesos que garanticen la sostenibilidad de los bosques. Esto es válido para cualquier actor vinculado a procesos productivos a partir de los bosques.

Aunque son válidos los procesos de subvención externa, reconociendo la deuda social hacia los pueblos indígenas, éstos deben ser diseñados de tal manera que no generen condicionamiento o dependencia hacia los actores externos. Por lo tanto éstos deben tener carácter temporal y orientado más bien a lograr el empoderamiento pleno de los actores forestales involucrados.

Desde un principio debe plantearse de manera participativa procesos de fortalecimiento de capacidades donde la energía cultural, los conocimientos y saberes indígenas tengan un lugar preponderante. Así mismo se deberá desarrollar una actitud favorable a incorporar criterios de interculturalidad en la gestión forestal. Del mismo modo, en los procesos sociales es más prudente subirse a la lógica de la energía social y cultural que generar propuestas que afecten la estructura interna de la comunidad. Un proyecto de manejo forestal comunitario está para fortalecer las relaciones sociales antes que fomentar el divisionismo y la conflictividad interna.

Queda claro entonces que ante condiciones de alta diversidad biológica y cultural también corresponden una diversidad de opciones de manejo y conservación de bosques a partir de sus diferentes bienes y servicios. Es importante dimensionar apropiadamente el rol del manejo foresta comunitario que puede ser una interesante opción económica pero no es la única y exclusiva pues es necesario contar con una estrategia diversificada de opciones.

Finalmente, es importante precisar bien el real alcance del emprendimiento de manejo y conservación de bosques, puede haber diferentes grados de articulación a los mercados sin que ello necesariamente signifique “fracaso”. Se requiere mayor apertura para entender el valor de la cultura en el manejo forestal comunitario. Así mismo, es necesario entender las motivaciones psicológicas que mueven a los actores y organizaciones indígenas para involucrarse proactivamente en emprendimientos de manejo forestal comunitario. Esto es, desarrollar una visión ontológica para garantizar la efectividad del manejo forestal comunitario. www.ecoportal.net

Fuente artículo: http://www.ecoportal.net/Temas-Especiales/Biodiversidad/Los_retos_del_manejo_forestal_comunitario_en_la_Amazonia

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México: Asociación Jóvenes por la Educación Ambiental inaugura exposición en la Casa de la Cultura de Morelia

México / www.sisitemamichoacano.tv / 1 de Marzo de 2017

Morelia, Michoacán.- Con el propósito de difundir la cultura ambiental sustentable en la ciudad de Morelia, la Asociación Jóvenes por la Educación Ambiental inauguró la exposición colectiva de arte urbano contemporáneo «Las Musas de la Madre tierra» en la Casa de la Cultura de Morelia, bajo el auspicio de la Secretaría de Cultura de Michoacán (Secum).

La muestra se integra por 24 obras elaboradas bajo diferentes técnicas, en las que se reflejan las inspiraciones dadas por las musas que habitan en la naturaleza.

Contagiados por dicha inspiración, los artistas Zinthia Zitlali Ojeda Ramírez, Casandra Tena Huerta, Isabel Alejandra Cortez Sánchez, Eva Itzel Castro Sánchez, y Fredy Israel Altamirano Torreblanca ofrecen desde clásicos paisajes, hasta escenas ficticias que evocan panoramas inexistentes o reflejan realidades extintas. En algunas de las obras también se puede percibir un dejo de nostalgia ante la poca empatía que existe con la madre tierra, mientras que otras hablan de la vida y muerte de la flora y la fauna.

Diversos creadores entre pintores, fotógrafos, cineastas, músicos, y escritores han sido tocados en alguna ocasión por las musas de la madre tierra, por el arcoíris y los vívidos colores obsequiados por la naturaleza.

La invitación al público consiste en admirar las obras como si fueran la última evidencia de lo que expresan, colocarse en una posición donde la tierra se ha extinguido y ya no existe lo que ahora puede admirarse.

Todo lo anterior permitirá reflexionar sobre la desaparición de la naturaleza y, por ende, del ser humano.

