OEI, 5 de agosto de 2017. Fuente: Fundación Iberoamericana para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
Luces para la ciudadanía global es un proyecto impulsado desde la Fundación Iberoamericana para la Educación, la Ciencia y la Cultura, que nace en 2013 con el objetivo de inculcar a los más jóvenes unos valores que les lleven a construir una ciudadanía sostenible y comprometida con los problemas mundiales.
Durante los tres años que ha durado, el programa ha estado presente en 61 centros educativos de cinco países: Madrid, Rivas Vaciamadrid y Fuenlabrada en España, la Zona 9 Comuna de Milán en Italia, Sao João da Madeira en Portugal, Stuttgart en Alemania y Pécs en Hungría. En total se ha llegado a crear una comunidad de 100.000 personas beneficiarias.
El principal objetivo de ‘Luces para la ciudadanía global’ es sensibilizar a los estudiantes sobre la situación que atraviesa el mundo en el que viven y que sean conscientes de los grandes retos que hay que afrontar para mejorarlo. El proyecto trabaja con alumnos de todos los cursos, divididos por grupos de edad: de 6 a 8 años, de 9 a 11, de 12 a 15 y de 16 a 18.
Las actividades que se trabajaban en las aulas estaban divididas en cuatro bloques temáticos, medioambiente, derechos de la infancia, migraciones y discriminaciones. Los materiales de aprendizaje están disponibles en los cinco idiomas de los países que participaban en el proyecto y online para los docentes. El modo de aprendizaje se basa fundamentalmente en la reflexión del alumno mediante situaciones propuestas, muy similares a las que se dan en la vida real.
Además, otra de las principales líneas de acción de la iniciativa es en colaboración con la Organización de Estados Iberoamericanos y su proyecto ‘Luces para aprender’, un programa que persigue llevar electricidad solar y conexión a internet a las escuelas rurales de Latinoamérica. Ambos programas se fusionaron para poner en contacto a estudiantes europeos con alumnos de los centros educativos de Sudamérica. Ver las precarias condiciones en las que estudiaban los niños de América Latina fue una experiencia muy enriquecedora y un golpe de realidad para los alumnos occidentales.
El broche final de ‘Luces para la ciudadanía global’ lo pusieron cinco meses en los que los alumnos trabajaron en las aulas el drama humanitario que vive el mundo con la crisis de los refugiados. Estudiantes y profesores profundizaron en lo que significa tener que huir de tu país en busca de una vida mejor, así como en las causas y consecuencias que estos duros viajes provocan en los migrantes.
Tras estas importantes lecciones, los jóvenes estudiantes quisieron poner su pequeño granito de arena y compartir lo aprendido con la sociedad, reivindicando en la red un trato digno a los refugiados por parte de los gobiernos europeos.
“Ningún ser humano es ilegal y debemos respetar los Derechos Humanos” clama una de las niñas participantes en el proyecto, demostrando que el mensaje que transmiten les ha calado hondo y que están dispuestos a hacer lo que estén su mano para cambiar el mundo.
07 de junio de 2017 / Fuete: https://compartirpalabramaestra.org
Por: Roddy Enrique Rodríguez
Para lograr que una persona sea buen ciudadano, la misma debe valorar y tener en alta estima los principios y competencias que hacen de alguien un ciudadano virtuoso.
En Chocó un niño entiende lo terrible que es la injusticia gracias a un juego de roles. En Antioquia una niña se siente empoderada gracias a haber participado en un torneo de debate, mientras que en el Caquetá un grupo de niños aprenden la importancia de la confianza y el capital relacional gracias una dinámica de grupo donde deben resolver un problema trabajando en equipo.
En todos estos casos es posible transmitir e inculcar competencias ciudadanas en jóvenes estudiantes gracias al uso de experiencias vivenciales que dejan huella en los mismos y, honestamente, considero que esta es la mejor manera en que se puede formar en ciudadanía a los jóvenes de nuestro país.
Participación, tolerancia, deber, derecho, capital social y otros conceptos ciudadanos son difíciles de explicar y transmitir a casi cualquier audiencia, más aún si la misma es muy joven. Adicionalmente, resulta aún más difícil lograr que quienes aprenden dichos conceptos los internalicen, consideren que los mismos son realmente importantes, y por tanto efectivamente los pongan en práctica en manera diaria.
