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España: Diputación y USC inyectan 400.000 euros en el campus de Lugo para «reforzar» la educación superior pública «de calidad»

España / www.20minutos.es / 24 de Enero de 2018

La Diputación y la Universidade de Santiago de Compostela (USC) destinan 400.000 euros al campus de Lugo para «reforzar» la educación superior pública «de calidad» en esta ciudad. El presidente del organismo provincial, Darío Campos, y el rector de la USC, Juan Viaño, han firmado este lunes la quinta edición delplan de choque para el campus, convenio de colaboración en el que la Diputación aporta 350.000 euros y la universidad los 50.000 restantes. La iniciativa contempla el desarrollo de ocho actuaciones, entre ellas la realización de un plan de promoción de Lugo como ciudad universitaria y de las titulaciones del campus, la determinación de un plan de becas para gastos de matrícula en las titulaciones con problemas de demanda y un plan de captación de estudiantes de otras nacionalidades. También prevé el desarrollo de un plan de apoyo para las prácticas de campo de las titulaciones del campus, el fomento de las titulaciones de máster oficial, el impulso de la docencia semipresencial o a distancia mediante la implantación de nuevas tecnologías, el impulso de la divulgación científica y la captación de nuevos talentos y mejora de las infraestructuras deportivas, docentes e investigadoras en el campus de Lugo. Campos ha destacado este lunes que el campus ha aumentado la tasa de ocupación de plazas en las titulaciones de grado en más de un 7 puntos desde 2014 (de 62,9% a 70,5%) y ha incrementado en un 3% los estudiantes de nuevo ingreso en las titulaciones de grado (de 687 a 706), a través de esta iniciativa. Además, un total de 406 alumnos recibieron ayudas del plan de becas en los últimos tres años y 180 alumnos de otras nacionalidades escogieron la capital lucense para cursar sus estudios universitarios, lo que supone un 16% del total del alumnado, de acuerdo con los datos de presidente de la Diputación. Por su parte, el rector ha aprovechado para agradecer la disposición y receptividad del gobierno de la Diputación de Lugo para llevar a cabo el convenio. «Poder disponer de una educación superior pública y de calidad es uno de los pilares del estado de bienestar y un indicador de que queremos ser un país desarrollado que aspira a estar entre los mejores del mundo», ha afirmado. MÁS RESULTADOS La Diputación, a través de un comunicado de prensa, ha enumerado los resultados de cada una de las medidas impulsadas por el plan de choque desde 2014. Así, desde 2014 y hasta 2016 un total de 406 alumnos se beneficiaron de las becas con las que la Diputación asume el 50% de los costes de matrícula. A la espera de conocer los datos de 2017, la institución espera superar los 500 beneficiarios. El pasado curso 2016-2017 se destinaron 97.518 euros al plan de apoyo para las prácticas de campo de las titulaciones, mientras que el número de estudiantes de nuevo ingreso en las titulaciones de máster se incrementó un 12%. De 2014 a 2016 se desarrollaron 65 acciones formativas en la provincia con la universidad de verano y se mejoraron el hospital veterinario y las fincas de prácticas del campus, entre otras instalaciones.
Fuente: https://www.20minutos.es/noticia/3241149/0/diputacion-usc-inyectan-400-000-euros-campus-lugo-para-reforzar-educacion-superior-publica-calidad/#xtor=AD-15&xts=467263

 

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El derecho a la educación en Chile: un debate inconcluso

Por: Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia

El Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia (ODEJ) es una plataforma para el pronunciamiento público, impulsado por el campo estratégico en modelos y políticas educativas del Sistema Universitario Jesuita (SUJ). Su propósito consiste en la construcción de un espacio de análisis informado y de posicionamiento crítico de las políticas y las reformas educativas en México y América Latina, arraigado en la realidad social acerca de las injusticias del sistema educativo, y recupera temas coyunturales y estructurales con relación a la agenda educativa vigente.

Dr. Juan Pablo Queupil

Centro de Investigación para la Educación  Inclusiva

Ha comenzado el año 2018 y en Chile asumirá el próximo marzo un nuevo presidente. Como era de esperar, la política educativa estuvo presente en cada uno de los debates que precedió la elección de la centro-derecha, representada por Sebastián Piñera, quien va por su segundo mandato, luego de que su primer gobierno haya desbancado a la centro-izquierda, liderada por Michelle Bachelet. Curiosamente, esto se repite por segunda ocasión.

En los últimos 45 años, estos dos bandos políticos han estado demarcados por el hito histórico del golpe de Estado de 1973, encabezado por el ya fallecido General Pinochet, quien aún pareciera tener una presencia en varios asuntos nacionales, reflejada en la imposición de reformas en educación, salud, sistema de pensiones, e incluso en la constitución chilena, entre otros ámbitos de acción.

Dentro de este ambiente post-elecciones presidenciales y de cambio de gobierno, no es sorpresa que la educación siga siendo una temática en la primera línea de la política pública chilena. Es claro que existe un consenso sobre los beneficios de una sociedad más educada, trayendo consigo efectos positivos en la economía, aspectos culturales, en la movilidad social, entre otros, analizados ampliamente por la literatura. Sin embargo, el retorno a la democracia en Chile, en los inicios de los años ’90, cimentó a los bandos políticos mencionados con dos posturas y visiones de la educación, en una dicotomía que se ha mantenido por casi cinco décadas. Además, como efecto de todo lo anterior, cabe considerar que Chile es uno de los países con mayor inequidad y segregación social y educacional en el mundo (Valenzuela, Bellei & De Los Ríos, 2010), lo cual no se ha logrado sortear y más bien se ha incrementado.