“Las Musas de la Madre Tierra” estará abierta al público en la Sala Jesús Escalera de la Casa de la Cultura de Morelia hasta el 5 de marzo.

Fuente:http://www.sistemamichoacano.tv/cultura/108-cultura/15339-asociacion-jovenes-por-la-educacion-ambiental-inaugura-exposicion-en-la-casa-de-la-cultura-de-morelia

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Impulsan en Guatemala agricultura de conservación.

Centro América/Guatemala/28.02.2017/Autor y Fuente:https://cerigua.org/a

La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) organizó el foro público “Prácticas agrícolas sostenibles, responsables y resilientes al cambio climático”, en el que se abordó lo relativo a la conservación de la agricultura y la sostenibilidad ambiental por medio del enfoque de los ecosistemas.

El especialista señaló que los números del aumento de población y los requerimientos de producción de crearles que conlleva su alimentación son elocuentes; habrá un alto costo para todos si no tomamos las medidas necesarias, enfatizó.

Friedrich indicó que para hacer frente a los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible se hacen necesarios los sistemas productivos sostenibles; siendo esta un área en la cual la FAO puede compartir una gran variedad de estudios caso, investigaciones y guías técnicas con sus socios, cooperantes y beneficiaros en las comunidades agrícolas.

Los días 21 al 23 de febrero, Friedrich participó en cursos y talleres de promoción de nuevos conceptos, con estudiantes de agronomía; compartir y explorar técnicas de agricultura novedosas, con técnicos expertos, y explorar sobre prácticas de producción alternas en su contexto de conocimiento ancestral, con grupos de agricultores y sociedad civil.

La encargada de negocios de la Embajada de México, María Salud Castillo, participó en la inauguración del evento; mientras que en el panel foro lo hizo Mario Fuentes, del Fitomejoramiento Participativo (FP) Buena Milpa; Eddie Mendoza, de la Federación de Asociaciones Agrícolas de Guatemala (FASAGUA); Manuel Sánchez, del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y el Friedrich.

Fuente: https://cerigua.org/article/impulsan-en-guatemala-agricultura-de-conservacion/

Imagen: https://cerigua.org/media/images/pictures/agricultura.jpg

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México: Niños construyen aula sustentable

México/27 febrero 2017/Fuente: El Siglo de Torreon

EL PROYECTO SURGIÓ A PARTIR DE LA INICIATIVA DEL ALUMNO MÁS INQUIETO DE LA CLASE, DE SÓLO SEIS AÑOS.

La maestra de primaria Diana Laura Cavazos junto a sus alumnos construyeron la primera aula sustentable del país. Un salón hecho de botellas de plástico que se alimenta de energía solar. Cuesta 70 mil pesos, es decir, 230 mil pesos menos que uno de concreto.

Diana es maestra de primero de primaria e imparte clases en el municipio de Matamoros, Tamaulipas. El proyecto surgió a partir de la iniciativa de su alumno Ricardo, de 6 años, quien es el niño más inquieto de su clase. Cuando la educadora Cavazos le propuso a la madre de Ricardo que fuera partícipe, ella dudó. «Maestra, pero Ricardo es muy inquieto, ¿cree que sí pueda?», le preguntó. La profesora no titubeó: «Un niño inquieto hace al maestro, siempre es bueno».

Diana decidió creer en el menor, puesto que no lo ve como un obstáculo. «Una de las problemáticas en México es creer que todos los niños inquietos sufren de déficit de atención», lo cual niega el neurólogo Ricardo Sevilla Castillo. En muchas escuelas no les permiten la entrada o no les prestan la misma atención que a los niños que destacan en clase.

Una de las inquietudes de Ricardo es la cantidad de basura en Matamoros y las inundaciones que ocasiona; la mayor parte de los residuos son botellas de plástico PET, éstas están hechas de polietileno tereftalato, material que sirve de envase para productos, como jugos y refrescos, por su resistencia y peso ligero.

De acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), las botellas PET tardan 500 años en degradarse. En México, 8 de cada 10 botellas no son reaprovechadas. La Comisión Especial de Desarrollo Sustentable de la Cámara de Diputados sostiene que de las 800 mil toneladas de envases utilizados, sólo el 15 % se recicla, a diferencia de otros países europeos donde reutilizan hasta 90 %.

Con esta iniciativa, Laura participó en ‘Diseña el cambio’, una convocatoria a nivel nacional cuyo objetivo es que el maestro transforme su comunidad. La idea debe surgir de los niños y ser apoyada por los padres de familia. Además, en todo el proceso se involucra a la sociedad cercana a la escuela.

En un principio pensó en intervenir con un mural que reflejara los valores de la escuela, pero su alumno tenía un proyecto más ambicioso: «Un salón hecho de botellitas de refresco».

 LOS RETOS PARA DISEñAR EL CAMBIO

El salón no podía ser hecho únicamente de botellas PET, porque Matamoros se encuentra a 10 metros sobre el nivel del mar y el suelo no es firme. Para asegurar la integridad física de los niños, Diana buscó asesoría. En la ciudad, algunos arquitectos donan diseño, la profesora buscó uno dispuesto a ayudarle y así encontró a Rigoberto Leal Caballero, quien le advirtió de la dificultad del proyecto, pero la animó a hacerlo.

Requerían 8 mil botellas de dos y tres litros con forma cilíndrica. Según Rigoberto las botellas de 600 mililitros no les servían, puesto que son muy pequeñas.

En septiembre de 2015, comenzó el sueño que por momentos fue una pesadilla. Afuera de la casa de Diana y de los niños, los vecinos y conocidos llevaban bolsas llenas de envases, de todos tamaños, sucias y limpias.

Ricardo y sus compañeros de primaria asistían a posadas como ‘meseritos’ para recaudarlos, e inflaron los aplastados. Durante este periodo juntaron aproximadamente mil botellas.

En un primer intento por conseguir botellas, Diana acudió a Coca-Cola y ellos le rechazaron la ayuda. La profesora se sintió derrotada, pero no se rindió, después fue con Pepsi y no la dejaron pasar. En un último intento se dirigió a la empresa mexicana Big Cola, quien le brindó su apoyo. La empresa se comprometió a darle la merma de sus industrias en Puebla y Monterrey.

Cuando el proyecto estaba a la mitad. Coca Cola, quien en un principio se negó a brindar su ayuda, le dijo que tirara toda el aula y ellos asumían los costos para reconstruirla y le daban todo el material. Diana se negó a vender su proyecto: «Este sueño no se vende», dijo.

 UNIÓ A LA CIUDAD MÁS GRANDE DE TAMAULIPAS

A Diana, sus padres siempre le enseñaron a tirar la basura en su lugar. Su padre murió cuando ella iba en la preparatoria, por eso su madre se hizo cargo de ella y de sus cuatro hermanos. En el momento de elegir su profesión se inclinó por la docencia.

Por los pocos recursos con los que contaba su familia, tenía que estudiar y trabajar. Fue educadora de kínder hasta que estuvo en la universidad.

Como es profesora de tiempo completo, Diana impartía sus materias de ocho de la mañana a las cuatro de la tarde y después juntaba las botellas con Ricardo, sus amigos y algunos padres de familia. Diana es madre de dos niños, e incluso sus hijos le ayudaban a rellenar las botellas con arena y materiales de construcción, para que fueran más resistentes y duraderas; además, le pidió comprensión a su esposo y él le dio todo su apoyo.

Los 36 niños de su grupo ayudaron a rellenar los envases con ayuda de sus padres; no faltó la abuelita, el tío y los primos, todos convencidos del objetivo. Además, Ricardo y sus compañeros de clase elaboraron sus bancas con tablas y ropa usada que ellos mismos pintaron.

La educadora también organizó un reciclatón, donde una banda de Matamoros dio un show sin costo alguno para amenizar la recaudación. En este evento logró colectar 3 mil de las 8 mil botellas que necesitaba.