Por tanto, resulta menester superar modelos tradicionales de formación ciudadana basados en transmitir conocimientos asociados al sistema jurídico de un país o a los derechos y deberes que tiene un niño y ciudadano. Si bien es necesario que todo habitante de un país conozca dichos elementos, tal conocimiento no es suficiente ni asegura que una persona con dicha información será de hecho un ciudadano que contribuya al desarrollo político, social y económico de la nación.
Para lograr que una persona sea buen ciudadano, la misma debe valorar y tener en alta estima los principios y competencias que hacen de alguien un ciudadano virtuoso. Por su parte, lo que hace a un ciudadano virtuoso puede ser objeto de extenso debate, pero el enfoque de este artículo gira alrededor de la forma en que dichos valores, principios y competencias ciudadanas puedan ser inculcados en un niño o adolescente.
Ello me lleva de vuelta al inicio del presente texto: Las experiencias vivenciales. El aprender haciendo o la innovación en métodos educativos permite superar la barrera que implica transmitir conocimiento ciudadano para así alcanzar el objetivo deseado, el cual es la aprehensión, internalización y puesta en práctica de dichos conocimientos.
Ya sea a través de un juego, un torneo, un campamento, con el deporte, a través del arte, las dinámicas de grupo, la comedia, el cine, una simulación, los medios audiovisuales o cualquier otro medio no tradicional, la educación ciudadana puede ser transmitida en formas innovadoras, las cuales en comparación a la enseñanza tradicional resultan mucho más efectivas.
Dichos medios resultan más efectivos por numerosas razones. Los mismos logran que el participante vea las implicaciones de lo aprendido en la vida diaria, así como también permiten mayor involucramiento (engagement) por parte del estudiante, deseo de superación, entusiasmo, estimulación de la actividad cognitiva y experiencias fuera de lo común que dejan moralejas y aprendizajes difíciles de olvidar, entre otros tantos beneficios mencionados por la literatura especializada en gamification y nuevas formas de enseñanza.
En un país profundamente marcado por la violencia en sus distintas expresiones, el fin del conflicto armado ofrece una oportunidad histórica para crear las bases que nos permitirán construir la nación que queremos ser, y uno de dichos cimientos sin duda es contar con ciudadanos que contribuyan al desarrollo integral de la nación.
Pero para tener dichas bases debemos educar a los ciudadanos que conformarán las mismas, por lo cual debemos comenzar de inmediato. Y para que dicha formación sea efectiva, sin duda deberemos apostar a herramientas innovadoras de educación, pues sólo las mismas permitirán que un niño aprenda y desee ser un buen ciudadano.
En el Centro Incide nos alegra contribuir a construir un mejor país ideando e implementando nuevas formas de educar en ciudadanía, siendo las experiencias vivenciales una de ellas. Cada persona que formamos es potencialmente un mejor ciudadano en el futuro, pero dichos esfuerzos no deben limitarse a educar unos cuantos niños, sino que deben ser un esfuerzo mancomunado por masificar la cultura deliberativa y ciudadana, pues contar con buenos ciudadanos será el pilar fundamental que nos permitirá construir la Colombia que todos queremos.
Una serie de medidas se piensan implementar en 2019.
Una serie de modificaciones al currículo escolar prepara el Ministerio de Educación, con el fin de que sean aprobadas a fines de este año y que desde el 2019 comiencen a funcionar los terceros medios de las escuelas con la nueva estructura.
De acuerdo a El Mercurio, una de las propuestas es la presencia obligatoria de la asignatura de Educación Ciudadana, que contará con dos horas a la semana.
El objetivo de este ramo es “desarrollar un conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes para que los estudiantes se desenvuelvan en un sistema democrático”. De esta forma, se contribuye a la formación integral, al ser un espacio donde convergen distintos saberes y prácticas y permitirán a los estudiantes “valorar y defender los derechos humanos y analizar las relaciones políticas, económicas y sociales que se dan en un territorio”.