Así, desde que la dictadura impuso un modelo neoliberal para la educación, como lo ha resumido Atria (2014), la dicotomía en Chile radica en entender la educación como un bien de mercado versus un derecho social. Si bien la presidenta Bachelet ha intentado llevar adelante un cambio de paradigma hacia esta última noción de cómo entender y comprender la educación, esto no está declarado de forma explícita en la Constitución chilena heredada por la dictadura, y lo que pareciera ser aún más anecdótico, el electo presidente ha expresado explícitamente su inclinación por lo primero, igualmente matizando su discurso ante su inminente segunda elección.

Por ello, llama la atención que aún no ha sido abordado apropiadamente el debate sobre qué entendemos por el derecho a la educación en Chile. Si bien esta es una frase que aparece en cada proyecto de ley dentro de la reforma educacional impulsada por la presidenta Bachelet, más bien pareciera ser concebida en términos de “un ideal” o una visión de algo deseable (al menos declarativamente), y no como algo garantizado para los ciudadanos chilenos. Tal vez el más optimista podría aseverar que, a través de diversos mecanismos o programas, es un anhelo de recuperar un derecho usurpado por la dictadura. Así, entre estos últimos esfuerzos destacan la Ley de Inclusión Escolar (Ley N°20845, 2015), la reciente ley del nuevo sistema de educación pública (Ley N°21040, 2017) y la gratuidad de la educación superior –hasta ahora sólo para los seis deciles más pobres de la población, y en instituciones acreditadas–. En este sentido, si consideramos sólo esta última iniciativa, estaríamos lejos de afirmar que la educación es un derecho universal, pues además debemos considerar que en Chile hay miles de personas endeudadas por décadas, tras haber obtenido créditos y préstamos para cursar sus estudios superiores. Paradójicamente, la educación superior era gratuita (no involucraba pago de aranceles) antes de la dictadura, igual que la mayor parte de la educación pública escolar.

El propio Atria (2014), abogado constitucionalista de profesión y ferviente militante de la izquierda chilena, ha asegurado que la educación tiene dos dimensiones:

Bajo la primera, educación es lo que se provee al ciudadano en cumplimiento de su derecho; se trata aquí de la educación como derecho social. La segunda dimensión de la educación se desprende del hecho que hay algo importante (público) en las instituciones que proveen educación y en la forma en que lo hacen (p. 125).

Se trata entonces de un debate que debiera incorporar la comprensión de qué se entiende por ciudadanía y de “lo público”. Incluso más, Atria destaca que, al contrario de la educación escolar, el caso de la educación superior en Chile debe ser tratado de forma diferente, considerando la autonomía que (todavía) gozan sus instituciones. Sobre todo si se tiene en cuenta que ésta podría variar a medida que se incremente la cantidad de universidades que reciben aportes públicos directos o indirectos, aspecto que todavía está en discusión en un actual proyecto de ley. En el ámbito internacional, RESULTS, ONG de Estados Unidos, creó un índice del derecho a la educación -Right to Education Index-, el cual es comparativo entre diversas naciones, donde Chile ocupa el último lugar, superado incluso por países como Zimbabwe o Tanzania en aspectos tales como gobernabilidad, disponibilidad, accesibilidad, aceptación y adaptabilidad.

A su vez, si se habla del derecho a la educación, no puede dejarse de lado su innegable valor público. Así, por ejemplo, diversos factores del tipo “no académico”, usualmente asociados con el rendimiento escolar, son aspectos transcendentales de la educación, tales como la formación de la ciudadanía, el clima escolar, la motivación y el compromiso con el aula y la escuela, entre otros. En las últimas décadas, diversos investigadores han afirmado que el valor público de la educación radica en que los factores mencionados desempeñan un rol importante para que los niños y jóvenes se desarrollen plenamente como ciudadanos críticos y sean actores relevantes en la sociedad. En la práctica, ésto implica pasar de una lógica donde prima el individualismo y los intereses de las personas como entes aislados, a una donde se prioricen la cooperación y los intereses comunes. Además, y por sobre todo, cambiar las políticas de focalización de recursos a ciertos grupos de la población a uno de universalismo que beneficie a la sociedad como un todo.

Lo anterior pareciera tener un vínculo con los paradigmas de los bandos políticos predominantes en Chile, pero siempre bajo un modelo neoliberal imperante en los últimos 45 años. Así, por ejemplo, este ha implicado que el Estado cumpla básicamente  un rol subsidiario de la demanda por educación de acuerdo al status socio-económico de sus solicitantes. En otras palabras, los colegios reciben recursos económicos en base a la cantidad de estudiantes y de acuerdo al porcentaje de asistencia a clases del alumnado, generando una serie de incentivos perversos, afectando los factores académicos y no académicos del proceso de enseñanza-aprendizaje en el aula. Recientes leyes han tratado de corregir estas “fallas de mercado” con un prisma basado en el concepto de “inclusión”, prohibiendo, entre otras medidas, la discriminación arbitraria de la admisión de las escuelas través de la mencionada Ley N°20845. Así, se ha tenido que recurrir a corregir las reglas del mercado a través de un sinfín de normativas y regulaciones, en un marco donde no se logra conciliar el pleno derecho a la educación.