La educadora al ver que la cantidad de botellas necesarias era demasiada, también buscó apoyo de los medios locales de comunicación. Gracias a eso, logró conseguir el material. Incluso, uno de sus alumnos de preescolar se puso en contacto con ella para ayudarla.

La convocatoria fue muy grande y la cervecería Carta Blanca le propuso hacer el aula completamente de vidrio; aunque Diana los rechazó, no descarta la posibilidad de hacer más aulas. Además, Oxxo les donó los paneles solares, las baterías y la instalación, así se convirtió en un salón completamente funcional.

Los partidos políticos también la ayudaron, con mano de obra o en especie. La profesora nunca quiso recibir dinero, siempre pidió botellas, cal, cemento y todo lo que pudiera aportar al sueño de sus alumnos.

Su proyecto movió a Matamoros, la ciudad más grande de Tamaulipas: empresarios del municipio donaron todos los techos, gente mandaba camiones con arena y con blocks para la construcción.

 EL EJÉRCITO TERMINÓ DE CONSTRUIR EL AULA

Diana y sus alumnos tenían cinco meses para hacer el salón, faltaba una semana y aún no estaba terminado. La docente fue con el Ejército y les dijo: «Ustedes están aquí para ayudarme, háganlo». 80 jóvenes fueron a colaborar. Cuando el almirante conoció el aula, le dijo que era la más segura de Tamaulipas y probablemente del país, pues las botellas están rellenas con arena sílica, una mezcla hermética a prueba de balas. Un sábado por la mañana mientras construían el salón, ocurrió una balacera, el salón aún no tenía techo y «corrieron a donde pudieron». La escuela Franklin D. Roosevelt, de donde es maestra, se encuentra en el centro de Matamoros, por su ubicación es vulnerable.

Los principales cárteles se pelean por la «plaza principal», la delincuencia y el ajuste de cuentas es algo común para sus alumnos.

Según reportes del Semáforo Delictivo, Tamaulipas es el tercer estado más violento del país. Por eso la profesora quiere dar a conocer otra cara de Matamoros, «una más alegre».

La maestra y sus alumnos confían en que su iniciativa se replique en todo el país, fueron uno de los ganadores a nivel primaria del programa Diseña el Cambio. No recibieron remuneración, pero el proyecto transformó la vida de Ricardo. «Estoy muy emocionado por ganar, pero también porque nuestro mundo no va a estar lleno de basura», dijo.

Aunque la idea fue de Ricardo, el salón no hubiera sido posible sin sus amigos y el apoyo de Diana. Su alumno motivó a sus compañeros y a la maestra a crear el aula, un sueño que imaginó y que junto a su profesora se consolidó.

Actualmente a Diana la han invitado a participar en diferentes proyectos, como canchas ecológicas y le propusieron convertir el aula en una biblioteca de libros reciclados. Durante el proyecto, tuvo miedo, pero la unión la motivó a seguir adelante, «los maestros mexicanos somos guías para los niños, la escuela pública tiene la misma calidad que la privada y confío en mis alumnos como líderes de la transformación».

Cuatro pasos para el cambio

Cada año, en el mes de septiembre y con apoyo de la Secretaría de Educación, Diseña el Cambio lanza una convocatoria a nivel nacional, en la que se invita a todas las escuelas de Educación Básica (Preescolar, Primaria y Secundaria) públicas y privadas, a participar desarrollando proyectos que impacten de manera positiva a sus escuelas y comunidades, a través de una metodología de 4 palabras: Siente, Imagina, Haz y Comparte.

Estos pasos permiten a los niños y jóvenes demostrarse a sí mismos que el cambio es posible al adaptar la ideología «Yo puedo» y al expresar sus propias ideas para cambiar el mundo y ponerlas en acción. Gracias a su simplicidad, el día de hoy está presente en más de 40 países, siendo México el país número uno en participación.

⇒ Se organizó un reciclatón donde una banda de Matamoros dio un show sin costo alguno.