Además de esto, vale mencionar que la propuesta también contempla que exista un plan común con ramos típicos como Lengua, Ciencias y Filosofía, pero que además se crearán 24 asignaturas en tres áreas de aprendizaje: Lengua, Ciencias y Desarrollo Personal. Allí, los estudiantes de tercero medio deberán tomar una especialización en cada área, mientras que los de cuarto podrán elegir la que quieran.
También se sumará el curso “Proyecto” con la que se busca que el alumno aborde una situación o problema que le intereses, primero con una investigación y luego a través de la formulación de propuestas de solución.
De momento, la serie de modificaciones están en consulta pública y se pueden revisar en www.basesdelfuturo.cl.
La construcción de un invernadero con material reciclado fue uno de los primeros pasos a dar.
En declaraciones a Radio Líder, el Director de la Escuela de Adultos del Centro Penitenciario de Monterroso (Lugo), Pedro Cantero, explicó que la edición, por parte de la institución, del libro “El Huerto Ecológico”, en el que colaboró Sogama, constituía el broche a un proyecto medioambiental en el que participaron muchas personas, tanto profesionales como internos, y al que todos dedicaron muchas horas de trabajo. “La satisfacción con la labor realizada es para nosotros la mayor recompensa”, reconociendo que “la complicidad entre compañeros ha sido aquí fundamental”. Con humor, y a título anecdótico, narraba que “a veces nos desplazábamos a varios sitios con la manguera, lo llenábamos todo de tierra, molestábamos con las herramientas, y ya no se sabía si aquello era una escuela o una ferretería”.
La protección del entorno constituye en el penal monterrosino uno de los ingredientes fundamentales de su política de reinserción social. A través de actividades medioambientales diversas, los reclusos aprenden e interiorizan valores tan importantes para la vida como la solidaridad, el respeto, la amistad, la lealtad, la convivencia y la responsabilidad, de ahí que el centro haya instaurado un plan educativo en el que está muy presente la ecología, el medio natural y la vida saludable.
CERRAR EL CICLO DEL RECICLAJE
La construcción de un invernadero con material reciclado fue uno de los primeros pasos a dar. Para ello se emplearon 5.000 botellas plásticas de agua de 1,5 litros recogidas en el propio centro. A esta primera actuación, le siguieron otras, enmarcadas todas ellas en un proyecto europeo sobre desarrollo sostenible en el que el centro se integró junto a socios de otros países tales como Austria y Turquía.
Una de las acciones más destacables fue la puesta en marcha de un huerto ecológico, que dio lugar al libro que lleva el mismo nombre, presentado oficialmente el pasado mes de octubre en el ayuntamiento de Monterroso. Los interesados pueden descargarlo, en formato online, a través de la página web de Sogama.
El autocompostaje constituyó otra línea de actividad. El abono resultante, tal y como verificó la propia Universidad de Santiago de Compostela a través del correspondiente análisis científico, cuenta con todos los requisitos de calidad, pudiendo incluso ser aplicado en la agricultura con absolutas garantías y sin restricciones.
Pedro Cantero se muestra convencido de que el magnífico compost que se obtiene en el centro a través de 10 compostadores, repartidos estratégicamente entre varios módulos, se nota finalmente en la calidad de los productos, que destinan a autoconsumo. “Hemos tenido muy buena cosecha de tomates, calabacines y pimientos, que son artículos muy exigentes, y también de plantas aromáticas”, desveló. De todas formas, el Director de la Escuela de Adultos insistió en que “nuestro fin no es producir tomates, sino que el cultivo de los mismos constituya un medio de trabajo para que los internos sean conscientes de la importancia que tienen elementos tan básicos para la vida como es el agua, cuyo consumo debemos racionalizar porque es un bien escaso”.
FACILITAR LA REINSERCIÓN
En este sentido, sostiene que “nosotros no podemos reinsertar a las personas, pero sí darles pautas, consejos y abrirles puertas, porque son las propias personas las que deciden finalmente si quieren dar un giro a su vida e integrarse en una sociedad que, no olvidemos, tiene sus dificultades”. Cantero no conoce ningún otro centro penitenciario en España ni en Europa que esté llevando a cabo actividades similares. “No quiero ser pretencioso, pero creo que sí, que la palabra pioneros nos encaja”. La experiencia acumulada les ha llevado a construir un segundo invernadero cuya estructura metálica está conformada por restos de paneles viejos y un tejado montado con palos de escoba. “Todo muy rudimentario, pero efectivo”, resolvió.