Se advierte entonces que el Estado chileno sigue cumpliendo un rol subsidiario, ayudando a los segmentos de la población con menores recursos, con regulaciones tales como la “gratuidad” en la educación superior, o hasta hace pocos años, la política de vouchers para que estudiantes asistieran a la educación privada-subvencionada. Lo anterior ha experimentado una eliminación paulatina, aspirando a que las familias de menos recursos matriculen a sus hijos e hijas a escuelas públicas sin pagar ni un solo peso. En el debate, esto ha sido entendido por la centro-derecha como una trasgresión flagrante del derecho a elegir la educación que quieren los padres para sus niños y niñas. Por su parte, la centro-izquierda argumenta que difícilmente una familia de bajos recursos socioeconómicos puede elegir una educación privada, asociada usualmente a altos estándares de calidad, pero que involucra un alto costo económico relacionado con pagos de matrícula y otros gastos asociados. Así, el país aspira a algo mayor que el propio derecho a la educación, expresado en el derecho a una educación de calidad, lo cual, como era de esperar, también se ha vuelto un anhelo que aparece en diversos proyectos de ley, discursos y promesas inocuas. Si a ello se le suma el ideal de lograr una educación equitativa e inclusiva (en su más amplio sentido de la palabra), estamos ante un cambio radical de paradigma, al menos en términos declarativos, y solo el tiempo dirá si efectivamente se lograrán estos y otro nobles objetivos y metas educacionales.

De hecho, en términos de educación primaria, secundaria y terciaria, destaca la amplia cobertura que se ha alcanzado a nivel nacional (Hernández, Arteaga, Hernández & Lagarda,2017). Sin embargo, diversos estudios han mostrado que, en términos de calidad –puntajes en pruebas estandarizadas–, la distribución geográfica de colegios, vale decir, “oportunidades educativas”, está lejos de ser equitativa, y mucho menos cercana a la población vulnerable (Rodríguez, 2016).

Así, el debate sobre el derecho a la educación tiene varias aristas: políticas, sociales, técnicas, administrativas, pero sobre todo interpretativas, pues más allá de qué tipo de institución (pública o privada) es la que provee la educación en cierta localidad, no debe olvidarse que la educación tiene un valor intrínseco que contribuye a la comunidad en una serie de aspectos que son importantes para el colectivo social. De no abordarse primeramente este punto, el riesgo de no lograr una educación de calidad, gratuita, inclusiva y equitativa para todos puede incrementarse en proporciones tales, que puede mermar el futuro de varias generaciones de estudiantes. Es de esperar que en Chile el debate alcance la altura de miras necesaria para que el proyecto país en términos educativos sea realmente un derecho explícito y garantizado para cada uno de sus ciudadanos.

Referencias

Atria, F. (2014). Derechos sociales y educación: un nuevo paradigma de lo público. LOM Ediciones, Santiago, Chile.

Hernández, J. M. O., Arteaga, M. A. M., Hernández, P. M., & Lagarda, A. M. (2017). Análisis comparado de la cobertura de la educación superior en Corea del Sur y Chile: una reflexión para México. Perfiles Educativos39(155), 141-159.

Ley N° 20845. Diario Oficial de la República de Chile, Santiago, Chile, 29 de mayo de 2015.

Ley N° 21040. Diario Oficial de la República de Chile, Santiago, Chile, 16 de noviembre de 2017.

Rodríguez, P. (2016). La geografía de las oportunidades educativas: Determinando el acceso real de los estudiantes a establecimientos educacionales efectivos para generar políticas públicas que mejoren la provisión de educación de calidad. Proyecto FONIDE. Recuperado de https://centroestudios.mineduc.cl/

Valenzuela, J. P., Bellei, C., & De Los Ríos, D. (2010). Segregación Escolar en Chile. En ¿Fin de ciclo? Cambios en la gobernanza del sistema educativo. 209-229.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/el-derecho-a-la-educacion-en-chile-un-debate-inconcluso/

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Un golpe enorme contra la educación pública