⇒ Se buscó apoyo de empresas refresqueras, una de ellas apoyó con la merma de dos de sus plantas.

⇒ La maestra solicitó el apoyo de medios de comunicación.

⇒ Una cadena de tiendas de conveniencia donó paneles solares, baterías y la instalación.

⇒ 80 miembros del Ejército ayudaron en la construcción del aula.

Fuente:https://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/1315893.ninos-construyen-aula-sustentable.html

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Educación ambiental inversa: Cuando son los Pueblos los que Educan Ambientalmente a sus Autoridades.

Por: Rodrigo Arce Rojas

La Ley General del Ambiente  (Ley 28611) menciona que la educación ambiental se convierte en un proceso educativo integral, que se da en toda la vida del individuo, y que busca generar en éste los conocimientos, las actitudes, los valores y las prácticas, necesarios para desarrollar sus actividades en forma ambientalmente adecuada, con miras a contribuir al desarrollo sostenible del país.

Por su parte la Política Nacional Del Ambiente (DS. 012 – 2009 – MINAM) tiene como objetivo específico alcanzar un alto grado de conciencia y cultura ambiental en el país, con la activa participación ciudadana de manera informada y consciente en los procesos de toma de decisiones para el desarrollo sostenible. Asimismo, es objetivo de la Política Nacional de Educación Ambiental “Desarrollar la educación y la cultura ambiental orientadas a la formación de una ciudadanía ambientalmente responsable y una sociedad peruana sostenible, competitiva, inclusiva y con identidad”.

Del marco de políticas públicas se puede inferir la existencia de dos actores centrales las autoridades y la ciudadanía entendida ésta última como todas las personas hombres y mujeres pertenecientes a una comunidad organizada que no ejercen funciones de autoridades. Estas personas a su vez pueden pertenecer a diferentes organizaciones de diferente naturaleza.  Se asume a su vez que son las autoridades las que han recibido el encargo del pueblo de gobernar y la ciudadanía recibe el encargo de cumplir las políticas y leyes, aunque no hay que olvidar que el soberano es el pueblo.

Pero qué pasa cuando son las propias autoridades quienes con sus actos y medidas dan cuenta de una subestimación del cuidado ambiental en nombre del crecimiento económico, cuando debilitan las consideraciones ambientales en nombre de la eficiencia o la fluidez de las inversiones, cuando no muestran un compromiso decidido por luchar contra la corrupción ambiental que se traduce en deforestación y  degradación de bosques, contaminación de mares, ríos y lagunas, cuando en nombre de la simplificación administrativa reducen las salvaguardas que garantizan las funciones y los procesos ecológicos de los ecosistemas. Es entonces cuando necesitamos apelar a la educación ambiental inversa, que es aquella cuando el pueblo, la sociedad civil debe educar ambientalmente a sus autoridades para que entiendan que lo ambiental no es accesorio ni descartable, es parte consustancial del desarrollo sostenible.

No se trata de ser anti progresista o de retardatario del desarrollo del país, lo que se trata es ese desarrollo tome en cuenta todas las dimensiones, y no se privilegie únicamente las consideraciones económicas. Es simplemente reconocer que un modelo de desarrollo que permite abierta o subrepticiamente la contaminación y deterioro de los ecosistemas es insostenible. La ilegalidad que destruye la base de recursos naturales no puede ser sustentada con argumentos de emprendimiento o de heroísmo laboral si es que no va acompañada de respeto a consideraciones ambientales (y por supuesto que también de consideraciones sociales). El verdadero emprendimiento es el que va acompañado de valores y de respeto al ambiente. Así de simple.