Sinopsis: La escuela ciudadana es aquella que se erige como un centro de derechos y deberes. Lo que la caracteriza es la formación para la ciudadanía. La escuela ciudadana, pues, es la escuela que desarrolla la ciudadanía de los que en ella están y de los que a ella acuden. No puede ser una escuela ciudadana en sí y para sí. Es ciudadana en la misma medida en que construye la ciudadanía de quien usa su espacio.
La escuela ciudadana es una escuela coherente con la libertad. Es coherente con su discurso formador, libertador. Es ciudadana toda escuela que, procurando ser ella misma, lucha para que los educandos-educadores también sean ellos mismos. Y como nadie puede existir solo, la escuela ciudadana es una escuela de comunidad, de compañerismo. Es una escuela de producción común del saber y de la libertad. Es una escuela que nunca puede ser licenciosa ni autoritaria. Es una escuela que vive la experiencia tensa de la democracia.
Fuente de la reseña: http://www.octaedro.com/OCTart.asp?libro=10438&id=es&txt=Autonom%EDa%20de%20la%20escuela%20title=Portada%20de%A0Autonom%EDa%20de%20la%20escuela
Fuente de la imagen: http://www.octaedro.com/images/10438.jpg
Entrevista/06 de septiembre de 2016/Fuente: trabajadores.cu
Lograr sistematicidad y organicidad en los contenidos que aborden temas relacionados con la educación moral y ciudadana en Cuba constituye el punto de partida para una nueva propuesta de asignaturas que abarcará todos los niveles de enseñanza, desde la primera infancia hasta el preuniversitario y la técnica y profesional.
Ello es parte del tercer perfeccionamiento que lleva a cabo el Ministerio de Educación (MINED) y, de manera particular, la subcomisión de Marxismo-Leninismo de planes y programas, que preside la Doctora en Ciencias Nancy Chacón Arteaga, de la Universidad Pedagógica Enrique José Varona.
Sobre la novedad, la también presidenta de la Cátedra de Ética aplicada a la Educación, señaló la importancia de insertar estos temas en cada uno de los currículos de los diversos niveles educativos, así como la continuidad que debe estar presente entre unos y otros.
Desde ese punto de vista, explicó, resulta esencial garantizar (desde las asignaturas más generales hasta las particulares) la formación en los estudiantes de una conciencia revolucionaria y reafirmar nuestra identidad nacional y patriótica, para saber quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos.
De ahí que actualmente —y a partir de la nueva concepción— un grupo de trabajo intensivo se ocupa de la elaboración de programas, orientaciones metodológicas y libros de textos.
Educar sobre la base de vivencias y experiencias
La especialista precisó que al margen de ello existen otros ejes educativos relacionados con salud, género y sexualidad, familia, medio ambiente, educación laboral, orientación vocacional y formación profesional (OVFP).
“Ello quiere decir que este programa, sobre todo en secundaria básica que transita por tres grados, tiene la posibilidad de incluir junto a los contenidos básicos que guardan relación con el tema ético, político y jurídico de nuestra sociedad, otros de carácter educativo, como la convivencia y la armonía desde la familia, el cuidado a los adultos mayores.
“Así, en la primaria se trabajaría a nivel de nociones, teniendo en cuenta el mundo más cercano de los niños de 5.° y 6.° grados, sobre la base de sus vivencias y las representaciones de los procesos en que están inmersos. Por lo tanto, no abordaríamos los conceptos acabados que luego se introducirían en secundaria básica y que después se desarrollarían y ampliarían en el preuniversitario.