Por: Rebelión/Darío Rizzuto y Guillermina Conqueira

La UEP (Unidad Ejecutora Provincial) es un espacio dentro de la Dirección General de Cultura y Educación que funciona hace 22 años en el cual planificamos, desarrollamos y ejecutamos, desde la ciudad de La Plata, obras e infraestructura educativa en toda la provincia de Buenos Aires. Además de financiar capacitaciones docentes, se llevan a cabo adquisiciones de mobiliario e insumos escolares. Es decir, se trata de un espacio general, en el cual se trabaja para el desarrollo de una educación pública y de calidad. Abarca todos los niveles y espacios educativos públicos de la provincia (escuelas agrarias, maternales, jardines de infantes, escuelas técnicas, etc.). Con la nueva gestión, el espacio se fue frenando progresivamente en estos últimos 2 años, hasta que nos llegó un email donde nos informaban su disolución. Por lo tanto, 380 personas nos quedamos en la calle el día 29 de diciembre del 2017. Nos echaron, ya que supuestamente existe “duplicación de tareas”, es decir, dos organismos que realizan la misma tarea. Pero ¡eso no es así! Ellos argumentan que nuestro trabajo también lo desarrolla la DPI (Dirección Provincial de Infraestructura). Sin embargo, este organismo tiene otra función donde tenemos trabajos complementarios: al disolver, la UEP la educación pública se quedó con uno de ellos solamente. Nosotros planificamos y proyectamos la obra de manera completa. Por ejemplo, si vamos a construir un jardín maternal, tenemos que tener en cuenta la cantidad de salones a construir y la altura de los techos para que los pibes no se pierdan, el diseño de las aulas para que incluyan espacios de expansión para maximizar las acciones pedagógicas y la orientación del edificio para que se obtenga la mayor capacidad de iluminación. Y esa tarea no la desarrolla la DPI. Somos personas que nos capacitamos y nos formamos en esto y es lo mejor que sabemos hacer. Esto, le otorga calidad a la educación pública. No se está tomando dimensión de la gravedad que conlleva desarticular este espacio. Incursionamos en tecnología, por ejemplo, utilizando energía solar: introducimos paneles fotovoltaicos en varias escuelas, colocamos colectores solares en más de 50 jardines para que los niños accedan a agua caliente, reforzamos los sistemas de seguridad en las escuelas, desarrollamos los espacios de informática en las escuelas del Gran Buenos Aires. Le otorgamos otro temple a la educación y defendemos la educación pública.

No se tuvo en cuenta ningún factor a la hora de desvincular a los 120 compañeros: quedaron 240 proyectos truncos por esta decisión, que estaban en cartera y sólo hacía falta licitarlos para llevarlos a cabo. En Alemania, tardan casi 2 años y medio entre la planificación y ejecución del proyecto, acá en 3-5 meses tenías proyectos ya licitados: tenemos una capacidad de trabajo profesional ejemplar. Además, los despidos fueron a dedo, sin contemplar el laburo realizado dentro del espacio: se echó a a gente comprometida y a trabajadores con enfermedades oncológicas en tratamiento. En estos últimos dos años, ni siquiera se tomaron el tiempo de saber cómo trabajamos cada uno de nosotros. Actualmente, estamos en una situación incierta, en la que no sabemos si vamos a continuar en nuestros puestos de trabajo. Lo único que queremos, es trabajar y seguir con este proyecto al cual le brindamos nuestra entrega y compromiso desde 1996. Ni los 3000 jardines que prometió Bullrich y nunca cumplió, ni las aulas containers que minaron el GBA, rigen por los derechos de una escuela de calidad. ¡La UEP es otra garganta de la educación pública y gratuita!

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=236661

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Guatemala: Aldeas Infantiles SOS promueve política de educación formal

Guatemala/15 de Enero de 2018/Newsinamerica

Con el objetivo de garantizar una educación digna para todos los niños, niñas, adolescentes y jóvenes que participan en sus diferentes programas, Aldeas Infantiles SOS promueve a nivel mundial su “Política para una educación formal”.

Esta política expresa la posición de Aldeas Infantiles SOS ante la educación formal y constituye un marco de acción para todas las organizaciones. Su implementación corre a cargo de los/las empleados/as y demás personas involucradas dentro de la organización y repercute en todos los aspectos de la labor misma. El documento fue elaborado de acuerdo con las raíces, visión, misión y valores de Aldeas Infantiles SOS y a la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño.

Aldeas Infantiles SOS cree firmemente en una educación de calidad como medio para romper el círculo de marginación, pobreza, violencia y desintegración familiar, ya que por medio de la educación, los niños y niñas adquieren las habilidades necesarias para llevar una vida digna y respetable y se les faculta para llegar a ser miembros activos de la sociedad.

En el marco de los programas de Fortalecimiento Familiar y Acogimiento Familiar en un entorno familiar, se garantiza el acceso a una educación cualitativa a todos los niños y niñas sin distinción de género, origen étnico, creencia religiosa, capacidades o cualquier otra condición. Además de abogar por la implementación de una enseñanza primaria, gratuita y obligatoria, para todos los niños y niñas de su grupo meta, que sea integral, relevante y de calidad.

Junto a socios y otras personas involucradas amplían la capacidad de las escuelas y guarderías públicas a las que asisten los niños y las niñas de sus programas.

“La promoción del derecho a la educación es muy importante para nosotros, porque creemos que a través de la educación, los niños, niñas, adolescentes y jóvenes pueden progresar, cumplir sus sueños y contribuir al desarrollo de nuestro país”, – explica, Angélica Herrera,- Directora Nacional, Aldeas Infantiles SOS Guatemala.

PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA ACCIÓN:

  • Promover una educación centrada para cada niño y niña
  • Apoyar a los padres y madres en el papel de principales cuidadores y educadores de sus hijos e hijas
  • Invertir en la calidad de los maestros y maestras
  • Velando por la eficacia de las escuelas
  • Trabajar en cooperación para favorecer el desarrollo sostenible
  • Realizando esfuerzos para fomentar la justicia Social

CAMPAÑA SUMAS O RESTAS:

Por segundo año consecutivo Aldeas Infantiles SOS Guatemala lanza la campaña educativa “¿Sumas o Restas?”, que tiene como objetivo sensibilizar a la sociedad en general sobre la importancia de la educación para los niños, niñas, adolescentes y jóvenes en su desarrollo personal y para el desarrollo de la sociedad.

Para conocer más detalles de la campaña ingresar a: www.aldeasinfantiles.org.gt o en la Fan Page /Aldeas Infantiles SOS Guatemala.