Por tanto la educación ambiental inversa nos invita a parafrasear el  objetivo de la Política Nacional de Educación Ambiental dirigido a nuestras autoridades. En ese caso el texto sería: “Desarrollar la educación y la cultura ambiental orientadas a la formación de funcionarios públicos éticos, transparentes, inclusivos, colaborativos, ambientalmente responsables al servicio de los ciudadanos y con una visión de desarrollo sostenible

Bajo el marco de la educación ambiental inversa las autoridades estarían más prestas a reconocer las buenas prácticas de manejo y conservación de recursos existentes, a revalorar y revitalizar los conocimientos y saberes locales, a recoger las experiencias, innovaciones y tecnologías locales apropiadas, las historias de éxito, entre otros tanto logros. Por supuesto que también hay muchas cosas que en el pueblo se hace mal en términos ambientales (sabiendo que hay varias razones), por eso se justifica la forma tradicional de cómo se ha venido haciendo la educación ambiental. Pero también es innegable que mucho del accionar gubernamental deja mucho que desear en términos ambientales y de ahí la necesidad de avanzar hacia una propuesta de interaprendizaje, de educación mutua intercultural, de una construcción social de intersubjetividades favorables al desarrollo sostenible y no solo para mantener la estructura de poder que solo favorece a determinados grupos económicos en detrimento de la sociedad y el ambiente.

Ecoportal.net

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Perú: Implementarán Plan Nacional de Educación Ambiental

Perú/23 febrero 2017/Fuente: Andina

Con apoyo de cooperación internacional.

La Cooperación Internacional y los organismos públicos vinculados a la temática ambiental expresaron su interés en contribuir y sumar esfuerzos para implementar el Plan Nacional de Educación Ambiental (PLANEA), aprobado mediante D.S 016-2016 en diciembre del 2016.

Fue durante un desayuno de trabajo, organizado por el Ministerio de Educación (Minedu) con el apoyo del Ministerio del Ambiente (Minam). Asistieron el viceministro de Gestión Ambiental del Minam, Marcos Gabriel Alegre Chang, y la jefa de la Oficina General de Cooperación y Asuntos Internacionales del Minedu, Oriana María Suarez Pérez.
El evento tuvo como finalidad invitar a  los organismos internacionales y los diversos sectores  a participar de la ejecución del PLANEA dentro de sus ámbitos de intervención a nivel nacional.
Durante su discurso, el viceministro de Gestión Ambiental, Marcos Alegre Chang, resaltó la importancia del PLANEA como instrumento de gestión pública resultado de un trabajo intersectorial, de participación y consulta pública.
Asimismo,  destacó la labor del Ministerio del Ambiente que viene impulsando la educación comunitaria y ciudadanía ambiental a nivel nacional en coordinación con los Gobiernos Locales.
“Tenemos una gran tarea y es la de transmitir el mensaje de crecimiento verde vinculado al desarrollo económico y social, de allí la importancia de la alianza intersectorial con el Minedu; porque estamos convencidos que la educación y la ciudadanía son temas trascendentales  que permitirán a mediano plazo enfrentar los efectos del cambio climático».
El funcionario invitó  a los asistentes, entre los que figuraban, representantes de  USAID, Unesco y la Embajada de Canadá,  entre otros, a apoyar todas las acciones y estrategias de intervención contempladas en el PLANEA.
Asimismo, la jefa de la Oficina General de Cooperación y Asuntos Internacionales del Minedu, Oriana Suarez,  resaltó la importancia de trabajar de manera articulada, para implementar el PLANEA.
Señaló los avances  del sector educación en el tema de educación ambiental  cuyo enfoque ha sido incorporado  en el nuevo currículo nacional. Además informó que existen diversas estrategias que se implementarán en todas las modalidades y niveles de la educación para lograr los objetivos propuestos en el marco de la educación ambiental.
Cabe señalar que el PLANEA tiene como misión promover una educación y cultura ambiental que permita formar ciudadanos ambientalmente responsables que contribuyan al desarrollo sostenible y puedan enfrentar los retos del cambio climático.
En el evento se presentaron además las líneas de acción de ambos ministerios para la implementación del PLANEA resaltando la importancia de mapear las iniciativas relacionadas al Plan desde los diversos sectores y cooperación internacional.

Fuente:http://www.andina.com.pe/agencia/noticia-implementaran-plan-nacional-educacion-ambiental-655152.aspx

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