“De lo que se trata es de restar densidad a los conocimientos, en el sentido de irlos abordando gradualmente, de incorporar los que se encuentran más próximos a la edad de los estudiantes, haciendo énfasis en los aspectos educativos, particularmente de la educación moral, porque están en la base de toda la formación ciudadana”. La profesora universitaria aclaró que la nueva propuesta tiene presente la necesidad de articular los contenidos; es decir los ya adquiridos con los nuevos. De esta forma en 10.° grado se introducirá Cultura Política e Ideología de la Revolución Cubana, en tanto en 11.° grado será Cultura Política y la Construcción del Socialismo en Cuba. “La cultura política no es algo aislado, sino responde a la preparación para la vida ciudadana de nuestros alumnos, solo que con otro nivel de profundidad y partiendo de la ideología de la Revolución cubana, de los fundamentos del Marxismo, del pensamiento progresista, universal y latinoamericano del cual somos también herederos”.
¿Cuando hablamos de educación/ formación ciudadana a qué nos estamos refiriendo?
Es el sistema de influencias (escolares, familiares, sociales) que reciben los niños, adolescentes y los jóvenes, incluso los adultos y que, también, concede a las personas conocimientos sobre la forma de comportarse, relacionarse con los demás y asumir una actitud ante la vida de forma autorregulada, donde la moral, los valores, los principios y las costumbres raigales más progresistas formen parte de sus vidas.
Igualmente les da la posibilidad de saber en qué sociedad viven, cuáles son las leyes que la rigen, cómo conducirse y respetar la legalidad, conocer la patria y su historia, los símbolos y atributos, cómo respetarlos y defenderlos, en qué consiste el sistema socialista cubano, cómo funciona, de qué democracia estamos hablando. Todo eso y más es formación ciudadana.
Es formar al individuo como una persona de bien, insertarlo armónicamente en esa sociedad para que crezca como ser humano y así pueda contribuir con el proyecto socialista que queremos sea cada vez mejor.
¿Considera que estos cambios podrán incidir de manera favorable en el comportamiento de los educandos?
Creo que las asignaturas, indiscutiblemente, desempeñan un papel, pero no lo son todo. Por esa razón en estos momentos también la escuela está siendo objeto de transformaciones. Desde hace dos cursos se implementaron algunas adecuaciones, a lo cual se sumó el experimento que en la actualidad se lleva a cabo en más de 100 escuelas del país.
En esta nueva concepción de la educación para la vida ciudadana vamos a trabajar en dos direcciones muy vinculadas entre sí: una tiene que ver, precisamente, con las asignaturas, lo cual se concreta en un programa, insertado en el plan de estudio, con orientaciones metodológicas y libros de texto (ahora vamos a empezar en su elaboración).
Lo otro es el sistema de trabajo de la institución escolar, un eje que atraviesa toda la concepción de la escuela cubana y que no solo incluye currículos, sino es un modelo educativo que articula e integra los elementos.
No obstante, en esta dinámica un elemento muy importante son los maestros y los profesores, los encargados de poner todo ello en práctica, quienes deben ser capaces de trascender lo que dice el programa, el libro de texto y las orientaciones metodológicas.
Para eso hay que leer, buscar información, estar muy actualizados de lo que acontece en nuestra sociedad; conocer de la política del Partido, de la transformación de nuestro modelo económico y social, de los temas migratorios y de la normalización de las relaciones entre los Estados Unidos y Cuba, por mencionar algunos ejemplos.
Entonces tienen que ser personas muy entregadas, dedicadas, como todo educador. Solo que la Lengua Española, la Física, la Matemática son asignaturas tradicionales, sus contenidos son abordados por disímiles autores y se encuentran en múltiples libros. Sin embargo, no ocurre lo mismo con la educación ciudadana.
Esos contenidos están en los libros de Historia, en documentos legales, en la Constitución, en las fuentes del pensamiento revolucionario, en la prensa. Es decir que esta es una disciplina atípica al compararla con otras, y se nutre de la propia sociedad.
Algo no menos importante es el papel de la familia en la formación de los hijos. En el hogar resulta fundamental hablarles a los niños de las normas de convivencia, y la escuela debe ser portadora de todos esos elementos de la educación moral y ética. A eso estamos llamados todos los educadores.