Fuente: http://newsinamerica.com/pdcc/aldeas-infantiles-sos-promueve-politica-de-educacion-formal/

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Entrevista a Luis Guillermo Patiño: ‘Queremos que todos los niños tengan educación de calidad’

29 Diciembre 2017/ Fuente: El Tiempo /Autor: Heidi Tamayo Ortiz
Tres grandes programas constituyen los mayores logros en educación en Medellín. Uno busca erradicar la deserción escolar. Otro, que las escuelas y las comunidades sean entornos protectores para los estudiantes. El último, que cada vez haya mejor calidad académica.

Luis Guillermo Patiño, secretario de Educación de la ciudad, los calificó como los aciertos más importantes de este año, pero también habló de otras iniciativas y retos para seguir cerrando las brechas entre educación pública y privada.

¿Cuántos niños lograron llevar a las aulas con ‘En el colegio contamos con vos’?

Luis Guillermo Patiño: con ese programa escolarizamos más de 1.991 niños que estaban en la calle. Fuimos a los barrios, tocamos las puertas, hablamos con los papás y los cuidadores, los escolarizamos. El 95 por ciento de ellos terminaron el año escolar muy bien y están en proceso de matrícula para el siguiente año.

Fue muy bonito porque eran niños que perdieron la esperanza por estudiar que habían salido del ámbito educativo, que estaban en las esquinas y las calles expuestos a muchos problemas. El resultado es que la tasa de deserción pasó de 3,4 en 2015 a 3,1.

Y crearon una estrategia para la permanencia…

L. G. P: creamos ‘Escuela, entorno protector’ y la llevamos a las 228 instituciones educativas oficiales, a más de 291.000 niños. El programa busca la formación integral de los estudiantes, con sicólogos, con pedagogos y artistas. Por primera vez tenemos un sicólogo en cada colegio para acompañar a los padres de familia, los estudiantes y los maestros.

Hemos generado estrategias para evitar el bullying, el embarazo adolescente, el reclutamiento. Hemos atendido más de 9.000 familias y 12.000 alumnos. Esto redunda en que hemos mejorado el ambiente escolar, el respeto, la convivencia y la seguridad para los estudiantes. En lugares con problemáticas serias como Castilla, Altavista o Robledo ampliamos de escuelas protectoras a comunidades protectoras.

¿Hay otras estrategias para evitar la deserción?

L. G. P: estos se suman a otros programas como 240.000 chicos de colegios oficiales que cuentan con alimentación escolar y más de 12.000 niños que tienen transporte escolar contratado por la Alcaldía para que en caso de que no vivan cerca del colegio puedan ir y regresar sin dificultad.

¿Cómo les fue en calidad?

L. G. P: también logramos consolidar la estrategia para el mejoramiento de la calidad: ‘SaberEs’, que busca formar a los estudiantes y a los profesores en competencias académicas para que mejoren el rendimiento. Ingresan a plataformas virtuales, en las que todos los niños de los diferentes grados acceden a simulacros, se les hacen recomendaciones y retroalimentación. También hay dos megaulas, para mejorar competencias en lectoescritura y matemáticas.

Cerrar las brechas entre colegios públicos y privados es una de las metas en educación en Medellín.

¿Se notaron los resultados?

L. G. P: Medellín, durante estos dos últimos años, ha logrado mejorar en el global de Pruebas Saber 11, de 264 a 272 puntos. Lo más bonito es que el mejoramiento ha sido liderado por los colegios oficiales, el 88 por ciento de estos subieron en pruebas estandarizadas.

En 2015, el 55 por ciento de los colegios estaban en las categorías más altas (B, A y A+), pero en 2017 tenemos el 64 por ciento de los oficiales en estas categorías. Las pruebas abren oportunidades, muchos más van a acceder a una de las becas de Sapiencia o a las 10.000 becas pertinentes.

También hubo muchos más pilos este año…

En los dos últimos años, hemos tenido 1.005 ser pilos paga y el 75 por ciento son de colegios oficiales. Somos la segunda ciudad, después de Bogotá. Este año superamos a Barranquilla.

¿Se han cerrado las brechas entre instituciones privadas y públicas?

L. G. P: la gran apuesta es el fortalecimiento de la educación oficial, de las grandes ciudades del país, los que más tenemos educación pública somos nosotros, con el 80 por ciento. Queremos darles los mejores proyectos a los chicos, sin importar de cuál zona son para que vean que por medio de la educación tienen oportunidades.Sabemos que hay privados con resultados muy importantes, pero queremos mejorar cada vez más.

Con ‘Escuela, entorno protector’, hemos generado estrategias para evitar el ‘bullying’, el embarazo adolescente, el reclutamiento”

¿Y la formación a docentes?

L. G. P: vamos a entregar en enero el gran centro de formación del maestro en la zona de innovación, al frente de Ruta N, soñado y pensado para maestros, con un valor de 30.000 millones de pesos. Son más de 20.000 metros cuadrados de salones para que puedan ir a formarse en las diferentes disciplinas, para que tengan experiencias pedagógicas y tecnológicas. También están las 300 becas de maestría para docentes. Hemos entregado 205 y esperamos entregar el próximo año las otras 95.

¿Cómo va la renovación de infraestructura educativa?

L. G. P: en Medellín tenemos un gran reto, el mantenimiento de más de 420 sedes educativas, muchas construidas en los 70 y 80, que requieren atención especial. En dos años hemos invertido cerca de 50.000 millones de pesos que han logrado llegar a más de 115 instituciones educativas en malas condiciones locativas.

¿Y las que faltan?

L. G. P: para 2018 logramos tener otros 24.000 millones que nos van a permitir llegar a 80 instituciones educativas para mejorar restaurantes, baños y problemas estructurales. También hay dos grandes proyectos con el Gobierno Nacional. 

Uno es la Ley 21, un convenio para infraestructura educativa, entre Ministerio de Educación, Municipio de Medellín y Área Metropolitana. Son cerca de 50.000 millones de pesos entre los tres, que van a permitir reformar y fortalecer infraestructura en 11 colegios para tener cerca de 100 aulas nuevas para jornada única.

El otro es el primero del país de alianza público privada para infraestructura educativa. Fue aprobada por el Concejo de Medellín y estamos esperando aprobación definitiva de parte de Planeación Nacional. Buscamos reponer o construir 15 colegios con una inversión de 253.000 millones de pesos.

Medellín, durante estos dos últimos años, ha logrado mejorar en el puntaje global de Pruebas Saber 11, de 264 a 272 puntos

A propósito, ¿cómo va el plan de la jornada única?

L. G. P: hay cerca de 35 colegios con jornada única. Cuando llegamos en 2015 encontramos cerca de 3.000 estudiantes en jornada única y ya hay 17.000. Queremos llegar a 30.000, pero nos falta muchísimo todavía. Hay que seguir pensando en grandes proyectos de infraestructura porque el gran problema es que tenemos dos jornadas en la mayoría de colegios en una sola sede.

¿Cómo quedó el presupuesto para 2018?

L. G. P: la secretaría que más recursos tiene para 2018 es la de Educación. Iniciaremos con 980.000 millones de pesos, pero en el año entran más recursos. El año pasado empezamos con 930.000 millones de pesos. En educación se invierte el 25 por ciento del presupuesto del municipio.

Hablemos finalmente de ese gran logro con la Unesco…

L. G. P: desde septiembre, Medellín fue designada la primera ciudad del aprendizaje de Colombia por la Unesco, por estos programas que se desarrollan y otros que hay desde hace muchos años y que hemos fortalecido. Reconocieron que el Estado juega un papel importante para que una inmensa mayoría de los niños de los barrios tengan el derecho a la educación y que esta trasciende las aulas, porque hay muchos aliados: empresas, instituciones, academia.

Fuente de la entrevista:http://www.eltiempo.com/colombia/medellin/permanencia-escolarizacion-y-proteccion-logros-en-el-2017-en-educacion-de-medellin-165546

Fuente de la imagen:

http://images.etn.eltiempo.digital/files/article_main/files/crop/uploads/2017/12/27/5a43a5c3c6164.r_1514388275295.0

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Internacional de la Educación: La educación debe ser fundamental en la política migratoria

América del Norte/EEUU/Prensa IE

La educación debe ser fundamental en la política migratoria

La educación tendría que ser la base del nuevo Pacto Mundial sobre Migración, según la Internacional de la Educación, que incidió en la importancia de contar con un enfoque migratorio que tenga en cuenta a toda la sociedad en un ámbito local y nacional.

Los estados miembros de la ONU y, de hecho, todos los gobiernos, están obligados a garantizar los derechos humanos de todos los migrantes. Es lo que afirmó Dennis Sinyolo, de la Internacional de la Educación (IE), a lo que añadió que «dichos derechos se resumen en los pactos y tratados de Naciones Unidas (ONU) actuales».

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El Pacto Mundial de la ONU sobre migración debe dar prioridad a los derechos de los trabajadores y el derecho a la educación

Sinyolo realizó estas declaraciones en el marco de un panel sobre perspectivas nacionales para un enfoque que abarque a toda la sociedad y facilite un movimiento migratorio seguro, ordenado y normal. El panel tuvo lugar durante unas sesiones informales con varias partes interesadas previas a la reunión del Pacto Mundial sobre Migración y la conferencia intergubernamental sobre migración internacional. Se celebró el 18 de diciembre en la sede de Naciones Unidas (ONU) en Nueva York, Estados Unidos.

En la sesión, los participantes tuvieron la oportunidad de debatir sobre la necesidad de cooperación y alianzas entre diferentes segmentos de la sociedad, incluida la sociedad civil, el sector privado, comunidades en la diáspora, migrantes, autoridades locales y nacionales, expertos y otros implicados para desarrollar y poner en práctica un enfoque sobre migración coherente y que abarque al conjunto de la sociedad.

El Presidente de la Asamblea General de la ONU, Miroslav Lajcak, explicó: «Estamos aquí para analizar cómo afecta la migración a las autoridades locales. Queremos ir más allá del ámbito nacional y revisar ejemplos de buenas prácticas en un entorno local y de cómo los migrantes contribuyen a las comunidades locales, por ejemplo, a través de sus destrezas».

El proceso de negociación intergubernamental sobre el Pacto Mundial, como recordó a los presentes, se iniciará en febrero de 2018, y exige que «se escuche a numerosas partes diferentes, especialmente a quienes aplican leyes y políticas migratorias, como enfermeras, docentes y agentes de las fuerzas de seguridad».