América del Sur/Chile/05 Junio 2016/Fuente y Autor: Sur Actual
Con una emotiva ceremonia culminaron los docentes de Los Ríos su participación en el curso de Formación Ciudadana y Derechos Humanos. La capacitación que se inició en agosto del año pasado, permitió que un total de 75 profesores y directivos de 25 establecimientos educacionales de la provincia de Valdivia y el Ranco adquirieran nuevos conocimientos, metodologías y herramientas para desarrollar al interior del aula procesos pedagógicos que permitan incorporar y ampliar en alumnos conocimientos en Educación Cívica y Formación Ciudadana con el objetivo de apoyar y promover procesos de reflexión en los estudiantes a fin de preparar sujetos socialmente activos del quehacer en sociedad.
La seremi de Educación, Erna Guerra, manifestó que esta iniciativa impulsada por la presidenta Michelle Bachelet y desarrollada por el Ministerio de Educación tuvo por objetivo apoyar a los establecimientos para que fortalezcan sus prácticas en temas de participación, democracia, convivencia ciudadana y respeto por la diversidad, añadiendo que con la promulgación de la Ley de Formación Ciudadana se hace necesario tener instaladas las competencias en los docentes para que fortalezcan esta área desde la educación pre escolar.
“Sin duda, esta iniciativa impone al sistema educativo un gran desafío, pues releva la necesidad de hacer visibles, formas y estrategias que permitan a las organizaciones educativas incorporar una política curricular con enfoque en la educación ciudadana, para así entregar a las nuevas generaciones una formación para la vida cívica y la comprensión de la ciudadanía global, a fin de propiciar una convivencia integradora con el claro objetivo de trabajar por la cohesión social”, expresó la autoridad.
La autoridad agregó que esta Ley establece que todos los establecimientos educacionales del país deberán contar con un Plan de Formación Ciudadana, acorde con su Proyecto Educativo Institucional, y que este plan debe ser público, ya que el director debe darlo a conocer al Consejo Escolar a comienzos de cada año, siendo su existencia fiscalizada por la Superintendencia de Educación.
A raíz de esto, es que los docentes que participaron de esta capacitación ya están trabajando al interior de sus comunidades educativas proyectos que permitan aportar al fortalecimiento de participación ciudadana y el desarrollo democrático en los colegios.
Adriana Del Río, directora de la Escuela Chile en Valdivia, se refirió a su participación en este curso, indicando que para su comunidad educativa ha sido un privilegio ser partícipe de esta iniciativa, ya que les permitirá incorporar la temática de la Formación Cívica al establecimiento con mejores herramientas, añadiendo que ya están trabajando acciones para cumplir con la nueva ley que establece que a partir del segundo semestre de este año se deben realizar acciones que promuevan la Formación Ciudadana dentro de los escuelas. “Nosotros ya hemos establecido una serie de acciones para nuestro plan de mejoramiento educativo, lo cual nos permite en el área de convivencia incorporar acciones tales como debates, charlas sobre temas de derechos humanos y otros de interés ciudadano”, expresó la directora.
Por su parte Eduardo Amolef, director del Liceo Gabriela Mistral de Máfil, señaló que participar de esta capacitación les ha permitido actualizarse en relación a los conceptos y contenidos, siendo a su juicio esta capacitación pertinente y vinculante porque tiene relación con el proceso que se vive en el país. “Fue un reactualización encontrarse con los conceptos que hoy se están aplicando y conocer experiencias de otros establecimientos en esta materia. Con las orientaciones del Mineduc en relación al plan de Formación Ciudadana vamos a poder realizar mejores actividades vinculando a toda nuestra comunidad, especialmente a los más pequeños porque son necesarios para el desarrollo de nuestra sociedad”, expresó eL directivo.
La Seremi finalmente añadió que la Formación Ciudadana, es un concepto que debe estar presente en los procesos de enseñanza y aprendizaje de los/las estudiantes de forma transversal, puntualizando que es una competencia que como se busca queremos incentivar en nuestros niños, niñas y jóvenes, de manera de configurar en ellos aprendizajes realmente integrales.
Fuente de la noticia:http://www.suractual.cl/2016/05/75-docentes-de-los-rios-culminaron-curso-de-formacion-ciudadana-y-derechos-humanos/
Fuente de la imagen: http://www.suractual.cl/wp-content/uploads/2016/05/DSC_1282.jpg
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