Por otra parte, subrayó que no hay mejor forma de celebrar el Día Internacional del Migrante que presentar propuestas sobre cómo tratar los retos que les afectan. También destacó la necesidad de basarse en un enfoque que tenga en cuenta a toda la sociedad y el gobierno, además de escuchar a todos los implicados.

Diálogo social

El punto de partida para garantizar un enfoque efectivo que llegue al conjunto de la sociedad a la hora de gestionar la migración presenta dos vertientes, según explicó Sinyolo:

(1) Todos los gobiernos, incluidos los de países de acogida y tránsito, deberían ratificar e implementar por completo las disposiciones de la ONU y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre migración, empleo y otros acuerdos relevantes.

(2) Los gobiernos deberían garantizar el establecimiento de mecanismos institucionalizados para el diálogo social.

También resulta de vital importancia llevar a cabo una consulta y un diálogo reales con los trabajadores migrantes a través de las organizaciones que los representan, los sindicatos en particular, dado que la mayoría de los migrantes se desplazan en busca de un trabajo decente, señaló.

La lucha y las acciones que llevan a cabo los sindicatos, la sociedad civil y otros agentes tampoco se deben subestimar, añadió Sinyolo. Estas organizaciones se han esforzado mucho para garantizar que no se niegue a los migrantes el acceso a las necesidades vitales y servicios públicos básicos, como la salud, la educación y la justicia, por su condición migratoria.

IE: Defender los derechos educativos de migrantes y refugiados

La Internacional de la Educación ha estado trabajando con sus afiliadas nacionales, organizaciones juveniles y comunidades estudiantiles y locales para defender y fomentar los derechos educativos de migrantes y niños y jóvenes refugiados en varios países europeos y de fuera de Europa, según manifestó Sinyolo.

Los educadores y sus sindicatos llevan mucho tiempo luchando para que los niños indocumentados tengan derecho a una educación de calidad y cuestionando su detención en campos de refugiados, afirmó. La IE también ha proporcionado formación y un desarrollo profesional a docentes locales, migrantes y refugiados para que puedan adaptarse a las necesidades específicas de los migrantes y refugiados, incluido apoyo psicosocial y formación lingüística.

«La educación es el mayor antídoto ante el azote de la xenofobia, el racismo y la discriminación, ya que ayuda a inculcar y fomentar los valores del entendimiento intercultural, el respeto, la tolerancia y la coexistencia pacífica». De hecho, la educación dota a migrantes y niños y jóvenes refugiados de las destrezas necesarias en su vida y trabajo, declaró, además de enfatizar que este aspecto debería ser una parte fundamental del nuevo Pacto Mundial.

«Un enfoque que implique al conjunto de la sociedad solo se puede alcanzar si todos los países y gobiernos dan un paso al frente en la creación de un entorno que acepte a los refugiados, tanto en el plano legislativo como socioeconómico», indicó. «Necesitamos tomar medidas inteligentes y significativas para avanzar, y que nadie las ignore o se haga a un lado, porque la gestión mundial de la migración es un esfuerzo mutuo que atañe a los países de partida, tránsito y destino».

Para finalizar, recordó la necesidad de que la ONU y los gobiernos sigan contando con sindicatos y sociedad civil en el proceso de negociación intergubernamental, hecho que motivó la respuesta por parte del Presidente de la Asamblea General de la ONU, que anunció que convocará dos sesiones/consultas más en febrero y mayo de 2018.

Fuente: https://www.ei-ie.org/spa/detail/15621/la-educaci%C3%B3n-debe-ser-fundamental-en-la-pol%C3%ADtica-migratoria

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El panorama educativo –y político-electoral- de México @INEEmx

México / 17 de diciembre de 2017 / Autor: Anel Guadalupe Montero Díaz / Fuente: SDP Noticias

El pasado 7 de diciembre, el INEE presentó el Panorama Educativo de México. Indicadores del Sistema Educativo Nacional 2016. Educación Básica y media superior.

El documento revela la magnitud de la tragedia: Aunque el sistema educativo nacional prácticamente ha superado el problema de la cobertura, “…más de un cuarto del total de niños de 3 a 5 años y jóvenes de 15 a 17, aún no asiste a la escuela. Sólo 3 de cada 100 en el grupo de 6 a 11 años y 7 de cada 100 en el grupo de 12 a 14 años, no asiste a la escuela”

Por si fuera poco, “…la escolaridad media de la población de 15 años o más, a nivel nacional, es de 9.2 grados, lo que significa que en promedio la población logra concluir la secundaria”.

Lo anterior sería un gran avance, si no cruzáramos este dato con los resultados de las pruebas PISA, que “…muestran que 41.7% de los estudiantes mexicanos obtienen bajo desempeño en Lectura; 56.6% en matemáticas y 47.8% en Ciencias”.

Es decir, los “egresados” de nivel secundaria tienen el certificado, pero no poseen los conocimientos, las habilidades, las actitudes y los valores necesarios para enfrentar los retos que la incertidumbre de los tiempos actuales demanda.

Tal vez eso explique por qué según el panorama educativo presentado por el INEE, en Educación Media Superior, el número de abandonos se incrementó en 87 mil en los últimos 5 años.

La tragedia educativa, entonces, se vive en dos hechos que atentan en contra de todos los mexicanos porque transforman a la democracia en un Estado fallido, donde “la mayoría” es presa fácil de la esclavitud de la ignorancia a favor de los intereses de unos cuantos:

1.- El derecho a la educación que es el derecho al aprendizaje

No es posible que doce años-nalga en el sistema educativo mexicano se reflejen en un “certificado” que simula un aprendizaje que nunca existió, por lo que la escuela debería avalar entonces la permanencia o la credencialización de la ignorancia, en lugar de las competencias de los sustentantes.

Hoy, la exigencia de aprendizaje es mucho más alta que en la época de nuestros padres, pero los alumnos –y sus maestros-, siguen formándose en modelos memorísticos –por más que cambien “enfoques” y “programas”-, en lugar de la praxis –como la concebía Freire, reflexión en la acción-.

Además, no se puede soslayar que en pleno siglo XXI, apuestas como la de Sugata Mitra en India (“un hueco en la pared”), la de Alvin Toffler (“hay que cerrar las escuelas”)  y la de Ken Robinson (“las escuelas son obsoletas porque fueron pensadas para un mundo que no existe más”) consideran que la escolarización no es sinónimo de formación académica y mucho menos de “educación”. Amén de los avances en la neurociencia que impactan la didáctica en el campo educativo y consideran otras vías mucho más eficaces que la educación tradicional para formar a los ciudadanos que México necesita.

¿Cuál es –entonces- el futuro de la escuela como la conocemos en México? ¿Qué papel juegan los maestros, el sistema educativo, político, social, económico y cultural en la ecuación?

Y es que la escuela y los resultados que de ella se obtienen, no pueden ser analizados al margen de todo lo anterior, porque es causa y consecuencia de estos factores.

Conviene recordar ahora que en 2014, el entonces Secretario de Hacienda, Luis Videgaray declaraba –después de lanzar una miscelánea fiscal disfrazada de Reforma-, que “todavía no estamos donde queremos, pero vamos bien, estamos moviendo a México”, pero no fue capaz de responder cómo se puede crear prosperidad en un país donde PISA arrojó que el 82% de los jóvenes carecía de competencias básicas en español, matemáticas y ciencias.

Los votantes de las elecciones presidenciales de 2018, son los jóvenes que presentaron la prueba PISA en 2012 y que según la descripción del nivel 5 de dominio en LECTURA en el rubro de “reflexión en la acción” deben ser capaces de “evaluar críticamente o establecer hipótesis apoyándose en el conocimiento especializado(…)” y en el apartado de “interpretación de textos”, tienen la capacidad de “interpretar el significado de un lenguaje con sutilezas”, tienen nivel entre 0 y 1 en escala de 1 al 5.

Esto nos lleva a la segunda tragedia nacional derivada de la tragedia educativa

2.- El mito de la democracia

Un país donde “la mayoría” está conformada por jóvenes que son incapaces de obtener información de un texto, interpretarlo, reflexionar sobre el mismo y ponderar sus implicaciones, está destinado a una forma de esclavitud basada en la ignorancia que –como se indicó al inicio de este artículo-, sólo conviene a los intereses de unos cuantos.

La Mtra. Sylvia Schmelkes y los consejeros del INEE han subrayado la importancia de lograr una educación de calidad para lograr la equidad, abatir la discriminación el rezago, la deserción y otros males endémicos de un Estado democrático, no sólo del sistema educativo.

Sin embargo, cuando se cambia el calendario escolar por el electoral y se privilegia la agenda política por encima de la educativa, se evidencia un mecanismo ad hoc a un Estado Fallido, porque el hecho no es ilegal, pero es imperfecto por donde se le vea.

Por eso, cuando conceptos como “el bien común” son supeditados a la partidocracia mexicana y a sus fieles representantes, tenemos resultados educativos que a nadie extrañan, como el que acaba de presentar el INEE con el Panorama Educativo de México.

¿Les creemos entonces a los políticos cuando dicen que su prioridad es formar ciudadanos críticos, analíticos y reflexivos?

A esto se refería Platón cuando sostuvo que la democracia era la forma de gobierno más adulterada. La sentencia de muerte de Sócrates y la derrota de Atenas a manos de Esparta fueron consecuencias de ella, porque “la mayoría” decidió.

¿Los jóvenes que presentaron la prueba PISA en 2012 son los mismos que cuestionan hoy a las televisoras pero creen todo lo que circula en las redes sociales?

¿Los jóvenes que presentaron la prueba PISA en 2016 enfocarán su atención en el vitíligo de Meade, la edad de AMLO, la vestimenta del Bronco o en las plataformas políticas de cada uno de ellos para luego exigir que las cumplan tal y como lo prometieron?

Ellos serán “la mayoría” en la que se sustenta el mito democrático. Sin embargo, esto no significa claudicar a favor del autoritarismo, significa dejar la simulación, ser conscientes de que nuestro paso por esta vida es efímero y que debemos hacer lo posible –y más- por transformar para bien la situación de nuestros hermanos más vulnerables…significa que cada quien haga su trabajo y asuma la responsabilidad del mismo con valor y con valores, más allá del discurso.

Cabe una última pregunta: ¿Qué pensaría Platón de nuestros partidos políticos, los sondeos de opinión o las estrategias de comunicación?

¿Usted qué opina, estimado lector?

Fuente del Artículo:

https://www.sdpnoticias.com/nacional/2017/12/12/el-panorama-educativo-y-politico-electoral-de-mexico-ineemx

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